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Enfermedades Cronicas

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Universidad Autónoma San Sebastián

Filial – Limpio

Materia: PRACTICA PROFECIONAL II.

Prof.: Lidia Schroter.

Tema: ENFERMEDADES CRONICAS.

o Integrantes:
o Vanessa Aveiro.
o Sol Villa.
o Diego Espinola.

Limpio- Paraguay

2024
Enfermedades crónicas
Las enfermedades crónicas son condiciones de larga duración y,
por lo general, de progresión lenta. No existe una cifra consenso
para delimitar esta definición, pero por lo general se considera
crónico un cuadro que tiene una duración mayor de 3-6 meses, de
alta prevalencia y no curable. Según estudios epidemiológicos,
hasta el 57 % de la población adulta en regiones de alto ingreso
tiene más de una enfermedad crónica, por lo que este conjunto
patológico supone un verdadero desafío tanto a nivel clínico como
social.

Las enfermedades crónicas son mucho más comunes en la vejez y


hasta el 80 % de las personas tienen al menos una de estas
condiciones a partir de los 65 años. En las siguientes líneas, te
mostramos los 10 ejemplos de patologías crónicas y sus cifras
epidemiológicas.

1. Hipertensión

Según la National Council of Aging (NCOA), la hipertensión es la


enfermedad crónica más común en adultos, afectando al 58 % de
este grupo poblacional. Esta condición se diagnostica cuando el
valor máximo de la presión arterial es igual o supera los 140 mmHg
y el valor mínimo es igual a 90 mmHg o superior. Más de 1280
millones de personas en todo el mundo son hipertensas, pero de
media la mitad no lo saben.

Hay 2 tipos de hipertensión: primaria, sin una causa identificable


clara, y secundaria debida a una infección subyacente. Existen
muchos factores de riesgo para el desarrollo de hipertensión
primaria, entre los que destacan la edad avanzada, los
antecedentes familiares, la obesidad, la falta de ejercicio, el
tabaquismo y más. Es necesario tratar esta condición crónica, pues
aumenta las probabilidades de sufrir accidentes cerebrovasculares,
ataques al corazón, insuficiencia cardíaca o problemas renales,
entre otras complicaciones.

2. Colesterol alto
Un 5-20 % de la población tiene niveles de colesterol total en
sangre por encima de 240-250 mg/dl. Esta condición crónica es
asintomática por sí sola, lo que dificulta mucho su diagnóstico a
menos que se realicen análisis de sangre rutinarios (al menos una
vez al año). Hay diversas enfermedades que pueden favorecer la
hipercolesterolemia, como la diabetes, la enfermedad renal crónica,
la infección por VIH, el hipotiroidismo o el lupus.

El estilo de vida y los hábitos también condicionan el diagnóstico del


colesterol alto. La inactividad física, el sedentarismo, la obesidad y
una dieta desbalanceada son algunos de los factores
desencadenantes más reseñables. La hipercolesterolemia puede
provocar una acumulación de depósitos en las paredes de las
arterias, cuadro conocido como aterosclerosis. Estos depósitos
reducen el flujo sanguíneo y fomentan los problemas
cardiovasculares serios.

3. Artritis

La artritis es una de las enfermedades crónicas más comunes y 1


de cada 4 adultos tienen un diagnóstico de esta condición u otra
similar de naturaleza reumática. La artritis se define como la
inflamación y degeneración de una o más articulaciones,
principalmente de su cartílago. Este proceso puede ser
consecuencia de un trastorno autoinmunitario, una fractura ósea, el
desgaste articular por el paso del tiempo o la formación de cristales.
Cabe destacar que existen más de 100 tipos de artritis y no todos
se manifiestan igual.

4. Cardiopatía isquémica

La cardiopatía isquémica o enfermedad coronaria tiene lugar


cuando las arterias que suministran sangre al corazón se estrechan
u obstruyen, lo que desemboca en una reducción del flujo
sanguíneo al miocardio y un desequilibrio en el aporte de oxígeno.
Esta condición está estrechamente ligada a la ateroesclerosis y la
hipercolesterolemia ya nombrados, aunque puede tener otros
muchos desencadenantes, como las embolias o la arteritis.
Entre los factores de riesgo para la cardiopatía isquémica, destacan
la edad avanzada, ser hombre, tener antecedentes familiares de la
condición antes de los 50 años de edad, la hipercolesterolemia, la
diabetes y llevar hábitos de vida poco saludables. Puede
desarrollarse poco a poco o de forma repentina.

5. Diabetes

La diabetes mellitus tipo 2 es una de las enfermedades crónicas


más comunes en todo el mundo. En esta condición, el páncreas no
produce suficiente insulina y las células no responden de forma
adecuada a ella, por lo que no pueden utilizar la glucosa (un tipo de
azúcar) presente en sangre para convertirlo en energía. Así, los
niveles de azúcar en sangre se alteran de forma permanente. La
incidencia de esta condición es de 8 casos por cada 1000
habitantes/año.

Los signos y síntomas de esta condición se desarrollan de forma


lenta e incluyen aumento de sed, micción frecuente, más hambre de
lo normal, fatiga, visión borrosa, infecciones frecuentes, hormigueo
de manos y pies y más. La alimentación saludable y hacer ejercicio
de forma regular son esenciales para controlar el cuadro diabético,
pero también se puede optar por el consumo de ciertos
medicamentos si los niveles objetivo no se alcanzan con cambios
en los hábitos.

6. Enfermedad renal crónica

La enfermedad renal crónica es el daño progresivo y la pérdida de


la función de los riñones con el paso del tiempo. Esto puede
desembocar en una acumulación peligrosa de líquidos, electrolitos y
sustancias de desecho en el cuerpo. La diabetes y la hipertensión
son los dos desencadenantes más comunes de esta condición,
aunque también puede aparecer por trastornos autoinmunitarios,
defectos del nacimiento, lesiones renales, cálculos renales,
problemas arteriales en la región renal, el consumo de ciertos
medicamentos y más.
Esta condición es de progreso lento y los signos y síntomas se
manifiestan con el paso del tiempo. La retención de líquidos, la
anemia, la debilidad ósea, la menor respuesta inmunitaria y el daño
al sistema nervioso central son algunas de las complicaciones más
claras de la enfermedad renal crónica. Aunque no sea muy
conocida a nivel divulgativo, este trastorno afecta a más del 10 %
de la población mundial, lo que resulta en más de 800 millones de
personas.

7. Insuficiencia cardiaca (IC)

La insuficiencia cardiaca es la incapacidad del corazón para


bombear sangre en los volúmenes adecuados y satisfacer las
necesidades corporales. Esta condición puede tener como
desencadenantes otras patologías del corazón, entre las que se
encuentra la cardiopatía isquémica, pero ambos términos no son
intercambiables. Dicho de otro modo, no todas las insuficiencias
están causadas por cardiopatía.

La insuficiencia cardiaca se puede clasificar según el grado de


gravedad del cuadro, el lado del corazón afectado y mucho más. La
tasa estimada de personas afectadas oscila entre 3 y 20 casos por
cada 1000 habitantes y, por desgracia, la mortalidad a un año del
diagnóstico se calcula en un 35-45 %.

8. Depresión

No hay que olvidar que muchas enfermedades crónicas son de una


naturaleza más psiquiátrica que anatómica. Según estudios, la
probabilidad de desarrollar un trastorno depresivo mayor a lo largo
de la vida oscila un 13,2 %. Se considera que el cuadro depresivo
es de naturaleza crónica cuando se cumplen los criterios necesarios
de manera continuada durante un periodo de al menos 2 años.

En este punto, recordamos que la depresión es la principal causa


mundial de discapacidad. Además, del 2 al 15 % de los pacientes
con un trastorno depresivo mayor terminan quitándose la vida. Con
estas cifras, queremos ejemplificar que la depresión debe tomarse
en serio y ante cualquier estado mental alterado sostenido en el
tiempo se requiere atención psicológica urgente.
9. Enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia

El término demencia no hace referencia a una enfermedad


específica, sino más bien a una alteración en la capacidad de
recordar, pensar, tomar decisiones y más. En general, se conoce
como demencia a una pérdida de la función cerebral que ocurre
como consecuencia de diversas patologías. La enfermedad de
Alzheimer es la causa más común de demencia, pero también hay
que tener en cuenta otras variantes como la demencia vascular, la
frontotemporal o la mixta.

Una persona es diagnosticada con demencia en cualquier parte


del mundo cada 3 segundos. Además, debido a una población
cada vez más envejecida, su prevalencia ha aumentado en más de
un 140 % en las últimas décadas. La mayoría de los tipos de
demencia no tienen cura, pero es posible paliar sus síntomas con
los medicamentos y terapia adecuados.

10. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Esta es la última de las enfermedades crónicas de nuestra lista y


afecta al 11 % de las personas mayores de 65 años. La EPOC hace
referencia a un grupo de patologías que causan obstrucción de la
circulación de aire y provocan problemas relacionados con el
proceso respiratorio. El enfisema y la bronquitis crónica son las 2
afecciones más comúnmente asociadas con la enfermedad
pulmonar obstructiva crónica.

Esta patología es de naturaleza crónica y empeora con el tiempo,


pero se puede tratar. En países de alto ingreso su causa principal
es el tabaquismo, así que dejar de fumar es el primer paso para
aliviar la sintomatología en casi todos los casos. Los medicamentos,
como los broncodilatadores y los esteroides inhalables, también
pueden ayudar a mejorar el estado de salud del paciente.

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