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Hipertensión arterial
Enfermedades vasculares y del corazón
Fact Checked
Actualizado a: Lunes, 7 Octubre, 2024 11:47:51 CEST
1. María Sánchez-Monge
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Qué es
Causas
Síntomas
Prevención
Tipos
Diagnósticos
Tratamientos
Otros datos
Qué es
La hipertensión arterial es una patología crónica en la que los vasos
sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede
dañarlos. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las
paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más
alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.
Una de las características de esta enfermedad es que no presenta unos
síntomas claros y estos pueden tardar mucho tiempo en manifestarse. Sin
embargo, constituye el factor de riesgo cardiovascular más prevalente.
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la primera
causa de mortalidad en España. La hipertensión es una patología
tratable, pero su falta de control puede desencadenar complicaciones
graves, como infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca o ictus.
Las primeras consecuencias de la hipertensión las sufren las arterias, que se
endurecen a medida que soportan la presión arterial alta de forma continua,
se hacen más gruesas y puede verse dificultado al paso de sangre a través
de ellas. Este daño en las paredes de los vasos sanguíneos favorece que se
depositen colesterol y triglicéridos en ellas, por eso lo que hace que la
hipertensió sea un de riesgo muy importante para el desarrollo
de arterioesclerosis.
Los valores de presión arterial considerados patológicos varían según las
diferentes guías clínicas de las sociedades científicas. La Sociedad
Europea de Hipertensión considera que se puede hablar
de hipertensión a partir de 140 mm Hg de sistólica y 90 mm Hg de
diastólica. Las cifras óptimas se sitúan en menos de 120 mm Hg de presión
sistólica y 80 mm Hg de presión diastólica.
Prevalencia
En torno al 40% de la población española es hipertensa, según los
datos de los últimos estudios. Se calcula que más del 37% de esas personas
están sin diagnosticar. Es igualmente elevado el número de pacientes
diagnosticados cuya hipertensión o está controlada: "El porcentaje de
hipertensos sobre los que no se consigue un total control de las cifras
de presión arterial ronda el 40%", expone Luisa Hermosa Sánchez de
Ibargüen, farmacéutica del Centro de Información del Medicamento (CIM)
del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla y coordinadora del programa
MAPAfarma.
Causas
Aunque todavía no se conocen las causas específicas que provocan la
hipertensión arterial, sí se ha relacionado con una serie de factores que
suelen estar presentes en la mayoría de las personas que la sufren.
Conviene separar aquellos relacionados con la herencia genética, el sexo, la
edad y la raza, y por tanto poco modificables, de aquellos otros que se
podrían cambiar al variar los hábitos y el ambiente en el que viven las
personas, como la obesidad, la sensibilidad al sodio, el consumo excesivo de
alcohol, el uso de ciertos fármacos y un estilo de vida muy sedentario.
Causas no modificables
Factores genéticos:
La predisposición a desarrollar hipertensión arterial está vinculada a que un
familiar de primer grado tenga esta patología. Aunque se desconoce el
mecanismo exacto, la evidencia científica ha demostrado que cuando una
persona tiene un progenitor (o ambos) hipertensos, las posibilidades de
desarrollar hipertensión son el doble que las de otras personas con ambos
padres sin problemas de hipertensión.
Sexo:
Los hombres tienen más predisposición a desarrollar hipertensión arterial
que las mujeres hasta que estas llegan a la edad de la menopausia. A
partir de esta etapa la frecuencia en ambos sexos se iguala. Esto se debe a
las hormonas femeninas que protegen a la mujer durante la edad fértil, que
reducen su riesgo de padecer en fermedades cardiovasculares.
Edad y raza:
La edad es otro factor que influye sobre las cifras de presión arterial, de
manera que tanto la presión arterial sistólica o máxima como la diastólica o
mínima aumentan con los años.
En cuanto a la raza, los individuos de raza negra tienen el doble de
posibilidades de desarrollar hipertensión que los de raza blanca, además de
tener un peor pronóstico.
Causas modificables
Sobrepeso y obesidad:
Los individuos con sobrepeso están más expuestos a tener más alta la
presión arterial que los que presentan peso normal. A medida que se
aumenta de peso se eleva la tensión arterial y esto es mucho más
evidente en los menores de 40 años y en las mujeres. La frecuencia de la
hipertensión arterial entre los obesos, independientemente de la edad, es
entre dos y tres veces superior a la de los individuos con un peso normal.
No se sabe con claridad si es la obesidad por sí misma la causa de la
hipertensión o si hay un factor asociado que aumente la presión en
personas con sobrepeso. Al parecer, a la obesidad se asocian otra serie de
alteraciones que serían en parte responsables del aumento de presión
arterial. También es cierto que la reducción de peso hace que desaparezcan
estas alteraciones.
Otras causas
Vasculares:
Entre el 2,5 y el 6 por ciento de los problemas relacionados con el riñón
pueden influir en la aparición de la hipertensión arterial. De hecho, suponen
entre el 2,5 y el 6 por ciento de las causas. Las principales patologías
vasculares que influyen son:
Enfermedad renal poliquística.
El síndrome de Liddle.
El síndrome de Cushing.
Feocromocitoma.
Poliomielitis bulbar.
Hipertensión intracraneal.
Además existen drogas, tóxicos y medicamentos que pueden propiciar la
aparición de la hipertensión:
Alcohol.
Cocaína.
Ciclosporina, tacrolimus.
Eritropoyetina.
Medicaciones adrenérgicas.
Nicotina.
Por último, existen algunas enfermedades que se relacionan con la
hipertensión como son el hipertiroidismo e hipotiroidismo, la
hipercalcemia, el hiperparatiroidismo, la acromegalia, la apnea
obstructiva del sueño y la hipertensión inducida por el embarazo.
Síntomas
Según Julián Segura, de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga
Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (Seh-Lelha), “la mayor
limitación a la hora de detectar la hipertensión es que la mayoría de los
casos transcurren sin que haya ningún síntoma y, por lo tanto, la
enfermedad pasa desapercibida, con el riesgo que eso conlleva”.
Segura indica que hay síntomas inespecíficos, como las cefaleas, que
ayudan a detectarla porque ponen en alerta al paciente que decide ir al
médico o acudir a la farmacia a que les tomen la tensión. Sin embargo,
señala que esos síntomas no se pueden atribuir a la hipertensión
porque coinciden en el tiempo como respuesta al dolor.
En el caso de los hipertensos que han estado sin diagnóstico durante mucho
tiempo, el presidente señala que estos pueden sufrir en un momento dado
una complicación, como una angina de pecho, que es un síntoma derivado
de esa complicación.
Prevención
Tener hábitos de vida saludable y, sobre todo, evitar el sobrepeso y
la obesidad, son los principales factores para prevenir la aparición de la
hipertensión.
Los especialistas señalan que llevar una dieta sana y practicar
ejercicio puede ayudar a que la población general esté exenta de sufrir
esta patología. Dejar de fumar también previene esta patología, ya que el
tabaco eleva la presión arterial.
En los casos en los que en la familia haya antecedentes de
hipertensión y por tanto haya una predisposición a ser hipertenso a lo
largo del tiempo, este factor genético supone una llamada de atención
adicional a que el paciente cuide esos hábitos de vida y vigile sus cifras de
tensión arterial.
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Tipos
La tensión arterial tiene dos componentes:
Tensión sistólica: Es el número más alto. Representa la
tensión que genera el corazón cuando bombea la sangre al
resto del cuerpo.
Betabloqueantes.