Ley Nacional de Salud Mental Como Eje Articulador de Historia y Epistemología de La Psicología
Ley Nacional de Salud Mental Como Eje Articulador de Historia y Epistemología de La Psicología
Ley Nacional de Salud Mental Como Eje Articulador de Historia y Epistemología de La Psicología
Luego de estudiar todos los textos de la materia, al leer la Ley de Salud Mental me encontré con puntos que
desarrollados en las Unidades del Programa. Por lo tanto arme un tema para articular algunos puntos de la ley de
salud mental con textos troncales de la materia.
Para hacer una breve introducción la ley busca garantizar el derecho a la protección y acceso a la atención de la
salud mental, teniendo en cuanta la historia e identidad del paciente. No sólo protege a las personas con
padecimiento mental, sino que también están contemplados en su seno los individuos con usos problemáticos de
drogas. Expresa que las personas con padecimiento mental deben ser atendidas y tratadas en hospitales comunes y
no en instituciones psiquiátricas. Este es quizá el aspecto central de la norma, sobre el que profundizaremos más
adelante. La internación, si llegase a ser el recurso necesario, debe ser breve y previamente notificada a un juez.
Entre los derechos que esta ley establece para los ciudadanos figura el de tomar decisiones relacionadas con la
propia atención y tratamiento -dentro de sus posibilidades-. También expresa que la persona tiene derecho a no ser
objeto de tratamientos experimentales ni investigaciones clínicas sin su consentimiento. Los padecimientos
mentales no deben ser considerados como estados que no se pueden modificar.
En el ART 3 define la salud mental como un proceso entramado por componentes históricos, socio-económicos,
culturales, biológicos y psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción social
vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona. Un pilar fundamental de la ley es que
parte de la presunción de capacidad de todos los sujetos. De este modo, prohíbe en el campo de la salud mental los
diagnósticos basados exclusivamente en status político o la pertenencia a un grupo cultural, religioso o racial.
Asimismo, no se puede diagnosticar en base a demandas familiares, laborales o falta de adecuación a valores
morales, culturales, políticos o religiosos prevalecientes en la comunidad. La elección o identidad sexual no puede
ser motivo de un diagnóstico de patología mental. Tampoco lo son los antecedentes de tratamiento u hospitalización.
Aquí ya podemos empezar a posicionarnos en lo que es la Unidad 1 del programa, ya que de alguna forma el cambio
de paradigma que se plantea con la ley de Salud Mental, toca la pregunta que sitúa Freud en el Malestar en la
Cultura, respecto a la relación del hombre con la Cultura.
Freud en el Malestar se pregunta sobre la felicidad y cuál es la meta y el fin de la vida. La religión retoma esto al
prometer una vida de satisfacciones en el “más allá”, y plantea un camino único para ser feliz y evitar el sufrimiento,
pero lo que elabora es una respuesta impuesta, con un sentido único para todos. En cambio el psicoanálisis, y
cuando Freud explica el Principio de Placer desarrolla que este camino no es para todos por igual, ya que en la
singularidad de cada uno no es lo mismo lo que nos da placer o displacer. Freud plantea que no hay un único
sentido, ni un único camino para la búsqueda de la felicidad, sino que es un camino individual que cada uno debe
hacer y esta es la crítica que le hace a la religión. Que si bien nunca hay una satisfacción plena, pero el principio de
placer tira para buscarlo.
La cultura nos protege de la naturaleza, regula las relaciones sociales. También regula a todos por igual, pero está en
cada uno de nosotros que hacemos con eso que sofocamos, regulamos y reprimimos, está en nuestra singularidad.
Otro punto a tener en cuenta es que en el ART 4 “Las adicciones deben ser abordadas como parte integrante de las
políticas de salud mental. Las personas con uso problemático de drogas, legales e ilegales, tienen todos los derechos
y garantías que se establecen en la presente ley”. A cambio de esta renuncia pulsional la cultura ofrece tres posibles
soluciones: distraerse a partir de la realización de alguna actividad (generalmente al servicio de la cultura, como la
producción y el trabajo); buscar satisfacciones sustitutivas (arte, religión, deportes: se trata de reorientar los fines
instintivas hacia nuevas mentas, hacia satisfacciones diferentes, ilusiones respecto de la realidad) o narcotizarnos
(recurrir a sustancias embriagadoras que permiten sustraernos de la realidad y del malestar que conlleva).
Otra articulación es con el texto de Derrida “ Estructura, signo, y el juego en el discurso de las Ciencias Humanas”. A
partir del ART 8, “Debe promoverse que la atención en salud mental esté a cargo de un equipo interdisciplinario
integrado por profesionales, técnicos y otros trabajadores capacitados con la debida acreditación de la autoridad
competente. Se incluyen las áreas de psicología, psiquiatría, trabajo social, enfermería, terapia ocupacional y otras
disciplinas o campos pertinentes.” Podemos plantear que la ley sería un lenguaje hecho de mezclas, de diferentes
lugares, hecho de préstamos de distintas disciplinas. En relación a lo que plantea el autor con el Lenguaje del
Bricolage. Derrida toma este ejemplo de Levi- Strauss, al teorizar sobre los mitos, habla de bricolaje, para dar cuenta
de cómo los mitos se van construyendo. Propone la figura del Bricoleur que es quien hace el Bricolage, y plantea este
lenguaje hecho de préstamos, toma prestados los propios conceptos de una herencia, de un discurso. Todo discurso
el bricolaje (hacer discurso con lo heredado), LS lo opone al lenguaje del ingeniero que sería un lenguaje puro, que
debe construir la totalidad de su lenguaje. (mito construido, creado, por el mismo bricolaje)
De lo que se trata es de una relación crítica con el lenguaje de las Ciencias Humanas. Se trata de plantear como un
discurso toma de una herencia los recursos necesarios para la deconstrucción de esa misma herencia.
En cuanto a la Unidad 2, en el ART 7 se plantean los derechos de los pacientes. Derecho a recibir tratamiento y a ser
tratado con la alternativa terapéutica más conveniente, que menos restrinja sus derechos y libertades, promoviendo
la integración familiar, laboral y comunitaria; Derecho a recibir un tratamiento personalizado en un ambiente apto
con resguardo de su intimidad, siendo reconocido siempre como sujeto de derecho, con el pleno respeto de su vida
privada y libertad de comunicación; Derecho a que el padecimiento mental no sea considerado un estado
inmodificable
Y en el ART14 “— La internación es considerada como un recurso terapéutico de carácter restrictivo, y sólo puede
llevarse a cabo cuando aporte mayores beneficios terapéuticos que el resto de las intervenciones realizables en su
entorno familiar, comunitario o social. Debe promoverse el mantenimiento de vínculos, contactos y comunicación de
las personas internadas con sus familiares, allegados y con el entorno laboral y social, salvo en aquellas excepciones
que por razones terapéuticas debidamente fundadas establezca el equipo de salud interviniente” y el ART 15, “ la
internación debe ser lo más breve posible.
Y el ART El artículo 27, por ejemplo, prohíbe la creación de nuevos manicomios y neuropsiquiátricos públicos o
privados. Los ya existentes deben adaptarse a los objetivos y principios de la ley, con miras a su sustitución definitiva
por dispositivos alternativos.
Estos puntos de la Ley podemos articularlos con Pinel, los derechos de los pacientes que están presentes en dicha ley
los podemos relacionar con el TRATAMIENTO MORAL, Pinel planteaba un tramo más humanitario para los pacientes
mentales , con la abolición del maltrato.
Pinel planteaba que en la enfermedad hay una causa que perturbaba las funciones mentales y por lo tanto perturba
el funcionamiento del organismo. Las causas que propone son: causas físicas, la herencia y las causas morales.
Propone que si se podría modificar el factor causante se podría modificar la enfermedad. Por lo tanto cambia el
medio del paciente para ver si esta causa desaparece. El cerebro no está dañado, la mente solamente esta alterada
en su funcionamiento. El Hospital aparece como una realidad en donde se tendría que imponer la razón.
El tratamiento moral intenta poder reeducar al paciente sacándolo del medio. Es necesario aislarlo en una institución
especial, primero para retirarlo de sus percepciones habituales (aquellas que han engendrado la enfermedad). Allí
será sometido a una disciplina severa y paternal, en un mundo completamente regulado por la ley médica. El
objetivo es poder cambiar el circulo vicioso de sus ideas. Cuestiona las prácticas psiquiátricas de la época: torturas,
hacerlos trabajar.
Foucault en “Historia de la locura” en cambio hace un análisis de la locura mas socio histórico y político. Como en la
cultura se fue expluyendo al loco y aislando la locura. Plantea que junto con la separación de la locura del campo
social, hay un silenciamiento de la locura desde una dimensión trágica. Ya que en el Renacimiento se percibe a la
locura que viene del “mas alla”, lo mas oscuro de lo humano. En la época moderna, S.XIX la locura es tomada como
objeto de conocimiento de la ciencia y ya es pensada en términos de patología. Foucault dice que Pinel libera a esos
locos, pero no los saca del Hospital.
Se empieza a pensar a la locura, no tanto como una condena moral, sino como una determinación natural.
En la época moderna, se va pensando la locura como rasgos negativos (ausencia en la falla de la memoria, idiotez
como una falla de la inteligencia) estos rasgos negativos van a ser los que definen la naturaleza humana.
Mas adelante del texto, plantea que en el Hospital General se encontraban encerrados los pobres, los vagabundos,
los locos. ¿Por qué todos encerrados en un mismo lugar? Con la época de la Burguesia y la lógica del trabajo, aquel
que era ocioso no era permitido dentro de la cuidad. El Hospital era una estructura lógico-juridica que tiene a
reprimir encerrar a las miserias y a la locura. Si antes la locura era considerada como algo que venia del más allá, en
esta época la locura era desde el lado social.
Pasando a la Unidad 3, en el ART 12 “La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades
fundamentales de la persona con padecimiento mental y se administrará exclusivamente con fines terapéuticos y
nunca como castigo, por conveniencia de terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o
cuidados especiales. La indicación y renovación de prescripción de medicamentos sólo puede realizarse a partir de
las evaluaciones profesionales pertinentes y nunca de forma automática. Debe promoverse que los tratamientos
psicofarmacológicos se realicen en el marco de abordajes interdisciplinarios”. En relación a este artículo, podemos
adherirí a lo que plantea Carpintero sobre el termino medicalización , que se viene usando durante años para
demostrar los efectos en la medicina donde lo único que importa es la ganancia. Es así como lsa granes industrias
redefinen la salud humana acode a una subjetividad sometida a los valores de la cultura dominante. Muchos
procesos normales como el nacimiento, la adolescencia, el dolor y la muerte se presentan como patologías a los
cuales se les puede aplicar un remedio para su solución. El sujeto no solo se convierte en un objeto posible de la
enfermedad, sino también culpable por padecerlo.
Y por último, para articular la Unidad 4 retomo el punto “b” del ART 7 : “Derecho a conocer y preservar su identidad,
sus grupos de pertenencia, su genealogía y su historia” Y el punto “n” del mismo artículo: “ Derecho a que el
padecimiento mental no sea considerado un estado inmodificable.” En ambos puntos, podemos trabajar lo que es la
ética en el psicoanálisis, como una ética que no esta centrada en un sentido sino que es el deseo el que dirigue la
clínica, no tiene un objeto definido y esto es lo que lo diferencia de la psquiatria. La ética del psicoanálisis sostiene lo
indeterminado del icc, y lo singularidad de cada sujeto junto con su historia, que se va reescribiendo a medida que se
van resignificando su infancia.