Roma Imperial3.
Roma Imperial3.
Roma Imperial3.
La civilización etrusca floreció en el centro de Italia entre los siglos VIII y III a. C.
Una cultura que fue famosa en la antigüedad por sus ricos recursos minerales y
por ser una de las principales potencias comerciales del Mediterráneo. Gran parte
de su cultura e incluso de su historia fue borrada o asimilada dentro la historia de
su conquistadora, Roma. La cultura etrusca influyó decisivamente en algunos
aspectos del arte romano. El arte etrusco es reconocido por ser figurativo y estar
relacionado con los rituales funerarios; inspirado de los modelos de arte oriental de
Egipto El comercio fue una de sus actividades económicas más importantes. A
través del Mediterráneo comerciaron con cerámicas, objetos de lujo y minerales,
especialmente hierro, gracias a que eran grandes navegantes. Tuvieron un
sistema de escritura compuesto por caracteres griegos.
2. El Foro Romano
En el Foro Romano se desarrollaba la vida cotidiana de la Antigua Roma. Es por
eso que es uno de los monumentos de Roma más famosos. Aquí tenía lugar la
vida religiosa, comercial, política y social. Las ruinas que quedan del Foro Romano
son de templos, del Senado, de los baños públicos, de antiguas plazas.
La Basílica de San Pedro del Vaticano se levanta sobre la tumba del apóstol San
Pedro, ubicada en una necrópolis del siglo I. La primera basílica vaticana fue
construida por el emperador Constantino en el siglo IV, y estuvo en pie durante
más de 1.000 años, hasta que los Papas del Renacimiento la derribaron para
poder levantar la que hoy contemplamos.
6. Plaza Navona.
La característica forma alargada de Piazza Navona se debe al estadio de
Domiciano (de finales del siglo I), sobre cuyas ruinas se levantaron en la Edad
Media casas y palacios. Pero su gran transformación se acometió en época
barroca, por voluntad del papa Inocencio X Pamphili (+1655), que tenía en esta
plaza el palacio familiar (actual embajada de Brasil) y quiso convertirla en la plaza
más espectacular de la ciudad. Hoy es la plaza barroca de Roma por excelencia.
Su principal atracción es, sin duda, sus tres fuentes barrocas: la Fontana de
Neptuno, la Fontana de los Cuatro Ríos y la Fontana del Moro.
Desde tiempos remotos, la ley romana prohibía enterrar a los muertos dentro de la
ciudad. Las necrópolis se situaban por ello fuera de los muros de la urbe, a lo
largo de las principales vías consulares que salían de Roma y ahí es donde se
encuentran hoy las catacumbas. Se utilizaron estas galerías subterráneas para
enterrar a la población. Las más importantes son las catacumbas de San Calixto,
San Sebastián y Domitila.
8. Las Termas de Caracalla
Las Termas de Caracalla son uno de los monumentos de Roma más antiguos que
se conservan. Se trata de un complejo termal que Caracalla mandó construir en el
año 217. La higiene era muy importante en aquellos tiempos, pero además de
bañarse, las termas eran un sitio lúdico donde venir a hacer deporte, pasear por
los jardines o leer en la biblioteca.