El Milenio
El Milenio
El Milenio
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los
decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado
a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años”. Apo. 20:4.
“7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 8y saldrá a engañar a las
naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la
batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 9Y subieron sobre la anchura de la
tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del
cielo, y los consumió”.
Esa última frase, “de Dios descendió fuego del cielo”, tiene siete diferentes variantes en los
manuscritos; algunos dicen: De Dios descendió fuego; otros dicen: del cielo descendió fuego; unos
hacen la combinación de una manera, otros hacen la combinación de otra manera; el Textus
Receptus trató de hacer una integración de las distintas variantes. Aquí Arcadio está avisando que
en el texto que él tiene dice: “del cielo”, aquí dice solamente del cielo, no dice de Dios; entonces el
Textus Receptus añade; hay esas siete variantes. Aquí Reina-Valera se basó en el Textus Receptus;
dice completo, usando las variantes en una sola frase: “Y de Dios descendió fuego del cielo,” otros
dicen: “descendió fuego del cielo”, otros dicen: “descendió de Dios fuego”; son variantes; sólo
aviso a los hermanos que existen esas variantes. “10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el
lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos”.
El milenarismo primitivo
Hermanos, este es un pasaje sumamente importante, que la iglesia primitiva, durante sus tres
primeros siglos, lo entendió de una manera literal; por eso se habla en la historia de la teología del
milenarismo primitivo. Los líderes primitivos, como Papías de Hierápolis, como Policarpo, como
Ireneo, como otros, eran todos milenaristas en el sentido literal, interpretando que estos mil años
son mil años literales. Cuando Constantino vio en una visión aquella cruz, y oyó una voz que le
decía: “Con este signo vencerás”, entonces él cambió la política de los emperadores romanos, que
era atrozmente contraria a los cristianos; y hubo un edicto de tolerancia, y el cristianismo llegó a
ser aceptado y luego llegó a ser incorporado al Estado. Entonces algunos cristianos, como vieron
que el gran imperio se había cristianizado, por lo menos por fuera, pensaron que prácticamente
había llegado el Milenio; y empezaron a interpretar este pasaje en un sentido alegórico;
principalmente Agustín de Hipona, uno de los grandes teólogos cristianos, en su libro “La Ciudad
de Dios”, es el que introduce en la historia de la iglesia la interpretación alegórica acerca de este
pasaje. Como Agustín tuvo tanta influencia, prácticamente durante la Edad Media el alegorismo
prevaleció sobre la interpretación literal; inclusive, a las personas sueltas, y a grupos pequeños
que todavía mantenían la posición de la iglesia primitiva que era literalista, milenaria, los
consideraban los herejes kiliastas; sin embargo, era sola esa la posición de los tres primeros siglos
de los líderes cristianos de la historia de la Iglesia; luego comenzó nuevamente a ser restaurada en
los últimos siglos, ya en la iglesia moderna.
Existen varias escuelas de interpretación: una escuela alegórica que dice que este Milenio es algo
simbólico, que representa el triunfo del cristianismo en el mundo; otros son posmilenaristas y
dicen que la venida del Señor es después del Milenio, y que el Milenio es ese triunfo; y hay otros
que simplemente lo interpretan de una manera alegórica sin ponerlo antes, sin ponerlo después;
unos piensan que el cristianismo va a crecer tanto que va a llegar a dominar el mundo; en cambio
otros piensan, o pensamos, porque yo me incluyo entre ellos, que no son las naciones unidas
como hermanas las que recibirán al Señor, sino que el anticristo y los reyes de la tierra van a
recibirlo, pero no bien, sino mal; entonces por eso yo tengo que decirles claramente que
particularmente yo entiendo que esto hay que interpretarlo como lo interpretó la iglesia primitiva,
de una manera literal. Ciertamente que el Apocalipsis es un libro de símbolos; pero cuando hay
símbolos, los explica, aparecen en otro lugar; pero aquí la resurrección no es un símbolo, es un
hecho; la venida del Señor, el atar a Satanás, son hechos; por lo tanto, yo interpreto literalmente
estos pasajes. Ustedes tienen la libertad de interpretarlos como quieran; si tienen la paciencia de
escucharme, lo interpreto como algo literal.
En la primera parte de la caída de Lucifer, que fue en los cielos, Dios mismo lo expulsó. Dios lo
expulsó porque estaba cerca de Dios; él era un querubín poderoso encargado de la adoración;
entonces Dios en ese momento no usó a ninguna otra criatura, sino que Él mismo lo expulsó de los
cielos a los aires; ya cuando Satanás está en los aires es expulsado por Miguel, un arcángel, jefe de
ángeles, que lo arroja de los cielos, en el sentido de los aires; porque existen tres cielos: el
primero, el segundo, y el tercer cielo; él fue arrojado del cielo más alto a los cielos intermedios, a
los aires, a la atmósfera; entonces ahora es un arcángel el que lo expulsa; pero ahora en
Apocalipsis 20 no es ni siquiera un arcángel. Miren cómo Dios lo va expulsando. Ahora es
simplemente un ángel.
Satanás encadenado
Primero se encarga Dios mismo, luego manda a un arcángel, y luego a un ángel. “1Y vi a un ángel
que descendía del cielo, teniendo la llave del abismo”. Acuérdense de que quien tiene las llaves
del infierno y de la muerte es el Señor Jesús; ahora Él encarga a un ángel simple; no aparece ni
siquiera el nombre del ángel; simplemente “un ángel”; ni siquiera le pone apellido, como dice en
otras partes: fuerte, resplandeciente; ahí se está indicando también la degradación de Satanás. “Y
vi a un ángel que descendía del cielo (ya no está en el cielo; Satanás está ya en la tierra), teniendo
la llave del abismo, y una gran cadena en la mano”. Existe el mundo natural y existe el mundo
espiritual; ciertamente que una cadena natural no va a ser usada para atar un espíritu; pero está
hablando en el mundo espiritual; en el mundo espiritual existen ataduras espirituales; entonces lo
dice en ese sentido: “y una gran cadena en la mano. 2Y prendió al dragón, la serpiente antigua (el
ofidio, el arcaico), que es diablo (acusador) y el Satanás, y lo ató mil años; (aquí aparece entonces,
hermanos, Satanás estando atado en el abismo, como lo declara a continuación) 3y lo arrojó al
abismo (primero lo ató, luego lo arrojó al abismo; ya en clases anteriores estudiamos lo relativo al
abismo), y lo encerró, y puso su sello sobre él (para que no pueda salir), para que no engañase más
a las naciones”. ¿Qué estaba haciendo Satanás durante todos los miles de años anteriores a este
Milenio? Engañando a las naciones; las naciones han sido engañadas.
Ahora Dios va a dejar descansar de Satanás por mil años a las naciones
En la iglesia primitiva había la tradición, y no sólo en la iglesia primitiva (ya al final les voy a leer
unos documentos extra-bíblicos), de que el Señor, así como creó en seis días el universo y
descansó el séptimo día, así también los primeros dos mil años fueron entre la creación y el
diluvio; y pasando el diluvio, los siguientes dos mil años fueron entre el diluvio y la venida del
Señor; ya van cuatro mil años; después de Cristo para acá ya van otros dos mil años. ¿Qué quiere
decir eso? Si cada mil años son considerados un día, como dice la Palabra del Señor, que para el
Señor un día es como mil años, es decir, cada mil años es un día, entonces quiere decir que al estar
ahora a fines del sexto día, se está a punto de entrar al séptimo día; o sea, el séptimo Milenio. El
séptimo día es día de descanso; por lo tanto, el Milenio será el sábado de descanso; habrá un
descanso de la primera creación. Ya después habrá un cielo nuevo y una tierra nueva, pero todavía
en esta tierra habrá un descanso cuando Satanás sea atado por mil años. Y dice: “y lo arrojó al
abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que
fuesen cumplidos mil años”.
1) los vencedores, y 2) las naciones sobrevivientes y los que nacieren de ellos en el Milenio, sobre
quienes reinarán los vencedores. Entonces así hoy Cristo reina sobre nosotros, pero Cristo que es
un hombre, siendo Dios se hizo hombre y es eternamente hombre, sin embargo, Él es el
primogénito y el precursor, y el primero en estar como un hombre glorificado. La intención de Dios
no es que solamente Él sea glorificado; la palabra muestra que nuestros cuerpos de humillación
serán transformados a la semejanza del cuerpo de Su gloria; y así como ahora Cristo reina sobre la
Iglesia estando la Iglesia en estado natural, en su cuerpo mortal, y Cristo en estado glorificado, así
en el Milenio son los vencedores los que estarán en estado glorificado como Cristo, reinando sobre
las naciones que sobrevivan a la gran tribulación; y esas naciones engendrarán hijos; y dice la
palabra en Isaías que el pecador de cien años será maldito, y que los niños alcanzarán una gran
edad, y jugarán con la serpiente, con la víbora, etc.; es decir, está mostrando cómo va a ser ese
período; sin embargo, menciona la muerte; no la muerte para los vencedores que ya, al vencer, la
segunda muerte no tiene potestad sobre ellos; ya están en la posición glorificada como el Señor
Jesús; pero ¿sobre quiénes reinarían ellos? Ellos reinarían sobre naciones, sobre una tercera parte
sobreviviente. Vamos a ver sobre esa tercera parte en el libro de Zacarías.
Vamos al libro de Zacarías, el penúltimo del Antiguo Testamento. Zacarías 13:8-9; el verso 7 se
refiere al Señor Jesús; una profecía que ya fue cumplida. “8Y acontecerá en toda la tierra, dice
Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella”; está hablando de algo futuro,
“acontecerá”, en el futuro, “serán cortadas”; no viene hablando de la parte histórica, sino de la
parte futura. “Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán
cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella”; en la tierra; esa tercera parte
pasará por prueba, sí. “9Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la
plata, y los probaré como se prueba el oro. Él (este pueblo sobreviviente) invocará mi nombre, y
yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”. Vemos que hay una parte de las
naciones que sobreviven.
Volvamos ahora a Apocalipsis 20:3: “hasta que fuesen cumplidos mil años (Satanás estará atado
en el abismo y sellado para que no salga de él; él no puede salir porque Dios lo va a sellar allá); y
después de esto (después de los mil años) debe ser desatado por un poco de tiempo”. Primero
Dios permitió los seis días del hombre para que el hombre hiciere lo que escoja; si quiere escoger
el camino del Señor, el camino de la vida, o si escoge apartarse del Señor y vivir para sí mismo, o
seguir a Satanás; después viene otra prueba diferente.
Ahora, ya durante los días en que Satanás estaba trabajando en la tierra, fueron probados los
vencedores de la Iglesia; los vencedores de la Iglesia vencieron y ahora estarán reinando en el
Milenio; pero esas naciones que pasaron al Milenio sobre las cuales gobiernan los vencedores,
ellos van a tener hijos, y esos hijos van a nacer en el Milenio, y esos hijos van a vivir la experiencia
del gobierno justo de Cristo y el gobierno justo de los vencedores; pero a ellos los espera una
prueba. ¿Será que ellos van a ser fieles? Y aun Dios va a mostrar que Satanás, aún después de
estar atado, si lo sueltan, no va a hacer el bien; va a hacer otra vez el mal; entonces es la última
oportunidad que se le va a dar a Satanás, y la oportunidad que van a tener aquellos seres humanos
sobre quienes gobiernan los vencedores, las naciones sobrevivientes que están todavía en su
cuerpo natural; entonces les viene una prueba, y por eso dice en el verso 3 del capítulo 20, al final:
“y después de esto (Satanás) debe ser desatado por un poco de tiempo”.
Satanás desatado
Salto unos versículos al verso 7, para explicar este final del verso 3; desde el verso 7 se explica:
“7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión (Dios está dando otra
oportunidad a Satanás; y probando a los que conocieron el gobierno justo de Cristo y los
vencedores), 8y saldrá a engañar (él no aprendió, él no se arrepiente; seguirá engañando; ¿a quién
va a engañar?) a las naciones (a los que nacieron durante el Milenio de los que entraron desde la
tribulación al Milenio) que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog”. Aunque
habla de los cuatro ángulos de la tierra, menciona específicamente un lugar donde va a ser el
comienzo de la rebelión. Gog y Magog se refieren a Rusia; Gog era, como decir, el líder del pueblo
de Magog. Magog fue uno de los hijos de Jafet, y Magog tuvo a su vez como hermanos a Mesec y
Tubal; eso está en la tabla de las naciones en Génesis; también en el libro primero de Crónicas.
De Mesec vinieron los moscovitas, y es la Rusia llamada blanca; y de Tubal vino Tobolks, lo que hoy
es la Siberia; la palabra Tubal, Tipal, Tobolks, Tubareni, Siberia, es la misma cosa; la palabra Siberia
viene de Tubareni, que es una pronunciación; Siberia, Tubareni, que es el mismo Tubal.
Los aborígenes de la América primera, que pasaron por el estrecho de Bering, son descendientes
de Tubal; entonces Gog va a ser el líder, como aparece en Ezequiel 38 y 39; allí aparece Gog como
el príncipe soberano de Mesec y Tubal, que eran hermanos de Magog; entonces eso se refiere a la
Rusia. Eso significa que en Rusia comenzará otra vez la rebelión contra Dios. Ya Rusia ha sido
oficialmente atea; ahora cayó el comunismo, pero no necesariamente el ateísmo. Apocalipsis dice
que después del Milenio las naciones van a ser engañadas; pero la que es mencionada de manera
especial es Gog y Magog.
La última prueba de la humanidad
Y dice: “8...a fin de reunirlos para la batalla (Satanás va otra vez a reunir a aquellas personas que
no habían conocido el engaño de Satanás; van a ser engañados otra vez muchos miles y millones;
van a perder la prueba; van a ser reprobados, porque vivieron un reino justo con Cristo y los
vencedores y ahora se rebelan); el número de los cuales es como la arena del mar. 9Y subieron
sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos (¿se dan cuenta? Las dos
clases de seres humanos: los santos y las naciones) y la ciudad amada (la Jerusalén donde reina el
Señor con los santos; será la capital universal; y ¿ahora qué dice?); y de Dios descendió fuego del
cielo, y los consumió”.
Desgraciadamente, las personas, después de conocer el reino justo de Cristo, aun así quieren
rebelarse; ahí sí ya no hay más oportunidad. “10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el
lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos”. Entonces aquí vemos que este anticristo y el falso profeta
inauguraron el lago de fuego, y allá va a parar Satanás, de modo que en el lago de fuego estarán
juntos los demonios, Satanás y los hombres; porque dice la Biblia, como leímos ahora en Mateo
25, que Dios preparó el lago de fuego para Satanás y sus ángeles, no para los hombres; pero los
hombres le siguieron a Satanás hasta el lago de fuego; entonces estarán juntos allí. Pero entonces
me salté unos versos porque quería darle continuidad al final del verso 3, que decía: “y después de
esto debe ser desatado por un poco de tiempo”.
Y ahora dice otro grupo que pueden ser también los primeros; ya este segundo grupo pueden ser
de los mismos del primero; ahora puede incluir unos que no sean mártires, pero sí vencedores, y
dice: “los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen”; que esa es la gran tentación a la que
el mundo está entrando hoy con el globalismo, con la internacionalización, preparando un
gobierno mundial para el anticristo, que a través de la economía manipulará la política, y a través
de la política y las fuerzas armadas, que son las que legaliza la política, la religión; una religión
mundial, nueva era; ahora ese es el espíritu actual, una sola religión. Los cristianos van a parecer
como si no encajaran con el humanismo, y van a ser perseguidos; “los que no habían adorado a la
bestia ni a su ícono (o su imagen), y que no recibieron la marca sobre sus frentes ni sobre sus
manos; y vivieron (esto es, los habían decapitado pero vivieron; es decir, resucitaron; por eso más
adelante dice: la primera resurrección) y reinaron con Cristo mil años”. Es en esta misma tierra; no
es todavía la tierra nueva; en esta misma tierra; mientras otros gobernaban, los cristianos fueron
decapitados y perseguidos; entonces el Señor en esta misma tierra va a cambiar las cosas. Los que
van a reinar con vara de hierro, y los que van a juzgar al mundo, ahora son Sus mártires; como dice
1 Corintios 6:2: “2¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? 3¿O no sabéis que hemos
de juzgar a los ángeles?” Entonces el juicio va a ser dado, como dice Daniel, a los santos del
Altísimo, y ellos reinarán juntamente con Cristo. “Y vivieron, y reinaron con Cristo mil años”; por
eso dice: “Se sentará conmigo en mi trono”; reinaron con Cristo los mil años. Entonces estos que
vivieron, como lo dice más adelantito, son la primera resurrección; habrá resurrección de todos los
muertos en la Biblia, pero una resurrección es la resurrección de los justos; la otra es resurrección
de juicio.
En Mateo 25:46 dice: “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Hay unos que
van para un lado y otros para otro; y Juan 5:29 también habla de esos dos aspectos de la
resurrección. Dice el Señor Jesús: “28No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz; 29y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección
de vida (hay una resurrección que se llama resurrección de vida); mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación”. Hay otra resurrección que se llama de condenación. Una
resurrección de vida, otra resurrección de condenación. Todos los seres humanos resucitarán; la
cuestión es: ¿resucitarán para vida o resucitarán para juicio o condenación? Entre esas dos
resurrecciones existen mil años de diferencia, que es lo que se revela en Apocalipsis 20. En otros
pasajes de la Biblia también se habla de la resurrección de los justos; y por eso el apóstol Pablo
quería alcanzarla. Dice él en Filipenses 3:11: “Si de alguna manera llegase a la resurrección de
entre los muertos”. Todos los muertos van a resucitar, pero cuando Pablo dice: “si en alguna
manera llegase a la resurrección de entre los muertos”, se está refiriendo a la resurrección de los
justos, a la resurrección para vida, para reinar en el Milenio.
Volviendo a Apocalipsis 20, vemos que al final del verso 4 dice: “y vivieron”; esa es la primera
resurrección, esa es la resurrección de los justos, esa es la resurrección para vida; “vivieron”; los
habían decapitado pero vivieron, “y reinaron con Cristo mil años (el reino milenario, es mil años).
5Pero los otros muertos (todos van a resucitar aún para juicio, pero ¿cuándo? Después del
Milenio) no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años”. Aquí está haciendo una diferencia
entre la resurrección para vida y la resurrección para condenación. La resurrección para vida es al
comienzo del Milenio; y los demás muertos resucitarán después del Milenio; es decir, hay un
Milenio de diferencia entre la resurrección para vida de los justos y la resurrección de los demás
para juicio.
En Apocalipsis 21:8 dice: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde
con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Vemos que la muerte segunda es el lago de fuego;
en la muerte primera las personas van ¿a dónde? Van a descansar con el Señor, van al paraíso si
murieron en Cristo; o van al Seol, esperando transitoriamente el juicio del trono blanco.
Luego dice que el Seol será echado en el lago de fuego, o sea que el Seol, o el Hades, que es lo
mismo, es transitorio; es como decir la comisaría donde está preso el delincuente antes del juicio;
después se le juzga en el trono blanco, y ahí sí va a la Gehena, que es el lago de fuego. Por eso se
le llama la segunda muerte, porque ya hubo una primera muerte, que es la muerte natural; la
muerte segunda es la separación eterna de Dios en el lago de fuego. El lago de fuego es la muerte
segunda.
Así sigue hablando. Pasemos ahora a Lucas capítulo 12; ya los hermanos están más familiarizados
con ese capítulo, y éste es el aspecto del castigo en el Milenio. ¿Dónde van a ser premiados los
santos vencedores? En el Milenio; pero, y ¿dónde serán corregidos los santos perdedores, las
vírgenes fatuas? En las tinieblas de afuera; no dice que es eterno, pero dice que es tinieblas, dice
que es lloro, dice que es crujir de dientes; no dice que es eterno, pero sí es crujir de dientes, sí es
lloro; porque el tribunal de Cristo es el que decide; el tribunal de Cristo se dice que es para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Si hizo algo malo, no va a recibir algo bueno; su galardón va a perderse, sufrirá pérdida, no de la
salvación, pero sí del galardón, del reino; será excluido del reino, del Milenio. ¿Dónde estará? En
las tinieblas de afuera, en el llanto, en el crujir de dientes, en el fuego; pero ese es un daño de la
muerte segunda, pero no es la muerte segunda en su totalidad.
Para ver la diferencia, especialmente lo hago por aquellos hermanos que quizá por primera vez
oyen esto de la salvación y el galardón en el reino, vamos a 1 Corintios capítulo 3:11 en adelante:
“11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. El
fundamento es la salvación en Cristo; existe el fundamento y existe la edificación sobre el
fundamento. El fundamento es la obra de Cristo recibida por la fe, por la cual somos eternamente
salvos; ahora, los eternamente salvos, sobre ese fundamento edificamos; le servimos al Señor
como siervos; y ese servicio es la superestructura encima del fundamento. “12Y si sobre este
fundamento alguno (se refiere a los salvos) edificare oro (Cristo, la naturaleza divina), plata (la
redención), piedras preciosas (la obra del Espíritu en el sufrimiento, en la prueba), madera (lo
meramente humano), heno (pura paja), hojarasca (lo sin vida, ¿qué pasará si uno está en lo
carnal?), 13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego
será revelada; y la obra de cada uno, cual sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de
alguno que sobreedificó...”; ese es el servicio al Señor por parte de los salvos; ya son salvos
eternamente, pero además de la salvación eterna existe el reino, el Milenio, los mil años; ¿ven?
“15Si la obra de alguno se quemare, él (subrayo el siguiente verbo) sufrirá pérdida (aquí no habla
de pañitos de agua tibia, el verbo es “sufrir pérdida”; pero no pérdida de la salvación; es pérdida
del galardón en el reino), si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”. Vemos, pues,
que no perdió la salvación, pero sí sufrió pérdida del galardón, de la recompensa; por eso es que el
apóstol Juan en su segunda epístola habla con este lenguaje.
Vamos a 2 Juan 8: “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo”;
aquí no habla de perder la salvación; habla de perder el fruto del trabajo; eso significa que nuestro
trabajo para el Señor tiene fruto y recompensa, pero se puede perder si nos la pasamos peleando,
emborrachándonos, adulterando, pecando.
“Mirad por vosotros mismos, para que no perdías el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis
galardón completo”. Se puede recibir medio galardón. Dios quería darte cincuenta pero sólo te
puede dar treinta; o quería darte treinta pero sólo puede darte diez; quería darte diez pero
quedaste debiendo cinco, en saldo rojo. Entonces ¿en dónde es castigado el siervo? ¿en qué
período? En el Milenio; por eso el Milenio es muy importante entenderlo. No saldrá de allí, ¿hasta
qué? hasta que haya pagado el último cuadrante. Cuando pague todo, sale; pero mientras no
pague, no sale. Cuando se habla de las vírgenes que creen en el esposo, que salen a recibirlo, que
lo esperan, son creyentes; pero ¿por qué se habla de tinieblas de afuera, de llanto y de crujir de
dientes? Porque ese es el castigo durante el Milenio de los creyentes derrotados. Así, hermanos,
aunque somos salvos, seamos también vencedores; y aunque tenemos vida eterna, tengamos
también galardón. ¿Amén, hermanos?
Entonces ahí terminamos ese pasaje donde Apocalipsis capítulo 20 está hablando de los hombres,
de los que no reinan. El verso final dice: “10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por
los siglos de los siglos”. Éstos sí no salen nunca de allí.
Noticias curiosas
Hermanos, permítanme unos minutitos, ya no para la parte exegética, sino solamente unas
noticias curiosas; y llamémoslas así, noticias curiosas; no lo estoy poniendo al nivel de la Biblia. El
apóstol Bernabé escribió una epístola que no quedó dentro del canon, pero que la epístola existe;
él escribió en su epístola algo relativo a ese período del Milenio; o sea, la parte del sábado
milenial; esos mil años finales; y lo dice de la siguiente manera:
“Pasando a otro punto (dice Bernabé, en el capítulo 15 de su epístola), también acerca del sábado,
se escribe en el decálogo, es decir, en las diez palabras que habló Dios en el monte Sinaí a Moisés
cara a cara: Y santificad el sábado del Señor con manos limpias y corazón puro. Santificad el
sábado del Señor con manos limpias y corazón puro. Y en otro lugar dice: Si mis hijos guardaren el
sábado, entonces pondré sobre ellos mi misericordia. Del sábado habla al principio de la creación:
E hizo Dios en seis días las obras de sus manos y acabólas en el día séptimo, y descansó en él (y
hasta ahora sigue descansando en su séptimo día [este paréntesis es mío]) y lo santificó. Atended,
hijos, qué quiere decir lo de: Acabólos en seis días. Esto significa que en seis mil años consumará
todas las cosas el Señor, pues un día es para el Señor mil años. Lo cual, Él mismo lo atestigua,
diciendo: He aquí que el día del Señor será como mil años. Por lo tanto, hijos, en seis días, es decir,
en los seis mil años, se consumarán todas las cosas. Y descansó en el día séptimo. Esto quiere
decir: Cuando venga su Hijo y destruya el siglo del inicuo y juzgue a los impíos y mudare el sol, la
luna y las estrellas (porque dice la Biblia que en el Milenio siete veces más alumbrará el sol y la
luna también), entonces descansará de verdad en el día séptimo (cuando Él venga y juzgue). Y por
contera dice: Lo santificarás con manos limpias y corazón puro. Ahora, pues, si pensamos que
pueda nadie santificar, sin ser puro de corazón, el día que santificó Dios mismo, nos equivocamos
de todo en todo.
Otros informes
Y hay entre los paganos, incluso anteriores a Cristo, también circulando una tradición de los mil
años. Es curioso; el Señor es el Dios de todos. Hay en el Irán, que antes se llamaba Persia, que era
de la religión de Zoroastro, unos libros antiguos anteriores a Cristo en varios siglos, que se llaman
El Bundahish, y el otro se llama el Baman Yast, que hablan de Ahriman, o sea el principio del mal;
mas Ahura el principio del bien; y dice que Ahriman, o sea el príncipe del mal, tenía planeado
reinar mil años, y que vino un tal Fredum, el nombre como de un espíritu, y lo ató por mil años
para que no pudiera reinar. Cosa curiosa esa tradición del paganismo anterior a Cristo; ya había
como una sospecha de la cosa.
Y también Platón, en el diálogo que él llamó La República, ahí cuenta un diálogo de Sócrates con
los amigos; y de pronto Sócrates les empieza a contar una experiencia que tuvo un muerto que se
llamaba Er, hijo de Armenio, que murió y fue al otro lado, y volvió; pero entre las cosas que dijo
mencionó los mil años. Entonces les voy a leer, digamos, a manera de curiosidad, lo que decía
Sócrates citado por Platón en el diálogo de La República; está hablando Sócrates. Después de
hablar que si vivimos bien en la tierra eso nos trae recompensa aquí mismo en la tierra, Sócrates
dice: “Pero no sólo nos trae recompensa aquí en la tierra, también en el otro lado”, decía Sócrates.
Entonces dice Sócrates: “Pues de hacerte saber, digo yo (o sea Sócrates), no un relato de Alcinó,
sino desde un nuevo sujeto, Er, hijo de Armenio, panfilio de nación, que murió en una guerra, y
habiendo sido levantados diez días después los cadáveres ya putrefactos, él fue recogido
incorrupto y llevado a casa para ser enterrado; y yacente sobre la pira, volvió a la vida a los doce
días y contó, así resucitado, lo que había visto allá; dijo que después de salir del cuerpo, su alma se
había puesto en camino con otros muchos y habían llegado a un lugar maravilloso donde
aparecían en la tierra dos aberturas que comunicaban entre sí y otras dos arriba en el cielo frente
a ellas. En mitad había unos jueces que una vez pronunciados sus juicios, mandaban a los justos
que fueran subiendo a través del cielo por el camino de la derecha tras haberles colgado por
delante un rótulo con lo juzgado; y a los injustos les ordenaba ir hacia abajo por el camino de la
izquierda llevando también éstos detrás la señal de todo lo que habían hecho. Y al adelantarse él
(Er hijo de Armenio), le dijeron que debía ser nuncio de las cosas de allá para los hombres, y le
invitaron a que oyera y contemplara cuanto había en aquel lugar; y así vio cómo por una de las
aberturas del cielo y otras de la tierra se marchaban las almas después de ser juzgadas; y cómo por
una de las otras dos salían de la tierra llena de suciedad y de polvo, mientras por la restante
bajaban más almas limpias desde el cielo; y las que iban llegando parecían venir de un largo viaje y
saliendo contentas a la pradera, acampaban como en una gran feria, y todas las que se conocían
se saludaban, y las que venían de la tierra se informaban de las demás en cuanto a las cosas de
allá, y las que venían del cielo, de lo tocante a aquellas otras, y se hacían mutuamente sus relatos;
las unas, entre gemidos y llanto, recordando cuántas y cuán grandes cosas habían pasado y visto
en su viaje subterráneo que había durado mil años; y las que venían del cielo hablaban de su
bienaventuranza e indescriptible hermosura”. Entonces allí habla de un viaje subterráneo de mil
años. Cosa curiosa. A título de curiosidad. Vamos a orar. ☐