Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
0% encontró este documento útil (0 votos)
4 vistas18 páginas

El Milenio

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1/ 18

EL MILENIO

“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los
decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado
a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y
reinaron con Cristo mil años”. Apo. 20:4.

Comentarios de crítica textual


Hermanos, llegamos hoy al capítulo 20 del libro del Apocalipsis, y vamos a considerar la perícopa
acerca del Milenio, que se encuentra entre los versos 1 y 10 de este capítulo. Vamos a leer
primero toda la perícopa para hacer los iniciales comentarios de crítica textual, revisando esta
traducción de Reina-Valera a la luz del texto griego, de los manuscritos más antiguos; después de
leerlo, volveremos sobre nuestros pasos para comentar algunos de los versos. Apocalipsis 20:1-10.
Comienza con la letra: “Y” que no aparece aquí en Reina Valera: “1Y vi a un ángel que descendía
del cielo, teniendo (ahí aparece bien expreso el verbo en el griego) la llave del abismo y una gran
cadena sobre la mano. 2Y prendió al dragón, el ofidio, el arcaico (lo que dice aquí: “la serpiente
antigua” es el ofidio, el arcaico) que es diablo y el Satanás, y lo ató mil años; (¿notan que he hecho
algunas pequeñas modificaciones? solamente para aproximarlo más al texto griego; en el griego se
dice: “diablo” y se le pone artículo “el Satanás”; en español no estamos acostumbrados a decirlo
así; decimos, que es el diablo y Satanás; el griego dice: “que es diablo y el Satanás”; que es diablo
quiere decir que es acusador, que es enlodador; y el Satanás, o sea, el adversario) y lo ató mil años
(la palabra “por” no aparece en el griego); 3y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello
sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y
después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. 4Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos
aquellos a quienes de juicio dotóseles; (dice el griego; aquí tradujo Reina-Valera: “los que
recibieron facultad de juzgar); y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y
por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia, ni a su imagen, y que no recibieron la
marca sobre sus frentes ni sobre sus manos; y vivieron y reinaron con el Cristo mil años. 5Pero los
otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera
resurrección. 6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda
muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán
con él los mil años”. El artículo “los” aparece en el griego.

“7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, 8y saldrá a engañar a las
naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la
batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. 9Y subieron sobre la anchura de la
tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del
cielo, y los consumió”.

Esa última frase, “de Dios descendió fuego del cielo”, tiene siete diferentes variantes en los
manuscritos; algunos dicen: De Dios descendió fuego; otros dicen: del cielo descendió fuego; unos
hacen la combinación de una manera, otros hacen la combinación de otra manera; el Textus
Receptus trató de hacer una integración de las distintas variantes. Aquí Arcadio está avisando que
en el texto que él tiene dice: “del cielo”, aquí dice solamente del cielo, no dice de Dios; entonces el
Textus Receptus añade; hay esas siete variantes. Aquí Reina-Valera se basó en el Textus Receptus;
dice completo, usando las variantes en una sola frase: “Y de Dios descendió fuego del cielo,” otros
dicen: “descendió fuego del cielo”, otros dicen: “descendió de Dios fuego”; son variantes; sólo
aviso a los hermanos que existen esas variantes. “10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el
lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos”.

El milenarismo primitivo
Hermanos, este es un pasaje sumamente importante, que la iglesia primitiva, durante sus tres
primeros siglos, lo entendió de una manera literal; por eso se habla en la historia de la teología del
milenarismo primitivo. Los líderes primitivos, como Papías de Hierápolis, como Policarpo, como
Ireneo, como otros, eran todos milenaristas en el sentido literal, interpretando que estos mil años
son mil años literales. Cuando Constantino vio en una visión aquella cruz, y oyó una voz que le
decía: “Con este signo vencerás”, entonces él cambió la política de los emperadores romanos, que
era atrozmente contraria a los cristianos; y hubo un edicto de tolerancia, y el cristianismo llegó a
ser aceptado y luego llegó a ser incorporado al Estado. Entonces algunos cristianos, como vieron
que el gran imperio se había cristianizado, por lo menos por fuera, pensaron que prácticamente
había llegado el Milenio; y empezaron a interpretar este pasaje en un sentido alegórico;
principalmente Agustín de Hipona, uno de los grandes teólogos cristianos, en su libro “La Ciudad
de Dios”, es el que introduce en la historia de la iglesia la interpretación alegórica acerca de este
pasaje. Como Agustín tuvo tanta influencia, prácticamente durante la Edad Media el alegorismo
prevaleció sobre la interpretación literal; inclusive, a las personas sueltas, y a grupos pequeños
que todavía mantenían la posición de la iglesia primitiva que era literalista, milenaria, los
consideraban los herejes kiliastas; sin embargo, era sola esa la posición de los tres primeros siglos
de los líderes cristianos de la historia de la Iglesia; luego comenzó nuevamente a ser restaurada en
los últimos siglos, ya en la iglesia moderna.

Existen varias escuelas de interpretación: una escuela alegórica que dice que este Milenio es algo
simbólico, que representa el triunfo del cristianismo en el mundo; otros son posmilenaristas y
dicen que la venida del Señor es después del Milenio, y que el Milenio es ese triunfo; y hay otros
que simplemente lo interpretan de una manera alegórica sin ponerlo antes, sin ponerlo después;
unos piensan que el cristianismo va a crecer tanto que va a llegar a dominar el mundo; en cambio
otros piensan, o pensamos, porque yo me incluyo entre ellos, que no son las naciones unidas
como hermanas las que recibirán al Señor, sino que el anticristo y los reyes de la tierra van a
recibirlo, pero no bien, sino mal; entonces por eso yo tengo que decirles claramente que
particularmente yo entiendo que esto hay que interpretarlo como lo interpretó la iglesia primitiva,
de una manera literal. Ciertamente que el Apocalipsis es un libro de símbolos; pero cuando hay
símbolos, los explica, aparecen en otro lugar; pero aquí la resurrección no es un símbolo, es un
hecho; la venida del Señor, el atar a Satanás, son hechos; por lo tanto, yo interpreto literalmente
estos pasajes. Ustedes tienen la libertad de interpretarlos como quieran; si tienen la paciencia de
escucharme, lo interpreto como algo literal.

La caída por etapas de Satanás


Entonces vamos a leerlo y vamos a ir comentando: “1Y vi un ángel que descendía del cielo,
teniendo la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2Y prendió al dragón”; y aquí lo
interpreta: el ofidio, el arcaico; o sea, la serpiente antigua; es decir, está identificando al dragón
con Satanás; la serpiente antigua es la que aparece en Génesis capítulo 3, donde dice: “1Pero la
serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual
dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?”. Es esta serpiente
la antigua, la primera de que se hace mención en la Biblia; y el juicio de ella ha sido un juicio por
etapas; primeramente, en la rebelión de Satanás, él fue expulsado de la presencia de Dios a los
aires; en este momento a él se le llama el príncipe de la potestad del aire, porque fue echado de la
presencia de Dios, y él trabaja ahora con sus demonios en los aires oprimiendo a las personas de
afuera para adentro, oprimiendo la mente, sofocando el espíritu, introduciendo enfermedades,
etc.; pero ya leímos en Daniel 12 y Apocalipsis 12, que hablan de la misma cosa, que en
determinado momento el Señor ordena que el arcángel Miguel con sus ángeles luchen contra
Satanás y sus ángeles, y los arrojen a la tierra. Ya en la quinta trompeta, en Apocalipsis 9, vemos la
caída de esa estrella a la tierra y la apertura del pozo del abismo; entonces en el juicio de Satanás,
él cae del cielo, de la presencia de Dios, a los aires; de los aires a la tierra; ahora aquí aparece en el
capítulo 20 de Apocalipsis una nueva etapa de la caída de Satanás; ahora va de la tierra al abismo
por mil años; y me llama la atención lo mostrado en la caída.

En la primera parte de la caída de Lucifer, que fue en los cielos, Dios mismo lo expulsó. Dios lo
expulsó porque estaba cerca de Dios; él era un querubín poderoso encargado de la adoración;
entonces Dios en ese momento no usó a ninguna otra criatura, sino que Él mismo lo expulsó de los
cielos a los aires; ya cuando Satanás está en los aires es expulsado por Miguel, un arcángel, jefe de
ángeles, que lo arroja de los cielos, en el sentido de los aires; porque existen tres cielos: el
primero, el segundo, y el tercer cielo; él fue arrojado del cielo más alto a los cielos intermedios, a
los aires, a la atmósfera; entonces ahora es un arcángel el que lo expulsa; pero ahora en
Apocalipsis 20 no es ni siquiera un arcángel. Miren cómo Dios lo va expulsando. Ahora es
simplemente un ángel.

Satanás encadenado
Primero se encarga Dios mismo, luego manda a un arcángel, y luego a un ángel. “1Y vi a un ángel
que descendía del cielo, teniendo la llave del abismo”. Acuérdense de que quien tiene las llaves
del infierno y de la muerte es el Señor Jesús; ahora Él encarga a un ángel simple; no aparece ni
siquiera el nombre del ángel; simplemente “un ángel”; ni siquiera le pone apellido, como dice en
otras partes: fuerte, resplandeciente; ahí se está indicando también la degradación de Satanás. “Y
vi a un ángel que descendía del cielo (ya no está en el cielo; Satanás está ya en la tierra), teniendo
la llave del abismo, y una gran cadena en la mano”. Existe el mundo natural y existe el mundo
espiritual; ciertamente que una cadena natural no va a ser usada para atar un espíritu; pero está
hablando en el mundo espiritual; en el mundo espiritual existen ataduras espirituales; entonces lo
dice en ese sentido: “y una gran cadena en la mano. 2Y prendió al dragón, la serpiente antigua (el
ofidio, el arcaico), que es diablo (acusador) y el Satanás, y lo ató mil años; (aquí aparece entonces,
hermanos, Satanás estando atado en el abismo, como lo declara a continuación) 3y lo arrojó al
abismo (primero lo ató, luego lo arrojó al abismo; ya en clases anteriores estudiamos lo relativo al
abismo), y lo encerró, y puso su sello sobre él (para que no pueda salir), para que no engañase más
a las naciones”. ¿Qué estaba haciendo Satanás durante todos los miles de años anteriores a este
Milenio? Engañando a las naciones; las naciones han sido engañadas.

Ahora Dios va a dejar descansar de Satanás por mil años a las naciones

En la iglesia primitiva había la tradición, y no sólo en la iglesia primitiva (ya al final les voy a leer
unos documentos extra-bíblicos), de que el Señor, así como creó en seis días el universo y
descansó el séptimo día, así también los primeros dos mil años fueron entre la creación y el
diluvio; y pasando el diluvio, los siguientes dos mil años fueron entre el diluvio y la venida del
Señor; ya van cuatro mil años; después de Cristo para acá ya van otros dos mil años. ¿Qué quiere
decir eso? Si cada mil años son considerados un día, como dice la Palabra del Señor, que para el
Señor un día es como mil años, es decir, cada mil años es un día, entonces quiere decir que al estar
ahora a fines del sexto día, se está a punto de entrar al séptimo día; o sea, el séptimo Milenio. El
séptimo día es día de descanso; por lo tanto, el Milenio será el sábado de descanso; habrá un
descanso de la primera creación. Ya después habrá un cielo nuevo y una tierra nueva, pero todavía
en esta tierra habrá un descanso cuando Satanás sea atado por mil años. Y dice: “y lo arrojó al
abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que
fuesen cumplidos mil años”.

Las naciones sobrevivientes en el Milenio


Dios tiene un propósito; ahora Dios estará probando a las naciones que sobrevivieron al Milenio y
que engendraron hijos en el Milenio. La palabra del Señor nos muestra que en el Milenio habrá
dos clases de seres humanos:

1) los vencedores, y 2) las naciones sobrevivientes y los que nacieren de ellos en el Milenio, sobre
quienes reinarán los vencedores. Entonces así hoy Cristo reina sobre nosotros, pero Cristo que es
un hombre, siendo Dios se hizo hombre y es eternamente hombre, sin embargo, Él es el
primogénito y el precursor, y el primero en estar como un hombre glorificado. La intención de Dios
no es que solamente Él sea glorificado; la palabra muestra que nuestros cuerpos de humillación
serán transformados a la semejanza del cuerpo de Su gloria; y así como ahora Cristo reina sobre la
Iglesia estando la Iglesia en estado natural, en su cuerpo mortal, y Cristo en estado glorificado, así
en el Milenio son los vencedores los que estarán en estado glorificado como Cristo, reinando sobre
las naciones que sobrevivan a la gran tribulación; y esas naciones engendrarán hijos; y dice la
palabra en Isaías que el pecador de cien años será maldito, y que los niños alcanzarán una gran
edad, y jugarán con la serpiente, con la víbora, etc.; es decir, está mostrando cómo va a ser ese
período; sin embargo, menciona la muerte; no la muerte para los vencedores que ya, al vencer, la
segunda muerte no tiene potestad sobre ellos; ya están en la posición glorificada como el Señor
Jesús; pero ¿sobre quiénes reinarían ellos? Ellos reinarían sobre naciones, sobre una tercera parte
sobreviviente. Vamos a ver sobre esa tercera parte en el libro de Zacarías.

Vamos al libro de Zacarías, el penúltimo del Antiguo Testamento. Zacarías 13:8-9; el verso 7 se
refiere al Señor Jesús; una profecía que ya fue cumplida. “8Y acontecerá en toda la tierra, dice
Jehová, que las dos terceras partes serán cortadas en ella”; está hablando de algo futuro,
“acontecerá”, en el futuro, “serán cortadas”; no viene hablando de la parte histórica, sino de la
parte futura. “Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos terceras partes serán
cortadas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella”; en la tierra; esa tercera parte
pasará por prueba, sí. “9Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la
plata, y los probaré como se prueba el oro. Él (este pueblo sobreviviente) invocará mi nombre, y
yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi Dios”. Vemos que hay una parte de las
naciones que sobreviven.

El juicio de las naciones


Veamos también Mateo capítulo 25. Ya mis hermanos están familiarizados con el tribunal de
Cristo, que es el juicio inicial que hace el Señor a los cristianos, a los creyentes, a los hijos e hijas de
Dios; entonces, cuando el Señor venga, lo primero que va a establecer es el tribunal de Cristo,
porque el juicio comienza por la casa de Dios; primero Dios nos corrige aquí; si no, nos toca
esperar el momento del tribunal de Cristo para recibir la recompensa o el castigo durante el
Milenio. Entonces el Señor primero establece el tribunal de Cristo para la Iglesia. Ya la vez pasada
estudiamos la venida de Cristo, en el capítulo 19; entonces dice Mateo 25:31: “31Cuando el Hijo
del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono
de gloria, 32y serán reunidas delante de él todas las naciones”; éste ya no es el juicio del tribunal
de Cristo para la Iglesia, sino el juicio de las naciones que sobreviven para el Milenio y que están
en pie cuando el Señor viene. El Señor viene, se sienta y establece el juicio de las naciones; no es
todavía el juicio del trono blanco, que es después del Milenio; éste de Mateo 25:31 es para juzgar
las naciones que sobrevivan, porque los de la derecha que sirvieron al Señor ayudando a los
pequeñitos del Señor entrarán en el reino; y los demás entrarán en el fuego. Se trata de las
naciones; ya no está hablando aquí de la Iglesia. “32Y serán reunidas delante de él todas las
naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33Y
pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34Entonces el Rey dirá a los de su
derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino (viene hablando del reino; en la Biblia el
reino de los cielos se refiere, la primera parte a la Iglesia y la segunda parte al Milenio; entonces
esta parte tiene que ver con la parte del Milenio) preparado para vosotros desde la fundación del
mundo. 35Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui
forastero, y me recogisteis; 36estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis, en la
cárcel, y vinisteis a mí”. El Señor dijo: ni siquiera un vaso de agua fría dado a uno de sus
pequeñitos se quedaría sin recompensa; entonces aquí viene la recompensa; ¿cuál es esa
recompensa? Poder entrar en el reino en su cuerpo natural para ser gobernados por los
vencedores de la Iglesia en cuerpos glorificados.
“37Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o
desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40Y
respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis
hermanos más pequeños (ahí están sus escogidos, ahí están los del reino, los que reinarán sobre
ellos), a mí lo hicisteis. 41Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42Porque tuve hambre, y no me disteis de
comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y
no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44Entonces también ellos le
responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo,
enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45Entonces les responderá diciendo: de cierto os digo
que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mi lo hicisteis. 46E irán
éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Aquí vemos que hay un juicio de las naciones.

Los vencedores en el Milenio


Pasemos ahora a Apocalipsis capítulo 3:21; el mensaje a Laodicea: “21Al que venciere (el Señor le
está hablando a los vencedores), le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. El Señor promete que hay un trono que es el
del Señor; está el trono del Padre donde el Señor está a la diestra del Padre; pero Cristo va a reinar
en el trono de Él; por eso dice: “se sentará conmigo en mi trono”; eso es para los vencedores; los
vencedores gobernarán con Cristo. Y en el mensaje a Titatira dice en Apocalipsis 2:26: “Al que
venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”; noten las dos
posiciones: los vencedores que están sobre las naciones, y las naciones que no están en el infierno,
sino que están bajo el gobierno de los vencedores; ¿ven? “26Al que venciere y guardare mis obras
hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, 27y las regirá con vara de hierro (¿por qué?
porque ellos estarán todavía en su cuerpo natural), y serán quebradas como vaso de alfarero;
como yo también la he recibido de mi Padre”. Por eso es que aparece en Isaías cuando se habla
del lobo comiendo paja con el cordero, del niño jugando con la víbora; ahí se habla de morir; dice
que el niño morirá de cien años. Si un niño muere de cien años, ¿cómo será eso? Hoy en día muy
pocos llegan a cien años; en cambio en el Milenio, el que muera a los cien años de edad, será un
niño; el niño morirá de cien años; es decir, que la situación en el Milenio será diferente porque
Satanás estará atado.

Volvamos ahora a Apocalipsis 20:3: “hasta que fuesen cumplidos mil años (Satanás estará atado
en el abismo y sellado para que no salga de él; él no puede salir porque Dios lo va a sellar allá); y
después de esto (después de los mil años) debe ser desatado por un poco de tiempo”. Primero
Dios permitió los seis días del hombre para que el hombre hiciere lo que escoja; si quiere escoger
el camino del Señor, el camino de la vida, o si escoge apartarse del Señor y vivir para sí mismo, o
seguir a Satanás; después viene otra prueba diferente.
Ahora, ya durante los días en que Satanás estaba trabajando en la tierra, fueron probados los
vencedores de la Iglesia; los vencedores de la Iglesia vencieron y ahora estarán reinando en el
Milenio; pero esas naciones que pasaron al Milenio sobre las cuales gobiernan los vencedores,
ellos van a tener hijos, y esos hijos van a nacer en el Milenio, y esos hijos van a vivir la experiencia
del gobierno justo de Cristo y el gobierno justo de los vencedores; pero a ellos los espera una
prueba. ¿Será que ellos van a ser fieles? Y aun Dios va a mostrar que Satanás, aún después de
estar atado, si lo sueltan, no va a hacer el bien; va a hacer otra vez el mal; entonces es la última
oportunidad que se le va a dar a Satanás, y la oportunidad que van a tener aquellos seres humanos
sobre quienes gobiernan los vencedores, las naciones sobrevivientes que están todavía en su
cuerpo natural; entonces les viene una prueba, y por eso dice en el verso 3 del capítulo 20, al final:
“y después de esto (Satanás) debe ser desatado por un poco de tiempo”.

Satanás desatado
Salto unos versículos al verso 7, para explicar este final del verso 3; desde el verso 7 se explica:
“7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión (Dios está dando otra
oportunidad a Satanás; y probando a los que conocieron el gobierno justo de Cristo y los
vencedores), 8y saldrá a engañar (él no aprendió, él no se arrepiente; seguirá engañando; ¿a quién
va a engañar?) a las naciones (a los que nacieron durante el Milenio de los que entraron desde la
tribulación al Milenio) que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog”. Aunque
habla de los cuatro ángulos de la tierra, menciona específicamente un lugar donde va a ser el
comienzo de la rebelión. Gog y Magog se refieren a Rusia; Gog era, como decir, el líder del pueblo
de Magog. Magog fue uno de los hijos de Jafet, y Magog tuvo a su vez como hermanos a Mesec y
Tubal; eso está en la tabla de las naciones en Génesis; también en el libro primero de Crónicas.
De Mesec vinieron los moscovitas, y es la Rusia llamada blanca; y de Tubal vino Tobolks, lo que hoy
es la Siberia; la palabra Tubal, Tipal, Tobolks, Tubareni, Siberia, es la misma cosa; la palabra Siberia
viene de Tubareni, que es una pronunciación; Siberia, Tubareni, que es el mismo Tubal.

Los aborígenes de la América primera, que pasaron por el estrecho de Bering, son descendientes
de Tubal; entonces Gog va a ser el líder, como aparece en Ezequiel 38 y 39; allí aparece Gog como
el príncipe soberano de Mesec y Tubal, que eran hermanos de Magog; entonces eso se refiere a la
Rusia. Eso significa que en Rusia comenzará otra vez la rebelión contra Dios. Ya Rusia ha sido
oficialmente atea; ahora cayó el comunismo, pero no necesariamente el ateísmo. Apocalipsis dice
que después del Milenio las naciones van a ser engañadas; pero la que es mencionada de manera
especial es Gog y Magog.
La última prueba de la humanidad

Y dice: “8...a fin de reunirlos para la batalla (Satanás va otra vez a reunir a aquellas personas que
no habían conocido el engaño de Satanás; van a ser engañados otra vez muchos miles y millones;
van a perder la prueba; van a ser reprobados, porque vivieron un reino justo con Cristo y los
vencedores y ahora se rebelan); el número de los cuales es como la arena del mar. 9Y subieron
sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos (¿se dan cuenta? Las dos
clases de seres humanos: los santos y las naciones) y la ciudad amada (la Jerusalén donde reina el
Señor con los santos; será la capital universal; y ¿ahora qué dice?); y de Dios descendió fuego del
cielo, y los consumió”.
Desgraciadamente, las personas, después de conocer el reino justo de Cristo, aun así quieren
rebelarse; ahí sí ya no hay más oportunidad. “10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el
lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos”. Entonces aquí vemos que este anticristo y el falso profeta
inauguraron el lago de fuego, y allá va a parar Satanás, de modo que en el lago de fuego estarán
juntos los demonios, Satanás y los hombres; porque dice la Biblia, como leímos ahora en Mateo
25, que Dios preparó el lago de fuego para Satanás y sus ángeles, no para los hombres; pero los
hombres le siguieron a Satanás hasta el lago de fuego; entonces estarán juntos allí. Pero entonces
me salté unos versos porque quería darle continuidad al final del verso 3, que decía: “y después de
esto debe ser desatado por un poco de tiempo”.

Inauguración del reino milenial


Ahora lleguemos a los versos 4 al 6, que tienen que ver con los vencedores. “4Y vi tronos”; estos
tronos que está viendo aquí Juan, son los mismos que vio Daniel. Vamos a verlo en Daniel para
que observemos cómo empata la profecía de Daniel con la de Juan en Apocalipsis. Vamos a Daniel
7:8; después de que presenta la historia universal, mostrando cada imperio figurado en una bestia,
entonces aparece el momento del anticristo: “8Mientras yo contemplaba los cuernos (esos diez
cuernos de la cuarta bestia del imperio romano), he aquí que otro cuerno pequeño salía entre
ellos (ese es el anticristo), y delante de él fueron arrancados tres cuernos de los primeros; y he
aquí que este cuerno tenía ojos como de hombre, y una boca que hablaba grandes cosas”. Ese es
el anticristo. “9Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos (estos son los tronos de los
vencedores en el reino milenial; después del reino del anticristo viene el reino de los santos del
Altísimo), y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su
cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. 10Un
río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones
asistían delante de él; el Juez se sentó y los libros fueron abiertos”. Esa es la inauguración del
Milenio.

Los tronos de los vencedores


Ahora sí pasemos al capítulo 20 de Apocalipsis, donde con el trasfondo de Daniel 7 se entiende
mejor. “4Y vi tronos (son los mismos tronos de Daniel 7), y se sentaron sobre ellos y de juicio
dotóseles (que es lo que dice el griego; aquí la idea fue parafraseada, “y recibieron facultad de
juzgar”; se les dotó de juicio); y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y
por la palabra de Dios”. Observemos aquí quiénes son los primeros a quienes se les asigna reino,
trono en el Milenio. A los mártires, a los que pusieron su vida hasta la muerte. Si leemos sólo este
versículo parece que se redujera sólo a los mártires, pero ya leímos lo que dice en Laodicea, ya
leímos lo que dice en Tiatira, que los vencedores también reinarán con Él; no necesariamente
tienen que ser mártires, pero preferentemente los que pusieron su vida hasta la muerte. Por eso
cuando habla de los vencedores en Apocalipsis 12 dice que ellos vencieron al acusador por la
sangre del Cordero, por la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la
muerte. El Señor había dicho también a la iglesia en Esmirna, que estaba en grande persecución: el
que venciere, no gustará daño de la segunda muerte; el Señor le promete vida a los que mueren
por Cristo, a los que están dispuestos a llevar la cruz, negándose a sí mismos cada día hasta
entregar la vida, si es necesario, en martirio. Éstos son, pues, los primeros mencionados sentados
en los tronos en el Milenio: “4Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos y juicio dotóseles, y vi las almas
de los decapitados por causa del testimonio de Jesús”; hay muchos decapitados por otras cosas,
pero ¿quién por el testimonio de Jesús, y por mantener la confesión y la vida del Señor Jesús, y
también por la palabra de Dios? a veces no se le pide que niegue a Jesús, pero sí que niegue la
palabra; “por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios”.

Y ahora dice otro grupo que pueden ser también los primeros; ya este segundo grupo pueden ser
de los mismos del primero; ahora puede incluir unos que no sean mártires, pero sí vencedores, y
dice: “los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen”; que esa es la gran tentación a la que
el mundo está entrando hoy con el globalismo, con la internacionalización, preparando un
gobierno mundial para el anticristo, que a través de la economía manipulará la política, y a través
de la política y las fuerzas armadas, que son las que legaliza la política, la religión; una religión
mundial, nueva era; ahora ese es el espíritu actual, una sola religión. Los cristianos van a parecer
como si no encajaran con el humanismo, y van a ser perseguidos; “los que no habían adorado a la
bestia ni a su ícono (o su imagen), y que no recibieron la marca sobre sus frentes ni sobre sus
manos; y vivieron (esto es, los habían decapitado pero vivieron; es decir, resucitaron; por eso más
adelante dice: la primera resurrección) y reinaron con Cristo mil años”. Es en esta misma tierra; no
es todavía la tierra nueva; en esta misma tierra; mientras otros gobernaban, los cristianos fueron
decapitados y perseguidos; entonces el Señor en esta misma tierra va a cambiar las cosas. Los que
van a reinar con vara de hierro, y los que van a juzgar al mundo, ahora son Sus mártires; como dice
1 Corintios 6:2: “2¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? 3¿O no sabéis que hemos
de juzgar a los ángeles?” Entonces el juicio va a ser dado, como dice Daniel, a los santos del
Altísimo, y ellos reinarán juntamente con Cristo. “Y vivieron, y reinaron con Cristo mil años”; por
eso dice: “Se sentará conmigo en mi trono”; reinaron con Cristo los mil años. Entonces estos que
vivieron, como lo dice más adelantito, son la primera resurrección; habrá resurrección de todos los
muertos en la Biblia, pero una resurrección es la resurrección de los justos; la otra es resurrección
de juicio.

Los dos aspectos de la resurrección


Al final del profeta Daniel habla de la resurrección de todos. Daniel 12:2: “Y muchos de los que
duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza
y confusión perpetua”.

En Mateo 25:46 dice: “E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”. Hay unos que
van para un lado y otros para otro; y Juan 5:29 también habla de esos dos aspectos de la
resurrección. Dice el Señor Jesús: “28No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos
los que están en los sepulcros oirán su voz; 29y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección
de vida (hay una resurrección que se llama resurrección de vida); mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación”. Hay otra resurrección que se llama de condenación. Una
resurrección de vida, otra resurrección de condenación. Todos los seres humanos resucitarán; la
cuestión es: ¿resucitarán para vida o resucitarán para juicio o condenación? Entre esas dos
resurrecciones existen mil años de diferencia, que es lo que se revela en Apocalipsis 20. En otros
pasajes de la Biblia también se habla de la resurrección de los justos; y por eso el apóstol Pablo
quería alcanzarla. Dice él en Filipenses 3:11: “Si de alguna manera llegase a la resurrección de
entre los muertos”. Todos los muertos van a resucitar, pero cuando Pablo dice: “si en alguna
manera llegase a la resurrección de entre los muertos”, se está refiriendo a la resurrección de los
justos, a la resurrección para vida, para reinar en el Milenio.

Volviendo a Apocalipsis 20, vemos que al final del verso 4 dice: “y vivieron”; esa es la primera
resurrección, esa es la resurrección de los justos, esa es la resurrección para vida; “vivieron”; los
habían decapitado pero vivieron, “y reinaron con Cristo mil años (el reino milenario, es mil años).
5Pero los otros muertos (todos van a resucitar aún para juicio, pero ¿cuándo? Después del
Milenio) no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años”. Aquí está haciendo una diferencia
entre la resurrección para vida y la resurrección para condenación. La resurrección para vida es al
comienzo del Milenio; y los demás muertos resucitarán después del Milenio; es decir, hay un
Milenio de diferencia entre la resurrección para vida de los justos y la resurrección de los demás
para juicio.

Tiempo de la primera resurrección


Luego dice: “Esta es la primera resurrección”. Aquí vuelvo a mencionar este asunto. Es el
momento de mencionarlo: Si estos santos que van a reinar en el Milenio fueron decapitados,
quiere decir que pasaron por tribulación, ya sea las tribulaciones de la historia de la Iglesia, o la
gran tribulación con el anticristo. Si éstos que reinarán con Cristo tuvieron que vencer la bestia,
vencer su imagen, vencer su marca, no recibirla ni en sus frentes ni en sus manos, y éstos son los
que van a reinar con Cristo mil años, y éstos son la primera resurrección, y la Biblia dice que no
precederemos a los que durmieron, es decir, que antes de la primera resurrección nadie los
precederá, nadie será arrebatado antes de la primera resurrección; porque está muy claro, no
precederemos a los que durmieron dice 1 Tesalonicenses capítulo 4:15; no precederemos a los
que durmieron; los muertos en Cristo resucitarán primero; entonces ¿cuándo es esta
resurrección? Esta resurrección es después de la tribulación, porque los santos fueron
decapitados y tuvieron que luchar con la bestia, su imagen, la marca; quiere decir que los
vencedores en el Milenio pasaron por la tribulación y reinaron en la primera resurrección. Si a ésta
se le llama la primera, y no dice la palabra, como algunos interpretan, la mejor, no; dice “protos”
en griego; es primera en orden numérico, cronológico; si esta es la primera resurrección, no hay
otra resurrección anterior. Si hubiera una resurrección anterior, ésta no sería la primera; y ¿qué
dice? ¿cuándo será la resurrección? Será en la final trompeta. La final trompeta es la final, después
de todas esas trompetas anteriores de juicio.

En la séptima trompeta es la resurrección de los muertos y la transformación de los vivos que


sobrevivan en Cristo, que no hayan muerto cuando Él venga; los muertos resucitan primero; luego
nosotros los que vivimos seremos transformados en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la
final trompeta; recibiremos al Señor juntos; eso será después de la gran tribulación, ¿por qué?
porque la primera resurrección ocurre incluyendo a los vencedores de la bestia y a los
decapitados, a los vencedores de la marca; entonces no puede haber un arrebatamiento anterior a
la primera resurrección, porque no precederemos a los muertos; los muertos en Cristo resucitarán
primero, luego nosotros los que quedamos, los que vivimos, seremos arrebatados para recibir al
Señor en el aire; ¿cuándo? Cuando Él venga; entonces aquí estamos viendo que realmente la
iglesia sí pasa por la tribulación, porque aquí a esta resurrección de los vencedores que vencen a la
bestia, son decapitados, etc, se le llama primera resurrección; quiere decir que no hay otra
anterior con la categoría así de glorificados; las personas pueden morir y resucitar, como Lázaro, y
volver a morir; pero en ese sentido de ser glorificados con un cuerpo semejante al de la gloria del
Señor, esa es la primera.

“6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no


tiene potestad sobre éstos”; la segunda muerte es el lago de fuego, como ustedes lo pueden ver
en el verso 14 del mismo capítulo donde dice: “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de
fuego. Esta es la muerte segunda”. La muerte segunda es el lago de fuego.

En Apocalipsis 21:8 dice: “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los
fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos, tendrán su parte en el lago que arde
con fuego y azufre, que es la muerte segunda”. Vemos que la muerte segunda es el lago de fuego;
en la muerte primera las personas van ¿a dónde? Van a descansar con el Señor, van al paraíso si
murieron en Cristo; o van al Seol, esperando transitoriamente el juicio del trono blanco.

Luego dice que el Seol será echado en el lago de fuego, o sea que el Seol, o el Hades, que es lo
mismo, es transitorio; es como decir la comisaría donde está preso el delincuente antes del juicio;
después se le juzga en el trono blanco, y ahí sí va a la Gehena, que es el lago de fuego. Por eso se
le llama la segunda muerte, porque ya hubo una primera muerte, que es la muerte natural; la
muerte segunda es la separación eterna de Dios en el lago de fuego. El lago de fuego es la muerte
segunda.

Daño de la muerte segunda


“6Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no
tiene potestad sobre éstos (sobre los vencedores que reinan con Cristo en el Milenio) sino que
serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él los mil años”. No dice: sólo mil años, sino
los mil años; los del Milenio. Ese artículo no tiene que faltar porque no son cualquier mil años, son
los años del Milenio. Entonces, hermanos, esos son los santos vencedores. ¿Qué pasa con los
santos que en el tribunal de Cristo no califiquen para reinar? La Biblia habla de castigo, habla de
infieles y habla del daño de la muerte segunda; el daño de la muerte segunda y la muerte segunda
son cosas relacionadas, pero la muerte segunda, el lago de fuego, es algo completo. El daño de la
muerte segunda significa una pasada por el lago de fuego; y esa pasada por el lago de fuego está
para los creyentes no vencedores; no dice que es eterna, pero sí es daño; la muerte segunda le
hará un daño; no eterno, pero sí un daño.
Vamos a leer eso, por ejemplo, en el sermón del monte. Mateo 5:21 en adelante. Primero les
llamo la atención a quiénes les está hablando Jesús en el sermón del monte. Mateo 5:1 dice:
“1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos (¿a quiénes les
está hablando esto? a los discípulos). 2Y abriendo su boca les enseñaba, diciendo:...” ¿A quiénes
les está enseñando? A los discípulos; a los creyentes. Entonces todo el capítulo 5, el 6 y el 7 es la
enseñanza del sermón del monte. En el verso 21 del 5 dice: “21Oísteis (¿quiénes oyeron? Los
discípulos) que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio. 22Pero yo os digo que cualquiera (¿a quién se lo dice? a los discípulos) que se enoje contra
su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable
ante el concilio (porque en el juicio no sólo juzgará el Señor, sino que el Señor le dio juicio a los
santos; por eso habla del concilio); y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de
fuego”. Pero aquí en el original griego no dice Seol o Hades, dice: Gehena de fuego; o sea, el lago
de fuego. Ese es el daño de la muerte segunda, el paso por la muerte segunda temporal, de los
creyentes derrotados, los creyentes que se pelean con sus hermanos, que se meten en otras cosas
como va a decir más adelante.

Hasta que pagues el último cuadrante


“23Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
24deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces
ven y presenta tu ofrenda. 25Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás
con él en el camino, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado
en la cárcel”. Ahora, esta cárcel es lo que había dicho más arriba, el infierno de fuego, y la palabra
es Gehena, y la Gehena es el lago de fuego; por eso habla de que el vencedor no sufrirá daño de la
muerte segunda; el vencedor. Pero ¿y el cristiano derrotado? ¿dice acá qué le pasará? Será echado
en la cárcel. “26De cierto te digo que no saldrás de allí hasta que pagues el último cuadrante”. El
castigo no es eterno, sino hasta que pagues el último cuadrante. El Señor está hablando muy claro,
y sigue hablando: “27Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. 28Pero yo os digo que
cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. 29Por tanto, si
tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de
tus miembros, y no que todo tu cuerpo (ahí habla de cuerpo) sea echado al infierno”. Ese infierno
es la Gehena; la palabra aquí no es Hades, es Gehena, es el lago de fuego, no eterno; es el daño de
la muerte segunda. “30Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues
mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno”. A
la Gehena; ¿a quién está hablando el Señor? a los discípulos, a los hermanos; cualquiera, dice el
Señor.

Así sigue hablando. Pasemos ahora a Lucas capítulo 12; ya los hermanos están más familiarizados
con ese capítulo, y éste es el aspecto del castigo en el Milenio. ¿Dónde van a ser premiados los
santos vencedores? En el Milenio; pero, y ¿dónde serán corregidos los santos perdedores, las
vírgenes fatuas? En las tinieblas de afuera; no dice que es eterno, pero dice que es tinieblas, dice
que es lloro, dice que es crujir de dientes; no dice que es eterno, pero sí es crujir de dientes, sí es
lloro; porque el tribunal de Cristo es el que decide; el tribunal de Cristo se dice que es para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Si hizo algo malo, no va a recibir algo bueno; su galardón va a perderse, sufrirá pérdida, no de la
salvación, pero sí del galardón, del reino; será excluido del reino, del Milenio. ¿Dónde estará? En
las tinieblas de afuera, en el llanto, en el crujir de dientes, en el fuego; pero ese es un daño de la
muerte segunda, pero no es la muerte segunda en su totalidad.

Castigo con azotes


Lucas 12:35: “35Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas; 36y vosotros sed
semejantes a hombres que aguardan a que su señor regrese de las bodas, para que cuando llegue
y llame, le abran en seguida. 37Bienaventurados aquellos siervos a los cuales su señor, cuando
venga, halle velando; de cierto os digo que se ceñirá, y hará que se sienten a la mesa y vendrá a
servirles”. Ese sentarse a la mesa es la cena de las bodas del Cordero; es las bodas, es el Milenio,
porque las bodas es el reino. El reino de los cielos es semejante a unas bodas; las bodas son el
reino. “38Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los hallare así,
bienaventurados son aquellos siervos. 39Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué
hora el ladrón había de venir, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa. 40Vosotros, pues,
también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá.
41Entonces Pedro le dijo: Señor, ¿dices esta parábola a nosotros, o también a todos?” A ¿quién va
dirigida esta parábola? A los creyentes, a los siervos: “42Y dijo el Señor: ¿Quién es el mayordomo
fiel y prudente al cual su señor pondrá sobre su casa (esos son los vencedores que reinarán sobre
su casa), para que a tiempo les dé su ración? 43Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su
señor venga, le halle haciendo así. 44En verdad os digo que le pondrá sobre todos sus bienes...”
“El que venciere se sentará conmigo en mi trono”; reinará con el Señor. “44En verdad os digo que
le pondrá sobre todos sus bienes. 45Mas (no todos los creyentes son fieles) si aquel siervo dijere
en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a los criados y a las criadas, y a
comer y beber y embriagarse, 46vendrá el señor (¿de quién?) de aquel siervo (es un creyente) en
día que éste no espera, y a la hora que no sabe (y ¿qué? ¿lo pondrá en el limbo a tocar arpa? no),
le castigará duramente (al siervo; ¿cuándo va a ser ese castigo? cuando Él venga y establezca el
tribunal de Cristo; y el tribunal es para el Milenio, para los que reinan en el Milenio; y los que no
califican, ¿dónde quedan? en las tinieblas de afuera, con lloro y crujir de dientes, con los infieles),
y le pondrá con los infieles. 47Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó,
ni hizo (primero hay que prepararse y entonces hacer) conforme a su voluntad, recibirá muchos
azotes”.

¿Qué recibirá el creyente infiel en la venida de Cristo, en el tribunal de Cristo? En el tribunal de


Cristo se recibirán azotes; y esos azotes son en la cárcel, y esa cárcel es el daño de la muerte
segunda, que es en el lago de fuego; es fuego ¿hasta cuándo? hasta que pague el último
cuadrante. “47Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, recibirá
muchos azotes. 48Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco
(también azotado; noten que no es eterno, es mucho y es poco); porque a todo aquel a quien se
haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá”.
Diferencia entre la salvación y el galardón
Entonces, hermanos, aquí claramente estamos viendo que el tribunal de Cristo no va a ser
solamente aplausos y premios. Dice el Señor en Apocalipsis 22:12: “He aquí vengo pronto, y mi
galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sean sus obras”. La salvación eterna es por
fe, pero el Milenio es para Sus siervos que le hayan servido al Señor. Hay una diferencia entre la
salvación y el galardón; la salvación que tiene que ver con la eternidad y el cielo nuevo y la tierra
nueva, es eterna; la salvación es por gracia; pero, de los salvos que son los siervos que le sirven al
Señor, ese servicio va a ser galardonado en el tribunal de Cristo, y van a reinar sobre las naciones
sobrevivientes y los que nazcan de ellas en el Milenio; pero ¿y los que no? los que no sean las
vírgenes prudentes sino las fatuas, estos siervos que se pelearon con los otros, que comían,
bebían, que estaban banqueteando o que estaban adulterando o viviendo esa clase de vida, ¿a
dónde van a parar? Aquí dice: será culpable de juicio y del infierno; ¿dónde habla del daño de la
muerte segunda? En Apocalipsis capítulo 2, en el mensaje a Esmirna. El mensaje a Esmirna dice de
la siguiente manera; capítulo 2:11: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El
que venciere (¿cuál es el requisito para no pasar por fuego? Vencer), no sufrirá daño de la segunda
muerte”. ¿Cuál es la segunda muerte? El lago de fuego. ¿A dónde irá el que siendo siervo, siendo
creyente, siendo virgen esperando al esposo, no sea vencedor, esté pecando, ya sea en adulterio,
ya sea en enojo, en peleas, ya sea en glotonerías, etc. y llegue al tribunal de Cristo? ¿es un hijo o
no es un hijo? Es un hijo, es salvo por fe, es salvo, tiene vida eterna. Tiene vida eterna, pero ahora
no estamos hablando de eternidad, no estamos hablando del cielo nuevo y la tierra nueva, la
Nueva Jerusalén; estamos hablando de los mil años, del Milenio donde reinarán en esta misma
tierra los vencedores; ¿qué pasará con los no vencedores? ¿Qué pasa con las vírgenes necias? No
entraron a las bodas; no entraron al reino, porque el reino es semejante a esas bodas, no entraron
al reino; entonces ¿a dónde fueron? A las tinieblas, al lloro, al crujir de dientes.

Para ver la diferencia, especialmente lo hago por aquellos hermanos que quizá por primera vez
oyen esto de la salvación y el galardón en el reino, vamos a 1 Corintios capítulo 3:11 en adelante:
“11Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo”. El
fundamento es la salvación en Cristo; existe el fundamento y existe la edificación sobre el
fundamento. El fundamento es la obra de Cristo recibida por la fe, por la cual somos eternamente
salvos; ahora, los eternamente salvos, sobre ese fundamento edificamos; le servimos al Señor
como siervos; y ese servicio es la superestructura encima del fundamento. “12Y si sobre este
fundamento alguno (se refiere a los salvos) edificare oro (Cristo, la naturaleza divina), plata (la
redención), piedras preciosas (la obra del Espíritu en el sufrimiento, en la prueba), madera (lo
meramente humano), heno (pura paja), hojarasca (lo sin vida, ¿qué pasará si uno está en lo
carnal?), 13la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego
será revelada; y la obra de cada uno, cual sea, el fuego la probará. 14Si permaneciere la obra de
alguno que sobreedificó...”; ese es el servicio al Señor por parte de los salvos; ya son salvos
eternamente, pero además de la salvación eterna existe el reino, el Milenio, los mil años; ¿ven?

El reino es una recompensa


Entonces por eso dice: Somos salvos, no por obras, pero hechura suya para buenas obras; y esas
buenas obras determinarán la posición en el reino, en el Milenio; no la salvación; la posición en el
Milenio. Uno estará sobre diez ciudades, otro sobre cinco, otro sobre dos; todos son salvos, y otros
estarán en esas ciudades, no sobre ellas; no están en el infierno, están en el reino, pero su
posición depende de su servicio al Señor. En cambio, su salvación es un regalo; pero adicional al
regalo hay un premio a las obras de los salvados por gracia, que son dos cosas; por eso dice acá:
“14Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa”. En cambio la
salvación no es una recompensa, la salvación es un regalo. La dádiva de Dios es vida eterna; pero
los salvos le sirven o no al Señor, y ese servicio de los salvos será galardonado o castigado en el
Milenio, sin afectar la salvación eterna.

“15Si la obra de alguno se quemare, él (subrayo el siguiente verbo) sufrirá pérdida (aquí no habla
de pañitos de agua tibia, el verbo es “sufrir pérdida”; pero no pérdida de la salvación; es pérdida
del galardón en el reino), si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego”. Vemos, pues,
que no perdió la salvación, pero sí sufrió pérdida del galardón, de la recompensa; por eso es que el
apóstol Juan en su segunda epístola habla con este lenguaje.

Vamos a 2 Juan 8: “Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo”;
aquí no habla de perder la salvación; habla de perder el fruto del trabajo; eso significa que nuestro
trabajo para el Señor tiene fruto y recompensa, pero se puede perder si nos la pasamos peleando,
emborrachándonos, adulterando, pecando.

“Mirad por vosotros mismos, para que no perdías el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis
galardón completo”. Se puede recibir medio galardón. Dios quería darte cincuenta pero sólo te
puede dar treinta; o quería darte treinta pero sólo puede darte diez; quería darte diez pero
quedaste debiendo cinco, en saldo rojo. Entonces ¿en dónde es castigado el siervo? ¿en qué
período? En el Milenio; por eso el Milenio es muy importante entenderlo. No saldrá de allí, ¿hasta
qué? hasta que haya pagado el último cuadrante. Cuando pague todo, sale; pero mientras no
pague, no sale. Cuando se habla de las vírgenes que creen en el esposo, que salen a recibirlo, que
lo esperan, son creyentes; pero ¿por qué se habla de tinieblas de afuera, de llanto y de crujir de
dientes? Porque ese es el castigo durante el Milenio de los creyentes derrotados. Así, hermanos,
aunque somos salvos, seamos también vencedores; y aunque tenemos vida eterna, tengamos
también galardón. ¿Amén, hermanos?

Entonces ahí terminamos ese pasaje donde Apocalipsis capítulo 20 está hablando de los hombres,
de los que no reinan. El verso final dice: “10Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de
fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por
los siglos de los siglos”. Éstos sí no salen nunca de allí.

Noticias curiosas
Hermanos, permítanme unos minutitos, ya no para la parte exegética, sino solamente unas
noticias curiosas; y llamémoslas así, noticias curiosas; no lo estoy poniendo al nivel de la Biblia. El
apóstol Bernabé escribió una epístola que no quedó dentro del canon, pero que la epístola existe;
él escribió en su epístola algo relativo a ese período del Milenio; o sea, la parte del sábado
milenial; esos mil años finales; y lo dice de la siguiente manera:

“Pasando a otro punto (dice Bernabé, en el capítulo 15 de su epístola), también acerca del sábado,
se escribe en el decálogo, es decir, en las diez palabras que habló Dios en el monte Sinaí a Moisés
cara a cara: Y santificad el sábado del Señor con manos limpias y corazón puro. Santificad el
sábado del Señor con manos limpias y corazón puro. Y en otro lugar dice: Si mis hijos guardaren el
sábado, entonces pondré sobre ellos mi misericordia. Del sábado habla al principio de la creación:
E hizo Dios en seis días las obras de sus manos y acabólas en el día séptimo, y descansó en él (y
hasta ahora sigue descansando en su séptimo día [este paréntesis es mío]) y lo santificó. Atended,
hijos, qué quiere decir lo de: Acabólos en seis días. Esto significa que en seis mil años consumará
todas las cosas el Señor, pues un día es para el Señor mil años. Lo cual, Él mismo lo atestigua,
diciendo: He aquí que el día del Señor será como mil años. Por lo tanto, hijos, en seis días, es decir,
en los seis mil años, se consumarán todas las cosas. Y descansó en el día séptimo. Esto quiere
decir: Cuando venga su Hijo y destruya el siglo del inicuo y juzgue a los impíos y mudare el sol, la
luna y las estrellas (porque dice la Biblia que en el Milenio siete veces más alumbrará el sol y la
luna también), entonces descansará de verdad en el día séptimo (cuando Él venga y juzgue). Y por
contera dice: Lo santificarás con manos limpias y corazón puro. Ahora, pues, si pensamos que
pueda nadie santificar, sin ser puro de corazón, el día que santificó Dios mismo, nos equivocamos
de todo en todo.

Consiguientemente, entonces por nuestro descanso lo santificaremos de verdad, cuando,


justificados nosotros mismos y en posesión ya de la promesa, seremos capaces de santificarlo; es
decir, cuando ya no exista la iniquidad, sino que nos hayamos vuelto todos nuevos por el Señor,
entonces, sí, santificados primero nosotros, podemos santificar el día séptimo. Por último, les dice:
Vuestros novilunios y vuestros sábados, no los aguanto. Mirad cómo dice: No me son aceptos
vuestros sábados de ahora, sino el que yo he hecho, aquél en que, haciendo descansar todas las
cosas, haré el principio de un día octavo, es decir, el principio de otro mundo. Por eso justamente
nosotros celebramos también el día octavo con regocijo, por ser día en que Jesús resucitó entre
los muertos y, después de manifestado, subió a los cielos”. Había querido leerles este pasaje de la
epístola de Bernabé para que mis hermanos pudieran tener alguna ilustración en ese respecto.

En el segundo libro de Enoc


También lo encontramos en el llamado libro segundo de Enoc. Ustedes saben que existe el
llamado libro del profeta Enoc; y unas tradiciones de Enoc fueron circulando y recogiendo
legendariamente; y existe el libro primero de Enoc, que es el que cita Judas en su epístola; y
también está un segundo. El primero sobrevivió entero en etíope, el segundo sobrevivió en eslavo.
Vamos a leer del segundo de Enoc que sobrevivió en eslavo, donde, en los pasajes anteriores,
venía hablando sobre los siete días de la creación; cuando llega a hablar del séptimo día, dice este
libro II de Enoc así: “Y al día octavo (así como hablaba Bernabé), fijé yo el mismo día para que el
día octavo fuera el primero, primicias de mi descanso y para que éstos (los siete días anteriores
que venía hablando), se conviertan en símbolo de los siete mil (viene hablando de los siete días de
la creación; dice que éstos se conviertan en símbolo de los siete mil), y para que él sea el principio
de los ocho mil; el ocho es ya la Nueva Jerusalén, pues así como el primer día cae en domingo, así
lo hace también el día octavo, para que el día del domingo pueda repetirse indefinidamente”. Esto
fue respecto de Enoc.

Otros informes
Y hay entre los paganos, incluso anteriores a Cristo, también circulando una tradición de los mil
años. Es curioso; el Señor es el Dios de todos. Hay en el Irán, que antes se llamaba Persia, que era
de la religión de Zoroastro, unos libros antiguos anteriores a Cristo en varios siglos, que se llaman
El Bundahish, y el otro se llama el Baman Yast, que hablan de Ahriman, o sea el principio del mal;
mas Ahura el principio del bien; y dice que Ahriman, o sea el príncipe del mal, tenía planeado
reinar mil años, y que vino un tal Fredum, el nombre como de un espíritu, y lo ató por mil años
para que no pudiera reinar. Cosa curiosa esa tradición del paganismo anterior a Cristo; ya había
como una sospecha de la cosa.

Y también Platón, en el diálogo que él llamó La República, ahí cuenta un diálogo de Sócrates con
los amigos; y de pronto Sócrates les empieza a contar una experiencia que tuvo un muerto que se
llamaba Er, hijo de Armenio, que murió y fue al otro lado, y volvió; pero entre las cosas que dijo
mencionó los mil años. Entonces les voy a leer, digamos, a manera de curiosidad, lo que decía
Sócrates citado por Platón en el diálogo de La República; está hablando Sócrates. Después de
hablar que si vivimos bien en la tierra eso nos trae recompensa aquí mismo en la tierra, Sócrates
dice: “Pero no sólo nos trae recompensa aquí en la tierra, también en el otro lado”, decía Sócrates.
Entonces dice Sócrates: “Pues de hacerte saber, digo yo (o sea Sócrates), no un relato de Alcinó,
sino desde un nuevo sujeto, Er, hijo de Armenio, panfilio de nación, que murió en una guerra, y
habiendo sido levantados diez días después los cadáveres ya putrefactos, él fue recogido
incorrupto y llevado a casa para ser enterrado; y yacente sobre la pira, volvió a la vida a los doce
días y contó, así resucitado, lo que había visto allá; dijo que después de salir del cuerpo, su alma se
había puesto en camino con otros muchos y habían llegado a un lugar maravilloso donde
aparecían en la tierra dos aberturas que comunicaban entre sí y otras dos arriba en el cielo frente
a ellas. En mitad había unos jueces que una vez pronunciados sus juicios, mandaban a los justos
que fueran subiendo a través del cielo por el camino de la derecha tras haberles colgado por
delante un rótulo con lo juzgado; y a los injustos les ordenaba ir hacia abajo por el camino de la
izquierda llevando también éstos detrás la señal de todo lo que habían hecho. Y al adelantarse él
(Er hijo de Armenio), le dijeron que debía ser nuncio de las cosas de allá para los hombres, y le
invitaron a que oyera y contemplara cuanto había en aquel lugar; y así vio cómo por una de las
aberturas del cielo y otras de la tierra se marchaban las almas después de ser juzgadas; y cómo por
una de las otras dos salían de la tierra llena de suciedad y de polvo, mientras por la restante
bajaban más almas limpias desde el cielo; y las que iban llegando parecían venir de un largo viaje y
saliendo contentas a la pradera, acampaban como en una gran feria, y todas las que se conocían
se saludaban, y las que venían de la tierra se informaban de las demás en cuanto a las cosas de
allá, y las que venían del cielo, de lo tocante a aquellas otras, y se hacían mutuamente sus relatos;
las unas, entre gemidos y llanto, recordando cuántas y cuán grandes cosas habían pasado y visto
en su viaje subterráneo que había durado mil años; y las que venían del cielo hablaban de su
bienaventuranza e indescriptible hermosura”. Entonces allí habla de un viaje subterráneo de mil
años. Cosa curiosa. A título de curiosidad. Vamos a orar. ☐

También podría gustarte