Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Tecnológico Nacional de México Instituto Tecnológico de Boca Del Rio

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE BOCA


DEL RIO

MATERIA: DESARROLLO SUSTENTABLE

ACTIVIDAD: Unidad 5

PROFESOR: MARTINEZ GONZALEZ MARCIA YULIANA

INTEGRANTE:

MARTINEZ REYES LUIS ANTONIO

CICLO ESCOLAR ENERO-JUNIO/2024


¿QUÉ ES LA CONTAMINACIÓN AMBIENTAL?
La contaminación ambiental es la presencia de componentes nocivos, bien sean de
naturaleza biológica, química o de otra clase, en el medioambiente, de modo que
supongan un perjuicio para los seres vivos que habitan un espacio, incluyendo, por
supuesto, a los seres humanos. Generalmente la contaminación ambiental tiene su
origen en alguna actividad humana.
Una de las personalidades más relevantes del siglo XX, el reverendo Martin Luther
King -uno de los principales adalides del movimiento por los derechos civiles para
los afroamericanos en Estados Unidos- dijo casi al final de sus días durante la
década de los sesenta, que “si supiera que el mundo acaba mañana, yo, todavía
hoy, plantaría un árbol”.
Si ya hace mas de 50 años existía una concienciación acerca de la importancia de
proteger el medioambiente para garantizar la sostenibilidad del planeta y el
bienestar para las generaciones futuras, hoy las políticas acerca de la protección y
del cuidado de los ecosistemas forman una parte fundamental de las agendas de
algunos de los principales gobiernos mundiales, con un foco puesto en la reducción
de los niveles de contaminación ambiental.
Tradicionalmente, como afirma la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
en su más reciente informe medioambiental, la tala indiscriminada de árboles y de
bosques, en general, era la principal causa de deterioro de los ecosistemas.
Sin embargo, desde la irrupción de la Revolución Industrial, hace algo más de dos
siglos, la emisión a la atmósfera de gases invernadero se ha convertido en el
principal acto de contaminación ambiental. Además, cabe destacar otros, como
los vertidos industriales a la hidrosfera, la producción de energía a través de
combustibles fósiles como el petróleo o el carbón (junto a, por supuesto, su
extracción, procesamiento y refinamiento), y el uso indiscriminado de plásticos y de
otros materiales derivados del ‘oro negro’.

TIPOS DE CONTAMINACIÓN AMBIENTAL


• Contaminación atmosférica: partículas en suspensión y gases producidos
por el trafico rodado, la industria y las calefacciones son los principales
causantes de la contaminación atmosférica.
• Contaminación hídrica: afecta a ríos, fuentes de agua subterránea, lagos y
mar cuando se liberan residuos contaminantes.
• Contaminación del suelo: la contaminación de los suelos afecta a todos los
continentes y hasta a las regiones más remotas de la tierra.
• Contaminación acústica: se produce con cualquier ruido excesivo ya sea
en proporción, frecuencia, tono, volumen o ritmo.
• Contaminación lumínica: la contaminación lumínica provoca que una de
cada tres personas apenas vea el cielo estrellado. Por no hablar de como
afecta al sueño y al consumo de energía.
• Contaminación visual: altera visualmente el paisaje. Hace referencia a
todos los elementos que no son naturales y que nos envían estímulos
visuales. Pueden ser vallas publicitarias, torres eléctricas, etc.
• Contaminación térmica: el aumento de la temperatura (o calentamiento
global) afecta a los polos y los glaciares.
En cualquier caso, es preciso señalar que la propia naturaleza genera situaciones
de contaminación grave, aunque, también es cierto, que cuenta con sus propios
mecanismos de depuración y de reciclaje. En este sentido, son ejemplos las
erupciones volcánicas, los huracanes o los incendios (sin intervención humana), si
bien son inevitables, algo que en el caso de muchas de las actividades del hombre
que generan contaminación ambiental sí que podrían, al menos, reducirse, como es
el caso de transformar un ecosistema para desarrollar un cultivo de plantas
destinadas a la producción de biocombustibles.

DETERIORO DEL AGUA


La contaminación ambiental crece de manera vertiginosa, en paralelo, al desarrollo
industrial y al aumento de la población, en especial, a lo largo del último siglo y
medio. Ambos factores contribuyen a establecer un desequilibrio en el
medioambiente y en los ecosistemas ante la presencia de contaminantes de distinta
clave, como los agentes químicos (abonos sintéticos, derivados del plástico,
disolventes, ácidos, pesticidas…), biológicos (los desperdicios de numerosas
fábricas, desagües que vierten líquidos tóxicos a la hidrosfera, serrín de la industria
forestal…) o físicos (radioactividad, energía electromagnética, ruido…).
La acción combinada a lo largo del tiempo de todos estos elementos provoca la
contaminación del agua, y en consecuencia la contaminación del mar y los ríos, del
aire y del suelo. En el caso del agua, el principal efecto palpable es que su
composición se altera y deja de poseer las condiciones óptimas para, por ejemplo,
su consumo. Los vertidos de aguas negras (consecuencia de los desechos líquidos
de ciudades y de plantas de producción que no la tratan de la manera
adecuada), los derrames de petróleo (en perforaciones petroleras en los que ocurre
algún accidente o en el transporte del ‘oro negro’ por vías marítimas) o el uso
indiscriminado y abusivo de productos fitosanitarios (en los campos, por cuestiones
agrícolas, pero que la tierra, posteriormente, filtra y alcanzan las aguas
subterráneas) son algunos de los procesos y acciones que explican por qué el agua
se contamina. La contaminación por los plásticos que se vierten al mar está también
repercutiendo muy negativamente en la calidad del agua y de los ecosistemas
marinos.
A estos hay que sumar, además, dos factores más que, de manera indirecta,
influyen de un modo decisivo en la calidad del agua: por un lado, el aumento de la
temperatura como consecuencia del cambio climático, que altera su composición ya
que, entre otros efectos, provoca que disminuya la presencia de oxígeno; por el otro,
la tala indiscriminada de árboles y la deforestación ocasiona que se desarrollen
colonias de bacterias en la tierra que, a largo plazo, se filtran y contaminan el agua
subterránea.

LA DEGRADACIÓN DEL AIRE Y DEL SUELO


En cuanto a la contaminación del aire, también, el principal problema es que se
altera su composición, de modo que lo que respiramos deja de ser, en esencia, lo
más saludable para mantener el óptimo estado de nuestro cuerpo. Los principales
detonantes son la extracción de hidrocarburos fósiles (sobre todo, petróleo, gas
natural y carbón), la posterior combustión de estos combustibles en los medios de
transporte y en las industrias, la quema de los bosques (en especial, los tropicales)
y el auge del sector ganadero, que provoca una cría indiscriminada de ganado
bovino cuyo proceso digestivo provoca la degradación del aire.
En general, la alteración del aire significa que sus partículas sólidas y los gases
varían su peso como consecuencia del denominado efecto invernadero (que es el
proceso por el que determinados gases, que son componentes de la atmósfera
planetaria, retienen parte de la energía que el suelo emite por haber sido calentado
por la radiación solar). Al romperse el equilibrio natural de gases y de elementos
químicos en la atmósfera, la temperatura aumenta, provocando un calentamiento
global que tiene una incidencia directa para la supervivencia de muchas especies
animales y vegetales.
La emisión de sustancias químicas a la atmósfera como el monóxido de carbono, el
dióxido de azufre, los CFCs (clorofluorocarbonos) y ciertos óxidos de nitrógeno es
la principal causa del empeoramiento general del aire que respiramos. Una
exposición prolongada a las partículas contaminantes del aire es factor
determinante de infartos de miocardio, ictus isquémicos, insuficiencias cardíacas,
problemas dermatológicos, alergias cutáneas y oculares, y, también, del aumento
de linfomas.
Por su parte, la contaminación del suelo crece como consecuencia del aumento de
compuestos químicos y de basuras derivadas de las actividades del ser humano. El
uso abusivo de pesticidas (con sus correspondientes agentes químicos) o el
almacenamiento subterráneo (que contiene líquidos y gases derivados del
petróleo que terminan por filtrarse al suelo) son sus principales detonantes desde el
punto de vista industrial. Pero el propio desarrollo de las ciudades, a través de la
generación de basura que no es tratada de la manera adecuada se ha convertido
en el primer catalizador de la degradación del suelo, a lo que se suma que algunos
vertidos, de carácter tóxico, tardan muchos años en descomponerse, con lo que su
efecto nocivo se deja sentir durante bastante tiempo.

CONTAMINACIÓN ACÚSTICA, LUMÍNICA Y VISUAL


Aunque el efecto del calentamiento global se comprueba principalmente midiendo
su impacto en océanos, en los ecosistemas o en la atmósfera, sus consecuencias,
también son notorias dentro de otros ámbitos en el día a día de las personas. Por
ejemplo, el crecimiento de las ciudades provoca que sus habitantes tengan que lidiar
habitualmente con ruidos. Más allá de que resulte más o menos molesto, la ciencia
ya ha demostrado que, de manera continuada, puede provocar estrés, trastornos
del sueño, pérdida de audición e, incluso, es posible que llegue a generar
enfermedades cardiovasculares.
Por otro lado, una iluminación artificial excesiva tiene en paralelo efectos muy
relevantes. En el caso de diversas especies de animales puede ocasionar
problemas de orientación y alteraciones en sus ciclos biológicos, ya que les modifica
su percepción del día y de la noche. En cuanto a las personas, de nuevo, además
de provocar alteraciones del sueño, tiene un notable efecto negativo en la salud de
la visión y, a largo plazo, puede ocasionar migrañas que requerirán de tratamiento
médico.
También cabe hablar de la contaminación visual, dado que un nulo cuidado por el
ecosistema a la hora, por ejemplo, de construir un parque energético o una industria,
puede alterar gravemente el paisaje natural. En paralelo, el impacto de la publicidad
nos genera estímulos visuales que rompen la relación entre ser humano y
naturaleza. Y es que las personas estamos constantemente absorbiendo datos e
información, y un exceso de mensajes evita que el cerebro sea capaz de
procesarlos adecuadamente. Con el paso del tiempo, todo esto conduce al estrés y
a la propia tensión del organismo.

CONSECUENCIAS E IMPACTO
Las principales consecuencias de todas estas actividades conducen al
calentamiento global del planeta. De este modo, la temperatura en la Tierra aumenta
cada año, levemente pero de manera progresiva, tanto en la atmósfera como en los
océanos. Los principales detonantes son el carbono negro, el ozono troposférico y
el metano, cuya acción combinada es responsable de cerca del 40% del
calentamiento global. Algo que se nota, por ejemplo, en que los veranos son más
largos y calurosos, mientras que las temperaturas medias duran menos tiempo,
produciendo picos de frío y de calor que son incompatibles con la sostenibilidad de
la vida de muchas especies animales y vegetales pertenecientes a distintos hábitat.
Todo esto ocasiona, en el largo plazo, la destrucción de ecosistemas, lo que pone
en peligro, entre otras cosas, la propia supervivencia de muchas especies
animales y vegetales, debido a que los hábitats naturales se van reduciendo. En el
caso de los seres humanos, tal y como afirma la Organización mundial de la Salud
(OMS), el aumento de la contaminación provoca serios riesgos en su salud que, por
ejemplo, es causa directa de la cronificación y el aumento de enfermedades
respiratorias (neumonía), así como del crecimiento de otras como las patologías
cardiovasculares o distintos tipos de cáncer.
Desde el lado del optimismo, cabe reseñar que dentro de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible de Naciones Unidas (ODS) existen algunos que se refieren de manera
específica a la contaminación ambiental. Por ejemplo, el número 14 cita de modo
expreso la necesidad de cuidar de mares y océanos, mientras que el 7 apuesta por
las energías sostenibles y no contaminantes. Además, la Organización Mundial de
la Salud (OMS) ha recogido como uno de sus compromisos para los próximos años
atajar el problema de la contaminación atmosférica urbana, porque “aumenta el
riesgo de padecer enfermedades respiratorias agudas, como la neumonía y
crónicas, como el cáncer del pulmón y las enfermedades cardiovasculares”.

También podría gustarte