Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Larrauri, E., Introducción A La Criminología y Al Sistema Penal, Ps. 135-207

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 42

•^^fí^í^fñ^'^*-

ISBN 978-84-9879-766-4

911í?á'8'4'981!'797'6'64"
Introducción a la criminología y al sistema penal

Elena Larrauri

EDITORIAL TROTTA
CONTENIDO

COLECCIÓN ESTRUCTURAS Y PROCESOS


Serie fóerecho / Sriminología
Dirigida por Elena Larrauri Presentación

I
CIUMENOLOGÍA

Tema 1. Objeto de estudio de la crimmología,................................ 15

Tema 2. Métodos de esmdio de la ciunmologÍa .............................. 33

Tema 3. Las primeras escuelas .......................................................... 51

Tema 4. Teorías criminoiógicas sociológicas .................................... 67

Tema 5. Prevendóa del delito .......................................................... 81

Primera edición: 2015 u


Segunda edición revisada: 2018 SISTEMA PENAL

© Edi+aria! Trotta, S.A., 2015, 2018 Tema é. Fuerzas poUciales .............................................................. 109

Ferraz, 55. 28008 Madrid


Tema 7. Sistema judicial penal ....................................................... 135
Teléfono: 91 5430361
Tema 8. El sistema de penas.............................................................. 153
E-maii: editorial@trotta.es
Tema 9. Sistemas pemtenciarios........................................................ 183
h ttp: //www. trotto. es
Tema 10. Política crimmal................................................................ 209

© Elena Larrauri Pijoan, 2015, 2018


Bibfiografía........................................................................................ 235

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pú-


Indics general...................................................................................... 255
blica o transformodon de esia obra solo puede ser reafizada con
la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por [a
!ey. Diríjase o CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos,
ww/.csdro.org) si necssita fotocopiar o escanear afgún frogmento
de esia obro.

fSBN: 978-84-9879-766-4
Depósito Legal: M-26022-201 8

Impresión
Gráficos Cotós, S.A.
Tema 7

SISTEMA JUDICIAL PENAL

¿Por qué los crimmólogos debemos conocer el sistema judicial? Prime-


ro, porque en muchas ocasiones trabajamos en este y hay que entender
su funcionamiento; segundo, para dar explicaciones al público, pues mu-
chos tópicos cméfílos (como que los policías atrapan a los delincuentes y
los jueces los sueltan) surgen del desconocimiento; y en tercer lugar, por-
que para emprender cualquier tipo de investigación criminológica, hay
que saber lo que se busca.
En este capítulo, cuando aludimos al sistema Judicial, nos referimos
a jueces penales1 y fiscales, y se debe recordar que este no es un texto de
derecho procesal, sino que aquí explicamos grandes rasgos del proce-
so penal que son relevantes desde un punto de vista criminológíco para
entender cómo se imponen y administran los castigos. Para conocer con
exactitud ¡os distintos tipos de procedünientos se debe estudiar la Ley de
Enjuiciamiento Criminal (LECrim) y los manuales de Derecho Procesal.

1. ¿POR QUÉ HAY JUECES?

Los jueces surgen en un primer momento como una delegación del poder
del rey, es la forma en que este extiende e impone e! poder del monarca
en los distintos territorios bajo su soberanía. Se acostumbra a destacar que
el surgimiento de los tribunales sirve para pacificar el territorio en la me-
dida en que elimina la venganza privada.
Como toda institución social, también esta cumple una finalidad que
constituye su justificación y está regulada en la Constitución (art. 117).

1. Hay que tener en cuenta que existe otro ttpo de Jueces y tribunales para la reso-
lución de conflictos de carácter privado (contratos, familia), admmistrativo (las relaciones
del ciudadano con la Administración) y sociales (las relaciones laborales con la empresa).

135
(NTRODUCCIÓN A LA CRIMtNOLOGÍA Y AL SiSTEMA PENAL SiSTEMA JUDICIAL PENAL

Los jueces penales se encargan de imponer penas a personas por los deli- En España se puede ser juzgado in absentia, sin estar presente, si el
tos cometidos. EÍ hecho de que existan los jueces y que el delito se persi" acusado no comparece injustificadamente, fue citado personalmente y la
ga por medio áe un proceso público implica que todos estamos interesa- pena solicitada no excede de dos años de privación de libertad (art. 786
dos en su persecución porque afecta a intereses de la comunidad {public LECrim). Esto es importante porque en muchas ocasiones, la persona qui-
wrong). El delito no pertenece a. la víctima, si lo fuera, se trataría de un zás no sabe que ha sido condenada y es puesta en «búsqueda y captura»
sistema privado y !a víctima recibiría no solo los beneficios (ser el centro), para ejecutar la condena.
sino también el deber de soportar los costes; pagar para que se persiga
al delincuente. 2.2. La víctima
Además de su tarea de juzgar, dictar y ejecutar el castigo, los tribuna-
les tienen la finalidad de proteger los derechos de las personas acusadas. La víctima del delito puede «constituirse en parte» (acusación particular),
Es el acusado contra quien la fuerza del Estado se dirige y por ello el juez pero no es obligatorio. Si se elige esta opción, se necesita abogado, qmen
debe asegurarse de que este poder del Estado, que puede privarle áe la se le puede asignar «de oficio», y si además se carece de recursos econó-
vida (en algunos países) y de la libertad en todos, sea ejercido de acuerdo micos, la asistencia del letrado será gratuita. Además de la víctima indi-
a unas normas procesales que garantizan que solo será privado de sus de- vidual es importante recordar que en algunos países como España exis-
rechos si se respetan los procedimientos legales. te una figura denominada «acusación popular», la cual puede íntervenir
Por último, los tribunales tienen como función controlar el poder po- en el proceso penal en defensa de sus intereses. Los ejemplos pueden Ír

¡ítíco: legislativo y ejecutivo. Por ejemplo, el Parlamento puede querer ex- desde una asociación de mujeres hasta un sindicato ultraderechista.
tremar la lucha contra la violencia de género, la delincuencia juvenil, el te" Hasta épocas recientes, si la víctima no se constituía en parte, no te-
rrorismo o la inmigración irregular, para lo cual aprueba unas penas muy nía ningún derecho de participación en el proceso, ya que al ser el delito
severas. No obstante, los jueces pueden plantear una cuestión de inconsti- considerado un «daño público», el Estado, a través del ministerio fiscal,
tudonalidad al Tribunal Constitucional para algunas leyes, aun cuando es- se encargaba áe su persecución. Ello ocasionaba un profundo sentimien-
tas hayan sido aprobadas por una amplia mayoría del Parlamento. Como to de perplejidad y exclusión de la víctima, la cual con la única excepción
puede verse, los dos poderes están en tensión: se puede pensar que el Par- áe si era testigo, no era llamada a declarar ni se la informaba de ningún as-
lamento representa al pueblo y, por tanto, su voluntad debe tener prima- pecto de «su» caso. En la actualidad ello ha cambiado (ver tema 10).
cía, pero no debemos olvidar que precisamente el rol del poder Judicial es
proteger los derechos de las minorías (también frente a las mayorías). 2.3. El fiscal

El trabajo del ministerio fiscal está regulado en la LO 50/1981 del Esta-


2. ACTORES BÁSICOS DE LA JUSTICIA PENAL tuto Orgánico del Ministerio Fiscal. Esta figura ejerce la acusación y tam-
bien defiende la legalidad. Hay fiscalías especializadas (contra la corrup-
En un proceso penal estos son los siguientes actores básicos: ción y criminalidad organizada, anddroga, ciberdelincuencia, menores,
extranjería, violencia sobre la mujer) que se ocupan de la persecución
2.1. El acusado de unos delitos concretos.
Es importante conocer algunos aspectos clave del ministerio fiscal. En
La persona a ¡a que se le imputa un delito, después de prestar declaración España rige el principio de obligatoriedad del ejercido de la acción penal,
ante la policía, es citada a declarar ante el juez, y si ha sido detenida in- lo que implica que el ministerio fiscal no puede decidir dejar de perse-
mediatamente después de que se hayan realizado las diligencias policiales guir un delito, sino que debe ejercer la acusación. En la última reforma
indispensables, debe ser puesta a disposición judicial o dejada en libertad. del Código Penal de 2015 se permite que el müüsterio fiscal no ejerza la
Al juicio, el acusado debe acudir con un abogado, al que puede nom- acusación en caso de delitos leves. Ello concuerda con la posibilidad exis-
brar personalmente o ser asignado de oficio (ilo cual no quiere decir que tente en países de Europa continental en los que rige el principio de opor"
sea gratuito!; solo es gratuito si el acusado puede acogerse al beneficio de tunidad. Desde un punto de vista reduccionista del sistema penal, ello es
justicia gratuita). La persona puede negarse a declarar, pues es ¡a acusa" positivo, pues permite que algunos comportamientos ya no lleguen al jui-
ción quien debe probar su culpabilidad. ció penal, a pesar de que quizás afecte un número menor áe conductas.

136 137
INTRODUCCIÓN A LA CMMÍNOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

En los países en que rige el principio de oportunidad se debe decidir hechos y la pena4. En España hace más de veinte años que existe esta fi-
qué conductas no son perseguibles como delitos. Esta decisión es relevan- gura, aunque muy pocos casos se deciden por jurado, así en el año 2016
te, pues sí no se ejerce la acusación, el Juez no puede abrir el juicio oral. solo 325 casos (de 271 526 condenas) fueron juzgados por jurado5.
No obstante, recordemos que en algunos países se permite que grupos de
ciudadanos se constituyan como «parte» (la acusación particular y la acu- 2.5. El abogado
sadón popular) en el proceso e intervengan en él para defender un interés
y ejercer la acusación. Este colectivo es objeto de poca atención por parte de los estudios crimi-
El último aspecto clave es que el ministerio fiscal está Jerarquizado, y nológicos y, sin embargo, es relevante porque toda persona acusada áe
los fiscales deben actuar de acuerdo a las Instrucciones de la Fiscalía Ge- un delito tiene derecho a defensa (art. 24.2 de la Constitución). Ya hemos
neral del Estado. El Gobierno nombra ai fiscal general del Estado y de visto que si no se dispone de un abogado propio, se asigna uno de ofício,
esta forma puede dirigir mdirectamente la política criminal de un país a el cual tíene la tarea de defender al acusado hasta que se dicte sentencia.
la par que dar sugerencias («interesar actuaciones») a la Fiscalía General Posteriormente, un abogado puede representar al acusado en la fase de
del Estado. ejecución judicial de la pena e incluso durante el periodo completo en que
se cumpla la pena en todo lo que se refiere a su causa penal. Sin embargo,
2.4. El juez o jurado el beneficio de la justicia gratuita solo cubre la asistencia hasta, la senten-
cia firme, y por ello tiene relevancia criminológica analizar la calidad de la
El juez penal es independiente y no está sometido a ningún otro poder que defensa y su posible impacto en la fase de ejecución.
el de interpretar la ley; también es ímparcial y no debe favorecer a ningu- También es necesario investigar la intervención del abogado para de-
na de las dos partes del proceso. Los jueces penales juzgan todos los de- fender los derechos de la persona durante el cumplimiento de la pena,
litos si bien a veces hay algunos especializados (por ejemplo, jueces de especialmente de prisión, como, por ejemplo, la tramitación de un permi-
violencia sobre la mujer). so penitenciario, la clasificación de tercer grado o la concesión de ¡a Uber-
Hay tribunales unipersonales (por ejemplo, el juez de instrucción, el tad condicional, pues el abogado designado de oficio «penitenciario» no
juez penal y el juez de ejecución) y tribunales colegiados (por ejemplo, la puede ser el mismo que representó al acusado en la causa penal. Asimis-
Audiencia Provincial, el Tribunal Supremo). En el ámbito penal el juez mo la intervención del abogado solo está prevista cuando el interno ape-
realiza cuatro funciones, desempeñadas por jueces distintos: prepara el la a la Audiencia Provincial, y por último solo este trámite está cubierto
juicio (juez de instrucción), juzga e impone una pena o absuelve (juez sen- por el beneficio de la justicia gratuita. En consecuencia, el derecho a la
tenciador), ejecuta la pena, es decir, aplica la pena (juez de ejecución)2 y defensa de las personas internas no está garantizado cuando estas recla-
supervisa el tiempo que dure el cumplmüento de la pena (juez de vigilan- man ante la Junta de Tratamiento o el juez de vigilancia penitenciaria.
cia penitenciaria)3.
En aras de potenciar la participación de la ciudadanía, pues la justi- En las prisiones acostumbra a existir un Servicio de Orientación Jurídica com-
cia se administra en nombre del pueblo, existe la institución del jurado, puesto por abogados que acuden algunos días a prisión a asesorar a los internos,
que puede juzgar determinados delitos (por ejemplo, homicidios, mal- sin embargo, estos no pueden representarlos.

versación de dinero público o cohecho —o cualquier otro del art. 1.2


áe la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado—). En la práctica^ el jurado
3. ORGANIZACIÓN DE LA JUSTICIA PENAL EN ESPAÑA
responde a una serie de preguntas que le realiza el juez sobre los he-
chos que deben considerarse probados y declara al acusado culpable
La justicia penal en España es estatal, lo mismo que el derecho penal. Se
o inocente, luego es el juez quien decide la calificación Jurídica de los
organiza por territorio y por materias (civü, ÍaboraÍ, contencíoso-admüus-

2, Generaímente ejecuta la pena e! mismo juez sentenciador, excepto en las grandes 4. Consultar !a Ley 5/1995 de 22 de mayo del Tribunal del Jurado.
ciudades, donde existe un juez de ejecución específico. 5, Los datos de personas condenadas son del DSTE (http://www.me.es/ayngs/INEbase/
3. Si la pena es de prisión o de trabajos en beneficio de la comunidad, ta supervisa es/operacion.htm?c==EstadÍst¡ca_C&cid=1254736176793&:menu=uÍtiDatos&:Ídp=12
et juez de vigilancia pemEenciaria, en el resto de medidas penales alteraarivas la supervisa el 54735573206); los de casos juzgados por Jurado se encuentran en la Memoria del Con"
juez sentenciador (o juez de ejecución en las ciudades en que existe). sejo Genera! del Poder Judicial de 2017,

138 139
INTRODUCCIÓN A LA CRÍM f NO LOG ÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

trativo y penal). A los estudiantes de Criminología les interesa fundamen- 4. GARANTÍAS Y PRINCIPIOS
QUE RIGEN LA ACTUACIÓN DE LOS JUECES PENALES6
taimente conocer cómo está organizada la justicia penal. Esta se distribuye
del siguiente modo:
Las garantías constitucionales más relevantes son:
Juez de instrucción: se encarga de la investigación criminal de todos
Garantía de tutela judicial efectiva. Todas las personas tienen derecho
los delitos.
a acceder a la justicia, a defenderse, y a obtener una resolución motivada
Juez penal: es ante el que se realiza el juicio oral cuando la pena
(art 24 de la Constitución).
abstracta es menor de cinco años, el que ejecuta la pena y supervisa su
Garantía de jurísdiccionalidad. Solo los ¡ueces pueden juzgar y no se
cumplimiento.
admite que alguien se tome la justicia por su mano («Justicia privada»). Por
Juzgados de menores^ son Jueces penales especializados en jóvenes
consiguiente, no se puede imponer una pena sin una sentencia judicial.
mayores de catorce y menores de dieciocho años (los cuales además tie-
Garantía de imparcialidad. Los jueces no pueden favorecer a una par-
nen su propia ley, Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad Penal
te por encima de otra, y para garantizarlo, se establecen las causas de abs-
de los Menores).
tención y recusación de los jueces.
Audiencias profinciales: es un órgano colegiado ante el que se inter-
Garantía de independencia. Los jueces no están sometidos a ningún
ponen recursos contra las decisiones del juez penal, y también celebra el
mandato imperativo, a ningyna orden, excepto la ley.
juicio y dicta sentencia por primera vez en aquellos delitos penados con
Garantía de la presunción de inocencia. La persona acusada debe pre-
más de cinco años. En algunos pocos delitos se juzga por jurado.
sumirse inocente hasta que mediante pruebas se demuestre su cuipabili-
Tribunales superiores de justicia: conocen de los recursos de apela-
dad. Es la acusación quien debe demostrar la culpabilidad (y no la per-
ción contra las sentencias dictadas en primera instancia por las audiencias
sana su inocencia) y el estándar de prueba en los juicios penales es el de
provinciales.
que exista una «mínima actividad probatoria de cargo» (STC 138/1992,
Audiencia Nacional: es un órgano centralizado ante el que se llevan
de 13 de octubre, 81/1998, de 2 de abril) para que el Juez llegue a su
actuaciones penales por delitos específicos, generalmente de gravedad (te-
convicción «más allá de toda duda razonable».
rrorismo, delincuencia organizada).
Los principios más importantes del proceso penal, son el de legalidad^
Tribunal Supremo: tiene cinco Salas. La Sala Penal tíene por misión
de acuerdo al cual \os Jueces solo pueden interpretar y aplicar ¡os delitos y
resolver recursos y unificar los criterios diferentes que se producen en dis-
las penas recogidos en la ley. En algunos sistemas, el Parlamento elabora
tintas sentencias; cuando de forma repetida dicta sentencia en un sentido,
y aprueba leyes más amplias y concede una mayor discrecionalidad a los
crea jurisprudencia. Esta es fuente de derecho, pero a diferencia del siste"
jueces. El de publicidad, que comporta que los juicios y las sentencias
ma inglés, los tribunales inferiores no están vinculados por el precedente.
son públicos, pues la transparencia es una forma de control del poder ju-
Tribunal Constitucional: su función es analizar la compatibilidad de
dicial por los ciudadanos. El de inmediación, exige que quien dicte sen-
las leyes con la Constitución y velar por los derechos constitucionales
tencía sea el mismo juez que ha presenciado toda la actividad probatoria.
de las personas. La persona ináividuaÍ puede recurrir a él mediante recur-
Por último, el principio acusatorio.
so de amparo cuando considera algún derecho fundamental vuhierado.
En el modelo acusatorío puro (adversarial), una persona investiga (po-
En criminoiogía es especialmente importante seguir las sentencias del Tri-
¡¡cía), la otra acusa (ministerio fiscal) y una última juzga (juez). El juez está
bunal Constitucional respecto a los derechos de las personas en prisión
por encima de las partes (es un «juez de garantías») y su proceder está li-
(Reviriego, 2008).
mitado por las peticiones de las partes. Este modelo antepone el respeto
Se debe tener en cuenta que España pertenece a la Unión Europea y,
de las garantías en el proceso. En el modelo ínquisitorío puro se pone el
por tanto, existen dos tribunales europeos más que es necesario conocer
acento en alcanzar la verdad y, por tanto, se da más importancia a las ges-
(ver tema 10).
tiones realizadas por la policía, además el mismo juez que dirige la inves-
tigación juzga, y no está limitado por las peticiones de la acusación. La

6. De acuerdo a Picójunoy (2011) las garantías son derechos procesales de carác-


ter fundamental, mientras que los principios son las líneas o directrices generales que ins-
piran la regulación positiva y le dan coherencia, que en ocasiones dan lugar a una garan-
tía y en otras no.

140 141
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SiSTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

crítica a este modelo es que la unión de las tres funciones provoca que Además, en esta fase, el juez puede dictar medidas cautelares como,
el juez se «contamine», pues podría estar tentado a considerar ya pro- por ejemplo, prisión preventiva o una orden de alejamiento (con o sin
bado lo que él mismo ha investigado. Ambas son «categorías ideales» y control electrónico). Las medidas cautelares, y más la prisión preventiva,
si bien se asocia el moáeÍo anglosajón con el modelo acusatorio, los paí- es una institución discutida (Guerra, 2010), ya que se priva de libertaá a
ses de Europa continental presentan elementos de ambos. Así, España se una persona que aún no ha sido declarada culpable. En consecuencia solo
acostumbra a citar, en la cultura anglosajona, como ejemplo de modelo debería dictarse de forma excepcional para impedir la fuga del investiga-
inquisitivo porque el juez dirige la instrucción, no obstante, el juez que do, evitar que se destruyan pruebas o se comentan otros actos delictivos
instruye no es el mismo que juzga y el poder del juez está limitado por contra las víctimas (art 503.1 LECrim).
lo que solicite la acusación. La dirección de la instrucción en España corresponde ai juez y quien
En criminología acostumbra a diferenciarse dos modelos de proceso lleva a cabo las diligencias de investigación es la policía (judicial). Esta fase
penal que fueron denominados por Packer (1968, cit. porWhÍte, 2002); no es pública e incluso a veces se declara el «secreto de las actuaciones»
el modelo del due process (garantista) y el áe crifne control (represión para las partes porque no se quiere dar información de lo que se está in-
del delito). El modelo de críme control prima las conclusiones alcanzadas vesdgando. A pesar de ello hay que dar a conocer el contenido de la ins-
por la policía en las diligencias policiales, favorece una represión rápida trucción a todas las partes con tiempo suficiente para preparar el juicio.
del delito y sitúa el centro en el procedmúento admimstraÉÍvo, que se He- Obsérvese además que a pesar de que hay «secreto del sumario», en oca-
va a cabo ante la policía. El modelo garantista pone énfasis en respetar la siones se filtra a la prensa y se produce lo que se conoce con el nombre
presunción de inocencia, exige que la prueba se practique toda en el jui- de «juicio paralelo». Una vez el caso está instruido, se halla listo para ir
ció oral para permitir así la presencia directa del juez y la contradicción, y a la segunda fase de juicio oral.
sitúa el juicio público y oral en el centro. El modelo que prima el objetivo
de controlar el delito acostumbra a asociarse con el modelo Ínquisitorio, Hay distintas formas de instrucción en función de la gravedad del delito. El
juez abre diligencias urgentes que dan lugar a un juicio rápido. El juez abre dili-
y el garantista con el modelo acusatorio.
gencias previas que dan lugar a un procedimiento abreviado. El juez abre un su-
mano que da lugar a un Juicio ordinario por delitos graves. Es en este sumario
donde a veces se dicta un «auto de procesamiento» contra una persona, el cual
5. FASES DEL PROCESO PENAL indica que deberá ir a juicio. Esto es lo que se escucha en las nodcias y ¡o que dis-
cuten ¡os partidos políticos acerca de si para que un diputado renuncie a su escaño,
La primera cuestión por recordar es que un número mdeterminado áe es necesario que se ¡e condene o es suficiente con que «esté procesado».
delitos ya no llega al juzgado penal bien porque la víctima no denuncia,
bien porque las diligencias policiales o judiciales no consideran que ello Sin embargo, hay una institución que posee relevancia criminológica:
constituya un delito. En el supuesto de que se supere este primer filtro, recordemos que la policía debe trasladar las actuaciones al juez, y cuando
se inician las siguientes fases (ver Figura 12): estas no bastan para sostener una acusación, se procede al sobreseimien-
1.-Instrucción. to que, como ya he indicado en el tema 1, puede alcanzar al 73,6% de
2.- Juicio oral. los casos.
3.- Ejecución Judicial de la pena {sentencing).
5.2. Juicio oral
5.1. Instrucción
Una vez terminada la instrucción, si e¡ caso no ha sido sobreseído, se abre
La «instrucción de una causa penal» consiste en preparar el juicio una vez un periodo intermedio para que las partes elaboren sus «escritos de califi-
llega la denuncia de una persona o el atestado de la policía: se toman de- cación» y ejerzan la acusación o defensa.
claraciones, se practican dÜigencias de investigación (se toman huellas, Antes de la fase del Juicio oral se puede producir un acto áe relevancia
ruedas de reconocimiento, análisis farmacológicos), y eventuaÍmente se criminológica, las «sentencias de estricta conformidad». En España, los
ordena a la policía que practique actos de investigación. Es un momento delitos en que el marco de la pena es de hasta seis años, la persona puede
importante, pues es cuando se obtiene el futuro material probatorio y se conformarse con la pena que pide el fiscal. En los juicios rápidos, cuando
delimitan los hechos sobre ¡os que versará el Juicio. la pena es de hasta tres años, existe además la conformidad premiada y a la

142 143
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

persona se le rebaja un tercio la pena, por lo que puede suspenderse el te en el Código Penal). Ello es así porque se parte de que las leyes apro"
ingreso en prisión. EÍ motivo por el cual la legislación española adoptó badas por el Parlamento reflejan la voluntad de la ciudadanía. No obstan-
esta opción fue primar la rapidez de !as sentencias. No obstante, se objeta te, el Código Penal deja margen para la discrecionalidad de los Jueces, ya
que ello constituye una motivación intensa para que las personas se con- que los delitos tienen un marco de pena (por ejemplo, una pena de seis
formen, sean culpables o inocentes (Ashworth y Redmayne, 2010: 291). meses a tres años de prisión) o permiten que el juez elija entre varias pe-
La institución del plea bargaín o sentencias de estricta conformi- ñas (prisión o multa) legalmente establecidas para ese delito.
dad es muy cuestionada porque la persona puede conformarse sin saber La sentencia debe ser motivada y es importante no confundir discre-
exactamente qué le puede suceder. El caso más claro es cuando la perso- cionalidaá con arbitrariedad: la primera requiere basar la decisión en mo-
na se conforma con un delito de seguridad vial y como consecuencia de tivos que consideramos legítimos y explicar las razones; la segunda con-
ello se generan antecedentes penales que le impedirán renovar su permiso siste en basar la decisión en motivos que no son aceptados por nuestra
de residencia. La investigación criminológica ha mostrado que ¡as perso- sociedad, o hacerlo caprichosamente, sin dar razones.
ñas se conforman, primero, por falta de conocimientos Jurídicos y según- La persona que ha cometido un delito recibirá, una vez declarada cul-
do, porque si van a Juicio, corren el riesgo de acabar con penas más seve- pable, una de estas tres respuestas en la sentencia: una pena y/o una medi-
ras por «hacer perder el tiempo al tribuDal». En conclusión, el porcentaje da de seguridad y, en su caso, la obligación de pagar una responsabilidad
de casos que van a juicio (o iuicio por jurado) de los que se ven en la civil a la víctima. Esta condena debe ser ejecutada (y con ello pasamos a
televisión son mínimos y como ya hemos visto en el tema 1, el 65 % del la siguiente fase).
total de condenatorias en los juzgados penales son sentencias de estricta
conformidad. Los manuales de Derecho Penal distinguen: determinación legislativa, es la
Si no hay acuerdo, en el Juicio oral se practican las pruebas prepara- que hace el legislador cuanáo aprueba las penas de cada delito y es importante
porque representa la soberanía popular. ASÍ) cuando se castiga con una pena de
das en ¡a instrucción y se someten a contradicción, esto es, la defensa y
prisión de nueve años el tcáfíco áe drogas, es porque }a mayoría parkmentaria lo
la acusación las discuten, y en ocasiones también el Juez puede tomar la
aprueba y si se castiga el aborto también. Determinación judicial, los jueces son
iniciativa (Picó Junoy, 2007). ¿Por qué una declaración ante la policía no los encargados de individualizar estas penas y para ello disponen de discrecio-
vale como prueba? Ello se debe a que el atestado policial solo tiene valor naUdad para de forma motivada imponer una u otra pena. Para los crímmólo-
de denuncia (STC 33/2015, de 2 de marzo) y a que se considera que la gos es importante tener en cuenta que la «determinación Judicial» en realidad
presencia judicial garantiza que la persona presta declaración libremente abarca dos momentos: cuando el juez dicta sentencia e impone la pena; y cuan-
y que su declaración es sometida a contradicción. áo ¡a manda ejecutar en la fase judicial de ejecución de la pena (sentencing). En
En el Juicio oral también se puede convocar a expertos («peritos fo- esta fase, la pena de prisión puede suspenderse y consiguientemente afectar a
la pena que fínahnente acabará cumpliéndose. Determinación ejecutiva, cuan-
renses», personas expertas en algún tema) hasta que el juez llega al con-
do se inicia el cumplimiento de la pena. Durante el cumplimiento de la condena
vencimiento de los hechos y dicta sentencia en la que declara que la per-
quien decide es la Administración, pues es esta ¡a que indica, por ejemplo, en qué
sona es inocente, y la absuelve (26%), o culpable y la condena7. El juicio prisión se debe cumpÍÍr la condena, o en qué institución se deben realizar los tra-
oral es público porque su publicidad constituye una garantía para el ciu- bajos en beneficio de !a comunidad, o cuánto va a durar un programa formativo,
dadano (y son muy pocas las excepciones en que se admiten juicios a si bien hay una supervisión judicial.
puerta cerrada, ver, por ejemplo, Sentencia del Tribunal Constitucio-
nal 65/1992 de 29 de abril; y Salvador et al., 2006). 5.3. Ejecución judicial de la pena (sentencing)
La sentencia no solo declara si la persona es o no culpable, sino que
también señala la pena. Si ¡a persona es culpable, el principio de legalidad Cuando la sentencia deviene firme porque ya no caben más recursos con-
conüeva que el juez debe aplicar la pena que fígura en la ley (generalmen- tra ella, se inicia la fase de ejecución judicial. El objetivo de esta fase es
adaptar la p&na a las circunstancias individuales de la persona.
Para que el juez pueda individualizar la pena, requiere información,
7. Respecto de las sentencias absolutorias, en los juicios por delitos leves con asis- una parte de la cual ya la dene por el atestado policial, y en función del
tencia del fiscal se constata un porcentaje de sentencias absoíutorias dei 38 % en telación
tipo de pena, solicita la hoja de antecedentes penales, informes sobre la
con las condenatOEÍas. En tos juzgados de fo Pena! Eas sentencias absolutorias representan
un 26 % de! total y en el ámbito de las audiencias provinciales es el del \9 %. Memoria de
situación patrimonial o sobre el tratamiento de deshabituación. En paí-
ta Fiscalía General del Estado 2017, p. XVIII. ses de influencia anglosajona, el juez en esta fase pide un informe social

144 145
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

(conocido como presentence report) para averiguar las circunstancias Figura 12. El proceso penal
individuales y sociales de ia persona, y de esta forma aplicar la pena más
adecuada (Larrauri, 2012). En algunos casos, el juez también pide un in-
forme de evaluación del riesgo que presenta la persona.

Podríamos ünagmar que toda esta información se puede tener antes de la


sentencia y eliminar este trámite de «ejecución». No obstante, en ¡os países anglo-
sajones es muy discutido qué información puede ser conocida antes dei juicio. Por
Apertura de julck) ora I
ejemplo, ios antecedentes penales no se deben conocer antes del juicio, pues se
teme que contaminarían el Juicio de culpabilidad, y por e!Io el informe social (pre-
sentence report} se elabora cuando ya está decidida la culpabilidad y el juez necesi-
ta información sobre la persona para decidir cuál es la pena más adecuada.

Durante la ejecución judicial de la pena se debe dar audiencia a la per-


sona (Sentencia del Tribunal Constitucional 248/2004 de 20 áe diciem-
bre, Fundamento Jurídico 4.°). En numerosas ocasiones lamentablemente
solo es un trámite por escrito, si bien algunos jueces realizan una audien-
cia oral. En la fase de ejecución el juez dene la facultad de:
fl) Suspender la pena de prisión. SÍ la pena de prisión es igual o mfe-
rior a dos años, el juez puede suspenderla siempre y cuando se den los re"
quisitos que la ley exige (ver tema 8). Si la pena de prisión se suspende,
el juez puede además añadir algunas reglas de conducta, por ejemplo, la ntenda de estricta
, confotflfildad
obligación de asistir a un programa formativo o la áe someterse a un tra-
tamíento de desintoxicación.
Crimmológicamente, la suspensión de la pena de prisión es un tema
relevante, pues indica finaknente cuántas personas entran efectivamente
en prisión. Así, para saber cuántas personas entran en prisión en Espa-
ña, no basta con solo anotar las condenas que constan en el Instituto
Nacional de Estadística, pues esas son condenas a prisión en senten-
da. Sin embargo, no se cuenta con una base de datos en la que conste
de forma centralizada cuántas de estas sentencias son efectivamente sus-
pendidas en la fase de ejecución.
b) Decretar la entrada en prisión. Si la pena impuesta en sentencia
es la prisión (y esta no se ha suspendido), el Juez dicta un «mandamiento J_
de prisión». En este auto generalmente se conceden unos días para que la
Secretaria Sen!ira! de Penas
persona pueda arreglar todos sus asuntos antes de ingresar en prisión de VM&diáaiAltemativu
(Admlnütraddf General del
forma voluntaria y en caso contrario, se dicta orden de «busca y captura». Ei1ado}y01rec<cíón tíflneral
de Medidas. Penales
Alternativas ¡Catahifls)
((

Tenemos la visión de que ¡os delincuentes son petígrosos y salen esposados ^


de ¡a sala donde el juez les ha condenado, pero io cierto es que después de! juicio, Secretaria Gen era) de
liutíludonei Penitencia riu
Secretaria General de Pe ñas y
MedldaiAUematívas
generalmente quedan en libertad (solo excepcionalmente están en prisión preven- (AdmlnistndAn SeneraS del (AdffltntrtracÍdn General del
Estado) y Olretddn General de Estado) y Dlreuiín Señera! de
tiva o son enviados directamente desde la sala de juicio a la prisión). Servidos Ptnflendarius Medidas Penales Altsmatívai
(Cataluiial (Cataluflal

Fuente: Elaboración propia.

146 147
\
INTRODUCCIÓN A LA CRÍM1NOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

Una vez la persona entra en prisión, el Juez procede a !a «liquidación En el caso de que la persona deba entrar en prisión es facultad de la
de la condena», en la que descuenta e¡ tíempo que ha estado en prisión administración penitenciaria decidir a qué prisión entra, y en qué grado
preventiva, constata el día de inicio y señala el fínal de la condena. Este y régimen de vida se la clasifica dentro de prisión. También en el caso de
trámite conileva que aun cuando en !a sentencia consten, por ejemplo, mil penas comunitarias, si el juez ha impuesto trabajos en beneficio de la co-
años de prisión, por imperativo legal, e! máximo que se puede cumplir munidad o la asistencia a un programa formativo, es la Administración
en España por una causa con delitos conexos (relacionados entre sí) son quien asigna una plaza, el horario exacto y a cuántas sesiones debe asis-
cuarenta (art. 76)8 y por ello el auto de liquidación de condena ya reco- tir. Como se puede observar, el poder de la AáminÍstración es amplio y
ge este máximo. acaba influyendo en la intensidad de la pena (punÍtíve bite) que reatmen-
c) Ejecutar el resto de penas. Si la pena impuesta en sentencia es de te se cumple.
multa, entonces el juez requiere al penado para que pague la cantidad En la ejecución de la pena parücipan psicólogos, educadores, traba-
fijada en la sentencia, o inicia la vía de apremio (embargo de sus bienes), jaáores sociales, médicos, criminólogos, que son quienes supervisan de
o declara la responsabilidad personal subsidiaria por impago de multa; forma imneáiata a la persona mientras está cumpliendo condena. Duran-
en el caso de trabajos en beneficio de la comunidad le deriva a la AdmÍ- te el cumplimiento de la pena de prisión, por ejemplo, !a institución bá-
nistración para que se le asigne una plaza en que cumplir esta pena; y en sica es la «Junta de Tratamiento» y en el caso de las penas comunitarias,
el caso de inhabilitación de un derecho (permiso de conducir, privación la figura central es el «delegado de ejecución de penas». En consecuen-
áe un empleo o cargo) se le requiere, por ejemplo, para que entregue su da, observemos que en ia ejecución de la pena participan miembros de
carné de conducir y se comunica a la Dirección General de Tráfico, o se diversas profesiones sociales, que supervisan a la persona condenada y
comunica a un colegio profesional; y para controlar algunas prohibicio- movilizan los recursos del Estado social para conseguir solucionar las di-
nes, como, por ejemplo, la áe aproximarse a la víctima, se avisa a la Ofí- versas problemáticas que se le plantean. Dichos profesionales controlan
ciña de Atención a la Víctima. Finalmente, en algunas ocasiones no hay a los penados y disponen de una cierta discrecionalidad para decidir en
una ejecución sencilla, pues no hay ninguna institución a la que notifi- qué casos solicitan la revocación al Juez y a qué condenados les dan otra
car la inhabilitación de un determinado derecho. oportunidad.
Cuando ya se ha firmado el auto de ejecución, se requiere a la persona Para finaÜzar, hay casos de no cumplimiento de la pena, lo que su-
y se le notifica personalmente la pena para que empiece a cumplirla. Por cede, por ejemplo, cuando el Gobierno concede un Índuko (Doval et al.,
último es ünportante remarcar que el auto de ejecución también se debe 2011). Esta decisión es discutida, ya que representa la intervención del
motivar. Como afirma la Sentencia del Tribunal Constitucional 75/2007 poder ejecutivo una vez se ha dicÉado la condena. Se puede consultar a
(Fundamento Jurídico 6.°) no basta con aludir al carácter discrecional modo de ejemplo, ia Sentencia del Tribunal Supremo 7245/2009 de 30
de determinadas decisiones, sino que deben ponderarse las circunstan- de noviembre de 2009 y el manifiesto de los jueces contra el indulto a raíz
cias individuales del penado. Especialmente en la decisión trascendental del caso o la web: http://www.elmdultomeuro.es/index.html.
de si suspende la pena de prisión, el juez debe tener en cuenta qué finali-
dades persigue la. pena de prisión y si acaso estas no pueden conseguirse
mediante la suspensión de la pena de prisión acompañada del cumpli" 7 ESTUDIOS CRIMINOLÓGICOS DEL SISTEMA JUDICIAL
miento de reglas de conducta..
La criminología se ha preocupado también del estudio del sistema Judicial
y en este ámbito hay una serie de temas que presentaremos de forma
6. CUMPLIMIENTO DE LA PENA Y SUPERVISIÓN JUDICIAL
muy esquemática.
El primero es quiénes son los jueces y de qué estratos sociales provie-
En esta fase, la Administración es la responsable directa del cumplimien-
nen. Como ios jueces administran la justicia en nombre áe! pueblo, se asu"
to de la pena y de la persona condenada, por ello también se conoce como
me que sería positivo que fueran representativos del mismo. En España,
«ejecución administrativa de la pena», sin embargo, durante este periodo
en la actualidad, un 73 % de los jueces recién incorporados no cuenta en-
existe un control judicial.
tre sus familiares con ninguno relacionado con las carreras judiciales (An-

8, E! Código Penal de 2015 introduce en España la pena de prisión permanente revi-


drés, 2015). En el Reino Unido, diversos estudios destacan que su compo-
sabie (art. 36). Ver tema 10. sición social difiere por países, y la estadística refleja que si bien no son

148 149
I \
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMA JUDICIAL PENAL

tan elitistas como se cree, tampoco todos los sectores de la población 8. LA CONTRJBUCIÓN DE LAS CIENCIAS FORENSES
están representados en la judicatura (McConvilIe y Wilson, 2002).
La criminología también estudia cómo los jueces ejercen su discredo- Por criminalística se entiende generalmente un conjunto de técnicas Íni-
nalidad, y hay estudios empíricos destinados a responder a las preguntas ciadas con el fin de identificar a los delincuentes reincidentes por medio
acerca de si los tribunales aplican la ley de forma igualitaria, o con sesgo de fotos y posteriormente huellas dactilares (Galton, 1892, cit. por Raf-
por género o por pertenencia a una minoría étnica. Este segundo tipo de ter, 2011). Estas técnicas van destinadas a probar determinados aspec-
estudios generalmente resulta muy complejo y no ha aportado un resul- tos del delito o la identidad áe los participantes, y consisten en el aná-
tado concluyente, ya que es muy difícil encontrar casos idénticos y las di- lisís de las huellas dactilares (dactiloscopia), o pruebas de ADN, pruebas
ferencias en la severidad de las penas pueden obedecer al distinto historia! periciales caligráficas, pruebas documentales o documentoscopia, y balís-
delictivo o a la distinta gravedad del hecho más que al género o la perte- tica. Estas prácticas son llevadas a cabo por personas con conocimien-
nencia a una minoría étnica. tos científicos o por técnicos en balística, expertos en falsificaciones de
En tercer lugar, a partir de la década de los ochenta se analizó si los dis- productos o en sustancias químicas. Es importante advertir que ningu-
cursos punitivos habían ocasionado variaciones en las prácticas judiciales. no de estos técnicos es criminólogo, sino que generalmente sus estudios
Por ejemplo, ¿los jueces son más severos y aplican en más ocasiones la pena son de química o biología, o bien acceden a esta unidad especializada por
de prisión influidos por los discursos públicos (que la delincuencia aumen- medio de una oposición interna de la policía.
ta, o que la corrupción política es muy grave)? Por otro lado, se estudia El concepto de «ciencias forenses» se usa para describir aquellas pro-

el distinto impacto que puede tener el hecho de que en unos países, los fesiones que poseen conocimientos específicos con el objeto de probar al-
jueces sean juristas en vez de legos (y aun en otros que solo se acceda a la gún aspecto en el proceso penal. Así, la LECrim solo menciona al médico
carrera de Juez tras veinte años de experiencia dedicados al derecho), y forense, lo cual es explicable por la época en que esta ley fue redactada y
se destaca su papel determinante en ia política criminal de un país (Ton- aprobada. Este médico puede dictaminar si la persona padece algún tras-
ry, 2007). Por áÍtimo, también se estudia su rol en el proceso de desisti- torno mental, informar sobre las lesiones o cettifícar un homicidio, Junto

miento de la persona condenada (Maruna y Lebel, 2003; Maraña, 2011). a este informe, el más solicitado es el análisis de sustancias realizado por
Un cuarto tema relevante es la relación entre justicia y democracia. técnicos del Instituto Nacional de Toxicología. Además se pueden apor-
Ello conlleva discutir la intervención de los ciudaáanos en la justicia penal tar ante el juez, bien porque este lo pide, o porque una de las partes tie-

mediante la institución del jurado, la elección áe algunos Jueces, la nece- ne interés en aportarlos, informes del psicólogo forense (a pesar de que
sidad de que los marcos de la pena reflejen el sentü- de la comunidad y la figura oficialmente no existe). Y, por último, en ocasiones se alude a la
la aprobación de determinadas reformas penales en referéndum, y cómo «pericial de inteligencia», informe de un policía sobre algún tipo de delin-
ello contribuye a la legitimidad de la justicia. Evidentemente hay autores cuencia (por ejemplo, bandas Juveniles), quien luego es llamado a declarar
que alertan de que una mayor participación popular puede poner en peli- en Juicio como cualquier otro perito.
gro algunos principios liberales, pero en los inicios del siglo XXI es difícil
encontrar partidarios de excluir totalmente a la opinión pública (Ry-
9. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN
berg y Roberts, 2014).
Un último ámbito que se discute es cómo los jueces deben responder
1) ¿Los jueces deberían tener más discrecíonalidad para imponer una
frente a la comunidad. Ciertamente, su legitimidad no proviene de unas
pena?
elecciones, sino de actuar conforme a la ley, pero además de un poder
2) Se propone asistir a un juicio y comparar lo observado con !o expues-
constimyen un servicio público (Nieto García, 2004 y 2010). Los jueces
to en este capítulo.
son independientes del poder político, pero ello no les exime de un con-
3) ¿Por qué el acusado debe tener «abogado de oficio»?
trol público (además de un control interno disciplinario, el cual presenta
4) ¿Debería haber más juicios por Jurado?
como todos el riesgo de ser corporativo).

150 151
ÍNTROOUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL

10. LECTURAS RELEVANTES

McConville, M. y WÍlson, G. (eds.) (2002), The Handbook ofthe Criminal Justice


Process, Oxford University Press, Oxford.
Mena, J. M. (2010), De oficio, fiscal, Ariel, Barcelona.
Nieto García, A. (2004), El desgobiemo judicial, Trotta, Madrid, 32005. Tema 8
Picó Junoy, J. (2007), El juez y la prueba, Bosch, Barcelona.
Sanders, W. B.,Young, R. y Burton, M. (1994), Criminal Justice, Oxford Univer- EL SISTEMA DE PENAS
sity Press, Oxford, 42010.

Definir un comportamiento como delito conlleva dar una respuesta pe-


nal. Si el Parlamento define que el consumo o tráfico de drogas es un de-
lito, ¡e asigna una respuesta penal; y si lo califica como un problema de
salud pública, le atribuye otro tipo de respuesta. Esto sucede también con
temas como la violencia sobre las mujeres, las muertes en carretera, en
el lugar de trabajo, en las pateras, o con la corrupción política. Por tanto,
la primera decisión que tomar por los partidos políticos es si debe crimi-
nalizarse determinado problema social, pues al hacerlo, se «crean» deU-
tos (recordemos que esta es precisamente una de las enseñanzas de la teo-
ría del etiquetamiento) y delincuentes, y se acaban llenando las prisiones.

Fijémonos en si denen importancia los nombres y las etiquetas; «accidentes


laborales» o delitos laborales, «accidentes de tráfico» u homicidios imprudentes,
«corrupción» o delito de estafa y malversación.

El principio que rige en nuestra cultura jurídica es que podemos abor-


dar los problemas sociales de nuestras sociedades contemporáneas con
políticas públicas y reservar el derecho penal para casos excepcionales. En
general) la intervención del derecho penal sirve de poco. Piénsese, por
ejemplo, en la entrada de personas de África a España. ¿Verdaderamente
este problema puede solucionarse hablando de mafias y de redes de trata
de personas, y presentándolo como delito? ¡Ojalá fuera tan sencillo! El
derecho penal no deja de ser un intento o apariencia de ofrecer «solu-
dones» simples a problemas muy complejos.
Ciertamente hay casos en los que nuestra sociedad piensa que se debe
recurrir al derecho penal, pero estos deberían ser excepcionales. Ello es
lo que se expresa con el principio ultima ratío del derecho penal, el cual
intenta lünitar la intervención del sistema penal a los casos en que el Par-
lamento decide que determinado comportamiento resulta grave social-

152 153
INTRODUCCIÓN A LA CfUM I NOLOG IA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

mente, que merece un reproche penal y que la pena es necesaria porque La pena privativa de libertad se cumple en prisión y es la pena más
se espera conseguir algún bien. No obstante, es necesario recordar que in- grave en Europa, ya que la pena de muerte y otras penas corporaíes fueron
cluir un comportamiento en el Código Penal no significa que este acabe abolidas en el Viejo Continente. La prisión merece un capítulo aparte, pues
siendo castigado con una pena. si bien surgió como un castigo más humano frente a la pena de muerte, es
discutible si hoy la seguimos concibiendo como una pena «humanitaria».
Las penas no privativas de libertad son las que explicaremos en este
1. PENAS Y SANCIONES tema. Estas son castigos alternativos a la prisión e implican que la persona
cumple esta pena en un medio abierto, en la comunidad. Su justificación
Cuando el derecho interviene no lo hace siempre por medio del derecho es que hay delincuencia poco grave que no merece ir a prisión; también
penal. Cuando un deportista le mete el dedo en el ojo a otro, no se de- se defienden porque presentan una mayor capacidad para rehabilitar,
nuncia un delito de lesiones; si en la escuela alguien hace bullying (acoso ya sea en forma positiva porque las medidas no privativas de libertad in-
escolar), no siempre se denuncia al sistema penal; si en el trabajo se pro- corporan algún ripo de ayuda, supervisión o tratamiento; ya sea en forma
duce algún acoso, tampoco; si en la universidad hay hurtos, tampoco; si negativa porque al menos no envían a la persona a prisión y de esta for-
en las prisiones se registran lesiones, tampoco. Hay, pues, muchos com- ma no cercenan sus frágiles lazos con el trabajo, la vivienda, o la fami-
portamientos que no llegan al sistema penal, a pesar de que sus autores lia. Por último se alega que son infinitamente más económicas que la
son conocidos. pena de prisión.
Ello es debido a que estos comportamientos se resuelven a veces de
modo informal y en otras se sancionan por medio de ramas del ordena-
miento jurídico distintas del derecho penal. Así, por ejemplo, en muchos 3. MEDIDAS PENALES ALTERNATIVAS
países se recurre a las sanciones administrativas, bien porque se considera
que estas conductas son de menor gravedad, bien porque las sanciones
Son penas no privativas de libertad: la multa, la inhabilitación (que priva
permiten actuar de forma más expeditíva. Las sanciones administrativas de derechos específicos, por ejemplo, la privación del permiso de condu-
son generalmente pecuniarias, multas, y también pretenden que las perso-
cir y la inhabilitación profesional), los trabajos en beneficio de la comuni-
ñas actúen de acuerdo a la norma porque entendemos que esta regulación dad y la suspensión de la pena de prisión.
sirve al interés social general (Nieto García, 1994). No todas las medidas penales alternativas (MPÁ) son iguales: algu-
¿Qué importancia tiene saber si la medida coercitiva es una sanción o ñas como las multas están pensadas en clave de retribución; otras como la

una pena? Su relevancia se debe a que la imposición áe una pena requiere prohibición de conducir o de aproximarse a la víctima persiguen la inca-
mayores garantías. Por ello, el Tribunal Europeo áe Derechos Humanos pacítacíón, procuran que Ía persona no pueda reincidir y su fín es la pro-
(TEDH), para evitar que los gobiernos esquiven las garantías alegando tección de la víctima; un tercer grupo como los trabajos en beneficio de
que «es una sanción», afirma que con el objeto de decidir si una medida la comunidad o la (suspensión áe la pena de prisión coa) obligación áe
es una pena, se debe atender a los siguientes criterios: si se impone áes- someterse a un programa formativo o de tratamiento están dirigidas a

pues de una condena, su naturaleza y finalidad, su regulación en la legis- conseguir que la persona adquiera técnicas, habilidades y valores o su-
lación nacional y su grado de severidad (Emmerson, Ashworth y Macáo- pere circunstancias personales muy difíciles (en clave de rehabilitación).
nalá, 2012). Algunas MPÁ se cumplen de forma instantánea o requieren solo al-
gún tipo de control, por ejemplo, la pena de retirada del permiso de
conducir; otro grupo como los trabajos en benefício de la comunidad o
2. CLASIFICACIÓN DEL SISTEMA DE PENAS (la suspensión de la pena de prisión con) la obligación de someterse a un
programa formativo o de tratamiento requieren de la intervención de la
Los códigos penales acostumbran a clasificar ¡as penas en distintas cate- Administración de Justicia y generaimente de la supervisión de un dele-
gorías, con algunas diferencias legales entre países; no obstante, la clasifí- gado de ejecución de medidas penales alternativas.
cación criminológica más relevante es entre penas privativas de libertad y En el Código Penal español las MPA pueden aplicarse de varías for-
penas no privativas de libertad. En la Figura 13 puede verse las penas que mas: a) Como una pena principal, para un delito concreto, que permite
los jueces imponen en España. que el juez opte entre prisión o multa o trabajos en beneficio de la comu-

154 155
INTÍIODUCCÍÓN A LA CRIMÍNOLOGÍA Y AL SiSTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

nidad. Así, por ejemplo, la pena del delito de conducir bajo el efecto de es una buena idea, y es de esperar que los jueces apliquen cada vez más
bebidas alcohóíicas o drogas tóxicas (art. 379) es áe prisión de tres a seis esta alternativa.
meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de !a comuni-
En la investigación realizada por Cid y Larrauri (2002) se observó que los
dad de treinta y uno a noventa dias; h) Como consecuencia de la suspen-
jueces dictaron prisión en un 56,5 % del 25 % áe multas que no se pagaron. EUo
sión de la pena de prisión (o de su sustitución, si es inferior a tres meses.
representa un problema, pues significa que, a pesar de la crítica generalizada a !as
art. 71.2) se imponen deberes cuyo contenido coincide con una MPA «penas cortas de prisión», en España, !as personas entran en prisión por días o se-
(arts. 83 y 84); y c) Como pentís accesorias adicionales de la prisión o de manas como consecuencia precisamente de la responsabilidad persona} subsidia-
algunos delitos (arts. 56 y 57). ria. El esmdio realizado por Gómez y Corcoy (2016) muestra que en e! año 2010
El problema en ocasiones no es !a ausencia de penas alternativas a ¡a había 603 internos cumpliendo RPS en las prisiones catalanas, lo que representa
prisión, sino que el legislador deja poco margen legal para que se apli- aproximadamente un 5,7% (de la medía de los 10500 internos en ese año). No
quen. De este modo, aun cuando en los códigos penales aparezcan largos hay datos más precisos, puesto que no se contabiliza de forma específica el núme-
ro de personas que cumplen RPS, por lo que acostumbra a deducirse del número
catálogos de penas alternativas, debemos fijarnos, en primer lugar, en qué
de interaos sin clasificar, que en el resto de España en octubre de 2017 era 3050.
delÍÉos está prevista su aplicación y con qué condiciones; en segundo !u-
Otra investigación en curso desarrollada por Blay y Varona desvela que si bien los
garles importante analizar si los jueces confían en ellas y las imponen; y jueces en caso de impago imponen de forma mayoritaria la pena de prisión, no
finalmente, es indispensable observar los medios que la Administración obstante generalmente la suspenden,
pone a disposición para que se cumplan este dpo de penas, y cuánto dine-
ro destina a las prisiones. En el Código Penal español la multa puede aplicarse de dos formas:
A continuación presentamos brevemente estas penas y su regulación a) Como una pena principal, para un delito concreto, que frecuentemen-
en España. Recordemos, no obstante, que para conocer la regulación áe- te permite que el juez opte entre prisión o multa; b} Como consecuencia
tallada, hay que estudiar el Código Penal. de la suspensión de la pena de prisión (o de su sustitución, si es inferior a
tres meses, art. 71.2).
3.1. La multa ¿Cuáles son las discusiones criminológicas acerca de la multa como
alternativa a la pena de prisión? Una pregunta relevante es entender los
La pena de multa es la más impuesta por los jueces penales y presenta nu- principios que guían la actividad judicial cuando los jueces disponen de di"
merosas ventajas frente a la prisión, puesto que no rompe los vínculos de crecionalidad para aplicar multa o prisión. Asimismo investigar cómo in"
la persona con la sociedad, conlleva menos estigma y representa un menor ciden en su uso los periodos de recesión económica, pues la hipótesis del
coste económico para el Estado. De toaos modos, como se puede antíci- descenso por falta de medios no parece corroborada en los últimos años
par, se enfrenta con el obstáculo de que muchas de las personas que co- (Faraldo, 2017). En general se advierte cierta desconfianza hacia la mul-
meten delitos no tienen medios para pagar la multa correspondiente. Ello ta y muchas personas piensan que no se pagan. No obstante, en nuestro
no solo convierte esta pena en ineficaz para este tipo de personas, sino estudio observamos que las multas se pagan en un 74,5 % (Cid y Larrau-
que además la transforma en una pena desigual, pues, en efecto, quien ri, 2002). Una consideración ulterior, especialmente respecÉo al grupo de
puede pagar lo hace, y quien no, puede acabar en prisión (lo que se co- personas que realizan delitos económicos, es que e! problema no es la fal-
noce con el nombre de responsabilidad personal subsidiaria, RPS). ta de dinero, sino la complejidad de los mecanismos para averiguar y con"
Todos los países intentan conservar las ventajas de la pena de multa fiscar el patrimonio (como observa Christie, «¡Qué sociedad tan extrana,
y superar el grave inconveniente de la desigualdad de impacto (ver la dis- es más fácil privar de libertad que de los bienes!»)1. Por último, a pesac de
cusión en Ashworth, 1992; 272). Para ello, una propuesta es añadir jun- que en Alemania la multa sigue siendo la pena más aplicada, en el mun-
to a la pena de multa «proporcional» !a de «días multa». El Código Penal do anglosajón ha disminuido desde la década áe 1970 (Ashworth, 1992),
de 1995 introdujo la pena de «días multa», así los días indican la grave- quizás porque no parece suficiente castigo, o porque no incorpora sufi-
dad y la cuantía la fija el Juez en atención a la situación económica de la cíente intervención y tratamiento adicional.
persona condenada. Otra forma de atenuar esta crítica de desigualdad Para finalizar es importante no confundir la pena de multa con otras
consiste en la previsión del Código Penal español de que si la persona cargas económicas que surgen como consecuencia de un proceso penal.
condenada no tiene dinero, en vez de ser enviada a prisión, el juez puede
imponer trabajos en beneficio de la comunidad (art. 53). Ello sin duda 1. Comunicación personal.

156 157
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

En España se debe diferenciar la multa, la responsabilidad civil y las cos- puede ser controlado electrónicamente o con visitas aleatorias de un po-
tas del proceso, y solo la primera es una pena que da origen a responsa- Hcía, otra opción es el arresto de fin de semana, el cual fue introducido
bilidad personal subsidiaria. en el Código Penal de 1995 y eliminado en 2003, debido a lo costoso que
resulta enviar a la persona a prisión por unos días.
3.2. La inhabilitación En la actualidad, en España, el Código Penal prevé la localización per-
manente de manera legal como una pena privativa de libertad, pues en al-
La inhabilitación consiste en la privación o restricción de algún derecho. gunos casos, su cumpÜmiento puede realizarse los fines de semana en un
Pueden resultar penas muy eficaces, pues no es baladí prohibir el ejerci- centro penitenciario2, no obstante, su cumplimiento puede también efec-
ció de una profesión, privar del carné de conducir, prohibir contratar o tuarse en el domicilio o algún otro lugar fijado por el juez (art. 3 7) con
recibir subvenciones y becas de la Administración pública, o impedir que una duración máxima de seis meses.
una persona se presente a las elecciones. La filosofía que inspira este tipo La localización permanente está prevista como pena principal en al-
de penas es la incapacitadora, esto es, dificultar que la persona esté en gunos casos (amenaza, coacción, vejación leve), en que ¡a pena de multa
situación de realizar el delito y por ello se deberían aplicar en relación al se considera inapropiada (por ejemplo, en delitos leves de violencia de gé-
delito cometido. Últimamente se han añadido algunas medidas de mhabi- nero, ya que ¡a multa también puede impactar sobre el nivel económico
litación en clave de protección a la víctima (como, por ejemplo, la pro- de la mujer). También como pena sustitutoria en el supuesto de que no se
hibición de acercamiento o de residir en un determinado lugar). pague una multa y el delito sea leve (art. 53). Y por último, en los casos en
¿Cuáles son las discusiones crünmológicas acerca de la inhabilitación que la pena de prisión deba sustituirse de forma, obligatoria por ser infe-
como alternativa a la pena de prisión? En general, el problema de estas rior a tres meses (art. 71.2).
penas es que casi nunca están previstas como penas únicas, sino aáicio- En España, en el año 2016 hubo 4101 condenas de localización per-
nales o accesorias a la pena de prisión (o respecto de algunos delitos, manente, en tanto que la pena de prisión fue impuesta en 145 650 senten-
arts, 56 y 57), pues no se consideran suficientemente severas a pesar áe su cías. Por todo eUo, se puede ver que se trata de una pena poco significa-
larga duración (y el consiguiente impacto que provoca en el mantenimien" tíva, aun cuando desde luego destaca su crecimiento como consecuencia
to de los antecedentes penales y ¡a imposibilidad de cancelarlos). probable de la transformación de las faltas en delitos leves (así, en más de
Un segundo problema es cómo asegurar su efectividad: en unos casos la mitad de los casos se aplica por el delito de vejación leve del ar£. 173.4).
se apunta a la necesidad de vigilar su ejecución por medio del control elec- No conozco la existencia de ninguna investigación criminológica respec-
trórüco, en otros se comunica la pena a un registro. El grave inconvenien- to de esta en España, sin embargo, sí se produce una intensa discusión
te es que no siempre existen registros a los que comunicar que esta per- en torno al control electrónico como medio para restringir la libertad sin
sona está inhabilitada profesionalmente, y su efectividad depende de la privar de eUa (Otero, 2007; Nellis, Beyens y Kamisnki, 2013).
amenaza que pende sobre la persona de apreciar un quebrantamiento de
condena en caso de que intente el ejercicio de este derecho suspendido. 3.4. El trabajo en beneficio de la comunidad
Finalmente, hay poca discusión crimmológica respecto a estas penas, a
pesar de que pueden ser una alternativa viable a la prisión para un número La pena de trabajos en beneficio de la comunidad es conocida desde an"
diverso de delitos. En la actualidad está planteada una polémica acerca de tiguo, si bien en la sociedad contemporánea se pone énfasis en que no
los derechos áe los que no puede privarse a las personas condenadas, tales puede consistir en trabajos forzados y por ello se exige que la persona
que la nacionalidad, y se discute si es posible privar del derecho de sufragio consienta (con la consecuencia de que en caso contrario irá a prisión). La
activo a las personas condenadas a penas de prisión (consultar, por ejem- pena de trabajos en beneficio de la comunidad presenta varias ventajas:
pío, la discusión del caso del TEDH: Hirst vs. Reino Unido, 6 de octubre la persona no está privada de libertad y puede conservar sus vínculos so-
de 2005; y para la discusión en Estados Unidos, ver Manza y Uggen, 2006). dales; la Administración procura organizar esta pena de forma que el cul-
pado conserve su trabajo si lo tiene, y si no tiene trabajo, quizás adquiera
3.3. La localización permanente con los trabajos en beneficio de la comunidad unos hábitos de disciplp.

Han existido diversos intentos de restringir la libertad sin que la perso- 2. RD 840/2011 de 17 de junio, que regula Ía ejecución de la iocaiizadón permanen-
na entre en prisión, entre los que se conoce el arresto domiciliario, que te, y la Instrucción 11/2011 de la Secretaría Generai de Instituciones Penitenciarias.

158 159
INTRODUCCIÓN A LA CHI MI N OLOG ÍA Y AL SISTEMA PENAL El SISTEMA DE PENAS

na horaria y laboral; y simbólicamente la comunidad obtiene de ¡a persa- penado y quizás también evalúa el riesgo con un instrumento específico;
na que ha delinquido algún modo de reparación. En resumen, la pena a continuación le asigna una institución, fechas y horario, y firma un con-
de trabajos en beneficio de la comunidad se defiende como una sanción trato. Estos delegados son los encargados de supervisar directamente los
más resodalizadora porque permite mantener los contactos con el exte- trabajos en beneficio de la comunidad, y actúan de puente entre la perso-
rior y rehabiUtadora si e¡ puesto de trabajo asignado guarda relación con na, la institución en ¡a que finalmente cumple la pena y el juez, al cual en-
el delito (BIay, 2007; Brandariz, 2009). vían informes de forma periódica cada tres meses. La pena es supervisada
En España, los trabajos en beneficio de !a comunidad están previstos por el juez, pero es importante recordar que también los delegados dis-
en e! Código Penal, primero, como una pena principa! para muy pocos de- ponen de una cierta discrecionaüdaá para decidir en qué casos solicitan
litas; segundo, como una forma de cumplir la pena de multa en caso la revocación al juez y cuándo conceden otra oportunidad (Blay, 2010).
de que la persona no posea bienes (art. 53); tercero, cuando se sustituye de En general, ¡os tribunales solo revocan o aprecian quebrantamiento de
forma obligatoria una pena de prisión inferiot a tres meses (art. 71.2); y condena cuando perciben un claro rechazo a cumplir la pena (Blay y La-
último, cuando se suspende una pena de prisión no superior a dos años rrauri, 2015).
(art. 84.3). ¿Cuáles son las discusiones crimmoíógicas acerca de Íos trabajos en
La LO 15/2003 de 25 de noviembre que reformó el Código Penal beneficio áe la comunidaá como alternativa a la pena de prisión? Esta
estableció que los jueces podían imponer esta pena en los delitos de con- pena que fue en un inicio poco aplicada es hoy la torcera más impuesta
ducdón bajo el efecto de bebidas alcohólicas contra la seguridad vial; esta después de la suspensión y la multa. Su aplicación presenta varios proble-
reforma ocasionó cierto aumento y desorientación por estar confusamen- mas: por un lado, el legislador prevé esta pena directa para muy pocos
te redactada. La LO 15/2007 de 30 de noviembre modificó la redacción delitos; por otro lado, a nivel judicial no es una pena fácil de aplicar, ya
y compelió a los jueces a imponer en todo caso trabajos en beneficio de que requiere que la Administración de Justicia esté cercana al juez para in-
la comunidad. Ello conllevó un drástico aumento de esta pena y gran- dicaríe de qué plazas dispone. Los jueces a veces se quejan de !a ausencia
des problemas para la Administración, la cual debía asignar un lugar de de plazas y de la tardanza con la que se cita al condenado para ofrecerle
cumplimiento a todos los condenados. Finahnente, la LO 5/2010 de 22 una plaza y que lleva en ocasiones a que la pena prescriba, por lo que des-
de junio admitió que los jueces optaran entre trabajos en beneficio de la confían áe que esta ¡legue a cumplirse. Ello quizás sucede también porque
comunidad y multa, y además permitió que se cumpla en forma de «par- los jueces desconocen en detalle qué sucede una vez la persona es deriva-
ticipadón del penado en talleres o programas formativos o de reeduca- da a la Administración y al delegado de ejecución de medidas penales al-
don». Esta última regulación representa una solución al problema de la ternativas para que inicie el cumplimiento de ¡os trabajos en beneficio
falta de plazas en las que desarrollar !a tarea asignada en la pena, y ade- de la comunidad.
más permite dar una respuesta al problema que surge cuando una perso- En ocasiones se considera una sanción benigna y en cierta medida,
na con una problemática de drogadicción o salud mental sea condenada como pasa con la multa, no se acaba de ver como una «pena». Sin embar-
a trabajos en beneficio de la comunidad. En estos casos se acostumbra en go, para personas con problemas de salud mental o drogodependencias, el
primer lugar a imponer su asistencia a un programa que permita tratar hecho de someterse a una disciplina horaria y laboral es extremadamente
esta problemática, convirtiéndose en «trabajos en beneficio de la comuni- difícil. Además, los trabajos en beneficio de la comunidad acostumbran a
dad terapéuticos»3. ir acompañados de otras obligaciones y deberes que fmalmente introdu-
Una vez el juez requiere a! condenado a que cumpla sus trabajos en cen una gran regulación en la vida de la persona, y con ello, paradójica-
beneficio de ¡a comunidad, envía el auto de ejecución y deriva a esta per- mente, una mayor posibilidad de incumpiir alguna condición. Es Ímpor-
sona a la Administración de Justicia, la cual asigna el caso a un delegado tante, en consecuencia, no imponer excesivos requerimientos por motivos
de ejecución áe medidas penales alternativas4. Este delegado entrevista al de proporcionalidad de Ía pena y para favorecer su cumplimiento.
Una discusión criminológica ulterior hace referencia al consenti-
3. Ester Blay, comunicación personal. miento que debe prestar ¡a persona condenada y también es importante
4. RD 840/2011 de 17 de Junio que regula la ejecución de los trabajos en benefi- que esta, en la entrevista donde se decide el lugar del tcabajo, pueda ex-
ció de la comunidad. En Cataluña, esta pena es supervisada por la Dirección General de
poner su opinión, ser oída como indican las Reglas europeas de la proba-
Medidas Penales Akernadvas (DGMPA), y sus delegados Judiciales acostumbran a. deno-
minarse delegado de Ejecución de Medidas. En España, los trabajos en beneficio de la co- tion, número 6, pues e! grado de legitimidad de la pena puede conllevar
munidad son supervisados por la Secretaría Genera! de Penas y Medidas Alternativas. un mayor éxito en su cumplimiento.

160 161
INTHOOUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

4. LA SUSPENSIÓN DE LA PENA Y LA PROBATION alternativas, lo cierto es que puede considerarse que ambas instituciones
se han ido acercando.
La suspensión áe la pena de prisión es a primera vista una institución ex- En España, de acuerdo a la última reforma del Código Penal realizada
traña. Prünero, el legislador autoriza al Juez a dictar prisión por un deli- por LO 1/2015 de 30 de marzo, la suspensión de la pena de prisión es posible
to, luego le permite suspender su ejecución. La Justificación es que en los «cuando sea razonable esperar que la ejecución de la pena no sea necesaria
delitos no graves (criterio de prevención general) y frente a un autor con para evitar la comisión futura por el penado de nuevos delitos» (art. 80).
un pronóstico de no reincidencia (criterio de prevención especial) se fa- Para conceder la suspensión, el Juez debe tomar en cuenta especial-
culta al juez para que, sobre la base de un análisis individualizado, de- mente:
cida caso por caso. a) la ausencia de una carrera deüctiva. Anteriormente se exigía «pri-
Además la mstitación de la suspensión es confusa para la persona mariedad delictiva», pero la reforma del Código Penal de 2015 introdu-
condenada y de una severidad mayor de lo que parece, pues en el primer ce correctamente que no se tendrán en cuenta los antecedentes penales
deÜto (en que el juez acostumbra a suspender la pena de prisión) pare- que «por su naturaleza carecen de relevancia para valorar la probabilidad
ce que «no pasa nada», pero en un segundo delito, el acusado no solo irá
de comisión de delitos futuros». Por ejemplo, si una persona tiene una
eventuaimente a prisión, sino que además se le sumará la condena del pri-
condena por un delito de estafa y es condenada por un delito contra la se-
mero. Por consiguiente, el «no pasa nada» se transforma en que la prime-
guridad vial, el juez puede decidir conceder la suspensión;
ra vez que se entra en prisión se puede hacer ya, por ejemplo, con una b) que la pena o la suma no sean superiores a dos años (el nuevo Co-
pena de cinco años resultado de sumar las dos condenas.
digo Penal de 2015 admite excepdonalmente la suspensión, aun cuando
En los países anglosajones existe la probation (Snüth, 2005, Gels- la suma sea mayor si individualmente no excede de dos años);
thorpe y Margan, 2007) que no es idéntica a la suspensión de la pena c} haber satisfecho la responsabilidad civil (o asumir el compromiso
(Cid) 2009), pues la primera implica que a) se debe realizar algún tipo de de hacerlo durante el tiempo que dure la suspensión).
programa o tratamiento, b} se tiene supervisión de un delegado, c} se SÍ la persona delinque durante el plazo de la suspensión establecida
puede imponer numerosas veces, puesto que es una pena en sí misma
de dos a cinco años, o incumple de forma grave algún deber u obligación,
y d) sí se delinque no se va a prisión, sino que el juez vuelve a examinar el juez puede revocar la suspensión y ordenar la entrada en prisión. No
qué tipo de condena debe imponer. Además, en estos países de mfluen-
obstante, la reforma de 2015 prevé que no debe hacerlo si considera que
cia anglosajona, el juez dispone de un informe social (conocido como la comisión de este nuevo delito no impide mantener la finalidad con la
presentence report) en el que constan las circunstancias individuales y que la suspensión fue concedida; y sí el incumplimiento no es grave ni
sociales de la persona, un informe de evaluación del riesgo, y una re-
reiterado, el Juez puede prorrogar el plazo o imponer más condiciones.
comendación de la pena con las obligaciones y deberes que la persona Es correcta la novedosa previsión de posibilitar una vista oral antes de
debe cumplir (Larrauri, 2012). decicfír sobre la revocación, vista en la que la persona condenada pueda
En los países de Europa continental en los que existe la «suspensión
expresar al juez su opinión, pues ello también puede incrementar la iegi-
de la pena de prisión» esta suele presentar las siguientes diferencias con rimidad de las penas comunitarias (art. 86).
la probation: a) en numerosas ocasiones en la suspensión de la pena de
¿Cuáles son las discusiones criminológicas acerca de la suspensión
prisión la única condición es no delinquir de nuevo durante un determi- como alternativa a la pena de prisión? El estudio de ejecución de Cid y
nado plazo, b) no acostumbra a existir un informe social que proporcione
Larraurr (2002) indica que el juez suspende un 84 % de la pena cuando
información individualizada al juez, c) no hay supervisión de un delegado se dan los requisitos legales. Factores clave para que ei juez adopte esta
de ejecución de penas, d) solo se puede imponer generahnente a las per- decisión son el número, gravedad y antigüedad áe los antecedentes pe-
sonas que detínquen por primera vez, e) sí la persona delinque mientras la nales, si la persona está en libertad o en prisión preventiva, la opinión
pena está suspendida, se revoca eventualmente la suspensión, y la pena
del fiscal, si se aprecia drogodependencia, si ha pagado responsabilidad
que resurge es la de prisión.
civil y si riene abogado propio o de oficio. Posteriormente, Cid (2005
No obstante, debido a que en los países de Europa continental se ha y 2007) demostró que la suspensión de la pena no es criminógena, pues
ido admitiendo la posibilidad de imponer obligaciones adicionales a la solo el 17,4% de los infractores a los que se aplicó la suspensión reinci-
suspensión de la pena de prisión, y se prevé la posibÜidad de que haya dieron en los siguientes cinco años; por el contrario, la probabilidad de
supervisión por parte de un delegado de ejecución de medidas penales reincidencia aumenta si la pena impuesta es la de prisión.

162 163
INTftOOUCCiÓN A LA CMMINOLOGÍA Y Al. SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

Figura 13. Evolución de! número de condenas según tipo de pena Figura 13, Evolución deí número de condenas según tipo de pena
entre 2010 y 2016 (España) entre 2010 y 2016 (España)

% del total2
2010 2011 2012 2013 20141 2015' 20161
(2016)

Prisión 141849 135713 142444 153950 156804 152942 145 605 20,90%

Multa 126199 104783 108373 121971 125221 138920 215315 31,00%

Trabajos en beneficio de ¡a comunidad 102007 56426 54070 56769 57193 52134 49415 7,10%

Localización peimanente 306 400 399 460 431 1359 4101 0,60%

Inhabilitación absoluta 711 594 537 608 616 556 417 0,10%

Inhabilitación especial para el empleo 94312 93566 103 619 111335 116048 115262 113 U8 16,30%

Suspensión de empleo o cargo publico 348 284 158 123 246 124 139 0,00%

Privación del derecho de coaducir vehículos 75964 79453 74145 72197 68028 61337 611161 8,80%

Privación del derecho de tenencia de armas 31952 28966 28223 28578 28196 28043 28774 4,10%

Privación del derecho de residir en determinados lugares 1075 709 486 399 431 556 834 0,10%

Prohibición de aproximarse a la víctima 34881 307071 30516 32378 32260 34467 39894 5,70%

Prohibición de comunicarse con la víctima 4959 10265 10934 28155 28258 30638 35515 5,10%

Expulsión 2036 2266 2190 1928 1908 1421 765 0,10%

1. Los datos para ios años 2014-2016 son aproximados, puesto que el ENE solo per-
mitía acceder a los datos en tanto por mi! y no a tos valores absolutos.
2. Porcentaje del total de condenas, incluyendo principales y accesorias. Este dato
nos permite tener una idea aproximada de las condenas impuestas por los jueces en sen-
teocia. Poc otro lado, quizás se subestima el peso real de las penas principales por incluu-
también las penas accesorias en el cálculo del totat de condenas.

Fuente: Elaboración de Cristina Güerri sobre datos del Instituto Nacional de Estadística.

164 165
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

Los momentos criminológicamente relevantes para estudiar son: de estas. Es positivo que la reforma del Código Penal de 2015 indique ex-
a) cuántas suspensiones son concedidas por el juez y especialmente los presamente que la suma de deberes y obligaciones no puede ser excesiva
motivos por los que se deniegan; b) qué tipo de condiciones se imponen o desproporcionada (art. 83) y permita al juez modificar las condiciones
y qué supervisión real existe; c) qué porcentaje de suspensión se revoca y u obligaciones.
conduce a la persona a prisión. La supervisión se reatíza por los delegados de ejecución de medidas
En la actualidad podemos distinguir los siguientes tipos de suspensión: penales alternativas, quienes informan de forma periódica o cada tres me-
ses al juez, y disponen de discredonalidad para decidir en qué casos soli-
4.1.. Suspensión ordinaria citan la revocación al Juez y en cuáles informan favorablemente del cum-
plimíento de la pena5. Las prohibiciones de aproximarse a la víctima o de
En este tipo de suspensión, la única condición es no delinquir durante el establecer contacto son controladas por las fuerzas y cuerpos de seguri-
periodo fijado por el juez. Una pregunta criminológicamente relevante es dad del Estado.
cuantas penas de prisión suspenden ios Jueces en España. En la Figura 13
se puede observar la pena de prisión impuesta por los jueces. No obstan- 4.3. Suspensión «sustitutiva»
te, recordemos que las penas de prisión en sentencia pueden ser suspenái-
das en la fase de ejecución. Debido a que el INE solo recoge los datos de La reforma de 2015 incluye como novedad ia posibilidad de suspender
las condenas en sentencia y no las penas finalmente ejecutadas es difícil la pena de prisión, aun cuando la persona tenga antecedentes penales y la
ofrecer datos totalmente fiables. En opinión de Cid (2017) en el perio- pena total sea superior a los dos años si las penas individuales no lo son. El
do 2010-2016 del total de penas de prisión en sentencia entran en prisión Código Penal exige ¡a. reparación o un acuerdo de mediación (a pesar áe
aproximadamente un 26 % de personas condenadas y en el resto debe que por ahora no está prevista en la legislación áe adultos la posibilidad
asumirse que se suspende la pena de prisión. de mediar), y lo condiciona además al pago de mía. multa o a trabajos en
Recordemos que la suspensión de la pena de prisión es una condena beneficio áe la comunidad (ar£. 84)6.
que se inscribe en el Registro Central de Penados y genera antecedentes
penales, y a pesar de que no se impongan exigencias adicionales a no de- 4.4. Suspensión especial para personas drogodependíentes
linquÍr, es una pena no desdeñable por el largo periodo de tiempo que ¡a
persona está sometida a la amenaza penal (pues si se revoca, debe cumplir Para tratar a las personas que delinquen a causa de su drogodependencia,
la condena de prisión) y por el tiempo añadido de vigencia de los ante- el juez penal tiene tres posibles respuestas (Muñoz Sánchez, 2014): a) im-
cedentes penales que le pueden impedir, por ejemplo, tramitar su permi- poner una medida de seguridad privativa o no privativa de libertad, y so-
so de residencia. meter a la persona a tratamiento ambulatorio, o ingresarla en un hospital,
centro psiquiátrico o comunidad terapéutica, b) aplicar una pena de pri-
4.2. Suspensión con reglas de conducta sión con la esperanza de que dentro del centro penitenciario la persona
pueda tratar su drogoáependencia y esta no se agudice; c) dictar una pena
Una de las exigencias más impuestas por los jueces españoles es la obliga- de prisión y suspenderla si la pena de prisión no es superior a cinco años
ción de asistir a un programa formadvo. Este requerimiento debe ap¡i- y la persona acredita que está deshabítuaáa o sometida a tratamiento.
carse siempre si se condena por un delito de violencia de género, y ha La suspensión de la pena de prisión coa la obligación de acudir a un
empezado también a dictarse en delitos contra la seguridad vial o delitos programa de desintoxicación se introduce en España en 1988, y puede
sexuales de escasa gravedad. aplicarse a personas que han cometido delito «a causa de su dependencia»
Las reglas de conducta previstas en los arts. 83 y 84 pueden tener un de las drogas. Es una suspensión más amplia que las anteriores porque
carácter rehabilitador (participar en programas formativos, de deshabitua-
ción, realizar trabajos en beneficio a la comunidad), de control (por ejem- 5. RD 840/2011 de 17 de junio que regula la ejecución de la suspensión de las penas
privativas de Ubertad.
pío, comparecer personaknente ante el juez) e incapadtador (por ejemplo,
6. Coa anterioridad existía la posibilidad de "sustituir» la pena de dos anos de prisión
no aproximarse a la víctima o conducir vehículos de motor que no ten- por multa o trabajos ea beneficio de la comunidad. La reforma del Código Penal de 2015 lo
gan dispositivos de bloqueo andalcohol). No obstante, no se tienen datos unifica todo bajo !a rúbrica de la suspensión y solo permanece el término de sustitución para
acerca del número de veces que se imponen reglas de conducta o del ripo la sustitución automática de la pEÍsión de menos de tres meses y sustitución por expulsión.

166 167
¡MTRODUCCIÓN A LA CiUM I N OLOGJA Y AL SiSTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

puede concederse a personas con diversos antecedentes, y la pena puede sí la persona supone una amenaza real y suficientemente grave para el or-
ser de hasta cinco años. Es correcta la previsión del nuevo Código Penal den público o la seguridad (ar£. 89,4), disposición que realmente debiera
de 2015 de que las recaídas en el tratamiento no deben ser consideradas ser de aplicación a todos los ciudadanos extranjeros.
abandono del mismo. En el supuesto de que el juez opte por la expulsión, la persona previsí-
Un problema recurrente es si e¡ juez puede suspender la pena de pri- blemente irá a un centro de internamiento de extranjeros durante sesenta
sión en la fase de ejecución, a pesar de que en la sentencia no se ha apre- días, y si en este tiempo no es expulsada, debe ser trasladada a un estable-
ciado la atenuante de drogadicdón. El Tribunal Supremo (Sentencia del cimiento penitenciario para cumplir la pena.
Tribunal Supremo de 29 de octubre de 2014, Fundamento Jurídico 5.°)
confirma que se puede aplicar la suspensión por drogodependencia, aun Hay diversos tipos de expulsiones y este es un tema de enorme complejidad.
cuando no se haya apreciado la atenuante «cometer el delito a causa de la A riesgo de equivocarme, realizo una breve exposición. La principal forma de ex-
pulsión es una sanción administrativa cuando se carece del permiso de residencia
drogodependencia», y razona que ambas penas tienen exigencias diversas
y trabajo. En este caso, un procedimiento habitual es la identificación policial,
y obedecen a finalidades distintas.
apertura de expediente aánünistrativo y eventual traslado al centro de mterna-
En Estados Unidos existen drug courts, juzgados especializados que miento de extranjeros (Martínez Escamilla, 2013). Un segundo tipo de expulsión
supervisan el tratamiento, realizan controles de drogas y ejercen un segui- es la que puede realizar el juez penal cuando sustituye la pena de prisión por la
miento contmuado del penado (Koetzle, 2011). Estos tribunales, inspira- expulsión (y es la que estamos estudiando ahora). Un tercer dpo es ia «peniten-
dos en las ideas de la «justicia terapéutica», pretenden contribuir a resoÍ- ciaría», que se produce cuando la última parte de la condena se sustituye por la
ver el problema específico más que a administrar castigos. expulsión a su país.
Es importante aávertír que a pesar de que distingo entre derecho pena! y de-
recho de extranjería, en la práctica se entrecruzan (por esto en la criminología in-
5. SUSTITUCIÓN POR EXPULSIÓN glesa se habla de crimmigration ¡aw, Stumpf, 2006). Así, la persona por el hecho
de haber sido condenada a cualquier pena inferior a un año ya dene anteceden-
tes penales y difícilmente podrá renovar el permiso de residencia; y además, si la
La presencia de numerosos inmigrantes en España y en ¡os centros pe-
condena es una pena superior a un año de prisión por un delito doloso, cuan-
nitenciarios motivó la introducción de la sustitución de la pena de prisión do finaliza su cumplimiento es «expulsabie», ya que ello constituye a su vez una
por la expulsión. Si bien, por un lado, hay personas que opinan que es un falta administrativa (art. 57,1 y 2, Ley Orgánica de Extranjería). No obstante, la
castigo muy benévolo, otros creen adecuadamente que es un castigo seve- Sentencia dei TJUE de 7 de diciembre de 2017 (Asunto C-636/2016) señala que
ro bien por lo mucho que le ha costado a la persona llegar a Europa, bien la expulsión de !os extranjeros residentes de larga duración no puede producirse
por los numerosos vínculos que ya tiene en el país, pues hay personas que de forma automática como consecuencia de una pena, y requiere acreditar que la
llevan viviendo años, con o sin papeles, y se casan, tienen hijos y solo for- persona representa una amenaza real y grave contra el orden o seguridad pública.
malmente son «extranjeros».
La reforma del Código Penal de 2015 prevé que las penas de prisión
6. LA DISCUSIÓN CRIMINOLÓGICA DE LAS PENAS ALTERNATIVAS
de más de un año impuestas a un ciudadano extranjero puedan ser sus-
tituidas por la expulsión7. La novedad de ¡a reforma del Código Penal 6.1. Década de los sesenta
de 2015 es que dispone la sustitución de la pena de prisión por la expul-
sión, aun cuando el ciudadano extranjero esté en el país ¡egalmente (por La discusión del tema de las alternativas a la prisión surge en Europa y Es-
ejemplo, con la tarjeta de residencia de larga duración), mientras que el tados Unidos en la década de 1960. Si bien ya eran conocidas insütuciones
anterior Código Penal preveía la expulsión para «personas no residentes como la probatíon o la parole (libertad condicional), se aumenta el catá-
legalmente en España» (art. 89). logo de penas alternativas que pretenden evitar la condena de prisión. Es
Esta reforma permite que el juez no sustituya la pena de prisión por la década de bienestar económico y de la politización del deÜto, se confía
expulsión si esta fuera desproporcionada. Y añade una disposición dirigi- en que la cárcel desaparecerá (Bianchi y Van Swaaningen, 1986) e inclu-
da. a los ciudadanos de la Unión Europea de que la expulsión solo procede so la criminología oficial pronostica el estancamiento de las tasas de en-
carcelamiento (ver la evolución áe Estados Unidos en Jacobson, 2005).
7. Para las penas de más de cinco años de prisión se impone una condena mínima La primera evaluación en esta etapa es muy negativa también porque
obligatoria antes de proceder a la expulsión (are. 89.2). predominan los discursos de la criminología crítica. La mayor objeción

168 169
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

es que las alternativas no tienen capacidad de producir una excarcelación falta de alternativas para reincidentes; y el aumento del colectivo de in-
(Cohen, 1985) y se populariza la expresión: «expansión de la red penal» migrantes en pnsion.
(Ausrín y Krisberg, 1981) para afirmar que las penas alternativas aumen-
tan, pero no evitan el incremento de la prisión. También surge por la 6.3. El populismo punitivo: las reformas de 2003 a 2010
decisiva influencia de Foucault (1976), la objeción de que las penas aker-
Las reformas en esta época se consideran inspiradas por el «populismo pu-
nativas son más «disciplinarias», más introroisivas que la prisión.
nitivo» (Larrauri, 2006), y se produce una intensificación de los discur-
Además, el discurso se contagia del pesimismo existente capturado en
sos de «mano dura» hacia los delincuentes expresados en eslóganes como
¡a reiterada frase de Nothing works («nada funciona») (Martmson, 1974,
«cumplimiento íntegro de las penas» y una apelación a la víctima.
Cid y Larrauri, 2005), que implica que es indiferente condenar a pena de
La reforma del Código Penal en la LO 15/2003 de 25 de noviembre
prisión o a una pena alternativa, ya que ninguna de ellas produce diferen-
modificó el nuevo Código Penal de 1995 e introdujo diversas novedades
cias significativas en lo que se refiere a tasas de reincidencia. Por último, en
en el sistema de penas que endurecían los requisitos para acceder al tercer
esta época, también debido a la «crisis de la resocializacÍón», se desarro-
grado y la libertad condicional (ver tema 9).
lia el modelo de merecimiento respecto de las penas alternativas y que las
En el ámbito de las MPÁ se producen tres reformas en España que
defiende según criterios de proporcionalidad: hay delitos poco graves que
contribuyen a entender su expansión (ver Figuras 14.1 y 14.2), la cual
no merecen pena de prisión (Morris y Tonry, 1990; Van Hirsch, 1993).
también se produce en Europa (Robinson y McNeiU, 2015). En primer lu-
gar, si ¡a persona es condenada por un delito de violencia de género y se
6.2. Introducción de las penas alternativas en España:
suspende !a pena de prisión, ¡a LO 1/2004 de 28 de diciembre de Medidas
el nuevo Código Penal de 1995
de Protección Integral contra la Violencia de Género de 2005, ordena un-
poner obligatoriamente el requisito de participar en un programa forma-
Las alternativas a la prisión entran en el nuevo Código Penai de 1995, lia"
dvo (Antón y Larrauri, 2009; Larrauri, 2010). En segundo lugar, en
mado «Código Penal de la democracia» porque adecúa esta ley a la Cons-
¡a LO 15/2007 se introducen los trabajos en beneficio de la comunidad
titución, que introduce nuevas MPA, como los días multa, el arresto fin
de forma obligatoria para los delitos en contra de la seguridad vial, los
de semana y el trabajo en beneficio a la comunidad.
cualeís fueron además previstos como opción en los delitos de violencia
Los análisis de esta época (Cid y Larrauri, 1997) señalan: a) se Ín-
de género. Por último se añaden nuevas penas mcapacitadoras obligato-
traducen pocas penas alternativas; b) además como penas adicionales
rías en los delitos de violencia de género, como la prohibición de acerca-
a la pena de prisión, c) el mecanismo de su imposición se hace depender
miento, comunicación y residencia.
de la determinación judicial y hay pocos casos en los que el legislador
opta ílirectamente por el establecimiento de una pena distinta de la pri- La realidad siempre es más compleja y la reforma de 2003, a pesar de que en
sión; d) los jueces tienen escaso margen para conceder la suspensión de general puede valorarse como un incremento punitivo, también aumenta la posi-
la pena de prisión, pues solo podía aplicarse a penas de dos años y si la biiidad de aplicar la suspensión de pena de prisión a personas drogoáependientes
persona carecía de antecedentes penales. a¡ permitir dicha suspensión hasta penas de cinco años.
La conclusión de una investigación de la ejecución de las penas en el
nuevo Código Penal fue que las nuevas MPA no fueron muy aplicadas La reforma de 2010 introdujo además la institución de la libertad
(CÍd y Larrauri, 2002). El estudio concluía con un triple mensaje al legis- vigilada. Esta es importante, pues a pesar de que solo se reguló respecto a
lador; las MPA deben ser penas principales; a los jueces: pueden optar la delincuencia sexual y los delitos terroristas, representó aceptar que se
en más ocasiones por imponer MPA; y a ¡a Administración: debe ofrecer puede aplicar una medida de seguridad después de que la persona haya
más apoyo en su aplicación, ya que las MPA en cualquier caso son más cumplido íntegra.mente su pena de prisión (ver epígrafe 8 siguiente).
económicas que la prisión.
A juzgar por el gran incremento que existió en el número de perso- 6.4. La actualidad: 2010-2017
ñas enviadas a prisión desde 1980 (ver tema 10, Figura 20), las MPA no
fueron capaces de contrarrestar todas las fuerzas que comportaron un au- En la fase actual a nivel internacional persiste la expansión de las penas
mentó de la prisión, entre ellas (Cid y Larrauri, 2009): la desaparición de alternativas (Aebi et al., 2015) y si bien se insiste en que estas no producen
la redención de penas por el trabajo; el alargamiento de las condenas; la un efecto descarcelador apreciable, también se concede que en algunos

170 171
¡NTftODUCCiÓN A LA CiUMINOLOGfA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

países su existencia evita en ciertas ocasiones la imposición de una pena de Figura 14.1. Expansión de !as medidas penales alternativas:
prisión. En España se ha producido también un considerable crecimiento Evolución anual dle los mandamientos de trabajos en beneficio
de la comunidad gestionados por la Administración General del Estado (AGE)
de las penas alternativas y algunos autores les atribuyen un efecto descar-
celador (Cid, 2017).
En segundo lugar la etapa actual se caracteriza por el abandono del es-
logan Nothing works, y ¡a convicción de que las MPA son más justas, más 200000

rehabilitadoras y desde luego más económicas. El eslogan actual es What 17SOOO

works? («¿qué funciona?»). La literatura relevante viene de Canadá, don- isoooo

de un grupo de psicólogos (Andrews y Bonta, 2006) han desarrollado di- 125000


versos instrumentos de medición de riesgo y unos principios para que los icoooo
programas cognitivo-conductuales que se aplican a las personas condena-
75000
das den mejores resultados (Redondo, 2008).
soooo

El modelo de intervención en penas comunitarias se conoce como modelo 1S 000


613 615 EH 633 1739
R&N&R, y enuncia los siguientes principios de intervención efectiva: a} Prin-
ZOOO 2001 3002 2003 M04 20DS 200S 1007 ¡OOB 1009 2010 ;OH ¡012 Í013 2014 MÍS 2016
cipio del riesgo (Risk) (Lowenkamp et ai., 2006; Bonta et ai, 2008): hay que
adecuar la intervención en hmción del riesgo y no se puede sobrecargar a las
personas con obligaciones, pues si se junta e! grupo de bajo riesgo con los de Fuente: Anuario del Ministerio det Interior 2016 (Gcátíco 4-2-2).
mayor riesgo, hay más posibilidad de contagio, mayor probabilidad de ruptura
áe las redes sociales y más posibilidades de que se produzcan incumplimientos.
b) Principio de necesidad {Need): hay que adecuar ¡a intervención a las «necesi-
dades criminógenas» de la persona condenada, aquellas que están directamente Figura 14,2. Expansión de las medidas penales alternativas en Cataluña:
relacionadas con ta comisión de delitos, c) Principio de adecuación (Responsi- trabajos en beneficio de la comunidad (TBC) y programas formadvos (PF)a
vity}: se debe conseguir que la respuesta penal atienda a las particularidades de
determinados colectivos y se adecué a su problemática.
18000

Este modelo generalmente tropieza con el escepticismo de quienes no 16000


están muy convencidos áe la eficacia de los programas conductuales y de- U 000
tienden más bien que el cambio se consigue con la implicación del propio
12000
condenado en la transformación de los factores objetivos y subjetivos que
>000
rodean a la persona. Probablemente, el representante más destacado de
esta corriente, denominada paradigma del desistimiento es Shadd Maruna8. 1000

Este autor de un gran libro Making Good (2001), explica que la gen- i 000
te deja de delinquir fundamentahnente por tres motivos: porque madu- 4000
ra, porque desarrolla vínculos sociales y porque (y esta es su aportación)
2000
desarrolla una nueva «narrativa». Esta nueva narrativa (redemption script)
o
consiste en una percepción optimista (a la vez que trágica) del mundo, el 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
deseo de ser productivo y ayudar a ¡os demás, lo que le permite a la per- SPF 954 1720 2118 2264 2403 2324 1982 1867 1770 1705 1637 1829
sona aprovechar las oportunidades objetivas. La tarea de los delegados •TBC 2639 2966 2962 9032 1397 14G2 9062 8523 9346 9538 8580 7887
de MPA es entender qué factores (objetivos y relaciónales) refuerzan este
proceso de cambio y de este modo permitir que la persona adquiera una * Los programas formarivos han pasado a ser recogidos bajo la etiqueta 'obligadons
[obligaciones] en la base de datos.
8. Una confrontación de ambos paradigmas favorable ai desistimiento puede Eeeise
en McNeiÜ (2006) y una más partídaria de los programas de interrención psicológica con- Fuente; Elaboración de Cristina Güeni sobre datos del Departamento de Justicia de la Ge-
ductua! en Cuüen (2012). neralitat de Cataluña (Descriptores EsEadísticos de M.edidas Penales Alternativas).

172 173
INTRODUCCIÓN A LA CMMÍNOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

nueva identidad. El énfasis se sitúa en la relación empática, que desarro- Ahora bien, ¿cómo debe ser la respuesta penal? En la literatura crimi-
Ha el delegado de ejecución de medidas con la persona condenada. La nológica son conocidos los siguientes modelos: el «modelo tutelar» origi-
«redención» también requiere rituales de reintegración (los inversos de nario parte de que su función es la protección del menor; el «modelo edu-
las ceremonias de degradación que acompañan a la condena) para certi- cativo» se basa en una respuesta asistencial, no punitiva, y debido a que se
ficar su reentrada en la sociedad. inspira en hacer el bien al menor, se presume que es un modelo benévolo
En Estados Unidos, la pena alternativa más usada es la probation, que y descuida las garantías necesarias para imponer una sanción penal; y el
consiste en el seguimiento por parte de un delegado que ejerce las fun- «modelo responsabilizador» pretende combinar la orientación educad-
clones de ayuda y control. El delegado desempeña el rol de «modelo de va con la conciencia de que se impone una sanción penal (Bernuz, 1999,
comportamiento social», trabaja las técnicas de restructuración cognitiva, Fernández Molina y Rechea, 2006; Fernández Molina, 2008).
y mantiene relaciones personales de empatía y respeto. Por todo ello se En España, la Ley Orgánica Reguladora de la Responsabilidad de los
cree que estas relaciones, cuando son positivas, pueden contribuir a la re- Menores (LORPM 5/2000), que entró en vigor en el año 2001, declaró
habilitación de la persona. El problema es la cifra elevada de revocación la responsabilidad penal del joven mayor áe catorce y menor de dieciocho
de la probation^ pues si se imponen muchas condiciones por los jueces, años9. El catálogo de delitos previsto es igual que el de los adultos, pero la
entonces de forma implícita se faculta al delegado para encontrar muchas respuesta penal es más flexible y el contenido de las medidas es educativo,
infracciones de las reglas de carácter técnico. Para evitar que la gente fra- si bien para imponer una «medida» penal se deben respetar las mismas
case y acabe en prisión se sugiere: a) limitar las condiciones que se ímpo- garantías penales que para un adulto. Se pretende recurrir lo mínimo
nen a las que estén directamente relacionadas con el delito; b} restringir a un juicio penal, promover la mediación y no institucionalizar favore-
¡egalmente los casos en que procede la revocación en vez de la modifica- ciendo el uso de medidas penales alternativas. Las notas distintivas de
ción; c) restringir el tiempo que se está en supervisión, el cual puede ade- la LORPM son:
más ser acortado por el juez; y d) hacer un requerimiento con una vista 1. Juzgados específicos llamados juzgados de Menores. Los jueces y
oral en la que exista un mínimo de garantías legales antes de revocar magistrados deben ser especialistas.
(Klingele, 2013) 2. El distinto rol del ministerio fiscal. El ministerio fiscal realiza la íns-
trucción del procedimiento y rige el principio de oportunidad. El
ministerio fiscal es el que indica qué casos deben pasar al proceso pe-
7. JUSTICIA JUVENIL nal y cuáles pueden ir a mediación o ser sobreseídos.
3. La mediación es posible al inicio del proceso, dejando en suspenso la
La edad en que uno es «joven» penalmente es una construcción cultural,
medida o incluso en el momento de ejecución de la condena. Hay un
social y legal y, en consecuencia, es variable por época y país. Hay dos gran uso de la mediación (en Cataluña un 30% de todos ¡os casos)
decisiones que tomar legabnente: la primera es a. partir de qué edad pen-
entre el joven y la víctima, y este acuerdo mediador no se inscribe
samos que un menor debe ser responsable penalmente (por ejemplo, en en el Registro de Sentencias de Responsabilidad Penal de Menores
el Reino Unido es a. los diez años y en España, a los catorce); y la segunda como condena.
es hasta qué edad pensamos que se le puede derivar a un sistema penal 4. El uso obligado del informe social y la presencia de los técnicos (tra-
juvenil distinto del sistema de adultos (hasta los dieciocho, si bien luego bajadores sociales, psicólogos u otro personal que haya elaborado el
se le puede ubicar en una prisión de jóvenes). informe) en el juicio para asesorar al juez y al fiscal sobre la pena que
La decisión de dar una respuesta diferenciada a ios menores de die-
imponer.
ciocho años que cometen un delito obedece a un consenso que favorece la
5. Las medidas no son estrictamente proporcionales, sino que se impo-
respuesta resocializadora. Eüo se debe a que se admite que la persona aún
nen en función del delito y de las circunstancias del menor. El prin-
no ha terminado su proceso áe maduración y delmquir en numerosas oca-
cipio del «interés superior del menor» es prevalente y el juez debe
siones forma parte de la experiencia de crecer, y es un comportamiento
considerar fundamentalmente que la medida no resulte perjudicial
que se abandona cuando uno madura y desarrolla vínculos sociales. En
para el menor.
consecuencia, lo que debe hacer el sistema penal es ayudar en este proce"
so de maduración y no intervenir convirtíendo un problema pequeño en
9. Los menores de catorce años que cometen un delito también rienen una respuesta,
uno grande (etiquetando al joven de delincuente).
pero esta no es de carácter penal.

174 175
/
fMTR.ODUCClÓN A LA CMMÍNOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

6. Las penas, llamadas medidas, a la vez educativas y sancionadoras, son Figura 15. Medidas impuestas a los menores condenados en 2016
distintas de las previstas en el Código Penal y son más flexibles, ya
que el juez puede cambiarlas en cualquier momento. Se prioriza la in- Medidas adoptadas para los menores
Valores absolutos Porcentaje
tervención en el propio medio del joven, en el medio comunitario, y condenados en 2013
la más aplicada es la «libertad vigilada» (ver Figura 1S). Asistencia a un centro de día 131 0,6%
7. Existe un gran desarrollo de penas alternativas, como la prestación en
Amonestación 613 2,8%
beneficio de la comunidad y tareas socioeducativas, y el uso reducido
(en torno al 10 o al 12%) de los centros de internamiento. No obs- Convivencia con otra persona, familia o grupo 451 2,1%
educativo
tante, en posteriores refocmas, ei legislador compeÍe a los jueces a ün-
poner un mínimo de periodo de ínternamientOi especiahnente para la
Internamiento abierto 129 0,6%

franja de dieciséis a dieciocho años en caso de delitos muy graves. Es ínternamiento cerrado 477 2,1%
importante también recordar que en España cuando el joven tiene Internsmiento semiabierto 2500 11,6%
veintiún años, pasa a una prisión de adultos, aun cuando el hecho Interoamiento terapéutico en régimen cerrado, 433 2,0%
fuera cometido cuando era menor. semiabierto o abierto
8. En lamayor parte de las comunidades españolas, la gestión de la mmensa Libertad vigilada 9270 43,1%
mayoría de los centros de menores ha sido privatízada (Dopico, 2011).
Prohibición de aproximarse o comunicarse 874 4,1%
9. El joven tiene derecho a la asistencia letrada. Estos abogados han de con la víctima
ser especialistas en menores.
Prestación en beneficio de la comunidad 3258 15,1%
10. E! Juez abre una pieza de responsabilidad civil separada. En caso áe
que el menor no la pueda pagar, esta pasa a ser responsabilidad sub-
Permanencia de £ln de semana 420 2,0%

sidiaria de los padres. Privación del permiso de conducir 54 0,3%


Realización de tareas socioeducativas 2496 11,6%
Tratamiento anibuÍatorio 450 2,1%
8. MEDIDAS DE SEGURIDAD Y LIBERTAD VIGILADA
TOTAL 21526 100,0%
La imposición de una medida de seguridad es la respuesta que se da cuan- Fuente: Elaboración de Cristina Güerri sobre datos del Instituto Nacional de Estadística.
do una persona que consideramos aquejada de una grave enfermedad
mental comete un delito y es declarada por el jue% inimputable (no apta
para entender la ley o para controlar su propio comporÉamiento, art. 20 luego la pena, que el juez podría modificar o sustituir en el caso de que
del Código Penal), se hubieran alcanzado los objetivos. Este sistema de doble vía se conoce
Debido a la influencia de ¡a escuela biológica (ver tema 3), a esta per- con el nombre de «sistema vicarial» y el tiempo transcurrido en la medi-
sana no se la puede «castigar con una pena», entonces, el Juez aplica una da. de seguridad computa a efectos de la pena.
eximente completa y la «absuelve» áe una pena, condenándola a una me- Sin embargo existe una discusión recurrente áe qué hacer con las
dida de internamiento por el tiempo que hubiera durado la pena de pri- personas imputables que finalizan su pena de prisión y se considera que
sión. Entrecomillo todo lo anterior porque la medida de seguridad pue- aún son peÜgiosas (Landa, 2014). Esta alarma se enciende en tas ocasio-
de cumplkse en un módulo de prisión que es la enfermería psiquiátrica. nes en que un delincuente sexual deja la prisión y se afirma que «el riesgo
Evidentemente, todos los Ínimputables condenados no acaban en la cár- de reincidencia es alto».
cel porque también hay medidas de seguridad no privativas de libertad, Para hacer frente a este problema, se introdujo en el Código Penal
y en este caso, el seguimiento acostumbra a recaer, en el caso de Catalu- la posibilidad de que el ministerio fiscal acudiese a la Jurisdicción civil y
ña, sobre un delegado de ejecución de medidas penales alternativas (Solé solicitara una declaración de incapacidad (Dísp. adicional 1.a del Código
Puig,2011). Penal). La segunda reforma fue introducir penas accesorias áe carác-
Si la persona es declarada semiímputahle, se le impone una medida £er incapacitador más largas que la condena de prisión. En el año 2010 se
de seguridad y una pena. Primero debe cumplir la medida de seguridad y aprobó la posibilidad de aplicar una medida de seguridad, denominada

176 177
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL. EL SISTEMA DE PENAS

«libertad vigilada» (art. 106 del Código Penal). Esta medida consiste en zación. Lo que no es lógico es que en este caso la víctima no cobre, y por
imponer obligaciones, prohibiciones y reglas de conducta por un periodo ello, en la actualidad diversos Estados disponen de Fondos Estatales de
máximo de diez años, a las personas imputables condenadas por un de- Compensación que permiten indemnizar a la víctima de un delito violen"
iito. Por último, la reforma del Código Penal de 2015 amplió el número to, de un delito terrorista o de tráfico (aun cuando luego el Estado pueda
de delitos a los cuales el juez debe (delitos contra la libertad sexual y te- intentar recuperar el importe del delincuente individual).
rrorismo) o puede (delÍÉos contra la vida y violencia de género) aplicar No obstante, por influencia del movimiento de víctimas, cada vez
esta medida. es más usual que el juez tome en consideración si se ha pagado, se está
La libertad vigilada es una medida muy cuestionada, pues impone pagando o se ha asumido pagar la responsabilidad civil. Ya hemos visto
una medida de seguridad a personas juzgadas como responsables después como esto se toma en consideración en la suspensión de la pena de pri-
de finalizar la pena de prisión en base a un pronóstico de peligrosidad. sión. También en !a pena de prisión se prevé que la persona no pueda ser
En España esta medida solo puede imponer obiigaciones no privativas de clasificada en tercer grado o salir de prisión en libertad condicional si no
libertad. Por el contrario, en algunos países de Europa, también se puede ha pagado la responsabilidad civü (ver tema 9).
cumplir una medida de seguridad privativa de libertad después de finali- En consecuencia, aun cuando todas las deudas no constituyen estric-
zar la pena de prisión. Esta medida de seguridad se conoce con el nombre tamente una pena, el impago de ellas tiene consecuencias penales. Reden-
de «custodia de seguridad»10 y ha sido muy cuestionaáa por el TEDH, tes estudios en Estados Unidos ponen de manifiesto que la deuda econó-
que, sin embargo, finalmente ¡a admite si su contenido es claramente el mica producto de la multa, !a responsabilidad civil y las costas del proceso
de una medida de seguridad distinto de una pena de prisión (Drenkhan, convierten un castigo temporal en un estado de larga duración. Las penas
Morgenstern y Van Zyi Smit, 2012). pecumarias no son solo una consecuencia de la pobreza, sino una causa de
Debe recordarse, para terminar, que los pronósticos de peligrosidad reproducción de la pobreza (Harris, Evans y Beckett, 2010).
son inciertos y es siempre debatible privar a alguien de libertad solo en
base a ellos; además hay alternativas menos lesivas, desde la institución de
10. SANCIONES COLATERALES DE UNA CONDENA
la libertad vigilada hasta los círculos de apoyo y responsabiÜáad {Gíreles
ofStipport andAccountahility), para ayudar y controlar a las personas que Las sanciones colaterales de la condena es un concepto norteamerica-
acaban su condena y aún pueden representar un peligro.
no (Demleitner, 2000; Caígate Lave, 2010; Chin, 2012; Kü-lc y Wake-
fíeld, 2018) para indicar que además de la pena fijada en la condena,
la persona sufre otras consecuencias que son «castigos invisibles» (Tra-
9. RESPONSABILIDAD CmL
vis, 2002) en ocasiones incluso para el propio juez.
Por ejemplo, como consecuencia de la condena penal, la persona ex-
En España, la obligación de reparar e indemnizar a la víctima del delito
tranjera puede ser expulsada del país, a pesar de llevar residiendo prácti-
también se decide en el proceso penal, mientras que en otros países, una vez
camente toda su vida y tener el permiso áe residencia. Y esta consecuencia
se ha declarado la responsabilidad penal, se debe iniciar un proceso civil.
colateral no depende del juez penal, sino que es una consecuencia automá-
En el supuesto de que la persona no la pague voluntariamente se rea-
tica prevista en las leyes de extranjería. Otra sanción colateral en el Reino
liza un procedimiento de apremio y se embarga el sueldo o los bienes que
Unido es la inscripción de la condena por un delito sexual en un registro
se encuentren. La responsabilidad civil no es legahnente una pena y, en
especial. Ello es independiente deÍ juez, y estar inscrito en este registro es-
consecuencia, sí la persona no ¡a paga, no se transforma en responsabili-
pedal conlleva la obligación de notificar y/o la prohibición de viajar fuera
dad personal subsidiaria, como sí sucede con la multa.
del país y de trabajar en numerosas ocupad ones11.
SÍ la persona no riene medios económicos para hacer frente a la res-
En otras ocasiones, estas consecuencias colaterales están vinculadas al
ponsabilidad civil, parece muy lógico que ello no se transforme en una
hecho de que la persona condenada tiene antecedentes penales que se
pena privativa de libertad, ya que en caso contrario habría personas que
irían a prisión por no tener dinero con el que hacer frente a la indemni-
11. Desde e! RD 1110/2015 de 11 de diciembre, en España se inscribe la condena
por un delito contra la libertad semial en un registro de delincuentes sexuaies. Esta ins-
10. Ea ingiés conocida como preventwe detention, que no debe confundirse con la cripción es un antecedente penal y limita el acceso a determinadas profesiones, pero no
prisión preventiva {pre-trial detention) que se dicta como medida cautelar. conlleva, como en el caso de Reino Unido, sanciones adicionales.

178 179
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL EL SISTEMA DE PENAS

mantienen en vigor mucho tiempo después de haber finalizado su conde- 12. LECTURAS RELEVANTES
na, y en algunos casos en Estados Unidos no se borran ni cancelan nunca
(Jacobs, 2015). Ashworth, A. (1992), Sentendng ana criminal ¡ustice, Cambridge Universky Press,
En Estados Unidos, los antecedentes penales producen una grave ex- Cambridge, 62015.
clusión de! mercado laboral, también afectan a los derechos sociales: por Blay, E. (2010), «'It could be us': recent transformations m the use of commu-
ejemplo, si se ha sido condenado, la persona se puede ver privada de nity service as a punishment in Spain»: European journal ofProbation 2(1),
pp. 62-81.
determinadas pensiones o prestaciones económicas; y a los derechos po-
Uticos, ya que en algunos estados, el condenado a prisión no puede votar. Cid, J. (2009), La elección del castigo. Suspensión de la pena y probation versus
prisión^ Bosch, Barcefona.
En España y Europa, la situación no es idéntica a la norteamericana (Ja-
Fernández Molina, E. (2008), Entre la educación y el castigo: un análisis de la jus-
cobs y Larrauri, 2012; Larrauri, 2014a), pero el hecho de tener ante-
ticia de menores en España, Tirant !o Blanch, Valencia.
cedentes penales también desencadena determinadas consecuencias, por
Laudar J. M. (2016), Prfstón y alternativas en si nuevo Código Penal tras la refor-
ejemplo, las personas con un antecedente penal no pueden acceder a de-
ma 2015^ Dykinson, Madrid.
terminadas profesiones (Larrauri y Jacobs, 2013); tampoco conseguir, o
Larrauri, E. (2010), «Los Programas Formativos como medida penal alternativa
les es mucho más difícÜ renovar, el permiso de residencia; y determina- en los casos de violencia de género ocasional»; Revista Española de Investiga-
dos derechos políticos y sociales están restringidos. don Criminológica, núm. 8, pp. 1-26.
Conviene recordar dos ideas clave: Ja primera es que las sanciones co-
Mauer, M. y Chesney-LÍnd, M. (eds.) (2002), Invisible Punishment, The New
laterales son muchas veces invisibles para el juez y para el abogado,ya que Press, Nueva York.
generalmente ellos saben la condena que se impone en el proceso penal,
pero no siempre conocen el alcance de esta en otros sectores del ordena-
miento jurídico (ley de extranjería, derecho laboral, derecho electoral).
Así pues, es importante recordar que cuando la persona se conforma con
¡a pena, en ocasiones no conoce en toda su extensión Ías consecuencias y
no sabe realmente con lo que se conforma (Larrauri, 2014b). La segunda
idea es que los antecedentes penales perduran mucho después de haberse
cumplido la condena: en España, un máximo de diez años, y en este sen-
tido son una «doble pena».

11. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

1) ¿Cuál es la diferencia entre una pena y una sanción?


2) ¿Qué pena es adecuada para una persona que conduce en estado de
ebriedad y ha sido condenada por este hecho repetidas veces?
3) ¿Qué debería hacer el Juez con una persona condenada por violen-
da de género que infringe la prohibición de acercarse a su pareja?
4) Redactar un informe social sugiriendo una pena para el delito de con-
ducción bajo los efectos de las drogas o del alcohol (ar£. 379 del Có-
digo Penal).

180 181
Tema 9

SISTEMAS PENITENCIARIOS

El estudio de la prisión desde el punto de vista jurídico se denomina de-


recho penitenciario y es lo que generalmente (no) se estudia en las fa-
cultades de Derecho. El estudio criminológico de la prisión se centra en
dos cuestiones: en qué medida las sociedades actuales recurren a la pena
de prisión y cómo es la vida en el interior de la prisión. En España se
han desarrollado más estudios respecto de las tasas de encarceiamiento,
quizás porque cuando algunos penalistas viramos a la criminología, el
tema fundamental era el incremento de la pena de prisión, con lo que
la mayor parte de las publicaciones estudian el «aumento del punitivis-
mo» (Diez RÍpoIIés, 2006; Tamarit, 2007; Cid, 2008). En general hay
pocos estudios eÉnográficos de prisiones debido a la falta de tradición
criminal ógíca1 y también a que las instituciones son en general reacias a
permitir la entrada de académicos (Beyens et ai, 2013). No obstante, una
sociedad debe prestar atención a cuánta gente envía a prisión, por cuánto
tiempo y en qué condiciones (Downes, 1988).
¿Por qué es importante entender y preocuparnos por cómo es la vida
en prisión? En primer lugar, porque cuando se ünpone una pena de pri-
sión, se tiende a defender con argumentos de proporcionalidad y en oca-
siones no se conoce lo que verdaderamente es la pena de prisión que es-
tamos justificando. Describirla solo como una «privación de libertad» ni
se aproxima a la realidad.

Además de otras cuestiones, la cárcel impUca privación de libertad. [...j Pero


esto no es todo, pues estar encarcelado no es como estar bajo arresto domici-

1. Los que proporcionan información etnográfica o cuantitativa son Ríos y Cabre-


sa. (1998 y 2002); Cerezo Domínguez y García España (2007); Gallego, Cabrera, Ríos y
SegovÍa (2010); García España y Diez Ripollés (2012); González Sánchez (2012b); Navarro
(2012); Rivera y Aranáa (2013); Reviriego y De Vicente (2015).

183
INTHODUCCIÓN A LA CfUM I N 01-OG IA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIAftlOS

liario. Las prisiones son instituciones e instituciones totales. No solo se con- vó una prohibición de los poderes privados de castigar (por ejemplo, el
trola la libertad de movimientos, sino múltiples condiciones de vida (Kíei- duelo)3.
nig 1998: 290). Además de centralizarse, el poder de castigar fue civilizándose (Elias,
1977) y ello experimentó un gran impulso durante la Ilustración (que pro-
En segundo lugar, nos debe interesar porque, como sostiene Rawls hibió los castigos corporales y generó fuertes críticas a la pena de muerte).
(1971), la Justicia es la primera virtud que deben perseguir todas las ins- Paralelamente se producía una serie de cambios sociales (la migración del
tituciones sociales. También en la prisión deben respetarse los principios campo a la ciudad y e! consecuente anonimato de las relaciones sociales),
de reconocimiento de derechos y promoción de la igualdad de oportuni- la desaparición de colonias a las cuales se podía enviar a los condenados
dades, pues la persona está privada de libertad pero no del resto de dere- (con la pena de deportación) y la industrialización (que requería una ma-
chas. Además la prisión se justifica también por su capacidad para reha- yor producción y una mano de obra dispuesta a trabajar en las fábricas).
bilitar. Como declara el art. 25 de la Constitución española: «Las penas Todos estos procesos unidos, con características específicas de cada
privativas áe libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia país y en momentos distintos, conllevaron que cuando se codificó la ley
la reeducación y reinserción social...», y en consecuencia debemos inves-
penal) ¡a pena de prisión ocupó un lugar preeminente en el sistema de pe-
tigar cómo esta institución se orienta hacia esta finalidad. ñas (Cohen, 1985). Se priva de libertad y de esta forma se puede prescin-
Por último, nos debe preocupar cómo es la vida en la cárcel porque dir de la pena de muerte y de las penas corporales, pues la pena de pri-
nuestra civilización ha llegado a un grado de desarrollo y sensibilidad por sión puede ser aplicada de forma igualitaria, se puede dividir y contar el
el que no permitimos castigos mhumanos y degradantes, como se confir- tiempo, el cual empieza a tener un valor en dinero, y además permite la
ma en la Constitución cuyo art. 15 prohibe las torturas y las penas inhu- reforma (la penitencia) por medio del trabajo, la educación y la intros-
manas o degradantes. En consecuencia, en la prisión se debe mantener un pección religiosa.
«estándar de dignidad», cuyo último test sería: «¿Estaríamos tranquüos Los primeros estudios criminológicos cuestionan precisamente la hu"
si algún familiar nuestro tuviera que pasar algún tiempo en esta institu- manidad de esta pena: ciertamente, la prisión no aniquÜa el cuerpo como
don?» (Coyle, 2005). la pena de muerte o las penas corporales, pero quizás destruye de otra
En definitiva, la sociedad debe conocer, a¡ igual que respecto a todas las forma la humanidad de las personas. Las primeras críticas llegan de Esta-
mstituciones, no solo las leyes que regulan la prisión, sino cómo es la vida dos Unidos (Soothill, 2007), país en el que se desarrollan etnografías en
en prisión. A riesgo de ser repetitivos, debemos recordar que este no es un prisión y se exportan los conceptos áe «prisonización» (Clemmer, cit. por
manual de Derecho Penitenciario ni los ejemplos son siempre de prisiones Crewe, 2007) y las «penalidades de la prisión» {the pains ofimprisonment,
españolas. Quien desee una información precisa sobre !a legislación peni- Sykes, 1958). La conclusión es que la prisión es una organización que pro-
tendaria debe estudiar la Ley General Penitenciaria, LO 1/1979 de 26 de vaca un gran deterioro personal y social áe la persona, ya que la aisla y
septiembre (LOGP), RD 190/1996 áe 9 de febrero por el que se aprue- rompe los tenues lazos que ia mantienen integrada en la sociedad, además
ba el Reglamento Penitenciario y los manuales de Derecho Penitenciario. conlleva un estigma (Goffman, 1961) que dificulta la reintegración ante
los prejuicios sociales respecto a las personas presas y por los obstáculos
legales que estas encuentran. Por sí eÍIo fuera poco, la prisión no es un
1. ORIGEN Y CRÍTICAS A LA PRISIÓN
castigo efectivo, pues como indican las cifras internacionales de reina-
dencia, aproximadamente un 40% de personas reincide.
La prisión «surgió» en Estados Unidos (Rothman, 1971), Ciertamente, an-
tes también se «encerraba» a personas, pero el encierro no era la pena, Medir la reincidencia es un ejercicio difícil que debe ser analizado más pausa-
sino un lugar en el que se esperaba al juicio y la pena (la cual sería gale- (lamente. El nivel de reincidencia depende del tipo de delito, del número de años
ras, destierro)2. Una breve historia de la prisión destacaría lo siguiente: que se tomen en consideración, de si el cómputo incluye solo reingresos o también
la creación del Estado moderno implicó que el rey asumiera el poder detenciones policiales o condenas, de la reflexión acerca de que muchos delitos
no son descubiertos. En síntesis, nos movemos en cifras aproximadas. En Esta-
de castigar, el más importante además de cobrar impuestos. Ello conlle-
dos Unidos, el estudio probablemente más completo confirma que un 43,3 %
reingresó en prisión en los siguientes tres años (PEW, 2011) y en Cataluña, de

2. La mejor historia de la prisión en España es ¡a de Roldan (1988) y en el mundo


anglosajón, Morris y Rothman (1998). 3. Tomás y Valiente (1969).

184 185
INTRODUCCIÓN A LA CíUMÍN OLO G IA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIARIOS

acuerdo a CsptÍevila (2015), lo hizo un 30,2% en Íos siguientes cinco años de fi~ y algún banquero, pero cuesta convencerse de que estas excepciones5 al-
nafizar la condena.
teren la impresión mayoritaria de que a la prisión van las personas previa-
mente excluidas de la sociedad que han cometido un delito.
En definitiva, se percibe que la prisión presenta contradicciones es- ¿Por qué.tipo de delitos está la gente en prisión? (ver Figura 16).
tructurales: para intimidar debería ser una pena atroz, pero si es una pena
atroz, nuestra civilización y nuestras sensibilidades culturales y Jurídicas
no la admiten, pues resultaría una pena degradante e inhumana. La pri- Figura 16. Población redusa según tipología delictiva (2016)
sión debería rehabilitar, pero si se quiere enseñar a la persona a vivir en
sociedad, no es buena idea hacerlo en un lugar en que se la priva de ella, Contra el orden Homicidios y sus
formas
sin saber cómo responderá el día que finalmente salga en libertad. La PU4T° otros 8% Lesiones
4% ,4%' 5%
prisión presenta, pues, serias dificultades para convencer de que es una Contra la
.Contra la libertad
institución efectiva para reducir la delincuencia y rehabilitar. Si está en seguridad del
tráfico 1%
crisis, ¿por qué sigue vigente? Muchas personas están de acuerdo con que 2%
la prisión es una institución en crisis, pero temen no poder prescindir de Contra la
ella. Aun cuando finalmente cesulte difícil de imaginar una sociedad sin libertad
sexual
prisiones, seguramente no lo es reducirlas de forma muy significativa. 6%
Contra la salud /
publica
Delitos y faitas de
violencia de
2. ¿QUIÉN HAY EN PRISIÓN? género

La prisión se supone llena de delincuentes peligrosos, y por ello quizás


cuando uno entra por primera vez, siente miedo. Esta impresión se disi-
pa y aparece la sensación de «son muy normales», y la separación entre
«ellos y nosotros» se atenúa para dejar paso a la reflexión de que a veces
Contra el
hay malas decisiones en vez de malas personas. De acuerdo a datos de patrimonio y e!
CapdevÍla (2015) de los excarcelados el año 2010 que habían sido eva- orden
socioeconómico
luados con el RisCanvi4^ un 53,5% presentaban un riesgo bajo de rein- 40%
cidencia violenta; un 26,4% un riesgo moderado y un 20,1% un riesgo
alto. Hay que reflexionar entonces por qué se envía a las personas de bajo
Fuente: Elaboración de Cristina Güern sobre datos del Anuario Estadístico de ¡a Secreta-
y moderado riesgo a la prisión, y si acaso ello no es un reflejo de que la ría General áe Instituciones Penitenciarias 2016.
sociedad no sabe qué hacer con ellas. Por consiguiente, donde no llegan
los mecanismos del Estado social para incluir a sectores de la población
en riesgo de exclusión social, ahí aparece la prisión. 3. LA ENTRADA EN PRISIÓN
En lo que respecta al tipo de personas en prisión, en el año 2017,
el 92,5% eran hombres y el 7,5% mujeres, en general jóvenes, un gran Como ya vimos en el tema 7, después de la sentencia, el juez abre la fase
porcentaje de inmigrantes (aproximadamente en España un 30%), con de ejecución y si en esta no se suspende la pena de prisión, dicta un man-
problemas de drogodependencias, enfermedad mental, escaso nivel edu- damÍento de prisión que se notifica a la persona o a su abogado y la per-
cativo y pobre historia laboral (García España y Diez RipoÜés, 2012; sona dispone de unos días para entrar. Esta notificación generalmente se
González Sánchez, 2012b). ¿No hay gente de clase media en prisión? Ál-
gunos. ¿Ricos? Menos. ¿Policías? Sí, y también algún juez, algún profesor
5. Según mformadón del Diario La Ley (de 26 de enero de 2018) referida a los de-
Utos de corrupción, a 1 de enero de 2018 había en España 74 personas en prisión, en 40
4. El RísCanvi es un instrumento de valoración de riesgo que se introduce en el sis- casos, por el de malversación como delito principal y en otros 21 por el áe cohecho,y 13
tema penitenciario catalán a partir de 2009. preventivos.

186 187
INTRODUCCÍÓN A LA CHJMINOLOGJA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIAMOS

produce mucho tiempo después de la comisión del delito e inciuso de la con gente que no se ha elegido, en condiciones de vida muy distintas a
sentencia y ello ya supone un primer problema, pues la persona quizás ha las del exterior, convivir con uno mismo (vivir con ios remordimientos
rehecho su vida y de pronto le llega una pena por delitos cometidos años o con el pesar de io que mientras le está pasando a la familia), y adaptar-
antes. se a nuestra nueva imagen, a lo que dice de uno el hecho de estar en una
institución que nos revela a nosotros mismos un estatus moral inferior.
En la investigación de Cid y Larrauri (2002) se comprobó que desde la fecha La literatura especializada (Jewkes, 2007) destaca ios siguientes sen-
de comisión dei delito hasta la sentencia transcurría un promedio de veinticuatro timientos comunes que se experimentan a la entrada en prisión:
meses, y desde la sentencia hasta el final de la ejecución catorce meses más. EUo a} Miedo, Recordemos que conviven muchas personas las veinticua-
implica que desde el momento en que se delinque hasta que la persona eventual-
Ero horas al día en un recinto del que no se puede salir. Además existe
mente debe entrar en prisión puede transcurrir un promedio de tres años.
temor frente a los demás, pues la prisión es una institución desconocida
rodeada de mitos, y en consecuencia se está en un estado de alerta y con
Las «entradas voluntarias» representan aproximadamente un 20%
la necesidad de mantener una pose de duro para no ser objeto de abu-
en Cataluña6 y permiten elegir el establecimiento penitenciario. Sí no se
sos o ataques por parte de los otros presos. Algunas personas establecen
acude de forma voluntaria, se dicta una orden de «busca y captura» y en
alianzas, se forman grupos y algunos están solos. Algunos son líderes,
este caso, cuando se es detenido por ia policía, esta conduce a la persona
otros victimas.
al juzgado de guardia, desde donde se la deriva al centro penitenciario
í>) Aburrimiento. Se realizan actividades educativas, deportivas, lec-
de su circunscripción. La persona puede pedir su traslado a la aáminis-
tura, jardinería, trabajo productivo, se va a! gimnasio y se acude a progra"
tración penitenciaria, la cual puede concederlo en función de la dispo-
mas de tratamiento. No son actividades que uno hace cuando quiere, sino
nibilidad de plazas y otros criterios. Los tribunales han declarado en
cuando puede o cuando le toca. La falta de trabajo repercute no solo en
repetidas ocasiones que no existe un derecho a cumplir la pena en el esta-
las habilidades que se dejan de aprender, sino en la falta de dinero, que en
blecimiento que se elige7.
ocasiones se necesita para vivir un poco mejor dentro de la cárcel o para
La entrada en prisión es muy importante porque es cuando más ries-
enviar fuera a la familia. Al margen de las actividades programadas, el res-
go hay de suicidio o autolesión {entry shock, lo denominan Crewe y
Eo deí tiempo transcurre para la mayoría de presos en el patio. «En la cár-
Bennett, 2012). Una vez dentro se entiende mejor el concepto de insti-
cel reinan la monotonía y el aburrimiento; no se viven 365 días al año,
tución total elaborado por Goffman (1961) para describir una prisión,
sino un día 365 veces» (Nistal Burón, 2015, reproduciendo una frase de
un hospital psiquiátrico, un convento o un ejército. Una institución total
la película Cadena perpetua),
se caracteriza por su aislamiento del mundo exterior y además por aco-
c) Falta de autonomía para quedarse en la celda o salir a! patio, para
ger dos grupos de personas, los internos y los encargados, que se man-
comer o no, para cocinar algo que nos gusta, para hablar por teléfono,
tienen alejados en bloques opuestos, y en los que la disparidad de poder
para ducharse cuando uno quiere, para tomar una cervecita, cosas que da-
es enorme. En ella todos ¡os detalles de la vida cotidiana están regula-
mos por descontadas en nuestra vida diaria son imposibles en la prisión.
dos y sus reglas, no importa cuan nimias ni incomprensibles sean, se áe-
Todo está regulado, hasta a qué hora se puede o no puede hacerse. Final-
ben cumplir; todo lo que se hace es observado, cualquiera puede adver-
mente, ello produce una falta de responsabÜidad, un automatismo, pues
tir una falta en cualquier momento del día, y toda infracción se toma
es poco lo que se puede decidir por uno mismo y todo viene dado.
en cuenta para evaluar un permiso solicitado, por lo que el autocontrol
d} Sensación de agravio. Agravio por la causa pena! y por la dureza
debe ser casi absoluto.
de la pena («Yo no he matado a nadie», «Soy joven, fue un error»), y por
Y en una institución total uno debe adaptarse, ya que a diferencia de
las noticias que llegan del exterior y que llevan a la convicción de que aca-
la vida en sociedad, uno no es libre de irse y desconectar. Se debe convivir
bar dentro de la prisión o no salir en tercer grado es hasta cierto pun-
to aleatorio. Agravio también por simaciones de humillación8 y por las
6. Entre eí 1/1/2015 y el 31/5/2015 ingresaron en tas prisiones de Cataluña pEoee- normas que rigen el interior, que a veces se activan y originan «partes» y
demes de libertad: 2413 internos, de tos cuales 419 ingresaron voluntarios. Agradezco el
dato y disponibilidad de Carlos Soler, subtlirector genera! de Tratamiento de fa Dirección
General de Servicios Penitenciarios y Rehabilitación. 8. Ver Auto 875/2014 de la Audiencia Nacional (Sata de lo Penal), secc. 1.a, de 6
7. Consuitar, por ejemplo, la Sentencia de! Tribunal Supremo (Sala contencioso- de noviembre, donde se critican como innecesarias !as diecisiete ocasiones en que se pro-
administrativa, sección 7.a) de 30 de junio de 2014, cedió a un registro integral de un preso en un periodo de dos años,

188 189
¡NTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SÍSTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIARIOS

sanciones, y a veces no. Y sensación de impotencia por desconfiar final- Uno ya está dentro y al cabo de unos días en el departamento de in-
mente de que sirva de algo recurrir a alguna autoridad (Navarro, 2012). gresos, se da cuenta de que va en serio. Una vez dentro del establecimien-
e) Incomprensión, Muchos temas penales, penitenciarios y referen- to, lo más importante es la clasificación en grado (ver Figura 17), pues en
Ees a permisos de residencia para extranjeros son complejos. En ocasio- función del mismo se tiene un régimen de vida u otro en el interior de
nes, el personal suministra explicaciones de calidad y ello sin duda contri- la cárcel y la posibilidad de acceder a permisos de salida.
buye a hacer comprensible la situación, pero a veces incluso los que nos El primer grado es el encierro de una persona en condiciones total-
dedicamos a estudiar el sistema penal tenemos dificultades para contestar mente solitarias de más de veinte horas diarias. La clasificación en primer
certeramente a muchas preguntas. Muchos presos no entienden sus cau- grado se debe producir solo en casos excepcionales, o bien por extrema
sas, nada saben áe sí tendrán o no «papeles» cuando salgan, desconocen peligrosidad de la persona, o por inadaptación al régimen penitenciario
los motivos por los que se les deniega un programa, mi permiso, una pro- ordinario. El primer grado se caracteriza por un mayor aislamiento; la
gresión de grado, y todo ello produce angustia e incomprensión. persona está sola en una celda, no tiene ningún contacto con otro preso
f) Soledad y ruptura de relaciones. La vida en prisión es dura de so- o personal) la comida se le sirve a través de una reja, cuando sale al patio
brellevar: no se tiene un móvil para llamar cuando se quiere, las llama- está solo (o con o&ro), no realiza (o muy pocas) actividades, por lo que la
das de teléfono diarias están pautadas y hay pocos teléfonos para muchos, progresión es extremadamente difícÜ, las visitas están restringidas y no
no hay internet, no se está conectado... Las visitas están limitadas y la goza de permisos de salida al exterior. Además del aislamiento, el primer
prisión acostumbra a estar lejos de los centros urbanos. Todas estas cir- grado se caracteriza por una mayor intensidad de control sobre el interno,
cunstancias extremas hacen pensar en el suicidio, algunas personas se y el registro de la celda y el cacheo son diarios.
autolesíonan, o desarrollan una depresión o enfermedad mental, otras
En España solo hay un establecüniento específico de primer grado y el resto
recurren a las drogas legales e ilegales, y en otras también surge la firme
son presos clasificados en primer grado en módulos especiales en distintas pri-
voluntad de no volver. Hay que tener en cuenta que muchas de las per- siones (Frebca, 2014). En Estados Unidos, estos establecimientos se denominan
sonas que entran en prisión por primera vez ya son población excluida íMpfiffndx y proliferaron en la década áe ¡os noventa (Shalev, 2011). Las «Reglas
y con múltiples problemas de enfermedad mental, adicciones y vulnera- Mándela» (revisión áe las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos)
bilidad social extrema. La prisión en la gran mayoría de las ocasiones adoptadas por la ONU en 2015 subrayan que el aislamiento no debiera ser usado
agudiza estas problemáticas previas y aürae otras nuevas, como el des- para personas con problemas mentales y menores de edad, pues puede ocasio-
nar un daño defuütívo (por ejemplo, la aparición de una paranoia o psicosis) y
arraigo, la desconexión, el deterioro y el abandono.
es, por tanto, un casdgo «mhumano». También el T&DH ha aceptado en algunas
Todas las prisiones no son iguales (Pratt y Erikson, 2012) y por des-
ocasiones que el grado de aislamiento exttemo puede infringir e! artícuÍo 3 del
contado son relevantes ¡a forma arquitectónica, la ubicación física, el nú- Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) que prohibe los tratos in"
mero de internos, las actividades y relaciones que se establecen con el humanos y degradantes (Khider vs. France, 9 de noviembre de 2009; Horych
personal de tratamiento y los funcionarios, y la actividad vigilante del di- vs. Poíand, 17 de julio de 2012).
rector para asegurar los derechos de las personas presas. Toda esta activi-
dad humana positiva es la que se desarrolla en un entorno muy áspero y Debido al mayor grado de aislamiento y control, los efectos negativos
la que consigue que, a pesar de este entorno, un 60 % de personas logre del encarcelamiento sobre la persona son más intensos. Por este motivo,
rehacer su vida al recuperar la libertad. los juristas intentan limitar la aplicación de este grado y discuten los cri-
terios según los cuales una persona es clasificada en primer grado,cuán-
to tíempo máximo debería permanecer en este régimen (en la actualidad,
4. CLASIFICACIÓN EN GRADO no hay un límite máximo legal, véase una crítica en Tamarit et al,., 2005)
y qué actividades se realizan para poder afirmar con un mínimo de serie-
Cada país posee su propio sistema de clasificación, pero todos siguen al- dad que la persona riene ¡a posibilidad de progresar de grado.
gunos criterios basados en el nivel de seguridad, los delitos comeüáos, el La posibilidad, aun cuando quizás sea excepcional, de que una perso-
tiempo de condena, la problemática de salud mental o de drogodepen- na que ha pasado años en régimen de primer grado, en soledad casi abso-
dencias, o el comportamiento penitenciario. Los centros penitenciarios luta, acceda directamente a la calle constituye para todos los expertos un
pueden limitarse a acoger a presos de una categoría o ser establecimíen- auténtico despropósito. En cualquier caso es evidente que cumplir una
tos polivalentes. pena de prisión con e¡ resto de presos o cumplirla en régimen de aisla-

190 191
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SiSTEMAS PENITENCIARIOS

miento es una experiencia significativamente distinta (y en este sentido, no requiere pasar por los distintos grados, ni automático, pues la clasi-
la «igualdad de tiempo» de las condenas es solo aparente), ficación se realiza en base a un juicio individualizado. Lo habitual es ser
El segundo grado es el más habitual y se denomina «régimen ordina- clasificado inicialmente en segundo grado y progresar; sin embargo, se
rio». Este viene caracterizado por que la persona está en una celda sola (o puede cumplir toda la condena «a pulso» en segundo, o incluso en casos
generalmente con otro) durante todo el día o por la noche, aun cuando extremos en primero, sin acceder al tercer grado y sin haber gozado de
en otros países existen dormitorios para un número mayor de personas régimen abierto, libertaá condicional, o incluso de algún día de permiso;
(King, 2007: 115). Un aspecto relevante del régimen ordinario y lo que h) puede haber personas clasificadas directamente en tercer grado^ sin em-
diferencia a unos países áe otros es el mayor o menor grado de autonomía bargo, hay corrientes de opinión que lo critican porque «vacía» la conde-
del que la persona presa dispone en el interior del establecimiento. Radzi- na (y por ello en ocasiones el Parlamento impone que haya un periodo
novic (cit. por Sparks y Bottoms, 1995) afirmó que el Ideal de la prisión mínimo obligatorio de estancia en prisión). Otros autores defienden la
era un «régimen liberal en un perímetro de seguridad» y hay prisiones que clasificación inicial en tercer grado porque la supervisión y control que
se acercan más a este, en tanto otras están mucho más reglamentadas. se reaÜzan en un centro abierto penitenciario son suficientes. La discu-
En España, durante el día debes estar en espacios comunes realizando sión en el fondo es cuánta autonomía debe tener ¡a administración pe-
alguna actividad; estas pueden ser educativas, «destinos» o trabajos destí- nitenciaria para clasificar de acuerdo a criterios penitenciarios y no en
nados a permitir el ñmcionamiento de la prisión como lavandería, come- base a la duración de la condena; c) la Ley Orgánica General Penitencia-
dor y servido de limpieza; productivas, trabajo en algún taller; actividades ria (LOGP) permite situaciones intermedias de acuerdo al principio de fle-
de tratamiento, asistir a algún curso o programa de tratamiento. Evidente- xibilidad) así, por ejemplo, no es inusual que una persona esté clasificada
mente, una de las preocupaciones es mantener a la gente ocupada y para en segundo grado, pero pueda salir a realizar formación profesional o tra-
ello están también los gimnasios (y las «famosas» piscmas9), pues estar bajar fuera del recinto penitenciario al amparo del régimen previsto en
todo el día sin hacer nada es tedioso y puede desencadenar conflictos. Sin el art.100.2 del reglamento de la LOGP.
embargo, no hay actividades suficientes para todos los presos, y algunos
prefieren no hacerlas, y en este caso la vida diaria transcurre en el patio. Figura 17, Clasificación de la población penitenciaria reclusa en España
(Administración General del Estado y Cataluña) según el grado de tratamiento*
El segundo grado tiene un mayor nivel de apertura al exterior que el
primero y permite recibir más visitas (en España, veinte minutos dos veces
a la semana o cuarenta una vez, y un vis a vis íntimo o famiüar dos veces al ',:.~ioza¡,.
,1065., •
~~\ tH)5...';-Híl9...;'. 1080
3r?3 -".'WÍÍ-
mes). También está prevista en la Ley General Penitenciaria la posibilidad,
: .'•Tri'!
-'-tÜ4B~

"'lOSt,- .''.
987.'::
cuando ya se ha cumplido una cuarta parte de la condena, de solicitar un
permiso de salida, que puede ¡legar a treinta y seis días al año.
El tercer grado conlleva un régimen abierto y se puede cumplir en
¡a propia prisión (generalmente, en una sección de la que se permite sa- 20000
E
IÍT cuarenta y ocho días y los fines de semana) o en un centro abierto (en
10000
España, centros de inserción Social). Cumplir la pena en un centro abierto
o
implica generalmente que se está trabajando y solo se vuelve a la prisión 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Z013 2014 2015 2016 2017
por la noche. En este último caso puede haber control electrónico que
•Tercer gfado BSegundogrado «Prfmergrado
permite no acudir a dormir al centro abierto penitenciario.
Hay algunas cuestiones adicionales que tener en cuenta respecto a la
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
clasificación en grado y que me limitaré a enumerar: a) en España, el siste-
•Primer grado zyh 2^v. 2,1% 2,0% 2,OW 2,0% 2.2% 2.2% Z,l» 1.1% 2,2%
ma de clasificación en grado se denomina progresivo y no es rígido, ya que asegundo grado ao^% 80,1% 80,7% 79^?t 79,5% 78,OM 80,1% ao.aa. 81,354 81,4» 81,5%

«Tercer grado 18,7% 17,7% 17AK 18,5% 18,5% 20,0% 17,7% 17,1» ie,s;t w^% 16,2%
9. La existencia de piscinas en algunas prisiones es un argumento usado para criticar
que «en las prisiones se vive como en hoteles de cinco estrellas». Con ello se ignora que en * Estadística a enero del ano indicado.
las pocas prisiones en las que hay piscinas, o en la que estas funcionan, e! preso no se baña
«cuando quiere», sino que está regulado, como todas las actividades, cuándo se puede acce- Fuente: Elaboración de Cristina Güerri sobre datos áe la Secrecaría General de Institucio-
der a. ellas. nes Penitenciarias.

192 193
INTROOUCCSÓN A LA CRÍMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIARIOS

Como espero haber conseguido transmitir, estar clasificado en uno u La vida en el interior de la prisión viene determinada también por
otro grado es importante y, en consecuencia, procede preguntarse quién la clasificación interior^ por el módulo en el que se ubica al preso, pues
clasifica. La respuesta breve es ¡a «administración penitenciaria», pero toca convivir, por ejemplo, con personas de treinta y dos nacionalidades,
esta respuesta breve oculta el apasionante entramado de actores y con- idiomas, religión y culturas diversas, en un colectivo donde abundan los
trapesos que concurren en la clasificación. problemas de inestabilidad emocional, drogadicdón y enfermedad men-
El primer órgano relevante áe clasificación es la Junta de Tratamien- tal. Un módulo puede albergar aproximadamente entre cien y doscientas
to, un órgano colegiado de la prisión compuesto por el equipo de trata- personas, y en los distintos módulos hay una diversa calidad de vida
miento (un psicólogo, un jurista, un educador y un trabajador social) y el (Martí) 2017; Rodríguez, Larrauri y Güerri, 2018).
personal directivo del centro. Este es el órgano encargado, en base a los Clasificar en módulos a mil personas, organizar ¡as rutinas y activida-
informes elaborados por los equipos de cada módulo, de realizar un estu- des diarias, garantizar el ejercicio áe los derechos de los presos (a la sani-
dio inicial, elevar la propuesta de clasificación al órgano superior de la dad, a la cultura, a la educación, a. la libertad religiosa, al trabajo, a una
administración penitenciaria y proceder a su revisión como máximo cada vida familiar), mantener el orden, evitar actos violentos, garantizar los de-
seis meses (art. 105 Reglamento Penitenciario). rechos de los trabajadores del centro, todo ello requiere de una compieja
El segundo nivel es la Dirección General de Servicios Penitenciarios organización que comparte aspectos comunes con la organización de la
(DGSP) en Cataluña y ¡a Secretaría General de Instituciones Penitencia- sociedad. Y en este sentido no es inusual que la dirección de las prisio-
rías en España, que es la que resuelve y clasifica en uno u otro grado. Evi- nes ensaye nuevas formas de clasificación interior, como, por ejemplo,
dentemente, la DGSP puede aceptar la propuesta de ¡a Junta de Trata- los módulos de Respeto (en España) o los de participación y conviven-
miento o decidir en un sentido contrario. cia (en Cataluña).
Esta decisión puede ser recurrida por el preso ante el juez de vigilan" ¿Cómo se mantiene el orden en prísÍóní ¿Cómo se consigue que no
cía penitenciaria, quien de nuevo puede concurrir con la DGSP o acep- impere la «ley del más fuerte» entre los presos? ¿Cómo se consigue que
tar el recurso del interno. Por último, en algunos casos, a pesar de que mil personas a las cuales ya no puedes amenazar con una pena obedezcan
la Junta de Tratamiento concede y el preso y la DGSP están de acuerdo, las normas y se levanten, limpien la celda, salgan a desayunar, vayan a ta-
quien recurre ante el juez de vigilancia penitenciaria es el ministerio lleres o a la escuela? Podríamos responder que «con castigos». Sin duda
fiscal. hay un sistema de sanciones administrativas (Navarro, 2012) dentro de la
Como se puede intuir, es relevante criminológicamente estudiar el prisión que puede privar de patio o concluir en una celda de aislamiento.
procedimiento de clasificación para comprender los criterios de la Junta No obstante, como cualquier organización social, la prisión no puede
de Tratamiento, los casos en los que la administración penitenciaria los funcionar solo en base a sanciones, se necesita una cierta cooperación
acepta o rechaza, y los criterios judiciales y de fiscalía para entender por parte de ¡as personas. ¿Y por qué deberían cooperar los presos?
los motivos de un mayor o menor uso del tercer grado. Una segunda respuesta sería que si obedecen, se les conceden ciertos
beneficios y privilegios (por ejemplo, estar solo en una celda, tener más
visitas, tener un «destino») que las leyes penitenciarias permiten en el ám-
5. LA VTOA EN PRISIÓN bito de la discrecionalidad de cada prisión y que les pueden ser retira-
dos en cualquier momento. Sin embargo, hay investigadores que piensan
Una afirmación recurrente es «lo bien que se vive en prisión», aun cuan" que es necesario un cierto grado de legitimidad de las normas (Sparks y
do el que sostiene esta posición prefiere no ir a ella, claro... Esta discu- Bottoms, 1995) y del personal que pretende imponerlas (Liebling, 2004).
sión debería considerar que: a) Como ya hemos expuesto, nuestras nor- Y para conseguir la obediencia son más importantes también ea prisión
mas prohiben los castigos inhumanos y degradantes y por tanto se debe los motivos normativos (la creencia de que las normas y ordenes son jus-
mantener un estándar de dignidad; ¿?) Este estándar es normativo y no tas) que los instrumentales («los beneficios»)10.
debiera ser comparativo con el nivel de vida de la población nacional
(Daems, 2013); c) «La prisión es el castigo y no el sitio al cual se va para
ser castigado» (Paterson, cit. por Coyle, 2005: 13), lo cual significa que
10. Recuérdese el estudio de Tyler (1990) de por qué obedecemos la ley, y su conclu-
esta pena no debe aumentarse imponiendo unas condiciones inhumanas
sión es que la obedecemos más porque creemos que es Justa que por miedo. Y creemos que
dentro del recinto penitenciario. es justa en hinción de cómo se adoptan y explican las decisiones («justicia procedimental»),

194 195
IMTRODUCCÍÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIARIOS

¿Quién detenta el poderí En toda organización social se produce una rior y no solo surge en el interior como respuesta a la prisión; c) el código
estratificación en función de diversos factores (clase social, género, esta- carcelario no es solo de oposición a la sociedad convencional, pues mu-
tus), de forma tai que unos grupos tienen más poder (para hacer y ejecutar chas valores son compartidos (por ejemplo, los presos abonünan de los
acciones) que otros. Podemos suponer que «los funcionarios» detentan el delincuentes sexuales y también hay presos racistas); d) el código carcela-
poder en las prisiones, pero los «funcionarios» no constituyen una ca- rio ha variado como consecuencia del impacto de las drogas, de la Íntro-
tegona homogénea, y además su poder está limitado por arriba (el direc- ducción de un sisÉema de beneficios y privilegios, del aumento de presos
tor, el departamento de justicia, las leyes, los tribunales) y por abajo (los inmigrantes y del rápido incremento de presos jóvenes (Skarbek, 2012);
propios presos). La existencia de límites al poder de los funcionarios por e) el código no es inmutable y se produce una especie de «U»; la adhe-
arriba concuerda con nuestra intuición (ial fin y al cabo, todos tenemos rencia al mismo es menos intensa cuando falta poco para salir (Wheeler,
a «alguien por encima»!). Más difícil es quizás entender qué poder deten- 1961, cit. por Crewe, 2007).
tan los presos.
Está prevista la participación formal de los presos en algunas deci"
siones respecto del funcionamiento interno de la prisión a través de co- 6. LA SALIDA DE LA PRISIÓN
misiones para decidir el menú o el reparto de los trabajos. No obstante,
además de este poder «formal», el mayor poder de los presos es informal, La estancia en prisión solo se aguanta si hay esperanza de salir. Además
reside en ¡a amenaza siempre latente de negarse a obedecer o de emplear de «salidas programadas», salidas para trabajar, o salidas para un trata-
la violencia contra otros presos o funcionarios. Así, son conocidas algu- miento de drogas, hay tres instituciones importantes en la vida del preso:
ñas prisiones en las que mandan los presos (King, 2007; Darke, 2013) y los permisos, el régimen abierto y la libertad condicional.
otras en que unos presos consiguen más poder que otros, y este es usado Los permisos de salida penitenciarios tienen una gran importancia
a favor y en contra de funcionarios y a favor y en contra de otros presos. para las personas internas en un centro penitenciario, ya que permiten la
En definitiva, ¡os presos poseen un cierto poder, aun cuando derta- salida temporal del mismo, renovar y reafirmar los vínculos sociales y
mente la disparidad en una prisión es enorme. Los funcionarios pueden familiares y aspirar a progresar a régimen abierto. Como ya hemos VÍSÉO,
poner un parte que conlleve una sanción de aislamiento, pueden hacer un al margen de permisos extraordinarios, en el primer grado no hay per-
informe que anule una visita, un permiso de salida, un destino, un tras- misas, en el segundo grado hay hasta treinta y seis días, y hasta cuarenta
lado... Ello no implica que sea un poder «absoluto» (ya hemos visto que y ocho días y fines de semana en el tercero, y pueden legaimente solici-
no), ni que sea un poder ilegal (este puede ser ejercido de acuerdo a nor- tarse una vez cumplida la cuarta parte de la condena.
mas), ni que sea un poder basado en la fuerza física, pero «el uso mapro- Su concesión es discrecional, pero en la práctica se otorgan una vez
piado del poder blando puede tener unas consecuencias igualmente de- se ha cumplido la mitad de la condena y dependen de una serie de crite"
vastadoras» (Crewe, 2011: 465). rios, como que se hayan realizado los programas de tratamiento, que no
Por último, se estudia cuál es el rol de /os valores culturales en pri~ se tengan partes, que se esté pagando la responsabilidad civil y en e¡ caso
sión. Los valores culturales unen a los colectivos, motivan a actuar en uno de los inmigrantes, que se tengan «en regla los papeles» o puedan demos-
u otro sentido, generan expectativas de que actuamos de acuerdo a ellos y trar el «arraigo» en el país.
contribuyen a mantener el orden social dentro de la prisión (Sykes, 1958). Deberíamos investigar criminoiógicamente los motivos por ios cua-
Además, la adopción de este código carcelario conlleva el efecto de la les un escaso 25 % de los presos se benefician de un permiso en la prime-
«prisonización» y puede dificultar la posterior reintegración del preso a ra cuarta parte y solo un 51,5 % lo consiguen cuando han cumplido las 3A
la sociedad. Pero ¿existe reahnente un «código carcelario» o los presos partes de la condena, a pesar de que la tasa de infracción de los mismos
tienen los mismos valores que nosotros? es mínima (Rovira, Larrauri y Alarcón, 2018). Además, también debería
En la actualidad se discuten varios aspectos; a) hay múlüples códigos estudiarse a qué obedecen las diferencias en las tasas de permisos que
carcelarios producto de la existencia de diversas etnias o religiones; b) ei una u otra prisión concede.
código es un producto también de los valores que se importan del exte- Una segunda posibilidad de salir al exterior y volver al centro peni-
tenciario solo a dormir depende de ser clasificado en tercer grado (y ser
ubicado en una sección abierta o centros de inserción Social). La reforma
El reto es analizar si ello también es cierto en prisión (SparksyBottoms,2007; Crewet2011;
Liebling, 2011). penal de 2003 introdujo dos exigencias para acceder al tercer grado que

196 197
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL / SISTEMAS PENITENCIAMOS

representan un endurecimiento. La primera, en el caso de penas de más nimo de dos años hasta cinco, además del tíempo que falte para acabar
de cinco años de prisión y respecto de algunos delitos, las personas deben la condena, y en el supuesto de que la persona delinea vuelve a prisión
cumplir la mitad de la condena dentro de la prisión (lo que los americanos sin tomar en cuenta el tiempo transcurrido en libertad condicional. Será
llaman minimum mandatory sentences} antes de que se pueda considerar necesario analizar si esta reforma conlleva un aumento de supervisión y
su clasificación en tercer grado. Esta medida es también una forma de de imposición de las reglas de conducta durante esta etapa y si se produ-
reducir la discrecionalidad de los jueces y de la administración penitencia- ce el mismo fenómeno que en Estados Unidos, de que un número con-
ria, si bien se modificó en 2010 y en la actualidad los jueces pueden siderable de las tasas áe reingreso obedece a la infracción de esas reglas
exigirla o no (art. 36 Código Penal). La segunda es que para acceder al de conducta (PEW, 2011).
tercer grado, debe pagarse o asumir el pago de la responsabilidad civil En España, la concesión de la libertad condicional es facultativa y de-
derivada del delito (art. 72.5 LOGP). pende de que se cumplan determinados requisitos (art, 90 Código Penal:
Un tema relevante en el tercer grado es discutir la posibilidad de haber accedido al tercer grado, tres cuartas partes de la condena, buena
que un número mayor de internos acceda al mismo, pues en España solo conducta y pago de la responsabilidad civü o mostrar un «esfuerzo repa-
un 15,4% de la población mascuÜna reclusa está clasificada en el mismo, radar» que no puede Uevar a exigir el pago de una cuantía cuando el inter-
mientras que en Cataluña, esta proporción asciende a un 23,1 %n. Una no solo dispone del salario mínimo, STS 59/2018 de 2 de febrero).
mayoría de la población reclusa podría (por el delito cometido, por la
pena y por la baja valoración de riesgo) cumplir la pena de libertad en un La reforma del Código Penal de 2015 ha ampliado ios plazos en que este be-
centro en el que se supervisa su comportamiento y se realiza un control nefído penitenciario se puede conceder y distingue: libertad condicional ordina-
ría (tres cuartas partes de la condena); extraordinaria (dos torceras partes, y cabe
cuando regresa a dormir. Este tipo de pena puede parecer benévola, pero
la posibilidad de adelantarla) y excepcional (a la mitad de la condena para penas
la entrada y salida del centro penitenciario al munáo libre tiene sus pro-
no superiores a tres años, art. 90.3). Solo en este ultimo caso el sistema puede con-
pías complicaciones (Shammas, 2014). ceptuarse de automático. Hay además reguiación específica en los delitos de te-
Por último, un aspecto clave en el régimen abierto es conseguir un rrorismo y en el supuesto de que ¡a persona haya cumplido ¡os setenta años o esté
adecuado compromiso entre el control que debe ejercerse y la supervisión enferma con padecimientos incurables.
en forma de ayuda para que !a persona mantenga el trabajo, no consuma
drogas ilegales y no realice ninguna actividad deÜcdva. Esta supervisión es Por tanto es la Junta de Tratamiento quien propone su concesión y
importante para entender por qué además de progresión hay regresión esta debe ser aprobada por e¡ juez de vigilancia penitenciaria. En conse-
(en España, aproximadamente un 19% del tercer grado y un 3,6% de la cuencia, también en este caso es relevante el análisis que permita averiguar
libertad condicional), la cual acostumbra a suceder por la comisión de los criterios de la Junta de Tratamiento y del juez de vigilancia penitencia-
una infracción penal, el incumplimiento de alguna de las condiciones ria, los motivos por los que se produce este descenso, los sistemas de con-
de supervisión, el consumo de drogas, el retraso o no retorno al centro, o cesión de la libertad condicional más óptimos y la supervisión que se ejer-
el impago de la responsabilidad cml (Cid y Tébar, 2014). ce para facilitar que se complete con éxito este último tramo de la pena.
Una vez clasificado en el tercer grado, se puede conceder la libertad La investigación criminológica muestra que su concesión desde 2010
condicional^ y si bien se está aún cumpliendo la pena, ya no se debe acu- ha ido aumentando (Figura 18), y de hecho este es uno de los motivos usa-
dir al centro penitenciario. La libertad condicional conlleva la obÜgación dos para explicar el descenso de la población penitenciaria en España des-
de no delmquir y además pueáen imponerse reglas de conducta, como la de 2010 (Rodríguez y Larrauri, 2012).
obligación de firmar cada mes en alguna delegación penitenciaria (Ser- No obstante, la mayoría de presos (aproximadamente un 65 %, ver
vicios Sociales Penitenciarios en España y Servéis Socials cFExecució Pe- Figura 19) cumple su condena de forma íntegra, esto es, pasa de la prisión
nal en Cataluña), residir en un determinado lugar, ser sometido a trata- a la libertad (Cid y Tébar, 2010), mientras que en algunos países euro-
miento o estar bajo custodia familiar (Roldan, 2010). peos, las tasas áe personas que finalizan su condena en libertad condicio-
Desde la reforma de 2015 la libertad condicional en España se con- nal son más altas (Tébar, 2006). En consecuencia, un objetivo importante
siáera una «suspensión de la pena», pues este periodo debe durar un mí- en España es conseguir que el sistema progresivo sea efectivamente una
realidad, ya que los criminólogos defienden que las tasas de reincidencia
11. fuente: SecretaEÍa General de Instituciones Penitenciarias. Datos de octubre son menores si la persona alcanza la libertad de forma progresiva (Cid e
de 2017 sobre población clasificada. Ibáñez, 2018).

198 159
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PENITENCIARIOS

Figura 18. Libertades condicionales concedidas en España (2007-2016) Un reto adicional que presenta la finalización de la condena es conse-
guir que los programas de reinserción laboral y de tratamiento de drogas
12000 100,0% o salud mental destinados a personas en tercer grado y libertad condicio-
90,0% nal tengan continuidad (Petersilia, 2003; Travis, 2005). Ello es relevante,
5 10000 80,0% pues el análisis de estos programas muestra su importancia para evitar la
91 1
, 1 I2 ig 7
8000 ~~8
70,0% reincidencia en los primeros seis meses (Jonson y Cullen, 2015).
SE 11 60,0% Los mecanismos actuales del Estado social en España prevén que la
6000 50,0% persona cobre el subsidio de excarcelación durante seis meses, o elsub-
1^
'c c

SE 51 40,0% sidio de paro si ha trabajado en prisión (Esteban, 2014) y pueda recibir


4000 i-s
30,0% otro tipo de ayudas sociales (Renta Mínima de Inserción). Además se debe
Ij l!
1 1( If . 1
w1 20,0% evitar Ía discriminación legal de las personas que han sido alguna vez con"
2000
denadas (el art. 73.2 LOGF señala «Los antecedentes no podrán ser en
u I
10,0%
, 1

0,0% ningún caso motivo de discriminación social o jurídica»). Ello supone re-
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015* 2016* ducir los casos en que se requiere un certificado de antecedentes para el
l LC CAT •KLCAGE -•""%LCCAT trabajo y para el permiso de residencia (Larrauri y Jacobs, 2013; Larrau-
ri, 2016), pues en caso contrario, las personas que ya han cumplido su
condena sufren otros castigos invisibles áe forma duradera.
* De acuerdo a las memorias de ta SGIP, las libertades condicionales concedidas
fueron 8076 durante el año 2015 y 6704 durante e! año 2016.

Fuente; Elaboración de Cristina Güerri a partir de daros áe los anuarios estadísticos áe ¡a


7. EL PERSONAL DE LA PRISIÓN
AGE y la Memoria Anual de ¡a Consejería de CataÍuna proporcionados por José Cid.
El estudio áe ¡os funcionarios de prisiones no es novedoso (Thomas, 1972;
Jacobs y Crotty, 1978), aun cuando hay un cierto resurgir del tema (con-
Figura 19. Forma de finalización de la condena (Cataiuna, 1996-2008) sultar, por ejemplo, e¡ número monográfico del European Joumal ofCrí-
minology, 2011). Cuando habíamos de «funcionarios», normalmente pen-
samos en el personal uniformado («los guardias»), sin embargo, la vida deÍ
preso también está influida por el educador, el trabajador social, el psicó-
logo y el jurista (denominados personal de tratamiento). El motivo por el
que los guardias son objeto de una mayor atención es debido a su contac-
to cotidiano, al estar en el módulo o en el patio con los presos, sí bien en
la medida en que el módulo puede llegar a tener más de cien personas el
grado de conocimiento no es íntimo.
¿Por qué es importante su estudio? Por un lado, se advierte que las
relaciones con los presos son la base de la seguridad dinámica indispensa-
ble para mantener el orden en prisión además de la seguridad estática (las
cámaras). Los guardias están también en prisión y pasan muchas horas de
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 pie en el módulo conviviendo con los presos, hablan, se comunican, los
ayudan... y también les controlan. Se ha manifestado en numerosas oca-
• Primer o segundo grado • Tercer grada a Libertad condicional
sienes que unas competencias eft habilidades orales y negociadoras son
más útiles que el karate.
En segundo ¡ugar, se enfatiza que el funcionario puede hacer de mo-
Fuente: Elaboración de Cristina Güerri a partir de tos datos de la investigación de J. Cid y
B. Tébar (2010) Libertad condicional y delincuentes de alto riesgo. délo social {rol model} para la persona presa y transformar así al guardia
de custodia en un «funcionario educador». El hecho de que el guardia se

200 201
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL SISTEMAS PEN)TENCIAR!OS

implique en tareas educativas es una fuente de satisfacción también para Además de !a subcultura también ha sido objeto de estudio cómo los
él, ya que su trabajo deviene más gratificante. No obstante, este nuevo funcionarios ejercen la autoridad (Liebling, 2011: 496). A pesar de que
enfoque puede crear tensiones entre el rol de seguridad y el rol de educa- en la prisión existan reglas, o precisamente porque existen muchas reglas,
dor (custody ana care}, y también requiere que su formación no esté tan la discrecionalidad no se elimina. Siempre hay alguna regla que puede in-
orientada hacia la seguridad. vocarse, y toda regla debe ser interpretada con una constante apelación
Por último, se sostiene que la calidad de vida en las prisiones depende a usar el «sentido común». En consecuencia, los funcionarios ejercen un

de las condiciones materiales y especialmente de la calidad de las relaciones gran poder del cual pueden derivarse múltiples problemáticas, como el
que ¡os funcionarios consiguen establecer con ¡os presos (LÍebiing, 2011). abuso o el ejercicio discriminatorio del mismo, y por ello es importante
Un tema complejo es cómo conseguir una «relación correcta», «personal reconocer que se necesita un continuo reciclaje, ya que es un trabajo que
pero no privada», lo que conÜeva siempre una tensión entre mantener un «quema mucho».

contacto próximo y mantener las distancias. Es imposible hablar de funcionarios de prisión sin mencionar los sin-
Las subculturas (según sabemos los crimmólogos) surgen como res- áicatos de funcionarios, y las múltiples tensiones a las que estos se enfren-
puesta a los problemas presentados por la estructura y los funcionarios tan en el intento de compatibilizar la defensa de las condiciones laborales
no son una excepción. La dureza de las condiciones del sitio de trabajo y y derechos de los trabajadores y el respeto de los derechos de los presos y
el miedo cuando estás en un patio rodeado de muchos hombres («Si pasa ia necesidad de promover su reintegración social. Las tensiones abundan,

algo es a ti a quien te pillará en el patio») son la principal causa de estrés pues el mejor tratamiento no es compatible con una organización horaria

de esta profesión; además de la mala prensa frente al público de la cual determinada (Gallego et al., 2010), su interés en defender al compañero
ellos son muy conscientes («No hablas del trabajo cuando sales»), la falta es incompatible con callar frente a situaciones de abusos, y la apelación
de apoyo experimentada («La dirección te trata como un número») y la a la inseguridad debiera ser mesurada y no una táctica para oponerse a
falta de motivación, producto de su escasa participación en la organiza- cualquier reforma.

ción de su trabajo («La Junta áe Tratamiento no se entera, tú eres quien lo Para concluir de forma similar a como hicimos con !a policía, los fun-
ves cada día») son dificultades suficientes para desarrollar una subcultura. dónanos de prisiones trabajan eti un entorno hostil y en condiciones
Los estudios de la prisión detectan una subcultura del personal de vi" laborales también precarias; trabajan con emociones, tratan diariamente
gilancia (Lieblmg, Price y Shefer, 2011) que se caracteriza por; a} realzar con gente triste, deprimida y desesperada; comunican malas noticias y
la división del mundo en dos bloques morales, entre «ellos» (los presos) y deben saber cómo manejar la ira producto de la frustración; el compro"
«nosotros» (los convencionales), pues «algo malo habrán hecho si están miso excesivo produce numerosas desilusiones y desgasta, y la distancia

encerrados»; b) su carácter autoritario, el hecho de que se considere que total deshumaniza (Nylander et al., 2011). Su tarea no es nada fácil y
«los presos tienen su merecido y son todos unos manipuladores»; c) ¡a des- tampoco en este caso hay «sentencias judiciales» para felicitar a la mayoría
confianza, la sensación áe no ser queridos por la sociedad, por los Jefes ni áe funcionarios de prisiones que realizan su trabajo de forma profesional.
por los políticos. Ello les lleva a concluir que son unos íncomprendidos y El segundo grupo del personal en prisión es el «personal de trata-
que la gente tiende a proteger más los derechos de los presos que los de miento». Está compuesto por educadores, psicólogos, trabajadores socia-

los guardias, y les hace exigir solidaridad y apoyo del compañero. les y juristas, quienes además de un trabajo indiviáual con los presos (con
Como vimos también respecto de ia policía (tema 6), no hay una sola las limitaciones de atender a un gran número áe internos), se reúnen y
subcultura de funcionarios, y las fuentes de tensión provienen también de toman decisiones respecto de cambios de módulo, traslados de prisión,
sus propios compañeros cuando algunos no se conforman a las normas del saÜdas, permisos, clasificaciones en grado y solicitud de libertad condicio-
grupo (Tait, 2011); además, en función de su satisfacción con el trabajo se nal) en la Junta de Tratamiento.

produce una mayor o menor adhesión a los valores subculturales; y a pe- Los presos son conscientes que de este personal es de quien pueden
sar de que tiende a existir una relación entre nuestros valores y nuestra ac- recibir mayor mformación, y del que dependen esencialmente sus permi-
tuación, y que la subcultura influye previsiblemente en el trato que se dis- sos de salida y su clasificación en grado. Así, si, por un lado, este personal
pensa a los presos, esta relación no es lineal. Por último, recordemos que está bien valorado porque se orienta a las tareas de ayuda más que a las
la subcultura ayuda a los funcionarios a manejar las tensiones, les orienta de control, por otro lado, también se observa que la existencia de mayo-

sobre cómo afrontar su trabajo y puede al propio tiempo representar un res expectativas respecto a ellos produce frustración, y por esto en oca-
obstáculo a cualquier cambio o reforma que pretenda introducirse. siones, el discurso de los presos es quizás paradójicamente más crítico

202 203
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL / SISTEMAS PENITENCIAillOS

hacia el personal de tratamiento que hacia el de vigilancia. Las quejas por de casos, cuando es necesaria para preservar otro derecho y la restricción es
parte de los presos de que el personal de tratamiento no baja al patio y la proporcionada.
sensación de abandono predominan. Asimismo el personal de tratamiento
se lamenta de la ingente cantidad de tiempo destinada a redactar papeles Hay distintos tipos de supervisión (Harding, 2012):
e informes. a) Inspecciones que una entidad externa lleva a cabo de manera sis-
Por último, además del personal de vigilancia y del equipo de trata- temática por medio de visitas a la prisión. Esta entidad tiene Íibre acceso
miento, el funcionamiento de una prisión está influido por la figura del a todos los espacios, a todas las personas y a todos los documentos del
director. Llevar una prisión implica asegurar que los presos puedan ejercer centro penitenciario.
todos los derechos de los que no están privados y supone además gestio- b) Supervisión judicial: la existencia de un Juez cuya función específí-
nar una organización humana. Es cierto que existen innumerables regu- ca es controlar el cumplimiento áe la legislación penitenciaria. La persa"
laciones, peco como en toda institución, hay un margen de discrecionali- na encarcelaáa puede acudk en España al juez de vigilancia penitenciaria
daá y por ello todas las prisiones no son idénticas. Si ello es evidente, vale y presentar todo tipo de quejas, desde cuestiones internas referidas a las
la pena realizar investigación crmúnológica también respecto a la figura condiciones de vida hasta recursos por !a denegación de permisos o por su
del director: ¿Qué autonomía posee el director para organizar la prisión? clasificación. Adicionalmente el resto de tribunales también se ocupan de
¿Cómo mfluye su visión de la pena en la organización de actividades, vÍ- la defensa áe los derechos de los presos, como realiza el Tribunal Consti-
sitas de familiares, o imposición de sanciones? ¿Cómo consigue unir a tucional (Reviriego, 2008) y el TEDH (Van Zyl Smit y Snacken, 2009).
los funcionarios y hacerles partícipes de sus metas, objetivos o reformas? c) Acreditación: se trata de una modalidad de inspección dentro de la
¿Cómo consigue supervisar y dirigir reahnente «sun prisión? lógica de un sistema de prisiones privadas, en el cual se requiere la acredi-
tación para optar a un concurso público en el sistema penitenciario.
La supervisión puede ser además realizada por organismos internado-
8. SUPERVISIÓN DE LA PRISIÓN nales. Así la ONU aprobó el Convenio contra la Tortura (OPCAT, por sus
siglas en inglés) el cual desde 2007 instituyó una comisión internacional
La supervisión implica dar cuenta de las acciones y decisiones adoptadas que reaÜza visitas externas a las prisiones de toaos los países que lo han
por la actministración penitenciaria, y evaluar en función de unos paráme- ratificado, y además se comprometieron a nombrar un organismo nacio-
tros preestablecidos en textos internacionales y leyes nacionales. La super- nal de prevención de la tortura que, en el caso de España, es el Defensor
visión de todas las instituciones es importante y la de una institución total del Pueblo (véase Informe Anual, 2016). Por lo que respecta a Europa la
(aislada del mundo y de la visión exterior) más. supervisión es realizada por el Comité de Prevención de la Tortura (véa-
se tema 10).
Precisamente porque están privados de un derecho, la iibertad, su posi- La vigilancia de estos organismos no ansia realizar una crítica destruc-
ción para defender el resto de sus derechos es mucho más débil C^an Zyl dva del sistema penitenciario, ni una confrontación contra sus operado-
Smit, 2007: 566). res, ya que pretende detectar deficiencias del sistema y buscar soluciones
acordadas. Por eílo deben estar a su alcance mecanismos para promover eí
¿Qué debe supervisarse? Las condiciones de vida, salud, higiene, ali- cambio, ya sea directamente (obligaciones o sanciones), o mdirectamente
mentación, seguridaá, trabajo, educación, familia y ocio; los derechos es- (recomendaciones o publicación de informes). Sería además interesante
pedficos regulados por la legislación penitenciaria; y los derechos genera- conseguir que las prisiones fuesen evaluadas por su capacidad para alcan-
¡es, pues ¡a persona condenada conserva todos sus derechos «a excepción
zar la finalidad que las justifica, custodiar y rehabilitar.
de aquellos limitados por el fallo, el sentido de la pena y la legislación Para finalizar, expongo un breve resumen de los principios consen-
penitenciaria» (art. 25 de la Constitución española). suados en nuestra sociedad y que son los que guían la supervisión de la
prisión (Van Zyl Smit y Snacken, 2009: 86-125):
Todos sus derechos no se «limitan en eí fallo», que condena a prisión, no obs-
a) Toda prisión debe ser usada lo mínimo. Hay otros castigos y otras
Cante, todos se ven afectados por el hecho de estar en prisión. En este sentido, las
formas de resolver problemas sociales, sean estos de árogadicción, enfer-
necesidades de la «seguridad» o conceptos como el de «relación jurídica especial»
suministran un amplio paraguas con ei que justificar su limitación. Se debe reafir- medad mental, inmigración o pobreza, los clientes habituales de la pri-
mar que la restricción de los derechos es solo posible, al igual que en el resto sión. La prisión debiera ser última — y extrema — ratio (Ruotolo, 2015),

204 205
INTRODUCCIÓN A LA CRIMINOLOGÍA Y AL SISTEMA PENAL /
SISTEMAS PENITENCIARIOS

lo que supone enviar a ¡a prisión al menor número de gente y por el me- 3) ¿Cuál es el principal problema dentro de la prisión?
nor tiempo posible. 4) Consultar alguna sentencia judicial o informe del Comité de Preven-
b} La prisión no debe ser un castigo inhumano y degradante (Van ción de la Tortura y reflexionar sobre su impacto en la vida cotidiana
Zyl Smit, 2006). Ello implica que las condiciones de vida en el interior de la prisión.
de las cárceles deben cumplir unos requisitos mínimos previstos en las
Reglas Mándela (Organización de las Naciones Unidas, 2015, revisión de
las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos adoptadas por la 10. LECTURAS RELEVANTES
ONU, 1955) y en las Reglas Europeas de la Prisión (Rec. [2006] 2).
c) Las personas que están en prisión tienen derechos humanos por- Gallego, M., Cabrera, P., Ríos, J. y SegoviaJ. L. {2010),Andar 1 km en línea recta,
que la persona condenada es un ciudadano (detrás de unas rejas). Se las Universidad Pontificia de Comillas, Madrid.
priva de libertad, pero el resto de derechos no deberían ser afectados por Jewkes, Y. (ed.) (2007), Handbook on Prisons, 22016, Routíedge, Oxon.
el hecho de estar en prisión, solo si se justifica su necesidad y de forma Monís, N. y Rothman, D. J. (eds.) (1998), The Oxford hístory ofthe prison: The
proporcionada, se puede producir en casos concretos una restricción de practice ofpunishment in westem society, Oxford University Press, Oxford.
los mismos. Roldan, H (1998), Historia de la prisión en España, Instituto de Crimmología de
Barcelona, Barcelona.
d} La prisión debe tener como fin último promover la integración
social de las personas condenadas. En consecuencia, las condiciones de Sykes, G.M. (1958), The sodeíy ofcaptives: A study ofa maximum security pris-

vida en prisión deben ser lo más semejantes a las del exterior (principio on, Princeton University Press, Nueva Jersey, Z2007 (ü-ad. cast. de S. Pacilio
y R. Gual, La sociedad de los cautivos: estudio de una cárcel de máxima se~
de normalización de la vida en prisión), porque no todos ¡os derechos es-
guridad. Siglo XXI, ^gentína, 2017).
tan afectados y porque es la mejor forma áe lograr una reintegración de
Zyl Smit, D. van y Snacken, S. (2009), Principies ofEuropean Príson Law and Po-
la persona si conseguimos que no rompa los tenues vínculos (familiares,
Ucy, Oxford University Press, Oxford (trad. cast. de A, I. Pérez Machío et al.,
laborales) que la mantienen unida a la sociedad y su orden.
Principios de derecho y política penitenciaría europea, Tirant io Bfanch, Va-
e) La prisión debe ser lo más transparente posible, pues al ser un si- ¡encia, 2013).
do cerrado, posibilita ¡os abusos, por lo que debe promover los contactos
con el exterior en materia de trabajo, educación y participación ciudada-
na. Las prisiones deben ser inspeccionadas no solo por el Gobierno como
parte de su estructura administrativa, sino también por organismos inde-
pendientes. Esto es lo que implica la democracia: respeto a los derechos
humanos, a la ley y rendir cuentas al Parlamento.
f) El personal de la prisión se encarga de la seguridad, de evitar
fugas y altercados en el interior. Si además todos pueden asumir un rol
educador y otorgar un trato humano y respetuoso, de forma natural se
convierten en un rol model del tipo de ciudadanos que promovemos.
La prisión no puede discriminar a los presos y se debe estar atento a las
necesidades de colectivos específicos.

9. PREGUNTAS DE REFLEXIÓN

1) Entrevistar a alguna persona con experiencia directa en una prisión.


2) Consultar algún caso en que se discuta la clasificación en grado (por
ejemplo, el caso Matas, Audiencia Provincial Palma de Mallorca, sec-
ción 1.a, Auto de 10 de diciembre de 2013; o el caso Núñez, Juzgado
de Vigilancia Penitenciaria n.° 6, Auto de 23 de febrero de 2015).

206 207
Tema 10

POLÍTICA CRIMINAL

1. ¿QUÉ ES LA POLÍTICA CRIMDSÍAL?

La política criminal son las opciones y decisiones que adopta el Parla-


mentó para reducir la delincuencia y organizar el sistema penal. Además,
el Gobierno dirige la Administración y la actuación policial, máica qué
prioridades se establecen, es responsable de la distribución de los recursos
y orienta la ejecución penal. Por último, los jueces y fiscales en el ámbito
de sus facultades discrecionales, en el momento de imponer las sentencias
o en las circulares de la Fiscalía General del Estado, también adoptan de-
cisiones de política criminal.
La política criminal está orientada de forma diferente en cada país, si
bien las ideas crúninológicas viajan con rapidez y se trasladan de unos go-
biernos a otros, y de forma creciente la pertenencia a la Unión Europea
también influye ea la misma.
La decisión de política criminal más relevante es criminatízar un de-
terminado comportamiento. Por ejemplo, <d consumo y tráfico de dro-
gas es un tema que debe afrontarse con políticas de salud pública o cons-
tituye un delito? ¿La corrupción es un tema de organización y control
administrativo o debe ser considerada además un delito? ¿La inmigración
irregular debe afrontarse con políticas públicas o debe considerarse un
delito de «tráfico de personas»? Recordemos que el Estado dispone de
numerosos mecanismos para regular la sociedad e influir sobre el com-
portanüento de sus miembros y que el recurso al derecho penal debe ser
excepcional.
La segunda decisión de política criminal importante es e! recurso a
la pena de prisión, y aquí también rige el principio de última o extrema
ratio, ya que la política criminal debe tender a ser inclusiva (Diez Ripo-
lies, 2011), a no dejar a nadie fuera de la sociedad por muy mala lotería

209

También podría gustarte