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Tesis VV. en Deporte Adaptado

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UNIVERSIDAD DE GRANADA

FACULTAD DE PSICOLOGÍA
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico

TESIS DOCTORAL
Programa Oficial de Doctorado en Psicología (D13.56.1; RD 1393/2007)

VARIABLES PSICOLÓGICAS RELEVANTES


EN EL DEPORTE ADAPTADO

PRESENTADA POR:
ESTEFANÍA NAVARRÓN VALLEJO
DIRECTORA:
PROFª. DRª. Dª DÉBORA GODOY IZQUIERDO

GRANADA, 2017
Editor: Universidad de Granada. Tesis Doctorales
Autora: Estefanía Navarrón Vallejo
ISBN: 978-84-9163-455-3
URI: http://hdl.handle.net/10481/48178
COMPROMISO DE RESPETO DE LOS DERECHOS DE AUTOR

La doctoranda / The doctoral candidate, Estefanía Navarrón Vallejo, y la directora


de la Tesis Doctoral / and the Thesis supervisor, Débora Godoy Izquierdo:

Garantizamos, al firmar esta Tesis Doctoral, que el trabajo ha sido realizado por la
doctoranda bajo la dirección de la directora de la Tesis y, hasta donde nuestro
conocimiento alcanza, en la realización del trabajo se han respetado los derechos de
otros autores a ser citados, cuando se han utilizado sus resultados o publicaciones.

Guarantee, by signing this Doctoral Thesis, that the work has been done by the
doctoral candidate under the direction of the thesis supervisor and, as far as our
knowledge reaches, in the performance of the work, the rights of other authors to be
cited (when their results or publications have been used) have been respected.

Lugar y fecha / Place and date: Granada, 14 de junio de 2017.

Directora de la Tesis / Thesis supervisor: Doctoranda / Doctoral candidate:

Firmado / Signed Firmado / Signed


Agradecimientos

Son muchas las personas que merecen mi agradecimiento por haberme acompañado y

apoyado a nivel personal, profesional y académico, durante todos estos años, hasta la

culminación de este trabajo. La presente Tesis Doctoral es producto del esfuerzo

personal, pero también de la ayuda, colaboración y apoyo que he recibido durante el

camino recorrido.

En primer lugar, mis palabras de agradecimiento son para mi directora, la Dra.

Débora Godoy Izquierdo, por ser la culpable, gracias a su dedicación y esfuerzo, de que

yo haya conseguido cruzar la meta, porque ha sido mi guía en todo este camino de

vaivenes, y porque en todo momento me ha hecho sentir que no estaba sola. Gracias por

hacer posible que yo haya crecido como investigadora y como persona.

Agradecerle al Dr. Juan F. Godoy su gran cercanía mostrada durante todos estos

años. La transmisión de sus grandes experiencias profesionales y personales, y sus

profundos discursos que siempre acaban dejándote con alguna gran reflexión. Gracias

por persistir en recordarnos que “no se nos olvide vivir”.

Darle las gracias también al Dr. Manuel Jiménez Torres por aportar ese punto de

energía y optimismo cuando ha sido necesario, por el trato familiar con el que siempre

me ha tratado y sobre todo, por su gran paciencia. Gracias porque en cada una de

nuestras conversaciones siempre has tenido una frase motivadora para mí.

Al Grupo de Investigación Psicología de la Salud/Medicina Conductual por

hacerme sentir que formo parte de algo grande, y por darme la oportunidad de haber

conocido a grandes personas y profesionales, especialmente a la Drª Raquel Lara, Drª

Adelaida Ogallar, Drª María Luisa Vázquez, y Dª Mª Angustias, con las que he

compartido maravillosos momentos. Mención particular de agradecimiento la que se


merece Dª María José Ramírez, por ser mi alma gemela en esta aventura investigadora,

por estar ahí siempre, por escucharme, animarme y levantarme cuando lo he necesitado.

Porque en los momentos más duros nuestra relación se ha hecho más fuerte. Gracias por

ser la única persona que podía entenderme, gracias por aparecer, porque has sido la

persona que necesitaba.

El más emotivo y cariñoso gracias, sin lugar a dudas, es para mis padres, porque

de manera incondicional día a día luchan y se esfuerzan para que yo lo pueda tener todo,

y todo para ellos nunca es suficiente. Puedo decir que lo que soy, lo soy gracias a ellos.

Gracias a los dos, por creer en mí, porque vosotros sois los responsables de que yo

pueda hacer posible todos mis sueños.

A Rocío y Estefi, mis apoyos, mis hermanas, gracias por aguantarme, pero sobre

todo gracias por ser las personas donde apoyarme.

También a los que se ya no están, porque creyeron en mí. Gracias por

acompañarme siempre, porque sé que lo hacéis, así que desde donde estéis, estaréis

viendo el producto final de este trabajo.

Un gracias general a todos mis amigos y amigas que durante este tiempo han

creído en mí y han tenido algún gesto o palabra de apoyo y ánimo para demostrármelo.

Ese cúmulo de pequeños gestos ha sido el impulso que me ha dado la fuerza para seguir.

Agradecer también la participación y colaboración de todos y cada uno de los

deportistas que han formado parte de esta investigación, ya que sin ellos la realización

de esta Tesis Doctoral no hubiera sido posible.

¡A TOD@S MUCHAS GRACIAS! No hubiera podido hacerlo sin vosotr@s


“The noblest purpose of sports for people with disabilities

is helping to restore the connection with the world that surrounds them.”

Dr Sir Ludwig Guttmann


ÍNDICE

Pág.
Resumen 13
PARTE I INTRODUCCIÓN GENERAL
Capítulo 1 Discapacidades, actividad física y deporte adaptado 19
1.1. De la discapacidad a la diversidad funcional 21
1.2. (In)actividad física en personas con discapacidad 25
1.3. Deporte adaptado 27
1.4. La clasificación del deporte adaptado 31
1.5. Deporte federado en España para personas con diversidad 33
funcional
Capítulo 2 Participación en actividades físico-deportivas de las 37
personas con diversidad funcional: Beneficios, barreras y
facilitadores percibidos
2.1. Beneficios de la práctica físico-deportiva para las 39
personas con diversidad funcional
2.2. Barreras y facilitadores de la participación físico- 42
deportiva
2.3. Motivos para la práctica de actividades físico-deportivas 48
Capítulo 3 Investigaciones en deporte adaptado: Aportaciones desde 53
la Psicología
3.1. Algo más sobre la investigación desde la Psicología en el 55
ámbito del deporte adaptado
PARTE II OBJETIVOS E HIPÓTESIS
Capítulo 4 Objetivo general, objetivos específicos e hipótesis 61
4.1. Objetivo general 63
4.2. Objetivos específicos 63
4.3. Hipótesis 65
PARTE III ESTUDIOS EMPÍRICOS
Capítulo 5 Estudio 1. Diferencias en competencia deportiva percibida, 71
flow y pasión en deportistas con discapacidad en función de
variables atléticas y sociodemográficas
Resumen 73
Introducción 74
Método 81
Participantes 81
Medidas 82
Procedimiento 83
Diseño del estudio y análisis estadístico 84
Resultados 85
Discusión 88
Referencias 97
Capítulo 6 Estudio 2. Determinantes psicosociales y deportivos de la 109
intención de continuar la participación en la práctica y
competición deportiva en atletas con discapacidad
Resumen 111
Introducción 112
Método 115
Participantes 115
Medidas 116
Procedimiento 118
Diseño del estudio y análisis estadístico 119
Resultados 119
Discusión 122
Referencias 126
Capítulo 7 Estudio 3. Intention of continuing participation in disabled 133
athletes: Mediation analyses considering perceived athletic
competence, flow and passion for sport
Abstract 135
Introduction 136
Method 142
Participants 142
Measurements 143
Procedure 145
Study design and statistical analyses 146
Results 147
Discussion 152
References 158
Capítulo 8 Estudio 4. Imagen corporal, satisfacción corporal y factores 167
deportivos en deportistas con y sin discapacidad: Un estudio
preliminar comparativo
Resumen 169
Introducción 171
Método 182
Participantes 182
Medidas 182
Procedimiento 187
Diseño del estudio y análisis estadístico 188
Resultados 188
Discusión 200
Referencias 211
Capítulo 9 Estudio 5. Body-management behaviours and eating 223
disorders in athletes with disabilities: Preliminary findings
on clusters of risk
Abstract 225
Introduction 226
Method 232
Participants 232
Measurements 233
Procedure 236
Study design and statistical analyses 237
Results 238
Discussion 244
References 252
PARTE IV DISCUSIÓN GENERAL Y CONCLUSIONES
Capítulo 10 Discusión general y conclusiones 267
10.1. Discusión general 269
10.2. Conclusiones generales 285
Capítulo 11 Propuestas de intervención derivadas 291
11.1. Propuestas de intervención 293
Capítulo 12 Limitaciones y propuestas para la investigación futura 295
12.1. Limitaciones y propuestas para la investigación futura 297
PARTE V REFERENCIAS BILIOGRÁFICAS
Referencias 303
Anexos Recursos online creados
Anexo I. Facebook: Psicología Deporte Adaptado 327
Anexo II. Recurso web: 331
https://encuestadeportistas.wordpress.com/
Resumen

Resumen

La presente Tesis Doctoral pretende investigar diferentes variables psicológicas

relevantes para la participación y el rendimiento atléticos en deportistas españoles con

diversidad funcional de diferentes modalidades deportivas y niveles de competición.

Los recursos y procesos psicológicos que se exploran han recibido considerable

atención en el ámbito del deporte general pero escasa en el caso de deportistas con

discapacidad. El objetivo transversal a todos los estudios realizados es conocer mejor a

estos deportistas, de forma que la información obtenida pueda contribuir a sumar

esfuerzos por seguir desarrollando las aplicaciones de la Psicología del Deporte al

deporte adaptado. Aunque esta área ha crecido de forma importante, el cuerpo de

conocimientos acumulados sigue siendo insuficiente y el avance y consolidación son

aún necesarios.

En los tres primeros estudios empíricos incluidos se ha explorado la competencia

deportiva percibida, la experimentación de estados subjetivos positivos y

extraordinarios como el flow y la pasión por la actividad deportiva en deportistas con

discapacidad de diferentes modalidades deportivas y niveles de competición, así como

posibles diferencias en función de variables sociodemográficas y deportivas, las

relaciones entre estos recursos psicológicos y su influencia sobre la intención de

práctica y competición futuras. Los resultados señalan que los deportistas manifiestan

tener experiencias frecuentes o profundas de flow, particularmente en sus mejores

competiciones, una competencia atlética percibida moderadamente alta, y una elevada

pasión por su actividad, siendo más intensa la de tipo armonioso. Además, el primer

estudio revela que no existen diferencias en estas tres variables en función del sexo y la

edad, que los participantes con una historia deportiva más amplia manifiestan mayores

niveles de competencia percibida y flow en entrenamientos y competiciones y, también,

13
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

aquéllos con más años de práctica mayores niveles de pasión obsesiva. Además,

aquéllos de mayor nivel de competición muestran mayor competencia percibida y

pasión obsesiva. El segundo estudio revela que la competencia deportiva percibida, los

estados de flow y la pasión por la actividad correlacionan entre sí de forma positiva. Los

resultados de los estudios 2 y 3 señalan que los deportistas con discapacidad tienen una

elevada intención de continuar con la práctica deportiva y la competición. Además, la

competencia percibida emerge como predictor de la intención de práctica futura, y la

pasión obsesiva y el nivel de competición como predictores de la intención de seguir

competiendo. En el tercer estudio se confirman relaciones directas e indirectas entre los

recursos psicológicos de flow, competencia atlética percibida y pasión y la intención de

participación futura a través de un modelo de doble relación incluyendo dos modelos

complementarios de efectos de mediación.

El cuarto estudio examina las percepciones corporales actuales e ideales de

deportistas con discapacidad, los criterios personales usados para valorar su cuerpo y

definir su ideal corporal, tanto en términos atléticos como estéticos, y el grado de

satisfacción con dichas percepciones, así como la relación de las percepciones

corporales con variables deportivas y sus creencias en cuanto a los factores deportivos

que favorecen o perjudican la satisfacción con el cuerpo. De forma paralela, se

compararon los aspectos señalados entre deportistas con y sin discapacidad. Los

resultados indican que los participantes, tanto con como sin discapacidad, tienen una

imagen corporal positiva, así como una satisfacción corporal moderadamente elevada.

Los cuerpos que les gustaría tener considerando los estándares de belleza o las

exigencias de su deporte son, en ambos casos, más atléticos. Los deportistas con y sin

discapacidad señalan como criterios más relevantes para valorar su cuerpo actual e ideal

14
Resumen

los relacionados con las características físicas o estructurales del cuerpo, seguidos de los

relacionados con el desempeño deportivo.

Al considerar la influencia de variables deportivas específicamente en las

percepciones corporales de forma conjunta en todos los deportistas, las percepciones

corporales actuales, las ideales tanto estéticas como atléticas así como la satisfacción

con el cuerpo fueron predichas por las horas de entrenamiento semanal. Entre los

principales factores deportivos percibidos señalados como relacionados con la

satisfacción con el cuerpo, ambos grupos de deportistas conceden mayor importancia a

la composición muscular y a las capacidades funcionales para la ejecución y el

rendimiento deportivos. Los factores sociales o estéticos son más indicados por los

deportistas sin discapacidad que con diversidad funcional.

En el quinto y último estudio se exploran las estrategias de manejo del cuerpo

utilizadas por los deportistas con diversidad funcional con el fin de conseguir su ideal

corporal, en términos atléticos y estéticos, y se explora también de forma preliminar su

vulnerabilidad de desarrollar un Trastorno de la conducta alimentaria considerando

diversos factores de riesgo actitudinales, cognitivos, motivacionales, comportamentales

y contextuales. Los resultados señalan que los deportistas con discapacidad hacen un

uso reducido de estrategias de riesgo para el manejo del cuerpo y la apariencia,

recurriendo ˗o considerando posible recurrir˗ fundamentalmente a modificaciones de la

alimentación y la actividad física para que su cuerpo se acerque a su ideal, y haciéndolo

con un objetivo atlético o un objetivo mixto más que estético exclusivamente. No

obstante, señalaron como estrategias actuales o posibles prácticamente todas, lo que

conlleva prácticas con un efecto perjudicial para su salud y rendimiento. El 11% de los

atletas con discapacidad podría estar en riesgo o sufrir ya un Trastorno de la conducta

alimentaria. Además, parecen existir tres perfiles intraindividuales multidimensionales

15
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

de diferente riesgo para Trastornos de la conducta alimentaria, un perfil de alto riesgo,

un perfil de riesgo moderado y un perfil de bajo riesgo. Según la composición de estos

perfiles, uno de cada cuatro atletas podría tener un perfil de riesgo moderado-alto para

el desarrollo de un trastorno severo.

Todos nuestros hallazgos tienen interesantes aplicaciones prácticas relacionadas

con el desarrollo de intervenciones destinadas a mejorar el rendimiento, dedicación y

satisfacción deportivas, así como el proceso de normalización social, el bienestar y la

calidad de vida de los deportistas con diversidad funcional.

16
PARTE I:

INTRODUCCIÓN GENERAL

Capítulo 1:
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

Capítulo 2:
Participación en actividades físico-deportivas de las
personas con diversidad funcional: Beneficios, barreras y
facilitadores percibidos

Capítulo 3:
Investigaciones en deporte adaptado: Aportaciones desde
la Psicología
Capítulo 1:
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

19
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

1.1. De la discapacidad a la diversidad funcional

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), "discapacidad"1 es un término

general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de

la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función

corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas,

y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones

vitales. Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una

interacción entre las características del organismo humano y las características de la

sociedad en la que vive.

En nuestro país, la Ley General de Derechos de las Personas con Discapacidad y

de su Inclusión Social (Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre), en sus

artículos 2 y 4, recogiendo las propuestas de la Convención Internacional sobre los

derechos de las personas con discapacidad2, define la discapacidad como una situación

que resulta de la interacción entre las personas con deficiencias físicas, mentales,

intelectuales o sensoriales previsiblemente permanentes y cualquier tipo de barreras

que limiten o impidan su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de

condiciones con las demás. En este marco normativo, se recoge que las personas con

discapacidad conforman un grupo heterogéneo, numeroso y vulnerable al que el modo

en que se estructura y funciona la sociedad ha mantenido habitualmente en conocidas

condiciones de exclusión, precisando por tanto de una protección singularizada en el

ejercicio de los derechos humanos y libertades básicas, debido a las necesidades

específicas derivadas de su situación de discapacidad y de pervivencia de barreras que

1 Información extraída de http://www.who.int/topics/disabilities/es/


2 Aprobada el 13 de diciembre de 2006 por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) y
ratificada por España el 3 de diciembre de 2007, entrando en vigor el 3 de mayo de 2008.

21
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

evitan su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con

las demás personas.

La discapacidad se ha abordado desde varios paradigmas como marco de

referencia: el paradigma tradicional, el paradigma de la rehabilitación y el paradigma de

la autonomía personal (Palacios, 2008; Jiménez y Huete, 2010). Desde la antigüedad, el

paradigma tradicional explicaba la condición de discapacidad relacionándola con

elementos míticos y religiosos. La reacción social ante la discapacidad era de rechazo y

exclusión, al considerar a las personas con discapacidad como personas inferiores al

resto (Palacios 2008; Jiménez y Huete, 2010; Toboso-Martín y Guzmán, 2010) e

innecesarias “porque se estima que no contribuyen a las necesidades de la comunidad,

que albergan mensajes diabólicos, que son la consecuencia del enojo de los dioses, o

que —por lo desgraciadas—, sus vidas no merecen la pena” (Palacios y Bariffi, 2007, p.

13).

El paradigma de la rehabilitación, cuyo máximo exponente es el modelo médico,

considera la discapacidad como una enfermedad o alteración de la salud (Toboso-

Martín, 2013). La discapacidad es una condición individual de la persona, resultado de

una deficiencia a nivel físico, psíquico o sensorial, y a través de un proceso de

rehabilitación se busca normalizar a las personas con discapacidad (Ferreira, 2010;

Palacios, 2008; Palacios y Bariffi, 2007; Toboso-Martín, 2013). El concepto de

discapacidad, desde el modelo médico, se aproxima al término incapacidad. “La

imagen de la persona con discapacidad corre el riesgo de hallarse dominada o

impregnada por una imagen de incapacidad económica, social, intelectual, relacional,

cívica, afectiva, sexual, etc.” (Asún, 2017, p.10). La sociedad de manera general ha

tratado la discapacidad en el contexto de la salud, como un problema y una disminución

de las capacidades.

22
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

Sin embargo, poco a poco el término discapacidad se ha ido alejando del modelo

médico para aproximarse y entenderse desde un modelo más social, considerando que

no son las limitaciones individuales las raíces del problema, sino las limitaciones de la

propia sociedad (Palacios, 2008). El modelo social “se dirige a la eliminación de

cualquier tipo de barrera, a los fines de brindar una adecuada equiparación de

oportunidades” (Palacios y Bariffi, 2007, p. 19). El paradigma de la autonomía personal

surge como respuesta al rechazo del paradigma de la rehabilitación, asumiendo que la

discapacidad no tiene que ver con causas individuales o médicas, sino sociales, lo que

exige la inclusión y aceptación de las personas con discapacidad para la participación en

la sociedad en igualdad de condiciones (Toboso-Martín, 2013).

A nivel internacional, en el año 1980, la OMS publicó un manual de

clasificación denominado “Clasificación Internacional de Deficiencias, Discapacidades

y Minusvalías” (CIDDM) (OMS, 1980), que definía a las personas con discapacidad por

la dificultad con respecto a la capacidad del individuo para desempeñar las funciones y

obligaciones que socialmente se esperan de él. El modelo propuesto en 1980 reproducía

el modelo rehabilitador, pero le daba importancia a la necesidad de comprender las

consecuencias de la deficiencia una vez interactuaba con el contexto de la persona

(Ferreira, 2008). La clasificación presentaba tres conceptualizaciones: deficiencia,

discapacidad y minusvalía. La deficiencia representa la pérdida o anormalidad de la

estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica. La discapacidad se refiere a la

restricción o carencia, consecuencia de una deficiencia, de la capacidad de realizar una

actividad en la misma forma o dentro del margen de lo que se considera normal para un

ser humano. La minusvalía se caracteriza por ser una situación desventajosa para un

determinado individuo, consecuencia de una deficiencia o de una discapacidad, que

limita o impide el desempeño de las expectativas del grupo concreto al que pertenece.

23
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

En 2001, la OMS presenta una nueva clasificación para reemplazar a la anterior,

denominada “Clasificación Internacional del Funcionamiento, la Discapacidad y la

Salud” (CIF) (OMS, 2001), que impulsó un cambio fundamental en la percepción de la

discapacidad a partir de ese momento. Esta nueva propuesta pretende superar algunos

déficits de la precedente, y para ello abandona los términos insuficiencia, discapacidad y

minusvalía e instaura los de funcionamiento, discapacidad y salud (Ferreria, 2008).

Dado que ni el modelo médico ni el social son suficientes por sí mismos para abordar la

compleja realidad de las discapacidades, la nueva clasificación de la OMS adopta el

modelo biopsicosocial, según el cual la discapacidad sería una condición

multidimensional de la persona, integrando las diferentes dimensiones del

funcionamiento y proporcionando una visión comprehensiva de la salud en términos

biológicos, individuales y sociales (Palacios, 2008; Palacios y Bariffi, 2007).

Tratando de eliminar la negatividad del concepto de discapacidad, emerge en

España en 2005 el término diversidad funcional (Palacios y Romañach, 2006;

Rodríguez y Ferreira, 2010; Romañach y Lobato, 2005). La diversidad funcional

reivindica la validez de todas las funcionalidades. Las personas con discapacidad no

carecen de capacidades, ya que pueden desempeñar las mismas funciones que cualquier

persona, pero lo hacen de un modo diferente (Ferreira, 2010).

Según la OMS, la prevalencia de la discapacidad en la población mundial es de

un 15%. En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referentes

al año 2015, el número de personas con discapacidad de edades comprendidas entre los

16 y los 64 años fue de 1.774.800, cifra que representa el 5.9% de la población española

(Tabla 1). Estas cifras no sólo informan del número de personas que tienen diversidad

funcional, sino que nos hacen reflexionar sobre la elevada probabilidad que tenemos

todos de nacer, o más frecuentemente, adquirir a lo largo de la vida, una discapacidad.

24
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

Tabla 1. Prevalencia de la discapacidad por sexo y grupo de edad en España (datos

2015)

Personas con %
discapacidad
Total
Ambos sexos 1774.8 5.9

Varones 1023.8 6.8


Mujeres 751.0 5.0
De 16 a 24 años
Ambos sexos 84.5 2.1

Varones 51.5 2.5


Mujeres 33.0 1.7
De 25 a 44 años
Ambos sexos 455.9 3.4

Varones 265.5 3.9


Mujeres 190.4 2.8
De 45 a 64 años
Ambos sexos 1234.4 9.8

Varones 706.7 11.3


Mujeres 527.7 8.3

Datos en miles. Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

Un objetivo prioritario en las políticas de desarrollo social debe ser conseguir la

integración e inclusión de las personas con discapacidad, siendo la práctica de ejercicio

físico y deporte un buen vehículo no sólo para la rehabilitación, sino también para su

completa integración (Harada, Siperstein, Parker y Lenox, 2011).

1.2. (In)actividad física en personas con discapacidad

Según la OMS, el 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria

para obtener beneficios para la salud, siendo la cuarta causa de muerte en todo el mundo

25
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

(Kohl et al., 2012) y resultando un grave problema de salud pública (Blair, 2009;

Escalante, 2011). Pese a los numerosos beneficios constatados resultantes de la

participación en actividades físico-deportivas tanto en personas sin como con

discapacidad, y pese a que las actividades físico-deportivas constituyen un vehículo

extraordinario para la normalización e inclusión de las personas con diversidad

funcional, un número considerable de personas con discapacidades no realiza actividad

física. En el caso de las personas con discapacidad, se han encontrado tasas de

inactividad más elevadas en comparación con la población general (Altman y Bernstein,

2008; Carroll et al., 2014; Ginis y Hicks, 2007).

Además, estas personas tienen una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, lo

que influye negativamente en su calidad de vida de forma proporcional al Índice de

Masa Corporal (IMC). Por ejemplo, Bégarie, Maïano, Leconte y Ninot (2013) barajan

cifras de entre el 6.8-13% al 58-70.7% en personas con discapacidad intelectual. La

prevalencia es mayor si se compara con personas sin discapacidad (Altman y Bernstein,

2008; Anderson, Wiener, Khatutsky y Armour, 2013; Hsieh, Rimmer y Heller, 2014;

Krause, Ware, McPherson, Lennox y O’Callaghan, 2016; Liou, Pi-Sunyer y Laferrère,

2005; Salem, Bamer, Alschuler, Johnson y Amtmann, 2014). Anderson et al. (2013)

apuntan que el 37% de los estadounidenses con discapacidades son obesos frente al

27% de la población total.

En general, el riesgo de problemas de salud asociados con la inactividad física es

mucho mayor en las personas con discapacidad (Rimmer, Schiller y Chen, 2012). Por

ello, hay una sensación de urgencia en la promoción de la actividad física para personas

con discapacidad (Rimmer y Marques, 2012). Las organizaciones deportivas se han

utilizado como un medio para promover el conocimiento sobre la salud y

26
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

comportamientos saludables en personas con discapacidad (Marks, Sisirak, Heller y

Wagner, 2010).

1.3. Deporte adaptado

El deporte adaptado es un tipo de práctica deportiva reglamentada y competitiva que

busca hacer posible la participación a personas que tienen alguna discapacidad física,

sensorial o psíquica. Son las diferentes adaptaciones y/o modificaciones que se realizan

en las actividades físico-deportivas para que las personas con discapacidad puedan

practicarlas lo que define al deporte adaptado, o los nuevos deportes creados

específicamente para estas personas (Reina, 2010; Winnick, 2011). Depauw y Gavron

(2005) utilizan el término deporte adaptado para referirse al deporte que es practicado

por deportistas con discapacidad. El deporte adaptado incluye modalidades deportivas

que han sido creadas de manera específica para un tipo de discapacidad (e.g., goalball,

deporte creado de forma concreta para personas invidentes o con alguna deficiencia

visual), modalidades deportivas practicadas por deportistas sin discapacidad (e.g., tenis)

que han sido modificadas o adaptadas para incluir a deportistas con discapacidad (e.g.,

tenis en silla de ruedas) así como otras modalidades que requieren poca o ninguna

modificación para que su práctica por personas con discapacidad sea posible (e.g.,

natación).

El deporte en su origen ha sido una práctica exclusiva, ya que no a todas las

personas que han deseado su acceso a él se les ha permitido su práctica. Las personas

con discapacidad, las mujeres, miembros pertenecientes a minorías étnicas, personas de

clase social baja, son algunos ejemplos de grupos que han sido excluidos, quedándose

fuera de la práctica deportiva o viendo limitado su acceso (DePauw y Gavron, 2005).

Aunque en la actualidad siguen existiendo colectivos que sufren algún tipo de

27
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

restricción, por lo general, el deporte ha evolucionado hasta convertirse en un medio y

herramienta que hace posible reducir la marginalidad de estos grupos, y lograr así su

integración social (Elling, De Knop y Knoppers, 2001; McConkey, Dowling, Hassan y

Menke, 2013).

En el caso de las personas con discapacidad en el contexto deportivo, que es el

grupo objetivo que nos ocupa, el avance conseguido hacia la inclusión y la aceptación

ha sido lento pero positivo. Su origen no es el mismo que el del deporte general (no

adaptado), ya que la cultura del cuerpo les alejaba del concepto de deporte. Si una

persona presentaba algún tipo de discapacidad física, psíquica o sensorial, se le apartaba

de la práctica físico-deportiva, al no reunir a priori los tres honores olímpicos: citius,

altius, fortius (Oriol y Segura, 2011). La percepción que se tenía de las personas con

discapacidades era que eran personas frágiles y no físicamente capaces, por lo que, de

lógica, el deporte, siendo representativo de la destreza física, no podría incluir a

aquellos que eran débiles o físicamente impedidos.

Es tiempo después, en un contexto hospitalario al concluir la Segunda Guerra

Mundial, como consecuencia de la gran cantidad de personas resultantes con

discapacidad, donde aparece el deporte adaptado como tal. El impulso definitivo viene

dado por el Dr. Guttmann, considerado como el principal impulsor del movimiento

deportivo para personas con discapacidad física y en definitiva del deporte adaptado. En

el año 1944 se crea en Stoke Mandaville el primer centro para el tratamiento de

lesionados medulares. Usando técnicas científicas y realmente revolucionarias, adaptan

la práctica deportiva a la rehabilitación de personas con graves lesiones medulares,

siendo el Dr. Guttmann el director del servicio en ese hospital. El propio Guttmann

afirmó que el deporte no sólo ayudaba a restaurar la aptitud física de las personas

discapacitadas, sino que también les ayudaba en su proceso de integración social

28
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

(Guttmann, 1976). En 1948 se inauguran los Juegos de Stoke Mandeville, organizados

también por el Dr. Guttmann, donde participaron exclusivamente personas con

paraplejia, en concreto 26 personas (entre las que se incluían 3 mujeres) de las Fuerzas

Armadas Británicas, demostrando y haciendo patente al público que las personas con

alguna discapacidad podían formar parte del deporte competitivo. A partir de aquí, el

deporte adaptado sigue un proceso de universalización e institucionalización por

diferentes países.

El máximo exponente mundial del deporte de alta competición practicado por

personas con diversidad funcional lo constituye los Juegos Paralímpicos o

Paralimpiadas. En los primeros juegos internacionales tras las competiciones de Stoke

Mandeville, los Juegos Paralímpicos de Roma 1960, se empezó a gestar el futuro de las

Paralimpiadas, participando aproximadamente 400 atletas con lesiones medulares de 23

países en 8 modalidades deportivas. Barcelona 92 albergó la Paralimpiada de la

normalización, por la aceptación del deporte de las personas con discapacidad como un

espectáculo deportivo, siendo a la vez un escaparate para la integración y normalización

social (Palau y García, 2011). En las últimas Paralimpiadas, Río 2016, han competido

ya 4328 atletas con discapacidad de 159 países en 22 modalidades deportivas (según

datos del Comité Paralímpico Internacional3, IPC).

Aunque el deporte Paralímpico solamente representa una parte importante y

significativa del deporte para personas con discapacidad, ya que el deporte adaptado

abarca más que el deporte Paralímpico, da cuenta de la gran evolución que ha sufrido el

deporte para personas con diversidad funcional, desde sus comienzos como estrategia

terapeútica hasta convertirse en un movimiento de índole competitivo a nivel mundial

(Brittain, 2016; DePauw, 2012; Depauw y Gavron, 2005; Legg y Steadward, 2011;

3 https://www.paralympic.org/paralympic-games

29
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Thomas y Smith, 2009; Winnick, 2017), incluyendo un número progresivamente mayor

de atletas con discapacidad y una diversidad cada vez más amplia de deportes

adaptados.

Las personas con discapacidad han pasado de ser invisibles dentro del deporte a

hacerse visibles como deportistas con discapacidad, hasta conseguir un paso más y

hacerse visibles en el deporte como deportistas (DePauw, 1997). El progreso, tanto

pasado como futuro, está directamente relacionado con las actitudes de la sociedad

sobre el deporte y la discapacidad (Depauw y Gavron, 2005). A pesar de llevar años

practicando deporte, es ahora cuando a los atletas con discapacidad se les está

concediendo el reconocimiento que merecen, y lo que es más importante, la aceptación

como deportistas.

Y, aunque haya aumentado la transparencia y visibilidad de los atletas con

discapacidad, los esfuerzos por avanzar deben seguir (DePauw, 2012). Todavía

encontramos que sus voces siguen siendo silenciadas. Por ejemplo, estando la sociedad

tan modelada por los medios de comunicación, y siendo éstos tan importantes en el

proceso de normalización y socialización (Kellner, 2003), existe una pobre cobertura

mediática de los deportistas con discapacidad (Brittain, 2016; Tynedal y Wolbring,

2013). Además, en muchos países la cobertura mediática del deporte adaptado está

restringida a atletas particulares, con discapacidades específicas, que compiten en

determinados deportes (Thomas y Smith, 2009). A veces la poca información en vez de

ayudar lo que hace es reforzar las percepciones negativas de la discapacidad y acentuar

los estereotipos (Tynedal y Wolbring, 2013). Tal es el caso de los deportistas supercrip

(“superdiscapacitados”), personas cuyas inspiradoras historias de coraje y dedicación

demuestran que se puede hacer y lograr lo imposible. La preocupación es que estas

historias de éxito contadas en los medios fomenten expectativas poco realistas sobre lo

30
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

que las personas con discapacidad pueden llegar a lograr (Berger, 2008). Existen

también limitadas investigaciones sobre los patrocinios dentro del contexto del deporte

adaptado (Ozturk y Kocak, 2004), así como falta de acceso y oportunidades deportivas

(Depauw y Gavron, 2005).

1.4. La clasificación del deporte adaptado

La clasificación para la competición ha sido un tema de gran controversia en el contexto

del deporte adaptado (Brittain, 2016; DePauw y Gavron, 2005). La clasificación en el

deporte adaptado proporciona una estructura para la competición, y en la actualidad

cada deporte tiene un sistema propio de clasificación. Los sistemas de clasificación son

diferentes en cada deporte y están desarrollados por cada Federación Internacional a

partir del Código de Clasificación de Deportistas del IPC.

Los sistemas de clasificación han ido cambiando y adaptándose a la realidad del

deporte para personas con discapacidad (Figura 1). En su origen, la clasificación estaba

basada en sistemas médicos, relacionados con la rehabilitación en el ámbito

hospitalario, que dividían a los deportistas por deficiencias y era igual para todos los

deportes (Reina, 2014). Después se llegó a un acuerdo para dar paso a un sistema de

clasificación funcional, que evaluaba en qué medida las deficiencias hacían que el

deportista tuviera una limitación en una disciplina en concreto (Tweedy, 2002). Una

misma clase funcional valía para varios deportes, o una misma prueba podía integrar a

deportistas con diferentes discapacidades.

En 2007 aparece el Código de Clasificación del IPC (IPC, 2007), que presenta

una clasificación derivada de investigaciones multidisciplinares, debiendo adecuarse la

decisión a las habilidades y requerimientos de cada deporte, consiguiendo definir quién

31
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

es elegible para competir en un determinado deporte y agrupar a los deportistas en

clases (Reina y Vilanova, 2016).

Figura 1. Evolución de los sistemas de clasificación (adaptado de Reina y Vilanova,

2016).

El objetivo de cualquier sistema de clasificación en deporte adaptado

competitivo es “promover la participación de las personas con discapacidad en el

deporte, minimizando el impacto de las deficiencias elegibles para ese deporte sobre el

resultado de la competición" (Tweedy y Vanlandewijck, 2011, p. 259). Los sistemas de

clasificación deben asegurar que el éxito de un deportista resulte de su capacidad para

sacar el mejor resultado de la suma de sus características antropométricas, fisiológicas

y/o psicológicas, y no por partir de una situación desventajosa de competición originada

por un sistema de clasificación (Tweedy, Beckman, y Connick, 2014). No existe un

sistema de clasificación perfecto, pero los elementos esenciales de cualquier sistema

ideal deben permitir una competición justa y equitativa. El actual código de

32
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

clasificación del IPC, versión revisada del primer Código de Clasificación del IPC del

año 2007, es el Código de Clasificación del Deportista (IPC, 2015).

1.5. Deporte federado en España para personas con diversidad funcional

Según el IPC4, la clasificación en el deporte adaptado tiene el objetivo de asegurar una

competición justa e igualitaria. Para ello, los atletas son clasificados en categorías para

la competición (i.e., clases deportivas) con base en el grado de limitación para la

actividad requerida por cada modalidad deportiva resultante de su discapacidad,

independientemente del tipo de discapacidad concreto. El sistema de clasificación del

IPC determina qué deportistas pueden competir en qué modalidades y cómo se agrupan

los atletas para la competición. Basándose en la Clasificación Internacional del

Funcionamiento, la Discapacidad y la Salud (OMS, 2001), las discapacidades posibles

aceptadas por el IPC incluyen, independientemente de su causa congénita o adquirida,

discapacidades músculo-motoras (e.g., lesión medular, espina bífida, polio);

alteraciones neuromusculares, como hipotonía e hipertonia muscular, ataxia, atetosis

(e.g., parálisis cerebral, daño cerebral, esclerosis múltiple); amputaciones de miembros;

diferencias de longitud de miembros; estatura reducida; deficiencias visuales; y

deficiencias intelectuales. Cada deporte especifica qué nivel de discapacidad permite

participar al deportista y competir en dicha modalidad y en qué clase concreta lo hará. A

modo informativo, los Parajuegos Mundiales tienen 52 clases deportivas.

En el caso del deporte español, la clasificación es ligeramente diferente, pero

abarca todas las formas de deporte adaptado, no sólo las olímpicas. Según el Comité

Paralímpico Español (CPE), en el deporte de competición pueden participar personas

con discapacidad física, intelectual y visual, o con parálisis cerebral o daño cerebral

4 https://www.paralympic.org/classification

33
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

adquirido. La estructura federativa para el desarrollo de cada una de las modalidades

deportivas se encuentran dividida en función de las discapacidades.

En 1990 se legisla el deporte federado en España en su actual estructura a través

de la Ley del Deporte 10/1990. En 1995 se crea el CPE como órgano de unión y

coordinación de todo el deporte para personas con discapacidad en España en estrecha

colaboración con el Consejo Superior de Deportes. El CPE está formado por cinco

federaciones deportivas que, en función del tipo de discapacidad, organizan todo el

deporte de competición en España (Figura 2): la Federación Española de Deportes para

Sordos (FEDS), la Federación Española de Deportes para Personas con Parálisis

Cerebral y Daño Cerebral Adquirido (FEDPC), la Federación Española de Deportes

para Personas con Discapacidad Intelectual (FEDDI), la Federación Española de

Deportes para Personas con Discapacidad Física (FEDDF) y la Federación Española de

Deportes para Ciegos (FEDC).

Figura 2. Federaciones nacionales para personas con discapacidad en España

Se hace necesario, ya que han transcurrido casi treinta años desde la aprobación

de la Ley del Deporte de 1990, una nueva ley que sirva de impulso a las políticas de

34
Discapacidades, actividad física y deporte adaptado

equiparación e integración de los deportistas con discapacidad. No obstante, cada

Comunidad autónoma desarrolla su propia normativa al respecto (e.g., Ley 5/2016, de

19 de julio, del Deporte de Andalucía).

Según los datos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España

(Tabla 2), en nuestro país el número de licencias es variante dependiendo del tipo de

discapacidad.

Tabla 2. Número de licencias federadas del año 2011 al año 2015.

VALORES ABSOLUTOS

2011 2012 2013 2014 2015 Clubes

TOTAL LICENCIAS 3548118 3498848 3394635 3388098 3501757

Discapacidad física 4031 2231 2206 1883 2156 107

Discapacidad intelectual 4638 4619 3209 5869 5995 227

Ciegos 2082 2009 2026 1801 1770 0

Sordos 730 733 615 325 1043 42

Parálisis y daño cerebral 1743 1557 1238 1272 1362 126

El mayor número de licencias se encuentra en el deporte para personas con

discapacidad física e intelectual, aunque según la evolución del deporte en los últimos

años, mientras que el deporte para personas con discapacidad intelectual ha crecido,

junto con el deporte para sordos, el deporte para personas con discapacidad física, para

ciegos y el deporte para personas con parálisis y daño cerebral ha disminuido (Figura 3).

35
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

7.000

6.000

5.000

4.000
2011
3.000
2012
2.000
2013
1.000 2014
2015
0
Deporte Deporte Deporte para Deporte para Deporte
discapacidad discapacidad ciegos sordos parálisis y daño
física intelectual cerebral

El total de licencias deportivas para el año 2015 es de: 3501757

Figura 3. Evolución del número de licencias en deporte practicado por personas con

discapacidad entre los años 2011-2015.

Si nos centramos en el número total de licencias emitidas para clubes en el año

2015, los deportes para ciegos contaron con cero licencias federadas; los deportes para

sordos, con 42 licencias; los deportes de discapacidad física, con 107 licencias; los

deportes para parálisis cerebral, con 126; y los deportes para discapacidad intelectual,

con 227 licencias.

El número de personas con discapacidad que practican deporte nos puede ayudar

a reflexionar sobre la realidad de este colectivo. El proceso de incorporación discurre de

forma lenta, e incluso en algunas federaciones de forma negativa, lo que nos tendría que

hacer pensar en por qué está ocurriendo y qué estamos haciendo mal. No obstante, cada

vez son más las personas interesadas en involucrarse en las actividades físico-deportivas

adaptadas, y cada vez tenemos más deportistas con discapacidad con altos rendimientos

que son ejemplo no sólo de inclusión sino de superación.

36
Capítulo 2:
Participación en actividades físico-deportivas de las
personas con diversidad funcional: Beneficios, barreras y
facilitadores percibidos

37
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

2.1. Beneficios de la práctica físico-deportiva para las personas con diversidad

funcional

Numerosos son los beneficios psicológicos, sociales y físicos documentados derivados

de la participación en el deporte, en el ejercicio y en otras formas de actividad física en

personas con diversidad funcional (Bragaru, Dekker, Geertzen y Dijkstra, 2011; Gioia et

al., 2006; Hanson, Nabavi y Yuen, 2001; Malone, Barfield y Brasher, 2012; Ginis,

Jetha, Mack y Hetz, 2010; Ginis, Jörgensen y Stapleton, 2012; McVeigh, Hitzig y

Craven, 2009; Muraki, Tsunawake, Hiramatsu y Yamasaki, 2000; Pluym, Keur,

Gerritsen y Post, 1997; Sahlin y Lexell, 2015; Stephens, Neil y Smith, 2012; Wilson y

Clayton, 2010; Yazicioglu, Yavuz, Goktepe y Tan, 2012).

Centrándonos en la actividad deportiva, Ginis et al. (2012) realizaron una

revisión sobre los beneficios derivados de la participación deportiva en el bienestar

físico y psicológico entre personas con lesión de la médula espinal, dando evidencia de

su importante papel para la prevención de enfermedades crónicas y la promoción de la

aptitud física, así como para la mejora del bienestar psicosocial. En la revisión realizada

por Bragaru et al. (2011) sobre la participación en deportes y/o actividad física en

individuos con amputaciones de extremidades, identificaron los efectos a nivel de las

características físicas de funcionamiento y lesión, biomecánico, cardiopulmonar y sobre

el bienestar psicológico. Los autores concluyen que la participación en actividades

físico-deportivas tiene beneficios sobre el sistema cardiopulmonar, la fuerza muscular y

la masa corporal, la calidad de vida y la autoestima. El deporte y la actividad física

ayudaron a estas personas a aumentar el número de contactos sociales, así como sus

conocimientos sobre el equipamiento deportivo que podía facilitar su participación

deportiva. También les ayudó a aceptar su discapacidad y a mejorar sus habilidades

motoras. En lo que se refiere a la prevalencia de participación deportiva, entre el 11% y

39
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

el 61% de los individuos participan en deportes y/o actividades físicas. La elección de

los deportes estaba influenciada por el sexo, el requerimiento energético específico del

deporte y la carga de la prótesis. Los deportes más elegidos fueron la pesca, la natación,

el golf, el senderismo y el ciclismo. Además, los beneficios emocionales de participar

en deportes superaban el posible riesgo de lesión.

Sahlin y Lexell (2015) revisan la evidencia del impacto de los deportes

organizados en la actividad, la participación y la calidad de vida en personas con

discapacidades de todas las edades. Los adultos con una lesión medular que participan

en deportes organizados informan de niveles más bajos en depresión y ansiedad y

mayor satisfacción con la vida, así como de mayores oportunidades de empleo

remunerado en comparación con personas con discapacidades no deportistas.

Algunos estudios son particularmente interesantes por las contribuciones que

hacen a este ámbito de investigación en cuanto a los beneficios a nivel psicosocial, y

merece la pena destacarlos aun existiendo importantes revisiones como las

mencionadas. Estos estudios destacan el bienestar como indicador clave del

funcionamiento psicológico y la salud humana positiva. Muraki et al. (2000) dividieron

a un total de 169 participantes en diferentes grupos en función de su nivel de actividad.

Una mayor frecuencia de actividad deportiva se asoció a menores puntuaciones en

ansiedad y depresión. El grupo más activo, con mayor nivel de actividad, mostró las

puntuaciones más bajas de ansiedad y depresión y la puntuación más alta en vigor. Este

hallazgo es interesante en tanto que señala la frecuencia de actividad relevante para las

personas con discapacidad con el fin de mantener una salud psicológica óptima.

Apoyando estos hallazgos, otro estudio (Gioia et al., 2006) exploró si la actividad

deportiva estaba asociada con mejores perfiles psicológicos en pacientes con lesión en

la médula espinal. Los resultados mostraron que las personas con discapacidad que no

40
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

practicaban deportes tenían mayores niveles de ansiedad y depresión y menores

puntuaciones en extraversión que los deportistas con discapacidad, demostrando así que

la actividad deportiva se asocia con un mejor funcionamiento psicológico.

Malone et al. (2012) examinaron los beneficios percibidos del ejercicio entre

personas con discapacidades físicas. Los beneficios más comunes fueron los referidos al

desempeño físico, incluyendo la mejora de la resistencia aeróbica, la flexibilidad y la

fuerza, y en el área psicológica, en concreto, se relacionaban con la mejora de la salud

mental, el logro personal y los sentimientos de bienestar.

La naturaleza social del deporte hace que sea un vehículo potencialmente

importante para el desarrollo de las amistades y recursos sociales. Pluym et al. (1997)

encontraron que personas en silla de ruedas de clubes deportivos regresaron a un nivel

previo a la lesión en cuanto a contactos sociales, demostrando que el deporte ofrece una

vía para potenciar el funcionamiento social de las personas con discapacidad.

McVeigh et al. (2009) quisieron determinar la integración en la comunidad y la

calidad de vida de las personas con lesiones de médula espinal en función de la práctica

deportiva. Los resultados revelaron que la integración comunitaria y la reintegración a

la vida normal fueron mayores entre los participantes deportistas en comparación con

los no deportistas. Estos resultados son similares a los encontrados por Hanson et al.

(2001), quienes constataron que deportistas con discapacidad tenían un nivel

relativamente mayor de integración comunitaria que personas con discapacidad no

atletas, mostrando puntuaciones significativamente más altas el grupo de atletas en las

escalas de independencia física, movilidad, ocupación e integración social.

Existen estudios que han explorado cómo el aumento de la actividad física y

deportiva puede mejorar la calidad de vida y los niveles de satisfacción con la vida de

las personas practicantes. Cabe destacar el trabajo realizado por Yazicioglu et al. (2012)

41
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

con deportistas con discapacidad, en el que compararon la calidad de vida percibida y la

satisfacción con la vida en 30 deportistas con discapacidad con respecto a otras 30

personas con discapacidad pero que no practican deporte. Las personas con

discapacidad física que participaban en deportes adaptados tuvieron significativamente

mayor calidad de vida y satisfacción con la vida en comparación con las personas con

discapacidad física que no participaban en deporte adaptado. Finalmente, Ginis et al.

(2010) realizaron un meta-análisis con estudios que hubieran examinado la participación

en el deporte (tanto competitivo como no competitivo) y hallaron una relación positiva

entre la actividad física y el bienestar subjetivo en personas con lesión medular.

2.2. Barreras y facilitadores de la participación físico-deportiva

Una posible causa de que las personas con discapacidad sean menos activas, y que no

participen en el contexto de la actividad físico-deportiva en la misma medida que las

personas sin discapacidades, puede ser que se encuentran con múltiples y variadas

barreras (Jaarsma, Dijkstra, Geertzen y Dekker, 2014). Estas barreras son tanto barreras

ambientales como barreras personales.

Las principales barreras contextuales incluyen la falta de transporte (Bragaru et

al., 2013; Buffart, Westendorp, van den Berg-Emons, Stam y Roebroeck, 2009;

Rimmer, Rubin y Braddock, 2000; Tasiemski, Kennedy, Gardner y Blaikley, 2004;

Vasudevan, 2016), la falta de instalaciones (Buffart et al., 2009; Kehn y Kroll, 2009), la

accesibilidad limitada (Barfield y Malone, 2013; Bragaru et al., 2013; Scelza,

Kalpakjian, Zemper y Tate, 2005; Tasiemski et al., 2004), un elevado costo económico

(Depauw y Gavron, 2005; Rimmer et al., 2000; Rimmer, Riley, Wang, Rauworth y

Jurkowski, 2004; Tasiemski et al., 2004) o personal con poca formación y conocimiento

42
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

sobre cómo adaptar los programas, las actividades o las instalaciones a la práctica

(Buffart et al., 2009; Scelza et al., 2005; Rimmer et al., 2004; Rimmer, 2005).

Las barreras personales incluyen el dolor y la falta de energía (Barfield y

Malone, 2013; Buffart et al., 2009; Rimmer et al, 2000; Scelza et al., 2005), el miedo a

las lesiones (Bragaru et al., 2013; Buffart et al., 2009; Kehn y Kroll, 2009), el miedo y

vergüenza a la exposición pública (Buffart et al., 2009), la falta de motivación y

confianza (Kehn y Kroll, 2009; Scelza et al., 2005), así como la creencia de que la

discapacidad equivale a la incapacidad (Brittain, 2004).

También las personas con discapacidad han informado de no saber cómo ser

físicamente activos por no disponer de suficiente información (Bragaru et al., 2013;

Depauw y Gavron, 2005; Kehn y Kroll, 2009; Rimmer et al., 2000; Tasiemski et al.,

2004). Junker y Carlberg (2011) encontraron que el 34% de los participantes de una

muestra de personas con discapacidades físicas consideró no tener suficiente

conocimiento sobre su cuerpo y su discapacidad como para poder realizar actividades

físicas de forma autónoma considerando las funcionalidades y restricciones del cuerpo.

Scelza et al. (2005) encontraron que la mayoría de los participantes en su

estudio, individuos con lesión en la médula espinal, indicaron que les gustaría participar

en algún tipo de programa de ejercicio físico (73.6%); sin embargo, menos de la mitad

de ellos lo hacía (45.8%). Los participantes expresaron como barreras fundamentales la

falta de experiencia entre el personal del gimnasio, la mala accesibilidad, y como

barreras intrapersonales, la falta de motivación y la falta de energía. Por su parte, Kinne,

Patrick y Maher (1999) encontraron que las barreras motivacionales y una baja

autoeficacia para el ejercicio eran predictores más poderosos de la práctica que las

barreras relacionadas con características demográficas, la propia discapacidad o barreras

ambientales.

43
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Sin duda, las diferentes intervenciones para promover y fortalecer la práctica de

actividades físico-deportivas en personas con discapacidad deben considerar estas

barreras percibidas.

Afortunadamente, también existen diversos facilitadores que favorecen la

implicación en la actividad física. En cuanto a los facilitadores personales destacan la

diversión (Hutzler y Bergman, 2011; Tasiemski et al., 2004), la autoeficacia (Kinne et

al., 1999; Martin, 2008), la actitud positiva (Buffart et al., 2009), la motivación (Kehn y

Kroll, 2009; Perreault y Vallarand, 2007) o la participación previa a la lesión (Wu y

Williams, 2001).

Los facilitadores ambientales más informados son la disponibilidad de

instalaciones accesibles y de asistentes personales (Kehn y Kroll, 2009), el apoyo de

familia y amigos (Bragaru et al., 2013; Buffart et al., 2009; Hutzler y Bergman, 2011) y

los contactos sociales (Buffart et al., 2009; Tasiemski et al., 2004; Wu y Williams,

2001).

Rimmer et al. (2004) quisieron conocer las barreras y facilitadores percibidos

para la participación en actividad física y ejercicio, pero no solamente incluyeron en su

estudio a personas con discapacidad sino también a otras personas con una influencia

directa o indirecta, como profesionales de la actividad física y las actividades de ocio,

responsables de recursos urbanísticos y arquitectos. Los datos revelaron 178 barreras y

130 facilitadores que giraban en torno a los siguientes temas: (1) relacionados con el

entorno físico construido y natural; (2) factores económicos; (3) barreras emocionales y

psicológicas; (4) barreras y facilitadores relacionados con el equipamiento; (5)

relacionados con el uso e interpretación de las normas, códigos, reglamentos y leyes en

las construcciones; (6) falta de información; (7) formación y conocimiento por parte de

los profesionales; (8) percepciones y actitudes de las personas (no discapacitadas); (9)

44
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

políticas y procedimientos tanto a nivel de las instalaciones como de la comunidad; y

(10) disponibilidad de recursos.

Kehn y Kroll (2009) realizaron entrevistas a personas con lesión en la médula

espinal, dividiéndolos en dos grupos (practicantes de ejercicio físico vs. no

practicantes). La mayoría de los participantes informaron haber practicado actividad

física antes de la lesión y expresaron su interés en ser activos o mantener un estilo de

vida activo después de la lesión. Los facilitadores o barreras informados se clasificaron

según su origen ambiental o motivacional. Los no practicantes de ejercicio físico

identificaron como barreras la falta de instalaciones accesibles, equipamiento

inasequible, ausencia de asistencia personal, así como falta de motivación, un bajo

rendimiento percibido de la inversión física y temor a sufrir lesiones. En cuanto a los

beneficios percibidos, mientras que los no practicantes anticipaban en su mayoría

beneficios en términos de salud general y bienestar y prevención de afecciones físicas

secundarias, los practicantes de ejercicio físico detallaban una gama más amplia de

beneficios que atribuían directamente a la práctica que estaban llevando a cabo, siendo

una fuerte fuerza motivadora para continuar y mantenerse activos. Lo que la gran

mayoría de no practicantes asumieron como barreras, resultaron ser facilitadores para

los practicantes de ejercicio físico, como la motivación personal, la independencia, la

disponibilidad de instalaciones accesibles y la existencia de asistentes personales.

Buffart et al. (2009) encontraron en adultos con discapacidad barreras y

facilitadores personales y barreras y facilitadores ambientales para la práctica de

actividad física. Dentro de los factores personales, las barreras más destacadas fueron

físicas, como tener una lesión o una complicación asociada con la afección y la falta de

energía o fatiga. Otras barreras de tipo psicológico también fueron mencionadas, como

sentirse incómodo o avergonzado, o la falta de tiempo. El mantenimiento de la aptitud

45
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

física, la fuerza muscular, la independencia funcional y el aspecto físico fueron razones

y facilitadores para la participación, así como la percepción de sentimientos de

satisfacción y disfrute. Además, la actitud ("Si quiero ser activo, lo haré") fue otro gran

facilitador. En cuanto a las barreras y facilitadores ambientales, la falta de conocimiento

y apoyo profesional, la limitación de instalaciones o los problemas con el transporte se

mencionaron como principales barreras. Los contactos sociales y el apoyo de familia y

amigos resultaron facilitadores para ser físicamente activos.

En el contexto deportivo, Barfield y Malone (2013) examinaron los beneficios y

barreras percibidos entre jugadores y jugadoras de una competición nacional de fútbol

en silla de ruedas. Los participantes percibieron como beneficio principal que la

actividad les permitía tener contacto con amigos y personas con los que disfrutaban.

También indicaron otros factores personales como disfrutar del ejercicio y la mejora de

su salud mental. En cuanto a las barreras, fueron tres las principales informadas, dos de

ellas relacionadas con elementos de esfuerzo físico: "Es un trabajo duro para mí" y "Me

cansa", y la tercera con la limitación en el acceso: "Hay muy pocos lugares para

hacerlo".

En un estudio cualitativo, Bragaru et al. (2013), a través de entrevistas a

personas con amputaciones en los miembros inferiores deportistas y no deportistas,

encontraron que las barreras y los facilitadores identificados podían organizarse en

torno a 3 grandes categorías: personales, sociales y técnicos. Tanto los deportistas como

los no deportistas consideraron como beneficio que el deporte les permitía tener

contacto e interactuar con personas que de otro modo no podrían. Informaron sobre el

importante papel de apoyo que desempeñaban la familia y los amigos como

facilitadores en la elección de participar o no en el deporte. Las barreras más

mencionadas tenían un trasfondo técnico y personal. El transporte público, instalaciones

46
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

deportivas inadecuadas e información insuficiente fueron las opciones más informadas.

En la dimensión personal, los no atletas mencionaron que la principal barrera que

experimentaban era su propia actitud hacia el deporte. La presencia de lesiones o una

mala salud también representó una barrera común para la práctica deportiva tanto en

atletas como en no atletas. Pero mientras que para los atletas un estado de salud

deficiente les motivaba a ser más activos, y una mala condición de salud obstaculizaría

su participación deportiva, los no deportistas no señalaron diferencias entre los distintos

niveles de salud física.

A través de un estudio retrospectivo con nadadores internacionales con

discapacidad retirados, Hutzler y Bergman (2011) examinaron las barreras y

facilitadores que los deportistas se habían encontrado durante su carrera deportiva. Las

categorías que fueron identificadas como facilitadores incluyeron la alegría y la

diversión durante la participación, la sensación de ser parte de un grupo de la élite y el

apoyo social del grupo de iguales. Los factores identificados como barreras fueron los

criterios inciertos para entrar en la selección, los cambios en los sistemas de

clasificación, conflictos con el entrenador y con los compañeros, así como de tipo

profesional y económico, además de factores individuales como trastornos de la salud

que llevaban al retiro prematuro.

Debido a que la tendencia de los estudios publicados es centrarse en muestras

con discapacidades específicas, Jaarsma et al. (2014) llevaron a cabo una revisión con el

objetivo de proporcionar una visión general de la literatura centrada en las barreras y

facilitadores de la participación deportiva para personas con diversas discapacidades

físicas. Fueron incluidos un total de 52 artículos, publicados entre 1988 y 2011. Entre

las barreras, los factores personales más referidos fueron la propia discapacidad (entre

personas con diferentes tipos de disfunciones), la salud (entre personas con

47
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

discapacidades físicas) y la falta de energía y la fatiga (para diferentes tipos de

discapacidades). Entre las barreras ambientales, encontraron las dificultades con la

accesibilidad, problemas con el transporte y falta de información entre adultos con

discapacidades físicas. El coste económico fue más importante para adultos con

amputación, accidentes cerebrovasculares o lesiones en la médula espinal. Como

facilitadores personales, la diversión fue informada por adultos con discapacidades

físicas y la motivación intrínseca y la autoeficacia por adultos con diferentes tipos de

discapacidades físicas. El logro de metas fue informado por adultos con esclerosis

múltiple o lesiones en la médula espinal. La participación previa a la lesión fue

importante para adultos con una amputación o lesiones en la médula espinal. Por último,

el principal facilitador ambiental para adultos con diferentes tipos de discapacidades fue

el contacto social.

2.3. Motivos para la práctica de actividades físico-deportivas

Como venimos señalando, el número de personas con diversidad funcional que

practican actividades físico-deportivas es reducido, y para conocer el porqué de estos

comportamientos, además de conocer los posibles facilitadores y barreras, debemos

conocer los motivos y razones que refieren para hacerlo. En muchas circunstancias,

facilitadores, barreras y motivos están estrechamente vinculados.

Centrándonos en el contexto de la participación en el deporte de competición,

Harada y Siperstein (2009) examinaron la experiencia deportiva en deportistas con

discapacidad intelectual que participaban en unas Olimpiadas Especiales, y para ello

entrevistaron telefónicamente a 1307 familias y 579 atletas de Estados Unidos,

centrándose en los motivos para participar o para abandonar dicha práctica. Los atletas

indicaron que participaban en el deporte por diversión (54%), interacción social (21%) y

48
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

consecución de logros (13%), y que no lo hacían por la influencia de otros (padres o

compañeros) (2%). Los principales motivos que daban para el abandono fueron los

cambios de interés (38%) y la disponibilidad del programa (33%). Cuando se les

preguntó a los familiares, tanto los motivos de práctica como de abandono informados

fueron similares.

Estos resultados son congruentes con hallazgos anteriores también realizados

con deportistas con discapacidad intelectual participantes de Olimpiadas Especiales

(Farrell, Crocker, McDonough y Sedgwick, 2004; Shapiro, 2003). Por ejemplo, Shapiro

(2003) también quiso explorar las razones que daban deportistas con discapacidad

intelectual para su participación en unas Olimpiadas Especiales, y encontró que los

participantes señalaron siete razones principales: ganar medallas (M=8.96), participar

con otras personas en equipo (M=8.42), hacer ejercicio (M=8.28), hacer algo en lo que

son buenos (M=7.18), divertirse (M=7.07), ir a lugares nuevos y diferentes (M=6.97) y

sentirse una persona importante (M=6.93). Las razones menos importantes para la

participación fueron hacerlo para salir de casa, ser popular, sentirse más relajados, el

reto de intentar algo difícil de hacer o por la presión ejercida por padres y amigos.

Wu y Williams (2001) descubrieron que las razones por las que individuos con

lesión en la médula espinal se involucraban en el deporte eran fundamentalmente por

diversión, seguido de la mejora de su estado físico y de salud, la posibilidad de competir

y el desarrollo o mantenimiento de contactos sociales. Curiosamente, la rehabilitación

se calificó como la razón menos importante, con resultados similares

independientemente de si habían practicado deporte o no antes de la lesión.

Fung (1992) encontró diferencias en función del sexo al examinar las

motivaciones para participar en deportes competitivos entre atletas de silla de ruedas

que compitieron en los Juegos Paralímpicos de Seúl 1988. Mientras que las deportistas

49
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

femeninas demostraron mayor preferencia por el aspecto social y el desarrollo de las

amistades, los atletas masculinos lo hacían por motivaciones de logro.

En una revisión sobre atributos psicosociales y bienestar en deportistas

paralímpicos (Jefferies, Gallagher y Dunne, 2012) una de las áreas temáticas abordadas

se refiere a las motivaciones y objetivos de los deportistas. Como conclusión, los

autores indican que los atletas participan en el deporte paralímpico por el logro y la

destreza, pero los estudios revisados también incluyen las amistades estrechas que se

desarrollan como resultado de la participación, así como demostrar la competencia a los

demás.

Banack, Sabiston y Bloom (2011), utilizando la Teoría de la Autodeterminación,

evaluaron la motivación intrínseca para la participación deportiva de atletas canadienses

que compitieron en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008. Los autores encontraron que

la competencia percibida predecía las tres formas de motivación intrínseca

(conocimiento, experiencia y ejecución). Empleando la Teoría de las metas de logro,

Torralba, Vieira y Rubio (2017) analizaron los motivos para la práctica deportiva de

atletas paralímpicos españoles que participaron en los Juegos Paralímpicos de Londres

2012. Encontraron que los intereses de los deportistas se centraban sobre todo en los

aspectos relacionados con la superación y con lo personal. Además, observaron que los

motivos más importantes para practicar deporte fueron “Me gusta practicar deporte

individual”, “Me gusta ganar”, “Quiero mejorar mi nivel”, “Me gusta hacer ejercicio”,

“Me gustan los desafíos”, “Quiero estar en forma” y “Quiero estar físicamente bien”.

Las investigaciones con metodología cualitativa ofrecen información muy

interesante sobre las experiencias de los deportistas y sus motivos para participar en el

deporte. Garci y Mandich (2005) realizaron una investigación cualitativa con deportistas

de élite que habían competido a nivel Paralímpico, en concreto jugadores de baloncesto

50
Participación en actividades físico-deportivas de las personas con diversidad funcional

en silla ruedas, con el objetivo de explorar y describir la realidad de estos deportistas.

Fueron tres los temas principales que resultaron: a) el desarrollo de sí mismos mediante

la participación deportiva, b) las conexiones sociales y c) la necesidad de obtener el

reconocimiento como atletas. Omar-Fauzee, Mohd-Ali, Geok y Ibrahim (2010), a través

de entrevistas realizadas a deportistas paralímpicos de Malasia, encontraron que la

principal razón referida fue la diversión, seguida de las relaciones de apoyo, la mejora

de las condiciones físicas, las recompensas y la reducción del estrés.

A partir de entrevistas realizadas a deportistas paralímpicos pero ya retirados,

Wheeler et al. (1999) concluyeron que la iniciación deportiva había girado en torno a

cuatro temas centrales: rehabilitación, oportunidad, reclutamiento y continuidad en el

deporte, y los dos mecanismos principales de entrada al deporte habían sido la

rehabilitación o la casualidad. Estos deportistas afirmaron que el deporte les dio un

medio de ser percibidos por otros como deportistas en lugar de individuos con

discapacidad, asociándose con una autoestima positiva y una imagen corporal mejorada.

Kerstin, Gabriele y Richard (2006) realizaron entrevistas a personas con lesiones en la

médula espinal para identificar los factores que facilitaban la práctica de actividad

física, y entre los motivos que dieron los participantes estaba que la mejora de la

apariencia física actuaba de fuerza motivadora, entre otros factores relacionados con la

funcionalidad del cuerpo y la autonomía, la identidad, la salud y bienestar y la

posibilidad de competir.

Otro de los motivos para la práctica de actividades deportivas podría ser utilizar

este contexto para desafiar el estigma asociado con los cuerpos discapacitados,

demostrando así que las personas con discapacidad son igual de capaces que sus

compañeros no discapacitados, y mucho más de lo que sugieren los estereotipos sobre la

discapacidad (Taub, Blinde y Greer, 1999).

51
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

52
Capítulo 3:
Investigaciones en deporte adaptado: Aportaciones desde
la Psicología

53
Investigaciones en deporte adaptado: Aportaciones desde la Psicología

3.1. Algo más sobre la investigación desde la Psicología en el ámbito del deporte

adaptado

Esta Tesis Doctoral se enmarca dentro del campo concreto de la Psicología del Deporte,

y particularmente de lo que podría llamarse Psicología del Deporte Adaptado (Asken y

Gooling, 1986; Martin, 2016; Semerjian, 2010). Aunque los estudios empíricos que la

componen se centran en determinados constructos psicológicos, consideramos relevante

hacer un repaso abreviado de la investigación desarrollada en este campo, de forma que

se haga evidente que es un área en la que el interés es creciente pero en la que,

simultáneamente, queda aún mucho camino por recorrer.

En línea con la creciente evolución que ha sufrido en general el deporte

adaptado, el número de estudios con deportistas con discapacidad también ha ido en

aumento. Lee y Porretta (2013) realizaron una revisión de artículos publicados durante

el periodo 2001 a 2011 y encontraron un mayor número de trabajos empíricos en

comparación con los datos publicados del análisis realizado por Reid y Prupas (1998)

perteneciente al período 1986 a 1996. A pesar de este incremento, desafortunadamente,

la investigación sigue siendo insuficiente (Jefferies et al., 2012).

Los psicólogos del deporte están realizando investigaciones en el deporte

adaptado y están trabajando con deportistas con discapacidad, y como resultado, se está

desarrollando un cuerpo pequeño pero en expansión de conocimiento en este ámbito

(Martin, 2012). Sin embargo, los avances son lentos, si los comparamos con el deporte

sin discapacidad.

Además de lo ya referido en anteriores capítulos (i.e., beneficios de la práctica,

motivos, barreras y facilitadores percibidos), parte de la investigación existente en

deporte adaptado se centra en los beneficios psicológicos de la participación deportiva

para el atleta, tales como el incremento del autoconcepto general (e.g., Martin y

55
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Whalen, 2012; Suc, Lesnik y Erpic, 2015), las percepciones corporales y la satisfacción

corporal (e.g., Cardoso, Sacomori y Vieira, 2012; Galli, Reel, Henderson y Detling,

2016; Macdougall, O’Halloran, Shields y Sherry, 2015), la autoestima (e.g., Baĉanac,

Milićević-Marinkovic, Kasum y Marinković, 2014; Ferreira y Fox, 2008; Ferreira y

Gaspar, 2007), la autoeficacia para la vida cotidiana (e.g., Adnan, McKenzie y

Miyahara, 2001; Greenwood, Dzewaltowski y French, 1990), la resiliencia (e.g.,

Cardoso y Sacomori, 2014; Machida, Irwin y Feltz, 2013), el bienestar psicológico (e.g.,

Bragaru et al., 2011; di Cagno et al., 2013; Fiorilli et al., 2013; Greenwood et al., 1990;

Tasiemski y Brewer, 2011), la integración social (e.g., Barfield y Malone, 2013;

Depauw y Gavron, 2005; Segura, Martínez-Ferrer, Guerra y Barnet, 2013) y la calidad

de vida y satisfacción vital en general (e.g., Tasiemski y Brewer, 2011; Tejero-

González, de la Vega-Marcos, Vaquero-Maestre y Ruiz-Barquín, 2016; Yazicioglu et

al., 2012).

En relación con la actividad deportiva y el rendimiento, se ha investigado, por

ejemplo, la identidad deportiva de estos deportistas (e.g., Huang y Brittain, 2006;

Macdougall et al., 2015; Perrier, Sweet, Strachan y Latimer-Cheung, 2012; Peters,

Smith y Solomonides, 2016; Van de Vliet, Van Biesen y Vanlandewijck, 2008), su

motivación (e.g., Banack et al., 2011; Hutzler y Shemesh, 2012; Macdougall et al.,

2015; Perreault y Vallerand, 2007; Torralba et al., 2017), procesos de estrés, ansiedad y

estrategias de afrontamiento (e.g., Baĉanac et al., 2014; Campbell y Jones, 1997, 2002;

Guillén, Santana y Bara, 2006; Martin y McCaughtry 2004), la relación entre el estado

emocional y el rendimiento (e.g., De la Vega, Galán, Ruiz y Tejero, 2013; Martin,

Malone y Hilyer, 2011), la autoeficacia o autoconfianza y su relación con el

rendimiento (e.g., Adnan et al., 2001; Baĉanac et al., 2014; Campbell y Jones, 1997;

Ferreira y Gaspar, 2007; Greenwood et al., 1990; Hutzler y Shemesh, 2012; Lowther,

56
Investigaciones en deporte adaptado: Aportaciones desde la Psicología

Lane y Lane, 2002; Martin, 2002, 2008; Tejero-González et al., 2016), la pasión (e.g.,

Peters et al., 2016), los trastornos de la conducta alimentaria (e.g., Krempien y Barr,

2011, 2012; Martín-Almena, Romero-Collazos y Montero-López, 2016) o cómo el

entrenamiento en habilidades psicológicas puede mejorar el rendimiento (e.g., Aragón,

2002; Hanrahan, 2015; Martin, 2012, 2016; Samulski, Noce y Da Costa, 2011).

Todo este conocimiento ha contribuido a un acercamiento hacia la comprensión

de las experiencias particulares de este colectivo de deportistas, pero sigue existiendo un

conocimiento limitado en comparación con el significativo crecimiento de la literatura

en el deporte general (no adaptado). Dehghansai, Lemez, Wattie y Baker (2017) han

realizado una revisión de la literatura sobre estudios disponibles que hubieran explorado

aspectos en el desarrollo de deportistas con discapacidad y determinantes claves del

desarrollo exitoso y el desempeño deportivo, y la revisión refleja la falta de

investigación sobre el desarrollo deportivo específico de atletas con discapacidad, lo que

plantea una preocupación con respecto a la efectividad y la adecuación de las prácticas

actuales que se están realizando.

Por todo ello, se hace necesario conocer y comprender los factores y procesos

que son determinantes en el desarrollo y rendimiento deportivo de los atletas con

discapacidad, con el objetivo de crear programas y estrategias adecuadas para conseguir

un desempeño deportivo exitoso (Dehghansai, et al., 2017), pero también en relación a

la experimentación de estados subjetivos positivos, que han sido relacionados en el

deporte (fundamentalmente no adaptado) con el compromiso y la excelencia deportiva

(McCarthy, 2011).

La Psicología del Deporte debe ayudar al deportista con diversidad funcional a

mejorar su dedicación deportiva y su rendimiento, pero también a promocionar otros

aspectos relacionados con su salud y bienestar, además de ser herramienta para la

57
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

normalización e inclusión definitivas de las personas con discapacidad. Esta Tesis

Doctoral nace con este objetivo y, con humildad, pretende hacer una interesante

contribución al respecto, con implicaciones derivadas de relevancia tanto a nivel

científico como, particularmente, social.

58
PARTE II:

OBJETIVOS E HIPÓTESIS

Capítulo 4:
Objetivo general, objetivos específicos e hipótesis
Capítulo 4:
Objetivo general, objetivos específicos e hipótesis

61
Objetivo general, objetivos específicos e hipótesis

El interés de la Psicología del Deporte por el deporte adaptado se ha visto incrementado

en los últimos años, pero todavía tanto la investigación como la dedicación a nivel

profesional en este ámbito siguen siendo insuficientes. La información obtenida en las

investigaciones en este campo ayudará a conocer mejor a este colectivo con necesidades

especiales con el fin de desarrollar intervenciones no sólo destinadas a mejorar su

rendimiento, dedicación y satisfacción deportivas sino también a mejorar su proceso de

inserción y normalización social, su bienestar y su calidad de vida.

4.1. Objetivo general

El objetivo general de los estudios que componen esta Tesis Doctoral es conocer cómo

diferentes variables psicológicas que han recibido atención en el ámbito del deporte

general pero escasamente en el caso de deportistas con discapacidad inciden en la

participación en el deporte adaptado. En concreto, queremos conocer cuáles son las

experiencias de flow, la competencia deportiva percibida, la pasión y las percepciones

corporales en deportistas españoles con discapacidad, desde atletas aficionados hasta

profesionales/de élite de diferentes modalidades deportivas, tanto individuales como

colectivas, así como establecer el impacto de estas variables psicológicas en su

participación, en concreto en su intención de práctica y competición futura y su

dedicación actual a la actividad deportiva.

4.2. Objetivos específicos

Este objetivo general se desglosa en los siguientes objetivos específicos:

63
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

1. Conocer las experiencias de flow, la competencia percibida deportiva y la pasión

armoniosa y obsesiva de deportistas con discapacidad de distintos niveles de

competición y modalidades deportivas.

2. Comparar las experiencias de flow, competencia percibida y pasión en función

de variables sociodemográficas (sexo y edad) y, particularmente, deportivas, en

concreto historia deportiva (años de práctica y competición) y niveles de

competición deportiva (aficionados, amateur y profesional/élite).

3. Conocer la posible relación entre estos tres recursos psicológicos.

4. Establecer el posible impacto de estas experiencias en la adherencia deportiva,

tanto en la intención de continuar con la práctica en el futuro, como en la

intención de continuar compitiendo en el futuro de estos atletas.

5. Conocer la relación entre estas tres variables y la intención de participación

futura, considerando posibles vías tanto directas como indirectas.

6. Conocer las percepciones corporales de deportistas con discapacidad, tanto

actuales como ideales, qué criterios usan para valorar su cuerpo y definir su ideal

corporal (i.e., atléticos y estéticos), así como el grado de satisfacción con su

cuerpo y apariencia.

7. Explorar la posible relación entre las percepciones corporales y la satisfacción

subjetiva con las mismas con variables deportivas indicadoras de la participación

en el deporte.

8. Comparar atletas con y sin discapacidad en los aspectos referidos en los

objetivos 6 y 7 anteriores.

9. Conocer las estrategias que usan o usarían deportistas con discapacidad para el

manejo del cuerpo y conseguir que su cuerpo se pareciera al que desean tener, ya

sea por motivos atléticos o estéticos.

64
Objetivo general, objetivos específicos e hipótesis

10. Establecer la presencia e importancia de diversos factores de riesgo

actitudinales, cognitivos, motivacionales, comportamentales y contextuales-

deportivos para el desarrollo de manifestaciones de un Trastorno de la conducta

alimentaria en deportistas con discapacidad, trastornos que son relativamente

frecuentes en el ámbito de la actividad deportiva y que se asocian inversamente

al rendimiento del atleta así como a su trayectoria deportiva, además de a su

salud y bienestar.

4.3. Hipótesis

Las hipótesis planteadas en las investigaciones que componen esta Tesis Doctoral son

las siguientes:

1. Deportistas con discapacidad experimentarán episodios frecuentes/profundos de

flow, particularmente en sus mejores actuaciones en comparación con

entrenamientos y competiciones no sobresalientes, sentirán una elevada pasión

por su actividad, más pasión armoniosa que obsesiva, y percibirán una elevada

competencia deportiva.

2. No esperamos encontrar diferencias en las variables referidas en el anterior

objetivo en función del sexo y la edad. Tampoco en la experimentación de

estados de flow y pasión en función los años de experiencia de práctica y

competición ni los distintos niveles de competición. Tampoco esperamos

encontrar diferencias para la variable competencia percibida considerando los

niveles de competición deportiva, aunque sí esperamos que los deportistas con

una historia deportiva más prolongada refieran una competencia deportiva más

elevada que los deportistas con una historia deportiva más breve.

65
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

3. Esperamos que la experimentación de estados de flow, la pasión, particularmente

la pasión armoniosa, y la competencia percibida se relacionen positivamente

entre sí.

4. Los deportistas que experimenten de forma más intensa o frecuente episodios de

flow, que sientan pasión (particularmente armoniosa) por su actividad y que

perciban una elevada competencia deportiva tendrán una intención más fuerte de

continuar en el futuro con la práctica deportiva y mantener su participación en la

competición.

5. Esperamos confirmar tanto relaciones directas como indirectas entre los

recursos psicológicos de flow, competencia atlética percibida y pasión y la

intención de práctica futura. Dada la completa inexistencia de hallazgos previos,

no se establecen hipótesis concretas respecto a las vías de conexión con las

variables de resultado consideradas.

6. La imagen corporal actual percibida de deportistas con discapacidad será

moderadamente positiva y similar a la de deportistas sin discapacidad, y estará

basada en criterios deportivos por encima de los criterios estéticos.

7. La imagen corporal ideal, según tanto criterios atléticos como estéticos, será más

exigente, en concreto más delgada y musculada, que la imagen corporal

percibida actual, en ambos grupos de deportistas.

8. La satisfacción corporal mostrada por deportistas tanto con como sin

discapacidad será moderadamente elevada.

9. Esperamos que las percepciones corporales y la satisfacción con las mismas se

asocien estrechamente a variables deportivas indicadoras de la participación

atlética, en concreto historia de práctica deportiva, horas de entrenamiento y

66
Objetivo general, objetivos específicos e hipótesis

nivel de competición, de forma que éstas sean predictoras significativas de las

evaluaciones de los atletas de su cuerpo.

10. Las percepciones corporales se asociarán con estrategias concretas utilizadas

por los deportistas para el manejo del cuerpo y la apariencia. En concreto,

esperamos encontrar que los deportistas hagan un uso reducido de estas

estrategias de riesgo (no saludables) para conseguir el cuerpo que les gustaría

tener tanto para rendir mejor en su deporte como tener una mejor apariencia, en

la línea de lo encontrado con deportistas sin discapacidad. Asimismo, esperamos

encontrar que recurran con mayor frecuencia a estrategias relacionadas con la

alimentación y la actividad física, en comparación con otro tipo de

comportamientos de control del cuerpo.

11. Esperamos encontrar una asociación entre percepciones corporales más pobres,

el uso de estrategias no saludables y otros factores de riesgo actitudinales,

cognitivos, motivacionales y contextuales y una mayor vulnerabilidad para

padecer Trastornos de la conducta alimentaria en deportistas con discapacidad,

confirmando hallazgos previos establecidos con deportistas sin discapacidad.

67
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

68
PARTE III:

ESTUDIOS EMPÍRICOS

Capítulo 5:
Estudio 1. Diferencias en competencia deportiva
percibida, flow y pasión en deportistas con discapacidad
en función de variables atléticas y sociodemográficas

Capítulo 6:
Estudio 2. Determinantes psicosociales y deportivos de la
intención de continuar la participación en la práctica y
competición deportiva en atletas con discapacidad

Capítulo 7:
Estudio 3. Intention of continuing participation in
disabled athletes: Mediation analyses considering
perceived athletic competence, flow and passion for sport
Capítulo 8:
Estudio 4. Imagen corporal, satisfacción corporal y
factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad:
Un estudio preliminar comparativo

Capítulo 9:
Estudio 5. Body-management behaviours and eating
disorders in athletes with disabilities: Preliminary findings
on clusters of risk
Capítulo 5:
Estudio 1. Diferencias en competencia deportiva
percibida, flow y pasión en deportistas con discapacidad
en función de variables atléticas y sociodemográficas

71
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

Resumen

La competencia deportiva percibida, las experiencias de flow y la pasión armoniosa y

obsesiva han sido ampliamente estudiadas en el deporte, aunque apenas en deportistas

con discapacidad. Exploramos estos recursos en deportistas adultos con diversidad

funcional, así como posibles diferencias en función de variables atléticas y

sociodemográficas. Los participantes informaron tener niveles elevados de competencia

percibida, experimentar con frecuencia o profundidad estados subjetivos extraordinarios

como el flow, particularmente en la mejor competición, y tener una elevada pasión por

el deporte, particularmente de tipo armonioso. Los participantes con una historia

deportiva más amplia (años de práctica y competición) refirieron mayores niveles de

competencia percibida y flow en entrenamientos y competiciones, y aquellos con más

años de práctica también demostraron mayores niveles de pasión obsesiva. Aquéllos de

mayor nivel de competición mostraron mayor competencia percibida y pasión obsesiva.

Estos recursos psicológicos pueden ser un excelente objetivo en las intervención

destinadas a incrementar el rendimiento de los deportistas con discapacidad, vigilando

la pasión obsesiva.

Palabras clave: competencia deportiva percibida, flow, pasión, atletas con diversidad

funcional, deporte adaptado.

73
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Introducción

La visibilidad que ha adquirido la discapacidad en los últimos años ha sido creciente, en

parte por el deporte, actuando como herramienta para la rehabilitación, inclusión y

normalización de personas con diversidad funcional (Harada, Siperstein, Parker y

Lenox, 2011). El deporte adaptado es un tipo de práctica deportiva reglamentada y

competitiva que busca hacer posible la participación a personas que tienen alguna

discapacidad física, sensorial o psíquica. Son las diferentes adaptaciones y/o

modificaciones que se realizan en las actividades físico-deportivas para que las personas

con discapacidad puedan practicarlas lo que define al deporte adaptado, o los nuevos

deportes creados específicamente para estas personas (Reina, 2014; Winnick, 2011).

Desde que el Dr. Guttmann empezase a utilizar el deporte para la rehabilitación de

personas con graves lesiones como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, la

evolución que ha sufrido el deporte para personas con diversidad funcional es

considerable. Hoy es un movimiento competitivo mundial (DePauw, 2012; Legg y

Steadward, 2011), incluyendo un número progresivamente mayor de atletas con

discapacidad y una diversidad cada vez más amplia de deportes adaptados. Así, por

ejemplo, en los primeros Juegos Olímpicos oficiales para atletas con discapacidad en

Roma 1960 participaron aproximadamente 400 atletas de 23 países en 8 modalidades

deportivas, mientras que en Río 2016 compitieron 4328 atletas con discapacidad de 159

países en 22 modalidades deportivas (según los datos del Comité Paralímpico

Internacional).

Parte de la investigación existente en deporte adaptado se centra en los

beneficios psicológicos de la participación deportiva para el atleta, tales como el

incremento del autoconcepto general (e.g., Martin y Whalen, 2012; Suc, Lesnik y Erpic,

74
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

2015), la autoestima (e.g., Baĉanac, Milićević-Marinkovic, Kasum y Marinković, 2014;

Ferreira y Fox, 2008; Ferreira y Gaspar, 2007), la autoeficacia para la vida cotidiana

(Adnan, McKenzie y Miyahara, 2001; Greenwood, Dzewaltowski y French, 1990), la

resiliencia (e.g., Cardoso y Sacomori, 2014; Machida, Irwin y Feltz, 2013), el bienestar

psicológico (e.g., Bragaru, Dekker, Geertzen y Dijkstra, 2011; di Cagno et al., 2013;

Fiorilli et al., 2013; Greenwood et al., 1990; Tasiemski y Brewer, 2011), la integración

social (e.g., Barfield y Malone, 2013; Depauw y Gavron, 2005; Segura, Martínez-

Ferrer, Guerra y Barnet, 2013) y la calidad de vida y satisfacción vital en general (e.g.,

Tasiemski y Brewer, 2011; Tejero-González, de la Vega-Marcos, Vaquero-Maestre y

Ruiz-Barquín, 2016; Yazicioglu, Yavuz, Goktepe y Tan, 2012).

En relación con la actividad deportiva y el rendimiento, se ha investigado, por

ejemplo, la identidad deportiva de estos deportistas (e.g., Huang y Brittain, 2006;

Macdougall, O’Halloran, Shields y Sherry, 2015; Perrier, Sweet, Strachan y Latimer-

Cheung, 2012), su motivación (e.g., Banack, Sabiston y Bloom, 2011; Hutzler y

Shemesh, 2012; Macdougall et al., 2015; Perreault y Vallerand, 2007; Torralba, Vieira y

Rubio, 2017), procesos de estrés, ansiedad y estrategias de afrontamiento (e.g., Baĉanac

et al., 2014; Campbell y Jones, 1997, 2002; Guillén, Santana y Bara, 2006; Martin y

McCaughtry, 2004), la relación entre el estado emocional y el rendimiento (e.g., De la

Vega, Galán, Ruiz y Tejero, 2013; Martin, Malone y Hilyer, 2011), la autoeficacia o

autoconfianza y su relación con el rendimiento (e.g., Adnan et al., 2001; Baĉanac et al.,

2014; Campbell y Jones, 1997; Ferreira y Gaspar, 2007; Greenwood et al., 1990;

Hutzler y Shemesh, 2012; Lowther, Lane y Lane, 2002; Martin, 2002, 2008; Tejero-

González et al., 2016), los facilitadores y barreras percibidos para la participación en el

deporte (e.g., Barfield y Malone, 2013; Hutzler y Bergman, 2011; Jaarsma, Dijkstra,

75
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Geertzen y Dekker, 2014) o cómo el entrenamiento en habilidades psicológicas puede

mejorar el rendimiento (e.g., Aragón, 2002; Hanrahan, 2015; Martin, 2012, 2016).

Aunque la investigación en deporte adaptado ha ido en aumento, sigue siendo

insuficiente (Jefferies, Gallagher y Dunne, 2012). Esto es particularmente evidente

considerando a deportistas jóvenes y adultos, pues la investigación con niños y

adolescentes es, comparativamente, mucho mayor. En este trabajo nos centramos en el

deporte adaptado adulto.

En concreto, ciertas variables psicológicas que predisponen a la experimentación

de estados positivos relacionados con la adherencia a la práctica deportiva y el

incremento del rendimiento, como son la competencia percibida, los estados de flow y la

pasión, han sido estudiadas de forma más o menos extensa en el deporte no adaptado,

pero sobre ellas existe escasa investigación en el deporte adaptado (Navarrón, Godoy-

Izquierdo, Ramírez, Jiménez-Torres, González, en prensa).

La competencia percibida se refiere a la valoración que hace la persona de las

habilidades, recursos y competencias necesarios para desarrollar exitosamente una

actividad con un cierto nivel de complejidad y reto. Feltz (1988) define la competencia

o habilidad percibida como la percepción de que se posee la habilidad requerida para

desarrollar con dominio una tarea resultante de las sucesivas interacciones con el medio.

A la competencia percibida se le otorga un papel clave en las teorías de autoagencia y

motivación (Bandura, 1982; Ryan y Deci, 2000). Conceptos relacionados, como

capacidad física percibida, autoconfianza o autoeficacia, se han utilizado para describir

las percepciones de capacidad para lograr cierto nivel de rendimiento (Feltz, 2007). La

percepción y sentimientos de competencia influyen de manera decisiva en la actividad y

el rendimiento deportivo (Feltz, Short y Sullivan, 2008; Moritz, Feltz, Fahrbach y

76
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

Mack, 2000). Son pocos los estudios que han centrado su interés en esta variable en el

contexto del deporte adaptado, generalmente dentro del constructo más amplio de

autoconcepto físico, incluyendo competencia física percibida (e.g., Ferreira y Gaspar,

2007; Weiss, Diamond, Demark y Lovald, 2003) o, más próxima a nuestra variable de

interés, competencia deportiva percibida (e.g., Ferreira y Fox, 2008; Martin y Whalen,

2012; Sands y Wettenhall, 2000), o como parte del constructo de motivación intrínseca

(e.g., Banack et al., 2011), además de los estudios sobre autoeficacia y autoconfianza

deportivas que hemos mencionado arriba.

Por otra parte, el flow es una de las experiencias subjetivas positivas más

estudiadas en el deporte (no adaptado). El concepto de flow fue presentado por

Csikszentmihalyi (1975, p. 36) como “la experiencia holística que las personas sienten

cuando actúan con total implicación”. Supone un estado de óptima experiencia

multidimensional y dinámico que implica una total absorción en la tarea que se está

realizando y una concentración máxima que facilita la aparición del rendimiento

extraordinario de forma natural, sin esfuerzo. Las experiencias de flow incluyen nueve

dimensiones, que corresponden a las sensaciones que más comúnmente refieren las

personas cuando logran llegar a ese estado durante la realización de una actividad

(Csikszentmihalyi, 1990; Jackson y Csikszentmihalyi, 2002) (ver figura 1). Durante este

estado, las sensaciones de control o dominio sobre la tarea, de abstracción con respecto

a todo lo demás y de disfrute o placer son máximas. La experimentación del estado de

flow ha sido estudiada en múltiples contextos, entre los que se incluye el ámbito

deportivo, por ser un contexto de frecuente experimentación, y es que los atletas en sus

mejores actuaciones indican niveles más altos de flow que en peores actuaciones o

cuando compiten de forma habitual (Jackson y Roberts, 1992). Los deportistas refieren

77
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

la ocurrencia de experiencias excepcionales como el flow tanto en los entrenamientos

como en la competición (Swann, Keegan, Piggott y Crust, 2012), y estas experiencias se

asocian con un rendimiento deportivo superior (e.g., Fernández, Godoy-Izquierdo,

Jaenes, Bohórquez y Vélez, 2015; Jackson y Csikszentmihalyi, 2002; Jackson y

Kimiecik, 2008; Jackson, Thomas, Marsh y Smethurst, 2001; Stavrou, Zervas,

Karteroliotis y Jackson, 2007; Swann et al., 2012). No existen a nuestro conocimiento

estudios sobre flow en deportistas con discapacidad.

Como consecuencia de la experimentación de estados subjetivos positivos

durante la realización de una tarea, como la experiencia intrínsecamente placentera del

flow, así como por las percepciones de competencia, la persona puede desarrollar una

pasión por dicha actividad (Vallerand y Verner-Filion, 2013). La pasión se define como

una fuerte inclinación o deseo de la persona hacia una actividad que le gusta mucho,

considera importante en su vida y en la que invierte una considerable cantidad de

tiempo y energía de forma regular (Vallerand et al., 2003). La pasión hace que la

actividad autodefina a la persona y forme parte de su identidad. En el Modelo Dual

sobre la Pasión propuesto por Vallerand (2015; Vallerand et al., 2003) se hace una

distinción entre una pasión armoniosa y una pasión obsesiva. La pasión armoniosa sería

el resultado de una integración autónoma (Deci y Ryan, 2000) de la actividad en la

identidad y la vida de la persona, de forma libre y flexible, mientras que la pasión

obsesiva resultaría de una internalización controlada, que genera una sobreidentificación

con la actividad y un deseo incontrolable por la práctica que puede provocar conflicto

con otras actividades de la vida diaria e incluso una rígida persistencia de la actividad.

78
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

DIMENSIONES CARACTERÍSTICAS
Las habilidades y recursos personales se perciben como suficientes
para enfrentar y superar los desafíos que supone el logro de un
Equilibrio Desafío- objetivo o meta, evitando las experiencias de aburrimiento ansiedad
Habilidad o apatía.
(“Siento que mis habilidades son elevadas, me siento competente y
eficaz”)
Una “fusión de los procesos mentales con los físicos, creando una
sensación de unidad y un ajustado sentido de coordinación de los
movimientos” (Jackson y Csikszentmihalyi, 2002, p.38) hace sentir
Fusión Acción-Atención
al deportista que realiza sus movimientos y sus acciones sin ningún
esfuerzo.
(“Actúo de manera espontánea y automática, sin tener que pensar”)
Unas metas bien establecidas hacen que el deportista “conozca a
cada instante cuál es el siguiente paso que se debe dar” (Jackson y
Csikszentmihalyi, 2002, p. 39). Ayuda a no tener distracciones y a
Metas Claras
permanecer concentrado en la ejecución, al no haber espacio para
dudar sobre lo que se está haciendo.
(“Sé lo que tengo que hacer y lo que quiero conseguir”)
La información que reciben las personas sobre la calidad de su
actuación les permite sentirse y mantenerse conectados con lo que
Feedback sin hacen y controlar mejor sus acciones para alcanzar las metas
Ambigüedad previamente establecidas.
(“Mientras actúo tengo una idea muy clara de la calidad de mi
ejecución”)
La concentración en la tarea es el rasgo “más característico de estar
Concentración en la
en flow” (Jackson y Csikszentmihalyi, 2002, p. 154).
Tarea
(“Estoy totalmente concentrado/a en la tarea que estoy haciendo”)
La sensación de control “hace que el atleta olvide el miedo al
fracaso y la preocupación por su desempeño, creando una sensación
Sensación de Control de fortaleza para afrontar los desafíos” (Jackson y Csikszentmihalyi,
2002, p. 46).
(“Siento un control total sobre mi cuerpo y mi mente”)
El olvidarse de sí mismo es una de las claves para la concentración
Pérdida de Conciencia absoluta; mientras que la atención al yo o a la identidad social
del Propio Ser desaparece, la atención al cuerpo y sus movimientos se incrementa.
(“No me preocupa lo que los demás puedan estar pensando de mí”)
La sensación del transcurrir del tiempo se modifica durante la
Transformación del ejecución en flow. Puede parecer que el tiempo pasa más rápido o
Tiempo más lento dependiendo de la tarea o el deporte.
(“Parece que el tiempo es diferente de lo normal”)
Se trata de una sensación positiva y placentera, de profundo
disfrute, que genera una fuerte motivación intrínseca y, por lo tanto,
deja en segundo término el logro de resultados, incentivos externos,
Experiencia Autotélica
consecuencias o recompensas posteriores (Csikszentmihalyi y
Csikszentmihalyi, 1998).
(“Me gusta mucho lo que siento y me gustaría volver a sentirlo”)
Figura 1. Dimensiones de la experiencia de flow

79
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Los dos tipos de pasión están asociados además a diferentes experiencias

afectivas: La pasión armoniosa se asocia con el afecto positivo, mientras que la pasión

obsesiva se asocia a emociones negativas durante o después de la realización de la

actividad, o cuando ésta no se realiza (Vallerand et al., 2003, 2006, 2008). Existen

estudios que exploran la pasión en el contexto deportivo (e.g., Vallerand et al., 2006) y

que encuentran que ambos tipos de pasión son predictores de la práctica deliberada que,

a su vez, es un predictor positivo del rendimiento (e.g., Vallerand et al., 2008). En el

ámbito del deporte adaptado, existe solamente un estudio sobre la pasión en deportistas

con discapacidad (Peters, Smith y Solomonides, 2016), en el que se encontró que la

identidad deportiva, en concreto el compromiso con los roles deportivos, la orientación

motivacional centrada en metas de maestría y la involucración conductual y cognitiva,

predecían el desarrollo de la pasión en estos atletas.

Estas tres variables psicosociales han sido ampliamente exploradas en el

contexto deportivo (no adaptado) pero existe una escasez de investigaciones específicas

sobre éstas en el contexto del deporte adaptado, particularmente sobre flow y pasión.

Así pues, este estudio pretende hacer una contribución a la investigación sobre la

competencia deportiva percibida, las experiencias de flow y la pasión armoniosa y

obsesiva en deportistas con diversidad funcional, incluyendo para ello a atletas de

diferentes modalidades deportivas y niveles de competición, y explorando posibles

diferencias en función de variables atléticas (historia deportiva, i.e., años entrenando y

compitiendo, y nivel de competición) y sociodemográficas (edad y sexo) del deportista.

80
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

Método

Participantes

Participaron voluntariamente en este estudio 47 deportistas federados con diversidad

funcional de los 375 deportistas con los que se contactó a través de federaciones,

asociaciones, clubes y diversos foros y recursos online. Sus edades están comprendidas

entre los 19 y 64 años (M=34.15, DT=9.56). De ellos, el 83% (n=39) son hombres y el

17% mujeres (n=8). Los participantes practicaban deportes tanto individuales (85.1%)

como colectivos (14.9%). Los niveles de competición van desde deporte aficionado

hasta deporte de élite (Tabla 1). Su participación en deporte adaptado va desde 1 hasta

33 años, con un promedio de 12.21 años (DT=7.37). Los participantes llevaban

compitiendo de forma regular en sus respectivas disciplinas desde 1 hasta 33 años, con

un promedio de 10.24 años de competición (DT=7.18).

Tabla 1. Características de los participantes

N %
Tipo de Discapacidad física/motora 35 74.5
discapacidad Discapacidad visual 12 25.5
Discapacidad psíquica 0
Nivel de Profesional/Élite [Años de práctica: M=13.92, SD=7.89; 25 53.2
competición Años compitiendo: M=12.46, SD=7.93]
Amateur [Años de práctica: M=13.15, SD=5.26; 13 27.7
Años compitiendo: M=10.23, SD=4.95]
Aficionado [Años de práctica: M=6.11, SD=5.62; 9 19.1
Años compitiendo: M=4.11, SD=3.62]
Deportes Baloncesto 5 10.6
colectivos Fútbol 2 4.3
Deportes Atletismo 10 21.3
individuales Natación 10 21.3
Tenis 9 19.2
Boccia 4 8.5
Ciclismo 3 6.4
Esgrima 1 2.1
Judo 1 2.1
Tiro con arco 1 2.1
Triatlón 1 2.1

81
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Medidas

- Datos sociodemográficos: Los participantes indicaron su edad, sexo, modalidad

deportiva practicada, nivel de competición deportiva, tiempo que llevaban practicando y

compitiendo en dicha modalidad y federación a la que pertenecían.

- Competencia Percibida: Se evaluó a través de un ítem con validez aparente cuyo

enunciado era: “Indica de 0 a 10 lo bueno/a que crees que eres como deportista o atleta

considerando tu interés por la actividad, tu nivel de implicación y compromiso, tus

resultados y tu dominio del deporte”, al que la persona debía responder en una escala de

0=“Creo que soy muy malo/a” a 10=“Creo que soy muy bueno/a”. Otros autores (e.g.,

Banack et al., 2011; Jackson, Kimiecik, Ford y Marsh, 1998; Sands y Wettenhall, 2000)

han utilizado procedimientos similares.

- Pasión: Se evaluó a través de la Escala de Pasión (Vallerand et al., 2003), que consta

de 14 ítems, 7 referidos a pasión armoniosa (e.g., “Practicar este deporte está en

armonía con las demás actividades de mi vida”) y 7 a la pasión obsesiva (e.g., “Mi

estado de ánimo depende de si hago o no esta actividad”). La persona indica su grado de

acuerdo para cada afirmación en una escala tipo Likert de 0=“Nada de acuerdo” a

10=“Completamente de acuerdo”, obteniéndose así dos puntuaciones, ambas promedio

de las respuestas a los ítems de cada subescala. Las propiedades psicométricas de este

instrumento han sido comprobadas previamente (Chamarro et al., 2015; Marsh et al.,

2013). En el presente estudio, la validez factorial (análisis exploratorio mediante ejes

principales y rotación varimax) de la escala fue satisfactoria. Además, se confirmó la

consistencia interna de la medida (alfas de Cronbach para la escala completa, subescala

de pasión armoniosa y pasión obsesiva de 0.86, 0.76 y 0.90, respectivamente).

82
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

- Flow: Se evaluó a través de la Escala Breve de Flow en el Deporte (Fernández et al.,

2015), derivada de las escalas de flow disposicional y estado de Jackson y Eklund

(2002, 2004), las cuales han mostrado unas adecuadas propiedades de fiabilidad y

validez (Godoy-Izquierdo, Vélez, Rodríguez y Jiménez, 2009; Jackson y Eklund, 2004;

Martin y Jackson, 2008). La escala abreviada evalúa las dimensiones del flow a través

de nueve ítems con afirmaciones relativas a cada una de ellas, indicando la persona en

qué grado son ciertas o aplicables en su caso dichas afirmaciones tanto en general en

entrenamientos y competiciones (flow disposicional) como en su mejor competición

(flow estado) en una escala tipo Likert de 1=“Nunca” a 5=“Siempre”. Se obtienen dos

puntuaciones totales, una referida a la experimentación de episodios de flow en general

en la práctica deportiva y otra referida a la experimentación de este estado subjetivo en

la mejor competición recordada. Ambas puntuaciones han sido utilizadas anteriormente

(e.g., Jackson et al., 1998, 2001). En este estudio, los valores de alfa de Cronbach han

sido 0.71 para la medida disposicional y 0.74 para la medida estado, indicando una

satisfactoria consistencia interna.

Procedimiento

Con el fin de construir la muestra del estudio, se crearon diferentes vías de contacto,

incluyendo una cuenta de correo electrónico y una cuenta en Facebook, a través de las

que ofrecimos información en la red sobre la investigación. Además, intentamos

establecer contacto con deportistas que hubieran participado en unas Paralimpiadas a

través de la página del Comité Paralímpico Español. Contactamos también con un total

de 23 organizaciones, clubes, federaciones y asociaciones, y con diferentes

personalidades dentro de este ámbito. También asistimos a diferentes competiciones

83
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

(e.g., II Trofeo Ciudad Albacete de tenis en silla de ruedas), lo que nos permitió tener

además un contacto directo con los deportistas.

La administración del protocolo de evaluación tuvo lugar una vez que el

deportista mostró su interés en colaborar y se realizó a través de correo electrónico o por

pasación directa en las competiciones.

Todos los participantes firmaron un consentimiento informado de participación

voluntaria y sin recompensa de ningún tipo. El estudio fue aprobado por el comité ético

de la institución de los autores.

Diseño del estudio y análisis estadístico

El presente estudio tiene un diseño ex-post-facto de tipo transversal. Se realizaron

análisis preliminares y exploratorios de los datos para detectar (y corregir) posibles

errores en la introducción de los datos y datos perdidos, ausentes o extremos. Los

análisis revelaron que no existía ningún valor atípico extremo. Aunque la prueba de

Shapiro-Wilks señaló que no todas las variables se distribuían normalmente, la prueba

de Levene (p>0.05) confirmó la homocedasticidad para todas las variables, pese al

tamaño de las submuestras para los análisis de este estudio, de forma que se utilizaron

pruebas paramétricas para el análisis de datos, con las correcciones oportunas cuando

fueron necesarias. Existe suficiente evidencia que señala que los métodos paramétricos

son robustos (i.e., control del error tipo I y II) en el caso de muestras razonablemente

grandes (N≥30 observaciones) y que, de los dos supuestos básicos, es el de

homoscedasticidad el que debe ser cuidadosamente valorado, pues su violación es más

peligrosa para la validez de los análisis (Erceg-Hurn y Mirosevich, 2008; Heeren y

D'Agostino, 1987; Jekel, Katz y Elmore, 2001; Sawilowsky y Blair, 1992; Stonehouse y

84
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

Forrester, 1998). Además, es completamente aceptado por la comunidad científica que

los datos utilizados en la ciencia psicológica raramente se distribuyen normalmente, tal

y como ya indicara Micceri (1989) en su trabajo "El unicornio, la curva normal y otras

criaturas improbables". Todos los análisis se realizaron considerando como nivel de

significación p<0.05.

Resultados

La competencia deportiva percibida de los participantes fue moderadamente alta.

Además, informaron sentir pasión por el deporte, principalmente de tipo armonioso,

aunque el nivel de pasión obsesiva es moderado. También indicaron experimentar

episodios frecuentes o profundos de flow, en mayor medida en su mejor competición en

comparación con, en general, en entrenamientos y competiciones (Tabla 2).

Tabla 2. Resultados descriptivos para las principales variables del estudio

M DT Mín Máx
Competencia Percibida (0-10) 7.34 1.34 4.00 10.00
Flow en entrenamientos y competición (9-45)† 34.79 4.88 20.00 45.00
Flow en la mejor competición (9-45) 36.19 5.23 23.00 45.00
Pasión Armoniosa (0-10) 8.36 1.09 4.71 10.00
Pasión Obsesiva (0-10) 5.03 2.42 0.00 9.57

Rango de puntuaciones posibles en la medida.

No se encontraron diferencias en la competencia deportiva percibida, las

experiencias de flow y la pasión armoniosa y obsesiva en función del sexo y la edad de

los participantes (para ello se compararon dos grupos, un grupo formado por los

participantes de entre 19 y 33 años y otro formado por los participantes de entre 34 y 64

años) (Tabla 3).

85
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 3. Diferencias en flow, competencia percibida y pasión según el sexo y la edad

Hombres Mujeres
(n=39) (n=8) t p
M DT M DT
Competencia Percibida 7.23 1.40 7.88 0.83 -1.246 0.219
Flow en entrenamientos y
35.28 4.98 32.38 3.70 1.558 0.126
competiciones
Flow mejor competición 36.54 5.42 34.50 4.07 1.004 0.321
Pasión Armoniosa 8.45 1.11 7.91 0.94 1.282 0.207
Pasión Obsesiva 5.16 2.48 4.41 2.14 0.789 0.434
Jóvenes Mayores
(<33 años) (≥34 años)
t p
(n=24) (n=23)
M DT M DT
Competencia Percibida 7.50 1.10 7.17 1.56 0.831 0.410
Flow en entrenamientos y
34.21 5.14 35.39 4.63 -0.828 0.412
competiciones
Flow mejor competición 36.92 4.98 35.43 5.49 0.970 0.337
Pasión Armoniosa 8.26 1.02 8.46 1.18 -0.616 0.541
Pasión Obsesiva 5.35 2.42 4.70 2.43 0.922 0.361

Respecto a los años de práctica deportiva, se agrupó a los participantes en

función de los años de práctica en un grupo formado por los deportistas con menos de

12 años de práctica (promedio del grupo completo) y otro grupo formado por los

deportistas con un valor igual o superior a 12 años de práctica (Tabla 4). Se encontraron

diferencias significativas en las variables de competencia percibida, flow en

entrenamientos y competiciones y pasión obsesiva. Los participantes con una historia de

práctica deportiva más amplia obtuvieron mayores puntuaciones en todas las variables.

86
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

Tabla 4. Diferencias en flow, competencia percibida y pasión según la historia

deportiva

<12 años de ≥12 años de


práctica (n=18) práctica (n=29) t p
M DT M DT
Competencia Percibida 6.78 1.73 7.69 0.89 -2.068 0.050*
Flow en entrenamientos
32.89 5.57 35.97 4.07 -2.185 0.034*
y competición
Flow en la mejor
35.56 5.52 36.59 5.10 -0.652 0.517
competición
Pasión Armoniosa 8.23 0.88 8.44 1.21 -0.631 0.531
Pasión Obsesiva 3.93 2.38 5.71 2.22 -2.593 0.013*
<10 años de ≥10 años de
competición competición
t p
(n=29) (n=18)
M DT M DT
Competencia Percibida 7.00 1.54 7.89 0.68 -2.721 0.009**
Flow en entrenamientos
33.59 5.29 36.72 3.44 -2.232 0.031*
y competición
Flow en la mejor
35.66 5.03 37.06 5.58 -0.890 0.378
competición
Pasión Armoniosa 8.27 1.14 8.50 1.02 -0.695 0.491
Pasión Obsesiva 4.56 2.50 5.79 2.15 -1.724 0.092
**p<0.01 *p<0.05

Considerando los años de competición deportiva, se agrupó a los participantes

en dos grupos, uno formado por los deportistas con valores inferiores a 10 años

(promedio del grupo completo), y otro con los deportistas con un valor igual o superior

a 10 años de competición (Tabla 4). Se encontraron diferencias significativas en la

competencia percibida y las experiencias de flow en entrenamientos y competiciones.

Los deportistas con una historia competitiva más larga son los que mayor puntuación

obtuvieron en estas variables.

En cuanto al nivel de competición deportiva de los participantes (i.e., deportistas

aficionados, amateur y profesionales/de élite), aparecieron diferencias para la

competencia percibida y la pasión obsesiva (Tabla 5). Las comparaciones a posteriori

87
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

indicaron diferencias significativas entre los deportistas aficionados y profesionales/de

élite (p=0.000) y marginales entre los deportistas aficionados y amateur (p=0.055) en el

caso de la competencia percibida; en ambos casos, los deportistas aficionados

demostraron una menor competencia percibida. Los deportistas aficionados también

mostraron una pasión obsesiva significativamente menor que los deportistas amateur

(p=0.004).

Tabla 5. Diferencias en competencia percibida, flow y pasión según el nivel de

competición

AFICIONADOS AMATEUR PROFESIONAL/ÉLITE


(n=9) (n=13) (n=25) F p
M DT M DT M DT
Competencia Percibida 6.00 1.50 7.23 1.24 7.88 0.97 8.810 0.001**
Flow en entrenamientos
32.89 6.97 34.69 2.87 35.52 4.84 0.963 0.390
y competición
Flow en la mejor
34.78 7.43 37.31 3.99 36.12 4.97 0.616 0.545
competición
Pasión Armoniosa 8.27 0.89 8.32 1.35 8.41 1.05 0.065 0.937
Pasión Obsesiva 3.27 2.28 6.55 1.89 4.87 2.30 6.098 0.005**
**p<0.01

Discusión

El objetivo general de esta investigación fue explorar la competencia percibida, las

experiencias de flow y la pasión en una muestra de deportistas con discapacidad y la

existencia de posibles diferencias en estos recursos psicológicos en función de variables

atléticas (historia deportiva y nivel de competición) y sociodemográficas (edad y sexo)

del deportista.

Los deportistas que han participado en este estudio manifestaron tener una

competencia percibida moderadamente alta, coincidiendo con otros estudios en deporte

tanto no adaptado (e.g., Martínez-Alvarado, Guillén y Feltz, 2016) como adaptado (e.g.,

88
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

Banack et al., 2011; Ferreira y Fox, 2008; Martin y Whalen, 2012). Por ejemplo,

Banack et al. (2011) encontraron puntuaciones de 4 (DT=0.66) sobre 5 puntos en atletas

paralímpicos. Sands y Wettenhall (2000) no encontraron diferencias en la competencia

deportiva percibida entre jugadoras de baloncesto en silla de ruedas y sin discapacidad.

Puntuaciones elevadas y resultados similares obtuvieron Hutzler y Shemesh (2012) para

autoeficacia percibida y Ferreira y Gaspar (2007) para competencia física percibida con

atletas varones con y sin discapacidad de la misma modalidad deportiva, así como

Baĉanac et al. (2014) para confianza deportiva con deportistas olímpicos y paralímpicos

de distintas modalidades deportivas. Macdougall et al. (2015) han realizado

recientemente una revisión y meta-análisis sobre las auto-percepciones de deportistas

paralímpicos y olímpicos y han concluido que no existen diferencias en la competencia

física (atlética) percibida entre ambos grupos de atletas.

Los participantes del presente estudio también informaron tener experiencias

frecuentes o profundas de flow, sobre todo en su mejor competición. Los resultados

obtenidos son comparables a los de otros estudios con deportistas españoles adultos sin

discapacidad. Por ejemplo, Fernández et al. (2015) también encontraron que corredores

de maratón referían frecuentes experiencias de flow, las cuales eran significativamente

superiores en la mejor competición (M=35.06, DT=4.55) en comparación con

entrenamientos y competiciones en general (M=33.43, DT=4.61), como también otros

han encontrado (e.g., Jackson y Roberts, 1992).

Finalmente, la pasión mostrada por estos deportistas también fue elevada, más

intensa la de tipo armonioso que la obsesiva. Estos resultados están en consonancia con

los encontrados por otros en deportistas sin discapacidad. Vallerand et al. (2008,

Estudio 1 y 2) encontraron puntuaciones cercanas a 6 en una escala sobre 7 puntos para

89
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

la pasión armónica y entre 4.5 y 5 para pasión obsesiva en una muestra de jugadores

jóvenes de baloncesto, waterpolo y natación sincronizada. No obstante, van en contra de

los hallados por Peters et al. (2016) con deportistas de alto rendimiento con

discapacidad, quienes encontraron una pasión armoniosa moderadamente elevada y una

pasión obsesiva ligeramente más elevada.

No encontramos diferencias en estas variables en función del sexo ni la edad del

deportista. Por su parte, Weiss et al. (2003) no encontraron diferencias por sexo en las

diferentes dimensiones de competencia percibida evaluadas en deportistas que

participaban en un programa de deporte adaptado, incluyendo competencia física.

Además, hallaron que la edad no se asociaba a la competencia percibida de los

deportistas, ni tampoco emergió como un predictor significativo de ésta. Martin (2008)

examinó posibles diferencias entre hombres y mujeres en la autoeficacia para el

rendimiento, entrenamiento, resiliencia y control de pensamiento en deportistas en silla

de ruedas y tampoco obtuvo diferencias para ninguna de las cuatro variables de

autoeficacia. Baĉanac et al. (2014) por el contrario sí encontraron asociaciones entre la

edad de los atletas, así como diferencias entre mayores y más jóvenes, y diferentes

dimensiones de la confianza deportiva.

Para variable de flow, similares hallazgos han sido encontrados anteriormente en

deporte no adaptado para las diferencias por sexo. Por ejemplo, Russell (2001) tampoco

encontró diferencias en la experimentación del flow entre deportistas universitarios de

ambos sexos. De igual manera Stavrou et al. (2007) tampoco obtuvieron diferencias

entre hombres y mujeres en atletas de modalidades individuales. Resultados diferentes

hallaron Vurgun, Dorak, Ozsaker y Uludag (2016), que encontraron que entre jugadores

de balonmano de élite masculinos y femeninos existían diferencias en las subescalas de

90
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

metas claras, concentración en la tarea, sentido de control y experiencia autotélica, así

como en la puntuación total del flow disposicional, en todas las cuales puntuaron más

alto las mujeres deportistas. Además encontraron que el sexo predecía los niveles de

flow disposicional. Igualmente, Moreno, Cano, González-Cutre, Cervelló y Ruiz (2009)

obtuvieron diferentes puntuaciones en atletas de salvamento deportivo, pero siendo los

hombres los que mostraron mayor flow disposicional.

En cuanto a la edad, en contra de lo obtenido en este estudio, Vurgun et al.

(2016) obtuvieron que eran los deportistas mayores de 30 años los que mayores niveles

de flow-estado informaban, concretamente en las subescalas de metas claras, feedback

sin ambigüedad, concentración en la tarea, sentido de control, pérdida de autoconciencia

y en la puntuación global. Asimismo, encontraron que la edad predecía de forma directa

el flow disposicional de los deportistas.

Para la variable pasión, Vallerand et al. (2008) tampoco obtuvieron diferencias

entre deportistas varones y mujeres en ninguno de sus dos estudios. Marsh et al. (2013),

con una muestra de 3570 personas que hubieran participado en una actividad apasionada

incluyendo actividades deportivas, no encontraron diferencias por sexo o edad para la

pasión armoniosa, pero para la pasión obsesiva confirmaron efectos por sexo, edad y la

interacción de ambas variables. En los hombres, la pasión obsesiva disminuía con la

edad hasta los 40 años y desde ahí comienza de nuevo a aumentar, lo cual sucedía

también en las mujeres, pero en menor medida.

En cuanto a la historia deportiva, la competencia percibida fue

significativamente mayor entre los deportistas con una experiencia más amplia, tanto en

años de práctica como años de competición, en consonancia con otros resultados (e.g.,

Weiss et al., 2003) y con hallazgos meta-analíticos que señalan que la competencia

91
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

percibida es, fundamentalmente, resultado de las experiencias pasadas (Sitzmann y Yeo,

2013). No obstante, algunos estudios señalan que la experiencia deportiva no influye en

las percepciones de confianza deportiva (Baĉanac et al., 2014). También fueron los

deportistas que más años llevaban entrenando y compitiendo los que experimentaron

mayor nivel de flow en entrenamientos y competiciones. Se ha propuesto que la

experiencia previa, el nivel de dominio y la dedicación continuada pueden facilitar la

experimentación del flow (Swann et al., 2012). Una mayor experiencia en

entrenamientos y en competición se puede traducir en un aumento en el nivel de

habilidad percibida para responder a las exigencias físicas y mentales de la práctica de

la actividad, mayor nivel de automatismo, mayor capacidad de concentración y una

sensación de control más fuerte, así como otras dimensiones del flujo, todo lo cual a su

vez podría conducir a experiencias de flow más intensas, profundas y frecuentes. De

igual manera, aquellos participantes con una historia de práctica superior mostraron una

pasión obsesiva más elevada (e.g., Mageau et al., 2009). Estos resultados parecen

señalar que, cuando la práctica es regular, prolongada y reforzante, existe cierto riesgo

de desarrollar una pasión más rígida y más cercana a la adherencia no controlada con

posibles perjuicios sobre la persona (Vallerand et al., 2003).

Respecto a competir a diferentes niveles de rendimiento, encontramos

diferencias para la pasión obsesiva y la competencia percibida. Los resultados obtenidos

parecen apoyar que conforme aumenta el nivel de exigencia en términos de rendimiento

es mayor el riesgo de desarrollar una práctica rígida y no intrínsecamente motivada. Que

en los deportistas profesionales/de élite los niveles de pasión obsesiva sean inferiores

que entre los deportistas amateur puede apuntar a que parece ser más el nivel de

rendimiento que la historia deportiva (i.e., experiencia) lo que permite regular esta

92
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

tendencia. Es posible que los deportistas amateur consideren que han de mejorar todavía

en gran medida para alcanzar el máximo rendimiento y que ello haga que su dedicación

sea más intensa. De la Vega, Parastatidou, Ruíz-Barquín y Szabo (2016) exploraron la

adicción al ejercicio, la pasión armoniosa, la pasión obsesiva y la dedicación al deporte

en deportistas de alto y bajo nivel y recreacionales, y encontraron mayores niveles en

las cuatro variables en los deportistas competitivos, particularmente si competían a nivel

nacional o internacional, frente a regional o local.

En cuanto a la competencia percibida, los deportistas profesionales/de élite y

amateur (de forma marginal) mostraron percepciones de competencia más elevadas que

el grupo aficionado, en consonancia con lo encontrado en estudios anteriores para

deportistas que compiten a nivel internacional vs. regional y nacional (e.g., Ferreira y

Fox, 2008) y otros estudios (e.g., para autoeficacia de entrenamiento, Martin, 2008).

También en línea con nuestros hallazgos, Tejero-González et al. (2016) no encontraron

diferencias en la autoeficacia de movilidad en silla de ruedas entre jugadores amateur

(primera división) y de alto nivel (división de honor A). Otros han encontrado que otros

factores relacionados con la participación deportiva, como el número de horas de

entrenamiento semanal (Ferreira y Fox, 2008) o la participación en varios deportes

(Weiss et al., 2003), son variables que deben ser también consideradas en relación con

las percepciones sobre uno mismo.

No encontramos diferencias en la experimentación de estados de flow en función

del nivel de competición, apoyando resultados previos (Jackson y Kimiecik, 2008) y

reforzando la idea de universalidad propuesta por Jackson y Csikszentmihalyi (2002) de

que esta sensación puede ser experimentada por todas las personas independientemente

de las características y antecedentes personales o deportivos.

93
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

El deporte adaptado ha crecido y evolucionado considerablemente hasta nuestros

días, y con ello el interés por conocer a este colectivo de deportistas, interés que

también ha mostrado la Psicología del Deporte. No obstante, la investigación y la

dedicación en este campo aún siguen siendo escasas e insuficientes. Tanto es así que no

hemos encontrado ningún estudio anterior sobre flow en el deporte adaptado, tan sólo

uno sobre pasión y muy pocos sobre competencia percibida. Por ello, estudios como

éste son necesarios. Los hallazgos de este estudio confirman que la historia deportiva,

tanto en años de práctica como de competición, se relaciona con una mayor

competencia percibida y con la experimentación de estados de flow, experiencias ambas

positivas relacionadas con la práctica deportiva, pero puede asociarse también a

mayores niveles de pasión obsesiva. En cuanto al nivel de competición deportiva,

conforme éste aumenta es mayor la competencia percibida, pero también la pasión

obsesiva. Nuestros hallazgos tienen implicaciones aplicadas directas en relación con el

incremento del rendimiento del deportista, pues tanto la competencia deportiva

percibida como las experiencias de fluencia y pasión han sido ampliamente asociadas

con ejecuciones de mayor éxito (e.g., Moritz et al., 2000; Jackson y Kimiecik, 2008;

Vallerand et al., 2008; Vallerand y Verner-Filion, 2013).

Pese a sus aportaciones, este estudio adolece de limitaciones que deberían

abordarse convenientemente en el futuro. A pesar del esfuerzo por conseguir llegar a un

número grande y representativo de deportistas con diversidad funcional, una de las

principales limitaciones de este estudio ha sido el reducido tamaño de la muestra, algo

normal por otra parte en estudios sobre deporte adaptado. Futuras investigaciones

deberían incluir muestras más amplias, heterogéneas y representativas, y establecer

diferencias entregrupos comparando con deportistas sin discapacidad, ya que las

94
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

variables de este estudio son procesos psicológicos que pueden ser experimentados por

cualquier atleta, independientemente de sus capacidades funcionales. Además se

podrían explorar posibles diferencias en estas variables en función de la modalidad

deportiva practicada. Igualmente, sería interesante considerar la clasificación funcional

de los deportistas y variables relacionadas con la discapacidad propiamente (tipo, causa,

nivel de gravedad, uso de ayudas, asistencia requerida...), así como la práctica de otras

actividades físicas recreativas además de la actividad competitiva propiamente.

Asimismo, habría sido interesante considerar los resultados deportivos en los análisis

como variable de resultado, si bien resulta difícil comparar resultados y éxito entre

distintas modalidades deportivas, algo que la investigación futura debe resolver. No

obstante, un punto fuerte ha sido contar con diferentes deportistas con diversidad

funcional de toda España, con un amplio rango de edad y discapacidades, de diferentes

modalidades deportivas y niveles de competición. Finalmente, el diseño de este estudio

limita la capacidad de establecer conclusiones de tipo causal o la direccionalidad de las

relaciones entre variables, por lo que las nuevas investigaciones podrían utilizar otros

diseños de investigación y estrategias analíticas.

Como conclusión, podemos afirmar que los deportistas con discapacidad

manifiestan percepciones robustas de competencia deportiva, experimentan con

frecuencia o profundidad estados subjetivos extraordinarios como el flow en

entrenamientos y competiciones y sienten pasión por su actividad, si bien la historia

deportiva, en años de práctica y competición, y el nivel de competición parecen tener

una influencia que no debe ser ignorada. Las intervenciones en este campo pueden

considerar incluir el entrenamiento de recursos psicológicos poderosos como la

competencia percibida así como de habilidades psicológicas para la experimentación de

95
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

estados positivos como el flow y la pasión, vigilando el desarrollo de una posible pasión

obsesiva en los atletas con mayor historia práctica y un nivel de rendimiento elevado a

fin de potenciar sus beneficios y reducir sus riesgos.

96
Estudio 1. Variables psicológicas en deporte adaptado según características atléticas y sociodemográficas

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107
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

108
Capítulo 6:
Estudio 2. Determinantes psicosociales y deportivos de la
intención de continuar la participación en la práctica y
competición deportiva en atletas con discapacidad

Artículo aceptado para su publicación en Revista de Psicología del Deporte como

Navarrón, E., Godoy-Izquierdo, D., Jiménez-Torres, M.G., Ramírez, M.J. y

González, J. Determinantes psicosociales y deportivos de la intención de continuar la

participación en la práctica y competición deportiva en atletas con discapacidad.

[Índice de impacto de la revisa en 2016: 0.789


Fuente: Journal Citation Reports JCR
Ranking 67/80 en categoría Psychology, Applied]

109
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

Resumen

Las experiencias de flow, la competencia deportiva percibida y la pasión han sido

relacionadas con la adherencia a la práctica deportiva y el rendimiento en deportistas sin

discapacidad, pero existe escasa evidencia de ello en el deporte adaptado. En este

estudio, exploramos el flow, la competencia percibida y la pasión armoniosa y obsesiva

en deportistas con diversidad funcional de diferentes modalidades y niveles

competitivos, y su influencia sobre la intención de práctica y competición futura. Los

participantes informaron tener niveles moderadamente altos de flow, particularmente en

la mejor competición, así como elevada competencia deportiva percibida y pasión por el

deporte, particularmente pasión armoniosa. Entre las variables psicosociales y

deportivas consideradas, la intención de práctica futura fue predicha por la competencia

percibida, mientras que la intención de competición futura fue predicha por la pasión

obsesiva y el nivel de competición. Las intervenciones dirigidas a la promoción de la

participación deportiva y el incremento del rendimiento en atletas con discapacidad

deben considerar estos recursos psicológicos poderosos.

Palabras Clave: flow, competencia deportiva percibida, pasión, intención, adherencia,

deportistas con discapacidad, deporte adaptado.

111
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Introducción

El deporte adaptado es un tipo de práctica atlética reglamentada y competitiva que hace

posible la participación a personas con discapacidad física, sensorial o psíquica a través

de adaptaciones y/o modificaciones en las actividades físico-deportivas o nuevos

deportes creados específicamente para estas personas (Reina, 2014; Winnick, 2011). El

deporte ha sido imprescindible para la rehabilitación, inclusión y normalización de las

personas con discapacidad (Harada, Siperstein, Parker y Lenox, 2011). El deporte

adaptado ha evolucionado notablemente desde estrategia terapéutica hasta convertirse

en un movimiento competitivo mundial (DePauw, 2012; Legg y Steadward, 2011),

incluyendo un número mayor de atletas y una diversidad cada vez más amplia de

deportes adaptados (e.g., evolución de los Juegos Paralímpicos). La investigación con

deportistas con discapacidad también ha ido en aumento; desafortunadamente, sigue

siendo escasa (Jefferies, Gallagher y Dunne, 2012). En este estudio con deportistas con

discapacidad exploramos tres variables psicológicas ampliamente estudiadas en el

deporte (no adaptado).

El flow es un estado de óptima experiencia multidimensional y dinámico

(Csikszentmihalyi, 1990) que implica sensaciones de elevado control sobre la tarea,

total absorción, concentración máxima y abstracción con respecto a lo demás y

sentimientos de intenso disfrute o placer que facilitan la aparición del rendimiento

extraordinario aparentemente de forma automática, sin esfuerzo. El flow incluye nueve

dimensiones (Csikszentmihalyi, 1990), según las sensaciones más comúnmente

manifestadas por las personas al experimentar ese estado: Equilibrio habilidades-retos;

metas claras; feedback sin ambigüedad; fusión atención-acción; concentración en la

tarea; sentido de control; pérdida de autoconciencia; transformación del tiempo; y

112
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

experiencia autotélica. Los deportistas refieren la ocurrencia de esta experiencia

excepcional tanto en entrenamientos como en la competición (Swann, Keegan, Piggott y

Crust, 2012). El flow se asocia con un rendimiento deportivo superior (Fernández,

Godoy-Izquierdo, Jaenes, Bohórquez y Vélez, 2015; Jackson y Csikszentmihalyi, 2002;

Jackson y Kimiecik, 2008; Stavrou, Zervas, Karteroliotis y Jackson, 2007; Swann et al.,

2012). La experimentación de este tipo de estados subjetivos positivos también puede

estar a la base del compromiso y persistencia en la actividad (McCarthy, 2011).

La competencia percibida se refiere a la valoración que hace la persona de las

habilidades y recursos necesarios para desarrollar exitosamente una tarea con un cierto

nivel de complejidad y reto. La competencia deportiva percibida influye decisivamente

en la persistencia en la actividad y el rendimiento deportivo (Feltz, Short y Sullivan,

2008; Moritz, Feltz, Fahrbach y Mack, 2000). En el ámbito del deporte adaptado son

escasos los estudios sobre esta variable, siendo generalmente abordada dentro del

constructo más amplio de autoconcepto físico, incluyendo competencia física percibida

(e.g., Ferreira y Gaspar, 2007; Weiss, Diamond, Demark y Lovald, 2003) o, más

próxima a nuestra variable de interés, competencia deportiva percibida (e.g., Ferreira y

Fox, 2008; Martin y Whalen, 2012; Sands y Wettenhall, 2000), o como parte del

constructo de motivación intrínseca (e.g., Banack, Sabiston y Bloom, 2011). También

existen algunos estudios sobre conceptos relacionados, como autoeficacia y

autoconfianza (e.g., Adnan, McKenzie y Miyahara, 2001; Baĉanac, Milićević-

Marinkovic, Kasum y Marinković, 2014; Campbell y Jones, 1997; Ferreira y Gaspar,

2007; Greenwood, Dzewaltowski y French, 1990; Hutzler y Shemesh, 2012; Lowther,

Lane y Lane, 2002; Martin, 2002, 2008; Tejero-González, de la Vega-Marcos, Vaquero-

Maestre y Ruiz-Barquín, 2016). Por otra parte, la competencia percibida, además de ser

113
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

una dimensión de la fluencia, parece ser un factor crucial para la aparición de los

estados de flow (Jackson y Kimiecik, 2008; Stavrou et al., 2007).

La experimentación de estados subjetivos positivos y las percepciones de

competencia pueden llevar a desarrollar una pasión por la actividad (Vallerand y

Verner-Filion, 2013). La pasión es una fuerte inclinación o deseo de la persona hacia

una actividad que le gusta mucho, encuentra muy importante en su vida y en la que

invierte una considerable cantidad de tiempo y energía, formando parte de su identidad.

Según el Modelo Dual sobre la Pasión (Vallerand, 2015; Vallerand et al., 2003), la

pasión armoniosa sería el resultado de una integración autónoma de la actividad en la

identidad, mientras que la pasión obsesiva resultaría de una internalización controlada, y

ambas tendrían por ello diferentes consecuencias para el individuo (e.g., afectivas,

motivacionales, conductuales). La pasión ha sido explorada en el contexto deportivo

(Vallerand et al., 2006). Ambos tipos de pasión son predictores de la práctica

deliberada, que, a su vez, predice un mayor rendimiento (Vallerand et al., 2008).

También se ha encontrado que la pasión obsesiva predice la práctica futura y se asocia a

una persistencia rígida en la actividad (Vallerand et al., 2003, Estudios 2 y 3). Otros han

encontrado que la pasión armoniosa y obsesiva se asocian de forma inversa y directa,

respectivamente, con la intención de reducir la involucración en la actividad deportiva

(Young, de Jong y Medic, 2015). La pasión armoniosa también parece relacionarse con

las experiencias de flow facilitando su aparición, mientras que la pasión obsesiva no lo

hace (Curran, Hill, Appleton, Vallerand y Satndage, 2015; Vallerand y Verner-Filion,

2013). Además, la competencia percibida se asocia con la participación deportiva a

través de la pasión armoniosa (Halvari, Ulstad, Bagoien y Skjesol, 2009). En deportistas

con discapacidad, el único estudio encontrado explora cómo se desarrolla la pasión de

114
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

atletas paralímpicos a partir del compromiso deportivo y la identificación como atleta

(Peters, Smith y Solomonides, 2016). Concretamente, el compromiso con los roles

deportivos, la orientación motivacional centrada en metas de maestría y la involucración

conductual y cognitiva predijeron la pasión de los deportistas.

No existe a nuestro conocimiento ningún estudio en deporte adaptado sobre

flow, solamente un estudio ha investigado la pasión en estos deportistas (Peters et al.,

2016) y son escasos los estudios sobre la competencia deportiva percibida (Ferreira y

Fox, 2008; Martin y Whalen, 2012; Sands y Wettenhall, 2000). Así pues, este estudio se

ha dirigido a conocer cuáles son las experiencias de flow, la competencia deportiva

percibida y la pasión armoniosa y obsesiva de deportistas con diversidad funcional de

diferentes modalidades deportivas y niveles de competición, y la posible relación de

estas variables con la intención de continuidad de la práctica deportiva en términos de

participación futura (i.e., seguir entrenando y compitiendo).

Método

Participantes

Participaron voluntariamente 47 deportistas federados con diversidad funcional de los

375 deportistas con los que se contactó a través de diferentes federaciones, asociaciones

y clubes y diversos foros y recursos online. Sus edades están comprendidas entre los 19

y 64 años (M=34.15, DT=9.56). De ellos, el 83% son hombres. Los participantes

practicaban deportes tanto individuales como colectivos en niveles de competición

desde deporte aficionado hasta de élite. Las características de los participantes se

presentan en la Tabla 1.

115
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 1. Características clínicas y deportivas de los participantes

N %
Tipo de Discapacidad física/motora 35 74.5
discapacidad Discapacidad visual 12 25.5
Discapacidad psíquica 0
Nivel de Profesional/Élite [Años de práctica: M=13.92, 25 53.2
competición SD=7.89; Años compitiendo: M=12.46, SD=7.93]
Amateur [Años de práctica: M=13.15, SD=5.26; 13 27.7
Años compitiendo: M=10.23, SD=4.95]
Aficionado [Años de práctica: M=6.11, SD=5.62; 9 19.1
Años compitiendo: M=4.11, SD=3.62]
Deportes Baloncesto 5 10.6
colectivos (14.9%) Fútbol 2 4.3
Deportes Atletismo 10 21.3
individuales (85.1%) Natación 10 21.3
Tenis 9 19.2
Boccia 4 8.5
Ciclismo 3 6.4
Esgrima 1 2.1
Judo 1 2.1
Tiro con arco 1 2.1
Triatlón 1 2.1
M DT
Años de práctica (rango: 1-33 años) 12.21 7.37
Años de competición (rango: 1-33 años) 10.24 7.18

Medidas

- Datos sociodemográficos: Los participantes indicaron su edad, sexo, modalidad

deportiva, nivel de competición, historia de práctica y competición y federación a la que

pertenecían.

- Competencia Percibida: Se evaluó a través de un ítem con validez aparente (“Indica de

0 a 10 lo bueno/a que crees que eres como deportista o atleta considerando tu interés por

la actividad, tu nivel de implicación y compromiso, tus resultados y tu dominio del

deporte”), al que la persona debía responder en una escala de 0=“Creo que soy muy

116
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

malo/a” a 10=“Creo que soy muy bueno/a”. Otros autores (Banack et al., 2011; Sands y

Wettenhall, 2000) han utilizado procedimientos similares.

- Pasión: Escala de Pasión (Vallerand et al., 2003). Consta de 14 ítems, 7 para pasión

armoniosa (e.g., “Practicar este deporte está en armonía con las demás actividades de mi

vida”) y 7 para pasión obsesiva (e.g., “Mi estado de ánimo depende de si hago o no esta

actividad”), con respuestas en una escala tipo Likert de 0=“Nada de acuerdo” a

10=“Completamente de acuerdo”. Se obtienen dos puntuaciones, promedio de las

respuestas a los ítems de cada subescala. Las propiedades psicométricas de este

instrumento han sido comprobadas previamente (Chamarro et al., 2015; Marsh et al.,

2013). En el presente estudio, la validez factorial de la escala (análisis exploratorio

mediante ejes principales y rotación varimax) fue satisfactoria. Además, se confirmó su

consistencia interna (alfas de Cronbach para la escala completa, subescala de pasión

armoniosa y pasión obsesiva de 0.86, 0.76 y 0.90, respectivamente).

- Flow: Escala Breve de Flow en el Deporte (Fernández et al., 2015), derivada de las

escalas de flow disposicional y estado de Jackson y Eklund (2002, 2004), las cuales han

mostrado unas adecuadas propiedades de fiabilidad y validez (Godoy-Izquierdo, Vélez,

Rodríguez y Jiménez, 2009; Jackson y Eklund, 2004; Martin y Jackson, 2008). La

escala abreviada evalúa las dimensiones del flow a través de nueve ítems con

afirmaciones relativas a cada una de ellas, indicando la persona en qué grado son ciertas

o aplicables en su caso dichas afirmaciones tanto en general en entrenamientos y

competiciones (flow disposicional) como en su mejor competición (flow estado) en una

escala tipo Likert de 1=“Nunca” a 5=“Siempre”. Se obtienen dos puntuaciones totales,

una referida a la experimentación de episodios de flow en general en la práctica

deportiva y otra referida a la experimentación de este estado en la mejor competición

117
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

recordada. En este estudio, los valores de alfa de Cronbach han sido 0.71 para la medida

disposicional y 0.74 para la medida estado, indicando una satisfactoria consistencia

interna.

- Intención de práctica futura: Los participantes señalaron su intención de seguir

practicando y compitiendo en su deporte en el futuro en dos preguntas separadas, con

respuesta en una escala tipo Likert de 0=“Ninguna” a 10=“Completamente”.

Procedimientos similares se han usado previamente (Guzmán y Kingston, 2012;

Navarrón, Godoy-Izquierdo, Vélez, Ramírez-Molina y Jiménez-Torres, 2017).

Procedimiento

Con el fin de construir la muestra del estudio, se ofreció información sobre la

investigación a través de varios recursos online (e.g., web del estudio, Facebook),

contacto con deportistas paralímpicos, organizaciones, clubes, federaciones y

asociaciones deportivas y diferentes personalidades dentro de este ámbito. Asimismo, se

asistió a varias competiciones. Así, 375 deportistas fueron invitados formalmente a

participar.

La administración del protocolo de evaluación tuvo lugar una vez que el

deportista mostró su interés en colaborar y se realizó a través de correo electrónico o por

pasación directa en las competiciones.

Todos los participantes firmaron un consentimiento informado de participación

voluntaria y sin recompensa de ningún tipo. El estudio fue aprobado por el comité ético

de la institución de los autores.

118
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

Diseño del estudio y análisis estadístico

Éste es un estudio correlacional con diseño transversal. Se realizaron análisis

preliminares y exploratorios de los datos para detectar (y corregir) posibles errores en la

base y datos perdidos, ausentes o extremos. No existía ningún valor atípico extremo.

Aunque la prueba de Shapiro-Wilks indicó que no todas las variables se distribuían

normalmente, la prueba de Levene (p>0.05) confirmó la homocedasticidad para todas

las variables, de forma que se utilizaron pruebas paramétricas para el análisis de datos,

con las correcciones oportunas cuando fueron necesarias. Todos los análisis se

realizaron considerando como nivel de significación p<0.05.

Resultados

Los deportistas informaron sentir pasión por el deporte, principalmente de tipo

armonioso, experimentar episodios frecuentes o profundos de flow, en mayor medida en

su mejor competición, y tener una competencia deportiva percibida moderadamente

alta. Su intención de continuar practicando deporte fue muy elevada, aunque no fue tan

alta su intención de continuar compitiendo (Tabla 2).

Se encontraron asociaciones directas y significativas entre las variables del

estudio (Tabla 2). La intención de continuar la práctica deportiva se relacionó

positivamente con la intención de competición futura, así como con la competencia

percibida y la pasión obsesiva. La intención de competición futura correlacionó con la

pasión obsesiva.

119
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 2. Resultados descriptivos y correlaciones de Pearson para las principales variables del estudio

M (mín-máx) DT 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.

1. Flow en entrenamientos y competición (9-45) 34.79 (20.00-45.00) 4.88 1.00 0.66**
2. Flow en la mejor competición (9-45) 36.19 (23.00-45.00) 5.23 1.00 0.34* 0.43**
3. Competencia Percibida (0-10) 7.34 (4.00-10.00) 1.34 1.00 0.31* 0.47** 0.37*
4. Pasión Armoniosa (0-10) 8.36 (4.71-10.00) 1.09 1.00 0.33*
5. Pasión Obsesiva (0-10) 5.03 (0-9.57) 2.42 1.00 0.36* 0.45**
6. Intención de Práctica Futura (0-10) 9.13 (2.00-10.00) 1.53 1.00 0.46*
7. Intención de Competición Futura (0-10) 7.72 (0-10.00) 2.93 1.00

Rango de puntuaciones

120
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

Los análisis multinivel de regresión lineal múltiple jerárquica revelaron que la

intención de continuar la práctica deportiva fue predicha por la percepción de

competencia deportiva, que explica el 14% de la intención de seguir practicando

deporte, así como el sexo (14% de varianza adicional explicada) y la edad del

participante (13% adicional de varianza explicada) (Tabla 3). Los deportistas con mayor

competencia percibida, los varones y los deportistas más jóvenes demostraron mayor

intención de continuar practicando su deporte.

Los predictores de la intención de continuar compitiendo en el futuro fueron la

pasión obsesiva, explicando un 20% de la intención, y el nivel de competición,

explicando un 16% adicional (Tabla 3). Los deportistas con mayor pasión obsesiva y

aquellos pertenecientes a menores niveles de competición demostraron una mayor

intención de continuar compitiendo en su modalidad deportiva.

Tabla 3. Resumen del análisis de regresión jerárquico por pasos sucesivos para la
intención de práctica futura y la intención de competición futura
Intención de práctica futura Intención de competición
Predictor Predictor futura
B Error Βeta B Error Βeta
Estándar Estándar
Paso 1 Paso 1
Competencia 0.423 0.158 0.372 Pasión 0.548 0.161 0.452
Percibida Obsesiva
R2=0.14, F(1,45)=7.207*** R2=0.20, F(1,45)=11.568***
Paso 2 Paso 2
Competencia 0.503 0.148 0.441 Pasión 0.614 0.147 0.507
Percibida Obsesiva
Sexo -1.532 0.523 -0.381 Niv.Com. -1.502 0.451 -0.404
R2=0.28, F(2,44)=8.494*** R2=0.36, F(2,44)=12.609***
Paso 3
Competencia 0.460 0.137 0.403
Percibida
Sexo -1.736 0.484 -0.432
Edad -0.059 0.019 -0.367
R2=0.41, F(3,43)=9.908***
***p<0.001

121
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Discusión

En este estudio hemos encontrado que deportistas con discapacidad de diferentes

modalidades, años de experiencia y niveles de competición tienen experiencias

frecuentes o profundas de flow, sobre todo en su mejor competición, en consonancia con

estudios anteriores con deportistas españoles sin discapacidad (Fernández et al., 2015).

También refirieron sentir una pasión elevada por su actividad, más intensa la de tipo

armonioso que la obsesiva, apoyando hallazgos previos con deportistas de alto

rendimiento sin discapacidad (Vallerand et al., 2008, Estudios 1 y 2). Por el contrario,

Peters et al. (2016) con deportistas de alto rendimiento con discapacidad encontraron

una pasión armoniosa moderadamente elevada y una pasión obsesiva ligeramente más

elevada. La competencia deportiva percibida de estos deportistas fue moderadamente

alta, como se ha encontrado tanto en deporte no adaptado (Martínez-Alvarado, Guillén y

Feltz, 2016) como adaptado (e.g., Banack et al., 2011; Ferreira y Fox, 2008; Martin y

Whalen, 2012). Otros también han encontrado puntuaciones elevadas sin diferencias

entre deportistas con y sin discapacidad o paralímpicos y olímpicos de distintas

modalidades deportivas en competencia deportiva percibida (Sands y Wettenhall, 2000),

competencia física percibida (Ferreira y Gaspar, 2007), autoeficacia percibida (Hutzler

y Shemesh, 2012) o confianza deportiva (Baĉanac et al., 2014), y también la reciente

revisión y meta-análisis de Macdougall, O’Halloran, Shields y Sherry (2015).

Estas variables correlacionaron de la forma esperada entre sí (Curran et al.,

2015; Halvari et al., 2009; Jackson y Kimiecik, 1998; Stavrou et al., 2007; Vallerand y

Verner-Filion, 2013) y con la intención de seguir practicando deporte y compitiendo en

el futuro. La competencia percibida, el sexo y la edad emergieron como predictores de

la intención de práctica futura. Los hombres son los que mayor intención de continuar la

122
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

práctica deportiva tienen, lo que podría explicarse por su mayor dedicación al deporte

competitivo (Chalabaev, Sarrazin, Fontayne, Boiché y Clément-Guillotin, 2013) y por

el hecho de que el deporte femenino general (Capranica et al., 2013) y adaptado

(Pappous, Marcellini y de Léséleuc, 2011) sigue siendo una asignatura pendiente. Los

deportistas más jóvenes son los que mayor intención de práctica en el futuro manifiestan

(Guzmán y Kingston, 2012), quizás por su mayor interés por progresar en su carrera

atlética o por experiencias novedosas, si bien también se ha encontrado que la edad y

procesos madurativos son factores importantes para el abandono de la práctica (Crane y

Temple, 2015). No obstante, la principal variable predictora fue la competencia

percibida, como se ha encontrado en estudios anteriores con deportistas con

discapacidad y paralímpicos (Banack et al., 2011; Martínez-Alvarado et al., 2016), un

recurso psicosocial que puede ser entrenado, de ahí su gran valor. Cada unidad de

incremento de la competencia atlética percibida hace que la intención aumente 4

décimas. El hecho de que los deportistas crean que pueden realizar con ciertas garantías

de éxito las tareas y responsabilidades vinculadas a su actividad atlética y que puedan

superar con éxito los retos asociados a la misma favorece que sigan comprometidos con

dicha actividad y que deseen continuar la práctica de su deporte.

En cuanto a las variables predictoras de la intención de competición futura, son

el nivel de competición, mostrando los deportistas de menor nivel mayor intención de

competir en el futuro, probablemente por las razones que hemos argumentado antes para

la edad y la intención de práctica futura (De Pero et al., 2009), y, particularmente, la

pasión obsesiva, como encontraron Vallerand et al. (2003, Estudios 2 y 3) para la

continuidad de la práctica en condiciones desfavorables. Cada unidad de incremento en

ésta hace que la intención aumente medio punto. Es posible que la pasión obsesiva esté

123
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

aportando motivación y compromiso para la persistencia en la actividad y la

competición futura, pero debido a su impacto negativo sobre el bienestar emocional y el

funcionamiento cotidiano de la persona, y su vinculación a la adicción al ejercicio (De

la Vega, Parastatidou, Ruíz-Barquín y Szabo, 2016), debe ser vigilada con el fin de

ayudar al deportista a evitar experiencias negativas.

El interés de la Psicología del Deporte por el deporte adaptado se ha

incrementado en los últimos años, pero la investigación y la dedicación en este ámbito

siguen siendo insuficientes. Por ello, la información obtenida en éste y futuros estudios

ayuda a conocer mejor a este colectivo con necesidades especiales con el fin de

desarrollar intervenciones destinadas a mejorar su rendimiento, dedicación y

satisfacción deportivas, así como su proceso de inserción y normalización social,

bienestar y calidad de vida. Nuestros hallazgos tienen implicaciones aplicadas directas

en relación con el incremento de la adherencia a la práctica deportiva y el compromiso

por la competición, resaltando el fortalecimiento de las creencias de competencia

personal y el desarrollo de experiencias como la pasión por la actividad, vigilando la

pasión obsesiva, así como el entrenamiento en habilidades para la experimentación de

estados subjetivos positivos como el flow, que puede ayudar a su vez a favorecer estos

recursos.

Pese a sus aportaciones, este estudio adolece de limitaciones, la principal sin

duda la reducida N pese a los esfuerzos por conseguir una muestra representativa.

Futuras investigaciones deberían incluir muestras más amplias y heterogéneas, y

explorar posibles diferencias considerando distintas modalidades, niveles de

competición e historia deportiva. Igualmente, sería interesante considerar la

clasificación funcional de los deportistas y variables relacionadas con la discapacidad

124
Estudio 2. Intención de participación futura en deportistas con discapacidad

propiamente (tipo, causa, nivel de gravedad, uso de ayudas, asistencia requerida...). No

obstante, un punto fuerte ha sido contar con deportistas con diversidad funcional de toda

España, con un amplio rango de edad y discapacidades, de diferentes modalidades

deportivas y niveles de competición. La falta de disponibilidad de instrumentos

desarrollados específicamente para personas con discapacidad representa otro problema.

Finalmente, el diseño del estudio limita la capacidad de establecer conclusiones de tipo

causal o la direccionalidad de las relaciones entre variables, de forma que deben

utilizarse otros diseños de investigación y estrategias analíticas en el futuro.

Como conclusión, los deportistas con discapacidad experimentan estados

subjetivos extraordinarios como el flow, manifiestan percepciones robustas de

competencia deportiva y sienten pasión por su actividad. La competencia percibida y la

pasión obsesiva predicen, respectivamente, la práctica deportiva y la dedicación a la

competición de estos deportistas en el futuro, de lo que se deduce la importancia de

favorecer este tipo de juicios autorreferentes y experiencias positivas durante la

trayectoria deportiva de los atletas, así como de vigilar las experiencias de pasión para

potenciar sus beneficios y reducir sus riesgos.

125
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

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132
Capítulo 7:
Estudio 3. Intention of continuing participation in disabled
athletes: Mediation analyses considering perceived athletic
competence, flow and passion for sport

133
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

Abstract

We tested two complementary models of indirect effects for predicting intention of

continuing sport participation (i.e., being committed to training and competition)

including perceived athletic competence, flow experiences and passion as terms, among

adult disabled athletes from different sports and levels of competition. The participants

reported moderately high levels of flow, particularly during their best competition, and

high levels of perceived competence and passion for sports, particularly harmonious

passion. Both mediation models were confirmed. Perceived athletic competence fully

mediated the relationship between experiencing flow and the intention of continuing

involvement in sports, and obsessive passion partially mediated the relationship

between the latter and the intention to participate in competitions in the future,

controlling for the athletes' competition levels. This research yet being a preliminary

study, confirms that flow experiences, perceived competence and passion have a

relevant role on intention for continuing sport engagement. Consequently, these

psychological resources might be the focus of mental interventions in disabled sports

for enhanced engagement and athletic performance.

Keywords: perceived athletic competence, flow, passion, disability sport, disabled

athletes, mediation.

135
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Introduction

Disabled sport is a type of regulated and competitive sport activity that allows the

participation of people with physical, sensory or mental disabilities. According to

Depauw and Gavron (2005), the term disability sports include sports created for a

selected disability group (e.g., goalball for blind athletes), sports practiced by able-

bodied individuals that have been modified or adapted to include athletes with

disabilities (e.g., wheelchair tennis) as well as sports that require little or no

modification to allow individuals with disabilities to participate (e.g., athletics).

Disability sport has advanced considerably and nowadays it is a competitive

movement worldwide, with its maximum exponent in the Paralympic Games (DePauw,

2012; Howe, 2008; Legg & Steadward, 2011). Although the Paralympics does not

include the entire athletic activity practiced by people with disabilities, it gives account

of the significant growth it has experienced, with a progressively higher number of

athletes with disabilities participating and broader diversity of disabled sports included.

According to the International Paralympic Committee, participants and sport modalities

in the Paralympics have multiplied by ten and three respectively from the first official

Paralympic Games for athletes with disabilities in Roma 1960 to the last Paralympics in

Rio 2016; further, almost 3/4 of the world nations are now represented in the

Paralympic Games.

The lack of understanding, ignorance and rejection of people with disabilities

has diminished substantially due, in part, to the fact that sport has been an indispensable

vehicle for rehabilitation, inclusion and normalization of the disabled (Harada,

Siperstein, Parker & Lenox, 2011). Currently, individuals with disabilities, being their

special conditions recognized, are perceived as able to develop a normal, fulfilling life

and to be active and successful in sports. Nowadays, disabled athletes are considered as

136
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

high-level performance athletes despite their disability. Disability sport has

demonstrated that disability does not mean inability. Moreover, disabled sport has

helped us to personally understand that disabilities are not exclusively congenital and to

recognize the own susceptibility to suffer a disability in the future. The movement for

the rights and the defence of personal and social opportunities of this group has

undoubtedly contributed to the inclusion of both the disabled and the disability sport.

Although a growing interest has been devoted to athletes with disabilities during

the last decades, unfortunately psychological research remains scarce (Bragaru, Dekker,

Geertzen & Dijkstra, 2011; Jefferies, Gallagher & Dunne, 2012; Macdougall,

O’Halloran, Shields & Sherry, 2015). This study with athletes with disabilities tries to

make a contribution to the field. We explored three psychological resources related to

adherence to athletic practice and increased performance, namely perceived athletic

competence, flow states and passion, which have been extensively studied in non-

disabled sport but on which there is a lack of research in the disability sport arena

(Navarrón, Godoy-Izquierdo, Ramírez, Jiménez-Torres & González, in press).

Flow is “a state in which people are so involved in an activity that nothing else

seems to matter; the experience is so enjoyable that people will continue to do it even at

great cost, for the sheer sake of doing it” (Csikszentmihalyi, 1990, p.4). It is a

multidimensional and dynamic optimal subjective experience that involves a complete

absorption in the task being performed and abstraction with respect to anything else,

deep feelings of control over the task and a profound enjoyment and pleasure while

performing the activity. Flow state involves nine dimensions that correspond to the

sensations and experiences people commonly report when they are under this state

(Csikszentmihalyi, 1990; Jackson & Csikszentmihalyi, 2002). Athletes report the

occurrence of exceptional experiences such as flow in both training sessions and

137
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

competitions (Swann, Keegan, Piggott & Crust, 2012), and these experiences are

associated with extraordinary, peak athletic performance (Fernández, Godoy-Izquierdo,

Jaenes, Bohórquez & Vélez, 2015; Jackson & Csikszentmihalyi, 2002; Jackson &

Kimiecik, 2008; Jackson & Roberts, 1992; Jackson, Thomas, Marsh & Smethurst, 2001;

Stavrou, Jackson, Zervas & Karteroliotis, 2007; Swann et al., 2012). Experiencing flow,

as well as other positive emotions, may be at the basis of commitment and persistence

(McCarthy, 2011). Unfortunately, we were unable to find any study on flow in disabled

athletes.

Perceived athletic competence refers to an individual's judgements on his or her

own skills and resources necessary to execute an action with a certain level of

complexity and challenge. Feltz (1988, p. 279) defined it as “the sense that one has the

ability to master a task resulting from cumulative interactions with the environment”.

Perceived competence has a key role in theories of self-agency and motivation

(Bandura, 1982; Ryan & Deci, 2000). In the sport domain, other constructs have been

also used to describe the perceived capability to accomplish a certain level of

performance, including perceived ability, self-efficacy or self-confidence (Feltz, 2007).

The perceptions and feelings of competence play a decisive role in sports adherence and

performance (Feltz, Short & Sullivan, 2008; Moritz, Feltz, Fahrbach & Mack, 2000).

However, in the context of disabled sport there are few studies on this variable. It is

usually encompassed within the broader construct of physical self-concept, which

includes perceived physical competence (Ferreira & Gaspar, 2007; Weiss, Diamond,

Demark & Lovald, 2003) or, closer to our variable of interest, perceived athletic

competence (Ferreira & Fox, 2008; Martin & Whalen, 2012; Sands & Wettenhall,

2000), or formulated as part of the intrinsic motivation construct (Banack, Sabiston &

Bloom, 2011). Macdougall et al. (2015) have recently reviewed and meta-analyzed self-

138
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

perceptions in Paralympic and Olympic athletes, concluding that there are no

differences in physical (athletic) confidence among both subgroups of athletes.

Moreover, perceived competence, besides being a dimension of flow, seems to be

crucial for the emergence of flow states (Jackson & Kimiecik, 2008; Stavrou et al.,

2007).

As a result of the rewarding effect of experiencing positive subjective states such

as intrinsically enjoyable (or autotelic) experiences and perceived competence for an

activity, the individual may develop a passion for that activity. Vallerand et al. (2003)

defined being passionate for an activity as a strong inclination towards a enjoyable

activity which is considered as very important in life and in which considerable time

and energy are invested on a regular basis, thus becoming a part of the individual's

identity (e.g., a person who is passionate for running would not say "I usually run" but

"I am a runner", even though (s)he is not an athlete). In the Dualistic Model of Passion

a distinction is made between harmonious and obsessive passion (Vallerand, 2015;

Vallerand et al., 2003). With a harmonious passion, individuals voluntarily and flexibly

accept and integrate the activity in their identity and life on the basis of factors

excluding any of the contingencies attached to the activity. Involvement is within the

individual’s control, so that when conditions become hazardous, participation may be

terminated. Obsessive passion, in contrast, is characterised by a participation in the

activity that is associated with intra- and inter-personal contingencies. It may involve an

over-identification with the passionate activity by which the person values the activity

above other activities and interests, causing a conflict with other daily activities and a

rigid persistence in the activity despite its costs, "bordering on psychological

dependence towards the activity" (Vallerand et al., 2003, p. 756).

139
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Empirical evidence has shown that the two types of passion are associated with

different motivational, affective and behavioural experiences prior, during and after the

activity (or the lack of involvement) (Vallerand et al., 2003; 2006; 2008). Consequently,

both forms of passion do not have the same impact on sustained involvement and

performance attainment in the case of sports and other leisure activities. On a qualitative

basis, whether a passion will foster healthy persistence depends on whether it is

harmonious or obsessive: with a harmonious passion, as long as the person derives

positive benefits from the activity, (s)he will choicefully decide to persist; in contrast,

with an obsessive passion the individual will rigidly persist in the activity in the absence

of benefits and even in the face of important emotional, social or health-related costs

(Vallerand et al., 2003, Study 3).

There are some studies on passion in the sports context (Vallerand et al., 2006),

some confirming its predictive power of future practice (Vallerand et al., 2003, Study 2)

and some others relating obsessive passion with a rigid persistence (Vallerand et al.,

2003, Study 3). In other studies it has been found that both harmonious and obsessive

passion are predictive of deliberate practice which in turn is a positive predictor of

performance (Vallerand et al., 2008). It has been also found that harmonious and

obsessive passion are associated inversely and positively, respectively, with the

intention of reducing involvement in sports (Young, de Jong & Medic, 2015).

Moreover, the (harmonious) passion seems to be related to experiences of flow (Curran,

Hill, Appleton, Vallerand & Satndage, 2015; Vallerand & Verner-Filion, 2013).

In the context of disabled sport, as far as we know there is only one study on

passion. Peters, Smith and Solomonides (2016) explored the development of passion in

athletes with disabilities and found that athletic identity, concretely role engagement,

140
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

behavioural and cognitive involvement and mastery goal orientation predicted passion

of Paralympic athletes.

The reality and uniqueness of athletes with disabilities generates the need for

studies differentiating disabled sport from able-bodied sport in order to address the

psychological variables and processes that may be of relevance for participation,

commitment and performance in disability sport, and to design empirically-driven

interventions aimed at promoting these phenomena. Moreover flow, perceived athletic

competence and passion have been extensively explored in able-bodied sports and

related to athletic participation, but there is no study on flow with disabled athletes, just

one study on passion (Peters et al., 2016) and few studies on perceived athletic

competence (Ferreira & Fox, 2008; Martin & Whalen, 2012; Sands & Wettenhall,

2000).

Based on the afore-mentioned findings, the present study aimed at a) exploring

flow experiences, perceived athletic competence and harmonious and obsessive passion

towards the sport activity among disabled sportsmen and women, ranging from amateur

to elite athletes from various individual and team sports, and b) relating them to

intention of future involvement, i.e. athletes' intention of continuing practice and

competition. We tested two complementary models of indirect relationships in which

we expected that flow experiences would predict intention of future athletic practice

directly but also in an indirect path mediated by perceived competence (partial

mediation effect), and that intention of future practice would predict intention of future

participation in competition directly as well as in an indirect effect mediated by passion

for sport (partial mediation effect) (Figure 1). This study seeks to expand the knowledge

regarding these issues in the case of disabled sports, given the relevance they have in the

case of sport participation and commitment among non-disabled athletes. We also used

141
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

analytical procedures (mediation analyses) to test our hypotheses that have been not

used to date for relating the three above-mentioned psychological constructs.

Method

Participants

A total of 375 Spanish federated disabled athletes were contacted through 23

federations, associations and clubs related to disabled sport as well as several online

resources. Of them, 47 agreed to voluntarily participate in the study. They were 19 to 64

years old (M=34.15, SD=9.56) and 39 (83%) were males. Participants practiced both

individual (85.1%) and team (14.9%) sports at different levels of competition ranging

from recreational to elite sport (Table 1). Participation in disability sport ranged from 1

to 33 years (M=12.21, SD=7.37). Participants had been competing regularly in their

respective discipline from 1 to 33 years (M=10.24, SD=7.18).

Significant differences were found for history of practice (F=4.440, p=0.018)

and of competition (F=5.321, p=0.009) based on the athletes’ level of competition. For

both practice and competition experience, elite athletes reported a longer participation

compared to recreational athletes (p=0.015 and p=0.006, respectively). Amateur athletes

also reported a marginally longer history of practice than recreational athletes

(p=0.068). Table 1 shows other relevant characteristics of the participants.

142
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

Table 1. Characteristics of participants.

N %
Disability Physical/motor 35 74.5
Visual 12 25.5
Intellectual 0
Competition High-level/Elite [Years of practice: M=13.92, 25 53.2
level SD=7.89; Years competing: M=12.46, SD=7.93]
Amateur [Years of practice: M=13.15, SD=5.26; 13 27.7
Years competing: M=10.23, SD=4.95]
Recreational [Years of practice: M=6.11, SD=5.62; 9 19.1
Years competing: M=4.11, SD=3.62]
Team sports Basketball 5 10.6
Football 2 4.3
Individual Athletics 10 21.3
sports Swimming 10 21.3
Tennis 9 19.2
Boccia 4 8.5
Cycling 3 6.4
Fencing 1 2.1
Judo 1 2.1
Archery 1 2.1
Triathlon 1 2.1

Measurements

- Athletic and sociodemographic data: Participants indicated their age, sex, sport

modality(es), level of competition (recreational, amateur, and high-level/elite athletes),

how long they had been practicing and competing in that discipline (years), whether

prior to this activity they practiced or competed in another modality and modality(es)

practiced, and the federation or club they currently belonged to.

- Perceived Athletic Competence was assessed using a face-valid item by which the

participants were asked how “good” they perceived themselves to be as athletes based

on their interest in sports, their levels of involvement and commitment and their athletic

skills, mastery and performance. They responded on a Likert-type scale from 0="I think

I'm a very poor athlete" to 10="I think I'm very good". Other authors have used similar

143
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

procedures (Banack et al., 2011; Jackson, Kimiecik, Ford & Marsh, 1998; Sands &

Wettenhall, 2000).

- The Passion Scale (Vallerand et al., 2003) was used to assess harmonious and

obsessive passion through 14 items, 7 items referred to harmonious passion (e.g.,

“Playing my sport is in harmony with the other activities in my life") and 7 to obsessive

passion (e.g., "My mood depends on me being able to do my sport activity”). The

participants indicated their level of agreement with each statement on a Likert-type

scale from 0="Strongly disagree" to 10="Strongly agree". The original response format

was altered from 0 to 7 to make the range of responses more easy and understandable. A

score for harmonious passion and a score for obsessive passion, both the average of

responses to the items of each subscale, were obtained. The psychometric properties of

this scale have been previously demonstrated (Chamarro et al., 2015; Marsh et al.,

2013). In the current study, the internal consistency of the full scale was alpha=0.86.

The internal consistency of the harmonious passion subscale was alpha=0.76 and the

internal consistency of obsessive passion subscale was alpha=0.90. Factorial validity

was also satisfactory. An exploratory factor analysis (Kaiser-Meyer-Olkin test=0.706,

Barlett test p=0.000) was also performed with principal axis factoring and varimax

rotation procedure (oblimin rotation was ruled out given that the correlation between

both factors was 0.21). A 2-factor model emerged, which accounted for 57.2% of the

total variance. Items for harmonious passion converged at one factor with weights

≥0.35, whereas items for obsessive passion converged at the other factor with weights

≥0.35.

- The Brief Scale of Flow in Sport (Fernández et al., 2015) was used to evaluate flow

experiences. This scale was obtained from the Dispositional and State Flow Scales by

Jackson and Eklund (2002, 2004), which have demonstrated adequate reliability and

144
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

validity (Godoy-Izquierdo, Vélez, Rodríguez & Jiménez, 2009; Jackson & Eklund,

2004; Martin & Jackson, 2008). The abbreviated scale used in the current study assesses

the dimensions of flow through nine items, with one statement pertaining each one of

the dimensions. The athletes indicated the extent to which the statements were

applicable to them in general while practicing sports during training sessions and

competitions (flow disposition) as well as in their best recalled competition (flow state

in the best competition), using a Likert-type scale from 1="Never" to 5="Always".

Thus, two total scores were obtained by adding the responses for all of the items for

each subscale. Both scores have been previously used (Jackson et al., 1998; 2001). In

this study, the internal consistency of the scale was alpha=0.71 for the dispositional

version and 0.74 for the state version, indicating a satisfactory internal consistency.

- Finally, participants indicated their intention to continue playing sports and competing

in the future on two separate questions, each of which included a response scale from

0="None" to 10="Completely". Similar procedures have been used previously (Guzmán

& Kingston, 2012; Navarrón, Godoy-Izquierdo, Vélez, Ramírez & Jiménez-Torres,

2017).

Procedure

In order to recruit the sample, information about the research was offered through

several online resources and direct contacts with athletes who had participated in any

Paralympic Games (Spanish Paralympic Committee database) and with organizations,

clubs, federations and associations related to disabled sports. We also attended various

competitions (e.g., II Trofeo Ciudad Albacete of wheelchair tennis). Through these

means, a total of 375 athletes were contacted.

145
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

The administration of the questionnaires occurred after we re-contacted the

person who had previously confirmed their interest in collaborating. Measurement was

made via e-mail and face-to-face measures administered immediately after a practice

session or a competition. In both cases, more detailed information on the study, how to

participate and how to complete the survey was offered, and a researcher was available

in order to help the participant. All participants signed an informed consent for

voluntary participation. No reward was offered for collaboration. This study was

approved by the authors´ institution ethics committee.

Study design and statistical analyses

This is a cross-sectional study based on self-reported data. After preliminary and

exploratory analyses, normality was discarded but homoscedasticity was confirmed for

all of the variables, so that besides descriptive analyses, we conducted parametric

ANOVAs and t-Student pair-wise comparisons as well as linear regression analyses.

Parametric methods are robust (i.e., control of error type I and II) when sample size is

reasonably large (N≥30 observations) and, of basic assumptions of normality and

homoscedasticity, the latter is met, given that unequal variances more seriously threats

the validity of the statistical analyses (Erceg-Hurn & Mirosevich, 2008; Heeren &

D'Agostino, 1987; Jekel, Katz & Elmore, 2001; Sawilowsky & Blair, 1992; Stonehouse

& Forrester, 1998). Moreover, as Micceri (1989) stated in his paper "The unicorn, the

normal curve, and other improbable creatures", it is widely accepted by researchers that

data used in the psychological and behavioural science is usually nor-normally

distributed.

In addition, we conducted simple indirect (mediation) analyses. Mediation

analyses were based on definitions and procedures recommended by Preacher, Rucker

146
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

and Hayes (2007) and Hayes (2012, 2013) and were run using the PROCESS macros

for SPSS. This analytical strategy establishes the degree to which a predictor variable

influences an outcome through one(s) mediator variable(s) in a causal, process model

(Hayes, 2013). In a mediation analysis, a variable (mediator) is supposed to carry the

influence of the independent variable on the dependent variable. Mediation models were

tested after carrying out multilevel hierarchical regression analyses to establish the

relationships among the variables of each model. Following Preacher et al. (2007), we

also used non-parametric resampling method by bootstrapping (5000 random

resamples) for parameter estimation, guaranteeing the stability of the analysis. With

bootstrapping, no assumptions about the shape of the sampling distribution of the

statistic are necessary when conducting inferential tests (p. 190). This method is also

preferable for small sample sizes (Preacher & Hayes, 2008). Corrected 95% confidence

intervals were calculated for the distribution of the ab coefficients obtained by

resampling. The level of significance was set at p<0.05 for all the tests.

Results

The participants reported being passionate for sports (Table 2), demonstrating an

elevated harmonious passion (M=8.36; SD=1.09) and a moderated obsessive passion

(M=5.03; SD=2.42); they felt significantly stronger harmonious than obsessive passion

(t=9.926, p=0.000). The athletes also reported having moderate to high levels of flow

experiences. Translated on a 0-10 scale, reported levels (M=34.79; SD=4.88, M=36.19;

SD=5.23, respectively) corresponded to 7.7 for flow in training and competitions in

general and 8.0 for flow in their best competition; they experienced flow episodes

significantly more frequently or intensely in competitions considered as extraordinary

compared to training and competitions in general (t=-2.295, p=0.026). The perceived

147
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

athletic competence reported by the athletes was also moderately high (M=7.34;

SD=1.34).

Table 2. Descriptive data.

M SD Min Max
Perceived athletic competence (0-10) 7.34 1.34 4.00 10.00
Flow in training and competitions (9-45)† 34.79 4.88 20.00 45.00
Flow in the best competition (9-45) 36.19 5.23 23.00 45.00
Harmonious passion (0-10) 8.36 1.09 4.71 10.00
Obsessive passion (0-10) 5.03 2.42 0.00 9.57

Range of possible scores on the measure.

In addition, their intention to continue their participation in sports was strong,

with a significantly higher intention for continuing practicing sports (M=9.13; SD=1.53)

than for continuing competing (M=7.72; SD=2.93) (t=3.689, p=0.001). No significant

differences were found in the intention for continuing participating in sports or the

competition between the athletes with longer and shorter previous participation in sports

(p>0.05), neither between those with longer and shorter previous participation in

competition (p>0.05). Thus, these athletic variables were not introduced in the

remaining analyses. ANOVAs did not reveal significant differences for intention of

continuing participating in sports among the different competition levels (p>0.05), but

they did for intention of continuing the competition in the future (F=3.464, p=0.040).

We found significant differences between recreational and elite athletes (p=0.029) and

marginally significant differences between amateur and elite athletes (p=0.068); in both

cases, elite athletes demonstrated lower intention. Due to these findings, we included

level of competition in the following analyses where intention of continuing competing

was considered.

148
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

Based on the findings of previous correlation and regression analyses (results not

shown), we tried to establish a possible path-model that accounts for the complex

relationships observed among the variables of the study. In the tested model (Figure 1)

we specified two complementary mediation effects. In the first effect, intention for

continuing participating in sports (DV) was expected to depend on flow experiences in

the best competition (IV) both directly and indirectly through perceived athletic

competence (MED). Moreover, flow in practice sessions and competitions in general

was defined as a predictor of flow experiences in competitions. The latter effect was

confirmed conducting a linear regression analysis (F=34.350, p=0.000; standardized

beta=0.66, t=5.861, p=0.000).

In the second effect, intention for continuing participating in competition (DV)

depended on intention of continuing participating in sports (IV) both directly and

indirectly through obsessive passion (MED); in this case, level of performance was

defined as a covariant of the intention of participating in the competition in the future in

order to control for its influence.

Thus, perceived athletic competence was thought to play an indirect, mediating

effect in the relationship between flow and intention to participation in sports, whilst

obsessive passion was thought to play a mediating effect in the relationship between

intention to participation in sports and intention to participation in the competition. To

test our model, we ran simple indirect mediation analyses.

Flow determined intention for continuing practicing sports indirectly via

perceived athletic competence in a full mediation effect (Table 3). The observed indirect

effect along with the signs of the coefficients of the paths indicate that intention of

future participation in sports increases as the athletes’ perceived sport competence

increases due to the experience of episodes of flow in their peak competitions. Together,

149
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

all of these variables accounted for 6% of the variance in intention. As already

presented, in this model flow in competition was predicted by experiencing flow in

training and competitions. Further, we also confirmed a partial mediation effect of

obsessive passion in the relationship between intention for continuing practicing sports

and the intention for continuing participating in competitions when the athletes' level of

competition was controlled for. Intention of future participation in competition increases

as the athletes’ obsessive passion increases due to the intention of continuing

participating in sports. This model accounted for 32% of the variance in intention.

Perceived Obsessive
competence passion

0.09* 0.37* 0.57* 0.47**

Flow in best Intention of Intention of


0.61* future
competition future practice
competition

0.66**

Flow in Competition
practice level
(predictor) (covariate)

Figure 1. Mediation effects tested (PROCESS Models type 4).


Note: Coefficients displayed are standardized regression betas *p<0.05 **p<0.01.

150
Estudio 3. Intention of Continuing Participation in Disabled Athletes: Mediation Analyses considering Perceived Athletic Competence, Flow and Passion for Sport

Table 3. Results of multiple mediation analyses (with Process)

Effect Stand. SE t p 95% 95%


coef. CI LL CI UL
MODEL 1
a (Flow--Perceived competence) 0.09 0.036 2.383 0.021* 0.013 0.158
b (Perceived competence--Intention practice, controlling for Flow) 0.37 0.168 2.230 0.031* 0.036 0.712
c' (direct effect Flow--Intention practice, controlling for Perceived competence) 0.038 0.043 0.877 0.385 -0.049 0.124
ab (indirect effect Flow*Perceived competence, c - c') 0.033 0.020 0.005 0.085
c (total effect Flow--Intention practice, c' + ab) 0.071 0.422 1.652 0.106 -0.015 0.155
MODEL 2
a (Intention practice--Obsessive passion) 0.57 0.221 2.597 0.013* 0.128 1.017
b (Obsessive passion--Intention competition, controlling for Intention practice) 0.47 0.148 3.186 0.003** 0.173 0.771
c' (direct effect Intention practice--Intention competition, 0.61 0.233 2.630 0.012* 0.143 1.081
controlling for Obsessive passion)
ab (indirect effect Intention practice*Obsessive passion, c - c') 0.27 0.168 0.087 0.773
c (total effect Intention practice--Intention practice, c' + ab) 0.88 0.238 3.705 0.001** 0.402 1.362
N=47. Model 4. Bootstrapping=5000 samples. 95% CI: Corrected 95% Confidence Intervals, LL: Lower Limit, UL: Upper Limit.
** p<0.01, * p<0.05.

151
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Discussion

Disabled sport is a consolidated movement worldwide, but little is known about the

psychological aspects that may play a role and whether there are differences between

disabled and non-disabled athletes. The efforts to advance in this research field should

continue (DePauw, 2012; Jefferies et al., 2012). The main objective of this study was to

test a possible causal model that accounts for the relationship among flow experiences,

perceived athletic competence and passion with intention for continuing practicing

sports and for continuing participating in competitions, in a sample of adult Spanish

athletes with disabilities from different levels of competition and modalities of

individual and team sports. To date, no previous study has considered the simultaneous

influence of these psychological factors on involvement in athletic practice in disabled

sport.

Supporting previous findings obtained with non-disabled adult athletes, the

participants reported experiencing frequent and deep episodes of flow, particularly in

their best performances (Fernández et al., 2015; Jackson & Kimiecik, 2008). These

findings are in line with the universality proposed by Jackson and Csikszentmihalyi

(2002) for flow, reinforcing the idea that flow episodes can be experienced by everyone.

They also felt passionate about their athletic activity, with a higher level of harmonious

passion than obsessive passion (Vallerand et al., 2008, studies 1 & 2). However, our

findings are contrary to those by Peters et al. (2016) with high-performance athletes

with disabilities, who found a moderately high harmonious passion and a slightly higher

obsessive passion. Moreover, the participants reported moderately elevated perceived

athletic competence, supporting previous findings with disabled athletes (Banack et al.,

2011; Ferreira & Fox, 2008; Martin & Whalen, 2012; Sands & Wettenhall, 2000).

Sands & Wettenhall (2000) found no differences in perceived athletic competence

152
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

between wheelchair and non-disabled basketball female players. High scores and

similar results were obtained by Hutzler & Shemesh (2012) for athletic self-efficacy and

Ferreira and Gaspar (2007) for perceived physical competence with male basketball

players with and without disabilities, as well as Baĉanac, Milićević-Marinkovic, Kasum

& Marinković (2014) for sport confidence with Olympic and Paralympic athletes of

different sports. These findings are supported by the review by Macdougall et al.

(2015).

With the intention of gaining knowledge on the relationships among the study

variables, we proceeded to analyze the mechanisms that could explain such associations

through an indirect effect (how it operates, or mediation effects) (Hayes, 2012).

Answering to this question (as well as when it occurs, or effects of moderation,

establishing its boundary conditions or contingencies) helps to understand in depth the

phenomenon being investigated and gives clues about how that knowledge can be used

(Hayes, 2012).

We tested and confirmed a double process model in which a mediation effect

was included to predict intention to continue practicing and competing in sports which

accounted for 38% of the total variance in intention of engagement continuation.

Grounded on the tenets of the flow model, during the experimentation of flow states, the

athlete experiences enjoyment and pleasure (i.e., flow as an autothelic experience)

(Csikszentmihalyi, 1990), which will lead him or her to wish to experience this

sensation again, and therefore to continue practicing the activity. Consequently, we

expected that flow would determine the intention of continuing athletic involvement. As

hypothesised, flow in extraordinary competitions positively determined intention of

future participation in sports indirectly via perceived athletic competence, and was in

turn predicted by flow experienced in general in the athletic activity. We expected this

153
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

effect to be only partial, but we found a full mediation effect. Flow episodes and

perceived competence have been extensively associated each other; however, in general

the direction of the relationship explored to date was the inverted to that confirmed in

the present study. Concretely, perceived competence is formulated as one of the flow

dimensions. Moreover, perceived athletic competence is a core factor for the emergence

of flow states (Jackson et al., 1998), it has been found to predict flow experiences

(Jackson & Roberts, 1992; Jackson et al., 1998, 2001; Stavrou et al., 2007) and it is

considered as a predisposing factor for flow in sports, within an athletic "autothelic

personality " (Jackson & Kimiecik, 2008, p. 392). As Jackson and Csikszentmihalyi

(1999) stated, the athletes' sense of ability for managing the stimulating challenges they

found in their athletic activity is essential for experiencing flow states.

However, it is also possible that the wish of re-experiencing flow states

motivates the adherence to the activity, and that this voluntary regular practice generates

new activity-related mastery experiences that feed perceived competence to manage the

demands inherent to the activity. It has been proved that perceived competence is,

mainly, resultant from past experiences of success (Sitzmann & Yeo, 2013).

Furthermore, perceived competence in turn might promote the intention of persistence

in the activity (Duda, 2005). In support of this, Banack et al. (2011) found that it

predicted intrinsic motivation in disabled athletes. Others have found similar paths to

that confirmed herein. Schüler and Nakamura (2013) explored a possible indirect

relationship between flow and openness to risk as well as risk awareness in both of

which self-efficacy played a full mediating role.

Further, supporting our hypothesis, we also confirmed a partial mediation effect

of obsessive passion in the relationship between intention for continuing being involved

in sports and intention for continuing participation in competitions. There are studies

154
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

that relate obsessive passion to rigid persistence even in unfavourable conditions.

Vallerand et al. (2003, Study 3) verified this in a group of cyclists, with the athletes who

had referred the highest obsessive passion previously in good conditions being those

who continued with the practice in dangerous conditions. Vallerand et al. (2003, Study

2) demonstrated with a sample of soccer players that the obsessive passion marginally

predicted whether they intended to continue playing soccer the following season,

although it was paradoxically also associated with negative affect levels. De la Vega,

Parastatidou, Ruíz-Barquín & Szabo (2016) explored exercise addiction, harmonious

passion, obsessive passion and dedication to sport in athletes of different levels of

competition, and found higher levels in the four variables in athletes of higher level of

competition. Returning to our findings, it is possible that obsessive passion is providing

motivation and commitment for the persistence in the activity and the future

competition, but because it has a negative impact on the emotional well-being and the

daily functioning of the athlete, this is something that should be monitored in order to

help the athlete avoid negative experiences.

Despite its contributions, this study suffer from several limitations that should be

addressed in the future. The most important one is the small sample size in spite of the

effort to reach a large and representative number of disabled athletes at a national level.

This was due to the low availability of disabled athletes compared to able-bodied

athletes, but it is also possible that they are less motivated to participate in empirical

studies, or that stereotypes prevented them from collaborating (Kittelsaa, 2014). On the

other hand, a low participation rate is normal in studies on disability sport. However,

this limits the generalizability of the findings, and consequently this study should be

considered as a preliminary research to be replicated in the future with a larger and

more heterogeneous sample from a wider range of sport modalities. However, a strength

155
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

of this study is the inclusion of athletes from the entire Spanish geography, with a broad

age and disabilities range, and from different sport modalities and levels of

performance. Similarly, it would have been interesting to consider the functional

classification of athletes and variables related to the disability itself (e.g., type, cause,

severity level, use of external aids, required assistance), as well as the practice of other

recreational physical activities other than the competitive activity. Future studies should

also include able-bodied athletes in order to determine similitudes or differences with

disabled athletes in the psychological processes explored herein. Regarding

measurement, there is a lack of measurement tools specifically developed for people

with disability. Nonetheless, the explored processes can be experienced by any athlete,

independently of whether their disability status, and in order to explore them only a

minor adaptation in the measurement tools is required. We encourage researchers to use

short, multi-item measures to improve the validity and power of the assessment while

reducing interference or disruption. We used retrospective self-reports, and the

responses can be biased in several ways. We encourage researchers to complement this

information with that provided by other procedures. Finally, this is a cross-sectional

study, and this procedure limits conclusions regarding causal links between variables

and their directionality. However, we conducted analytical procedures able to detect

causal paths, and this is the greatest strength of our research. Indirect effects analyses

are considerably less potent than other types of analysis (MacKinnon, Lockwood &

Williams, 2004), which means that only very strong mediation effects could be detected

in the present study due to the sample size. In addition, other indirect effects should be

tested in the future, including effects of simple moderation, mediated moderation,

moderate mediation, or serial or parallel multiple mediation with more mediating

156
Estudio 3. Sport participation among disabled athletes: Mediational pathways

variables (Hayes, 2012), as well as other possible relationships between variables (e.g.,

type models proposed in PROCESS).

There has been an increased interest in the disabled athlete in recent decades, in

particular by Sports Psychology, but research is still insufficient. The information

obtained in this and future studies will increase our knowledge about this group with

special needs in order to develop adapted interventions that will improve their

performance, engagement, commitment and satisfaction in sport, as well as promote

their integration and social normalisation, well-being and quality of life.

157
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

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165
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

166
Capítulo 8:
Estudio 4. Imagen corporal, satisfacción corporal y
factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad:
Un estudio preliminar comparativo

167
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Resumen

Las percepciones que tienen los deportistas sobre su cuerpo y su satisfacción con las

mismas están recibiendo cada vez mayor atención, pero son una cuestión prácticamente

inexplorada en el deporte adaptado. En este estudio exploramos en deportistas con

discapacidad la imagen corporal (IC) actual e ideal, tanto considerando criterios

estéticos como deportivos, los criterios personales usados para valorar su cuerpo y

definir su ideal corporal, el grado de (in)satisfacción con dichas percepciones, la

relación de las percepciones corporales con variables deportivas y sus creencias en

cuanto a los factores deportivos que favorecen o perjudican la satisfacción con el

cuerpo. Un objetivo paralelo fue comparar atletas con y sin discapacidad en todos estos

aspectos. Los resultados indican que los deportistas con y sin discapacidad tienen una

IC positiva, señalando cuerpos delgados aunque poco musculados. La IC ideal tanto

estética como deportiva en ambos grupos es más atlética. La SC de ambos subgrupos de

deportistas fue moderadamente alta. Los deportistas con y sin discapacidad señalaron

como criterios más relevantes para valorar su cuerpo actual e ideal los relacionados con

las características físicas o estructurales del cuerpo, seguidos de los relacionados con el

desempeño deportivo. Entre los principales factores deportivos percibidos señalados

como relacionados con la satisfacción con el cuerpo, ambos grupos conceden mayor

importancia a la composición muscular y a las capacidades funcionales para la

ejecución y el rendimiento deportivos. Los factores sociales o estéticos son más

indicados por los deportistas sin discapacidad que con diversidad funcional. Nuestros

hallazgos tienen interesantes implicaciones. A nivel conceptual señalan la conveniencia

de considerar diferentes dimensiones de la IC (peso vs. composición, apariencia vs.

rendimiento). A nivel aplicado, subrayan la relevancia de la integración de las

169
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

percepciones corporales en la identidad de los atletas con discapacidad. No obstante,

deben ser considerados hallazgos preliminares que deben ser confirmados y ampliados

en el futuro, particularmente en cuanto a su relación con factores deportivos.

Palabras clave: imagen corporal actual, imagen corporal ideal, imagen corporal

estética, imagen corporal atlética, satisfacción corporal, deportistas con diversidad

funcional.

170
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Introducción

La imagen corporal (IC) es la percepción individual que tiene una persona de su propio

cuerpo, haciendo referencia a "cómo la gente piensa, siente y se comporta con respecto

a sus propios atributos físicos" (Muth y Cash, 1997, p. 1438). Se trata de un constructo

dinámico y multidimensional que abarca componentes cognitivos, afectivos/evaluativos,

actitudinales y comportamentales (Cash y Smolak, 2011; Grogan, 2017; Thompson,

Heinberg, Altabe y Tantleff-Dunn, 1999). La IC incorpora la estimación del tamaño y la

forma del cuerpo, la evaluación del atractivo del cuerpo, la satisfacción subjetiva con

dichas percepciones y las emociones y acciones asociadas a las mismas. De forma

específica, la (in)satisfacción corporal (SC) se refiere al contenido subjetivo positivo

(negativo) de las evaluaciones del peso, tamaño y forma del cuerpo como un todo o de

cada una de sus partes (Grogan, 2017). Cuando la persona tiene percepciones corporales

negativas y percibe la existencia de una discrepancia entre la valoración de su cuerpo

real (actual) y el ideal corporal que tiene aparece la insatisfacción corporal.

Varios meta-análisis confirman que la práctica regular de ejercicio físico se

asocia con una IC y SC más positivas (Campbell y Hausenblas, 2009; Hausenblas y

Fallon, 2006; Reel et al., 2007). Esta asociación también se ha encontrado en el caso del

deporte. El meta-análisis de Hausenblas y Downs (2001), comparando la imagen

corporal entre atletas y no atletas considerando el sexo, la edad, el tipo de modalidad

deportiva practicada y el nivel de competición, concluye que los deportistas poseen una

IC más positiva que los no deportistas.

No obstante, en el contexto de la actividad deportiva se hace necesario

considerar otro tipo de satisfacción con el cuerpo, más allá de la relacionada con los

aspectos estéticos y los estándares de belleza socioculturalmente aceptados. En el

deporte, adquieren mayor relevancia las percepciones corporales funcionales o

171
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

instrumentales relacionadas con las cualidades y capacidades físicas para responder a

los requerimientos de ejecución específicos de cada disciplina deportiva o basadas en el

rendimiento deportivo (Cox y Thompson, 2000; George, 2005; Greenleaf, 2002; Krane,

Choi, Baird, Aimar y Kauer, 2004; Krane, Waldron, Michalenok y Stiles-Shipley, 2001;

Loland, 1999; Mosewich, Vangool, Kowalski y McHugh, 2009; Roth y Knapp, 2017;

Russell, 2004). Así, la IC atlética es entendida como la “imagen interna que uno tiene

de su cuerpo y la evaluación de esa imagen dentro de un contexto atlético”, mientras

que la imagen corporal estética o social se refiere a la “evaluación corporal en el

contexto de la vida cotidiana” (Greenleaf, 2002, p. 64). Ambas dimensiones deben ser

incorporadas e integradas en la IC personal de cada atleta y, por ello, la identidad

atlética y la IC deben ser exploradas de forma conjunta. Tanto en hombres como

mujeres, el cuerpo atlético se ha convertido en el estándar corporal de belleza, pero

mientras que "demasiado atlético" puede ser favorable en el campo de juego, puede ser

desfavorable en la sociedad, tanto como "demasiado peso" o "demasiada grasa corporal"

(George, 2005). Se trata, por tanto, de una negociación continua entre los valores dentro

del ámbito deportivo, que enfatizan el rendimiento, y fuera de él, que enfatizan la

apariencia.

En este sentido, los deportistas podrían sentir insatisfacción corporal si perciben

una discrepancia entre el cuerpo que tienen y el cuerpo ideal para un mejor rendimiento

(Thompson y Sherman, 2010), pero también podrían encontrarse diferencias entre la IC

atlética y la IC estética (De Bruin, Oudejans, Bakker y Woertman, 2011). Esto obliga a

que estén constantemente buscando el equilibrio entre su cuerpo deportivo y su cuerpo

estético (George, 2005). Además, en esta batalla continua tienen un papel fundamental

la interiorización de los cánones de belleza, los fenómenos de objetivación del cuerpo,

las presiones contextuales, los roles de género y los conceptos de feminidad y

172
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

masculinidad, de forma que la relación entre el cuerpo, el rendimiento y la belleza no es

igual para hombres y mujeres. Esto es particularmente importante en el caso de la

discapacidad, en la que se suma la capacidad funcional de un cuerpo con déficits. Las

personas con discapacidad están en constante negociación en la relación entre el cuerpo,

la discacidad construida socialmente, las capacidades del cuerpo, el deporte, la identidad

personal y atlética y los valores sociales imperantes sobre la belleza (Purdue y Howe,

2012; Huang y Brittain, 2006).

Las percepciones y la satisfacción que tienen los deportistas con su cuerpo son

cuestiones que están recibiendo cada vez mayor atención debido a que la preocupación

por el cuerpo, las percepciones negativas de éste y la insatisfacción corporal se asocian

a comportamientos de riesgo para el control del cuerpo y el manejo de la IC, y todas

estas variables constituyen a su vez factores de vulnerabilidad para desarrollar

trastornos de la conducta alimentaria y física, además de otros problemas de salud física

y mental (Bratland-Sanda y Sundgot-Borgen, 2013; Cash y Smolak, 2011; Díaz, Godoy-

Izquierdo, Navarrón, Ramírez y Dosil, en publicación; Grogan, 2006, 2017; Striegel-

Moore y Bulik, 2007; Thompson y Sherman, 2010).

Las percepciones que sobre sus cuerpos tienen las personas con discapacidad no

es una cuestión ampliamente explorada en la literatura científica (Reel y Bucciere,

2010), y las razones de ello se encuentran probablemente en el propio rechazo y

discriminación de la sociedad hacia la discapacidad y las personas que son diferentes.

Como señalaran Sousa, Corredeira y Pereira (2009), las personas con discapacidad

"tienen que negociar continuamente la relación entre el cuerpo, la discapacidad social

construida y la identidad" (p. 157). Las personas con discapacidad, de forma lineal con

la gravedad de la discapacidad y las limitaciones asociadas, así como la recencia de la

discapacidad, experimentan pobres percepciones sobre su cuerpo y baja autoestima

173
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

corporal en comparación con las personas sin discapacidad (Holzer et al., 2014; Howes,

Edwards y Benton, 2005a,b; Kedde y van Berlo, 2006; Moin, Duvdevany y Mazor,

2009; Nosek, Howland, Rintala, Young y Chanpong, 2001; Taleporos y McCabe,

2005). Esto repercute en su autoconcepto físico general y su autoestima (Uchida,

Hashimoto y Lutz, 2005), así como su calidad de vida y bienestar subjetivo (Holzer et

al., 2014; Moin et al., 2009). Estudios con metodología cualitativa reflejan las

experiencias personales, sentimientos y actitudes de las personas con discapacidad hacia

su cuerpo y cómo la discapacidad influye negativamente en su autoestima corporal

(Bailey, Gammage, Ingen y Ditor, 2016; Hassouneh-Phillips y McNeff, 2005; Sheldon,

Renwick y Yoshida, 2011; Taleporos y McCabe, 2001, 2002). La internalización de "la

otredad" y el no poder alcanzar los estándares de apariencia construidos en la sociedad

pueden llevarles a tener baja satisfacción con su cuerpo (Reel y Bucciere, 2010).

Todos estos estudios también reflejan que las personas con discapacidad se van

adaptando a sus cuerpos con el paso del tiempo y va aumentando su aceptación de los

mismos, pero también que las respuestas de su contexto social son importantes en este

proceso y en su propia IC. Además, se ha encontrado que las percepciones corporales

son peores conforme aumenta el peso y el Índice de Masa Corporal (Hsieh, Rimmer,

Heller, 2014; Melville et al., 2008). Las personas con discapacidad (Bégarie, Maïano,

Leconte y Ninot, 2013; Blauwet y Iezzoni, 2014; Hsieh et al., 2014; Melville et al.,

2008; Salem, Bamer, Alschuler, Johnson y Amtmann, 2014; Temple, Walkley y

Greenway, 2010) tienen una alta prevalencia de sobrepeso y obesidad, afectando a

alrededor del 50% de los individuos, lo que afecta a su calidad de vida de forma

proporcional al IMC.

Reel y Bucciere (2010) han reflexionado sobre las percepciones corporales de

las personas con discapacidad, su distancia respecto a los cánones socioculturales de la

174
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

belleza y la perfección y el impacto que esta divergencia tiene tanto respecto a la

satisfacción con el cuerpo como a la estigmatización y discriminación de este colectivo.

También han señalado acertadamente que las percepciones corporales y su impacto en

el funcionamiento y bienestar personal dependen de muchos factores personales,

contextuales y relacionados con la discapacidad en sí (e.g., tipo, causa, gravedad,

tiempo, uso de prótesis), todos los cuales deben ser tenidos en cuenta a la hora de

valorar las percepciones sobre el cuerpo. Los autores señalan que las personas con

discapacidad muchas veces tienen una "relación de amor-odio" con sus cuerpos (p. 95).

Además, señalan que las percepciones corporales negativas y la baja satisfacción con el

cuerpo pueden llevar a estas personas a adoptar una amplia variedad de conductas con el

objetivo de "normalizar" su apariencia, incluyendo ocultar o disimular su lesión o

incapacidad, evitar contextos sociales que evidencian el cuerpo, introducir

modificaciones en la dieta o la conducta física, recurrir a la cirugía, etc. Asimismo,

señalan que las conductas alimentarias alteradas y los Trastornos de la Conducta

Alimentaria (TCAs) tienen una alta prevalencia entre las personas con discapacidad.

Otros también han señalado que personas con discapacidad con percepciones corporales

negativas tienen un riesgo incrementado de padecer TCAs (Cicmil y Eli, 2014).

Reel y Bucciere (2010) también enfatizan que para muchas personas con

discapacidad la práctica de actividades físico-deportivas les ayuda a aceptar sus cuerpos

con mayor facilidad y a tener mejores percepciones corporales. Los cambios en el

cuerpo asociados a la actividad física se traducen en una mejora de su apariencia, pero

además la práctica física alimenta sus creencias y expectativas de capacidad física y

funcionalidad del cuerpo, desafiando así "estereotipos internos y externos de lo que los

cuerpos «discapacitados» pueden hacer" (p. 95).

175
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

El deporte se convierte en un buen contexto para desafiar el estigma asociado

con los cuerpos discapacitados, demostrando que personas con discapacidad son igual

de capaces que sus compañeros no discapacitados, y mucho más de lo que sugieren los

estereotipos sobre la discapacidad (Taub, Blinde y Greer, 1999).

A pesar de ello, en el ámbito de la discapacidad no ha habido tanto desarrollo en

la investigación sobre las influencias de la práctica de actividades físicas y,

particularmente, deportivas sobre la IC y la SC, haciéndose necesarios más estudios que

relacionen estas variables (Junker y Calberg, 2011). Junker y Carlberg (2011)

investigaron los factores personales y contextuales que determinaban la práctica de

ejercicio físico en un grupo de personas con discapacidades físicas, y obtuvieron que el

34% de los participantes consideró que no tenían suficiente conocimiento sobre su

cuerpo y su discapacidad como para poder realizar actividades físicas de forma

autónoma considerando las funcionalidades y restricciones del cuerpo. Kerstin, Gabriele

y Richard (2006) realizaron entrevistas a personas con lesiones en la médula espinal

para identificar los factores que facilitaban la práctica de actividad física, y entre los

motivos que dieron los participantes estaba que la mejora de la apariencia física actuaba

de fuerza motivadora, entre otros relacionados con la funcionalidad del cuerpo y la

autonomía, la identidad, la salud y bienestar y la posibilidad de competir.

Existen estudios que confirman que la práctica de actividad física se relaciona

con una IC más positiva en personas con algún tipo de discapacidad (Suc, Lesnik y

Erpic, 2015; Tatar, 2010; Taub et al., 1999; Uchida et al., 2005; Wetterhahn, Hanson y

Levyet, 2002; Yuen y Hanson, 2002). Yuen y Hanson (2002) encontraron que personas

con discapacidades adquiridas que practicaban ejercicio físico de forma regular tenían

percepciones corporales similares a las de personas sin discapacidad practicantes. No

obstante, tenían una mayor orientación hacia la apariencia (i.e., mayor inversión

176
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

cognitiva y conductual) que las personas sin discapacidad. No encontraron ningún

efecto de interacción entre discapacidad y práctica de ejercicio para ninguna variable

relacionada con las percepciones corporales, pero sí que las personas (con o sin

discapacidad) que hacían ejercicio tenían mejor IC y mayor satisfacción con su cuerpo

que las personas no activas. Suc et al. (2015) encontraron que personas con

discapacidad adquirida practicantes tenían un mejor autoconcepto general que personas

que no eran activas, incluyendo mejores percepciones del cuerpo y la apariencia.

Wetterhahn et al. (2002) encontraron que personas con amputación de miembros

inferiores que realizaban actividades físico-deportivas tenían mejores percepciones

corporales tanto estéticas (apariencia) como funcionales (aptitudes y salud) y actitudes

más favorables hacia el cuerpo que las personas que no participaban en actividades de

forma regular. Compararon además a nivel descriptivo sus percepciones con las

normativas, encontrando que sus percepciones eran similares (mujeres) o mejores

(hombres) que las de personas de la población general y que ambos sexos mostraban

menor orientación hacia la apariencia que éstas últimas. Tatar (2010) encontró, en una

muestra similar pero usuarios de prótesis, que aquellos que practicaban actividades

físico-deportivas tenían mejores percepciones corporales que los no activos. En este

estudio no se encontraron diferencias en función de la actividad practicada (i.e.,

ejercicio regular vs. juegos deportivos) o asociación alguna entre las percepciones

corporales y diversos factores relacionados con la discapacidad (e.g., causa, uso de

prótesis, dolor/heridas). Tampoco se encontraron diferencias entre hombres y mujeres,

pero sí una relación directa entre la edad y peores percepciones corporales tanto en los

practicantes como en los no practicantes.

En conclusión, las personas con discapacidad que practican actividades físico-

deportivas tienen mejores percepciones de su cuerpo en general y mayor satisfacción

177
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

con su apariencia, pues la actividad física modifica la forma, el peso y el aspecto del

cuerpo. La actividad física también incrementa el estado de fitness y las capacidades

instrumentales corporales, y por ello, además de una mejor apariencia, experimentan su

cuerpo como funcional en mayor medida, cuidando mejor de él y, por consiguiente,

ganando movilidad y siendo más independientes a pesar de su discapacidad (Suc et al.,

2015). La actividad físico-deportiva ayuda a recuperar no sólo la condición corporal

física, sino también la confianza en el propio cuerpo y en su funcionalidad, y se asocia a

mejores percepciones sobre uno mismo en general (Uchida et al., 2005) y un mayor

bienestar (Ginis, Jetha, Mack y Hetz, 2010). La actividad física refuerza la identidad de

la persona con su discapacidad en un mundo en el que la no discapacidad y la capacidad

son extremadamente valoradas, y les ayuda a manejar mejor su condición a través de la

reducción de la significación del cuerpo, la normalización del cuerpo y la optimización

del funcionamiento físico y mental, lo que se asocia a autopercepciones más positivas

(Guthrie y Castelnuovo, 2001). También los demás perciben como más estéticos y

funcionales los cuerpos de personas con discapacidad que realizan actividad física

(Arbour, Latimer, Ginis y Jung, 2007; Goodwin, Thurmeier y Gustafson, 2004).

En cuanto a la participación deportiva, el deporte se convierte en un medio para

que los deportistas con discapacidad sean percibidos por otros como deportistas en lugar

de individuos con discapacidad, asociándose con una autoestima positiva y una imagen

corporal mejorada, como encontraron Wheeler et al. (1999) al entrevistar a deportistas

paralímpicos ya retirados. Otros han encontrado que en deportistas con discapacidad,

los motivos estéticos son menos importantes para la práctica de actividades físico-

deportivas que los relacionados con la funcionalidad del cuerpo y el desarrollo de

capacidades y, así, de la confianza en uno mismo (Varsamis y Papadopoulos, 2013).

178
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Varios estudios señalan que los atletas con diversidad funcional tienen

percepciones corporales positivas (Cardoso, Sacomori y Vieira, 2012; Ferreira y Fox,

2008; Hardin, 2007; Martin y Whalen, 2012; Tieman, 2001; Van de Vliet, Van Biesen y

Vanlandewijck, 2008; Zarei y Ghasemi, 2012). Además, se ha encontrado que mujeres

y hombres deportistas con discapacidad muestran una mejor IC frente a personas con

discapacidad no deportistas (Cardoso et al., 2012; Zarei y Ghasemi, 2012) y tienen

percepciones sobre su cuerpo comparables a las de deportistas sin discapacidad

(Ferreira y Gaspar, 2007; Ferreira y Fox, 2008; Sands y Wettenhall, 2000; Van de Vliet

et al., 2008). Ferreira y Fox (2008) encontraron que aquellos deportistas que tenían un

nivel menor de capacidad funcional mostraban mayor insatisfacción con su cuerpo.

Cardoso et al. (2012) no encontraron diferencias entre hombres y mujeres o tipo de

discapacidad en cuanto a la autoestima corporal, pero sí que las personas con lesiones

más recientes tenían peores percepciones corporales que las personas con mayor historia

de discapacidad.

Vermillon (2013) no encontró diferencias en las percepciones corporales según

sexo o tipo de discapacidad, pero encontró que el tipo de discapacidad (congénita vs.

adquirida) interacciona con el sexo, observando que atletas femeninas con

discapacidades adquiridas mostraban mejores percepciones corporales en comparación

con las atletas con discapacidades congénitas, mientras que esta diferencia no existía

para los varones. Los autores concluyen que la distancia al cuerpo ideal socialmente

construido es clave para la estigmatización de estas personas. En el único estudio

existente a nuestro conocimiento que ha utilizado figuras para evaluar la IC actual y

deseada de atletas con discapacidad, Reel, Bucciere y SooHoo (2013) han encontrado

que deportistas con discapacidad intelectual hombres y mujeres tienen similares

179
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

percepciones corporales y que en ambos conforme aumenta el IMC disminuye la

satisfacción corporal.

Estos hallazgos están en consonancia con investigaciones cualitativas que

permiten conocer las experiencias de los deportistas con diversidad funcional con sus

cuerpos y comprender más profundamente cómo el deporte ha influido en la IC de los

deportistas y cuáles son sus percepciones corporales. Estudios como el de Galli, Reel,

Henderson y Detling (2016) permiten comprender que el deporte les ayuda a forjar una

identidad positiva separada de la opinión social acerca de la discapacidad y los cuerpos,

más allá de la apariencia. Entre los deportistas entrevistados, una deportista reconoció

que el deporte le había ayudado a aprender sobre su cuerpo, sobre cómo funciona y

cómo cuidar de él. Todos estos estudios apuntan a que, además de las razones para la

relación entre actividad física e imagen corporal argumentadas más arriba, en el caso del

deporte mejoran las percepciones corporales además por otros factores relacionados con

la identidad atlética, como la capacidad percibida basada en experiencias de maestría,

capacidad y rendimiento competitivo y la experiencia de convertirse en modelos de

cuerpos y capacidad en un contexto en el que la discapacidad es vista como devaluante

o invalidante del cuerpo.

En su revisión de estudios publicados entre 1990 y 2009 sobre las

autopercepciones en la discapacidad (i.e., dimensiones de autoconcepto -en la que se

incluye una subdimensión de autoconcepto físico en la que se englobarían las

percepciones corporales y sobre la apariencia-; autoestima; y autoeficacia), Cocquyt y

Sigmund (2011) concluyen que las personas con discapacidad que practican ejercicio

físico o deporte tienen percepciones positivas de sí mismos tanto generales como en

distintas subdimensiones y que no existen diferencias en comparación con deportistas

sin discapacidad. Los autores concluyen asimismo que no existen evidencias de que el

180
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

componente de la competición tenga un efecto diferencial sobre las autopercepciones de

este colectivo. No obstante, señalan que, dentro del colectivo de deportistas

propiamente, aquéllos que compiten a niveles más exigentes (élite e internacional vs.

recreativo, regional o nacional) tienen mejores autopercepciones.

No obstante, Macdougall, O’Halloran, Shields y Sherry (2015) han revisado y

meta-analizado recientemente las percepciones corporales de atletas olímpicos y

paralímpicos concluyendo que los deportistas con discapacidad tienen peores

percepciones corporales que los deportistas sin discapacidad y señalando que, dado que

también tienen una identidad atlética menos robusta, tienen, en comparación con éstos,

niveles menores de autoaceptación. Sin embargo, este hallazgo resulta curioso, pues los

dos estudios meta-analizados (Ferreira y Fox, 2008; Van de Vliet et al., 2008) indican

no sólo que los atletas con diversidad funcional tienen percepciones corporales positivas

sino que además son tan positivas como las de atletas sin discapacidad.

En este contexto, el objetivo general de este estudio es: a) explorar las

percepciones corporales, tanto actuales como ideales, en una muestra de deportistas con

diversidad funcional, así como el grado de (in)satisfacción con su cuerpo, b) conocer

qué criterios usan para valorar su cuerpo y definir su ideal corporal (i.e.,

estéticos/apariencia vs. atléticos/funcionalidad), y c) relacionar las percepciones

corporales y la satisfacción subjetiva con las mismas con variables deportivas, en

concreto, historia de práctica deportiva, horas de entrenamiento y nivel de competición;

en este sentido, también quisimos conocer si los deportistas creen que existen factores

deportivos que favorecen o perjudican una satisfacción con el cuerpo elevada. Además,

un objetivo paralelo de este estudio fue comparar atletas con y sin discapacidad en todos

estos aspectos.

181
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Método

Participantes

Participaron 36 deportistas con algún tipo de discapacidad (78% hombres) de entre 17 y

61 años (M=35.72, DT=13.03), de diferentes modalidades deportivas colectivas (13.9%)

e individuales (86.1%) y diferentes niveles de competición, desde aficionados/amateur

hasta profesionales. Además, participaron 182 deportistas sin discapacidad (70%

hombres) de entre 16 y 65 años (M=31.07, DT=11.13) también de diferentes

modalidades deportivas colectivas (33.6%) e individuales (66.4%) y niveles de

competición. La tabla 1 muestra sus principales características deportivas y

estructurales.

No aparecieron diferencias significativas en cuanto a la edad de ambas

submuestras de deportistas (U=2658.500, p=0.074). Tampoco en cuanto a su peso

(U=282.500, p=0.195), altura (U=2941.500, p=0.333) o IMC (U=3207.000, p=0.842).

Los participantes tampoco se diferenciaron en cuanto a su experiencia deportiva

(U=3030.500, p=0.477), pero sí en relación al nivel de competición actual

(U=2624.000, p=0.036), el nivel máximo alcanzado (U=1710.000, p=0.000) y el tiempo

semanal destinado al entrenamiento (U=2415.000, p=0.014). Los deportistas con

discapacidad competían en la actualidad a un nivel mayor, habían alcanzado un nivel

más alto a lo largo de su carrera deportiva y dedicaban más tiempo semanal a sus

entrenamientos.

Medidas

- Datos sociodemográficos: Los participantes indicaron su edad, sexo, nacionalidad y si

tenían algún tipo de discapacidad y en tal caso el tipo de lesión o enfermedad.

182
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Tabla 1. Características deportivas y estructurales de los atletas con y sin

discapacidad.

DEPORTISTAS CON DEPORTISTAS SIN


DISCAPACIDAD DISCAPACIDAD
N % N %
Tipo de Discapacidad física/motora 29 80.6
discapacidad Discapacidad sensorial 4 11.1
Discapacidad psíquica 3 8.3
Nivel de Profesional 8 22.2 11 6
competición Semiprofesional 10 27.8 38 20.9
actual Amateur 12 33.3 111 61
No compite actualmente 6 16.7 22 12.1
Nivel máximo Internacional 20 56.6 37 20.3
de competición Nacional 15 41.7 85 46.7
Autonómica 1 2.8 51 28
Local 0 0 9 5
Deportes Baloncesto 4 11.1 18 9.9
colectivos Béisbol 1 0.6
Curling 1 0.6
Fútbol 1 2.8 9 4.9
Fútbol sala 3 1.6
Hockey 11 6
Rugby 7 3.8
Voleibol 10 5.6
Waterpolo 1 0.6
Deportes Alpinismo 1 0.6
individuales Atletismo 7 19.4 45 24.7
Artes marciales 1 0.6
Bádminton 7 3.8
Boxeo 1 0.6
Bolos 4 2.2
Buceo deportivo 1 2.8 5 2.7
Culturismo 5 2.7
Ciclismo 1 2.8 6 3.3
Esquí 3 1.6
Enduro 1 2.8 5 2.7
Natación 4 11.1 8 4.4
Orientación 1 2.8 9 4.9
Pádel 1 0.6
Parkour 1 0.6
Pesca submarina 2 1.1
Piragüismo 5 2.7
Remo 1 0.6
Surf 1 0.6
Taekwondo 2 5.5 3 1.6
Tenis 7 19.5
Tenis de mesa 2 1.1
Tiro con arco 6 16.6 5 2.7
Snowboard 1 2.8

183
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 1 (Continuación)

M SD M SD
Historia 14.17 8.90 15.63 9.82
deportiva
(años)
Nivel actual de 1.56 1.03 1.21 0.73
competición
Nivel máximo 3.53 0.56 2.82 0.81
de competición
Entrenamiento 11.40 6.52 8.56 6.15
semanal (h)
Peso (kg) 70 15.07 73 14.21
Altura (cm) 171 14 174 8
IMC (kg/m2) 24.11 4.54 23.90 3.52

- Datos deportivos: Como dimensiones de la participación deportiva los participantes

indicaron la modalidad deportiva practicada, tiempo que llevaban practicando dicha

modalidad (años), nivel de competición deportiva (no compitiendo en la

actualidad/retirado, amateur, semiprofesional, profesional), ámbito máximo de

competición en el que han participado (local, autonómico, nacional, internacional) y

horas dedicadas al entrenamiento a la semana.

- Datos antropométricos: Los participantes informaron su peso (kg) y altura (cm), a

partir de los cuales calculamos el Índice de Masa Corporal (IMC) (kg/m2). También se

les pidió que indicaran otros datos estructurales, omitidos de los análisis por el bajo

número de participantes que los informaron.

El IMC no es considerado un indicador adecuado de la composición corporal

(i.e., porcentaje de masa grasa) en población deportista. Existen diferencias en cuanto al

% de masa grasa correspondiente a los puntos de corte clásicos en estudios

epidemiológicos en comparación con población deportista. Así, en población deportista

un IMC ≥ 25kg/m2 corresponde a un 11% de masa grasa y un IMC ≥ 30kg/m2 a un

20%, mientras que en población no deportista estos puntos de corte corresponden a 20%

y 27% respectivamente (Lambert et al., 2012). Por ello, otros autores han especificado
184
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

puntos de corte distintos para las categorías de sobrepeso/obesidad para los deportistas,

en concreto de 1.5kg/m2 más en el caso de varones y 3.5kg/m2 más en el caso de

mujeres (Ode, Pivarnik, Reeves y Knous, 2007). Otros han indicado que una

modificación en la forma de calcularlo permite ajustarlo mejor (Nevill et al., 2010). No

obstante, puesto que el objetivo no fue establecer el riesgo de morbi-mortalidad en esta

población, sino considerar un indicador estructural objetivo del cuerpo de los atletas,

homogéneo para todos ellos, decidimos no realizar ninguna modificación a la fórmula

de cálculo o establecer otros puntos de corte para las categorías de exceso de peso.

- Imagen Corporal: Las percepciones corporales se evaluaron mediante siluetas o

modelos anatómicos correspondientes a diferentes valores de IMC y composición

muscular, extraídas del estudio de Oliveira et al. (2011) y adaptadas a nuestro estudio.

Los deportistas debían responder en una escala tipo Likert cuál consideraban que era la

silueta que mejor se ajustaba a su apariencia física actual (Imagen Corporal Percibida,

ICP) y cuál era la silueta que representa el cuerpo que les gustaría tener considerando

estándares de belleza y las exigencias de su deporte (Imagen Corporal Ideal Estética,

ICIE, y Atlética, ICIA, respectivamente) (otras percepciones corporales evaluadas no

fueron incluidas en los análisis). Se incluyen dos filas de siluetas adaptadas al sexo del

deportista (Thompson, 2004), cuya valoración hace referencia tanto al tamaño corporal

(de -7=Muy obes@ a 0=Muy delgad@) como a la constitución corporal (de 0=Muy

flácid@ a 7=Muy musculad@) con el fin de evaluar ambos aspectos de la figura

corporal, peso o tamaño del cuerpo y estructura corporal o muscularidad. Las medidas

basadas en figuras o siluetas han sido usadas ampliamente para la evaluación de la IC en

la población general o practicante de actividades físico-deportivas y son consideradas

las más adecuadas para este objetivo. En general, han demostrado tener buenas

propiedades psicométricas y validez transcultural (Gardner y Brown, 2010; Thopmson,

185
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

2004). No obstante, este tipo de medidas extrañamente se han usado en el deporte

adaptado (e.g., Reel et al., 2013).

Se preguntó a los deportistas además los criterios a partir de los cuales

establecían dichas percepciones corporales, tanto actuales como ideales: Objetivos (i.e.,

peso y estructura reales del cuerpo), estéticos (i.e., estándares de belleza

socioculturalmente aceptados para los cuerpos femeninos y masculinos), atléticos (i.e.,

demandas de la modalidad deportiva y requerimientos para un mayor rendimiento),

externos (i.e., presiones del entorno, incluyendo a entrenadores, compañeros, familia,

etc.) u otros (con indicación del tipo) a través de una pregunta con validez aparente en la

que señalaban tantos como fueran aplicables en su caso. Se les pidió además que los

ordenaran por importancia (1=Más importante en mi caso, 4=Menos importante en mi

caso).

- Satisfacción Corporal: Se evaluó mediante una pregunta específica con validez

aparente sobre el grado de satisfacción con el cuerpo actual y el aspecto físico (“Indica

el grado de satisfacción que tienes con tu apariencia física siendo 1=nada satisfech@ y

7=muy satisfech@”). Este tipo de medidas han sido usadas ampliamente en el contexto

de la práctica de actividad física y ejercicio (Mendonça, Sousa y Fernandes, 2012;

Ramírez et al., 2015). Las medidas de SC de 1 ítem correlacionan robustamente con

cuestionarios así como con otros indicadores de SC (Boyes, Fletcher y Latner, 2007;

Warschburger, Calvano, Richter y Engbert, 2015). Además la SC corporal se evaluó

mediante la discrepancia entre la ICP y la ICI (Reel et al., 2013; Vartanian, 2012).

- Aspectos deportivos que pueden favorecer la satisfacción y la insatisfacción corporal:

Pedimos a los deportistas que indicaran hasta tres factores deportivos asociados a su

modalidad o práctica que podrían favorecer tanto la satisfacción con el cuerpo como la

insatisfacción con el mismo.

186
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

- Como pregunta de control se les pidió que informaran de si habían padecido en algún

momento o padecían en el momento del estudio alguna alteración de la conducta que

pudiera asociarse a un TCA ("¿Has padecido o padeces en la actualidad algún trastorno

de conducta alimentaria (p.e., anorexia, bulimia, ortorexia o rechazo radical por

alimentos “no saludables”)?", indicando con sus palabras qué experimentó).

Procedimiento

Con el fin de reclutar deportistas con diversidad funcional, se contactó con todas las

federaciones de todas las modalidades de deportistas con discapacidad de España. Se

contactó también con deportistas que hubieran participado en unas Paralimpiadas según

la información de la página web del Comité Paralímpico Español. Se asistió así mismo a

competiciones de deporte adaptado. Además, el estudio se divulgó también a través de

las redes sociales y un recurso web creado específicamente para ello. La submuestra de

deportistas no discapacitados fue reclutada a través de las redes sociales y un recurso

web, así como por contactos directos con clubes, federaciones y equipos nacionales,

formando parte de un estudio más amplio sobre imagen corporal en el deporte.

El protocolo fue creado con Limesurvey® y fue administrado de manera online.

Todos los participantes dieron su consentimiento de participación voluntaria y sin

recompensa de ningún tipo tras recibir la información detallada sobre el estudio. En el

caso de los deportistas discapacitados, cuando fue necesario o bien un investigador del

equipo o bien su entrenador les ayudaron a rellenar el protocolo de evaluación.

El estudio fue aprobado por el comité ético de la institución de los autores.

187
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Diseño del estudio y análisis estadístico

Éste es un estudio de tipo descriptivo correlacional con diseño transversal basado en

medidas de autoinforme. Se realizaron análisis exploratorios de los datos con el fin de

detectar datos perdidos y anómalos, así como para decidir las pruebas estadísticas a

realizar. Debido al incumplimiento de los supuestos de normalidad y homogeneidad en

el caso de algunas variables y al desigual tamaño de los subgrupos del estudio, se

decidió utilizar pruebas no paramétricas. En concreto, además de análisis descriptivos

(media y desviación típica en el caso de las variables numéricas y porcentajes en el caso

de las variables categóricas), se realizaron análisis de correlaciones rho de Spearman y

comparaciones por pares U de Mann-Whitney. Asimismo, se realizaron análisis

multinivel de regresión jerárquica por pasos sucesivos con los datos obtenidos de toda la

muestra. Para este análisis, se comprobó que se cumplían los criterios exigidos, debido

al incremento del tamaño muestral. Las variables de resultado tenían una distribución

ligeramente sesgada a la izquierda (i.e., asimetría negativa), por lo que el supuesto de

normalidad era violado (Kolmogorov-Smirnov, p<0.05 en todos los casos). No obstante,

el supuesto de homogeneidad de varianzas se cumplía (Levene, p>0.05 en todos los

casos). El resto de supuestos (linealidad entre las variables predictoras y predichas,

ausencia de colinealidad elevada entre las variables predictoras, independencia de los

términos de error) se cumplían satisfactoriamente.

Resultados

Resultados descriptivos e inferenciales para todas las variables del estudio

Los deportistas con discapacidad demostraron tener una IC actual positiva en cuanto a

peso, señalando cuerpo delgados, pero no tanto en cuanto a estructura, indicando

188
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

cuerpos poco musculados. Los cuerpos que les gustaría tener considerando tanto los

estándares de belleza como, particularmente, las exigencias de su deporte son más

tonificados. No obstante esto, su SC fue moderadamente alta. Los deportistas sin

discapacidad, con resultados muy similares, señalaron también una positiva IC actual en

cuanto a la dimensión de peso, pero también indicaron poca muscularidad. También

fueron cuerpos más atléticos los cuerpos que les gustaría tener considerando los

estándares de belleza y las exigencias de su deporte, sin divergencias en entre ambos

ideales en el caso de estos deportistas. Su SC fue ligeramente elevada (Tabla 2). No

aparecieron diferencias significativas entre los deportistas con y sin discapacidad ni en

las percepciones corporales actuales ni ideales (con un criterio estético o atlético), ni en

cuanto a los indicadores de SC, si bien la diferencia para la discrepancia ICP-ICIatlética

fue marginalmente significativa, mostrando mayor divergencia los deportistas con

discapacidad frente a los no discapacitados (Tabla 2).

Tabla 2. Resultados descriptivos e inferenciales para las principales variables del

estudio.

Discapacidad No discapacidad
Variables (N=36) (N=182) U p
M ± DT Rango M ± DT Rango
ICP 0.64 ± 2.71 -5 - 5 0.92 ± 2.28 -5 – 5 3168.000 0.752
ICI_est 2.58 ± 1.95 -2 - 7 2.46 ± 1.46 -2 – 7 3042.500 0.490
ICI_atl 2.83 ± 1.86 -2 - 7 2.47 ± 1.60 -3 – 7 2929.500 0.308
ICP-ICI_est -1.94 ± 2.18 -8 – 3 -1.54 ± 1.86 -8 – 2 2866.000 0.227
ICP-ICI_atl -2.19 ± 2.46 -10 – 3 -1.55 ± 2.12 -9 – 2 2691.000 0.086
SC 4.78 ± 0.90 3-7 5.02 ± 1.17 2–7 2732.500 0.102
ICP: Imagen Corporal Percibida (-7 – 7); ICI_est: Imagen Corporal Ideal estética (-7 –
7); ICI_ atl: Imagen Corporal Ideal atlética (-7 – 7); ICP-ICI_est: Discrepancia entre la
ICP y la ICI_estética (-14 – 14); ICP-ICI_atl: Discrepancia entre la ICP y la ICI_atlética
(-14 – 14); SC: Satisfacción Corporal (1 – 7).

189
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Criterios estéticos/apariencia vs. atléticos/funcionalidad utilizados para valorar el

cuerpo actual e ideal

Los deportistas con y sin discapacidad señalaron como criterios más relevantes para

valorar su cuerpo actual e ideal los relacionados con las características físicas o

estructurales y, a continuación, los requerimientos funcionales del mismo, con algunas

diferencias entre ambas submuestras, pero en ambos subgrupos un porcentaje

importante indicó considerar también criterios estéticos así como presiones externas,

apareciendo en estos casos las mayores divergencias entre los dos subgrupos de atletas

(Tabla 3).

Mientras que no aparecieron grandes divergencias entre atletas con y sin

discapacidad en cuanto al criterio referido a los indicadores estructurales objetivos tanto

para valorar la ICP como los ideales corporales, sí se observan interesantes diferencias

entre ambas submuestras para el resto de criterios y la importancia otorgada a los

mismos.

Aproximadamente 3 de cada 4 deportistas con o sin discapacidad utilizan como

criterio para valorar su cuerpo actual su " peso y estructura objetiva", y alrededor del

85% para valorar su cuerpo ideal, criterio que es elegido en ambos casos

mayoritariamente en primera o segunda posición en orden de importancia por ambas

submuestras, aunque ligeramente más en el caso de los deportistas no discapacitados.

En cuanto al criterio referido a "los requerimientos de su deporte", de nuevo es

elegido por aproximadamente 3/4 de los atletas con o sin discapacidad para valorar su

ICP, pero un porcentaje menor de atletas sin discapacidad lo consideran un criterio

importante para valorar su cuerpo ideal. Es señalado en la primera o segunda posición

por la mayoría de los atletas, pero en un porcentaje mayor en ambos casos por los

atletas sin discapacidad.

190
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

En cuanto al criterio relacionado con los "estándares de belleza", es

considerablemente menos utilizado por ambas submuestras, pero existen también

divergencias en los resultados. Mientras que 1 de cada 6 atletas con discapacidad lo

consideran relevante para evaluar su ICP actual y aproximadamente 1 de cada 10 para

valorar su ideal corporal, 1 de cada 5 atletas con discapacidad lo eligen en el caso de la

ICP y casi 1/3 en el caso del ideal corporal. No obstante, existen más similitudes entre

ambos grupos de deportistas en cuanto a la importancia otorgada a este criterio,

eligiéndolo en primera o segunda posición aproximadamente 1/3 de los participantes.

Finalmente, en cuanto al criterio referido a "presiones externas", es el menos

indicado por los participantes, aunque más discapacitados que no discapacitados lo

señalan. La importancia concedida está más repartida entre las distintas opciones, pero

ocupa la primera o segunda posición en hasta 1/3 de los participantes.

Muy pocos deportistas indicaron “otros” criterios, generalmente relacionados

con la propia discapacidad, la salud y sentirse bien en el caso de los deportistas con

discapacidad, y salud, buen funcionamiento, sentirse bien físicamente o "gustarse/verse

bien" en el caso de los deportistas sin discapacidad. En el caso de los deportistas sin

discapacidad, una deportista también indicó "cómo están físicamente las personas que

me rodean".

191
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 3. Criterios para la valoración del cuerpo actual e ideal

ATLETAS CON DISCAPACIDAD (%)


CUERPO Importancia CUERPO Importancia
ACTUAL IDEAL
Peso y estructura objetivos de mi 77.8 1: 40.0 86.1 1: 51.4
cuerpo 2: 31.4 2: 20.0
3: 17.1 3: 14.3
4: 11.4 4:14.3
Estándares de belleza socialmente 16.7 1: 3.4 11.1 1: 3.8
valorados 2: 24.1 2: 23.1
3: 37.9 3: 42.3
4: 34.5 4: 30.8
Requerimientos de mi deporte 72.2 1: 30.6 77.8 1: 25.0
2: 36.1 2: 44.4
3: 16.7 3: 22.2
4: 16.7 4: 8.3
Presiones de mi entorno 13.9 1: 22.2 11.1 1: 15.4
(entrenador, compañeros, familia, 2: 11.1 2: 15.4
etc.) 3: 37.0 3:30.8
4: 29.6 4:38.5
Otros 8.4 1: 25.0 8.4 1: 18.2
2: 25.0 2: 36.4
3: 16.7 3: 0
4: 33.3 4: 45.5
ATLETAS SIN DISCAPACIDAD (%)
CUERPO Importancia CUERPO Importancia
ACTUAL IDEAL
Peso y estructura objetivos de mi 76.4 1: 54.4 85.7 1: 57.0
cuerpo 2: 30.6 2: 28.5
3: 10.6 3: 10.1
4: 4.4 4: 4.5
Estándares de belleza socialmente 20.3 1: 7.4 28.6 1: 8.9
valorados 2: 20.8 2: 21.2
3: 40.9 3: 41.8
4: 30.2 4: 28.1
5: 0.7
Requerimientos de mi deporte 71.4 1: 33.7 67 1: 30.1
2: 41.4 2: 43.2
3: 18.8 3: 18.2
4: 6.1 4: 8.5
Presiones de mi entorno 9.9 1: 8.0 8.2 1: 9.2
(entrenador, compañeros, familia, 2: 14.5 2: 13.7
etc.) 3: 31.9 3: 26.7
4: 45.7 4: 50.4
Otros 4.4 1: 9.3 2.7 1: 10.6
2: 1.9 2: 2.1
3: 7.4 3: 6.4
4: 8.5 4: 80.9

192
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Asociación entre las percepciones corporales y la satisfacción corporal con variables

deportivas

Con el objetivo de conocer las posibles asociaciones entre todas las variables del

estudio, realizamos un análisis de correlaciones no paramétrico (Tabla 4). Para los

deportistas con y sin discapacidad, la ICP muestra relaciones directas robustas con la

ICI tanto estética como atlética así como con los tres indicadores de satisfacción. En

ambos grupos, las percepciones ideales estéticas y deportivas también se asocian de

forma directa. La correlación de la SC con la ICI estética es considerablemente más

robusta en el caso de los deportistas con discapacidad. En ninguna de las submuestras se

encontró una asociación significativa entre la SC y la ICI atlética. Sin embargo, la

discrepancia ICP-ICIatlética sí se asoció a la ICI atlética, inversamente, en el caso de los

deportistas sin discapacidad. La discrepancia ICP-ICIestética se mostró correlacionada

con la SC sólo para los deportistas no discapacitados, mientras que la correlación entre

la SC y la discrepancia ICP-ICIatlética fue significativa en ambas submuestras. Ambos

indicadores de discrepancias se asociaron robustamente en las dos submuestras del

estudio.

En ambas submuestras, tanto la ICP como los tres indicadores de satisfacción

con el cuerpo se asociaron de forma inversa al IMC, aunque en el primer caso la

correlación es más robusta en el caso de los deportistas con discapacidad. En ambas

submuestras, la discrepancia ICP-ICIestética se asoció más robustamente al IMC que la

discrepancia ICP-ICIatlética. No se encontraron asociaciones entre la ICI estética o

atlética con el IMC en ninguno de los subgrupos.

En cuanto a la participación deportiva, en los atletas con discapacidad, la ICP, la

ICI estética, la SC y la discrepancia ICP-ICIatlética se asociaron de forma directa a las

horas dedicadas al entrenamiento a la semana. No se encontraron asociaciones con el

193
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

resto de variables deportivas. Por el contrario, en la submuestra de deportistas sin

discapacidad, la ICP, la ICI estética y la discrepancia ICP-ICIatlética se asociaron de

forma directa con el tiempo semanal dedicado al entrenamiento y el nivel de

competición actual. La SC y la discrepancia ICP-ICIestética también correlacionaron

con las horas de entrenamiento semanales. La ICI atlética no se mostró asociada a

ninguna variable de participación deportiva en ninguno de los subgrupos del estudio.

Puesto que los resultados presentados hasta ahora no han indicado diferencias

cuantitativas importantes entre los deportistas con y sin discapacidad, decidimos realizar

análisis de regresión jerárquica por pasos sucesivos para predecir sus percepciones

corporales actuales o ideales estéticas y atléticas y los diversos indicadores de SC

considerados desde las variables deportivas considerando toda la muestra del estudio.

En dichos análisis, se introdujeron en un primer paso las variables deportivas (historia

de práctica, nivel de competición actual, nivel máximo alcanzado y horas de

entrenamiento semanales) y en un segundo paso el IMC, al objeto de controlar su

influencia (Tabla 5). En el caso de la ICP y los tres indicadores de satisfacción con el

cuerpo (i.e., SC, discrepancia ICP-ICIestética y discrepancia ICP-ICIatlética), tanto las

horas de entrenamiento como el IMC emergieron como predictores significativos. El

IMC no modificó la influencia del indicador de participación deportiva. Por el contrario,

sólo las horas de entrenamiento predijeron las percepciones corporales ideales tanto

estéticas como atléticas de los participantes.

194
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Tabla 4. Correlaciones entre las variables del estudio para atletas con y sin discapacidad.

DEPORTISTAS CON DISCAPACIDAD


DEPORTISTAS SIN DISCAPACIDAD
1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11.
0.66** 0.45** 0.51** 0.64** 0.73** -0.54** 0.53**
1. ICP 1.00
0.57** 0.44** 0.45** 0.74** 0.69** -0.28** 0.21** 0.27**
0.67** 0.47** 0.45**
2. ICIest 1.00
0.64** 0.20** 0.19** 0.13† 0.18*
3. ICIatl
1.00 -0.29** 0.13†
0.38* -0.34* 0.34*
4. SC 1.00
0.43** 0.47** -0.30** 0.16*
1.00 0.76** -0.58** 0.29†
5. ICP-ICIest
0.81** -0.36** 0.13† 0.18*
1.00 -0.48** 0.47**
6. ICP-ICIatl
-0.37** 0.15* 0.20**
-0.38*
7. IMC 1.00
0.17* -0.21*
-0.28† -0.57**
8. Histdep 1.00
-0.27**
9. NivActCom 0.32† 0.42**
1.00
0.33** 0.31**
10. NivMáxCom
1.00
0.30**
11. HorEntr/sem 1.00
ICP: Imagen Corporal Percibida; ICIest: Imagen Corporal Ideal estética; ICIatl: Imagen Corporal Ideal atlética; SC: Satisfacción

Corporal; ICP-ICIest: Discrepancia entre la ICP y la ICI estética; ICP-ICIatl: Discrepancia entre la ICP y la ICI atlética; IMC:

Índice de Masa Corporal; Histdep: Historia Deportiva en años; NivActCom: Nivel Actual de Competición; NivMáxCom: Nivel

Máximo de Competición; HorEntr/sem: Horas de entrenamiento a la semana. ** p<0.01, * p<0.05, † p<0.10.

195
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 5. Predicción de las percepciones corporales de atletas con y sin discapacidad


(N=218) desde las variables deportivas.

ICP
Predictor Beta estand. t (p)
Paso 1
Horas de entrenamiento semanal 0.29 1.422 (0.000)**
Paso 2
Horas de entrenamiento semanal 0.28 4.857 (0.000)**
IMC -0.47 -8.290 (0.000)**
R2=0.30, F(2, 214)=47.219 (0.000)**
ICI Estética
Predictor Beta t (p)
Paso 1
Horas de entrenamiento semanal 0.22 3.257 (0.001)**
Paso 2
Horas de entrenamiento semanal 0.21 3.227 (0.001)**
IMC -0.11 -1.594 (0.113)
R2=0.05, F(2, 214)=6.612 (0.002)**
ICI Atlética
Predictor Beta t (p)
Paso 1
Horas de entrenamiento semanal 0.19 2.867 (0.005)**
Paso 2
Horas de entrenamiento semanal 0.19 2.835 (0.005)**
IMC -0.12 -1.740 (0.083)
R2=0.04, F(2, 214)=14.774 (0.004)**
SC
Predictor Beta t (p)
Paso 1
Horas de entrenamiento semanal 0.14 2.136 (0.034)*
Paso 2
Horas de entrenamiento semanal 0.14 2.119 (0.035)*
IMC -0.31 -4.784 (0.000)**
R2=0.11, F(2, 214)=15.683 (0.000)**

ICP-ICIestética
Predictor Beta t (p)
Paso 1
Horas de entrenamiento semanal 0.18 2.679 (0.008)**
Paso 2
Horas de entrenamiento semanal 0.17 2.874 (0.004)**
IMC -0.50 -8.514 (0.000)**
R2=0.27, F(2, 214)=41.022 (0.000)**
ICP-ICIatlética
Predictor Beta t (p)
Paso 1
Horas de entrenamiento semanal 0.17 2.467 (0.014)*
Paso 2
Horas de entrenamiento semanal 0.16 2.543 (0.012)*
IMC -0.42 -6.896 (0.000)**
R2=0.20, F(2, 214)=27.481 (0.000)**
*p <0.05 **p <0.01.

196
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Factores percibidos para satisfacción e insatisfacción con el cuerpo

La Tabla 6 presenta los principales factores que los deportistas de ambos grupos

indicaron como favorecedores de una óptima satisfacción con el cuerpo en el caso de su

modalidad o práctica deportiva, así como los factores percibidos como de riesgo para

desarrollar insatisfacción corporal. Es importante señalar que esta pregunta, a diferencia

de las demás, era voluntaria, por lo que sólo hasta 1/3 de los participantes (12 en el caso

de los deportistas con discapacidad y 54 en el caso de los deportistas sin discapacidad)

indicaron al menos un factor para satisfacción o insatisfacción. No obstante, los

porcentajes de respuestas fueron calculados considerando el tamaño completo de las

submuestras por la dificultad que suponía hacerlo de otra manera (i.e., considerar hasta

3 factores de satisfacción e insatisfacción en cada una de las submuestras). Las

respuestas de los participantes se fueron englobando en categorías superiores hasta las

que aparecen en la Tabla 5.

En cuanto a los principales factores deportivos señalados por los deportistas

como propiciadores de una buena satisfacción con el cuerpo y la apariencia, es

reseñable que el control del peso no aparece entre ellos, concediéndosele por ambos

subgrupos considerablemente mayor importancia a la composición muscular y a las

capacidades funcionales para el buen desarrollo y rendimiento atlético. Para los no

discapacitados la comparación buscando la diferencia parece ser importante. Así, un

deportista indicó "ver que estás mejor físicamente que la mayoría de los demás". Por el

contrario, los deportistas con diversidad funcional parecen valorar más las posibilidades

de inclusión. Por ejemplo, una deportista con discapacidad indicó que "que no dependa

del estado físico, ya que lo puede practicar cualquiera y tener buenos resultados"

favorecía una satisfacción con el cuerpo elevada. La propia práctica de actividad física

es también indicada por los dos grupos de deportistas. Las mayores divergencias

197
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

aparecen en cuanto a los factores socialmente estéticos, no considerados por los

deportistas con discapacidad, mientras que, aunque poco, sí son indicados por los

deportistas sin discapacidad. En este sentido, un deportista no discapacitado indicó que

"el cuerpo entrenado en mi deporte se aproxima a los cánones sociales de belleza" y

otro indicó otros aspectos socialmente valorados, como el "bronceado". Finalmente, los

deportistas con discapacidad otorgaron a aspectos relacionados con la salud y el

bienestar la mayor importancia, junto con las cualidades funcionales del cuerpo, algo

apenas considerado por los atletas sin discapacidad. En conclusión, aunque factores

deportivos estén a la base de estas percepciones satisfactorias (e.g., "Verte útil sea cual

sea tu cuerpo") en deportistas con y sin discapacidad, las respuestas de los deportistas

sin discapacidad indican que los factores estéticos también son considerados en su caso

(e.g., "Todo"), frente a salud y bienestar general, considerado fundamentalmente entre

los deportistas con discapacidad (e.g., "sensación de salud", "mente sana", "sentirme

mejor").

En cuanto a los factores asociados a una menor satisfacción con el cuerpo, los

deportistas señalaron fundamentalmente factores relacionados con las capacidades

funcionales del cuerpo para la ejecución y el rendimiento, pero es mucho mayor la

proporción de deportistas con discapacidad que señalan este tipo de factores en

comparación con deportistas sin discapacidad. El peso tiene también una gran

importancia, fundamentalmente entre los deportistas con discapacidad, mientras que en

cuanto a la estructura muscular, curiosamente es un desarrollo muscular insuficiente,

frente a excesivo, el que conduce a una mayor insatisfacción corporal. Pese a que no se

desean cuerpos excesivamente musculados, no poseer la estructura corporal necesaria

para una óptima actividad deportiva es fuente de insatisfacción con el cuerpo. Así, una

deportista sin discapacidad indicó que "el que tu estructura ósea o muscular no se adapte

198
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

al deporte elegido" es causa de insatisfacción. No obstante, aquí sería interesante

considerar las diferencias por sexos, pues por ejemplo dos mujeres deportistas sin

discapacidad indicaron que "un cuerpo no femenino" refiriéndose a excesivamente

musculado, y otras dos que un cuerpo "desproporcionado", con mayor desarrollo de

unas partes frente a otras, generaba pobre satisfacción con el cuerpo. De nuevo, la

comparación social (con otros deportistas, con otras personas no deportistas) vuelve a

aparecer entre los deportistas sin discapacidad, pero con importantes diferencias según

el sexo. Así, las mujeres parecen conceder mayor importancia a los aspectos estéticos

(e.g., "Todas estén mejor que tú"), mientras que los varones parecen utilizar más como

criterio de comparación el cuerpo asociado al rendimiento (e.g., "Ver a tantos jugadores

mejores que tú mismo"). No obstante, también para los varones los aspectos

relacionados con el atractivo físico son relevantes (e.g., "A las mujeres no les suele

atraer un cuerpo musculoso"). De nuevo, los deportistas sin discapacidad parecen

otorgar mayor valor a los factores estéticos que los deportistas con discapacidad. Por

ejemplo, refieren valorar otros aspectos estéticos asociados a la práctica deportiva

relacionados con la apariencia más allá de la forma o composición del cuerpo (e.g.,

heridas) y también ser más conscientes de las presiones socio-culturales respecto al

cuerpo y la apariencia, señalando por ejemplo un deportista las "modas" y una

deportista la "ropa" (equipación). La edad, un factor claramente relacionado con la

satisfacción en la población no deportista, no fue mencionado en ningún caso entre los

deportistas sin discapacidad y sólo un deportista con discapacidad lo consideró.

199
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Tabla 6. Factores deportivos percibidos para satisfacción e insatisfacción corporal.

SATISFACCIÓN CORPORAL DISCAPACIDAD


SÍ NO
Control del peso (reducir peso y volumen, reducir grasa) 5.6% 1.6%
Desarrollo muscular, cuerpo definido, buena musculatura, 11.1% 11.5%
equilibrio muscular, dureza, tonificación, "trasero duro",
"piernas bien definidas"
"Un cuerpo delgado y fuerte", "Mejor cuerpo", "Buena línea", 3.3%
"Más guapa", "Los resultados estéticamente hablando se harán
visibles aunque uno no lo pretenda"
Buena forma física y desarrollo de aptitudes físicas (resistencia, 19.4% 16.4%
fuerza, velocidad, potencia, flexibilidad, agilidad, explosividad,
rapidez al ejecutar los gestos técnicos, control técnico)
Alto rendimiento, buena ejecución en entrenamientos y 5.6% 7.7%
competición, buenos resultados, ganar, progresión, rapidez en
progreso
Realizar actividad física. Entrenamiento diario/regular, 5.6% 5.5%
entrenamiento físico, trabajo de todo el cuerpo, entrenamientos
variados, tiempo invertido en la práctica
Esfuerzo físico, exigencia, aguantar entrenamientos 2.7%
progresivamente más duros, intensidad
Mejor salud física y mental percibida 18% 1.6%
INSATISFACCIÓN CORPORAL DISCAPACIDAD
SÍ NO
Peso (excesivo, insuficiente, inadecuado; exigencias de peso 11.1% 4.4%
para competir)
Desarrollo muscular excesivo 2.8% 4.9%
Desarrollo muscular insuficiente 10.1%
Estado de forma bajo (explosividad, velocidad, fuerza, 16.7% 4.4%
flexibilidad...)
Bajo rendimiento, malos resultados, perder, dificultad con la 5.6% 4.4%
técnica, falta de acierto, no avances
Partes del cuerpo alteradas como consecuencia de la actividad 2.7%
(e.g., moratones, heridas, nariz rota, marcas del sol)
Lesiones. Cansancio, fatiga 5.6% 5.5%
Presión socio-cultural 1.6%

Discusión

Esta investigación tenía como objetivos explorar las percepciones corporales, tanto

actuales como ideales, y el grado de satisfacción con sus cuerpos de deportistas con

diversidad funcional de distintas modalidades deportivas y niveles de rendimiento, así

200
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

como los criterios utilizados para valorar su cuerpo y definir su ideal corporal (i.e.,

estéticos/apariencia vs. atléticos/funcionalidad). También queríamos relacionar las

percepciones corporales y la satisfacción subjetiva con las mismas con variables

deportivas, así como conocer los factores deportivos percibidos que pueden favorecer la

(in)satisfacción con el cuerpo. Además, se incluyó un grupo de deportistas sin

discapacidad con el objetivo de establecer paralelismos o divergencias en los resultados.

Los participantes, tanto con como sin discapacidad, manifestaron tener una IC

actual positiva, así como una SC moderadamente elevada. Estos hallazgos concuerdan

con los encontrados por otros en cuanto a las percepciones positivas sobre su cuerpo de

los deportistas con discapacidad (Cardoso et al., 2012; Ferreira y Fox, 2008; Martin y

Whalen, 2012; Van de Vliet et al., 2008; Zarei y Ghasemi, 2012). A nuestro

conocimiento sólo existe un estudio que haya utilizado una metodología similar a la

usada en este estudio (Reel et al., 2013), pero es imposible comparar hallazgos porque

sus autores no informan de los resultados descriptivos hallados. Estudios cualitativos

también han encontrado percepciones corporales positivas en deportistas con

discapacidad. Algunos deportistas entrevistados por Galli et al. (2016) indicaron que el

deporte les permitió volver a sentirse orgullosos de su cuerpo y de sus capacidades

después de adquirir la discapacidad. Algo interesante de ese estudio es que encontraron

que todos los atletas identificaron áreas de satisfacción corporal, incluso cuando muchos

expresaron cómo les gustaría que cambiaran sus cuerpos para mejor apariencia o

rendimiento. Como concluyen los autores de ese estudio, los deportistas con

discapacidad tienen una conciencia elevada y una conexión íntima con las partes del

cuerpo que les permiten funcionar físicamente y competir con buen rendimiento.

Nuestros hallazgos también apoyan resultados previos que indican que las

percepciones sobre el cuerpo de deportistas con y sin discapacidad son muy similares

201
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

(Ferreira y Fox, 2008; Sands y Wettenhall, 2000; Van de Vliet et al., 2008). Cocquyt y

Sigmund (2011) compararon las autopercepciones de atletas con y sin discapacidad y

ambos grupos de atletas mostraron autopercepciones positivas y similares. Nuestros

resultados contrastan, por tanto, con las conclusiones de Macdougall et al. (2015) y

vienen a apoyar en general la evidencia de que la práctica deportiva se asocia a

percepciones más favorables del cuerpo y su capacidad funcional.

A diferencia de los estudios revisados, que evalúan las percepciones corporales

de forma global en términos de autoconcepto físico, apariencia o atractivo general, éste

es el primer estudio en el que se exploran con detalle las percepciones corporales de

deportistas con discapacidad en cuanto a peso/tamaño y estructura/composición

corporal. Los hallazgos indican que, aunque ambos grupos hayan informado tener una

IC actual favorable, ésta es menos positiva de lo que cabría esperar, ya que en ambos

grupos los deportistas indicaron cuerpos delgados pero con poca muscularidad. Los

cuerpos que les gustaría tener considerando los estándares de belleza o las exigencias de

su deporte son, en ambos casos, más atléticos. Estos hallazgos van en consonancia con

otros trabajos anteriores donde deportistas sin discapacidad refieren desear cuerpos con

baja grasa corporal y elevada masa muscular. Martín-Almena, Romero-Collazos y

Montero-López (2016) en su estudio con deportistas con discapacidad españoles de alto

nivel también encontraron que los deportistas referían una imagen actual

significativamente menos muscular que su imagen ideal. Resultados similares

encontraron Reel et al. (2013), quienes hallaron que aproximadamente 7 de cada 10

atletas deseaban cambiar el peso o forma de su cuerpo en términos de peso y

muscularidad, pero mientras que ambos sexos deseaban perder peso, entre los hombres

se encontró que un porcentaje importante de ellos deseaba incrementar el tamaño

corporal. Sólo dos atletas se refirieron expresamente a modificar algo relacionado con la

202
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

discapacidad (e.g., uso de silla de ruedas). En el estudio de Galli et al. (2016) los

deportistas con discapacidad realizaron comentarios sobre los cuerpos que les gustaría

tener que giraban en torno al deseo de lograr cuerpos delgados y musculosos,

comentarios que se hallan lejos de desear cambios relacionados con la discapacidad en

sí. Estos autores también encontraron que el deseo de mayor muscularidad era diferente

en hombres y mujeres, pues se alineaba con los esquemas de los atletas de masculinidad

y feminidad.

En cuanto a los criterios más utilizados por los deportistas con y sin

discapacidad para valorar su cuerpo tanto actual como ideal, destacan las características

físicas y estructurales del cuerpo y las exigencias atléticas y requerimientos de

funcionamiento, con bastantes similitudes entre discapacitados y no discapacitados, si

bien los deportistas con discapacidad utilizan el segundo en mayor medida para valorar

su cuerpo ideal. En cuanto a un criterio puramente estético, es menos elegido por ambos

subgrupos, aunque los deportistas sin discapacidad lo consideran en mayor medida para

valorar el cuerpo actual y, particularmente, el ideal. Es posible que los deportistas con

diversidad funcional hayan interiorizado que les faltan atributos para conseguir llegar al

ideal estético establecido por factores socioculturales, por poseer "un cuerpo desviado

de lo que es saludable y capaz" (Galli et al., 2016, p. 2) y bello (Holzer et al., 2014),

pero es más probable que estén menos influidos por los cánones de belleza corporal,

como también concluyen Sousa et al. (2009). Galli et al. (2016) encontraron que existía

una aparente falta de centralidad de la IC en los deportistas con discapacidad, así como

un "cambio de foco de la apariencia a la función" (p. 9). En consonancia, nuestros

resultados parecen indicar que los cánones de belleza sociales están más interiorizados

en el caso de los deportistas sin discapacidad a la hora de valorar el cuerpo y,

particularmente, establecer un ideal corporal, mientras que en el caso de los deportistas

203
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

con discapacidad las capacidades funcionales e instrumentales parecen tener más

relevancia. Otros criterios, incluyendo presiones externas, son los menos señalados por

ambos subgrupos, aunque parecen tener mayor relevancia en el caso de los deportistas

con discapacidad.

El que no hayamos encontrado diferencias importantes en cuanto a la relevancia

de los criterios instrumentales y funcionales entre deportistas con y sin discapacidad va

en concordancia otros estudios (Galli et al., 2016) que muestran que las preocupaciones

de los deportistas con discapacidad relacionadas con el peso, forma y tamaño corporal

para la ejecución son similares a las que podían tener los deportistas sin discapacidad.

No obstante, los resultados parecen indicar que los deportistas con diversidad funcional

otorgan mayor atención a sus cuerpos deportivos que a sus cuerpos estéticos o sociales.

En línea con esto, Giacobbi, Stancil, Hardin y Bryant (2008) encontraron que los

deportistas consideraban que la práctica deportiva había fortalecido diversas

dimensiones de la calidad de vida de los atletas, incluyendo una mejor autopercepción

basada en la capacidad y habilidades, lo que incrementaba su sentido de confianza e

independencia. Así mismo, se obtenían beneficios estéticos, pero eran menos

subrayados por los deportistas. También entre los beneficios percibidos por los atletas,

Barfield y Malone (2013) observaron que los deportistas no incluyeron una mejora de la

apariencia, pero sí, entre otros, un mejor funcionamiento del cuerpo. Van de Vliet et al.

(2008) encontraron que las percepciones corporales de deportistas con discapacidad se

asociaban con su identidad atlética. Ferreira y Fox (2008) encontraron que aquellos

deportistas que tenían un nivel menor de capacidad funcional mostraban mayor

insatisfacción con su cuerpo. Una jugadora de voleibol discapacitada entrevistada por

Galli et al. (2016) hizo referencia a la confianza en su cuerpo al encontrarse en el

contexto atlético, permitiéndole tanto a ella como a los demás pasar de un enfoque en la

204
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

apariencia a un enfoque en la función. Las percepciones que los deportistas tienen sobre

sus cuerpos parecen ser funcionales y se basan en requisitos específicos de desempeño

(Loland, 1999). El papel o función que el cuerpo toma en la actividad deportiva, además

del contexto en el que se presenta el cuerpo (deportivo vs. social), se relaciona con la

satisfacción corporal (Russell, 2004). Los deportistas tienen múltiples imágenes

corporales, entre ellas una atlética y otra social, evaluándose y tratando de (man)tener el

ideal corporal predominante de su deporte, así como relativamente concordante con los

ideales de belleza de la sociedad, como se ha demostrado previamente (George, 2005;

Krane et al., 2004; Mosewich et al., 2009; Roth y Knapp, 2017).

Aunque hayan sido referidos menos frecuentemente, nuestros resultados también

apoyan anteriores estudios que muestran que los deportistas reciben presiones externas

de su entorno (e.g., compañeros de equipo o deporte, entrenadores, jueces, familiares...)

en relación con su cuerpo, sobre todo para bajar de peso (Greenleaf, 2004; Kerr,

Berman y De Souza, 2006; Reel, SooHoo, Gill y Jamieson, 2005; Reel, SooHoo, Petrie,

Greenleaf y Carter, 2010; Sousa et al., 2009). El enfoque en la apariencia dentro y fuera

del deporte puede llevar a los deportistas a sentirse presionados para adaptarse a un

cuerpo ideal para el deporte y la sociedad. Así, Reel el al. (2010) encontraron que las

presiones más frecuentes recibidas entre deportistas femeninas de 17 modalidades

deportivas diferentes vinieron de las compañeras de equipo (37%) y el entrenador (34%)

así como del tipo de uniforme (34%), lo que contribuía a tener preocupaciones sobre la

IC, insatisfacción corporal, vergüenza corporal e insatisfacción con el peso.

Por otra parte, se encontraron las relaciones esperadas entre las principales

variables del estudio. Los hallazgos obtenidos confirman la relevancia de considerar

tanto criterios estéticos como deportivos a la hora de considerar las percepciones

corporales de los deportistas con o sin capacidad, así como su riesgo de desarrollar

205
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

insatisfacción con el cuerpo (sobre todo en relación a los ideales estéticos) y de afectar

negativamente al desempeño deportivo (sobre todo en relación a los ideales deportivos).

También revelan que existen algunas divergencias entre deportistas según el estatus de

discapacidad. Además, para ambos grupos tanto las percepciones del cuerpo actual

como la SC se asociaron de forma inversa y robusta con el IMC, pero no con los ideales

estéticos o deportivos, en apoyo a resultados previos (Reel et al., 2013). Los deportistas

con discapacidad (Blauwet y Iezzoni, 2014; Foley, Lloyd y Temple, 2013; Reel et al.,

2013; Temple, Foley y Lloyd, 2014) tienen una alta prevalencia de sobrepeso y

obesidad. En nuestro estudio, los participantes han obtenido un IMC indicativo de

normopeso, sin diferencias entre deportistas con y sin discapacidad, pero aún así los

hallazgos obtenidos indican que los indicadores estructurales deben ser considerados

cuando se estudien las percepciones corporales en los deportistas.

Cocquyt y Sigmund (2011) concluyen de su revisión que aquellos deportistas

que compiten a un nivel superior tienen percepciones sobre sí mismos más positivas.

No existen a nuestro conocimiento estudios previos en los que se haya considerado la

influencia de variables deportivas específicamente en las percepciones corporales de

deportistas con discapacidad, mientras que sí se ha explorado en el caso de factores

sociodemográficos o clínicos (Cardoso et al., 2012; Ferreira y Fox, 2008; Reel et al.,

2013; Vermillon, 2013). Las percepciones corporales actuales y la satisfacción con el

cuerpo fueron predichas por las horas de entrenamiento y, de forma inversa, el IMC,

mientras que sólo la dedicación semanal a la práctica deportiva predijo las percepciones

corporales ideales tanto estéticas como atléticas de los participantes. Galli et al. (2016)

señalaron que los años de entrenamiento y competición capacitaban a los deportistas

para desarrollar una buena SC considerando tanto la apariencia como la capacidad

funcional.

206
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

Finalmente, este estudio ha permitido conocer, a partir de las respuestas de los

participantes sobre sus propias experiencias personales, qué factores deportivos pueden

favorecer tanto la SC como la insatisfacción con el cuerpo y comparar las percepciones

subjetivas de atletas con y sin discapacidad. Aunque los resultados deben ser tomados

con cautela, pues estas preguntas fueron respondidas por sólo una parte de la muestra,

muestran claramente que la satisfacción con el cuerpo en deportistas,

independientemente del estatus de (dis)capacidad, depende de las capacidades

funcionales para una buena ejecución y rendimiento atlético. No obstante, los factores

relacionados con la apariencia estética y las presiones por conseguir un cuerpo

socialmente valorado vuelven a aparecer en mayor medida entre los deportistas sin

discapacidad, mientras que los deportistas con discapacidad conceden mayor

importancia a la salud, el bienestar y la funcionabilidad del cuerpo y valoran más los

aspectos de la inclusión que de la comparación. No obstante, la investigación futura

debe explorar con más detalle las posibles divergencias existentes entre hombres y

mujeres que nuestros hallazgos parecen apuntar.

Como conclusión, podemos afirmar que los deportistas con discapacidad

muestran una IC positiva y una SC moderadamente alta, similares a las de deportistas

sin discapacidad. Los criterios más utilizados por ambos grupos de deportistas para

valorar su cuerpo tanto actual e ideal son los relacionados con las características físicas

o estructurales del cuerpo y los criterios funcionales exigidos por el deporte, aunque los

deportistas sin discapacidad conceden comparativamente más relevancia a los criterios

estéticos y relacionados con la apariencia del cuerpo. La investigación futura debe

explorar la influencia de factores deportivos, incluyendo los relacionados con la

participación deportiva, en las percepciones corporales de los deportistas con

discapacidad, pues en este estudio no aparecen como factores importantes. También

207
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

debe explorar los factores deportivos percibidos por los propios atletas como

importantes para las valoraciones subjetivas del cuerpo, pues nuestros hallazgos señalan

interesantes cuestiones que merecen ser abordadas con más profundidad.

Los resultados obtenidos en el presente estudio tienen implicaciones prácticas

derivadas muy importantes. Conocer las percepciones corporales de los deportistas con

discapacidad, algo escasamente explorado hasta la fecha, así como en base a qué

criterios establecen su IC tanto atlética como social así como su SC, o las presiones que

reciben del entorno tanto de la vida cotidiana como del contexto deportivo, constituyen

una información muy valiosa para intervenir con el objetivo de aumentar tanto el

bienestar del deportista como su dedicación y rendimiento atléticos así como reducir su

insatisfacción social o deportiva. La participación en actividades deportivas

(competitivas) tiene un impacto positivo en la calidad de vida y la satisfacción vital de

los atletas con discapacidad (Giacobbi et al., 2008; Groff, Lundberg y Zabriskie, 2009;

Sporner et al., 2009; Yazicioglu, Yavuz, Goktepe y Tan, 2012). Les permite tener una

mejor identidad y visión de ellos mismos (Sousa et al., 2009), redefinirse como

personas capaces y deportistas de rendimiento (Galli et al., 2016). En los deportistas con

discapacidad, la identidad como atleta se equipara o incluso excede la identidad como

persona con discapacidad, y ambas identidades están conectadas y se complementan

entre sí junto con el resto de identidades y roles de la vida (Kissow, 2015; Perrier,

Sweet, Strachan y Latimer-Cheung, 2012; Van de Vliet et al., 2008). Por otra parte, en

el campo del deporte, y en concreto del deporte adaptado, resulta necesaria la

investigación e intervención sobre la IC desde una perspectiva positiva, adaptativa y

saludable (Cash, 2004; Cash y Smolak, 2011; Grogan, 2010), para ayudar a los

deportistas a aceptar su cuerpo, valorándolo y respetándolo, entre otros aspectos por el

208
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

estigma y estereotipos asociados, y promover así su salud y funcionamiento personal,

así como su inclusión y normalización en la sociedad.

Pese a sus aportaciones, este estudio adolece de limitaciones que deberían

abordarse convenientemente en el futuro. A pesar del esfuerzo por conseguir llegar a un

número grande y representativo de deportistas con diversidad funcional, una de las

principales limitaciones de este estudio ha sido el reducido tamaño de la muestra, algo

normal por otra parte en estudios sobre deporte adaptado. La muestra de este estudio

está compuesta por participantes relativamente sanos, jóvenes, con motivación

deportista y sin discapacidades severas, e indudablemente estas muestras son

particulares y, en el ámbito de la discapacidad, únicas. No obstante, un punto fuerte ha

sido contar con diferentes deportistas con diversidad funcional de toda España, con un

amplio rango de edad y discapacidades, de diferentes modalidades deportivas y niveles

de competición, y establecer similitudes y diferencias con deportistas sin discapacidad.

Igualmente, sería interesante considerar la clasificación funcional de los deportistas y

variables relacionadas con la discapacidad propiamente (tipo, causa, nivel de gravedad,

uso de ayudas, asistencia requerida...). Además se podrían explorar posibles diferencias

en estas variables en función de la modalidad deportiva practicada. Interesante sería

también explorar los comentarios sobre el cuerpo que reciben, de quiénes los reciben y

el grado de malestar que les generan, y si existen diferencias entre los deportistas con y

sin discapacidad. La falta de disponibilidad de medidas desarrolladas específicamente

para personas con discapacidad (e.g., amputaciones) (Maïano, Morin, Bégarie y Ninot,

2011; Reel et al., 2013) representa otro problema. Algo que requiere una reflexión más

profunda y crítica es la internalización de los cuerpos aceptables, la cosificación de los

cuerpos y la comparación de las percepciones de los mismos entre deportistas con y sin

discapacidad considerando, en realidad, estándares (elitistas) de belleza y atléticos

209
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

impuestos por/a personas sin discapacidad que resultan restrictivos e irreales para las

personas con discapacidad. Guthrie y Castelnuovo (2001) ya subrayaron esta idea con

mujeres discapacitadas practicantes de ejercicio y argumentaron que esto en última

instancia "reifica las normas e imágenes" de la no discapacidad y mantiene la "opresión

de las personas con discapacidad" (p. 17). Finalmente, el diseño de este estudio limita la

capacidad de establecer conclusiones de tipo causal o la direccionalidad de las

relaciones entre variables, por lo que las nuevas investigaciones podrían utilizar otros

diseños de investigación y estrategias analíticas.

210
Estudio 4. IC, SC y factores deportivos en deportistas con y sin discapacidad

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222
Capítulo 9:
Estudio 5. Body-management behaviours and eating
disorders in athletes with disabilities: Preliminary findings
on clusters of risk

223
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

Abstract

Perceptions, attitudes and satisfaction that athletes have regarding their body have

received increasing attention because they are linked to both healthy and risk body-

management behaviours which in turn are related to the vulnerability for eating

disorders (EADs). This study aims to explore body-management strategies used by a

sample of disabled athletes in order to get their athletic and aesthetic desired body, as

well as their risk for developing an EAD. We also explored perceived athletic risk

factors for both issues. In addition, a cluster analysis served to configure possible

profiles of risk for an EAD and their relationship with body perceptions and satisfaction

as well as body-management strategies. Athletes from diverse modalities and levels of

competition demonstrated a low inclination for using risk strategies for body control.

Most used strategies included dietary modifications and increased physical activity.

These body-control strategies were used with an athletic or an athletic plus aesthetic

aim. The participants reported several athletic risk factors for using unhealthy body-

management strategies and developing an EAD. While the BCHAD mean score

indicated a low risk for EADs, one in ten of the athletes obtained an score above the cut-

point for establishing the risk for an ED. Besides, three intra-individual profiles of risk

that were clearly differentiated from each other were identified. However, their clinical

implications were not confirmed and should be explored with broader samples.

Keywords: body-management strategies, risk factors, eating disorders, disabled

athletes.

225
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Introduction

The benefits of participation in physical leisure activities and sports for the disabled

individuals are diverse and well-established (e.g., Bragaru, Dekker, Geertzen &

Dijkstra, 2011; Cocquyt & Sigmund, 2011; Jefferies, Gallagher & Dunne, 2012;

Macdougall, O’Halloran, Shields & Sherry, 2015). In the specific context of

competitive sport, normalization and inclusion, but also health and well-being of the

athletes with disabilities should be guaranteed (DePauw & Gavron, 2005; Parnes &

Hasemi, 2007). This necessarily involves the promotion of healthy behaviours and the

control of risk practices. Moreover, sporting organisations have been used as a means of

access to promote health knowledge, healthy behaviours and health outcomes (Marks,

Sisirak, Heller & Wagner, 2010).

Disabled athletes are more vulnerable to several types of injuries and acute

illnesses during the precompetitive and the competitive periods (Gawroński, Sobiecka

& Malesza, 2013; Fagher & Lexer, 2014; Molik & Marszalek, 2013; Schwellnus et al.,

2013; Webborn & Emery, 2014). There continues to be a relative paucity to

understanding the injury patterns and risk factors for injury among these athletes (Van

de Vliet, 2012a). Furthermore, even when the prevalence of the main chronic diseases

observed in the community is lower among athletes, this population is not preserved of

suffering from many dysfunctions and illnesses, including cardiovascular, respiratory,

metabolic or immunity diseases (Laure & Binsinger, 2009). High rates of overweight

and obesity have been also found among disabled and Paralympic athletes (Foley, Lloyd

& Temple, 2013; Li, Frey, McCormick & Johnston, 2015; Reel, Bucciere & Soohoo,

2013; Temple, Foley & Lloyd, 2014). Moreover, as eating disorders (EADs) are

prevalent among disabled individuals (Bucciere & Reel, 2009; Cicmil & Eli, 2014),

they might be also frequent among athletes with disabilities, although this has been

226
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

scarcely researched to date (Blauwet et al., 2017; Martín-Almena, Romero-Collazos &

Montero-López, 2016). In addition, female Para athletes are faced with gender-specific

issues (e.g., Pappous, Marcellini & de Léséleuc, 2011) and disorders (e.g., female

athlete triad and relative energy deficiency in sport) (Blauwet et al., 2017).

Theberge (2008) interviewed able-bodied elite athletes in order to gain

understanding on their conceptualizations of health, injury and illness. Health, capacity

and athletic involvement were narrowly interrelated. Participants also reported their

efforts to manage health threats linked to the sporting activity. These efforts frequently

conveyed a disembodied notion of the athletic body as an "object". Rather different

findings were observed by Reel et al. (2013) with disabled athletes. They identified

among athletes with intellectual disabilities a body-related health orientation. When

asked about what they wished to change regarding their body, the vast majority

indicated they would like to be thinner and more toned (muscularity) mainly for being

healthy(ier). For example, one participant stated he would like "to be healthy—not

smoking, no diabetes, and feeling good about (him)self. To be happy" (p. 95). Only two

people indicated they wished to change something related to their disability (i.e.,

reduced mobility). As Galli, Reel, Henderson & Detling (2016) also found interviewing

disabled athletes, they have a deep conscience and an intimate connection with the body

parts that enabled them to physically compete.

As others have previously stressed, the sport-related psychological demands and

experiences of disabled athletes are similar to those of able-bodied athletes in many

aspects, but also have their own uniqueness (Arnold, Wagstaff, Steadman & Pratt, 2017;

Dieffenbach & Statler, 2012; Kenttä & Corban, 2014; Macdougall, O’Halloran, Sherry

& Shields, 2016). It has been stated that research on psychological and behavioural

processes in the disabled sport is still insufficient (Jefferies et al., 2012). Concretely, the

227
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

relationship among disability, sport, body image and health-related behaviours is

complex and not yet well understood.

Perceptions, attitudes and satisfaction that athletes have regarding their body

have received increasing interest due to the association that body concerns, negative

body image and body insatisfaction have with unhealthy body-control behaviours, being

all these variables in turn vulnerability factors for EADs, disordered physical activity

behaviour and other physical and psychiatric diseases (Bratland-Sanda & Sundgot-

Borgen, 2013; Cash & Smolak, 2011; Díaz, Godoy-Izquierdo, Navarrón, Ramírez &

Dosil, in publication; Grogan, 2006, 2017; Striegel-Moore & Bulik, 2007; Thompson &

Sherman, 2010). Athletes adopt both healthy and risk behaviours for the management of

weight, body and appearance. Research with able-bodied athletes have revealed that

they draw on body-management behaviours from adaptive modifications in diet or

physical training to very damaging practices such as fasting, vomiting, use of laxatives,

diuretics, supplements and other substances such as anabolic steroids and excessive

physical activity (Bratland-Sanda & Sundgot-Borgen, 2013; Chatterton & Petrie, 2013;

Currie, 2010; Díaz & Dosil, 2012; Díaz et al., in publication; Dosil, 2008; Sundgot-

Borgen & Garthe, 2011; Sundgot-Borgen & Torstveit, 2007, 2010). Empirical evidence

suggests that there is a higher prevalence of disordered behaviours and disorders related

to body perceptions, eating and physical activity in athletes from sport modalities in

which body weight and appearance are emphasized, such as aesthetic, weight categories

and resistance sports.

Previous studies conducted with able-bodied athletes have shown that increasing

exercise is one of the most frequently used weight-control strategies, followed by

dieting and fasting (Anderson & Petrie, 2012; Glazer, 2008; Oliveira, de Abreu &

Gonçalves, 2010; Papathomas & Lavallee, 2010; Petrie, Greenleaf, Reel & Carter,

228
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

2008; Thompson, Petrie & Anderson, 2017). Other findings also support that some

athletes use extreme methods to lose weight, for example before competition in sports

of weight categories (Sundgot-Borgen & Garthe, 2011). In a review on weight-loss

behaviours in combat sports (Franchini, Brito & Artioli, 2012), a high prevalence (50%)

of rapid weight-loss behaviours was found, including behaviours in detriment of

athletes' performance and health such as use of laxatives, diuretics, plastic or rubber

suits and sauna. Including sports considered as low-risk sports for an EAD (e.g.,

soccer), Chatterton and Petrie (2013) found that 51.6% of the athletes from 17

modalities performed exercise to burn calories for 1 or more hours a day and 20.5%

gone on diets or fasting at least once in the last year. Although more severe weight-

management behaviours were used less frequently, 2.2% of the athletes used diuretics,

1.7% used laxatives and 1.6% induced vomiting at least once a month.

While research on behavioural practices among able-bodied athletes is rather

extensive, little is known on eating- and activity-related strategies used by disabled

athletes to manage their weight, body and appearance, but also on other health-related

behaviours to face injuries, refuse doping, prevent disengagement and dropout or cope

with the many risk athletes encounter in their athletic involvement. Findings obtained

parallel those obtained with able-bodied athletes regarding poor nutrition knowledge

and behaviours. Goosey-Tolfrey & Crosland (2010) noticed that nutrition habits of both

female and male wheelchair athletes were not adjusted to dietary guidelines

recommended for sport. Krempien & Barr (2011) demonstrated that eating practices

among elite athletes with a spinal cord injury were inadequate for many athletes. In

another study, Krempien & Barr (2012) explored eating attitudes and behaviours in

athletes from the same disability and found that they were actively monitoring and

limiting dietary intake in order to manage their weight or body composition. They also

229
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

found differences in the pattern of findings compared to able-bodied athletes and due to

gender. Rastmanesh, Taleban, Kimiagar, Mehrabi & Salehi (2007) also found poor

knowledge, attitudes and eating behaviours in athletes with physical disabilities.

Graham-Paulson, Perret, Smith, Crosland & Goosey-Tolfrey (2015) found that almost

1/3 of athletes with disabilities consumed nutritional supplements (i.e. proteins,

carbohydrate and multivitamins supplements), but less than a half followed the

instructions for dose, and consequently one in ten experienced negative effects. The

most prevalent reasons for supplements use were to support exercise recovery, support

the organism functioning and provide energy. Martín-Almena et al. (2016) found an

alarming prevalence of risk behaviours among Spanish disabled high-level athletes.

They found that 12.3% of the participants often, usually or always dieted, up to 21%

avoided or preferred some types of foods, 23.5% were aware of the caloric content of

foods, 34.6% displayed some kind of control on food and 37% were preoccupied with

food, up to 28.4% were preoccupied about their weight or body fat and 21% though

about burning up calories when they exercised. These figures are considerably larger if

percentages of "sometimes" are also considered (up to 24.7% more cases). No athlete

recurred to vomiting and only one participant had gone on binge eating frequently.

In addition, findings on athletic injuries point to inadequate behaviours regarding

physical and athletic activity, including excessive training. Overuse injuries (i.e., caused

by repetitive trauma without allowing time for the body to heal) represented the most

health threat for disabled athletes, with 49% of the total burden of health problems of

the Norwegian athletes monitored over 40 weeks during the preparation period for the

2012 Olympic and Paralympic Games (Clarsen, Rønsen, Myklebust, Flørenes & Bahr,

2014). Others have obtained similar findings with other national and international

samples (Magno e Silva, Morato, Bilzon & Duarte, 2013; Willick et al., 2013). These

230
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

findings are supported by systematic reviews on disabled athletes injuries (Fagher &

Lexell, 2014; Weiler, Van Mechelen, Fuller & Verhagen, 2016). Furthermore, the

subjective experiences reported by Swedish Paralympic athletes regarding their injuries

reflect that several behavioural factors are involved, including sport overuse, risk

behaviours (e.g., training with pain, carelessness, not proper adherence to rehabilitation

regimen, use of analgesics) and preventive behaviours (e.g., appropriate training,

healthy life-style, gaining knowledge) (Fagher et al., 2016). The authors also stressed

that experiences of sports-related injuries are complex and multifactorial, and in several

ways differ from able-bodied athletes.

Disabled athletes also demonstrate an excessive use of supplements, steroids and

other doping substances with drugs (e.g., An et al., 2015; Tsitsimpikou, Jamurtas, Fitch,

Papalexis & Tsarouhas, 2009; Van de Vliet, 2012b) and without drugs (e.g., Bhambhani

et al., 2010; Mazzeo, Santamaria & Iavarone, 2015). Unfortunately, none of these

studies explored the role of body perceptions and appearance concerns.

The relationship between body image and satisfaction and body-management

behaviours as well as its association with risk for EADs has been ignored to date among

disabled and Paralympic athletes, but at least similar figures to those found with able-

bodied athletes are expected. In this context, the present study aims to explore body-

management strategies used by a sample of disabled athletes in order to get their desired

body in terms of both athletic- and appearance-related subjective standards, as well as to

establish their risk for developing an EAD. In addition, a cluster analysis served to

explore possible profiles of risk for an EAD and their relationship with body

perceptions and satisfaction as well as body-management strategies used by the disabled

athletes.

231
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Method

Participants

Participants included 36 voluntary athletes with some type of disability (78% men)

between 17 and 61 years old (M=35.72, SD=13.03) from different team (13.9%) and

individual (86.1%) sport modalities and diverse levels of competition, from amateur to

high-level, professional athletes. Of them, 80.6% suffered from any type of

physical/motor disability, 11.1% suffered from sensorial impairment and 8.3% suffered

from intellectual disability. Their athletic experience was in average 14.17 ± 8.90 years

practicing their sport and they invested an average of 11.40 ± 6.52 hours per week in

training. Table 1 shows participants' main athletic characteristics.

Table 1. Participants' athletic characteristics

N %
Current competition level Professional 8 22.2
Semi-professional 10 27.8
Amateur 12 33.3
Out-of-competition 6 16.7
Top competition level International 20 56.6
National 15 41.7
Regional 1 2.8
Local 0 0
Team sports Basketball 4 11.1
Football 1 2.8
Individual sports Athletics 7 19.4
Diving 1 2.8
Cycling 1 2.8
Enduro 1 2.8
Swimming 4 11.1
Orienteering 1 2.8
Taekwondo 2 5.5
Tennis 7 19.5
Archery 6 16.6
Snowboarding 1 2.8

232
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

Measurements

- Socio-demographic data: Participants indicated their age, gender, nationality and

whether they had any type of disability and, in that case, the type of injury or illness.

- Athletic data: As indicators of the sport participation, the participants reported the

sport modality(ies) practiced, the time they had been practicing the (main) modality

(years), the level of competition (not currently competing/retired, amateur, semi-

professional, professional), maximum reached level of competition (local, regional,

national, international) and hours per week dedicated to training.

- Body image: Body perceptions were evaluated using silhouettes or anatomical models

corresponding to different values of BMI and muscle composition. They were extracted

from the study by Oliveira et al. (2011) and adapted to our study. Athletes had to

indicate on a Likert-type scale which silhouette they considered to be the one that best

fit their current appearance (Perceived Body Image, PBI) and which one represented the

body they would like to have considering personally established beauty standards

(Aesthetic Ideal Body Image, IBI_A) and athletic functional requirements (Athletic or

Sport Ideal Body Image, IBI_S, respectively) (other body perceptions evaluated were

not included in the analyses). Two rows of silhouettes adapted to the sex of the athlete

were included (Thompson, 2004). Silhouettes referred to both body weight/size (from -

7=Very obese to 0=Very thin) and to body constitution/muscularity (from 0=Very

flaccid to 7=Very muscular) in order to evaluate both aspects of the body figure

simultaneously. Measures of body image based on figures or silhouettes have been

widely used for the assessment of body perceptions in the general population or

practitioners of exercise-sport activities and are considered the most adequate for this

purpose. In general, they have demonstrated good psychometric properties and cross-

233
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

cultural validity (Gardner & Brown, 2010; Thopmson, 2004). However, such measures

have been scarcely used in adapted sport (e.g., Reel et al., 2013).

- Body satisfaction: It was assessed by a face-valid question on the degree of

satisfaction with the current body and appearance ("Please, indicate the degree of

satisfaction that you have with your body and physical appearance", from 1=not

satisfied to 7=very satisfied ). This type of measures have been widely used in the

context of physical activity and exercise (Mendonça, Sousa & Fernandes, 2012;

Ramírez et al., 2015). One-item measures of body satisfaction correlate robustly with

questionnaires as well as other indicators of body satisfaction (Boyes, Fletcher &

Latner, 2007; Warschburger, Calvano, Richter & Engbert, 2015). In addition, body

satisfaction was assessed by the discrepancy between PBI and aesthetic and athletic IBI

(Reel et al., 2013; Vartanian, 2012).

- Risk strategies for the management of body and body perceptions were assessed with

the Body-Management Strategies Survey (BMSS), created ad hoc for fitting the aims of

the present study. It includes questions about possible strategies used to improve body

and appearance and, consequently, body image, as well as the frequency with which

these practices are currently performed or intended to be used in the future. These

behaviours were considered risky strategies because they are practiced without

supervision in many cases and, particularly, they may have detrimental effects on the

athlete's both health and performance. Strategies included were focused on (a) dietary

changes (e.g., changing the type of foods, drinking more liquids, reducing amounts,

dieting), b) increasing physical activity (daily physical activity and exercise-sport

activity, e.g., increasing training load, exercising or training between training sessions,

exercising during resting periods), c) use of proteins, anabolic steroids or other

substances to promote muscle development, and d) other strategies (e.g., using pills or

234
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

drugs, laxatives or diuretics, vomiting, partial or complete fasting, smoking, changing

sleep schedules, body treatments, etc.). Participants responded on a Likert-type scale

(0=No use, no intention of use in the future, 1=No use, possible use in the future;

2=Sometimes; 3=Many times), and their responses were aggregated to obtain an overall

score. In addition, they were asked whether such strategies were used or would be used

to achieve an aesthetic, athletic or combined ideal body. Similar procedures have been

used in previous studies (Brito et al., 2012; Hagmar, Hirschberg, Berglund & Berglund,

2008).

- Risk for EADs was assessed with a brief version of the "Athlete's Eating Habits

Questionnaire" (CHAD; Díaz & Dosil, 2012), the BCHAD (Godoy-Izquierdo, Ramírez,

Navarrón & Díaz, 2017). The original CHAD was specifically designed to assess the

risk of developing an EAD in Spanish athletes and it is widely used in both exercise and

sport contexts. It consists of 30 elements divided into four factors: FI: Fear of gaining

weight during rest periods and use of physical activity for weight control, FII: Weight-

related and body appearance distress due to attitudes and comments of significant

others; FIII: Obsessive concerns in relation to food, diet and weight; and FIV: Body

image and body dissatisfaction. The athlete responds on a Likert-type scale from

1=Strongly disagree to 6=Strongly agree. The psychometric properties of original

CHAD have been previously demonstrated with athletes (Díaz & Dosil, 2012). Content

and psychometric analyses led its authors to develop the BCHAD abbreviated version

of 20 items (FI: items 7, 12, 14 and 16; FII: items 3, 9, 11, 13 and 19; FIII: items 1, 5,

10, 15, 17 and 18; FIV: items 2, 4, 6, 8 and 20) (Table 2). Preliminary findings support

the appropriate psychometric properties of the BCHAD (Godoy-Izquierdo et al., 2017).

- Perceptions of sport and athletic factors as risk factors for EADs and related disorders:

A survey (10 items) was included in which participants were asked to indicate how

235
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

many athletes in their sport they believed had characteristics that could be considered as

risk factors for an EAD or other related disorders (Table 3). They responded on a

Likert-type scale (1=Nobody, 4=Too many athletes).

- As a control question they were asked to indicate whether they had ever suffered from

disordered eating or active behaviour. Participants suspected of suffering from any body

image, eating or activity disorder were excluded from the analyses. They were also

asked to report whether they received any kind of diet advice (no, from specialists, from

coaches, from mates, from instructive resources, from other sources -with indication of

type).

Procedure

In order to recruit athletes with disabilities, federations of all disabled sports in Spain

were contacted. Athletes who had participated in a Paralympics (based on Spanish

Paralympic Committee data) were also contacted. We also attended adapted sport

competitions. In addition, information on the study was disseminated through online

networks and a web created specifically for it.

The survey was generated with Limesurvey® and was administered online.

After receiving more detailed information about the study, all participants gave their

consent for voluntary and unrewarded collaboration. When necessary, either a team

researcher or the coach helped participants to complete the survey. The study was

approved by the ethics committee of the authors' institution.

236
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

Study design and statistical analyses

This study is a descriptive, correlational study with a cross-sectional design and it is

based on self-reported data.

After exploratory analyses, we conducted descriptive analyses (M ± SD for

continuous variables and % for categorical variables) and non-parametric Kruskal-

Wallis' χ2 and Mann-Whitney's U comparisons for independent samples. In addition, to

obtain different profiles based on the scores on the BCHAD dimensions, a multivariate

non-hierarchical k-means cluster analysis was performed, with the Euclidean distance as

a measure of similarity (Jain, Murty and Flynn, 1999). Following Godoy-Izquierdo,

Díaz, Ramírez, Navarrón & Dosil (in publication), we used this analysis to maximize

within-group homogeneity and the separation among configurations or clusters (low

between-group homogeneity). Previously, raw scores were transformed to standard

scores (Z). We finally chose the 3-cluster solution because it had a higher percentage of

participants that were correctly grouped in each cluster, it was the most informative with

the least number of clusters (i.e., greater parsimony), it did not group a small number of

atypical cases in a cluster (i.e., greater replicability) and it had an easier and more

meaningful conceptual interpretation. Furthermore, this 3-cluster solution was

supported by the value of PSF and λ indexes as well as the percentage of cases correctly

classified, all of which reached optimum values for the chosen solution. Once the

configurations (clusters) were established, Kruskal-Wallis' χ2 and Mann-Whitney's U

pairwise comparisons were conducted to explore significant differences between

profiles on both the variables configurating the clusters and several outcome variables in

order to confirm the clinical relevance of the configurations.

There were missing data for 6 participants who were consequently excluded

them from the analyses. Cluster analytic techniques are particularly sensitive to outliers

237
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

and multicollinearity. Univariate and multivariate (Mahalanobis' distance test) tests

confirmed the absence of outliers; thus, the cluster analysis was performed with data

from all participants. No multicollinearity was detected (for all of the variables, variance

inflation factor VIF <10, tolerance index >0.1; the condition index, the most robust test

of multicollinearity, was very low for all); thus, none of the variables was excluded

from the cluster analysis.

Data analyses were performed using SPSS 19.0. The significance level was set

at p<0.05.

Results

Perceived body image mean score (0.64 ± 2.71) indicated that the disabled athletes had

positive body perceptions regarding weight, indicating slim bodies, although in a lesser

extent for muscularity, indicating poorly toned bodies. Their ideal body was

considerably more muscular, both considering appearance standards (2.58 ± 1.95) and,

particularly, athletic functioning (2.83 ± 1.86). Their body satisfaction was considerably

elevated as showed by a direct indicator (4.78 ± 0.90) and the discrepancies between

their actual body perceptions and their appearance-related (-1.94 ± 2.18) and athletic-

related (-2.19 ± 2.46) ideal body.

Participants also demonstrated a low inclination for using risk strategies for body

management as indicated by the BMSS scores (0.61 ± 0.33). Table 2 shows the weigh-

and appearance behaviours reported by the participants. Most used strategies (i.e.,

"sometimes" and "frequently" responses) included dietary modifications and increased

physical activity, which were used by eight in ten athletes, followed by body treatments

of any type (2-3 athletes in ten). Other strategies were reported on a low frequency such

as using substances for muscle development (15.7%) and smoking (12.5%). The

238
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

remaining were reported by less than 10% of the sample; although their prevalence was

considerably lower, they were also used. When possible future use is also considered,

prevalence dramatically increases, particularly for strategies including body treatments,

changing sleep schedules and fasting. None indicated induced vomiting as current or

possible strategy. Participants indicated they used or intended to use in the future these

strategies with both an athletic aim (62.5%) or an athletic plus aesthetic aim (34.4%).

Only one table-tennis male player indicated he used/intended to use them with an

aesthetic aim exclusively. Findings revealed that 55.5% received no education on

nutrition of any type, 30.5% were instructed by an specialist (sport or general

physicians, nutritionists, nurses...), 16.5% received information from other sources

(persons, courses, reading materials...), 8.3% and 8.3% received some information from

coaches and sportmates, respectively, and one archery female athlete indicated she was

a nutritionist.

Table 2. Body-management strategies in disabled athletes

Responses %
0 1 2 3
1. Dietary modifications (e.g., changing the type of foods, 3.1 12.5 62.5 21.9
drinking more liquids, reducing quantities, severe diet)
2. Physical activity (e.g., increasing training load, exercising 9.4 12.5 43.8 34.4
between training sessions, exercising during rest periods)
3. Cosmetic surgery 93.8 3.1 3.1 0
4. Body creams, patches 68.8 12.5 18.8 0
5. Pills, drugs 81.3 9.4 9.4 0
6. Body treatments (e.g., wraps, massages, saunas) 37.5 31.3 28.1 3.1
7. Laxatives, diuretics 87.5 6.3 6.3 0
8. Induced vomiting 100 0 0 0
9. Fasting (full day or skipping some meal) 75 15.6 9.4 0
10. Smoking 84.4 3.1 12.5 0
11. Proteins, anabolics or other substances to promote 81.3 3.1 9.4 6.3
muscle development
12. Changed sleep schedules 68.8 21.9 6.3 3.1
13. Other 81.3 12.5 6.3 0

239
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Athletes also indicated that their sport activity involved a notably diversity of

risk factors for disordered body-, eating- and activity-related behaviours. Concretely,

the average mean response in the self-report on athletic risk factors for EADs and other

type disorders (1.94 ± 0.50) indicated that they perceived than "some" of their

sportmates suffered from a diversity of circumstances (see Table 3). In examining their

responses, 50 to 90% of the participants indicated that at least "some" sportpersons of

their modality suffered from all the risk factors included in the survey. The most

frequent perceived factors pertain to excessive concern on food and weight and holding

dangerous beliefs such as performance is better when weight is lower and that unhealthy

behaviours do not have deleterious effects on performance.

Table 3. Percentage of sportmates perceived as suffering from athletic risk factors for

body-, eating- and activity-related disorders

%
None Some Many Too many
1. Excessive concern on weight 6.5 64.5 19.4 9.7
2. Dissatisfaction with body perceptions 12.9 67.7 16.1 3.2
3. Underweight 38.7 58.1 0 3.2
4. Eating unhealthy behaviors (restrictive diet, 38.7 51.6 9.7 0
vomiting, use of laxatives...)
5. Too much pressure to be thin 45.2 41.9 9.7 3.2
6. Excessive attention to food 22.6 58.1 12.9 6.5
7. Fear of gaining weight 12.9 67.7 19.4 0
8. Believing that performance is better when 19.4 58.1 12.9 9.7
weight is lower
9. Believing that restricting food or increasing 35.5 35.5 22.6 6.5
activity does not negatively affect performance
10. High risk for eating-, physical activity- or 48.4 41.9 6.5 3.2
body image-related disorders

The BCHAD mean score indicated a low risk for EADs in the sample (Table 3).

However, 6 (16.7%) participants (2 swimming, 2 athletics, 1 table-tennis, 1 archery)

240
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

obtained an score ≥ 60 points, indicating elevated risk, and 4 of them (excepting

swimmers, 11.1%) a score ≥ 66 points of which has been established as the cut-point for

establishing the risk for an EAD (Godoy-Izquierdo et al., 2017). In comparing their

scores on the BCHAD factors, the participants demonstrated higher concerns on food,

eating behaviours and weight, and lower body image and satisfaction.

Table 4. Findings for the BCHAD self-report

M SD
BCHAD_I Fear of gaining weight in resting periods 9.93 4.78
and use of physical activity for weight control
BCHAD_II Distress related to weight and body due to 9.17 5.38
comments and attitudes from significant others
BCHAD_III Obsessive concerns on food, diet and 12.70 6.46
weight
BCHAD_IV Body image and body satisfaction 10.37 3.97
BCHAD Total 42.17 17.60

To explore the existence of particular configurations of beliefs, attitudes and

behaviours about food and diet, weight and body appearance, and thus the existence of

possible risk profiles for EDs among the athletes, a k-means cluster analysis was

conducted with the scores on the BCHAD dimensions as the variables configurating the

profiles. Given the lack of previously published empirical evidence and following the

study by Godoy-Izquierdo et al. (in publication), we tentatively explored solutions with

two and three clusters and finally chose the 3-cluster solution.

Thus, three clusters were identified, each characterized by a different

configuration of the dimensions that were evaluated by the BCHAD (Figure 1). Based

on these profiles, which indicated different risk configurations in relation to attitudes,

beliefs and behaviours concerning food and diet, weight and body appearance, we

decided to name such configurations as high risk, moderate risk and low risk profiles for

241
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

an ED. The value of ± 0.5 standard deviations of Z scores was used as criterion to set as

high, moderate or low the value for each subscale; thus, scores between -0.5 and +0.5

SD around the standardized mean were considered moderate, scores higher than +0.5

SD were considered high, and scores below -0.5 SD were considered low (Godoy-

Izquierdo et al., in publication). Significant differences among the clusters for all of the

variables involved in the configuration were found (Table 5). A posteriori Mann-

Whitney's pairwise comparisons indicated that there were significant differences among

the three clusters for each BCHAD dimension (p<0.05).

Table 5. Clusters centroids (Z scores) and comparisons for clustering variables (N=30)

HIGH RISK MODERATE RISK LOW RISK


Variables Χ2(2, 27) p
(N=4) (N=5) (N=21)
Factor 1 1.79 0.85 -0.54 18.413 0.000**
Factor 2 2.06 0.08 -0.41 10.797 0.005**
Factor 3 1.94 0.54 -0.50 14.853 0.001**
Factor 4 0.92 1.27 -0.48 14.868 0.001**
** p<0.01, † p<0.10.

Cluster I (11% of participants) was comprised of participants whose attitudes

and behaviours about food and diet, weight and the body were 1 to 2 SD above the

mean, specifically in their excessive preoccupation with food and weight and high

distress in the face of comments from significant others. Given their (standardized)

dramatically raised level of concern and distress, these participants can be considered at

a high risk for an ED. Cluster II (14%) was composed of participants who had attitudes

and behaviours about food, weight and the body 0.5 to 1.25 SD above the mean,

outstanding their low body perceptions and subjective satisfaction with the body. Given

that their levels of concern and distress are not negligible, these athletes were

242
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

considered at a moderate risk for an ED. Cluster III (75%) included those participants

who had the lowest scores on the BCHAD. This subgroup showed a comparatively

lower level, rounding -0.5 SD below the mean for the entire group, of concern and

distress about food/diet, weight and body appearance. Due to its characteristics, this

configuration can be considered at a low risk for an ED. In addition, this group showed

symmetry on all of the subscales.

2,50

2,00

1,50

1,00

0,50

0,00

-0,50

-1,00
F1 F2 F3 F4

CI= HIGH RISK (N= 4) CII= MODERATE RISK (N= 5) CIII= LOW RISK (N= 21)

Figure 1: Graphical representation (centroids) of the profiles identified in the cluster

analysis.

Unexpectedly, when participants of the clusters were then compared on their actual

body perceptions (χ2=2.088, p=0.352), ideal body considering both athletic (χ2=1.969,

p=0.374) and aesthetic (χ2=2.442, p=0.295) criteria, body satisfaction (χ2=0.130,

p=0.937), the discrepancy between PBI and IBI-aesthetic (χ2=3.597, p=0.166) and the

discrepancy between PBI and IBI-athletic (χ2=2.747, p=0.253) as well as their risk

body-management behaviours (χ2=0.819, p=0.664), no differences were found.

243
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

Discussion

On a continuum from disordered eating behaviours to eating disorders (EDs) (Bratland-

Sanda & Sundgot-Borgen, 2013), many athletes have manifestations of an ED and use

pathological weight control practices such as restrictive diet, pills, laxatives or diuretics,

periods or cycles of binge eating and purging, excessive exercise and so forth, both at

subclinical and clinical levels (i.e., anorexia, bulimia, other eating disorders not

otherwise specified, or EDNOS). Based on this reality, we analyzed in the present study

the weight- and appearance-management strategies used by a sample of disabled

athletes from diverse modalities and levels of competition. We also explored their risk

for an EAD using both nomothetic (i.e., group data) and idiographic procedures (i.e.,

multidimensional intra-individual clusters or configurations of risk), as well as its

relationship with body perceptions and body-management behaviours. We followed

suggestions from Papathomas and Lavallee (2012) on a broader methodological

plurality in the research on EADs in sports, more usage of idiographic approaches and

higher attention to athletes on whom research is scarce.

Athletes are socially perceived as having a healthy and functional body and

consequently become aesthetic models in our society. However, many of them adopt

unhealthy and maladaptive behaviours in the pursuit of perfection. Previous studies

conducted with able-bodied athletes have shown that they use weight- and body-control

strategies such as increasing exercise, dieting and fasting, use of laxatives and diuretics

and vomiting. Although this topic has not been explored among disabled athletes as

extensively as among non-disabled athletes, some findings point to similar figures. Our

findings indicated that dietary modifications and increased physical activity were used

or intended to be used by the vast majority of the athletes, followed by far by other

strategies for which prevalence was considerably lower, but that were also indicated.

244
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

Our findings parallel previous findings with disabled athletes, including improper and

disordered eating (e.g., Goosey-Tolfrey & Crosland, 2010; Graham-Paulson et al.,

2015; Krempien & Barr, 2011, 2012; Martín-Almena et al., 2016; Rastmanesh et al.,

2007). This evidence indicates that, being the basis of nutrition behaviours, nutrition

knowledge among the athletic population including athletes and coaches is insufficient,

as our findings support and others have also indicated (Heaney, O’Connor, Michael,

Gifford & Naughton, 2011; Torres-McGehee et al., 2012). In addition, in a review on

this issue, Heaney et al. (2011) found a weak positive association (r<.44) between

knowledge and dietary intake. In fact, little is known on the specific nutrition

requirements of disabled athletes (e.g., Crosland & Broad, 2011). Excessive exercise,

sport overuse, inadequate training practices and exercise dependence can also be

prevalent among disabled athletes. However, there is a lack of evidence on this issues

(e.g., Clarsen et al., 2014; Fagher & Lexell, 2014; Fagher et al., 2016; Magno e Silva et

al., 2013; Weiler et al., 2016; Willick et al., 2013). Disabled athletes also demonstrate a

low but excessive use of supplements, steroids and other doping substances (e.g., An et

al., 2015; Mazzeo et al., 2015; Tsitsimpikou et al., 2009; Van de Vliet, 2012b). It is

quite worrying that these practices can be adopted in the beginning of the athletic

career. For example, Diehl et al. (2012) reviewed the literature on risky behaviours (i.e.,

alcohol consumption, smoking behaviour, use of illicit drugs, unhealthy nutrition, and

doping) adopted by young athletes.

The present study demonstrated that disabled athletes constitute a group of

athletes with a relevant risk for developing disordered eating behaviours or even a

clinically relevant ED. Although the mean score on the BCHAD for all participants was

moderate and does not appear to demonstrate any risk, approximately 11% of the

athletes could be at risk for, or suffering from, an ED. Our findings support previously

245
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

published prevalence rates among both able-bodied athletes in our and other nations

(e.g., Bratland-Sanda & Sundgot-Borgen, 2013; Godoy-Izquierdo et al., in publication)

and non-athlete disabled individuals (Bucciere & Reel, 2009; Cicmil & Eli, 2014; Reel

& Bucciere, 2011). However, Martín-Almena et al. (2016) have recently examined the

risk for EADs in Spanish disabled high-level athletes, both competing at the

Paralympics or involved in talented athletes programs. They found no cases of EADs

and only one case at risk for an EAD. They also found no associations between risk for

EADs and gender, type of disability and sport category, although visually impaired

women were at a higher risk than physically disabled women. EADs damage athletes'

health and performance (El Ghoch, Soave, Calugi & Dalle Grave, 2013), and whatever

the prevalence is, is higher than the desired prevalence.

However, our main goal was not to identify athletes' vulnerability for an ED

based on their scores on the BCHAD and its dimensions in isolation but by establishing

intra-individual configurations of cognitive, attitudinal and behavioural risk factors.

Athletes do not have beliefs, values, attitudes and behaviours about food, weight and

body perceptions that are independent and function separately; in contrast, these

psychosocial factors are interconnected and form a general schemata. Thus, to analyse

their impact (e.g., on the risk for an ED) it is more appropriate to examine the scheme as

a whole. Moreover, if different groups of athletes share specific profiles of such

schemes that reveal different levels of risk, it makes little sense to conduct nomothetic

analyses using variables in isolation and for the entire sample, which would mask the

real contributions of these risk factors. These profiles, and their prevalence, may be

more informative and easily interpreted than descriptive values of mean and standard

deviations for all athletes. In addition, if there are diverse configurations that are

246
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

differentially associated with the risk for an ED, identifying people with these profiles

could help prevent EDs in sports.

Cluster analytic techniques allowed us to establish such profiles and identify

their specific configuration in terms of some beliefs, attitudes and behaviours related to

risk that should be the focus of preventive interventions. To our knowledge, no study

has examined intra-individual configurations of psychosocial risk factors for an ED at a

multivariate level with disabled athletes, and there is only one (Godoy-Izquierdo et al.,

in publication) with that aim with able-bodied athletes. Therefore, this study makes an

especially interesting contribution to the field.

Paralleling findings by Godoy-Izquierdo et al. (in publication), the cluster

analysis identified three clusters that were each characterized by a different

configuration of the BCHAD dimensions (Figure 1) and indicated different risk

combinations of attitudes, beliefs and behaviours about food, weight and body

appearance. A small number of athletes were encompassed in a high-risk cluster, in

which beliefs, attitudes and behaviours were very negative and dysfunctional,

specifically in their excessive preoccupation with food and weight and high distress in

the face of comments from significant others about their diet, weight or body

appearance. This cluster is almost similar to cluster I in Godoy-Izquierdo et al. (in

publication), although the participants in the present study scored little lower on

BCHAD factor IV (i.e., body insatisfaction). The athletes in the moderate-risk cluster

demonstrated attitudes and behaviours about food, diet, weight and the body which

reveal a slight level of concern and distress. Contrarily to cluster II in Godoy-Izquierdo

et al., they expressed higher excessive concern on body image and body satisfaction and

about weight gain during resting periods and use of physical activity to control weight

gain. Faced with the two previous clusters, which indicate that approximately 25% of

247
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

the sample of athletes could have a moderate to high risk for an ED, the low-risk cluster

showed a comparatively lower level of concern and distress in relation to food/diet,

weight and body appearance. However, these athletes also show some risk of

developing an ED, given their raw scores on the BCHAD dimensions. This cluster was

rather similar to that found by Godoy-Izquierdo et al. (in publication). These differential

configurations of risk factors as a scheme can reveal the athlete’s actual vulnerability.

However, contrary to our expectations, the clinical relevance of such configurations

could not be demonstrated as no significant influences were detected on athletes' body

perceptions and body-management strategies. Given the relevance of this point, this is

something that future research should explore with larger samples.

Self-presentational processes have been linked to unhealthy and damaging

behaviours in several domains, including sport (Ginis & Leary, 2004). Self-presentation

is partly grounded on physical self-concept, body self-perceptions and perceived

attractiveness. Although sport involvement has been related to better body perceptions,

there is also abundant empirical evidence on the concerns and distress that athletes have

regarding their body, weight and appearance (Reel, SooHoo, Petrie, Greenleaf & Carter,

2010; Varnes et al., 2013). Furthermore, in the context of the sport activity body image

seems to have a double dimension. One appearance or social dimension pertains to the

perceptions of the body in the context of daily life considering aesthetic standards of

beauty as internalized from the society influences. The other performance or athletic

dimension is understood as body perceptions within an athletic context and relates to the

body functionality and ability-related capacities based on sports performance and

specific requirements of each modality (Cox & Thompson, 2000; George, 2005;

Greenleaf, 2002; Krane, Choi, Baird, Aimar & Kauer, 2004; Krane, Waldron,

Michalenok & Stiles-Shipley, 2001; Loland, 1999; Mosewich, Vangool, Kowalski &

248
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

McHugh, 2009; Roth & Knapp, 2017; Russell, 2004). Both dimensions are integrated

within the athlete's body image, athletic identity and global self-concept. Athletes are in

a constant negotiation as for their body perceptions (George, 2005). They can

experience that the body they have and the athletic or the aesthetic ideal body do not

converge (De Bruin, Oudejans, Bakker & Woertman, 2011; Thompson & Sherman,

2010). This is particularly true among disabled athletes, whose negotiation includes a

body socially construed as unhealthy, unable, unbeautiful (Purdue & Howe, 2012;

Huang & Brittain, 2006). As we discussed earlier, these concerns and discrepancies

might lead them to adopt body-control strategies that damage their performance and

well-being.

An adequate integral, multidisciplinary preparation of the disabled athletes for

competition is essential. However, it is not always offered. Paralympic athletes

participating in Beijing 2008 were unsatisfied with the medical care provided to them

and particularly lacked consultations with a psychologist and a dietician during the

preparatory period (Sobiecka, Plinta, Drobniewicz, Kłodecka-Różalska & Cichoń,

2012). Fortunately, psychological interventions have proved their efficacy for mental

preparation of the athlete (Martin, 2012, 2016; Samulski, Noce & Da Costa, 2011). It is

expected that psychological interventions are as effective as the latter to help disabled

athletes to adopt healthy(ier) behaviours.

Sport in general (Drygas et al., 2013) and the Paralympic sport specifically

(Blauwet & Iezzoni, 2014) have been proposed to serve as a catalyst for public health

education and program development in order to promote the participation in physical

activity among individuals in the community and people with disabilities with the aim

of preventing and controlling the high prevalence of behaviour-related chronic diseases

observed in both populations. There is also a chance for the disabled sport to be the

249
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

context in which health promotion and disease prevention is approached. These

programs (e.g., the Healthy Athletes Health Promotion Program) aimed at athletes with

disabilities are focused on improving long-term health outcomes by giving the athletes

the information, encouragement and facilities they need to sustain physical fitness and

healthy lifestyle choices (e.g., nutrition, physical activity, hygiene, sleep, sport safety);

improving the quality of life and self-image of athletes; providing the athletes the means

by which they can work to better their own health and well-being; and allowing more

people with disability to participate in competition and retaining those athletes who are

currently active. When such interventions have been implemented, several benefits have

been observed, including enhanced knowledge on nutrition and physical activity,

increased healthy diet and higher self-efficacy for exercise, reduced body weight and

improved perceived health (Marks et al., 2010).

In conclusion, disabled athletes share characteristics with other groups of

athletes who are at risk for developing an ED. In this study, we detected three intra-

individual profiles that were clearly differentiated from each other and revealed that the

beliefs, attitudes and behaviours that are related to food and diet, weight and body

appearance form a specific schemata that, in turn, informs the risk for an ED among

athletes. Examining particular configurations of risk factors is interesting and

productive, and helps specialists to identify athletes who are at an increased risk and to

develop appropriate preventive actions. However, the practical applications of such

findings remains undemonstrated.

Despite the contributions of this study, it suffers from several limitations. Future

research should increase the number and heterogeneity of participants and sport

modalities to enhance the generalizability of the results. However, a strength of this

study is that we recruited athletes nationwide who suffer from diverse disabilities and

250
Estudio 5. Body-management behaviours and EADs in disabled athletes

were athletes from different competition levels and sport modalities. Given the small

number of female participants, we limited our analyses on gender, but previous findings

(Bratland-Sanda and Sundgot-Borgen, 2013; Sundgot-Borgen and Torstveit, 2007,

2010) indicate that women are at a higher risk for an ED. Gender effects merit future

research efforts. More research is also needed on the role of athletic factors (e.g.,

age/category, level of performance and competition, sport modality), for which

contradictory evidence has been found (Bratland-Sanda & Sundgot-Borgen, 2013;

Godoy-Izquierdo et al., in publication; Sundgot-Borgen & Torstveit, 2007, 2010). As

evidence also seems to point out, type of disability and clinical factors are also relevant

and should be also considered in future research, as well as the functional classification

of the athletes. In addition, there is a lack of assessment tools specifically designed for

the disabled (Maïano, Morin, Bégarie, Ninot, 2011; Reel et al., 2013). Because EDs are

a multifactorial problem, more risk factors for establishing multidimensional

psychosocial profiles should be included for risk identification (see Díaz et al., in

publication, for a review). Finally, this is a descriptive, cross-sectional study that was

limited to exploring body-control behaviours and finding clusters of individuals based

on communalities. Thus, our findings should be replicated and expanded using other

research designs and analytical techniques.

251
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

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264
PARTE IV:

DISCUSIÓN GENERAL Y CONCLUSIONES

Capítulo 10:
Discusión general y conclusiones

Capítulo 11:
Propuestas de intervención derivadas

Capítulo 12:
Limitaciones y propuestas para la investigación futura
Capítulo 10:
Discusión general y conclusiones

267
Discusión general y conclusiones

10.1. Discusión general

La presente Tesis Doctoral se ha centrado en estudiar diferentes variables psicológicas

relevantes para la participación y el rendimiento deportivos en deportistas españoles con

diversidad funcional de diferentes modalidades deportivas y niveles de competición. A

lo largo de los estudios empíricos incluidos, se ha explorado en concreto la

experimentación de estados subjetivos positivos y extraordinarios como el flow, la

competencia deportiva percibida y la pasión por la actividad deportiva, así como

posibles diferencias en ellas en función de variables sociodemográficas y, de forma más

interesante, atléticas, las relaciones entre estos recursos psicológicos y su influencia

sobre la intención de práctica y competición futuras.

Además, también se han examinado las percepciones corporales, tanto actuales

como ideales, de estos deportistas, los criterios personales usados por los atletas para

valorar su cuerpo y definir su ideal corporal, tanto en términos atléticos como estéticos,

y el grado de satisfacción con dichas percepciones. Asimismo, hemos explorado la

relación de las percepciones corporales con variables deportivas y sus creencias en

cuanto a los factores deportivos que favorecen o perjudican la satisfacción con el

cuerpo. Todas estas cuestiones se han complementado con la comparación con

deportistas sin discapacidad, también de diferentes modalidades deportivas y niveles de

competición. Además, se han explorado las estrategias de manejo del cuerpo utilizadas

por deportistas con diversidad funcional con el fin de conseguir su ideal corporal, en

términos atléticos y estéticos, y se ha explorado de forma preliminar su vulnerabilidad

para desarrollar un Trastorno de la conducta alimentaria considerando diversos factores

de riesgo actitudinales, cognitivos, motivacionales, comportamentales y contextuales.

Nuestro primer objetivo fue conocer las experiencias de flow, la competencia

deportiva percibida y la pasión, tanto de tipo armonioso como obsesivo, en deportistas

269
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

con diversidad funcional de diferentes modalidades deportivas y niveles de

competición. Los resultados del Estudio 1, complementados con los hallazgos de los

Estudios 2 y 3, han demostrado que los deportistas experimentan con frecuencia o

profundidad experiencias de flow, sobre todo en su mejor competición, en comparación

con entrenamientos y competiciones en general (p<0.05). Nuestros resultados son

similares a los encontrados anteriormente en otros estudios con deportistas españoles sin

discapacidad (Fernández et al., 2015) y complementan la abundante literatura sobre los

estados de fluencia en el deporte. Puesto que no existe, a nuestro conocimiento, ningún

estudio sobre flow en deporte adaptado, ésta es una contribución pionera de nuestros

estudios a la investigación sobre esta variable psicológica.

La competencia deportiva percibida de estos deportistas fue moderadamente

alta, coincidiendo con lo encontrado en anteriores estudios tanto en deporte no adaptado

(Martínez-Alvarado, et al., 2016) como en deporte adaptado (Banack et al., 2011;

Ferreira y Fox, 2008; Martin y Whalen, 2012; Sands y Wettenhall, 2000). Nuestros

hallazgos también apoyan los encontrados para autoeficacia percibida (Hutzler y

Shemesh, 2012), competencia física percibida (Ferreria y Gaspar, 2004) o autoconfianza

deportiva (Bacânac et al., 2014), variables estrechamente relacionadas con la

competencia física percibida, en deportistas con discapacidad. No existía hasta el

momento, a nuestro conocimiento, ningún estudio realizado con población deportista

española con discapacidad, de forma que ésta es otra contribución importante.

Finalmente, la pasión mostrada por estos deportistas también fue elevada, más

intensa la de tipo armonioso que la obsesiva (p<0.05), en consonancia con los estudios

de Vallerand et al. (2008, Estudios 1 y 2) en deporte no adaptado, pero contrarios a los

hallazgos de Peters et al. (2016) para atletas con discapacidad, quienes encontraron que

los niveles de pasión armoniosa eran moderadamente elevados, y ligeramente más

270
Discusión general y conclusiones

elevados los niveles de pasión obsesiva. Dada la escasa evidencia empírica sobre la

pasión por la actividad deportiva de atletas con discapacidad, nuestros resultados vienen

a complementar la investigación sobre esta cuestión, constituyendo ésta otra

contribución relevante de nuestros estudios. Además, dada la existencia de hallazgos

contradictorios, también señalan la importancia de realizar más investigaciones al

respecto en el futuro.

Estos hallazgos confirman completamente nuestra Primera Hipótesis, según la

cual esperábamos que deportistas con discapacidad experimentarían episodios

frecuentes/profundos de flow, particularmente en sus mejores actuaciones en

comparación con entrenamientos y competiciones no sobresalientes, sentirían una

elevada pasión por su actividad, más pasión armoniosa que obsesiva, y percibirían una

elevada competencia deportiva.

Una vez conocidas las experiencias de flow, la competencia deportiva percibida

y la pasión armoniosa y obsesiva de deportistas con discapacidad, nuestro segundo

objetivo fue explorar posibles diferencias en estas tres variables en función de variables

sociodemográficas (edad y sexo) y, particularmente, en función de la historia deportiva

(años de práctica y competición) y niveles de competición deportiva (aficionados,

amateur y profesionales/élite). En este sentido, en el Estudio 1 no encontramos

diferencias en estas variables en función del sexo ni la edad de los deportistas. Tampoco

Weiss et al. (2003) encontraron diferencias cuando consideraron estas variables para la

competencia percibida, incluyendo competencia física, al igual que Martin (2008) al

examinar posibles diferencias entre hombres y mujeres en autoeficacia para el

rendimiento en deportistas en silla de ruedas. Sin embargo, otros estudios (e.g., Baĉanac

et al., 2014) sí encuentran asociaciones entre la edad de los atletas y diferentes

dimensiones de la confianza deportiva. Para la variable flow, similares hallazgos han

271
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

sido encontrados anteriormente en deporte no adaptado para las diferencias por sexo

(Russell, 2001; Stavrou et al., 2007), si bien Vurgun et al. (2016) hallaron que mujeres

deportistas jugadoras de balonmano puntuaban más alto que los hombres deportistas en

diferentes dimensiones del flow. Igualmente, Moreno et al. (2009) obtuvieron diferentes

puntuaciones en función del sexo en atletas de salvamento deportivo, pero esta vez

fueron los hombres los que mostraron mayor flow disposicional. En cuanto a la edad, en

contra de lo obtenido en nuestro estudio, Vurgun et al. (2016) hallaron que eran los

deportistas mayores de 30 años los que mayores niveles de flow-estado informaban.

Para la variable pasión, Vallerand et al. (2008) tampoco obtuvieron diferencias en

función del sexo en ninguno de sus dos estudios, y Marsh et al. (2013) no encontraron

diferencias por sexo o edad para la pasión armoniosa, pero sí para la pasión obsesiva,

confirmando efectos por sexo, edad y la interacción de ambas variables en una amplia

muestra de personas que hubieran participado en una actividad apasionada incluyendo

actividades deportivas.

Respecto a la historia deportiva, encontramos en el Estudio 1 que la competencia

deportiva percibida fue significativamente mayor entre los deportistas con una historia

deportiva más amplia, tanto en años de práctica como años de competición, en

consonancia con otros resultados (e.g., Weiss et al., 2003) y con hallazgos meta-

analíticos que señalan que la competencia percibida es, fundamentalmente, resultado de

las experiencias pasadas (Sitzmann y Yeo, 2013). No obstante, otros estudios han

encontrado que la experiencia deportiva no influye en las percepciones de confianza

deportiva (Baĉanac et al., 2014). También fueron los deportistas que más años llevaban

entrenando y compitiendo los que experimentaron mayor nivel de flow en

entrenamientos y competiciones, y es que se ha propuesto que la experiencia previa, el

nivel de dominio y la dedicación continuada pueden facilitar la experimentación del

272
Discusión general y conclusiones

flow (Swann et al., 2012). De igual manera, aquellos participantes con una historia de

práctica superior mostraron una pasión obsesiva más elevada (e.g., Mageau et al., 2009),

resultados que parecen señalar que, cuando la práctica es regular, prolongada y

reforzante existe cierto riesgo de desarrollar una pasión más rígida y más cercana a la

adherencia no controlada con posibles perjuicios sobre la persona (Vallerand et al.,

2003).

Respecto a competir a diferentes niveles de rendimiento, encontramos en el

Estudio 1 diferencias para la pasión obsesiva y la competencia percibida. Los resultados

obtenidos parecen apoyar que conforme aumenta el nivel de exigencia en términos de

rendimiento es mayor el riesgo de desarrollar una práctica rígida y no intrínsecamente

motivada, pero no son los deportistas de élite los que mayores niveles de pasión

obsesiva mostraron, sino los deportistas amateur, lo que parece apuntar que es el nivel

de rendimiento, más que la historia de práctica lo que regula esa tendencia. Es posible

que los deportistas amateur consideren que han de seguir mejorando y esto haga que su

dedicación sea más intensa. En cuanto a la competencia percibida, los deportistas

profesionales/de élite y amateur (de forma marginal) mostraron percepciones de

competencia más elevadas que el grupo aficionado, en consonancia con lo encontrado

en estudios anteriores para deportistas que compiten a nivel internacional vs. regional y

nacional (e.g., Ferreira y Fox, 2008) y otros estudios (e.g., para autoeficacia de

entrenamiento, Martin, 2008). Otros autores hacen hincapié en considerar otros factores

relacionados con la participación deportiva, como el número de horas de entrenamiento

semanal (Ferreira y Fox, 2008) o la participación en varios deportes (Weiss et al., 2003).

En cuanto a la experimentación de la variable de flow, no encontramos diferencias en

función del nivel de competición, apoyando resultados previos (Jackson y Kimiecik,

273
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

2008) y reforzando la idea de universalidad propuesta por Jackson y Csikszentmihalyi

(2002).

Nuestros hallazgos confirman parcialmente la Segunda Hipótesis de esta Tesis

Doctoral, según la cual no esperamos encontrar diferencias en las variables referidas en

función del sexo y la edad, así como tampoco en la experimentación de estados de flow

y pasión en función los años de experiencia de práctica y competición ni los distintos

niveles de competición. Sin embargo, aunque no esperamos encontrar diferencias para

la variable competencia percibida considerando los niveles de competición deportiva, sí

esperamos que los deportistas con una historia deportiva más prolongada refieran una

competencia deportiva más elevada que los deportistas con una historia deportiva más

breve. Sin restar relevancia a nuestros hallazgos por ello, y dado que la evidencia

acumulada no es concluyente, consideramos necesario avanzar en esta cuestión en

futuras investigaciones.

El tercer objetivo de esta Tesis Doctoral fue conocer la posible relación entre

estos tres recursos psicológicos. Los resultados del Estudio 2 confirmaron que la

competencia atlética percibida, los estados de flow y la pasión por la actividad deportiva

correlacionaron de la forma esperada entre sí. El flow en entrenamientos y

competiciones se mostró estrechamente relacionado con la experimentación de este

estado en la mejor competición. Además, el flow en la mejor competición correlacionó

con la competencia percibida y la pasión obsesiva. La competencia percibida se asoció

significativamente, además de con el flow en la mejor competición, con la pasión

armoniosa y, en mayor medida, con la pasión obsesiva. La relación entre la pasión

armoniosa y la pasión obsesiva también es positiva y significativa. Ninguna

investigación hasta la fecha ha explorado la asociación entre estas tres variables ni en

deportistas con discapacidad ni en deportistas sin discapacidad, por lo que ésta es otra

274
Discusión general y conclusiones

contribución interesante de nuestros estudios. No obstante, existen algunos estudios que

asocian entre ellas algunas de estas variables (e.g., Curran et al., 2015; Halvari et al.,

2009; Jackson y Kimiecik, 2008; Stavrou et al., 2007; Vallerand y Verner-Filion, 2013),

apoyando nuestros resultados dichos hallazgos.

Nuestra Tercera Hipótesis establecía que existirían relaciones positivas entre la

experimentación de estados de flow, la pasión, particularmente la pasión armoniosa, y la

competencia percibida, de forma que se confirma, si bien hemos obtenido correlaciones

más robustas entre estas variables para la pasión obsesiva en comparación con la pasión

armoniosa. De nuevo, esto es algo que la investigación futura debe esclarecer.

El cuarto objetivo pretendía establecer el posible impacto de estos recursos

psicológicos en la adherencia deportiva, en concreto en la intención de continuar con la

práctica en el futuro y en la intención de continuar compitiendo en el futuro de estos

atletas. Los resultados de los Estudios 2 y 3 señalaron que la intención de continuar la

participación deportiva en estos atletas fue elevada, aunque ligeramente menor la de

continuar compitiendo (p<0.05). También confirmaron que la intención de continuar

con la práctica deportiva se relaciona positivamente con la intención de competición

futura, además de con la competencia percibida y la pasión obsesiva, mientras que la

intención de competición futura correlacionó con la pasión obsesiva. Encontramos

además que la competencia percibida, el sexo y la edad predecían la intención de

práctica futura. Entre ellas, la principal variable predictora fue la competencia percibida,

recurso psicosocial que puede ser entrenado, de ahí su gran valor. En anteriores estudios

con deportistas sin discapacidad se ha encontrado que la competencia percibida predice

el compromiso con la actividad deportiva (Martínez-Alvarado et al., 2016), y en atletas

paralímpicos, Banack et al. (2011) encontraron que predecía la motivación intrínseca.

275
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

En cuanto a las variables que predicen la intención de competición futura, los

resultados del Estudio 2 demuestran que son el nivel de competición, mostrando los

deportistas de menor nivel mayor intención de competir en el futuro, y, particularmente,

la pasión obsesiva. Este último hallazgo concuerda con los resultados de Vallerand et al.

(2003, Estudios 2 y 3), que señalan que la pasión obsesiva predice la continuidad en la

práctica deportiva hasta en condiciones desfavorables. Es posible que la pasión obsesiva

esté aportando motivación y compromiso para la persistencia en la actividad y la

competición futura, pero debido a su impacto negativo sobre el bienestar emocional y el

funcionamiento cotidiano de la persona, es una cuestión que debe ser vigilada con el fin

de ayudar al deportista a evitar experiencias negativas. En el estudio de De la Vega et al.

(2016) la pasión obsesiva emergía como fuerte predictor de la adicción al ejercicio.

La relevancia de estos hallazgos a nivel aplicado es incuestionable, y por ello

este estudio hace una aportación, además de pionera, de gran relevancia.

Nuestra Cuarta Hipótesis establecía que los deportistas que experimenten de

forma más intensa o frecuente episodios de flow, sintieran más pasión (particularmente

armoniosa) por su actividad y tuvieran una elevada competencia deportiva percibida

tendrían una intención más fuerte de continuar en el futuro con la práctica deportiva y

mantener su participación en la competición. Aunque no se confirmaron todos los

efectos esperados, los hallazgos confirman la hipótesis para dos importantes recursos

psicológicos.

Nuestro objetivo quinto pretendía ahondar en la relación entre las experiencias

de flow, la competencia deportiva percibida y la pasión y la intención de continuar la

participación deportiva futura (es decir, estar comprometidos con el entrenamiento y la

competición). Una vez comprobadas las asociaciones entre estas variables ya

comentadas en los párrafos anteriores, quisimos explorar posibles efectos indirectos,

276
Discusión general y conclusiones

pues los hallazgos obtenidos parecían indicar que la conexión entre todas ellas era más

compleja de lo que parecía. Para ello, en el Estudio 3 se exploró y comprobó un modelo

de doble relación incluyendo dos modelos complementarios de efectos de mediación,

controlando las variables deportivas que demostraron ser importantes (i.e., nivel de

competición) en esta relación. Hasta la fecha, ningún estudio previo ha considerado la

influencia simultánea de estos factores psicológicos sobre la participación en la práctica

atlética en el deporte con o sin discapacidad, y, a nuestro juicio, por la complejidad de

los análisis realizados y por la relevancia de los hallazgos obtenidos y sus aplicaciones

derivadas, ésta constituye una de las principales aportaciones de esta Tesis Doctoral.

Unificando ambos modelos de mediación, la competencia deportiva percibida

medió, con un efecto completo, la relación entre la experimentación de flow en las

competiciones extraordinarias (predicho a su vez por la experimentación de estados de

fluencia en general durante la práctica deportiva) y la intención de seguir adherido a la

práctica de deporte. La sensación de placer y disfrute que el deportista siente durante la

experimentación del estado de flow le llevará a querer seguir practicando su actividad

para volver a experimentar esa sensación nuevamente, haciendo que la práctica resulte

intrínsecamente gratificante (Csikszentmihalyi, 1990). Pero esto sucederá a través de la

percepción de competencia deportiva en dicha actividad. La competencia percibida es

un factor central en la experimentación del estado de flow. El equilibrio entre las

habilidades percibidas por los deportistas para manejar y hacer frente a los desafíos es la

regla de oro de la fluencia (Jackson y Csikszentmihalyi, 2002). Además de ser una

dimensión propia, y una variable facilitadora de la experimentación de este estado,

también se ha encontrado que es una variable predictora de las experiencias de flow

(Jackson y Roberts, 1992; Jackson et al., 1998, 2001). La asociación entre la

277
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

competencia deportiva percibida y la adherencia a la práctica está sobradamente

demostrada (Feltz et al., 2008).

Por otro lado, también confirmamos un efecto de mediación parcial de la pasión

obsesiva en la relación entre la intención de práctica futura y la intención de participar

en la competición futura, controlando los niveles de competición deportiva de los

deportistas. Es posible que la pasión obsesiva esté proporcionando motivación y

compromiso respecto a la persistencia en la actividad y la competición futura (Vallerand

et al., 2003, Estudios 2 y 3), algo que debe ser vigilado por el posible impacto negativo

sobre el bienestar general de los deportistas.

Según nuestra Hipótesis Quinta, esperamos confirmar tanto relaciones directas

como indirectas entre los recursos psicológicos de flow, competencia atlética percibida y

pasión y la intención de práctica futura. En este sentido, la hipótesis propuesta queda

completamente confirmada considerando los resultados de los estudios presentados.

Dada la completa inexistencia de hallazgos previos, no se establecieron hipótesis

concretas respecto a las vías de conexión con las variables de resultado consideradas,

pero, a través de los mecanismos causales confirmados, nuestros hallazgos demuestran

que las experiencias de flow, la competencia deportiva percibida y la pasión tienen un

papel relevante en la intención de participación atlética y en el compromiso deportivo.

Nuestro objetivo sexto fue explorar las percepciones corporales actuales e

ideales de deportistas con discapacidad, los criterios usados para valorar su cuerpo y

definir su ideal corporal (i.e., atléticos vs. estéticos), así como el grado de

(in)satisfacción con su cuerpo y apariencia. Además, nuestro objetivo octavo perseguía

comparar todos los aspectos señalados entre deportistas con y sin discapacidad. El

Estudio 4 demostró que los participantes, tanto con como sin discapacidad,

manifestaron tener una imagen corporal (IC) actual positiva, así como una satisfacción

278
Discusión general y conclusiones

corporal (SC) moderadamente elevada. Estos hallazgos concuerdan con los encontrados

por otros autores en cuanto a las percepciones positivas sobre su cuerpo de deportistas

con discapacidad (Cardoso et al., 2012; Ferreira y Fox, 2008; Martin y Whalen, 2012;

Van de Vliet et al., 2008; Zarei y Ghasemi, 2012), así como también en estudios

cualitativos (Galli et al., 2016). Nuestros hallazgos también apoyan resultados previos

que indican que las percepciones sobre el cuerpo de deportistas con y sin discapacidad

son muy similares (Cocquyt y Sigmund, 2011; Ferreira y Fox, 2008; Sands y

Wettenhall, 2000; Van de Vliet et al., 2008). Aunque ambos grupos informaron tener

una IC actual favorable, ésta es menos positiva de lo que cabría esperar, ya que en

ambos grupos los deportistas indicaron tener cuerpos delgados pero con poca

muscularidad. De hecho, los cuerpos que les gustaría tener considerando los estándares

de belleza o las exigencias de su deporte son, en ambos casos, más atléticos, resultados

que van en consonancia con otros trabajos anteriores (Galli et al., 2016; Martín-Almena

et al., 2016; Reel et al., 2013).

En cuanto a los criterios más utilizados por los deportistas con y sin

discapacidad para valorar su cuerpo tanto actual como ideal, destacan las características

físicas y estructurales del cuerpo y las exigencias atléticas y requerimientos de

funcionamiento. Un hallazgo interesante es que los deportistas con discapacidad

parecen utilizar el segundo criterio en mayor medida para valorar su cuerpo ideal,

mientras que los deportistas sin discapacidad conceden comparativamente más

relevancia a los criterios estéticos y relacionados con la apariencia del cuerpo para

valorar su cuerpo actual y, particularmente, el ideal. Es posible que los deportistas con

diversidad funcional hayan interiorizado que les faltan los atributos necesarios para

conseguir el ideal estético establecido socioculturalmente, y que los cánones de belleza

sociales estén más interiorizados en los deportistas sin discapacidad a la hora de valorar

279
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

su cuerpo y, particularmente, establecer su ideal corporal. Además, los resultados

parecen indicar que los deportistas con diversidad funcional otorgan mayor atención a

sus cuerpos deportivos que a sus cuerpos estéticos o sociales, en línea con lo encontrado

en otros estudios (Galli et al., 2016; Giacobbi et al., 2008).

Aunque en general estos hallazgos confirman evidencias previamente obtenidas,

complementan el cuerpo de conocimientos acumulado sobre estas cuestiones, haciendo

una aportación fundamental en cuanto a la consideración de deportistas españoles.

Nuestra Hipótesis Sexta especificaba que la imagen corporal actual percibida de

deportistas con discapacidad sería moderadamente positiva y similar a la de deportistas

sin discapacidad, y estaría basada en criterios deportivos por encima de criterios

estéticos. Nuestra Hipótesis Séptima establecía que la imagen corporal ideal, según

tanto criterios atléticos como estéticos, sería más exigente, en concreto más delgada y

musculada, que la imagen corporal percibida actual, en ambos grupos de deportistas. Y

nuestra Hipótesis Octava especificaba que la satisfacción corporal de los deportistas

tanto con como sin discapacidad sería moderadamente elevada. Con base en nuestros

hallazgos, las tres hipótesis quedan completamente confirmadas.

Nuestro séptimo objetivo fue explorar la posible relación entre las percepciones

corporales y la satisfacción subjetiva con las mismas con variables deportivas

indicadoras de la participación deportiva, y nuestro objetivo octavo también hacía

alusión a explorar las posibles diferencias en este sentido entre atletas con y sin

discapacidad. Los hallazgos del Estudio 4 confirmaron las relaciones esperadas entre

estas variables. En concreto, en los atletas con discapacidad se encontraron asociaciones

entre las percepciones corporales y la satisfacción con el cuerpo y las horas dedicadas al

entrenamiento a la semana. En la submuestra de deportistas sin discapacidad, se

asociaron con el tiempo semanal dedicado al entrenamiento y el nivel de competición

280
Discusión general y conclusiones

actual. Estos resultados a su vez confirman la importancia de considerar tanto criterios

estéticos como deportivos a la hora de considerar las percepciones corporales de los

deportistas con o sin capacidad, así como su riesgo de desarrollar insatisfacción con el

cuerpo (sobre todo en relación a los ideales estéticos) y de afectar negativamente al

desempeño deportivo (sobre todo en relación a los ideales deportivos).

Cuando se consideraron de forma conjunta a todos los deportistas, las

percepciones corporales actuales, las ideales tanto estéticas como atléticas así como la

satisfacción con el cuerpo fueron predichas por las horas de entrenamiento semanal.

Además, tanto las percepciones del cuerpo actual como la satisfacción corporal se

asociaron de forma inversa y robusta con el IMC, aunque éste no se asoció a los ideales

estéticos o deportivos, en apoyo a resultados previos (Reel et al., 2013). Hallazgos

previos confirman que los deportistas con discapacidad tienen una alta prevalencia de

sobrepeso y obesidad (Blauwet y Iezzoni, 2014; Foley et al., 2013; Reel et al., 2013;

Temple et al., 2014). Sin embargo, los participantes de nuestro estudio han obtenido un

IMC indicativo de normopeso, sin diferencias entre deportistas con y sin discapacidad.

Aun así, los indicadores estructurales deben ser considerados cuando se estudien las

percepciones corporales en los deportistas.

No existen a nuestro conocimiento estudios previos en los que se haya

considerado la influencia de variables deportivas específicamente en las percepciones

corporales de deportistas con discapacidad, siendo una relevante contribución de esta

Tesis Doctoral.

Nuestra Hipótesis Novena establecía que las percepciones corporales y la

satisfacción con las mismas se asociarían estrechamente a variables deportivas

indicadoras de la participación atlética, en concreto historia de práctica deportiva, horas

de entrenamiento y nivel de competición, de forma que éstas serían predictoras

281
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

significativas de las evaluaciones de los atletas de su cuerpo. Si bien no encontramos los

efectos esperados para todas las variables deportivas consideradas, nuestros hallazgos

confirman que algunos factores relacionados con la actividad tienen una influencia

decisiva en las percepciones corporales de los atletas. La investigación futura debe

seguir explorando la relación entre todas estas variables.

El objetivo noveno pretendía explorar las estrategias de control del cuerpo y la

apariencia que usan, o podrían usar en el futuro, deportistas con diversidad funcional

para que su cuerpo se pareciera al que desean tener, ya sea con un objetivo atlético o

estético. Los resultados del Estudio 5 indicaron que estos deportistas tienen una baja

inclinación por el uso de estrategias de riesgo para el manejo del cuerpo como las

incluidas, pero prácticamente todas (a excepción del vómito autoinducido) son, o

podrían ser, usadas. Frente a modificaciones en la dieta y el aumento de la actividad

física, señaladas ampliamente por ellos como posibles estrategias, otras tienen una

frecuencia muy baja. No obstante, algunas de ellas llaman especialmente la atención.

Por ejemplo, el 13% de ellos indicaron que fumar les ayudaba a controlar el peso o la

apariencia del cuerpo. Además, los participantes indicaron que usaron o usarían estas

estrategias con un objetivo atlético o un objetivo mixto más que estético

exclusivamente. Nuestros hallazgos coinciden con estudios previos con atletas con

discapacidad que incluyen como estrategias de manejo del cuerpo regímenes

alimenticios inapropiados (e.g., Goosey-Tolfrey y Crosland, 2010; Graham-Paulson et

al., 2015; Krempien y Barr, 2011, 2012; Martín-Almena et al., 2016; Rastmanesh et al.,

2007) o realizar ejercicio de forma excesiva, con prácticas de entrenamiento

inadecuadas o con manifestaciones de dependencia al ejercicio (e.g., Clarsen et al.,

2014; Fagher y Lexell, 2014; Fagher et al., 2016; Magno y Silva et al., 2013; Weiler et

al., 2016; Willick et al., 2013). Aunque la frecuencia del resto de estrategias, mucho

282
Discusión general y conclusiones

más nocivas, sea baja, hay que estar vigilante porque los hallazgos señalan que podrían

ser utilizadas en algún momento.

Dada la escasez de estudios sobre estas cuestiones, nuestros hallazgos suponen

una contribución muy relevante, con implicaciones prácticas derivadas tremendamente

relevantes tanto para la salud y bienestar del deportista como para su actividad y

rendimiento deportivos.

Nuestra Hipótesis Décima establecía que esperábamos encontrar que los

deportistas hicieran un uso reducido de estrategias de riesgo (no saludables) para

conseguir el cuerpo que les gustaría tener tanto para rendir mejor en su deporte como

para tener una mejor apariencia. Asimismo, esperábamos encontrar que recurrieran con

mayor frecuencia a estrategias relacionadas con la alimentación y la actividad física, en

comparación con otro tipo de comportamientos de control del cuerpo. Con base en los

hallazgos obtenidos, nuestra hipótesis se confirma de forma completa.

Finalmente, nuestro décimo y último objetivo pretendía establecer la presencia e

importancia de diversos factores de riesgo actitudinales, cognitivos, motivacionales,

comportamentales y contextuales-deportivos para el desarrollo de manifestaciones de un

Trastorno de la conducta alimentaria en deportistas con discapacidad, trastornos que son

relativamente frecuentes en el ámbito de la actividad deportiva y que se asocian

inversamente al rendimiento del atleta así como a su trayectoria deportiva, además de a

su bienestar y salud. Diversos hallazgos de los Estudios 4 y 5 nos han permitido conocer

mejor qué factores pueden ser relevantes y cómo se configuran en estos deportistas de

forma específica.

En concreto, en el Estudio 4 encontramos que, aunque ambos subgrupos de

deportistas conceden mayor importancia al rendimiento deportivo y las condiciones

corporales relacionadas con él, los factores relacionados con la apariencia estética y las

283
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

presiones externas por conseguir un cuerpo socialmente valorado aparecen en mayor

medida entre los deportistas sin discapacidad, mientras que los deportistas con

discapacidad conceden mayor importancia a la salud, el bienestar y la funcionalidad del

cuerpo y valoran más los aspectos de la inclusión que de la comparación.

Por otra parte, en el Estudio 5 entre el 50 y el 90% de los participantes indicaron

que al menos "algunos" de sus compañeros de deporte podrían tener factores de riesgo

importantes para tener insatisfacción con su cuerpo y problemas serios como Trastornos

de la conducta alimentaria, física o de las percepciones corporales, como preocupación

excesiva con la comida y el peso, creer que la ejecución mejora con la pérdida de peso o

que los comportamientos de riesgo de regulación del cuerpo no tienen un impacto

negativo en el rendimiento deportivo.

La relación entre la imagen corporal, la satisfacción y las conductas en la gestión

del cuerpo, así como su asociación con el riesgo de trastornos alimentarios ha sido una

cuestión bastante ignorada hasta la fecha en este colectivo de deportistas (Blauwet et al.,

2017; Martín-Almena et al., 2016), a pesar de considerarse un grupo de riesgo relevante.

Nuestros hallazgos confirman esta vulnerabilidad, ya que aproximadamente el 11% de

los atletas con discapacidad podría estar en riesgo o sufrir ya un Trastorno alimentario,

coincidiendo con otros hallazgos encontrados con deportistas sin capacidad no

españoles (Bratland-Sanda y Sundgot-Borgen, 2013) y españoles (Godoy-Izquierdo et

al., en publicación). Particularmente destacan su preocupación excesiva con el peso, la

comida y las conductas alimentarias y su insatisfacción corporal como factores de

riesgo.

Además, se identificaron tres perfiles intraindividuales multidimensionales que

se diferenciaron claramente entre sí, revelando que las creencias, actitudes y

comportamientos relacionados con la alimentación y la dieta, el peso y la apariencia

284
Discusión general y conclusiones

corporal forman esquemas específicos que, a su vez, están relacionados con el riesgo de

un trastorno alimentario entre los atletas. En concreto, por la configuración particular de

estas dimensiones, encontramos un perfil de alto riesgo, un perfil de riesgo moderado y

un perfil de bajo riesgo. Según la composición de estos perfiles, uno de cada cuatro

atletas podría tener un perfil de riesgo para el desarrollo de un trastorno severo.

Nuestros hallazgos coinciden con otros encontrados utilizando la misma metodología en

deportistas no discapacitados (Godoy-Izquierdo et al., en publicación). No obstante, las

implicaciones clínicas de dichos perfiles de riesgo no pudieron ser confirmadas en

nuestro estudio.

La ausencia de investigaciones con deportistas discapacitados en estas

cuestiones es prácticamente completa. Por ello, las aportaciones de este estudio en

particular son de extraordinario valor y constituyen, a nuestro juicio, la otra gran

aportación de esta Tesis Doctoral.

Nuestra Undécima Hipótesis especificaba que esperábamos encontrar una

asociación entre percepciones corporales más pobres, el uso de estrategias de riesgo y

otros factores de riesgo actitudinales, cognitivos, motivacionales y contextuales y una

mayor vulnerabilidad para padecer Trastornos de la conducta alimentaria en deportistas

con discapacidad. Con base en los hallazgos obtenidos, esta hipótesis queda confirmada

completamente. No obstante, son necesarios más estudios para confirmar nuestros

hallazgos así como explorar la relevancia clínica de los mismos.

10.2. Conclusiones generales

El deporte adaptado ha crecido y evolucionado considerablemente hasta nuestros días, y

con ello el interés por conocer a este colectivo de deportistas, interés que también ha

mostrado la Psicología del Deporte en los últimos tiempos. No obstante, la

285
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

investigación y la dedicación en este campo aún siguen siendo escasas e insuficientes.

De hecho, no hemos encontrado ninguna referencia anterior sobre flow en el deporte

adaptado adulto, sólo un estudio aborda la pasión, y los estudios sobre competencia

percibida son escasos. El análisis de las relaciones causales directas e indirectas entre

estas variables con indicadores de participación deportiva no se había realizado hasta la

fecha. Además, solamente hemos encontrado un único estudio anterior que haya

utilizado una metodología similar a la nuestra utilizando figuras para evaluar la IC

actual y deseada de atletas con discapacidad. Y no existe ningún estudio sobre la

constatación de la existencia de factores de riesgo para problemas serios asociados a las

percepciones corporales y la conducta alimentaria, y mucho menos sobre

configuraciones intraindividuales multidimensionales de riesgo, en este colectivo de

deportistas.

La información obtenida en estos estudios y en futuras investigaciones ayuda a

conocer mejor a este colectivo con necesidades especiales con el fin de desarrollar

intervenciones adaptadas no sólo destinadas a mejorar su rendimiento, dedicación y

satisfacción deportivas sino también a mejorar su proceso de inserción y normalización

social, su bienestar y su calidad de vida, puesto que discapacidad no significa

incapacidad, y se puede desarrollar una vida normal y plena, e incluso muy activa y

satisfactoria en términos deportivos, en estas condiciones especiales.

Con base en los hallazgos obtenidos en los estudios empíricos que componen

esta Tesis Doctoral, las siguientes conclusiones generales pueden ser extraídas:

1. Los deportistas con discapacidad manifiestan tener una competencia atlética

percibida moderadamente alta, experiencias frecuentes o profundas de flow,

particularmente en sus mejores competiciones, y una elevada pasión por su

286
Discusión general y conclusiones

actividad, más intensa la de tipo armonioso que la obsesiva, aunque el nivel de

ésta última es moderado.

2. Ello sucede independientemente de su sexo o edad.

3. Los deportistas con discapacidad con una historia deportiva más amplia, tanto en

años de práctica como en años de competición, manifiestan mayor competencia

percibida y mayor nivel de flow en entrenamientos y competiciones, mientras

que aquellos con una historia de práctica superior muestran una pasión obsesiva

más elevada.

4. Los deportistas de menor nivel de competición, en nuestro caso los deportistas

aficionados, son los que señalan menor competencia deportiva percibida y

pasión obsesiva.

5. La competencia atlética percibida, los estados de flow y la pasión por la

actividad deportiva correlacionan entre sí de forma positiva.

6. Los deportistas con discapacidad tienen una elevada intención de continuar con

la práctica deportiva y la competición, aunque comparativamente su intención de

seguir compitiendo es menor.

7. La intención de continuar con la práctica deportiva se relaciona con la intención

de competición futura, así como con la competencia percibida y con la pasión

obsesiva, mientras que la intención de competición se asocia exclusivamente con

la pasión obsesiva.

8. Los deportistas con discapacidad hombres, más jóvenes y particularmente

aquellos con mayor competencia percibida son los que mayor intención de

participación futura demuestran.

287
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

9. Los deportistas con discapacidad de menor nivel de competición y mayor pasión

obsesiva son lo que mayor intención tienen de continuar compitiendo en el

futuro.

10. Existen relaciones directas e indirectas entre los recursos psicológicos de flow,

competencia atlética percibida y pasión y la intención de participación futura,

mecanismos que ayudan a comprender la compleja conexión causal entre todos

estos factores.

11. Los deportistas con discapacidad manifiestan tener percepciones corporales

positivas, así como una satisfacción corporal moderadamente elevada,

coincidiendo con deportistas sin discapacidad.

12. La IC ideal tanto estética como deportiva de estos deportistas es más atlética

(i.e., menos peso/grasa, mayor muscularidad), coincidiendo con deportistas sin

discapacidad.

13. Los criterios más utilizados por estos deportistas para valorar su cuerpo tanto

actual como ideal son las características físicas y estructurales del cuerpo, así

como el desempeño deportivo, coincidiendo en gran medida con deportistas sin

discapacidad.

14. En cuanto a un criterio puramente estético, aunque es menos elegido por ambos

subgrupos de atletas, son los deportistas sin discapacidad los que lo consideran

en mayor medida para valorar el cuerpo actual y, particularmente, el ideal. Los

deportistas con diversidad funcional otorgan mayor atención a sus cuerpos

funcionales-instrumentales y deportivos que a sus cuerpos estéticos o sociales.

15. Entre los indicadores de participación deportiva, las horas de entrenamiento

semanal predicen las percepciones corporales actuales y las ideales, tanto

288
Discusión general y conclusiones

estéticas como atléticas, así como la satisfacción con el cuerpo de deportistas

con y sin discapacidad.

16. Las percepciones del cuerpo actual, así como la satisfacción corporal, se asocian

de forma inversa con el IMC.

17. Los deportistas con discapacidad hacen un uso reducido de estrategias de riesgo

para el manejo del cuerpo y la apariencia, recurriendo ˗o considerando posible

recurrir˗ fundamentalmente a modificaciones de la alimentación y la actividad

física para que su cuerpo se acerque a su ideal, y haciéndolo con un objetivo

atlético o un objetivo mixto más que estético exclusivamente. No obstante,

señalaron como estrategias actuales o posibles prácticamente todas, y tratándose

de estrategias en mayor o menor medida nocivas, se trata en todos los casos de

prácticas con un efecto perjudicial para su salud y rendimiento.

18. Los principales factores deportivos señalados por los deportistas con o sin

discapacidad como propiciadores de una buena satisfacción con el cuerpo y la

apariencia son la composición estructural y las capacidades funcionales para la

ejecución y el rendimiento deportivos. Los factores relacionados con la

apariencia estética y las presiones externas por tener un cuerpo socialmente

valorado aparecen en mayor medida entre los deportistas sin discapacidad,

mientras que los deportistas con discapacidad conceden mayor importancia a la

salud, el bienestar y la funcionalidad del cuerpo y valoran más los aspectos de la

inclusión que de la comparación.

19. El 11% de los atletas con discapacidad podría estar en riesgo o sufrir ya un

Trastorno de la conducta alimentaria.

20. En línea con lo observado con deportistas no discapacitados, parecen existir tres

perfiles intraindividuales multidimensionales de diferente riesgo para Trastornos

289
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

de la conducta alimentaria, un perfil de alto riesgo, un perfil de riesgo moderado

y un perfil de bajo riesgo. Según la composición de estos perfiles, uno de cada

cuatro atletas podría tener un perfil de riesgo moderado-alto para el desarrollo de

un trastorno severo.

290
Capítulo 11:
Propuestas de intervención derivadas

291
Propuestas de intervención derivadas

11.1. Propuestas de intervención

Los hallazgos obtenidos en los diferentes estudios incluidos en la presente Tesis

Doctoral tienen implicaciones aplicadas directas en relación con la salud, el bienestar y

el funcionamiento cotidiano del deportista, así como para el incremento de la

participación y el rendimiento deportivos, pues tanto la competencia deportiva percibida

como las experiencias de fluencia y pasión han sido ampliamente asociadas con

ejecuciones de mayor éxito. Nuestros hallazgos también tienen implicaciones aplicadas

directas en relación con el incremento de la adherencia a la práctica deportiva y el

compromiso por la competición, resaltando el fortalecimiento de las creencias de

competencia personal y el desarrollo de experiencias como la pasión por la actividad,

tanto armoniosa como obsesiva, aunque en este último caso, por sus consecuencias

negativas a otros niveles (e.g., motivacional, emocional, conductual), debe ser vigilada

y controlada adecuadamente. Por su estrecha relación con las dos variables anteriores,

creemos que el entrenamiento en habilidades para la experimentación de estados

subjetivos positivos como el flow puede ayudar a su vez a incrementarlas.

Además, conocer las percepciones corporales de los deportistas con

discapacidad, algo que ha sido explorado de manera escasa, así como en base a qué

criterios establecen su imagen corporal tanto atlética como social, y tener conocimiento

de su satisfacción corporal o las presiones que reciben del entorno tanto de la vida

cotidiana como del contexto deportivo, constituyen una información muy valiosa para

intervenir con el objetivo de aumentar tanto el bienestar del deportista como su

dedicación y rendimiento deportivos, pudiendo además reducir la insatisfacción social o

deportiva en caso de que existiera o prevenirla para que no tenga lugar. Asimismo, es

indispensable desarrollar estrategias de prevención primaria, secundaria y terciaria de

trastornos relacionados con la alimentación, la conducta física y las percepciones

293
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

corporales, y nuestros hallazgos dan claves fundamentales para el diseño de estos

programas. Por otra parte, es fundamental desarrollar estrategias de promoción de la

salud (e.g., promoción de hábitos saludables) para el control del cuerpo, el peso y la

apariencia, por el elevado coste en términos de salud y de rendimiento deportivo de

estrategias no saludables y perniciosas como las que, con más frecuencia de la esperada,

utilizan los deportistas. Resulta además necesaria la investigación e intervención sobre

las percepciones corporales desde una perspectiva positiva, adaptativa y saludable para

poder ayudar a los deportistas en general, y a los deportistas con discapacidad en

particular, a aceptar su cuerpo, valorándolo y respetándolo, entre otros aspectos por el

estigma y estereotipos asociados, y promover así su salud y funcionamiento personal,

así como su inclusión y normalización en la sociedad. Algo que requiere una reflexión

más profunda y crítica es la internalización de los cuerpos aceptables, la cosificación de

los cuerpos y la comparación de las percepciones de los mismos entre deportistas con y

sin discapacidad considerando, en realidad, estándares (elitistas) de belleza y atléticos

impuestos por/a personas sin discapacidad que resultan restrictivos e irreales para las

personas con discapacidad.

294
Capítulo 12:
Limitaciones y propuestas para la investigación futura

295
Limitaciones y propuestas para la investigación futura

12.1. Limitaciones y propuestas para la investigación futura

Pese a sus contribuciones, los trabajos empíricos que componen esta Tesis Doctoral

adolecen de limitaciones que deberían abordarse convenientemente en el futuro. La más

importante, sin lugar a dudas, tiene que ver con el tamaño muestral. A pesar del

esfuerzo por conseguir llegar a un número grande y representativo de deportistas con

diversidad funcional de nuestro país, una de las principales limitaciones de nuestros

estudios ha sido el reducido tamaño de las muestras, algo normal por otra parte en

estudios sobre deporte adaptado, dado el reducido número de practicantes en

comparación con, por ejemplo, deportistas sin discapacidad. No obstante, nuestras tasas

de participación rondan el 10-15% de los deportistas invitados a participar de forma

formal. El número total de participantes (47 + 36 deportistas), comparado con el número

total de licencias federadas (unas 12500 para deportistas con discapacidad,

considerando todas las modalidades y edades), corresponde a un tamaño muestral muy

reducido para el tamaño poblacional (0.7%). No obstante, el mismo porcentaje de

participación considerando los 3 millones y medio aproximadamente de licencias

federativas en deporte no discapacitado supondría un tamaño muestral de ¡24500

participantes!. Ningún estudio en deporte sin discapacidad incluye muestras de este

tamaño ni tamaños cercanos en absoluto. También es posible que los deportistas con

discapacidad estén menos motivados para participar en estudios empíricos, o que los

estereotipos relacionados con la discapacidad o el deporte adaptado les desmotiven para

colaborar. No obstante, un punto fuerte ha sido contar con diferentes deportistas con

diversidad funcional de toda España, con un amplio rango de edad y discapacidades, de

diferentes modalidades deportivas y niveles de competición.

Por otra parte, las muestras de nuestros estudios están compuestas por

participantes relativamente sanos, jóvenes, con motivación deportista y sin

297
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

discapacidades severas, e indudablemente estas muestras son particulares y, en el

ámbito de la discapacidad, únicas. Futuras investigaciones deberían incluir muestras

más amplias, heterogéneas y representativas, y establecer diferencias entregrupos

comparando con deportistas sin discapacidad, ya que las variables de nuestros estudios

son procesos psicológicos que pueden ser experimentados por cualquier deportista,

independientemente de sus capacidades funcionales.

Además se podrían explorar posibles diferencias en estas variables en función de

la modalidad deportiva practicada. Igualmente, sería interesante considerar la

clasificación funcional de los deportistas y variables relacionadas con la discapacidad

propiamente (e.g., tipo, causa, nivel de gravedad, uso de ayudas, asistencia requerida...),

así como la práctica de otras actividades físicas recreativas además de la actividad

competitiva propiamente.

Asimismo, sería interesante considerar los resultados deportivos en los análisis

como variable de resultado, si bien resulta difícil comparar rendimiento, resultados y

éxito entre distintas modalidades deportivas, algo que la investigación futura debe

resolver.

La falta de disponibilidad de instrumentos desarrollados específicamente para

personas con discapacidad representa otro problema. Aunque en algunos casos no sea

necesaria más que una adaptación (e.g., competencia percibida, por ejemplo en relación

con el uso de la silla de ruedas en la actividad deportiva), y a veces ninguna (e.g.,

competencia atlética percibida general, flow, pasión), en otros casos (e.g., imagen

corporal) es necesario desarrollar instrumentos específicos, no siendo probablemente tan

útiles medidas generales o adaptadas.

Finalmente, el diseño de los diferentes estudios que componen la presente Tesis

Doctoral limita la capacidad de establecer conclusiones de tipo causal o establecer la

298
Limitaciones y propuestas para la investigación futura

direccionalidad de las relaciones entre variables, por lo que nuestros resultados deben

ser replicados y ampliados con otros diseños de investigación y estrategias analíticas.

No obstante, en el Estudio 3, se han llevado a cabo procedimientos analíticos capaces de

detectar trayectorias causales, y ésta es una fortaleza de nuestra investigación.

El deporte adaptado y, en concreto, las aplicaciones de la Psicología del Deporte

al deporte adaptado constituyen un área apasionante y claramente emergente de estudio

y dedicación profesional. La evidencia acumulada hasta la fecha, incluyendo los

estudios aquí presentados, es limitada, pero constituye un núcleo importante para

desarrollar nuevos esfuerzos con el objetivo de expandir y consolidar nuestro

conocimiento y aplicaciones para la promoción e incremento de la participación y el

rendimiento del atleta con diversidad funcional, así como, igual de importante, su salud

y bienestar y la normalización e inclusión de este colectivo de personas.

299
Variables psicológicas relevantes en el deporte adaptado

300
PARTE V:

REFERENCIAS BILIOGRÁFICAS
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324
ANEXOS

RECURSOS ONLINE CREADOS


Anexo I.
Facebook: Psicología Deporte Adaptado

327
329
Anexo II.
Recurso web: https://encuestadeportistas.wordpress.com/

331
333

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