3.1costo de Capital JMascarenas
3.1costo de Capital JMascarenas
3.1costo de Capital JMascarenas
© Juan Mascareñas
Universidad Complutense de Madrid
Versión inicial: mayo 1990 -Última versión: abril 2001
1. Introducción, 1
2. El concepto de coste del capital, 3
3. Los factores que determinan el coste del capital, 5
4. Los supuestos básicos del modelo del coste del capital, 7
5. Los tipos de recursos financieros, 10
6. La determinación del coste de cada fuente financiera, 11
7. El coste de los recursos financieros ajenos, 12
8. El coste de las acciones preferentes, 16
9. El coste de las acciones ordinarias, 17
10. El cálculo del coste del capital medio ponderado, 25
1. Introducción
Las personas y las empresas se enfrentan continuamente con la decisión de dónde invertir las rentas
de que disponen con el objetivo de conseguir el mayor rendimiento posible al menor riesgo. Para
determinar qué activos son interesantes para adquirir y cuáles no, es decir, cuáles son más rentables y
cuáles menos a igualdad de riesgo, los inversores necesitan un punto de referencia que les permita
determinar cuando un proyecto de inversión genera una rentabilidad superior a dicha referencia y
cuando no. Ese punto de referencia se denomina tasa de rendimiento requerida, que podríamos
definir como el rendimiento mínimo exigido por un inversor para realizar una inversión determinada.
Si suponemos que conocemos las preferencias de cada individuo y las condiciones del
mercado en el que nos movemos, cada inversor establecerá una tasa de rendimiento esperada para
cada activo que pretenda adquirir. Entendiendo por rendimiento esperado, el que el inversor en
cuestión espera recibir a cambio de correr el riesgo de realizar una inversión determinada. Así que si
el rendimiento esperado de un activo es inferior a la tasa de rendimiento requerida para invertir en el
mismo se desechará su adquisición, mientras que si se espera que ciertos activos proporcionen un
rendimiento superior al requerido querrá decir que su adquisición aumentará la riqueza del inversor.
Así, por ejemplo, supongamos que nos planteamos la inversión consistente en adquirir un
apartamento en Madrid, con objeto de alquilarlo y posteriormente revenderlo transcurridos cinco
años, llegando a la conclusión de que el rendimiento esperado es del 10%. Mientras que según
nuestras estimaciones el rendimiento mínimo exigido a una inversión con un riesgo semejante sería
del 12%. Como parece lógico renunciaríamos a la adquisición del apartamento.
Veamos otro ejemplo algo más sofisticado de cara a comprender el concepto de tasa de
rendimiento requerida: Al final del año pasado la empresa toledana Dulnea S.L. que fabrica piezas de
cerámica y que tiene diez socios, presentaba el Balance de Situación resumido (cifras en euros), que
aparece en la tabla 1.
ACTIVO PASIVO
Activo Fijo Fondos
Tabla 1. Balance Propios
de Situación Préstamo
de Dulnea 600.000
Activo Circulante a medio plazo Pasivo 200.000
700.000 Circulante Beneficios 200.000
Los beneficios obtenidos por Dulnea, después de pagar los intereses
400.000 del préstamo y los
100.000
1.100.000
impuestos, fueron de 100.000 euros. 1.100.000
El Consejo de administración de la misma, que estaba formado
por los diez socios, se planteó la disyuntiva de si repartir todo el beneficio o sólo repartir 25.000
euros dejando el resto en la empresa. Si se optaba por esta última vía con estos 75.000 euros se
podían hacer dos cosas:
a) Invertir dicho dinero en bonos del Estado a 3 años a un tipo de interés del 5% anual.
Inversión que se considera sin riesgo.
b) Invertir los 75.000 euros en la adquisición de un horno nuevo y el local respectivo, que
estarían situados en la provincia de Badajoz lo que costaría un total de 225.000 euros.
Los 150.000 restantes serían financiados mediante un préstamo bancario a tres años al
8% de interés nominal anual.
El director de una empresa, que es la persona que corre con la responsabilidad de esco ger entre los
posibles proyectos de inversión aquellos que sean los más rentables para sus propietarios, necesitará
un punto de referencia similar al comentado en los párrafos precedentes con objeto de obtener una
rentabilidad mínima a conseguir.
Ese punto de referencia, es decir, esa mínima tasa de rendimiento requerida por la empresa,
recibe el nombre de coste del capital (o, también, “coste de oportunidad del capital”). Este indica
aquélla mínima tasa de rendimiento que permite a la empresa hacer frente al coste de los recursos
financieros necesarios para acometer la inversión; pues de otra forma nadie estaría dispuesto a
suscribir sus obligaciones o sus acciones (recuérdese el caso de Dulnea que acabamos de comentar).
Esto es, el coste del capital es la tasa de rendimiento interno que una empresa deberá pagar a
los inversores para incitarles a arriesgar su dinero en la compra de los títulos emitidos por ella
(acciones ordinarias, acciones preferentes, obligaciones, préstamos, etc.). O dicho de otra forma, es
la mínima tasa de rentabilidad a la que deberá remunerar a las diversas fuentes financieras que
componen su pasivo, con objeto de mantener a sus inversores satisfechos evitando, al mismo tiempo,
que descienda el valor de mercado de sus acciones. Es por esto por lo que dicha tasa será, a su vez,
el tope mínimo de rentabilidad que la compañía deberá exigir a su inversiones (en el caso de Dulnea,
el banco le exigía un 5,31% a cambio de concederle el préstamo, y los socios tenían un coste de
oportunidad del 16,67%, todo lo cual implicaba un coste del capital de la inversión en Badajoz del
9,1%).
Es fácil comprender que tanto los acreedores como los accionistas de la empresa deban ser
compensados por el coste de oportunidad de invertir sus fondos en un negocio
1 El rendimiento de los socios (rendimiento financiero) se calcula dividiendo el beneficio después de intereses e
impuestos, 100.000 euros, entre el valor de los fondos propios, 600.000 euros. Resultado el 16,67%.
en particular
en lugar de en
otros con un riesgo equivalente. Por ello, el coste del capital es la tasa de rentabilidad que la empresa
deberá conseguir con objeto de satisfacer a los accionistas y acreedores por el nivel de riesgo que
corren.
El coste del capital es uno de los factores principales de la determinación del valor de la
empresa al ser utilizado como la tasa de descuento que actualiza la corriente de flujos de caja que la
compañía promete generar. Por tanto, un riesgo alto implica un coste del capital alto, es decir, una
mayor tasa de descuento y, por ende, una baja valoración de los títulos de la empresa (lo contrario
ocurriría si el riesgo es bajo). Y dado que la emisión de estos títulos es la encargada de proporcionar
la financiación necesaria para acometer la inversión, el coste de dichos recursos financieros
aumentará cuando el valor de dichos títulos sea bajo, y descenderá cuando el valor de éstos aumente.
Si la empresa consigue una rentabilidad sobre sus inversiones suficiente para remunerar a sus
fuentes financieras es de esperar que el precio de mercado de sus acciones se mantenga inalterado.
Ahora bien, si la rentabilidad de sus inversiones supera al coste de los recursos financieros
empleados en ellas, el precio de las acciones ascendería en el mercado; por el contrario, si dicho
coste fuese mayor que el rendimiento esperado del proyecto y, aún así, éste se acometiese (lo que sin
duda sería un error) el valor de mercado de las acciones descendería reflejando la pérdida asociada a
esa mala decisión de inversión.
Figura 1. Tasa Interna de Rendimiento (TIR) de las inversiones, coste del capital de la empresa y tamaño de la
financiación
En la figura 1 se muestra una empresa hipotética que se plantea acometer cinco proyectos de
igual grado de riesgo que han sido jerarquizados según su tasa interna de rendimiento (TIR) de
mayor a menor. Como se aprecia cada proyecto de inversión implica un volumen distinto de
financiación. Sólo los proyectos A, B y C tienen un rendimiento esperado superior a la tasa de
rendimiento requerida o coste del capital (que se suele representar por k o), mientras que los
proyectos D y E no superan el suelo mínimo de rentabilidad exigida. Por tanto, sólo los tres primeros
proyectos serán capaces de añadir valor a la empresa.
Resumiendo, cada tipo de recursos financieros (deuda, acciones preferentes y ordinarias)
deberían ser incorporados en el coste del capital de la empresa con la importancia relativa que ellos
tienen en el total de la financiación de la empresa. Nuevamente recordemos el caso de Dulnea y
cómo el coste del capital del 9,1% ha surgido de una media ponderada de los costes individuales del
préstamo y de los beneficios retenidos.
1ª. La maximización del valor de la empresa que todo buen direc tivo deberá perseguir
implica la minimización del coste de los factores, incluido el del capital financiero. Y
para poder minimizar éste último, es necesario saber cómo estimarlo.
2ª. El análisis de los proyectos de inversión requiere conocer cuál es el coste del capital de
la empresa con objeto de acometer las inversiones adecuadas.
3ª. Otros tipos de decisiones, incluidas las relacionadas con el leasing, la refinanciación de
la deuda, y la gestión del fondo de rotación de la empresa, también requieren conocer el
valor del coste del capital.
La estimación del coste del capital se hace más fácil en la teoría que en la práctica, por ello
acometeremos el estudio de la misma siguiendo una serie de pasos:
1º. Los factores que determinan el coste del capital 2º. Los supuestos básicos del modelo
del coste del capital 3º. Los tipos de recursos financieros 4º. La determinación del coste de
cada fuente financiera 5º. El cálculo del coste del capital medio ponderado.
A continuación vamos a ver los principales factores que inciden en el tamaño del coste del capital de
una empresa. Son cuatro: las condiciones económicas, las condiciones del mercado, las condiciones
financieras y operativas de la empresa, y la cantidad de financiación necesaria para realizar las
nuevas inversiones. Aunque todos ellos podríamos resumirlos diciendo que el coste del capital de la
empresa es función de la oferta y demanda de dinero, y del riesgo de la empresa.
1. Las
condiciones
económicas.
Este factor determina la demanda y la oferta de capital, así como el nivel esperado de inflación. Esta
variable económica viene reflejada en el tipo de interés sin riesgo (como el rendimiento de las
emisiones a corto plazo realizadas por el Estado) dado que éste se compone del tipo de interés real
pagado por el Estado y de la tasa de inflación esperada. Cuando varía la demanda de dinero con
relación a la oferta, los inversores alteran su tasa de rendimiento requerida. Así, si se produce un
aumento de la demanda sin que la oferta reaccione proporcionalmente, los inversores aumentarán su
rendimiento requerido. El mismo efecto se producirá si se espera un aumento de la inflación. Por el
contrario, si aumenta la oferta monetaria o se espera un descenso del nivel general de precios, se
producirá un descenso del rendimiento requerido en cada proyecto de inversión.
Es preciso señalar sobre el tema del riesgo, que éste puede ser eliminable en al gunos casos
mediante una buena diversificación (a este tipo de riesgos se les denomina riesgos específicos o no
sistemáticos como, por ejemplo, el riesgo económico, el riesgo de liquidez, el riesgo financiero, etc.,
puesto que todos ellos se pueden eliminar realizando una diversificación eficiente de nuestro dinero),
mientras que en otros casos el riesgo no se podrá reducir más allá de un valor determinado 2 (a este
tipo se les denomina riesgos sistemáticos como, por ejemplo, el riesgo de inflación, el riesgo de
interés, etc.). Es importante esta diferenciación porque la prima de riesgo de un proyecto de in -
versión cualquiera sólo incorpora el riesgo sistemático al que está expuesto dicho proyecto y no su
riesgo específico que se ha debido eliminar convenientemente a través de una buena diversificación.
Ya hemos hecho referencia anteriormente a las dificultades de calcular el coste del capital de una
empresa en la práctica. Por ello con objeto de conseguir un valor aproximado nos vemos obligados a
realizar algunos supuestos básicos que simplifiquen su cálculo. De no hacerlo así, la obtención del
coste del capital sería tan tediosa que en muchos casos el coste de su cálculo superaría a los
beneficios de conocerlo lo que, según lo explicado al comienzo de este capítulo, desaconsejaría
totalmente su obtención.
2 El riesgo sistemático sí se puede reducir e incluso eliminar totalmente, al menos en teoría, a través
de su cobertura pero esto no afecta de momento a nuestra explicación.
4.1 Primer
supuesto: El
riesgo económico no varía.
Dado que el riesgo económico de una empresa se define como la posible variabilidad de los
rendimientos de una inversión, el nivel de dicho riesgo viene determinado por la po lítica de
inversiones seguida por la directiva de la compañía. A su vez, tanto la tasa de rendimiento requerida
sobre los títulos de una empresa como el coste del capital de la misma son una función del riesgo
económico, puesto que si éste último variase cambiarían también las otras dos variables. Y habida
cuenta de lo difícil que resulta averiguar qué parte de la variación del coste del capital se debe a
alteraciones en el riesgo económico, supondremos que cualquier inversión cuyo análisis estemos
considerando no alterará significativamente dicho riesgo.
Concretando, el coste del capital es un criterio de inversión apropiado sólo para aquellos
proyectos de inversión que tienen un riesgo económico similar al de los activos existentes en la
empresa (recuérdese cómo en la inversión de Dulnea los socios suponían que tenía el mismo riesgo
que el negocio original).
Como los tres supuestos anteriores son bastante restrictivos, la directiva de la empresa deberá
estar alerta sobre los mismos al calcular el coste del capital de la compañía. Por ello, en la práctica,
el director financiero deberá utilizar un rango de posibles valores del coste del capital más bien que
uno sólo. Así, podríamos referirnos a un coste del capital que se mueve en un rango del 12-14%.
Aunque en los párrafos siguientes siempre nos referiremos a un valor concreto y único del coste del
capital.
5. Los
tipos de
recursos financieros
Nuestro objetivo es estimar el coste del capital de la empresa, o más exactamente, el coste del capital
medio ponderado, puesto que engloba los costes individuales de cada una de las fuentes financieras
de la empresa ponderados por el peso que cada una tiene en el total de la financiación de la misma.
Luego, lo primero que tenemos que decidir es cuáles van a ser dichas fuentes financieras.
Para empezar nos referiremos a las fuentes financieras a corto plazo: efectos comerciales a
pagar, proveedores, acreedores, sueldos y salarios, impuestos devengados, etc. Dichas fuentes surgen
de operaciones normales de la empresa, de tal manera que si las ventas aumentan ellas aumentan
también. Así, por ejemplo, si nuestra empresa realiza una inversión tendente a aumentar las ventas de
un producto determinado, ello hará que aumenten también las deudas con los proveedores y los
efectos a pagar, así como los impuestos devengados y otra serie de partidas del pasivo a corto plazo.
Pero este aumento de los recursos financieros a corto plazo ha sido generado espontáneamente al
haberse aumentado las ventas, por ello en el análisis del proyecto de inversión consistente en la
mejora del producto, sólo deberemos tener en cuenta las fuentes financieras necesarias para la
mejora del mismo y no las que espontáneamente se generen con posterioridad. Todo lo cual nos lleva
a decir que los recursos financieros a corto plazo no deberán ser incluidos en el cálculo del coste del
capital de la empresa.
Sólo nos interesarán, pues, los recursos financieros necesarios para acometer la inversión
más los necesarios para financiar el incremento del fondo de rotación que dicha inversión puede
provocar. Todos esos recursos financieros lo serán a medio-largo plazo, por ello, sólo utilizaremos
para el cálculo del coste del capital medio ponderado las deudas a medio-largo plazo, las acciones
preferentes y las acciones ordinarias (en el caso de Dulnea el préstamo es una deuda a medio-largo
plazo y los beneficios retenidos son similares a las acciones ordinarias como veremos más adelante).
Una excepción ocurre cuando la empresa utiliza deliberadamente recursos financieros a corto
plazo (en especial préstamos a corto) para financiar inversiones a largo plazo. En ese caso, sí que
deberemos incluir el coste de dicha deuda a corto como una parte del coste del capital. Por supuesto,
si dicho uso no fuese algo común sino más bien casual no habría que incluirlo como parte del coste
del capital de la empresa. En todo caso, es necesario decir que financiar una inversión a largo plazo
ya sea en su totalidad, o sólo en parte, a través de recursos financieros a corto plazo es una política
bastante arriesgada que podría poner en peligro no sólo la realización de la inversión sino también la
vida de la propia empresa.
6. La
Podemos dividir en tres pasos la obtención del coste del capital medio ponderado de la empresa:
En este epígrafe comentaremos el primero de los pasos y para ello ya hemos establecido que
los componentes principales de la financiación empresarial de cara al cálculo del coste del capital
son las acciones ordinarias, las acciones preferentes y las deudas a largo plazo.
El objetivo es determinar la mínima tasa de rendimiento que la compañía deberá obtener en
sus inversiones para satisfacer la tasa de rendimiento requerida de los inversores, es decir, para que
la cotización de sus títulos en el mercado no descienda.
Para realizar este cálculo será necesario tener en cuenta los costes de emisión de los títulos
que reducen la cantidad de dinero recibida por la empresa. También deberemos tener en
consideración que todas las tasas de rendimiento requeridas deberán ser calculadas después de
impuestos. Esto es así, debido a que si el objetivo perseguido es maximizar la riqueza del accionista
ésta vendrá dada a través de los flujos de caja que recibe realmente lo que implica haber detraído el
pago del impuesto sobre la renta de las sociedades.
Resumiendo, el coste del capital deberá ser consistente con el procedimiento de valoración
de la empresa y con la definición de los flujos de caja que van a ser descontados, para ello deberá
cumplir los siguientes requisitos:
a) Ser una media ponderada de los costes de todas las fuentes financieras de la empresa. b) Ser calculado
después de impuestos, lo mismo que los flujos de caja prometidos por el proyecto de inversión.
c) Utilizar tasas nominales de rendimiento construidas a partir de las tasas reales y la
inflación esperada, debido a que los flujos de caja están expresados en términos
nominales.
d) Deberá estar ajustado al riesgo sistemático de cada proveedor de fondos, puesto que él
esperará un rendimiento apropiado al riesgo que corre y que no puede eliminar
mediante una diversificación eficiente.
e)
Las
En los epígrafes siguientes, vamos a estudiar cómo se calcula el coste de las principales
fuentes financieras de la empresa, aunque anticiparemos que el coste efectivo para la empresa de
cada una de ellas consistirá en averiguar la tasa de descuento que iguala lo efectivamente cobrado
por la empresa, en el momento de emitir el título, con lo efectivamente pagado por la misma.
Los recursos financieros ajenos pueden provenir de muchas y diversas fuentes: deuda principal,
deuda subordinada, deuda denominada en moneda extranjera, arrendamientos financieros, etc., así
como de las diferentes variaciones sobre las mismas como, por ejemplo, que posean tipos de interés
variable con tipos máximos (cap), o mínimos (floor), o ambos (collars) que existan acuerdos de
permutas financieras (swaps), etc. Con objeto de no alargar demasiado esta exposición vamos a
centrarnos en el estudio de la deuda clásica y más concretamente en el análisis de los bonos u
obligaciones.
Para calcular la tasa de rendimiento requerida de una obligación, es decir, su rendimiento
hasta el vencimiento, nos basaremos en la idea de que el valor teórico de cualquier activo está
basado en el valor actualizado de los flujos de caja que promete generar en el futuro. Para calcular
dicho rendimiento deberemos conocer el precio de mercado de la obligación en cuestión al día de
hoy (P0), lo que conseguiremos observando la última cotización del mismo en cualquier periódico
financiero. También deberemos conocer cuáles van a ser sus pagos por intereses (el cupón, C i),
cuándo se van a producir (anualmente, semestralmente, etc.) y su precio de reembolso al final de su
vida (Pn), todo lo cual vendrá señalado en el folleto explicativo de la emisión de los bonos. De esta
manera el rendimiento hasta el vencimiento (r) vendrá dado por la siguiente expresión matemática:
C1
C2
C+ P
nn
P0= + + ....+
Por ejemplo, supongamos que una obligación de Telefónica, cuyo nominal es de 100 euros
proporciona el 8% de interés anual pagadero a fin de año y a la que le restan cinco años para llegar a
su vencimiento o madurez, está valorada en el mercado a principios de año a 97,25 euros Su
rendimiento desde dicho momento hasta su vencimiento se calculará igualando su precio de mercado
a los flujos de caja (cupones y precio de reembolso) actualizados.
8 8 108
97,25 = + + ....+
(1+r) (1+r)2 (1+r)5
444 104
97,25 = + + + ....+
i i 2 i 3 i 10
) ) )
(1+ ) (1+ (1+ (1+
222 2
despejando i/2 obtendremos un valor del tipo de rendimiento semestral del 4,345% lo que
corresponde a un tipo de rendimiento nominal anual (i) del 8,69%, cuyo valor efectivo (r) es igual a
(1,04345)2-1 = 8,879%.
Si usted carece de una calculadora financiera que le permita obtener con exactitud el
rendimiento de una emisión de bonos puede utilizar la fórmula aproximada siguiente:
N -M nki =
N+M2
I+
dónde ki indica el coste de las obligaciones, I es el valor del cupón, N el valor nominal del bono, M
el valor de mercado y n el plazo de vida que le queda. Así, por ejemplo, en la obligación de
Telefónica tendríamos los siguientes valores:
N -M 100 -
97,25
I + 8 + n5
ki= == 8,67%
N + M 100 + 97,25 22
esas 119 obligaciones extras (11.900 euros en valor) son para pagar al banco de inversión su minuta.
Otra forma de calcular el coste de las obligaciones sin dar tantas vueltas, consiste en detraer
el coste de emisión de una obligación nueva del precio de mercado del titulo tomado como
referencia (las obligaciones de Telefónica, en nuestro ejemplo). El valor de r es, nuevamente, del
9%:
8 8 108
97,25 - 1,176 = + + ....+
(1+r) (1+r)2 (1+r)5
k'i = ki x (1 - t)
Así, por ejemplo, si el coste nominal de las obligaciones a cinco años anteriormente
analizadas fuese del 9% y el tipo impositivo fuese del 35% el verdadero coste para la empresa de
dicha emisión sería:
por supuesto, este sería el coste de esta emisión calculado después de impuestos, siempre que dicha
empresa tuviese beneficios y pudiera incluir como gasto fiscal el pago de intereses. Si tuviese
pérdidas el coste total sería del 9%.
Lo mismo podríamos decir en el caso de una pequeña o mediana empresa que tuviese que
pedir un préstamo bancario (ya que la emisión de obligaciones sería muy difícil, cuando no
imposible, para ella). Una vez que el banco le exponga sus condiciones calcularíamos el tipo de
rendimiento efectivo del préstamo y obtendríamos su valor después de impuestos. Así, por ejemplo,
en el caso de Dulnea el banco le cobra un interés anual del 8% más, por ejemplo, una comisión
inicial del 0,5% sobre el nominal. Esta última equivale a pagar una comisión anual del 0,169%. Por
tanto, el coste anual para Dulnea antes de impuestos de dicho préstamo es del 8,169%, que se
convertiría en un 5,31% por el ahorro de impuestos proveniente de la desgravación fiscal de los
intereses del préstamo (= 0,08169 x [1-0,35]).
8. El coste
de las
acciones preferentes
El objetivo consiste en encontrar la tasa de rendimiento que debe ser obtenida por los inversores que
adquieren acciones preferentes de la empresa para igualar su tasa de rendimiento requerida, evitando
con ello, que descienda el precio de dichos títulos en el mercado.
Las acciones preferentes o privilegiadas (llamadas así porque sus propietarios tienen
preferencia, tanto a la hora de cobrar sus dividendos como en el momento de la liquidación de la
compañía, con respecto al resto de los accionistas) son un tipo de títulos que se encuentran "a
caballo" entre las obligaciones y las acciones ordinarias. Se parecen a las primeras en cuanto que
pagan un dividendo constante, mientras que son semejantes a las segundas en cuanto que el
dividendo no es deducible fiscalmente, no es obligatorio pagarlo si hay pérdidas y en que su vida "a
priori" es ilimitada (aunque algunas emisiones pueden ser amortizadas anticipadamente).
La cantidad pagada en concepto de dividendos suele ser constante y se paga previamente al
pago de dividendos a los accionistas ordinarios, de tal manera que podría ocurrir que los accionistas
preferentes cobrasen y los ordinarios no. Además, en la mayoría de los casos, si durante algún
tiempo los accionistas preferentes no hubiesen cobrado sus dividendos porque la empresa había
tenido pérdidas, cuando vuelva a tener beneficios deberá pagar un dividendo acumulativo a dicho
tipo de accionistas.
Su coste vendrá dado por la relación existente entre el dividendo a pagar a la acción
preferente y el precio de mercado de dicha acción. A éste último habrá que detraerle los costes de
emisión. Así, por ejemplo, si una empresa emitió acciones preferentes con un valor de 50 euros a las
que promete pagar un dividendo del 10% y cuyo precio de mercado es de 47 euros el coste de una
nueva emisión sería el siguiente sabiendo que el banco cobra un 2% del valor nominal en concepto
de gastos de emisión.
5
kp = = 10,87%
47 -1
mientras que la tasa de rendimiento requerida por los accionistas preferentes sería algo inferior: 5 ÷
47 = 10,64%. Si el precio de mercado no estuviese disponible deberíamos utilizar los rendimientos
de emisiones de una calidad semejante. El coste de las acciones preferentes es mayor que el de las
deudas (puesto que tienen un riesgo mayor y sus dividendos no son deducibles fiscalmente) y menor
que el de las acciones ordinarias (dado que su riesgo es menor).
9. El coste
de las
acciones ordinarias
Es la mínima tasa de rendimiento que la empresa ha de obtener sobre la parte de cada proyecto de
inversión financiada con capital propio, a fin de conservar sin cambio la cotización de sus acciones.
De todos los costes de la financiación empresarial éste será el mayor debido a que es el que
tiene un mayor riesgo asociado. No olvidemos que los propietarios de las acciones ordinarias además
de tener derechos de voto, se reparten los beneficios y los riesgos asociados con la empresa, de tal
manera que si ésta tuviese pérdidas ellos no recibirían nada a cambio de su inversión (e incluso el
valor de mercado de sus acciones descendería). Por otra parte, aunque los accionistas no pueden
perder más que su inversión original pueden obtener importantes rendimientos si los dividendos o el
precio de sus acciones aumentan.
A la hora de que la empresa obtenga recursos financieros provenientes de sus propietarios se
hace necesario distinguir dos vías por las que dicha financiación transcurre: La retención de
beneficios y la ampliación de capital mediante la emisión de nuevas acciones. Seguidamente
pasaremos a analizar el coste de ambos sistemas de captación de recursos financieros.
2 j-1
D1 D1 (1+g) D1 (1+g) D1 (1+g)
P0= + 2 + 3 +.... = j
) ) )
(1+k) (1+k(1+k(1+k
ee e j=1 e
------------------------------------------------ * * * ------------------------------------------------Ejemplo: La
empresa Logisa acaba de repartir un dividendo de cuatro euros por acción, dividendo que el mercado
espera que crezca a una tasa anual y acumulativa promedio del 4%. Si el precio de mercado de las
acciones de Logisa fuese de 50 euros la tasa de rendimiento requerida de los accionistas sería:
4 (1+ 0,1)
k= +0,04=0,128=12,8%
e
50
------------------------------------------------ * * * -----------------------------------------------
4
GORDON, M.J., y SHAPIRO, E.: “Capital Equipment Análisis: The Required Rate of Profit”.
Management Science, octubre 1956. Pp.: 102-110 y GORDON, M.J.: “Dividends, Earnings, and Stock Prices”, Review of
Economics and Statistics 41 n°2 mayo 1959, Pp.: 99-105
El
principal
problema con el que nos enfrentamos a la hora de aplicar este modelo consiste en el cálculo de la
tasa media de crecimiento anual (g) puesto que el cálculo del dividendo del primer año es igual al
último dividendo repartido aumentado en (1+g) veces, y el precio de mercado se puede observar en
la cotización bursátil.
El cálculo de g se suele realizar multiplicando el coeficiente de retención de beneficios (b)
por la rentabilidad sobre acciones (ROE). Esta última se obtiene dividiendo el beneficio por acción
después de impuestos entre el valor contable de la acción. Por otra parte, la tasa de reparto de
beneficios es la relación existente entre los dividendos por acción y los beneficios por acción. Por
supuesto, supondremos que las variables b y ROE van a permanecer constantes indefinidamente.
Así, por ejemplo, si el ROE de Repsol fuese del 16% y su tasa de retención de beneficios fuese del
25%, la tasa de crecimiento (g) sería:
5Si se quiere profundizar en la aplicación práctica de este modelo véase los capítulos 7 al 9 del libro
de BREALEY, Richard y MYERS, Stewart: Fundamentos de Financiación Empresarial. McGraw Hill. Madrid.
1998 (5ª ed.). Sobre el modelo en sí puede consultarse, por ejemplo, el libro de SHARPE, William; ALEXANDER, Gordon y
BAILEY, Jeffrey: Investments. Prentice Hall. Englewood Cliffs (NJ). 1999 (6ª ed.). Cap. 9
6 El cálculo de la beta se realiza a través de una regresión simple entre los rendimientos del título, o
cartera, y los rendimientos del índice bursátil tomado como referencia. La tangente del ángulo de la
recta de regresión es el valor de beta. Los rendimientos se miden a través de un periodo diario,
semanal o mensual. En todo caso, si el lector desea saber más sobre su obtención véase cualquiera de
los libros mostrados en la nota a pie de página anterior a ésta.
cado.
Ocurriendo lo
contrario si ß fuese mayor que uno. La expresión general de dicho modelo viene dada por la
siguiente ecuación:
ke = Rf + [EM - Rf]
donde Rf expresa el rendimiento del activo sin riesgo; EM indica el rendimiento espe
rado del mercado durante el período de tiempo considerado; [E M - Rf] indica el valor de la prima de
riesgo que rige en el mercado7 (en el mercado norteamericano está alrededor del 5,5%, valor que
podemos considerar válido para los mercados de valores de la Unión Europea8).
En cuanto a la determinación del rendimiento del activo sin riesgo (R f) se recomienda utilizar
el de las Obligaciones del Estado a diez años, fundamentalmente, por tres razones: a) la duración9 de
esta emisión en concreto es semejante a la de los flujos de caja de la empresa a valorar; b) la
duración de dicho activo sin riesgo es semejante a la del índice del mercado de valores utilizado para
calcular el rendimiento del mercado y el coeficiente beta; c) suele ser menos volátil y tiene una
mayor liquidez que las emisiones del Estado de mayor plazo.
------------------------------------------------ * * * ------------------------------------------------Ejemplo: Si la
tasa libre de riesgo es igual al 6%, la prima de riesgo a largo plazo del mercado la suponemos del
5,5% y la ßeta de la empresa TelePizza es 0,98 podremos calcular el valor del rendimiento esperado
por los inversores en acciones de TelePizza:
a este valor habrá que añadirle el coste de emisión de las acciones ordinarias en el caso de que
hubiese que ampliar el Capital social de la compañía. ------------------------------------------------ * * *
-----------------------------------------------
internacional. 9 Se entiende por duración el plazo medio ponderado de la vida del activo financiero, utilizando como
ponderaciones el valor actual de los flujos de caja proporcionados por dicho activo en cada período. Sobre este concepto puede
consultarse MASCAREÑAS, Juan y LÓPEZ, Joaquín: Renta Fija y Fondos de Inversión Pirámide Madrid. 1997. Cap. 6º.
media
ponderada
de las de sus negocios ponderadas por el valor de mercado de cada uno.
b) El apalancamiento operativo de la empresa. Éste se define como la relación existente entre los
costes fijos y los costes totales. Cuanto mayor sea el nivel de los costes fijos en relación a los
totales, mayor será la variabilidad de los beneficios antes de intereses e impuestos (BAIT) y
mayor será la beta.
c) El apalancamiento financiero. Cuanto mayor sea el grado de endeudamiento de la empresa mayor
será el riesgo financiero y, por tanto, mayor será la beta de las acciones. Así, si suponemos que la
beta de la deuda es nula10, podemos
definir la beta de una empresa apalancada (o con deuda) -ß L- en relación a la beta una empresa
no apalancada (o sin deudas) -ßU- de la siguiente forma:
ßL = ßU [1 + (1-t) (D/A)]
donde D/A es el ratio de deuda/acciones calculado a valor de mercado (en su defecto a valor
contable) y t es el tipo impositivo que grava los beneficios de las empresas.
Telefónica 1,49 Unión Fenosa 0,58 Bankinter 0,91
Repsol-YPF 0,67 FCC 0,74 R. Eléctrica 0,54
BSCH 0,77 Dragados 0,66 Amadeus 1,32
Tabla 2BBVA
Betas anuales de algunas
0,82 empresas
Acesa que cotizan
0,65en el mercado
TPI continuo de la Bolsa Española [Fuente:
1,97
Endesa 0,69 Ferrovial Bloomberg, enero
0,72 2001]
Indra 1,30
Iberdrola 0,57 Altadis 0,39 Zeltia 1,14
Telef. H.Cantábr
0,82
------------------------------------------------ 0,71 Telepizza 0,98
* * * ------------------------------------------------Ejemplo: Si
Móviles ico
Gas Natural 0,79 ACS 0,59 Sogecable 1,60
las acciones ordinarias de Repsol-YPF tienen una beta de 0,67 con un ratio de endeudamiento del
B. Picking
0,45 Acciona 0,92 0,66
1,25 y unPopular
tipo impositivo del 35%. Su beta no apalancada, suponiendo que la beta de la deuda es
Pack
Aceralia 0,40 Sol 0,66 Terra 2,22
nula, sería:
Carrefour 0,69 Prisa 0,86
Acerinox 0,65 NH Hoteles 0,59
ßU = ßL ÷ [1 + (1-t) (D/A)] = 0,67 ÷ [1 + (1-0,35) (1,25)] = 0,37
10 Si
la ßeta de la deuda -ßD- no fuese nula, la expresión sería: ßL = ßU [1 + (1-t) (D/A)] - ßD (D/A), o
también: ßU = ßL (A/V) + ßD (D/V), donde V = A + D(1-t)
Si ahora
quisiéramos
saber cuál sería la beta de las acciones de Repsol si el apalancamiento financiero se redujese hasta
ser igual a la unidad no tendríamos más que aplicar la siguiente expresión:
------------------------------------------------ * * * -----------------------------------------------
11 FAMA, E., y FRENCH, K.: "The Cross-Section of Expected Stock Returns ". The Journal of Finance 47,
nº2
(junio 1992). Pp.: 427-465 12 Sobre
este modelo desarrollado por ROSS véase, por ejemplo, SHARPE,
William; ALEXANDER, Gordon y BAILEY, Jeffrey: Investments. Prentice Hall. Englewood Cliffs (NJ). 1999 (6ª
ed.). Cap. 11
13 Recuérdese que arbitraje es la operación consistente en comprar un activo determinado en el mercado en que se
encuentre más barato y simultáneamente venderlo en el más caro. Con ello se consigue un beneficio sin riesgo.
carteras de
valores que
persiguen la consecución de beneficios de arbitraje. Cuando ya no existan dichas oportunidades se
alcanzará el equilibrio en los precios de los activos financieros.
Según esta teoría la rentabilidad de cada acción depende por un lado de las influencias
exógenas de una serie de factores macroeconómicos y, por otro, de una serie de perturbaciones
específicas de cada compañía en particular. Así, para cada acción hay dos fuentes de riesgo. La
primera es la que proviene de los efectos macroeconómicos que no pueden ser eliminados mediante
la diversificación. La segunda es que el riesgo proviene de posibles sucesos que son específicos de
cada empresa; éste tipo de riesgo es eliminable a través de la diversificación. De esta manera, la
prima por el riesgo esperado de una acción es afectada por el riesgo macroeconómico y no por el
riesgo específico.
El modelo no dice cuáles son esos factores macroeconómicos o por qué son económicamente
relevantes sino que sólo señala que hay una relación entre ellos y los rendimientos de los activos
financieros. En todo caso los cinco factores más comúnmente utilizados son:
El APM manifiesta que la prima por el riesgo esperado (k e -Rf) de una acción debe depender
de la prima por el riesgo asociada con cada factor macroeconómico en particular y la sensibilidad de
la rentabilidad del activo en relación a cada factor. O ex
presado de otra manera, el rendimiento esperado de un título cualquiera (k e) es igual a:
donde Rf es el rendimiento del activo sin riesgo y las i muestran las primas de riesgo asociadas con
cada factor en particular (i = Ei - Rf). El APM tendrá una utilidad para el inversor siempre que éste
pueda: a) identificar un número razonable de factores macroeconómicos, b) medir la prima de riesgo
esperada en cada factor y c) medir la sensibilidad del rendimiento del activo con relación a cada
factor. Una vez definidos los factores pasaríamos a calcular un modelo de regresión multivariante a
través del que obtendríamos las betas de cada factor. Calculadas éstas podríamos obtener el valor del
rendimiento esperado de cada acción, es decir, su coste de oportunidad del capital (al que ha bría que
añadirle si fuese necesario los costes de emisión de dichas acciones).
------------------------------------------------ * * * ------------------------------------------------Ejemplo:
Supongamos que los parámetros del modelo APM para una empresa determinada son 1 = 2,75%; 2
= 0,75%; 3 = 3,05% y el tipo de interés sin riesgo es del 3,5%. Las correspondientes betas son,
respectivamente, 1,20; 0,9; 1,15. Por tanto, el coste de las acciones ordinarias es igual a:
Las betas del APM dependen de las mismas variables que la del CAPM: tipo de negocio y
apalancamientos operativo y financiero (incluso, en éste caso, la fórmula para las betas factoriales
apalancadas es la misma que vimos en el apartado anterior).
Nota.-Cuando los métodos anteriores no se pueden aplicar una posible solución es utilizar el método
de la prima de riesgo, que consiste en obtener el valor del coste del capital propio (ke) sumándole al
coste de las deudas antes de impuestos (ki) una prima de riesgo. Su valor se puede obtener utilizando
datos históricos o a través de un descuento de flujos de caja (comparando el rendimiento de un índice
bursátil con el rendimiento de los bonos a largo plazo). La experiencia señala que su valor oscila
entre un 3-6%14. De tal manera que cuando los tipos de interés son altos, la prima suele ser baja y en
los años en que aquéllos descienden la prima suele ser mayor.
14 Cifras obtenidas por Charles Benore del banco de inversión Paine Weber
Así, si
aplicamos el
modelo de Gordon deberemos tener en cuenta que el coste de las nuevas acciones será igual a:
D1
ke = + g
P0 -G
2 (1+ 0,1)
50 -0,25
Los costes de emisión no sólo se refieren a las comisiones pagadas al banco de inversión que
se encarga de la colocación de los títulos en el mercado, sino que también se refiere a los efectos
negativos en el precio de mercado de las acciones como resultado de un aumento en la oferta de
títulos y de las "señales" que desprende, desde el pun-to de vista de los inversores, el anuncio de una
ampliación de capital (por ejemplo, los inversores pueden pensar que si se recurre a una ampliación
de capital es porque es imposible conseguir financiación a través de la emisión de obligaciones
debido a que este mercado ya no se fía de la empresa, lo que puede provocar un mayor descenso en
la cotización de las acciones).
donde k'i, kp, ke son, respectivamente, los costes de las deudas después de impuestos, de las acciones
preferentes y de las acciones ordinarias. Mientras que D, P y A son, respec
15 En este caso "ideal" quiere decir aquella estructura de capital que la directiva considera la mejor
aunque esté equivocada.
16 Aquí denominamos k0 al coste medio ponderado del capital por ser la denominación más utilizada en la literatura
financiera clásica española. Ultimamente también se utiliza bastante la denominación de sus siglas en inglés
WACC (weighted average cost of capital).
tivamente, el
Proyectos Desembolso inicial TIR valor de
mercado de las deudas,Proy. I acciones preferentes
de las 50.000 21%
y de las acciones ordinarias. V es el valor de
Proy. II 85.000 18%
mercado de la empresa (V=D +P+A).
Proy. III 40.000
Proy. IV 30.000
Ejemplo: Quite S.L. presentaba al final del 12%
año pasado la estructura de capital que aparece
en la tabla 3. Esta empresa no quisiera variar durante este año la composición de dicha estructura,
cuyos costes individuales aparecen reflejados en la tabla 4. La empresa no desea ampliar capital, de
momento, por lo que el coste de las nuevas acciones no es relevante. Por tanto, el coste del capital
medio ponderado será el 13% (véase la tabla 5), que representa la tasa de rendimiento requerida que
como mínimo deberán proporcionar los nuevos proyectos de inversión que se van a financiar con el
dinero procedente de las fuentes financieras elegidas.
Fuentes financieras Valor de mercado Porcentaje del total
Acciones ordinarias 500.000 62,50%
Acciones preferentes 50.000 6,25%
Deuda a largo plazo 250.000 31,25%
Tabla 3. Estructura de 800.000
capital de Quite S.L.100,00%
dicha cifra tiene un coste medio ponderado del 13% (véase la tabla 5). Si la empresa de cide
conseguir nueva financiación, ésta tendrá un coste marginal superior puesto que deberemos echar
mano de la emisión de acciones nuevas lo que lleva incorporado un coste superior al de los
beneficios retenidos. El coste medio ponderado de la financiación que exceda los 128.000 euros será
del 14,25% tal y como aparece en la tabla 7.
Tabla 7. Coste
del capital
marginal para la nueva financiación de Quite que exceda de los 128.000 euros
En la figura 3 se puede observar como Quite S.L. puede afrontar el primer proyecto de
inversión sin dificultad pues su rendimiento es mayor que el coste de su financiación (21% > 13%).
Para realizar el segundo proyecto de inversión necesita recurrir a la emisión de nuevas acciones
puesto que utilizando la financiación proveniente de los beneficios retenidos sólo dispone de 78.000
euros y necesita 85.000, por lo que deberá conseguir 7.000 euros más, de los que el 62,5% ( 4.375 €)
provendrán de la ampliación del Capital Social al coste del 18%. Concretando, el coste de los 78.000
es del 13%, mientras que el de los otros 7.000 euros es del 14,25%, lo que hace que el coste de la
financiación de los 85.000 euros del proyecto II sea del 13,10% que es claramente infe rior al
rendimiento de dicho proyecto (el 18%), por lo que también sería recomendable acometer dicha
inversión.
Coste
Fuentes financieras Porcentaje del total Coste
ponderado
Acciones ordinarias 62,50% 18% 11,2500%
Acciones preferentes 6,25% 13% 0,8125%
Deuda a largo plazo 31,25% 7% 2,1875%
100,00% 14,2500%
Los
otros
proyectos de inversión tienen rendimientos inferiores al 14,25% que es la nueva tasa de rendimiento
requerida para acometerlos por lo que sería aconsejable dejarlos de lado.
financiación inagotables para alimentar sus inversiones. Los inversores que operan en el mercado de
capitales se inquietan cuando las empresas rebasan su capacidad de financiación. El mercado, que
tiende a ser un mecanismo eficiente, incorpora toda la información sobre cada compañía y compara
las características financieras de las empresas entre sí. Como el mercado reconoce que los recursos
son limitados, no proporcionará más financiación a las empresas una vez traspasado cierto límite.
Así que si la compañía pretende ampliar su financiación más allá del límite impuesto por el mer cado,
la resistencia de los inversores aumentará, haciendo que la disponibilidad de fondos para la empresa
sólo sea posible a base de aumentar el coste de los mismos. A este aumento del coste de la
financiación por encima de un nivel previo se le denomina coste del capital marginal ponderado.
En la tabla 8 se muestra lo que podría ser el rango de la nueva financiación de una empresa
hipotética y los correspondientes valores del coste del capital.
En la figura 4 se muestra la forma de determinar qué proyectos de inversión deberían ser
realizados y cuáles no comparando su rendimiento con el coste del capital marginal ponderado. Para
ello se colocan las inversiones con arreglo a su TIR en sentido decreciente, lo que implica que
elegiremos primeramente el proyecto con mayor rendimiento, luego el segundo mejor y así
sucesivamente. Esta idea está basada en el concepto de que la productividad marginal del capital
disminuye a medida que se invierten más fondos. En el instante en que el rendimiento de la inversión
marginal coincida con el coste del capital marginal ponderado se detendrá el proceso de búsqueda de
inversiones puesto que no sería rentable el realizar ninguna más (en la figura 4 sólo realizaríamos la
A, B, C y D). En realidad, este fue el proceso seguido en el ejemplo anterior.
10.5 El cálculo del coste del capital a través de la beta de los activos
Cuando en el epígrafe 9 comentamos cómo estimar el coste del capital propio a través del modelo
CAPM no hicimos mención a que dicho modelo también puede servir para calcular el coste del
capital de la empresa (k) sin más que aplicar la siguiente expre
0
sión:
k = R + [E- R ]
0fMfU
Los directivos estiman que el tipo de rendimiento de los activos libres de riesgo se sitúa en el
5% mientras que la prima de riesgo media del mercado es un 4%, lo que les permite calcular el coste
de oportunidad del capital de Plasticosa:
k0 = Rf + [EM
-Rf] A = 0,05
+ [0,04] 1,0685 = 9,274%
Si el tipo de rendimiento sin riesgo es del 4,5% y la prima de riesgo media del mercado es del 7%, el
coste del capital de dicha división es igual a:
Empresa D/A t
Bibliografía
BREALEY, Richar y MYERS, Stewart (1993): Fundamentos de Financiación Empresarial. McGraw Hill. Madrid.
(4ª ed.).
BRIGHAM, Eugene y GAPENSKI, Louis (1988): Financial Management. The Dryden Press. Nueva York.
EMERY, Douglas y FINNERTY, John (1997): Corporate Financial Management. Prentice Hall. Englewood Cliffs
(NJ).
GROPPELLI, A.A. y NIKBAKHT, Ehsan (1990): Finance. Barron's. Nueva York.
MARTIN, J.; PETTY, J.; KEOWN, A.; SCOTT, D. (1996): Basic Financial Management. Prentice Hall. Englewood
Cliffs (NJ) (7ª ed.).
MASCAREÑAS, Juan y LEJARRIAGA, Gustavo (1993): Análisis de la Estructura de Capital de la Empresa.
Eudema. Madrid.
a
MASCAREÑAS, Juan: Fusiones y Adquisiciones de Empresas. McGraw Hill. Madrid. 2000 (3 ed.).
PETERSON, Pamela (1994): Financial Management and Analysis. McGraw Hill. Nueva York
ROSS, Stephen; WESTERFIELD, Randolph y JAFFE, Jeffrey (1997): Finanzas Corporativas. Irwin/McGraw Hill.
Madrid. (3ª ed.)
SCHALL, Lawrence y HALEY, Charles (1991): Introduction to Financial Management. McGraw Hill. Nueva York.
SUAREZ, Andrés (1995): Decisiones Optimas de Inversión y Financiación en la Empresa. Pirámide. Madrid, (17ª
ed.)
WESTON, J Fred y COPELAND, Thomas (1992): Managerial Finance. Dryden Press. Fort Worth (Texas) (9ª ed.)
Ejercicios
1º) Calcule el coste para las siguientes fuentes financieras:
a) Una emisión de obligaciones que tienen un valor nominal de 1.000 euros que pagan un cupón anual del
6% y que vencen dentro de diez años. El precio de mercado actual de un empréstito semejante es de 970
euros por obligación. Los costes de emisión de cada nueva obligación son del 3% del nominal. El tipo
impositivo es del 35%.
b) Una acción preferente se emite por 100 euros con un dividendo anual de 8 euros. Si la compa ñía realiza
una nueva emisión los costes de emisión serán de 3 euros por acción. El tipo impositivo de la empresa es
del 35%.
c) El tipo de interés libre de riesgo es del 5%, la prima de riesgo del mercado es el 5,5% y la beta de las
acciones ordinarias de la empresa es del 1,5. ¿Cuál es el coste del capital de las acciones ordinarias?
d) Utilícense los costes individuales anteriores como si fuesen los de las diferentes fuentes financieras de una
empresa cuya estructura de capital se reparte de la siguiente manera: 25% obligaciones; 10% acciones
preferentes; 65% acciones ordinarias. Obténgase el valor del coste del capital medio ponderado de la
compañía.
2º) Una empresa está considerando tres tipos de proyectos de inversión. Siendo los costes y rendimientos de los
mismos los siguientes:
Inversión A ----> Coste: 16,5 millones € TIR = 17% Inversión B -----> Coste: 20 millones € TIR = 13%
Inversión C -----> Coste: 12,5 millones € TIR = 12%
La empresa financiaría los proyectos a través de un 40% de endeudamiento y el resto con acciones
ordinarias. El coste de la deuda después de impuestos es del 7%. La autofinanciación se estima en 18 millones € y la
tasa de rendimiento requerida por los accionistas es del 19%. Si se emiten nuevas acciones, el coste será del 22%.
¿Qué proyectos de inversión deberían aceptarse?
3º) Con la
información que
se le suministra
a continuación prepare un gráfico que relacione el coste medio ponderado de la empresa y los rendimientos de los
proyectos de inversión propuestos. ¿Qué inversiones deberían acometerse?
Inversión A � Coste: 20 millones € TIR = 18% Inversión B � Coste: 12,5 millones € TIR = 16% Inversión C
� Coste: 15 millones € TIR = 12% Inversión D � Coste: 27,5 millones € TIR = 10%
La estructura de capital de la empresa consiste de 200 millones de euros de deuda a largo plazo, 50
millones de euros en acciones preferentes y 250 millones de euros en acciones ordinarias. Se espera mantener
constante dicha estructura de capital.
El coste de la deuda es del 12% antes de impuestos. El tipo impositivo es del 35%.
Las acciones preferentes de la empresa se venden a 95 euros por acción y pagan un dividendo del 14%
sobre un valor nominal de 100 euros si hubiese que emitir nuevos títulos, los costes de emisión supondrían un
precio de emisión un 8% inferior al de mercado.
La parte de las inversiones financiada con acciones ordinarias, primeramente se cubrirá con los beneficios
retenidos (15 millones de euros). Si fuese necesario emitir nuevas acciones ordinarias el precio de las mismas sería
de 30 euros por acción menos los costes de emisión que alcanzarían los 6 euros por título. La directiva espera pagar
un dividendo al final del año de 2,5 euros por acción y espera que los dividendos aumenten indefinidamente a una
tasa anual del 9%.
4º) A primeros de año, el valor de mercado de Defsa era de 60 millones de euros. Durante el mismo, la empresa
confía en conseguir una financiación para nuevos proyectos de inversión equivalente a 30 millones de euros. El
valor de mercado actual de la estructura de capital óptima de la empresa, suponiendo que no existen deudas a corto
plazo, es el siguiente: Deudas = 30 millones €; Acciones ordinarias = 30 millones de €, lo que da un total de 60
millones de euros.
Las nuevas obligaciones tendrán un tipo de interés del 8% y serán vendidas a la par. Las acciones
ordinarias actualmente emitidas se están vendiendo a 30 €/título (si se emitiesen nuevas acciones la empresa
recibiría 27 euros por cada una de ellas). La tasa de rendimiento requerida por los accionistas se estima en el 12%,
consistiendo de un rendimiento sobre dividendos del 4% y de una tasa de crecimiento esperada del 8% (el
dividendo neto esperado es de 1,20 €/título). Los beneficios retenidos anualmente se estiman en 3 millones de
euros. El tipo impositivo es del 35%.
a) Con objeto de mantener la estructura de capital actual, ¿qué parte de las nuevas inversiones deberían ser financiadas
por acciones ordinarias? b) ¿Qué parte de los nuevos recursos provenientes de acciones ordinarias deberán ser
generados
interna y externamente? c) Calcule el coste de cada componente de las acciones ordinarias d) Calcule el coste
medio ponderado del capital de Defsa utilizando: 1. el coste de los beneficios
retenidos; 2. el coste de las nuevas acciones.
Todas estas compañías, al igual que Petrogas, tiene un tipo impositivo marginal del 35%. Eso sí
el ratio deuda/acciones de Petrogas es 1 mientras que el de su filial es de 2,33.
Con arreglo a estos datos se pide: a) Estimar la beta de los activos de la compañía filial, sabiendo que Petrogas tiene
emitidos bonos cuyo rendimiento hasta su vencimiento es del 10,75%. b) Suponiendo una rentabilidad sin riesgo del
5% y una prima de riesgo del mercado del 5%, calcular el rendimiento requerido de las acciones ordinarias de la
filial. c) Calcular el coste medio ponderado del capital de la filial.
Soluciones
2° Sólo el A
3° A y B
4°. a) el 50% b) 3 millones internamente y 12 millones externamente c) Deudas: 5,2%; Beneficios retenidos:
12%; Acciones nuevas: 12,44% d) 8,6% y 8,82% respectivamente
ros distribuido en: Pasivo circulante = 10.000.000 de euros Deuda a largo = 27.917.355 de euros Acciones = 60.000.000 de euros