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El Chacal en Ypacaraí

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El Chacal en Ypacaraí

Históricamente nuestro país fue refugio de hombres cuyos pellejos estaban


en peligro y necesitaban urgentemente un refugio en donde asilarse o vivir
en la clandestinidad.

Algunos fueron recibidos con pomposas honras publicas y otros en el


completo secreto, dependiendo de cuan ruin o noble heroico resulto ser el
antecedente personal de quien recibía la cobija del cielo guaraní.

El General José Gervasio Artigas llego allá por el año 1820 con todos sus
lugartenientes y servidumbres afrodescendientes; los kambá fueron ubicados
en San Lorenzo, Laurelty – Luque y Emboscada. Años más tarde se destacaría
un hijo de estos esclavos, Cándido Silva, el trompa de “los camiseta pyta’í.”

Gastón de Orleans, el Conde D’eu, aquel andrógino infernal del imperio del
Brasil piso Ypacaraí el 13 de julio de 1869, siguiendo el rastro a Francisco
Solano, quien había logrado huir por Cerro León y luego Azcurra.

“Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”, frase atribuida a


Franklin Delano Roosevelt en referencia al dictador de Nicaragua Anastasio
Somoza García.

Si el padre era tal, corresponde a su hijo Anastasio Somoza Debayle ser


“nieto de puta”, general y presidente de Nicaragua, quien recibió asilo de su
colega Stroessner luego de ser derrocado por el Frente Sandinista de
Liberación Nacional.
La Operación Reptil comandada por Enrique Gorriaran Merlo envió al infierno
a Tachito, luego de que una bazooka hiciera añicos el automóvil mercedes
benz blindado que circulaba por las calles de asunción allá por 1980.

Minutos después de lo denominado “atentado o ajusticiamiento”, un médico


ypacaraiense de guardia en el Hospital de Policía fue convocado para evaluar
lo que quedaba de los cuerpos.

El medico recogió en un tapper de plástico lo que parecía ser material


orgánico (mas bien carne molida) y lo llevo al hospital para su análisis
forense. Allí, de manera accidental la encargada de la limpieza llevo el
contenido del tapper a la cocina, en donde ese día se almorzó soyo con
tortilla con un raro sabor a pólvora.

Algunos policías refieren que hasta ahora un fantasma merodea el


“Rigoberto Caballero” en busca de sus restos, revisando cada día el menú del
que por orden superior fue excluido el soyo.

La segunda guerra mundial también arrojó a Paraguay a sus criminales mas


notorios, el Ángel de la Muerte Josef Mengele, cruel médico nazi de
Auschwitz, llego a Paraguay protegido por una organización secreta que
encontró en su paisano Alfredo Stroessner un aliado para proteger al más
sanguinario espécimen parido por el ser humano. El asesino del tercer reich
termino sus días en Brasil y nunca pago por los crímenes de lesa humanidad.

Existe una teoría conspiratoria o leyenda urbana mundial que dice que el
propio Adolf Hitler no se suicidó en su bunker y que junto a Eva Braun
huyeron a la Argentina al igual que Walter Kutschmann, Josef
Schwammberger, Erich Priebke, Eduard Roschmann el “carnicero de Riga”,
Adolf Eichmann, estos últimos apresados y juzgados.
Sobre el Führer se ha escrito mucho, y tal vez la más audazmente fantasiosa
sea la versión de Juan Pastoriza, quien pergeño la teoría de que Hitler
acorralado por los cazadores de criminales nazis, mando construir un
submarino y subió cuesta arriba el rio de la plata, ingreso a la bahía de
asunción y tenia previsto llegar por el rio salado al lago Ypacaraí, llegando a
las costas de San Bernardino en donde seria recibido con un barril de chopp
por sus compatriotas alemanes.

Pero una mala interpretación del mapa posibilitó que se desviara del rumbo
en ingresara a las aguan del 2do puente y de ahí a un arroyo tributario, yendo
a parar a puente likú en donde el submarino quedo varado en las arenas bajo
el puente del tramo ferroviario.

Enrique Nene Cardenas, “El perurimá de tacuaral”, durante una ronda de


tragos en el bar Totín, había mencionado que se topó con aquel submarino
mientras pescaba unos jurumdi’á y que con la ayuda de otro pescador que
empujaba el coloso de acero, intentó arrancar el motor sobre 3ra cambio de
marcha, pero que abandonó el intento por el ruido que hacia la caja seca a
pesar de la doble embragada, estruendo que alertó a los vecinos.

Ypacaraí, fue es y será el destino elegido no solo por extraterrestres sin por
propios terrícolas en su afán de visitar la Capital del Universo.

Arturo López Areco “Agapito Valiente”, líder de la columna Mariscal López


del Frente Unido de Liberación Nacional (Fulna) durante el régimen militar de
Alfredo Stroessner, fue abatido en Ypacaraí por el mismísimo Gral Patricio
Colman.
Como punto a favor del guerrillero podemos acotar que antes de morir tuvo
tiempo de disparar su calibre 38 contra el general, quien acuso una bala que
se alojo en la columna, de cuya consecuencia murió en EEUU pidiendo a grito
morfina, según la versión de José Chiavenatto.

Otro extremista de izquierda convertido en delator de la derecha y que visito


Ypacaraí en Mario Piris Budes, ex líder de la juventud comunista del Uruguay
quien llego a ocupar una comandancia del Movimiento Guerrilleo Tupac
Amarú.

Luego de que el grupo secuestrara y asesinara a un asesor militar


norteamericano, Piris Budes fue detenido y el mismo en su confesión delato
a toda la estructura extremista, cuya organización fue desarticulada gracias a
la valiosa colaboración del “comandante cantor”.

El gobierno Uruguayo le quedo tan agradecido que lo envió a Paraguay con


nueva identidad, Mario Perdomo”, un infiltrado pyragué al servicio de Pastor
Coronel que se mimetizaba vendiendo libros de contenido literario de
izquierda.

Mario Perdomo compartió tertulias, cenas con abundante vino y charlas de


terere con varios Ypacaraienses y luego elaboraba un informe dirigido al Dpto
de Investigaciones, en donde se elaboro una lista negra de Tacuaraleños que
debían ser detenidos y “desaparecidos”.

El adelanto de la fecha prevista para el golpe de estado en Paraguay dejo sin


efecto a ejecución de aquel plan, cuya lista fue elaborada por el traidor
internacional Mario Piris Budes.
Quien fue el hombre que quiso matar a Charles De Gaulle?

En 1994, en la ciudad de San Lorenzo, Paraguay, fallece a la edad de 71 años


Georges Watin, el “Chacal”.

Según una crónica del diario El País, había nacido en 1923 en Duperré, en
Argelia.

Ese origen marcará la orientación de su violencia. En 1956, dos años después


de iniciada la guerra en Argelia, Watin participa en el secuestro de Mohamed
Chaouche, del que se sospecha actúa como recaudador de fondos para el FLN
(Frente de Liberación Nacional). Chotiche muere después de ser torturado.

A partir de ese primer asesinato Watin decidirá que todos los medios son
buenos cuando la causa es justa, para él Argelia era francesa y debía seguir
siéndolo por los siglos de los siglos.

Según la publicación del del diario ABC Color del 12 de junio del 2012, Watin
huyo a Paraguay y se refugio en Ypacaraí .

Por otro lado, el diario El Tiempo publicaba que “Poco tiempo después se
destacó como uno de los contra-terroristas del grupo Kovacs, que organizó
en enero de 1957 el atentado con bazuka contra el general Salan, que era el
comandante en jefe interarmas en Argelia y que posteriormente se convirtió
en jefe de la Organización del Ejército Secreto (OAS).

En 1959 El Chacal compró una cervecería en Argel que rápidamente se


convirtió en lugar de reunión de los activistas por una Argelia francesa.
Sospechándose que había participado en una serie de atentados realizados
con plástico, Watin fue expulsado de Argelia en diciembre 1960 y detenido a
su llegada a París, aunque posteriormente fue puesto en libertad.

Agente de la OAS en la metrópoli, fue uno de los instigadores de los


atentados con plásticos realizados en París de abril a octubre de 1961.

A la cabeza de la red Misión Tres , rama dura de la OAS, el 22 de agosto de


1962, Watin fue uno de los nueve hombres que intentaron matar al general
Charles de Gaulle en el Petit Clamart.

Otro de sus intentos de asesinar al entonces presidente francés debía


realizarse durante una visita que De Gaulle realizaría a la Escuela Militar en
París, pero los terroristas fueron capturados salvo Watin que huyó a Bélgica,
y luego se dirigió a España y Suiza, donde fue arrestado en diciembre de 1963
y expulsado tras una larga batalla jurídica.

Finalmente, tras siete atentados contra de Gaulle, El Chacal halló refugio en


Paraguay en 1965. Su historia fue llevada a la literatura por el escritor
británico Frederick Forsythe, autor de la novela El Día del Chacal , que se
convirtió en un best seller y luego fue llevada al cine con el mismo título.

El frustrado magnicida, que había sido declarado enemigo público número


uno en Francia durante los años 60, fue víctima de un ataque cardíaco.

Watin sufría desde hace tiempo dolencias generalizadas producidas por la


artritis y la artrosis, que le impedían caminar.

Una intervención quirúrjica que le practicaron en 1993 le mantenía postrado


en la cama.
En una reciente entrevista en la capital paraguaya, Watin se jactó de que la
Policía francesa nunca consiguió apresarlo.”.

Lo cierto y lo concreto es que personaje real que inspiro la obra del escritor
británico Frederick Forsythe, vivió en Ypacaraí, se menciona que cultivó Ka’a
He’é en la propiedad “Martinez Cué” luego Nicolas Leoz, residió en Pedrozo y
Hugua Hú respectivamente y a su muerte varias maquinarias suyas quedaron
a merced de un abogado de la zona.

El historiador Ypacaraiense Osvaldo “Yiyo” Battilana menciona que una vez


compartió un asado con el Chacal, quien luego de beber un tambor de
cerveza le confeso imprudentemente que eligió la ciudad de Ypacaraí por un
error en la impresión que tuvo de sus pobladores.

Tuve a opción de vivir en Moscú, La Habana, Afganistán, Estambul, Vietnam,


dijo Watin, pero elegí Ypacaraí porque en este pueblo sus habitantes utilizan
más los seudónimos que los nombres y pensé que los mismos ocultaban su
identidad con alias debido a que pertenecían a organizaciones secretas, dijo.

Pájaro, Jagua Tití, Patrón Kuré Burro, Kure Moño, Jagua Tele, son alias
utilizados por los Ypacaraienses, incluso a algunos políticos los llaman Jagua
Rembó, o Zapatú un lado, menciono como ejemplo.

Ya muy comprendí, acotó Watin - alias El Chacal, que en Ypacaraí la gente es


mas conocida por sus apodos, por ser una sociedad cohesionada en donde la
gente te asigna “marcantes” por afecto o no por tanto afecto.
El personaje mas famoso de la novela internacional vivió entre nosotros,
murió en el anonimato llevando a la tumba toda la trama de su historia, no
tenemos certeza de cuantas figuras mas estuvieron por nuestro pueblo, ni
cuanto están mimetizados en la actualidad en aquella comarca en donde lo
imposible sencillamente no existe, Ypacaraí.

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