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Exodo - 19

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ÉXODO

Aflicción de los israelitas en Egipto


1 Cuando Jacob se fue a Egipto con sus hijos y nietos, eran como setenta personas y
José ya estaba en Egipto. José murió y los hijos de Israel se multiplicaron. Y se levantó un
nuevo rey de Egipto, que no conocía a José y dijo: Los hijos de Israel son más fuertes que
nosotros; no sea que en la guerra, se unan a nuestros enemigos y se vayan.
Entonces el rey cobró tributos pesados para edificar ciudades de almacenaje, Pitón y
Ramesés; y obligaron hacer ladrillos con dureza; pero los israelitas crecían más y los
egipcios tenían miedo.
El rey dijo a las parteras Sifra y Fúa: En los partos de las hebreas, se fijan, si es hijo,
matadlo. Pero las parteras temían a Dios y no mataron. Y el rey dijo: ¿Por qué dejaron con
vida a los niños? Ellas dijeron: las hebreas son robustas y dan a luz antes que lleguemos y
Dios protegió a las parteras. Entonces Faraón mandó que echen al río, a todo hijo que
nazca de las hebreas.
Nacimiento de Moisés
2 Un varón de la tribu de Leví, escondió su hijo por tres meses. Pero no pudiendo
esconder más, en una canasta calafateado con brea, puso su niño y soltó al río. Y su
hermana seguía de lejos. Y la hija de Faraón vino al río, con sus doncellas Y al ver la
canasta, envió una criada para que tomase. Cuando vio al niño que lloraba, tuvo
compasión y dijo: este niño es de los hebreos.
Y su hermana del niño dijo: ¿Quiere que llame una nodriza? La hija de Faraón dijo: Ve,
y ella llamó a la madre del niño; a la cual, dijo la hija de Faraón críamelo a este niño y yo te
lo pagaré. Y la mujer crio al niño; y cuando el niño creció, la hija de Faraón prohijó y le
puso por nombre Moisés.
Moisés huye de Egipto
Un día Moisés vio a sus hermanos en esclavitud y un egipcio que golpeaba; al ver que
no había nadie, mató al egipcio y lo escondió. Al día siguiente vio a dos hebreos que
peleaban y dijo: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él dijo: ¿Quién te ha puesto por juez?
¿Piensas matarme como al egipcio? Y Moisés tuvo miedo,
Al saber esto, Faraón procuró matar a Moisés, pero él huyó. Cuando llegó junto a un
pozo se sentó, y vinieron al agua las siete hijas del sacerdote Reuel de Madián. Pero otros
pastores vinieron y las echaron, pero Moisés las defendió y dio de beber a sus ovejas de
ellas.
Y ellas contaron a su padre y él dijo: Llamadle para que coma. Y Moisés convino en
morar con aquel varón; y él dio su hija Séfora por mujer. Cuando tuvo hijo llamó Gersón.
Años después murió el rey de Egipto y los hijos de Israel lloraban y clamaban por su
servidumbre; y Dios escuchó y se acordó de su pacto con Abraham y los reconoció a los
hijos de Israel.
Llamamiento de Moisés

-1-
3 Un día Moisés llevó las ovejas hasta monte Horeb. Allí apareció un Ángel en una
zarza que ardía y no se quemaba. Cuando se acercó más, el Señor le dijo: ¡Moisés,
Moisés! Y él dijo: Heme aquí; Dios le dijo: quita tu calzado, porque el lugar es tierra santa;
yo soy el Dios de tu padre Abraham. Entonces Moisés cubrió su rostro, por miedo de mirar
a Dios. Luego dijo: he visto la aflicción de mi pueblo en Egipto y voy a sacar.
Ahora pues te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo. Moisés dijo:
¿Quién soy yo para sacar a los hijos de Israel? Y él dijo: Ve, yo estaré contigo; y esto será
por señal cuando saques serviréis a Dios sobre este monte. Dijo Moisés: los hijos de Israel
me preguntaran ¿quién te envió? ¿Cuál es su nombre? Y el Señor le respondió: Yo Soy El
Que Soy. Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió; el Dios de vuestros padres,
Abraham, Isaac y Jacob.
Reúne a los ancianos y diles: Yo os sacaré de Egipto a la tierra que fluye leche y miel.
Y con los ancianos de Israel irás al rey de Egipto, y le diréis: el Dios de los hebreos nos ha
encontrado; por tanto, iremos camino de tres días por el desierto, para que ofrezcamos
sacrificios. Pero yo sé que el rey no os dejará. Más heriré a Egipto hasta que os deje ir. Y
no saldrán con manos vacías; cada mujer pedirá a su vecina alhajas de plata, de oro, y
vestidos,

4 Pero Moisés dijo: ellos no me creerán, que tú me hablaste. El Señor dijo: tu vara
échala en tierra, y él la echó, y se hizo una culebra. Dios le dijo: tómala por la cola, y él la
tomó, y se volvió en vara. Mete tu mano en tu seno, él metió y sacó la mana llena de lepra;
y él volvió a meter su mano en su seno sacó de nuevo y la mano se volvió limpio. Por estas
señales te creerán que te he aparecido.
Y si no creen estas señales, tomarás las aguas del río y las derramarás en tierra; y las
aguas se volverán sangre. Moisés dijo: ¡Ay, Señor! Yo no puedo hablar bien. El Señor le
dijo: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿No soy yo? pues, vaya yo te enseñaré hablar bien. Y
él dijo: ¡Ay, Señor! Envía a otro. Entonces Dios se enojó y dijo: tu hermano Aarón saldrá a
recibirte, él habla bien y te ayudará.
Moisés vuelve a Egipto
Dios dijo a Moisés: Ve porque han muerto los que procuraban matarte. Moisés dijo a su
suegro: volveré a Egipto a ver si aún viven mis hermanos. Jetro dijo: Ve en paz. Moisés
volvió con su mujer y sus hijos, y llevó su vara. Dios dijo a Moisés: vas a hacer todo lo que
te diga, Faraón tiene su corazón duro y no os dejará ir, dirás Israel es mi hijo primogénito,
si no dejes ir, voy a matar a tu hijo primogénito.
Pero en el camino, Dios quiso matar a Moisés. Entonces Séfora circuncidó a su hijo, y
dijo: tú me eres un esposo de sangre; entonces ella se quedó y él se fue solo. Y el Señor
dijo a Aarón: ve a recibir a Moisés al desierto. Y él lo encontró en el desierto. Moisés contó
todo a Aarón. Ellos reunieron a los ancianos de Israel y habló Aarón todas las cosas; e hizo
las señales; y el pueblo creyó que el Señor.
Moisés y Aarón ante Faraón

-1-
5 Moisés y Aarón entraron a Faraón y dijeron: el Dios de Israel nos ha encontrado y
dice: Deja ir a mi pueblo para que me celebre fiesta en el desierto. Y Faraón dijo: ¿Quién
es ese Dios? Yo no conozco, y no os dejaré ir. Ellos dijeron: iremos, al desierto camino de
tres días a ofrecer sacrificios, para que no venga con peste o espada.
Entonces el rey de Egipto dijo: ¿por qué dejaron de trabajar? Este pueblo esta ocioso,
por eso quieren ir al desierto; de aquí en adelante no se dará paja y harán la misma
cantidad de ladrillo. El pueblo salió a buscar paja y no completaron sus tareas; y azotaban
a los capataces de Israel, los capataces se quejaron a Faraón, pero no fueron atendidos. Y
dijeron a Moisés y a Aarón, Juzgue Dios que nos han hecho abominables delante de
Faraón.
Jehová comisiona a Moisés y a Aarón
Entonces Moisés dijo al Señor: ¿por qué afliges a tu pueblo? desde que vine sufren
más y tú no has librado.
6 El Señor dijo: Ahora castigaré a Faraón; hasta les echará de su tierra. Yo el Señor
aparecí a Abraham, Isaac y Jacob; pero no hice conocer mi nombre El Yo Soy. Yo
establecí mi pacto con ellos, para darles la tierra de Canaán y he oí el gemido de ellos; Por
tanto, di a los hijos de Israel: Yo os sacaré de Egipto. Todo esto habló Moisés; pero ellos
no escuchaban para no ser castigados por Faraón. Y el Señor instruyó a Moisés y a Aarón;
y los hizo conocer los nombres de los jefes de las familias de sus padres.
7 El Señor dijo a Moisés: Hablaras a tu hermano y él hablara a Faraón. Moisés era de
ochenta años, y Aarón de ochenta y tres. Vinieron y Aarón echó la vara delante de Faraón
y se hizo culebra. También Faraón llamó hechiceros y ellos echaron sus varas, y se
volvieron culebras; más la vara de Aarón se lo comió las varas de ellos. y Faraón no hizo
caso.
Dios le dijo, ve a Faraón y dile: Deja ir a mi pueblo, sino, yo golpearé las aguas del río y
los peces morirán. Moisés y Aarón golpearon las aguas con la vara y las aguas de los ríos
y estanques se convirtieron en sangre; murieron los peces y los hechiceros hicieron lo
mismo y Faraón no los dejó ir. Y los egipcios no podían beber, se hicieron pozos alrededor
del río, para beber por siete días.
La plaga de ranas
8 El Señor dijo a Moisés: dile a Faraón: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. Si no te
castigaré con ranas. Y Aarón tocó con tu vara los ríos y estanques, y subieron las ranas en
todo Egipto; y también los hechiceros hicieron venir ranas, pero no pudieron quitar. Las
ranas entraron al palacio y a los dormitorios. Entonces Faraón llamó a Moisés y les dijo:
Orad a tu Dios para que quite las ranas y dejaré ir a tu pueblo. Dios quitó las ranas y solo
quedaron en los ríos. Pero Faraón viendo que no había ranas no dejó ir.
La plaga de piojos
El Señor dijo a Moisés: golpea el polvo con tu vara, para que vengan piojos. Y la tierra
de Egipto se llenó de piojos, en los hombres y en las bestias. Los hechiceros querían hacer
lo mismo, pero no pudieron. Entonces dijeron a Faraón: Dedo de Dios es éste; pero Faraón
se endureció, y no los escuchó.
-1-
La plaga de moscas
Dios dijo a Moisés: mañana vaya al rio y dile a Faraón: si no dejas ir a mi pueblo,
enviaré moscas a los egipcios, pero a la tierra de Gosén no entraran. Entonces el Señor
hizo venir moscas y la tierra fue corrompida por las moscas. Faraón dijo a Moisés: ofreced
sacrificio a vuestro Dios aquí en la tierra. Y Moisés dijo: no conviene que ofrezcamos a
Dios aquí, es abominación para los egipcios sacrificar animales; iremos tres días por el
desierto para ofrecer sacrificios. Dijo Faraón: Yo os dejaré ir, orad por mí. Entonces Moisés
oró al Señor y quitó todas aquellas moscas de Faraón. Mas Faraón no dejó ir al pueblo.
La plaga en el ganado
9 Dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Deja ir a mi pueblo, porque si no,
la mano de Dios matara tus ganados, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga.
Al día siguiente llegó la plaga que mató de Egipto y no toco el ganado de Israel; pero
Faraón no dejó ir.
La plaga de úlceras
Dijo a Moisés tomad puñados de ceniza de un horno, y esparcid hacia el cielo delante
de Faraón; así hicieron y vino sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias, Y los
hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, pero Faraón, no los
oyó.
La plaga de granizo
Entonces el Señor dijo a Moisés; dile a Faraón: el Dios de los hebreos dice: Deja ir a mi
pueblo. Porque si no mañana haré tronar y llover granizo mezclado con fuego, para que
entiendas que no hay otro Dios, sea hombre o animal que no esté en casa, morirá. los
siervos que temían la palabra de Dios se cuidaron. Moisés extendió su vara hacia el cielo,
y el Señor hizo llover granizar y fuego cual nunca hubo en Egipto.
El granizo mató y destrozó al lino, la cebada, la hierba y los árboles; del trigo y del
centeno no era su tiempo. Entonces Faraón dijo a Moisés: He pecado; Tu Dios es justo.
Orad para que cesen los truenos, y yo os dejaré ir. Moisés salió fuera de la ciudad y oró.
Pero cuando dejó de llover, Faraón no dejó ir a Israel.
La plaga de langostas
10 El Señor dijo a Moisés: Faraón endureció su corazón y yo mostrare mis señales,
para que cuenten a sus hijos y nietos las cosas que yo hice. Entonces Moisés dijo a
Faraón: ¿Hasta cuándo no te humillaras? mañana Dios traeré langosta que comerán lo
que escapó, del granizo. Los siervos de Faraón le dijeron: deje ir a este pueblo, Egipto ya
está en ruinas. Faraón dijo a Moisés: vayan servid a vuestro Dios, pero solo irán los
varones y sus familias se quedarán.
Moisés dijo: tenemos que ir con nuestros niños, viejos; con nuestras ovejas y vacas.
Faraón se enojó y dijo como tienen malas intenciones y los echaron fuera. Moisés extendió
su vara y el Señor trajo un viento oriental y por la mañana llegaron las langostas. Las
langostas comieron toda la hierba, árboles que había dejado del granizo; Faraón se
apresuró a llamar a Moisés y dijo: He pecado contra vuestro Dios, oren para que quite la

-1-
plaga. Y salió Moisés y oró. El Señor trajo un fortísimo viento occidental y la arrojó la
langosta en el Mar Rojo; Pero Faraón, y no dejó ir a los hijos de Israel.
La plaga de tinieblas
Según las instrucciones del Señor, Moisés: extendió su mano hacia el cielo, y hubo
densas tinieblas, por tres días ninguno podía ver a su prójimo, pero los hijos de Israel
tenían lámparas. Entonces Faraón dijo: Id con todo y servid vuestro Dios; Moisés dijo: Tú
también nos darás sacrificios para nuestro Dios. Pero Faraón endureció su corazón y no
quiso dejarlos ir. Y le dijo: Retírate, si vuelves morirás. Moisés dijo: Bien, no veré más tu
rostro.
Anunciada la muerte de los primogénitos
11 Moisés era tenido por gran varón ante los siervos de Faraón. El Señor dijo a Moisés:
Una plaga traeré sobre Faraón y Egipto, después de esto os dejará ir.
Moisés dijo: ha dicho así el Señor: A la medianoche morirá todo primogénito, desde el
primogénito de Faraón. Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo,
ni jamás habrá. Pero de los hijos de Israel, ni un perro morirá, para que sepáis que Dios
hace diferencia entre los egipcios y los israelitas. Y Moisés salió muy enojado de la
presencia de Faraón.
La Pascua
El Señor dijo: Este mes os será el primero en los meses del año. El día diez de este
mes tómese cada familia un cordero. Las familias pequeñas pueden juntarse para un
cordero.
El animal será sin defecto, macho de un año, cordero o cabras. El día catorce lo
inmolarais. Y la sangre pondrán en los dos postes de las casas. Y aquella noche comerán
la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas. Ninguna cosa
comeréis cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego. Nada dejaréis hasta la mañana; y
lo que quedare lo quemaréis. Y comeréis muy rápido, es la Pascua de Dios.
Y aquella noche ejecutaré mis juicios contra los dioses de Egipto. Y la sangre será por
señal, para que la plaga no hiera a ustedes. Y Moisés dijo a los ancianos: hagan lo que sea
ha mandado y ninguno salga de su casa hasta la mañana. Este día será recordada como
fiesta solemne. Y cuando vuestros hijos pregunten, ustedes explicaran.
Muerte de los primogénitos
Y a la medianoche el Señor hirió a todo primogénito en Egipto, desde el hijo de Faraón
hasta el primogénito del que estaba en la cárcel. Y aquella noche se levantó Faraón, y
todos los egipcios, y hubo un gran clamor, porque todas las casas tenían muerto. Y Faraón
hizo llamar a Moisés y Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo, e id,
servid al Señor.
Lleven sus ovejas y vacas y bendecidme también a mí. Y los egipcios apuraban al
pueblo, para que salgan, porque decían: Todos estamos muertos. Y llevó el pueblo su
masa antes que se leudase, porque no tenían tiempo. Y los hijos de Israel, pidieron alhajas

-1-
de plata, y de oro y vestidos. y os egipcios les dieron todo lo que pedían; así despojaron a
los egipcios.
Los israelitas salen de Egipto
Israel habitó en Egipto cuatrocientos treinta años. Los israelitas salieron de Ramesés a
Sucot, como seiscientos mil hombres, sin contar los niños. También salieron multitud de
toda clase de gentes, con muchas ovejas, y ganado.
Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Esta es la ordenanza de la pascua; ningún extraño
comerá de ella, excepto un siervo comprado y circuncidado. El extranjero y el jornalero no
comerán. Se comerá en una casa y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni
quebraréis hueso suyo. Si algún extranjero quiere celebrar la pascua, sea circuncidado y
podrá celebrar.
Consagración de los primogénitos
13 Moisés dijo al pueblo: Recuerden que en este día, en el mes de Abib salieron de
Egipto; por tanto, siete días comerás pan sin leudar, y el séptimo día será fiesta para el
Señor. Y celebrareis este rito de año en año.
Dios le habló a Moisés, y dijo: Todos los primogénitos de los hombres y de los animales
son mío. Todos los machos dedicarás al Señor. Y el primogénito de asno redimirás con un
cordero o lo mataras. También redimirás al primogénito de tus hijos. Y cuando te pregunte
tu hijo, explicaras de todo lo que el Señor ha hecho por ti con Faraón.
La columna de nube y de fuego
Pero Dios no llevó al pueblo por el camino de los filisteos, que estaba cerca: Para que
no se arrepientan con la guerra y se vuelva a Egipto. Dios llevó por el desierto. Y Moisés
llevó los huesos de José, que él había dicho: Dios os visitará y haréis llevar mis huesos de
aquí.
Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la entrada del desierto. Y el Señor puso
de día una columna de nube para guiarlos y de noche una columna de fuego para
alumbrarles, para que anden de día y de noche. Estas columnas nunca se apartaron.
Los israelitas cruzan el Mar Rojo
14 Dios dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel que se acampen junto al mar. Y Faraón
dirá: encerrados están por el desierto. Y Faraón seguirá y seré glorificado en Faraón y en
todo su ejército; y sabrán que yo soy Dios.
Y el rey de Egipto, supo que el pueblo huía; entonces Faraón y de sus siervos dijeron:
¿Cómo dejamos ir a Israel, para que no nos sirva? El rey unció su carro y tomó seiscientos
mejores carros de Egipto y sus capitanes. Y siguió a los hijos de Israel; con toda la
caballería y carros de Egipto, y los alcanzaron acampados junto al mar. Y cuando Faraón
se acercó, los hijos de Israel temieron y clamaron a Dios.
Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para que
muramos en el desierto? te dijimos déjanos servir a los egipcios, porque mejor era servir a

-1-
los egipcios, que morir en el desierto. Moisés dijo al pueblo: No temáis, porque los egipcios
que veis hoy, nunca más verán.
Dios dijo a Moisés: Di a los hijos de Israel que marchen; y tú extiende tu mano con vara
sobre el mar, y entren por en medio del mar en seco. Y los egipcios los seguirán; y yo me
glorificaré en Faraón y en su ejército; y sabrán que yo soy Dios. Y el ángel que iba por
delante, se puso a sus espaldas, entre el campamento de Israel y los egipcios; la nube era
oscuro para egipcios y era luz para Israel.
Y Moisés extendió su mano sobre el mar y Dios envió viento recio que volvió el mar en
seco. Y los hijos de Israel cruzaron el mar en seco, tenían las aguas como muro a su
derecha y a su izquierda. Y el ejercito de los egipcios siguieron; y a la madrugada, el Señor
quitó las ruedas de sus carros, entonces dijeron: Huyamos, porque Dios pelea por ellos,
Pero Dios dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan.
Moisés extendió su mano y el mar se volvió con toda su fuerza, y los egipcios al huir se
encontraban con el mar; cubrió a todo el ejercito de Faraón y no quedó ni uno. Así salvó a
Israel de mano de los egipcios. E Israel vio aquel grande hecho y el pueblo temió al Señor
y a Moisés.
Cántico de Moisés y de María
15 Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico y dijo: Cantaré al Señor,
porque se ha magnificado; Ha echado en el mar al caballo y a sus capitanes escogidos.
Este es mi Dios, y lo alabaré; él es varón de guerra.
El enemigo dijo: Destruiré con mi mano y repartiré despojos; pero tu soplaste con tu
viento; los cubrió el mar; y ellos se hundieron como plomo. Tu eres terrible en maravillosas
hazañas, hacedor de prodigios. Condujiste en tu misericordia a este pueblo que redimiste;
los pueblos oirán y temblarán; y tú los introducirás a la morada que tú has preparado. Y el
Señor reinará para siempre.
Y María la profetisa, hermana de Aarón, tomó un pandero y con las mujeres salieron
danzando. Y María decía: Cantad al Señor, porque se ha engrandecido; echó en el mar al
caballo y al jinete.
El agua amarga de Mara
Y partieron del Mar Rojo y anduvieron tres días. Y llegaron a Mara, y las aguas eran
amargas; y el pueblo murmuró contra Moisés. Entonces Moisés oró, y el Señor le mostró
un árbol para que echara en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y
ordenanzas; y dijo: Si hacen lo recto y guardas sus estatutos, ninguna enfermedad de las
que envié a los egipcios te enviaré; porque yo soy tu sanador.
Y llegaron a Elim, donde había doce fuentes de aguas, y setenta palmeras; y
acamparon allí.
Dios da el maná
16 El día quince del mes segundo, partieron de Elim a Sin. Y el pueblo murmuró contra
Moisés y decían: Ojalá hubiéramos muerto en Egipto, donde comíamos carne hasta

-1-
saciarnos; pues nos sacó a este desierto para matar de hambre. Y Dios le dijo a Moisés: yo
haré llover pan del cielo.
Moisés y Aarón dijeron: El Señor os dará carne en la tarde, y pan en la mañana; no
murmurasteis contra nosotros, sino contra el Señor. Y vieron la gloria de Dios que apareció
en la nube. Y Dios dijo a Moisés: Yo oí sus quejas diles: En la tarde comeréis carne, y por
la mañana pan. Y por la tarde cubrieron el campamento codornices y por la mañana
descendió como un rocío; eran redondas como semilla de culantro, blanco, y su sabor era
como hojuelas con miel. El pueblo decía: ¿Qué es esto? no sabían qué era. Moisés les
dijo: Es pan que Dios os da. Y ellos llamaron Maná.
Recojan solo para un día y no dejen nada para mañana. Pero algunos guardaron y crio
gusanos y hedió; y Moisés se enojó. Luego Moisés dijo: el sexto día recojan el doble y ese
día cocedlo y guardadlo para el día de reposo. Y ellos guardaron y no se agusanó. Y dijo
Moisés: Seis días lo recogeréis; el séptimo día es reposo; y algunos salieron a recoger y no
hallaron.
Y Dios dijo a Moisés: ¿Hasta cuándo no guardareis mis leyes? Cada uno quédese en
su casa y no salgan. Así el pueblo reposó el séptimo día. Y dijo Moisés: el Señor dijo:
guarden dos kilos de maná para que vean, que os di pan en el desierto. Y Moisés dijo a
Aarón: Toma dos kilos de maná y ponga en el arca; y Aarón lo puso allí. Así comieron los
hijos de Israel maná por cuarenta años, hasta que llegaron a los límites de la tierra de
Canaán.
Agua de la roca
17 Luego partieron de Sin a Refidim; y allí no había agua. Y el pueblo altercó con
Moisés, y dijeron: Danos agua. Y Moisés les dijo: ¿Por qué tentáis a Dios? Entonces
Moisés dijo a Dios: ¿Qué haré? ellos me apedrearán.
El Señor dijo: toma a los ancianos; y lleve tu mano tu vara y golpearás la peña en
Horeb, y saldrán aguas. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos y bebieron
agua. Y llamaron aquel lugar Masah y Meriba, diciendo: ¿Dios está entre nosotros, o no?
Guerra con Amalec
Y Amalec salió a pelear en Refidim. Y dijo Moisés a Josué: Escógenos varones, y sal a
pelear contra Amalec; mañana yo estaré sobre la cumbre. Y Josué peleo contra Amalec.
Y cuando Moisés alzaba su mano, Israel prevalecía; y cuando bajaba, Amalec
prevalecía. Y las manos de Moisés se cansaban; entonces sentaron sobre una piedra, y
Aarón y Hur sostenían sus manos. Y Josué deshizo a su pueblo de Amalec. Y dijo a
Moisés: Escribe esto en un libro, y di a Josué que raeré la memoria de Amalec, por cuanto
se levantó contra el trono de Dios. Y Moisés edificó un altar, y llamó su nombre “El Señor
es mi bandera”.
Jetro visita a Moisés
18 Jetro, suegro de Moisés, oyó que Dios sacó a Israel de Egipto. Y tomó a Séfora la
mujer de Moisés y a sus dos hijos; Gersón y Eliezer. Vino y dijo a Moisés: Vine con tu
mujer, y tus hijos, y Moisés se inclinó y lo besó. Y se preguntaron el uno al otro y vinieron a

-1-
la tienda; Moisés contó todas las cosas que Dios había hecho a Faraón y a los egipcios, y
lo que pasó en el camino.
Jetro, se alegró de todo el bien que había hecho a Israel. Y dijo: Bendito sea el Señor,
que os libró de los egipcios; ahora conozco que Jehová es más grande que todos los
dioses. Tomó holocaustos y sacrificios para Dios; y vino Aarón y los ancianos de Israel
para comer con el suegro de Moisés.
Nombramiento de jueces (Dt. 1.9-18)
Al día siguiente Moisés se sentó a juzgar al pueblo. Viendo el suegro dijo a Moisés:
¿Por qué te sientas tú solo desde la mañana hasta la tarde? Y Moisés dijo: el pueblo viene
a mí para consultar a Dios, cuando tienen asuntos, y yo declaro las leyes de Dios. El
suegro dijo: No está bien lo que haces, este pueblo se cansará; es demasiado pesado para
ti solo.
Yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Enseña tu a ellos las leyes de Dios, y escoge
hombres temerosos de Dios, y ponlos por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de
diez. Ellos juzgarán al pueblo en asunto pequeño y asunto grave lo traerán a ti, y tú podrás
sostenerte, y también este pueblo será atendido más rápido. Y Moisés hizo caso y escogió,
capacitó y autorizó para que juzguen. Después Moisés se despidió de su suegro, y él se
fue a su tierra.
Israel en Sinaí
19 En el mes tercero, llegaron al desierto de Sinaí. Y se acamparon delante del monte.
Moisés subió el monte y el Señor dijo: Diga al pueblo: Ustedes vieron lo que hice a los
egipcios. Ahora pues, si guardan mi pacto, seréis mi especial tesoro sobre todos los
pueblos; porque mía es toda la tierra. Me seréis un reino de sacerdotes y gente santa. Y
Moisés dijo a los ancianos; y el pueblo dijo: lo que ha dicho el Señor, haremos.
Y dijo a Moisés: Santifica al pueblo, hoy y mañana; y laven sus vestidos, al tercer día
descenderé sobre el monte en una nube espesa, para que el pueblo oiga. No subáis al
monte, cualquiera que tocare sus límites, morirá apedreado, sea hombre o animal, Y
Moisés así lo hizo. Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; y no tengáis
relaciones sexuales.
Al tercer día, por la mañana vinieron sobre el monte: truenos, relámpagos, nube espesa
y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo. Y Moisés llevó al pueblo
hasta el pie del monte. Todo el monte humeaba, fuego ardía y subía humo como del horno.
Todo el monte se temblaba, porque el Señor había descendido. El sonido de la bocina
aumentaba; Moisés hablaba y Dios respondía con voz tronante.
Moisés subió al monte y Dios dijo: Ordena al pueblo que no traspase los límites o caerá
multitud de ellos. Y que se santifiquen los sacerdotes, para que Dios no haga en ellos
estrago. Ve, y subirás tú y Aarón; que nadie cruce el límite, no sea que haga en ellos
estrago. y Moisés hizo así.
Los Diez Mandamientos (Dt. 5:1-21)
20 El Señor les dijo: Yo soy el que te sacó de Egipto.

-1-
1. No tengas otros dioses aparte de mí.
2. No te harás ninguna imagen, parecido a los están en el cielo, ni en la tierra. No te
inclinarás a ellas; yo castigo la maldad hasta la cuarta generación; y hago misericordia a
los que me obedecen.
3. No tomarás el nombre del Señor en vano; no quedará sin castigo el que lo hace
4. Acuérdate del día de reposo para consagrar al Señor. Seis días trabajarás; el
séptimo día no hagas nada, tú, ni y nadie en tu casa. En seis días hizo Dios los cielos y la
tierra y el séptimo día reposó, lo bendijo y declaró sagrado.
5. Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra.
6. No matarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No hurtarás.
9. No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
10. No codiciarás ninguna cosa de tu prójimo.
El terror del pueblo (Dt. 5.22-33)
El pueblo tenía miedo al ver el estruendo, relámpagos, el sonido de la bocina y el
monte que humeaba; y dijeron a Moisés: que Dios hable contigo y no con nosotros para
que no muramos y tu habla con nosotros. Él dijo: No temáis; Dios vino, para probaros y
para que no pequéis. Moisés se acercó y el Señor dijo: Han visto que he hablado. No
hagáis dioses de plata, ni de oro.
Cuando hagas altar, de piedras enteras lo harás, si usas herramientas lo profanarás.
Sobre ese altar sacrificarás tus holocaustos; en el lugar donde yo escogiere y vendré y te
bendeciré. No subirás por gradas a mi altar, para que no se vea tu desnudez.
Leyes sobre los esclavos
21 Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; y al séptimo saldrá libre. Si tenía
mujer, saldrá con su ella. Si su amo le dio mujer, y ella le dio hijos, la mujer y sus hijos se
quedarán. Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre;
entonces su amo ante los jueces, le horadará la oreja y será su siervo para siempre.
Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, y no agradare a su señor, se le permitirá
que se rescate, y no venderá a un extranjero. Si casa con su hijo, debe tratar como a una
hija. Si se casa con segunda esposa, no debe disminuir su alimento, ni vestido, ni el deber
conyugal. Y si no hace estas tres cosas, ella quedará libre, sin pagar su libertad.
Leyes sobre actos de violencia
El que hiere y mata a su prójimo, él morirá. Si él que pretendía herir y no matar, pero
murió; entonces huirá al refugio.
El que hiriere a su padre o a su madre, morirá. El que maldice a su padre o madre,
morirá.
-1-
El que roba una persona, morirá. Si alguno hiere y éste cae en cama y se levanta con
bastón, el que hirió; hará curar y pagará el tiempo que estuvo sin trabajar.
El que mata a su siervo, será castigado; si sobrevivió un día o dos, no será castigado,
es su propiedad.
Si alguien hiere a una embarazada y ésta abortare, pagará lo que imponga el marido y
juzgaren los jueces. Pero si ella muere; entonces pagará vida por vida, ojo por ojo, diente
por diente, mano por mano, pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida,
golpe por golpe.
Leyes sobre responsabilidades de amos y dueños
Si alguien hiere el ojo o diente de su siervo, por ello dejará ir libre. Si un buey
acorneare a alguien y por esa causa muriere, al buey se matará y no será comida su
carne; mas el dueño del buey será absuelto. si el buey fuere acorneador, y su dueño no
hizo nada, el buey morirá y también su dueño. Si quiere rescatar, le dará el precio por una
persona.
Si el buey acorneare a un siervo, pagará treinta siclos de plata, y el buey será
apedreado. Y si alguno abriere un pozo, y no la cubriere, y cayere algún animal, el dueño
de la cisterna pagará el daño, y el animal que murió será suyo. Y si el buey hiere al buey
de su prójimo, el buey vivo venderá y partirán el dinero, y también partirán el buey muerto.
Si el buey ya era acorneador, el dueño pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.
Leyes sobre la restitución
22 Cuando alguien hurta buey u oveja, por aquello pagará cinco veces más, Si el ladrón
fuere hallado robando de una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será
culpado. Pero si fuere de día, el autor de la muerte será culpado de homicidio. El ladrón
hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto.
Si alguien hiciere pastar su bestia en campo de otro, de lo mejor de su viña pagará. Si
alguien por quemar algo, quema mieses, el que prendió fuego pagará lo quemado. Cuando
diere a su prójimo joyas para guardar y fuere hurtado; si el ladrón fuere hallado, pagará el
doble. Si no fuere hallado, el dueño de la casa irá a los jueces, para que juzguen. En toda
clase de fraude que haya desacuerdo, ambos vendrán a los jueces; para que ellos
decidan.
Si alguno a dio a su prójimo animales para guardar, y éste muriere o fuere estropeado;
juramento del Señor habrá entre ambos. Y si fuere hurtado, resarcirá a su dueño. Y si le
hubiere sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo arrebatado.
Pero si las cosas pasaron estando su dueño presente, no la pagará. Si era alquilada,
reciba el dueño el alquiler.
Leyes humanitarias
Si alguien seduzca a una doncella sin compromiso, y duerme con ella, debe pagar la
dote y tomarla por mujer. Si su padre no quisiere dársela, debe pagar la dote de las
vírgenes.

-1-
A la hechicera no dejarás que viva. El que tenga relaciones sexuales con bestias,
morirá. El que ofrece sacrificio a otros dioses, será muerto.
Y al extranjero no engañarás, ni a la viuda ni huérfano. Ellos clamaren a mí, y yo oiré
porque soy misericordioso; y os mataré a espada, sus mujeres serán viudas, y sus hijos
huérfanos.
Si prestas dinero al pobre no cobre interés, si te prendó su vestido, devuélvaselo a la
puesta del sol. Porque no tiene otro para cubrirse en la noche.
No maldecirás al juez ni al príncipe de tu pueblo. No demorarás la primicia de tus
cosechas. Las crías de tus animales al octavo día me lo darás. Me darás el primogénito de
tus hijos. No comeréis carne destrozada por las fieras; a los perros la echaréis.
23 Nunca seas falso testigo. No sigas a los muchos en su maldad; ni favorezca al pobre
en su error. Si encuentras el buey extraviado de tu enemigo, llevárselo. Si vieres el asno
caído del que te aborrece, ayude a levantarse. No recibas soborno; porque el soborno
pervierte a los justos.
Seis años sembrarás y cosecharas; el séptimo año la dejarás, para los pobres de tu
pueblo; y para las bestias del campo. El séptimo día reposarás, para que descanse tus
animales, y descanse el hijo de tu sierva. El nombre de otros dioses no mentará vuestra
boca.
Las tres fiestas anuales. (Ex. 34.18-26; Dt. 16.1-17) Ver Dt. 16.1-17
El Ángel de Jehová enviado para guiar a Israel
Mi Ángel te llevará a la tierra del amorreo, heteo, ferezeo, cananeo, heveo y jebuseo.
No seas rebelde; porque él no perdonará tu rebelión. Si me obedeces, seré enemigo de tus
enemigos. No te inclines a sus dioses, destruya sus estatuas.
Si me sirves te bendeciré y quitaré toda enfermedad. No habrá mujer que aborte, ni
estéril. Yo enviaré mi terror a los pueblos y enviaré a la avispa, que eche fuera al heveo, al
cananeo y al heteo.
De poco a poco los echaré, hasta que te multipliques. Y fijaré tus límites desde el Mar
Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Éufrates. No harás alianza
con ellos, ni habiten en tu tierra, para que no sean de tropiezo.
Moisés y los ancianos en el Monte Sinaí
24 Dijo el Señor a Moisés: Suban tú, Aarón, Nadab, y Abiú, y setenta ancianos; cerca al
monte y quédense de rodillas. Y Moisés escribió estas palabras y por la mañana edificó un
altar y doce columnas. Los jóvenes ofrecieron sacrificios de paz; la mitad de la sangre puso
en tazones y con la otra mitad roció el altar. Y leyó el libro del pacto al pueblo, y con la
sangre de los tazones roció sobre el pueblo.
Y subieron Moisés y los ancianos al pie del monte y vieron debajo de los pies de Dios,
piso como de zafiro, y claro como el cielo. Y Dios no dañó a los príncipes, ellos comieron y
bebieron.

-1-
Luego dijo a Moisés: Sube al monte y espera allá, y te daré tablas de piedra y la ley. Y
fue con Josué y dijo a los ancianos: Esperadnos aquí hasta que volvamos. Moisés subió al
monte, y una nube cubrió. La gloria de Dios y la nube cubrió el monte por seis días; y al
séptimo día llamó a Moisés. Y la apariencia de la gloria del Señor era como un fuego
abrasador a los ojos del pueblo. Y Moisés estuvo allí cuarenta días y cuarenta noches.
La ofrenda para el tabernáculo
25 Dios dijo a Moisés: Di que traigan estas ofrendas: Oro, plata, cobre, azul, púrpura,
carmesí, lino fino, pelo de cabras, pieles de carneros, pieles de tejones, madera de acacia,
aceite, especias para el aceite de la unción y para el incienso aromático, piedras de ónice,
y piedras de engaste para el efod y para el pectoral.
Un santuario y sus utensilios harán conforme el diseño que te voy a mostrar.
El arca del testimonio 10-22. (Ex. 37.1-9)
Haz un arca de madera de acacia, de un metro y diez centímetros de largo, sesenta y
cinco centímetros de ancho y sesenta y cinco centímetros de alto; cubrirás de oro por
dentro y por fuera. Pondrás cuatro anillos de oro en las esquinas y con varas de madera de
acacia cubierta de oro, para llevar el arca.
Y harás un propiciatorio de oro fino y en los extremos pondrás dos querubines de oro,
cubriendo con sus alas por encima el propiciatorio. Desde allí hablaré contigo, para Israel.
La mesa para el pan de la proposición 23-30 (Ex. 37.10-16)
Harás una mesa de madera de acacia; de noventa centímetros de largo, y cuarenta y
cinco centímetros de ancho, y sesenta cinco centímetros de alto y cubrirás de oro; y harás
una moldura alrededor de siete centímetros de anchura. Y pondrás cuatro anillos de oro en
las esquinas con varas de madera cubiertas de oro, para llevar la mesa. Y harás platos,
cucharas, cubiertas y tazones, de oro. Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición
delante de mí continuamente.
El candelero de oro 31-40 (Ex. 37.17-24)
Harás un candelero de oro, labrado a martillo; su pie, caña, copas, manzanas y flores,
de una sola pieza. Y saldrán seis brazos, tres a cada lado, en forma de flor de almendro en
un brazo, una manzana y una flor; en cada brazo. Y harás siete lamparillas, para que
alumbren hacia adelante. También sus tenazas y sus platillos, de oro puro. Usa treinta y
tres kilos de oro, con todos estos utensilios. Hazlos como te mostré en el monte.
El tabernáculo
26 Haz el tabernáculo con diez cortinas de lino fino, de color azul, morada y roja; y lo
bordarás dos querubines. Cada cortina será de doce metros y medio de largo, y dos
metros de ancho. Cinco cortinas unirás y ponga frente a las otras cinco cortinas. En las
orillas hazlo cincuenta ojales de oro.
Y harás once cortinas de pelo de cabra, para cubierta el tabernáculo. Cada cortina de
trece metros y medio por dos metros. Cinco cortinas unirás y seis cortinas unidas doblará.

-1-
Y haz cincuenta ojales en las orillas. Haz cincuenta corchetes de bronce, para uniones. Al
toldo de pieles de tejones, cubrirás con pieles de carneros teñidas de rojo.
Haz cincuenta cuatro tablas de madera de acacia, de cuatro metros y medio por medio
metro de ancho; y cubrirás con oro. Con veinte tablas cubrirás el lado norte y con veinte el
lado sur; y con el resto cubrirás el posterior y adelante y las esquinas.
Y harás el santuario según el modelo que te fue mostrado en el monte. Y harás un velo
de azul, guindo, rojo y de lino fino, y bordaran querubines. El velo separará el lugar
santísimo, del lugar santo. En el lugar santísimo pondrás el arca del testimonio; y en el
lugar santo la mesa para el pan y el candelero. Y para la puerta haz una cortina de azul,
guindo, y rojo de lino fino; Y cinco columnas de madera, cubiertas de oro, con ganchos de
oro; y sus bases de bronce.
El altar de bronce
27 Y harás un altar cuadrado de madera, de dos metros y veinticinco centímetros y un
metro y veinticinco centímetros de alto. Harás cuernos para sus cuatro esquinas, calderos,
paletas, tazones, garfios y braseros todo de bronce. Y le harás rejilla y sobre la rejilla harás
cuatro anillos. Y harás dos varas de madera y cubrirás de bronce para llevar el altar
El atrio del tabernáculo. (Ex. 38.9-20)
Harás patio alrededor, de cuarenta y cinco metros de largo y veintidós metros y medio de
ancho. Y tendrá veinte columnas en cada lado y diez en los anchos. y veinte basas harás
de bronce; los ganchos de las columnas y sus ojales, de plata.
Las cortinas serán de siete metros de ancho; para la puerta la cortina será de nueve
metros, de azul, guindo y rojo, de lino. La altura de las cortinas será de dos metros y veinte
cinco centímetros; y sus estacas serán de bronce.
Aceite para las lámparas. Lv. 24.1-4)
Y manda a los hijos de Israel que traigan aceite de olivas, para que alumbren las
lámparas. Aarón y sus hijos se harán cargo de encender cada día para que ardan toda la
noche.
Las vestiduras de los sacerdotes. Ex. 39.1-31
28 Aarón y a sus hijos, serán mis sacerdotes. Harás vestiduras sagradas, pectoral,
efod, manto, túnica bordada, mitra y cinturón. En dos piedras de ónice, en ellas grabaras
los nombres de las tribus. Y pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod. Y harás
chaleco del juicio, de oro, y tela azul, púrpura, carmesí y lino fino; será cuadrado de
veintidós centímetros;
En ella lo llenarás de piedras en cuatro hileras; Sárdica, topacio y carbunclo; esmeralda,
zafiro y diamante; Jacinto, ágata y amatista; berilo, ónice y jaspe. Todas estarán montadas
en engastes de oro. En cada piedra pondrás un nombre de la tribu. Harás en el pectoral
cordones de oro fino; dos anillos de oro, para fijar en las hombreras del efod, y pondrás en
el pectoral Urim y Tumim, cuando entre en el santuario.

-1-
Harás el manto del efod todo de azul; en medio habrá una abertura, y en sus orlas
harás granadas de azul, guindo y rojo, y entre ellas campanillas de oro. Harás lámina de
oro y grabarás en ella Santidad a Jehová. Y la pondrás sobre la mitra; por la parte
delantera. Y bordarás una túnica de lino, y harás una mitra de lino; un cinto bordado.
Para los hijos de Aarón harás túnicas; cintos, gorros hermosos y calzoncillos de lino.
Con ellos vestirás a Aarón y a sus hijos y ungirás para que sean mis sacerdotes. Se
pondrán cuando entren al santuario y cuando se acerquen al altar. Es estatuto perpetuo.
Consagración de Aarón y de sus hijos. Lv. 8.7-36
29 El Señor dio a Moisés todas las instrucciones consagrar para sacerdotes. Entonces
Moisés lavó con agua a Aarón y a sus hijos; y puso la túnica, el cinto; el manto, el efod, el
pectoral con Urim y Tumim y la mitra. Y con aceite ungió el altar siete veces, y ungió sus
utensilios, la fuente y su base; y con el aceite de la unción roció sobre Aarón, sobre sus
vestiduras; y sobre sus hijos y sus vestiduras;
Luego, Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del becerro y Moisés lo
degolló; tomó la sangre en su dedo y ungió los cuernos del altar y echó la sobra al pie del
altar. Tomó la grasa y los dos riñones y lo hizo arder sobre el altar. Y el resto quemó fuera
del campamento. Luego pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero y lo degolló; y
roció con la sangre alrededor del altar, y el carnero quemó; es ofrenda de aroma agradable
al Señor
Y al otro carnero, pusieron sus manos y lo degolló; y tomó de su sangre y untó el lóbulo
de la oreja derecha de Aarón, sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo
pulgar de su pie derecho; y luego hizo igual a sus hijos. Lo demás, la torta, la torta,
hojaldre; Aarón, y de sus hijos mecieron. Y tomó Moisés de las manos de ellos y las hizo
arder en el altar en olor grato para el Señor.
Luego tomó el aceite y la sangre, y roció sobre ellos y de sus vestiduras; así santificó. Y
dijo a Aarón y a sus hijos: Hervid la carne y comedla allí con el pan. Y lo que sobre lo
quemaréis. Del tabernáculo no saldréis siete días y seréis consagrados, cualquiera cosa
que tocare el altar, será santificada. Cumplen o morirán, y ellos hicieron como Dios mandó.
Las ofrendas diarias (Nm. 28.1-8)
Cada día, ofrecerás un cordero por la mañana, y otro en la tarde, cada cordero con dos
kilos de harina y un litro de aceite. Esto será el holocausto continuo por vuestras
generaciones, Y habitaré entre los hijos de Israel; y seré su Dios; y allí me encontraré
contigo para hablarte. Y sabrán que yo soy el Señor su Dios, que los saqué de la tierra de
Egipto.
,El altar del incienso Ex. 37.25-28
30 Harás un altar para quemar el incienso. De cuarenta y cinco centímetros de largo e
igual el ancho y noventa centímetros de alto, y lo cubrirás de oro. Le harás dos anillos de
oro y varas de madera cubierta de oro para llevar. Aarón quemará incienso aromático
sobre él. Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del
sacrificio por el pecado para expiación.
El dinero del rescate
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Cuando hagas censo, cada uno ofrendará, cinco gramos de plata. Serán censados de
veinte años arriba. El rico no aumentará, ni el pobre disminuirá; la ofrenda a por vuestras
personas. Y esta ofrenda será para el santuario.
La fuente de bronce Exo 30:17
Harás una fuente de bronce y la colocarás entre el tabernáculo y el altar, y pondrás en
ella agua. Y de ella se lavarán Aarón y sus hijos las manos y los pies, cuando entren en el
santuario, para que no mueran,
El aceite de la unción, y el incienso Exo 30:22
Tomarás especias finas: seis kilos de mirra, tres kilos de canela y tres kilos de caña
aromática; seis kilos de casia y tres litros y medio de aceite de oliva. Y harás de ello el
aceite de la santa unción. Con él ungirás el tabernáculo y el arca, la mesa y los utensilios
del altar, y la fuente.
Y toma especias aromáticos: estacte, uña aromática, gálbano aromático e incienso
puro; cada uno pesen iguales y harás de ello el incienso. Y molerás parte de él en polvo
fino, y lo pondrás delante del testimonio en el tabernáculo de reunión, donde yo me
mostraré a ti. Y dirás al pueblo: Este mi aceite y perfume son de santa unción. No se usará
en otra cosa ni haréis otro semejante o será cortado.
Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab Ex. 35.30-36.1
31 El Señor dijo a Moisés: He llamado a Bezaleel y he llenado del Espíritu de Dios, en
sabiduría en todo arte, en oro, en plata y en bronce. Y a Aholiab, he puesto sabiduría, para
que haga sus utensilios y las vestiduras santas para los sacerdotes
. El día de reposo como señal
Habla al pueblo Israel: Guarden mis días de reposo; porque es señal entre mí y
vosotros, el que lo profanare de cierto morirá; Seis días se trabajará, más el día séptimo es
día de reposo consagrado para el Señor. Porque el Señor en seis días hizo los cielos y la
tierra, y en el séptimo día reposó.
El becerro de oro (Dt. 9.6-29)
Cuando acabó de hablar con Moisés en el monte de Sinaí; dio, dos tablas del
testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios.
32 Viendo que Moisés tardaba, dijeron a Aarón: haznos dioses que vayan delante de
nosotros; porque no sabemos qué le pasó a Moisés. Y Aarón hizo de los zarcillos un
becerro de oro, y edificó un altar. Al día siguiente ofrecieron holocaustos; comieron y
bebieron y se levantaron a regocijarse.
El Señor dijo a Moisés: Anda, porque tu pueblo se han hecho un becerro y lo han
adorado, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacó de Egipto. Este pueblo es
rebelde, voy a destruir y haré de ti una nación grande. Moisés oró y dijo: Oh Señor, no se
enoje. Tu sacaste a este pueblo y los egipcios, dirán: Para matar los sacó. Acuérdate de
Abraham, que has jurado, dar tierra a sus descendientes.

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Y Moisés descendió del monte, trayendo las dos tablas del testimonio, escritas por
ambos lados. Y las tablas eran obra de Dios, y la escritura era escritura de Dios grabada
sobre las tablas.
Josué dijo a Moisés: Alarido de pelea hay en el campamento. Y él dijo: No es voz de
pelea, yo oigo voz de cantar. Cuando vio el becerro y las danzas, se enojó Moisés, y
quebró las tablas. Y quemó el becerro y molió y esparció sobre las aguas, y lo dio a beber.
Y dijo a Aarón: ¿por qué has hecho el pecado tan grande? Él dijo: No se enoje mi señor; tú
conoces al pueblo, que es inclinado a mal. Ellos me lo dieron el oro de sus mujeres y yo lo
fundí y salió este becerro.
Moisés se puso a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por el Señor? Júntese
conmigo. Y se juntaron los hijos de Leví. Y dijo: Así ha dicho el Señor, cada uno matad a
su amigo, y a su pariente. En aquel día murieron como tres mil hombres. Moisés dijo a los
hijos de Leví: que Dios os dé su bendición.
Moisés dijo al pueblo: Han cometido un gran pecado, subiré al Señor; quizá os perdone.
Y Moisés dijo al Señor: este pueblo ha cometido un gran pecado, perdona su pecado, y si
no, bórrame de tu libro. Lleva a este pueblo, mi ángel irá delante de ti; pero yo castigaré a
los que han pecado. y mandó enfermedad al pueblo, porque habían hecho el becerro.
La presencia de Dios prometida
33 El Señor dijo a Moisés: Anda, con el pueblo a la tierra que juré a Abraham. A la tierra
que fluye leche y miel. Yo enviaré el ángel y echaré fuera al cananeo, amorreo, heteo,
ferezeo, heveo y jebuseo; pero yo no subiré, porque el pueblo es terco, no sea que
destruya en el camino. Entonces se vistieron de luto, se quitaron sus joyas.
Y Moisés llevó la tienda, fuera del campamento; el que buscaba al Señor salía allí.
Cuando Moisés iba a la tienda, el pueblo se ponía en pie. Y cuando la nube descendía, el
Señor hablaba con Moisés. Y el pueblo, adoraba en sus tiendas. Y hablaba el Señor a
Moisés cara a cara. Y Josué, nunca se apartaba del interior de la tienda.
Y dijo Moisés: Señor aun no me has dicho a quién enviarás conmigo; porque si tu
presencia no va conmigo, no nos saques de aquí. ¿En qué se conocerá tu gracia, si tú no
andes con nosotros? Y Dios dijo: Mi presencia irá contigo, por cuanto has hallado gracia en
mis ojos.
Luego dijo: Señor déjame ver tu gloria. Y él le dijo: Haré pasar mi gloria y proclamaré mi
nombre delante de ti. Pero no podrás ver mi rostro; porque el que me ve, no vivirá. Tú
estate en la cueva, te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi
mano, y verás mis espaldas; pero no se verá mi rostro.
El pacto renovado Dt. 10.1-5
34 El Señor dijo a Moisés: Corte dos tablas de piedra como las primeras, y escribiré
sobre esas las palabras que estaban en las primeras tablas que quebraste. y sube al
monte y nadie suba contigo. Y Moisés así lo hizo. El Señor descendió en la nube, dijo: ¡El
Señor! ¡El Señor! fuerte y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia.
que perdona el pecado, pero no tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad
de los padres sobre los hijos hasta la cuarta generación. Y Moisés bajó la cabeza y adoró;
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y dijo: Señor, si he hallado gracia en tus ojos, vaya en medio de nosotros; perdona nuestra
iniquidad, porque es un pueblo terco. Y él dijo: yo haré pacto con tu pueblo; y haré grandes
maravillas; y cosa tremenda haré contigo.
Advertencia contra la idolatría de Canaán. (Dt. 7.1-5)
Cumpla lo que te mando; eche a los cananeos. No haga alianza con ellos, os invitarán
a sus fiestas y os harán tropezar. Derribarás sus altares, sus estatuas. No te inclinarás a
ningún otro dios ni harás imágenes. No harás casar con sus hijas ni con sus hijos.
Fiestas anuales. (Ex. 23.14-19; Dt. 16.1-17)
En la fiesta de los panes, siete días comerás pan sin levadura, en el mes de Abib. El
primer nacido, mío es; y de todos los animales. A los animales inmundos redimirás con
cordero o lo mataras y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. Seis
días trabajarás, el séptimo día descansarás;
También celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y
la fiesta de la cosecha a la salida del año. Tres veces en el año se presentarán delante del
Señor. No ofrecerás cosa leudada junto con la sangre de mi sacrificio, ni se dejará hasta la
mañana nada del sacrificio de la fiesta de la pascua. Las primicias llevarás a la casa de tu
Dios. No cocerás el cabrito en la leche de su madre.
Moisés y las tablas de la ley
El Señor dijo: Escribe estas palabras; porque es parte del pacto. Y Moisés estuvo allí
cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua. Cuando descendió, no
sabía que su rostro brillaba. El pueblo tuvo miedo. Moisés se puso velo para hablar con
ellos; y para hablar con Dios, se quitaba el velo.
Reglamento del día de reposo
35 Moisés dijo al pueblo: Dios dice así: Seis días se trabajará, el día séptimo os será
santo, día de reposo para el Señor; cualquiera que haga trabajo o encienda fuego, morirá.
La ofrenda para el tabernáculo. (Ex. 25.1-9)
Estas ofrendas traeréis para Dios; oro, plata, bronce; tela azul, guindo, rojo, lino, pelo
de cabras, pieles de carneros teñidas de rojo, pieles de tejones, madera de acacia, aceite
para el alumbrado, aceite para la unción y incienso aromático y piedras preciosas.
La obra del tabernáculo. (Ex. 39.32-43)
Todos los que conocen arte, venga a trabajar en la construcción del tabernáculo, en
sus componentes, en los utensilios, en las cortinas y en vestiduras sagradas para el
sacerdocio.
El pueblo trae la ofrenda
Y salieron de la congregación hombres y mujeres, trayendo todo tipo de ofrendas. Y las
mujeres que sabían, hilaban con sus manos pelo de cabra.
Llamamiento de Bezaleel y de Aholiab (Ex. 31.1-11)

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Y Moisés dijo a Israel: El Señor ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri; para todo trabajo
en oro, en plata y en bronce. Y a Aholiab hijo de Ahisamac; para el trabajo en tela y
bordado según el diseño.
36 Y todo hombre sabio, harán las cosas que ha mandado el Señor.
Moisés suspende la ofrenda del pueblo
Y el pueblo trajo todas las ofrendas voluntariamente. Los maestros dijeron a Moisés, el
pueblo ha traído mucho más de lo que se necesita. Entonces Moisés mandó que ya no
traigan ofrendas para el santuario.
Construcción del tabernáculo. (Ex. 26.1-37)
Todos los sabios de corazón hicieron el tabernáculo y toda obra primorosa. Según las
instrucciones que el Señor ha mostrado a Moisés. (Ver Ex. 26.1-37)
.Mobiliario del tabernáculo
37 Hizo también Bezaleel el arca de madera de acacia; Y la cubrió de oro puro por
dentro y por fuera, según las instrucciones dados por el Señor. (Ver Ex. 25.10-40; 27.1-8;
30.1-10)
. 38 Igualmente hizo de madera de acacia el altar del holocausto; y lo cubrió de bronce.
También hizo la fuente de bronce y su base de bronce,(A) de los espejos de las
mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.
Igualmente hizo de madera de acacia el altar del holocausto y lo cubrió de bronce. Hizo
la fuente y su base de bronce. Y los espejos de las mujeres que servía a la puerta del
tabernáculo.
El atrio del tabernáculo. (Ex. 27.9-19)
Asimismo, hizo el atrio; sus cortinas, sus columnas según modelo mostrado.
Dirección de la obra
Todo se hizo por orden de Moisés, dirigido por Itamar hijo del sacerdote Aarón,
Bezaleel, y Aholiab artífice, diseñador.
Metales usados en el santuario
Todo el oro empleado en la obra, fue novecientos sesenta y cinco kilos con treinta
gramos. Y la plata fue tres mil trescientos diecinueve kilos con quinientos veinticinco
gramos. Y además se recogió ofrenda por el censo, cinco gramos de oro por cabeza y total
censados fueron seiscientos tres mil quinientos cincuenta. El bronce total fue dos mil
trescientos treinta y seis kilos con cuatrocientos gramos.
Hechura de las vestiduras de los sacerdotes
39 Hicieron las vestiduras sagradas para Aarón, como el Señor había mandado a
Moisés.
La obra del tabernáculo terminada (Ex. 35.10-19)

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Así fue acabada toda la obra del tabernáculo. Y vio Moisés toda la obra y he aquí que la
habían hecho como el Señor había mandado; y los bendijo.
Moisés erige el tabernáculo
40 Luego el Señor habló a Moisés, diciendo: En el primer día del mes primero harás
levantar el tabernáculo; y pondrás en él el arca del testimonio, y la cubrirás con el velo. Haz
todo conforme a todo lo que te mandó. El día primero del primer mes, en el segundo año,
el tabernáculo fue erigido. Y Moisés y Aarón y sus hijos lavaban en ella sus manos y sus
pies. Cuando entraban en el tabernáculo, y cuando se acercaban al altar, se lavaban,
como Dios había mandado. Finalmente erigió el atrio alrededor del tabernáculo y del altar,
y puso la cortina a la entrada del atrio. Así acabó Moisés la obra.
La nube sobre el tabernáculo. (Nm. 9.15-23)
Entonces una nube cubrió el tabernáculo, y la gloria del Señor llenó. Y no podía Moisés
entrar en el tabernáculo. Y cuando la nube se alzaba del tabernáculo, el pueblo se movía
en sus jornadas. Porque la nube estaba de día sobre el tabernáculo, y el fuego estaba de
noche sobre él, a vista de todo el pueblo.
135.050 = 44.152

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