La Teoria Organicista Del Estado Como Germen de La
La Teoria Organicista Del Estado Como Germen de La
La Teoria Organicista Del Estado Como Germen de La
COMO GERMEN DE LA
GEOPOLÍTICA
Coronel
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historia más remota del Estado nos puede remontar a los pro-
pios orígenes de la sociedad, las diferentes doctrinas políticas
se sistematizan y estructuran hasta la edad moderna. Podemos
comparar la antigiiedad de la organización política y la apa-
rición reciente de las teorías políticas; porque el cuestiona-
miento metódico con relación a la racionalidad, finalidad y
aplicabilidad de las formas de organización política es necesa-
riamente posterior a la aparición y desarrollo de tales formas.
Por ello un estudio del Estado debe planearse en función de la
diferencia cronológica entre su realidad y su teoría, aun cuando
antes de la aparición de la ciencia política, hubieran aflorado
ideas o puntos de vista sobre la sociedad políticamente orga-
nizada, las cuales por carecer de visión de conjunto de siste-
matización, de vocación y explicación científica no podemos
considerarlas como doctrina o escuela política. La humanidad
ha realizado su historia condicionada por toda una serie de
limitaciones que le han obstaculizado la plena posibilidad de
hacerla tal como lo hubiera querido.
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de su libertad y poder al Estado para poder convivir. La
tercera teoría es la formalista, trata de conciliar las dos ante-
riores afirmando que el Estado es una formación jurídica.
Las dos primeras concepciones son antagónicas, pues mien-
tras la teoría organicista coloca al Estado por encima del indi-
viduo, la segunda subordina su existencia y poder al que los
individuos quieran darle. Veamos cada una de ellas separa-
damente.
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que se llame organismos a las plantas o a los animales ¿habrá
de impedirnos afirmar que el Estado es, o mejor dicho, tiene
un organismo?”. De esta forma, el Estado es similar a un orga-
nismo, porque tiene multiplicidad de órganos que jerarquiza-
dos e interrelacionados cumplen una variedad de funciones
y con su acción concurren a mantener la vida del todo. Por
tanto, la sociedad es una unidad orgánica en la cual los indi-
viduos mantienen relaciones de miembros y sólo pueden ser
comprendidos partiendo de la naturaleza del todo.
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la comunidad política tendría un alma independiente de los
individuos, una conciencia colectiva y una voluntad también
independiente.
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ol
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bricas, etc., aun cuando no gobiernan directamente sino a
través de una institución social, el Estado, conservan siempre
una ventaja y de manera indirecta unifican las diferentes
formas de poder bajo su mando. Por eso, para el marxismo el
Estado es un instrumento de dominación de una clase a otra
bajo el régimen burgués o capitalista, pero en cambio en el
modelo socialista, el Estado sirve al proletariado que es la
inmensa mayoría, con miras a llegar, al comunismo o sociedad
sin clases donde necesariamente desaparecerá el Estado.
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mente den nacimiento al Estado; es que del hecho de vivir en
sociedad surge la necesidad de establecer un sistema normati-
vo en aras de la convivencia. El Estado y consecuentemente el
Derecho, emanan de la sociedad y por tanto resulta inocuo
preguntar cuál existió primero, sólo se puede comprender la
naturaleza de una Institución social si se considera como un
orden que regula la conducta humana.
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Segunda Guerra Mundial, los frutos que no alcanzó la Alema-
nia de Hitler. “Las fronteras del comunismo se corrieron mil
kilómetros al Oeste” afirmaba Arnold Toynbee.
Sólo hasta cuando Occidente despertó de su letargo, la
Geopolítica cobró su debida importancia y actualmente se es-
tudia e investiga en profundidad y se procura su utilidad prác-
tica en todos los países desarrollados y en otros que luchan
por salir del subdesarrollo. Desafortunadamente en Colombia
el conocimiento de esta ciencia prosigue limitado a reducidos
círculos políticos e intelectuales, incomprendido o equivocada-
mente interpretado. Con toda razón un notable expresidente
colombiano sostenía recientemente, cómo uno de los mayores
problemas en la proyección de Colombia, radicaba en la falta
de conciencia geopolítica de sus dirigentes, en la ignorancia del
pueblo y desinterés de sus líderes por comprender la impor-
tancia de nuestra posición continental y mundial.
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