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18389-Texto Del Artículo-19305-1-10-20141106

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Revista de Literatura Hispanoamericana

No. 34 (1997): 129-139

Las hojas muertas:


escrito en/con/el nombre del padre

Concepción Bados Ciria


Universidad de Washington Seatlle. W.A. U.S.A.

Resumen
El relato autobiográfico conforma y unifica la estructura de la obra "Las hojas
muertas" de la novelista mexicana Bárbara Jacobs (1987), aunque es presentada por
su autora como novela. Nos proponemos estudiar en ella la figura del narrador múl-
tiple que relata la vida de su progenitor que es el protagonista principal de la novela
y su estrategia textual que le permite mantener un parcial anonimato tras el cual pre-
sentar su narración y mantenerse en los márgenes del texto. Los signos "historia",
"papá" y "nosotros" son las claves de nuestro estudio. Al analizarlos encontramos
motivos comunes que impulsan y mueven el contar de todo narrador autobiográfico.
Palabras claves : padre, signo, contexto, autobiografía, narrador.

"Las hoj as muertas":


written in/with the narre of the father

Abstract
Autobiographical writings conform and unite the structure of the work "Las
Hojas Muertas" by the mexican novelist Barbara Jacobs (1987), even when it is pre-
sented by the author as a novel. We propose to study in it the figure of the multiple
narrator which tells the story of its progenitor who is the principle protagonist of the
novel, and the textual strategy which permits it to remain in partial anonimity be-
hind which it presents its narration and maintains itself in the margins of the text.
The signs "history", "papa", and "us" are the keys of our study. By analyzing them
we find common motives that stimulate and move the relating of all autobiographi-
cal narrators.
Key Words: father, sign, context, autobiography, narrator.
Recibido: Noviembre de 1996 • Aceptado: Febrero de 1997

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Bárbara Jacobs pertenece a la más Rusia y movido por ideales altruistas


reciente generación de escritoras me- se afilia al partido comunista y com-
xicanas. Ha publicado Doce cuentos bate en la Guerra Civil española al
en contra (1977, Escrito en el tiem- lado de la República. Una vez de
po (1985), Las hojas muertas vuelta en Estados Unidos y mientras
(1987), Las siete fugas de Saab realiza distintos quehaceres encuen-
(1992) y Vida con mi amigo (1994). tra a la que se convierte en su espo-
Nacida en 1947 en el Distrito Fede- sa: una pariente lejana que ha venido
ral en el seno de una familia de emi- a casarse con él, de acuerdo con las
grantes libaneses, mostró desde muy costumbres de sus antepasados. Des-
pequeña un profundo interés por la pués de su boda, el protagonista se
lectura. Este hecho la acercó a la es- instala definitivamente en la ciudad
critura, pues ya a los doce años co- de México, donde dirige y establece
menzó a anotar experiencias e ideas un hotel y forma su propia familia
en un cuaderno que constituiría el viviendo siempre cerca de la de su
primer paso en su carrera de ensayis- mujer. Desde el hogar de Chimalis-
ta, cuentista y novelista. tac, el narrador múltiple nos revela
La obra que nos proponemos es- simultáneamente su propia vida y la
tudiar, Las hojas muertas sorprende del protagonista principal: su padre.
por un hecho: si bien es presentada Por esta razón, la interpretamos
por su autora como novela, el relato como novela auto/biográfica. En Le
autobiográfico conforma y unifica pacte autobiographique Philippe Le-
la estructura de la misma. Un narra- jeune afirma que, desde el momento
dor múltiple relata la vida de su pro- en que un autor inscribe su firma en
genitor. Nacido éste en Nueva York, la portada de la obra y se identifica
en el seno de una familia de emi- en la misma como protagonista y na-
grantes, se nos revela marcado desde rrador se hace posible la narración
su infancia por una pasión desmesu- autobiográfica.1 Reconocemos a bár-
rada a la lectura y a la escritura; de bara Jacobs como autora/narrado-
vendedor de periódicos en una pe- ra/protagonista de Las hojas muertas
queña localidad en el este de Los Es- a pesar de ese escudarse tras la pri-
tados Unidos, pasa a corresponsal de mera persona de plural enunciadora.
una revista neoyorquina en el Moscú Pensamos que es una estrategia tex-
de los años treinta; a su regreso de tual que le permite compartir, prote-

1 Philippe Lejeune . Le pacte autobiographique. Paris: Editions du Seuil, 1975, p. 26.

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escrito en/con/el nombre del padre

gerse, en suma, mantener un parcial "nosotros" textualizado que le per-


anonimato tras el cual presentar su mite compartir no sólo la evocación
narración de forma aparentemente de una infancia nostálgica, sino tam-
más objetiva. Por otro lado sugeri- bién el testimonio de una vida que
mos que la complicidad que supone ella considera ejemplar. Desde el
un sujeto emisor plural, denota pu- anonimato del sujeto múltiple emi-
dor, modestia, quizás temor de apa- sor, la autora nos relata la trayectoria
recer como la única responsable del del padre, que queda inscrita como
relato de una vida y de unos aconte- historia en el texto: "Esta es la histo-
cimientos que devienen materia no- ria de papá, papá de todos nosotros"
velable por el hecho de ser comparti- (9). Estos tres signos: "historia",
dos. "papá", "nosotros" son las claves de
La familia es el núcleo primordial nuestro estudio. Al analizarlos va-
determinante de toda la narración; la mos a desentrañar motivos y propó-
del padre, primero, y la del narrador sitos comunes que impulsan y mue-
múltiple después. Ambas se entre- ven el contar de todo narrador auto-
cruzan y convergen en la figura pa- biográfico.
terna. Sin embargo, al margen de re- El signo "historia" remite, en una
cuperar unos orígenes, notamos que de sus acepciones, al campo semán-
la implícita intención que mueve a tico de lo comprobable por medio de
Bárbara Jacobs a escribir y publicar datos o documentos. El nombre del
es recuperar literariamente un nom- padre, Emile Jacobs, aparece dos ve-
bre, que queda inscrito en las pági- ces textualizado (páginas 39 y 77) al
nas de la novela y en la portada de la pie de dos párrafos a él atribuidos. El
misma. La autora se revela heredera apellido paterno de la autora es una
orgullosa de un apellido que parece de las claves en la que nos apoyamos
transmitirle el gusto y el afán de la para creer que la obra se trata de una
escritura. Asimismo, se identifica historia "real", y no sólo una "histo-
como parte indisoluble de una iden- ria" en el sentido de ficción. Esta
tidad adquirida "a través de" y "con" vendría mediatizada por la evoca-
la persona del padre. ción del a todas luces infantil sujeto
El hecho de que la obra se presen- emisor que nos traslada a un pasado
te como novela es un recurso litera- homónimo: "Cuando nosotros éra-
rio que le permite a la autora perma- mos niños..." (9) y desde el cual se
necer en los márgenes del texto. traza y recupera la identidad paterna,
Constatamos la inscripción de su fir- así como la del sujeto-emisor. Da-
ma en la portada, para desde allí diri- mos por seguro un afán de sinceri-
girse a los lectores por medio de un dad y de fidelidad a lo vivido por

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parte del narrador infantil múltiple, veinte de diciembre de 1909" (44);


ya que revive de forma espontánea "alrededor de 1930 ...papá se decidió
unos hechos desde la memoria del y se fue a Nueva York a estudiar pe-
presente autorial . No cabe duda que riodismo en la universidad" (47).
el poder mitologizante y mitificador Posteriormente, se nos dice que en
de la escritura es una de las caracte- 1934 el padre viajó a Moscú para
rísticas a señalar en las narrativas trabajar como periodista. En Rusia
auto/biográficas.2 entró en contacto con personajes his-
Desde el comienzo de la narra- tóricos: Borodin (52) y Arthur Ru-
ción , los tres signos claves a los que binstein (55). También escribió a
nos hemos referido anteriormente Stalin (53), aunque nunca obtuvo
concluyen a volver atractiva y desea- respuesta a su carta. Durante su es-
da la lectura de la vida/historia del tancia en la capital rusa publicó artí-
padre. Una connotación hiperbólica culos en el diario Moscow Daily
planeada sobre los mismos . Ya en la News y en la revista International
primera página el signo " padre" lo Review. Insiste en este dato el narra-
domina todo ; se nos va a contar el dor: "Estas dos publicaciones son las
relato de su vida, con todo lo incon- que le dieron el gusto a papá de ver
mensurable que supone cualquier su nombre en letra impresa y lo veía
trayectoria humana. dos y tres veces a la semana" (52). A
La "historia " con datos fechados y su vez,nos confirma uno de los moti-
potencialmente comprobables se in- vos que le mueven a escribir la "his-
serta en la novela y comprende prin- toria" paterna: revivir el placer de
cipalmente el relato de las hazañas ver el "nombre" Jacobs impreso en
paternas antes de su asentamiento la cubierta de una publicación. En
definitivo en México : " a nosotros relación con la tarea periodística del
nos empezó a dar cada vez más cu- padre, se enfatiza la decepción que
riosidad saber todo eso de antes en la éste sufrió cuando, al regresar a los
vida de papá porque ya nos había- Estados Unidos, una revista "nunca
mos cansado de imaginar ..." (34). había publicado una sola de las cola-
Así, se revelan cronológicamente boraciones que papá había escrito en
cantidad de hechos: "Vivían en Man- Moscú, y que desde ahí había envia-
hattan y ahí había nacido papá el do con el fin de que se las publicaran

2 Susan G. Be¡¡ en " Preface " a Revealing Lives. Lilian S. Robinson ed. Albany: State
University of New York Press, 1990, p. 2.

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en su país y en su ciudad natal que con el narrador su admiración y su


era Manhattan" (57). Pero el hecho amor por el padre.
histórico a destacar en la vida del pa- La importancia del componente
dre y que mueve ideológicamente paterno, que de por sí es enorme en
los hilos de la obra es su afiliación la formación y constitución del suje-
en 1936 al Partido Comunista de Es- to infantil, se mitifica en la novela,
tados Unidos y a la Brigada Lincoln ya que la voz múltiple nos llega des-
que, según relata la voz narradora, de una infancia recordada con nos-
"se uniría a las Brigadas Internacio- talgia: "Estamos felices" (17). La au-
nales que apoyaban a la República tora recupera su infancia al mismo
española en contra de la insurrección tiempo que recuerda un proceso tan
militar de un militar traidor" (58). decisivo en la vida de cualquier niño,
En todo caso, el "nosotros" narra- como lo es el descubrimiento y el
dor transmite una imagen mitificada conocimiento del padre: "cuando fui-
del padre, debido otra vez a lo hiper- mos creciendo y fuimos sabiendo
bólico del tema y de la figura paterna más entre otras cosas porque papá
para la mente infantil, y en este sen- nos empezó a platicar nos dimos
tido se obstina en no aceptar la de- cuenta de que lo que sabíamos era
rrota de su héroe: "era casi mediados poco..." (41). La curiosidad propia
de 1939 y la guerra había terminado de la personalidad infantil se trans-
y el lado del que papá y sus amigos mite al lector, quien por otra parte
habían luchado había resultado el tiende a identificarse con el múltiple
perdedor por más que hubiera sido el narrador y revivir al mismo tiempo
lado bueno" (65). Al mismo tiempo su propia infancia. Se insiste en afir-
se identifica con su postura política: mar los orígenes libaneses del padre
"por lo general optamos por reaccio- a través de Mama Salima, la abuela
nar como papá y entonces por lo ge- paterna del "nosotros" emisor, quien
neral... somos tan mal vistos como él emigró a los Estados Unidos a fina-
y quizás empezamos a ser señalados les del siglo XIX. Es revelada como
como comunistas como él... (95). una mujer culta aunque "el idioma
La exaltación de la luchadora fi- en el que hablaba más y en el que
gura paterna, la revelación apasiona- leía más y en el que hasta escribía y
da de su trabajo como escritor, y el publicaba era el árabe. Cuando noso-
testimonio de sus convicciones ideo- tros aparecimos en escena Mama Sa-
lógicas son relatadas de forma tan lima ya no trabajaba" (14). De ella
espontánea y sincera, que el lector hereda el padre su afición a la lectura
no puede por menos que compartir y a la escritura. Hay una evocación
amorosa de esta figura por razones

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obvias: "quería mucho a papá entre otras cosas porque papá fue su hijo
otras cosas porque papá fue su hijo menor y las mamás quieren mucho
menor y las mamás quieren mucho al hijo menor y se apegan a él y no
al hijo menor y se apegan a él y no lo sueltan... le cantaba canciones de
lo sueltan... le cantaba canciones de cuna en árabe a papá" (41).
cuna en árabe a papá" (41). La mayor parte del relato de la in-
La mayor parte del relato de la in- fancia del padre nos llega a través de
fancia del padre nos llega a través de la abuela Salima. Otro tanto sucede
la abuela Salima. Otro tanto sucede con la madre del narrador múltiple.
con la madre del narrador múltiple. No sabemos su nombre pero ejerce
No sabemos su nombre pero ejerce de intermediaria entre el "nosotros"
de intermediaria entre el "nosotros" y el padre para que les sea posible
y el padre para que les sea posible conocer a aquellos la historia de la
conocer a aquéllos la historia de la vida de éste: "Una vez mamá nos
vida de éste: "Una vez mamá nos contó" (26), "Mamá nos contó que
contó" (26), "Mamá nos contó que un día mientras tomaban un café"
un día mientras tomaban un café" (34), "Mamá nos había contado que
(34), "Mamá nos había contado que Bárbara había sido una novia de
Bárbara había sido una novia de papá cuando papá vivía en Manhat-
papá cuando papá vivía en Manhat- tan" (36). Frente a la comunicación
tan" (36). Frente a la comunicación con la madre, que responde siempre
con la madre, que responde siempre a la curiosidad de los hijos, resalta el
a la curiosidad de los hijos, resalta el hermetismo del padre, quien, "nos
hermetismo del padre, quien, "nos caía bien aunque lo conociéramos
caía bien aunque lo conociéramos poco porque nos platicaba poco"
poco porque nos platicaba poco" (27). Se destacan sus continuas au-
(27). Se destacan sus continuas au- sencias "aunque a papá no lo cono-
sencias "aunque a papá no lo cono- ciéramos tan a fondo como a mamá
ciéramos tan a fondo como a mamá porque con él casi no estábamos, y él
porque hablaba más y en el que leía casi nunca nos contaba nada" (27) y
más y en el que hasta escribía y pu- se enfatiza además, que les hablaba
blicaba era el árabe. Cuando noso- en inglés cuando lo hacía "porque en
tros aparecimos en escena Mama Sa- ese tiempo aunque ya menos que an-
lima ya no trabajaba" (14). De ella tes todavía hablaba aunque fuera un
hereda el padre su afición a la lectura poco" (72); nos lo presenta en nume-
y a la escritura. Hay una evocación rosas ocasiones absorto en la lectura:
amorosa de esta figura por razones "no le daba miedo ir en el avión por-
obvias: "quería mucho a papá entre que iba leyendo en paz" (29), "papá

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escrito en/con/el nombre del padre

desde entonces lo que hacía era pa- ba a la autora/narradora y a sus her-


sarse el tiempo leyendo" (36), "papá manos ("al menor de nosotros no le
empezó a tener aspecto de huérfano tocaron muchos de los viajes que ha-
y de desterrado o de hombre sin fa- cíamos con papá y mamá en el Cadi-
milia y sin país y se sumía en sus llac de papá" (16), sino que también
lecturas y a nadie le comentaba constituye un recurso textual que
nada" (83). En algunas ocasiones abarca a los lectores, para que parti-
(señaladas como especiales) el narra- cipemos y compartamos una serie de
dor múltiple escucha conversaciones experiencias infantiles casi secretas.
íntimas entre los padres: "uno de no- Este pronombre denota complicidad,
sotros oyó a mamá preguntarle a amistad natural en un relato de tipo
papá cuando había sido más feliz en ficción/novela autobiográfica. Así lo
su vida y a papá contestarle Cuando explica Julia Kristeva:
los niños eran chicos" (91).
La hipérbole del padre planea en To write the autobiography of this "we" is
surely a paradox that combines the pas-
la memoria del narrador, no sólo al
sion for truth of the "1" with the absolute
recordar la infancia sino también en logical necessity of being able to share
el presente que se obstina en ideali- this truth only in part. To share it, first of
zar el pretérito: "Aunque sonáramos all, between "us" so that chis "we" survi-
3
infantiles... cuando hablamos de ves.

papá siempre lo somos porque esto


El lenguaje infantil que predomi-
nos acerca a él que es en donde to-
na en las tres partes de la novela, se
dos queremos estar porque papá tie-
adapta perfectamente a estas pro-
ne mucho que ver con la época de
puestas. Por un lado tiende a ideali-
antes que es la época en que éramos
zar y exagerar, en última instancia a
felices" (88). El padre es mitificado
mitificar, lo cual implica invención,
y venerado desde una voz cuya me-
falsificación. Pero por otro lado, el
moria hiperbólica, además de recu-
lenguaje infantil puede ser el más fi-
perar la infancia, confiesa un deseo
dedigno y sincero, puesto que sólo le
nostálgico de permanencia en la mis-
mueve el interés de revivir la infan-
ma.
cia al lado del padre. Sin embargo
En nuestra opinión, el "nosotros"
tenemos que tener en cuenta que
incluye una multitud. No sólo englo-
quien suscribe es la autora real/adul-

3 Julia Kristeva. "My Memory' s Hyperbole ". The Female Autograph. New York. New
York Literary Forum, 1984. p. 261-276.

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ta y que por medio de su escritura nes feministas de la teoría sicoanalí-


nos llega la voz de un múltiple narra- tica, el hecho de descubrir la diferen-
dor infantil que la incluye. No nos cia de sexo es importante en el mo-
i mporta tanto la verdad o la ficción mento en que el sujeto se afianza
de los hechos revelados, como la es- como tal en el orden simbólico. A la
pecial manera de textualizarlos, de niña se le presentan entonces dos op-
darles vida por medio del lenguaje y ciones según entiende Toril Moi
la escritura. cuando parafrasea a Julia Kristeva en
En este punto, no podemos dejar About Chinese Women:
de señalar la especial insistencia en
textualizar la división de géneros por ... mother-identification, which will inten-
sify the pre-Oedipal components of the
parte del "nosotros" que paradójica-
women's psyche and render her marginal
mente los engloba. Pretendemos re- to the symbolic order, or father-identifica-
lacionar el uso de esta inscripción tion, which will create a woman who will
tan particular con una identidad fe- derive her identity from the symbolic or-
der.4
menina que en todo caso se obstina
en no presentarse inscrita. El "noso-
En las hojas muertas advertimos
tros" comprende "las mujeres de no-
por parte del narrador plural una
sotros" y "los hombres de nosotros".
fuerte identificación con la figura
Dice que "a las mujeres de nosotros
materna, que viene dada por una es-
las mandaron con los abuelitos" (32)
pecial relación con la misma. Se nos
y que papá "les trajo unas blusas chi-
revela celosamente que "mamá esta-
nas a las mujeres de nosotros y unas
ba enamorada de papá", y el sujeto
gorras con una estrella roja a los
que narra se permite ciertas alusio-
hombres de nosotros" (29). El sujeto
nes al padre que sólo pueden prove-
emisor infantil nos revela espontá-
nir de una óptica femenina:
neamente que es ya consciente en
este punto de la diferencia de sexos. Papá era todo un hombre y las mujeres de
Esta constatación por parte del narra- nosotros estaban enamoradas de los ami-
dor nos lleva a la cuestión de si es gos extranjeros de papá... pues de papá no
posible ver a la escritora/mujer/hija podía ser porque no podía ser ... Y las
mujeres de nosotros aunque no estuvieran
en el texto. Teniendo en cuenta que
enamoradas de papá porque eso no podía
el relato proviene de una voz infantil ser sí sentían celos de una amiga determi-
y de acuerdo a algunas interpretacio- nada de papá. (35)

4 Toril Moi. Textual/Sexual Politics. London, New York. Routledge, 1988, p. 165.

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escrito en/con/el nombre del padre

Al mismo tiempo se rescatan al- fatiza "not the sexuality of the text,
gunas imágenes masculinas cargadas but the textuality of the sex" (138).
de cierta connotación sexual: "Papá Pensamos que el "nosotros" emplea-
dormía desnudo y le veíamos los ve- do como múltiple sujeto emisor es
llos debajo del brazo en la axila" un síntoma de la ausencia premedita-
(21). 0 en otra ocasión: da de la autora en el texto. Este pro-
nombre parece ser el más lógico en
Y tenía na bata de seda... y no se la cerra- una mente infantil que además vive
ba bien y mamá siempre le estaba dicien-
en una sociedad fuertemente patriar-
do después de una tosecita Ciérrate la
bata... pero era para que las mujeres de cal como lo es la mexicana. El "no-
nosotros o la nana o la cocinera no vieran, sotros", que se refiere al masculino
si entraban al comedor y lo veían. (22) esencialmente pero que incluye tam-
bién al femenino, resulta el pronom-
La conciencia de la diferencia se- bre más idóneo para ser textualmente
xual le llega al sujeto emisor a través representado desde una voz infantil
de la madre, así como la existencia femenina. Compartiendo la narra-
de unas normas de comportamiento ción con otros sujetos y hasta con los
que dividen a la sociedad en hom- lectores el "nosotros" hiperbólico de-
bres y mujeres: "Aunque los hom- nota la no revelación de ciertos se-
bres de nosotros iban a un colegio cretos, la existencia de huecos o va-
americano y aunque las mujeres de cíos que no es necesario confesar ya
nosotros iban a uno que aunque fue- que se suponen conocidos por "todos
ra francés se enseñaban muchas co- nosotros". La elipsis del yo femeni-
sas en inglés" (19). Se enfatiza el he- no como sujeto narrador absoluto,
cho de esta división tan exclusiva en pero sí incluido en el "nosotros" de-
el seno del hogar: "Cuando ya había- nota una ambivalente ausencia/pre-
mos nacido todos nosotros a las mu- sencia, un estar dentro/fuera, una
jeres de nosotros las mandaron a vi- movilidad que queda demostrada por
vir a la casa de los papás de mamá" la firma autorial femenina, desde los
(13). La insistencia que el "nosotros" márgenes del texto. Estas estrategias
proyecta en la división sexual tiene suponen, en nuestra opinión, junto
i mplicaciones tras las cuales se adi- con el tipo de discurso empleado a lo
vina la voz de la escritora. largo de la novela, la confirmación
En Is There a Woman in this de una textualidad femenina en Las
Text? M. Jacobus apoya las tesis de- hojas muertas.
sarrolladas por las feministas france- Discurre el discurso autobiográfi-
sas Irigaray y Cisoux, quienes insis- co por los cauces del estilo indirecto
ten en que la "écriture feminine" en- libre. Nada más lógico, dado que la

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voz emisora es infantil. Los enuncia- Nadaba muy bien y a las mujeres de no-
sotros les daba hasta miedo... y decían Se
dos que se emiten desde voces exter-
va a perder papá, y entonces desde la ori-
nas al narrador quedan insertadas al lla... se hacían las más niñas y le cantaban
discurso narrativo sin que medie en- Querido papá te necesitamos, Querido
papá te queremos, Querido papá te extra-
tre éstos ningún elemento introduc-
ñamos para que volviera y cuando volvía
torio. En Las hojas muertas notamos le tendían ellas una toalla ya él les decía
la inscripción de letras mayúsculas al Gracias nenas en inglés. (35)
comienzo de este tipo de discurso En numerosas ocasiones es noto-
pero no se inscribe ninguna puntua- ria la duplicidad en la enunciación,
ción. Si bien esto encuadra con un además de la multiplicidad inherente
discurso infantil, no deja de ser un en el "nosotros" enunciador. Este
especial recurso literario que compli- dato conforma una narración fluida y
ca más la identidad del narrador. espontánea, sonora, que la sitúa en el
Leemos: "Un sábado en la mañana marco de la oralidad. Lo oído y es-
hace unos meses papá se encontró cuchado, más que lo visto, es lo que
con uno de nosotros y le dijo Qué provoca la escritura de Las hojas
bueno que te encuentro" (98); "el muertas. Pero a través de ella se re-
otro le dijo a su compañero Déjalo constituye en un espacio visual la
porque no fue él" (99); "el doctor le palabra que, originalmente, no es
dijo Ya puedes irte a tu casa" (29); más que oral, hablaba. Creemos que
"y mamá siempre decía Ya está ale- el texto analizado desprende sonidos
gre Bárbara cuando contestaba" (35). propios del relato oral, y que esto,
Dado que el relato nos llega desde el junto con la particular visualización
presente histórico de la narración, en de los enunciados impresos, confir-
algunas ocasiones es fácil confundir ma la opinión de que aquí no sola-
el discurso indirecto libre que repor- mente hay "una mujer" sino que
ta un enunciado del protagonista, también hay una manera de decir, es-
con el enunciado propiamente dicho. cribir, y visualizar que nos demues-
Nos encontramos en este caso ante tra que la autora posee un "texto".
un "style direct libre" que desembo- Jorge Ruffinelli señala que existe
ca en un monólogo interior, que no en la actualidad "un nuevo cauce de
es tal, pero que sin embargo, ayuda a la narrativa mexicana que de pronto
reconocer estilística y contextual- ha comenzado a ejercer modos refle-
mente al narrador adulto que adopta xivos, testimonios, recuperadores" y
una voz/escritura que le permite lo- cuyas estrategias vendrían dadas por
grar determinados efectos. Leemos "una inflexión nueva y especial de
en Las hojas muertas: rescate personal, familiar, generacio-
nal y de culturas aportadas por las

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inmigraciones".5 Nuestro trabajo ha su novela en un hecho narrativo de


pretendido demostrar que Las hojas primer orden. Su escritura nos llega
muertas es una novela atravesada con voz, sonido y palabras, desde el
por un impulso autobiográfico que "nosotros" cómplice y amigo. Como
recoge las actitudes mencionadas por consecuencia, los lectores hemos
Ruffinelli. Si nos hemos detenido en compartido con ella unas agradables
la explicación del "nosotros" emisor, horas de lectura. Hemos rememora-
es porque lo creemos recurso defini- do la infancia al lado del padre, en el
tivo de la obra. Como ya señalamos, seno de una familia unida y nos sen-
también incluye un nosotros pro- ti mos felices de haber experimenta-
nombre referido a los lectores que do análogos sentimientos a los del
reflexionamos sobre la retórica y los sujeto emisor.
temas que Bárbara Jacobs, su autora, La firma de la autora desde la por-
ha considerado indispensables en el tada de la novela nos recuerda que
momento de presentarse pública- estamos en mundos diferentes, y en
mente como escritora. un presente que no es posible sosla-
Bárbara Jacobs recurre al género yar. El texto escrito con el nombre
auto/biográfico para hacer posible la del padre es un hecho. Bárbara Ja-
recuperación de una infancia añora- cobs perpetúa la tradición de la es-
da y dar testimonio de una vida critura iniciada en el seno de su fa-
ejemplar: la de su padre. Ello le per- milia paterna. Su firma en la portada
mite afirmarse en sus raíces de ori- de la novela transmite y confiesa los
gen libanés, pero también en su na- deseos más íntimos de todo autor:
cionalidad mexicana, pues elige el inscribir paternidad en el texto. Las
idioma español para su quehacer lite- hojas muertas han renacido por obra
rario. Pero lo realmente a destacar y gracia del lenguaje y de la escritura
son los diversos recursos textuales que reviven la memoria de la autora.
que la autora emplea para convertir

Bibliográfia
Jacobs, Bárbara . Las hojas muertas. The University of Virginia, 1982, p.
México. Era, 1988 . 117-139.
Jacobus, Mary. "Is There a Woman in
this Text?". New Literary History.

5 Jorge Rufinelli. "Al margen de la ficción : Autobiografía y literatura mexicana".


Hispania 69, vol. 3 septiembre 1980. p. 511-520.

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