“Educar para la vida”

ALUMNA(O): Andrea Yataira Gómez.

INSTITUTO DE CIENCIAS METROPOLITANO

Licenciatura en Pedagogía.

Orientación Educativa 1.

ASESOR(A): Lic. Yareni Espinoza Chagolla.

25 de septiembre del 2023.

 “EDUCAR PARA LA VIDA”

Al escuchar la oración: educar para la vida, primero nos planteamos ¿Qué

significa? Realizando una desconstrucción en la oración al separar las palabras, teniendo

como comienzo el termino educar. Cuando hablamos de educar nos referimos a este

proceso de enseñanza que busca alimentar al educando con información que es relevante

para su formación, preparándolo para algo; continuando con la desconstrucción, tenemos

los conectores “para” y “la” interpretándolo con la siguiente pregunta ¿Para qué se va

educar? Y la respuesta es con el final de la oración “VIDA”. Para los seres humanos, la vida

se trata de un periodo de tiempo (desde que se nace y muere) donde se trata de darle un

sentido a la misma existencia en distintos ámbitos como es el social, familiar, personal,

escolar, etc., pero esté sentido de existencia busca el lado positivo, alcanzar meta, sueños,

esperanzas y demás, todo desdé una perspectiva humana.

Teniendo esta simplificación abstracta, podemos interpretar que educar para la vida

es un proceso donde se busca enseñar al educando como vivir bien.

El educar para vivir bien desde los tres saberes: saber conocer, saber hacer y saber

ser. De una manera muy humanística, pues el educar para la vida enfatiza que se empieza

con el educando en este proceso de bienestar y amor pedagógico, sin retener su libertad;

para que este cultivo florezca en la sociedad. Como sí se tratará de pequeñas semillas que el

docente cultivará durante un largo proceso, viendo cómo nace de la semilla los primeros

tallos, posteriormente las hojas, hasta llegar a florecer, cual flor; cuidando que durante todo

este trayecto no se marchite lo que se sembró el educador. El educador tiene como objetivo

prepararlos para la verdadera madurez, no la que se inventan a los 18 años.

 El educar para la vida es todo un desafío, pues se quiere preparar al alumno a vivir

como un ser humano, logrando una armonía con todo lo que se rodea. Una armonía con su

entorno, con la sociedad y con el mismo.

De forma más definida, tenemos que los aprendizajes básicos para vivir son:

“aprender a vivir consigo mismo, aprender a vivir con los demás y aprender a afrontar la

vida; pensar, valorar y crear” (Gonzáles-Mora, 2001). Tres grupos que forman el proceso

de aprendizaje del alumno.

 Aprender a vivir consigo mismo. En este grupo se busca el autocuidado y promover

la salud integra, aprender a conocerse a sí mismo, aprender los valores, el sentido de

la vida, a tomar decisiones, aprender a tener autocontrol, saber actuar y dirigir y

plantear proyectos de vida.

 Aprender a vivir con los demás. El alumno debe saber socializar, ser un ser social,

convivir en grupo y participar en él, aprender a expresarse y saber comunicar ideas

hacia los demás miembros del grupo; ser cooperativo y saber elegir.

 Aprender a afrontar la vida. El alumno debe aprender a valorar, a trabajar, crear y

pensar; debe aprender a enfrentar positivamente las adversidades de la vida, de

forma racional y constructiva. Aprender a ver otros puntos vista y ser tolerante, así

mismo a superar el estrés, la frustración y los fracasos.

La integración de todos estos puntos de aprendizaje, le da forma al educar para la

vida. Educar individuos con valores, como es el respeto, la igualdad, la tolerancia y la

solidaridad, donde el objetivo es la búsqueda del bien común, pues si gana uno, ganan

todos.
 Ahora que ya se abarco de forma sencilla lo que debe aprender el alumno para

superar los obstáculos que se le presentaran durante la vida, hablemos de las habilidades,

competencias y destrezas que el estudiante desarrollara para la resolución de conflictos

cotidianos.

El alumno debe desarrollar el pensamiento crítico, la autoconfianza, el liderazgo, la

adaptabilidad, el escucha activa, la comunicación, el compromiso, la tolerancia, el

autocontrol, la sociabilidad, la amabilidad, la autocrítica y la creatividad. Estos son solo

algunas de las muchas destrezas, competencias y habilidades que el alumno deberá

desarrollar para su formación académica y saber vivir bien.

Y … ¿Qué herramientas tendrá el estudiante en este trayecto? Son cuatro

herramientas las que tendrá a su disposición y que le permitirán crecer y llegar a la mejor

madurez: “el cuerpo, las emociones o sentimientos, la fuerza de voluntad y el intelecto”

(Walter D. J, s.f). La primera herramienta (el cuerpo) es el primero en desarrollarse, el

primero en conocer su función y movilidad, pero para alcanzar su máxima capacidad se

debe conseguir que el cuerpo funcione bien. A través de actividades físicas como la danza,

los deportes o el teatro. Así mismo, se debe ser responsable y auto-cuidarnos, con distintos

hábitos de salud e higiene personal.

La condición física de nuestro cuerpo también influye en nuestros estados de ánimo,

y al contrario también, nuestras emociones influyen a nuestro cuerpo físico. Saber

reconocer nuestras emociones es fundamental, para no llegar a tener sentimientos negativos

que nos perjudiquen fisca y mentalmente, el reconocerlas ayuda a entenderlas y a saber

porque nos sentimos de ciertas maneras en distintas situaciones, y una vez identificando

aquello, buscar una solución viable para sentirnos mejor.

 La tercera herramienta “la fuerza de voluntad” nos habla de la libertad del ser

humano de desear algo. El ser humano empieza a ser individualista una vez que llega a una

edad determina (los 12-18 años), donde reafirman su fuerza de voluntad y su

independencia; aquí se debe trabajar la disciplina y el autocontrol, desarrollando una

voluntad saludable poniéndose retos y alentándose a superarlos.

Y la última herramienta “el intelecto”, el cimiento de nuestra inteligencia, el gran

cumulo de información que se ira adquiriendo con el tiempo y las experiencias de la vida,

dando uso del razonamiento para pensar con mayor claridad las cosas, logrando identificar

problemas, buscar soluciones y expresarlas, y ponerlas en práctica para su resolución.

Desarrollando estas cuatro herramientas nos permita a nosotros crecer de forma

continua, con el tiempo, como individuos, durante toda la vida.

El papel del docente durante este proceso es educar, él será el guía que cultivará las

raíces de los estudiantes. “Un verdadero maestro hace, sobre todo, desarrollar las acciones

de compartir y dar sentido a la vida, a la cultura, a la incertidumbre de nuestro tiempo”

(Isidro G. S, 2016). Hablamos de un sentido de disfrute a la vida, a través de compartir las

experiencias que al docente le ha dado la vida, promoviendo aprendizajes únicos en los

educandos. Dándole sentido a cada acción, a cada individuo y a cada proyecto a realizar en

la escuela; preocupándose por la convivencia de los alumnos y por el desarrollo de las

personalidades positivas y negativas, a través de una actitud de respeto y tolerancia frente a

las distintas diferencias que exista en el entorno.

Logrando así un aprendizaje integro, duradero, lúdico y significativo en cada

estudiante presente en el aula de clases.

 La educación para la vida es un tema de gran importancia en el ámbito educativo, ya

que busca formar individuos capaces de enfrentar los desafíos y oportunidades que se

presentan en su vida diaria. A través de la educación, se busca no solo transmitir

conocimientos académicos, sino también promover el desarrollo integral de los educandos.

En este escrito, se ha explorado el significado y la importancia de educar para la

vida. Se ha destacado que la educación no solo se limita a la adquisición de conocimientos

teóricos, sino que también implica el desarrollo de habilidades prácticas y emocionales.

Además, se ha resaltado la necesidad de una educación tolerante y respetuosa, donde todos

los individuos pueden aprender a través de la práctica y el desarrollo de habilidades,

destrezas y aptitudes.

La educación para la vida tiene como objetivo principal preparar a los estudiantes

para enfrentar los retos y desafíos de la sociedad actual, fomentando el pensamiento crítico,

la creatividad, el trabajo en equipo y la resolución de problemas. También busca inculcar

valores éticos.

En conclusión, educar para la vida es fundamental para el crecimiento y desarrollo

integral de los individuos. A través de un aprendizaje liberador, se busca formar personas

capaces de tomar decisiones informadas, adaptarse a los cambios, contribuir al bienestar de

la sociedad y alcanzar su máximo potencial que es la madurez y el desarrollo de sus cuatro

herramientas: el cuerpo, las emociones o sentimientos, la fuerza de voluntad y el intelecto.

La educación para la vida es un proceso continuo que trasciende el ámbito

académico y tiene un impacto significativo en la vida de las personas y en el futuro de la

sociedad.
Bibliografías.

García L. R & Candela P. I. (2010). LA EDUCACIÓN PARA LA VIDA: EL RETO DE

APRENDER A SER Y A VIVIR JUNTOS EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA.

EDETANIA 38. file:///C:/Users/PC/Downloads/Dialnet-LaEducacionParaLaVida-

3619800.pdf

González-Mora T. G. (2001). EDUCACION PARA LA VIDA: EL GRAN RETO. REVISTA

LATINOAMERICANA DE PSICOLOGÍA. Volumen 33, 73-84.

https://www.redalyc.org/pdf/805/80533108.pdf

Isidro R. S. (2016). Educar para la vida: Un docente desde la pedagogía del amor. Revista

Caribe No. 17.

file:///C:/Users/PC/Downloads/Educar_para_la_vida_Un_docente_desde_la_pedago

gia_.pdf

López C. M. (2006). Educar para la vida obedeciendo a la vida y guiando la vida. Cinco

fábulas y una confabulación. Revista Latinoamericana De Estudios Educativos

(México). VOL. XXXVI, 17-47. file:///C:/Users/PC/Downloads/Educar%20para

%20la%20vida.pdf

Walter D. J. (s.f). ¿Qué es Educación para la Vida?

https://edforlife.org/wp-content/uploads/2016/04/%C2%BFQu%C3%A9-es-Educaci

%C3%B3n-para-la-Vida-4-25.pdf