Modulo 1
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Módulo I
Algunas definiciones:
La Organización para la
"Una combinación de conciencia, conocimiento, habilidad, actitud y
Cooperación y el
comportamiento necesarios para tomar decisiones financieras acertadas y, en
Desarrollo Económicos
última instancia, lograr el bienestar financiero individual”
(OCDE)
Comisión de Educación La Educación Financiera consiste en "proveer la información y los conocimientos, así
Financiera de Estados como ayudar a desarrollar las habilidades necesarias para evaluar las opciones y
Unidos tomar las mejores decisiones financieras".
Autoridad de Servicios La Educación Financiera consiste en el desarrollo de "la capacidad para administrar
Financieros del Reino tu dinero, dar seguimiento a tus finanzas, planear para el futuro, elegir productos
Unido financieros y mantenerte informado sobre asuntos financieros".
Educación Financiera
De esta manera, podemos decir que hablamos de transmisión de conocimientos financieros para tener un
aprendizaje en esta materia.
Para fines del presente diplomado, se entenderá a la Educación Financiera, como el conjunto de
conocimientos, habilidades y prácticas, para comprender mejor los conceptos, productos y servicios
financieros con la correcta administración de los recursos para tomar decisiones informadas.
La Educación Financiera permite que las personas adquieran conocimientos y habilidades básicas para
administrar mejor sus recursos, incrementar y proteger su patrimonio, con la ayuda del uso adecuado y
responsable de los productos y servicios financieros.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef)
organiza la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF), iniciativa que tiene como fin concientizar a
la población en general sobre la importancia que ésta tiene para mejorar su bienestar. Se han llevado a
cabo catorce ediciones de la SNEF, (doce presenciales y dos virtuales) en las que se realizaron un total de 1
mil 72 actividades impartidas; 1 millón 30 mil 961 personas impactadas; 39 mil 470 actividades realizadas; 3
millones 63 mil 35 asistentes en todos los estados del país.
En nuestro país, el nivel de Educación Financiera tiene una relación directa con el nivel de ingresos y estudios
de la gente. Una persona con mayor grado académico y mayor sueldo, es más probable que tenga mayor
conocimiento sobre los diversos productos financieros, mientras una persona con menos escolaridad y niveles
de ingreso, tendrá menores conocimientos en la materia.
Sin embargo, ello no implica que sepa administrarlos y que tenga un razonable control de sus finanzas
personales. En tal sentido, existe una correlación directa entre la salud financiera y la salud emocional, ya
que las finanzas personales son un tema muy delicado e importante, pues se trata del patrimonio y bienestar
futuro de una persona o de toda una familia; no obstante, sabemos que para muchas personas es
prácticamente imposible llegar a fin de mes con números positivos.
El Banco de México, por ejemplo, tiene un programa y un portal de educación financiera, con
videos y contenidos, incluso para diferentes edades. Por su parte, algunas instituciones
financieras del país también poseen programas de Educación Financiera, aunque, en la
mayoría de los casos, pareciera que los tienen solo por cumplir con un mero requisito y no les
brindan la difusión necesaria.
La Educación Financiera es un tema clave en el bienestar económico de la población, como
elemento de desarrollo que debería ser inculcado desde la educación básica. Cuanto antes se obtenga
información sobre estos temas, será mejor para la persona, pues irá desarrollando desde pequeño una
cultura del ahorro y del manejo del dinero que será relevante en su vida adulta.
Al contar con mayor información respecto a los productos y servicios financieros que existen en el mercado,
los usuarios tienen la capacidad de elegir el que más les favorezca, accediendo a mejores condiciones, ya sea
en sus créditos o en sus inversiones, lo que al final se verá reflejado en sus ingresos y en su bienestar.
Las Instituciones Financieras tendrán usuarios más responsables y los usuarios podrán evaluarlos mejor y así
estarán obligados a ofrecer más y mejores productos y servicios, lo que enriquecerá su calidad e incrementará
el nivel de competencia entre ellos.
Es importante tomar en cuenta que la Educación Financiera no es un tema que abarque, únicamente,
cuestiones como los productos de crédito, ahorro o de seguros de las instituciones financieras. Es un tema que
va más allá de estos instrumentos, es saber cómo manejar el dinero, cómo ahorrar y cómo hacer un
presupuesto o cómo protegerse ante ciertos riesgos. Es, al final de cuentas, una forma de vida.
Algunos datos del Informe Panorama Anual de Inclusión Financiera 2021, que corresponde a datos a nivel
nacional al cierre de 2020, señalan lo siguiente:
En nuestro país, despertar el interés por la Educación Financiera es una tarea urgente y
necesaria. Sobre todo, porque hay grandes lagunas en los conocimientos financieros de la
sociedad en general. Lo anterior, tiene una serie de consecuencias adversas para las
personas, como el endeudamiento excesivo, la falta de ahorro para el futuro, el uso
improductivo de las remesas y la poca claridad sobre los beneficios que ofrece la inversión
en actividades productivas, la adquisición de activos, o la educación de los hijos.
Del mismo modo, la falta de información, aunada a la escasa penetración del sistema
financiero, fomentan el uso de servicios financieros informales (tandas, ahorro bajo el
colchón, ahorro en animales, solicitud de crédito a prestamistas), con frecuencia desventajosos y a costos
elevados. También, el número y la complejidad de los productos financieros han aumentado notablemente en
años recientes, lo que dificulta que las personas tomen decisiones informadas que sirvan a sus propósitos.
I.IV Beneficios de la educación financiera
Los beneficios que ofrece la Educación Financiera son considerables, tanto para la economía
de cada individuo como para la economía nacional. En el plano individual, la Educación
Financiera contribuye a mejorar las condiciones de vida de las personas, ya que
proporciona herramientas para la toma de decisiones adecuadas relativas a la planeación
financiera y a la administración de los recursos, así como información pertinente y clara
que da lugar a un mayor y mejor uso de los productos y servicios financieros. Así, los
usuarios con mayores niveles de Educación Financiera tienden a ahorrar más, lo que
normalmente se traduce en mayores niveles de inversión y crecimiento de la economía en su
conjunto.
La finalidad de la Educación Financiera es contribuir a tomar decisiones informadas con relación a los
productos y servicios que ofrecen las entidades financieras para transformar nuestras vidas. En el plano
individual, el buen manejo que tiene una persona sobre sus finanzas, impacta positivamente en su calidad
de vida y en la de su familia, ya que:
En este sentido, es un hecho que las emociones influyen en las decisiones financieras, y si no se tiene un buen
control de los gastos, en el futuro no sólo se tendrán problemas de liquidez, sino también de estabilidad
emocional.
Con la Educación Financiera se toman decisiones informadas de los productos y servicios financieros, para
transformar nuestras vidas. En el plano individual, el buen manejo que tiene una persona y que impacta
positivamente en su calidad de vida y en la de su familia.
Actividad Realizada
II.I Concepto
La inclusión financiera se define como el acceso al uso de servicios financieros formales bajo una
regulación apropiada que garantice esquemas de protección a las personas usuarias y promueva la
educación financiera para mejorar la capacidad financiera de todos los segmentos de la población.
De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), la inclusión financiera, a través del acceso
al uso de servicios y productos financieros, ha sido una herramienta para que la población pueda obtener
recursos, satisfacer sus necesidades financieras y expandir sus posibilidades de consumo; así como para que
las empresas puedan incrementar sus capacidades de financiamiento y administración financiera, que
trasciendan en una mayor productividad.
De acuerdo con un análisis realizado a diversos estudios que han mostrado y demostrado los efectos positivos
de la inclusión financiera, se han identificado cinco impactos directos de la inclusión financiera en la
población, tales como resiliencia financiera, aprovechamiento de oportunidades, inversión de activos,
incremento del bienestar social y empoderamiento de las mujeres; los cuales contribuyen a lograr una mejor
salud financiera tanto de la población como de las empresas. Asimismo, se han detectado algunos efectos
indirectos en la población a niveles micro y macroeconómicos como son crecimiento económico, disminución
de la corrupción e informalidad, y ahorros en el gobierno (CNBV, 2020, Impactos de la inclusión financiera).
La Inclusión Financiera se define como el acceso al uso de productos y servicios financieros formales bajo
una regulación apropiada que garantice esquemas de protección a las personas usuarias y promueva la
educación financiera para mejorar la capacidad financiera de todos los segmentos de la población
Una persona será incluida financieramente cuando tenga acceso al menos a un servicio financiero formal (de
instituciones reguladas) de manera transparente (protección a las personas usuarias), a la vez que tenga la
posibilidad de adquirir la habilidad de seleccionar los productos y los servicios que más le convengan
(educación financiera). La Inclusión Financiera es un importante mecanismo que permite incrementar el
bienestar de la población, al poder desplazar los flujos de ingreso y consumo por medio del ahorro y el
crédito, así como la acumulación de activos y la creación de un fondo para la vejez.
Solamente 57 millones de personas de 18 a 70 años (68%) tienen al menos un producto financiero, lo que
representa sólo 3 millones más de personas con respecto a 2018. En el mismo sentido, solo el 49 por ciento de
la población adulta en México tiene una cuenta en un banco o institución financiera. (CNBV-INEGI, 2021,
Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021).
Una mayor Inclusión Financiera es de interés para todos los agentes que se desempeñan en el sector
financiero. Pero para alcanzar este fin, es necesario que los intermediarios públicos, privados y sociales se den
a la tarea de proporcionar las bases de Educación Financiera para que las personas usuarias busquen y utilicen
acertadamente los productos y servicios que les resulten más convenientes o se ajusten a sus necesidades.
La Educación Financiera es un elemento clave para la Inclusión Financiera, que
permite hacer un uso eficiente y consciente de los productos y servicios financieros.
Cuando las personas tienen acceso al sistema financiero tienen mayores
oportunidades de escoger las opciones que favorezcan su desarrollo, como invertir en
su educación, en un negocio, en su salud o ahorrar para su retiro.
Estos cuatro pilares deben sustentarse en datos precisos, objetivos y oportunos, para lograr los resultados
esperados. Esto implica que debe existir una adecuada medición para, en primera instancia, tener un
diagnóstico y, posteriormente, evaluar el impacto de las acciones emprendidas y, en su caso, hacer los
cambios necesarios y lograr el objeto de dichas acciones. De ahí, la importancia de contar con indicadores que
permitan medir los avances que se van obteniendo.
Con los resultados obtenidos de las ediciones de la ENIF, ha sido posible generar un diagnóstico robusto sobre
la situación del país en materia de Inclusión Financiera, así como identificar las principales barreras y
problemas que obstaculizan que las personas se beneficien del sistema financiero formal. A partir de este, se
pudo formular la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) de 2016 y, posteriormente, actualizarla en el
2020.
Dicho diagnóstico fue la base para la PNIF 2020, la cual por primera vez consideró un proceso consultivo y de
apropiación entre personas relevantes del sector financiero público y privado, academia, personas expertas y
organismos internacionales. Su objetivo general es fortalecer la salud financiera de la población mexicana, a
través del incremento en el acceso y uso eficiente del sistema financiero, del desarrollo de las competencias
económico-financieras, y del empoderamiento de la persona usuaria.
La PNIF 2020 contiene una estrategia transversal que busca generar información e investigación para
identificar las barreras y áreas de oportunidad en la Inclusión Financiera de la población, siendo una de sus
principales herramientas la ENIF. Asimismo, cuenta con seis objetivos, donde cada uno de los cuales despliega
estrategias y líneas de acción para impulsar la inclusión y las competencias económico-financieras, así como la
protección al usuario de productos y servicios financieros en México.
Para cada uno de estos objetivos se establecieron indicadores y metas para monitorear y evaluar el desarrollo
e implementación de la PNIF. Adicionalmente, para cada estrategia se establecieron indicadores de
seguimiento, los cuales servirán para monitorear la evolución de la Inclusión Financiera en el país. Estos
indicadores de seguimiento, medidos a través de la ENIF, son los siguientes:
Fuente: PNIF 2020, solo se reportan los indicadores de los objetivos, medidos a través de la ENIF.
Es evidente que la Inclusión Financiera es un elemento clave para reducir la pobreza e impulsar la prosperidad
económica y social del país. Por ello, es importante fortalecer la infraestructura, física o digital para facilitar el
acceso y provisión de productos y servicios financieros.
Los canales tradicionales (sucursales y cajeros automáticos) son insuficientes para lograr una cobertura de
todo el territorio mexicano, dados los costos asociados a ello; sin embargo, la regulación permite modelos de
negocio más rentables como son los corresponsales (tiendas de conveniencia, farmacias o de servicios), dan la
posibilidad de realizar pagos, retirar efectivo o abrir una cuenta, entre otros.
Por lo tanto, es necesario compartir recursos para lograr no solo conectividad en todas las
comunidades del país, sino también provisión de servicios financieros a través de modelos de
negocio donde varias instituciones compartan los costos operativos y financieros
involucrados.
En cuanto a la infraestructura, al cierre de septiembre de 2021, había 15 mil 779 sucursales, una disminución
del 6.5 por ciento con respecto al cierre de 2019. Un total de 60 mil 294 cajeros automáticos, con un
incremento del 4.0 por ciento con respecto al cierre 2019. En la captación de cuentas, se incrementó en un 2.2
por ciento, en relación con el cierre de 2019 para alcanzar la cifra de 107 millones 204 mil 770 cuentas, los
créditos incrementaron en un 4.1 por ciento con lo cual se sitúan en una cartera de 54 millones 296 mil 536
contratos.
Es importante que los esfuerzos en promover mayor acceso y uso de servicios financieros vayan
acompañados de una regulación que garantice que los proveedores de servicios proporcionen un trato
justo y un servicio de calidad a sus usuarias y usuarios, que facilite la toma decisiones informadas sobre
sus recursos financieros.
Tomando como base la información de sucursales registradas al cierre de septiembre de 2021, la cobertura
municipal fue de 50.2 por ciento, con una cobertura demográfica de 92.4 por ciento. Mientras que, para el caso
de cajeros automáticos, la cobertura municipal fue de 59.9 por ciento, con una cobertura demográfica de 95.3
por ciento. Para los corresponsales registrados se tuvo una cobertura municipal de 74.2 por ciento, con una
cobertura demográfica de 97.7 por ciento. Por lo que, la cobertura municipal del país con al menos un punto
de acceso (sucursal, cajero automático y corresponsal) al cierre de septiembre de 2021 fue de 78.4 por ciento.
Cobertura municipal de los puntos de acceso físicos (sucursal, cajero automático o corresponsal)
Particularmente, la Ciudad de México fue la entidad con el mayor número de sucursales, con 1,793; por su
parte, el municipio con más sucursales fue Guadalajara con 369.
De acuerdo con el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2021, el 82.7 por ciento de la población adulta
habita en localidades con más de 20 habitantes que se encuentran a menos de 2 km de un punto de acceso.
Esta proporción crece a 88.6 por ciento al considerar un radio de 4 km y 94.2 por ciento, si el radio se amplía a
7 km. La cobertura municipal con al menos un punto de acceso fue de 77.6 por ciento para el cierre de 2020.
En específico, el porcentaje de la población con acceso a al menos a una sucursal a una distancia de 4
kilómetros, en promedio, fue de 77.0 por ciento y el del acceso de localidades con más de 20 habitantes del
19.6 por ciento. El porcentaje de la población con acceso a al menos a un cajero automático a una distancia de
4 kilómetros, en promedio, fue de 80.4 por ciento y el del acceso de localidades con más de 20 habitantes del
25.0 por ciento. Finalmente, el porcentaje de la población con acceso a al menos a un corresponsal a una
distancia de 4 kilómetros, en promedio, fue de 87.5 por ciento y el del acceso de localidades con más de 20
habitantes del 41.2 por ciento.
De acuerdo con los resultados de la ENIF 2021, respecto a la tenencia de productos financieros, se obtuvo que
el 78 por ciento de la población adulta del país cuenta o ha contado con al menos uno de los cuatro
instrumentos financieros, como son cuenta, crédito, seguro o cuenta de ahorro para el retiro, lo que representa
un crecimiento de 2 puntos porcentuales (pp) con respecto a lo reportado en 2018. La población que cuenta
actualmente con un producto financiero se ha ubicado en 68 por ciento desde el 2015, lo que sugiere que el
porcentaje de la población potencialmente activaen el sistema financiero se ha mantenido estable en los
últimos años.
De manera particular, alrededor de 49 por ciento de la población reportó tener al menos una cuenta, lo que
representa un crecimiento de 5 pp con respecto a 2015. Alrededor del 65 por ciento de la población ha
reportado tener o haber tenido una cuenta, mayor al 59 por ciento reportado en 2018.
La penetración del crédito formal se ha incrementado de 29 por ciento en 2015 a 33 por ciento en 2021. La
población que tiene o ha tenido al menos un crédito formal se ubicó en 47 por ciento en 2021, mayor en 4 pp a
lo reportado en 2015 y 3 pp más a lo reportado en 2018. Entre los productos de crédito formal, el más común
son las tarjetas de crédito departamentales, representando el 20 por ciento de la totalidad del crédito formal.
Por otro lado, en 2021, la población que ha tenido seguro en algún momento se ubicó en 32 por ciento, cifra
menor a la reportada en 2018 y menor a la reportada en 2015. Solo 21 por ciento de la población reportó tener
un seguro al momento del último levantamiento de la ENIF, porcentaje 4 pp menor al reportado en 2018 y en
2015.
Respecto a las cuentas de ahorro para el retiro o Afores, que son cuentas individuales a las cuales contribuye la
persona trabajadora, el patrón y el Gobierno Federal, donde los recursos se van acumulando a lo largo de la
vida laboral, y le dan derecho a la persona trabajadora a una pensión al momento de su retiro, se obtuvo que el
39 por ciento de la población adulta reportó tener una de ellas. Este porcentaje fue marginalmente menor al
reportado en 2018.
Un sistema financiero no puede operar de forma eficiente sin la confianza de su población usuaria, puesto
que si las personas perciben que sus recursos no están seguros o que las instituciones financieras no velan por
sus intereses, estarán menos dispuestas a participar en el sistema financiero a través de la contratación de
productos o de la utilización de sus canales de acceso físicos o digitales.
Una forma de fortalecer la confianza en las instituciones financieras es a través del establecimiento de
políticas para la protección de la población usuaria. Esto incluye medidas como establecer canales adecuados
para recibir y resolver quejas y reclamaciones en caso de problemas con productos e instituciones financieras,
así como mecanismos como el seguro de depósito, que protege los ahorros de la población usuaria en caso de
cierre o quiebra de una institución.
Por ello, la ENIF 2021 incluyó preguntas relacionadas con el nivel de confianza por parte de la población en las
instituciones financieras resultando que 65 por ciento de la población con al menos un producto financiero
considera que su dinero estaría seguro en un banco o cualquier otra institución financiera. Este porcentaje es
incluso menor al preguntar si considera que la institución resguardaría sus datos personales (61 por ciento) o si
la institución resolvería sus quejas y reclamaciones (56 por ciento).
Con relación a medios de pago, gracias a la ENIF 2021, se pudo notar que, aunque la mayor parte de la
población usa de forma recurrente el efectivo para realizar compras y pagos de servicios, con instituciones
financieras o incluso negocios, otros medios están siendo utilizados para realizar estas acciones, como son las
tarjetas de crédito y débito.
Durante el periodo de 2018 a 2021, la población que tiene una tarjeta de débito o crédito se incrementó. En
particular, el porcentaje de la población adulta con una tarjeta de crédito, bancaria o departamental, se
incrementó únicamente en un punto porcentual para ubicarse en 25 por ciento, la proporción que cuenta con
al menos una tarjeta de débito se incrementó en 12 pp, alcanzando el 46 por ciento.
De igual manera, para 2021, los medios digitales también han ganado terreno, particularmente, dentro de los
medios de pago en supermercados, tiendas departamentales y en pagos de servicios públicos y privados.
En referencia a los comportamientos financieros, los cuales se refieren a las acciones que toman las personas
al momento de manejar sus recursos financieros y que pueden estar relacionados con la forma en que las
personas controlan sus gastos, adquieren información sobre los productos que consumen y la forma en que
responden a choques financieros, los resultados de la ENIF 2021 sugieren que estos comportamientos no
están tan ampliamente extendidos entre la población del país. Solo 2 de cada 10 personas reportaron que
llevan un presupuesto, 4 de cada 10 llevan un registro de sus deudas pendientes y el 50 por ciento dijo separar
su dinero entre deudas y gastos. Asimismo, existe una relación positiva entre el nivel académico y el reportar
haber realizado este tipo de comportamientos.
De acuerdo con la información generada por la CNBV, al cierre de septiembre de 2021, se reportó que el sector
de la banca múltiple está conformado por 51 instituciones, el de la banca de desarrollo por 6, el de las
sociedades cooperativas de ahorro y préstamo (Socap) por 155 y el de las sociedades financieras populares
(Sofipo) por 39.
Al cierre de septiembre de 2021, los activos totales de estos sectores ascendieron a 13 mil 561 miles de millones
de pesos. De este monto, el 81.7 por ciento correspondió a la banca múltiple, el 16.5 por ciento a la banca de
desarrollo, el 1.5 por ciento a las Socap y el 0.3 por ciento a las Sofipo.
En tanto, la cartera total de crédito de estos sectores alcanzó un saldo de 6 mil 561 miles de millones de pesos
al cierre de septiembre de 2021, donde el 82.0 por ciento fue de la banca múltiple.
La captación total de recursos de estos sectores se ubicó en 8 mil 043 miles de millones de pesos. De este
monto, 83.1 por ciento correspondió a la banca múltiple y 14.5 por ciento a la banca de desarrollo.
Fuente: CNBV, Boletín Estadístico Banca Múltiple, Banca de Desarrollo, SOCAP y SOFIPO, mes de septiembre
2021
[1]
Padrón de Entidades Supervisadas
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores tiene a disposición del público el Padrón de Entidades
Supervisadas, conocido como PES, que es una herramienta que brinda información sobre las entidades
financieras en el país que se encuentran en operación. En el PES se puede encontrar la lista de entidades
autorizadas, reguladas y supervisadas La información se puede buscar por: razón social, nombre corto y
sector financiero
La información disponible sobre las entidades financieras es la siguiente: denominación o razón social;
domicilio de la oficina principal o corporativo; teléfonos y otros medios de contacto; sectores del sistema
financiero en los que operan; y el área administrativa de la CNBV responsable de su supervisión.
[1]Fuente:
https://www.cnbv.gob.mx/Paginas/PADR%C3%93N-DE-ENTIDADES-SUPERVISADAS.aspx
Nota: La CONDUSEF también cuenta con padrón de instituciones financieras denominado “Sistema de
Registro de Prestadores de Servicios Financieros” (SIPRES), que se aborda en otra sección y el cual define su
marco de actuación.
Existen tres fondos de protección de los ahorros de los clientes o socios dependiendo del sector a que se
refiere, esto es:
Existen tres fondos de protección de los ahorros de los clientes o socios dependiendo del sector a que se
refiere, esto es:
1. Los ahorros de los clientes de la banca están protegidos por un seguro de depósito, bajo la administración
del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), que cubre un monto de hasta 400,000 UDIs.
2. Los ahorros de los socios de las SOCAP están protegidos por un seguro de depósito, bajo la administración
del Fideicomiso Fondo de Supervisión Auxiliar de Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de
Protección a sus Ahorradores (FOCOOP), que cubre un monto de hasta 25,000 UDIs.
3. Los ahorros de clientes y socios de las SOFIPO y Sociedades Financieras Comunitarias (SOFINCO) están
protegidos por un seguro de depósito, bajo la administración del Fondo de Protección de Sociedades
Financieras Populares y de Protección a sus Ahorradores (PROSOFIPO), que cubre un monto de hasta
25,000 UDIs.
Para conocer la información relacionada con temas de inclusión financiera. Consulta la página
https://www.gob.mx/cnbv/acciones-y-programas/inclusion-financiera-25319
Uno de los principales retos que enfrenta México es garantizar el desarrollo económico y
reducir las brechas económicas y sociales. Hacia este objetivo se encamina el trabajo que, a
través de programas y proyectos, emprende cada uno de los sectores de la administración
pública conforme a sus facultades y atribuciones.[2]
(http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/101182.pdf)
Mujeres y hombres tienen los mismos derechos y deberían tener las mismas oportunidades
también. Sin embargo, durante muchos años, ellas han enfrentado una situación de
desventaja en diversos aspectos. En reconocimiento a esta situación, se ha hecho
indispensable que las políticas públicas incluyan la perspectiva de género en su planeación, diseño, ejecución
y seguimiento.
Particularmente, la división sexual del trabajo no favorece a las mujeres. Para ellas, incorporarse a la vida
económica es un hecho condicionado por factores como el estado conyugal o tener a su cuidado infantes o
personas adultas mayores, personas enfermas y personas con discapacidad, lo cual les impide compaginar un
trabajo remunerado con los deberes familiares que les son asignados culturalmente, o bien, a obligarse a
ejercer su carrera profesional de manera interrumpida o aceptar empleos de menor calidad. Las
responsabilidades familiares, entonces, llegan a convertirse en barreras para su participación equitativa en el
trabajo remunerado, pues su inserción sucede de forma restringida y en condiciones de desventaja. Eso se ve
reflejado en la participación de las mujeres en el mercado laboral, la cual es de menos de la mitad de las
mujeres adultas.
La responsabilidad social de crear programas sensibles al género ayuda a mostrar y hacer más transparente la
relación existente entre los objetivos políticos y los ingresos y el gasto público, así como, entre la política y la
distribución del gasto en todas las actividades del gobierno. Incorporar entonces el enfoque de género en los
programas y, en general, en todas las acciones que el gobierno despliegue, requiere unir el conocimiento
sobre los roles y las relaciones de género y el conocimiento sobre el sector público y la economía.
Otra característica que deben de tener estos esfuerzos es que deben ser trasversales,
es decir, que deben de estar contemplados en todos los programas sociales de todas
las dependencias para que tengan un resultado significativo y no sea esfuerzo de una
sola dependencia o sector.
Las actividades con perspectiva de género en materia de medición se pueden resumir en:
Desde 2012 y de manera trienal, la CNBV, en colaboración con el INEGI, ha realizado el levantamiento de la
ENIF, que recopila información sobre el acceso, tenencia y uso de productos financieros, así como de
alfabetización y bienestar financiero; de la cual todos los datos son desagregados por sexo, por tipo de
localidad de residencia (urbano y rural), y adicionalmente se pueden obtener otras desagregaciones como
edad, nivel académico, estado civil, situación laboral, ingreso mensual, y —a partir de la edición de 2021— de
las personas hablantes de lenguas indígenas, receptoras de programas sociales y receptoras de remesas.
Desde 2016 se incorporó la desagregación por sexo en los reportes regulatorios de la CNBV, particularmente
en los datos de cuentas y créditos, de la banca y las entidades de ahorro y crédito popular. Con esta
información, a partir de 2017, se incluye un apartado de inclusión financiera con perspectiva de género en los
reportes o panoramas anuales de inclusión financiera; y desde 2018, se pone a disposición del público estos
datos de manera trimestral en sus bases de datos.
En 2022 se incorporó dentro de los reportes públicos del Portafolio de información de la banca múltiple el
"Reporte por tipo de cartera y sexo de la persona acreditada", en el cual se desglosa por sexo toda la cartera de
créditos de vivienda, consumo y empresarial.
Por otro lado, en marzo de 2022 se firmó un Convenio de Coordinación y Colaboración Interinstitucional
Público-Privado en materia de igualdad de género en el sistema financiero mexicano que, entre otros, creó el
“Comité Interinstitucional para la Igualdad de Género en las Entidades Financieras” (CIIGEF).
Este comité buscará desarrollar propuestas y compartir experiencias entre las instituciones financieras para
lograr un mayor equilibrio en la representación de puestos de toma de decisión, impulsar la educación e
inclusión financiera de las mujeres y prevenir y erradicar la discriminación, el hostigamiento y acoso sexuales,
así como otras formas de violencia de género. Además, contará con un sistema de auto- monitoreo con el
que, a través de indicadores clave, medirá el avance de las instituciones en materia de igualdad de género.
Asimismo, se diseñó un sistema de gobernanza para asegurar la participación de personas de alto nivel, así
como la presencia de ambos sexos.
El comité está integrado por la Asociación de Bancos de México, la Asociación Mexicana de Capital Privado, la
Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros., la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para
el Retiro, el Banco de México, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, el Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura,
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el Instituto Nacional de las Mujeres.
En el marco de las actividades del CIIGEF, en mayo de 2022 se publicó el “Diagnóstico de la incorporación de
la perspectiva de género en el quehacer de las entidades financieras en México”, el cual presenta un
panorama descriptivo de la incorporación de la perspectiva de género en las entidades financieras en México,
a partir de tres aspectos:
1. La adopción de diversas políticas y prácticas que fomenten la igualdad al interior de sus centros laborales
2. Las brechas de género en posiciones de liderazgo
3. La oferta de productos y servicios financieros enfocados a las mujeres.
El estudio concentra las respuestas de una muestra de más de 220 entidades y autoridades financieras, lo que
significó que 6 de cada 10 entidades financieras de los sectores encuestados y la totalidad de las autoridades
que conforman el Consejo Nacional de Inclusión Financiera (CONAIF), brindaron su información.
Los sectores financieros encuestados fueron: banca múltiple, banca de desarrollo, organismos de fomento,
sociedades cooperativas de ahorro y préstamo, sociedades financieras populares, casas de bolsa, fondos de
inversión, administradoras de fondos para el retiro e instituciones de seguros.
Entre los hallazgos que contiene el diagnóstico en sus tres secciones, destacan los siguientes:
El 68% contó con una política o práctica de igualdad de género; sin embargo, solo el 27% contó con una que
contenga indicadores para medir su avance.
El 54% contó con un comité encargado de la atención de asuntos relativos a la igualdad y no discriminación.
El 55% realizó algún cuestionario de clima laboral que contemplo aspectos sobre igualdad y no discriminación.
1 de cada 4 ofreció días de incapacidad o permisos de maternidad o paternidad superiores a los marcados por
la ley.
Del total de personas contratadas en 2020, el 48% fueron mujeres, asimismo, del total de personas que dejaron
de laborar en la entidad o autoridad financiera, el 47% fueron mujeres.
Del total de personas que obtuvieron un ascenso, la mitad fueron mujeres, mientras que del total que
recibieron una capacitación en temáticas gerenciales, el 51% fueron mujeres.
Del total de personas que laboraron en las entidades y autoridades financieras, el 51% fueron mujeres (tercer y
cuarto nivel). Sin embargo, esta proporción disminuyó a 26% tanto en los puestos directivos, como en los
puestos de alta dirección (primer o segundo nivel).
c) De la oferta de productos y servicios enfocados en las mujeres por parte de las entidades financieras.
El 14% de las entidades declaró tener al menos un producto financiero diseñado para las mujeres.
El 60% consideró que las mujeres suelen tener mejor comportamiento de pago que los hombres, en términos
del cumplimiento en los periodos establecidos.
El 44% consideró que las mujeres necesitan productos financieros con características distintas que los
ofrecidos a los hombres; sin embargo, de las entidades que respondieron afirmativamente, solamente 1 de
cada 5 contó con un producto o servicio con tales características.
Los factores que consideraron que podrían fomentar un aumento en el acceso y uso de productos y servicios
financieros de las mujeres fueron:
Brindar beneficios diferenciados para las mujeres, por el 44% como una tasa de interés más baja con respecto
a los hombres para un producto crediticio similar.
Ampliar el número de tipos de garantía viables para adquisición de financiamiento por el 46%.
Utilizar estrategias de mercadotecnia enfocadas a las mujeres, por el 77% de las entidades.
Del total de personas que laboraron en las entidades y autoridades financieras al cierre de 2020, el 51% son
mujeres. Sin embargo, esta proporción disminuyó a 26% tanto en los puestos directivos, como en los de alta
decisión.
El 68% de las entidades financieras encuestadas cuenta con una política o práctica de igualdad de género. En
tanto, el 27% dispone de una que incluye indicadores para medir su avance.
El 44% de las entidades encuestadas consideró que las mujeres necesitan productos financieros con
características diferentes a las ofrecidas a los hombres; no obstante, de las entidades que respondieron
afirmativamente, solamente 1 de cada 5 refirió contar con un producto o servicio con tales características.
En este sentido, la encuesta también identificó que alrededor de 2 de cada 5 entidades financieras
encuestadas consideraron que otorgar beneficios diferenciados con respecto a los hombres, específicamente
una tasa de interés más baja con respecto a los hombres para un producto similar sería necesario.
Ahora bien, y de conformidad con la ENIF 2021, se registran las siguientes brechas de género en la tenencia de
productos o servicios financieros.
Cuentas de captación:
Durante el periodo de 2015 a 2021, la población que tiene una cuenta tuvo un crecimiento de cinco puntos
porcentuales (pp), al pasar de 44 a 49 por ciento. Si se considera a la población que en algún momento tuvo
una cuenta, el porcentaje total de la población que ha tenido una cuenta —es decir que tiene o tuvo una
cuenta— en este lapso pasó de 59 a 65 por ciento.
Como se puede observar en la siguiente gráfica, la población que ha tenido cuenta presentó brechas a favor
de los hombres, principalmente en el 2021 con 11 pp a favor de ellos.
Crédito:
Los resultados referentes a la población adulta que ha tenido crédito —es decir que tiene o tuvo un crédito—se
incrementaron cuatro pp de 2015 a 2021; en específico, el porcentaje de personas que tiene un crédito fue lo
que provocó dicho aumento.
En este periodo, se observaron brechas a favor de los hombres en la población que ha tenido crédito.
Particularmente para 2015 se tuvo una brecha de cero pp, mientras en 2018 la brecha fue de 7 pp, que fue la
mayor brecha existente en el periodo de análisis; finalmente, en 2021 se presentó una brecha de 3 pp a favor
de los hombres.
Seguro:
En lo que se refiere al porcentaje de la población que ha tenido seguro —es decir que tiene o tuvo un seguro
—, este se redujo de 37 a 32 por ciento de 2015 a 2021, principalmente en el bloque de las personas que
actualmente disponen de algún tipo de seguro.
Durante el periodo de 2015 a 2021, el porcentaje de la población que tiene una cuenta de ahorro para el retiro o
Afore disminuyó de 41 a 39 por ciento[4].
Por otro lado, se observaron brechas a favor de los hombres para cada año reportado.
Las brechas de género ENIF 2021 muestran que las mujeres tienen un rezago en materia de tenencia de
cuentas, créditos, seguros y cuentas de ahorro pare el retiro a Afores.
El Sistema Financiero Mexicano (SFM) se entiende, en términos generales, como el conjunto de autoridades
que lo regulan y supervisan, los bancos múltiples y de desarrollo, las sociedades financieras de objeto
múltiple (SOFOMES); las Casas de Bolsa, las Bolsas de Valores, las Casas de Cambio, las Aseguradoras, las
Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES), las Sociedades Financieras de Ahorro y Crédito
Popular (SOFIPOS), las Cajas de Ahorro Popular, Uniones de Crédito, y las recientes Instituciones de
Tecnología Financiera (IFT), por citar las más relevantes.
Son entidades financieras las que intervienen generando, captando, administrando, orientando y dirigiendo
tanto el ahorro como la inversión; instituciones de servicios complementarios; auxiliares o de apoyo a dichas
entidades; de agrupaciones financieras que prestan servicios integrados; así como otras entidades que limitan
sus actividades a información sobre operaciones activas o prestan servicios bancarios con residentes en el
extranjero.
A través del Sistema Financiero, se realizan toda clase de actividades financieras, tales como transferir recursos
entre sectores y regiones por lo que esta función permite que las inversiones se dediquen a usos más
productivos y pertinentes.
La finalidad prioritaria del sistema financiero (SF), es llevar a cabo las funciones de captación de las
unidades económicas con superávit y canalizarlo a unidades económicas deficitarias, lo que significa que
el sistema financiero se ocupa de captar el dinero ahorrado y canalizarlo a quien lo necesita. Se trata de una
función de intermediación pertinente y necesaria en cualquier contexto o agregado social. Así, por ejemplo,
los bancos son capaces de prestar dinero a algún usuario porque hay otras personas que a su vez
depositaron sus ahorros en la institución financiera.
Dentro de cualquier SF es importante contar con un marco legal. Por ello existen entidades encargadas de su
regulación, algunas de éstas son la SHCP, Banxico o la CNBV.
El SFM se integra por dos componentes. En el primero están los organismos encargados de poner las reglas
del juego y aplicarlas. Éstos son, principalmente la SHCP y Banxico. Aunque también hay otros, como la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV); la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) el Instituto
de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) o la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de
Servicios Financieros (CONDUSEF).
En el segundo componente están las Instituciones que ofrecen productos o prestan servicios financieros en
distintos sectores de operación, como la banca comercial, la banca de desarrollo, las instituciones de seguros y
fianzas, así como el mercado de valores, con todos sus integrantes.
La CONDUSEF, cuenta con una página en donde se puede ir conociendo cada una de estas instituciones de
manera didáctica, para su consulta, revisa la siguiente liga:
https://webappsos.condusef.gob.mx/EducaTuCartera/SistemaFinanciero.html
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), con fundamento en las: fracciones VI, VII y VIII del Artículo
31 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, le corresponde realizar o autorizar todas las
operaciones en que se haga uso del crédito público; planear, coordinar, evaluar y vigilar el sistema bancario
del país que comprende al Banco Central, a la Banca Nacional de Desarrollo y las demás instituciones
encargadas de prestar el servicio de banca y crédito; y ejercer las atribuciones que le señalen las Leyes en
materia de seguros, fianzas, valores y de organizaciones y actividades auxiliares del crédito.
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), de conformidad con el Artículo 67 de la Ley de
Protección al Ahorro Bancario, tiene por objeto garantizar los depósitos bancarios de los pequeños y medianos
ahorradores, y resolver al menor costo posible bancos con problemas de solvencia, contribuyendo a la
estabilidad del sistema bancario y a la salvaguarda del sistema nacional de pagos.
El Fondo Monetario Internacional (FMI), por ejemplo, nació en el marco de las Naciones Unidas, en el año
1945, tiene como objetivos primordiales, evitar las crisis financieras en los sistemas monetarios de sus estados
miembros, la promoción de políticas cambiarias sostenibles y de cooperación a nivel internacional, la apertura
del comercio internacional y la reducción de la pobreza de todos aquellos países partes.
El FMI es uno de los organismos multilaterales y especializados y actualmente tiene 185
países miembros y su sede se encuentra en Washington.
El multilateralismo de este organismo queda fielmente expresado, en la metodología
multilateral de pagos que facilita y, por otro lado, por el otorgamiento temporal de
recursos financieros a aquellos miembros que presentan problemas en sus balanzas de
pagos, por ejemplo, un país inscrito al FMI tendrá el acceso automático al 25% de su
cuota.
El FMI actúa como fondo al cual los países miembros podrán recurrir en caso de necesidades de
financiamiento de algunos de sus proyectos.
El Banco Mundial (BM), se crea en contexto de los acuerdos de Bretton Woods (1944) con la misión específica
de impulsar la reconstrucción europea en la postguerra; una vez cumplido el cometido original el Banco
Mundial se ha concentrado en otorgar financiamientos y asesoría en proyectos para el desarrollo a las
naciones más pobres del mundo. https://www.bancomundial.org
La Organización Mundial del Comercio (OMC), originalmente llamada Acuerdo General de Aranceles y Tarifas,
(GATT), es la organización internacional que tiene como objetivo liberalizar de aranceles y cuotas el comercio
internacional para favorecer el libre intercambio de mercancías entre las economías del orbe.
https://www.wto.org/ (https://www.wto.org/)
La Reforma Financiera realizada en México en 2014 se impulsó y se aprobó para lograr los
siguientes objetivos:
La Reforma Financiera establece un conjunto de medidas para fomentar la competencia dentro del sistema
financiero y con ello abrir nuevos canales de oportunidad para las empresas y los diversos demandantes de
financiamientos, así como para inhibir prácticas anticompetitivas. A continuación, se describen algunas de
estas medidas:
Fortalecimiento de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF).
Medidas contra ventas atadas.
Regulación de Redes de Medios de Disposición.
Investigación de la Comisión Federal de Competencia Económica sobre nivel de competencia del sector
financiero.
Movilidad de garantías y de operaciones (potabilidad de créditos).
Mayor número de corresponsales de Ahorro y Crédito Popular.
Creación del Buró de Entidades Financieras.
La Banca de Desarrollo debe otorgar crédito a quienes, por fallas de mercado, no son atendidos por las
instituciones privadas, o bien complementar los productos que dichas instituciones ofrecen.
Con la Reforma Financiera, se apuntala a la Banca de Desarrollo con un marco
normativo que, le permita instrumentar políticas que sumen tanto a la creación
como a la preservación de los empleos e inversiones.
La Banca de Desarrollo debe contribuir, de manera eficaz, con la actividad
productiva del país, la creación de valor y el desarrollo del campo y, a su vez,
permitir y respaldar el ahorro popular en beneficio del bienestar de las familias
mexicanas.
El Fortalecimiento de la Banca de Desarrollo se refleja al definir con claridad el mandato de sus instituciones, y
el fomento de la economía a través de la atención de sectores estratégicos que enfrentan limitantes para
tener acceso a alternativas de financiamiento.
La flexibilización del marco normativo de las instituciones, eliminando restricciones innecesarias para su
desarrollo
La obligación de crear programas de inclusión financiera para las micro, pequeñas y medianas empresas, así
como para los pequeños productores del campo.
Acorde con las mejores prácticas bancarias, se da mayor claridad acerca del control y vigilancia de las
instituciones para evitar duplicidad de funciones y cargas administrativas innecesarias.
La regulación y supervisión bancaria queda a cargo de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el Banco de
México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en el ámbito de competencia que corresponda a cada
una.
Se refuerza la obligación de prestar asistencia técnica y capacitación, particularmente en los servicios y
productos financieros de innovación, creación de patentes y demás derechos de propiedad industrial.
La Banca de Desarrollo deberá promover la inclusión financiera de la población, particularmente, la de
mujeres, niños y jóvenes, así como la promoción del ahorro e inversión en comunidades indígenas.
Las instituciones también deberán implementar programas y productos específicos con perspectiva de
género, para fomentar la igualdad de hombres y mujeres en materia de acceso a servicios financieros.
Cada institución financiera de desarrollo podrá allegarse de los recursos requeridos para el cumplimiento de
su mandato, principalmente capital humano; fortaleciendo a sus órganos de gobierno para que determinen,
haciendo uso de recursos propios, la estructura organizacional y necesidades de recursos humanos a fin de
poder llevar a cabo sus actividades sustantivas de forma más efectiva.
Las instituciones deberán promover la sustentabilidad ambiental en sus programas operativos y financieros,
así como incentivar la responsabilidad ambiental corporativa en ellas mismas, en los términos que establezca
su Consejo Directivo.
Las instituciones de Banca de Desarrollo podrán realizar funciones de banca social
La Financiera Rural se transforma en la “Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario, Rural, Forestal y
Pesquero”. Dentro del rediseño estructural se encuentra la flexibilización de su regulación para que pueda
mejorar su esquema operativo e incrementar el crédito que otorga.
La Reforma Financiera integró, entre otros, las siguientes medidas que contribuyen al fortalecimiento del
sector para mantener su solidez:
Fortalecimiento de medidas prudenciales.
Fortalecimiento del procedimiento de liquidación Bancaria.
Coordinación en Materia de Estabilidad Financiera.
Adicionalmente, la reforma hace más eficaces a las instituciones financieras y el actuar de las autoridades en
la materia.
La Reforma Financiera moderniza la legislación en este sentido a través de algunas de las siguientes medidas:
Flexibilización del régimen corporativo de los fondos de Inversión para hacerlos accesibles al pequeño
inversionista
Fortalecimiento del Régimen del Mercado de Valores.
Se eleva a rango de ley el Consejo Nacional de Inclusión Financiera.
Se eleva a rango de ley el Comité de Educación Financiera.
Se mejora y fortalece el Esquema de Sanciones y Autocorrección.
La Reforma Financiera sienta bases sólidas para que el sector financiero contribuya en mayor medida al
desarrollo económico incluyente y hará del crédito un mayor detonador de crecimiento económico en favor de
las familias mexicanas.
Se establece un marco jurídico que promueve la competencia, multiplicando y mejorando las opciones de
crédito para los mexicanos. Así mismo fortalece la regulación, la coordinación y el sano desarrollo del sector.
El propósito de la Reforma Financiera es claro: que haya más crédito y más barato.
Actividad Realizada
IV.I Definición
Emprendedores se les llama a las mujeres y hombres que se encuentran en el proceso de crear, desarrollar o
consolidar una empresa a partir de una idea. Por lo general, en este proceso no se cuenta con la experiencia
empresarial suficiente, o con la tecnología y financiamiento para materializarla.
El término emprendimiento proviene del francés “entrepreneur”, que significa “pionero”, y se refiere
etimológicamente a la capacidad de una persona de realizar un esfuerzo adicional para alcanzar una meta,
aunque en la actualidad se limita su uso para referirse a una nueva empresa o proyecto que inicia una
persona o grupo de personas.
El emprendimiento es esencial en las sociedades, pues permite a las empresas buscar innovaciones, y
transformar conocimientos en nuevos productos.
IV.II Tipos de empresas
Las microempresas son todos aquellos negocios que tienen menos de 10 trabajadores, generan anualmente
ventas hasta por 4 millones de pesos y representan el 95 por ciento del total de las empresas y el 40 por ciento
del empleo en el país; además, generan el 15 por ciento del Producto Interno Bruto.
Las pequeñas empresas son aquellos negocios dedicados principalmente al
comercio, que tiene entre 11 y 30 trabajadores o generan ventas anuales superiores
a los 4 millones y hasta 100 millones de pesos. Son entidades independientes,
creadas para ser rentables, cuyo objetivo es dedicarse a la producción,
transformación y/o prestación de servicios para satisfacer determinadas
necesidades y deseos existentes en la sociedad. Representan más del 3 por ciento
del total de las empresas y casi el 15 por ciento del empleo en el país, asimismo
aportan más del 14 por ciento del Producto Interno Bruto.
Las medianas empresas son los negocios dedicados al comercio que tiene desde 31 hasta 100 trabajadores, y
generan anualmente ventas que van desde los 100 millones y pueden superar hasta 250 millones de pesos.
Son unidades económicas con la oportunidad de desarrollar su competitividad en base a la mejora de su
organización y procesos, así como de mejorar sus habilidades empresariales. Entre sus características también
poseen un nivel de complejidad en materia de coordinación y control e incorpora personas que puedan
asumir funciones de coordinación, control y decisión; lo que implica redefinir el punto de equilibrio y
aumentar simultáneamente el grado de compromiso de la empresa. Representan casi el 1 por ciento de las
empresas del país y casi el 17 por ciento del empleo; además contribuyen con más del 22 por ciento del
Producto Interno Bruto.
Las grandes empresas a aquellos negocios dedicados a la producción de bienes y la prestación de servicios
que tienen desde 101 hasta 251 trabajadores y ventas superiores a los 250 millones de pesos. Una gran empresa
tiene entre sus características, sobrepasar una serie de límites ocupacionales o financieros, los cuales,
dependen de cada país. Obtienen economías de escala, que consisten en ahorros acumulados por la compra
de grandes cantidades de bienes y entre sus ventajas está la facilidad de financiamiento que da mayor
garantía a las empresas del pago de sus deudas y sus barreras de entrada son relativamente escasas debido a
la gran cantidad de mano de obra generada.
Actualmente, en nuestro país las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) aportan alrededor del
52% del PIB y generan el 72% de los empleos formales (IMCO).
De acuerdo con GEM (2021), el Índice Nacional del Contexto Emprendedor (NECI, por sus siglas en inglés), la
aptitud del entorno económico para el emprendimiento, en el caso de México, para el periodo del 2020 al 2021,
fue de 4.1 (sobre una escala Likert del 0 al 10); puntación con la cual pasó de ocupar el lugar 23 (Periodo 2019-
2020) a ocupar el lugar 34 (Periodo 2020-2021). Esta puntuación NECI, para cualquier economía, se obtiene
mediante un promedio simple de las Condiciones del Entorno Empresarial (EFCs, por sus siglas en inglés),
mismas que se enlistan a continuación: Acceso a finanzas emprendedoras, Política de gobierno: Apoyo y
pertenencia, Impuestos y burocracia, Programas gubernamentales de emprendimiento, Educación escolar (y
post-escolar) sobre emprendimiento, Transferencia de investigación y desarrollo, Infraestructura comercial y
profesional, Facilidad de entrada: Dinámica de mercado, Cargas de mercado y regulaciones; Infraestructura
física y Normas sociales y culturales.
Se dice que “aquello en lo cual perseveramos se vuelve más fácil de realizar, no porque su naturaleza haya
cambiado, sino porque nuestra capacidad para realizarlo ha aumentado”. Por lo anterior, resulta de gran
importancia reforzar el impulso al emprendimiento, ya que este esfuerzo incrementará nuestra capacidad de
generar impactos positivos en lo social y económico.
Esto se debe a que este tipo de proyectos da impulso a la economía, sobre todo al
considerar que la demanda de trabajo suele crecer a un ritmo superior al de la
oferta.
En muchas ocasiones, un emprendimiento familiar ayuda a que la familia logre satisfacer sus necesidades
básicas de vida o mejorarla notablemente. Además, un emprendimiento da independencia, ya que una
persona que tiene un emprendimiento propio trabaja de manera particular y no depende de jefes ni horarios.
IV.V Tipos de emprendimiento
El emprendimiento es el proceso de diseñar, lanzar y administrar un nuevo negocio, que generalmente
comienza como una pequeña empresa o una emergente, ofreciendo a la venta un producto, servicio o
proceso.
El emprendimiento favorece la economía del país. Al crear nuevas empresas, los emprendedores crean
oportunidades de empleo para las personas, impulsan la competitividad y la productividad de las empresas,
crean industrias nuevas que pueden ser motores de crecimiento para el futuro, ayudan a mejorar la renta
nacional e introducen innovación de productos en el mercado.
Además, los factores de inseguridad, violencia o incertidumbre son desalentadores para el espíritu
emprendedor.
A nivel mundial, México ocupa una posición desfavorable en los siguientes rubros:
Instituciones: 106
Eficiencia del mercado laboral: 120
Eficiencia en el mercado de bienes: 96
Pero ocupa una posición privilegiada en factores como:
Tamaño del mercado: 12
Ambiente macroeconómico: 28
Fortalecer las instituciones. Garantizar un entorno legal, político, institucional, fiscal y social transparente para
disminuir la corrupción e inseguridad.
Implementar modelos triple hélice para que los emprendedores, centros de investigación y el Gobierno
trabajen en conjunto.
Ofrecer educación para formar emprendedores; es decir, formar a personas con conocimientos
administrativos, estratégicos, con inteligencia financiera y emocional.
Generar programas que se ajusten a las necesidades reales del emprendedor mexicano.
Favorecer la innovación para afrontar los cambios del mundo moderno.
Actividad Realizada
En contraste con el enfoque del sistema económico vigente, el cual está centrado en la
producción, el capital, la rentabilidad económica y el consumo, la ESS propone poner al centro
de la economía, el bienestar de las personas, situando los recursos, la riqueza, la producción y el
consumo solamente como medios para alcanzar tal fin, más no como fines en sí mismos. Para
ello, desarrolla prácticas alternativas mediante la aplicación de valores universales, como la
equidad, la justicia, la solidaridad, el compromiso con el entorno, la propiedad colectiva y la
democracia directa para la toma de decisiones organizacionales.
Recordemos que la ESS es un modelo que convive con la economía de mercado, sin embargo, como ya se
mencionó, bajo el enfoque de la ESS se propone que la economía esté al servicio de las personas y no las
personas al servicio de la economía, tal como se practica de manera común actualmente entre las empresas o
iniciativas con enfoque en el capital y la rentabilidad.
La ESS está representada en todo el mundo por diversas iniciativas de naturaleza colectiva que desarrollan
actividades en todas las esferas de la economía (producción de cualquier tipo de bienes, primarios o
industrializados, prestación de cualquier tipo de servicios médicos, vivienda, financieros, culturales, educativos,
etc.), en las que se privilegia el bienestar de las personas y su trabajo por encima del capital.
A veces, la ESS es relacionada con una economía exclusiva para los colectivos más
vulnerables, pero en realidad es una opción para todas las personas de cualquier ámbito (urbano o rural) y
para desarrollar cualquier tipo de actividad económica (primaria, secundaria o terciaria). La economía social
tiene presencia en todos los sectores de la economía y es para todas las personas que se identifican con los
principios, valores y fines de este enfoque de desarrollo socioeconómico.
En la actualidad la ESS puede tener tantas definiciones como autores que hablen de ella y se manifiesta en la
práctica a través de muy diversas iniciativas colectivas, sin embargo, se puede caracterizar de manera general
por lo siguiente:
- Mutuales: Organizaciones sin fines de lucro. Los asociados realizan una contribución económica y como
retribución acceden a programas preventivos y de capacitación. Igualmente, las mutuales brindan
prestaciones, subsidios o pensiones para aquellos trabajadores que sufran, por ejemplo, un accidente laboral y
que forme parte de dicha mutualidad.
Las figuras o tipos de entidades que representan a la ESS a lo largo y ancho del
mundo, varían entre los diferentes países, sin embargo, su base ideológica las
identifica, ya que incorpora rasgos esenciales compartidos, como unos sistemas
de decisión y organización democráticos, voluntad de transparencia y equidad,
empoderamiento de las personas, orientación ética de la actividad, primacía de la
cooperación frente a la competencia y del trabajo sobre el capital, preocupación
prioritaria por las personas, respeto medioambiental, focalización en la generación
de empleo, atención destacada al entorno local y vocación de trabajo al servicio
del bien común.
Las personas que forman parte de las entidades o empresas son propietarios de las mismas y por lo tanto no
son consideradas recursos o elementos del capital humano, sino que son justamente eso, personas que
encierran enormes potencialidades y comparten con otras un proyecto empresarial en igualdad de
condiciones. Por ello, procuran para sus integrantes un trabajo decente o digno lo que significa la oportunidad
de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la
protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad
para que los individuos expresen sus opiniones, se organicen y participen en las decisiones que afectan sus
vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos, mujeres y hombres.
La propiedad colectiva de estas iniciativas y el elevado grado de participación en la toma de decisiones
estratégicas de las mismas fomentan que sus integrantes encuentren en ellas relaciones igualitarias y más
justas, ya que forman parte de un mismo colectivo con intereses, derechos y necesidades comunes, lo que
promueve y fortalece la cohesión social. Es importante el empoderamiento de las personas que participan en
el proceso de toma de decisiones y en la ejecución de los proyectos, teniendo voz y voto, según unos criterios
convenidos en cada iniciativa, contando con la opinión de cada integrante más allá de sólo criterios
monetarios.
Estas entidades pueden ser más adaptables en períodos de crisis desde el punto de vista laboral, ya que la
participación de los miembros en las decisiones económicas, laborales, estratégicas, etc. hace que los mismos
socios o trabajadores sean proclives, por ejemplo, a un ajuste salarial de forma colectiva y acordada en aras de
reducir gastos, relegando el despido a la última de las opciones posibles. Por lo que se consideran más
flexibles frente a las condiciones de mercado, en comparación con otro tipo de empresas.
Ser un Instituto que contribuya a que México sea un país más incluyente al colaborar
activamente con un sector social de la economía consolidado, basado en relaciones de
VISIÓN solidaridad, cooperación y reciprocidad, que impulse una mayor articulación social y el
aprovechamiento de las oportunidades de desarrollo de carácter territorial, sectorial, laboral,
de ingreso y bienestar social.
La ESS genera un modo solidario, justo y diferente de hacer economía, buscando una
transformación social, y que puede ser aplicado a cualquier tipo de empresa o
iniciativa económica. Una de las características más importantes de este enfoque es
que la propiedad es colectiva, es decir, todos son dueños y los socios centran su
acción en el trabajo cooperativo, buscando un equilibrio entre resultados económicos
y objetivos sociales. En contraste con otro tipo de empresas en las que, por ejemplo, la
propiedad es individual y los resultados económicos son destinados principalmente a
beneficiar a los dueños del capital.
Otra característica central es la gestión autónoma, democrática y transparente por parte de todos los
miembros, gestión que no está ligada directamente al capital o a las aportaciones financieras de cada socio,
sino al bienestar común; a diferencia de otro tipo de empresas en las que las decisiones las toma el dueño o
quienes poseen la mayor cantidad de acciones en la misma, buscando principalmente beneficiar a los
aportantes de capital.
Se destacan como elementos característicos de las empresas o iniciativas de Economía Social y Solidaria, los
siguientes:
Propiedad colectiva
Democracia para la toma de decisiones
Distribución equitativa de beneficios entre sus integrantes y
Compromiso social en favor de la comunidad y el medio ambiente
Para que estas empresas funcionen como tales, existen una serie de principios y valores que rigen la forma en
que se desarrollan dichas iniciativas, por mencionar algunos están: membresía voluntaria y abierta, control
democrático de los miembros, educación, formación e información, entre otros.
Dicho sector está conformado por los Organismos del Sector Social de la
Economía (OSSE), señalados en la LESS son: los ejidos, comunidades, organizaciones de trabajadores,
sociedades cooperativas, empresas que pertenezcan en su mayoritaria o exclusivamente a los trabajadores y
en general todas las formas de organización social para la producción, distribución y consumo de bienes y
servicios socialmente necesarios.
Los OSSE deberán observar los fines, principios, valores y prácticas enunciados en la LESS.
a. Que la toma de decisiones es democrática y no está ligada al capital aportado por los socios, asociados, o
integrantes.
b. Que la propiedad de los medios de producción es social o paritaria.
c. Que los excedentes o beneficios generados sean destinados a alguno de los siguientes rubros:
i. A la prestación de servicios de carácter social;
ii. Al crecimiento de sus reservas y fondos; o
iii. A la retribución de los servicios aportados o del trabajo prestado por sus socios, asociados o integrantes. La
distribución de estos excedentes o beneficios NO debe estar asociada a las aportaciones en capital que, en su
caso, se hubiesen realizado.
Con ese fin, las empresas de Economía Social y Solidaria también deben
producir ganancias para poderse sostener como proyecto. Desde el enfoque de la ESS, estos beneficios se
deben ver en lo que, por ejemplo, en Chiapas, el pueblo tzeltal llama “lequil cuxlejalil”, que en español significa
“el buen vivir”. Para ellos, “buen vivir” no significa ser dueño de muchas cosas, como televisores, teléfonos,
casas o coches; sino estar en armonía con la madre tierra, con el trabajo y con los demás miembros de la
comunidad, de tal forma que exista un sano equilibrio en la vida.
Para profundizar sobre qué es una empresa de economía social y cómo se diferencia de las demás empresas y
organizaciones, revisa el caso del Grupo de Cooperativas Yomol A´tel, el cual se encuentra en la Selva Norte de
Chiapas y está conformado por alrededor de 350 familias indígenas tzeltales.
La historia de Yomol A´tel ilustra cómo son y cómo pueden funcionar en general las empresas de Economía
Social y Solidaria en el medio rural. Sin embargo, esto no significa que la ESS se ubique solamente en el
campo, ya que también existen muchas iniciativas que se desarrollan bajo este enfoque en el medio urbano.
Para ejemplificar el caso de una empresa de economía social que desarrolla sus actividades en el medio
urbano, revisa el video de la Cooperativa Alux de México Gestores Ambientales, integrada por un grupo
biólogos que se unieron ante la necesidad del autoempleo.
Una de las figuras más representativas de la ESS en todo el mundo es la cooperativa, y en México son ejemplo
tanto en el medio rural como en el urbano, desarrollando actividades de manera exitosa en cualquier sector de
la economía.
Cooperativas de consumo: los miembros se asocian con el objeto de obtener en común artículos, bienes y/o
servicios para ellos, sus hogares o sus actividades de producción.
Cooperativas de producción: los miembros se asocian para trabajar en comúnen la producción de bienes y/o
servicios, aportando su trabajo personal físico o intelectual.
Cooperativas de servicios financieros: los miembros se organizan para realizar principalmente actividades
de ahorro y préstamo. Es decir, que su objeto es la captación de ahorro de dinero de sus socios, así como la
colocación y entrega de los recursos captados entre sus mismos socios.
En particular, este último tipo de cooperativas se han posicionado como un ejemplo del cooperativismo en
México. Son mejor conocidas como Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP), las cuales, entre
otras entidades, forman parte del sector de ahorro y crédito popular de nuestro país.
Considerando que el sector de ahorro y crédito popular en México está integrado por los tres tipos de
entidades que se mencionan el video (Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo SOCAP, Sociedades
Financieras Populares SOFIPO y Sociedades Financieras Populares y las Sociedades Financieras Comunitarias,
SOFINCO) y con base en información de la CONDUSEF, las Cooperativas de Ahorro y Préstamo autorizadas y
supervisadas representan el 78.6% de este sector.
Los siguientes datos pueden dar una idea de la relevancia de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y
Préstamo en nuestro país:
Si consideramos a las SOCAP autorizadas, en proceso de autorización y a las de nivel básico podemos observar
que cuentan con alrededor de 8.5 millones de socios, que sus activos representan $210,720,303,335
administrados por 655 cooperativas con presencia en toda la República Mexicana.
Las SOCAP´s se han convertido en una alternativa muy demandada, ya que no sólo ofrecen servicios como
ahorro, inversión y créditos a la población en general, sino que además se encuentran ubicadas
principalmente en localidades alejadas de las zonas urbanas o localidades medianas y pequeñas que no son
atendidas por la banca tradicional. Algunas de ellas ya cuentan con aplicaciones digitales, tarjetas de crédito,
pago de remesas y también brindan el servicio de corresponsalía, lo que multiplica sus ventanillas donde se
pueden realizar operaciones de pago y/o de depósito (tiendas de conveniencia, farmacias, entre otros) para
facilitar las operaciones a sus usuarios.
En general, los miembros de las sociedades cooperativas reconocen que ser parte de una de ellas tiene las
siguientes ventajas:
En suma, la economía social y solidaria combina dos dimensiones que frecuentemente parecen contrarias:
La economía que agrupa las actividades relativas a la producción, distribución y venta de bienes y servicios, y
La social que se refiere a una vida comunitaria y a las relaciones que las personas mantienen entre ellas.
En la economía tradicional, la rentabilidad se mide en términos de ganancias monetarias. En la ESS, se mide
por la mejora de la calidad de vida de una comunidad.
Se puede considerar a la ESS como un concepto que aúna perspectivasde diferentes corrientes de la
economía alternativa. Entre estas corrientes podemos encontrar, por ejemplo, el enfoque de la economía
verde, el de la economía con un enfoque de género, o bien, el de la mirada indígena del buen vivir, como se vio
en el caso de Yomol A´tel. Todas estas perspectivas buscan poner a las personas y sus condiciones de vida
en el centro y vincular el trabajo con la producción socialmente necesaria y con la satisfacción de las
necesidades básicas a través del consumo consciente e informado de bienes y servicios, apostando por una
economía más justa desde una perspectiva social y ambiental. Así existen, entre otras, dos relevantes
expresiones alternativas de la economía contemporánea que sintonizan con los valores de la economía social:
la economía verde y la economía feminista. Veamos brevemente en qué consisten ambas.
Economía Verde: El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) define como Economía
Verde aquella que resulta del "mejoramiento del bienestar humano e igualdad social, mientras que se reduce
significativamente los riesgos medioambientales y la escasez ecológica". De tal manera, que una Economía
Verde comprende dentro de sí los aspectos económicos, sociopolíticos y medioambientales del desarrollo. Por
lo que se puede decir que es aquella que produce bajas emisiones de carbono, usa los recursos
eficientemente y es socialmente incluyente.
Economía con enfoque de género: La economía con enfoque de género –también llamada economía de los
cuidados– pone el énfasis en reivindicar una vida que merezca la pena ser vivida, entendiendo como tal una
vida sostenible, en la que sea factible compatibilizar trabajo, vida y tiempo libre. Para ello, es importante
entender por trabajo no sólo el empleo (la actividad productiva que se intercambia en el mercado por dinero),
sino también todas aquellas actividades que tienen que ver con la reproducción de la vida y que permiten el
sostenimiento de las sociedades (por ejemplo, la crianza o el cuidado de las personas mayores). Dichas
actividades son ejercidas mayoritariamente por mujeres de manera no remunerada ni valorada por la
sociedad. En este marco, la economía con enfoque de género afirma que, para lograr sociedades equitativas y
sostenibles, es fundamental poner en valor todo este trabajo, no única ni principalmente a través de su
monetarización, sino del reconocimiento social y del reparto justo entre hombres y mujeres.
Un sistema económico que no entiende que aquello que lo sustenta –la naturaleza y las personas– tiene
límites, está menoscabando su futuro y poniendo en riesgo la existencia humana en el planeta. Frente a ello,
poner a las personas y al entorno en el centro del sistema económico es la propuesta de la economía social y
solidaria, de la economía con enfoque de género y de la economía verde o ecológica, entre otras corrientes de
la economía alternativa.
"El desarrollo sostenible es el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la
capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas." - Nuestro futuro común: Informe de la
Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Informe Brundtland), 1987.
Considerando esa definición de desarrollo sostenible, el reto es lograr el equilibrio entre las tres dimensiones o
tres pilares del desarrollo sostenible: el económico, el social y el ambiental.
En ese sentido, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
representan una renovación del compromiso mundial no solo para acabar con la pobreza y el hambre, sino
también para lograr la protección social universal, reducir las desigualdades y alcanzar la sostenibilidad
medioambiental, objetivos que requieren cambios fundamentales en la forma en que funcionan nuestras
economías. En la Agenda 2030 se reconoce que es necesario un enfoque holístico y que seguir haciendo todo
como hasta ahora no es una opción. Si queremos hacer realidad la visión transformadora de la Agenda 2030,
es crucial examinar estrategias de desarrollo alternativas y modelos económicos emergentes que puedan
optimizarse en aras de la sostenibilidad y la inclusión.
La ESS puede desempeñar un papel clave en la realización de la Agenda 2030 y los ODS mediante la
promoción de un desarrollo inclusivo y sostenible a través de innovaciones y prácticas, tanto sociales como
institucionales y tecnológicas concretas. Los vínculos entre la ESS y los ODS, ponen de relieve su potencial
como modelo alternativo de desarrollo que puede transformar las bases estructurales sobre las que se asienta
el desarrollo excluyente e insostenible.
Revisa el siguiente video e identifica las relaciones que existen entre la ESS y los ODS.
Es primordial que los nuevos emprendimientos de economía social, así como los organismos de ESS
existentes, se orienten hacia uno o más ODS para lograr sus propios fines, sumándose estratégicamente a los
esfuerzos de toda una comunidad internacional que busca mayor justicia social y ambiental en los modelos de
desarrollo actualmente implementados.
Sitios de interés:
Instituto Nacional de la Economía Social. (2021). Sistema Nacional de Capacitación y Asistencia Técnica
Especializada. [18 de abril de 2022], de INAES Sitio web: https://sinca.gob.mx/ (https://sinca.gob.mx/)
Instituto Nacional de la Economía Social. (2020). Repositorio de infografías. [18 de abril de 2022], de INAES Sitio
web: https://www.gob.mx/inaes/galerias/infografias-inaes (https://www.gob.mx/inaes/galerias/infografias-inaes)
Naciones Unidas. (2015). Objetivos de Desarrollo Sostenible. [18 de abril de 2022], de Naciones Unidas Sitio web:
https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-
desarrollo-
sostenible/#:~:text=Adem%C3%A1s%20de%20poner%20fin%20a,el%20crecimiento%20econ%C3%B3mico%20sostenido
(https://www.un.org/sustainabledevelopment/es/2015/09/la-asamblea-general-adopta-la-agenda-2030-para-el-
desarrollo-
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Bibliografía recomendada:
https://www.condusef.gob.mx/documentos/scap/302246_ahorro_y_credito_popular_-2018.pdf
(https://www.condusef.gob.mx/documentos/scap/302246_ahorro_y_credito_popular_-2018.pdf)
Bibliografía
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Ahorro y Crédito Popular. Recuperado el 20 de abril de 2022, de CONDUSEF Sitio web:
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Instituto Nacional de la Economía Social. (2022). ¿Qué hacemos? Recuperado el 18 de abril de 2022, de INAES
Sitio web: https://www.gob.mx/inaes/que-hacemos (https://www.gob.mx/inaes/que-hacemos)
Instituto Nacional de la Economía Social. (2019). Ley de la Economía Social y Solidaria. Recuperado el 18 de abril
18 de 2022, de INAES Sitio web: https://www.gob.mx/inaes/documentos/ley-de-la-economia-social-y-solidaria-
36064#:~:text=La%20Ley%20tiene%20como%20objeto,sistema%20eficaz%20que%20contribuya%20al
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Novillo, E. (2016). La economía social y solidaria: una economía para las personas. Recuperado el 18 de abril de
2022, de El portal de la economía social y solidaria Sitio web:
https://www.economiasolidaria.org/recursos/biblioteca-la-economia-social-y-solidaria-una-economia-para-las-
personas/ (https://www.economiasolidaria.org/recursos/biblioteca-la-economia-social-y-solidaria-una-
economia-para-las-personas/)
Sitio de recursos de la economía social y solidaria. (2020). Economía Solidaria y Objetivos de Desarrollo
Sustentable. Recuperado el 18 de abril de 2022, de socioeco.org Sitio web:
https://www.socioeco.org/page12_es.html (https://www.socioeco.org/page12_es.html)
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