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Pleno.

Sentencia 455/2021
EXP. N.° 01952-2020-PA/TC
LIMA
SOUTHERN PERÚ COPPER
CORPORATION SUCURSAL DEL
PERÚ

RAZÓN DE RELATORÍA

En la sesión de Pleno del Tribunal Constitucional, de fecha 25 de


marzo de 2021, los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa,
Miranda Canales, Blume Fortini, Ramos Núñez, Sardón de
Taboada y Espinosa-Saldaña Barrera han emitido, por
unanimidad, la siguiente sentencia que resuelve declarar
INFUNDADA la demanda amparo que dio origen al Expediente
01952-2020-PA/TC.

Asimismo, el magistrado Miranda Canales emitió un fundamento


de voto.

La Secretaría del Pleno deja constancia de que la presente razón


encabeza la sentencia y el voto antes referido, y que los
magistrados intervinientes en el Pleno firman digitalmente al pie
de esta razón en señal de conformidad.

Flavio Reátegui Apaza


Secretario Relator

SS.

LEDESMA NARVÁEZ
FERRERO COSTA
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
RAMOS NÚÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA
EXP. N.° 01952-2020-PA/TC
LIMA
SOUTHERN PERÚ COPPER
CORPORATION SUCURSAL DEL PERÚ

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

En Lima, a los 25 días del mes de marzo de 2021, el Pleno del Tribunal
Constitucional, integrado por los magistrados Ledesma Narváez, Ferrero Costa, Miranda
Canales, Blume Fortini, Ramos Núñez, Sardón de Taboada y Espinosa-Saldaña Barrera,
pronuncia la siguiente sentencia, con el fundamento de voto del magistrado Miranda
Canales, que se agrega.

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Wilfredo Jesús Santillán


Mosquera, apoderado de Southern Perú Copper Corporation Sucursal del Perú, contra la
resolución de fojas 130, de fecha 14 de enero de 2020, expedida por la Segunda Sala
Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima, que declaró improcedente la
demanda de autos.

ANTECEDENTES

Mediante escrito de fecha 21 de enero de 2019 (f. 49), la empresa recurrente


interpone demanda de amparo con el propósito de que se declare la nulidad de la
Resolución 4, de fecha 16 de octubre de 2018 (f. 33), expedida por la Sétima Sala Laboral
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocando y reformando la
decisión desestimatoria de primera instancia (f. 21), declaró fundada la demanda de
indemnización por daños y perjuicios promovida en su contra por don Juan de Dios
Ramos Alberto, y ordenó pagarle S/ 40,000.00 por concepto de indemnización por daño
moral (Expediente 26696-2015).

Alega que la Sala Superior demandada incorporó una sentencia recaída en otro
proceso judicial como medio probatorio extemporáneo, pese a que el artículo 21 de la
Nueva Ley Procesal del Trabajo (Ley 29497) establece que los medios probatorios solo
pueden ser ofrecidos en la etapa postulatoria del proceso. Asimismo, sostiene que la
sentencia de vista contiene fundamentos contradictorios, pues, por un lado, afirma que el
daño moral debe acreditarse y, por el otro, que dada su naturaleza no requiere acreditación
probatoria. Por último, refiere que se ha inaplicado el artículo 1321 del Código Civil en
relación con el factor de atribución, esto es, se ha omitido precisar si el incumplimiento
de sus obligaciones ha sido en forma dolosa, inexcusablemente culposa o levemente
culposa. En tal sentido, denuncia la violación de sus derechos fundamentales al debido
proceso y a la debida motivación de las resoluciones judiciales.

El Primer Juzgado Constitucional Transitorio de la Corte Superior de Justicia de


Lima, mediante auto de fecha 19 de febrero de 2019 (f. 60), declaró improcedente la
demanda, por considerar que a través del amparo se pretende cuestionar el criterio
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jurisdiccional de los jueces superiores demandados. Además, sostuvo que en la resolución


judicial objetada se encuentran expresadas las razones que justifican su fallo.

A su turno, la Segunda Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima,


mediante auto de vista de fecha 14 de enero de 2020 (f. 130), confirmó la apelada, tras
considerar que la resolución judicial objetada se encuentra debidamente motivada.

FUNDAMENTOS

§1. Delimitación del petitorio

1. El objeto del presente proceso es que se declare la nulidad de la Resolución 4, de


fecha 16 de octubre de 2018 (f. 33), expedida por la Sétima Sala Laboral
Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima, que revocando y reformando
la decisión desestimatoria de primera instancia (f. 21), declaró fundada la demanda
de indemnización por daños y perjuicios promovida en contra de la empresa
recurrente por don Juan de Dios Ramos Alberto, y ordenó pagarle S/ 40,000.00 por
concepto de indemnización por daño moral (Expediente 26696-2015).

§2. Procedencia del amparo

2. Antes de dilucidar de la demanda es necesario que este Tribunal se cerciore si esta


es procedente a la luz de los supuestos recogidos en el artículo 5 del Código
Procesal Constitucional; y, tratándose del cuestionamiento de resoluciones
judiciales, del artículo 4 del mismo código adjetivo.

3. En el presente caso, el Primer Juzgado Constitucional Transitorio de la Corte


Superior de Justicia de Lima declaró la improcedencia in limine de la presente
demanda de amparo y esta decisión fue confirmada por la Segunda Sala
Constitucional del mismo distrito judicial. Según las razones expuestas por estos
órganos jurisdiccionales, lo que en realidad pretendería la empresa recurrente es el
reexamen del criterio jurisdiccional de los jueces superiores demandados.

4. Este Tribunal Constitucional no comparte dicho criterio. En efecto, lo que la


empresa recurrente cuestiona en el amparo de autos es que la Sala superior
demandada ha sustentado su decisión en una premisa inválida, esto es, en un medio
probatorio que no ha sido válidamente incorporado al proceso. Asimismo, denuncia
la concurrencia de fundamentos presuntamente contradictorios en la sentencia de
vista, los cuales viciarían su fallo. Por último, aduce que la sentencia de vista ha
omitido analizar el invocado artículo 1321 del Código Civil, pese a que dicha norma
era de aplicación obligatoria a la controversia subyacente. De tal modo, lo que se
está denunciando son presuntos vicios de motivación por incoherencia externa e
interna, así como incongruencia omisiva.
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5. No hay, pues, la formulación de una pretensión orientada a cuestionar lo resuelto


por la Sétima Sala Laboral Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima, ni
un asunto que pueda ser calificado como carente de trascendencia constitucional. Y
puesto que no existe justificación en la decisión de haber rechazado liminarmente
la demanda, este Tribunal debería así decretarlo y, sobre la base de su potestad
nulificante establecida en el artículo 20 del Código Procesal Constitucional,
declarar la nulidad de todo lo actuado, ordenar que se admita a trámite la demanda
y disponer que siga el curso procesal que corresponda.

6. Sin embargo, el Tribunal Constitucional considera que, en el presente caso, es


innecesario obrar de ese modo. Y con asiento en su doctrina jurisprudencial,
expresada entre tantas otras sentencias (vgr. Sentencias 04184-2007-PA/TC,
06111-2009-PA/TC, 01837-2010-PA/TC, 00709-2013-PA/TC, 01479-2018-
PA/TC, 03378-2009-PA/TC), el Tribunal considera que al ser una controversia que
gira alrededor de los alcances del derecho fundamental a la debida motivación de
las resoluciones judiciales, en el expediente se encuentra todo lo que es necesario
para emitir un pronunciamiento sobre el fondo. Ello, por cuanto, al tratarse del
cuestionamiento directo de la sentencia de vista que declaró fundada la demanda
subyacente porque supuestamente se sustentada en un medio probatorio que no
debió ser incorporado al proceso, así como en fundamentos contradictorios y
omisiones respecto a una norma que debió aplicarse, la realidad o no de las
afectaciones denunciadas es susceptible de ser contrastada objetivamente con los
fundamentos de la propia resolución judicial.

7. Así, pues, la decisión de este Tribunal de pronunciarse sobre el fondo en el presente


caso es plenamente congruente con esa directriz que contiene el artículo III del
Título Preliminar del Código Procesal Constitucional, que ordena que los fines de
los procesos constitucionales no sean sacrificados por exigencias de tipo
procedimental o formal, además, desde luego, de así requerirlo los principios
procesales de economía procesal e informalismo, también enunciados en el referido
artículo III del Título Preliminar del Código Procesal Constitucional.

8. Finalmente, este Tribunal hace notar que el requisito de procedencia consistente en


el deber del demandante del amparo contra resoluciones judiciales de emplear los
medios impugnatorios hábiles e idóneos para cuestionar la violación de sus
derechos, y de esa manera obtener una “resolución judicial firme”, como exige el
artículo 4 del Código Procesal Constitucional, en el presente caso, también ha sido
satisfecha. En efecto, contra la sentencia de vista no procedía recurso de casación,
toda vez que el monto ordenado pagar no superaba las cien unidades de referencia
procesal, por lo que se trata de una resolución judicial firme.

9. Corresponde, por tanto, emitir un pronunciamiento sobre el fondo.


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§3. Análisis del caso concreto

10. Este Tribunal ha establecido que la exigencia de que las decisiones judiciales sean
motivadas garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a la que
pertenezcan, expresen el proceso mental que los ha llevado a decidir una
controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar justicia se
haga con sujeción a la Constitución y a la ley; pero también con la finalidad de
facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa de los justiciables (Cfr.
Sentencia 01230-2002-HC/TC, fundamento 11). De este modo, la motivación de
las resoluciones judiciales se revela tanto como un principio que informa el
ejercicio de la función jurisdiccional cuanto como un derecho constitucional que
asiste a todos los justiciables (Cfr. Sentencia 08125-2005-HC/TC, fundamento 10).

11. La motivación debida de una resolución judicial, como ha sostenido este Tribunal
en su jurisprudencia, supone la presencia de ciertos elementos mínimos en la
presentación que el juez hace de las razones que permiten sustentar la decisión
adoptada. En primer lugar, la coherencia interna, como un elemento que permite
verificar si aquello que se decide se deriva de las premisas establecidas por el propio
juez en su fundamentación. En segundo lugar, la justificación de las premisas
externas, como un elemento que permite apreciar si las afirmaciones sobre hechos
y sobre el derecho hechas por el juez se encuentran debidamente sustentadas en el
material normativo y en las pruebas presentadas por el juez en su resolución. En
tercer lugar, la suficiencia, como un elemento que permite apreciar si el juez ha
brindado las razones que sustenten lo decidido en función de los problemas
relevantes determinados por el juez y necesarios para la solución del caso. En cuarto
lugar, la congruencia, como un elemento que permite observar si las razones
expuestas responden a los argumentos planteados por las partes. Finalmente,
la cualificación especial, como un elemento que permite apreciar si las razones
especiales que se requieren para la adopción de determinada decisión se encuentran
expuestas en la resolución judicial en cuestión (Cfr. Sentencia 00728-2008-PHC,
fundamento 7).

12. Como ha quedado establecido, el objeto del presente proceso de amparo es que se
declare la nulidad de la Resolución 4, de fecha 16 de octubre de 2018, expedida por
la Sétima Sala Laboral Permanente de la Corte Superior de Justicia de Lima, que
revocando y reformando la decisión desestimatoria de primera instancia, declaró
fundada la demanda de indemnización por daños y perjuicios promovida en contra
de la recurrente por don Juan de Dios Ramos Alberto, y ordenó pagarle S/ 40,000.00
por concepto de indemnización por daño moral.

13. Al respecto, este Tribunal Constitucional hace notar que, de la narración de los
hechos, se desprende que el amparo se encuentra referido, en primer lugar, a un
supuesto vicio de coherencia externa, pues el fallo estimatorio se habría sustentado
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en una premisa inválida, esto es, en una resolución judicial expedida en otro proceso
judicial que fue ofrecida como medio probatorio cuando el litigio subyacente se
encontraba transitando la etapa de impugnación, lo cual contravendría lo dispuesto
en el artículo 21 de la Ley 29497, norma que restringe el ofrecimiento de pruebas
únicamente a la etapa postulatoria del proceso.

14. Siendo ello así, cabe señalar que si bien el artículo 21 de la Nueva Ley Procesal del
Trabajo establece que los medios probatorios deben ser ofrecidos por las partes con
el escrito de demanda o con el de su contestación, esta regla general no se opone a
la regla excepcional recogida en los artículos 429 y 374 del Código Procesal Civil,
de aplicación supletoria, los cuales sí contemplan la posibilidad de ofrecer pruebas
extemporáneas, siempre que estas tengan relevancia jurídica, acrediten hechos
nuevos surgidos posteriormente a la etapa en la que correspondía su ofrecimiento,
y que el oferente no hubiera podido ofrecerlas oportunamente porque no las conocía
o no podía conocerlas.

15. En el proceso subyacente, se admitió como prueba extemporánea la Resolución 20,


de fecha 10 de enero de 2018, recaída en el Expediente 636-2018, que recoge el
proceso sobre otorgamiento de pensión vitalicia por enfermedad profesional
promovido por don Juan de Dios Ramos Alberto. Así, toda vez que en el proceso
subyacente se expidió sentencia desestimatoria el 29 de diciembre de 2017, el
aludido medio probatorio consistente en la mencionada Resolución 20 constituía un
hecho nuevo y relevante para la resolución de la controversia en torno a la
indemnización pretendida, razón por la cual se subsume en el supuesto contemplado
en los artículos 429 y 374 del Código Procesal Civil, y su incorporación y
valoración no resultan irregulares. De modo tal que la premisa que sustenta la
conclusión, contrariamente a lo sostenido por la recurrente, no es inválida, por lo
que no se ha configurado el vicio de coherencia externa denunciado.

16. Asimismo, respecto a las contradicciones en que habría incurrido la resolución


cuestionada, cabe destacar que la empresa recurrente ha citado en forma
fragmentada los fundamentos de la sentencia de vista objetada. En efecto, si bien
en su fundamento 25 el órgano jurisdiccional afirma la exigencia de acreditar el
daño denunciado, en los fundamentos subsiguientes desarrolla la excepción a dicha
regla en relación con el daño moral. Así, expone que:

«26. Sin embargo, dicha exigencia de acreditación del daño moral, que se halla también
contenida en el artículo 1329° del Código Civil, que dispone que la carga de la
prueba de los daños y perjuicios y de su cuantía está a cargo del perjudicado por la
inejecución de la obligación, o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso;
tiene su excepción; para los casos en que ella sea innecesario por la propia naturaleza
de las cosas ("ipsa in rei"); es decir cuando dicho sufrimiento y aflicción se
presuman indubitables o ciertos; como son aquellos casos en los que la víctima sufra
una vulneración a uno de los derechos a la personalidad: salud, dignidad, honor, etc.,
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en los cuales basta la acreditación del hecho dañoso, para presumir el daño moral
sin necesidad de prueba.

27. A este respecto, Mosset Iturraspe señala que: “en principio, el daño moral se prueba
in re ipsa, vale decir se tiene por acreditada (sic) por el solo hecho de la acción
antijurídica y la titularidad del accionante, (…) surge inmediatamente de los hechos
ocurridos, sin que tenga que guardar proporción con los perjuicios admitidos”» (sic).

17. De la cita precedente puede advertirse el desarrollo realizado por el órgano


jurisdiccional demandado en torno a la realidad del daño moral denunciado. Siendo
ello así, este extremo deviene infundado.

18. Por último, sobre lo afirmado por la recurrente respecto a la inaplicación del artículo
1321 del Código Civil, norma ineludible para la resolución de la controversia
subyacente, cabe señalar que contrariamente a lo que la recurrente sostiene, la Sala
superior sí se ha referido a dicha norma, tal como se puede constatar a continuación:

«10. Respecto a las pretensiones indemnizatorias invocadas por daño emergente, lucro
cesante, daño moral y daño a la persona y la determinación de sus importes,
cabe señalar que los daños en sus diversos ámbitos (lucro cesante, daño emergente
y daño moral), deben ser plenamente acreditados, no bastando invocar haberlos
sufrido; teniendo en cuenta además para ello lo señalado por el jurista Juan Espinoza
Espinoza quien señala que: “No basta reconocer un tipo especial de daño, sino
establecer una efectiva reparación del mismo; debemos contar con instrumentos
auxiliares que nos permitan cuantificar la magnitud de las consecuencias de un
hecho dañoso, a fin de tutelar al agente dañado, caso contrario, si se fija un quantum
irrisorio o tímido, como de sólito sucede en la práctica jurisprudencial, se termina
con banalizar la existencia y consiguiente tutela de la entidad del daño. (…) A
efectos de una adecuada reparación civil, el demandante debe individualizar y
fundamentar exactamente lo daños de los cuales está solicitando indemnización.
(…) La reparación civil busca una satisfacción del interés lesionado, pero “por
equivalencia”. Por ello, es bueno tener en cuenta que el haber sufrido un daño no
debe constituir una causa de enriquecimiento”. Esta regla se funda en el criterio de
la compensatio lucri cum damno, “por la cual, en la determinación cuantitativa del
daño por resarcir, se deducen las eventuales ventajeas económicas que, para la
víctima se hayan derivado del hecho dañino”. Asimismo, agrega el autor que:
Existen dos tipos de modelos resarcitorios: a) Resarcimiento dinerario o por
equivalente, que consiste en la compensación económica a la víctima; y b)
Resarcimiento en forma específica o in natura a través de la reconstitución en línea
de principio de la situación material anterior a la producción del daño. Del mismo
modo refiere: “En materia de responsabilidad civil por incumplimiento de las
obligaciones, merece interpretarse con suma atención el artículo 1321° C.C., que
gradúa los factores de atribución subjetivos en dolo, culpa inexcusable y culpa leve,
pero además establece que ellos se determinaran en cuanto sean consecuencia
inmediata y directa de tal inejecución. (…) Sin embargo debe tenerse presente que
debe primar el Principio de Reparación integral de la víctima, pues el
establecimiento de límites en función al tipo de culpa, es un sistema de percepción
de la responsabilidad en función al dañante y no del dañado. No se debe olvidar que
una de las funciones de la responsabilidad civil es la satisfactiva y su finalidad es la
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de volver las cosas al estado anterior de la ocurrencia del daño (en la medida que
ello sea posible): estas limitaciones colisionan con ello, pues se debe tener en cuenta
además que, pueden ocasionarse graves daños por culpa leve y también menores
daños, aunque se haya actuado con culpa inexcusable o con dolo. La interpretación
del artículo debe ser a la luz del principio referido”» (sic).

19. Así, la Sala superior se ha referido a la norma en mención y, conforme a las


particularidades del caso sometido a su conocimiento, ha aplicado justificadamente
el principio de reparación integral de la víctima. De este modo, la demanda de autos,
también en este extremo, resulta infundada.

20. De este modo, ha quedado demostrada la falta de mérito de la demanda promovida


por la empresa recurrente, por lo que así debe fallarse.

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere


la Constitución Política del Perú,

HA RESUELTO

Declarar INFUNDADA la demanda de amparo.

SS.

LEDESMA NARVÁEZ
FERRERO COSTA
MIRANDA CANALES
BLUME FORTINI
RAMOS NÚÑEZ
SARDÓN DE TABOADA
ESPINOSA-SALDAÑA BARRERA

PONENTE FERRERO COSTA


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FUNDAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO MIRANDA CANALES

Con el debido respeto a mis colegas Magistrados, considero pertinente realizar las
siguientes precisiones:

1. Dentro de los deberes primordiales de los jueces y juezas constitucionales se


encuentra el deber de motivar las sentencias. Sin embargo, dicha tarea se complica
en los denominados casos difíciles, donde no es claro el ámbito de aplicación de
las disposiciones normativas1.

2. Precisamente por ello, la motivación de las decisiones judiciales se torna


primordial en toda sentencia. Con la finalidad de aclarar el derrotero, conviene
distinguir entre justificación interna y justificación de externa con el objeto de
precisar los defectos de la motivación en las resoluciones judiciales. La
justificación interna se orienta a la justificación de la decisión sobre las bases de
normas jurídicas y se ciñe a la congruencia de la norma general expresada en la
disposición normativa y la norma concreta del fallo. Por su parte, la justificación
externa es el conjunto de razones que no pertenecen al Derecho y que fundamental
la sentencia2. Al respecto es necesario dilucidar la justificación externa normativa
de la justificación externa probatoria. Ellas establecen que una decisión judicial
está justificadas racionalmente sí, y solo sí cada una de las premisas, de las que se
deduce la decisión en tanto que disposición individual, es a su vez racional o se
encuentra justificada racionalmente3.

3. Ahora bien, considero que cuando una resolución judicial firme vulnera en forma
manifiesta derechos fundamentales ligados a la tutela procesal efectiva, se
requiere analizar si los parámetros de motivación han sido debidamente
superados. En consecuencia, es necesario delimitar los supuestos donde se
vulneraría el contenido constitucionalmente protegido del derecho a la debida
motivación, los mismos que aparecen cuando:

a. Hay Inexistencia, apariencia e insuficiencia de motivación: No se justifica


mínimamente la decisión adoptada, ya sea por no responder a las alegaciones
de las partes del proceso, porque solo intenta dar un cumplimiento formal al
1
Son diferentes las teorías de la argumentación jurídica ligadas a la justificación de las decisiones judiciales,
las mismas que pueden ser revisadas en: FETERIS, Eveline T. Fundamentals of legal argumentation. A
survey of theories on the justification of judicial decisions. Second edition, Dordrecht, Springer, 2017.
2
GASCÓN ABELLÁN, Marina, GARCÍA FIGUEROA, Alfonso. La argumentación en el Derecho. Lima,
Palestra, 2003, pp. 161-162.
3
CHIASSONI, Pierluigi. Técnicas de interpretación jurídica. Brevario para juristas. Traducción de Pau
Luque Sánchez y Maribel Narváez Mora. Madrid, Marcial Pons, 2011, pág. 18.
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mandado, o porque no toma las razones de hecho o de derecho para asumir la


decisión.

b. Falta de motivación interna: Se presenta ante la invalidez de una inferencia a


partir de las premisas que establece previamente el juez o jueza en su decisión;
y cuando existe incoherencia narrativa.

c. Deficiencias en la motivación externa: Sucede cuando las premisas de las que


parte el Juez n o han sido confrontadas o analizadas respecto de sus
posibilidades fácticas, jurídicas y epistémicas.

S.

MIRANDA CANALES

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