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(CL Jur 1630 2019) CS Rit 8072 2018

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17/7/2020 Westlaw Thomson Reuters

Documento

Rol: 8072-2018
Ministro: Blanco Herrera, Ricardo
Ministro: Chevesich Ruiz, Gloria Ana
Ministro: Muñoz Sánchez, Andrea
Redactor: Chevesich Ruiz, Gloria Ana
Abogado integrante: Barra Rojas, Antonio
Abogado integrante: Etcheberry C., Leonor
Tribunal: Corte Suprema Cuarta Sala (Especial)(CSU4)
Partes: Jaime Fuentes Fuentes con Sonia Navarro Navarro
Tipo Recurso: Recurso de Casación en el Fondo
Tipo Resultado: Acogido
Fecha: 25/03/2019
Cita Online: CL/JUR/1630/2019
Hechos:
Demandante interpone recurso de casación en el fondo contra la sentencia de la Corte de Apelaciones, que confirmó el fallo de
primer grado, que rechazó la demanda sobre declaración de bien familiar. La Corte Suprema acoge el recurso de casación en el fondo
deducido y dicta sentencia de reemplazo
Sumarios:
1 . El fundamento de la institución del bien familiar es amparar la vivienda hogareña a quienes pueden ser privados de su uso, en
cuanto proyección del deber de los cónyuges de proveer a las necesidades de la familia, pues la ley al bien que le sirve de habitación le
reconoce una función esencial que justifica su especial protección. En efecto, se ha entendido que la defensa de la familia, como deber
que tiene fundamento constitucional, implica asegurarle la mantención de la vivienda donde ha desarrollado su vida, a fin de que ante
un episodio de ruptura, sus miembros puedan continuarla de manera normal, como garantía o protección para el cónyuge que tiene a su
cargo el cuidado de los hijos. Entonces, lo que fundamenta la afectación de bienes con el carácter de familiares, no es la existencia del
matrimonio per se, sino el eventual surgimiento de conflictos que ocasionen su ruptura, por lo tanto, es una institución que busca
resguardar la estabilidad de la vivienda de la familia en crisis, que si bien puede funcionar como herramienta preventiva, su finalidad es
tutelar de modo efectivo a sus miembros, que desde un punto de vista patrimonial, en lo que atañe a la habitación, pueden quedar en
peor situación como consecuencia del quiebre matrimonial (considerando 3° de la sentencia de casación)
2 . De acuerdo a lo que disponen los artículos 141 y 146 del Código Civil, los bienes que pueden ser declarados familiares son los
siguientes: a) el inmueble de propiedad de uno o de ambos cónyuges, que sirva de residencia principal a la familia; b) los bienes
muebles que guarnecen el hogar; y c) los derechos o acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias del inmueble que sea
residencia principal del familia. Pues bien, en lo que concierne al bien a que se refiere la letra a), es pacífico en la doctrina sobre la
materia que puede ser propio de un cónyuge, de ambos, social o reservado de la mujer, mas no si es uno que el o los cónyuges tienen en
comunidad con terceros, que debe entenderse como "un cuasicontrato en virtud del cual los que poseen en común una cosa universal o
singular, sin que ninguno de ellos haya contratado sociedad o celebrado otra convención relativa a la misma cosa, contraen ciertas
obligaciones recíprocas" -Alfredo Barros Errázuriz-. En efecto, Hernán Corral Talciani sostiene que "el inmueble debe ser de propiedad
de cualquiera de los cónyuges", no cumpliéndose dicho requisito si se trata de un bien de propiedad común entre un cónyuge y un
tercero. Por su parte, Gian Franco Rosso Elorriaga, señala que "es posible declarar bien familiar el inmueble no obstante que en el o los
cónyuges no se reúna toda la propiedad, pues el artículo 141 del Código Civil no distingue, por lo tanto, no corresponde al intérprete
hacerlo, y porque fue un tema discutido durante la tramitación de la Ley N° 19.335, dejándose claro que es posible". Añade que, en esa
situación, se declara familiar el derecho cuotativo que en el inmueble corresponde al o los cónyuges, no obstante que, en los hechos, la
familia lo ocupa íntegramente; sin embargo, jurídicamente, la declaración no afecta a los copropietarios de los cónyuges, pues solo
produce sus efectos en relación al dominio de éstos (considerando 4° de la sentencia de casación)El artículo 141 del Código Civil no
exige que el cónyuge sea propietario exclusivo del inmueble que sirve de residencia principal a la familia; que el estado de indivisión
cesa adjudicando a los comuneros lo que les corresponde en la cosa común; y que el acto de adjudicación genera efectos declarativos,
por lo tanto, se produciría la desafectación, de pleno derecho, en el evento que el inmueble de que se trata se lo adjudique una persona
distinta del cónyuge comunero, no existe inconveniente legal a que se haga lugar a una demanda como la intentada, en que el inmueble
pertenece a una comunidad hereditaria (considerando 6° de la sentencia de casación)
Texto Completo:
I. Sentencia de casaciónSantiago, veinticinco de marzo de dos mil diecinueve. Vistos:
En autos número de RIT C 1305 2017, caratulados "Fuentes Fuentes, Jaime con Navarro Navarro, Sonia", seguidos ante el Juzgado
de Familia de Valdivia, por sentencia de ocho de enero de dos mil dieciocho, se rechazó la demanda de declaración de bien familiar, sin
costas; siendo confirmada por una sala de la Corte de Apelaciones de Valdivia, por sentencia de veintiséis de marzo del mismo año.

https://westlawchile-cl.uchile.idm.oclc.org/maf/app/document?&src=laley4&srguid=i0ad82d9b000001735d2b5848c1e99991&docguid=i0AC50817E945… 1/4
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El demandante en contra de la última decisión dedujo recurso de casación en el fondo, denunciando la vulneración de las normas
legales que indica y solicita que se lo acoja y se la anule, acto seguido, sin nueva vista y separadamente, se dicte la de reemplazo que
haga lugar a la demanda.
Se trajeron los autos en relación.
Considerando:
1° Que el recurrente alude, en primer lugar, a los términos de la demanda por la que solicitó la declaración de bien familiar del
inmueble que individualiza y de su contestación, a la prueba rendida y a los fundamentos conforme a los cuales se la rechazó y, en
segundo lugar, acusa que se conculcó lo que disponen los artículos 688, 141 y siguientes y 19 al 24 del Código Civil.
Respecto de lo prescrito en el artículo 688 del Código Civil, sostiene que se lo infringió al considerarse que existe una comunidad
hereditaria respecto del bien objeto de la declaración de bien familiar, pues señala que en el momento de deferirse la herencia, la
posesión efectiva de ella se confiere al heredero por el solo ministerio de la ley, y si bien la respectiva inscripción de dominio del
inmueble da cuenta de la existencia de dicha comunidad, no existe, porque la cónyuge sobreviviente del causante, doña María Nieves
Paredes Torres, falleció el 23 de agosto de 1985, antes de practicarse la inscripción especial de herencia. Añade, que si bien la calidad
de heredero se acredita con la resolución judicial o administrativa que así lo determina, y su inscripción en el registro conservatorio
respectivo habilita para la disposición de los bienes de la masa hereditaria, lo cierto es que el modo de adquirir opera con la delación de
la herencia, es decir, con el fallecimiento del causante; razón por la cual, tal comunidad y de la que da cuenta la inscripción de dominio,
no existe.
En lo que concierne a lo que dispone el artículo 141 del Código Civil, afirma que se configuró, al decidirse que si bien al momento
de deducirse la solicitud de declaración de bien familiar las partes tenían la calidad de cónyuges, el hecho sobreviniente y paralelo
consistente en la sentencia de divorcio, es motivo suficiente para dejar sin efecto la dispuesta con el carácter de provisoria y, con ello,
desestimar la demanda, porque es una norma que tiene por objeto amparar la sobrevivencia de la familia, la que legalmente existe
cuando se interpuso la solicitud, no siendo óbice el hecho que con posterioridad se haya disuelto el vínculo matrimonial por divorcio.
El discernimiento de la sentencia constituye una interpretación restrictiva y errada de las normas que reglan los bienes familiares, y
conforme los criterios que, al efecto establece el Código Civil, se habría concluido que el objetivo de la institución en comento es la
protección de la familia, aludiendo a lo señalado por esta Corte en sentencias dictadas en los autos número de rol 42.435 2016 y 36.310
2017, transcribiendo el motivo quinto de cada una.
Sostiene que la familia es la principal beneficiaria de la institución del bien familiar, no el matrimonio per se, pues si bien no puede
desconocerse el hecho que puede tener origen en él, subsiste más allá de la disolución del vínculo matrimonial, manteniéndose las
relaciones con los hijos, bien jurídico protegido que subyace en la consagración de la institución en comento. Interpretar los artículos
141 a 146 del Código Civil en contra de su claro tenor, implica, en sí, dejar de aplicar las de interpretación de que tratan los artículos 19
y 20 del mismo código, pues se desatiende su claro tenor literal al no darle su significado legal expresamente definido, y se amplía a
conceptos que no comprende.
Luego, señala cómo las conculcaciones que denuncia influyeron substancialmente en lo dispositivo de la sentencia, y solicita que se
acoja el recurso y se la anule, acto seguido, sin nueva vista y separadamente, se dicte la de reemplazo que haga lugar a la demanda.
2° Que la sentencia impugnada señala, en primer lugar, que la declaración de bien familiar es un derecho establecido en la ley en
beneficio del cónyuge que habita el inmueble y que le permite seguir usándolo, no limitado en el tiempo y, razonablemente, hasta que
se acredita ante el tribunal que variaron las circunstancias que se tuvieron en vista para decretarlo; que desde que el cónyuge en contra
de quien se pide es dueño solamente de acciones y derechos sobre la propiedad, no es posible satisfacer el propósito originario de la
institución de los bienes familiares, ya que, en los hechos, no le será posible detener la división del bien común y que, eventualmente,
puede conducirlo al destierro de la misma; y que, por otra parte, en la especie, la declaración que se solicita importaría gravar derechos
de terceros ajenos y extraños al pleito, a quienes ningún deber les incumbe a este respecto, de manera que se generaría una innecesaria
traba para la libre disposición de sus derechos inmuebles.
En segundo lugar, que no considerará la situación en que uno de los cónyuges es titular de derechos y acciones en sociedades
propietarias de inmuebles, caso en el cual se admite que el inmueble de dominio de la sociedad, en la que el cónyuge demandado tiene
acciones y derechos, pueda ser gravado con la calidad de bien familiar, pues la demandada tiene acciones y derechos que provienen del
título sucesión por causa de muerte, situación radicalmente diferente.
Por último, que las partes, a la fecha, no son cónyuges, lo que derrumba la institución dada la ausencia de uno de los elementos que
la constituyen, cual es precisamente esa calidad, ponderación que debe efectuarse en el momento en que se emite la resolución judicial,
que es cuando deben ser satisfechos los requisitos legales; estimar el estado matrimonial al inicio de la gestión respectiva, implicaría
generar un gravamen respecto de los bienes de una persona que no se encuentra legalmente obligado a ello, lo que importaría una
irregularidad teniendo en consideración que las cargas que se imponen en el patrimonio de un sujeto son de derecho estricto, lo que
obliga a examinar la concurrencia de los requisitos que la hacen procedente al tiempo que se dicta la resolución, sin atender a
circunstancias pretéritas que eventualmente pudieron justificar conceder el derecho reclamado.
3° Que el fundamento de la institución del bien familiar es amparar la vivienda hogareña a quienes pueden ser privados de su uso,
en cuanto proyección del deber de los cónyuges de proveer a las necesidades de la familia, pues la ley al bien que le sirve de habitación
le reconoce una función esencial que justifica su especial protección. En efecto, se ha entendido que la defensa de la familia, como
deber que tiene fundamento constitucional, implica asegurarle la mantención de la vivienda donde ha desarrollado su vida, a fin de que
ante un episodio de ruptura, sus miembros puedan continuarla de manera normal, como garantía o protección para el cónyuge que tiene
a su cargo el cuidado de los hijos. Entonces, lo que fundamenta la afectación de bienes con el carácter de familiares, no es la existencia

https://westlawchile-cl.uchile.idm.oclc.org/maf/app/document?&src=laley4&srguid=i0ad82d9b000001735d2b5848c1e99991&docguid=i0AC50817E945… 2/4
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del matrimonio per se, sino el eventual surgimiento de conflictos que ocasionen su ruptura, por lo tanto, es una institución que busca
resguardar la estabilidad de la vivienda de la familia en crisis, que si bien puede funcionar como herramienta preventiva, su finalidad es
tutelar de modo efectivo a sus miembros, que desde un punto de vista patrimonial, en lo que atañe a la habitación, pueden quedar en
peor situación como consecuencia del quiebre matrimonial. Así, a la familia se le permite disponer de los bienes materiales necesarios
para su desarrollo, cualquiera sea el régimen patrimonial que los cónyuges pactaron, resguardando el interés de los hijos comunes y de
aquél que asumió su cuidado en los casos de rupturas conyugales, lo que incluye no sólo el estado de separación de hecho, sino
también la provocada por el divorcio y la declaración de nulidad. Lo señalado, es la postura que esta Corte ha asumido sobre la materia,
como se advierte del tenor de las sentencias dictadas en los autos números de rol 3.322 2012, 7.626 2012, 9.352 2012, 6.837 2016,
36.310 2017 y 4068 2018.
4° Que, de acuerdo a lo que disponen los artículos 141 y 146 del Código Civil, los bienes que pueden ser declarados familiares son
los siguientes: a) el inmueble de propiedad de uno o de ambos cónyuges, que sirva de residencia principal a la familia; b) los bienes
muebles que guarnecen el hogar; y c) los derechos o acciones que los cónyuges tengan en sociedades propietarias del inmueble que sea
residencia principal del familia.
Pues bien, en lo que concierne al bien a que se refiere la letra a), es pacífico en la doctrina sobre la materia que puede ser propio de
un cónyuge, de ambos, social o reservado de la mujer, mas no si es uno que el o los cónyuges tienen en comunidad con terceros, que
debe entenderse como "un cuasicontrato en virtud del cual los que poseen en común una cosa universal o singular, sin que ninguno de
ellos haya contratado sociedad o celebrado otra convención relativa a la misma cosa, contraen ciertas obligaciones recíprocas" (Alfredo
Barros Errázuriz, Curso de Derecho Civil, Cuarta Edición, Pág. 496, Año 1932, como se cita en la obra de Mauricio Javier
Castelblanco Koch, Las Obligaciones Restitutorias del Código Civil y la Inflación, Primera Edición, Editorial Jurídica de Chile, Pág.
144, Año 1979). En efecto, Hernán Corral Talciani sostiene que "el inmueble debe ser de propiedad de cualquiera de los cónyuges", no
cumpliéndose dicho requisito si se trata de un bien de propiedad común entre un cónyuge y un tercero (Bienes Familiares y
Participación en los Gananciales, Segunda Edición, Editorial Jurídica de Chile, Pág. 60, Año 2007). Por su parte, Gian Franco Rosso
Elorriaga, señala que "es posible declarar bien familiar el inmueble no obstante que en el o los cónyuges no se reúna toda la propiedad,
pues el artículo 141 del Código Civil no distingue, por lo tanto, no corresponde al intérprete hacerlo, y porque fue un tema discutido
durante la tramitación de la Ley N° 19.335, dejándose claro que es posible" (Régimen Jurídico de los Bienes Familiares, Primera
Edición, Metropolitana Ediciones, Pág. 99, Año 1998). Añade que, en esa situación, se declara familiar el derecho cuotativo que en el
inmueble corresponde al o los cónyuges, no obstante que, en los hechos, la familia lo ocupa íntegramente; sin embargo, jurídicamente,
la declaración no afecta a los copropietarios de los cónyuges, pues solo produce sus efectos en relación al dominio de éstos.
5° Que, para asumir una postura sobre la materia, a juicio de esta Corte, resulta útil tener presente, en primer lugar, lo señalado a
propósito de la naturaleza y objetivo de la institución de los bienes familiares, que precisa que las normas que la reglan sean
interpretadas necesariamente acorde a dichos fines, de manera tal que constituyan la justificación última de la afectación de un bien
como tal. En segundo lugar, que la propuesta original de Enrique Barros B., anterior al proyecto de ley que se presentó al Congreso
Nacional, hacía alusión a la propiedad indirecta existente sobre el inmueble, alcanzando a las comunidades en las que uno de los
cónyuges tenía la calidad de comunero. En efecto, el artículo 1719 rezaba así: "El inmueble de propiedad de ambos cónyuges o de
alguno de ellos que es la residencia principal de la familia y los muebles que guarnecen el hogar son bienes familiares y se regirán por
las normas de este párrafo, cualquiera sea el régimen de bienes del matrimonio.
Lo previsto en este artículo vale para los bienes que sean de propiedad indirecta de alguno de los cónyuges, como cuando pertenece
a una sociedad cuyo interés mayoritario pertenece a dicho cónyuge". Pues bien, el artículo 146 del Código Civil regla un caso de
propiedad indirecta, precisamente el que el proyecto de ley a que se hace referencia cita meramente a vía ejemplar, lo que no implica
que deseche otros, por lo que se dirá a continuación. Y en tercer lugar, lo que da cuenta la historia fidedigna de la Ley N° 19.335, lo
que recoge el documento denominado 1er informe de la Comisión de Constitución del Senado, Sesión 2ª, de 5 de octubre de 1993. En
efecto, a propósito del análisis que al interior de dicha comisión se efectuó en relación al tenor del artículo 146 del Código Civil,
consigna que: "...Se evaluó también el caso de las comunidades, considerándose que, si es declarado bien familiar un inmueble que
pertenece a varios comuneros, esta situación queda entregada a las reglas generales, en que cualquier comunero puede pedir la
partición, excepto el cónyuge comunero, quien necesitaría la voluntad de su consorte." (SENADO. Primer Informe de la Comisión de
Constitución, Legislación, Justicia y reglamento recaído en el proyecto de ley de la Honorable Cámara de Diputados, que modifica el
código civil en materia de régimen patrimonial del matrimonio y otros cuerpos legales que indica (05 de octubre, 1993). P. 305. En:
Historia de la Ley N°19.335, disponible en: http://www.bcn.cl/historiadelaley/nc/historia de la ley/6914/).
6° Que, además, como el artículo 141 del Código Civil no exige que el cónyuge sea propietario exclusivo del inmueble que sirve de
residencia principal a la familia; que el estado de indivisión cesa adjudicando a los comuneros lo que les corresponde en la cosa común;
y que el acto de adjudicación genera efectos declarativos, por lo tanto, se produciría la desafectación, de pleno derecho, en el evento
que el inmueble de que se trata se lo adjudique una persona distinta del cónyuge comunero, no existe inconveniente legal a que se haga
lugar a una demanda como la intentada.
7° Que, atendido lo expuesto, se debe concluir que es errada la interpretación que de dicha disposición asumió la sentencia
impugnada, y como influyó substancialmente en su parte dispositiva, pues condujo a que la demanda fuera desestimada, corresponde
acoger el recurso deducido; resultando innecesario hacerse cargo de los otros capítulos del mismo. Por estas consideraciones y de
conformidad con lo que disponen los artículos 764 y siguientes del Código de Procedimiento Civil, se hace lugar al recurso de casación
en el fondo deducido en contra de la sentencia de veintiséis de marzo de dos mil dieciocho, dictada por una sala de la Corte de
Apelaciones de Valdivia, y se la anula, emitiéndose, acto seguido y sin nueva vista, la pertinente de reemplazo.
Regístrese.
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Redactó la ministra Gloria Ana Chevesich R.
Pronunciado por la Cuarta Sala de la Corte Suprema integrada por los Ministros señor Ricardo Blanco H., señoras Gloria Ana
Chevesich R., Andrea Muñoz S., y los abogados integrantes señora Leonor Etcheberry C., y señor Antonio Barra R. Rol N° 8072 2018.
II. Sentencia de reemplazo Santiago, veinticinco de marzo de dos mil diecinueve. Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 785
del Código de Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.
Vistos:
Se reproduce la sentencia apelada, previa eliminación del motivo séptimo. También se transcriben los fundamentos 3°, 4°, 5° y 6°
de la de casación; y se tiene, además, presente:
1° Que, con la prueba rendida en la audiencia de juicio, se acreditó que las partes contrajeron matrimonio el 27 de mayo de 1994,
bajo régimen matrimonial de la sociedad conyugal; que son los progenitores de Vicente Esteban e Iván Alfredo, ambos de apellidos
Fuentes Navarro, de 23 y 19 años de edad, respectivamente; que Vicente Esteban se encuentra en tratamiento psicofarmacológico y
terapia ocupacional desde septiembre de 2016, requiriendo apoyo en las actividades de la vida diaria, que es proporcionado por su
padre y tutor; que por resolución de 24 de julio de 2013, dictada en cuaderno de medida de protección número de RIT P 488 2013, se
entregó a su padre el cuidado personal de Vicente Esteban y de Iván Alfredo; que el grupo familiar formado por el progenitor y los dos
hijos viven en el inmueble ubicado en Pedro Aguirre Cerda N° 1041, Valdivia; que dicha propiedad se encuentra inscrita en el Registro
de Propiedad a fojas 1.168, número 1.752, del Conservador de Bienes Raíces de Valdivia, año 1994, a nombre de Sonia del Carmen
Navarro Navarro y de María Nieves Paredes Torres, y da cuenta que a la primera, en calidad de hija, se le concedió la posesión efectiva
de la herencia quedada al fallecimiento de don Blas Navarro Arce, sin perjuicio de los derechos que le corresponden a su cónyuge
sobreviviente, calidad de la segunda; y que por sentencia de 12 de enero de 2018 se puso término al matrimonio por la declaración de
divorcio, encontrándose ejecutoriada.
2° Que, en consecuencia, como la familia debe ser protegida, lo que, en el presente caso, se traduce en asegurar a sus miembros que
puedan permanecer en la vivienda donde han desarrollado su vida, como garantía o resguardo para el progenitor que tiene a su cargo el
cuidado de los dos hijos, debe mantenerse dicha situación aunque el matrimonio haya terminado por la declaración de divorcio. Una
conclusión en sentido contrario, implica que la institución de que se trata destinada a proteger a la familia frente a la crisis del
matrimonio, no aplicaría al caso de quiebre o disolución del mismo; razón por la que se debe concluir que basta que el vínculo
matrimonial exista a la época en que se formula la solicitud, y concurriendo los demás requisitos legales, cuyo es el caso, corresponde
hacer lugar a la demanda.
Por estas consideraciones y de conformidad, además, con lo que disponen los artículos 186 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil y 67 de la Ley N° 19.968, se revoca la sentencia apelada de ocho de enero de dos mil dieciocho, dictada por el
Juzgado de Familia de Valdivia, y, en su lugar, se acoge la demanda y se declara bien familiar los derechos que a la demandada Sonia
del Carmen Navarro Navarro le corresponden en el inmueble ubicado en Pedro Aguirre Cerda N° 1041, Valdivia, inscrito en el
Registro de Propiedad a fojas 1.168, número 1.752, del Conservador de Bienes Raíces de Valdivia, año 1994, y los bienes muebles que
lo guarnecen; debiendo practicarse las inscripciones correspondientes, con costas.
Regístrese y devuélvanse.
Redactó la ministra Gloria Ana Chevesich R.

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