Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Adolescencia. Trauma Identidad

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 3

ADOLESCENCIA TRAUMA IDENTIDAD

Considera distintos tipos de adolescentes: “navegador”, dotado de una consistencia


yoica, plasticidad yoica que permite navegar por el mundo, desplegar y expandir
diferentes potencialidades creativas. El “yupie” joven profesional urbano y el
“adolescente del descarte” que es el de la anomia. No pueden navegar ni construir y
sufren un colapso caótico en cualquier proyecto que inician. En nuestro país, el contexto
social ha cambiado y funciona como elemento traumático (la sociedad) en tanto no
permite la navegación o la concreción de planes y por ende un proyecto identificatorio.
Trauma (ver pág. 29 desde “de un modo mas general... hasta “...como lo es desde
afuera...”)
Existen peligros externos al yo que terminan arrasándolo, ¿en que medida lo social,
puede ser traumático e interferir en la constitución yoica? El sujeto es producto de su
interacción con su contexto y por eso mismo su subjetividad es cambiante. El individuo
(del psicoanálisis) es siempre un individuo socializado. Yo, superyó e ideal del yo son
impensables si no se los concibe como productos del proceso de socialización. Un
sujeto se encuentra en un ámbito de intercambio localizado en el espacio-tiempo, donde
construye un mundo y a la vez es construido por ese mundo que construye.
“subjetividad”: espacio de libertad de esa creación. Es una creación de otro y también
de uno. Por lo tanto gracias a la subjetividad del sujeto este puede crear el mundo, al oto
y a sí mimos. Así, frente a diferentes acontecimientos sociales diferentes y variaran de
acuerdo con los vínculos que se establezcan o con los diferentes medios sociales en que
se desarrolle un sujeto. Constitución del sujeto en función de un modelo que toma al
narcisismo como eje central de su desarrollo, pero en el cual el narcisismo depende del
objeto y el medio social para que dicho desarrollo sea posible. “Narcisismo ínter
subjetivo”. En los 90 disfrutábamos de todo a nuestro alcance (económico: el todo x
2$), pero eso se desvaneció. Las fantasías omnipotentes que expandía nuestro yo y
nutrían nuestro narcisismo se interrumpieron. La consecuencia: depresión, mas
problemas para mantener el equilibrio narcisista, dificultades para discriminar las
responsabilidades propias de las responsabilidades sociales. Oscilaciones de nuestra
autoestima con las consecuentes manifestaciones de depresión o a veces de manía. El
adolescente ha sido victima de la amputación de la utopía y la ilusión, por lo tanto habrá
una alteración de la creación de ideales capaces de sostener un proyecto probable, un
proyecto que convierta al adolescente en un sujeto en el mundo. Este necesita un
contexto que fomente la creencia de que esta creando un mundo, impredecible para
gestar una realidad psíquica o externa confiable.
Freud: el ideal colectivo deviene de la convergencia de los ideales del yo individuales, a
partir de los cuales se van generando diferentes grupos. El ideal imperante en nuestro
país transmitido por figuras dirigentes es el de egoísmo y falta de solidaridad. Estos
conceptos son opuestos a los que históricamente funcionaron como motores del mundo
del adolescente. El ideal se ha vuelto confuso, inestable y lejano para este. Los que
piensan en emigrar, es un gran gasto psíquico por lo cual deben renunciar a su contexto
emocional cotidiano, que es parte del sostén de la identidad. Tiene que varios sus
objetos especulares para seguir siendo. Menos cuando tiene que reconfirmar su tribu.
Cuando un sujeto adolescente va construyendo su identidad, ciertas situaciones
contextuales sociales pueden interferir en dicha construcción. Estas interferencias
guardan relación con la idea de trauma. Son traumáticas por que impiden que el
individuo sea que logre conquistar el “yo soy” y estorban el proceso de llegar a ser lo
que quiere. El adolescente necesita un piso consistente sobre el cual pueda
experimentar, si el suelo es demasiado fluido y poco firme, no habrá proceso de
desarrollo. Sobre arenas movedizas no se puede construir. El contexto social incierto, no
permite construir ningún proyecto. El yo no colapsara en la medida en que pueda seguir
estructurando proyectos, armando historia, generando un futuro. El terreno de cómo fue
narcisizada una persona, como fue la historia de sus identificaciones, en que contexto
emocional y social devino sujeto. Si todo lo anterior fue mas o menos armónico, y por
lo tanto el proyecto identificatorio sigue teniendo la vitalidad que ahuyenta el peligro
del colapso y la fragmentación. Si un sujeto transito por vivencias de amparo y apego,
tendrá mas recursos que si vivió sumergido en el desamparo y el desapego. Los sujeto
que contaron y cuentan con un medio previsible y estable llevan la ventaja para que su
ideal del yo no sea siempre una quimera. Quienes hayan padecido una historia llena de
discontinuidades, duelos, traumas severos, o todas las experiencias que obstaculizan la
narcisizacion del sujeto en desarrollo,. Estarán en desventaja con relación a los
primeros. Hay encuentros ínter subjetivos que posibilitaran reparar este yo padeciente y
averiado. En la historia de un sujeto no todo es repetición o reedición, el psiquismo
siempre esta abierto a lo nuevo,, a la edición original. McDougall habla de catástrofes
reales, que son los traumas universales (alteridad/ sexualidad/ mortalidad). Lo
traumático: cuando enfrentar y resolver esas catastrofes que estruturan el psicuimo se
vuelve mas complicado que de costumbre. Según ella, sino se transita bien la relación
mama-bebe (relación temprana), puede constituir el suceso traumatizante. Esto suceso
aunque hayan generado símbolos, dejaron huellas que son solo “signos inscriptos en el
soma”, cuya presencia se puede intuir a través de las “incoherencias y los blancos que
provocan en el registro del pensamiento!”. Aca el analista deberá construir lo que no ha
sido construido, de editar lo que no se edito, en vez e esperar a que el paciente asocie.
Trauma: es una ruptura en la continuidad, pero no todo trastorno en la continuidad es
detención. No se produce una detención si se puede “seguir siendo”: Tambien debemos
contemplar lo actual, los vínculos presentes que funcionan como objetos especulares e
idealizadores, por que atraviesan una situación” traumática! Con una ínter subjetividad
sostenedora, que en ese momento o a posteriori les permitirá usar esas experiencias
como materiales constitutivos de su yo. En algunos casos al trauma solo tendríamos que
llamarlo acontecimiento, en tanto permita la emergencia de algo nuevo, la producción
de una edición original. Un acontecimiento genera ruido aumentando la complejidad del
sistema. Y aunque esto podría ser considerado un trauma, un sistema al complejizarse
puede aumentar los grados de autonomía de un sujeto. Por lo tanto ¡un ruido” puede ser
traumático para unos y generador de cosas nuevas de ediciones integradoras para otros.
En la construcción de la subjetividad, hay determinados circunstancias que pueden
funcionar como acontecimientos y otros como traumáticos, pero si estos
acontecimientos no producen parálisis en la sensación de “yo soy” no se debería hablar
de trauma. El adolescente debe salir a conquistar nuevos territorios, distintas familias,
enunciados diferentes de los que lo acompañaron y sostuvieron hasta que hizo su
irrupción la sensación y la necesidad. En un mundo de incertidumbres, en medio de su
búsqueda de identidad, el adolescente construye su yo de un modo frágil. Esta situación
lo lleva a aferrarse a todo aquello que lo aleja de la incertidumbre (fanatismo,
convicciones sin alternativas de reflexión). Cuando se desvanecen las certidumbres,
busca abroquelarse en cualquier cosa para alcanzar su identidad y e ello se juega toda su
subjetividad.
El adolescente puede crear una trinchera identitadria, un bunker en el que se siente a
salvo, un refugio que lo protege de los fuertes temporales de la adolescencia y a veces
defiende obsesivamente ese refugio para sentirse seguro. Cuanto más fuerte sean los
vientos, mas energía pondrá para construye esa trinchera. Identidad: es un tejido de
lazos complejos y variables donde se articulan narcisismo, identificaciones la vida
pulsional. Y todo aquello que participa en la constitución del sujeto. La identidad no es
un estado sino un proceso cuya primera fase es le jubilo extremo del bebe que se
reconoce en el espejo.- La identidad del yo, esta sostenida desde una matriz básica de
indetificaciones que permanece y actúa como sostén y resistencia frente al impacto de
acontecimientos que, podrían estructurar al sujeto. El trabajo de indetificacion no acaba
nunca, el sujeto constituye se transforma a través de procesos de identificación. Hay
movimiento y reorganización y la presencia actual del objeto externo para a formar
parte de su subjetividad. El grupo adolescente, matiz identificatoria por excelencia,
funciona como marco intersubjetivo que sostiene y co-construye subjetividades y
muchas veces permite que lo traumático no devenga en detención y desestructuracion
sino en enriquecimiento y mayo complejizacion psíquica. La especularidad
intersubjetiva que aporta el grupo adolescente funciona como contención y aceptación
de que lo traumático, lo inexplicable, l que causa angustia son experiencias compartidas
que permiten que el adolescente no se sienta aislado en sus rumiaciones. Le hace saber
que hay otros significativos, que funcionan como objetos del self especulares. Que le
devuelven una imagen de poder y que las convulsiones emocionales que los inundan
son experiencias comunes y no los detendrán. Se logra se en función de otro, de la
dinámica intersubjetiva que permite al sujeto sentirse el mismo. Mediante las
identificaciones cruzadas se esfuma la tajante línea divisoria del yo y el no-yo” El yo
soy se adquiere en el ámbito de la intersubjetividad. El vinculo con otro es fundante.
Los cambios y transformaciones que le sobrevengan al yo durante la adolescencia no
deberían alterar su mismisidad, que el adulto que devendrá no será ajeno al infante que
fue, que se ha conservado en la memoria. El futuro de ese infante y luego adolescente
que llegara a adulto es la realización de una potencialidad que estaba ya presente en la
historia de ese yo. Si hubo historia traumática, el resultado va a ser un self fragmentado.
El adolescente que no se siente poseedor de una historia se encuentra en inferioridad de
condiciones para enfrentar lo que puede tener de significado traumático para su yo.
El sujeto solo podrá romper con ese futuro siniestro y firmemente escrito si inicia un
vinculo que le posibilite otra mirada.
Arribar a la sensación de “yo soy” y su consecuente relación con “yo era” y “yo seré”
(construir su historia) es un trabajo psíquico que se desenvuelve en un entretejido con el
mundo.

También podría gustarte