Bloque 1
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Salud, Bienestar
Evaluación y Desarrollo
en Educación de
Inicial
las Niñas y los Niños Menores de 3 Años
Introducción
Hablar de la evaluación en educación inicial es uno de los desafíos institucionales
con mayor profundidad y donde las personas que se dedican a la implementa-
ción, investigación o formación docente encuentran elementos que les permiten
desarrollar competencias profesionales ligadas a:
Video de Introducción
Estudio de Caso
Mónica es una educadora que atiende actualmente la sala de 18 a 36 meses,
teniendo en su grupo seis niñas y ocho niños que se concentran en una media
de 20 meses. Al inicio del ciclo escolar y después de aplicar la entrevista a las
familias, se percata de que niñas y niños presentan las siguientes situaciones:
• Mucha ansiedad y llanto durante el día, no hay calma, sólo se cansan y vuelven
a inquietarse y llorar.
• No pueden dar a conocer lo que necesitan y, al no obtener respuesta, se des-
bordan.
• La mayor parte ha faltado hasta una semana completa desde el inicio del ciclo
escolar por razones de salud, por problemas de coordinación en la familia,
entre otras situaciones.
• Ella cuenta con el apoyo de dos asistentes educativas que están atentas de los
cuidados de las niñas y niños pequeños, pero han observado que no alcanzan
a hacer cosas que otras y otros niños podían hacer en el mismo grupo el año
anterior; constantemente conversan entre ellas acerca de que los padres no
atienden las situaciones que ellas les plantean para que mejore el desarrollo
de sus hijos y que incluso les han enseñado fotos de otras niñas y otros niños
que en el grupo del año pasado lograban realizar “todo lo que se les pedía”.
• Un tema central es el control de esfínteres; han tenido largas pláticas con las
personas que les cuidan para preparar el terreno del “entrenamiento”, ya que
sienten que van tarde en ese proceso.
• Identifican que las actividades pedagógicas les interesan muy poco y que por
esa situación el lenguaje de niñas y niños es muy pobre.
• Para poder avanzar en los aspectos del desarrollo que tienen identificados
como faltantes o ausentes, han enviado una lista de actividades para que las
personas que los cuidan se involucren, construyan o implementen con sus
hijas e hijos.
Mónica pregunta a las personas que integran el equipo técnico sobre aspectos
que hayan identificado en las entrevistas, y no logra identificar las causas de
estas conductas de niñas y niños. El médico le dice que todavía no están listos
para el “entrenamiento” del control de esfínteres, pero que ya debe solicitar a las
familias que lleven los insumos para irlos preparando. La nutrióloga le informa que
las ausencias de niñas y niños no permiten que consuman los alimentos que se
les preparan, se percibe que comen cosas muy diferentes en el hogar. La traba-
jadora social les dice que han solicitado cambios de cuidadores para dejarlos en
la mañana y retirarlos al concluir la jornada, por lo que no se ha logrado un clima
de confianza con las familias para conocer más aspectos de la vida cotidiana. La
psicóloga comenta que ha platicado con algunas de las madres del grupo, que
son maestras y personal administrativo, por lo cual siempre andan muy presio-
nadas con los horarios. Niñas y niños a veces lloran mucho cuando los dejan en
el servicio, porque ellas salen muy rápido. La jefa de área pedagógica comenta a
Mónica que deberán construirse otras actividades en el servicio educativo, para
que haya mayor integración de las niñas y los niños.
Finalmente, para que una evaluación sea formativa, es fundamental que, luego de
levantar la información sobre los aprendizajes de los estudiantes, se consideren
espacios para retroalimentar y ajustar las estrategias o actividades; o bien, propo-
ner nuevas estrategias que permitan que el propósito formativo de una evaluación
se cumpla con base en la toma de decisiones y de acciones pedagógicas que
ayuden a seguir aprendiendo.
1. Fundamentos de la evaluación
formativa en educación inicial
Para profundizar en este tema, te invito a ver el siguiente video en el que Ro-
cío Guadalupe Sarrión Reyes, maestra de Educación
Inicial, comparte aspectos relevantes, a partir de su
experiencia, sobre la evaluación formativa, para su
consideración en la educación inicial:
Microclase
El término evaluación siempre remite a conocer el estado de las cosas, para los
sistemas educativos la evaluación se concentra en saber cuál es el resultado del
aprendizaje de las niñas y niños que asisten a los servicios educativos.
3. Ayudar a los profesores para que sean más efectivos y puedan tomar decisio-
nes para modificar o reconstruir sus propuestas de enseñanza.
Para iniciar con nuestro tema, te invitamos a hacer lectura del siguiente artículo,
titulado “La evaluación formativa, un cambio metodológico para los aprendizajes.
Concepciones y realidades en la práctica”, en el cual encontrarás una exposición
de diferentes concepciones sobre la evaluación formativa y sus realidades en la
puesta en práctica dentro de contextos de aprendizaje. El campo de interés se
centra en los cambios metodológicos que deberán asumir tanto maestros como
estudiantes en relación con estrategias como la autoevaluación y la coevaluación,
las cuales llevan a la regulación del proceso de aprendizaje a través de alumnos
reflexivos, críticos y autónomos; maestros mediadores y guías; e interacciones
basadas en el trabajo colaborativo.
Lee en plataforma:
“La evaluación formativa, un cambio metodológico para los aprendizajes. Concep-
ciones y realidades en la práctica”
Considerando las propuestas por las que se ha transitado y los distintos ins-
trumentos que se han utilizado, es importante enfatizar que la evaluación en
educación inicial ha tenido una suerte de experiencias variadas; la mayor parte,
centradas en cotejos de un perfil de niña y de niño establecido, y que obedece
sobre todo a las características de su edad.
Lee en plataforma:
Memoria de la Educación Inicial en México. Páginas 26, 28, 29, 37, 39 y 42
Etapa Diagnóstica
Sirve para conocer el contexto cotidiano en el que se han desarrollado niñas y
niños antes de acceder al servicio educativo, para lo cual sirve identificar:
• Datos generales de cada niña y niño que deben saberse de su salud, nutrición
y procesos de desarrollo identificados por los padres.
• Procesos de interacción y de relación familiar que permitan conocer las prác-
ticas familiares y las costumbres sociales en las que niñas y niños se desarro-
llan.
• De forma más reciente, se han incorporado algunas de las manifestaciones de
niñas y niños, cuando ya hay un lenguaje más articulado, algunas expresiones
que reflejen sus intereses e iniciativas.
Etapa Intermedia
Sirve para detectar avances en los procesos de las niñas y niños, conocerlo en
sus diversas formas de acercamiento al mundo cultural y social del servicio edu-
cativo e identificar de manera clara sus ritmos y estilos de aprendizaje.
Evaluación final
Da cuenta del contraste con los procesos de desarrollo del aprendizaje, estable-
cidos en el programa curricular, para identificar aspectos que se deben seguir
impulsando a favor del desarrollo de las niñas y los niños; no tiene fines de cali-
ficación, sino de identificación de los procesos en marcha y de los aspectos que
pudieran ser factores de avance, de estancamiento o retroceso.
Ahora bien, para el Plan de Estudios 2022, la evaluación tiene un cambio funda-
mental en su forma de concebirlo y de aplicarlo; define que la evaluación debe ser
contextualizada por las y los docentes, y por las y los alumnos, para otorgarles un
valor y significado de acuerdo con sus saberes, tradiciones y procesos comunita-
rios; su base son los procesos de desarrollo de aprendizaje, y estos responden al
primer momento en el que las y los docentes dan seguimiento a los procesos de
aprendizajes de las y los alumnos en diferentes contextos de su vida cotidiana,
usando el error como estrategia didáctica para identificar acciones posibles para
su identificación y solución, y los registros de observación como elementos cen-
trales para distinguir el acercamiento al saber y al conocimiento de los campos
formativos en el marco de su vida cotidiana.
Implica prestar atención a cada bebé, niña y niños en lo individual, pero también
al grupo en general, enfocando la atención en acciones tales como la forma de
relación que establecen entre sí, cómo manifiestan su autonomía, qué proceso
se les dificultaba y ese día lo alcanzan fácilmente, de qué manera juegan o si
disfrutan estar con otras y otros. Un momento que aporta este tipo de información
es cuando se observa la relación entre madres, padres, familias con las niñas y
niños. Dicha observación se plasma en un registro en el que describirá de forma
libre lo observado, esto constituye un ejercicio reflexivo donde lo ideal es que se
trabaje de forma colegiada, es decir, compartir dichas observaciones y reflexiones
con el personal que está en la sala, por eso se comenta que es un ejercicio de au-
toevaluación, pues a partir de dicha observación y registro, se obtiene información
crucial para redireccionar la planeación, enriquecer los ambientes de aprendizaje
o enfatizar algún proceso en específico.
No debemos olvidar que la educación y los cuidados de las infancias deben transi-
tar hacia lo social con una mirada distinta, donde se reconozca a las niñas y niños
como sujetos de derechos,lo que convierte en un desafío ofrecer una educación
inicial con calidad y calidez.Esto se ha convertido en el objetivo de las políticas
públicas actuales, que intentan visibilizar las condiciones en las que se desarro-
llan niñas y niños, y la evidencia científica que ha aportado los efectos de estas
sobre las infancias.
La educación inicial considera a las niñas y los niños de cero a tres años como su-
jetos de vínculo(afectividad y psiquismo sano) y sujetos de aprendizaje (pedagogía
y ambientes enriquecedores), considerando la importancia de la construcción de
un ser humano cuyo desarrollo psíquico y afectivo es básico para su desarrollo in-
tegral.Considera que las interacciones, los ambientes que favorezcan el lenguaje,
las experiencias retadoras que impulsen la curiosidad y la creatividad en apego
a los Principios Rectores de la Educación Inicial que hablan de un aprendiz con
iniciativa, con deseos de aprehender y aprender del mundo que le rodea, soste-
nido por personas cuidadoras que le proveen los espacios, le brindan seguridad
y crean un ambiente favorable para el desarrollo de su potencial, atienden sus
demandas y escuchan de manera receptiva sus necesidades, lo que les ayuda a
salir al mundo, curiosear y aprender.
Por tanto, la evaluación formativa debe analizar los procesos que se desarrollan
en el servicio educativo de forma integral, ya que todos son importantes; si nos
concentramos sólo en lo que hacen las niñas y los niños en las actividades que
se les proponen, corremos el riesgo de que no tengamos información respecto a
lo que propicia que logren o no realizar ciertas actividades.
Otro aspecto relevante es que no se pueden generalizar ni homogeneizar accio-
nes de evaluación formativa, ya que suceden en todo momento, y aquí se destaca
el papel de la observación pues, según Davoli (2011), “observar implica pensar
de nuevo, pensar sin prejuicios”.
¿Trato con el mismo respeto y dinámica de atención a todas las niñas y niños que
están en mi grupo y en general en el servicio educativo?
¿Qué relaciones e interacciones realizó para establecer un apego seguro con las
niñas y niños?
3. Las acciones de diálogo y respuesta que ejecutan las y los agentes edu-
cativos
El trabajo en educación inicial debe ser colaborativo, no sólo entre las y los agen-
tes educativos, sino con las familias de niñas y niños que asisten a los servicios
y que también son beneficiarios del programa; sin duda, el desarrollo integral no
se puede lograr si no se cuenta con personas que apoyen y trabajen de manera
conjunta, lo cual es fundamental porque todos los avances que tienen las niñas y
los niños dependende las personas y de los entornos en los que se desarrollan.
Acompañar a los agentes educativos y dar seguimiento es un gran paso, sin em-
bargo, lo que se propone a partir de la evaluación formativa es que se lleven a
cabo procesos de autorreflexión permanente y de autoevaluación que puedan ser
compartidos con el colectivo del servicio educativo y con las autoridades no sólo
como un tema laboral, sino para la búsqueda de las mejores opciones educativas
y de cuidado para las infancias y sus familias.
Algunas preguntas que nos pueden ayudar para identificar los avances en este
sentido son:
Este análisis es importante para crear mejores relaciones con las familias, de tal
forma que puedan ser colaboradores activos en los servicios de educación inicial,
y niñas y niños puedan ver la continuidad de su educación y cuidados en el ámbito
familiar.
• ¿Cómo son mis relaciones con las familias para establecer una comunicación
respetuosa que permita conocer las actividades de crianza y ayudar a niñas y
niños a los procesos de separación temprana y adaptación?
• ¿Organizamos conversatorios con las familias para conocer sus formas de in-
teractuar con sus hijas e hijos y registramos los resultados de esas sesiones?
• ¿Las figuras de referencia comparten con las y los agentes educativos imáge-
nes, fotos, dibujos o demás registros que niñas y niños realizan en el hogar,
preguntan sobre algunas canciones que niñas y niños evocan en su casa, iden-
tifican con claridad a las personas que refieren niñas y niños en sus diálogos?
• ¿Compartimos a las familias materiales sobre algún tema de la crianza que nos
solicitan o que nos percatamos que les ayudará a mejorar las interacciones
con sus hijas e hijos?
• ¿Dialogamos con el colectivo del servicio educativo los resultados de las re-
laciones e interacciones con las familias, así como algunas situaciones que
se presenten con algunas de las personas cuidadoras y que pueden advertir
riesgos para las infancias?
• ¿Conocen las figuras de referencia los procesos de desarrollo del aprendizaje
de las niñas y los niños y cómo se registran en el servicio educativo?
• ¿Se trabaja de forma consensuada el registro de información acerca de las
familias y los aspectos que nos comparten?
Es central que la evaluación arroje información tanto de las acciones que generan
aprendizajes significativos en las y los estudiantes, como de las carencias, dificul-
tades y propuestas del trabajo académico de las maestras y los maestros en el
mismo proceso educativo, de modo que la mejora se realice durante los procesos
educativos y no cuando concluyen.
Con todas estas ideas, puedes hacer una reconstrucción de lo revisado para
elaborar tu mapa conceptual, no olvides compartir tus hallazgos o lo que te pa-
reció novedoso con algún agente educativo. Cuestionar la práctica es uno de los
ejercicios permanentes más valiosos de la autonomía profesional que impulsa la
Nueva Escuela Mexicana.