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Informe Filosofía

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I.RESUMEN
La espiritualidad llega a abarcar diferentes ámbitos como ser la filosófica, la religiosa,
la psicológica, etc. Incluso tiene diferentes interpretaciones por parte de estas como
ser que la espiritualidad en el cristianismo tiene sus enseñanzas en Cristo y sus
discípulos o como en la filosofía que sugiere el positivismo en base a la esencia
espiritual y la inmortalidad del alma.
La espiritualidad como tal se puede entender o interpretar con algunas preguntas que
nos hacen reflexionar sobre lo que sabemos o creemos saber.
II. INTRODUCCIÓN
¿Cuál es el significado de la vida?
Esta puede ser una pregunta que nos puede ayudar a entender la espiritualidad
Espiritualidad es una palabra que deriva del griego y que está compuesta por la
voz spiritus que significa 'respiro', -alis, que se refiere a 'lo relativo a', y el sufijo -dad,
que indica cualidad, por lo tanto, etimológicamente, espiritualidad es todo lo relativo a
la cualidad de lo espiritual o espíritu.

Podemos decir que la espiritualidad es el conocimiento, aceptación o cultivo de la


esencia inmaterial de uno mismo. Es un valor positivo y superior, ya que es una
cualidad que determina, en la mayoría de los casos, un comportamiento coherente con
los valores morales y éticos que ayudan al desarrollo individual.

Esta no implica ser religioso, a pesar de que muchas personas canalizan sus
necesidades espirituales a través de la religión.

III. DESARROLLO

Importancia de la espiritualidad

La espiritualidad es un camino para combatir la insatisfacción humana, ya que supone


buscar experiencias que hagan que nuestra vida personal tome sentido, buscando
alternativas para llenar el vacío interior y contribuyendo así a nuestra felicidad.

El propósito es una parte de la espiritualidad, un propósito sería el significado


personal, como que nos ayude en trabajar en nuestro crecimiento personal, aquello
que nos ayuda a ser mejores para nosotros mismos y para los demás, nos dirige a una
paz interior.

La espiritualidad y contemplación interior contribuyen a contextualizar nuestro


comportamiento y transcurrir de nuestra vida desde una perspectiva más amplia,
dándole valor a nuestro camino vital. Nuestra dimensión espiritual nos ayuda a
encontrar el sentido de la verdad, el bien y la belleza. Nos permite tomar distancia
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para contemplar y comprender el mundo y la esencia de las cosas. Nos ayuda a


trascender de nuestra individualidad para ser capaces de observar nuestro entorno de
manera desinteresada y poder actuar conforme a nuestros valores.

La espiritualidad alcanza los ámbitos filosóficos, religiosos, psicológicos, etc. y nos


ayuda a entender el significado de la vida y de la condición humana.

La espiritualidad en la religión

La religión es una doctrina constituida por un conjunto de principios, creencias y


prácticas establecidos en torno a una idea de la divinidad o de lo sagrado.
Etimológicamente la religión es la doctrina que liga fuertemente al ser humano con
dios o los dioses.

La espiritualidad es dirigir la vida y el desarrollo espiritual según las enseñanzas y


normas de un dios o profeta. La espiritualidad cristiana, por ejemplo, tiene como base
y fundamento las enseñanzas de Cristo y de sus discípulos.

Dios según los cristianos

En el cristianismo, Dios es la entidad que creó y que mantiene el Universo, además que
es trascendente (independiente y distinto del universo material) e inmanente
(involucrado en el universo material)

La creencia en la divinidad de Cristo y en el Espíritu Santo está expresada como la


doctrina de la Santísima Trinidad, que describe una única "sustancia" divina ya
existente como tres personas distintas e inseparables: el Padre, el Hijo (Jesucristo), y
el Espíritu Santo. De acuerdo con esta doctrina, Dios no está dividido, en el sentido de
que cada persona tiene un tercio de todo, pero antes, cada persona es considerada
como siendo plenamente Dios.

Bien y el mal

En la Biblia, "el bien versus el mal" no es una cuestión de opinión. Tampoco es una
lucha igualada entre dos seres o fuerzas. Las Escrituras no indican que los límites del
bien y del mal cambien. Tampoco afirma que el conflicto entre ellos durará para
siempre. De especial importancia es que la Biblia no sugiere que algunas personas son
buenas, mientras que otras son malas.

Más bien, la Biblia enseña que el bien y el mal se definen con referencia a un Dios
perfecto e inmutable. Cada persona debe lidiar individualmente con la presencia y las
tentaciones del mal. Las Escrituras señalan que todo el mal, sin excepción, finalmente
será castigado y derrotado.

EL bien y el mal no están equilibrados y esto se puede entender más precisamente


mediante el concepto de dualismo, pero este está rechazado por las escrituras ya que
lo consideran falso.
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Dios ante el bien y el mal

¿Por qué Dios permite el mal? ¿Acaso no puede eliminarlo? ¿Si puede eliminarlo
porqué no lo hace?

La respuesta puede parecer tan simple como:

Dios nos ha dado libertad y la respeta; somos nosotros la causa del mal al no utilizar
bien nuestra libertad.

¿Pero y si fuera mucho más complejo que eso?

El mundo está lleno de mal, según el juicio de los hombres. ¿No será que eso no es el
mal según el juicio de Dios? ¿No será que el mal que Dios no quiere, y no evita, es algo
distinto de lo que los hombres entendemos por mal?

Los seres humanos llamamos mal a lo que nos produce sufrimiento de cualquier tipo
como: dolor, enfermedad, muerte,etc. Desde un punto de vista sobrenatural el mal es
el pecado, todo lo que nos aleja de la salvación.

Desde el punto de vista filosófico existe lo que se conoce como “Problema del mal” o
también “Paradoja de Epicuro” es estudiado en filosofía de la religión, en teodicea y en
metafísica como el problema que resulta al considerar la compatibilidad entre la
presencia del mal y del sufrimiento en el mundo con la existencia de
Dios omnisciente, omnipresente, omnipotente y omnibenevolente. El argumento del
mal afirma que debido a la existencia del mal, o Dios no existe o no tiene alguna de las
tres propiedades mencionadas.

El problema del mal se puede expresar de la siguiente forma:

¿Es que Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz? Entonces no es omnipotente.

¿Es capaz, pero no desea hacerlo? Entonces es malévolo.

¿Es capaz y desea hacerlo? ¿De dónde surge entonces el mal?

¿Es que no es capaz ni desea hacerlo? Entonces, ¿por qué llamarlo Dios?

A menudo se formula de dos formas: el problema del mal lógico y el problema del mal
evidencial. La versión lógica del argumento intenta demostrar deductivamente una
imposibilidad lógica en la coexistencia entre Dios y el mal, mientras que la evidencial
sostiene inductivamente que dado que existe el mal en el mundo, es improbable que
exista un dios omnipotente, omnisciente y perfectamente bueno.

El problema del mal aplica intensamente a las religiones monoteísta que cree en un
dios que es omnipotente, omnisciente y omnibenevolente, también aplica a las
religiones politeístas cuando uno de sus dioses posee estas características.
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IV. CONCLUSIÓN

La espiritualidad se puede comprender mediante diferentes ámbitos como la religiosa,


filosófica, psicológica, etc. Estas pueden incluso llegar a coincidir o no en algunos
aspectos. Algunas ideas como ser el bien y el mal, el juicio de dios y las divinidades y la
religión se pueden relacionar con la espiritualidad.

La espiritualidad es la manera en la cuál nosotros los seres humanos nos


comprendemos y comprendemos al mundo ya sea de la manera que creemos que es la
correcta aunque podría no serlo como en el caso de Dios y el mal. También esta nos
ayuda a crecer como personas a aprender más para ser mejores cada día, a estar en
armonía y bienestar con nosotros mismos con nuestro espíritu y nuestro ser físico
(encarnación).

La fuerza física no puede soportar permanentemente

el impacto de la fuerza espiritual.

-Franklin D. Roosevelt

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