Sistema Urogenital.

Según el libro "Fisiología Médica" de Arthur C. Guyton y John E. Hall, publicado en 2011, el sistema

urogenital es el conjunto de órganos y estructuras del cuerpo humano encargados de la formación,

almacenamiento y eliminación de la orina, así como de la reproducción. Incluye los riñones, uréteres, vejiga,

uretra, órganos genitales internos y externos. El sistema urogenital desempeña un papel crucial en la regulación

del equilibrio hídrico y electrolítico del cuerpo, así como en la reproducción y la excreción de desechos

metabólicos.

El sistema urogenital es como el sistema de alcantarillado y suministro de agua de nuestro cuerpo. Es el

encargado de limpiar la sangre, filtrarla a través de los riñones para eliminar desechos y producir orina, que

luego es almacenada en la vejiga y finalmente expulsada a través de la uretra. Este sistema no solo se encarga de

mantener limpio nuestro cuerpo, sino que también juega un papel clave en la regulación del equilibrio de

líquidos y sales, ayudando a mantener el cuerpo en condiciones óptimas. Además, el sistema urogenital está

estrechamente relacionado con la reproducción, ya que incluye los órganos genitales tanto internos como

externos. Estos órganos permiten la fertilización y el desarrollo de una nueva vida, siendo fundamental para la

perpetuación de la especie.

Según National Kidney Foundation "El riñón es un órgano en forma de frijol que desempeña un
papel crucial en la eliminación de desechos y la regulación del equilibrio de líquidos y electrolitos en
el cuerpo humano."

El riñón es un órgano vital en el cuerpo humano, encargado de filtrar la sangre y eliminar desechos a
través de la producción de orina. Su forma, tamaño y estructura son fundamentales para su correcto
funcionamiento.

El riñón se compone de dos partes principales: la corteza, que es la capa más externa y clara, y la
médula, que se encuentra en el interior y contiene las pirámides de Malpighi. Estas estructuras son
clave para la correcta filtración de la sangre y la producción de orina.

Es importante destacar que, a pesar de ser un órgano par, puede existir variabilidad en su forma y
posición. En algunos casos, los riñones pueden estar unidos en su polo superior formando un cuerpo
renal en herradura, lo cual no es común pero puede ocurrir.

El riñón derecho generalmente se encuentra más bajo que el izquierdo, posicionándose cerca del
diafragma y el músculo iliopsoas. Su ubicación en el cuerpo sugiere una protección natural, ya que la
parte posterior está resguardada por las costillas.
Los riñones contienen miles de nefronas, las cuales son encargadas de filtrar la sangre y producir
orina. Estas nefronas realizan funciones vitales para el organismo, como filtrar impurezas y sustancias
tóxicas, así como controlar la sal en el cuerpo.

Además, la fascia renal la cual es una capa de tejido conjuntivo que refuerza al peritoneo y se
encuentra entre el riñón y la glándula suprarrenal. Esta fascia no tiene contacto directo con la capsula
adiposa del riñón y la glándula suprarrenal, y su espesor puede variar según la edad y obesidad del
individuo.

El riñón está protegido por una cápsula y una capa llamada fascia de Gerota, que evitan que la sangre,
orina y infecciones se salgan. Los vasos sanguíneos, linfáticos y nervios entran y salen por el hilio,
que es como la "puerta" del riñón. La arteria renal se ramifica para llevar sangre a todos los rincones
del riñón, recibiendo una buena cantidad de sangre cada minuto. Los linfáticos del riñón drenan en
ganglios hiliares y luego en ganglios cerca de la aorta.

La nefrona es la unidad funcional básica del riñón, y cada riñón contiene alrededor de un millón de
nefronas. Estas estructuras se forman antes del nacimiento y no se pueden generar más después. La
nefrona está compuesta por diversas partes, como el glomérulo y distintos segmentos de túbulos. Cada
segmento tiene células especializadas en diferentes funciones de transporte. Además, los túbulos
conectores y colectores se organizan de manera que cada túbulo colector recibe líquido de seis túbulos
conectores, demostrando la complejidad y precisión de la estructura renal. Este análisis detallado de la
nefrona es fundamental para comprender su papel en la función renal y en la salud del organismo.

Aparato reproductor masculino.

Según Tortora y Grabowski (2000) en su libro "Principios de Anatomía y Fisiología", el aparato

reproductor masculino se encarga de producir y liberar espermatozoides para la reproducción. Está
compuesto por varios órganos, como los testículos, epidídimos, conductos deferentes, vesículas
seminales, próstata y pene, que trabajan en conjunto para la producción, almacenamiento y transporte
de los espermatozoides. Además, también produce hormonas masculinas, como la testosterona, que
son responsables de las características sexuales secundarias en los hombres.

El aparato reproductor masculino está formado por una serie de estructuras y órganos que cumplen
funciones específicas en la reproducción. Uno de los principales componentes es el pene, el cual
consta de diferentes partes como la raíz, el cuerpo y el glande. La uretra, encargada de transportar el
semen y la orina, se encuentra en la punta del glande del pene, que a su vez está cubierto por el
prepucio en hombres no circuncidados. Además, el pene contiene tres espacios cilíndricos de tejido
eréctil, los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso, que se llenan de sangre durante la erección. Este
proceso hace que el pene incremente su tamaño y se vuelva rígido, lo que permite la penetración y la
eyaculación de semen durante el acto sexual.

El escroto cumple un papel fundamental en la protección y regulación de la temperatura de los

testículos, formando un saco de piel gruesa que los rodea y resguarda de posibles daños externos.
Además, actúa como un sistema de control térmico que permite mantener los testículos a una
temperatura adecuada para el desarrollo normal de los espermatozoides, ligeramente inferior a la
temperatura corporal.
El músculo cremáster, presente en la pared del escroto, desempeña un rol clave en este proceso, ya
que se relaja para permitir que los testículos se alejen del cuerpo en busca de enfriarse, o se contrae
para acercarlos y protegerlos del frío. Esta regulación térmica es vital para garantizar la correcta
producción y maduración de los espermatozoides, esenciales en el proceso reproductivo masculino.

Por otro lado, los testículos son órganos ovoides de tamaño medio, con dimensiones específicas que
oscilan entre 4 a 7 cm de largo y de 20 a 25 mL de volumen. Generalmente, se observa una ligera
diferencia en la altura de cada uno, siendo el testículo izquierdo el que suele colgar un poco más que
el derecho. Esta asimetría, aunque sutil, es parte de la fisiología normal de los testículos y no
representa un problema en su funcionamiento reproductivo.Los testículos producen espermatozoides,
que son las células encargadas de llevar la información genética del hombre, y también producen
testosterona, que es una hormona importante para el cuerpo masculino.

*Epidídimo* Es un conducto largo y enrollado que recoge los espermatozoides de los testículos y les
proporciona el ambiente adecuado para que maduren. Aquí los espermatozoides adquieren la
habilidad de moverse y fertilizar un óvulo. Cada testículo tiene un epidídimo.

*Conducto deferente*: Es un canal delgado que transporta los espermatozoides desde el epidídimo
hasta la próstata. Luego se conecta a las vesículas seminales. En el escroto, acompañando al conducto
deferente, hay fibras musculares, vasos sanguíneos y nervios, que forman un conjunto llamado cordón
espermático.

Uretra: La uretra en el hombre cumple una doble función. Por un lado, transporta la orina desde la
vejiga al exterior. Por otro lado, es por donde se eyacula el semen durante la eyaculación.

Próstata: La próstata se encuentra debajo de la vejiga y rodea la uretra. A medida que los hombres
envejecen, la próstata puede crecer y causar complicaciones urinarias al obstruir el flujo de orina a
través de la uretra.

Vesículas seminales: Están situadas encima de la próstata y se conectan a los conductos deferentes
para formar los conductos eyaculadores que atraviesan la próstata. Tanto la próstata como las
vesículas seminales producen un líquido que nutre a los espermatozoides. Este líquido constituye la
mayor parte del volumen del semen y actúa como vehículo para expulsar los espermatozoides durante
la eyaculación. Otra parte del líquido seminal proviene de los conductos deferentes y de las glándulas
de Cowper en la uretra.

Estas estructuras complementan y ayudan en la composición y transporte del semen, así como en la
regulación de la micción y la función sexual masculina. Estas estructuras trabajan en conjunto para
garantizar la producción y maduración de los espermatozoides, así como para su transporte eficaz
hacia el exterior durante la eyaculación.

Aparato reproductor femenino.

Según el libro "Anatomía y Fisiología Humana" de Elaine N. Marieb y Katja N. Hoehn,

publicado en 2019, el aparato reproductor femenino es el conjunto de órganos que participan en la
reproducción en la mujer. Incluye órganos internos como los ovarios, las trompas de Falopio, el útero
y la vagina, así como órganos externos como los genitales externos y las mamas. Este sistema
reproductivo se encarga de la producción de óvulos, la fertilización, el embarazo y el parto.
El aparato reproductor femenino consta de órganos internos como los ovarios, las trompas de Falopio,
el útero y la vagina, así como órganos externos como los genitales externos. Estos órganos trabajan en
conjunto para la producción de óvulos, la fertilización, el embarazo y el parto. Los ovarios producen
óvulos, que son transportados a través de las trompas de Falopio hasta el útero, donde pueden ser
fertilizados por el esperma. El útero es el órgano donde se desarrolla el embrión durante el embarazo.
La vagina es el conducto por donde sale la menstruación y por donde el bebé es expulsado durante el
parto. Los genitales externos incluyen la vulva, que es la parte visible de los órganos reproductores
femeninos. Todo este sistema se encuentra regulado por hormonas que controlan el ciclo menstrual y
la reproducción femenina.

Los genitales internos son los órganos reproductores femeninos que se encuentran dentro de la
cavidad pélvica.

La vagina es el órgano sexual femenino interno que se encuentra más hacia el exterior. Se extiende
desde el útero hasta la vulva (genitales externos).

El útero es un órgano muscular hueco situado en la cavidad pélvica de la mujer. Está dividido en tres
partes principales: el cuerpo, que se conecta a las trompas uterinas y tiene una cavidad interna, el
istmo que es la parte contraída entre el cuerpo y el cuello uterino, y el cuello del útero que es la parte
inferior y tiene dos partes, dos orificios y un canal cervical.

Los ovarios son las gónadas femeninas bilaterales que liberan el óvulo con el fin de facilitar la
fertilización. Cada ovario se encuentra en la fosa ovárica de la pelvis, cerca del útero y debajo de las
trompas uterinas. Tienen cuatro superficies y dos polos.

Las trompas uterinas, también conocidas como trompas de Falopio, son órganos musculares
bilaterales que conectan los cuernos uterinos con los ovarios. Son cruciales para la fertilización del
óvulo. Se dividen en cuatro partes: el infundíbulo, que es la sección terminal que se abre hacia la
cavidad peritoneal y contiene fimbrias; la ampolla, la sección más ancha y comúnmente el lugar de
fertilización; el istmo, la sección más estrecha; y la parte intramural, que se conecta directamente con
la cavidad uterina.

Los órganos sexuales externos femeninos comprenden los labios menores, pliegues delgados y sin
vello ubicados entre los labios mayores, el clítoris, órgano eréctil clave para las sensaciones sexuales
situado en la parte superior del vestíbulo vaginal, y el vestíbulo de la vagina, región que incluye el
orificio vaginal, uretral y las aberturas de las glándulas vestibulares.

Estas estructuras, junto con los demás órganos sexuales externos femeninos, juegan un papel
fundamental en la anatomía y fisiología sexual de la mujer.

Zona púbica femenina:

La zona púbica femenina comprende los genitales externos o vulva, que incluyen el monte del pubis
(monte de Venus) y los labios mayores. El monte del pubis es una masa adiposa en la región frontal,
mientras que los labios mayores son pliegues de piel cubiertos de vello que se extienden desde el
monte del pubis hasta el periné.
Los labios menores son pliegues delgados y sin vello que se sitúan entre los labios mayores, rodeando
el vestíbulo vaginal y los orificios uretral y vaginal. Contribuyen a la formación del prepucio y
frenillo del clítoris.

El clítoris es un órgano eréctil clave para las sensaciones sexuales, ubicado en la parte superior del
vestíbulo vaginal y rodeado por los labios menores. Consta de tallo, cuerpo y glande, compuesto por
dos cuerpos cavernosos y dos puntos de unión.

El vestíbulo de la vagina es la región entre los labios menores que incluye el orificio vaginal, la uretral
y las aberturas de las glándulas vestibulares.

Las glándulas vestibulares mayores, también conocidas como glándulas de Bartolino, se localizan a
los lados del vestíbulo vaginal. Estas glándulas son similares a las glándulas bulbouretrales en los
hombres y ayudan a lubricar la vulva durante las relaciones sexuales.

Por otro lado, las glándulas vestibulares menores se localizan entre los orificios uretral y vaginal.
Estas glándulas son homólogas a la próstata masculina y también contribuyen a la lubricación y el
bienestar durante la actividad sexual.

Además, los bulbos del vestíbulo son tejidos eréctiles ubicados a cada lado del vestíbulo vaginal.
Estos bulbos son comparables al bulbo del pene y al cuerpo esponjoso en los hombres, y se llenan de
sangre durante la excitación sexual para aumentar la sensibilidad y el placer en la mujer.

En conjunto, estas estructuras forman parte de la compleja red de órganos sexuales externos
femeninos que desempeñan un papel crucial en la respuesta sexual y el bienestar íntimo de la mujer.

Diferencias entre aparato reproductor Masculino y el aparato reproductor Femenino.

•Una diferencia estructural entre el aparato reproductor masculino y femenino es que los testículos en
el hombre son los encargados de producir espermatozoides, mientras que en la mujer los ovarios
producen óvulos (Marieb, E. N., & Hoehn, K., 2016).

•En el aparato reproductor masculino, los espermatozoides se transportan a través de los conductos
deferentes, vesículas seminales y próstata antes de llegar al pene para la eyaculación, mientras que en
el aparato reproductor femenino los óvulos son liberados de los ovarios hacia las trompas de Falopio
para la fecundación (Tortora, G. J., & Derrickson, B., 2014).

•La fertilización, es decir, la unión del óvulo con el espermatozoide, ocurre en el aparato reproductor
femenino, específicamente en la trompa de Falopio, mientras que en el aparato reproductor masculino
no se produce este proceso (Martini, F. H., Timmons, M. J., & Tallitsch, R. B., 2011).

•El ciclo reproductivo de la mujer incluye la menstruación y la ovulación, que son parte de su proceso
hormonal mensual, a diferencia del hombre que no tiene un ciclo equivalente (Marieb, E. N., &
Hoehn, K., 2016).

•En el aparato reproductor femenino, el embrión se implanta en el útero y se desarrolla durante la

gestación, proceso que no ocurre en el aparato reproductor masculino, ya que solo es responsable de
la producción y transporte de espermatozoides (Tortora, G. J., & Derrickson, B., 2014).
•La producción de hormonas sexuales también difiere entre el hombre y la mujer, ya que en el aparato
reproductor masculino se produce principalmente testosterona, mientras que en el femenino se
producen estrógeno y progesterona, hormonas clave en el ciclo menstrual y en el embarazo (Marieb,
E. N., & Hoehn, K., 2016).

Vias de conducción y excreción de la orina.

Las vías de conducción y excreción de la orina desempeñan un papel fundamental en el

funcionamiento adecuado del sistema urinario humano. En este análisis, nos enfocaremos en las
diferentes estructuras anatómicas involucradas en este proceso, destacando su importancia y funciones
específicas.

El sistema urinario comienza con la pelvis renal, que sirve como principal reservorio de
almacenamiento de orina filtrada por los riñones. La orina fluye desde la pelvis renal a través de los
uréteres, que son tubos delgados que conectan la pelvis renal con la vejiga. Los uréteres son
importantes para transportar la orina desde los riñones a la vejiga y almacenarla allí temporalmente
hasta el momento de orinar.

Una vez en la vejiga, orina mucho hasta sentir ganas de orinar. Durante este período, la uretra
actúa como un conducto que transporta la orina desde la vejiga fuera del cuerpo y desempeña un
papel importante en la eliminación de los desechos del cuerpo.

En particular, el uréter es una estructura anatómica importante del sistema urinario humano. Los
conductos, de aproximadamente 25 a 30 centímetros de largo, salen de cada riñón y llevan la orina
a la vejiga. Durante su recorrido, los uréteres atraviesan el estómago y la cavidad abdominal,
facilitando la micción. Cabe señalar que los uréteres se contraen y relajan lo suficiente para facilitar
la correcta conducción de la orina y evitar que la orina regrese o orine demasiado. Además, su
posición en la parte posterior del estómago está sustentada por el músculo psoas, que asegura el
funcionamiento de su estructura y su relación con otras estructuras circundantes.

La vejiga es un órgano con una capacidad aproximada de 400 cc ubicado en la región pélvica.
Tiene dos tipos de esfínteres, internos y externos, que controlan el flujo de orina de forma
involuntaria y voluntaria. La función de almacenar y excretar orina es importante para el
funcionamiento de la orina y la eliminación de productos de desecho del cuerpo.

La uretra:

Según el libro "Fisiología Médica" de Arthur C. Guyton y John E. Hall, publicado en 2011, la
uretra es un conducto que transporta la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo durante el
proceso de micción. En hombres, la uretra también cumple la función de transportar el semen durante
la eyaculación. La uretra está recubierta por una capa mucosa y rodeada de músculos que ayudan a
expulsar la orina de la vejiga.

La uretra es un órgano importante de nuestro cuerpo porque se encarga de transportar la orina desde
la vejiga al exterior del cuerpo. En las mujeres, mide tan solo 3,5 cm y se abre sobre el área genital.
En los hombres, mide hasta 12 cm de largo y se extiende hasta la próstata y los testículos. En los
hombres, la uretra también desempeña un papel en el transporte de espermatozoides. Curiosamente,
la uretra de las mujeres está adherida a la pared de la vejiga y no tiene la misma función que la de
los hombres. Es importante recordar que uretra y uréteres no son lo mismo ya que tienen funciones
diferentes en nuestro organismo. ¡Es increíble lo especiales que son nuestros cuerpos para cada
trabajo!

La uretra masculina se divide en dos partes diferentes:

1. Porción Intramural: Aquí se encuentra el esfínter uretral interno, un músculo liso que controla la
salida de la orina desde la vejiga.

2. Porción Prostática: En esta parte, encontramos el verum montarum que contiene el utrículo
prostático, una estructura sin función real en los hombres, y los agujeros por donde salen los fluidos
eyaculatorios. También está el sinus prostático con los orificios de las glándulas prostáticas. Cuando
la próstata crece, puede bloquear la uretra y causar dificultades para orinar.

La uretra masculina se divide en varias porciones, incluyendo la porción membranosa, esponjosa y

navicular. En la porción membranosa se encuentra el diafragma urogenital con el esfínter urogenital
externo, que permite el control voluntario del reflejo de micción. La porción esponjosa circula a través
del cuerpo esponjoso del pene, mientras que la porción navicular contiene la fosa navicular, las
glándulas de Guerin y las válvulas bulbouretrales de Cowper, importantes para la eyaculación. La
irrigación de la uretra masculina proviene de las arterias vesicales, prostáticas y pudendas, ramas de la
ilíaca interna.

En las mujeres, la uretra se compone de la porción intramural y la porción pélvica. La porción

intramural alberga el esfínter uretral interno, de contracción involuntaria y musculatura lisa circular,
que se encuentra dentro de la vejiga. La porción pélvica se relaciona posteriormente con la vagina y
comparte un tabique común, lo que es importante para la exploración diagnóstica de posibles
conexiones patológicas entre la uretra y la vagina.

En las mujeres, la uretra se compone de la porción intramural y la porción pélvica. La porción

intramural alberga el esfínter uretral interno, de contracción involuntaria y musculatura lisa circular,
que se encuentra dentro de la vejiga. La porción pélvica se relaciona posteriormente con la vagina y
comparte un tabique común, lo que es importante para la exploración diagnóstica de posibles
conexiones patológicas entre la uretra y la vagina. La porción perineal es donde la uretra desemboca
en la vulva en el meato uretral externo, en la papila uretral.

Irrigación:
La irrigación de la uretra femenina proviene de las arterias vesicales, vaginales y pudendas, ramas de
la ilíaca interna.

Linfáticos:
Los linfáticos de la uretra femenina drenan hacia los ganglios inguinales e ilíacos.

Inervación:
La uretra femenina recibe inervación de nervios sensitivos y vegetativos del plexo hipogástrico y
pudendo.
La vejiga

Según el libro "Anatomía y Fisiología del Cuerpo Humano" de Gary A. Thibodeau y Kevin T.
Patton, publicado en 2015, la vejiga es un órgano hueco y elástico ubicado en la pelvis, encargado
de almacenar la orina producida por los riñones. Su función principal es la de almacenar la orina de
forma temporal hasta que se produce la micción. La vejiga se encuentra revestida por una capa
muscular que se contrae para expulsar la orina a través de la uretra durante el acto de orinar.

La vejiga urinaria es un órgano hueco y musculoso que forma parte del sistema urinario, encargado de
almacenar la orina y expulsarla fuera del cuerpo durante la micción. Su desarrollo embrionario
proviene de la parte inferior del pedículo del alantoides, obliterándose gradualmente la parte superior
para formar el uraco. En la anatomía humana, la vejiga está ubicada en la pelvis, fijada al pubis por
delante, limitando con el recto, la próstata o vesículas seminales en hombres, y la vagina en mujeres.
Está recubierta por peritoneo parietal por encima y limita con la próstata o musculatura perineal por
debajo.

La vejiga es una parte importante del sistema urinario y es responsable de almacenar y eliminar la
orina del cuerpo durante la micción. Se forma durante el desarrollo embrionario y desaparece
gradualmente del pedículo alantoideo para formar el órgano final. En anatomía humana, la
ubicación y relación de la vejiga con el estómago es importante para su funcionamiento normal. La
vejiga es anatómicamente única en comparación con otras estructuras del cuerpo humano. Su
ubicación y relación anatómica son necesarias para su normal funcionamiento. Comprender su
desarrollo embrionario y ubicación anatómica es importante para comprender su importancia en la
orina y mantener la homeostasis.

La vejiga urinaria es un órgano que cambia de forma según esté llena o vacía, adoptando una forma
esférica cuando está repleta y asemejándose a un tetraedro cuando está vacía, con diferentes vértices
que marcan puntos importantes de su anatomía.

Su capacidad fisiológica varía entre 300 y 350 centímetros cúbicos antes de que aparezca la necesidad
de orinar, pudiendo aumentar hasta 2 o 3 litros en situaciones de retención aguda de orina. Por el
contrario, en casos de cistitis, esta capacidad se reduce drásticamente a solo 50 centímetros cúbicos.

La visualización del interior de la vejiga se logra a través de una cistoscopia, que permite observar la
mucosa vesical, los meatos ureterales y la unión del cuello vesical con la uretra. Estos tres puntos
delimitan el trígono vesical, una porción inextensible y fija de la vejiga.

La pared de la vejiga urinaria está compuesta por tres capas distintas. La capa serosa está formada por
el peritoneo parietal que recubre la parte superior y los laterales de la vejiga cuando está llena. La
capa muscular, llamada detrusor, tiene tres capas con distintas fibras musculares: una externa, una
media y una interna. El detrusor se contrae para expulsar la orina y se opone a los músculos esfínteres
de la uretra. Estas capas musculares son esenciales para el proceso de vaciado de la vejiga.

Capa mucosa:
La capa mucosa de la vejiga urinaria está compuesta por un epitelio de transición urinario, el cual es
un tipo de epitelio estratificado con hasta ocho capas de células, impermeable y en contacto directo
con la orina. Además, esta capa incluye la lámina propia, compuesta por tejido conjuntivo.