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Unidad 5

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Unidad 5: Teoría de la Sociedad

Mundanidad, sociabilidad y politicidad del hombre


Esencia del hombre * Sociabilidad: Tendencia innata a la convivencia,
naturaleza humana a la vida en común con sus
semejantes.
* Politicidad: Tendencia necesaria a dar forma de
organización política a la convivencia.

“No es posible la convivencia social sin forma política”

El hombre es un ser abierto a la trascendencia La naturaleza y las cosas


El prójimo NOSOTROS
Mundanidad:
• El hombre está en el mundo, referido a lo otro que él, en medio de una
“circunstancia”, de una situación que comprende la existencia personal con y
entre todo lo que la rodea.
• El hombre está ubicado, situado, comprometido en el mundo

“El estar en sociedad, el vivir en sociedad, es un modo de estar en el mundo,


de estar abierto al prójimo”
Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 3,4,5,6 y 7 de Dossier
Mundanidad del hombre
Ni Idealismo ni Realismo
El otro existe sin mi, pero existe para mi (y de allí en adelante es el otro)
solo a partir de que yo lo conozco.

“El Yo y las cosas no pueden distinguirse y separarse radicalmente, sino que


ambos, unidos en una síntesis inquebrantable, constituyen mi vida. Y yo no
vivo como independiente de las cosas, ni las cosas son como independientes de
mí, sino que vivir es estar en el mundo.” (García Morente)

Circunstancia: “Lo que no soy yo, aquello con que me encuentro, el otro
término de la dinámica coexistencia en que consiste la vida; pero a la
inversa, sólo existe como tal circunstancia en cuanto es para mí, en cuanto me
circunda o rodea”. (Farías)

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 3,4,5,6 y 7 de Dossier


“El hombre no existe sino que co-existe, no vive sino que con-vive”

Coexistencia: El hombre encuentra constitutivamente su existencia emplazada en


el mundo, entre las “cosas”, entre todo aquello que es exterior
al hombre (circunstancia).
Convivencia: Entre las “cosas”, hay algunas –los hombres- con las que la
persona tiene que tratar de un modo diferente, porque cuentan
para él, para su vida, de una manera especial.
No sólo él existe para mí, sino que yo existo para él. El mutuo
“contar con”, la reciprocidad, es el primer hecho que nos
permite calificarlo de social.

El Yo es un elemento constitutivo del Nosotros, del mismo modo que el Nosotros


es un elemento necesario del Yo, tal es la estructura esencial de la
conciencia humana.
Altruismo Estar abierto al otro
Nostrismo/Nostricidad El hombre es “ser con otros” dentro de una sociedad
que se organiza políticamente.
Soledad como un modo negativo de convivencia “ Estar solo quiere decir estar
solo de alguien”(Farías)
Sociedad y Comunidad
Tonnies (sociólogo alemán) Distingue estos dos grupos humanos en función de
los vínculos que existe entre los sujetos que lo integran:

Sociedad: Es un grupo humano en el que el elemento preponderante de la unión


es el voluntario o consciente, el arbitrio humano, en busca de una finalidad
determinada.
Comunidad: Los sujetos nacen dentro del grupo, y los vínculos que los unen son
afectivos, son lazos de sangre, de vecindad, de tradición, lenguaje común,
creencias comunes. Constituye más bien una forma existencial de vida.

A diferencia de las sociedades en las que se pertenece por una elección fría y
razonada, y en las que lo único que se persigue es alcanzar una finalidad
común, a los grupos comunitarios se pertenece por el sólo hecho de haber
nacido y convivir con sus miembros; y además de la finalidad común, en los
grupos comunitarios se requiere la construcción de lazos comunes que apunten
a construir un proyecto colectivo.

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 8,9,10 y 11 de Dossier


Características esenciales de la sociedad
Para determinar las características esenciales de la sociedad vamos a valernos
del método aristotélico de las 4 causas y seguiremos la definición que nos
acerca Gredt:
“Unión Moral de Muchos en busca del Bien Común”
Causa material (¿de que esta hecha la sociedad?): La sociedad esta
constituida materialmente por hombres, pero esta multitud humana entendida
como materia, es vista desde una perspectiva pasiva, es decir que más que como
sujeto, la ve como un dato puramente material. (Muchos)
Causa eficiente (¿Quién construye la sociedad?): Es también esa multitud
humana, pero desde una perspectiva dinámica (activa) que hace jugar la
libertad personal, en cuanto las personas son los agentes provocadores, es
decir como sujetos capaces de ejercer su voluntad para construir esa sociedad.
(Unión)
La causa eficiente próxima de la sociedad es la libertad y la
voluntad de las personas
La causa eficiente remota de la sociedad es Dios, en cuanto creador
del hombre. Dios es el que h ahecho al hombre social por naturaleza.
Características esenciales de la sociedad
Causa formal (es lo que permite darle una configuración que la diferencie de
otras): La causa formal es el orden y en el caso de la sociedad lo que da ese
orden es el ordenamiento, lo cual implica el ordenamiento moral y el
ordenamiento jurídico. (Moral)

Causa final: La causa final de la sociedad es. En el caso de una sociedad


organizada bajo el sistema democrático esa causa final de la empresa colectiva
es el bien común. (Bien Común)
Cuando hablamos de Bien Común hacemos referencia al conjunto de condiciones
que tienen que darse para que todos los miembros de la sociedad puedan
alcanzar la felicidad en el marco de una sociedad sin exclusiones.
La finalidad no sólo nos permite encontrar la esencia, sino además justificar
la existencia misma de la sociedad.
Teorías sobre la naturaleza de la sociedad

TEORÍAS CONTRACTUALISTAS/ INDIVIDUALISTRAS:


Parten del presupuesto de que el hombre es un ser sustancial pero que no es
social por naturaleza sino que ha vivido una vida pre-social y luego entra a
vivir en sociedad por un acto racional contractual provocado por el mero
interés.
• Hobbes (1588-1679) El estado de naturaleza es un estado de competencia y
desconfianza recíproca, de guerra perpetua de todos contra todos (el hombre es
lobo del hombre). Allí donde no hay poder común no hay ley y allí donde no hay
ley no hay justicia. La fuerza y la astucia son, en la guerra, las dos
virtudes cardinales.
•La especie humana estaba bajo pena de destruirse y desaparecer y es así que
aparece la necesidad de un contrato concluido entre todos los hombres. Este
contrato es condicional, ya que la cesión de derechos y libertades que hacen
los hombres frente a ese dios mortal q es el “Leviatan” (el Estado), esta
sujeta a la condición de que todos los demás sin excepciones realicen la misma
renuncia.
La novedad de este autor es que los derechos naturales que los hombres tenían
en ese estado de naturaleza son traspasados íntegramente a favor del Estado:
La vida, la propiedad privada y el derecho al uso y goce pacífico de ellos. Si
el estado no cumple con su parte el hombre recupera su estado de naturaleza
violenta.
Referencia bibliográfica: Francisco Cerro: Págs. 11,12,13 y 14 de Dossier
•Locke (1632-1704): Sostiene que el estado de naturaleza es un estado de
libertad y de igualdad perfecta. Partiendo de una concepción optimista del
hombre es un estado de felicidad. Lejos de ser un infierno como sostenía
Hobbes, es un estado paradisíaco en cual los hombres estaban bien, y si
pasaron al estado de sociedad, es para asegurar la manera de estar mejor.
A fin de evitar el absolutismo de Hobbes, y tratar de salvaguardar las
libertades individuales, distingue:
1- El contrato social, por el que se constituye la sociedad. En él
intervienen todos los hombres y todos ellos son partes contratantes.
2- El pacto de sujeción, por el que se constituye el cuerpo político.
Se trata de un pacto bilateral entre gobernante/s y gobernados.
El gobernante debe cumplir sus deberes al servicio de la comunidad y
los gobernados mantener la obediencia.
Si el gobernante no cumple con sus obligaciones y se vuelve tiránico,
entonces los gobernados tienen el derecho de resistencia a la
opresión.
Referencia bibliográfica: Francisco Cerro: Págs. 11,12,13 y 14 de Dossier
•Rousseau (1712-1178): El estado de naturaleza aparece como un estado de
bondad y felicidad, sostiene que el hombre nació libre, que el hombre es bueno
y se encuentra hoy encadenado.
Es la sociedad la que pervierte al hombre.
El pacto social es complementado con la voluntad general, que no es la suma de
la voluntades particulares, ni la voluntad de todos, ni siquiera la del mayor
número, sino que la voluntad general es la que tiende al bien público, es la
que elimina el amor a si mismo en provecho del amor al grupo. Es un ente
mítico.
Este autor fue original en cambiar el sujeto de la soberanía, y a partir de
allí afirma que merced a la voluntad general el pueblo nunca podrá hacerse
daño a sí mismo.
“El pueblo por si mismo quiere siempre el bien, pero no lo ve siempre por si
mismo. La voluntad general es siempre recta, pero el juicio que la guía no es
siempre claro”. Hay que hacerle ver los objetos tales como son, mostrarle el
buen camino que busca salvaguardar la voluntad general de la seducción de las
voluntades particulares.

Referencia bibliográfica: Francisco Cerro: Págs. 11,12,13 y 14 de Dossier


TEORÍAS COLECTIVISTAS:
Estas doctrinas ponen el acento en el aspecto social del hombre, en su sola
dimensión social. Se llega a concebir a la sociedad o al Estado como un todo
en el que las personas humanas son sólo partes; desaparece así la autonomía
personal, la dignidad de la persona humana y los derechos naturales del
hombre. La única realidad es el todo, y las personas son sólo partes de ese
todo.
Entre las distintas posiciones, podemos encontrar:
Las doctrinas orgánicas que imaginan a la sociedad o al Estado como un hombre
grande o un animal grande, que si bien puede aceptarse como metáfora, no puede
hacérselo desde el punto de vista científico para afirmar la sustancialidad
del ser social, ya que esto constituye un absurdo total.
El colectivismo sociologista de Augusto Comte disuelve al hombre en la
sociedad. El Estado aparece como una gran máquina en la que el hombre sólo es
un pequeño engranaje.
En el fascismo encontramos el estatismo exagerado, en el que se idolatra al
mito de la Nación.
En el nazismo lo orgánico y lo social aparecen como la dimensión fundamental
del hombre. Plantean la superioridad de una comunidad racial (Los Arios).

Referencia bibliográfica: Francisco Cerro: Págs. 11,12,13 y 14 de Dossier


TEORÍA NATURAL DE LA SOCIEDAD:
Consideran a la persona como una ser sustancial y social por naturaleza.
El hombre tiene un ser íntimo, una parte espiritual que hace a su dignidad, y
que obliga al respeto de la misma, consecuencia de ello son los derechos
naturales de la persona humana.
Pero también un ser social:
* Aristóteles: El hombre es un animal político.
* Concepción católica: El hombre ha sido hecho a imagen y semejanza
de Dios, y Dios es trino (Padre, Hijo y Espíritu Santo).
Dios es pues social, y el hombre hecho a imagen y semejanza de Dios,
no podía no serlo.

Referencia bibliográfica: Francisco Cerro: Págs. 11,12,13 y 14 de Dossier


Vida humana y vida social
Hace referencia a la vida íntimamente Hace referencia a la vida del hombre
personal, auténtica, creada por él. El en el ámbito de lo colectivo, en el
individuo elabora el contenido de su mundo de las relaciones vividas por el
modo de vivir (lo que pienso, siento, hombre con otros hombres, sin tener en
quiero y ejecuto). cuenta a los individuos singulares
personales. Es una dimensión genérica,
impersonal, colectiva.

La vida humana está impregnada La cultura


de lo social Una sociedad “dada” con su historia,
costumbres, tradiciones, moral, valores,
creencias, ideologías, mitos sociales,
religión, en su existencialidad temporal.
* El hombre “participa de” y “absorbe” el patrimonio social con que se
encuentra en su medio.
* La sociedad, los modos sociales de vida dan seguridad a la vida personal,
nos permite prever las reacciones sociales frente a ciertas acciones
* Las presiones sociales como base para decidir nuestro obrar.

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 15,16,17 y 18 de Dossier


Mando y Obediencia
El mando es un fenómeno social que supone alteridad y se ubica en el ámbito de
las relaciones de dominación (el sujeto que manda se coloca en un plano
superior al del mandado y éste queda subordinado a aquel)
❖Acto de mando: Acto unilateral emitido por quien manda
❖Relación de mando: Se centra en la o las persona que mandan y en la o las
personas que obedecen. Quien manda proyecta el acto de mando hacia la persona
mandada, si ésta cumple la relación se perfecciona, y si el sujeto mandado no
obedece la relación existe igual aunque imperfecta. Una relación de mando pero
puede que se frustre porque:
* El acto unilateral de mando no fue capaz de originar la relación de
mando
* No pudo mantener la relación de mando en un momento dado
La fuerza vinculatoria de la relación de mando consiste en que el sujeto que
manda quiere el cumplimiento de lo mandado, y la persona a quién se manda
tiene que decidir, frente a él, obediencia o desobediencia, para lo cual tiene
que tomar en cuenta lo que se manda, sea para cumplirlo, sea para violarlo,
eludirlo, etc

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 18,19,20,21,22,23 y 24 de Dossier


El rol del sujeto mandado

¿Qué pasa si el sujeto mandado obedece? La obediencia actualiza el mando, la


relación se origina normalmente y se perfecciona.

¿Qué pasa si el mandado desobedece? Si desobedece pueden provocarse dos


situaciones:
1- Si el que manda insiste, reprimiendo la desobediencia y
actualizando lo mandado, la relación de mando subsiste, en principio.
Hay que lograr por la vía compulsiva un acatamiento que no se ha
podido conseguir espiritualmente.
La discrepancia del mandado con su mandante se allana parcialmente
mediante la apelación a la coerción, a la fuerza.
2- Si el que manda desiste, es decir no actualiza lo mandado, o bien
es incapaz para seguir actualizándolo, la relación de mando fracasa.
Puede ser que fracase originariamente, en cuyo caso no llega a
configurarse, o que se frustre después de haberse constituido, en
cuyo caso se extingue

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 18,19,20,21,22,23 y 24 de Dossier


Formas de obediencia a lo mandado
1- Por adhesión íntima: Implica un asentimiento espontáneo, ya sea por la
autoridad de la que goza la persona que manda, o porque cree que lo mandado es
justo, se basa en la costumbre, en las regulaciones sociales, en las
convicciones imperantes, sostenidas por los usos y la tradición.
Aquí, la perfección de la relación de mando aparece en toda su integridad,
puesto que la finalidad del mando es el cumplimiento de la mandado por aquel a
quién se manda.
La efectividad de lo mandado se logra por una convicción del recipiendario de
la orden: La eficacia es coincidencia. La reciprocidad es perfecta.
El destinatario del mandamiento participa en la ejecución del mando, y éste se
realiza en la forma querida.
2- Reconocimiento del mando sin total adhesión: Obedece espontáneamente pero
sin fusionarse íntimamente con el mandante.
Por ejemplo, cuando cunde la anarquía, hay quien obedece por reconocer como
indispensable la autoridad del que manda y evitar el caos, aunque no participe
de las ideas, aunque no participe de los ideales ni de los propósitos del
mandante, ni esté convencido de que lo mandado es lo mejor, lo más justo o lo
más perfecto
Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 18,19,20,21,22,23 y 24 de Dossier
Formas de obediencia a lo mandado

3-Por motivos externos: Si bien no hay un asentimiento espontáneo, se trata de


actos libres.
Por ejemplo cuando se pagan los impuestos, cuando se respetan las normas de
tránsito, etc.

4-Por amenaza o uso de la fuerza y la violencia


Cuando el poder de convicción no basta, o no hay prestigio moral, se hecha
mano a la violencia para conseguir lo que no se pudo conseguir por el
ascendiente espiritual
Ésta es la que denota mayor debilidad en la relación de mando, puesto que
lesiona la libertad y acusa una falta de autoridad para lograr el
consentimiento ajeno.
Por ejemplo, cuando hay rebelión, y la autoridad reprime a sangre y fuego el
alzamiento, la gente obedece por miedo, por terror, por fuerza, para evitarse
el castigo, aunque en su fuero interno odie al que manda y esté aguardando la
ocasión propicia para derrocarlo.

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 18,19,20,21,22,23 y 24 de Dossier


El mando en el Estado y la Obediencia Política
La relación de mando en el Estado debe legitimarse cotidianamente y se funda
en el consentimiento que otorga el gobernado al gobernante, en orden a la
justicia de lo mandado, atendiendo a dos parámetros:
1- El que obedece esta convencido de que el que manda esta autorizado para
mandar (legitimidad de origen)
2- El que obedece cree que lo que manda es justo, bueno, útil, provechoso para
el bienestar general (legitimidad de ejercicio)
Si el que manda no tiene competencia para hacerlo, o bien manda algo injusto,
dejo de obedecer. La desobediencia política no implica negar el mando político
en sí mismo, sino un tipo de mando que se reputa injusto, malo, inconveniente,
lo único que se quiere cambiar es la manera de obedecer, puesto que la
sociedad política no puede subsistir sin la función recíproca de mando y
obediencia.
La obediencia política revela un índice de mayor perfección en la relación de
mando, cuando es mayor la intensidad de adhesión, o de creencia en la
legitimidad de lo que se manda. Es plena en cuanto abarca a todos los hombre y
grupos, e inexcusable en cuanto el Estado la exige si es necesario, mediante
la coacción.
La Nación como realidad Social

La Nación es una realidad social distinta del Estado. Hay Estados que tienen
más de una nación como es el caso de España (catalanes, vascos, gallegos,
castellanos), y hay Naciones que no tienen Estado como por ejemplo los gitanos
La Nación es, primordialmente, un lazo de parentesco espiritual, una forma de
sociabilidad, un ligamen entre individuos que reconocen una serie de factores
comunes en la estirpe
Como producto de la historia, es un grupo que no se ha formado reflexivamente,
y al cual no ingresan los hombres por propia voluntad, sino dentro del cual se
descubren insertos. Se es nacional no por decisión personal, sino por
pertenencia a la comunidad espontánea que se llama Nación, y por participación
en un estilo que da a la realidad nacional el carácter de relación social
pasiva.
Una Nación es a la vez un hecho de cultura y un hecho natural, pues si por una
parte responde a exigencias del orden de la vida humana, por otra representa
una forma de cristalizar la realización de los valores que un pueblo encarna y
de los valores a cuya realización todo pueblo aspira.

Referencia bibliográfica: Bidart Campos: Págs. 25,26,27,28 y 29 de Dossier


La Nación en su origen y en su subsistencia

En su proceso formativo la Nación necesita apoyarse en un territorio, y la


misma unidad geográfica es un factor de primer orden en la etapa de origen.
Pero ya consolidada la Nación, no precisa del territorio, en esta etapa la
sociabilidad se da casi únicamente como relación pasiva.

La imposibilidad de que la Nación se organice o


personifique
La Nación no es susceptible de revestir forma organizada, quedando siempre
nada más que como forma espontánea de sociabilidad primordialmente pasiva, no
admite estructuras institucionales y menos políticas.
La Nación no se personifica ni moral, ni política, ni jurídicamente, y no se
personifica porque carece de capacidad para ello.

Estado y Nación
Para la doctrina alemana, la Nación no es más que un factor integrante del
Estado, y el Estado se personifica independientemente de ella.
Otra cosa es que la Nación pueda constituir el contingente humano más
importante y numeroso de la población.
Estado y Nación
La Nación necesitando erigirse en Estado –como lo ha predicado la Teoría
Francesa- importa la atribución de una vocación, de un programa, de una idea
mesiánica. Tal mesianismo, por el cual ciertos Estados y sus jefes se creen
investidos providencialmente de una misión histórica trascendental, precisa
del gobierno concreto para desenvolver su función privativa.

Musolini: “La Nación se unifica en el Estado soberano, que está sobre todo y
que puede estar contra todo, porque representa la continuidad moral de la
Nación en la historia”

Hitler: “El Estado no es en sí mismo un fin, sino un medio para la protección


de la Nación, de donde se sigue que la Nación es el principio y el fin a que
todo debe someterse”

El mito del nacionalismo


Indefinida y romántica tendencia de personificar a la Nación en un sujeto que
es un todo inmenso, dinámico y vivo, alianza de las generaciones precedentes
con las sucesivas, como también al intento teórico de atribuir a ese cuerpo
nacional un espíritu, una conciencia o una voluntad que, en el decurso de los
siglos, transporta un sentimiento común, una energía y una vocación
susceptibles de encarnarse en un medio social y político para realizar el
ideal nacional.
El mito del Estado Nacional está caduco. La idea nacional se incorpora a
cualquier programa, sea político, económico o cultural, y degenera en una
verdadera fobia.

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