Resumen Ortopedia 2019
Resumen Ortopedia 2019
Resumen Ortopedia 2019
GRUPO 5: “Carla, jubilada de 69 años de edad, tiene un accidente automovilístico. Llega a la guardia de un
hospital y se diagnostica fractura diafisaria de húmero y parálisis radial. Se decide tratamiento incruento de
sus lesiones. Pasados los 6 meses no se logra consolidación ósea y la parálisis sigue sin dar signos de
recuperación.”
Fase de remodelación
El proceso de consolidación finaliza con un remodelamiento adaptativo, que puede
durar meses o incluso años.
Si la zona lesionada no está vascularizada nunca se producirá regeneración, ya que
la elevada actividad metabólica que implica la reparación tisular no puede llevarse a cabo
sin el oxígeno contenido en la sangre. Por ello, en ocasiones es necesario realizar injertos
de hueso vascularizado.
Además, existen hormonas que tienen una influencia definitiva en la formación del
callo de fractura; igual que ciertas vitaminas como la C y la D.
Posibles complicaciones
Una fractura se considera curada cuando clínicamente el paciente ya no tiene movilidad de los
fragmentos, cuando ya no hay posibilidad de que tenga dolor al manipular el foco de fractura y cuando al
realizar una radiografía se encuentra que alrededor del foco de fractura hay suficiente hueso nuevo.
Cuando se detiene a destiempo la consolidación no solo se detienen todos los
procesos celulares, sino que se cierra la médula de los extremos de la fractura en los que
comienza a formarse un tejido fibroso denso, que puede conectar los dos extremos no
consolidados, formando una cavidad recubierta por una membrana que contiene líquido
sinovial. Esto es lo que se conoce como pseudoartrosis, por tener la forma de una falsa
articulación. Se puede observar el movimiento de los extremos del foco de fractura.
En casi todos los casos, la seudoartrosis se ha tratado con éxito con placa de
revisión e injerto de hueso de cresta iliaca.
Métodos de fijación
1)FIJACIÓN EXTERNA
Un fijador externo es un dispositivo situado fuera de la piel que estabiliza los
fragmentos del hueso por medio de agujas, tornillos o clavos conectados a una o más baras
o tubos longitudinales. Una de las principales caracteristicas de los fijadores externos es la
penetración a tres de la piel que crean orificios de entrada.
Puede usarse en fracturas abiertas intensamente contaminadas, con lesión extensa
de tejidos blandos. Se colocan clavos en los tercios medio y distal del húmero, bajo observación directa
para evitar lesionar el nervio radial.
2)PLACAS DE COMPRESIÓN
El método se basa en la consecución de una compresión entre los fragmentos de
fractura para conseguir estabilidad y promover la curación. El método exige un despegamiento adicional
mínimo de los tejidos blandos de los fragmentos de fractura
durante el procedimiento, una extensa disección para colocar la placa, imponiendo una
mayor duración del procedimiento y una mayor pérdida de sangre. La movilización precoz y
la rehabilitación de la extremidad comienzan tan pronto como la curación de la herida es
satisfactoria. La alineación después de la placa de compresión ha sido consistentemente
excelente.
3)FIJACIÓN DINÁMICA- CLAVOS INTRAMEDULARES
Ya sea de forma retrograda o anterograda, si el enclavado se realiza de forma adecuada permite la
correcta alineación y estabilización de la fractura. La fijación intramedular de las fracturas del cuerpo del
húmero tiene varias ventajas, con inclusión de
una disminución del riesgo de infección y lesión nerviosa, una tasa más alta de unión, y una
incidencia menor de fracaso del implante. La desventaja primaria de los clavos intramedulares en estas
fracturas son los síntomas en el sitio de inserción. Los dos tipos de
clavos intramedulares son flexibles y rígidos (el clavo con trabazón).
-Clavos flexibles: Los clavos intramedulares flexibles se insertan en dirección anterógrada o retrograda. La
inserción anterógrada se realiza a través de un acceso con sección del deltoides, la inserción retrógrada se
efectuará a través del tríceps. La mayoría es usada de forma retrógrada. Los clavos flexibles proporcionan
menos rigidez a la flexión que otros implantes y una mínima estabilidad rotacional
-Clavos rígidos: Deben trabarse proximalmente y distalmente para prevenir acortamiento y rotación a
través de la fractura. La inserción del clavo es anterógrada. La utilización de clavos intramedulares con
trabazón es especialmente beneficiosa para fracturas patológicas del humero relacionadas con
enfermedad metastásica. El tratamiento no operatorio de estas fracturas humerales carece notablemente
de éxito en el logro de reparaciones de fractura y
restauración de la función.
Transferencia tendinosa
Mediante una incisión dorsal en “L” que comienza a 2 cm proximal de la estiloides radial paralela al
pliegue de la muñeca, se curva hacia el codo por el borde dorsorradial, hasta alcanzar el tercio proximal
(Fig. 4). Se deben proteger las ramas sensitivas del radial. Por incisión palmar en “L” de 3 cm, a nivel del
pliegue de la muñeca, se exponen los tendones palmar mayor y menor, llevados en forma subcutánea a la
exposición dorsal, por el borde radial.
La primera transferencia se realiza con el segundo radial externo, que es seccionado o atravesado
a nivel de la unión miotendinosa (fig. 5A). El pronador redondo se cosecha levantando su inserción en el
radio tomando toda su expansión de la cara dorsal del tercio medio del radio junto al periostio que lo
acompaña, optimizando la excursión al prolongar hacia proximal la sección de su aponeurosis. Este gesto
permite atravesar el segundo radial externo por un ojal.
Una vez realizado el pasaje del pronador redondo se tracciona el tendón del segundo radial externo
hacia proximal en máxima extensión de la muñeca, mientras se mantiene la tracción tendinosa del
pronador redondo hacia distal. La tensión de la transferencia es a su máxima expresión, dado que al soltar
los elementos la muñeca deberá permanecer en 45° de extensión. Así, la flexión de la muñeca permitirá la
extensión de los dedos. Si la tensión de la transferencia quedara floja no ocurrirá este efecto tenodésico.
La extensión de los dedos se obtiene al transferir el palmar mayor enlazándolo a través de un ojal
realizado en el tendón de los extensores comunes de los cuatro dedos, los cuales se suturan con una
tensión que ocasione una extensión metacarpofalángica neutra, de forma tal que al soltar las transferencias
realizadas se mantenga una flexión metacarpofalángica de 20°, con la extensión de muñeca lograda en el
paso anterior, manteniendo menor flexión digital hacia el meñique. Por último, se secciona el extensor largo
del pulgar en la unión miotendinosa, extraído de la tercera corredera extensora, mediante tracción hacia
distal y se lo reubica por debajo de los tendones que salen de la primera corredera, a nivel de la tabaquera
anatómica. Entrelazado luego con el palmar menor o en su defecto con el flexor superficial de anular, se
sutura a máxima extensión del pulgar con la muñeca neutra, de manera que en extensión de la muñeca, la
transferencia le permita el efecto tenodésico de producir la pinza entre el pulgar y el dedo medio.
INDICACIONES DE USO :
● Uso permanente durante el día
● Evitar o tener precaución en el uso en vía pública, por riesgo de lesión por pletinas.
● Sin uso nocturno.
● Se indicará al paciente que retire la ortesis para higienizarse y para realizar movilizaciones pasivas de la
articulación de la muñeca; esto último es para compensar la fijación, asegurarse la amplitud articular y la
funcionalidad de la muñeca
TRATAMIENTO
El TO una vez por semana, especialmente para ir controlando las tracciones elásticas. Una vez que
se evidencia en evolución adecuado control de extensión de muñeca, se debe evaluar posible cambio de
ortesis corta. Tiene un seguimiento en consultorio durante 6 u 8 meses aproximadamente que varía según
la afectación del paciente; por lo tanto el tiempo de uso de ortesis dependerá de la evolución del paciente.
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GRUPO 2: ENFERMEDAD DE KIENBOCK
OBJETIVOS:
● Describir la enfermedad de Kienbock, epidemiologia.
● Ser capaz de explicar la fisiopatología de la Necrosis Avascular del semilunar
● Describir las fases de progresión clínica y radiológica de la enfermedad.
● Describir el signo de Terry- Thomas
● Saber explicar los tratamientos actuales en los diferentes grados de evolución de la enfermedad.
● Conocer la intervención del TO en la evaluación del dolor.
● Describir detalladamente el SDRC.
La Enfermedad de Kienböck o necrosis aséptica (avascular) del semilunar carpiano se caracteriza
por un estado clínico debido a la falta de irrigación sanguínea del hueso semilunar del carpo que como
consecuencia produce alteraciones morfológicas del semilunar, caracterizado por el dolor y la disminución
de la función articular de la muñeca en grado variable, y generalmente progresivos. Fue descrita por el
radiólogo Robert Kienböck como Lunatomalacia luego de observar la evidencia de cambios en el hueso
semilunar y articulación radio lunar, atribuyendo a esto alteraciones en la nutrición debido a ruptura de
estructuras ligamentosas y óseas luego de contusiones, esguinces o subluxaciones.
El concepto actual es de una necrosis (infarto) avascular atraumatica del hueso semilunar. Es una
enfermedad rara, lo que hace que sea difícil reunir experiencia sobre ella, y por otro lado su evolución es
lenta, lo que hace que requiera un seguimiento durante años para evaluar el resultado del tratamiento.
-Epidemiología: esta enfermedad tiene mayor incidencia entre los 20 y 40 años de edad, sin preferencia de
género, presentándose en la muñeca dominante de trabajadores manuales o que participan en algún tipo
de actividad que someta al carpo a cargas repetitivas. Es bilateral en un 10% de los casos.
Causas: La causa exacta de la enfermedad es desconocida pero puede producirse por la destrucción del
tejido óseo (osteonecrosis) del hueso semilunar del carpo o muñeca. La alteración del hueso se produce
como consecuencia de la inflamación, lesión o más frecuentemente fractura del mismo, que da lugar a una
osteocondrosis (reblandamiento del hueso).
Así mismo, la ubicación del hueso semilunar favorece la instalación de la enfermedad, ya que es el
hueso que menor vascularización posee y ante cualquier afección o traumatismo es el primero que se ve
afectado.
La necrosis del semilunar puede derivar de un traumatismo en la muñeca, provocando la
interrupción del suministro de sangre al hueso. Si no se trata, la enfermedad evoluciona a la fragmentación
del semilunar y al colapso y acortamiento del carpo y secundariamente a cambios degenerativos en el área
del carpo proximal.
Síntomas: Se presentan en la mano dominante y pueden aparecer hasta 18 meses antes de que las
radiografías pongan en manifiesto la enfermedad. Se presenta más frecuentemente como:
- Dolor en el dorso de muñeca, asociado con la inflamación de la sinovial. El dolor, en fases precoces,
está presente solamente en movimientos extremos del carpo o al cerrar el puño. De manera gradual el
dolor se vuelve persistente, pudiendo ser nocturno o aparecer en reposo
- Sensibilidad en el hueso semilunar
- Limitación de la movilidad
- Disminución de la fuerza de agarre, del arco flexo-extensión
- Aumento de grosor de la muñeca por acumulación de líquido en la zona (edema)
- Limitación funcional
La intensidad de estos síntomas puede variar de leve a grave.La necrosis del semilunar presenta un
curso progresivo. A largo plazo suele desembocar en una artrodesis de muñeca. El inicio de la enfermedad
no es claramente identificable, pero los pacientes presentan características similares en el momento de su
diagnóstico. En ocasiones, no hay historia de un traumatismo previo. A pesar de esta sea la clínica clásica,
también puede darse en niños, adolescentes, y personas de edad avanzada.
La utilización de la RM puede resultar útil para el diagnóstico precoz de los cambios avasculares en
el semilunar. Para su diagnóstico es necesario un Resonancia Magnética Nuclear (RMN) o una tomografía
axial computerizada (TAC).
Estadios de I, II y III
Se opta por la revascularización del semilunar, complementándolo con el alargamiento del cúbito y
según sea necesario con el acortamiento del radio.
• Estadio I: Se tiende a la inmovilización de la muñeca.
• Estadio II: Si se aprecia una diferencia notable de los huesos radial y cubital, puede intentar acortarse el
primero o alargarse el segundo.
• Estadio III: Reposición por artroplastia acompañada o no de artrodesis intercarpal.
Las técnicas de revascularización, que implican injertos óseos que pueden proceder de cualquier
parte del cuerpo, han dado resultados satisfactorios en casos de estadio III.
Estadios IV y V
En los estadios más avanzados el tratamiento suele ser quirúrgico. Puede estar orientado a mejorar
el riego sanguíneo o mediante modificaciones de los huesos adyacentes al semilunar para reducir la
presión sobre éste.
En muchas ocasiones, en estos estadios más avanzados se opta por la reconstrucción de la
articulación. Consiste en la extirpación del semilunar y su reemplazamiento por una prótesis, así como el
acortamiento o no de otros huesos según se crea necesario y varios tipos de fusión intercapal.
El dolor es una sensación subjetiva y, por tanto, las sensaciones referidas por el paciente son la
base para tomar decisiones .
Neurodistrofia Simpatalgia
Síntomas y signos:
El dolor asociado a SDRC se observa en diferentes manifestaciones clínicas:
- Dolor: urente - pulsatil - apremiante - cortante - punzante - figurante - sordo
- Hiperalgesia
- Hiperestesia
- Alodinia
- Déficit sensorial
- Transtorno hemisensorial
- Hipoestesia
- Tumefacción
- Sudoración anormal
- Cambios cutáneos (palidez, fibrosis, hiperqueratosis, piel brillante y fina, cambios de temperatura y
coloración, etc.)
- Atrofia muscular y osea
- Alteraciones troficas
- Disfunción motriz como temblores, distonia, mioclonias, limitación de movilidad articular y alteración
muscular
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Osteoartritis
La lesión inicial consiste en un edema de la matriz cartilaginosa, con aumento de las mitosis de los
condrocitos. En fases posteriores se aprecia una progresiva desestructuración de las capas del cartílago,
apareciendo fisuras y finalmente áreas denudadas que muestran directamente el hueso subcondral en el
espacio sinovial. Este hueso subcondral tiende a esclerosarse, aumentando su rigidez y disminuyendo su
capacidad para absorber las cargas de presión habituales. Esta tendencia osteo formativa se manifiesta
asimismo en los lugares de tracción ligamentosa, como las inserciones de la cápsula articular o del annulus
fibrosus vertebral dando lugar a los osteofitos característicos de esta enfermedad.
El avance de esta patología lleva a una anquilosis del carpo.
Anquilosis
La anquilosis es la reducción parcial o total de la capacidad de movimiento de una articulación
debido generalmente a que dos huesos se han unido dentro de la articulación (anquilosis ósea). También
puede producirse a consecuencia de la rigidez de los tejidos articulares (anquilosis fibrosa). Las
articulaciones son estructuras que facilitan la unión de dos huesos mediante una cápsula articular,
ligamentos y cartílagos. La rigidez y pérdida de movilidad suele ser un proceso progresivo.
Las causas de la anquilosis son muy diversas. Es frecuente que este trastorno sea creado por un
traumatismo importante o por problemas congénitos. También puede ser de causa desconocida (idiopática)
o producto de otra enfermedad como la osteomielitis o la tuberculosis. En ocasiones se produce a través
de una operación quirúrgica con la finalidad de inmovilizar algunas articulaciones.
La anquilosis se puede clasificar de varias maneras:
● Por estructuras comprometidas: anquilosis ósea y anquilosis fibrosa o anquilosis falsa. En la
primera se unen dos huesos dentro de la articulación, en la segunda se inflaman las partes blandas, los
tejidos articulares.
● Por la región involucrada
● Por evolución: permanente o transitoria.
● Por lateralidad: unilateral o bilateral.
Tratamientos quirúrgicos
Dos de los tratamientos quirúrgicos posibles para el tratamiento de la osteoartritis son las técnicas
de Sauve-Kapandji (técnica de Sauvé, luego la modificó Kapandji) y la técnica de Darrach.
Son técnicas para resolver principalmente la artropatía degenerativa a nivel de la articulación
radiocubital distal. No son técnicas resolutivas, son técnicas paliativas para el dolor.
En ambas se realiza el proceso de reseccion cubital distal denominado osteotomía. A diferencia
que en la técnica de Darrach se incluye la cabeza del cúbito, lo que no ocurre en la técnica de Sauvé-
Kapandji.
La osteotomía es una operación en la que se practican cortes en un hueso, de forma que el cirujano
puede efectuar cambios en su posición. En otras palabras, es la sección o corte quirúrgico de un hueso.
Técnica de Darrach: Esta técnica se utiliza para la resección distal del cúbito en cualquier cuadro que
produzca incongruencia o artritis de la articulación radiocubital distal, con dolor y rigidez. Se indica para la
artritis de la articulación radiocubital distal en el anciano, incongruencia postraumática de la articulación
radiocubital distal debido a la consolidación viciosa del radio o cúbito en el anciano, artritis reumatoidea de
la articulación radiocubital distal .
Este método es sobre todo efectivo en los pacientes con escasas demandas y con una escotadura
sigmoidea incongruente o degenerada, debida a las secuelas de una fractura intraarticular. También se ha
utilizado mucho en la artritis reumatoide, aunque en este caso se describe un mayor riesgo de traslación
cubital del carpo. Se contraindica la operación de Darrach en menores de 45 años con laxitud ligamentaria
y con artrosis radiocubital inferior como secuela de inestabilidad radiocubital inferior por fractura de Colles.
Procedimiento:
● Se hace una incisión extendida en sentido proximal desde la apófisis estiloides del cúbito.
● El hueso se aborda en un punto inmediatamente volar a la vaina del ECU , teniendo cuidado para
evitar la rama cutánea dorsal del nervio cubital.
● Se corta el periostio y se refleja desde los 3 cm distales del cúbito, pero dejando intactas las
inserciones de la apófisis estiloides.
● Se hace una osteotomía a la altura del margen proximal de la escotadura sigmoidea.
● Se diseca y se libera el fragmento distal y se hace una osteotomía de la base de la apófisis estiloides,
que se deja en su sitio.
● Se cierra el manguito perióstico para proporcionar sujeción firme de la apófisis estiloides y ayudar a
estabilizar el muñón cubital.
● Se efectúa una estabilización sistemática de los tejidos blandos del muñón. Así, con esta técnica se
mejora dolor,supinación y fuerza en la muñeca operada.
● La herida se cierra por planos. Darrach no utilizaba férula y permitía los movimientos activos a las 24
horas. Algunos cirujanos prefieren poner una férula de brazo corto para sostener la muñeca y evitar la
rotación completa del antebrazo durante 2 a 4 semanas, hasta que el paciente haya recuperado la
movilidad digital y el dolor sea mínimo.
● Se reanudan las actividades a las 6 semanas.
-Evolución:
Casi todos los pacientes obtienen un alivio satisfactorio del dolor y recuperan la función. Por
desgracia puede desarrollarse inestabilidad del muñón cubital tanto en el plano anteroposterior como en el
coronal, con dolor y una debilidad importante. La convergencia del muñón cubital proximal puede provocar
compresión radiocubital y una crepitación dolorosa. La magnitud de la estabilidad es mayor y la compresión
más frecuente cuanto mayor es la cantidad de tejido óseo resecado. En general, los resultados son peores
en pacientes con mayores demandas. En los casos de artritis reumatoide, sobre todo cuando hay una
sinovitis activa y laxitud de la muñeca, existe riesgo de que se desarrolle una traslación cubital progresiva
del carpo, debido a la pérdida del apoyo de la cabeza cubital.
Por estas razones el uso de la técnica de Darrach debe ser selectivo. Puede ser útil en pacientes
con demandas escasas, con incongruencia grave de la ARCD, artritis o síndrome de impactación cubital,
cuando es probable que la osteotomía de acortamiento cubital o la artroplastia de hemisección (otra técnica
quirúrgica) no da buenos resultados. En los pacientes con artritis reumatoide debe considerarse la función
parcial o completa concomitante de la muñeca.
La gran ventaja de su simplicidad técnica ha llevado a describir diferentes modificaciones tendientes
a disminuir las complicaciones: estabilizando el muñón cubital mejorando la transmisión de fuerzas
resultante de la resección de la cabeza cubital y estabilizando el complejo ligamentario cubital
Funcionalidad:
● En la técnica de Sauvé-Kapandji se hace una extracción de la parte distal del cúbito, dejando la
cabeza del mismo. Que luego se fijará con el radio mediante una osteosíntesis con tornillo. Es más estable
que la técnica de Darrach. Esta técnica se utiliza con más frecuencia. Como se busca generar una nueva
articulación radiocubital distal ¨, se genera al mismo tiempo un sitio de pronosupinación. Al fijar el cubito al
radio con un tornillo, se bloquea la pronosupinación, es por esta razón que se extrae el segmento distal del
cúbito, permitiendo nuevamente la misma
● En la técnica de Darrach se extrae completamente la parte distal del cúbito, incluida la cabeza del
mismo. No se utiliza osteosíntesis, es una técnica ablativa. Es resolutiva a corto plazo. Es menos inestable
que la técnica de Sauvé-Kapandji. Es una técnica en desuso, se busca no utilizarla más por la eventual
rotura de los tendones extensores. Genera la traslación cubital del carpo. Puede llegar a general un ¨click¨
ante la pronosupinación, sin dolor.
Complicaciones:
- La técnica de Darrach presenta con frecuencia inestabilidad de la diáfisis cubital, choque
radiocubital doloroso, ruptura tardía de tendones extensores, traslación cubital del carpo, osteoartritis
radiocarpiana secundaria y pérdida del contorno anatómico de la muñeca, que a veces no es bien
aceptado por los pacientes.
- La técnica de Sauvé-Kapandji puede presentar diversas complicaciones como: la inestabilidad del
segmento proximal, la reosificación de la zona de resección y la luxación divergente del codo; pero se
puede reducir a un mínimo la incidencias de estas, realizando correctamente la transposición simultánea
del músculo PC.
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Grupo 3: Ernesto sufre corte con una cuchilla en el hogar. decide consultar pasados los dos meses por
déficit flexor en los dedos anular y meñique.
Se decide tratamiento quirúrgico con implante de silastic e injerto tendinoso
Las zonas de lesiones tendinosas de la mano han sido definidas por la Federación Internacional de
Sociedades de Cirugía de la Mano (IFSSH), la cual divide los dedos largos en 5 zonas y el pulgar en 3.
Dedos
Zona 1: Constituida entre la inserción distal del tendón flexor profundo, en la base de la falange distal y la
inserción distal del tendón flexor superficial en la mitad palmar de la falange media.
Zona 2: Llamada “tierra de nadie”, comprendida entre la inserción distal del tendón flexor superficial en la
mitad palmar de la falange media (o dónde termina la zona 1) y el comienzo de la vaina flexora, a nivel del
cuello de los metacarpianos en el pliegue palmar distal. En esta zona el tendón del flexor profundo perfora
el tendón del flexor superficial. Se dice que es la zona más conflictiva ya que tiene un máximo riesgo de
adherencias tras la lesión.
Zona 3: Delimitada por el pliegue palmar distal hasta la parte inferior del ligamento anular del carpo. En
esta zona se encuentra el origen de los lumbricales.
Zona 4: Zona que corresponde al túnel del carpo, por dónde pasan los 9 tendones flexores y el nervio
mediano.
Zona 5: Desde la parte proximal del túnel del carpo, hasta la articulación radiocubital inferior.
Pulgar:
Zona 1: Comprendida desde la parte proximal de la polea A2 hasta la base de la falange distal, inserción
del tendón del flexor largo del pulgar.
Zona 2: Desde el cuello del primer metacarpiano hasta la polea oblicua o falange proximal del pulgar.
Zona 3: Correspondiente a la eminencia tenar.
La lesión de los tendones flexores de la mano se debe principalmente a heridas profundas
causadas por un cuchillo o vidrio, también por un tirón repentino que origina una ruptura parcial o total del
tendón, originando diferencias en las estructuras corporales, limitaciones en la actividad, así como
restricciones en la participación. Por ende es importante la valoración de los tendones flexores, pues
permite establecer una línea base de los problemas del movimiento y desempeño ocupacional para la
comparación de cara al proceso postquirúrgico, así como también de la respuesta del tratamiento bien sea
las modalidades, el programa de ejercicios y/o actividades terapéuticas.
3) DEFINIR TENOLISIS:
La tenolisis es una intervención quirúrgica consistente en la liberación de un tendón atrapado o
adherido a los tejidos circundantes.
Evaluación preoperatoria: El movimiento activo del dedo se basa en el deslizamiento suave del tendón
flexor en su vaina y es adversamente afectado por las adherencias. Las adherencias tendinosas se
producen cuando la superficie de un tendón ha quedado desgarrada a causa de una lesión o de la
manipulación quirúrgica. Las reparaciones tendinosas primarias fallidas, lesiones por aplastamiento,
fracturas e infecciones, ya sean solas o combinadas, provocan adherencias peritendinosas en los tejidos
blandos contiguos o callos de fractura. La adherencias pueden formarse también en la unión entre el injerto
y el tendón nativo tras la colocación del injerto. Si las adherencias no son graves, el deslizamiento
completo se recuperará con un buen programa de terapia rehabilitadora. A medida que el paciente vaya
progresando y cuando exista una importante diferencia entre el arco de movimiento digital activo y pasivo,
podrá considerarse la tenolisis.
La tenolisis del tendón flexor plantea técnicamente más exigencias que la reparación del tendón
propiamente dicha. El paciente ideal para una tenolisis es aquel en el que se han localizado adherencias
que limitan el deslizamiento en el tendón reparado. Una vez realizada la liberación quirúrgica satisfactoria
de esta zona, normalmente se recuperará todo el arco de movilidad. Sin embargo, es más frecuente que
las adherencias acompañen a un segmento largo del tendón implicado y requieran una amplia exposición
para su liberación.
Una tenolisis bien realizada exige una inmediata movilización, por lo que cualquier tipo de cirugía
que requiera inmovilización o protección postoperatorias podrá poner en peligro el procedimiento. La
contractura articular se observa frecuentemente en los pacientes que requieren tenolisis. Dichos pacientes
necesitarán también una capsulectomía, lo que complicaría el problema y los resultados por el consiguiente
menor grado de recuperación. Cualquier procedimiento adicional que requiera una inmovilización
postoperatoria, afectará negativamente al resultado y pueden implicar la contraindicación de la tenolisis.
Los factores adicionales de pronóstico negativo son: edad superior a 40 años, sutura de los nervios,
tenolisis tardía (más de 1 año después de la intervención) y tenolisis que requiera un tiempo quirúrgico
prolongado.
Atención postoperatoria: Luego de cerrar se coloca un vendaje no constrictivo de manera que pueda haber
flexión inmediata dentro del vendaje y mantener el deslizamiento que se ha conseguido con la tenolisis. El
movimiento activo empieza bajo la supervisión del terapeuta especializado en mano, a los 2 o 3 días de la
intervención. Se ha descubierto que si el paciente mejora el movimiento durante la primera semana y
mantiene ese ritmo durante las 2 o 3 semanas siguientes, mantendrá el movimiento útil. Para ayudar al
paciente con las dificultades y el dolor de la primera semana, durante la cirugía se puede dejar un catéter
de polietileno en la zona afectada que permanecerá durante 5 días. Cuando la incomodidad sea
demasiada, se inyectará anestesia local en pequeñas cantidades durante los ejercicios. Los ejercicios de
arco de movilidad activos serán el elemento terapéutico primario después de una tenolisis.
4) Describir la reparación Qx por injerto tendinoso. Tendones donantes por injerto. Implante de
silastic.
La cirugía dependerá de diversos factores, relacionados con el alcance y la duración de la lesión y
el estado de los tejidos blandos del dedo.
Cuando la presentación es tardía y el historial poco fiable, se desconoce el intervalo entre la lesión
y el diagnóstico, con lo que hay que prever la posibilidad de una retracción miostática de la unión
musculotendinosa proximal y la consiguiente incapacidad para reunir los muñones proximal y distal sin una
flexión del dedo o una tensión del conjunto musculotendinoso importantes. En esos casos, es preciso
disponer del material quirúrgico adecuado para la reconstrucción (injerto tendinoso primario, varilla
tendinosa artificial “silastic”, o reconstrucción de la polea) en lugar de realizar una reparación primaria
(llevado a cabo de manera inmediata a la lesión).
En el caso de Ernesto, se realizará una cirugía de reparación del tendón flexor en dos tiempos,
utilizando un implante de silastic e injerto tendinoso.
Una reparación primaria con injerto tendinoso puede realizarse desde la palma hasta la yema del
dedo, cuando la palma está lesionada y hay un mínimo de cicatrices. Si abundan las cicatrices, se tendrá
que colocar un separador de silicona provisional para crear un suave lecho de deslizamiento en torno al
implante antes de colocar el injerto tendinoso por fases.
La técnica consiste en una formación pseudo-vaina con introducción de un tubo de silastic, es decir,
un injerto secundario de tendón dentro de la pseudo-vaina.
Estas varillas de Silastic se emplean cuando los extremos del tendón seccionado no se pueden suturar de
forma directa. En este caso el implante de silastic se utiliza como espaciador para que en otra intervención
se realice un injerto tendinoso.
Grupo 6: Empleado de 40 años sufre un accidente doméstico con un cuchillo en el hogar y se corta los
tendones flexores de los dedos índice, pulgar y medio. Se programa reparación quirúrgica y su
posterior tratamiento en Terapia Ocupacional.
1)describir la lesión traumática de los tendones flexores de la mano y sus zonas anatómicas
2)describir la tenorrafia
3)describir el proceso de cicatrización tendinosa
4)describir el equipamiento ortesico
5)cuáles son los objetivos de un protocolo de movilización pasiva y activa temprana?
Al planificar el tratamiento de una lesión tendinosa flexora debemos recordar que la ubicación de la
herida cutánea no siempre tiene correspondencia con la de la herida tendinosa, ya que esta cambiara de
zona según si la lesión se hubiera producido con los dedos flexionados o extendidos..
La función principal del tendón es la transmisión de fuerza del vientre muscular de origen hacia el
hueso final donde se inserta; en el caso de los tendones flexores, la fuerza muscular da como resultado la
flexión de los dedos.
Los tendones flexores extrínsecos se mantienen aplicados sobre el esqueleto de los dedos por un
sistema de poleas osteofibrosas que dirigen los tendones en el sistema poliarticular sobre el que actúan.
Además, están rodeados de unas vainas sinoviales que permiten su deslizamiento y los nutren, junto con
los mesotendones y vínculas.
Los tendones flexores extrínsecos de los dedos trifalángicos y del pulgar presentan unas vainas
fibrosas con un sistema de poleas para aplicar y dirigir el aparato tendinoso hacia la cadena poliarticular
sobre la que actúan.
El sistema flexor se ha dividido en 5 zonas o niveles a efecto de poder comentarlo y tratarlo
Zona III: Denominada como "palma quirúrgica", es una zona muy pequeña entre el borde distal del
ligamento anterior del carpo y el inicio de la vaina osteofibrosa a nivel de la articulación
metacarpofalángica. Recomendamos las mismas técnicas de reparación, teniendo en cuenta que el detalle
anatómico particular de esta zona es la presencia de los músculos lumbricales cuyo vientre muscular se
origina del tendón flexor profundo, y en caso de laceración, se puede reparar con sutura absorbible en
puntos simples.
Las lesiones flexoras en esta zona conocidas como zona critica se puede dividir en 3 subzonas.
1. Primera o distal donde solo se producen la lesión aislada del flexor común profundo
2. Segunda o media con lesión de ambos flexores en la región del quiasma de Camper, con sección de
las lengüetas de inserción del superficial y poca retracción de los muñones proximales por retención de las
vinculas
3. Tercera proximal con sección de ambos flexores y con frecuente retracción de los cabos proximales.
La nuestra correspondería a la subzona palmar proximal que incluye la lesión de ambos flexores.
También en este corte se afecta la subzona III del pulgar que incluye al flexor intrínseco y extrínseco del
mismo.
Tenorrafia: es la intervención quirúrgica por la cual se unen los bordes del tendón seccionado con el
objetivo de restaurar la continuidad mecánica del tendón.
Hay 3 grupos diferentes de reparaciones de los tendones flexores:
● Grupo 1: sutura simple. La tensión de la sutura es paralela a la dirección de las fibras de colágeno,
transmitiendo el estrés del lugar de reparación al borde opuesto del tendón.
● Grupo 2: configuraciones intermedias. En esta sutura el estrés se transmite directamente a través de la
unión por el material de sutura y depende de la resistencia propia de la sutura. Por ejemplo, la sutura de
Bunnell (entrecruzado intratendinoso), o Kessler. Estas suturas no se diferencian de forma significativa en
cuanto a resistencia se refiere, de las reparaciones más voluminosas.
● Grupo 3: representa la técnica de Pulvertaft, ojal en boca de pez. Las suturas se colocan de forma
perpendicular a las fibras de colágeno del tendón y al estrés aplicado. Son las más fuertes y las más
recomendables para las zonas de la palma y del antebrazo distal.
Tipos de sutura:
-Suturas terminoterminales: el entrecruzado de Bunnell es la técnica clásica de este tipo de suturas. Se
cree que puede comprometer la circulación intratendinosa. Esta sutura tuvo una modificación de Kleinert,
que hace que sea más fácil de realizar y produzca una menor isquemia intratendinosa. En este tipo de
suturas se incluyen también:
●Sutura cruzada de Kessler: efectiva para la reparación de los tendones en los dedos y en la palma. Tiene
la desventaja de que en los dedos los nudos quedan expuestos en la superficie del tendón.
●Sutura de Kessler modificada: implica una sola sutura. Tiene la ventaja de que los nudos se dejan dentro
de la superficie seccionada del tendón. Tiene la desventaja de que puede ser difícil deslizar el tendón a
través de algunos materiales de sutura para permitir una aproximación satisfactorias de los bordes del
tendón.
●Sutura de Tajima: permite la colocación de dos suturas en los bordes del tendón seccionado. Permite el
uso de una sutura de tracción para pasar el tendón a través de la vaina y por debajo de las poleas en
lugares difíciles. Tambien tiene la ventaja de permitir la colocación de los nudos dentro de la superficie
seccionada del tendón.
● Sutura de Kessler-Tajima modificada: incorpora varias ventajas, se usan dos suturas diferentes de forma
que los bordes del tendón puedan pasarse por dentro de las vinas flexoras, utilizando los cabos libres
como suturas de tracción. Los nudos se aprietan dentro del tendón. Las suturas se bloquean a cada salida
del tendón. Incluye la sutura de doble ángulo recto (útil en las zonas proximales de la palma) y sutura
terminoterminal en boca de pez (Pulvertaft, se utiliza habitualmente para suturar tendones de diferente
tamaño).
Cicatrización de los tendones: El proceso de cicatrización de los tendones flexores dura aproximadamente
12 semanas (3 meses). La producción de colágeno comienza a partir del 5° día, alcanzando su máximo
hacia la semana 6ta y luego comienza a organizarse incrementando en forma progresiva la resistencia de
la cicatriz. Es entre la 3ra y la 12va semana que sucede la cicatrización propia del tendón.
Fases de cicatrización
· Una fase inflamatoria (3-5 primeros días): comienza inmediatamente después de producirse la
herida, caracterizada por la presencia inflamación y hematoma.
· Una fase fibroblástica (desde 5to día hasta el día 21): caracterizada por una gran producción de
colágeno hasta el día 21.
· Una fase de remodelaje (después de la 3ra semana hasta 6 meses o un año): en la que la
maduración y la organización de las fibras se produce de un modo longitudinal bajo el efecto de los
movimientos y de las fuerzas de tracción.
· Cicatrización extrínseca: en donde se produce una invasión fibroblástica de los tejidos colindantes,
generando adherencias. Depende de la formación de adherencias entre el tendón y el tejido
circundante, proporcionando vascularización y fibroblastos, aunque impide el deslizamiento tendinoso.
· Cicatrización intrínseca: que es la capacidad propia del tendón a regenerarse gracias a sus propios
fibroblastos intra-tendinosos que migran hacia la lesión. Depende de la nutrición proporcionada por el
líquido sinovial y tiene lugar únicamente entre los extremos tendinosos.
En cada intervención quirúrgica la respuesta de los tejidos contiguos es distinta. Durante la curación
post operatoria pueden formarse adherencia entre el tendón y las estructuras circundantes. Estos son los
factores a tener en cuenta:
1. Edad del paciente: los pacientes jóvenes reaccionan mejor que los mayores, salvo en el caso de
personas muy jóvenes, cuando los problemas técnicos pueden comprometer el resultado final.
2. Mecanismo y alcance del traumatismo: las lesiones con aplastamiento, las fracturas, la rotura
articular, los daños en nervios y arterias, la perdida de piel o las infecciones, son factores que
contribuyen a un pronóstico peor que el que se tiene después de una intervención para reconstruir
tendones limpiamente seleccionados.
3. Nivel de sección del tendón: se obtienen mejores resultados con los tendones lesionados por fuera
de la vaina del flexor que con los tendones lesionados en la vaina fibrosea
4. Respuesta del paciente a la curación
Equipamiento ortesico: Se utiliza una férula dorsal de protección de la articulación de la muñeca a 20° de
flexion, metacarpofalángicas en 50° de flexion e interfalángicas en extensión.
Objetivos de tratamiento:
- Controlar dolor y edema.
- Evitar retracciones de la cápsula.
- Cuidados de la Cicatriz.
- Promover el deslizamiento del tendón.
- Medios de tratamiento
Programa de ejercicios Duran y Houser: Duran describe dos tipos de movilización para optimizar los
deslizamientos. Una movilización pasiva en flexo-extensión de la interfalángica distal que permite un
deslizamiento analítico del flexor común profundo con respecto al flexor común superficial.
Una movilización pasiva en flexo- extensión de la interfalángica proximal que permite un
deslizamiento de los dos tendones. Los mismos se deben realizar con el antebrazo en flexion y pronación
para obtener la relajación de los musculos flexores. Se deben realizar los ejercicios a cada hora, 10
repeticiones de cada ejercicio, luego del quinto día movimientos de mariposeo y culebreo.
Objetivos de tratamiento:
- Promover movilización activa del tendón.
- Reeducación musculo- tendinosa.
- Resto igual a la fase anterior.
Kleinert Corto: la férula es reemplazada por una banda en la muñeca y bandas de goma fijadas en las
uñas, las cuales traccionan los dedos hacia la flexión, la cual es retirada luego de la 5ta semana.
Actividades de minina resistencia: ejercicios activos de extensión y pasivos de flexión, cada ejercicio se
realiza en forma pasiva seguido de una extensión activa y se debe aguantar activamente la posición de
flexión varios segundos, esta flexión pasiva y mantenimiento de la postura, supone una tensión mínima de
la sutura.
Programa de ejercicios tenodésicos: la flexión de la muñeca favorece la extensión de los dedos mientras
que la extensión favorece la flexión digital.
Objetivos de tratamiento:
- Fortalecer Musculatura.
- Aumentar AMA.
- Independizar las AVD.
- Reincorporar al área laboral.
Actividades resistidas: se inicia la flexión resistida, ejercicios con plastilina de baja resistencia de forma
lenta y mantenida evitando que se sobre ejercite (al principio estaría bien sesiones de 5 minutos al día).
Protocolo de Kleinert:
Es el protocolo más utilizado y uno de los primeros utilizados para lesión de tendones flexores en
zona II; aunque recientemente se ha descrito el uso de este método para el tratamiento de otras zonas.
La Reparación Primaria de los tendones flexores tiene como fundamento mejorar la cantidad y calidad de
la cicatriz y está centrada en principios como:
Cuando existe una rotura de tendón, se debe hacer de manera inmediata una tenorrafía (una sutura de los
extremos segmentados de un tendón), exceptuando las heridas muy infectadas y en casos de destrucción
tisular masiva.
Por lo general, esta intervención quirúrgica se realiza antes de que transcurran 6hs después de la lesión.
-Tenorrafía primaria: se realiza en la primera fase de cicatrización (5 días), aunque algunos cirujanos
deciden esperar la segunda ventana terapéutica para realizarla después del 5° día. La reparación primaria
de una lesión aguda normalmente se completa dentro de 24hs tras la lesión, mientras que si la lesión no es
aguda, se realiza unos pocos días después de la lesión, pero mientras todavía haya una abertura en la piel
de la herida.
Las vías de acceso o abordaje deben prolongar las heridas para poder facilitar la reparación tendinosa y
neurovascular. La incisión más común se realiza en zig-zag y en “T” dependiendo de la herida original.
Posteriormente el cirujano procede a la identificación de los cabos proximales y distales de los tendones
para acercarlos de la forma menos traumática posible, debido a que cualquier maniobra instrumental
provoca colonización fibroblástica y formación de adherencias, lo que debe evitarse al máximo.
Cuanto antes se realice la intervención mayor es la probabilidad de prevenir la retracción tendinosa.
-Tenorrafía retardada: se realiza entre el quinto día y las dos semanas siguientes;
-Tenorrafía secundaria precoz: Se realiza después de los 15 días. En esta etapa el tendón está retraído. La
mayoría de las veces, si se consigue realizar, se encuentra en tensión y con un porcentaje mayor de
ruptura. Otra posibilidad es que las poleas estén retraídas y muchas veces necesiten reconstrucción, pero
si son competentes, se insertan injertos tendinosos precoces.
-Tenorrafía secundaria: En esta se utiliza la técnica de Hunter (en dos tiempos), en la cual se reconstruyen
las poleas y se colocan cordones de silicona, que producen un proceso inflamatorio sinovial alrededor del
mismo, asemejando los tunes osteofibrosos. Después de 3 meses de rehabilitación, para no perder rangos
articulares, se realiza el injerto tendinoso. El tendón más utilizado como dador del injerto es el pequeño
palmar, que en el 10% de las personas no existe. Este tipo de sutura da peores resultados y muchas veces
requiere de una tenolisis.
La cronología de la reparación del tendón flexor influye en la rehabilitación y el resultado de las lesiones del
tendón flexor.
La complicación más común en esta intervención son las adherencias, motivo por el que se recomienda,
además de evitar retracciones que se realice la cirugía lo más cercana en tiempo posible al momento de la
lesión.
DESCRIBIR LA CICATRIZACION TENDINOSA POST REPARACION QUIRURGICA
Distintas teorías imputan el origen de las células responsables de la cicatrización: al tejido paratendinoso,
la cicatrización extrínseca; al propio tendón, la cicatrización intrínseca; o ambas fuentes en distintas
proporciones, cicatrización mixta.
Cicatrización extrínseca: En la cual se produce una invasión fibroblástica de los tejidos colindantes,
generando adherencias. Depende de la formación de adherencias entre el tendón y el tejido circundante,
proporcionando vascularización y fibroblastos aunque impide el deslizamiento tendinoso.
Cicatrización intrínseca: Es la capacidad propia del tendón de regenerarse gracias a sus propios
fibroblastos intra-tendinosos que migran hacia la lesión. Depende de la nutrición proporcionada por el
líquido sinovial y tiene lugar únicamente entre los extremos tendinosos.
Cicatrización mixta: Se efectúa, en primer lugar, por una proliferación de células extrínsecas para
posteriormente, a partir del cuarto día, producirse una proliferación de células del tendón (intrínsecas).
Durante una reparación tendinosa, Shickland, descubre tres fases en las que van a coexistir los dos
mecanismos de cicatrización de manera indivisible. El proceso de cicatrización de los tendones flexores
dura aproximadamente 12 semanas (3 meses). La producción de colágeno comienza a partir del 5° día,
alcanzando su máximo hacia la 6° semana y luego comienza a organizarse incrementando, en forma
progresiva, la resistencia de la cicatriz. Entre la 3ra y la 12va semana sucede la cicatrización propia del
tendón.
-Fase inflamatoria: (3-5 primeros días) comienza inmediatamente después de producirse la herida,
caracterizada por la presencia de inflamación y un hematoma.
- Fase fibroblástica: (3-6 semanas) caracterizada por una gran producción de colágeno hasta el día 21.
- Fase de remodelaje: (6-8 meses) en la que la maduración y la organización de las fibras se produce de un
modo longitudinal bajo el efecto de los movimientos y de las fuerzas de tracción.
4,5-5,5 semanas
-Férula dorsal discontinuada. Reemplazo por muñequera y banda elástica con tracción.
-Ejercicios activos de extensión y pasivos de flexión.
5,5 semanas
-No se utiliza muñequera.
-Ejercicios de bloqueo y puño.
7,5 semanas
-Ejercicios activos resistidos.
-Ferulado correctivo de rigideces.
En este caso se utilizará una férula de bloqueo dorsal, en la que la muñeca se encontrará flexionada a 45°,
las articulaciones MCF flexionadas a 40°, y las IFs extendidas. La misma contará con una tracción elástica
de uña a muñeca.
0 a 4 semanas
-Extensión digital activa limitada por la férula. Flexión digital pasiva (tracción elástico), controlando
deslizamiento del tendón para evitar adherencias.
4 a 6 semanas
-Flexión activa suave.
6 a 8 semanas
-No se utiliza férula.
-Ejercicio de bloqueo.
-Ejercicios de resistencia graduados.
Férula de bloqueo dorsal, con 45° de flexión de muñeca, 40° de flexión de MCF, IFs en posición neutra.
Línea de tracción desde la uña, con polea en palma.
Etapa 1
1 a 3 semanas
Tratamiento institucional:
-Flexión y extensión pasiva de IFs con MCF en flexión.
-Extensión activa IFs con MCF en flexión.
Cada 2hs en domicilio: Extensión activa de IFP e IFD dentro de la férula. Dejarse llevar por tracción
elástica.
Etapa 2
4 semanas
-Modificar férula con muñeca en posición neutra.
-Suspender tracción.
-Ejercicios activos cada hora.
-Continuar movilización pasiva hacia flexión.
5 semanas
-Movimiento activo localizado extensión-flexión.
6 semanas
-Movimiento libre de muñeca y dedos.
-Las tomas no deben superar los 2,5kg.
Etapa 3
Semana 8 en adelante
-Discontinuar férula.
-Incrementar el uso de la mano hasta recuperar la función completa en la 10ma semana.
Semana 12
-Aumentar resistencia.
-Uso de la mano sin restricciones.
-El movimiento tenodésico permitiría una mayor excursión tendinosa pasiva entre los tendones
superficiales y profundos.
Férula dorsal, muñeca con 20° de flexión, MCF en 50° de flexión, dedos en extensión.
Férula articulada, permite 30° de extensión de muñeca y flexión completa de muñeca, mantiene 50° de
flexión MCF.
0 a 4 semanas
-Movilidad pasiva a lo Duran, 15 veces cada dos horas.
-Ejercicios tenodésicos en la férula articulada, 15 veces cada dos horas.
4 semanas
-Férula dorsal protectora, se saca para ejercicios.
-Ejercicios tenodésicos. Instruir para evitar extensión simultánea de muñeca y dedos.
6 semanas
-Ejercicios de bloqueo cuando el extremo del dedo llega a 3cm del pliegue palmar distal.
8 semanas
-Ejercicios contra resistencia progresivos.
14 semanas
-Movilidad libre e irrestricta.
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Grupo 1: “Eleonora de 70 años de edad con diagnóstico de Artritis Reumatoidea de muchos años de
evolución consulta con especialista de Mano por presentar dedos en deformidad de Cuello de Cisne.”
1)Definir la Artritis Reumatoidea.
2)Describir la sinovitis y tenosinovitis en AR.
3) Describir la deformidad en cuello de Cisne.
4) Describir la clasificación en los diferentes tipos de deformidad en cuello de cisne.
5) Describir el equipamiento ortésico indicado.
6) Describir la resolución Qx de esta deformidad.
ARTRITIS REUMATOIDEA.
Es una enfermedad crónica, sistémica e inflamatoria de naturaleza autoinmunitaria, de origen
idiopático. Generalmente compromete a múltiples articulaciones (afectando a la membrana sinovial) pero
no es una enfermedad exclusivamente articular, en ocasiones, tiene localizaciones viscerales como la piel,
corazón, pulmones, ojos, que acompañan a las articulares y puede llegar a ser su manifestación
predominante.
El compromiso articular es generalmente progresivo, llevando a la deformidad y destrucción
articular ocasionando diferentes grados de discapacidad.
Generalmente ocurre en preferencialmente en mujeres, en el periodo fértil de la vida y se manifiesta
como poliartritis de pequeñas y grandes articulaciones, que se comprometen en forma simétrica.
Fisiopatología
La membrana sinovial reumatoide destruye el cartílago articular mediante una reacción enzimática o
poco conocida, invade el hueso subcondral y distiende las partes blandas que dan soporte a las
articulaciones afectadas. También rodean e invaden los tendones flexores y extensores .El resultado es
una rotura de la arquitectura normal de la mano y la muñeca, y la pérdida del normal y delicado balance de
fuerzas flexoras y extensoras de las articulaciones adyacentes de la unidad muñeca- mano.
Cuatro períodos o estadios evolutivos en la AR
❖ Período sinovítico o estadio 1: es el estadio inicial. Se caracteriza por la proliferación de la sinovial
produciendo dolor, limitación de la movilidad, tumefacción y compresión nerviosa. Inicia en las
articulaciones de las manos (metacarpofalángicas e interfalángicas proximales), de forma bilateral y
simétrica; luego se adicionan las articulaciones de los pies, codos y rodillas. Sinovitis sin deformidad.
❖Período de desorganización articular o estadio 2: es cuando las articulaciones y tendones pierden su
estabilidad y comienzan las deformidades por subluxaciones y luxaciones aún reductibles. Sinovitis con
deformidad que se corrige pasivamente.
❖ Período de destrucción articular y erosión o estadio 3: la destrucción del cartílago articular y
erosiones óseas causan luxaciones, disrupciones, roturas tendinosas y otras deformidades. Deformidad fija
sin cambios articulares.
❖Período de reparación o estadio 4: la fibrosis reemplaza a la inflamación crónica provocando
adherencias tendinosas, anquilosis articular y finalmente deformidades fijas e irreductibles. Destrucción
articular.
Tenosinovitis en AR.
La tenosinovitis es una inflamación de la recubierta sinovial de una vaina tendinosa y en el caso de
la AR se comporta como una sinovitis difusa e invasiva. Tal tenosinovitis proliferativa es relativamente
infrecuente y erosiva, no se restringe a engrosamientos retinaculares de la vaina tendinosa y puede
originar la ruptura del tendón.
La Tenosinovitis reumatoide puede producir dolor, alteración de la función de los tendones y
después de un tiempo, se produce la rotura tendinosa tras la invasión tendinosa de la membrana sinovial
proliferativa. En la tenosinovitis, se demuestra la presencia de colágeno intracelular, fibrillas displásicas y
una reducción del diámetro de las fibras de colágeno en los tendones afectados. El tratamiento suele aliviar
el dolor y si se instaura antes de que aparezcan cambios secundarios y existen roturas tendinosas, puede
prevenir tanto la deformidad como la pérdida funcional.
● Tenosinovitis dorsal (extensora) de la muñeca:
La tenosinovitis dorsal se caracteriza por la existencia de edema en la parte dorsal de la muñeca,
que puede ser leve o masivo. Puede afectar a un tendón o a una combinación de tendones o a todos los
tendones en los compartimentos dorsales. Debido a que la piel dorsal de la muñeca y de la mano es fina y
se desplaza fácilmente según se produce la proliferación tenosinovial, la tenosinovitis dorsal suele ser
bastante visible desde el punto de vista clínico y suele ser el primer signo de una Artritis Reumatoide. La
tenosinovitis dorsal aislada no suele ser dolorosa. Cuando un paciente con tenosinovitis dorsal presenta
dolor, se debe buscar la una afección en las articulaciones radiocarpiana o radiocubital.
Aunque en fases temprana de la enfermedad, el tejido sinovial permanece delgado y la vaina se
distiende a través del líquido, conforme la enfermedad avanza este tejido suele engrosarse y desarrollar un
aspecto mucho más sólido, similar al que se encuentra en las articulaciones afectadas por AR. Hay
ocasiones donde se encuentran pequeños fibrinoides que rellenan las vainas tendinosas, esta membrana
sinovial hipertrófica se adhiere a las superficies tendinosas, puede evadir eventualmente el espacio
tendinoso y resulta en debilitamiento y en consecuencia la aparición de una rotura tendinosa.
La tenosinovitis si es temprana se puede remitir espontáneamente o mediante la administración de
fármacos. El reposo o la inyección local de una solución con esteroides (la combinación de ambos) se
puede conseguir la remisión. De todos modos la proliferación sinovial progresa, las posibilidades de
remisión disminuyen, y con el progreso aumenta el riesgo de rotura tendinosa, por esta razón, se
recomienda la realización de una tenosinovectomia dorsal.
● Tenosinovitis flexora de la muñeca:
En este tipo de Tenosinovitis no aparece edema en la cara volar de la muñeca y de aparecer no es
tan significativo. Sin embargo, la sinovitis proliferativa de las vainas de los tendones flexores ocurre
frecuentemente y afecta la estructura anatómica de la zona. Puede aparecer una compresión del Nervio
Mediano que tiene como resultado una aparición clínica similar al Síndrome del Túnel Carpiano. La falta de
una libre movilidad de los tendones flexores tiene como resultado la disminución en la movilidad pasiva y
activa de los dedos de la mano. Al igual que ocurre en la tenosinovitis dorsal, la tenosinovitis flexora
eventualmente destruye las superficies externas de los tendones. Estos tendones se adhieren unos a los
otros y el tejido sinovial invade el propio tendón, lo cual aumenta el riesgo de rotura tendinosa.
Aunque la tenosinovitis tendinosa flexora puede responder temporalmente a la infiltración local de
corticosteroides, lo que se recomienda es la descompresión quirúrgica precoz del canal carpiano
combinado una tenosinovectomía flexora para prevenir riesgos de lesión del Nervio Mediano.
● Tenosinovitis flexora en los dedos:
Este grado de tenosinovitis afecta el canal fibroóseo que está limitado por una membrana sinovial.
Este canal no es distensible y cualquier mínima hipertrofia sinovial puede afectar a la función del dedo en
forma significativa. Pueden existir frinoides (nódulos del tamaño de un arroz) en la vaina de uno o varios
tendones, estos se pueden dar a diferente nivel. Se han descrito cuatro características clínicas del dedo en
gatillo, reumatoide, según el tamaño y la localización de los nódulos. La presencia de pequeñas y la
localizadas zonas de enfermedad genera la aparición de bloqueos del tendón durante la flexión.
Este es el resorte tipo I, muy similar al resorte que ocurre en pacientes no reumatoides que
presentan una tenosinovitis estenosante.
En la tenosinovitis digital tipo II existen nódulos en los tendones flexores en la zona distal de la
palma, lo cual motiva el bloqueo del dedo según realiza la flexión. En el dedo en gatillo tipo III, existe un
nódulo en el tendón flexor profundo que causa bloqueo del dedo en extensión.
La tenosinovitis flexora tipo IV se manifiesta por la presencia de tenosinovitis generalizada en el
canal fibroóseo. En la cara volar del dedo existen un edema palpable y la movilidad se encuentra limitada.
En la tenosinovitis flexora la movilidad activa está más restringida que la movilidad pasiva. Esta
pérdida de movilidad del dedo puede tener como resultado la aparición de una rigidez a nivel de las
articulaciones interfalángicas, según se produce la contractura de las partes blandas que rodean la
articulación.
La presencia de una tenosinovitis flexora prolongada en el canal fibroóseo suele tener como
resultado la aparición de una rotura tendinosa. La tenosinoviectomía flexora y la extirpación de los nódulos
sobre los tendones flexores es la intervención más utilizada.
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Grupo 9: Josefina, ama de casa, jubilada, llega al consultorio del especialista de mano con diagnóstico de
artritis reumatoidea con ambos dedos medios en Boutonniere.
Artrodesis: consiste en una intervención quirúrgica en la cual se fijan dos piezas óseas anclando la
articulación. Tiene como objetivo la mejoría funcional al sustituir una articulación dolorosa contracturada y
en mala posición, por una articulación anquilosada en la posición más adecuada.
La técnica de preferencia son agujas de Kirschner longitudinales con un cerclaje alámbrico
adicional. La exposición de la articulación IFP es a través de una incisión longitudinal dorsal sobre la
articulación. El tendón extensor se divide longitudinalmente en la línea media y se eleva radial y
cubitalmente. Se libera entonces el tendón central así como los orígenes proximales de los ligamentos
colaterales. Los extremos óseos se preparan mediante resección plana con una sierra microsagital de
manera que cuando los extremos se coaptan, la angulación es adecuada para el dedo y el alineamiento
varo/valgo está en posición neutral. Se perfora un agujero transverso en la falange media con una aguja de
Kirschner de 0,08 cm a 8 mm a 9 mm de la superficie articular y se hace pasar un alambre de calibre 20 a
través del agujero perforado. A través de la punta de la aguja, se hace pasar un acero inoxidable de calibre
26 y se retira la aguja. Se pasan de forma retrógrada dos agujas de Kirschner paralelas de 0.08 em desde
el centro de la superficie anterior proximal a través de la cortical dorsal. Se coaptan las superficies
preparadas en la posición adecuada y se hacen avanzar las dos agujas de Kirschner paralelas a través del
lugar de fusión, enganchándolo a la falange media. Se cruza el cerclaje alámbrico en una forma de figura
de ocho y se tensa, se corta y dobla al ras con la cortical dorsal. Se ajustan las longitudes de las agujas de
Kirschner que protruyen, se doblan y se cortan de manera que no irritan la piel suprayacente. Se re
aproximan los tendones extensores con una sutura no absorbible multifilamentoso 4-0 y se cierra la piel
con una sutura no absorbible monofilamento- sa 4-0. Se inmoviliza la mano durante 10 días, se retiran las
suturas cutáneas y se realiza un arco de movilidad activo de la mano y los dedos con inmovilización de
férula hecha a medida de la articulación fusionada. Por lo general, la artrodesis se produce entre las 4 y las
6 semanas.
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Manifestaciones articulares:
La Artritis se manifiesta por dolor, tumefacción y disminución de la movilidad. El dolor varía desde
una ligera molestia en la movilización hasta un dolor intenso, persistente en reposo, que se exacerba con la
presión y el movimiento. La tumefacción articular se desarrolla a expensas de la formación capsulo-
sinovial que está engrosada, edematosa y, a menudo, tensa por la presencia de líquido intraarticular. Su
consistencia es blanda y puede sobrepasar ligeramente los límites anatómicos de la cápsula articular. Hay
aumento de calor local y la disminución de la movilidad se debe en parte al dolor y a la tensión
intraarticular.
Otra manifestación es la rigidez articular, después de la inactividad es un síntoma muy frecuente.
En la mano es casi constante y se utiliza como criterio diagnóstico. Se nota al levantarse por la mañana
(rigidez matutina) y desaparece al cabo de cierto tiempo, generalmente cuando la persona comienza a
utilizar las manos para sus actividades habituales. También hay nódulos reumatoides bajo la piel
frecuentemente en dedos, codos u otras áreas con huesos expuestos a la presión.
La destrucción del cartílago y del hueso subcondral provoca deformación articular y, como
consecuencia, se pierde la alineación normal entre los huesos que forman la articulación (actitud viciosa).
La deformación puede ser muy aparatosa cuando se produce una resorción importante de los extremos
óseos (artritis mutilante). El deterioro de las estructuras ligamentosas facilita la inestabilidad articular.
La debilidad y la atrofia muscular son muy habituales, constantes en las fases avanzadas,
aunque puede verse también en faces relativamente precoces. La musculatura atrófica es, en principio, la
contigua a las articulaciones afectas, pero en las poliartritis intensas y de larga evolución, la atrofia
muscular es generalizada.
Manifestaciones extra-articulares:
A) Manifestaciones cardíacas cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
- Pericarditis con o sin derrame demostrada por examen clínico, electrocardiográfico, radiográfico y/o
ecocardiográfico. Pericarditis: inflamacion e irritacion del pericardio.
- Cardiopatía isquémica demostrada por examen clínico y electrocardiográfico o ergometría. Cardiopatía
isquémica: ocasionada por la arteriosclerosis ( Acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las
paredes de las arterias). de las arterias coronarias
-Valvulopatías demostradas por examen clínico, electrocardiográfico y ecocardiográfico. Valvulopatías:
enfermedades que impiden la apertura o el cierre correctos de una o varias válvulas del corazón
- Alteraciones del ritmo cardíaco demostradas por examen electrocardiográfico.
B) Manifestaciones cutáneas cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes: nódulos
subcutáneos, eritema palmar(enrojecimiento de las palmas de las manos), fragilidad de la piel, vasculitis;
todas demostradas por examen clínico.
C) Manifestaciones pulmonares cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
-Pleuritis (inflamación de la pleura) con o sin derrame, demostrado con examen clínico y/o radiológico o
tomografía axial computarizada.
-Nódulos reumatoideos intrapulmonares no neumoconióticos demostrados por examen radiológico o
tomografía axial computarizada.
-Bronquiectasias demostradas por tomografía axial computarizada
D) Manifestaciones neurológicas cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
-Neuropatía periférica demostrada por examen clínico y pruebas de conducción eléctrica (sensitiva y/o
motora).
-Mielopatía cervical demostrada por examen clínico y radiológico.
E) Manifestaciones oftalmológicas cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
-Iritis, iridociclitis, queratoconjuntivitis, episcleritis, cataratas subcapsulares, escleromalacia perforante;
todas demostradas por examen oftalmológico especializado.
F) Manifestaciones digestivas cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
-Diarreas demostradas por examen clínico y si fueron crónicas por colonoscopía y tránsito intestinal.
-Xerostomía demostrada por examen clínico.
-Epigastralgia: demostrada por examen clínico y esofagogastroduodenoscopía.
-Hepatitis demostrada por examen clínico, histológico, pruebas de laboratorio y por ultrasonografía
abdominal.
G) Manifestaciones hemolinfopoyéticas cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
-Anemia demostrada por examen clínico y de laboratorio. Hemoglobina menos 120 g/l en las mujeres y 130
g/l en los hombres.
-Adenomegalias demostradas por examen clínico y estudio ultrasonográfico.
-Esplenomegalia demostrada por examen clínico y estudio ultrasonográfico.
-Púrpura demostrada por examen clínico.
H) Manifestaciones generales se consideran cuando los pacientes tuvieron una o más de las siguientes:
edema, fiebre mayor o igual a 30ºC, astenia, anorexia y pérdida de peso.
Formas de evolución:
La Artritis Reumatoidea puede evolucionar de forma muy diversa. En estudios sobre el tema
realizados con datos correspondientes a un gran número de personas, se ha comprobado que existen tres
formas de evolución principales: aguda, cíclica y progresiva.
· AR AGUDA: en el 20% de los casos se presenta en forma de un único episodio de artritis que puede
durar desde unos días hasta unos cuantos meses y se sigue de un período de remisión o ausencia de
síntomas de como mínimo un año de duración. Este patrón de evolución es el más favorable.
· AR CÍCLICA: en el 70% de los casos aproximadamente, la AR evoluciona de ésta manera, alternándose
períodos de exacerbación sintomática, o brotes, que suelen durar unas semanas o meses, con períodos de
relativa calma o ausencia total de síntomas. Este patrón de evolución es menos favorable que el anterior,
porque suele acompañarse de un deterioro paulatino de la funcionalidad articular y de la calidad de vida.
·AR PROGRESIVA: en cerca del 10% de los casos, la AR evoluciona de manera ininterrumpida, es decir
que la inflamación articular se mantiene de forma continua. Este patrón de evolución es el que tiene peor
pronóstico ya que tiende a conducir a un pronto deterioro de la función articular y de la calidad de vida.
·OTRAS FORMAS DE AR: en raras ocasiones, la enfermedad adopta otras formas de evolución. Una de
ellas es la Artritis Robusta que afecta particularmente a los hombres que desarrollan una intensa actividad
física y en la que, a pesar de que existe una intensa inflamación articular, no suelen producirse síntomas
importantes ni deterioro funcional.
También se encuentra la artritis reumatoide senil que se inicia en personas mayores de 70 años de
edad y suele tener un buen pronóstico: el reumatismo palindrómico caracterizado por episodios cíclicos de
artritis en una sola articulación, también con buen pronóstico; y la nodulosis reumatoide en la que la
inflamación articular no suele ser notoria ni generar complicaciones pero en cambio, se desarrollan
numerosos nódulos reumatoides.
Protocolo de Rehabilitación:
- Deseable la movilización activa precoz IFP-IFD para mantener el deslizamiento tendinoso y aliviar el
edema postoperatorio.
- Retrasar el ferulado dinámico de las MCF hasta la retirada de la sutura a los 14 días de la intervención
por término medio. Con esta actitud evitamos el apoyo mal tolerado de los aparatos cerca o sobre la
herida quirúrgica, que no favorece la cicatrización del delicado tejido reumático.
Se considera prolongar la inmovilización MCF hasta la retirada de la sutura, en la mano
reumática no aumenta el riesgo de rigidez articular, ya que la cápsula fibrosa no ha tenido tiempo ni de
formarse ni de quedar en una retracción que limite más adelante la flexión. El implante está
definitivamente encapsulado a las seis semanas, momento en el que la aplicación diaria de la férula
dinámica empieza a ser discontinua. La movilización pasiva no ferulada es oportuna hasta las tres
semanas de la intervención, cuando el implante es más estable y su luxación menos probable.
Respecto a la alteración estética de la deformidad, siempre se ha defendido su menor
trascendencia de cara a la indicación quirúrgica. Es obvio, no obstante, que la corrección de la
desviación para ganar función, lleva implícita una mejora cosmética incuestionable. A pesar de todo,
un reciente trabajo de Mandl encuentra que el aspecto externo de la mano es el factor mejor relacionado
con el grado de satisfacción del paciente tras la artroplastia MCF en la AR.
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2) Inferior (Dejerine-Klumpke) :
● Menos frecuentes.
● Se producen cuando el niño viene de nalgas por lo que las extremidades superiores
se colocan en hiper-abducción.
● En la actualidad, para evitar dicha lesión, se practican otras técnicas como la cesárea .
● Suelen ser niños de menos de 3 kg.
● Se ven comprometidos los músculos flexores de muñeca y mano así como los
intrínsecos de mano, por lo que veremos una mano caída que no puede cerrarse por
completo.
3) Total:
● Son casos en los que se afectan tanto las ramas superiores como inferiores del
plexo.
● Todas las ramas del plexo están lesionadas.
● Observaremos a un niño con una parálisis absoluta:
○ Brazo sin movilidad activa.
○ Pérdida sensorial.
○ Desaparición de los reflejos.
Estudios complementarios:
Tienen como objetivo determinar el sitio anatómico de la lesión, conocer el grado de
severidad del daño, determinar las posibilidades de cirugía y establecer el pronóstico
● Radiografía simple de columna cervical, hombro, tórax y brazo.
● Mielografía cervical.
● Tomografía axial computada.
● Resonancia magnética nuclear.
Estos dos últimos estudios son bastante específicos, pues ofrecen información sobre el tipo de
afección presente, delineando perfectamente los vasos sanguíneos y los nervios.
Estudios neurofisiológicos:
Dependen de la técnica empleada, el equipamiento y la habilidad de explorar, se incluye.
● Velocidad de conducción nerviosa motora y sensitiva.
● Electromiografía.
● Potenciales evocados somatosensoriales.
Se debe realizar antes, durante y después de la operación quirúrgica, pues permite
determinar:
1. El nivel funcional de la lesión.
2. El número de raíces lesionadas.
3. La severidad del daño.
4. Los signos de reinervación.
No obstante, el criterio más importante continúa siendo la exploración clínica.
4. Describir posibles tratamientos Qx, microcirugía del Plexo Braquial, Injertos Nerviosos,
Transferencias Musculares, Osteotomìas.
Tratamiento Quirúrgico
El tratamiento quirúrgico se divide en dos grandes subgrupos según el tipo de intervención:
1. MICROCIRUGÍA, CIRUGÍA DIRECTA O PRIMARIA O DE RECONSTRUCCIÓN DEL
PLEXO
Criterios quirúrgicos:
– En caso de PBO totales: Si al mes de vida no aparece movimiento en el pulgar y el resto
de los dedos de la mano, las probabilidades de que esté indicada la cirugía primaria son
muy altas. La decisión se tomará a los tres meses de vida. Lo ideal es que si finalmente es
necesaria una reconstrucción del plexo esta se lleve a cabo lo más cerca posible de los
tres primeros meses de vida del bebé.
– En caso de PBO superior: está indicada sólo en el caso de que a los tres meses de edad
no se observe la presencia de una buena función del músculo bíceps (Flexor del codo). Lo
que se busca es el movimiento de la mano a la boca con el bebé sentado y sin ayuda
externa (ni de los papás ni de la fuerza de la gravedad). (La función de los Rotadores
Externos y Abductores de hombro también es tomada en cuenta, pero en un segundo
término). Este es un criterio estadístico que indica que la no existencia de un buen bíceps a
esta edad es un signo de que el potencial de recuperación espontánea será muy pobre. (Es
decir, que sin cirugía ese bracito no se recuperará convenientemente en un alto porcentaje
de los casos). La edad idónea para realizar la intervención primaria en las PBO superiores
se sitúa entre los tres y los seis meses.
Dentro de la cirugía Primaria encontramos distintas técnicas quirúrgicas para reconstruir el Plexo
Braquial:
1.1 NEURÓLISIS: Consiste en remover la fibrosis cicatrizal (tejido fibroso) que se haya
podido producir en los nervios dañados para que mejore la conducción de la señal
nerviosa. En general es una técnica que se realiza como paso previo para otra actuación
(Sería como «limpiar» la raíz nerviosa).
1.2 INJERTO NERVIOSO: Es la técnica que se realiza cuando nos encontramos ante una
rotura de las raíces nerviosas. Se limpian los dos extremos de la raíz dañada y a
continuación se interpone entre ellos un injerto de otro nervio sensitivo sano, que puede ser
extirpado de una o ambas piernas del bebé (nervio sural), del brazo o de la zona
intercostal. Se une con cola biológica y se inmoviliza al bebé con una escayola o férula que
abarca la cabecita, el tórax y el brazo lesionado en posición de cabestrillo, o bien, con
vendaje, vendaje Velpeau. La inmovilización suele durar unas tres cuatro semanas,
dependiendo del criterio del cirujano.
1.3 TRANSFERENCIA NERVIOSA O NEUROTIZACIÓN: Esta es la técnica de elección en
caso de raíces nerviosas arrancadas desde la médula (avulsión). Se separa de su territorio
de inervación normal a un nervio donante vecino (es decir se desvía) y se conecta con el
cabo distal del nervio lesionado.
Supone una oportunidad para devolverle la función a un solo grupo muscular (Ej., flexores de codo
o rotadores externos de hombro) por lo que en una misma intervención se suelen realizar varias a la vez.
Las neurotizaciones pueden ser intraplexuales (cuando el nervio donante proviene del propio plexo,
por ejemplo Nervio Cubital o parte del Nervio Mediano) o extraplexuales (el
Nervio Accesorio Espinal (par craneal XI), Nervio Frénico, los Nervios Intercostales, ramas
motoras del plexo cervical, Nervio Hipogloso e incluso C7 contralateral)
Después de una neurotización el cerebro del bebé debe aprender que para mover
determinados músculos tiene que hacerlo mandando la señal a través de estas vías
nuevas.
Dentro del grupo de las neurotizaciones tenemos que hacer una mención aparte a las
“Neurotizaciones de refuerzo”. Esta intervención se lleva cabo en niños cuya evolución está siendo muy
favorable pero en los que se sospecha que la recuperación de la rotación
externa del hombro o la flexión del codo puedan verse frenada en un determinado
momento. Se lleva a cabo para “asegurarse la recuperación de esos movimientos
sospechosos”. La inmovilización postoperatoria consiste en un vendaje o yeso que no
suele incluir la cabeza del bebé (depende del cirujano que realice la intervención). Su
duración es de aproximadamente tres o cuatro semanas y la evolución postoperatoria es
bastante más rápida que en el resto de cirugías primarias ya que se lleva a cabo en
pacientes con una nivel de lesión “menor”.
2. CIRUGÍA PALIATIVA
Engloba el conjunto de técnicas quirúrgicas cuyo fin es actuar sobre las partes blandas (músculos,
ligamentos, tendones etc…) y óseas del brazo afectado de forma que consigan sustituir las funciones
perdidas a causa de la PBO.
Generalmente se comienzan a realizar alrededor de los dos, tres años de vida.
Su realizaciòn dependerá de cada caso concreto y de la aparición o no de secuelas a medida que el
niño vaya creciendo. Es importante destacar que la cirugía Primaria y las
Paliativas no son excluyentes. El hecho de necesitar o no la cirugía primaria no es definitivo
para que sea posteriormente necesaria una cirugía paliativa.
Estas técnicas quirúrgicas tratan de alcanzar los siguientes objetivos:
. Restablecer el equilibrio muscular
. Liberar contracturas
. Eliminar deformidades
Para ello emplean diversas técnicas como Transferencias Musculares, Tenodesis,
Osteotomías y Artrodesis.
Una de las cirugías paliativas más frecuentes es la que trata de mejorar la movilidad en rotación
externa del hombro. Generalmente consiste en una transferencia de los músculos dorsal ancho y redondo
mayor al manguito de los rotadores (es decir, se desinsertan estos músculos de su lugar natural y se
insertan en otro lugar para que al contraerse ayuden a la rotación externa y abducción del hombro). En
otros casos, para conseguir este mismo objetivo se realiza una osteotomía rotacional del húmero.
En el mismo momento se realiza el tratamiento de la displasia glenohumeral.
Cuando la glena (cavidad glenoidea) es plana, se realiza OSTEOTOMÌA de la misma para
corregir la luxación posterior del hombro y obtener la estabilidad articular, que es la base
del buen funcionamiento de las palancas musculares y el rebalance funcional global del
hombro.
En las consultas tardías, con el hombro bloqueado en rotación interna y luxación posterior, se
realiza la osteotomía desrotadora del húmero para mejorar la función y calidad de vida.