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TP Isa

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TECNICATURA

SUPERIOR
EN PODOLOGÍA

PRACTICAS PROFESIONALIZANTES

Instructora: Lic. CLARA BRUNI

Alumnos/as: Bataglia Isabella


DEDOS EN GARRA

INTRODUCCION:

Dentro de las alteraciones patológicas que afectan al pie y tobillo, la deformidad de los
dedos menores se considera una de las más frecuentes siendo del 20% entre las cuales se
consideran las más frecuentes los dedos en martillo y en garra, considerándose esta
última un estadio más avanzado de la primera.

El dedo en garra se define como una deformidad digital caracterizada por la


hiperextensión de la articulación metatarsofalángica acompañada de la flexión de la
interfalángica proximal y distal. Esta alteración puede ser de origen múltiple y se
manifiesta clínicamente en los dedos menores de los pies.

DESARROLLO:

El dedo en garra, dedo en martillo, dedo en maza, no son lo mismo. Pero tienen
en común la etiología, provocando deformidades de los dedos de los pies. Por
consiguiente, generan dolor y con el roce provocan callosidades en la parte
superior de los dedos.
Se pueden diferenciar en su angulación:
Dedo en martillo: es la flexión de la articulación interfalángica proximal e
hiperextensión de la interfalángica distal.
Dedo en garra: flexión articulación interfalángica proximal y distal.
Dedo en maza: extensión de articulación interfalángica proximal y flexión de la
distal.
Entre algunas de las causas que genera esta patología podemos nombrar:
Estar asociado a una enfermedad tendinosa o sistémica, a una patología del
hallux o a una contractura del flexor y extensor largo de los dedos, que a medida
que progresa la deformidad se alteran la función de los músculos interóseos y
lumbricales. Existen otras causas como el pie cavo, pie equino varo,
enfermedades neuromusculares (poliomielitis, parálisis cerebral), enfermedades
reumáticas (artritis, artrosis), congénitas, traumatismos, calzado inadecuado,
malas posturas mantenidas en el tiempo, entre otras.
Los síntomas que pueden llegar a presentar las personas que poseen estas
deformidades en los pies, son deformidades en los dedos, acompañado de
dolores, callosidades o clavos o por el apoyo del metatarsiano lo que se
denomina metatarsalgia.
Respecto a su tratamiento, este va a depender de la deformidad del dedo en
garra según el rango de deformidad, el dolor o la edad y necesidades del
paciente.

CASO CLINICO:

Paciente de 62 años, residente en un hogar para mayores llamada: Bonacin


Beatriz. Nacida un 29 de diciembre.
Por medio de anamnesis y observación la paciente presenta un miembro de las
extremidades inferiores, en este caso el pie derecho en aceptables condiciones, no presenta
ninguna patología de riesgo. Si se puede observar el segundo dedo en forma de garra por
posibles enfermedades neurológicas, afectando así su función motora y generando una
deformidad en el mismo.
Abordaje:
-Observar y preguntar a la paciente para obtener información sobre su situación actual en
sus miembros inferiores, y así lograr una mejor atención.
-Realizar antisepsia general.
-Maceración en forma de abanico en ambos pies.
-Exploración con cureta y corte de uñas (onicotomia) con alicate recto, también en forma
de abanico.
-En este caso como la paciente no requería de ningún heloma, hiperqueratosis, se paso de
forma directa al siguiente paso.
-Frenteado de uñas con torno y fresa de goma.
-Antisepsia final.
-por último, pero no menos importante, crema humectante para terminar el trabajo
realizado.

CONCLUSION:
Estas deformidades no desaparecen por si solas y sin tratamiento pueden
empeorar de manera lenta, deformándose cada vez más. Incluso si se usa un
tratamiento específico en las primeras etapas de la deformación, como:
fisioterapia, plantillas ortopédicas, zapatos abiertos y anchos, esto no puede
evitar en todos los casos que los dedos afectados se deformen.

Por lo general, se puede esperar que un tratamiento quirúrgico tenga éxito, la


operación puede enderezar los dedos deformados, es decir, eliminar de forma
permanente la deformidad y la rigidez que están en los dedos, siendo así que el
paciente pueda recuperarse después de unas semanas. Sin embargo, si es no
posible eliminar la causa que causó la desalineación del dedo del pie, las
articulaciones del mismo se deformaran nuevamente. Siendo así que, en muchos
casos es necesario una nueva corrección quirúrgica del dedo.

BIBLIOGRAFIA:
https://www.medigraphic.com/pdfs/ortope/or-2008/or083i.pdf
https://traumatologosalamanca.com/traumatologia-cirugia-ortopedica/dedoengarra-
metatarsalgia/
https://riucv.ucv.es/bitstream/handle/20.500.12466/3904/Batalla%20Salgado%2c
%20Cristina_Tesis%20definitiva.pdf?sequence=1&isAllowed=y

ANEXO

Imagen 1
Imagen 2

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