Época Medieval
Época Medieval
Época Medieval
La época medieval, también denominada Edad Media o Medioevo, es uno de los cuatro
periodos de la historia de la humanidad. Se encuentra entre la Edad Antigua, que
finalizó con la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V d. C., y la Edad
Moderna, que se inició con el descubrimiento de América en 1492
A esta época remiten las leyendas del Rey Arturo y la Mesa Redonda, Robin Hood
y Juana de Arco
Alta Edad Media. Tuvo lugar entre los siglos IX y XI d. C. y se caracterizó por la
creación de un régimen feudal como sistema social, comercial y jerárquico. Las
figuras del rey, los nobles y el clero conformaban a la clase alta (o también
llamados “privilegiados”) y, por otro lado, se encontraba la clase baja conformada
por campesinos, artesanos y esclavos.
Baja Edad Media. Tuvo lugar entre los siglos XII y XV d. C. y se caracterizó por la
decadencia de la Iglesia y el poder monárquico, el hambre, las pestes y las
cruzadas, que consistieron en ocho campañas militares impulsadas por la Iglesia
católica contra Palestina. Muchas de las estructuras intelectuales y políticas
de Europa permanecieron intactas, entre los siglos XV y XVI, lograron recobrar la
fuerza intelectual y económica y asentaron las bases del movimiento cultural
del Renacimiento, que fue un período de transición entre la época medieval y la
moderna
Clero. Los oratores (en latín, “los que oran”) representaban la defensa
espiritual de la sociedad. Los miembros de la Iglesia estaban integrados al
sistema feudal. La nobleza eclesiástica (obispos y abades) poseía grandes
feudos y vivía de los tributos que debían pagar los campesinos.
Con el resurgimiento de las ciudades, apareció una nueva clase social urbana
llamada burguesía. Los burgueses eran los habitantes de las ciudades y se
dedicaban al comercio, a la producción artesanal y a los intercambios monetarios.
Con el tiempo, los grandes comerciantes y banqueros enriquecidos conformaron la
alta burguesía; en cambio, los artesanos y pequeños comerciantes integraron la
baja burguesía.
Además del cuerpo de creyentes, la Iglesia estaba integrada por el clero, que
incluía al papa, cardenales, arzobispos y obispos, abades, sacerdotes, frailes,
monjes y monjas. Se consideraba que el conjunto del clero actuaba como
guardián de la fe. El papa se reservaba el derecho de excomunión, es decir, la
posibilidad de declarar que alguien quedaba por fuera de la cristiandad y no podía
recibir los sacramentos
El arte bizantino del Imperio Romano de Oriente combinó el legado romano con
las imágenes cristianas y un nuevo uso del espacio: cubiertas abovedadas y
cúpulas, y decoraciones de mosaicos geométricos y con representaciones
figurativas. La Iglesia de Hagia Sophia, en Constantinopla, fue un ejemplo de la
grandeza de las construcciones bizantinas.
El arte islámico prosperó en los califatos musulmanes y se manifestó
especialmente en la construcción de grandes obras como la Gran Mezquita de
Córdoba, la mezquita de Bab al-Mardum en Toledo o el palacio de la
Alhambra en Granada.
Otros resaltan el año 1492 d. C. como final del periodo, ya que fue el año en
que se finalizó la Reconquista cristiana de la península ibérica y, a la vez, el año
en que Colón llegó a América por primera vez y descubrió, para los europeos, el
continente desconocido.
Estos sucesos son hitos que resaltan en un entramado más profundo de cambios
que se dieron de manera gradual en la sociedad europea. La aparición de la
burguesía como una clase social libre y enriquecida, exenta de las relaciones
feuda-vasalláticas fue un factor clave para la transición a la Edad Moderna.