Tesis 2019168
Tesis 2019168
Tesis 2019168
Tesis
En términos de los artículos 14, párrafos segundo y cuarto, y 16, primer párrafo, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, es menester que se cumpla con las formalidades
esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho, que las
resoluciones deberán dictarse conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y que todo
acto de autoridad deberá estar fundado y motivado; por su parte, el numeral 17 constitucional
establece que toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes. Lo anterior implica que para
imponer alguna carga o requisito al gobernado, en este caso, para poder accionar ante la autoridad
judicial, es necesario que así lo dispongan expresamente las normas secundarias pues, de lo
contrario, se estarían contraviniendo dichos preceptos. Ahora bien, los artículos 144, 157, 158 y 255
del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México,
no imponen la obligación del actor a que acredite el valor del inmueble que pretende reivindicar,
pues de ellos se advierte lo siguiente: a) el destinatario de los artículos 144, 157 y 158 citados, lo
constituye el juzgador, pues le imponen la facultad de apreciar la cuantía del negocio; b) el
destinatario del artículo 255 referido, es el actor, pues le impone la obligación de señalar en la
demanda los requisitos previstos en sus diversas fracciones, entre ellas, el valor de lo demandado,
si de ello hace depender la competencia del Juez (fracción VII); c) La competencia por razón de la
cuantía se podrá determinar con base en la suerte principal económica reclamada –cuantía
determinada–, o el valor del negocio cuando se trate de acciones personales; y, d) Tratándose de
propiedad o posesión de inmuebles, la competencia se determinará conforme al valor que tenga.
Así, en principio, de los artículos 144, 157 y 158 invocados, para fijar la competencia no se advierte
la obligación del actor de acreditar el valor de lo demandado, pues él no es el sujeto obligado a
acatarlas, sino el Juez, a quien le corresponde apreciar qué tipo de prestaciones se reclaman en la
demanda y si puede advertir de aquéllas el valor de lo demandado; por su parte, en el diverso
numeral 255, fracción VII, el legislador sólo impone al actor la obligación de expresar en su
demanda el valor de lo demandado, si es que pretende justificar la competencia del juzgador, pero
no la obligación de exhibir o acreditar dicho valor. En efecto, la norma, al disponer "si de ello
depende la competencia del Juez" sólo vincula la obligación a una pretensión de justificar la
competencia del juzgador, lo que significa que si esa pretensión no se menciona expresamente,
entonces, no existe obligación de señalar el valor de la prestación; y ante esta situación se estará
frente a un asunto de cuantía indeterminada, cuya hipótesis se encuentra comprendida
expresamente en el artículo 50, fracción VIII, de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia
del Distrito Federal, aplicable para la Ciudad de México, que dispone que los juzgados de lo civil
conocerán de los asuntos de cuantía indeterminada, con independencia de que la acción sea real o
personal, común o concurrente; así, ante la inexistencia de esa obligación, es improcedente exigir
que se demuestre el valor del inmueble para determinar la competencia del órgano jurisdiccional
que deba conocer del asunto.
Amparo directo 438/2017. Valente Granados Serrano. 14 de julio de 2017. Unanimidad de votos.
Ponente: Fernando Rangel Ramírez. Secretaria: Miriam Aidé García González.
Esta tesis se publicó el viernes 01 de febrero de 2019 a las 10:03 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.