Derribemos Fortalezas - Hector Torres
Derribemos Fortalezas - Hector Torres
Derribemos Fortalezas - Hector Torres
FORTALEZAS
HÉCTOR
TORRES
Contenido
Prólogo
Prefacio
Introducción
Sección I
La guerra espiritual
1. La guerra espiritual: Introducción
2. El propósito de la iglesia
3. Jesús y la iglesia en la ofensiva
Sección II
A nivel terrenal
La familia
4. Las tácticas de Satanás contra la familia
5. El engaño, la táctica principal de Satanás
6. La batalla espiritual en el campo de la mente
7. La fortaleza del corazón que se endurece
Sección III
A nivel espiritual
La iglesia
8. Los espíritus desencadenados contra la iglesia
9. La fortaleza del amor frío
10. El espíritu de acusación (por Francis Frangipane)
11. El espíritu de Jezabel
Sección IV
A nivel político
Las naciones (ethnos)
12. La cartografía espiritual
13. Festivales, peregrinaciones, ferias, carnavales y ritos
14. El espíritu de destrucción
Sección V
Las armas de guerra
15. Las armas de guerra
16. La oración abre puertas para el evangelio
17. Las estrategias de la oración
18. El plan de resistencia: La guerra de intercesión
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19. Destruye fortalezas con el ayuno
20. El poder de la alabanza y la adoración
21. El poder del nombre de Jesús
22. El ministerio de los ángeles
Sección VI
El conflicto
23. Áreas vulnerables en la batalla espiritual
24. Descubre las estrategias para nuestras ciudades
25. Las reglas para tomar una ciudad
26. Síntesis de: «Presentemos batalla»
Prólogo
Este manual será de gran utilidad para la iglesia hispanoamericana en los próximos años.
Es posible que el lector no esté de acuerdo con todas las posiciones del autor, pero todos sí
coincidiremos en cuanto a la realidad de la batalla que se libra en el ámbito espiritual.
Si no desarrollamos el discernimiento para enfrentarnos a los poderes de las tinieblas, no
podremos alcanzar a personas claves ni podremos ocupar ciudades y territorios claves también.
En los últimos años hemos tenido distintas percepciones de la iglesia. La hemos descubierto
como un cuerpo, como un pueblo y como una familia. En la presente década la vislumbraremos
como un ejército, incontenible, invencible, que peleará y ganará en el nombre de Jesús.
Si el Señor no regresara aún, hallará a la iglesia hispanoamericana de manera muy diferente
en el año 2000. Los sociólogos predicen que para el año 2010, un tercio de las personas en la
América Latina estarán convertidas al Rey de reyes y Señor de señores. Por ello, vamos a mirar a
cristianos ocupando posiciones de liderazgo a nivel nacional en sus países.
En la actualidad se está levantando una nueva generación de cristianos. Son enamorados de
Cristo; tienen la marca del Calvario; conocen y usan la autoridad del nombre de Jesús.
Con sumo gozo introduzco este manual escrito por mi gran amigo y compañero el pastor
Héctor Torres, fogoso predicador y vibrante líder contemporáneo.
Alberto H. Mottesi
Evangelista
Prefacio
¿Qué está diciendo el Espíritu Santo a las iglesias hoy día?
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Seguramente muchas cosas, pues la época en que vivimos ha llegado a ser un tiempo crucial
en el avance del Reino de Dios. Entre todo lo que dice el Espíritu, una cosa está tomando
proporciones muy significativas: «¡Iglesia, prepárate para la batalla!»
La batalla se refiere a la guerra espiritual. De hecho vivimos en una década sin comparación,
para la cosecha de almas. Y la cosecha sigue aumentando año tras año. Satanás está resistiendo el
avance del evangelio ferozmente, involucrando a todos los fieles seguidores del Señor en la
batalla.
La batalla no es un pasatiempo para curiosos ni un jueguito para niños. Es cosa seria. El
resultado final no está en duda. Jesucristo ha derrotado a Satanás y sus fuerzas de oscuridad en la
cruz del Calvario. Pero el fin no ha llegado ni llegará hasta que vuelva Jesús la segunda vez.
Mientras tanto nos manda a nosotros a enfrentar al Enemigo y en las peleas habrá victorias y
habrá también heridos.
Algunos hermanos y hermanas tienen miedo de la guerra. Prefieren la comodidad de sus
iglesias y no los conflictos allí en el mundo. Mi buen amigo, Héctor Torres no es uno de ellos.
Con el coraje de un David enfrentando al gigante Goliat, Héctor Torres ha salido a la vanguardia
de la batalla. Derribemos fortalezas es un libro inspirador en el cual comparte lo que ha
aprendido no solamente en teoría sino también en la práctica.
Un valor principal de Derribemos fortalezas es que está escrito en el contexto de
Latinoamérica. Por ejemplo, Torres explora la historia de las culturas azteca, maya e inca como
raíces espirituales que actualmente dan frutos malignos en contra de los seguidores del Señor.
Analiza los cultos a Quetzacóatl, a Pachamama y a San La Muerte para nombrar algunos. Sus
instrucciones sobre la cartografía espiritual son de mucho valor.
Este libro puede ser un instrumento en las manos de Dios para acelerar a la evangelización de
su comunidad, en su nación y en toda la América Latina. Las enseñanzas de Héctor Torres están
llegando al público muy a tiempo. ¡Hoy es el día de la cosecha de almas más grande de toda la
historia del cristianismo! ¡Hoy es el día de la batalla espiritual!
¡No podemos encontrar mejor manual para la lucha que Derribemos fortalezas!
Dr. C. Peter Wagner
Seminario Teológico Fuller
Pasadena, California
Introducción
Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el
que montaba el caballo, y contra su ejército.
Apocalipsis 19:19
No cabe duda de que el día del Señor se avecina con gran rapidez. Los ejércitos de Satanás,
el príncipe del aire, han devastado la tierra y la humanidad. Los moradores de la tierra se han
levantado contra el Señor y contra su iglesia. Más el Comandante de los ejércitos de Dios está
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convocando a su iglesia para que como ejército sea equipado, robustecido y fortalecido para que
se levante como pueblo fuerte y dispuesto para la batalla.
El profeta Joel dice que vendrá pueblo numeroso y fuerte. Delante de él temblarán los
pueblos inconversos pálidos del temor que traerá este ejército irrefrenable que arrasará con todo
lo que se le ponga ante su paso. Un ejército que no rompe rango ni confunde su rumbo. Jehová
dará su orden de ataque delante de su ejército, porque muy grande es su campamento y el
Ejecutador de su orden es poderoso.
Isaías llama a la iglesia durmiente a despertar y levantarse para manifestar la gloria del Señor
sobre la tierra, Pablo dice que la creación entera espera ansiosamente la manifestación de los
hijos de Dios. El mensaje profético de Dios para la iglesia hoy es el de convocarla y equiparla
para la obra del ministerio y una vez entrenada en el arte de la guerra, proclamar guerra contra
los ejércitos de las tinieblas y destruir las obras del maligno.
Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes,
acérqúense, vengan todos los hombres de guerra. Forjad espadas de vuestros azadones,
lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas de
alrededor, y congregaos; haz bajar allá, oh Jehová, a tus valientes. Despiértense las
naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las
naciones de alrededor. Meted la hoz, porque la mies está ya madura. Venid a pisar, porque
el lagar está lleno, y rebosan las cubas; porque es mucha la maldad de ellos. Multitudes y
multitudes en el valle de la decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la
decisión.
Joel 3:9–14
El propósito de este libro es el de preparar a la iglesia latinoamericana para el llamado de
Dios. El pueblo de Dios ha sido víctima por su ignorancia. Es hora de despertar y levantarnos
como ejército para llevar la batalla contra las huestes malignas.
¿Quién se levantará por mí contra los malignos?
¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?
Salmo 94:16
La iglesia de Cristo ha sido llamada a discernir los tiempos y a proclamar y diseminar la
revelación que ha recibido de Dios para equipar los santos. Como centinelas debemos declarar lo
que vemos, escribirlo y grabarlo para que el pueblo pueda leerlo (ver Habacuc 2:2)
George Otis, hijo, expresa en su libro El último de los gigantes (Ing. p. 34–35) que «La
iglesia de Jesucristo es el instrumento principal de revelación en la tierra hoy». Aparentemente,
en esta declaración hay tres elementos cruciales para la iglesia:
1) los tiempos que vivimos,
2) el campo de batalla en el que luchamos, y
3) los métodos de Dios para el evangelismo y la guerra espiritual.
Este libro está dividido en tres partes:
1) La guerra espiritual contra la familia
2) La guerra espiritual contra la iglesia
3) La guerra espiritual contra las naciones (la cartografía espiritual)
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Nuestro deseo es identificar los tres campos de batalla, las armas que Dios nos ha dado y
cómo Derribar las fortalezas que el ejército de las tinieblas ha edificado a través de los siglos.
Por medio de la cartografía espiritual podemos tratar de identificar las fuerzas sobrenaturales
que han tomado territorios y establecido fronteras en el mapa del mundo.
Dios está levantando un grupo de hombres y mujeres que como los hijos de Isacar han sido
llamados a discernir los tiempos, aprovechar las oportunidades, y tratar de exponer lo que la
iglesia debe hacer en este conflicto espiritual.
De los hijos de Isacar, doscientos principales, duchos en discernir las oportunidades y
saber lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
1 Crónicas 12:32
SECCIÓN I
LA GUERRA ESPIRITUAL
Capítulo 1
La guerra espiritual
Introducción
A través del mundo cristiano hay una ola de interés en las cosas sobrenaturales y se ha
venido despertando una inquietud concerniente al tema de la guerra espiritual. Numerosos
seminarios teológicos e iglesias reformadas y denominacionales han comenzado a estudiar el
tema del evangelismo de poder, sanidad y liberación. En base a ello, se ha provocado gran
interés en tres áreas primordiales:
1) Intercesión para romper yugos y traer sanidad y liberación
2) Intercesión por y para el liderazgo cristiano y la iglesia
3) La relación directa entre la oración de intercesión y el iglecrecimiento (evangelismo).
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Estoy plenamente convencido que el mensaje de Dios para la iglesia en la década de los años
noventa es el de equipar a los santos para la guerra espiritual, con el fin de concluir la
evangelización del mundo antes de su regreso, con «evangelismo de poder».
Parece que existen tres niveles diferentes de guerra espiritual. Quiero aclarar que cada uno de
estos pueden tener en sí varias subdivisiones y a la vez entrelazarse uno al otro. Sin embargo
existe una línea de separación que nos ayuda a distinguir la diferencia entre dichos niveles.
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Parece fuera de lo ordinario un demonio, o demonios que causan grandes conmociones
políticas, que incitan a las multitudes a la violencia y a las autoridades locales en contra de la
iglesia de Dios.
Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que
tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Ésta,
siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios
Altísimo, quienes os anuncian un camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días;
Pablo, cansado ya de esto, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo,
que salgas de ella. Y salió en aquel mismo momento.
Viendo sus amos que había desaparecido la esperanza de su ganancia, prendieron a
Pablo y a Silas, y los arrastraron hasta la plaza pública, ante las autoridades; y
presentándolos a los magistrados, dijeron: Estos hombres, siendo judíos, alborotan nuestra
ciudad, y proclamaban costumbres que no nos es lícito recibir ni hacer, pues somos
romanos. Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas,
ordenaron azotarles con varas. Después de haberles azotado mucho, los echaron en la
cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. El cual, recibido este
mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.
Hechos 16:16–24
Este nivel se desenlaza para destruir a la iglesia (el cuerpo de Cristo), para destruir pastores,
ministerios e impedir el evangelismo. Y además para mantener la ceguera ante el evangelio, las
tinieblas y la oscuridad espiritual.
El Dr. C. Peter Wagner en su libro Oraciones de Guerra: Estrategia para combatir los
poderes del mundo de tinieblas dice: «En Alemania hay más brujos inscritos en los registros de
gobierno que ministros cristianos. Un misionero en Francia indica que la mayoría de los
franceses consulta a brujos curanderos más que a médicos profesionales». Es indispensable saber
que la religión de más acelerado crecimiento en muchos lugares del mundo es el satanismo.
En Matamoros, México, hace pocos años se descubrieron más de dieciocho cadáveres,
víctimas sacrificadas a Satanás por narcotraficantes, los cuales hacían ritos de sacrificio humano
para buscar del maligno la protección de las autoridades locales.
En Miami, Florida, la comunidad ha sido invadida por brujos de santería y practicantes de
vudú que han arribado con la inmigración de cubanos y haitianos. Diariamente se encuentran los
cadáveres de gatos, perros, aves descabezadas y hasta de niños victimizados en ritos de sacrificio
humano, nada diferentes de aquellos a Baal. La santería ha tomado tanta fuerza, que los
gobiernos de la Florida y de la ciudad de Miami han consultado oficialmente con santeros, para
calmar al pueblo en las ocasiones en que han ocurrido muertes entre la policía y las minorías
étnicas (ethnos).
En los Estados Unidos le fue dada mucha atención al hecho de que Nancy, la esposa del
presidente Reagan, consultara con un astrólogo en Washington, para controlar las decisiones a
nivel mundial. El ex candidato a la presidencia Miguel Dukakis del estado de Massachusetts,
nombró como bruja oficial a una mujer de su estado.
Las naciones de Latinoamérica que menos han visto un avivamiento son Argentina, Uruguay
y Venezuela. En Argentina existía una increíble apatía por el evangelio. Pero los argentinos
conocidos internacionalmente por su reputación de orgullosos (Uruguay les sigue en los talones)
sufrieron una vergonzosa derrota ante el mundo entero en 1982 frente a Inglaterra, durante la
llamada Guerra de las Malvinas. Los argentinos, con su orgullo quebrantado, vieron que tanto su
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religión como los militares les habían fallado, por lo que comenzaron a buscar algo nuevo y hoy
día Argentina es conocida como una de las tres naciones de más prodigioso crecimiento de la
iglesia en Latinoamérica.
Pero lo sucedido en Argentina fue que la nación próspera y económicamente fuerte
(considerada por muchos como la joya de Suramérica durante las décadas de los años cincuenta
y sesenta), comenzó a decaer cuando Juan Domingo Perón se unió a un poderoso brujo ocultista
llamado José López Rega, popularmente conocido como «el Brujo». Este sirvió como Ministro
de Beneficios Sociales y al morir Perón en 1974, se constituyó en consejero privado de su esposa
Isabel durante sus dos años de presidencia. Durante ese tiempo, trajo maldición a la Argentina
edificando monumentos públicos a la brujería (ya desmantelados). Cuando los militares lo
derrocaron durante el golpe de 1976, maldijo a la nación abiertamente.
El espíritu «macumba» de Brasil ha invadido áreas de Argentina y Uruguay. Sin embargo,
durante unas cruzadas de evangelismo en Fray Bentos, Uruguay, en noviembre de 1991, la
iglesia local creció más de el veinticinco porciento y se vieron numerosos milagros y
liberaciones. Durante esos días los macumberos rompieron las puertas y ventanas de la iglesia
bautista y destruyeron muchas cosas dejando detrás de ellos las paredes, muebles, etc.,
contaminadas con heces fecales por tres días consecutivos. No obstante comenzó en esa ciudad
una nueva unidad pastoral y un avivamiento entre la población.
Recientemente la revista «SOMOS» de Argentina reportó que el Presidente Carlos Menem
consulta regularmente con su «bruja personal» llamada Ilda Evelia a quien ha retenido por 28
años. Apunta además, que un alto oficial del gobierno ha dicho: «La verdad es que la mayoría de
nosotros consultamos con brujos y lo hacemos con frecuencia».
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Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día en que aplicaste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a
causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante
veintiún días; pero he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
Daniel 10:12–13
… y me dijo: Muy amado, no temas; la paz sea contigo; ten valor y ánimo. Y en cuanto él
me habló, recobré las fuerzas y dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. Él me dijo:
¿Sabes por qué he venido a ti? Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe
de Persia; y al terminar con él, el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que
está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro
príncipe.
Daniel 10:19–21
En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme
al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.
Efesios 2:2
Yo sé (tus obras, y) dónde habitas, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi
nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto
entre vosotros, donde mora Satanás.
Apocalipsis 2:13
Un ex miembro de la guerrilla colombiana, después de convertido, relató un incidente al
evangelista Alberto Mottesi: «En la población de El Bagre, Colombia las guerrillas intentaron
varias veces tomar el pueblo, mas siempre ocurrió algo que les impidió llevar a cabo esta osadía.
La guerrilla es por regla general muy supersticiosa y fueron a consultar a un brujo para saber el
motivo por el cual no habían podido lograr su objetivo. El brujo le dijo cómo dos pequeñas
iglesias evangélicas se reunían semanalmente para orar puntualmente por la población y pedir la
protección de Dios. Su último comentario fue: ―Mientras estén orando y en unidad, no podrán
lograr dicho objetivo‖».
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2) Proteger y cubrir a la iglesia local, nacional y universal y a los líderes contra los ataques
del maligno.
3) Producir una cosecha de evangelismo masivo y de poder para alcanzar a los perdidos.
Definiciones:
Fortalezas:
«Una mente predispuesta impregnada con desesperanza, que conduce al creyente a aceptar el
hecho de que no se puede cambiar algo que el (ella) saben que es contrario a la voluntad de
Dios». (Edgar Silvoso, «Plan de resistencia», p. 3).
Fortalezas:
Lugares fortificados que Satanás construye para exaltarse a sí mismo contra la sabiduría y los
planes de Dios (2 Corintios 10:4).
Espíritus:
A) Morada donde los sentimientos y las emociones residen. Disposición mental o mente
racional. (Ej. espíritu de temor, espíritu de lujuria, espíritu de fe)
B) Espíritus sobrenaturales: Ángeles o demonios. (Ej. espíritu de adivinación).
C) Espíritu divino: El Santo Espíritu de Dios.
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Capítulo 2
El propósito de la iglesia
Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él
os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la
eficacia de su fuerza, la cual ejercitó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a
su diestra en los lugares celestiales, por encima de todo principado, autoridad, poder y
señorío y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Efesios 1:18–23
El llamamiento a la iglesia ha sido el poner bajo los pies de Cristo a todo poder del enemigo.
Para llevarlo a cabo tenemos primeramente que conocer al enemigo. Y en segundo lugar preparar
la estrategia para contrarrestar todos sus ataques. Sabemos que el propósito de Satanás es de
impedir que el pueblo de Dios pueda obrar con el dominio, poder y unción que le han sido dados
por Él, a través del Espíritu Santo, para vencer.
Dios nos llama a ser agentes para cambiar al mundo y no a personas cambiadas por el
mundo. Es fácil perder el enfoque y la visión de Dios cuando quitamos nuestros ojos del Señor y
dirigimos nuestra vista a nosotros mismos.
Toda persona busca cuatro cosas:
1. La comodidad: Se logra mediante la adquisición de bienes materiales, viviendo de una
vida de prestigio y dedicando nuestro tiempo a la diversión.
2. La seguridad: A través de lo que adquirimos y de lo que hacemos, tratamos de evitar
cualquier cosa que nos cause inseguridad o temor. Suplirnos de recursos que nos protejan en
tiempos difíciles y turbulentos.
3. El orgullo: Deseamos que otros nos acepten y nos amen y lo hacemos con la intención o el
propósito de sentirnos satisfechos. Aun en el oficio del ministerio.
4. El amor a nosotros mismos: Hacemos todo lo necesario para tener y obtener nuestra propia
conveniencia. Prefiriéndonos en todo momento a nosotros mismos. Cuando nos sacrificamos es
solamente si nos conviene y no tomamos en cuenta cómo ni cuándo afectamos a otros.
Como cristianos nuestro deber es:
1. Ser siervos: Es decir, servir a otros para que sus vidas tengan un mayor significado.
Gocémonos en el saber que estamos ayudando a otros y que recibiremos del Señor justa
recompensa. El siervo de Dios sirve a otros.
2. Ser discípulos: Tener fe confiando en las promesas de su provisión. Creyendo que Dios
conoce nuestras necesidades y lo que nos conviene, por lo cual responderá a nuestras peticiones.
Aprendiendo a caminar en las promesas de Dios es ser discípulos.
3. Ser ministros (el amor a otros): Enfocando nuestro amor en otros aun en medio de sus
faltas, de igual manera que Dios nos amó primeramente cuando estábamos perdidos en el
pecado. Ministrar en todo lo que hacemos y decimos está basado en la compasión que sentimos
por la humanidad y por sus sufrimientos.
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4. Ser sacerdotes: El amar a Dios sobre todas las cosas, el tener comunión con Dios, alabarle
y ofrecerle sacrificio, es ser un sacerdote.
Al enfocar nuestra visión en estas cuatro áreas, podremos alcanzar los objetivos por los
cuales Jesucristo nos llenó de su poder y nos envió dándonos la Gran Comisión para reconciliar
al mundo con Él.
Y todo proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo, y nos
dio el ministerio de la reconciliación; a saber, que Dios estaba en Cristo reconciliando
consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos encargó
a nosotros la palabra de la reconciliación.
2 Corintios 5:18–20
Entonces, ¿qué requiere Dios de su iglesia y de nosotros los miembros de su cuerpo?
1. Ganar almas para Cristo (impacto)
Y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad el evangelio a toda criatura.
Marcos 16:15
Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados a todas las
naciones, comenzando desde Jerusalén.
Lucas 24:47
2. Hacer discípulos (excelencia)
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y
sobre la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos en todas las naciones, bautizándolos en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todas las cosas
que os he mandado; y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo.
Mateo 28:18–20
¿Cuál es la definición de discípulo? Es un adorador, obediente a la Palabra de Dios, un siervo
de Dios y de su prójimo, que se puede enseñar, y que abraza una vida de arrepentimiento.
3. Equipar a los santos para reunir un ejército para batallar (movilización).
Y él mismo dio: unos, los apóstoles; otros, los profetas; otros, los evangelistas; y otros
los pastores y maestros, a fin de equipar completamente a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad
de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la
medida de la edad de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños, zarandeados por
las olas y llevados a la deriva por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que
para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que aferrándonos a la
verdad en amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien
todo el cuerpo, bien ajustado y trabado entre sí por todas las junturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad adecuada de cada miembro, recibe su crecimiento para ir
edificándose en amor.
Efesios 4:11–16
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4. Establecer una comunidad cristiana. Es decir derribar las divisiones entre iglesias,
denominaciones y ministerios y colaborar en unidad para llevar a cabo los tres aspectos
anteriores.
5. Renovar la conducta cristiana. Somos llamados a ser epístolas vivientes.
Vosotros sois nuestra carta, escrita en nuestros corazones, conocida y leída por todos los
hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con
tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del
corazón.
2 Corintios 3:2–3
Debemos demostrar por nuestra conducta que vivimos lo que creemos. Somos hacedores y
no solamente oídores. Todo cristiano debe ser reconocido como una persona de integridad y
llena de amor y compasión.
6. Renovar la imagen de la iglesia. Muchos han dado la espalda a la iglesia porque no ha
tenido relevancia, ni las respuestas para los sufrimientos y necesidades de los que están bajo el
yugo y cautiverio del mundo y sus problemas. Esto ocurre primordialmente en tradiciones
religiosas y con predispocisiones mentales acerca del evangelio.
7. Defender la moral cristiana. Si no batallamos contra los ataques del enemigo caeremos
víctimas de nuestra indiferencia a las cosas de Dios.
La clave está en examinar nuestras prioridades en el ministerio, en nuestras vidas y en la
iglesia y consagrarnos a obedecer a Dios. Todos debemos colaborar para poder hacer esta obra,
mediante un pacto con Dios, de que le serviremos con todo nuestro ser, para su gloria y no la
nuestra.
Finalmente, un hijo es aquel que conoce su parentesco pero un discípulo es aquel que obra en
lo que conoce. (No es solamente un oidor sino un hacedor).
Dios está buscando usar ministerios creíbles; no ministerios increíbles. Debemos tener
credibilidad ante el mundo, es decir, nuestra actitud y conducta son el barómetro de nuestra
relación y consagración a Dios.
Capítulo 3
14
Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las noticias sobre él se difundieron
por toda la comarca circunvecina.
Lucas 4:14
Jesucristo sirviendo, comenzó su ataque contra el enemigo en el nivel más alto. Destacando
así, que era la hora del Reino de Dios. Jesús había venido a destruir las obras del maligno.
Una de las palabras con que traducimos desierto es el vocablo eremos. Según el Diccionario
Teológico del Nuevo Testamento, significa: «un sitio de peligro de muerte[…] y de poderes
diabólicos». En esta intensa batalla Satanás le ofreció a Jesús «todos los reinos del mundo y la
gloria de ellos», más Satanás no pudo contra Él por el poder del Espíritu y tuvo que dejarlo ir.
Tres años y medio después, despojó (deshizo) a los poderes y autoridades. Hizo con ellos un
espectáculo público, triunfando por medio de la cruz.
Jesús le dio a su iglesia autoridad sobre todo el poder del enemigo.
Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos someten en tu
nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad
de hollar serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del enemigo, y nada os dañará. Pero
no os regocijéis que los espíritus se os someten, sino regocijaos de que vuestros nombres
están escritos en los cielos.
Lucas 10:17–20
Jesucristo nos envió el Espíritu Santo para poder concluir lo que el había comenzado.
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, también él las
hará; y aun hará mayores que éstas, porque yo voy al Padre.
Juan 14:12
Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me
santifico a mí mismo, para que también ellos estén santificados en la verdad.
Juan 17:18–19
Después el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo
principado, toda autoridad y potencia. Porque es preciso que él reine hasta que haya puesto
a todos sus enemigos debajo de sus pies.
1 Corintios 15:24–25
El peligro ocurre en que muchos cristianos ignoran, que aún después de la cruz, la Biblia
llama a Satanás:
• El dios de este mundo:
… en los cuales el dios de este mundo cegó los pensamientos de los incrédulos, para que
no les resplandezca la iluminación del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen
de Dios.
2 Corintios 4:4
• El príncipe de la potestad del aire:
En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme
al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora actúa en los hijos de desobediencia.
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Efesios 2:2
• Que todo el mundo yace en el poder del maligno:
Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero yace en el poder del maligno.
1 Juan 5:19
Muchos intentan entrar en la guerra espiritual sin estar capacitados para ello, sin estar
equipados para la obra y como consecuencia caen víctimas de su ignorancia.
Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento.
Oseas 4:6a
En este libro intentaré impartir parte del conocimiento que los miembros de la «Red de
guerra espiritual» han podido desarrollar. Vale la pena aclarar que muchas de estas áreas se
encuentran en un proceso infantil, es decir, son conceptos nuevos que están bajo observación,
estudio y desarrollo.
El Doctor C. Peter Wagner escribe en su libro (mencionado anteriormente en este capítulo):
«El objetivo central o primordial de Satanás es prevenir e impedir que Dios sea glorificado».
En primer lugar, cuando Dios no es glorificado en la vida de un individuo, en la iglesia, en
las ciudades o en las naciones, Satanás ha logrado en parte su objetivo. Cuando los perdidos
mueren sin conocer a Dios, el maligno obtiene una victoria eterna.
Segundo, Satanás intenta hacer todo lo posible para que los seres humanos sean los más
miserables durante sus vidas. El enemigo viene a matar, hurtar y destruir. Al ver las guerras, el
crimen, la pobreza, el racismo, la opresión, y muchas cosas más, podemos afirmar que el
enemigo ha tenido un éxito o victoria temporal porque en nada de esto, Dios es glorificado.
Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para
destruir, y para arruinar y para derribar; para edificar y para plantar.
Jeremías 1:10
El Señor nos ha dado autoridad para arrancar y derribar, para destruir y derrotar, en Mateo
12:29 y Marcos 3:27 dice que nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte si primero no lo
ata; entonces podrá saquear sus bienes.
Jesús dijo que desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el Reino de Dios sufre violencia,
y los violentos lo conquistan (arrebatan) por la fuerza. La promesa para el ejército de Dios es
Romanos 8:37:
Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Romanos 8:37
A Jeremías le fue dada autoridad sobre naciones y reinos en el ámbito espiritual, como
intercesor sobre las naciones. Dick Eastman en su libro El amor de rodillas dice: «Los reinos son
aquellos que reinan en el ámbito espiritual sobre una arena invisible, mientras que naciones se
refieren al liderazgo natural sobre el área visible.
Arrancar: Significa penetrar hasta lo profundo y remover algo de raíz para que no pueda
volver a salir (ejemplo: sacar una raíz de amargura).
Derribar: Su significado es el remover algo que está en un lugar alto, o sea, derribar
dictaduras o gobiernos perversos, echar a tierra muros, casas o fortalezas.
Destruir: Representa el arruinar o hacer de algo una cosa inútil.
16
Derrocar: Remover de una roca o una peña, echar por tierra, precipitar hacia abajo una cosa
espiritual o intelectual con gran fuerza.
Edificar: Construir un edificio, fabricar, infundir en otros sentimientos de virtud y piedad.
Plantar: Poner algo en un sitio cuando se tiene la capacidad de crear, fundar o establecer
(plantar la fe).
SECCIÓN II
A NIVEL TERRENAL
LA FAMILIA
Capítulo 4
17
sucesos ordinarios de la vida cotidiana (Venciendo el dominio de las tinieblas, G. Kinnaman,
Chosen Books, 1990).
Creo que las tácticas de Satanás son destruir las tres instituciones establecidas por Dios: la
familia, la iglesia, y la nación. Porque Satanás asigna a principados, poderes, que gobiernen las
tinieblas y maldades espirituales en lugares celestiales para que se conviertan en adversarios y
hagan guerra contra estas tres instituciones.
Desde el principio las tácticas de Satanás han sido las de destruir lo que Dios ha bendecido.
La primera bendición en la Biblia fue la ordenanza del matrimonio (Génesis 2:24). Satanás,
como el destructor, el padre de las mentiras, y el engañador, inmediatamente se interpone para
destruir las relaciones entre el hombre y Dios y entre el hombre y la mujer. Por medio de
mentiras y engaños provoca que la mujer desobedezca a Dios y que seduzca al hombre, luego los
trae en un espíritu de acusación por medio del cual el hombre culpa a la mujer y a Dios. La mujer
enseguida acusa a la serpiente (Satanás) tratando de encontrar falta en cualquier otra persona y
no en sí misma.
Una vez que la comunión con Dios se ha quebrantado y las relaciones han sufrido daños,
Satanás entra en la escena para destruir la familia, y las relaciones entre sus miembros. De esta
manera Caín es poseído por un espíritu de rechazo, que le causa celos e ira, y lo guían a matar a
su propio hermano.
Luego podemos ver que Satanás hace que los ángeles caídos cohabitaran y se reprodujeran
con las hijas del hombre. Por medio de lo cual trajo gran abominación a la vista de Dios.
El resultado final: La intención de los pensamientos del corazón del hombre fue totalmente
mala. Por esto, en los días de Noé, Dios borró al hombre de la faz de la tierra y su corazón se
afligió mucho. Sin embargo, favoreció a Noé quien fue un hombre justo. Una vez más Él
«bendijo» a Noé y a su familia y les mandó que se multiplicaran y que sojuzgaran la tierra.
Después del diluvio Noé se emborrachó, y con esto abrió una brecha para el ataque de
Satanás. Puede ser que Cam cometiera un acto homosexual con su padre estando embriagado, de
tal modo que recibió la maldición de su padre sobre él y sus descendientes. Esto, una vez más fue
un ataque para destruir las bendiciones de Dios destruyendo las relaciones familiares.
El modelo es el mismo a través del libro de Génesis: Abraham y Agar entraron en una
relación profana bajo la petición de su esposa Sarai. Cuando Ismael fue concebido, el celo y el
rechazo entraron en la escena y el resultado fue el rompimiento y la destrucción de las relaciones
en el seno familiar.
Lot y su familia son librados de la destrucción, pero su esposa desobedeció a Dios y fue
destruida. Posteriormente, sus hijas bajo la pretensión de preservar la descendencia de la familia,
emborrachan a su padre y cometen incesto con él.
Después fue Isaac y Rebeca y sus dos hijos. Jacob por medio del engaño roba la bendición de
Esaú y el resultado es una vez más, el rompimiento de las relaciones familiares. Jacob continúa
destruyendo las relaciones familiares a través del engaño a Labán. Raquel roba propiedades de su
padre y después lo engaña con mentiras para que no encuentre lo que robó.
Ahora Jacob y Raquel cosechan lo que han sembrado en su hijo favorito. José se convierte en
el blanco del rechazo, celo y envidia de sus propios hermanos. Posteriormente es vendido y dado
por muerto, y esto acarrea gran dolor y congoja en la familia. Este no es un problema biológico,
es un problema espiritual.
Satanás reconoce que la familia sirve de base para todas las relaciones. La familia es la cuna
del destino de Dios.
18
Primeramente somos nacidos de una familia natural. Es esta nuestra primera relación
humana, nuestra primera exposición hacia el gobierno[…] casi todos los problemas sociales
pueden remontarse al colapso de la familia[…] La iglesia es escrituralmente una familia de
familias» (The Rebuilder, Dennis Peacock. Abril 1990, p. 3).
Las Escrituras nos dicen que la maldición puede ser transferida hasta la cuarta generación
(Deuteronomio 5:9). La ruptura moral, en la última generación en los Estados Unidos, ha sido el
resultado de los intentos de Satanás por destruir a nuestra nación colocando espíritus familiares
sobre las instituciones gubernamentales de la nación, nuestras ciudades, y nuestras
congregaciones. «Hay fortalezas satánicas sobre países y comunidades; hay fortalezas que
influyen a las iglesias y a individuos. Dondequiera que una fortaleza exista, hay un modelo
demoníaco en el que pensar. Específicamente, es una «casa hecha de pensamientos» que han
venido a ser un lugar de habitación para la actividad demoníaca» (Los tres campos de lucha
espiritual, F. Frangipane, Advancing Church Publications, 1989, p. 20).
Las artimañas de Satanás son el destruir las instituciones de la familia y el matrimonio.
Destruyendo las relaciones en la misma manera que lo ha hecho desde el principio, esto es por
medio de: (1) la codicia de los ojos, (2) los deseos de la carne, y (3) la soberbia de la vida (1 Juan
2:16).
19
Nuestra batalla es echar abajo (demoler) cada fantasía engañadora (pensamientos,
especulaciones, imaginaciones) que el hombre erige (construye) contra el conocimiento de
Dios.
2 Corintios 10:3–5, Phillips
Porque nuestra lucha (batalla) no es contra ningún enemigo físico (Phillips).
Pero contra varios poderes malvados que gobiernan en las tinieblas a nuestro alrededor
(20th Century N.T.).
Las huestes malignas se ponen en orden de batalla contra nosotros en una batalla
celestial (Weymouth).
Efesios 6:12
Somos llamados a batallar «violentamente» por nuestras familias: El Reino de Dios sufre
violencia y los violentos lo arrebatan (Mateo 11:12). El plan de la batalla del enemigo no ha
cambiado desde el tiempo del Jardín del Edén. Satanás viene a matar, hurtar y a destruir la
familia y la comunión con Dios, pero Él nos ha dado las siguientes armas defensivas y ofensivas
para poner al enemigo bajo sus pies:
1. la sangre de Jesús
2. el nombre de Jesús
3. el Espíritu Santo
4. la Palabra de Dios
5. varias clases de oración y ayuno
6. adoración y alabanza
7. el ministerio de los ángeles
8. el amor de Dios
Al conocer cómo usar estas armas podremos llevar a cabo con éxito lo que Nehemías 4:14
dijo:
No temáis delante de ellos (los enemigos), acordaos del Señor, grande y temible (Basic
English Bible).
PELEAD por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras
mujeres y por vuestras casas (NAS).
Capítulo 5
20
Por lo demás, hermanos míos, robusteceos en el Señor, y en el vigor de su fuerza. Vestíos de
toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las artimañas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes.
Efesios 6:10–12
Capítulo 6
23
Cuando naces de nuevo, Dios imparte en ti una nueva naturaleza. El nos da de su Espíritu y
nacemos de nuevo espiritualmente (somos nueva creación) y su Espíritu habita dentro de
nosotros.
En el Antiguo Testamento no se encuentra en ninguna parte la palabra conciencia (treinta y
dos veces en el Nuevo Testamento). En hebreo era llamada «el espíritu del hombre» (ruwach)
(ánimo) percepción, razón, mente, comprensión, inteligencia.
(Proverbios 20:27; Job 32:8; Proverbios 18:14 [ánimo o espíritu]; Eclesiastés 7:9).
El espíritu del hombre reside dentro de su alma. La mente, la voluntad y las emociones
residen en esa parte de tu naturaleza. Comúnmente es más conocida como la conciencia del
hombre. El espíritu del hombre es la lámpara del Señor que escudriña (busca) lo más profundo
del corazón (de nuestro ser). (Hechos 24:16; Juan 8:9; 2 Corintios 1:12; 1 Timoteo 1:5; Hebreos
13:18; Romanos 2:14–15; 9:1; 13:1, 5).
Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, la cual escudriña lo más profundo del
corazón.
Proverbios 20:27
Una lámpara da luz (ilumina, irradia, revela).
Los cuales muestran la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su
conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos.
Romanos 2:15
En medio de la batalla espiritual la resistencia toma lugar en la mente; es el Espíritu de Dios
contra el espíritu del mundo.
Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al poder del pecado.
Porque no comprendo mi proceder; pues no pongo por obra lo que quiero, sino que lo que
aborrezco, eso es lo que hago. Y si lo que no quiero, eso es lo que hago, estoy de acuerdo
con la ley, de que es buena. De manera que ya no soy yo quien obra aquello, sino el pecado
que mora en mí. Porque yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el
querer el bien lo tengo a mi alcance, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero,
sino el mal que no quiero, eso es lo que pongo por obra. Y si lo que no quiero, eso es lo que
hago, ya no lo obro yo, sino el pecado que mora en mí.
Encuentro, pues, esta ley: Que, queriendo yo hacer el bien, el mal está presente en mí.
Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo la otra ley en mis
miembros, que hace guerra contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del
pecado que está en mis miembros. ¡Miserable hombre de mí!; ¿quién me libertará de este
cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por medio de Jesucristo nuestro Señor. Así que, yo
mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Romanos 7:14–25
La batalla o conflicto espiritual (conflicto entre dos naturalezas, la carnal y la espiritual) es la
batalla entre el Espíritu de Dios que habita dentro de ti y el espíritu del mundo que está en ti.
Esta batalla siempre toma sitio en el espíritu del hombre, o sea, en la mente donde están la
voluntad y las emociones.
Las naturalezas carnal y espiritual batallarán en el alma. Cada cual tratará de vencer o
conquistar y derrotar a la otra si la voluntad del hombre lo permite.
24
Pablo se deleita en la ley de Dios que moraba en su hombre interior (el Espíritu revelado, el
Espíritu de Dios). El hecho de que el Espíritu de vida lo había librado de la ley del pecado y de la
muerte lo hacía reconocer que la naturaleza carnal batalla continuamente con la nueva naturaleza
espiritual. Reconocía pues que el campo de batalla está en la mente. Y es con la mente que servía
a la ley de Dios y con la carne a la ley del pecado de la cual estaba cautivo (versículo 23).
El Espíritu Santo dentro de tu propio espíritu trata de poner tu alma, tu mente, tu voluntad,
tus emociones y tu conciencia bajo sumisión, control u obediencia, es decir, bajo conformidad a
las cosas del Espíritu, a la ley de Dios. En otras palabras eres guiado (manejado, conducido) por
el Espíritu de Dios y tu espíritu (espíritu de hombre) se somete a la dirección y al control del
Espíritu de Dios.
Al mismo tiempo tu carne, la naturaleza carnal en ti está también tratando de guiar o
controlar tu mente, tu voluntad, tus emociones, tu conciencia. A través de tus cinco sentidos (el
oído, la vista, el tacto, el olfato y el gusto) ataca tu alma para ponerla bajo sumisión o control de
la carne, es decir a obedecer la ley del pecado.
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo
de la carne es contra el espíritu, y el del espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre
sí, para que no hagáis lo que querríais.
Gálatas 5:16–17
El deseo (epithumeo): es el impulso que mueve a edificar o anhelar o ansiar.
El cristiano necesita saber y confesar que es más poderoso el Espíritu de Dios dentro de
nosotros que el espíritu del mundo. Y que sí podemos poner nuestra mente y ser guiados en las
cosas del Espíritu de Dios y no en las de la carne. Podemos vencer los ataques del enemigo (el
cual usa la carne). Pablo dice que la carne es enemistad contra Dios. Si derribas imaginaciones,
pensamientos y argumentos que se levanten contra la obediencia a Cristo, la naturaleza carnal no
podrá controlarte, sino que serás controlado por el Espíritu de Dios (2 Corintios 10:3–5;
Romanos 8:5–8, 13–14).
Satanás batalla contra la naturaleza de Dios usando la carne. Utiliza además los cinco
sentidos como instrumentos para motivar y controlar la mente y hacer lo que no complace a
Dios, lo que es desagradable y ofensivo a Dios.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, la codicia de los ojos, y la
soberbia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
1 Juan 2:16
A través de la codicia (desear ansiosamente) de los ojos, los deseos de la carne y el orgullo o
soberbia de la vida el espíritu del hombre desea controlarte y si lo logra traerá tu destrucción.
Porque si vivimos conforme a la carne invitamos a la muerte o a la destrucción.
Vio, pues, la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y
árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su
marido, el cual comió así como ella.
Génesis 3:6
El espíritu del hombre consiste en la voluntad. Tú puedes seguir la dirección de la carne o del
espíritu, más no puedes servir a dos maestros. El hombre espiritual busca las cosas de Dios, su
alma desea ser satisfecha por su sed del Dios vivo.
David escribió en el Salmo 42:2a: «Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo»
25
El enemigo ataca por medio de las obras de la carne. Por el espíritu del mundo y mediante los
cinco sentidos combate al espíritu del hombre con dardos de celos, envidia, división, odio,
lujuria. Las cosas del mundo y los placeres carnales traen como resultado pobreza, enfermedades
y la muerte física.
Al mismo tiempo el Espíritu de Dios desea vitalizar el espíritu del hombre. Él pide la
renovación o renuevo de la mente (una nueva forma de pensar), que nos conduzca a poner la
carne bajo sumisión y a acercarnos a Dios.
El deseo del Espíritu de Dios es elevar el nivel de tu alma y tu cuerpo a la medida del hombre
perfecto y maduro y a la plenitud de Cristo.
6:18:«Vuestro espíritu».
El fruto es producido en el espíritu del hombre bajo la dirección del propio Espíritu Santo.
«Si permanecemos en Cristo llevamos mucho fruto» (Véase Juan 15:2). «En esto es
glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así, mis discípulos» (Juan 15:8).
Los capítulos 5 y 6 del libro de Gálatas nos indican las obras de la carne y las del Espíritu. Si
siembras para el Espíritu cosechas fruto espiritual. Si siembras para la carne cosechas fruto
carnal lo cual te impide recibir las bendiciones del Reino de Dios, de reclamar la herencia y
dichas bendiciones. Si siembras para la carne los resultados son para muerte, si siembras para el
Espíritu, recibes vida y paz.
Pneuma → La dimensión del hombre
no puede pecar perfecto
26
1 Juan 4:9 La plenitud de Cristo (Efesios
1 Juan 5:18 4:13)
Dios desea traernos a una
madurez espiritual, guiados por
el Espíritu.
Si caminas de acuerdo a los deseos de la carne y pones tu mente en las cosas de la carne,
estás permitiendo que el espíritu del mundo controle tu voluntad. Cuando haces esto no puedes
agradar a Dios. Mas si pones tu mente en las cosas del Espíritu y controlas tu carne, entonces no
estás en servidumbre al pecado y disfrutas de vida y paz (Gálatas 5:16–26).
La ley de Jehová es perfecta, que reconforta el alma.
Salmo 19:7
Capítulo 7
Por esto no podían creer, porque también dijo Isaías: Ha cegado los ojos de ellos, y
endureció su corazón;
Para que no vean con los ojos,
y entiendan con el corazón,
Y se conviertan y yo los sane.
27
Juan 12:39–40
Una de las fortalezas que Satanás usa para destruir al pueblo de Dios es la de endurecer el
corazón del hombre. De esta manera ciega los ojos espirituales que iluminan y revelan las cosas
de Dios al hombre interior. La incredulidad, la duda y el temor nos impiden creer en las
promesas de Dios. El pueblo de Israel provocó la ira de Dios, pues habiendo presenciado los
milagros que hizo en el desierto por cuarenta años, no pudo entrar en su reposo ni disfrutar de las
promesas, porque el pecado de la incredulidad endureció sus corazones.
Hay mucho daño por medio de la oposición. Las palabras del corazón endurecido dan vida a
las obras malignas, y traen confusión al Reino de Dios.
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del
mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de lo que le rebosa del corazón habla su
boca.
Lucas 6:45
El hombre bueno saca cosas buenas del buen tesoro del corazón; y el hombre malo saca
cosas malas del mal tesoro.
Mateo 12:35
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros
corazones, como en la provocación, como en el día de la tentación en el desierto, donde me
tentaron vuestros padres; me probaron, y vieron mis obras durante cuarenta años. A causa
de lo cual me disgusté contra aquella generación y dije: Siempre andan extraviados en su
corazón, y no han conocido mis caminos. Tal como juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros un corazón malo de incredulidad
para apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los otros cada día, entretanto que
dura este Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado. Porque
hemos llegado a ser participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin el
principio de nuestra seguridad, entre tanto que se dice: Si oís hoy su voz, no endurezcáis
vuestros corazones, como en la provocación. Porque ¿quiénes fueron los que habiendo oído,
le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con
quiénes estuvo él disgustado durante cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos
cadáveres cayeron en el desierto?¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a
aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a causa de su incredulidad.
Hebreos 3:7–19
Podemos darnos cuenta de que la gente tampoco creía en Jesús a pesar de haber presenciado
sus milagros. Hoy día ocurre lo mismo, la mayoría de los cristianos dudan lo que creen, y creen
lo que dudan. En el momento en que creemos las promesas de Dios y ejercitamos nuestra fe,
comenzamos a dudar nuestras dudas y creer nuestras creencias. Entonces nos fortalecemos, nos
hacemos fuertes y vencemos al maligno (1 Juan 2:14).
Los espíritus de oposición y de confusión impiden que Dios se mueva y contaminan el
corazón del hombre.
Y decía: Lo que sale del hombre, eso contamina al hombre. Porque de adentro, del
corazón de los hombres salen las maquinaciones perversas, las fornicaciones, hurtos,
asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, el engaño, la desvergüenza, envidia,
28
maledicencia, arrogancia, estupidez; todas estas maldades salen de adentro y contaminan al
hombre.
Marcos 7:20–23
Satanás llena el corazón del hombre con maldad a través del engaño: «Respondiendo Jesús,
les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el
Cristo; y engañarán a muchos» (Mateo 24:4–5). La mente predispuesta es una fortaleza para
destruir u obstruir la obra de Dios ya que endurece el corazón y nos impide ver las cosas de Dios.
Así como los fariseos ciegos por sus tradiciones no pudieron ver al Mesías prometido debido a
sus predisposiciones mentales, de cómo y cuándo vendría el Liberador de Israel: «… antes
exhortaos los unos a los otros cada día, entretanto que dura este Hoy; para que ninguno de
vosotros se endurezca por el engaño del pecado» (Hebreos 3:13).
Los espíritus desencadenados para destruir a la familia son los siguientes: adulterio,
fornicación, codicia, engaño, sensualidad, soberbia, orgullo y rebeldía. Efesios 6:10 concluye:
«Por los demás, hermanos míos, robusteceos en el Señor, y en el vigor de su fuerza». E
inmediatamente Pablo procede a exhortar acerca de las relaciones para una familia sana.
Esposos y esposas
Las casadas estén sometidas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es
cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su
Salvador.
Efesios 5:22–23
Padres e hijos
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a
tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga
vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en
disciplina y amonestación del Señor.
Efesios 6:1–4
Patrones y empleados
Siervos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de
vuestro corazón, como a Cristo; no para ser vistos, como los que quieren agradara los
hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios; sirviendo de
buena voluntad, como al Señor y no a los hombres, sabiendo que el bien que cada uno haga,
ése volverá a recibir del Señor, sea siervo o sea libre.
Efesios 6:5–9
La dirección que toma Pablo es a ser fuertes (endunamoo) en el Señor y en la fuerza (kratos)
de su poder (ischus).
Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos,
conforme a la eficacia de su fuerza.
Efesios 1:19
29
Gary Kinnaman en su libro Sobrevenciendo el dominio de las tinieblas dice: «Las bases de la
batalla espiritual no se limitan al ejercicio del exorcismo, prácticas ocultas, etc. No podemos
desconectar la batalla espiritual de los sucesos cotidianos».
En América y el mundo occidental hemos visto un aumento grandísimo del divorcio,
adulterio y fornicación, con resultados en los embarazos y abortos entre los adolescentes. Unión
libre, homosexualismo, lesbianismo y decadencia moral, están destruyendo la fibra de la
sociedad y de las relaciones familiares. Esto está predominando en el mundo del inconverso pero
se encuentra tomando raíces y va en aumento en la iglesia y el liderazgo.
No podemos reconstruir la iglesia y restaurar a Sión hasta que enfrentemos los ataques del
enemigo y la batalla contra la familia.
Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para
destruir, y para arruinar y para derribar; para edificar y para plantar.
Jeremías 1:10
Nehemías habló a todos. Lo hizo a los nobles (ancianos, líderes, etc.), a la administración
(empleados y voluntarios) y al resto de la gente (congregación de la iglesia), para recordar
nuestro grande y poderoso Dios y para pelear (batalla, guerra, etc.) por sus hermanos, sus hijos,
hijas, y esposas (familias) y sus hogares.
Entonces, por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al
pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. Después miré, y me
levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos;
acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y
por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
Nehemías 4:13–14
Ahora somos llamados a apreciar la situación (observar) y a colocar en lugares estratégicos a
hombres de Dios. Como familia cristiana debemos equiparnos con la armadura espiritual para
tomar la ofensiva en la batalla por nuestras familias, nuestros hogares, nuestras iglesias y
permitir a Dios que frustre los planes del enemigo.
Josué nos manda a servir al Señor con integridad y verdad: «… Yo y mi casa serviremos a
Jehová» Josué 24:15.
Desde el principio de la creación Dios ha obrado por medio de las familias para llevar a cabo
su plan divino. Y con más claridad en el área de las relaciones. Inmediatamente después de la
creación, Dios le hizo a Adán ayuda idónea en Eva y estableció la familia en unidad. Sin tardar
vino Satanás a traer división entre ellos. El patrón de Dios está fundado no en el individualismo
sino en la relación y concepto del hogar. A Adán y Eva les dijo: «Fructificad y multiplicaos,
llenad la tierra y sojuzgadla» (señoread). Y Dios les dio dominio. Satanás vino a destruir la unión
entre Adán y Eva y el hogar y la familia, pues Caín llegó a matar a su hermano Abel. La
redención de Dios siempre incluyó el concepto familiar. Al multiplicarse la maldad de los
hombres en la tierra, Dios destruyó todo con el diluvio universal, pero antes protegió a la familia.
Para reconstruir, Dios trajo a los animales de dos en dos, es decir, por familias:
Y he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en
que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá. Más
estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus
30
hijos contigo. Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti te he
visto justo delante de míen esta generación.
Génesis 6:17–18; 7:1
En la destrucción de Sodoma y Gomorra:
Y dijeron los varones a Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos y tus hijas, y
todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar; porque vamos a destruir este lugar, por
cuanto el clamor contra ellos ha subido de punto delante de Jehová; por tanto, Jehová nos
ha enviado para destruirlo. Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar
sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad.
Mas pareció a sus yernos como que se burlaba. Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a
Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no
perezcas en el castigo de la ciudad.
Génesis 19:12–15
El plan de Satanás es destruir la unidad y las relaciones entre hermanos (Caín y Abel), entre
padres e hijos y entre hermanos en Cristo.
El espíritu acusación:
(Espíritu religioso)
Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo
comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho?
Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
Génesis 3:12–13
El espíritu de rechazo:
(El espíritu de rechazo conduce al asesinato).
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a
Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y
miró Jehová con agrado a Abel y a sus ofrendas; pero no miró con agrado a Caín y a la
ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.
Génesis 4:3–5
La Palabra de Dios nos exhorta a purificar nuestros corazones acercándonos a Dios.
Debemos creer a sus promesas y dejar de vivir en doble ánimo. Ejercitemos nuestra fe por medio
de la oración, depositando en nuestros corazones el tesoro de sus promesas, por lo cual dice
«Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo
y huirá de vosotros» (Santiago 4:6–7).
La mayor fuente del conflicto en las relaciones entre hermanos viene por deseos egoístas que
se vuelven más importantes que la voluntad de Dios. El deseo de ser reconocidos, honrados, el
poder, el dinero, etc., causan que nuestros corazones se endurezcan y nos impidan ver la gloria
de Dios.
31
SECCIÓN III
A NIVEL ESPIRITUAL
LA IGLESIA
Capítulo 8
Satanás es el maestro del engaño. Parte de su estrategia es infiltrarse dentro de la iglesia para
causar división, descontento, inmoralidad y promover falsas ideologías. En gran medida logra su
objetivo asignando espíritus engañadores y acusadores que impiden el crecimiento numérico y
espiritual de las iglesias locales.
En esta sección estudiaremos las características de espíritus engañadores e hipócritas.
Generalmente ellos traen la mentira en forma de acusación, doctrinas falsas, manipulación y
otras más.
Es importante aclarar que cuando usamos el término espíritu, no nos referimos simplemente a
un ser sobrenatural, un fantasma, o un ángel. El diccionario expositivo de palabras del Nuevo
Testamento (W.E. Vine) define al término (pneuma) como el elemento sensible del hombre,
aquello por lo que percibe, reflexiona, siente o desea (Mateo 5:3; 26:41; Hechos 17:16; 2
Corintios 7:1). Tal vez se pueda definir como una predisposición mental o un estado de ánimo
que nos facilita el entender los términos de espíritus de amargura, ira, celos, envidia, embriaguez,
etc., etc. (ver tablas 1 y 2).
Entre los espíritus desencadenados sobre la iglesia hemos podido identificar los siguientes:
Espíritu de anticristo
Este espíritu se infiltró en la iglesia primitiva y causó la división.
32
Hijitos, ya es el último tiempo; y tal como oísteis que el anticristo viene, aun ahora han
surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. Salieron de
nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían
permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de
nosotros.
1 Juan 2:18–19
No podemos limitar nuestro entendimiento sobre este espíritu como un individuo que vendrá.
Este es un espíritu que infesta a muchos. El apóstol Juan dice que «han surgido muchos
anticristos» que causan la división de la iglesia, Salieron de nosotros … habrían permanecido
con nosotros … pero salieron … no todos son de nosotros (1 Juan 2:19).
Sin duda alguna, casi todas las congregaciones, particularmente las más antiguas, han sido
víctimas de individuos controlados por este espíritu que ha causado divisiones, ha quebrantado la
unidad de la fe y ha fomentado la rebelión.
Y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no procede de Dios; y
éste es el espíritu del anticristo, el cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el
mundo.
1 Juan 4:3
Confesar a Jesucristo significa aún más que mencionar simplemente, su nombre en la
oración. Significa confesarlo desde un estado de unidad con Él. (Los tres campos de la lucha
espiritual, Frangipane, p. 92).
El espíritu del anticristo endurece el corazón manteniéndolo fuera del amor. Nutre las
actitudes equivocadas como la falta de perdón. Causa la división y fragmentación en la unidad de
Cristo, debido al criticismo y diferencias doctrinales sin importancia. Abraza la falta de perdón,
división y odio en vez de perdón, unidad y amor. Es antiamor, antiperdón y antireconciliación.
Fomenta la rebelión y especialmente se opone a la verdad.
El cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto
que se sienta en el santuario de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
2 Tesalonicenses 2:4
El espíritu de Absalón
Es de esperar, como en el caso anterior, que la mayoría de los pastores se han enfrentado al
menos una vez en su ministerio contra individuos que se asemejan al hijo de David. Este es
también un espíritu independiente que rehusa someterse a las autoridades ungidas por Dios.
Pretende usurpar la autoridad, motivando a otros a unirse en rebelión, y reemplazar al que Dios
ha llamado para pastorear el rebaño.
Absalón permitió que una raíz de amargura tomara control de su vida. Supo que Amnón su
medio hermano (hijo de David), había violado y después aborrecido a su hermana Tamar. No se
enfrentó ni a él ni a su padre, el cual aunque se enojó mucho, no hizo nada por remediar la
situación. Absalón logró planear cuidadosamente la venganza contra Amnón y determinó hacerlo
desde ese mismo día. Notamos un espíritu de venganza y odio que premeditó un crimen de
venganza.
33
Y le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora,
hermana mía; tu hermano es; no se angustie tu corazón por esto. Y se quedó Tamar
desconsolada en casa de Absalón su hermano. Y luego que el rey David oyó todo esto, se
enojó mucho. Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón
aborrecía a Amnón, porque había violado a Tamar su hermana.
2 Samuel 13:20–22
Y Absalón había dado orden a sus criados, diciendo: Os ruego que estéis atentos cuando
el corazón de Amnón esté alegre por el vino; y al decir y o: Herid a Amnón, entonces
matadle, y no temáis, pues yo os lo mando. Esforzaos, pues, y sed valientes.
2 Samuel 13:28
Pero Jonadab, hijo de Simá hermano de David, habló y dijo: No diga mi señor que han
dado muerte a todos los jóvenes hijos del rey, pues sólo Amnón ha sido muerto; porque por
mandato de Absalón esto había sido determinado desde el día en que Amnón violó a Tamar
su hermana.
2 Samuel 13:32
Después que sucedió este incidente, Absalón huyó. Se fue a Gesur por tres años hasta que su
padre David lo mandó llamar para que regresara, porque le hacía falta.
A su regreso levantó un grupo de seguidores que estaban en desacuerdo con el rey. Comenzó
a presentarse como sabio consejero a todos los que venían a su padre pretendiendo que si se le
nombraba por juez (es decir si se le daba una porción de autoridad), él sí podría resolver sus
pleitos y problemas. Con una gran diplomacia los besaba y robaba el corazón del pueblo de
Israel.
Dios nos ha dado autoridad para proteger lo que más amamos. Si no existe el amor la
autoridad no obra o funciona. El amor está siempre dispuesto a pagar un precio: la muerte, el
negarnos a nosotros mismos. Cristo murió porque amó. Este amor redentor es el que da origen a
la autoridad. Absalón pretendía amar al pueblo para robarle el corazón, rebelarse contra la
autoridad de Dios y suplantarla.
La Biblia dice que este hombre era alabado por su hermosura. No tenía ningún defecto desde
la coronilla hasta la planta de los pies. Era un hombre manipulador, vengativo y orgulloso. La
Biblia nos dice que había eregido una columna en el valle del rey para conservar su memoria.
Deseaba ser reconocido, dijo: «Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre» (2
Samuel 18:18b). Sin embargo, podemos leer en 2 Samuel 14:27 que le nacieron tres hijos y una
hija a la cual llamó como a su hermana, Tamar.
Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a
cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De que
ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de tal tribu de Israel. Entonces Absalón le decía:
Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga departe del rey. Y decía
Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen
pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para
inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba. De esta manera hacia con
todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de
Israel.
2 Samuel 15:2–6
34
A pesar de todas sus artimañas, engaños y aparente victoria, el Dios Todopoderoso devolvió
el trono a David. Absalón pereció en manos del ejército de David.
Todo pastor sobreveedor de la congregación que ama, va a ser defendido y apoyado cuando
vienen aquellos con el espíritu de Absalón. Estos vienen para causar desconfianza, incitar
rebeldía y causar división en el Reino de Dios.
Obedeced a vuestros pastores, y someteos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque
esto no es provechoso.
Hebreos 13:17
Con frecuencia los jóvenes, novicios en las cosas del Señor y en particular aquellos que
carecen de fundamentos teológicos o bíblicos, tienen celo de Dios. Pero como no es conforme a
un pleno conocimiento, son controlados por «el espíritu de Absalón». No tienen la paciencia para
esperar el tiempo de Dios, ni la sabiduría para reconocerlo. Se levantan en contra de sus líderes
como lo hizo Absalón en contra de su padre.
35
como la que ocurría en la iglesia de Laodicea, de la cual Jesús dijo: «… por cuanto eres tibio y
no frío ni caliente, voy a vomitarte de mi boca» (Apocalipsis 3:16).
Tenemos que orar en contra del espíritu de estupor. Oremos para que sea atado ese estado de
indiferencia y desatado un espíritu de servidumbre en su lugar. Cuando el pueblo de Dios se
acerca a Él con palabras y le honra con sus labios pero aleja de Él su corazón, simplemente
venera por tradición aquello aprendido de memoria. El Señor permite entonces, que caiga sobre
ellos un espíritu de sopor o sueño profundo conocido también como espíritu de letargo.
En próximos capítulos discutiremos en detalle los espíritus más destructivos para la iglesia
local, el espíritu de acusación y el espíritu de Jezabel.
Capítulo 9
36
aumento de la iniquidad, se enfriará el amor de la mayoría. Mas el que persevere hasta el
fin, éste será salvo.
Mateo 24:10–13
Quiero hablar de esa fortaleza que nos dice que debido al aumento de la maldad, se enfriará
el amor de muchos: «Y debido al aumento de la iniquidad, se enfriará el amor de la mayoría»
(Mateo 24:12).
El área de las relaciones entre hermanos es una de las más propensas al ataque del enemigo.
Una señal de la iglesia unida y vencedora es su compromiso con el amor. Debido a la creciente
maldad y engaño del enemigo, el amor cristiano sufre graves ataques para impedir el crecimiento
de la obra de Dios y el cumplimiento de la visión que nos da Dios.
Si no hay amor, no hay unidad en el espíritu ni victoria duradera. Vienen victorias pero son
seguidas por derrotas. El amor frío es una fortaleza del demonio.
Las Escrituras revelan que cuando en la vida de una persona hay una pequeña cantidad de
levadura de amargura, puede contaminar a muchos.
Mirad bien, no sea que alguno se rezague y no llegue a alcanzar la gracia de Dios; que
brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados …
Hebreos 12:15
Es inevitable que en este mundo complejo, con diferentes niveles sociales, económicos y
culturales, todos nosotros nos causamos ofensas y heridas. Si fallamos en reaccionar con amor y
perdón y guardamos en nuestro espíritu la deuda que el ofensor nos debe, esa amargura, ese
dolor, esa ofensa, nos impide amar y orar debidamente. Esto nos llevará a ser como dijo
Jesucristo, miembros de los muchos, cuyo amor «se enfriará».
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien
a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.
Mateo 5:44
Confesaos vuestras faltas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo tiene mucha fuerza.
Santiago 5:16
Muchas veces las experiencias dolorosas son permitidas por Dios para enseñar a perdonar y
cómo orar y amar a los que nos ofenden. Dios nos da la oportunidad de crecer en el amor divino:
«Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros» (Romanos 5:8).
Para que haya verdadero amor tiene que haber compromiso. Muchas veces se oye el decir:
«Yo amé pero me correspondieron muy mal». O, «yo me comprometí a servir y abusaron de mí,
o me rechazaron, y por eso no voy a volver». Se retiran de su compromiso sin darse cuenta que
su amor (ágape) se va enfriando. Hay algunos que aún van a la iglesia, leen la Biblia, oran,
diezman, pero dentro de sus corazones, se han vuelto distantes y se han apartado poco a poco de
otras personas. Así se van apartando de la demostración del amor de Dios.
Jesucristo dijo que en el mundo vendrían tropiezos, refiriéndose a aquellas cosas que nos
hacen tropezar para hacernos caer (la zancadilla del enemigo). En nuestras vidas hay veces que
personas buenas y siervos o siervas de Dios, tienen un día malo y causan tropiezos con
piedrecitas bien pequeñas, por cosas insignificantes y no por una roca grande. Con razón
Jesucristo reprendió a los fariseos.
37
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta,
del eneldo y del comino, y habéis dejado lo más importante de la ley: la justicia, la
misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Mateo 23:23
Preguntémonos sinceramente: ¿Hemos recibido tropiezo por alguien que pecó contra
nosotros o nos causó ofensa? ¿Nos ha hecho esa herida retirarnos y no demostrar el amor como
lo hacíamos antes? ¿Hemos conservado la misma calidad de compromiso con Dios, con la iglesia
y con nuestros hermanos a pesar de los tropiezos y ofensas?
No podemos formarnos una opinión negativa de alguien (aun cuando lo merezca) y darle
sitio al enemigo. Esa opinión puede endurecer nuestro corazón y enfriar nuestro amor y nuestro
compromiso. Las Escrituras son muy claras en esto: «El que ama a Dios, ame también a su
hermano» (1 Juan 4:21).
El amor no se demuestra con palabras sino con acciones. Cuando tenemos amor por alguien
nos comprometemos (como en el pacto matrimonial), a permanecer sin tener en cuenta lo que
suceda de allí en adelante.
Es necesario que aún nos amemos en nuestras imperfecciones. No hay uno perfecto, no hay
alguno sin falta, no hay nadie sin pecado, Por lo tanto, no podemos permitir que a causa de
pequeñas faltas o debilidades humanas, el enemigo engrandezca cosas mínimas y que parezcan
como grandes problemas que enfrían nuestro amor a Dios.
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda
tu mente …
Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:37, 39
Reflexionemos y examinemos nuestros corazones. El objetivo de la fortaleza del amor frío es
conseguir que haya división en el cuerpo de Cristo, en las congregaciones con «palabra de
gracia». Es un desafío el amar como Dios ama. Si perseveramos podremos alcanzar la visión de
Él y ser verdaderamente, imitadores de Cristo.
Nadie puede alcanzar la plenitud del Reino de Dios en la tierra sin estar comprometido con
personas imperfectas a lo largo del camino.
Capítulo 10
El espíritu de acusación
Por Francis Frangipane
©1990
38
Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador
de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Apocalipsis 12:10
39
Sí, ¡han habido pecados, y muy serios, en algunos ministerios! Existen maneras bíblicas para
traer corrección, maneras que traen restauración y no destrucción. Hay líderes de iglesias que han
hablado abiertamente contra otros líderes. Los casetes grabados, llenos de críticas de varios
ministerios, circulan como veneno en el torrente sanguíneo del cuerpo de Cristo, ¡y hay que ver
de qué forma tan glotona, la iglesia se lo traga!
Este demonio incita al creyente a atacar a otros cristianos. Usualmente este espíritu de
criticismo, para enmascarar la naturaleza diabólica de sus actividades, viste sus chismes bajo
ropas religiosas. Con la pretensión de proteger a las ovejas de un error mínimo en la doctrina,
fuerza al rebaño a tragarse uno del tamaño de un camello, error de corrección sin amor. ¡Intenta
corregir las violaciones de las Escrituras, pero los métodos que emplea son precisamente
violaciones a las mismas!
¿Dónde está el «espíritu de mansedumbre» del que Pablo habla en Gálatas 6:1? ¿Dónde está
la humildad, el «cuidar de cada uno, para que no seamos tentados?» ¿Dónde está la motivación
de «restaurarnos unos a otros?» Generalmente, a la persona que supuestamente está en error ni
siquiera se le hace saber. Sólo hasta después que los errores imputados se han esparcido a través
de la iglesia local, se han grabado en una cinta o publicado en un libro. Hermanos, el espíritu que
está detrás de tal acusación debe ser discernido, porque su motivación no es el de restaurar o
sanar, sino, ¡el de destruir!
El ejemplo puro
La iglesia necesita corrección, pero el modelo del ministerio de reprensión debe ser el de
Cristo y no el de acusador de los hermanos. Cuando Cristo reprendió a las iglesias en Asia
(Apocalipsis 2 y 3), unió sus regaños con el elogio y la promesa. Aseguró a las iglesias que la
voz que les hablaría para exponer sus pecados era la mismísima voz que inspiró sus virtudes. Fue
después de animarlos, que los reprendió.
Aun cuando la iglesia estaba en error profundo, como fue el caso de dos de las siete iglesias,
Cristo le ofreció su gracia a cambio de corrección. ¿Qué tan paciente fue Jesús? Aun le dio a
«Jezabel … ¡tiempo para arrepentirse!» (Véase Apocalipsis 2:20–21).
Después que Cristo amonestó a la iglesia, sus últimas palabras no fueron de condenación,
sino de promesas. ¿No es esta la manera con la que Él nos trata? Aun en la más seria corrección,
la Voz de Jesús es siempre la encarnación de la gracia y la verdad (Juan 1:14). ¡Recuerde, si la
palabra de regaño o corrección no ofrece gracia por restauración, entonces la tal, no es la voz de
Jesús!
40
La manera para vencer a este enemigo en este nivel, es simplemente arrepentirnos de cierto
pecado en particular.
Satanás no busca solamente acusarnos individualmente. El también se infiltra en nuestras
meditaciones, introduciendo criticismo y condenación contra otros. En vez de orar los unos por
los otros, reaccionamos en la carne contra las ofensas. Nuestras reacciones que no se parecen a
las de Cristo vienen a ser puerta abierta para que el espíritu criticador entre a nuestra alma.
Por lo tanto, derribemos al acusador de los hermanos aprendiendo a orar unos por otros, en
vez de atacarnos como aves de rapiña. Debemos aprender instintivamente a perdonarnos. Si
alguien se ha arrepentido de sus pecados, debemos ejercitar el mismo espíritu de perdón y de
«olvido» que existe en el cielo. Nuestra victoria es segura mientras que imitamos el papel de
Jesús. Como un cordero, Cristo murió por nuestros pecados, como un sacerdote, Él intercede por
nosotros.
La segunda arma que este demonio usa contra nosotros, como individuos, son nuestros
errores y pobres decisiones. Cada uno de nosotros está propenso a la ignorancia. No hay que ir
muy lejos para darse cuenta que algunos de los santos no fueron llamados por Dios solamente
por su inteligencia. En verdad que todos hemos cometido errores. Ojalá que hubiéramos
aprendido de ellos. De cualquier manera este demonio criticón, toma nuestros errores pasados y
los exhibe en nuestro corazón, criticando nuestros esfuerzos para hacer la voluntad de Dios. De
esta manera nos mantiene en esclavitud con el pasado.
Cuando este espíritu nos usa en contra de otros, primeramente nos provoca a celos o a temor.
Segundo, nos sentimos amenazados por el éxito de otras personas. Buscamos justificarnos
nosotros mismos engrandeciendo las faltas de otros. Y, con frecuencia, son los que se parecen
más a nosotros, nuestros compañeros en estatura espiritual, los que aumentan nuestra tentación
para encontrar faltas. Y mientras más crece nuestro celo, más nos manipula este demonio
nuestros pensamientos. Llegamos al punto de que todo lo que haga alguna persona o iglesia es
correcto. Por último nos convertimos en «mercenarios» contra ellos. Ninguna defensa que
ofrezca nos satisfará. Estamos convencidos que nos están engañando y que son peligrosos y sólo
nos resta el prevenir a otros. La verdad es que la persona que se encuentra atrapada por este
espíritu de criticismo es la que está siendo engañada y es peligrosa.
Jesús nunca instruyó a sus discípulos a perseguirnos unos a otros. Generalmente, este tipo de
persona a quienes Dios usó de último, son los primeros en resistir el próximo paso del Espíritu
Santo. Habiendo caído de la humildad y oración de sus antepasados en orgullo y simple
administración, su posición ante el hombre está amenazada. Como Pablo declaró: «Pero así
como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el
Éspíritu, así también ahora» (Gálatas 4:29). Aquellos que andan de acuerdo con la carne siempre
encontrarán ocasión para perseguir a los que caminan en el Espíritu.
Nos consuela saber que incluso Jesús, no pudo satisfacer las normas requeridas del espíritu
de la crítica, que se manifestó por medio de los fariseos. En la iglesia, para combatir este
enemigo, debemos crear una atmósfera de gracia. Como el Padre, quien nos dio vida, debemos
buscar que todas las cosas trabajen juntas para bien. Si alguno de nosotros cae debemos, sin
hipocresía, estar prestos para cubrirlo.
Como está escrito: «Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su
desnudez. Yo Jehová» (Levítico 18:6). Somos familia, engendrados de un Padre. No te
deshonres a ti mismo. Somos miembros de un mismo cuerpo (Véase Efesios 4:25). Es contra la
ley descubrir los errores de otros; el amor cubre multitud de pecados.
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Donde se reúnen los buitres
El acusador usa otra arma, y la usa astutamente. Hay un tiempo en nuestro caminar con Dios
que para fructificar, el Padre tiene que podarnos. Este es un tiempo de preparación donde el
propósito de Dios es el de dirigir a sus siervos en el poder nuevo del ministerio. Este proceso, de
cualquier manera, requiere nuevos niveles de entrega como también de una nueva experiencia de
crucifixión. Casi siempre es un tiempo de humillación y de prueba, de vacío y aparente ineficacia
con la cual Dios expande nuestra dependencia de Él. Puede que sea un tiempo de temor cuando
nuestra necesidad está visiblemente expuesta.
Desafortunadamente, esta transparencia es aparente no solamente para el hombre o la mujer
de Dios. Frecuentemente ocurre ante la iglesia, y ante potestades y poderes. El espíritu de
criticismo, encuentra el lado vulnerable en aquellos quienes han empezado a pensar como él
piensa, como una buena oportunidad para destrozarlos.
Durante este tiempo, donde se está incubando la muerte, existen hombres que con poder
emergen con una visión profética clara y poderosa. Sin embargo, son apaleados y abandonados
por los que deberían estar orando por ellos para una resurrección. Aquí es donde el criticismo es
más mortal. Porque aquí es donde este demonio aborta el nacimiento de ministerios maduros,
aquellos a quienes por último destruirá.
Los que critican y los chismosos están ya plantados en la iglesia. ¡Quizás usted sea uno de
ellos! Cuando el Dios viviente tenga en sus manos a su pastor, cuando esté formando a un nuevo
líder de su comunidad, haciéndolo más profundamente dependiente, ¿critica usted su aparente
falta de unción? Aunque su pastor o líder nunca lo abandonó en su tiempo de necesidad, ¿lo
abandona ahora en su tiempo de necesidad y oraciones? ¿Lo abandona cuando su fe puede ser el
gran estímulo que él necesita para rendirse por completo a la cruz del Calvario?
Aquellos quienes simpatizan con el acusador de los hermanos cumplen con lo que el
versículo de Lucas 17:37 dice: «Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres». Los buitres
no se alimentan con lo que está vivo, solamente con lo muerto. Buscan por los que se están
muriendo; son atraídos por la muerte.
«De todo se quejan, todo lo critican[…] Estos son los que causan divisiones» (Véase Judas
16–19). Eventualmente, el espíritu de crítica parte dejando atrás a la iglesia en contienda y
división, un gran desánimo en el pastor, y un espíritu demoníaco cobrando su recompensa. Con
el tiempo, Dios empieza a podar a su nuevo pastor y una vez más, el espíritu de criticismo se
manifiesta estratégicamente para destruir a otra iglesia.
Hoy, Dios está buscando levantar a sus siervos aumentado su poder y autoridad. ¿Durante
este período de podar, habrán algunos quienes regarán su aridez con oración, o solamente los
buitres bajarán para devorar sus carnes moribundas?
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le dan a los demonios «leña» como material con el cual se han de erigir paredes entre los
miembros del cuerpo de Cristo, para traer desarmonía y contienda a la iglesia.
La corrección verdadera procede con reverencia, no con venganza. Realmente, ¿no son
siervos de Cristo a los que perseguimos? ¿No son ellos su posesión? ¿Es posible que las obras de
celos y de criticismo, sean las obras de Cristo? Preguntémonos: ¿por qué Dios nos escogió para
traer su reprensión? ¿Estamos caminando en el ejemplo de Cristo? Jesús, el gran León de Judá,
fue declarado merecedor y digno para traer juicio porque Él fue en su naturaleza un cordero
sacrificado por el pecado del hombre. Si no estamos dispuestos a morir por nuestro hermano,
tampoco tenemos el derecho de juzgarlo.
Con el mismo celo que el crítico busca desenterrar el pecado, así deben ser aquellos quienes
conquistan a este enemigo. Deben celosamente conocer el corazón de Dios y de su llamado para
cada iglesia.
En verdad, la Palabra de Dios para nosotros es que el criticismo carnal debe ser reemplazado
con oración. Las acusaciones deben ser cubiertas con un manto de amor. Donde hay error,
debemos ir con el propósito de restauración. Donde hay error doctrinal mantengamos un espíritu
gentil para corregir a los que se oponen. (Este artículo fue traducido y publicado con la
autorización de su autor. Francis Frangipane, miembro de la «Red de guerra espiritual».)
Capítulo 11
El espíritu de Jezabel
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice
profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los
ídolos. Y le di tiempo para que se arrepintiese de su fornicación.
Apocalipsis 2:20–21
43
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los
mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
1 Pedro 5:8–9
Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados
por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza.
2 Pedro 3:17
Tenemos que «saber de antemano», es decir, conocer a nuestro enemigo. La única forma de
saber es mediante el estudio y la enseñanza de la Palabra de Dios, la cual nos enseña que el
pueblo de Dios «perece por falta de conocimiento» (sabiduría).
Al conocer la verdad, la verdad te hace libre. Es por eso que estamos llamados a vestirnos
con la armadura de Dios, para que vestidos y establecidos podamos estar firmes en contra de las
artimañas del enemigo.
Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos apostatarán de la fe,
escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, que con hipocresía hablarán
mentira, teniendo cauterizada la conciencia.
1 Timoteo 4:1–2
1. Espíritus engañadores (espíritu de Jezabel) y 2. Doctrinas de demonios (espíritus
religiosos). Lo que caracteriza a estos dos espíritus es que «con hipocresía hablan mentira
teniendo cauterizada la conciencia». Sabemos que Satanás, el diablo, es el padre de la mentira.
Es decir toda mentira, toda falsedad todo engaño procede de la simiente de su padre el diablo.
Para conocer el espíritu de Jezabel debemos comprender el origen de esta personalidad en la
Biblia. La primera mención de este nombre la hallamos en la rebelde y manipuladora esposa del
rey Acab como vemos en:
Comenzó a reinar Acab hijo de Omrí sobre Israel el año treinta y ocho de Asá rey de
Judá. Y reinó Acab hijo de Omrí sobre Israel en Samaría veintidós años. Y Acab hijo de
Omrí hizo lo malo ante los ojos de jehová, más que todos los que reinaron antes de él.
Porque le fue ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer
a Jezabel, hija de Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró.
1 Reyes 16:29–31
A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos de
jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba.
1 Reyes 21:25
Fue a través de este espíritu manipulador de la reina Jezabel que vino la contaminación a
Israel. Jezabel era oriunda o nacida en Sidón, la capital de Fenicia. La cuna o el centro de origen
del culto a Baal fue Fenicia. En la ciudad de Tiro estaba el templo mayor del culto al dios del sol
Baal. Este era un culto a la fertilidad. Este dios tomaba distintos nombres en diversas localidades
y junto a él se veían otros dioses menores de los cuales los que más menciona la Biblia eran
Dagón y Astoret. El culto a Astoret incluía toda clase de prostitución y depravación sexual como
también el sacrificio humano. Jezabel pues fue criada bajo esta cultura idólatra. Llevaba
arraigado este espíritu de hipocresía, falsedad, engaño, lujuria, etc.
44
El espíritu de Jezabel es un espíritu muy independiente, intensamente ambicioso por la
preeminencia y control. El nombre Jezabel significa «sin cohabitar», es decir rehúsa habitar con
nadie. La Palabra nos dice «mirad cuan bueno y cuán delicioso es habitar (cohabitar) los
hermanos en unidad». El espíritu de Jezabel es independiente y no se somete ni desea traer
unidad sino división. Es un espíritu que quiere controlar y dominar las relaciones. Solamente se
somete o se hace siervo cuando le conviene para ganar alguna ventaja estratégica.
Este espíritu no es exclusivo en mujeres aunque predomina y es atraído al sique o
sicofemenil. Ello es debido a su habilidad de manipular sofisticadamente sin el uso de fuerza
alguna. Especialmente ataca a mujeres que están amargadas con los hombres porque han sido
desechadas, abandonadas o abusadas por éstos. Opera a través de aquellos que por su
inseguridad, celos, y vanidad desean controlar a otros. Es evidente en aquellas mujeres que
públicamente humillan a sus esposos y los tratan de controlar o manipular por estos medios.
Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elias había hecho, y de cómo había matado a
espada a todos los profetas. Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me
hagan los dioses, y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona
como la de uno de ellos.
1 Reyes 19:1–2
Pasadas estas cosas, aconteció que Nabot de Jizreel tenía allí una viña junto al palacio
de Acab rey de Samaría. Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para un huerto de
legumbres, porque está cercana a mi casa, y yo te dará por ella otra viña mejor que ésta; o
si te parece mejor, te pagaré su valor en dinero. Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme
Jehová de que yo te dé a ti la heredad de mis padres. Y vino Acab a su casa triste y enojado,
por la palabra que Nabot de Jizreel la había respondido, diciendo: No te daré la heredad de
mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió.
Vino a él su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu espíritu, y no comes?
Él respondió: Porque hablé con Nabot de Jizreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o
que si más quería, le daría otra viña por ella; y él respondió: Yo no te daré mi viña. Y su
mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? Levántate, y come y alégrate; yo te
daré la viña de Nabot de Jizreel. Entonces ella escribió cartas en nombre de Acab, y las selló
con su anillo, y las envió a los ancianos y a los principales que moraban en la ciudad con
Nabot. Y las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno, y poned a Nabot delante del
pueblo; y poned a dos hombres perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú
has maldecido a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y apedreadlo para que muera.
Y los de su ciudad, los ancianos y los principales que moraban en su ciudad, hicieron
como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en las cartas que ella les había enviado. Y
promulgaron ayuno, y pusieron a Nabot delante del pueblo. Vinieron entonces dos hombres
perversos, y se sentaron delante de él; y aquellos hombres perversos atestiguaron contra
Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado contra Dios y contra el rey. Y lo
llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y murió. Después enviaron a decir a Jezabel:
Nabot ha sido apedreado y ha muerto.
Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Acab: Levántate y
toma la viña de Nabot de Jizreel, que no te la quiso dar por dinero; porque Nabot no vive,
45
sino que ha muerto. Y oyendo Acab que Nabot había muerto, se levantó para descender a la
viña de Nabot de Jizreel, para tomar posesión de ella.
Entonces vino palabra de Jehová a Elias tisbita, diciendo: Levántate, desciende a
encontrarte con Acab rey de Israel, que está en Samaría; he aquí él está en la viña de Nabot,
a la cual ha descendido para tomar posesión de ella. Y le hablarás diciendo: Así ha dicho
Jehová: ¿No mataste, y también has despojado? Y volverás a hablarle, diciendo: Así ha
dicho Jehová: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros
lamerán también tu sangre, tu propia sangre. Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo
mío? Él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo delante de
Jehová. He aquí yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad y destruiré hasta el último
varón de la casa de Acab, tanto el siervo como el libre en Israel. Y pondré tu casa como la
casa de Jeroboam hijo de Nebat, y como la casa de Basá hijo de Ahías, por la rebelión con
que me provocaste a ira, y con que has hecho pecar a Israel. De Jezabel también ha hablado
Jehová, diciendo: Los perros comerán a Jezabel en el muro de Jizreel. El que de Acab muera
en la ciudad, los perros lo comerán, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del
cielo. (A la verdad ninguno fue como Acab, que se vendió para hacer lo malo ante los ojos
de Jehová; porque Jezabel su mujer lo incitaba. Él fue en gran manera abominable,
caminando en pos de los ídolos, conforme a todo lo que hicieron los amorreos, a los cuales
lanzó Jehová de delante de los hijos de Israel.) Y sucedió que cuando Acab oyó estas
palabras, rasgó sus vestidos y puso cilicio sobre su carne, ayunó, y durmió en cilicio, y
anduvo humillado.
Entonces vino palabra de Jehová a Elías tisbita, diciendo: ¿No has visto cómo Acab se
ha humillado delante de mí? Pues por cuanto se ha humillado delante de mí, no traeré el mal
en sus días; en los días de su hijo traeré el mal sobre su casa.
1 Reyes 21:1–29
La Escritura nos dice que Acab fue manipulado y controlado por falsos espíritus proféticos.
Le hablaban espíritus de mentira y le inducían a dirigir su reino mediante palabras engañadoras
que siempre hablaban de éxito y cosas buenas. Acab rehusaba escuchar la voz profética de Dios
por parte de Elías y Miqueas cuando eran mensajes de corrección y disciplina.
El espíritu de Jezabel manipula a esposos(as), hijos(as), nuevos creyentes, etc. Opera por
inseguridad, celos o vanidad como función matriarcal. Debemos tener cuidado cuando una
mujer, aunque funcione proféticamente, insiste en reconocimiento e ignora o manipula el
liderazgo masculino de la iglesia y se autodenomina como profetisa. Porque el espíritu de
Jezabel odia la humildad y rehúsa someterse a otros ministerios. Francis Frangipane en su libro
Los tres campos de lucha espiritual (pp. 103) dice: «Un verdadero ministerio quiere y desea
someterse en responsabilidad bajo otros ministerios».
Jezabel odia al profeta, porque habla contra ella. Los profetas son sus peores enemigos.
Cuando ella batalla, es para poner a la gente en contra del mensaje profético. Odia la Palabra de
Dios que se habla. Su enemigo verdadero es la Palabra pronunciada de Dios.
Oremos:
«Padre, nos sujetamos ante ti y ante tus normas de justicia. Pedimos por un corazón puro,
manso y santo. Perdónanos por tolerar el espíritu de Jezabel en nuestra mente y nuestras
acciones.
46
«Padre, porque nos sometemos a ti, tenemos tu autoridad para resistir al diablo.
Reprendemos, en el nombre de Jesús, los principados de Jezabel. Derrumbamos las fortalezas
de sus planes sobre nuestras comunidades y nuestro estado. Venimos en contra de las
fortalezas que este demonio ha levantado en el ámbito espiritual en esta área, y desatamos el
Espíritu Santo para saquear la casa de Jezabel y distribuir sus bienes.
«También hablamos fidelidad al corazón de los esposos y esposas. Desatamos pureza de
corazón y gracia para cada miembro del cuerpo de Cristo, tanto a los solteros como a los
casados. Cubrimos a tu pueblo con la sangre de Jesús. Soltamos el gozo de un espíritu
humilde y sumiso y derrumbamos los pensamientos de ambición y soberbia. En el nombre de
Jesús. ¡Amén!»
¡Es tiempo para que los profetas se unan en contra de este espíritu! ¡Bajo la unción, como
tuvo Elias, en el poder del Espíritu Santo, levantémonos en la indignación de Jesús y derribemos
a Jezabel! ¡Aún en este momento, nos lavamos en la preciosa sangre y siendo limpios de
cualquier mancha de pecado, amarramos y saqueamos las fortalezas de Jezabel!
Digamos:
«¡Espíritu de Jezabel, en la autoridad de Jesucristo, que nos ha dado, soltamos a los
prisioneros! ¡Ponemos en libertad a tus esclavos! ¡Derribamos las fortalezas aliadas con
Jezabel! ¡Echamos abajo tus diabólicas maquinaciones!
«¡En el poder del nombre de Jesús, te soltamos de sus garras sicológicas sobre el alma. En la
autoridad del Cristo Viviente, proclamamos GUERRA SANTA contra el espíritu de
Jezabel!» (Los tres campos de lucha espiritual, Francis Frangipane, p. 103).
En Young, Uruguay los pastores se hallaban confundidos por una mujer cristiana que iba de
iglesia en iglesia hasta que descubría que no podía manipular al pastor. Llegaba con actitud de
sumisión y comenzaba a colaborar en la obra, más poco a poco empezaba a profetizar en las
iglesias. Se hacía llamar «profetisa» e insistía en ser reconocida ante todos. Luego comenzaba a
visitar a los miembros de la congregación en sus hogares y profetizaba sobre ellos. De forma
consecutiva sembraba semillas de división y descontento, iniciando naturalmente, el control y el
dominio de los más débiles.
Los pastores locales ya no sabían qué hacer. Durante los talleres de «Guerra espiritual»
descubrieron que estaban tratando con un espíritu de Jezabel. Los pastores unidos oraron para
romper esa fortaleza sobre esta mujer. Al otro día en las cruzadas de evangelismo y tras la ungida
oración de fe se tomó autoridad sobre este espíritu y esta mujer recibió liberación.
47
debido a la desobediencia): Hechos 5:16; 8:7;
48
Espíritu de mentira: 1 Samuel 28:7, 9
Levítico 20:27
Espíritu fantasma:
Isaías 29:4
Zacarías 12:10;
Isaías 57:15
Gálatas 6:1
Juan 15:26;
49
Juan 16:13;
1 Juan 4:6
Isaías 11:2
SECCIÓN IV
A NIVEL POLÍTICO
LAS NACIONES (ETHNOS)
Capítulo 12
La cartografía espiritual
Oíd palabra de Jehová, hijos de Israel, porque Jehová tiene pleito con los moradores de
la tierra; porque no hay verdad, ni misericordia, ni conocimiento de Dios en la tierra.
Perjuran, mienten, matan, hurtan, adulteran y oprimen, y se suceden homicidios tras
50
homicidios. Por lo cual se enlutará la tierra, y se extenuará todo morador de ella, con las
bestias del campo y las aves del cielo; y aun los peces del mar morirán.
Oseas 4:1–3
Durante los últimos años se ha comenzado a estudiar el tema de la cartografía espiritual. Este
controversial tema se basa en desarrollar mapas espirituales de vecindarios, ciudades, regiones,
naciones y continentes.
La Biblia habla claramente sobre dichos lugares. Aquí Satanás tiene sus tronos, dominios,
principados y potestades para ejercitar supremacía sobre la humanidad y sobre la iglesia de
Cristo. La cartografía espiritual nos permite ver al mundo no como es visto por los ojos naturales
sino como es verdaderamente.
México, Centro América y Sudamérica son cunas de las tres culturas (ethnos) indígenas más
grandiosas, la azteca, la maya y la inca. Los estudios arqueológicos y científicos parecen indicar
que existía una relación muy cercana entre Mesopotamia, el centro de la cultura babilónica, y
Mesoamérica, ya que los símbolos crípticos de la cultura maya y babilónica son muy similares,
tales como la forma de los dibujos de los ojos, la preeminencia dada a la raíz de la culebra, el
dragón volador, etc.
… porque de la raíz de la culebra saldrá víbora; y su fruto, dragón volador.
Isaías 14:29b
En la mayoría de Mesoamérica, formada ahora por México, Guatemala y los Andes Centrales
(Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), las culturas eran de religiones politeístas. Lo que sabemos
de estas religiones ha sido basado a los descubrimientos arqueológicos observados y en los
documentos nativos preservados por los indígenas contemporáneos, los recuentos de los códigos
maya y azteca y de los documentos históricos preservados por los conquistadores españoles,
entre ellos los escritos de Cristóbal Colón, Diego Durán, Bartolomé de Las Casas, Motolinia,
Diego de Godoy y muchos más.
Para poder determinar el origen y la naturaleza de las cosas nos es necesario examinar las
culturas, sus tradiciones y simbolismos. J.C. Cooper en su Enciclopedia ilustrada de símbolos
tradicionales (Thames and Hudson, London 1978) dice: «El simbolismo es un instrumento de
conocimiento y el más antiguo y fundamental método de expresión, el cual revela los aspectos
reales que escapan a otros medios de expresión.
«Es la expresión externa o inferior de una verdad superior. Es un vehículo de comunicación
de las cosas que de otra manera pueden ser ensombrecidas por las limitaciones del lenguaje o de
adecuada expresión. Por lo cual el simbolismo no es simplemente un objeto, ni puede ser
comprendido excepto en el contexto de su cultura religiosa o metafísica la cual le dio su origen.
«El simbolismo tradicional asume la prioridad de lo celestial y que lo terrenal es solamente
una imagen de ello. Es decir, lo natural revela el significado de lo espiritual».
El apóstol San Pablo nos revela que las cosas invisibles se hacen claramente evidentes o
visibles y se nos permite entenderlas por medio de las cosas hechas. Es decir para poder
determinar la naturaleza de lo que ocurre en el ámbito espiritual tenemos que analizar lo que ha
sucedido o está sucediendo en el ámbito natural.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y divinidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de
modo que no tienen excusa.
51
Romanos 1:20
Aunque como cristianos estamos llamados a reconocer el ámbito espiritual como el
verdadero núcleo de la realidad, la verdad dolorosa es de que la iglesia contemporánea es un nido
de creyentes incrédulos. Los cristianos en su mayoría no se distinguen de los incrédulos, pues
han descartado la dimensión espiritual en sus vidas cotidianas.
Si de verdad queremos tener éxito en el oficio de la Gran Comisión es vitalmente importante
que los líderes de la iglesia reconozcan que la ortodoxia es necesaria para presevar la verdad;
pero el discernimiento y poder espiritual son necesarios para derribar las fortalezas del maligno.
George Otis, hijo, declara:
No hay evidencia de que los poderes satánicos tengan predilección alguna por áreas
geográficas o grupos étnicos. La actividad demoníaca se pronuncia en ciertas regiones y entre
ciertos pueblos (ethnos) hoy día debido a que ciertos «varaderos» han sido establecidos por
previas generaciones. Alguna vez, de una manera u otra, seres humanos recibieron y dieron
bienvenida a espíritus malignos para convivir con ellos. En la mayoría de estas fortalezas
espirituales, el alcance y la intensidad del control demoníaco parece existir en una proporción
directa a la bienvenida que se le ha dado originalmente y de acuerdo a la alianza espiritual que se
ha retenido a través de varios festivales, ritos, y peregrinaciones de sus habitantes. Los espíritus
malignos generalmente se atrincheran en una área como Haití … hasta que la invitación sea
revocada, algo que generalmente no ocurre. El último de los gigantes, George Otis, hijo. [Ing.]
pp. 89 y 92).
Con la conquista por los españoles, los franceses y los portugueses, el catolicismo fue
propagado en las nuevas tierras. El mismo fue forzado tanto en los pueblos conquistados como
también en los esclavos traídos del África. Mas en vez de renunciar a sus dioses, ídolos y
espíritus demoníacos, los pueblos conquistados y esclavizados mezclaron sus ritos y adoración
bajo el disfraz de los «santos» católicos.
La cartografía espiritual trata de identificar las fortalezas satánicas: los espíritus territoriales y
la jerarquía de autoridad sobre ciudades, regiones, naciones, y grupos étnicos que en ellos operan
y ejercen control.
Vistas estratégicamente, parece que existen dos categorías de fortalezas espirituales. La
primera de ellas podemos llamarla cautiverios. Estas son áreas en donde seres humanos se
asocian con espíritus demoníacos para poblar densamente áreas con poblaciones de demonios
que dominan las sociedades que las rodean. Las otras pueden llamarse fronteras, que
esencialmente son centros de operación demoníaca que no son totalmente controladas por
Satanás. (George Otis, hijo, The Last of the Giants, p. 94).
Entre estas fortalezas fronterizas, Otis, Jr., incluye a Medellín, Colombia; Río de Janeiro,
Brasil; Lago Titicaca y sus alrededores, Perú; Bahía, Brasil; La Habana, Cuba; y las áreas
Mayas-Tolteca, Centro América.
Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como
boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y gran autoridad […] Y abrió su boca
en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que
moran en el cielo. Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le
dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. Y la adorarán todos los moradores
de la tierra cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la
vida del Cordero que fue inmolado. Si alguno tiene oído, oiga.
Apocalipsis 13:2, 6–9
52
Huaca (Sitio sagrado)
Los nativos indígenas de Sudamérica tenían un nombre especial para estos lugares que
estaban saturados de poderes espirituales en donde habitaban los espíritus. Estos consistían desde
un simple amuleto, un templo, una cúspide montañosa o un lugar alto. Los montes eran
consagrados como santuarios o huacas y mientras más alto el sitio, más grande la intensidad
espiritual de la huaca. Los incas consideraban al Cuzco como una gran huaca. Hoy día todavía
existen las huacas y se les asocia con todo lo que representa un aposento espiritual.
Los Muiscas (Chibchas) que habitaban en la sabana de Santa Fe de Bogotá y los alrededores
entre los ríos Suárez y Chicamocha veneraban al sol (zuhe o suba) y la luna (chia). Habían
establecido tres estados de reinados por el Zipa el Zaque y el Iraca. Todos estos, particularmente
el Zaque, establecieron la laguna de Guatavita como el sitio más frecuentado y famoso de
adoración. Walter Krickeberg en su libro Mitos y leyendas de los aztecas, incas, mayas y muiscas
(p. 160), dice de esta huaca:
Esta laguna tiene mil razones de las que los indios buscaban y el demonio pedía para hacer
en ella sus ofrecimientos, porque está en la cumbre de los muy altos cerros a la parte del norte.
La leyenda dice que en el lago (laguna) de Guatavita vive un demonio-culebra y que las
diosas salen del lago y desaparecen más tarde en él, convertidas en culebras. En el fondo del lago
vivía un dragón y para satisfacer la ira del dragón, los caciques se vestían de oro puro y se
bañaban en la laguna. Esto fue llegado a ser conocido como la leyenda de El Dorado.
En el Manual de las religiones del mundo, Wm. B. Eerdmans (Lion Publishing, 1982),
George Bankers escribe de la historia de los aztecas, mayas e incas. Sobre América antes de
Colón dice: «La religión maya se desarrolló entre los años 300 y 900 a.C. y fue un elaborado
acuerdo entre los mayas y sus dioses. En esta religión los sacrificios humanos formaban una
parte muy importante de sus rituales. Los seres humanos eran sacrificados cuando la víctima aún
con vida era despojada de su corazón, mientras que otros le sujetaban las manos y pies .
Quetzalcóatl (serpiente voladora), conocida como la serpiente emplumada, era una combinación
de una serpiente y un quetzal que representaban al dios celestial de los espíritus, la lluvia, el
viento, los truenos y relámpagos y el sol. El mismo se convertía en la madre tierra, una mujer
serpiente, llamada Coatlicue, quien vestía una falda labrada con serpientes cuando venía un ciclo
lunar».
El pastor Harold Caballeros de la iglesia «El Sahaddai» en la ciudad de Guatemala, relataba
en una reciente consulta que «El gran valle de la serpiente» situado en el valle de Guatemala era
representado por un templo de sacrificios en forma de serpiente de aproximadamente 35
kilómetros de largo por 3 de ancho. Este templo era el centro de sacrificios humanos y hoy en día
se caracteriza por los numerosos templos de sectas religiosas como los mormones, testigos de
Jehová, rosacrucistas, etc.
Es interesante notar que desde que la moneda nacional, el quetzal, fue cambiado y contiene
en su fachada numerosos símbolos crípticos y serpientes, el dinero se ha devaluado. Toda
centroamérica se ha entregado al culto de la serpiente la cual es el símbolo de violencia, muerte y
destrucción. Su cambio de piel periódicamente significa, renovación y resurrección, esto se
refiere comúnmente como «nacer de nuevo».
Los toltecas eran una coalición de naciones en el centro de México y establecieron su capital
en Tula, aproximadamente 60 kilómetros al norte de México, D.F. Su dios principal era también
Quetzalcóatl y ellos también hacían sacrificios humanos de la misma manera. Sus descendientes
los aztecas continuaron esta manera de adoración a la serpiente y los sacrificios humanos (véase
fig. 1).
53
Es evidente que los aztecas y varias otras naciones indígenas ofrecían sacrificios de fuego
(fig. 2) y la cultura y sus prácticas eran muy similares a las del pueblo de Israel durante el
reinado de Manasés.
Pero hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a las abominaciones de las naciones
que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel. Porque él reedificó los lugares
altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a los baales, e hizo imágenes
de Aserá, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les rindió culto. Edificó también altares
en la casa de Jehová, de la cual había dicho Jehová: En Jerusalén estará mi nombre
perpetuamente. Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de
la casa de Jehová. Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y practicaba los
presagios y los agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores;
se excedió a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira. Además de esto
puso una imagen fundida que hizo, en la casa de Dios, de la cual había dicho Dios a David y
a Salomón su hijo: En esta casa y en Jerusalén, la cual yo elegí sobre todas las tribus de
Israel, pondré mi nombre para siempre; y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que
yo entregué a vuestros padres, a condición de que guarden y hagan todas las cosas que yo
les he mandado, toda la ley, los estatutos y los preceptos, por medio de Moisés. Manasés,
pues, hizo extraviarse a Judády a los moradores de Jerusalén, para hace r más mal que las
naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel.
2 Crónicas 33:2–9
Las Escrituras nos dicen que Dios habló a Manasés y a su pueblo. Ellos no escucharon, por lo
cual Jehová trajo contra él a los ejércitos asirios, los cuales lo aprisionaron y se lo llevaron
cautivo a Babilonia. Todo esto es muy similar a lo que sucedió al emperador Moctezuma en las
manos de los ejércitos comandados por Hernán Cortés.
El pueblo de Judá también hizo lo malo ante Dios y pasaron por el fuego a sus hijos y a sus
hijas por lo cual el valle de Tofet (Hebreo: Lugar de fuego) fue juzgado por el Señor y se vino a
llamar el Valle de la Matanza.
Y edificaron lugares altos a Baal, para quemar con fuego a sus hijos en holocaustos al
mismo Baal; cosa que no les mandé, ni hablé, ni me vino al pensamiento. Por tanto, he aquí
vienen días, dice Jehová, en que este lugar no se llamará más Tófet, ni valle del hijo de
Hinom, sino Valle de la Matanza. Y anularé los planes de Judá y de Jerusalén en este lugar,
y les haré caer a espada delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus
vidas; y daré sus cuerpos para comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
Jeremías 19:5–7
Los aztecas creían que lo más importante en la creación de los dioses era el sol. «Para
mantener la rotación del sol diariamente, era necesario derramar sangre humana todos los días.
Por esta razón consideraban el sacrificio humano como una obligación sagrada al sol. Sin esto la
vida cesaría de existir. Por lo tanto el sacrificio diario de seres humanos tenía que ser provisto.
Se estima que más de 20 000 personas eran violentamente sacrificadas anualmente» (Manual de
religiones del mundo, Wm B. Eerdmans, p. 54).
«Los incas consideraban a la serpiente como el aspecto benevolente de Quetzalcoatl»
(Enciclopedia ilustrada de símbolos, J.C. Cooper, p. 150). Los incas establecieron el centro de su
dominio en el Cuzco cerca del año 1200 a.C. El imperio inca estaba compuesto de diversas tribus
que adoraban numerosas cosas. El dios creador era Viracocha y casi todos los ritos religiosos
54
eran acompañados por sacrificios. Estos eran generalmente de cerveza de maíz, comida, llamas y
jovencitas vírgenes o niños.
Hoy día en Ecuador, Perú y Bolivia el remanente de la civilización inca todavía permanece
en la descendencia de los quechuas. Aunque los mismos difieren en su idioma mantienen la
similitud en su forma de vivir y en su religión.
Hoy día los sacrificios humanos aparentemente han cesado. Sin embargo todavía se hacen
sacrificios de bebidas, comidas y derramamiento de sangre de animales a los espíritus de la
región (dominios, principados, potestades y poderes). Los espíritus tienen una jerarquía de la
cual Pachacamac (Pachamama) es el dios que se sienta en el trono o cátedra y reina sobre los
Apus y los Aukis. «Estos ejercitan su poder para el desarrollo de los cultivos, haciendo a las
bestias fértiles y controlando las comunidades. A ellos se les elevan oraciones, sacrificios de
holocausto y algunas veces sacrificios de sangre en sus ceremonias de fertilidad. Con frecuencia
los enfermos recurren a los brujos o médiums, llamados paqo para averiguar la causa de sus
enfermedades. Los paqos obran mediante la adivinación, leyendo las hojas de la coca y se
comunican con otros espíritus directamente» (Manual de las religiones del mundo, Wm B.
Eerdman p. 168).
Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y practicaba los presagios y los
agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en
hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira.
2 Crónicas 33:6
Todo esto es de mucha significación ya que la Biblia dice en Isaías 14:29b: «Porque de la
raíz de la culebra saldrá víbora; y su fruto dragón volador». El Espíritu Santo nos revela el
secreto de este dragón o serpiente.
Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás,
el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con
él.
Apocalipsis 12:9
Es este el dragón, la «serpiente antigua» el cual engaña al mundo entero. Este fue arrojado a
la tierra junto con sus ángeles y tomaron posesión de ella, como es evidente, por la idolatría y
adoración de las falsas religiones de la serpiente y dragón.
«La serpiente o dragón, es Satanás, el tentador, el enemigo de Dios y el agente de la caída.
Representa los poderes del mal, destrucción, la muerte, el engaño y la astucia. El es también el
poder del mal que el hombre necesita sobrevencer. El pintor Dante representa a la serpiente con
la condenación[…] la serpiente a los pies de la cruz representa el triunfo de Cristo sobre el mal y
los poderes de las tinieblas … Como el tianat de Babilonia, el Satanás del cristianismo es el gran
Dragón» (Enciclopedia ilustrada de símbolos tradicionales, J.C. Cooper, p. 149).
Chinofilo es una serpiente de muchas cabezas venerada por los indios mapuches en el sur de
la nación de Chile. Esta criatura existe y tiene grandes poderes para producir enfermedades (The
Highest Altar, Patrick Teaney).
Al comprender la raíz de las culturas indígenas podemos darnos cuenta de los espíritus
territoriales y los tronos de Satanás sobre naciones enteras. Los espíritus que reinan sobre
ciudades, regiones, naciones o aun continentes son parte de la jerarquía establecida por Satanás
para reinar sobre las naciones. En Mesoamérica el espíritu de destrucción, llamado Apolión o
Abadón ha sido desenlazado para matar, hurtar y destruir. Es un espíritu de violencia que reina
55
sobre México, Centro América y las naciones andinas (Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia). Ya
existía como hemos visto, antes de la conquista por manos de los españoles.
Bernardino de Sahagún, contemporáneo de Las Casas y Duran, en el prólogo del volumen I
de la Historia general de las cosas de Nueva España escribe: «En cuanto a la religión y la
adoración de sus dioses, yo creo que nunca han existido [sic] en el mundo idólatras con más
grandes tendencias de dar reverencia a los dioses que los indios de Nueva España, a través del
precio de tantos sacrificios humanos».
Sahagún nació en España en 1499 y llegó a México en el 1529, donde vivió hasta su muerte
en 1590. Aprendió el idioma Nahuatl y dedicó su tiempo a estudiar los efectos de la conquista y
la interpretación de su religión. Dice en su libro lo siguiente: «Los dioses aztecas y romanos son
los mismos con diferentes nombres, la diosa Chicomecoatl es la ―Ceres‖; la diosa de las aguas
Chalchiutlicue, es similar a ―Juno‖; la diosa de las cosas carnales llamada Tlazolteotl, es la
misma ―Venus‖». En su volumen XI (4, 3) relatando sobre las enseñanzas de la religión nativa
indicaba que: «La serpiente aprieta al que le ha robado y lo mata».
El apóstol Pablo dice en Gálatas 6:7: «No os dejéis engañar; de Dios nadie se mofa (burla);
pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará». Dios estableció un orden de
reproducción, la ley de génesis o principios establece que toda semilla se reproduce de acuerdo a
su especie o género. La violencia de los conquistadores fue el resultado de lo que los nativos
habían sembrado, la violencia se reprodujo en violencia.
Los conquistadores no solamente trajeron la violencia y la destrucción sino que contaminaron
a Latinoamérica con un espíritu de avaricia conocido como Mamón que en el Arameo significa
codicia de riquezas. Este es parte de la naturaleza del ladrón que viene a hurtar. Un espíritu de
codicia que junto con la violencia han tomado cátedra en varias naciones de Latinoamérica,
como lo son México, Colombia, Perú y otras más. Este espíritu territorial también controla varios
centros de comercio internacional como Nueva York, Hong Kong, Manila, Bogotá, Medellín,
Buenos Aires, México, etc.
La devoción a estos espíritus que reinan sobre ciudades y naciones (ethnos) puede llevar
diferentes nombres. Por ejemplo: «El culto a la idolatría, a la diosa madre de Babilonia
Semiramis y a su hijo Tammuz, se propagó en Babel. Entre los chinos se llamaba ―Shingmoo‖,
los germanos veneraban a ―Hertha‖, los escandinavos a ―Disa‖, en India se venera a ―Indrani‖,
los griegos la llaman ―Ceres‖, los sumerios como ―Venus‖, los efesios como ―Diana‖, los
egipcios ―Isis‖, los chibchas, ―Bachué‖ (la de senos grandes), los muiscas ―Huitaca‖, y los
aztecas ―Xochiquétzal‖. Entre los pueblos conquistadores de los israelitas como leemos en
Jeremías 44:17–19, se le conocía como «Reina del cielo» y en Jueces 2:13 vemos que. el pueblo
de Israel apostató y adoró a Baal y a Astarot» (Babilonia, misterio religioso, Woodrow, p. 15).
Los espíritus territoriales pueden tomar diferentes nombres en diversos sitios. En Resistencia,
Argentina durante el desarrollo del «Plan Resistencia», la hermana Cindy Jacobs identificó los
espíritus locales conocidos por nombres como:
Pombero: espíritu de división
Curupí: espíritu de inmundicia
Pitonisa: espíritu de brujería, la serpiente
Reina del cielo: espíritu de error e idolatría
San La Muerte: espíritu de muerte
«En Buenos Aires, Cindy Jacobs nos compartió que al caminar por la Plaza de Mayo, había
podido discernir a las tres potestades más fuertes en la Argentina como: Muerte (incluyendo el
56
asesinato), Avaricia (Mamón) y el principal de todos, un espíritu religioso (reina del cielo), que
incorpora a la brujería y el sincretismo de la religión local. Estos tres obran en concierto» (No
batallamos contra carne y sangre, June Rumph, p. 14).
Comenzar a identificar los espíritus territoriales sobre sus ciudades y naciones es el paso
inicial para poder combatir las artimañas del enemigo. Más adelante en el capítulo sobre el
espíritu de destrucción, veremos claramente el caso de Colombia y particularmente de las dos
ciudades más grandes de Colombia, Santa Fe de Bogotá y Medellín.
La cartografía espiritual nos ayuda a identificar los pecados de nuestros antepasados y
nuestros contemporáneos. Nos permite ver el resultado de sus abominaciones ante Dios.
Además, las consecuencias de la desobediencia, las que visitan la iniquidad de los padres sobre
los hijos y los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generaciones.
Identificando y reconociendo el pasado podemos romper maldiciones de generaciones
previas. Podemos atar al hombre fuerte y clamar con lamento como Jeremías que nos mueve a
gritar: «Violencia y destrucción porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio
todo el día» (Jeremías 20:8).
Y si digo: No haré más mención de él, ni hablaré más en su nombre; entonces hay en mi
corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos; me fatigo en tratar de contenerlo,
pero no puedo.
Jeremías 20:9
Más Jehová está conmigo como poderoso guerrero; por tanto, los que me persiguen
tropezarán, y no prevalecerán; serán avergonzados en gran manera, porque no
prosperarán; tendrán perpetua confusión que jamás será olvidada. Oh Jehová de los
ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los ríñones y el corazón, vea yo tu venganza de
ellos; porque a ti he encomendado mi causa. Cantad a Jehová, alabad a Jehová; porque ha
librado el alma del pobre de mano de los malhechores.
Jeremías 20:11–13
La palabra de Dios revela claramente que los habitantes de una nación, ciudad, o continente
están atados espiritualmente a la tierra en que habitan. Es decir, «La naturaleza responde a la
condición espiritual de aquellos que ocupan la nación» («Precepts. Yandian». March/April
1992). La maldición de la rebeldía y desobediencia de Adán y Eva contaminó la tierra: el parto
de la mujer, la naturaleza comenzó a producir espinos y cardos y las bestias se desenfrenaron
unas contra otras.
Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos
los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el talón. A la mujer dijo: Multiplicaré en
gran manera tus dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será
para tu marido, y él se enseñoreará de ti. Al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de
tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la
tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te
producirá, y comerás plantas del campo.
Génesis 3:14–18
57
Si aplicamos los principios que aprendemos de Israel podemos ver que los problemas de
enfermedad, pobreza, corrupción, moralidad, violencia, crimen y otros más son simplemente la
reflexión de las cosas en el ámbito espiritual.
Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el
conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo
me olvidaré de tus hijos. Conforme a su multitud, pecaron contra mí; también yo cambiaré
su honra en afrenta.
Oseas 4:6–7
Fig. 1:
Sacrificios de sangre:
extrayendo el corazón del ser viviente
Fig. 2:
Sacrificios de fuego
58
Capítulo 13
Se postró Bel, se abatió Nebó; sus imágenes fueron puestas sobre bestias, sobre animales
de carga; esas cosas que vosotros solíais llevar, son cargadas como fardos sobre las bestias
cansadas.
Isaías 46:1
Los poderes satánicos toman potestad y se entronizan sobre naciones, regiones, provincias,
ciudades y hasta vecindarios. Una de las maneras de hacerlo es cuando los habitantes locales les
abren las puertas dándoles la bienvenida por medio de festivales, peregrinaciones, ferias,
carnavales y ritos. Desde el momento en que el hombre le da oficio a un lugar, desde ese
instante, el sitio controla al hombre en esa función.
George Otis, Jr. escribe en su libro El último de los gigantes [The last of the giants], página
89: «En la mayoría de estas fortalezas, el alcance y la intensidad de control demoníaco parece
existir en proporción directa con la bienvenida explícita que se le dio originalmente y el cuidado
de preservar esta alianza a través de festivales, ritos y peregrinaciones».
Todas esta actividades pueden tener diferentes trasfondos, ya sean funciones religiosas,
tradicionales, folklóricas, sociales y en algunos casos políticas. Satanás es el padre de la mentira
y su arma más grande es el engaño. Bajo estos pretextos retiene el control de espíritus
territoriales sobre áreas, en las cuales se le preserva su bienvenida. Los medios principales de
asegurar y mantener la buena voluntad de estos gobernadores de maldad en lugares celestiales
son el sacrificio, principalmente cuando hay derramamiento de sangre, la oración, la renovación
de votos y luego la celebración o festividades.
59
Festivales religiosos
Le despertaron a celos con los dioses ajenos; lo provocaron a ira con abominaciones.
Sacrificaron a los demonios, y no a Dios; a dioses a los que no habían conocido, a nuevos
dioses venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres.
Deuteronomio 32:16–17
Mientras que los sacerdotes vestidos en sus hábitos blancos recantan ante el altar en la
catedral de la Ciudad de México y muchos de los fieles responden a la letanía romana, en el
suburbio de Villa Madero, danzantes aztecas en su vestimenta emplumada danzan al ritmo de los
tambores. Ambos grupos están pagando homenaje a su madona indígena, afuera de la Basílica de
Nuestra Señora de Guadalupe, la cual no por casualidad fue edificada exactamente en el sitio de
adoración a la diosa azteca Tonantzin.
La coexistencia de la adoración religiosa preserva la sincretización de la idolatría y creencias
que vinieron en el mestizaje de las culturas. Fue igual cuando la iglesia romana asimiló la
idolatría y adoración de los dioses romanos, los cuales en sí eran una mezcla de toda clase de
idolatría que tuvo su origen en Babilonia. Asimismo la iglesia asimiló la idolatría y adoración de
los indígenas. Cortés y sus seguidores observaron los sacrificios humanos de los aztecas y lo que
semejaba ritos satánicos similares a los de su cristiandad tales como el comer el pan con la
imagen de Huitzilopochtli, un dios nacido de una virgen y otros más.
Cuando los españoles derribaban los templos y edificaban iglesias, sustituyeron los objetos
de la idolatría de los nativos. Muchos indígenas tomaron su religión y la escondieron en sus
casas y escondieron sus ídolos en las colinas. Los frailes buscando ganar la aceptación de las
almas indígenas adaptaron el amor de los nativos a la música, la danza y el drama, como también
sus trajes festivos a las fiestas de la iglesia romana y los catequizaron en la lengua azteca.
Desde las fronteras de la baja California, México, hasta la tierra del fuego en Sudamérica, es
común encontrar ferias, fiestas y peregrinaciones anuales. En las cuales se les presta tributo a los
dioses nativos y luego concluyen las ceremonias en las iglesias romanas. Un buen ejemplo de
esto es el festival de octubre en Guadalajara, en el cual se le da honra a la virgen de Zapopán.
Los celebrantes desfilan con máscaras de los dioses y animales aztecas para fortalecerse.
Por toda Latinoamérica sólo los nombres cambian. En Cuba puede ser la virgen de la Caridad
del Cobre; en Colombia, la virgen de Chiquinquira; en la Argentina, la virgen de Luján y muchas
otras más.
Anualmente, en el norte de Chile, se celebran las «diabladas de la virgen de la Tirana». En
estas fiestas los fieles se visten con disfraces de matachines y máscaras de demonios que traen de
Bolivia. Durante el procesional los nativos danzan los ritmos nativos y entonan cánticos hasta
que la imagen de la virgen es puesta en su trono. Lo interesante de estas fiestas es la mezcla de
los diablos, las máscaras nativas, las danzas a los ritmos de los tambores indígenas y la adoración
a la virgen.
Uno de los festivales religiosos más grandes en México es el «día de los muertos». El 1º de
noviembre, los niños juegan comiendo dulces de calaveras, juguetes de esqueletos, ataúdes y
desfilan con máscaras de matachines. No por casualidad este día es conocido como el «día de las
brujas». El satanismo celebra después de la media noche numerosas ceremonias ofreciendo
sacrificios de animales y en cuanto le es posible, de bebés que han tenido sus feligreses. Los
indígenas tienen una noche de vigilia donde invocan a los espíritus de los seres muertos para que
tengan la oportunidad de trasladarse del laberinto espiritual al natural y para que participen de
frutas y panes que se ponen en las mesas para los espíritus que tengan hambre.
60
Carnavales tradicionales
Más bien digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a
Dios; y no quiero que vosotros tengáis comunión con los demonios. No podéis beber la copa
del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa
de los demonios.
1 Corintios 10:20–21
El diablo mestizo, perturbador, con alas de murciélago y tenedor gigante, arrastra su costal de
tentaciones por las calles coloniales de un pueblo caldense Riosucio[…] Riosucio es sede del
único carnaval colombiano que hace fiestas en honor al demonio desde hace 142 años[…]
Mujeres engalanadas hacen un cordón de honor al paso de la procesión pagana y arrojan a los
pies de Lucifer, rosas, serpentinas, y confeti[…] Su majestad, el diablo se abre paso[…] luego se
instala en su puesto sagrado recostado en las paredes de la iglesia católica, apostólica, y romana
de Riosucio (El Tiempo, jueves 5 de enero, 1989; Sección 1-B; Ángela Sánchez, redactora).
El desfile tarda una hora mientras la Banda Municipal no cesa de interpretar el himno al
carnaval y la marcha «Diablo, satán, demonio», comienza después que el primer ritual satánico
al despertar se detona la «culebra». (El País, sábado 7 de enero, 1989; Alvaro Gartner, redactor).
El carnaval es fruto de la mezcla entre las razas negra, blanca e indígena. Surgió como una
sincretización de las festividades católicas que ya tenían carácter mestizo y se les adiciona el
culto al jaguar y la serpiente.
El carnaval explota la entronización del diablo. Miles de personas ovacionan su posesión de
esta localidad y dan rienda suelta a la alegría, la cual incluye el baile, el aguardiente, la cerveza y
el ron.
Fiestas folklóricas
Inti-Raymi
¿Qué digo, pues? ¿Que el ídolo es algo, o que sea algo lo que se sacrifica a los ídolos?
Más bien digo que lo que los gentiles sacrifican, lo sacrifican a los demonios, y no a Dios; y
no quiero que vosotros tengáis comunión con los demonios.
1 Corintios 10:19–20
Tal vez, la celebración que más ha llamado la atención despertando la curiosidad a los
sociólogos, antropólogos y turistas nacionales e internacionales han sido las festividades y
ceremonias que se efectúan cada 24 de junio en la plaza principal del Cuzco, Perú.
Hace más de cuarenta años fue reestablecida esta festividad para evocar el pasado glorioso
del Tahuantinsuyu, la cual se escenifica en la gran plaza de Sacsayhuaman. En el pasado asistían
principalmente el inca y sus familias, todos los incas de sangre real o panacas, los capitanes y
curacas de todas las naciones que formaban el Tahuantinsuyu, las vírgenes del sol y demás
Akelas y miles de músicos y bailarines. Mientras que en la actualidad acuden más de cien mil
personas provenientes de las distintas regiones del Perú y del resto del mundo («Perú: la fiesta
del sol Intiraymi». Sección de turismo, páginas 6–9, revista Aeroperú).
María Mercedes Pérez de Beltrán redacta en la revista del jueves 11 de junio de 1987, del
periódico El Sol de Cali, Colombia, que: «Esta celebración se hacía en toda la extensión del
enorme imperio inca, desde el sur de Colombia hasta el norte de la Argentina[…] Después que el
inca invoca al dios del Sol ante el coriconcha, se pasa al sacrificio de una llama blanca o negra,
61
la cual sostienen cuatro indígenas mientras le abren el costado izquierdo estando aún viva y
luego con la mano, le sacan el corazón sin cortarlo con ningún instrumento, acto que consideran
de buen augurio. Después, todos los presentes comen una especie de pan de maíz mojado en la
sangre de la llama.
«Terminado el ritual, inician una celebración con danzas, bailes para darle honor a los
ukukos, machus y sasgas que representan el espíritu de la montaña y otros diablos. Todo esto lo
hacen con trajes muy coloridos y máscaras de animales feroces. Luego se integran los bailes
populares y el beber de la chicha y el alcohol, al precipitado ritmo de los huaynos».
«En esta misma fecha, cada 24 de junio, los indígenas Waunanas confirman sus costumbres y
enseñan a los jóvenes las tradiciones culturales de sus antepasados. Estos se reúnen en la
comunidad de Chachajo en el área sur del Choco, Colombia, donde hay una peregrinación estilo
―Meca‖. Con la danza de carichipary, los indígenas dan inicio a las festividades. Los nativos
escogen a varios representantes, los cuales con sus ojos vendados, degollan a un animal. Luego
de la ceremonia, los habitantes de la zona comienzan a beber un aguardiente y guarapo
fermentado y concluyen con bailes y borracheras».
Carnavales sociales
De todos los carnavales en el mundo, el carnaval de Río de Janeiro en Brasil es tal vez el más
conocido. Estos carnavales envuelven a toda la región y tienen la asistencia de miles de turistas
del extranjero. En los desfiles hay toda clase de carrozas incluyendo muchas en las cuales, el
ocultismo y brujerías de la Macumba son preeminentes. Este carnaval es una mezcla de brujería,
ocultismo, embriaguez, homosexualismo, carnalidad, promiscuidad sexual y toda clase de
bacanales, que son una simple imitación de los carnavales al dios Dionisio de Roma, el dios del
placer sensual.
Un viejo observador explicó la ocasión de esta manera: «El considerar que nada es malo[…]
era la más alta forma de devoción religiosa entre ellos[…] Los misterios de Dionisio, también
llamados Bacanalia, proveyeron el libertinaje y la licencia para las festividades. Los placeres del
beber y el comer eran añadidos a los ritos religiosos para atraer un gran número de fieles.
Cuando el vino había prendido sus sentimientos y en la noche la mezcla de todos los placeres
sexuales, sin importar la edad o el género, se había extinguido todo poder moral[…] algunos
documentos antiguos informan del sacrificio de animales, el beber sangre y comer animales y la
posibilidad de sacrificios humanos (Poderes de las tinieblas [Powers of darkness], C.E. Arnold,
pp. 43–45).
El vino, la chicha, la coca y otras drogas alucinógenas era usadas en ritos que abrían las
puertas al laberinto espiritual. Estas son sustituidas en los festivales, por la cerveza, el tequila, el
aguardiente, el ron y otras bebidas embriagadoras, así como también, el uso del peyote, la
marihuana, el bazuco y la cocaína.
Gloria Estefan, quien se popularizó con la música del conjunto musical «Miami Sound
Machine», comentó en una entrevista personal publicada en la revista de la empresa aérea United
Airlines, junio, 1992, que: «La conga es un ritmo afrocubano que proviene de la región africana
del valle del Congo. Las congas son los instrumentos que usan en las celebraciones y ritos de
santería en los cuales la gente es poseída por espíritus».
Haití, la nación más miserable de América, está altamente involucrada en el ocultismo y
brujería demoníaca del vudú. Esta ha exportado a la Florida y a Latinoamérica sus ceremonias y
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rituales de sacrificios, los cuales según sus adeptos, tienen contacto con los espíritus
sobrenaturales de sus dioses mediante las danzas al ritmo de sus tambores.
Isaías relata el juicio de Dios sobre la Babilonia antigua y moderna.
Será descubierta tu desnudez, y tu deshonra será vista; tomaré venganza, y no habrá
quien se me resista[…] Porque te confiaste en tu maldad, diciendo: Nadie me ve. Tu
sabiduría y tu misma ciencia te engañaron, y dijiste en tu corazón: Yo, y nadie más. Vendrá,
pues, sobre ti el mal, y no sabrás cómo conjurarlo; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual
no podrás remediar; y vendrá de repente sobre ti la ruina, antes de que te apercibas de ella.
Isaías 47:3, 10–11
En México y en muchas otras naciones de Latinoamérica, particularmente en las áreas
campesinas, la superstición abunda con frecuencia. Los objetos de veneración son puestos en
todos los hogares, negocios, o vehículos de transportación, presuponiendo que dichos objetos
responderán a las oraciones y les librarán de sus tribulaciones.
Es perfectamente claro que Pablo insta a los nuevos creyentes a huir de toda clase de
idolatría: «Por tanto amados míos, huid de la idolatría» (1 Corintios 10:14).
Capítulo 14
El espíritu de destrucción
Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en
griego, Apolión.
Apocalipsis 9:11
El ladrón viene a matar, hurtar y destruir. La palabra destruir en el término griego Apolión
significa destructor.
De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino
que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, es pastor
de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y llama a sus propias ovejas
por su nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y
las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no le seguirán, sino que huirán
de él, porque no conocen la voz de los extraños. Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no
comprendieron de qué les estaba hablando.
Juan 10:1–6
El apóstol Pablo indica que debido a que el pueblo de Israel codició las cosas malas y pecó
ante Dios fue víctima de sus pecados por manos del exterminador o destructor.
63
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres estuvieron todos bajo la
nube, y todos pasaron por el mar; y todos, siguiendo a Moisés, fueron bautizados en la nube
y en el mar, y todos comieron el mismo alimento espiritual, y todos bebieron la misma
bebida espiritual; porque bebían de la roca espiritual; que los seguía, y la roca era Cristo.
Pero de los más de ellos no se agradó Dios, pues quedaron tendidos en el desierto. Mas
estas cosas sucedieron como ejemplos para nosotros, para que no codiciemos cosas malas,
como ellos codiciaron. Ni seáis idólatras, como algunos de ellos, según está escrito: Se sentó
el pueblo a comer y a beber, y se levantó a divertirse. Ni forniquemos, como algunos de ellos
fornicaron, y cayeron en un día veintitrés mil. Ni provoquemos al Señor, como también
algunos de ellos le provocaron, y perecieron mordidos por las serpientes. Ni murmuréis,
como algunos de ellos murmuraron, y perecieron víctimas del Exterminador.
1 Corintios 10:1–10
El término usado para destructor en hebreo es Abadón.
Porque el Eterno pasará por la tierra hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en
el dintel y en los dos postes, pasará Jehová de aquella puerta, y no dejará entrar al ángel
destructor en vuestras casas.
(Traducción Moffatt de Éxodo 12:23)
Respondió Job, y dijo: ¿En qué ayudaste al que no tiene poder? ¿Cómo has amparado al
brazo sin fuerza? ¿En qué aconsejaste al que no tiene conocimientos, y qué hábil talento has
dado a conocer? ¿A quién has dirigido tus palabras, y de quién es el espíritu que de ti
procede? Las sombras tiemblan en lo profundo de los mares, y sus habitantes se estremecen.
El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura.
Job 26:1–6
El Violento, el Destructor, Apollyon o Abadón es conocido mayormente como el espíritu de
violencia.
En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las
sendas de los violentos.
Salmo 17:4
64
violentas en contra del evangelio es Antioquía y particularmente en su capital se encuentra la
llamada Roma de Latinoamérica.
En la Unión, Santa Rosa de Osos, Medellín, Entreros, San Pedro, Segovia, etc., hay valientes
soldados del ejército de Dios. Misioneros norteamericanos y sus discípulos colombianos como
Benigno Mantilla, José Gutiérrez, Jesús Zuleta, Carmen Husma, Julio Orozco, Henry Parra y
muchos más, sufrieron persecución y derramaron su sangre para proclamar el evangelio. Segovia
así llamada en memoria de Segovia, España, manifestaba la violencia para probar su fidelidad a
la región, como lo habían hecho sus antepasados españoles, donde los famosos «Autos-de-fe» se
acarreaban quemando vivos a los herejes. Los espíritus territoriales de la violencia y la avaricia
prevalecen en todo el país y particularmente en esta región.
… el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan (el poder de Dios).
Mateo 11:12
La sangre de muchos de estos hermanos ha sido la semilla que se está reproduciendo en un
explosivo avivamiento en este país. Colombia tiene que prepararse porque es la hora de
visitación de Dios y durante la visitación existe la más grande e intensa guerra espiritual. Así lo
fue durante los tiempos de Jesús, así lo es hoy día. La violencia de los años de 1948 en adelante
comenzó con el Bogotanazo. Con el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán se desató una ola de
violencia política y religiosa que trajo un avivamiento espiritual a este país. La iglesia evangélica
ascendía aproximadamente en 1943 a 3,000. Para el año de 1960 había crecido a 30,654
miembros bautizados. En el 1966 se había duplicado a 63 810 y en el 1970 la comunidad
«protestante» contaba con 255,240 evangélicos; hoy en día cuenta aproximadamente con un
millón. (Datos según B.H. Pearson en Mi Dios acabó de pasar, publicado en 1972 por la Misión
Interamericana fundada en Colombia en 1943.)
Bogotá, la ciudad gris y capital del imperio Chibcha, fue conquistada por Gonzalo Jiménez
de Quesada en 1536, quien la rebautizó con el nombre de Santa Fe de Bogotá. Esta ciudad fue
fundada también con violencia y destrucción, pero ha tenido una grandiosa explosión de
avivamiento. El mismo ha sido posible, basado en parte, por la unidad pastoral, por el pueblo de
Dios trabajando en equipo, no con un solo jugador estrella, sino como un equipo de defensores
(intercesores) y delanteros (atacadores), trabajando y colaborando para obtener el triunfo contra
el adversario.
El lunes 16 de diciembre de 1968 las noticias de El Tiempo, el periódico más importante de
Colombia decían: «LOS EVANGÉLICOS MANIFIESTAN LA LIBERTAD RELIGIOSA QUE
EXISTE EN LA NACIÓN». El artículo comenzó diciendo: «Treinta mil evangélicos marcharon
ayer por el centro de Bogotá».
La persecución no destruyó sino que fortaleció a la iglesia. El cuerpo de Dios crece mediante
las crisis. Históricamente el avivamiento ha sido el resultado de una persecución de violencia a la
iglesia del Señor. El reto para los que tienen las llaves de las puertas espirituales de las ciudades
es el de tomar estas ciudades y las naciones para Cristo. ¿Cómo? Primeramente siguiendo los
pasos iniciales para comenzar la batalla:
1) Levantar un ejército de oración, intercesión y ayuno que aten al hombre fuerte, al príncipe
de la potestad del aire designado sobre nuestros países y ciudades.
2) Discernir los espíritus territoriales asignados a cada localidad y batallar contra ellos con
espíritus opuestos, por ejemplo:
Si es la violencia, contrarrestarla con la paz.
Si es el odio, contrarrestarlo con el amor.
65
Si es la avaricia, contrarrestarla con la caridad.
3) Preparar al pueblo entero: movilizando al ejército de Dios y equipándolo con las armas
espirituales y el conocimiento y la sabiduría de Dios para reconocer las tácticas del enemigo,
resistirlas y salir triunfantes y victoriosos.
Todo ejército sufre pérdidas en la guerra. Pero mientras más preparado esté, mientras más
unidos se encuentren sus comandantes y generales, etc., más rápida y eficiente es la batalla y
menos víctimas caen. (El ejército de los Estados Unidos en el Golfo Pérsico, es un magnífico
ejemplo de ésto.) Entre más confusión y falta de comunicación, independencia, etc., más grande
será la derrota, el costo y las víctimas.
Los porteros tienen que preparar el terreno. En la hora más propicia deben llevar a cabo un
ataque sorprendente con todas las armas y así veremos en Latinoamérica el más grandioso
avivamiento en la historia del continente.
¿Qué será de la iglesia cristiana en Latinoamérica? Tenemos el reto de ser la fuerza vital de
mayor importancia en el continente.
Al ganar millones para Cristo las naciones tendrán un sentido de estabilidad, balance,
propósito y paz, enseñando y demostrando los valores de amor, paz, fe, sacrificio, disciplina,
responsabilidad y reconociendo la dignidad de todo ser humano. Cuando todas las cosas sucedan,
la iglesia tendrá la comunión de Dios y con Dios.
SECCIÓN V
Capítulo 15
Todo cristiano es llamado a ser un soldado en el ejército de Dios. Jehová es llamado el Señor
de los ejércitos. Jehová Tsebaah, es el título del comandante general de los ejércitos. Es este
66
quien promete darnos victoria y hacernos más que vencedores. El mismo que estuvo con David y
le dio la victoria sobre los filisteos, sobre Moab y sobre los arameos. Fue el Señor de los ejércitos
el que defendió a Jerusalén de la mano del rey de Asiria por amor a sí mismo y a su siervo
David.
Porque saldrá de Jerusalén remanente, y del monte de Sión los que se salven. El celo de
Jehová de los ejércitos hará esto. Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No
entrará en esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con escudo, ni
levantará contra ella baluarte. Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta
ciudad, dice Jehová. Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y
por amor a David mi siervo.
2 Reyes 19:31–34
Es Jehová de los ejércitos quien promete que nunca nos dejará ni nos desamparará. Aquel
que es el Capitán y Autor de nuestra salvación nos promete descender de su trono para combatir
en defensa de su pueblo. Isaías 31:5 nos revela que: «Como aves que vuelan, así protegerá el
Señor de los ejércitos a Jerusalén; la protegerá y la librará, la perdonará y la rescatará». El
cristiano es ciudadano del reino del Dios vivo, la Jerusalén celestial, la asamblea de los hijos de
los cielos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero desde la fundación del
mundo.
Otro de los nombres del Señor es Jehová-nissí, lo cual significa Jehová es mi estandarte. El
estandarte representa a la nación y el ejército triunfante. Moisés usó este nombre para declarar
que Dios siempre derrotaría al enemigo, siempre y cuando el pueblo israelita le siguiera. Vemos
como Amalee peleó contra Israel en Refidim, vemos que mientras el pueblo de Dios batallaba y
Moisés tenía en alto la vara de Dios en su mano, el pueblo prevalecía, cuando dejaba caer su
mano, prevalecía Amalec. Con la ayuda de Aarón y Hur los cuales sostenían las manos de
Moisés, Josué destruyó totalmente al enemigo a filo de espada. En honor a esto Moisés edificó
un altar y le puso por nombre «El Señor es mi estandarte» y dijo: «El Señor lo ha jurado, el
Señor hará guerra contra Amalec de generación en generación» (Véase Éxodo 17:15–16).
La guerra espiritual es un conflicto en el ámbito espiritual. «No tenemos lucha (batalla)
contra sangre y carne (seres humanos)». Por esta razón Dios nos ha dado armas espirituales para
librar batallas pues aunque andamos (vivimos) en la carne no luchamos (batallamos) según la
carne, porque las armas de nuestra contienda no son carnales (humanas), sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas.
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo …
2 Corintios 10:3–5
Para proteger o cuidar nuestros bienes, Dios nos ha dado las siguientes armas para que
equipados y ejercitados en ellas podamos asegurarnos la victoria:
1. la oración y el ayuno
2. la sangre de Jesús
3. el nombre de Jesús
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4. el Espíritu Santo
5. la Palabra de Dios
6. la alabanza y adoración
7. el ministerio de los ángeles
8. el amor de Dios.
La epístola a los Efesios es el manual de instrucción para el ejército de Dios. Pablo concluye
la revelación del Espíritu Santo retando al creyente a revestirse de la armadura y el armamento
de Dios, para que los ejércitos de Dios juzguen y peleen con justicia.
Por lo demás, hermanos míos, robusteceos en el Señor, y en el vigor de su fuerza.
Efesios 6:10
La palabra robustecer es el término griego energeo. Este puede ser interpretado por: Sed
llenos de poder en el Señor y en el poder (kratos) de su fuerza (ischus). Estos tres términos son la
instrucción para el adiestramiento en el uso de la armadura y armamento que nos han sido dados.
Energeo: Energía o poder demostrado en evidencia. Se refiere al uso o aplicación del poder.
Kratos: Vigor, también significa proeza, es decir el resultado del uso del poder.
Ischus: Fuerza, significa poder o autoridad recibido por herencia, una fuerza inherente que
nos permite resistir.
… alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a
que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la
eficacia de su fuerza.
Efesios 1:18–19
Una vez que comprendemos nuestra autoridad, nuestro llamado y nuestro armamento, somos
ordenados a someternos al Capitán de los ejércitos celestiales, a resistir al diablo, es decir a
pararnos en oposición como un antihistamínico.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las artimañas
del diablo.
Efesios 6:11
La orden es de vestirnos con toda la armadura de Dios. Para así estar firmes, manteniendo
nuestro terreno sin vacilar o retroceder contra las artimañas (methodeia), engaños, trucos,
mentiras o métodos del padre de la mentira y el engaño.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo cumplido todo, estar firmes.
Efesios 6:13
Por tanto tomad (todos) toda la armadura de Dios para que podáis (todos) resistir.
Y perseguiréis a vuestros enemigos, y caerán a espada delante de vosotros. Cinco de
vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros
enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros.
Levítico 26:7–8
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¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese
vendido, y Jehová no los hubiera entregado?
Deuteronomio 32:30
El llamado pues, no es para individuos sino para todos los miembros del cuerpo de Cristo,
unidos en batalla. La guerra espiritual es efectiva cuando se lleva a cabo en la plenitud del cuerpo
de Cristo.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la
justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, embrazando
el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Y tomad
el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Efesios 6:14–17
En el matrimonio, por ejemplo, se refiere a la fidelidad mental y física. En tu vida privada es
integridad en tu vida cristiana, cuando no comprometas tu conciencia violándola en áreas
espirituales, emocionales, físicas, económicas etc.
La coraza de justicia es el tener conciencia de tu posición en Cristo. Es decir, que eres justo
porque tu justicia proviene de Dios a través de Cristo mediante su sangre.
El andar se hace con los pies, andamos con los pies (Efesios 4:1 y 5:2). Nuestro caminar debe
ser siempre con las buenas nuevas de la paz.
Sobre todo, embrazando (meter el brazo en el asa del escudo), el escudo de la fe, con que
podáis apagar todos los dardos encendidos del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación y la
espada del Espíritu que es la Palabra de Dios.
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de
fe y amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
1 Tesalonicenses 5:8
Yelmo: Casco protector (cubre la mente, la voluntad y las emociones).
La espada (machaira): nuestra palabra machete tal vez describe mucho mejor, el arma
ofensiva. En el Medio Oriente habían varias clases de espadas, unas eran largas, otras
puntiagudas, otras filosas, pero la espada que usaban los romanos, era corta, puntiaguda y de
doble filo. Era un instrumento preciso y diseñado para destruir al enemigo, atar al hombre,
resistir sus ataques y batallas hasta sobrevencer (nikao). Cristo desarmó al enemigo y nos ha
dotado de las armas necesarias para sobrevencer. Es decir, «en Cristo Jesús somos más que
vencedores». Lo cual significa que como iglesia y cuerpo de Cristo la victoria viene por medio
de un esfuerzo coordinado en la unidad del Espíritu. Asimismo Dios nos ha dado una espada de
doble filo para destruir todo ataque del enemigo y otras armas para atacar al campo del enemigo.
Capítulo 16
70
asuntos de la humanidad. En el presente, en el mundo de las misiones, estamos experimentando
un redescubrimiento de poder espiritual, que trae como resultado alcanzar al inconverso. De la
misma manera en que Yahweh confrontó los dioses de Egipto o baales en el monte Carmelo, de
la misma manera, hoy día, el tema todavía es uno del poderoso encuentro entre el verdadero Dios
y los dioses falsos, esos seres espirituales quienes controlan segmentos de la humanidad.
El doctor C. Peter Wagner en un simposio de poder evangelístico en el Seminario de Fuller
afirmó: «Satanás delega a miembros de alto rango de la jerarquía de espíritus malignos para
controlar naciones, regiones, ciudades, tribus, pueblos, vecindades y otras significativas redes de
trabajo sociales de seres humanos a través del mundo. Su gran tarea es la de impedir que Dios
sea glorificado en su territorio y esto se lleva a cabo por medio de la actividad de demonios de
menor rango».
Efesios 6 indica que todos los cristianos están involucrados en una batalla invisible con los
poderes de las tinieblas. ¿Cuánto más aquellos de nosotros que estamos involucrados en misiones
fronterizas como son los misioneros, intercesores o pastores? Pablo dice que nuestra batalla o
literalmente «lucha» tiene que ser llevada por la oración en el Espíritu. Después de la espada del
Espíritu que es la Palabra de Dios, la oración es única como arma ofensiva que está disponible
para nosotros en esta batalla cósmica.
Obviamente, si vamos a obtener alcances misioneros en pueblos, ciudades y países, tenemos
que aprender a usar el arma defensiva de la oración para desalojar los poderes de las tinieblas.
Mientras que discutimos la acogida o la resistencia de las masas al evangelio de Cristo, el
hermano Wagner saca esta implicación: «Si la hipótesis concerniente a los espíritus territoriales
está correcta y si podemos aprender cómo romper su control por medio del poder de Dios, las
posiciones en el eje de la resistencia/receptividad pueden cambiar de la noche a la mañana».
Francis Frangipane escribió acerca de las fortalezas de poderes de las tinieblas que se
mantienen sobre las masas, señalando trazos similares:
Hay fortalezas satánicas sobre ciudades y comunidades; hay fortalezas que influyen en las
iglesias y en individuos[…] Estas fortalezas existen en los patrones de pensamientos e ideas
que gobiernan al individuo[…] como también a comunidades y naciones. Antes de que se
pueda clamar victoria, estas fortalezas deben ser derribadas y la armadura de Satanás
eliminada. Entonces las poderosas armas de la Palabra y del Espíritu podrán efectivamente
saquear la casa de Satanás.
Estudios del sistema de las creencias de la gente pagana testifican de la realidad del cuadro
representado en Efesios 6, el libro de Daniel y otros pasajes. Los burmeses creen en seres
sobrenaturales llamados NATS colocados en orden jerárquico quienes tienen el control sobre el
fenómeno natural, aldeas, regiones y naciones. Su conexión se mantiene por medio de brujas o
médiums, al menos uno de estos se encuentran en cada aldea o pueblo.
En Tailandia hay aldeas y espíritus regionales, siendo los seres de las aldeas suborbinados a
los regionales. Muy a menudo se erigen pilares en las aldeas como una habitación para sus
espíritus guardianes. Una misionera de CMA dijo lo que ella y su trabajadora habían encontrado:
«una vez que este pilar era colocado, se podía sentir la creciente opresión y la falta de
receptividad espiritual». Un misionero de la OMF piensa que él ha identificado los principados
nacionales que gobiernan a toda Tailandia.
En India se encuentra una cosmología similar involucrando a espíritus guardianes sobre las
aldeas y otras regiones. A menudo son asociadas con enfermedades, muerte repentina y
catástrofes. Kali, la diosa de la destrucción, es una deidad regional conocida especialmente entre
71
los habitantes del oeste de Bengala, en Calcuta. Cualquiera que haya visitado a Calcuta puede
mirar la impactante devastación que Kali y su adoración han hecho sobre esa ciudad y su gente.
Los trabajadores cristianos que viven en ese lugar se quejan de severa opresión y una seria
desunión en las iglesias. Extrañamente ellos nunca se han reunido a orar por la ciudad y a tomar
la ofensiva contra los poderes de las tinieblas.
Un libro sobre el país africano de Zimbabwe revela que cada región, ciudad o aldea está
expuesta a caer en el control de espíritus territoriales. Un líder en las Asambleas de Dios, en
Nigeria, quien antes de convertirse fue un practicante de alto rango en lo oculto, dijo que Satanás
le había asignado el control de doce espíritus, y estos a su vez, cada uno, con el control de
seiscientos demonios. El testificó, «Yo estaba en contacto con todos los espíritus que controlaban
cada pueblo en Nigeria y tenían un templo en todas las ciudades grandes».9
Recientemente en una reunión con un evangelista japonés bien conocido y varios misioneros
del Japón, me sorprendí en descrubrir como los japoneses aún están atados al ocultismo.
Podemos ser engañados con la alta y moderna tecnología de Japón y no darnos cuenta que un
gran número de japoneses todavía visitan sus templos sintoístas y que cada niño en edad escolar
carga un amuleto o que los sacerdotes son llamados a dedicar cada edificio nuevo. Estamos
enfrentando un fenómeno peligroso en el oeste mientras que los cultos de la Nueva Era invocan
«médiums» para comunicarse con seres espirituales, reestableciendo estos medios con los
poderes de las tinieblas, que originalmente fueron rotos por la evangelización y la cristiandad de
las sociedades del oeste.
El problema es que muchos de nosotros no nos damos cuenta que estamos en una guerra sin
límites. Por lo tanto, no sentimos la necesidad de que la oración sea un arma estratégica. John
Piper, un pastor en Minneapolis lo expone de esta manera.
El problema es que muchos cristianos no creen realmente que la vida es una guerra, y que
nuestro enemigo invisible es poderoso. ¿Cómo entonces vas a hacer que ellos oren? Dicen que
creen estas verdades, pero miremos sus vidas. Hay un tiempo de descuido en la iglesia acerca de
las cosas espirituales. No hay bombas cayendo en nuestras vidas, no hay balas que pasen
zumbando sobre nuestras cabezas, no hay minas que debamos evitar, no hay ruidos retumbantes
en el horizonte; todo está bien en América, la «Disneylandia» del universo. Entonces ¿para qué
orar?
En Marcos 3:27, Jesús dijo algo que es especialmente relevante para la actividad de las
misiones fronterizas: «Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus
bienes, si primero no ata al fuerte y entonces podrá saquear su casa». Esto afirma la razón por la
cual nosotros como cristianos, no podemos entrar exitosamente y saquear lo que le ha
pertenecido a Satanás por siglos, (porciones de humanidad bajo su dominio) sin atar a los
espíritus territoriales a quienes se les ha delegado el control en esos lugares. La oración en el
Espíritu, basada en hechos descubiertos, es una potente fuerza para atar al hombre fuerte que está
sobre ciudades, pueblos y países. Una vez más el libro de John Dawson demuestra cómo la
investigación puede descubrir eslabones en la comunidad con los poderes de las tinieblas y que
la oración en la unidad del Espíritu puede romper ese eslabón.
En Mateo 18:18–19, Jesús da la seguridad asombrosa para los que oran de esta manera:
De cierto os digo, que todo lo que atéis en la tierra, estará atado en el cielo; y todo lo
que desatéis en la tierra, estará desatado en el cielo. Otra vez os digo, que si dos de vosotros
se ponen de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidan, les será hecho por mi
Padre que está en los cielos.
72
Efectivamente la batalla espiritual comienza cuando oramos en unidad con otros. Esta
enseñanza demuestra la importancia de la oración en grupos de redes formadas de personas que
oran en convenio por ciertos pueblos, ciudades o países en una forma profunda. Esto, me parece,
que traerá el adelanto.
La palabra griega para «atar» en estos versos significa «encadenar o aprisionar». Las
oraciones del pueblo de Dios unido encadenarán y limitarán la actividad hostil de los seres
espirituales para la gloria del Señor y la expansión de su Reino en la tierra. Como el apóstol.
Pedro expresa: «Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las
armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas» (2 Corintios 10:3–4).
La experiencia del pastor Omar Cabrera, evangelista en Argentina, subraya el poderoso
armamento que es la oración en el Espíritu para soportar el ámbito de lo oculto. A través de los
últimos años, él ha hecho un hábito de ayunar y orar por un número de días antes de la apertura
de una campaña evangelística en la ciudad que él está tratando de alcanzar. A menudo, durante
esos períodos de ayuno y oración, espíritus vienen en contra de él apareciéndose en figuras
grotescas, para luchar contra su presencia y planes para evangelizar esa ciudad. Muchas veces
dicen: «Tú no tienes derecho a estar aquí. Este es mi territorio». A lo que él contesta: «Al
contrario, tú eres quien no tienes derecho de estar aquí. Te ato en la autoridad de Jesucristo, el
que tiene toda la autoridad en el cielo y en la tierra». Inmediatamente el espíritu se va y con
frecuencia un principado más alto viene contra Cabrera. De la misma manera, a través de la
lucha en la oración, Cabrera rompe el yugo que muchas veces viene a ser un espíritu de brujería.
Cuando el hombre fuerte está atado, el ánimo de la ciudad entera cambia. Con frecuencia, de
resistencia hacia el evangelio a una gran receptividad, con cientos y miles viniendo a Cristo,
acompañados por extraordinarias señales y maravillas, sanidad y milagros. Usando esta técnica
de alcance, la iglesia de Cabrera ha crecido, pues de una congregación de no más de veinte ha
llegado a ser pastor de una de las iglesias más grande del mundo, con más de ciento cuarenta mil
miembros.
A pesar de lo fantástico o extraño que parezcan las experiencias de Cabrera para nosotros,
haríamos bien en aplicar lo que él y otros cristianos están aprendiendo acerca de la batalla en la
oración por el trabajo de las misiones fronterizas. Durante mis viajes que realizo para dirigir
consultas y seminarios de estrategia misionera para los trabajadores nacionales cristianos, el
tema de la batalla sobresale en cada ocasión. Estoy convencido que, aunque nos agotemos
empleando muchas estrategias para evangelizar en lugares resistentes, no surtirá el menor efecto
hasta que identifiquemos y atemos al hombre fuerte que domina el grupo que busquemos
alcanzar. Mientras esto no ocurra no lograremos obtener la respuesta.
¿Podrá ser que las personas que hemos señalado como inalcanzables no lo son en realidad,
sino que están en las garras de espíritus que son la fuerza de su resistencia? Arthur Matthews
escribe acerca de su carga en interceder por dos áreas específicas del sureste de Asia donde a los
misioneros les era imposible abrir un camino: «Así que afirmando mi posición con Cristo en los
lugares celestiales sobre las bases de la Palabra de Dios, tomo y me pongo toda la armadura de
Dios para poder soportar los engaños del diablo, y para resistir su oposición al evangelio». Él
resistió hasta que las noticias de los dos lugares empezaron a cambiar: «El poder de resistencia
en los dos lugares fue debilitado, haciendo posible la victoria para el Señor».
Loren Cunningham, director general de «Juventud con una Misión», describió sus
experiencias por la oración y ayuno de tres días con doce colaboradores en 1973. Mientras oraba,
el Señor le reveló que deberían pedir por la caída del «príncipe de Grecia». El mismo día en
73
Nueva Zelanda y Europa, los grupos JUCUM recibieron una palabra de Dios similar. Todos estos
grupos obedecieron y vinieron en contra de esta potestad. En un término de veinticuatro horas,
un movimiento político, cambió el gobierno de Grecia trayendo gran libertad para la actividad
misionera en el país.
Recientemente mientras que el hermano John Robb estaba en Senegal, dirigiendo un
seminario, un líder misionero de las Asambleas de Dios le dijo que su denominación empezó a
orar y ayunar para alcanzar a los musulmanes. Ahora están viendo la receptividad de las gentes y
nuevas iglesias se están estableciendo entre ellos.
En junio de 1988 el pastor Marben Lagmay de Santa María, Ilocos Norte en las Islas
Filipinas nos invitó a predicar por unas cruzadas de evangelismo en Pilar, provincia de Abra.
Esta zona era conocida como una de las áreas controladas por los guerrilleros del Ejército
Nacional del Pueblo (N.P.A.). En esta región nunca antes se había predicado el evangelio. Era
una región casi inaccesible, pues había necesidad de llegar en vehículos de doble trasmisión por
caminos subdesarrollados, cruzando a través de ríos, quebradas y caminos montañosos.
Dos días antes de comenzar la cruzada se desenlazó un violento tifón sobre el área. Causó
una fuerte lluvia que imposibilitaba el acceso a este lugar. Los pastores locales se reunieron para
interceder por un cambio de clima y el día de la cruzada partimos en medio de la lluvia. No más
de diez minutos después de nuestra partida, los cielos se despejaron y comenzamos a ver el
brillar del sol. Más esto era sólo el comienzo del conflicto. Una hora más tarde encontramos la
carretera cerrada debido a un derrumbe. Nuevamente los pastores locales comenzaron a
interceder y en menos de dos horas el Departamento de Carreteras había abierto paso, según el
testimonio de muchos algo que normalmente hubiera tomado de uno a dos días.
Más adelante, después de entrar en caminos montañosos una de los «jeepneys» (vehículo de
transportación) golpeó una roca la cual le rompió el diferencial. Los pastores locales nos pidieron
que continuásemos en el otro vehículo y que ellos caminarían el resto del camino. Lo más
importante para ellos era poder tener las cruzadas en esta área no alcanzada.
Mientras algunos empacaban los instrumentos musicales descendió un vehículo de las
montañas y desmontaron más de diez individuos armados con pistolas, fusiles y ametralladoras y
prontamente nos rodearon. Después de unos breves momentos de conversación en el idioma
Ilocano se montaron en su vehículo y se fueron. El pastor Lagmay respondió a nuestras
preguntas de curiosidad diciendo que les había dicho a los miembros guerrilleros que el
evangelista Felipe Delgado era de México y yo de Colombia y que habíamos venido a traer el
evangelio de paz a esta región ante lo cual parece que estos cambiaron su actitud y nos
permitieron continuar. El resultado de tres días de cruzadas en Pilar, Abra, fue de más de
trescientas almas para Cristo por lo cual uno de los pastores que había venido con nosotros
decidió quedarse allí permanentemente y establecer una iglesia local en Pilar. Dos años más
tarde me enteré que la iglesia crecía y que muchos de los guerrilleros habían entregado sus vidas
para el servicio del Señor. Indudablemente todo esto fue posible porque las oraciones de aquellos
filipinos habían abierto las puertas al evangelismo en esta región.
Del 23 al 26 de abril de 1991, el Dr. C. Peter Wagner y yo desarrollamos un ciclo de
conferencias sobre la «Guerra Espiritual» en Bogotá, Colombia. Ello fue posible a través de la
invitación de la Confederación Evangélica de Colombia y de la Asociación de Ministros del
Evangelio. Durante la conferencia el cuerpo pastoral fue retado a unirse en oración para atar a los
espíritus de violencia y error existentes sobre la nación y clamar para llevarla a Cristo. Hubo un
verdadero derramamiento de amor y muchos pastores clamaron al Señor para romper
maldiciones de previas generaciones y por el amor y la unidad en la iglesia.
74
El 25 de abril el periódico «El Tiempo» de Bogotá tenía en primera página un artículo
titulado «Colombia no será más una nación católica». La constituyente había aprobado en el día
anterior la libertad religiosa, la cual finalmente daba acceso a los cristianos a los medios masivos
de comunicación y el reconocimiento de sus derechos civiles para sus creencias. El 26 de abril
concluimos la conferencia orando por la paz, el fin de la violencia causada por el cartel de
Medellín y un cese del narcotráfico en esta nación. Aproximadamente un mes más tarde Larry
Lea, el apóstol de la oración, tuvo una exitosa campaña de miles de personas clamando por la
nación. Al poco tiempo Pablo Escobar Gaviria, cabecilla del cartel de Medellín y sus seguidores,
se entregaron a las autoridades nacionales terminando un período de violencia y dando paso a
una paz y avivamiento espiritual en la ciudad de Medellín. Indudablemente las oraciones del
pueblo colombiano finalmente habían comenzado a derribar la cátedra de violencia sobre esta
ciudad.
Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo.
Lucas 10:18
Todo esto es solamente el comienzo de algo maravilloso que Dios tiene preparado para esta
sufrida nación.
Recientemente los pastores de Santa Fe de Bogotá descuidaron su llamado a la unidad y
permitieron la influencia de espíritus de acusación y división en sus filas, bajo el disfraz de
diferencias políticas. Simultáneamente, Pablo Escobar Gaviria ha escapado de la prisión de
Envigado y ha desenlazado una nueva ola de violencia y terror que tiene cautiva a la ciudadanía
colombiana.
La oración de intercesión ha tenido gran impacto en Latinoamérica. La misma hoy día cuenta
con presidentes, vice presidentes, senadores, congresistas y concejales en varios niveles. Son
evangélicos y hombres de Dios con una visión de impactar y traer un cambio positivo en nuestras
naciones hacia el evangelio.
Capítulo 17
75
Escucha, oh Jehová, mis palabras;
Considera mi lamento.
Está atento a la voz de mi clamor,
Rey mío y Dios mío, porque a ti oraré.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Salmo 5:1–3
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados.
La oración eficaz del justo tiene mucha fuerza.
Santiago 5:16
La expresión «expondré mi súplica» usa la palabra hebrea arak. En Jeremías 46:3 es
traducida como cíñanse la armadura y marchen a la batalla. Es decir, tenemos que desarrollar un
plan de ataque antes de lanzarnos al campo de batalla.
No hay nada en La Biblia que indique confusión y desorden, al contrario. Pablo nos exhorta a
hacerlo todo decentemente y en orden.
Pero hágase todo decentemente y con orden.
1 Corintios 14:40
¿Qué significa estrategia? Un plan de acción. La Palabra de Dios nos enseña tres
fundamentos para una batalla victoriosa.
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar.
1 Pedro 5:8
Dominio propio: Ser sobrios. Cuidarnos de las tentaciones contra la oración.
Estar alertas: Vigilantes. Sensitivos a escuchar la voz del Espíritu Santo y del hombre
interno.
Resistir: Tomar una posición efectiva. Atacar al enemigo.
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y él se
acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad
vuestros corazones.
Santiago 4:7–8
El reto de ceñirnos con la armadura y ser fuertes en el Señor nos llama a la guerra de oración.
Por lo demás, hermanos míos, robusteceos en el Señor, y en el vigor de su fuerza. Vestíos
de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las artimañas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en
las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en
el día malo, y habiendo cumplido todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros
lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el
apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, embrazando el escudo de la fe, con que podáis
apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada
del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda deprecación y
76
súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los
santos.
Efesios 6:10–18
1) Oren en todo tiempo
2) En el Espíritu
3) Con toda oración y petición
4) Alerta
5) Perseverantes en oración por todos los santos.
Capítulo 18
Entonces les dijo: Se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá
grandes terremotos en diferentes lugares, hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes
señales del cielo. Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, os perseguirán, y os
entregarán a las sinagogas y a las cárceles, y seréis llevados ante reyes y ante gobernadores
por causa de mi nombre. Y esto os será ocasión para dar testimonio. Proponed en vuestros
corazones no preparar de antemano vuestra defensa; porque yo os daré palabras y
sabiduría, a la cual no podrán contradecir ni resistir todos los que se os opongan. Pero
seréis entregados aun por vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos, y matarán a
algunos de vosotros; y seréis aborrecidos por todos a causa de mi nombre. Pero ni un
cabello de vuestra cabeza perecerá. Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.
Lucas 21:10–19
77
Dios está levantando un ejército de creyentes con el propósito de unirlos en fe, amor e
intercesión. Para así derribar fortalezas, destruir las obras del enemigo, atar al hombre fuerte,
despojarle de lo que ha robado y ver las profecías que Dios nos ha dado y que han de realizarse
en la iglesia.
Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se
hicieron antes en cuanto a ti, pelees por ellas la buena batalla, manteniendo la fe y buena
conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos.
1 Timoteo 1:18–19
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste
llamado, y de la que hiciste buena profesión delante de muchos testigos.
1 Timoteo 6:12
Las cosas que suceden en el ámbito natural son una reflexión y el resultado de lo que ocurre
en el ámbito espiritual.
Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y divinidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de
modo que no tienen excusa.
Romanos 1:20
Primeramente necesitamos:
1) Reconocer los espíritus territoriales.
En el año tercero de Ciro, rey de Persia, fue revelada palabra a Daniel, llamado
Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; él prestó atención a la palabra,
y tuvo inteligencia en la visión.
En aquellos días yo Daniel estuve en duelo por espacio de tres semanas. No comí manjar
delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con ungüento, hasta que se
cumplieron las tres semanas. Y el día veinticuatro del primer mes estaba yo a la orilla del
gran río Jidekel. Y alcé mis ojos y miré, y vi un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de
oro de Ufaz. Su cuerpo era como de crisólito, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos
como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el
sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud.
Y sólo yo, Daniel, vi aquella visión, y no la vieron los hombres que estaban conmigo,
sino que se apoderó de ellos un gran terror, y huyeron a esconderse. Quedé, pues, solo, y vi
esta gran visión, y no quedó fuerza en mí; se demudó el color de mi rostro hasta quedar
desfigurado, y perdí todo mi vigor. Pero oí el sonido de sus palabras; y al oír el sonido de
sus palabras, caí desvanecido, con mi rostro en tierra. Y he aquí una mano me tocó, e hizo
que me pusiese sobre mis rodillas y sobre las palmas de mis manos. Y me dijo: Daniel, varón
muy amado, está atento a las palabras que te hablaré, y ponte en pie; porque he sido
enviado ahora a ti. Al hablarme así, me puse en pie temblando.
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día en que aplicaste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a
causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante
78
veintiún días; pero he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. He venido para hacerte saber lo que ha de
venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días.
Mientras me decía estas palabras, estaba yo con los ojos puestos en tierra, y
enmudecido. Pero he aquí, uno con semejanza de hijo de hombre tocó mis labios. Entonces
abrí la boca y hablé, y dije al que estaba delante de mí: Señor mío, con la visión me han
sobrevenido angustias, y no me queda fuerza. ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor
hablar con mi señor? Porque al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento. Y aquel
que tenía semejanza de hombre me tocó otra vez, y me fortaleció, y me dijo: Muy amado, no
temas; la paz sea contigo, ten valor y ánimo. Y en cuanto él me habló, recobré las fuerzas, y
dije: Hable mi señor, porque me has fortalecido. Él me dijo: ¿Sabes por qué he venido a ti?
Pues ahora tengo que volver para pelear contra el príncipe de Persia; y al terminar con él,
el príncipe de Grecia vendrá. Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la
verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel, vuestro príncipe.
Daniel 10
2) Discernir las puertas de la ciudad (hay puertas de luz y puertas de oscuridad).
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 16:18
Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y
puerta del cielo.
Génesis 28:17
Y los tuyos edificarán las ruinas antiguas; los cimientos de muchas generaciones
levantarás, y serás llamado reparador de portillos, restaurador de calzadas para poblados.
Isaías 58:12
Cuando el hombre fuerte armado guarda su-palacio, en paz está lo que posee. Pero
cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que había
confiado y reparte el botín.
Lucas 11:21–22
3) Reconocer el pecado corporal. Es decir, asumir responsabilidad por el pecado de nuestro
pueblo, nuestras naciones y nuestra congregación como si fuese nuestro propio pecado.
Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, el que guarda el
pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos; esté ahora atento tu
oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y
noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que
hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos
corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que
diste a Moisés tu siervo.
Nehemías 1:5–7
Y volví mi rostro al Señor Dios, buscándole en oración y ruego, en ayuno, cilicio y
ceniza. Y oré a Jehová, mi Dios, y le hice esta confesión: ¡Ah, Señor, Dios grande, digno de
79
ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus
mandamientos! Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente,
hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No
hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a
nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. A ti Señor, la justicia, y
a nosotros la vergüenza en el rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los
moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras donde
los has echado a causa de las rebeliones con que se rebelaron contra ti. Oh Jehová, a
nosotros, la vergüenza en el rostro, a nuestros reyes, a nuestros príncipes y a nuestros
padres; porque contra ti pecamos. Al Señor, nuestro Dios, el tener compasión y el perdonar,
aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios,
para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los
profetas.
Todo Israel traspasó tu ley, apartándose para no obedecer tu voz; por lo cual ha caído
sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de
Dios; porque contra él pecamos. Y él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y
contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal: pues
nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén.
Conforme está escrito en la ley de Moisés, todo este mal vino sobre nosotros; y no hemos
implorado el favor de Jehová nuestro Dios, para convertirnos de nuestras maldades y
prestar atención a tu verdad. Por tanto, Jehová veló sobre este mal y lo ha hecho venir sobre
nosotros; porque es justo Jehová nuestro Dios en todas las obras que ha hecho, pero
nosotros no hemos hecho caso de su voz.
Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano
poderosa, y con ello te granjeaste un renombre que perdura hasta hoy; hemos pecado,
hemos obrado impíamente. Oh Señor, conforme a todos tus actos de justicia, apártese ahora
tu ira y tu furor de sobre tu ciudad Jerusalén, tu santo monte; porque a causa de nuestros
pecados, y por la maldad de nuestros padres, Jerusalén y tu pueblo son el oprobio de todos
los que nos rodean.
Ahora pues, Dios nuestro, escucha la oración de tu siervo, y sus ruegos; y haz que tu
rostro resplandezca sobre tu santuario asolado, por amor a ti mismo, oh Señor. Inclina, oh
Dios mío, tu oído, y escucha; abre tus ojos, y mira nuestras ruinas, y la ciudad sobre la
cuales invocado tu nombre; porque no elevamos nuestros ruegos ante ti confiados en
nuestras justicias, sino en tus grandes misericordias. ¡Señor, escucha! ¡Señor, perdona!
¡Señor, presta atención, y actúa! ¡No tardes más, por amor de ti mismo, Dios mío! Porque tu
nombre es invocado sobre tu ciudad y sobre tu pueblo.
Aún estaba yo hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo
Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios, por el monte santo de mi Dios.
Daniel 9:3–20
Y cuando Abigail vio a David, se bajó prontamente del asno, y postrándose sobre su
rostro delante de David, se inclinó a tierra; y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí
sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las
palabras de tu sierva.
80
1 Samuel 25:23–24
Y yo te ruego que perdones a tu sierva esta ofensa; pues Jehová de cierto hará casa
estable a mi señor, por cuanto mi señor pelea las batallas de Jehová, y ningún mal te
sobrevendrá en todos tus días.
1 Samuel 25:28
4) Reconocer las maldiciones y cómo romperlas.
He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre todo poder del
enemigo, y nada os dañará.
Lucas 10:19
5) Aprender a orar e interceder de acuerdo a la Palabra de Dios. Cuando tratamos de
manipular a Dios a través de nuestras oraciones estamos operando en brujería (ocultismo),
porque la manipulación y el control son el fundamento del reino de las tinieblas. Por ejemplo:
«Dios, haz que este hombre se case conmigo», «Dios, remueve y llévate a esta persona de la
iglesia», etc.
¿Cuál es la diferencia entre la oración y la intercesión? Toda intercesión es oración, pero no
toda oración es intercesión. En intercesión oramos por otros, lo cual significa que te conviertes
en escudo de protección para ellos contra los ataques del enemigo por lo cual el enemigo puede
contraatacarte a ti. La intercesión incluye el derribar las fortalezas que el enemigo ha edificado,
destruir las obras del enemigo destruyendo y derribando espíritus territoriales (i.e. idolatría,
orgullo, ocultismo, inmoralidad) y trayendo victoria al Reino de Dios. La intercesión muchas
veces se manifiesta en lágrimas, dolores, risa, gritos y otras formas.
En la mayoría de las ocasiones estas fortalezas no son destruidas por varias razones, entre
ellas:
1) Los intercesores no han orado específicamente y en unidad contra las potestades que se
encuentran detrás de éstas. Sus oraciones se han desparramado en vez de pegar en el blanco, a
veces causan daño y debilitan estos principados y potestades pero no los destruyen y se
mantienen en control. Si no hay unanimidad en la oración para pedir perdón y remitir los
pecados, que le han dado autoridad y derecho a los demonios para operar, entonces pronto
vuelven con poder y mucho más fuertes.
2) Muchas veces ganamos batallas pero perdemos la guerra porque no batallamos hasta el
final. Es decir dejamos las cosas a medias y permitimos que el enemigo se recupere y fortalezca
nuevamente.
Jeremías 23:29 dice: «¿No es mi palabra como fuego (devorador), dice Jehová, y como
martillo que hace pedazos la roca?» En múltiples ocasiones el golpe del martillo debilita, pero
con el continuo y constante golpe se hace pedazos la fortaleza. Es decir la intercesión debe
continuar hasta que hayamos visto no un triunfo sobre el enemigo sino la destrucción total de su
poder sobre la fortaleza.
Entonces, el plan de resistencia requiere:
1) Reconocer al enemigo.
2) Discernimiento de espíritus.
3) Planear la estrategia.
4) Atacar fortalezas hasta destruirlas totalmente.
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Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para
destruir, y para arruinar y para derribar; para edificar y para plantar.
Jeremías 1:10
Capítulo 19
Cuando estamos intercediendo y batallando en contra de los poderes de las tinieblas muchas
veces es necesario reforzar nuestra oración con ayuno. El ayuno da poder sobrenatural, un
empuje adicional a nuestras oraciones e intercesiones y los dos están profundamente
relacionados. La intercesión es el negarnos a nosotros mismos para enfocar nuestra oración por
otros. El ayuno es el negar a nuestra carne para enfatizar nuestra oración dándole más poder. Al
orar y ayunar conjuntamente entramos en el más alto nivel de oración.
El ayuno es la práctica deliberada para voluntariamente abstenernos de la nutrición usual de
comida o bebida. Cuando ayunamos nos humillamos ante Dios y esto permite una gran
sensibilidad para las cosas de Dios y un quebrantamiento a la carne. David nos dice en el Salmo
69:10a: «Lloré afligiendo con ayuno mi alma». La nueva versión inglesa dice: «Quebrantaba mi
espíritu con ayuno».
Primeramente, el ayuno es un quebrantamiento a la carne y al espíritu del hombre. Esto nos
debe alentar para evitar el orgullo espiritual y fariseísmo que Jesús llamó hipocresía.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste como los hipócritas; porque ellos desfiguran sus
rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo que ya están recibiendo su
recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no mostrar a los
hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo secreto; y tu Padre que ve en lo secreto,
te recompensará en público.
Mateo 6:16–18
Segundo: El ayuno es un compromiso ante Dios de tener dominio propio (templanza) sobre
las pasiones por la comida y el apetito. Es decir el mortificar o dar muerte a lo impuro y
excesivo. En el Salmo 35 el salmista dice que se estaba mortificando con ayuno y oración,
orando por sus enemigos con todo el corazón.
A esto se refiere Pablo en 1 Corintios cuando dice que trata su cuerpo con rigor para que
aprenda a hacer lo que debe y no lo que quiere (9:27).
Tercero: El ayuno aumenta nuestra sensibilidad espiritual para oír la voz del Espíritu Santo.
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Mientras estaban éstos celebrando el culto del Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo:
Apartadme a Bernabé y a Saulo para lo obra a que los he llamado. Entonces, habiendo
ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.
Hechos 13:2–3
Notemos que el versículo dos dice adorando y ayunando; el versículo tres nos dice: «después
de ayunar y orar un poco más». Esto demuestra que la adoración es un tipo de oración. Los
discípulos veían el valor del ayuno para escuchar a Dios.
Y publiqué ayuno allí junto al río Ahavá, para afligirnos delante de nuestro Dios, para
solicitar de él un feliz viaje para nosotros, y para nuestros niños, y para todos nuestros
bienes. Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen
del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro
Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los
que le abandonan. Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él nos fue
propicio.
Esdras 8:21–23
El ayuno y la oración traen la protección de Dios. «Ayunamos, pues, y rogamos a Dios
(oración) que cuidara de nosotros y Él lo hizo».
Fortaleciendo los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe,
y diciéndoles: Es menester que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el reino de
Dios. Les designaron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hechos 14:22–23
Cuarto: El ayuno nos llena del poder del Espíritu Santo. La Biblia nos dice en Lucas 4 que,
«Jesús regresó a Galilea lleno del poder del Espíritu Santo». Él pasó cuarenta días sin comer.
Este ayuno de Jesucristo fue de alimento sólido y no de bebidas, o de agua. Jesucristo fue llevado
al desierto con el poder interno de Dios pero salió apoderado por la manifestación del Espíritu
Santo. Fue durante este ayuno que Satanás tentó al Señor con «toda tentación», mas no tuvo
éxito, sino que se alejó para esperar otra oportunidad.
¿Cómo debemos ayunar para disfrutar de este privilegio ante el Señor?
Primeramente: Con sabiduría. Aunque la Biblia habla de ayunos prolongados y extensos de
tres, siete, veintiún y cuarenta días, frecuentemente nos revela, por ejemplo, ayunos de menos de
veinticuatro horas.
¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste
por enterado? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y
explotáis a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y
para dar de puñetazos al desvalido; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en
lo alto. ¿Es tal el ayuno que yo escogí, que por un día aflija el hombre su alma, que incline
su cabeza como un junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis a esto ayuno, y día
agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las cadenas de
maldad, soltar las coyundas del yugo, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis
todo yugo? ¿No es que partas tu pan al hambriento, y a los pobres errantes albergues en tu
casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces
brotará tu luz como el alba, y tu curación se echará de ver rápidamente; e irá tu justicia
83
delante de ti, y la gloria de fehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová;
clamarás, y dirá él Heme aquí. Si quitas de en medio de ti el yugo, el dedo amenazador, y el
hablar maldad.
Isaías 58:3–9
Veamos lo que dice el hermano Kenneth Hagin en su libro El cristiano intercesor.
«Llevé a cabo un avivamiento en cierta iglesia de un pastor que conocía, amaba y
respetaba. Las personas de dicha iglesia eran maravillosas, amaban a su pastor, me amaban a
mí y eran receptivas a la predicación de la Palabra. Pero este era el lugar más difícil en el que
había predicado en toda mi vida. Cada palabra parecía golpear las paredes y volverse hacia
mí, como una pelota.
«Con el correr del tiempo, mientras estaba ocupado en reuniones, se me llamó otra vez a
predicar a aquella iglesia. Era la misma gente, pero había una marcada diferencia en el
ambiente. La diferencia era como de la noche al día.
«Después del culto, la esposa del pastor me preguntó si podía notar alguna diferencia en
la iglesia:
«No hay comparación» le contesté. «Había mucha libertad esta noche, mientras que antes
el ambiente parecía cargado, apretado, muerto espiritualmente. ¿Qué ha sucedido?
«―Había estado aquí durante varios meses‖, dijo el pastor. ―Finalmente decidí que estaba
cansado de aquel espíritu muerto. Determiné que iba a romperlo. Me dispuse a ayunar y a
orar a ese respecto.
«―Al séptimo día de aquel ayuno, mientras estaba en oración, tuve una visión, y delante
de mis ojos vi el techo por encima del pulpito desaparecer. Sentado arriba, en una viga del
techo, había un espíritu que se parecía a un gran mono o a un mandril. Dios me estaba
mostrando que había un poder espiritual por encima del ámbito natural que estaba resistiendo
cualquier progreso espiritual.
«―Le hablé al espíritu y le ordené que bajara. Él no dijo palabra, pero yo podía ver que no
quería bajar. De mala gana, bajó. Entonces yo dije: ‗No sólo debes bajar de allí, sino que
debes salir de aquf, y le señalé el pasillo de la iglesia. El empezó a encaminarse al pasillo, y
yo le seguí. El caminaba unos pocos pasos y se volvía, casi como un perrito, con una
expresión que decía, ‗¿Tengo que irme? ¿Puedo volver?‘
«―Cuando él se paraba, yo le decía: ‗No, vete de aquí‘, y le seguí hasta la puerta de la
iglesia. Allí se paró otra vez, pero continué ordenándole que se fuera y por fin se fue calle
abajo y desapareció en un club de noche‖».
Capítulo 20
84
El poder de la alabanza y la adoración
Las armas de nuestra batalla
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
2 Corintios 10:3–4
Primeramente debemos aclarar que alabamos a Dios por sus obras y lo adoramos por quien
es Él, por su carácter, su gloria. Puede decirse que alabar es dar honra, dar gloria, magnificar.
Adorar significa literalmente dar besos (pros-kuneo) y se usa en un acto de homenaje, reverencia
y veneración. La adoración es el reconocimiento de DIOS, su naturaleza, sus atributos y no
solamente se refiere a cantar o dar gracias, sino que también adoramos a Dios con acciones de
reconocimiento.
Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
Salmo 119:73
Todos los llamados de mi nombre; a los que para gloria mía he creado, los formé y los
hice.
Isaías 43:7
Este pueblo que he creado para mí; a fin de que publique mis alabanzas.
Isaías 43:21
Dios hizo al hombre para que fuera una creación que alabara. Está dentro de la naturaleza de
TODA persona el alabar y adorar. Entonces, el hombre no decide si ha de adorar y alabar, sino
qué es lo que alabará y adorará.
Dios demanda de sus hijos, llamados por sus nombres, la alabanza total y solamente para ÉL.
El hombre ha escogido alabar su trabajo, su familia, sus posesiones materiales, sus riquezas, su
apariencia, pero hay un gran principio en la Palabra que dice que el Hombre sirve o es siervo de
lo que adora.
De nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y
la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adoras. Entonces Jesús le dijo:
Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.
Mateo 4:8–10
Adoración y servicio van juntos, no pueden separarse uno del otro.
Pero llega la hora, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre busca tales adoradores que le adoren. Dios es
Espíritu; y los que le adoran, es necesario que le adoren en espíritu y en verdad.
Juan 4:23–24
«En espíritu y en verdad» significa: que le adoremos con el espíritu refiriéndose a lo más
profundo de nuestro ser. Y en verdad significa: que sea con absoluta honestidad y transparencia
con Dios sin esconderle nada. Como doble referencia puede ser dicho: Adorándole con el
85
lenguaje espiritual y en verdad. Confesándolo, cantando y proclamando la Palabra de Dios la
cual es realmente la verdad.
El Salmo 100:4 nos dice: «Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con
alabanza […]» Isaías 60:18b dice: «Sino a tus muros llamarás Salvación y a tus puertas
Alabanza».
Cuando comenzamos a alabar abrimos la puerta para entrar ante las cortes y atrios que
liberan la mano de Dios para producir bendición y milagros. La adoración nos lleva ante la
misma presencia del Altísimo, al lugar santísimo, derramándose la gloria de Dios para traer
victoria, sanidad y libertad (liberación). David reconocía la dimensión espiritual y sabía cómo
batallar contra el enemigo. El sabía dónde se encontraba la clave para la lucha. Si derrotó a
Goliat, no fue por su fuerza ni habilidad, sino porque estaba alabando y glorificando al Señor.
¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu
gloria sobre los cielos; Por boca de los niños y de los que maman, afirmas tu fortaleza frente
a tus adversarios, para hacer callar al enemigo y al rebelde.
Salmo 8:1–2
Temible en alabanzas
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¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?¿Quién como tú, magnífico en santidad,
terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios? Extendiste tu diestra; La tierra los
tragó.
Éxodo 15:11–12
• Josué obtuvo victoria en Jericó cuando el pueblo alabó a Dios con gritos de alabanza y
sonido de trompetas y las paredes cayeron en derrota.
• David derrotó a Goliat porque declaraba alabanza al Señor.
• Josafat vio la victoria de Jehová porque el pueblo comenzó a alabar y entonar cánticos de
adoración y alabanza y el Señor puso emboscadas a los ejércitos enemigos.
• Pablo y Silas fueron liberados de las cadenas y de la prisión porque oraban y cantaban
alabanzas a Dios. Dice la Palabra que se produjo un gran terremoto y al instante se abrieron todas
las puertas y las cadenas se soltaron.
Éstos son los que David puso sobre el servicio de canto en la casa de Jehová, después
que el arca tuvo reposo, los cuales servían delante de la tienda del tabernáculo de reunión
en el canto, hasta que Salomón edificó la casa de Jehová en Jerusalén; después estuvieron
en su ministerio según su costumbre.
1 Crónicas 6:31–32
También había cantores, jefes de familias de los levitas, los cuales moraban en las
cámaras del templo, exentos de otros servicios, porque de día y de noche estaban en su
ministerio musical.
1 Crónicas 9:33
Los cantores eran parte permanente del servicio del templo y en el tabernáculo. Los ministros
de música trabajaban permanentemente y recibían salario y diezmos del pueblo. Esto indica la
importancia que tiene la música en nuestras celebraciones. No es para calentarnos, no es para
pasar el tiempo, no es para esperar a los que llegan tarde, no es para demostrar talentos, ni
siquiera es para evangelizar, es para alabar y adorar a Dios.
Los ejércitos del mundo marchan a la batalla con música. El ejército de Dios debe hacerlo
aún más. Es imposible enfatizar que mientras más nos encontremos en medio de batallas MÁS
debemos cantar y alabar al Señor con voces e instrumentos. LA MÚSICA es el medio de la
expresión de la iglesia hacia su amado como una serenata que derrama el favor y la bendición
del Señor, con cánticos de liberación: «Tú eres mi refugio, me guardarás de la angustia; con
cánticos de liberación me rodearás» (Salmo 32:7). Dios quiere romper cadenas con cantos de
liberación derribar muros, traer sanidad: «Yo soy Dios tu sanador».
El ejercitar la alabanza mantiene nuestro enfoque en la dirección correcta. Necesitamos
entender la perspectiva bíblica del poder que es liberado sobre el enemigo a través de la
alabanza, especialmente en los cánticos.
Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de
Amón de Moab y del monte de Seír, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá,
y se mataron los unos a los otros.
2 Crónicas 20:22
Regocíjense los santos por su gloria, y canten aun sobre sus camas. Haya alabanzas a
Dios en sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos, para ejecutar venganza entre las
87
naciones, y castigo entre los pueblos paganos; para aprisionar a sus reyes con argollas, y a
sus nobles con cadenas de hierro; para ejecutar en ellos el juicio decretado; un honor será
estopara todos sus santos. Aleluya.
Salmo 149:5–9
«La alabanza contiene el poder de neutralizar la fuerza del ataque maligno sobre el pueblo de
Dios, porque donde quiera que el espíritu de alabanza vive, Dios es enaltecido y coronado y ni
carne ni demonio puede llevar a cabo sus propósitos». Jack Hayford en Worship His Majesty.
Capítulo 21
Nuestras armas no son humanas sino los poderes divinos para derribar y destruir fortalezas.
Así dice Jehová: Guardad la equidad, y practicad la justicia; porque mi salvación está a
punto de llegar; y mi justicia de manifestarse.
Isaías 56:1
Yo les daré lugar en mi casa, y dentro de mis muros un monumento y un nombre mejor
que el de hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, que nunca perecerá. Y a los extranjeros
que sigan a Jehová para servirle, y que amen el nombre de Jehová para ser sus siervos; a
todos los que guarden el sábado sin profanarlo, y se mantengan firmes en mi pacto, yo los
llevaré a mi santo monte y los alegraré en mi casa de oración; sus holocaustos y sus
sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi casa será llamada casa de oración para
todos los pueblos.
Isaías 56:5–7
El libro de Hebreos nos dice que Jesucristo fue tanto superior a los ángeles por cuanto heredó
más excelente nombre que ellos. Hay tres formas de heredar un nombre o de usar un nombre:
1. por nacimiento (la iglesia)
2. por adopción (Israel)
3. por poder (un poder oficial que autoriza el nombre y la firma de una persona para otra).
¿Qué valor o qué poder o significado lleva el uso de un nombre? Pues eso depende de la
autoridad que este nombre representa:
¿Hay pues, poder en el nombre de Jesús?
88
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le otorgó el nombre que es sobre todo
nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos,
en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es SEÑOR, para la
gloria de Dios Padre.
Filipenses 2:9–11
Dios le otorgó un nombre que es sobre todo nombre. Un nombre que lleva autoridad sobre
todas las cosas visibles e invisibles.
Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios,
hablarán en nuevas lenguas, tomarán serpientes en sus manos, y si beben algo mortífero, no
les hará ningún daño, impondrán las manos sobre los enfermos, y sanarán.
Marcos 16:17–18
En el nombre de Jesús hay autoridad sobre demonios, enfermedades, sobre todo poder,
potestad o principado, sobre todas las cosas visibles e invisibles. Al nacer en la familia de Dios
nuestra salvación comienza por la autoridad y poder de su nombre: «Y en ningún otro hay
salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser
salvos» (Hechos 4:12).
La palabra salvación (soteria) denota liberación espiritual, preservación, liberación material,
liberación emocional. Se traduce también libertad, salud. El nombre de Jesús nos ha sido dado
por la gracia de Dios para ofrecer salvación a todos los hombres. El nombre de Jesús (griego) es
lo mismo que Josué (hebreo, Jehoshua) y significa Jehová o Yavé es Salvador, o sea: Josué es
Salvador.
Y poniéndoles en medio, les preguntaban: ¿Con qué clase de poder, o en qué nombre,
habéis hecho vosotros esto?
Hechos 4:7
¿Con qué poder o autoridad, en qué nombre o en nombre de quién?
De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago, también él las
hará; y aún hará mayores que éstas, porque yo voy al Padre. Y cualquier cosa que pidáis al
Padre en mi nombre, la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo
en mi nombre, yo lo haré.
Juan 14:12–14
En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto
pidáis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora, nada habéis pedido en mi nombre;
pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo esté completo.
Juan 16:23–24
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos;
y penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y de los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Hebreos 4:12
• El nombre de Jehová es salvación. El nombre de Jesús tiene autoridad.
• El nombre Rockefeller lleva significado de autoridad en el mundo de las finanzas.
89
• El nombre Reagan, tiene autoridad en el mundo de la política.
Y en lo de ahora, Señor, fijate en sus amenazas, y concede a tus siervos que con todo
denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y
señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Siervo Jesús. Cuando acabaron de orar,
el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Hechos 4:29–31
El nombre de Jesús hace que los infiernos tiemblen. Al clamar por el nombre de Jesús
estamos clamando por todos los recursos celestiales.
Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que
tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando. Ésta,
siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios
Altísimo, quienes os anuncian un camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días;
Pablo, cansado ya de esto, se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo,
que salgas de ella. Y salió en aquel mismo momento.
Hechos 16:16–18
El nombre del Verbo viviente es el sello o la firma que autoriza en el ámbito espiritual a que
el Verbo escrito se manifieste en el ámbito natural. Al declarar las promesas de Dios, al pedirle
al Padre en el nombre de Jesús tenemos acceso inmediato a los recursos celestiales.
Cuando pasaban de camino, muy de mañana, vieron que la higuera se había secado
desde las raíces. Entonces Pedro, acordándose, le dice: Rabí, mira, la higuera que maldijiste
se ha secado. Respondiendo Jesús, les dice: Tened fe en Dios. En verdad os digo que
cualquiera que le diga a este monte: Sé quitado de ahí y arrojado al mar; y no dude en su
corazón, sino que crea que lo que está hablando sucede, lo tendrá. Por eso os digo que todo
cuanto rogáis y pedís, creed que lo estáis recibiendo, y lo tendréis. Y siempre que os pongáis
de pie a orar, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre, el
que está en los cielos, os perdone vuestras transgresiones. [Pero si vosotros no perdonáis,
tampoco vuestro Padre, el que está en los cielos, perdonará vuestras transgresiones.].
Marcos 11:20–26
Y por la fe en su nombre, a éste, que vosotros veis y conocéis, le ha consolidado su
nombre; y la fe que es por medio de él ha dado a éste esta completa sanidad en presencia de
todos vosotros.
Hechos 3:16
El nombre de Jesús nos fue dado como arma de Dios. Nos da autoridad.
Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano
Sóstenes, a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: Gracia y paz a vosotros, de parte de Dios nuestro
Padre y del Señor Jesucristo.
1 Corintios 1:1–3
90
El nombre de Jesús tenía un gran significado para la iglesia primitiva. Era parte de su
ministerio. Ahora la educación secular no quiere ni siquiera, que se mencione el nombre de Jesús
en las escuelas. Cualquier nombre, Mohamed, Buddha, el Papa, Krishna, etc., puede ser
nombrado, mas cuando se nombra la Biblia, cristiano o Jesús, todas las alarmas y persecuciones
comienzan. ¿Por qué? Porque Satanás y sus potestades temen el nombre del Señor. Hechos 9:16
dice que padeceremos por su Nombre. Mateo 10:22 dice que seremos odiados por causa de su
Nombre.
Mateo 24 habla sobre las señales que indican la venida del Señor. Una de las señales de su
venida nos lo dice Mateo 24:9: «Entonces os entregarán a tribulación y os matarán y seréis
aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre».
Hay tanto poder y autoridad en el nombre de Jesús que todas las armas del infierno están
siendo lanzadas contra aquellos que confiesan, creen y usan el nombre de Jesús.
Vienen muchos miles en contra del nombre de Jesús de Nazaret. Cuando somos vituperados
(reprobados, censurados) por el nombre de Cristo, debemos ser dichosos porque el Espíritu de
gloria y de Dios reposa sobre nosotros. Más hay poder en el nombre de Jesús, hay autoridad en el
nombre de Jesús.
Al usar el nombre de Jesús en la batalla tienes que saber que Dios le ha dado autoridad sobre
todo otro nombre. El nombre de Jesús nos abre las puertas del ámbito espiritual. Cuando oramos
y usamos el nombre de Jesús, de acuerdo a las Escrituras, de acuerdo a la voluntad de Dios, con
inteligencia y sabiduría es como si Jesucristo mismo estuviera orando.
No hay poder, fuerza, potestad o autoridad en los cielos en la tierra o en los infiernos que
pueda impedir a Dios confirmar su palabra: «Y cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre,
la haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo» (Juan 14:13).
Dios respalda el nombre de Jesús con su integridad y con su omnipotencia. Todo lo cual está
a la disposición de todo aquel que invoque el nombre del Señor. Satanás no se atreve a
enfrentarse al soldado que está vestido con la justicia de Dios y que conoce, reconoce y usa el
poder de ese grandioso Nombre.
«Toda potestad me es dada, id pues en mi nombre» (La Gran Comisión).
El poder no está en largas oraciones o en el ayuno. El poder está en aprender a usar las armas
de Dios de acuerdo a la palabra de Dios, en el poder del Espíritu Santo y esto hace temblar al
enemigo.
Juan le dijo: Maestro, vimos a uno que estaba expulsando demonios en tu nombre, pero
él no nos sigue, y tratábamos de impedírselo, porque no nos seguía. Pero Jesús dijo: No se lo
impidáis, porque no hay nadie que haga un milagro en mi nombre, y que pueda a
continuación hablar mal de mí.
Marcos 9:38–39
Pero a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser
hechos hijos de Dios.
Juan 1:12
Mientras estaba en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre,
al ver las señales que hacía.
Juan 2:23
El que cree en él, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque
no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
91
Juan 3:18
En ti confiarán los que conocen tu nombre, por cuanto tú, oh Jehová, no desamparas a
los que te buscan.
Salmo 9:10
¡Cuán glorioso es el nombre del Señor en toda la tierra! Invoquen el nombre del Señor,
porque todo el que invoca el nombre del Señor será salvo.
Capítulo 22
Para poder entrar en la batalla nos es necesario ser equipados y entrenados con las armas
necesarias. Debemos poseer la estrategia y la madurez necesarias para sobrevivir a los ataques
del enemigo. La batalla ya ha comenzado y el ejército de Dios tiene que saber las armas que
tiene a su disposición para enfrentar al enemigo.
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de
nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.
2 Corintios 10:3–4
Una versión dice: «pues aunque somos humanos, no es con el poder humano con el cual
batallamos, nuestras armas no son humanas sino potencias divinas para derribar y destruir
fortalezas».
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres
por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado en el Hijo, a quien designó heredero
de todo, por medio del cual hizo también el universo; el cual, siendo el resplandor de su
gloria, y la fiel representación de su ser real, y el que sostiene todas las cosas con la palabra
de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo,
se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, cuanto
heredó más excelente nombre que ellos. Porque ¿a cual de los ángeles dijo Dios jamás: Mi
Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: Adórenle todos los ángeles
de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, y a sus
ministros llama de fuego.
92
Hebreos 1:1–7
Por tanto, debemos prestar mayor atención a las cosas que hemos oído, no sea que
marchemos a la deriva. Porque si la palabra dicha por medio de ángeles fue firme, y toda
transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si
descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo comenzado a ser anunciada por
medio del Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con
ellos, tanto con señales como con prodigios y diversos milagros y dones distribuidos por el
Espíritu Santo según su voluntad.
Hebreos 2:1–4
Entonces, consideremos y prestemos atención a estas verdades. Permitamos que penetren en
nuestros corazones porque estamos en este momento ante la presencia de muchos ángeles.
Precisamente los ángeles son mensajeros de Dios, el término griego «ángelus» significa,
mensajeros o emisarios de Dios. Seres espirituales que batallan por Dios y sus hijos. No visten
siempre de blanco, no tienen alas, ni son afeminados como vemos en obras de arte y pinturas
sobre los ángeles, al contrario estos seres guardan y representan los intereses de Dios. En
Apocalipsis 5:11 leemos que el número de ángeles es de millares de millares. Job 38:7 dice que
los ángeles gritaban de gozo cuando Dios creó los cielos y la tierra.
Los ángeles se manifiestan en forma de hombres como sucedió en Sodoma y Gomorra
cuando fueron a avisar a Lot y su familia que venía la destrucción y era necesario huir.
Por lo cual, al ser llamado, vine sin replicar. Así que preguntó: ¿Por qué causa me
habéis hecho venir? Entonces Cornelio dijo: Hace cuatro días que a esta hora yo estaba en
ayunas; a la hora novena, mientras oraba en mi casa, vi que se puso delante de mí un varón
con vestiduras resplandecientes, y dijo: Cornelio, tu oración ha sido escuchada, y tus
limosnas han sido recordadas delante de Dios. Envía, pues, a Jope, y has venir a Simón el
que tiene por sobrenombre Pedro, el cual se hospeda en casa de Simón, un curtidor, junto al
mar; y cuando llegue, él te hablará. Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien venir.
Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios
te ha ordenado. Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no
hace acepción de personas, sino que en toda nación, el que le teme y practica lo que es justo,
le es acepto.
Hechos 10:29–35
Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella
algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
Hebreos 13:1–2
En el libro Reconquista de tu ciudad, John Dawson tiene un capítulo titulado, «Todo acerca
de los ángeles», en el cual detalladamente explica este ministerio y las numerosas escrituras
bíblicas.
Se habla de ellos en término masculino pero no se casan ni se reproducen. Son un ejército o
compañía y no una raza. Entre los ángeles hay aquellos que representan diferentes funciones y
posiciones de autoridad. Incluyen tronos, dominios o poderes o autoridades, serafines,
querubines, arcángeles y ángeles de la guarda. En Mateo 18:10 nos dice de los niños que sus
ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de nuestro Padre celestial. Los ángeles
93
celebran. Según Lucas 15:7, «hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador
que se arrepiente» (Véase Lucas 15:7).
A los ángeles se les comisiona para ejecutar el juicio divino sobre personas, ciudades y
naciones.
Cuando haces a Dios una promesa no tardes en cumplirla; porque él no se complace en
los insensatos. Cumple lo que prometes. Mejor es que no prometas, y no que prometas y no
cumplas. No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue
inadvertencia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de
tus manos?.
Eclesiastés 5:4–6
Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un ángel del
Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.
Hechos 12:22–23
Pleitea, oh Jehová, con los que contra mí contienden; Pelea contra los que me combaten.
Embraza el escudo y la coraza, y levántate en mi ayuda. Blande la lanza, cierra contra mis
perseguidores; Di a mi alma: Yo soy tu salvación. Sean avergonzados y confundidos los que
buscan mi vida; retrocedan y sean afrentados los que mi mal intentan. Sean como el tamo
delante del viento, cuando el ángel de Jehová los acose. Sea su camino tenebroso y
resbaladizo, y el ángel de Jehová los persiga. Porque sin causa me tendieron una trampa;
sin causa cavaron hoyo para mi alma. Sobre cada uno de ellos caiga de improviso la ruina,
lo prenda la misma red que escondió, y su fosa se hunda.
Salmo 35:1–8
A los veinticuatro días del mes undécimo, que es el mes de Sebat, en el año segundo de
Darío, vino palabra de Jehová al profeta Zacarías, hijo de Berequías, hijo de Iddó, en estos
términos: Tuve una visión esta noche, y he aquí que un varón cabalgaba sobre un caballo
alazán, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondonada; y detrás de él había
caballos alazanes, negros y blancos. Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y me dijo el
ángel que hablaba conmigo: Yo te enseñaré los que son éstos.
Zacarías 1:7–9
Y Jehová respondió buenas palabras, palabras consoladoras, al ángel que hablaba
conmigo. Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así dice Jehová de los
ejércitos. Estoy celoso con gran celo por Jerusalén y por Sion.
Zacarías 1:13–14
Los ángeles no deben ser adorados pues son nuestros consiervos y la adoración es para Dios
solamente.
Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de
los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder
pronto. ¡He aquí, vengo pronto! Dichoso el que guarda las palabras de la profecía de este
libro. Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las oí y las vi, me postré para
adorar ante los pies del ángel que me mostraba estas cosas. Pero él me dijo: Mira, no lo
hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las
palabras de este libro. Adora a Dios.
94
Apocalipsis 22:6–9
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; soy consiervo
tuyo, y de tus hermanos que poseen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Apocalipsis 19:10
Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles,
entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal.
Colosenses 2:18
La Palabra dice que nosotros hemos de juzgar a los ángeles. Pablo nos exhorta diciendo que
si aun un ángel del cielo anuncia otro evangelio contrario al que nos ha sido dado, este será
maldito.
Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día en que aplicaste tu
corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a
causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante
veintiún días; pero he aquí que Miguel, uno de los principales príncipes, vino para
ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
Daniel 10:12, 13
Los ángeles y los cristianos son aliados en el conflicto en el cual batallamos contra Satanás.
A través de nuestras oraciones de intercesión los ángeles son enviados inmediatamente, para
asistirnos en las peticiones que hacemos al Señor.
SECCIÓN VI
EL CONFLICTO
Capítulo 23
Áreas vulnerables
en la batalla espiritual
95
Sed sobrios y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda
alrededor buscando a quien devorar …
1 Pedro 5:8
Nuestro adversario (enemigo, contrario) el diablo busca a quién y cómo devorar. Busca áreas
de vulnerabilidad, áreas en las que somos débiles o propensos para sufrir daño o lesión.
Cinco áreas en las cuales el enemigo obra para causar daños en la familia inmediata (el
hogar):
1. En las relaciones entre hermanos o familiares inmediatos:
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a
Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos desús ovejas, de lo más gordo de ellas. Y
miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la
ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová
dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres,
¿no serás enaltecido?, y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti
será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al
campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel,
y lo mató.
Génesis 4:3–8
Los celos, la envidia y el espíritu de acusación son las grandes armas de la división. Cuando
el enemigo logra usar este espíritu de acusación para traer discordia, división, y hasta dudas de
nuestros líderes o hermanos podemos estar seguros de que no proviene de Dios. El no es el autor
de la confusión sino de la paz. Satanás puede usar vehículos santos para impedir el plan de Dios.
Al llegar Jesús a la región de Cesárea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo:
¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, que Juan el
Bautista, otros, que Elias; y otros, que Jeremías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y
vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el
Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jónos, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo
también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella.
Mateo 16:13–18
Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, no lo
permita Dios; en ninguna manera te suceda esto. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro:
¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque tus sentimientos no son los de
Dios, sino los de los hombres.
Mateo 16:22–23
El espíritu de acusación o el de calumnia ha causado ofensas, desánimo, división y demás
cosas. Nótese que en su mayoría las acusaciones son para personas que de alguna forma u otra
tienen o representan alguna fase del liderazgo. Es por eso que necesitamos tener mejores
relaciones personales y reprender todo espíritu de acusación y criticismo. Parar de inmediato a
Satanás, el cual es llamado el acusador y el calumniador de nuestros hermanos.
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Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el
reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador
de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Apocalipsis 12:10
En el hogar se manifiestan dichos espíritus. Los mismos incitan a que existan acusaciones y
calumnias, por lo que traen grandes ofensas entre cónyuges, hijos, padres, etc.
De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser
así.
Santiago 3:10
2. Finanzas. En esta área, muy delicada y sensitiva, tenemos que ser muy cuidadosos y muy
sabios para evitar la manipulación y el abuso de la caridad bajo el pretexto de necesidades.
Tenemos que tener gran sensibilidad por aquellos que están en necesidad y orar, enseñar,
aconsejar, y suplir en cuanto les sea necesario.
Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del sustento diario, y
alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dias las cosas que son
necesarias para el cuerpo, ¿de qué sirve?
Santiago 2:15–16
Debemos afirmarnos uno al otro en el amor de Dios.
3. Familia. Tenemos que luchar constantemente por todos los miembros de nuestro hogar en
oración, apoyo, disciplina, afirmación, etc. Debemos luchar además en contra de las acusaciones
del enemigo para causar daños en el matrimonio. Por ejemplo, el esposo que golpea
violentamente a su esposa o a sus hijos.
Entonces, por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al
pueblo por familias, con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. Después miré, y me
levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de ellos;
acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y
por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas.
Nehemías 4:13–14
4. Salud. Una de las armas más engañadoras que el enemigo usa son las enfermedades y los
accidentes. Un accidente pequeño causó ofensas entre dos familias las cuales se imprecaron
mutuamente, por una parte por ignorancia de la Palabra de Dios, debido a su reciente conversión
y la otra por falta de madurez en el área del amor. Los que somos fuertes debemos soportar las
flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos (Romanos 15:1: «Así que, los que
somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros
mismos»). Muchos pueden recitar de memoria el capítulo 13 de Corintios, pero en realidad,
¿hasta qué punto lo ponemos en práctica?
El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no
se engríe; no hace nada indecoroso, no busca su propio interés, no se irrita, no toma en
cuenta el mal; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo excusa, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:4–7
97
El sacerdote del hogar debe orar con su familia. Para con la oración atar al hombre fuerte
cuando este trae enfermedades, y síntomas de malestar en la casa. Los hijos deben orar por sus
padres, y los padres hacerlo por sus hijos.
5. Visión. Es absolutamente necesario que el pueblo se someta a la visión de su líder, siempre
y cuando esta no contradiga o se oponga a la Palabra de Dios.
¿Andarán dos juntos, si antes no se han puesto de acuerdo?
Amós 3:3
Donde no hay visión el pueblo perece. Otra versión dice: «Sin visión el pueblo se
desenfrena».
Sin profecía el pueblo se desenfrena; mas el que guarda la ley es dichoso.
Proverbios 29:18
Dios le da la visión a un individuo y este guía al pueblo en dicha visión: Moisés y el pueblo
judío, David e Israel, etc. Dios me ha dado una gran visión para nuestra congregación:
1) Alcanzar a hispanos de primera y segunda generaciones por medio de la adoración,
alabanza, predicación y enseñanza de las buenas nuevas.
2) Ser un centro de recursos para otros, localmente y en Latinoamérica.
Si Satanás puede oscurecer, nublar, obstaculizar nuestra visión, entonces, como dice
Proverbios, el pueblo se desenfrena. Corre por todos lados sin ningún control, un caballo
desbocado no tiene frenos, un pueblo que no tiene control se desenfrena. Dios edifica cuando el
pueblo tiene ánimo para trabajar.
En Judá también estuvo la mano de Dios para darles un solo corazón para cumplir el
mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra de Jehová. Y se reunió en
Jerusalén mucha gente para celebrar la fiesta solemne de los panes sin levadura en el mes
segundo, una asamblea muy grande.
2 Crónicas 30:12, 13
¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
habitar los hermanos juntos en armonía!
Es como el buen óleo sobre la cabeza,
el cual desciende sobre la barba,
la barba de Aarón,
y baja hasta el borde de sus vestiduras;
como el rocío de Hermón,
que desciende sobre las alturas de Sión;
porque allí envía Jehová bendición,
y vida para siempre.
Salmo 133
La batalla no es nuestra; es del Señor. En medio de la multitud de problemas y ataques en
todas estas áreas tenemos la promesa de Dios de que la guerra, la batalla, la lucha, no son
nuestras sino de Dios.
¡Oh Dios nuestro!, ¿no los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerza contra tan
gran multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, y a ti volvemos nuestros
98
ojos. Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños y sus mujeres y sus hijos.
Estaba allí Jahaziel hijo de Zacarías, hijo de Benaías, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, levita
de los hijos de Asaf; sobre él vino el Espíritu de Jehová en medio de la asamblea, y dijo:
Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat.
Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande,
porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. Bajad mañana contra ellos; he aquí que ellos
subirán por la cuesta de Sis, y los hallaréis junto al arroyo, antes del desierto de Jeruel. No
tendréis que pelear vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de
Jehová con vosotros. Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra
ellos, porque Jehová estará con vosotros.
2 Crónicas 20:12–17
Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los de monte de Seír para
matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte Seír, cada cual ayudó
a la destrucción de su compañero.
2 Crónicas 20:23
Capítulo 24
99
3. Él levanta gente para guiarle y salvarle (de la esclavitud y de la opresión).
La liberación vendrá de Sión.
Y subirán salvadores al monte de Sión para juzgar al monte de Esaú; y el reino será de
Jehová.
Abdías 21
Usualmente ellos no se sienten calificados pero la unción los liberará y vendrá de en medio
de vosotros.
Entonces clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová levantó un libertador a los
hijos de Israel y los libró; esto es, a Otoniel hijo de Cenez, hermano menor de Caleb.
Jueces 3:9
Cuando el pueblo clama ante el Señor, el Espíritu del Señor viene.
Y clamaron los hijos de Israel a Jehová; y Jehová les levantó un libertador, a Eúd hijo de
Gerá, benjaminita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron con él un presente a
Eglón rey de Moab.
Jueces 3:15
El pueblo clama y Dios los libera.
Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros
herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.
Jueces 4:3
Dios contesta las oraciones mandando una unción que rompe las cadenas.
De este modo se empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de
Israel clamaron a Jehová. Y cuando los hijos de Israel clamaron a Jehová, a causa de los
madianitas, Jehová envió a los hijos de Israel un varón profeta, el cual les dijo: Así ha dicho
Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre.
Jueces 6:6–8
Clama al Señor, enseña al pueblo a clamar al Señor. Siente el dolor de la ciudad, reconoce
que tenemos un sumo sacerdote que se identifica con nosotros (que es sensitivo).
Hay una unción profética que viene con la intercesión y los profetas no se comprometerán
con el pecado. Prefieren morir en lugar de comprometerse con el pecado. No somos llamados a
vivir en temor.
Y vino el Ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofrá, la cual era de
joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de
los madianitas. Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón
esforzado y valiente. Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros,
¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros
padres nos han contado, diciendo: No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha
desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo:
Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia
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es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre. Jehová le dijo: Ciertamente yo
estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como si fuera un solo hombre.
Jueces 6:11–16
Nuestra fortaleza está en que el Señor nos ha mandado, y con el llamado va la unción.
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los
madianitas. ¿No te envío yo?
Jueces 6:14
Antes de que entremos en la Batalla Espiritual debemos saber que Dios es el Dios de paz.
Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro
Señor Jesucristo sea con vosotros.
Romanos 16:20
Capítulo 25
101
Varios libros han sido escritos sobre este tema. Incluyendo el libro de John Dawson, La
reconquista de tu ciudad y el de Floyd McClung, Viendo nuestra ciudades a través de los ojos de
Dios.
Dawson dice que: «Las ciudades son la mente y el corazón de las naciones». McClung afirma
que: «Las ciudades son la cúspide de la sociedad en donde las ideologías, la cultura y las modas
nacen, se desarrollan y fluyen para influenciar a toda su población (incluyendo a los cristianos)».
El enfoque de la guerra espiritual es principalmente abrir las puertas al evangelio. Existen
muchos movimientos como: «Cristo para la ciudad» (John Huffman), «Cada hogar para Cristo»
(Dick Eastman) y «Amanecer» (James Montgomery), que están desarrollando estrategias para
ganar las ciudades para Dios.
El material que vamos a estudiar tiene como objetivo el tener impacto en cualquier ciudad y
en todas las naciones.
Las siguientes son seis de las reglas vitales. Puede haber más, pero creemos que estas son
imperativas para lograr el objetivo.
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La palabra del Señor crecía y el número de discípulos prevalecía porque continuaban
unánimes en el templo entregados de continuo a la oración (Véase Hechos 6:7).
Alzaron unánimes la voz a Dios [en intercesión].
Hechos 4:24
2) Los pastores
Dios nos está llamando a dejar de pelearnos entre nosotros y llevar la pelea contra el
verdadero enemigo. No peleando uno contra otro, sino defendiéndonos el uno al otro. Ninguna
ciudad va a ser tomada para Dios a no ser que los pastores (porteros) se unan y cada cual con la
llave que le ha sido dada abra las puertas al evangelio.
Los líderes y pastores deben tener comunicación y trabajar juntos sobre todo en oración e
intercesión por la ciudad en una forma frecuente. Hasta que esto no suceda es mejor no proceder.
Joel 1:14 dice: «Proclamad un ayuno, convocad asamblea; reuníos, ancianos y todos los
moradores de la tierra en la casa de Jehová, vuestro Dios, y clamad a Jehová».
Hechos 4:32–33 dice que: «la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma
… y con gran poder los apóstoles (líderes y pastores) daban testimonio de la resurrección del
Señor Jesús, y abundante gracia había sobre todos ellos».
3) El cuerpo de Cristo
Es necesario proyectar la clara imagen de que el esfuerzo no es una actividad de
pentecostales y carismáticos sino de todo el cuerpo de Cristo. Edgar Silvoso, argentino de
trasfondo bautista dice: «La artimaña principal de Satanás es la de hacer de la guerra espiritual
un punto de división mientras que el verdadero concepto es el de la guerra espiritual como
fundamento de la unión del cuerpo de Cristo».
Los pentecostales y evangélicos tienen que hacer dos cosas: recibir la Palabra con solicitud y
escudriñar diariamente las Escrituras para ver si estas cosas son así (Véase Hechos 17:11). Más y
más líderes en todo el cuerpo de Cristo están siendo tocados por el Espíritu Santo. Esto en sí es
un avance del Reino de Dios.
4) La preparación espiritual
Es necesario incorporar y asegurar la preparación de líderes y otros participantes a través del
arrepentimiento, humildad y santidad. La confesión de pecado personal y corporal de la iglesia y
de los antepasados debe ser al estilo de Jeremías, Nehemías, Moisés, etc., que clamaban perdón
por sus pecados y los de la nación, para ver la justicia de Dios manifestada en su gracia y
misericordia y no en su ira.
El orar los unos por los otros, el romper maldiciones del pasado, el pedirse perdón por celos,
envidias, divisiones y sectarismos limpia los vasos del liderazgo de la ciudad y el cuerpo de Dios
recibe sanidad.
5) La indagatoria (investigación)
103
Es necesario buscar el origen histórico de la ciudad por medios de investigación y reconocer
las fuerzas espirituales que constituyen el carácter de la ciudad.
• Nueva York, Estados Unidos (Mamón).
• San Francisco, Estados Unidos (espíritus inmundos, perversión).
• Miami, Estados Unidos (espíritus de brujería y ocultismo).
• Medellín, Colombia (violencia, avaricia, y brujería).
• Brasilia, Brasil (idolatría, ocultismo).
Toda esta información nos ayuda a entender cómo y por qué debemos interceder para tomar
las ciudades para el Señor.
6) Los intercesores
No todos los que oran son intercesores, aunque todos son llamados a interceder. Al igual que
no todos los que profetizan son profetas, o no todos los que enseñan son maestros. Todos somos
llamados a interceder pero hay algunos individuos dotados especialmente por Dios para llevar a
cabo este nivel de Guerra Espiritual.
El doctor C. Peter Wagner en su libro Tus dones espirituales pueden ayudar tu iglesia define
a un intercesor de esta manera: «El don de intercesión es la habilidad especial que Dios da a
ciertos miembros del cuerpo de Cristo para orar por períodos extensos de tiempo en una forma
frecuente y regular y discernir respuestas específicas a sus oraciones en un nivel mucho más alto
que el esperado de otros cristianos».
Es necesario trabajar con intercesores (personas especialmente dotadas y llamadas a guerrear
o batallar al nivel estratégico), para buscar la revelación de Dios en cuanto a lo siguiente:
A. El don para la redención o los talentos de una ciudad.
B. Las fortalezas de Satanás en la ciudad.
C. Los espíritus territoriales asignados a la ciudad.
D. Los pecados y maldiciones del pasado y del presente contra los cuales hay que tratar.
E. El tiempo correcto y plan de Dios para el ataque.
Finalmente, el cuerpo de Dios está llamado a interceder por los líderes cristianos. Yo
aconsejo que toda persona involucrada en cualquier fase del ministerio o liderazgo debe tener
intercesores personales que oren por él/ella diariamente y los cubran con oración de intercesión.
… orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta
para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso.
Colosenses 4:3
Hermanos, orad por nosotros.
1 Tesalonicenses 5:25
y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con
denuedo el misterio del evangelio.
Efesios 6:19
104
Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea
glorificada, así como lo fue entre vosotros …
2 Tesalonicenses 3:1
Capítulo 26
105
B. Conoce a tu enemigo. Durante la II Guerra Mundial el General MacArthur declaró:
«Mientras haya mayor conocimiento del enemigo, la victoria será superior». También esta es una
verdad en la batalla espiritual. La entrada de Satanás viene a través de:
1. Pecados a través de generaciones.
2. Brujería.
3. Idolatría.
4. Engaño.
(1)Falsedad (como en el ocultismo).
(2)Mezclas (como en las sectas).
(3)Sustituciones (como en las falsas religiones e idolatría).
5. Mentiras (2 Tesalonicenses 2:10–12).
6. Enfermedad.
7. Pobreza.
8. Muerte, suicidio y aborto.
9. Desunión, contienda, discordia y división.
10. Juicio.
11. Juramentos.
12. Palabras verbales (Mateo 12:37).
III. ¿Cuales son los métodos para el desarme del hombre fuerte?
A. Investigar el pasado. Una vez que tengas el conocimiento y la dirección del territorio al
que has sido llamado, investiga la historia de esta área (Números 13:16–18).
B. Aceptar y ejercitar la autoridad que Jesús nos ha dado sobre nuestro enemigo.
C. Arrepentirse de todo pecado. Así como lo hizo Nehemías y Daniel confesando el pecado
de la nación, tenemos que hacer lo mismo. Su confesión fue el preludio de la liberación de los
enemigos de la nación. No confesar el pecado le da a Satanás el derecho de continuar sus obras
(Jeremías 16:10–13; Esdras 9:7).
D. Perdonar los pecados de otros. En Mateo 18:35 Jesús nos enseña la importancia del
perdón. Aquel que no perdona es entregado al tormentador hasta que lo haga (también Mateo
5:23–24).
E. Derribar fortalezas. Una fortaleza representa las trincheras y fortificaciones de
opiniones, puntos de vista o actitudes tomadas por un grupo de personas. Es un lugar de gran
defensa por medio de relaciones y condiciones posesionales, habilidad, y contacto. Es altamente
exaltado por hombres que se levantan con gran fuerza contra el evangelio, hasta interferir con y
en el evangelismo.
(Derribar fortalezas es traspasar las barreras erigidas por los poderes malignos, para proteger
los territorios atando y confesando lo que es ilícito sobre la tierra y en los cielos.)
F. Usar nuestras armas de batalla. Enfrentando el espíritu territorial bajo la autoridad del
nombre de Jesús, usando la Palabra de Dios, atando y desatando de la manera que el Señor dirija.
Atar y desatar (Mt. 16:19). Esto se hace antes de que entremos en el territorio del enemigo.
Atar significa impedir el movimiento, amarrar. Mientras que desatar significa permitir o poner en
libertad. Cuando atamos al enemigo, lo atamos fuertemente para que no pueda moverse.
Debemos recordar que el enemigo tiene una armadura o está en terreno legal en el que puede
apoyarse o confiar. Cuando lo atamos, retiramos su sombra, oscuridad, defensa y protección.
106
G. Batallar con alabanza. Esta es una de las maneras más altas de la batalla (Salmo 149:6–
9). Hay diferentes maneras de «alabanza guerrera». Algunas son:
1. Cantando y gritando (Josué 6:16–20).
2. Instrumentos (Josué 6:3–20; Salmo 150).
3. Palmoteando (Job 27:23; Nahum 3:19; Salmo 47:1; Salmo 18:24; Éxodo 4:4; 7:17).
4. Nuestros pies marchando, caminando, etc. (Josué 1:3; 10:24–25).
5. Dando honra y gloria a Dios por medio de Jesucristo y por el Espíritu Santo.
6. Cantando en la batalla (2 Crónicas 20:22).
H. Proclamar la Palabra y la Verdad de Dios en la presencia de nuestro enemigo (Mateo
4:4, 7, 10).
I. Mantener el ataque hasta que el enemigo sea conquistado.
VII. ¿Cuánto tiempo debemos esperar que una batalla a nivel cósmico
tome una situación específica?
A. Depende de la fuerza del diablo y de la fortaleza de los ataques del cristiano. Puede tomar
horas o siglos.
B. Depende del tiempo de Dios y nuestra voluntad, fe, obediencia y persistencia.
107
E. Mantén al grupo informado contribuyendo con todo el material para el grupo pequeño.
F. Perfecciona y finaliza la copia de presentación.
G. Como paso siguiente, busca la dirección y el tiempo del Señor. Es muy importante que
sepamos exactamente qué es lo que él quiere que hagamos y cómo hacerlo (estrategia).
H. Continúa compartiendo conocimientos y experiencias para expandir la perspectiva de
todos.
I. Empieza a promulgar los conocimientos ganados a través de cada ministerio y por medio
de los esfuerzos de los líderes de la Red de Batalla Espiritual.
J. Concéntrate en ciudades (Bogotá, Buenos Aires, México, D.F., etc.) y naciones específicas
(Colombia, Cuba, Nicaragua, etc.) para la batalla espiritual. Si es posible ve en equipos que sean
dirigidos por Dios a las áreas que él te dirija.
XI. Conclusión
A. La batalla espiritual es bíblica.
B. La iglesia está comisionada para, «Ir adelante …»
C. Dios está llamando a sus líderes a una unidad para equipar y entrenar a su ejército.
D. La oración es la guía del Espíritu Santo y es la clave esencial para la batalla espiritual.
108
E. La iglesia verdadera siempre tendrá que entrar en guerra espiritual.
F. La intensidad de la batalla necesita aumentar para disminuir los dos billones y medio de
inconversos.
G. La iglesia completa debe ser llena del poder del Espíritu Santo para participar en la guerra.
H. La iglesia necesita triunfar sobre todo espíritu territorial para poder discipular.
I. El reino de Dios espera para que la Red de Batalla Espiritual haga su trabajo.
Guía de estudio
INTRODUCCIÓN
109
Lección 1
EL PROPÓSITO DE LA IGLESIA
Lección 3
Capítulo 2
110
4. ¿Cuáles son los cuatro deberes que Dios busca de todo cristiano?
5. ¿Cuáles son las siete áreas que Dios requiere de su iglesia y de nosotros los miembros de su
Cuerpo?
6. ¿Qué clase de ministerios busca Dios?
DERRIBAR:
DESTRUIR:
DERROCAR:
EDIFICAR:
PLANTAR:
111
2. Según la Biblia, ¿cuál fue la primera institución que Dios bendijo? Cite un pasaje biblico.
3. ¿Qué conceptos aprendemos en cuanto al desarrollo de nuestra familia?
4. Según 1 Juan 2:16, ¿cómo destruye Satanás las relaciones del ser humano con su familia y con
Dios?
5. ¿Cómo viene el ataque contra el creyente?
6. Según Efesios 6:12, ¿contra quién militamos como cristianos?
7. Según 2 Corintios 10:3–5, ¿qué clase de armas nos han sido dadas y cuál es entonces nuestra
batalla?
8. ¿Qué armas nos dado Dios para la Guerra Espiritual?
9. ¿A qué nos llama Dios según Nehemías 4:14? ¿Por quiénes?
10. ¿Cuál es la táctica principal de Satanás y cuáles son los resultados de esta táctica?
LA BATALLA ESPIRITUAL EN
EL CAMPO DE LA MENTE
Lección 6
Capítulo 6
1. Lea 1 Cortintios 2:11–14. ¿Cuáles son los tres espíritus mencionados por estas escrituras?
2. ¿Qué leyes obedecen cada uno de estos tres espíritus?
3. Según 1 Tesalonicences 5:23, ¿de qué consiste la totalidad del ser humano?
4. ¿Cómo es llamada la conciencia del hombre en el Antiguo Testamento? Cite tres pasajes
bíblicos.
5. Defina los términos griegos: «Pneuma» «Psyche» y «Soma».
6. Según Galatas 5, ¿cuáles son las obras de la carne y su fruto?
7. Según el mismo capítulo, ¿cuáles son las obras del espíritu y su fruto?
112
1. ¿Cuáles son los espíritus desencadenados para destruir la familia?
2. ¿Qué consecuencias traen el engaño y la dureza de corazón?
3. Defina los términos «Espíritu de Acusación» y «Espíritu de Rechazo».
4. ¿Cuáles son los espíritus desencadenados para destruir la Iglesia?
5. Defina el término «Espíritu» según el Diccionario del Nuevo Testamento de W. E. Vine.
6. ¿Cuáles son las características del espíritu de anticristo?
7. ¿Cuáles son las características del espíritu de Absalón?
8. ¿Cuáles son las características del espíritu de letargo?
9. ¿Cuáles son las consecuencias de la fortaleza del «amor frío»?
10. ¿Cuáles son las consecuencias del espíritu de acusación?
11. ¿Cuáles son las características del espíritu de Jezabel?
12. Cite 10 espíritus desencadenados contra la Iglesia.
13. Cite 10 espíritus dados al Cristiano para contrarestar el ataque del enemigo.
LA CARTOGRAFIA ESPIRITUAL
Lección 8
Capítulos 12–14
113
LAS ARMAS DE GUERRA
Lección 9
Capítulo 15
1. ¿Cuáles son las armas de guerra que Dios nos ha dado para batallar?
2. Defina el término griego «energeo».
3. Defina el término griego «kratos».
4. Defina el término griego «ischus».
5. Según la epístola a los Efesios, ¿en qué consiste la «Armadura de Dios»?
EL PLAN DE RESISTENCIA:
LA GUERRA DE INTERCESIÓN
Lección 11
Capítulo 18
114
4. ¿Por qué razones en la mayoría de ocasiones no podemos destruir las fortalezas?
5. Cite los cuatro elementos del plan de resistencia.
DESTRUCCIÓN DE FORTALEZAS
CON EL AYUNO
Lección 12
Capítulo 19
EL PODER DE LA ALABANZA Y
LA ADORACIÓN
Lección 13
Capítulo 20
115
1. ¿De qué formas podemos «heredar» un nombre?
2. ¿Qué autoridad hay en en el nombre de Jesús?
3. ¿Cuál es el significado de los nombres: Jesús, Jehová, o Josué?
4. ¿Qué sucede cuando un cristiano usa el nombre de Jesús?
5. Cite un testimonio personal del uso del nombre de Jesús en su vida de oración.
ÁREAS VULNERABLES EN
LA BATALLA ESPIRITUAL
Lección 15
Capítulo 23
SINTESIS
116
Lección 17
Capítulo 26
1
Torres, H. P. (1996). Derribemos fortalezas : manual de guerra espiritual (pp. 1–272). Nashville, Tenn.:
Caribe.
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