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Reglas Parlamentarias

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Libro IV

Reglas Parlamentarias

Hasta donde sea posible se usarán en nuestras reuniones de El Concilio y de Distrito, bajo la dirección
del Espíritu Santo.

DEL PRESIDENTE

Pocos espectáculos hay de belleza superior, al observar las sutiles fuerzas del espíritu, con todas sus
gemas y matices, manifestándose en voluntad, sentimiento, habilidad, compendiándose en un solo
hombre con la finalidad de reducir a una muchedumbre de diferentes temperamentos y opiniones.

La serenidad imperturbable y el dominio de la palabra constituye la primera condición de un presidente.

Después un conocimiento y adaptación al arte de presidir. El presidente vale en razón directa de la


autoridad moral que haya conquistado. Significa la confianza de la asamblea en su presidente. Tamaña
deferencia le obliga a expresar la autoridad de la asamblea, sobre el auditorio y oradores, sobre
partidos y disidentes.

Blanco y designio será el de guiar la actuación de los participantes. No debe ceder en los momentos de
exaltación, y ha de tener habilidad suficiente para imponer dirección. Será un buen pre sidente quien al
primer contacto violento despliegue habilidad, empleando justicia para calmar a los oponentes.
Prudencia, justicia y comprensión serán las directrices en toda clase de conflictos que surjan entre los
que discutan. Nada consolida tanto el acatamiento de los presididos como una igualdad de trato para
chicos y grandes, sabios e ignorantes.

El presidente es juez, porque debe decidir en justicia los conflictos que se susciten. La justicia debe ser
equitativa, humana, amplísima, ajustándose a la determinación de la norma y a la profusión y
singularidad de los casos. La decisión debe ser encaminada a deshacer el error, a resolver la
incompatibilidad pasional, a dejar el camino expedito que encauce los trabajos colectivos, antes que a la
aplicación de artículos y castigos re-
glamentarios.

Mal presidente es el reglamentista. Con ello demuestra su falta de agilidad, aunque juez, no es auditor.
Actúe con intervenciones oportunas, yendo a la médula de las cuestiones. Evite los largos diálogos,
evite el abuso del timbre para callar las interrupciones.
Los conflictos ofrecen gran variedad, pero una salida humorística del presidente puede despejar el
horizonte de una situación embarazosa. El buen humor y la amable sonrisa son buenos auxiliares.
El presidente ha de estar siempre vigilante, logrando la oportunidad para reducir las incompatibilidades
y ofreciendo soluciones satisfactorias, que convengan a la dignidad y al buen propósito del asunto.
En suma, constituyen las características del buen presidente la atención, la palabra adecuada, para
encauzar, para mostrar que lo percibe todo, y la tolerancia para cuanto no signifique grosería, coacción
u obstáculos a las deliberaciones.

Además el presidente deberá tener en cuenta lo siguiente:

1. Debe repetir todas las proposiciones que se hagan.


2. Debe mantener en orden la discusión de las mismas.
3. Debe someter a votación de la asamblea las proposiciones cuando considere que han sido
suficientemente discutidas, auxiliándose de escrutadores si lo considera necesario.
4. Debe anunciar siempre el resultado de la votación.
5. Si dos o más personas piden la palabra al mismo tiempo, darle la preferencia a la que está
más retirada de la presidencia, o a la que se opone a la cuestión que se esá discutiendo.
6. No deberá por ningún motivo tomar parte a favor o en contra en ninguna discusión, sino que sólo
para presentar puntos de orden o para ilustrar el criterio de la asamblea con hechos, siempre que
ésta lo permita.
7. Sólo puede votar cuando su voto sirva para desempatar una votación.
8. En ningún caso puede hacer proposiciones. Si quiere discutir puede hacerlo dejando la
presidencia al vicepresidente o en su defecto a algún otro miembro, el cual deberá permanecer
ahí hasta que termine el asunto que se está discutiendo.

DE LOS DERECHOS DE LOS MIEMBROS

● Todos los miembros tienen los mismos derechos y privilegios en la reunión, y también igual
responsabilidad de guardar el orden y promover los negocios de la misma.
● Las faltas de cortesía de los miembros no deben tolerarse ni permitirse.
● Los miembros deben ponerse de pie para hablar.
● La conversación así como otro ruido innecesario deberán evitarse.
● El derecho de protestar nunca puede negarse a los hombres libres sin detrimento de sus
libertades.
● Si algún miembro quedare afectado e inconforme sobre algún asunto podrá apelar a la
asamblea.
● El presidente dará lugar a la asamblea para que decida.
DEL ORDEN DE LOS NEGOCIOS

1. Lectura de la palabra de Dios y oración.


2. El presidente declarará abierta la sesión.
3. El secretario efectuará el pase de lista de miembros. Si no estuviera presente se nombrará un
interino.
4. El secretario leerá el acta anterior para su aprobación, y proporcionará cuando se requiera cualquier
información que contengan los registros.
5. Análisis de negocios pendientes.
6. Informes de las comisiones.
7. Considerar los negocios que sean propuestos por los miembros de la asamblea.
8. Clausura con oración.
9. El secretario levantará un acta que incluya el registro de los procedimientos de la reunión y los
acuerdos, además guardará todos los documentos de la reunión.

DEL QUÓRUM Y DE LA MAYORÍA LEGAL

El quórum en todas la reuniones lo forman los ministros y delegados plenamente acreditados que se
encuentren presentes en el momento de la votación.

1. Para decidir una cuestión que se debate, es necesaria la mayoría simple de votos. Se entiende por
mayoría simple el cincuenta por ciento más uno de los votos emitidos.
Excepto ciertas mociones especiales.

2. Para elección por cédula. Se requiere obtener las dos terceras partes de los votos emitidos, hasta la
tercera votación.

3. Para elección por nominación pública, se requiere la mayoría simple de los votos emitidos.

DE LAS COMISIONES

Los H. H. Presbiterios de El Concilio, o cualquier otro cuerpo deliberativo, tienen facultad para nombrar
las comisiones que consideren necesarias. Asimismo la Asamblea Conciliar puede ordenar el
nombramiento de comisiones, tal como lo establecen nuestros principios constitucionales.
Las comisiones deberán ajustarse a lo expresamente ordenado por quien las constituyó, y una vez
cumplido con su mandato, deberán rendir su informe, para su discusión, y se seguirá el siguiente orden
parlamentario:

1. El secretario o representante de la comisión que rinda el informe dirá al concluir la lectura del mismo:
Propongo este informe para su discusión.

2. El presidente deberá solicitar que dicho informe sea secundado.

3. Una vez que sea secundado se procederá a leerlo punto por punto para ser discutido, enmendado y
aprobarlo, o lo que proceda según el criterio de la asamblea.

4. Todos los asuntos deberán presentarse por medio de las comisiones formadas para ello, pero si no
se hiciere así, algún miembro de la asamblea interesado en el caso, puede presentarlo a la asamblea
aclarando al iniciar su alegato que desea presentar una moción de casa.
5. El informe de las comisiones deberá presentarse bien redactado y definido como resultado de sus
deliberaciones.

6. Cuando los integrantes de una comisión disintieren en algún punto no encontrando la unanimidad de
sus miembros, pero sí la mayoría, podrán presentar su informe.

DE LAS PROPOSICIONES Y MOCIONES

1. Los miembros de una asamblea deberán dirigirse respetuosamente al que preside cuando deseen
presentar alguna moción o discutir algo. Cuando pidan la palabra dirán: Señor presidente, pido la
palabra.

2. Las proposiciones serán hechas por un miembro de la asamblea y deberán ser secundas por otro.
Ninguna proposición podrá discutirse antes de ser secundada.
Proposición no secundada cae por sí sola.

3. Una vez que sea debidamente secundada la proposición, será repetida por el que preside, para ser
sometida a discusión.

4. Se puede aceptar una proposición que sea paralela a la que se está discutiendo.

5. No se deberá hacer otra proposición distinta mientras se discuta una cuestión específica, pero sí se
podrá discutir una enmienda a esta última.
6. Una moción perdida no podrá reconsiderarse en la misma sesión, excepto por consentimiento
unánime de la asamblea.
7. Una moción no deberá contener más de un asunto. Si contiene más de uno, entonces deberá
dividirse y considerarse los asuntos separadamente.

DE LOS TIPOS DE MOCIONES

1. MOCIONES SUBSIDIARIAS
Son llamadas así porque suplen o robustecen a otra principal.

1.1 Mociones de enmienda

a) Pueden hacerse enmiendas de tres modos: omitiendo, añadiendo o sustituyendo palabras u


oraciones.

b) Puede hacerse una enmienda a otra enmienda, pero no al grado de que complique y obstruya
los procedimientos.

c) No debe hacerse ninguna enmienda que cambie esencialmente el sentido o designio de la moción
original, pero puede ofrecerse una sustitución la cual podrá cambiar o no el sentido de la moción que se
debate.

d) Una enmienda debe de discutirse primeramente y después la moción original enmendada.

e) Cuando una moción contiene dos o más asuntos, debe dividirse a fin de votar por separado sobre
cada punto.

1.2 Moción para dejar en la mesa

a) La acción inmediata y decisiva sobre cualquier asunto que se debate puede diferirse, por el voto
mayoritario de que se vaya a la mesa la moción pendiente.

b) Cualquier miembro en otra sesión tiene el derecho de pedir que se reconsidere la moción pendiente.

c) Cuando se trate del informe de una comisión, el mismo regresará a la comisión, y ésta podrá
presentarlo de nuevo a la asamblea igual o modificado.

d) Algunas veces podrá enviarse a la mesa una moción por un tiempo definido, para dar lugar a otros
asuntos.
2. MOCIONES DE CASA
La moción de casa es una cuestión presentada por iniciativa particular en la Asamblea que no estaba
prevista en el orden de la agenda original.

3. MOCIONES NO DEBATIBLES
Ciertas mociones por el uso establecido no son debatibles, al ser propuestas a la asamblea, deberán
ponerse a votación sin discusión.

3.1 La moción previa


La moción previa es aceptable cuando la discusión de un asunto se prolonga indebidamente y los
ánimos empiezan a exaltarse, alejándose cada vez mas del asunto en discusión, empezando a cundir el
caos.

En estas circunstancias cualquier miembro de la asamblea tiene la libertad de proponer la moción


previa, que tiene que ser debidamente secundada para que la presidencia de debates la acepte.

Es entonces deber del presidente someter a votación la referida moción requiriéndose por lo menos la
aprobación de asamblea por dos terceras partes de los votantes.
Al triunfar la moción previa inmediatamente se someterá a votación la cuestión principal, sin más
discusión.

3.2 La moción para pedir que se levante la sesión

Una moción para levantar la sesión está siempre en orden, excepto mientras alguien está hablando o se
está tomando una votación.
La moción al secundarse, se pone a votación, y al ser votada y aprobada, se termina la sesión con
oración.

3.3 La moción de privilegio

Las mociones de privilegio surgen cuando algo viene a afectar la eficiencia o dignidad de una
organización, o que perjudica los derechos y afecta la dignidad de los miembros que la constituyen. Por
ejemplo: Si en su oratoria un miembro de la asamblea injuria a otro o profiere insultos contra la
organización, en el primer caso el afectado, y en el segundo caso cualquier miembro puede levantarse y
decir: Señor presidente, moción de privilegio.

El presidente entonces suspenderá inmediatamente toda discusión y preguntará al que ha plantado la


moción de privilegio que la explique. Si se declara con razón, tiene fuerza la cuestión planteada.
En las circunstancias ya señaladas, la moción de privilegio puede presentarse en cualquier momento y
no necesita ser secundada.

3.4 La moción de orden

Cualquier miembro de la asamblea que considere que un orador está fuera de orden o que discute
impropiamente, puede levantarse para señalar diciendo: Señor presidente, moción de orden. El
presidente le dará la palabra y luego de oírlo, decidirá si su objeción debe tomarse en cuenta o no. El
que se levante para un punto de orden, no debe discutir el asunto, simplemente declarará su objeción y
esperará la decisión.

DE LA VOTACIÓN

1. Diversos modos hay para levantar la votación, pero los más usuales son:
1.1 Por cédula.
1.2 Levantando la mano derecha.
1.3 Poniéndose en pie.
1.4 Pronunciando las palabras sí o no.

2. Reglas para levantar la votación

2.1 Los asuntos se pondrán a votación por el presidente, explicando bien los mismos, para que toda la
asamblea sepa lo que va a votar.

Después de votar, el presidente anunciará los resultados tanto a favor como en contra. Si hay duda
puede solicitarse una segunda votación.

2.2 Todos los miembros deben votar a no ser por alguna razón que les excuse o por que estén en
disciplina.

2.3 Los miembros de la asamblea deberán aceptar la decisión de la mayoría de los votantes.

2.4 Cuando se requiera votación sobre un punto, que ya se crea ha sido bastante discutido la asamblea
dirá firme, pero no gritando : Votación, votación, y el presidente hará caso a la solicitud unánime. Sí
alguien cree que debe haber más discusión sobre el asunto, se oirá si la asamblea lo permite, y si no lo
permite, se procederá a la votación final del asunto.
2.5 Elección por cédula. Cuando un voto se toma por cédula, especialmente en la elección de oficiales,
el presidente nombrará una mesa escrutadora para que cuente la cédulas. Podrán auxiliarse de ujieres
u otros hermanos para que distribuyan y colecten las cédulas. Los escrutadores no anunciarán el
resultado de la votación, si no que lo referirán al presidente para que éste lo efectúe. Al anunciar el
resultado, se declarará el número total de votos tomados, el número necesario para elegir y el número
arrojado por el candidato triunfante y declarar su elección. Si no hay elección, se anunciarán los votos
de los candidatos y se ordenará una nueva votación.

2.6 En el curso de la votación, cualquier votante puede cambiar su postura.

ESPECIFICACIONES DIVERSAS

1. Limitar la discusión. Consiste en limitar su duración o el número de oradores o el tiempo concedido a


cada uno de ellos.

2. Ceder el lugar. Cuando uno de los miembros esté hablando podrá permitir que otro haga preguntas o
dé explicaciones pero si cede el lugar a otro, no podrá reclamarlo.

3. Número de intervenciones. Los miembros pueden hacer uso de la palabra en cada asunto tres veces,
si quieren seguir haciéndolo, necesitarán el voto de la asamblea.

4. Preferencia de palabra. El miembro cuya proposición este discutiéndose o el que haya presentado el
informe de comisión que se discute, tiene uso preferente de la palabra, aunque otro la haya pedido
primero.

5. Oposición a una moción. Cuando se introdujere una moción y algún miembro se oponga a la
discusión, refiriéndose a ella como inútil, extemporánea, o contenciosa, el presidente preguntará a la
asamblea si deberá discutirse esa moción.
La asamblea lo decidirá.

6. Retiro de proposición. Un miembro sólo podrá retirar su proposición cuando no haya objeción de la
asamblea.

7. Decoro en el debate. No son personas sino proposiciones y acuerdos los que se discuten en la
asamblea, en tal virtud deberán evitarse las alusiones personales y toda discusión sobre móviles o
intenciones. Cualquier violación al decoro en el debate acredita a la suspensión inmediata del uso de la
palabra.

DE LA SUSPENSIÓN DE REGLAS
Se llama moción de suspensión de reglas parlamentarias, a aquélla que autoriza la asamblea para
suspenderlas cuando así lo acuerden por lo menos dos terceras partes de los miembros presentes con
derecho a voz y voto. Si se vota a favor de la suspensión, la asamblea podrá actuar como desea sin
tener en cuenta las reglas parlamentarias.
La suspensión de reglas es solamente temporal y se recurre a ella en casos verdaderamente
excepcionales.

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