Taller de Lectura y Comprensión de Textos 2024
Taller de Lectura y Comprensión de Textos 2024
Taller de Lectura y Comprensión de Textos 2024
1
Equipo docente
1. Adrián Pérez
2. Alejandra Macías
3. Augusto López
5. Federico Guidi
6. Hernán Pirsch
7. Juan E. Cristensen
8. Julia Bobadilla
9. Julián Sotelo
Coordinadora
Florencia Bernhardt
2
Contenidos
1. Objetivos
Que los y las estudiantes logren, a partir del trabajo con textos correspondientes a diferentes géneros:
Por último, entendemos que es necesario generar un espacio de reflexión sobre la actividad lingüística
que realizamos para fortalecer las actividades realizadas en las diferentes situaciones de comunicación,
especialmente en la universidad, de manera que hay momentos del Taller que involucran estas
reflexiones.
3
Introducción
El recorrido temático del Taller está referido a cuestiones generales de familia, género y especialmente, a
problemáticas relacionadas con las mujeres. A partir de esas temáticas se plantean los conceptos de
acuerdo con el programa, de enunciación, polifonía, secuencias textuales y recursos típicos. También,
los textos seleccionados presentan una combinación importante de registros lingüísticos diferentes,
visuales y sonoros.
El trabajo de taller pone en juego una metodología que consiste en la realización de tareas de producción
de manera conjunta y/o grupal a través de consignas, comentarios, intercambios, reflexiones entre los y
las integrantes de los grupos y entre los grupos y los y las docente del Taller. Esta dinámica apela a la
construcción colectiva del conocimiento.
En la tarea cotidiana, los y las estudiantes deberán resolver las actividades de lectura y escritura durante
el espacio del Taller, y luego cada integrante deberá revisar las actividades, releer los textos analizados,
reescribir los trabajos ya escritos, es decir, es muy importante volver a trabajar sobre lo ya realizado para
corregir y reforzar los conocimientos que propone cada actividad. Los trabajos reelaborados facilitan una
adecuada comprensión y refuerzan los conocimientos favorecedores de las prácticas de lectura y
escritura.
Durante el curso de Taller cada integrante debe preparar una carpeta con los trabajos. En ella estarán
materiales concernientes a planes de escritura, borradores y las diferentes versiones de los textos.
Algunas actividades serán grupales y otras individuales. Hacia el final del período de clases deberán
realizar una evaluación o parcial integrador individual que sintetiza los contenidos desarrollados a lo
largo de todo el curso.
Para realizar la evaluación integral cada estudiante debe aprobar la carpeta de trabajos prácticos.
Harán recuperatorio quienes tengan notas inferiores a 4, o sea, en condición de libres. En el caso de no
aprobar el recuperatorio, deberá cursarse nuevamente la asignatura.
Quienes sean regulares deberán dar examen de la asignatura en los siguientes períodos.
4
Lectura, comunicación, contexto
Así, es posible observar “marcas” de las determinaciones históricas, ideológicas y culturales presentes en
los textos para generar interpretaciones correctas. También, los intercambios comunicativos están
atravesados por determinaciones de la propia subjetividad.
Todo texto es un mensaje está emitido por una instancia emisora o emisor, quien dirige un mensaje a los
receptores. Para que la comunicación entre el emisor y el receptor sea posible es necesario que estén
presentes otros elementos, un contexto de referencia o tema del mensaje, un canal físico y conexión
psicológica que garanticen los vínculos entre ellos y los códigos propuestos factibles de comprenderse.
Los participantes de una situación comunicativa deberán tener en cuenta una serie de factores para
adecuarse a dicha situación, como son el rol que cumplen en esa situación, los conocimientos del tema
del discurso, el nivel o grado de formalidad del mensaje, el medio en que está inscripto, si se trata de
discursos orales o escritos, y también el código del mensaje, noción compleja a la hora de elaborar y de
comprender los mensajes que se refiere a las formas y a las normas de constituirse los mensajes, orales,
escritos, visuales, musicales, y con las características de cada código en particular. Así, queda establecida
la necesidad de prestar especial atención a los elementos de la situación comunicativa de los diferentes
textos a lo largo de todo el curso de Taller.
Los códigos son reglas, conjunto de saberes, conocimientos o competencias que los y las hablantes de
una lengua poseen con relación a los objetos o temas de esa lengua, de la cultura y la ideología
generadas en torno a ella.
Así, las personas diferentes tipos y formas de conocimientos y saberes, por lo que hablar de
competencias es también hablar de diferencias en la adquisición de bienes simbólicos y culturales. Es el
“capital” cultural, más o menos legitimado de acuerdo con el ámbito social o privado en el que la
persona se exprese. De esta manera, es posible entender que cada situación comunicativa propone y
exige una diversidad de habilidades y de conocimientos para su comprensión y comportamiento.
El proceso de adquisición de las competencias de una lengua, de una cultura, de una ideología, es
permanente en la vida de las personas; se modifican en virtud de las prácticas relacionadas con las
diversas actividades. En la universidad, por ejemplo, se necesitan competencias para la lectura y
comprensión de textos académicos o científicos, competencias que se adquieren a medida que se realizan
las lecturas y otras actividades de cada carrera. Estos textos suelen presentar grados de dificultad más
complejos que los textos habituales o frecuentes de la vida cotidiana, sus primeras lecturas suelen poner
en evidencia diferentes tipos de dificultades u obstáculos de lectura.
5
Enunciación
Los discursos son textos contextualizados emitidos por enunciadores –las personas del discurso- que
hablan con intenciones u objetivos acerca de algo; están orientados por un objetivo y hacia un
destinatario, esté presente o ausente en la escena discursiva. El hecho de proferir un discurso se llama
enunciación, y las personas que intervienen en ese hecho se denominan enunciador y destinatario.
Cada enunciador le da a su enunciado sus propias características o marcas de enunciación, sus objetivos
o intenciones, las modalidades de relación con el otro o formas de vincularse. También construye una
idea o imagen de sí mismo, del destinatario al que se dirige y del tema o referente que desarrolla.
Los enunciados son los textos orientados hacia un destinatario porque la enunciación es vincular y los
enunciados son unidades reales de comunicación discursiva. No importa su extensión por breve que sea.
Se los reconoce por sus formas típicas de expresión.
A veces los discursos se presentan en formas de monólogos, a veces en forma de diálogo. Estas formas
producen diferentes clases de textos. En el discurso académico los textos forman diálogos con autores de
otros textos a través de citas o referencias, y a veces constituyen polémicas, discuten, se enfrentan. Otras
veces la relación con otros textos tiene la finalidad de legitimar, es decir, dotar de autoridad o prestigio el
propio texto. Los textos no controversiales, de carácter monológico, se interesan más por explicar o
divulgar un conocimiento, como es el caso de los manuales. Estas formas, englobadas bajo el término
“polifonía”, están presentes en todo el material.
Polifonía
También hay formas de inclusión de la palabra ajena a través de comillas (dijo “palomita”) o letras en
bastardillas (palomita), cambio de registro (en este honorable recinto nos están tomando el pelo), ironías
(se entienden en contexto “Buenas noches” a quien llega tarde por la mañana), negaciones (“No es
cierto que la tierra sea redonda”, “Estoy de acuerdo, pero”), preguntas (¿“Es cierto que el hombre llegó a
la luna?”), conjunciones adversativas inferenciales (pobre pero honrado), etc.
Otras formas de polifonía se llaman intertextuales porque citan textos de procedencia conocida, con los
que se introducen sentidos diferentes. Estos textos pueden ser verbales (Es “El beso de la mujer araña” –
título de una novela de Manuel Puig que originó otros textos cinematográficos y periodísticos) o icónicos
(“Las meninas” de Picasso que son estudios realizados a partir de “Las meninas” de Velázquez),
musicales, etc.
6
el uso de la polifonía se comprende en función de la orientación de los enunciados, es decir, a quién
habla y con qué intención.
Escritura
La escritura es una práctica que no sólo está determinada por factores de carácter individual o privado
como las habilidades y objetivos de cada persona para desarrollar los textos, sino que también está
determinada por los géneros discursivos, la situación comunicativa y el contexto socio-histórico. Como
toda organización discursiva, está restringida por el entorno en que se produce y recibe. Según Michel
Foucault (1973) el discurso mismo está ordenado por leyes y controlado por una serie de procedimientos
cuya función es "conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su
pesada y temible materialidad" (1973). Dicho control se ejerce a través de una serie de procedimientos
que determinan lo que puede ser dicho, admitido, rechazado, aceptado, escuchado, reconocido o
separado. En otras palabras, opera sobre las condiciones de circulación, de uso y de acceso a los
discursos, su grado de adecuación, permanencia y modificación o alteración. El orden resultante es
producido por instituciones académicas, establecido sobre la base de contingencias históricas e impuesto
por las autoridades que las encarnan, las disciplinas que distribuyen esos discursos, y los métodos,
objetos y proposiciones que los configuran. Así, la escritura, como práctica académica exigida e
impuesta, se desarrolla en géneros discursivos específicos dependientes de situaciones de comunicación
particulares, restrictivas e indicativas de cómo deben ser escritos y presentados los textos desde el punto
de vista de la construcción gramatical y de sentido según un orden científico, estético o pragmático
validado. En ella se inscriben el espacio social, institucional y particular y sobre ella reposa el saber
académico. En síntesis, las instituciones académicas entre otras, ponen en escena cierta clase de textos
escritos específicos que le dan carácter a la actividad lingüística y social que ahí se desarrolla en cuanto a
la situación del discurso, del género y de la formalidad del lenguaje para acceder de manera apropiada al
universo de las comunicaciones escritas en los ámbitos académicos o científicos.
7
Oralidad y escritura
La escritura es un sistema lingüístico que se origina a partir de otro pero que tiene su semiótica propia: la
lengua oral. Su sentido y su uso han variado a lo largo de la historia. Por ejemplo, para los fenicios la
escritura tenía un sentido comercial o contable; los pueblos chinos, que poseen una de los sistemas de
escritura más antiguo, relacionaron esta práctica con la magia y la religión; los romanos le dieron un uso
administrativo, para la organización del imperio. Así, cada cultura le dio características particulares.
Nosotros, en la actualidad, le damos múltiples funciones según las experiencias, las edades, las
necesidades, las situaciones comunicativas y los soportes que utilizamos para escribir.
Hay muchos sistemas de escritura que se practicaron y se practican en el mundo como los sistemas
llamados ideográficos o logográficos, en los que cada signo representa una palabra; los sistemas silábicos
y los alfabéticos, basados en la representación de sonidos de una lengua a partir de la asociación de una
sílaba o de una letra con una inscripción. En occidente, se utiliza el sistema alfabético. Este sistema
representa los sonidos de las palabras, aunque alcanza con observar la conformación de algunas de ellas
para entender que la escritura no reproduce la oralidad (en la lengua castellana existen signos, como la
letra “h” que no se traducen a la lengua oral, así como hay otros signos en la escritura que no tienen
correlato en la oralidad).
La escritura interviene y produce efectos en el lenguaje, en las personas, en la historia porque se trata de
una convención que se fue instalando en cada pueblo a través de diferentes maneras pero que, sin duda,
con la aparición de la imprenta divulgó y generó cierta homogeneidad en cuanto a la gramática de la
lengua, a convenciones escritas y a la uniformidad de la lengua oral, además de otras consecuencias
políticas, sociales y económicas que impactaron fuertemente sobre el continente europeo primero y sobre
el americano después. Más allá de las curiosidades interesantes de la historia de la escritura, el carácter
del sistema que nos rige es aprendido a posteriori de la lengua oral mayoritariamente a través de las
instituciones educativas desde edades muy tempranas, fenómeno que nos hace mantener una relación
muy espontánea en quienes manejamos estos códigos con fluidez. Junto con la escritura las personas
aprenden no sólo la técnica misma de escribir, sino que aprenden los valores y convenciones sociales que
se sostienen en la lengua escrita.
La lengua oral y la escritura son diferentes, no solo en relación con los estilos con que se usan, sino
también en cuanto a otros aspectos: el canal, el tipo de interacción entre los participantes, el léxico
empleado, el sistema de referencias, la estructura textual, las tecnologías que se vinculan en uno u otro
sistema, entre otros. Por otra parte, el lenguaje escrito demanda un mayor grado de control sobre lo
dicho con relación al lenguaje oral, así como también una estrategia diferente en cuanto al tiempo, a la
revisión y al control sintáctico de las frases y del género. Esto no ocurre en situaciones de comunicación
oral, o al menos en aquellas más espontáneas, aunque se da en situaciones formales, en las que se usa
una oralidad basada en la escritura, como en una conferencia, por ejemplo, o una conversación
cotidiana y sencilla.
Además, los intercambios escritos son, generalmente, comunicaciones diferidas, es decir, con distancia
temporal entre el momento de producción y recepción del texto, aunque sea la mínima de un chat o un
mensaje de texto, a diferencia de las orales, que son simultáneas muchas veces. Por esto, el escritor debe
prever una organización clara y visible de su texto y pensar qué tipo de recursos es necesario utilizar para
ayudar al lector a comprender el texto sin la asistencia del autor, que no estará presente en el momento
de la lectura para hacer aclaraciones. Las comunicaciones orales, en las que la producción y la
comprensión se dan en el mismo tiempo, suelen ser más desordenadas que las escritas, debido,
8
precisamente a la interacción y las circunstancias en las que se desarrolla la oralidad (interrupciones,
preguntas, gestos que comunican estados de ánimo o incomprensión, etc.).
Tanto de la lengua oral como de la escritura suele escucharse que son instrumentos de comunicación, en
particular se dice que la escritura es una tecnología o instrumento. Ante esta idea, cabe preguntarse
¿podemos pensar la escritura como un instrumento? ¿De qué tipo? ¿Se puede decir que una monografía,
de un parcial, de un artículo científico o de una novela sean instrumentos? ¿Por qué? En realidad, las
funciones de la escritura hoy trascienden la idea de herramienta entendida como un objeto que sirve para
producir transformaciones en el mundo exterior al individuo. La escritura es un sistema simbólico que
transforma a los individuos y los conecta entre sí. En este sentido, la escritura es una herramienta de tipo
psicológico, que opera en los procesos mentales del propio sujeto, además de hacerlo en el mundo
externo a él. De hecho, la aparición de la escritura modificó los modos de pensamiento de la
humanidad, además de la organización social de las comunidades. La adquisición de la escritura, su
aprendizaje y práctica favorece la reflexión, la construcción de conocimientos y habilidades por parte de
quienes la ejercitan.
El proceso de escritura
La escritura pone en juego procesos simbólicos complejos que se ejercen según las diferentes prácticas.
También, se inscribe en contextos históricos y culturales. Para este curso proponemos el trabajo de
escritura como un proceso organizado en una secuencia de tres momentos, planificación, textualización
y reescritura, en los que intervienen objetivos y despliegue de ideas para generar textos que
posteriormente serán textualizados y revisados de manera individual y grupal.
La planificación reúne los conocimientos iniciales, prepara la tarea que se realizará, organiza los
objetivos de escritura y, en función de estos, los criterios con los que se llevará a cabo la actividad;
analiza la situación comunicativa para la que se escribe el texto, esto es, analiza la escena enunciativa:
imagen del enunciador, enunciatario, efectos buscados, dispone el uso de recursos que serán utilizados
posteriormente, etc. Se trata de planificar las acciones que se quieren ejercer sobre el texto para lograr la
comprensión por parte del lector.
El aprendizaje de estos procesos y de las características propias de la lengua escrita es, al igual que el de
la lectura, una actividad social. No se pueden aprender en soledad, sino que se adquieren en el seno de
un grupo cuyo objetivo es, precisamente, introducir a los aprendices en una práctica calificada. Por eso,
9
el hecho de llevar adelante esos procesos de manera conjunta, en el marco de la discusión grupal en la
clase, favorece el aprendizaje de la escritura. De esta manera se instala la posibilidad de la apropiación
de códigos procedentes de la cultura escrita por parte de una mayor cantidad de individuos, a la vez que
se activan los conocimientos previos de las personas que ya dominan ciertas configuraciones textuales.
Este tipo de aprendizaje social no sigue etapas o estadios que se suceden unos a otros de manera
automática o por repetición, sino que el enlace de conocimientos en contextos reales de utilización,
sumado a la reflexión sobre la escritura, superan la idea de la escritura como mera herramienta de
comunicación y la instalan como un instrumento que potencia la elaboración y organización del saber a
través de la práctica.
Resumen
Un resumen es un género discursivo muy habitual en las prácticas de estudio; es una versión abreviada
de un texto que debe poder funcionar de manera independiente de la fuente original. Esto significa que
quien lo lea debe poder comprender de manera clara el contenido que el autor del texto original quiso
transmitir, aunque no lo haya leído previamente o lo haya hecho mucho tiempo atrás. Un resumen no
resulta de la copia de los subrayados ni de las anotaciones al margen, sino que debe reunir todas las
características de un escrito bien redactado, que muestre las relaciones entre las ideas expresadas en el
primer texto. En los resúmenes académicos se deben hacer referencias al autor que escribió el texto
original, es decir delegando la voz y mencionando la fuente. Pueden incluirse también algunas citas
textuales, especialmente cuando se da una definición polémica. Por otra parte, es conveniente colocar en
el margen superior izquierdo la referencia bibliográfica del libro de donde se tomó el texto, para que
pueda identificarse rápidamente cuando sea necesario. No todos los textos son aptos para la realización
de resúmenes. Algunos se prestan más que otros, especialmente los textos de estudio. A veces los
resúmenes se realizan espontáneamente en la conversación, por ejemplo, se puede contar
abreviadamente el argumento de una novela o de una película. Sin pensar, estamos aplicando ciertos
criterios de reducción de la información.
Para realizar un resumen sugerimos, a partir del lingüista Teun Van Dijk, la aplicación de reglas de
reducción semántica de la información, en los casos que sea necesario aplicarlas.
La segunda regla es la de generalización, es decir, se agrupan ideas o proposiciones bajo una sola, más
general.
La tercera regla es la de construcción de los elementos introducidos por nosotros en el texto y la relación
con los elementos generalizados. Es el armado del resumen.
10
Macorreglas
2- generalización
e inclusión
de ideas
1- selección / 3- relación de
omisión ideas y
de información construcción
no relevante del resumen
resumen
texto
autónomo
Los hablantes de una lengua no aprenden a hablar en forma aislada o sumando las palabras sino en
situación de comunicación lingüística concreta, es decir, la práctica lingüística tiene lugar en contextos
específicos de utilización que establecen contextos globales de uso; esto significa que lo que aprendemos
es una lengua en uso, estabilizada en enunciados más o menos regulares y típicos que son llamados, en
términos amplios, géneros discursivos. Lo que aprendemos al hablar son formas en situaciones variadas
de intercambio o interacción con otras personas en diferentes situaciones a lo largo de la vida (Bajtin,
1985).
Cada práctica social articula los géneros que los hablantes repiten, varían, intercambian, enriquecen
como, por ejemplo, la conversación o diálogo, las instrucciones, las cartas. Los géneros discursivos,
entonces, son enunciados más o menos convencionales que circulan en las prácticas discursivas de las
comunidades, que se enriquecen en el intercambio lingüístico y comunicativo, y que cumplen la función
de proveer instrucciones para el uso o intercambio de esas formas a los usuarios. Estas formas restringen
o limitan lo que puede y debe ser dicho, cómo debe ser dicho y quiénes son los locutores legítimos. Los
textos que vemos en este material y los que ustedes redactan pertenecen a géneros discursivos específicos
llamados informe, artículo, capítulo de libro, etc. Son géneros de gran complejidad, como lo son los
géneros de la vida académica. En ellos, se pueden observar relaciones de hegemonía o predominio de
ciertos elementos textuales frente a otros, por ejemplo, en los llamados géneros del discurso académico-
científico los rasgos o elementos hegemónicos o dominantes son los del orden de la explicación de
problemas, parciales, monografías, discusión de ideas, proposiciones científicas, justificaciones; la
presencia de estos elementos se puede observar en los artículos científicos o de divulgación, manuales de
ciencia, enciclopedias, tesis, evaluaciones, etc.
11
Los géneros discursivos se constituyen a partir de otros, crecen, se complejizan a partir de la relación con
otros más sencillos o simples, por ejemplo, un relato oral, circunstancial, doméstico, puede
transformarse en un texto escrito, o una receta que alguien le dice a otra persona que no sabe cómo
cocinar ese alimento, puede redactarla, mejorarla, organizarla por pasos o secuencias. Con esto
queremos decir que los géneros discursivos son dinámicos, se relacionan con otros géneros, más sencillos
o complejos, se reelaboran y forman otros géneros o uno contiene a otro.
También hay que considerar que los textos no son bloques homogéneos cuyas partes son iguales o
intercambiables como si fueran similares sino que son tramos relacionados con diferentes funciones,
objetivos, secuencias y recursos, es decir, cada parte de un texto tiene una funcionalidad diferente, por
ejemplo, una parte introduce, desarrolla o cierra un tema, son diferentes si bien las articula el mismo tipo
de lenguaje, el mismo estilo y el mismo tema pero cada una tiene objetivos diferentes (presentar un
personaje, narrar un conflicto, resolver un problema).
Los géneros discursivos que se desarrollan en forma de textos escritos suelen presentarse a través de
elementos llamados paratextuales como se vio en los textos anteriores (títulos, epígrafes, segmentación
en partes, notas al pie, referencias bibliográficas, imágenes). Cada uno de estos paratextos también es un
recurso textual que tiene significado que aporta para la interpretación de la lectura.
Podríamos clasificar los textos en dos grandes grupos de textos según la actitud de los hablantes en cada
situación de comunicación, que puede estar orientada a la narración o al comentario (Weinrich, 1987).
Estas actitudes pueden generar llamados de atención o grados de alerta en los interlocutores: para los
tiempos del comentario el grado de alerta es 1, es decir, son textos que suponen mayor atención o
tensión mientras que los textos narrativos presentan un grado de alerta 2 o menor tensión.
Los tiempos verbales del mundo comentado o comentario son el presente, el perfecto compuesto y el
futuro mientras que los tiempos del mundo narrado o narración son pretérito perfecto simple, el
imperfecto; el pluscuamperfecto indica el pasado y el condicional indica el futuro o la posibilidad. En los
ejemplos se demuestra el desarrollo temporal de cada mundo:
Es innegable la preocupación que tenemos por el aumento de casos de personas con covid 19. Hemos
pensado en alertar a la población nuevamente sobre los cuidados básicos, porque, necesariamente, las
cifras subirán a medida que baje la temperatura. (Alerta 1)
Nicanor dejó el mate sobre la mesa con un ademán aparentemente tranquilo y esperó en silencio. Había
decidido no salir a dar batalla. Mientras tanto los pájaros cantaban y los gritos se escuchaban cada vez
más fuertes, serían las 8 de la mañana. (Alerta 2)
Cada texto tiene objetivos de funcionamiento como sucede en la narración que es un relato de acciones,
en la argumentación, que consiste en realizar comentarios u opiniones, la explicación que presenta
ideas, la descripción que caracteriza objetos, sujetos o situaciones, y la conversación o diálogo que es un
intercambio de voces entre sujetos.
12
Desde su composición interna, los elementos lingüísticos o tramas textuales que integran los géneros son
las orientaciones o secuencias discursivas cuya función es organizar los textos para su comprensión y
comunicación. Son las unidades que componen los textos a través de criterios textuales y de objetivos de
comunicación o intenciones de los hablantes. A su vez, las secuencias se relacionan, están presentes
diferentes formas de textos, es decir, un texto está integrado por diferentes secuencias, en las que alguna
de ellas predomina.
Cronologías Cuento
Relato periodístico
Los textos que explican, informan, exponen temas se llaman textos explicativos o textos conformados
por secuencias explicativas, justamente porque dan explicaciones, definiciones, clasificaciones,
caracterizaciones de los elementos que componen el tema del que se habla, sin intención de contradecir
13
los contenidos que se presentan; estos textos se caracterizan especialmente porque su autor no cuestiona
las verdades afirmadas sino que las formula como establecidas y tiene, especialmente, la intención o
voluntad de ofrecer una explicación o informar sobre un tema al destinatario. Los textos que cuestionan
o contradicen los contenidos son de predominio argumentativo; se utilizan para justificar la presentación
de ideas a defender o hipótesis y la defensa de argumentos de esa hipótesis; estos textos tienen intención
de influir o persuadir a los destinatarios; otros textos suelen combinar ambas secuencias según el
desarrollo del discurso.
La secuencia explicativa está conformada, en términos amplios, sobre una base de pregunta a resolver y
solución que se ofrece al lector. Es una de las formas del discurso que más utilizará en la vida
universitaria cuando escriba exámenes, monografía, responda cuestionarios y también cuando lea
informes, manuales, etc.
Características de la explicación
Los textos de carácter explicativo surgen de situaciones de duda o pregunta que alguien expresa de
manera implícita o explícita. Dicho proceso se desarrolla según la modalidad de cada texto en particular,
pero se pueden describir ciertas regularidades debido a que habitualmente la explicación se presenta en
un orden progresivo de saberes, orientado a la comprensión por parte del destinatario del discurso. La
organización o configuración de este tipo textual se realiza a través de los recursos específicos ya
mencionados como la definición, la descripción, la clasificación, el ejemplo, la narración, etc. La función de
estos recursos es la de hacer inteligible, en el sentido de dar a conocer o comprender, los objetos o
conceptos de conocimiento a quien no los posee, por lo que se configuran de manera específica según las
habilidades particulares y los objetivos de quienes generan los textos para hacer comprensible lo que se
quiere explicar.
Así, las formas explicativas constituyen una secuencia o distintos momentos de la explicación. Es
habitual que se originen con una pregunta o interrogante, que generalmente desencadena una definición,
y luego se formula la explicación propiamente dicha a través de otros recursos; también es frecuente que
la información sea reiterada a través de paráfrasis para confirmar lo explicado o que se realice una
síntesis al final de ella. Algunas formas de desencadenar la explicación son las relaciones temporales que
organizan el texto más que de manera progresiva, a través de una serie de etapas o de pasos que suponen
una relación temporal en el desarrollo de la explicación o descripción o narración de objetos o temas.
También se desarrolla a partir de relaciones de causalidad (causa y consecuencia o antecedentes y
consecuentes). La relación que mantienen los términos es de orden lógico en vez de temporal o
explicativo propiamente dicho. Otras formas se refieren a la presentación de casos o a la caracterización
o enumeración de partes o aspectos del tema.
Es frecuente que estos tipos de texto se presenten escritos en 3ª persona gramatical, bajo la apariencia de
la neutralidad discursiva y sin cuestionar las verdades puesto que los objetivos comunicativos se
concentran en explicar.
14
a definir, y la segunda, el concepto definido. Los marcadores de equivalencia pueden ser los dos puntos,
el verbo ser en presente atemporal. Por ejemplo:
La lengua es un sistema de signos compartido por los miembros de una cultura
La comparación
Es un recurso que establece la equivalencia o la diferencia entre dos términos o conceptos. El mecanismo
consiste en desarrollar una idea a partir de elementos que comparten o distinguen dos o más conceptos
de la misma clase. La similitud o la diferencia entre los elementos comparados puede ser gradual porque
las correspondencias pueden no ser exactas o pueden recubrir parcialmente la significación de lo
comparado. La comparación es también un recurso de equivalencia entre dos términos establecidos por
15
el "como" o “mejor” o “no sólo… sino también”, etc. Las metáforas son recursos retóricos cuya base es
la comparación explícita o no de los términos comparados. Por ejemplo, en las perlas de tu boca subyace la
comparación tus dientes son como perlas. Los marcadores más frecuentes son: como, así como, tal como, de
manera semejante, mientras que, en cambio, a diferencia de, etc.
El ejemplo
La clasificación
La organización de un universo suele realizarse de maneras múltiples a partir de criterios que abstraen
cualidades o propiedades con la finalidad de ordenarlos para su estudio. La actividad de clasificación
trata de reunir los objetos o conceptos en clases menores a partir las similitudes en común y las
diferencias. A su vez, esas nuevas clases agrupadas suelen ser descriptas en sus características
particulares y separadas en términos de diferencia. Un ejemplo:
Tenemos tres tipos de memoria. La primera es orgánica: es la memoria de carne y sangre que administra
nuestro cerebro. La segunda es mineral, y la humanidad la conoció bajo dos formas: hace miles de años
era la memoria encarnada en las tabletas de arcilla y los obeliscos –algo muy habitual en Egipto–, en los
que se tallaban toda clase de escritos; sin embargo, este segundo tipo corresponde también a la memoria
electrónica de las computadoras de hoy, que están hechas de silicio. Y hemos conocido otro tipo de
memoria, la memoria vegetal, representada por los primeros papiros –también muy habituales en
Egipto– y, después, por los libros, que se hacen con papel. Permítanme soslayar el hecho de que, en
cierto momento, el pergamino de los primeros códices fuera de origen orgánico, y que el primer papel
16
estuviera hecho de tela y no de celulosa. Para simplificar, permítanme designar al libro como memoria
vegetal.
La reformulación
La reformulación es un recurso vinculado a la reiteración de una parte o partes del texto que desean ser
aclaradas debido a su significado oscuro o para reforzar ideas sobre las que el texto quiere insistir
especialmente; en este sentido se trata de una manifestación de paráfrasis que reposa en otro texto
anterior o posterior al procedimiento. Puede cumplir funciones explicativas o argumentativas como se
anticipó. En el primer caso, la reformulación toma carácter pedagógico, es decir, el sentido es llegar a la
comprensión de un concepto mientras que en el segundo caso puede utilizarse para agregar valores, por
ejemplo, morales.
La estructura de la reformulación tiene dos partes: el objeto a reformular, que ocupa la primera
ubicación en el texto, y la reformulación propiamente dicha, que se agrega, a través de un marcador
específico, en la continuidad textual. Este recurso consiste en volver a decir, con otras palabras, el
concepto o parte del concepto que se está desarrollando en el texto con el objetivo de simplificar,
sintetizar, ampliar, llamar la atención de un aspecto, aclarar contenidos o parte de ellos a través de una
continuidad temática, por lo que estaríamos en presencia de otras formas de definición.
Los marcadores de la reformulación, según Brenda Laca (2001) son de seis clases, los de la repetición
("lo hemos visto más arriba", "como ya hemos señalado"), paráfrasis o aclaración ("en otras palabras",
"dicho de otro modo", "esto es", "es decir"), confirmación, consecuencia y conclusión ("así", "en ese
sentido", "de manera que", "pues"), síntesis, resumen y conclusión ("en pocas palabras", "en definitiva",
"en suma", "en resumen", "en conclusión"), rectificación y reexamen ("más exactamente", "de hecho"), y
distanciamiento ("a fin de cuentas", "al fin y al cabo"). Los reformuladores se distinguen de los
conectores porque no relacionan hechos sino la manera en que las partes del texto se relacionan a partir
de distintos movimientos.
La justificación
La justificación consiste en presentar una afirmación tomada de una fuente y fundamentarla a partir de
las razones. La justificación es entendida como defensa de una posición por parte de un autor. Para su
resolución, es imprescindible la comprensión y el análisis del texto argumentativo que sirve de base. En
su formulación se deben incluir el nombre del autor de la frase que se desea justificar, la fuente en que la
expresa, la aseveración y los argumentos que la sostienen, debidamente presentados mediante
organizadores discursivos, es decir, palabras o frases destinadas a organizar el desarrollo del escrito,
como para empezar, en primer lugar, por otro lado, en síntesis, para finalizar, etc. En el discurso
académico, la justificación organiza razonamientos de manera lógica para lograr un conocimiento que
puede ser discutido. Por ejemplo:
González Requena (1999) afirma que existe un discurso único de la televisión, una sola manera de
contar que nace de la conjunción entre industria y espectáculo y se caracteriza por la hibridación del
17
ritmo del videoclip y la contundencia narrativa del spot publicitario. Este autor caracteriza a la televisión
como “un gesto hecho para seducir” que se configura por lo emocional, la plena legibilidad, la absoluta
accesibilidad, la sistemática fragmentación, la continuidad permanente, la sistemática reiteración. De ahí
concluye que la televisión universaliza el kitsch y cuenta un universo transparente, vaciado de contenido
y de toda dimensión simbólica o axiológica; en fin, un discurso psicótico, que habla todo el tiempo pero
no dice nada, sólo le importa mantener el contacto.
La descripción
También llamada caracterización, aunque lo ubiquemos en los recursos es un tipo textual que presenta
las cualidades de los objetos o términos utilizados. Se utiliza para presentar los atributos o cualidades
que se analizarán o darán a conocer. Cuando estos atributos o rasgos son comunes a varios objetos se los
generaliza como un modo particular de caracterizar o describir. La descripción es una categoría del
discurso que se opone a otras, como la narración, que representa el transcurrir del tiempo en el discurso.
La descripción suspende el desarrollo de la temporalidad, es decir, es lo contrario de la narración, pero la
complementa porque no puede narrarse sin describir; se trata de un discurso que expande un espacio,
presenta simultaneidad, corta la temporalidad, la sucesión, se organiza como coexistencia.
Se describen los espacios (topografía), el tiempo (cronografía), las cualidades físicas de una persona
(prosopografía), las morales (etopeya), las morales y físicas o una da cuenta de la otra (retrato) o se
describe confrontando rasgos (paralelo) o mencionando pasiones o acciones físicas o morales (cuadro).
La descripción pone en evidencia los detalles de un objeto o persona teniendo en cuenta varias
perspectivas (hablamos de perspectiva porque la descripción estimula la creación de imágenes a partir de
las palabras) algunas de las cuales pueden ser: la perspectiva del enunciador o de quien observa, la
perspectiva de quien es observado o descripto, la perspectiva de ambos.
Además, se describe tanto en sentido concreto como conceptual, mediante la enumeración de las
particularidades sensibles (reales o fantaseadas) o concretas. También se puede describir una acción
(dimensión pragmática), un saber (dimensión cognoscitiva) o las reacciones que manifiesta un sujeto
(dimensión pasional).
Es necesario recordar que las categorías de descripción y de narración conforman otras categorías
textuales que, a su vez, constituyen géneros completos, como es el caso de algunos informes científicos,
la narrativa literaria o histórica, etc. Acá rescatamos la función que ambas categorías tienen en cuanto a
su uso en los discursos de la explicación y de la argumentación.
18
La narración
Es un tipo de texto que despliega acciones, conflictos y personajes en un tiempo y en un espacio. En las
narraciones tradicionales, como por ejemplo un cuento, vamos a encontrar habitualmente un personaje y
un conflicto que se le presenta y deberá o intentará resolver. En general, el conflicto es el desarrollo del
cuento y la resolución es el final.
Es común que ese personaje tenga quienes colaboran con él y quienes no lo hacen, es más, a veces son
opositores. A veces se presentan una serie de conflictos que se resolverán de a poco o todos juntos, según
las acciones que emprenda el personaje principal con sus colaboradores. Se trata de circunstancias
sociales.
Las acciones relacionadas con el conflicto se desarrollan en espacios y en tiempos específicos, es decir,
en circunstancias espacio- temporales que le dan contexto al relato. Son típicamente narrativos los
verbos del pasado como pretérito perfecto (corrió, huyó, bailó, observó) porque habitualmente se ubican
en el pasado, pero también los relatos se pueden hacer en presente o en futuro.
Las narraciones pueden presentar diferentes finalidades según el género: crónicas periodísticas, relatos
históricos, procesos o procedimientos. Habitualmente los relatos se presentan junto con otros tipos de
texto como descripciones, argumentaciones, explicaciones.
La narración o relato es un tipo de texto que organiza una secuencia con la finalidad de desarrollar
temporalmente el proceso de transformación o la historia del objeto, sujeto o concepto. Se organiza el
texto a través de relaciones de causa y consecuencia o de organizadores del orden de “en primer
término”, “en primer lugar”, “en segundo lugar”, como así también a través de secuencias organizadas
por los tiempos verbales típicos de la narración -los pretéritos perfecto e imperfecto alternados, las
retrospecciones en pretérito anterior y pluscuamperfecto y las anticipaciones en condicional-. A veces las
narraciones se realizan en presente (presente histórico).
A veces se narran hechos o procesos que conforman ejemplos. Habitualmente estas formas se utilizan en
los casos o episodios. Estos últimos se diferencian de los ejemplos porque en ellos reposa el desarrollo de
la explicación o la descripción del objeto o tema.
Así como la narración representa el tiempo o el desarrollo temporal en un texto y se pueden encontrar
momentos en que hay alteración del orden o variaciones de la velocidad, también hay tramos en que no
hay temporalidad, no se despliega el tiempo, pero sí la caracterización o descripción de los personajes u
objetos: lo que encontramos, más que la descripción (que se abordará luego con más detalle) de cómo
son, es la perspectiva de quien narra sobre el sujeto u objeto.
19
Estructura y principales recursos del discurso expositivo-explicativo
Ejemplificación Explica el concepto a través de un Personas con daño cerebral parcial: por
caso particular y concreto que ejemplo, una persona con lesión en el
esclarece la idea, puede ser hemisferio cerebral izquierdo tendría
independiente de los términos en los una porción sustancial de su
que se desarrolla la explicación. El inteligencia lingüística dañada y sin
ejemplo contribuye a la embargo, no presenta dificultades para
20
significación de la explicación de cantar, hacer matemática o
manera inductiva, es decir, toma el relacionarse con el resto de la gente.
caso particular para llegar a la idea (Enciclopedia Quillet, 1974.)
general.
La Retórica (2005) de Aristóteles (ca. 384/383-322 a. C.) fue uno de los primeros textos que se ocupó de
forma sistemática de la argumentación. El estagirita definió el objeto de la argumentación o retórica de
la siguiente manera: “ver en cada caso aquello que es apto para persuadir.” (2005, 43). Por otro lado,
Barthes ([1970] 1994) en “La retórica antigua. Prontuario”, la define como una máquina que consiste en
la producción de un discurso, o sea que presenta a la retórica como un “método” o “técnica” que
permite elaborar un discurso que tiene como objetivo convencer al lector o destinatario.
En este sentido, el enunciador de un texto argumentativo pretenderá que el destinatario adhiera a la idea
o hipótesis que él afirma. Para justificar su postura con el fin de que sea aceptada, el enunciador presenta
argumentos o pruebas que la fundamentan. Es por esto que en estos textos se encuentran muchas marcas
subjetivas, las que también se evidencian en la confrontación con otras ideas, ya que una hipótesis parte
de un problema, sobre el que siempre hay más de una posición, por ejemplo, en el par:
Son dos maneras de plantear la problemática del texto o problema de argumentación, mientras que en:
También es preciso aclarar la diferencia entre tema y problema. La inmigración es un tema, mientras que
si los habitantes de los países receptores discriminan a los inmigrantes, es un problema. La diferencia entre un
término y otro radica en que el primero desencadena una explicación (¿qué es la inmigración?) o una
argumentación (los inmigrantes deben adaptarse a las modalidades culturales que son vigentes en nuestro país) en
21
cambio el segundo plantea una pregunta-problema o cuestión, cuyas respuestas suponen una toma de
posición respecto a él (sí existe o no). En este caso, la opción que se elija como respuesta es la hipótesis
del texto, la que el enunciador defenderá con pruebas (argumentos); mientras que las ideas contrarias
serán las que buscará cuestionar o confrontar. Por eso, los textos argumentativos presentan implícita o
explícitamente una dimensión dialógica o polémica en la medida en que siempre suponen un debate,
confrontación o una discusión.
El problema o la hipótesis no siempre son enunciados, aunque el autor en todos los casos se cuide de que
se comprenda la postura que él ha tomado. Hay otras clases de preguntas, las convencionales piden una
respuesta explicativa o descriptiva (¿Qué hora es?, ¿Cómo estás?, ¿Cuántas personas vinieron?, ¿Cómo
está el día?) pero no es el caso de la argumentación que genera controversia, disputa, discusión, de
manera que esta pregunta o interrogante abre un debate. La pregunta del problema es un
cuestionamiento que se responde con una controversia.
Si la hipótesis es la respuesta a un problema, los argumentos son los que la justifican o presentan como
válida. Por esto, la relación entre ellos es necesaria, o sea que cada argumento planteado en el texto es
preciso que se vincule con la hipótesis. En este sentido, el texto argumentativo presenta una
organización coherente y compleja vinculada a un discurso razonado.
Existen múltiples estrategias o formas de organizar el texto argumentativo, de las que desarrollaremos
sólo algunas, las especialmente vinculadas a la fundamentación en los géneros académicos.
Especialmente se verá un cuadro de recursos argumentativos, luego el problema, la hipótesis y el uso de
la cita como argumento, por ser el recurso más común en el ámbito académico. Luego desarrollaremos
tres estrategias argumentativas relacionadas con diferentes tipos de razonamientos (deductivo, inductivo
22
y dialéctico), y por último expondremos la asignación de causas y consecuencias y la descripción como
otras formas de argumentar.
Ejemplificación Presentación de un tipo particular que La política actual padece una grave
orienta o influye al destinatario sobre el crisis, por ejemplo, ya no se sabe a
punto de vista del enunciador o de un qué partido pertenece cada
concepto candidato.
Cita de Se mencionan las palabras de una Como dijo Juan José Sebreli, las
autoridad autoridad en la materia para revestir de vacaciones de las clases asalariadas
prestigio el texto legitimar el argumento. son una auténtica liberación.
Pregunta Clase de pregunta que no necesita una ¿Es necesario proclamar que la
retórica respuesta sino que propone un mujer tiene derechos también en lo
argumento o parte de él algo bajo la que concierne a las actividades
forma de pregunta. domésticas?
Imágenes o Se presentan ideas a través de imágenes Las imágenes de las revistas o las
cuadros o cuadros que tienen valor televisivas tienen la capacidad de
argumentativo o demostrativo persuadir.
23
(paratextos
icónicos)
Figuras Cada uno de estos recursos cumple una Van a quedar pocas palomas frente
retóricas función específica según el objetivo de a la casa rosada cuando el gobierno
los textos y de los argumentadores. se deteriore.
Exaltan ideas o disminuyen su fuerza,
(metáfora,
etc.
metonimia,
hipérbole)
Pregunta que debe responder ¿Qué? ¿Por qué? ¿Cómo? Pregunta-problema (cuestión) que
implica una respuesta, que es la
hipótesis y la demostración
24
El problema y la hipótesis. La cita como argumento
1- Problema e hipótesis
Como se mencionó en la introducción, el problema argumentativo plantea una cuestión sobre la que
existe más de una posición. En este sentido, el autor de un texto abordará un problema, a la vez que
defenderá una postura y cuestionará otras. La posición que defienda será su hipótesis, entendida ésta
como una afirmación que responde al problema planteado. Analicemos un ejemplo:
Una cuestión muy discutida en los últimos tiempos es la de si los fenómenos de cultura de masas
construidos a partir de las demandas del mercado son expresiones artísticas o culturales. Algunos autores
sostienen la hipótesis de que, por ejemplo, el cine norteamericano no es una forma de arte, mientras que
otros afirman que sí. Uno de los primeros es el sociólogo Pierre Bourdieu (24 de noviembre de 1999),
quien en su texto “Más ganancia, menos cultura” sostiene la siguiente hipótesis:
2- Argumentación e intertextualidad
Como comentamos antes, la argumentación siempre supone la presencia de ideas enfrentadas, ya sea de
forma manifiesta o no. Mijail Bajtín, crítico literario ruso, entre 1952 y 1953 escribió un texto, que se
publicó recién en 1979, titulado “El problema de los géneros discursivos”. Algunas nociones de este
texto ya hemos visto en la segunda parte. En él propone al “enunciado” como unidad de la
comunicación discursiva y plantea la idea de que éste constituye “un eslabón en la cadena
comunicativa” y que por lo tanto se relaciona con enunciados anteriores y posteriores, a través de su
objeto temático, a los que de alguna u otra forma, consciente o inconscientemente, el hablante contesta,
replica o anticipa. A esto se denomina “dialogismo”, concepto que luego fue reformulado por el de
“intertextualidad”1. Estas nociones implican que un texto siempre se relaciona con otro u otros. Lo que
cabría determinar es qué tipo de vínculo se establece entre ellos 2.
En los textos argumentativos, la forma más habitual y evidente de relación intertextual es la cita, que
supone la copresencia efectiva de un texto en otro, es decir la inclusión de la palabra ajena en el texto
propio. La estructura típica que presenta la cita es la siguiente: una introducción, en la que se menciona
el nombre del sujeto citado, en muchos casos acompañado de referencias que le den prestigio o
caractericen, y el verbo; la cita propiamente dicha, entre comillas si es directa y se reproducen
literalmente las palabras del otro o sin comillas si se las reformula, es decir se las presenta en estilo
indirecto; y por último, un comentario, que evidencie la relación de las palabras del otro con las ideas
del texto propio.
Una de las formas de uso de la cita es la de “autoridad”, es decir el uso de la palabra ajena para respaldar
o apoyar la propia argumentación. Pero, según Plantin (2001), el argumento de autoridad es más
complejo y permite establecer ciertas distinciones conceptuales. El autor plantea que el valor
argumentativo de la cita de autoridad radica en que lo dicho fue enunciado por un locutor autorizado; en
este sentido, la persona se presenta como garantía de las palabras. Plantin distingue, en principio, dos
formas de “autoridad”. Por un lado, la “mostrada”, vinculada a la apariencia física del locutor; por el
1
El concepto de dialogismo aparece en la obra literaria temprana de Bajtín sobre François Rabelais y Fedor Dostoievski. Es un
concepto complejo que no remite directamente a la cita, sino más bien a una propiedad del lenguaje y de los enunciados que
radica en la posibilidad de que la palabra o signo exprese múltiples valoraciones o acentuaciones sociales. De las primeras obras,
lo toma la semiótica y psicoanalista francesa Julia Kristeva y a partir de él propone el término intertextualidad.
2
Gérard Genette en su clásico libro Palimpsestos (1982) propuso una serie de conceptos que especifican distintos tipos de relación
entre textos: intertextualidad, paratextualidad, metatextualidad, arquitextualidad, e hipertextualidad. Aquí desarrollaremos
solamente la relación intertextual basada fundamentalmente en la cita por su pertinencia respecto de la argumentación.
25
otro, la citada”, que presenta a su vez distinciones de acuerdo a las características del sujeto.
Comentaremos solamente tres casos relevantes de esta última, de los diversos que formula el autor.
Uno, usual en los géneros académicos, es la autoridad especializada o profesional, es decir la autoridad
que emana del campo de profesión, de estudio o investigación y del prestigio que en él tenga la persona
que se cita. Por ejemplo, si escribo sobre un tema, puedo recurrir para justificar mi opinión a algún
reconocido especialista que ha estudiado dicho tema y que por lo tanto lo conoce en profundidad.
En este segundo encuentro, veremos diferentes estrategias argumentativas que permiten organizar la
estructura de los textos. Estas las definiremos a partir del tipo de razonamiento que las constituyen. En
primer lugar, expondremos el razonamiento deductivo, luego el inductivo y por último el dialéctico. A
su vez, debemos tener en cuenta que estas estrategias pueden presentarse como razonamientos que
estructuran todo el texto o bien pueden combinarse entre sí o con otros tipos de argumentos.
El razonamiento deductivo
Aristóteles, en su ya citada Retórica, distingue dos tipos de pruebas lógicas o formas argumentativas de
demostración, relacionadas con dos tipos de razonamientos: el entimema, vinculado al razonamiento
deductivo; y el exemplum o ejemplo relacionado al inductivo. Veamos el primero de ellos aquí y luego
desarrollaremos el segundo en el siguiente apartado
Entonces, les proponemos que en los textos argumentativos, si bien podemos reconstruir el esquema
lógico implícito, observemos el modo en que el autor deriva una idea de otra en términos deductivos.
Para facilitar esta tarea, será indispensable atender a dos cuestiones: por un lado, al modo en que el autor
organiza las ideas, por ejemplo por párrafos; y por el otro al uso de conectores, en particular los
consecutivos.
El razonamiento inductivo
El exemplum es para la Retórica Clásica, como mencionamos, una prueba lógica basada en un
razonamiento inductivo. Este es una forma de generalización, ya que parte de un caso particular e
infiere de él una regla general. Es decir, se señala uno o más ejemplos a partir del o de los cuales se
formula una afirmación general. En el fragmento que sigue, podemos observar cómo el enunciador,
Ernesto “Che” Guevara, en su discurso en la ONU de 1964, menciona varios casos particulares de
ataques norteamericanos a países asiáticos –Cambodia, Laos y La República Democrática de VietNam-
y concluye con la idea de que la paz mundial está en peligro, no sola la vida de los habitantes de esa
zona.
26
También el enunciador puede plantear una semejanza entre dos o más hechos, a partir de cierta
similitud, pero no explicitar la regla general que permite vincularlos. En este último caso, se equiparan
dos o más sucesos particulares a partir de una regla general que los fundamenta. En ellos, el ejemplo
presenta la estructura de una comparación:
Los mexicanos siguieron las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial
en materia de desarrollo económico, los brasileros también y los argentinos hicieron igual. El Gobierno
opina entonces que los colombianos debemos hacer lo mismo.
Martínez, M. C. (2004). Estrategias de lectura y escritura de textos. Colombia: Universidad del Valle. P. 174.
En la cita se observa cómo el enunciador asemeja los casos de México, Brasil y Argentina para postular
que en Colombia se debe hacer lo mismo. La regla que fundamenta la conducta y que subyace a lo casos
particulares sería: es “beneficioso” seguir las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial.
Por otro lado, Chaïm Perelman y Lucie Olbrechts-Tyteca, en su Tratado de la argumentación. La nueva
retórica ([1958] 2006), plantean una distinción entre lo que denominan el ejemplo y la ilustración.
Mientras en el primero, como se comentó al principio, se realiza una generalización de un caso
particular, en el segundo se parte de una regla general admitida, que implica una regularidad, y se la
ilustra con casos concretos que den cuenta de ella. Por ejemplo:
En la cita se puede observar el argumento por ilustración, ya que el autor plantea una regla general,
“solamente van descolonizando cuando expoliaron totalmente el lugar”, y la ilustra con el caso de los
países de África que “encontraron su independencia”.
Por último, debemos comentar que el razonamiento inductivo permite un cuestionamiento sobre el
grado de generalización del ejemplo, pero no del principio de generalización. Es decir, se puede observar
que tal caso particular no es generalizable o plantear otros que contradicen la regla, pero no se cuestiona
el proceso de inducción.
El razonamiento dialéctico
El término “dialéctica” nos remite también al período Clásico y en especial a la figura de Sócrates,
mediada especialmente por los textos platónicos. La dialéctica se vincula al diálogo y a la discusión
estructurada a partir de preguntas y respuestas. Sócrates buscaba, por medio de interrogantes adecuados,
que su interlocutor acepte ciertas premisas de las que se inferían conclusiones contrarias a las sostenidas
por este último. En este sentido, trataba de demostrar el carácter contradictorio de las afirmaciones del
interlocutor, es decir, hacía que él se contradiga. Por otra parte, Aristóteles diferencia la Dialéctica de la
Retórica, principalmente, a partir del marco institucional en que se realiza la discusión. Mientras la
primera se inscribe en un ámbito privado, la segunda en uno público, por ejemplo en la Asamblea.
De este método, salvando las distancias y considerando los propósitos disímiles, podríamos concebir lo
que denominamos el razonamiento dialéctico. Estese diferencia de los dos anteriores por ser un
razonamiento lógico que admite el principio de contradicción, ya que se basa en admitir una idea (tesis)
y su contraria (antítesis). De acuerdo con ello, podríamos decir que no se formula una oposición
27
absoluta entre las ideas sino una complementariedad entre las mismas. El enunciador puede dejar que el
lector saque una conclusión al respecto, o bien plantear una aserción nueva, que supere las anteriores.
En este sentido, la estructura del razonamiento dialéctico está conformada por una afirmación (tesis), la
aseveración contraria (antítesis) y una nueva idea que surja como superación o síntesis de las
precedentes.
1- Los que tienden a aproximar, de modo recíproco, dos acontecimientos sucesivos dados por
medio de un nexo causal.
2- Los que parten de un hecho y buscan asignarle una causa que lo haya determinado.
3- Los que, dado un acontecimiento, procuran evidenciar los efectos que resultan de él.
Argumentación y descripción
La descripción como recurso de escritura la hemos trabajado en relación con los textos explicativos. Sin
embargo, esta puede usarse con una orientación argumentativa cuando en ella se incluyen palabras o
frases que manifiestan la subjetividad del enunciador y por lo tanto se las puede vincular con la hipótesis
o posición que él defiende.
28
Lectura de imágenes (F. Bernhardt)
La imagen es una forma de mostrar, de dar cuenta de los aspectos relevantes de los objetos o elementos
que la constituyen según los momentos de la historia o las épocas debido a que las formas de la
representación son variables. Es muy importante la revisión de imágenes que se realiza de períodos lejanos
porque dan idea de formas convencionalizadas de las miradas como así también, la lectura de un cuadro
o de un dibujo antiguo da idea sobre las costumbres, la sociabilidad o la intimidad de una región en un
período dado.
Desde el punto de vista de la representación de la imagen, sabemos que la relación entre el objeto
representado en una imagen y su representación es una cuestión compleja sobre la que se han desarrollado
teorías importantes desde los orígenes de la filosofía, la semiología y más recientemente, la historia.
Llamamos la atención sobre el término “representar”, que significa volver a presentar, presentar lo que
está ausente, en otro tiempo o en otro espacio. Es un significado relacionado con el signo en tanto un signo
hace presente una ausencia o directamente es la representación o sustitución de algo, una ausencia.
Otro efecto de la representación se vincula con el significado del término: representar es también exhibir,
autorizar, legitimar, sustituir, estar en representación de alguien, en palabras de Louis Marin (2009)
el primer efecto de la representación en general: hacer como si el otro, el ausente, fuera aquí y ahora el
mismo: no presencia sino efecto de presencia. (…) este efecto es su poder (…) aferrado a la dimensión
transitiva de la representación; esa cosa otra, simulacro de lo mismo, es el complemento de objeto directo
del ‘representar’. (p. 137)
La representación también es la transmisión de estereotipos según las épocas y las formas, que se asimilan
y luego se relacionan con otras formas, nuevas o diferentes. Siguiendo a Eco en el Tratado de Semiótica
General (1991), en el signo visual importa no la relación entre un objeto y su imagen sino entre la imagen
y el contenido cultural atribuido a su objeto, es decir, un contenido culturalmente determinado y la
convención gráfica que traduce ese contenido: “… una convención gráfica autoriza a transformar sobre el
papel los elementos esquemáticos de una convención perceptiva o conceptual que ha motivado el signo”
(p. 290). La semejanza se aprende o se constituye.
Al respecto, John Tagg (2005) se interroga acerca del poder como acción y las formas de resistencia que
pueden encontrarse en las fotografías. En El peso de la representación (2005) Tagg estudia la fotografía en su
desarrollo histórico, especialmente en el Reino Unido durante el proceso de industrialización del siglo
29
XIX. Explica su origen y evolución a la par de las prácticas institucionales que se formalizaron en el
contexto de la transición hacia una estructura monopólica empresarial en un momento histórico de cambio
general de patrones de producción y de consumo. En dicho contexto la fotografía fue una consecuencia
de la revolución industrial y como tal la representa. Su desarrollo se expandió en dos dimensiones: una
fue el mercado del arte, la publicidad, el periodismo y el mercado doméstico; la otra fueron las aplicaciones
científicas, técnicas legales y políticas.
No todas las épocas fotografiaron los mismos objetos o sujetos, sino que las escenas fotográficas dan cuenta
de las modalidades de la cultura, por ejemplo, hacia finales del siglo XIX era frecuente fotografiar a los
muertos, especialmente a los niños en Francia y en nuestro país, también en Italia se fotografiaba a los
muertos hasta hace pocos años. Las imágenes convivían enmarcadas en el entorno familiar, era/es una
manera de mantener vivos los recuerdos (Diego Guerra, 2016).
También Pierre Bourdieu (2003) sostiene que la fotografía debe ser interpretada desde una perspectiva
histórico social en tanto toda imagen es un índice de una época, de sus sujetos y objetos; la fotografía es
una práctica social, objetiva, naturalizada que siempre da cuenta de lo social, de una clase social, de las
diferentes prácticas objetivas que se desarrollan en los grupos sociales, tanto en lo que refiere a los
individuos como a los objetos y sus entornos. Las imágenes responden a una diversidad de sociabilidades:
prácticas sociales, seriadas, domésticas, familiares, grupales, personales, autorretratos, íntimas, científicas,
periodísticas, políticas.
1) En primer lugar, es necesario realizar una lectura descriptiva, sin interpretaciones, de los elementos
presentes en la imagen. Esta actividad corresponde al reconocimiento de los signos o elementos visuales.
Por ejemplo, a partir de las imágenes ubicadas más abajo anotaremos que las fotografías presentan 1) un
espacio de tamaño grande, con cantidad de camas alineadas de color blanco, sin personas casi, dos carpas,
blanca y anaranjada, tubos de oxígeno, luces, alguna persona trasladándose; en 2) tres personas vestidas
con ropa de colores verdes, abrazadas y ligeramente inclinadas hacia abajo con expresiones de tristeza.
Están en un espacio abierto. Todas llevan parte de la cara tapada. Delante de las personas hay dos camisas,
también de color verde con inscripciones denominativas, colgadas de un alambrado; en 3) encontramos
un grupo de aves de importante tamaño y un niño pequeño sobre una patineta en un espacio de parque
alambrado. Este nivel es el literal o denotado de la imagen. Señalamos lo que queda por fuera del ojo de
la cámara, el recorte que hizo el fotógrafo, la continuidad de las imágenes que no podemos ver, pero se
reconstruyen por conocimiento de mundo de los espectadores. La fotografía siempre muestra un
fragmento, al decir de Peirce, un aspecto, al decir de Barthes (1992), un analogon perfecto de la realidad,
un mensaje sin código.
2) En segundo lugar, procedemos a atribuir sentidos a los elementos semióticos reconocidos, es decir, es
el nivel de la interpretación de los signos o rasgos visuales previamente reconocidos. La falta de
reconocimiento de elementos en el primer nivel impide su posterior análisis: como en toda interpretación,
damos cuenta del signo para su decodificación.
En 1) entendemos que la distribución al estilo damero, prolija y separada de las camas, corresponde a un
espacio de internación hospitalaria, preparado para recibir una cantidad muy importante de pacientes. El
momento histórico da la pauta: la preparación para los efectos del COVID 19, la anticipación para recibir
personas que requerirán internación, la presencia del estado a través de las instituciones sanitarias. El
contraste que produce la cantidad de camas y la ausencia o presencia escasa de individuos que preparan
el espacio significa la organización sanitaria a la vez que los efectos de la epidemia. El color blanco debe
30
ser interpretado, como todo signo, en su contexto: el hospital, la higiene como defensa contra el virus. Las
camas y los tubos de oxígeno resaltan por la ausencia de sujetos, es una escena de fuerte connotación por
la presencia de objetos sin humanos, aún. Es la connotación por la pose de objetos, además ilumina
especialmente, la fotogenia (Barthes, 1992). Es importante señalar dónde está el ojo que ve, que nos
permite ver: la imagen está tomada desde altura para dar sensación de inmensidad. Si la cámara estuviera
al mismo nivel que su objeto tendría un valor de realidad diferente, veríamos con mayor detalle las camas
y los tubos, perderíamos de vista la grandiosidad del espacio, al decir de Peirce, la representación no puede
contener la totalidad del objeto, es apenas un aspecto.
En 2) interpretamos que el grupo de personas llora a sus muertos por COVID 19, las vestimentas
representan al grupo, portan sus nombres, se sobreentiende la muerte por la dedicación, el sacrificio de
Pilar, Celia, Lola y otras tantas, algunas menciones de nombres masculinos. Son enfermeras de la
institución que lloran la pérdida de sus compañeras y compañeros, información antes denotada ahora
interpretada. Un brazo, metonímicamente, ubica a una cuarta persona en la escena, acompaña, pero no
integra el grupo. El contraste entre 1 y 2: la preparación para la epidemia, los efectos de la epidemia: es
una secuencia con una gran elipsis entre temporal e ideológica porque no se muestra la muerte, se
sobreentiende, se connota. ¿Podría pensarse como una sintaxis? (Barthes, 1992). La cámara es frontal, lo
que nos deja ver detalles, entender la composición de los rostros, las arrugas de las frentes, la posición de
las manos, la mano que metonímicamente apoya o acompaña en el dolor a la izquierda de la imagen, los
corazones colorados con el signo de luto. La lente acerca “nos” acerca a la escena que si la hubiera tomado
desde arriba estaría distante, empequeñecida, y desde abajo estaría en contrasentido. Es, sin dudas, una
escena armada, preparada, no espontánea, con disposición de camisas en el alambre, tomadas con
broches, es una pose (Barthes, 1992), una nueva iconografía, histórica, del dolor generado por las muertes
de la pandemia, en este caso, el sacrificio (del cuerpo médico), la pérdida (de la vida) y el dolor.
En 3) hay un auténtico contraste entre naturaleza y cultura: el espacio urbano arrebatado a la naturaleza
que ahora, ante la crisis de la epidemia, es retomado por sus antiguos o legítimos moradores. A diferencia
de las otras imágenes, sin sujeto o sin mirada, en esta imagen la circulación de miradas es importante y
significativa: un pelícano mira al niño, otros a la cámara, el niño mira al ave. ¿Quién mira a quién y qué
miran niño y aves? Tanto el niño como las aves parecen coexistir en un espacio, el asombro está dado por
la presencia para los integrantes de la escena, la ausencia para nosotros, sus espectadores, del fotógrafo,
ubicado esta vez, a una distancia ligeramente más alta que sus objetos/sujetos de la fotografía, lo que le
permite hacer foco en el grupo heterogéneo de cultura y naturaleza, y mostrar el parque que se extiende
detrás de ellos. Este tipo de imágenes fueron muy habituales durante las restricciones de COVID 19 por
la sorpresa que causó la presencia de animales en espacios no habituales. La escena de esta imagen tiene
una connotación estética, además de extraña, es bella (fotogenia) y está “compuesta” (Barthes, 1992) por
tonalidades especiales que contrastan los colores de la vestimenta del niño con los colores de las aves, y la
retórica novedosa, original. Este nivel de atribución de sentidos es simbólico o connotado.
3) En tercer lugar reforzamos la lectura con conclusiones o comentarios que retomen los textos teóricos.
Es necesario relacionar los textos, epígrafes con valor informativo sobre el espacio, el fotógrafo o agencia,
el tema de la fotografía, sugestivo con relación a los valores de la imagen, como claramente se lee en la
imagen 3: el hogar de los pelícanos fue tomado por el hombre, hoy los animales vuelven a sus espacios
antiguos, la epidemia parecería marcar una crisis de la cultura en cuanto a su relación con la naturaleza.
No deben dejar de analizarse los fondos o espacios sobre los que las imágenes se construyen, es decir, la
topografía de la imagen; tampoco las ideas de tiempo o temporalidad que presentan las imágenes; a su
vez hay que reconocer los elementos culturales que están presentes en una imagen, ya sea en los
31
individuos que la habitan o en los objetos que los acompañan; otro aspecto para considerar son los sentidos
ideológicos que toda imagen propone o sugiere u oculta, por ejemplo, las imágenes muestran la
intervención del Estado en términos de precaución y preparación para la atención sanitaria, en este caso,
un hospital de la comunidad de Madrid. Con esto decimos que en muchos lugares las personas fueron
asistidas y que no se dejó librado al azar la lucha contra la enfermedad. En la segunda imagen se valora la
pérdida, se llora a las compañeras que probablemente murieron por la dedicación a los pacientes enfermos.
La tercera imagen cuestiona la ocupación del espacio en las ciudades por parte del hombre.
Decíamos antes que la presencia de una imagen significa la legitimación o autorización de sus objetos,
también pueden ser denunciados o criticados como parte de las múltiples funciones que pueden tener las
imágenes. Algunos de estos elementos son de carácter subjetivo y son producidos tanto por quienes están
presentes en la imagen como por quienes toman las imágenes –fotógrafo-, es la retórica de la imagen, la
forma de la construcción. Estos elementos, en tanto ponen en relación la escena de la imagen con la
imagen misma pueden ser llamados deícticos o índices. Es, justamente, la labor del semiólogo realizar la
lectura de los sentidos posibles de un texto.
Vemos que, como afirman Tagg (2009) y Bourdieu (2003), las imágenes son históricas, son índices de
diferentes aspectos sociales, culturales e ideológicos de una época, en este caso los cambios que produjo
la epidemia de COVID 19 en el mundo. Leerlas fuera de su contexto les daría otros sentidos. El valor
semiótico contribuye a su desciframiento: el reconocimiento de índices relaciona las imágenes con los
objetos, el de íconos ilustra y caracteriza las escenas, lo simbólico atraviesa todas las lecturas y nos permite
no solo comprender sino también, explicar las imágenes, etiquetarlas como pertenecientes a alguna
categoría, en estos casos, tienen valor documental porque muestran lo real, aunque esté construido.
Imagen 1
32
Imagen 2
Imagen 3
Grupo de pelícanos en St. James, Londres, hogar de los pelícanos durante siglos (Reuter/John Sibley).
https://cnnespanol.cnn.com/gallery/fotos-mientras-el-mundo-esta-en-cuarentena-los-animales-andan-
libres-por-las-calles-en-todo-el-mundo/
33
Bibliografía
Bourdieu, P. (2003). Un arte intermedio: ensayo sobre los usos sociales de la fotografía. Barcelona: G.Gili.
Guerra, F. D. (2016) In articulo mortis. El retrato fotográfico de difuntos y los inicios de la prensa ilustrada en la
Argentina, 1898-1913. Tesis de doctorado en Historia y Teoría de las Artes. Buenos Aires: Facultad de
Filosofía y Letras/ Universidad de Buenos Aires, 2016 (mimeo).
Peirce, Ch. (1974). La ciencia de la semiótica (fragmentos). Buenos Aires: Nueva visión.
34
Guía de trabajo nro. 1
Explicación. La explicación científica. Análisis de datos.
Objetivos
Consignas
1. Lea el texto que se presenta a continuación correspondiente al Anuario del Ministerio de Hacienda y
Finanzas de la Provincia de Buenos Aires, año 2020.
2. Explique las categorías publicadas: población estimada, densidad de población, tasa global de
fecundidad, etc. ¿Por qué cree que se realizan este tipo de estudios? ¿Quién/es lo realizan? ¿Qué
importancia tienen?
3. Numere los cuadros o gráficos.
4. Explique la información que presenta cada cuadro o gráfico.
5. Organice la información en diferentes párrafos de acuerdo con el desarrollo que presenta cada
cuadro o gráfico.
6. Coloque un enunciado a modo de título a cada párrafo y redacte un texto que explique la imagen
correspondiente.
7. Ponga un título a su trabajo, revise su redacción y cite la fuente de la información.
35
http://www.estadistica.ec.gba.gov.ar/dpe/Estadistica/DPEANU2020/inicio.html
36
Guía de trabajo nro. 2
Explicación. Estrategias de la explicación.
Contenidos
Realizar resúmenes.
Consignas
Lectura de textos: reconocimiento y reelaboración de textos a partir de tablas y gráficos: comentario y
redacción
1. Lea los cuadros que se presentan a continuación. Observe las categorías de los diferentes cuadros:
¿qué función cumple cada categoría? Explique la relación entre las categorías de los diferentes cuadros.
2. Seleccione uno de los cuadros y redacte un breve texto explicativo sobre su importancia e información
que presenta.
3. Los cuadros, gráficos, tablas, figuras son paratextos que se utilizan frecuentemente en el desarrollo de
textos pertenecientes al discurso explicativo. Averigüe qué características presenta cada uno: describa su
conformación, titulación y tipo de información de cada uno. Explique la información que presentan y
los rasgos discursivos de los recursos.
5. Explique la situación social y familiar de las mujeres a partir de los datos del censo nacional.
6. Consulte el informe técnico sobre la caracterización de los hogares. ¿Puede organizar la información
de otra manera? ¿Qué actitudes encuentra por parte del sujeto de la enunciación y de la caracterización
de los objetos del discurso?
https://www.eforo.org.ar/eforodata
https://elauditor.info/actualidad/fundacion-eforo-publico-un-informe-sobre-la-caracterizacion-de-
hogares-en-argentina_a627e63577e2a64ae94a1fe8a
7. La siguiente información está tomada del INDEC: averigüe qué es el INDEC, sus funciones, su forma
de trabajo, su valor histórico y social. Recorra las pestañas y comente con sus compañeros la
información que brinda y sus diferentes usos.
37
38
8. Analice la información que se ofrece. Seleccione material para la preparación de la redacción de un
informe sobre la composición de los hogares en la Argentina. Puede acceder a los siguientes sitios para
corroborar y ampliar la información. Tenga en cuenta que debe transcribir la información que toma para
el análisis y citarla correctamente. Para resolver este aspecto puede consultar la normativa APA.
También adjuntamos el documento en el anexo digital del material de Taller.
39
https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-2-41-165
9. Lea el texto que se presenta a continuación referido a los hogares. Reconozca y señale en el texto
diferentes formas de expresión: definiciones, descripciones, enumeraciones, clasificaciones.
Texto 1
DEFINICIONES
Hogar
Familia
La familia comprende a dos o más miembros de un hogar, emparentados entre sí por sangre,
adopción o matrimonio.3 Existe un tipo de familia --denominado núcleo conyugal-- que es crucial en la
diferenciación de los hogares y las familias por lo que lo describiremos en detalle más adelante.
Individuo
Cabe precisar que, para construir el nomenclador, se eliminan del universo de hogares particulares las
personas que, en la pregunta sobre Relación con el Jefe de hogar, son clasificadas en la categoría
Empleados domésticos y sus familiares, ya que estas personas, aunque residen en la vivienda, no forman
parte de la unidad doméstica (en el sentido en que definimos este concepto4) ni responden a la definición
de la unidad ‘hogar’ (no están asociados con el resto de miembros para la satisfacción de sus necesidades
básicas). Si así no se procediera, todas aquellas familias que tienen personal de servicio doméstico
3
Por extensión, esta definición incluye también a las parejas consensuales o uniones de hecho.
4
Unidades familiares en el seno de las cuales los agentes sociales pueden asegurar su reproducción biológica,
preservar la vida y desarrollar todas aquellas prácticas, económicas y no económicas, indispensables para la
optimización de las condiciones materiales y no materiales de existencia de la unidad y de cada uno de sus
miembros (Torrado,1998, Doc.1).
40
residente en la vivienda se clasificarían automáticamente como ‘compuestas’, cualquiera fuera su
verdadera organización familiar
Para exponer este tema, es preciso definir ciertos aspectos de la medición censal.
En las fuentes argentinas se elige al Jefe por la 'vía del reconocimiento': es decir, el Jefe de un
hogar es aquella persona que es reconocida como tal por los restantes miembros de ese hogar. Esta
metodología implica una fuerte connotación subjetiva por parte de la población, lo que puede ser fuente
de diversos sesgos.5
Cada tipo de hogar puede discriminarse internamente según el Género del Jefe, un dato esencial para
múltiples propósitos analíticos. Esta distinción no se muestra, pero está implícita en la Figura 1, pues es
esencial en el estudio de la composición familiar.
5
Este tema se analiza en (Torrado,1998, Doc.5).
41
* Completud
* NC Incompleto o monoparental: es aquel en el que falta uno de los cónyuges (el hombre o la
mujer).
* Preeminencia
* NC Secundario: dentro de un hogar, es (son) el (los) núcleo(s) formado(s) por miembros no-
jefes.
* NC sin hijos: núcleo formado por una pareja sin hijos [categoría (a) de la definición de NC].
* NC con hijos: comprende las categorías (b) o (c), de esa misma definición.
Por otra parte, se denominan Parientes nucleares al cónyuge y a los hijos solteros del Jefe y Parientes no-
nucleares a todo el resto de los otros parientes del mismo (hijos casados, nietos, padres, suegros,
hermanos, tíos, primos, etc.).
En la Figura 1, la unidad de observación Familia queda definida entonces como un núcleo conyugal
primario más el eventual agregado de otros parientes no-nucleares y/o de no-parientes, todos los cuales
6
El término 'cónyuges' engloba aquí a los dos miembros de una pareja, sea ésta legal o consensual.
42
residen en la misma vivienda y comparten el consumo. Nótese que esta definición excluye al conjunto de
la parentela que no reside en la misma unidad de habitación.7
El universo de familias comprende, pues, al conjunto de los hogares conyugales. Estos últimos pueden
desagregarse de acuerdo con el Tipo de familia que contengan como se indica a continuación.
* Tipo de familia
Los hogares conyugales también pueden desagregarse desde el punto de vista de la composición
de la parentela presente en el hogar. Una de las clasificaciones más tradicionales es la siguiente:
* Familia Extensa: Familia formada por una familia nuclear más uno o más parientes no-
nucleares, exclusivamente.
* Familia Compuesta: Familia formada por una familia nuclear o una familia extensa más uno o
más no-parientes.
Señalemos que, dada la baja frecuencia empírica de las familias compuestas, frecuentemente se
agregan las dos últimas categorías (Extensa y Compuesta) en una sola denominada Familia No-nuclear
o simplemente Familia extendida.
7
Precisemos que Familia nuclear teologal es aquella que está constituida por un núcleo conyugal que, al momento de
formarse, fija una residencia separada e independiente de otros parientes. Este es el tipo prevaleciente en la
Argentina.
43
Nomenclador de los hogares particulares (HP) según Tipo de hogar y Tipo de familia
HP Uniper-
sonales
Sólo parientes no-nucleares
HP Con- Uninu-
yugales Familia clear
Compuesta
Multinu-
clear
Familia
Nuclear
Familia
Monoparental Uninu-
clear
Familia
Extensa Multinu-
clear
Uninu-
clear
Familia
Compuesta Multinu-
clear
44
10. Indague acerca de los términos presentes en los documentos que acaba de leer: definición,
nomenclador, variable. Caracterice definición, caracterización, clasificación y enumeración. Relacione
con la consigna anterior. Observe las categorías del cuadro del nomenclador: explique los diferentes
tipos de relaciones que en él observa.
11. Analice la información que se presenta en el portal de la Corte Suprema de Justicia, Centro de
Información Judicial, con relación a los femicidios. Puede consultar en
https://www.cij.gov.ar/nota-38847-Registro-Nacional-de-Femicidios--durante-2021-se-produjeron-251-
v-ctimas-letales-de-violencia-de-g-nero-en-todo-el-pa-s.html
Texto 2
Registro Nacional de Femicidios: durante 2021 se produjeron 251 víctimas letales de violencia
de género en todo el país
La Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación difundió la actualización del
Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina correspondiente al 2021, año en el que se
registraron 251 víctimas letales de violencia de género, un promedio de 1 femicidio cada 35 horas. De
ellas, 231 fueron víctimas directas y, al menos, 20 fueron vinculadas.
La franja etaria con mayor cantidad de víctimas directas de femicidios estuvo comprendida entre los 25 y
los 44 años, con un total de 116 casos. Entre los 18 y los 24 años se registraron 36 víctimas, y de más de
60 años, 32. La edad promedio de las víctimas directas de femicidio fue de 37,3 años.
Asimismo, 182 niñas, niños y adolescentes se encontraban a cargo de las víctimas directas de femicidio.
En el 88% de los casos, la víctima conocía al sujeto activo, y en el 39% convivía con él. En el 62% de los
casos eran pareja o expareja.
Cuatro de las víctimas eran personas con discapacidad, 5 estaban en situación de calle, 6 estaban
embarazadas, 7 estaban en situación de prostitución, 12 eran migrantes internacionales y al menos 22 se
encontraban desaparecidas o extraviadas antes de confirmarse el femicidio.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación elabora un registro de datos estadísticos de las causas
judiciales en las que se investigan muertes violentas de mujeres cis, mujeres trans y travestis por razones
de género, desde el año 2015. Para llevar adelante esta tarea, la OM contó con la colaboración de todas
las jurisdicciones del país, que desde entonces aportan la información relativa a las causas, las víctimas y
los sujetos activos. Esta información sirve como base para la elaboración de políticas públicas.
El 75% de las víctimas directas de femicidio fue asesinada en viviendas: 39% en la que compartía con el
sujeto activo, 25% en su propia vivienda, 8% en la vivienda del sujeto activo y 3% en otras viviendas.
En el 31% de los casos, se usó un arma blanca para cometer el femicidio, en el 25% armas de fuego y en
el 24% fuerza física. En algunos casos, se empleó más de un medio.
Durante los fines de semana extendidos (de viernes a la noche a lunes a la madrugada) se produjo la
mayor cantidad de femicidios.
45
El promedio de edad de los sujetos activos de femicidio directo fue de 40,4 años. Al menos 25
pertenecían a alguna fuerza de seguridad, y 19 de ellos estaban en actividad al momento del hecho.
De acuerdo con los datos relevados, al menos el 20% tenía algún tipo de consumo problemático de
sustancias, ya sea de manera habitual y/o al momento del hecho. Se destaca el alcohol entre las
sustancias consumidas, pero también la cocaína y la marihuana. Y al menos 11 sujetos activos tenían
antecedentes psiquiátricos.
El 93% de los sujetos activos en las causas de femicidio directo fueron identificados. De ellos, al 31 de
diciembre de 2021 el 66% estaba privado de la libertad con causas en trámite o condena; el 19% se había
suicidado, mientras que el 1% falleció por otras causas; el 4% se encontraba en libertad; el 3% estaba en
otras situaciones o no se contaba con datos al respecto, y el 7% restante permanecía sin identificar a la
fecha de corte.
46
12. Caracterice los rasgos de la secuencia explicativa: tenga en cuenta el tratamiento de los temas, las
características del enunciador, los objetivos que se propone, la forma de las proposiciones o enunciados
de los textos, los géneros discursivos que involucra, las fuentes de información, el tratamiento de los
datos y, por último, las publicaciones. Considere también que las secuencias pueden combinarse, si bien
una resulta dominante sobre la otra. Puede consultar el material teórico de apoyo.
47
13. El género discursivo “informe” es un documento explica o demuestra algo, de acuerdo con los
objetivos y necesidades de su construcción. Los informes se construyen según las disciplinas en las que
circulan o se solicitan; también pueden circular en espacios comerciales, administrativos, académicos o
de gestión, según corresponda.
Los informes se escriben siguiendo una estructura sencilla de introducción del tema y objetivos,
desarrollo de los elementos pertinentes, generalmente basados en números, pruebas, testimonios, etc.,
conclusiones y bibliografía o fuentes.
No existe una estructura fija o cerrada para la elaboración de un informe sino que depende del ámbito o
situación, la estrategia del informante, los objetivos, el conocimiento del tema del escritor, los intereses
de los destinatarios. Puede consultar en diversos sitios sobre un modelo de informe, por ejemplo, en
14. Averigüe qué es la ley Olimpia. Converse con el grupo el significado de la ley. Sintetice los
antecedentes que la generaron.
15. Lea el texto que se presenta a continuación. Subraye ideas o núcleos principales. Sintetice los
párrafos mediante el mecanismo de generalización (vea el material teórico de apoyo). Por último,
construya un texto propio a modo de resumen a partir de las operaciones que realizó.
Texto 3
Ley Olimpia: el Gobierno promulgó la legislación que incorpora la violencia digital como una
modalidad de violencia de género
El lunes 23 de octubre, se publicó en el Boletín Oficial la norma que aborda los delitos que violen la
intimidad sexual de las personas a través de medios digitales y la difusión sin consentimiento de
cualquier contenido privado, además de incluir los discursos de odio, contenidos sexistas, acoso y
espionaje, entre otros. En este sentido, protege los derechos y bienes digitales, así como el acceso,
permanencia y desenvolvimiento en el ámbito digital.
A través del Decreto 542/2023, que lleva las firmas del presidente Alberto Fernández; el jefe de
Gabinete, Agustín Rossi; y la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina; el
Gobierno promulgó la Ley 27.736, llamada “Ley Olimpia”, que incorpora la violencia contra mujeres en
entornos digitales a la Ley 26.485 como una modalidad de violencia de género. Asimismo, la legislación
prevé una serie de medidas cautelares de protección que puede dictar la Justicia, entre ellas, ordenar que
las plataformas digitales quiten los contenidos que generan la violencia.
48
La Ley Olimpia incluye a la violencia digital entre las modalidades de violencia contra las mujeres de la
Ley 26.485 e incorpora como objeto de la ley el respeto de la “dignidad, reputación e identidad, incluso
en los espacios digitales”.
La definición de la norma establece que se entiende por violencia digital o telemática “toda conducta,
acción u omisión en contra de las mujeres basada en su género que sea cometida, instigada o agravada,
en parte o en su totalidad, con la asistencia, utilización y/o apropiación de las tecnologías de la
información y la comunicación, con el objeto de causar daños físicos, psicológicos, económicos, sexuales
o morales tanto en el ámbito privado como en el público a ellas o su grupo familiar”.
-que atenten contra su integridad, dignidad, identidad, reputación, libertad, y contra el acceso,
permanencia y desenvolvimiento en el espacio digital;
-o que impliquen la obtención, reproducción y difusión, sin consentimiento de material digital real o
editado, intimo o de desnudez, que se les atribuya a las mujeres;
-robo y difusión no consentida de datos personales en la medida en que no sean conductas permitidas
por la ley 25.326 y/o la que en el futuro la reemplace;
-o acciones que atenten contra la integridad sexual de las mujeres a través de las tecnologías de la
información y la comunicación;
-o cualquier ciberataque que pueda surgir a futuro y que afecte los derechos protegidos en la presente ley.
49
En los próximos días, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación publicará una
guía para la prevención de las violencias de género en entornos digitales. Este material se comenzó a
elaborar antes de la sanción de la ley y se enmarca en los Planes Nacionales de Acción Contra las
Violencias por Motivos de Género (PNA) 2020- 2022 y 2022-2024, donde quedan contempladas un
conjunto de políticas públicas con el objetivo de generar cambios culturales en prácticas, hábitos y
discursividades inherentes en nuestra sociedad, y que generan o pueden generar violencias de género.
Olimpia Coral Melo impulsó la legislación en su país, luego de que a los 18 años su novio divulgó un
video privado sin su consentimiento y lo viralizó. En 2014 presentó un proyecto de ley en la legislatura
del estado de Puebla, donde vivía, para lograr una serie de reformas a la Ley General de Acceso de las
Mujeres a una Vida Libre de Violencia y al Código Penal y, así, reconocer la violencia digital y
sancionar los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales. La
iniciativa ya fue aprobada en más de veinte Estados y a nivel federal. En 2021, Olimpia Coral Melo fue
galardonada por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
Tomado de https://www.argentina.gob.ar/noticias/ley-olimpia-el-gobierno-promulgo-la-legislacion-
que-incorpora-la-violencia-digital-como-una
50
Guía de trabajo nro. 3
Explicación – Argumentación
Contenidos
Objetivos
Consignas
2. Explique por qué la revista tiene interés en producir notas que relacionan la economía con la
problemática de género. Para esto revise algunas de las notas que encontrará en el siguiente link
https://vocesenelfenix.economicas.uba.ar/?s=violencia+de+g%C3%A9nero
3. Anote los diferentes ámbitos relacionados con problemáticas de género que proponen los títulos.
Observe las fotografías y relaciónelas con las notas. ¿Qué función cumplen?
en https://vocesenelfenix.economicas.uba.ar/la-pandemia-que-nos-cambio-la-vidaimpacto-de-la-
emergencia-sanitaria-de-covid-19-en-los-hogares-y-las-relaciones-de-genero/
51
La autora destaca en el artículo cómo la situación extraordinaria de la pandemia evidenció la
persistencia de relaciones de género asimétricas, de condiciones de opresión y de violencias que existen y
continúan ejerciéndose sobre los cuerpos de las mujeres y las diversidades. Por Corina Rodríguez
Enríquez*
El mundo enfrentó el año 2020 una crisis de dimensiones globales. Fue iniciada por la propagación a
escala planetaria del virus Covid-19, que llegó a la categoría de pandemia. Las medidas sanitarias
necesarias para enfrentarla, así como las consecuencias económicas de las mismas, implicaron
modificaciones repentinas, severas y duraderas en los hábitos de vida, y como consecuencia en las
relaciones sociales que involucran.
En el caso específico de la Argentina, una de las primeras medidas fue la suspensión de actividades
masivas (como espectáculos deportivos y culturales), acompañada de la suspensión de las clases
presenciales en los establecimientos educativos. A esto siguió la restricción en el uso del transporte
público y, simultáneamente, la implementación del aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO),
que se pensaba iba a durar un tiempo acotado y con variaciones (territoriales y de características),
terminó extendiéndose aproximadamente 8 meses.
El ASPO tuvo consecuencias inmediatas en la actividad económica, con la paralización total o parcial
de muchos sectores, lo que a su vez repercutió en las estrategias de vida de los hogares. Este impacto fue
mayor para las personas ocupadas en empleos no esenciales, no registrados, informales, por cuenta
52
propia. Muchos hogares vieron repentinamente mermados sus ingresos monetarios e imposibilitados de
realizar las actividades cotidianas que le garantizaban la supervivencia.
Claro que todo lo anterior no ocurrió en el vacío. Al respecto me gustaría realizar dos señalamientos. El
primero, que la crisis sanitaria y económica se montó sobre una situación preexistente de fragilidad, con
una economía en retracción, con inestabilidad macroeconómica y deterioro en los indicadores sociales
(empleo, pobreza, poder adquisitivo de los ingresos fijos, etc.). El segundo, que la crisis ocurrió sobre un
entramado de relaciones sociales caracterizado por desigualdades persistentes, socioeconómicas y de
género.
El lema “quedate en casa” fue la insignia de los primeros tiempos del ASPO, cuando lo que se
necesitaba era minimizar al máximo posible la circulación de las personas, y con ello del virus. Esta
opción, asumida como la medida más extendida para enfrentar la pandemia, tuvo repercusiones
inmediatas en la vida cotidiana de los hogares.
Una de las manifestaciones más palpables de estos cambios fue el incremento en el trabajo doméstico y
de cuidados no remunerado. Esto ocurrió, por un lado, porque se requerían más cuidados: mayor
higiene y limpieza, mayor tiempo para realizar las compras, prácticas de cuidado más intensas, mayores
demandas de acompañamiento en el proceso educativo de les niñes y adolescentes. Por el otro lado,
porque las opciones disponibles para atender las necesidades de cuidado se vieron reducidas.
El ASPO implicó que la opción de la asistencia a establecimientos educativos y de cuidados fuera del
hogar se viera impedida. Eso ocurrió repentinamente, y obligó a los hogares con niñes y adolescentes a
modificar sus lógicas de organización del cuidado. La actual gestión de gobierno intentó reaccionar a
esta nueva situación, con una temprana normativa que establecía la licencia remunerada para
trabajadores asalariados con responsabilidades familiares.
Posteriormente, la extensión en el tiempo del ASPO implicó que muchas personas en ocupaciones que
así lo permitían pasaron a la modalidad de teletrabajo. Así se produjo una situación de presión extrema
sobre los tiempos y los trabajos, ya que las personas adultas en hogares con niñes y adolescentes
debieron combinar en el mismo tiempo y espacio las responsabilidades de trabajo con las
responsabilidades de cuidado, incluyendo el acompañamiento en el proceso educativo.
Una vez más, esta situación emergente ha sido atendida mayormente por el tiempo, el trabajo y el
cuerpo de las mujeres. Si bien no existe todavía información oficial sobre cuánto se ha incrementado el
trabajo doméstico y de cuidado en el actual contexto, encuestas preliminares y no oficiales realizadas de
manera virtual confirman: i) el incremento de las horas dedicadas al trabajo no remunerado por parte de
las mujeres; ii) la profundización del cansancio derivado de jornadas extensas de trabajo, que en muchos
casos combinan trabajo remunerado y no remunerado; iii) la imposibilidad de dedicar tiempo a otras
53
actividades (capacitación, recreación, ocio); iv) la persistencia de un reparto desigual de las
responsabilidades entre varones y mujeres (Minger, 2020).
Sumando a estas evidencias preliminares, UNICEF (2020) presenta los resultados de una encuesta en la
que se verifica que el mayor peso de esta presión adicional sobre el tiempo y la intensidad del cuidado
recayó sobre las mujeres. El 51% de las mujeres entrevistadas expresó que en este tiempo sintió una
mayor sobrecarga de las tareas del hogar, siendo las causas de la sobrecarga la limpieza de la casa (32%);
la carga de cuidados (28%), la preparación de la comida (20%) y la ayuda con las tareas escolares (22%).
La sobrecarga de cuidados en las mujeres no es solo una percepción, porque la misma encuesta revela
que en los hogares encuestados, para el conjunto de actividades del hogar, 68% era realizado por mujeres
antes de la cuarentena, y esta participación creció a 71% durante la cuarentena. El incremento de las
tareas de cuidados debido al paso de la educación escolar a modalidad virtual también recayó
desproporcionadamente sobre las mujeres. En los resultados de la encuesta se consigna que el apoyo
para realizar los deberes es principalmente realizado por las madres (68%), en comparación con el apoyo
de los padres (16%).
En síntesis, quedarse en casa para evitar la expansión de la pandemia fue posible porque el trabajo de las
mujeres está siempre allí, como garante de última instancia de las necesidades del sistema. Pero esto no
es gratis, lleva consigo el costo en la intensidad del trabajo de las mujeres, en su cansancio físico y
mental, en su imposibilidad para participar plenamente en otras dimensiones de la vida.
Si bien quedarse en casa durante el ASPO se entendía como la situación más segura para evitar
contagiarse, para muchas mujeres el hogar no es ese lugar de protección. Por el contrario, el ASPO
también se montó sobre una situación persistente de violencia contra las mujeres. Según el Ministerio de
las Mujeres, Género y Diversidad, durante este período los llamados a la línea 144, que ofrece el servicio
de atención a víctimas de violencia de género, incrementó en 18% respecto del año anterior las
comunicaciones recibidas.
Del total de llamados atendidos, casi todas las personas manifestaron haber sufrido violencia
psicológica, 89% de los casos correspondieron a situaciones de violencia doméstica, 67% a violencia
física, 37% a violencia económica. Por su parte, el Ministerio Público de la provincia de Buenos Aires
informó que durante los tres primeros meses del ASPO, en esta jurisdicción se produjeron 33 femicidios
(la forma más extrema de la violencia). En igual período de 2019 se habían producido 19.
Es decir, para muchas mujeres el contexto de limitación a la circulación que implicó el ASPO, sumado a
la convivencia forzada durante más tiempo con sus parejas, a lo que se agrega el estrés propio de este
contexto, resultó un combo explosivo de violencia. Para las mujeres no solamente operaba la pandemia
de Covid-19, sino también la pandemia de la violencia.
Nuevamente, las políticas públicas intentaron atender la situación, aunque a la vista con resultados
escasos. Durante el ASPO se expandieron los mecanismos de atención a las víctimas, más allá de la
tradicional línea 144, y se sumó personal especializado y recursos tecnológicos. Asimismo, se lanzó la
iniciativa “barbijo rojo” para facilitar el pedido de ayuda por parte de las víctimas en establecimientos
farmacéuticos. También se exceptuó a las mujeres víctimas de las restricciones de circulación y de
54
utilización del transporte público en caso de que estuvieran padeciendo una situación de emergencia por
violencia.
Más recientemente, se implementaron mecanismos para fortalecer el acceso de las mujeres víctimas de
violencia a recursos económicos, en el entendimiento de que la dependencia económica es uno de los
factores que obstaculiza la posibilidad de salir de círculos de violencia. En este sentido, se generaron
mecanismos para facilitar la participación de las mujeres víctimas de violencia en el programa Potenciar
Trabajo (un programa de transferencias monetarias a cambio de una contraprestación vinculada al
mundo del trabajo) y se creó el programa Acompañar, que otorga una transferencia monetaria
equivalente al salario mínimo por un período de seis meses a mujeres y personas LGBTI+ que estén
padeciendo situaciones de violencia, además de brindarles un acompañamiento integral.
Como todo evento inesperado, que cambia la rutina y nos expone a nuevos miedos, esta pandemia
podría servir como motivador para repensar cómo atender no solamente las consecuencias específicas
que causó, sino también aquellas situaciones estructurales de desigualdad y opresión sobre las que se
montó.
Abordar los problemas vinculados a la organización social del cuidado, y las cuestiones de violencia de
género son claves para transformar de raíz las relaciones de género, de manera de dotarlas de mayor
paridad y respeto. Las políticas públicas son claves para esta transformación. En este sentido, el
recientemente lanzado Plan Nacional de Acción contra las Violencias por Motivos de Género (2020-
2022), así como la voluntad política expresada de promover la creación de un Sistema Nacional
Integrado de Cuidados, representan un contexto auspicioso.
Sin embargo, para que las transformaciones cobren cuerpo hacen falta algunas condiciones básicas: i)
asegurar los recursos presupuestarios suficientes para que las acciones de política pública requerida se
lleven efectivamente a cabo; ii) fortalecer la demanda social por estas transformaciones, disputando las
narrativas y la construcción de subjetividad; iii) asegurar mecanismos democráticos que permitan la
discusión social por un nuevo pacto social donde los cuidados y una vida libre de violencia se ubiquen
en el centro.
* Economista y Doctorado en Ciencias Sociales. Investigadora Independiente de Conicet con sede en el CIEPP.
Titular de la cátedra de Economía y Género en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
4. Observe el título del texto: ¿Qué significa la pregunta? ¿A quién está dirigida? ¿Qué expresa la bajada
o subtítulo? ¿Quién habla? Fundamente el tipo de lector al que podría dirigirse el texto.
5. Numere los párrafos que componen el texto. Observe cómo inician y finalizan. ¿Qué relaciones puede
establecer entre los párrafos? Anote tres de ellas.
7. ¿Qué tipo de verbos predomina en el texto y por qué? Reconozca segmentos descriptivos, narrativos u
otros a partir de la noción de secuencia. Recuerde que la noción de secuencia textual está relacionada
con las características composicionales de la organización del texto y que reconocemos secuencias
narrativas, descriptivas, explicativas, argumentativas y dialogales. Si bien en los textos académicos
predominan las secuencias explicativas y argumentativas, también hay presencia de las otras,
especialmente relacionadas con las primeras.
8. Caracterice las relaciones temporales que plantea el texto: antes, durante, después de la pandemia.
Explíquelas. ¿Puede relacionar el desarrollo temporal con los subtítulos del ensayo? ¿Cómo? Realice un
cuadro de doble entrada que relacione las categorías temporales con las características de cada
momento. No olvide de colocar un título y un epígrafe a su cuadro.
9. Diferencie secuencias explicativas y argumentativas. Observe el esquema de los dos polos discursivos 8
y explique las características de cada una. Relacione segmentos del texto con los polos argumentativo o
explicativo. Luego explique la siguiente frase a partir del contexto original: “Es decir, para muchas
mujeres el contexto de limitación a la circulación que implicó el ASPO, sumado a la convivencia forzada
durante más tiempo con sus parejas, a lo que se agrega el estrés propio de este contexto, resultó un
combo explosivo de violencia. Para las mujeres no solamente operaba la pandemia de Covid-19, sino
también la pandemia de la violencia.”
10. Lea el texto del anexo Lectura de imágenes. A partir de esa propuesta realice el análisis de la imagen
que presenta la nota. Busque otras imágenes de la publicación y analice diferentes escenas fotográficas.
Organice una selección de imágenes que respondan a la misma argumentación. Las imágenes son
pruebas de la idea o hipótesis que sostiene. Colóqueles un epígrafe.
8
Tomado de La lectura y la escritura en la universidad, de E. Arnoux (2002).
56
a. La pandemia que… ¿nos cambió la vida?
b. “Quedate en casa”, que en casa te cuidan.
c. Al respecto me gustaría realizar dos señalamientos.
d. Las mujeres destinamos en promedio el doble de tiempo que los varones a este tipo de trabajo.
e. … se creó el programa Acompañar, que otorga una transferencia monetaria equivalente al salario
mínimo por un período de seis meses a mujeres y personas LGBTI+ que estén padeciendo situaciones de
violencia, además de brindarles un acompañamiento integral.
Explique el uso de los pronombres en cada caso. ¿A qué se refieren? ¿Qué relación estable la autora con
el texto y con el destinatario?
12. Indague acerca del concepto de género discursivo de M. Bajtin. Redacte qué es un género discursivo
y caracterice el género discursivo “ensayo”. Mencione y explique sintéticamente otros géneros
discursivos académicos.
57
Guía de trabajo nro. 4- Argumentación. Secuencia argumentativa.
Contenidos
Objetivos
Consignas
1. Converse grupalmente acerca del significado que tiene la noción de familia. ¿Por qué cree que las
personas viven en familia? ¿Qué formas de familia reconoce?
2. Lea los textos que se presentan a continuación. Preste atención especial al concepto de familia y a la
cronología que ahí se desarrolla. Subraye esas informaciones para realizar luego un esquema basado en
la cronología de clases de familia.
3. Observe las referencias sobre las mujeres. Anote las características de cada etapa o época de acuerdo
con el rol de las mujeres.
Texto 1
Familia Irene Meler. (2005). Diccionario de Estudios de Género y feminismos. Recuperado el septiembre de
2005, de www.agendadelasmujeres.com.ar.
Existe una tradición milenaria que asigna a las mujeres al ámbito privado, mientras que el ámbito público
ha sido el espacio de circulación y de actividad social reservado para los varones. Esta tendencia ha
permanecido constante a través del tiempo y solo ha comenzado a modificarse en las sociedades modernas
de Occidente. Por ejemplo, el ama de casa de la Grecia clásica, administradora del “oikos” y recluida en
el gineceo, fue la figura que acompañó al varón de la clase dirigente, cuyas funciones sociales se referían
a la política y la guerra.
58
El advenimiento del industrialismo creó una segregación de estas esferas de la vida social particularmente
marcada, debido a que el trabajo productivo y remunerado pasó a desarrollarse en espacios especialmente
destinados a ese fin y alejados del hogar. Las mujeres premodernas, que colaboraban como familiares no
remunerados con sus maridos en la unidad doméstica, desempeñaron junto con sus funciones
reproductivas y sexuales numerosas tareas productivas. Si bien la jefatura de la familia y del trabajo era
masculina, sus aportes económicos fueron significativos y esa circunstancia les permitió detentar un
estatuto de cierta consideración. La Revolución Industrial generó un período inicial de súper explotación,
donde la familia campesina que había migrado hacia las minas de carbón y hacia las ciudades en busca de
subsistencia, estuvo a punto de desaparecer (Balbo, 1976). Pero una vez obtenida cierta acumulación de
riqueza, las mujeres y los niños quedaron asignados al hogar y el trabajo remunerado se masculinizó por
completo. El ama de casa moderna, consorte del obrero industrial y del empleado, percibió en los inicios
esta situación como un ascenso de status. Liberada de las jornadas extenuantes, pudo dedicarse a la crianza
de sus hijos, que eran menos numerosos debido a la urbanización, y esa situación contribuyó a un cultivo
de la capacitación y de la subjetividad de las generaciones jóvenes que nunca antes se había producido.
Pero al cabo de un tiempo, el nuevo hogar nido se tornó estrecho, y las mujeres, que accedieron a un
mayor nivel educativo, enfrentaron una situación paradójica: su educación no podía aplicarse en el mundo
del trabajo, porque las obligaciones familiares reclamaban su presencia en el hogar. Esa circunstancia fue
uno de los principales factores que dio origen a la eclosión del movimiento feminista, y las nuevas mujeres
universitarias que investigaron dentro de esta corriente de pensamiento, consideraron a la familia como
uno de los principales enclaves responsables de la subordinación social femenina.
El feminismo encaró el estudio de la familia como institución social, de modo crítico y con una clara
finalidad política: lograr la paridad social entre varones y mujeres, considerados como colectivos cuyos
intereses pueden entrar en conflicto. Si contemplamos las numerosas variantes históricas y geográficas que
presentan las familias, se hace evidente que la organización familiar adopta diversas modalidades de
acuerdo a como sea el modo de producción de la subsistencia para cada sociedad humana. Factores
políticos tales como la existencia del Estado y la concentración del poder en la figura del soberano, versus
la democratización institucional, afectan también las formas de familiarización. Las familias campesinas
han sido extensas, debido a que el trabajo rural se realiza con el concurso de los familiares. En esos
contextos preindustriales la elevada fecundidad fue un recurso adecuado para subsistir, ya que los niños
eran futuros trabajadores rurales. La urbanización fue de la mano de la nuclearización familiar, porque la
crianza se convirtió en una empresa costosa y la regulación de los nacimientos pasó a ser una estrategia
de acumulación de recursos y de ascenso social.
Las tradiciones culturales y las representaciones colectivas han jugado también un rol importante en las
formas que los diversos grupos humanos crearon para subsistir y prosperar. Cuando las representaciones
acerca de las mujeres las asemejaron a seres que consumen, pero no producen, - negando que la principal
fuente de sustento a partir de las sociedades de recolectores ha sido el trabajo femenino- se practicó el
infanticidio de las niñas y la poliandria, tal como ha ocurrido en el Tíbet. La diversidad fenoménica hace
difícil realizar una determinación conceptual acerca de qué es una familia. Esta preocupación no es solo
académica sino social, debido a que en la actualidad atravesamos por una notable crisis de la
conyugalidad. El auge de los divorcios ha sido tan elevado que la tendencia de los países desarrollados es
que la mitad de quienes se casan se divorciarán. Es cierto que lo hacen para volverse a casar, pero aquellos
que se casan nuevamente, enfrentan una posibilidad cercana al 60 % de volverse a divorciar (Wallerstein,
Lewis y Blakeslee, 2000). Las generaciones jóvenes tienden a eludir las regulaciones legales y a preferir las
uniones consensuales (Sullerot, 1993; Wainerman, 1994; Burin y Meler, 1998). Los niños y jóvenes
enfrentan de forma creciente la perspectiva de pasar parte de su infancia y adolescencia conviviendo con
uno solo de sus progenitores o en una familia recompuesta. Esta tendencia no transcurre sin conflictos y
se ha registrado un monto elevado de patologías emocionales en las generaciones jóvenes criadas en estas
familias, entre las que se cuentan la violencia, el abuso de sustancias adictivas, el abandono de los estudios,
59
la depresión, problemas de aprendizaje, etcétera. Por ese motivo, la comprensión de los arreglos familiares
y de los conflictos que desgarran las familias contemporáneas se hace muy necesaria para promover la
salud mental y el bienestar general de las poblaciones.
La impugnación feminista de la familia moderna, caracterizada por una estricta división sexual del trabajo,
enfrenta el desafío de comprender el proceso de disoluciones periódicas por el que atraviesan las familias
postmodernas, so pena de continuar luchando contra un enemigo muerto. Cabe plantearse como
interrogante si el conflicto entre varones y mujeres que se planteó en la arena pública a partir de los
reclamos feministas de equidad social, presenta como correlato intersubjetivo la elevada conflictividad de
las familias contemporáneas. Si el psicoanálisis ofreció el estudio de la psico-sexualidad como clave para
la comprensión de la subjetividad, la obra de Michel Foucault (1980), destaca la importancia de las
relaciones de poder. Los estudios interdisciplinarios de género, muchos de ellos inspirados en teorías
feministas, han adoptado las relaciones de poder como un aspecto central de su marco teórico. Sobre esta
base podemos preguntarnos si las luchas públicas por los derechos de las mujeres mantienen un vínculo
significativo con los conflictos privados que afectan la vida familiar postmoderna. Las alianzas se han
establecido desde la Antigüedad, pasando por el Medioevo y por el Antiguo Régimen europeo, entre
linajes familiares. El objetivo fue concertar relaciones entre grupos humanos con el fin de promover su
prosperidad y persistencia. De hecho, los intercambios sociales de las sociedades pre estatales se redujeron
a los intercambios entre familias (Leduc, 1991). Las uniones basadas en la afinidad datan de lo que Shorter
(1977) denominó La Revolución Sentimental, un fenómeno moderno, ya que el amor cortés, que surgió
en el siglo XII, fue por definición, extraconyugal. El hogar nido moderno giró en torno de los hijos, cuya
salud y educación garantizaban la excelencia de la naciente burguesía. A fines de la Modernidad y
comienzos del período postmoderno, la pareja conyugal ocupó el centro de la escena familiar. La afinidad
constituye una base endeble para cimentar las uniones matrimoniales, porque se sustenta sobre el amor
pasión (Fernández, A.M., 1993). Por lo tanto, estamos llegando a un período histórico donde una de las
tendencias demográficas crecientes es el aumento de los hogares unipersonales.
4- Escriba un listado de términos que desconoce. Anótelos y realice una búsqueda en diccionarios o
enciclopedias. Explique su significado de acuerdo con el contexto en que son mencionados en el texto.
5. Explique la organización de apellido y fecha que hay en el texto. Compare con la bibliografía que se
señala al final del artículo. Explique la aparición de la cita y de la referencia. Puede consultar la normativa
APA.
60
6- Organice las etapas históricas mencionadas en un cuadro. ¿Cuántas y cuáles son? En el esquema,
incluya los rasgos cada etapa histórica, las características de las familias y las de los roles femeninos y los
masculinos en las distintas épocas. También debe colocar un título al cuadro.
7. ¿Cuáles son las variables históricas y geográficas que influyeron en la organización familiar? Rastréelas.
A continuación, escriba un texto de no más de 5 líneas que explique dicha organización y su relación con
el contexto. Incorpore un ejemplo.
8. Busque algunas definiciones de familia que se encuentran en el texto. Analice qué aporta cada
definición. Luego, escriba una definición propia de familia teniendo en cuenta los aportes que pueda
seleccionar de las definiciones halladas. Relacione con el rol de las mujeres.
9. En el relato sobre la evolución del concepto, observe los verbos que predominan. Transcriba algunos
ejemplos y agrúpelos de acuerdo con las siguientes definiciones:
Pretérito perfecto simple: tiempo verbal que permite expresar acciones ocurridas en un
momento puntual del pasado.
Pretérito imperfecto: tiempo verbal que, en el modo indicativo, sirve para expresar acciones
que ocurrían periódicamente en el pasado o que se prolongaron durante un período en el pasado.
Pretérito pluscuamperfecto: tiempo verbal que, en el modo indicativo, sirve para expresar
acciones ocurridas con anterioridad a las acciones expresadas con el pretérito perfecto simple.
En los siguientes fragmentos, distinga las causas de las consecuencias de los hechos señalados en el texto.
Si aparecen, subraye los elementos lingüísticos que marcan dichas relaciones (conectores de causa y de
consecuencia, o verbos como provocó, causó, etc.). Busque otros casos.
a. El advenimiento del industrialismo creó una segregación de estas esferas de la vida social particularmente
marcada, debido a que el trabajo productivo y remunerado pasó a desarrollarse en espacios especialmente
destinados a ese fin y alejados del hogar. Las mujeres pre-modernas, que colaboraban como familiares no
remunerados con sus maridos en la unidad doméstica, desempeñaron junto con sus funciones
reproductivas y sexuales numerosas tareas productivas.
b. Factores políticos tales como la existencia del Estado y la concentración del poder en la figura del
soberano, versus la democratización institucional, afectan también las formas de familiarización. Las
familias campesinas han sido extensas, debido a que el trabajo rural se realiza con el concurso de los
familiares.
c. Las familias campesinas han sido extensas, debido a que el trabajo rural se realiza con el concurso de los
familiares.
d. Las tradiciones culturales y las representaciones colectivas han jugado también un rol importante en las
formas que los diversos grupos humanos crearon para subsistir y prosperar.
10. Rastree la siguiente frase en el texto: “Cabe plantearse como interrogante si el conflicto entre varones
y mujeres que se planteó en la arena pública a partir de los reclamos feministas de equidad social, presenta
61
como correlato intersubjetivo la elevada conflictividad de las familias contemporáneas”. Explique su
significado. Formule la frase como pregunta y analice el tipo de pregunta que construye. Por último,
responda a la pregunta con una proposición afirmativa. La pregunta en cuestión es un interrogante de
argumentación. Busque este concepto en los materiales teóricos y proporciones ejemplos tomados de los
textos de esta guía.
11- Redacte un texto breve en el que se expliquen las causas que dieron origen al movimiento feminista.
El mismo debe poder ser incluido en un manual de Historia para estudiantes de nivel medio. Tenga en
cuenta un orden diferente del que presenta el texto. El nuevo orden debe ser cronológico, por lo que puede
utilizar el cuadro que ha realizado anteriormente. Tenga en cuenta la organización verbal de los segmentos
narrativos. Organice previamente la información por párrafos; cada nuevo aspecto a desarrollar debe ser
escrito en un párrafo. Incluya en el primer párrafo un interrogante de argumentación que deberá ser
respondido en alguno de los párrafos. No se extienda más allá de las 15 líneas.
c. Cuál es su finalidad.
1. Observe el título y los subtítulos del texto que figura a continuación. ¿Qué puede inferir a partir de su
lectura?
Texto 2
Familias Argentinas - Alicia Itatí Palermo (s.f.). Diccionario de Estudios de Género y feminismos. Recuperado
el septiembre de 2005, de www.agendadelasmujeres.com.ar
Una cuestión que se plantea entre los investigadores al momento de definir el concepto familia es si dicha
institución está actualmente en crisis. Al intentar responder a esta pregunta, surgen a su vez otros
interrogantes: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de familia?, ¿existe en la actualidad un único modelo
familiar?, ¿cuáles son hoy, los modos de vivir en familia?, ¿cuáles son las relaciones entre las distintas
generaciones y entre los géneros en las familias?
Dos tipos de estudios e investigaciones han intentado brindar respuestas a estos interrogantes en América
Latina. El primero pone el acento en estudiar las variaciones que se han producido en los indicadores
sociodemográficos (nupcialidad, fecundidad, envejecimiento de la población, divorcio, etc.) y en detectar
en qué medida han impactado en las estructuras familiares y en la coexistencia de diversos modelos de
familia.
62
El segundo grupo de investigaciones se centra en las relaciones que se producen dentro del grupo familiar.
Estas relaciones pueden ser analizadas desde una concepción teórica que privilegia la convergencia de
finalidades de los distintos miembros del grupo familiar y las diferentes tareas o roles asignados a cada
uno de ellos o desde otra que pone el acento en la familia como un microcosmos donde se juegan relaciones
de autoridad y de poder y donde está presente el conflicto. Este segundo conjunto de investigaciones, ya
sea que se enfoque desde cualquiera de las dos posturas teóricas mencionadas, indaga la distribución de
tareas al interior de las familias, las relaciones entre los géneros y las generaciones, las responsabilidades
y proyectos personales de cada miembro del grupo familiar, las estrategias que desarrollan las familias a
lo largo de sus distintas etapas y aportan al estudio de la dinámica familiar. Llegados a este punto debemos
detenernos y preguntarnos: ¿a qué nos referimos cuando hablamos de familia? Esta no es una cuestión
menor.
La gran variedad de definiciones vigentes es producto de los distintos puntos de vista disciplinarios y
diferentes concepciones teóricas, pero también refleja la dificultad para dar cuenta de las múltiples
estructuras y dinámicas familiares existentes en la actualidad. Cada una de ellas pone el acento en uno o
varios aspectos o dimensiones que considera centrales en el concepto de familia. Estas dimensiones son:
el parentesco y el matrimonio o unión consensual; la sexualidad y la reproducción; la aceptación social y
la estabilidad de la unión matrimonial o consensual; la unidad doméstica u hogar; la residencia en común
o cohabitación; el grupo social y las interacciones que se producen dentro de él; las relaciones del grupo
familiar con la sociedad y el Estado y la historia, origen y evolución de las estructuras familiares. Si
consideramos los diferentes puntos de vista disciplinarios, podemos distinguir, al menos, entre definiciones
estadísticas, antropológicas y sociológicas.
En las definiciones estadísticas, la dimensión central es el de las unidades domésticas u hogares censales.
Se trata de conceptos operativos, que nos permiten observar qué sucede en la unidad doméstica en un
momento determinado. Los censos de población y viviendas y las encuestas permanentes de hogares son
importantes fuentes de información acerca de las estructuras familiares.
Las definiciones antropológicas destacan las dimensiones del parentesco, el matrimonio y la filiación. Al
estudiar las familias de distintas culturas, en distintos momentos, los antropólogos han planteado la
polémica sobre el origen y universalidad de esta institución.
Las definiciones sociológicas consideran a la familia como grupo social, con su historia, su constitución,
su estructura, los vínculos entre sus integrantes y sus modos de vida y de organización. Asimismo, estudian
las articulaciones entre esta institución con el conjunto de la sociedad y con el Estado. La heterogeneidad
de estructuras y dinámicas familiares que coexisten en la actualidad nos lleva a proponer un concepto que
dé cuenta de esta diversidad.
La comprensión de una institución tan compleja y heterogénea como la familia implica un desafío.
Pensemos no sólo en las transformaciones en las estructuras y dinámicas familiares que ha habido en
América Latina y el Caribe en estas últimas décadas, sino también en la gama de variación según regiones
(urbanas, rurales, suburbanas), estratos sociales y grupos étnicos. “La familia, más que célula genética de
la sociedad, aparece como una unidad plural sujeta a todas las mediaciones y vicisitudes de una crisis
manifiesta en todas las dimensiones de la vida colectiva emocional, política, económica, ecológica, social,
cultural, moral. Pero la familia, como realidad colectiva, tiene una manifestación plural, microsocial, a
63
veces difícil de generalizar. No se trata solamente de su manifestación formal, institucionalizada, plasmada
en las normas jurídicas y morales sino, sobre todo, de su manifestación real, informal y cambiante” (Otero,
1995). Desde nuestra perspectiva, la definición del concepto familia nos coloca frente a un debate
sociopolítico que trasciende los límites del mundo privado y pasa a constituir una unidad en continua
interacción con lo sociopolítico (Colombo, Palermo, Schmukler; 1994). En la familia se expresan vínculos
sociales entre los sexos y entre las generaciones y relaciones de producción y de reproducción. Existen en
ella afectos e intereses comunes, pero también intereses individuales y componentes de conflicto. En la
familia encontramos un sistema de autoridad y poder. En este sentido, la familia es constructora de
ideología, es decir, no sólo recibe las influencias ideológicas del mundo exterior sino que además
reconstruye esos mensajes y valores, respondiendo desde su propia particularidad. Esta manera de
concebir a las familias nos permite dar cuenta no sólo de sus variadas estructuras sino también de su
dinámica. Y nos orienta hacia una respuesta a la pregunta que nos hacíamos al iniciar el artículo. La
familia actual no está en crisis. Están en crisis las definiciones de familia que no incorporan la historia, las
relaciones y los vínculos sociales entre sus miembros y entre éstos con el conjunto de la sociedad, las
definiciones que la consideran como el ámbito de lo privado en contraposición al ámbito público, que sólo
la conciben como una institución reproductora, ocultando también su posibilidad de producción de valores
y de identidades sociales. Esta definición a su vez es útil para describir, comprender e interpretar los
cambios que se han producido en las familias argentinas a lo largo de las últimas décadas.
A los albores del tercer milenio nos encontramos en Argentina con una heterogeneidad de estructuras y
dinámicas familiares. Respecto de las estructuras, existen nuevas pautas de conformación de familias, que
varían según sectores sociales, género y zona de residencia. La forma predominante sigue siendo la familia
nuclear. No obstante, en los últimos años del siglo XX, éstas han disminuido y han aumentado los hogares
unipersonales y en menor medida las familias extensas o compuestas. Este panorama heterogéneo muestra
al interior de cada una de las categorías, diversidades. Las diversas estructuras familiares reflejan un
conjunto de cambios que se han producido en la segunda mitad del siglo xx en nuestro país en relación
con las pautas de formación de las familias y que podemos sintetizar en los siguientes aspectos:
Incremento de las uniones de hecho y disminución de las uniones legales. Las uniones de hecho
aumentaron en todas las edades, pero si tenemos en cuenta el sector social, en los sectores bajos crecieron
entre los más jóvenes y en los sectores altos entre los mayores.
Aumento de la edad en la que se accede a la unión, ya sea de hecho o legal. Las pautas de formación de
las familias difieren entre géneros y entre estratos sociales. Los varones acceden más tarde al matrimonio
o a las uniones de hecho, sobre todo, en los de sectores sociales más altos. Las mujeres ingresan un poco
más jóvenes, pero siguen la pauta mencionada de formación de una familia, fundamentalmente entre las
más educadas. Es menos frecuente la formación de una familia por vía legal y se hace a edades más tardías.
Aumento de las familias reconstituidas, las familias sin hijos y las familias con jefatura femenina.
64
Aumento de los hogares unipersonales, debido más a la ruptura del matrimonio que al hecho de no
contraer matrimonio (Wainerman y Geldstein, 1994).
Las familias nucleares, si bien han descendido, siguen siendo las más frecuentes. Sin embargo, han
cambiado las características de estas familias, ya que muchas de ellas son uniones de hecho o familias
reconstituidas. El tamaño de las familias es menor, y también lo es su estabilidad.
(…)
Todos estos cambios no pueden interpretarse como una crisis de la familia o como una tendencia a su
desaparición, aunque se asiste a un proceso de pérdida de las funciones sociales de esta institución (Jelin,
1994). Según un trabajo de la CEPAL (1994), distintos tipos de familias pueden velar por el bienestar de
sus miembros y contribuir a un desarrollo equitativo y democrático, siempre que exista un proyecto
familiar, es decir, “un plan de vida en común, en el que se establecen metas y prioridades para sus logros”.
Como señala Otero (1995), “la familia vive, en su proceso de transformación hacia el futuro, una dinámica
dialéctica entre lo que es su estructura institucional propiamente dicha y su realidad microsocial formada
por las interrelaciones entre sus miembros”. Frente a estos procesos de transformación, la realidad
cotidiana de las familias muestra una diversidad de situaciones que mucho se aleja del “modelo ideal”.
Varios de los cambios mencionados tienden a la democratización de los vínculos familiares, ya que hay
evidencias de una mayor igualdad entre los géneros y de una distribución más equitativa de las tareas y
del poder al interior de las familias. Esta tendencia se inserta, según Schmukler (2001), en procesos
democratizadores a nivel socio político. En síntesis, el estudio de las familias debe ser abordado desde
diversas disciplinas y abordajes teóricos y metodológicos y la definición de este concepto debe ser
dinámica, es decir, debe permitir describir, comprender e interpretar la diversidad de estructuras y
dinámicas familiares.
2. Observe el inicio de los primeros párrafos y subraye las frases que anuncian los temas que se tratan en
cada uno de ellos. ¿Qué función cumple el primer párrafo en relación con el resto del texto? ¿Y los dos
párrafos siguientes?
3. Observe ahora la relación entre los distintos apartados y explique la relación entre el primero y los
siguientes. Para realizar esta actividad le sugerimos que anote en los márgenes del texto algunos
comentarios y que subraye las ideas que considere principales o que engloben las principales afirmaciones.
4. Marque en el texto los distintos tipos de definiciones sobre “familia” que presenta el texto. ¿Cuál es el
criterio de utilizado en cada uno de ellos para clasificar las familias?
5. Piense y explique qué función cumple en el texto la inclusión del apartado “¿A qué nos referimos cuando
hablamos de familia?” en relación con el siguiente.
6. En el primer párrafo la autora plantea una cuestión, es decir, una pregunta que puede responderse de
diversas maneras o un interrogante de argumentación. También presenta interrogantes o preguntas
propiamente dichas. Subráyelos y compárelos. Piense cuál puede ser el objetivo de explicitar esas
preguntas.
7. La respuesta a la cuestión planteada constituye la hipótesis que la autora pretende instalar. ¿Puede
encontrar en el texto una frase que la exprese? Si es así, subráyela y observe si aparece algún elemento
65
lingüístico que la introduzca. Fundamente su elección. Explique en qué consiste el problema de
argumentación. Busque en el material teórico.
8. Señale algunos argumentos que la autora presenta para defender su postura. Busque en los materiales
teóricos la noción de argumento y ejemplifique con argumentos propios. Luego organice un esquema que
consista en
b- hipótesis
c- argumentos
9. Explique la siguiente cita a partir de lo desarrollado en el texto: “la definición del concepto familia nos
coloca frente a un debate sociopolítico que trasciende los límites del mundo privado y pasa a constituir
una unidad en continua interacción con lo sociopolítico.”
11. Por último, escriba un texto breve que explique, a partir de lo que desarrolló, la heterogeneidad de las
estructuras familiares en la Argentina. Puede utilizar la información que elaboró en las consignas
anteriores.
66
Guía de trabajo nro. 5- Argumentación. Polifonía. Reposicó
Contenidos
Objetivos
Consignas
Lea el fragmento del siguiente capítulo de Elisabeth Roudinesco “Dios padre” extraído de Elisabeth
Roudinesco, (2004), La familia en desorden. Buenos Aires: FCE. A medida que lea numere los párrafos e
indique los temas correspondientes a cada uno. Elabore un listado de términos técnicos o científicos, de
ser necesario, busque y anote su significado. Reconozca hipótesis y argumentos según los autores.
Observe recursos como definición, comparación, ejemplificación. Preste atención al uso de las citas.
Texto 1
“La vida familiar está presente en prácticamente todas las sociedades humanas, incluso en
aquellas cuyas costumbres sexuales y educativas están muy distantes de las nuestras. Tras haber
afirmado durante alrededor de cincuenta años que la familia, tal como la conocen las sociedades moder-
nas, no podía ser sino un desarrollo reciente, resultado de una prolongada y lenta evolución, los
antropólogos se inclinan ahora a la opinión contraria; a saber, que la familia, apoyada en la unión más o
menos duradera y socialmente aprobada de un hombre, una mujer y sus hijos, es un fenómeno universal,
presente en todos los tipos de sociedades.” 9
1
Claude Lévi-Strauss, "La famille", en Raymond Bellour y Catherine Clément (comps.) Claude Lévi-Strauss. Textes
de et sur Claude Lévi-Strauss, París, Gallimard, 1979, p. 95. Cf. también Jack Goody: "En la historia del género
67
El carácter de fenómeno universal de la familia, que supone por un lado una alianza (el matrimonio) y
por otro una filiación (los hijos), radica entonces en la unión de un hombre y una mujer, es decir, un ser
de sexo masculino y otro de sexo femenino.10
Como quiera que sea, citamos también a Lévi-Strauss, “Lo que diferencia realmente al hombre del
animal es que, en la humanidad, una familia no puede existir sin sociedad, es decir, sin una pluralidad
de familias dispuestas a reconocer la existencia de otros vínculos al margen de los lazos de
consanguinidad, y que el proceso natural de la filiación puede proseguir a través del proceso social de la
alianza".12 De allí se derivan, por un lado, la práctica del intercambio,13 que define el modo de
establecimiento de los lazos matrimoniales entre los grupos sociales –y en especial la circulación de las
mujeres-, y por otro, la necesidad de la prohibición del incesto, la cual supone que las familias "sólo
pueden aliarse unas a otras y no cada una por su cuenta, consigo misma".14
El carácter necesario de esta prohibición para la constitución de la familia se debe a que, más allá de la
primacía natural inducida por la diferencia sexual (la unión de un hombre y una mujer), interviene otro
humano no se conoce prácticamente ninguna sociedad en la cual la familia elemental (nuclear) no haya cumplido
un papel importante, en la inmensa mayoría de los casos como grupo residente en la misma casa" (La Familla en
Europe, París, Seuil, 2001, pp. 12-15 [trad. esp.: La familia europea, Barcelona, Crítica, 2001]). Desde los primeros
estudios de Herodoto se enumeraron en el mundo entre cuatro mil y cinco mil sociedades. En todas ellas está
presente la familia conyugal.
10
En este aspecto, Françoise Héritier se ubica en filiación directa con la enseñanza de su maestro, Claude Lévi-
Strauss, cuando afirma que "la observación de la diferencia de los sexos está en el origen de todo pensamiento, sea
tradicional o científico". A lo cual agrega que existe una dominación ancestral, de lo masculino sobre lo femenino,
que sólo pudo "quebrarse en el siglo XX con la aparición del control de la fecundación por parte de las mujeres"
(Masculin/féminin. La Pensée de la différence), París, Odile Jacob, 1996 (trad. esp.: Masculino/femenino: pensamiento de la
diferencia, Barcelona, Ariel, 1996).
11
Claude Lévi-Strauss, "Préface", en André Burguière, Christiane Klapisch-Zuber, Martine Segalen y Françoise
Zonabend (comps.), Histoire de la famille (1986), vol. 1, París, GLF, col. "References", 1994, p. 10 [trad. esp.:
Historia de la familia, 2 volúmenes, Madrid, Alianza, 1988]. En el resto de la presente obra utilizo ambos términos
en ese sentido.
12
Ibid., p. 119. Cf. también Françoise Heritier, L´Exercice de la parenté, París, Gallimard/Seuil, col. "Hautes études",
1981.
13
La noción de intercambio asumió una gran importancia en antropología desde la publicación del "Essai sur Ie
don: forme et raison de I' échange dans les sociétés archaïques", de Marcel Mauss, en Sociologie et Antropologie,,
París, PUF, 1950 [trad. esp.: Sociología y antropología, Madrid, Tecnos, 1979]. Véase también Claude Lévi-Strauss,
Les Structures élémentaires de la Parenté, (1949), París, Mouton, 1967 [trad. esp.: Las Estructuras elementales del
parentesco, Barcelona, Paidós, 1993].
14
Françoise Héritier, Masculin/féminin, ob. cit., p. 119.
68
orden de realidad que, esta vez, no compete a un fundamento biológico. En efecto, si la institución de la
familia se apoya en la existencia de una diferencia anatómica, también supone, en igual medida, la
existencia de otro principio diferencial cuya aplicación asegura, en la historia de la humanidad, el paso
de la naturaleza a la cultura. En consecuencia, el interdicto del incesto es tan necesario para la creación
de una familia como la unión de un sexo masculino a un sexo femenino.
Construcción mítica, el interdicto está ligado a una función simbólica. Es un hecho de cultura y de
lenguaje que prohíbe en diversos grados los actos incestuosos, justamente debido a que existen en la
realidad. Por eso permite diferenciar el mundo animal del mundo humano, al arrancar una pequeña
parte del hombre a ese continuum biológico que caracteriza el destino de los mamíferos. En esas
condiciones, la familia puede considerarse como una institución humana doblemente universal, porque
asocia un hecho de cultura, construido por la sociedad, a un hecho de naturaleza, inscripto en las leyes
de la reproducción biológica. Conviene señalar, sin embargo, que si bien la prohibición del incesto (entre
madre e hijo y padre e hija) parece ser, con algunas excepciones,15 una de los grandes invariantes de la
doble ley de la alianza y la filiación, no siempre se la interpretó de la misma manera según las sociedades
y las épocas.16 Así, el casamiento entre parientes cercanos (primos, primas, hermanos, hermanas, cu-
ñados, etc.) fue ampliamente admitido en las civilizaciones antiguas, antes de ser prohibido por la Iglesia
cristiana.17
La existencia de esos dos órdenes, en los cuales se mezcla una multitud de diferencias ligadas a las
costumbres, los hábitos, las representaciones, el lenguaje, la religión y las condiciones geográficas e
históricas, está en el origen de una enorme abundancia de experiencias humanas. Por eso, interrogado
por un sociólogo sobre la posición que debería asumir la antropología, como disciplina, con respecto a la
cuestión de las nuevas formas de organización de la familia, Lévi-Strauss respondió: “EI abanico de las
culturas humanas es tan amplio, tan variado (y de tan fácil manipulación, que en él encontramos sin
esfuerzo argumentos en apoyo de cualquier tesis. Entre las soluciones concebibles a los problemas de la
vida en sociedad, el papel del etnólogo consiste en catalogar y describir las que, en determinadas
condiciones, se revelaron viables".18
Si el abanico de las culturas es lo suficientemente amplio para permitir una variación indefinida de las
modalidades de la organización familiar, es bien sabido, y Lévi-Strauss lo dice con claridad, que ciertas
soluciones son duraderas y otras no lo son. En otras palabras, es precise admitir que dentro de los dos
grandes órdenes de lo biológico (diferencia sexual) y lo simbólico (prohibición del incesto y otros
interdictos) se desplegaron durante siglos no sólo las transformaciones propias de la institución familiar,
15
Cf. Christian Jambet, "Morale de I'inceste et inceste moral. L'Iran mazdéen", La Revue des Deux Mondes, mayo de
2001, pp. 124-130.
16
Cuando se habla de la universalidad de la prohibición del incesto, se alude en general al incesto entre
ascendientes y descendientes (padre/hija, madre/hijo) y no a las otras formas de relaciones incestuosas, no
incluidas en la misma prohibición en la totalidad de las sociedades humanas. En las sociedades democráticas de
nuestros días, el acto incestuoso entre adultos es reprobado y siempre se vive como una tragedia y, por lo tanto,
como un interdicto "interiorizado"; pero no se castiga como tal si ninguno de los involucrados hace una denuncia.
Sólo se sancionan la pedofilia (incestuosa o no), la corrupción de menores, la violación, el exhibicionismo o el
atentado al pudor. La ley prohíbe el matrimonio incestuoso y no se admite filiación alguna para el hijo nacido de
una relación semejante, sólo puede reconocerlo la madre, si lo declara de padre desconocido.
17
Según Jack Goody, la institución del matrimonio cristiano y su reglamentación definitiva en el siglo XII pusieron
fin en Europa a las uniones entre parientes cercanos, ya que a partir de entonces se las consideró "incestuosas". Cf.
La familla en Europe, ob. cit., pp. 49-71.
18
Citado por Eric Fassin, "La voix de l'expertise et les silences de la cience dans Ie débat democratique", en Daniel
Borillo, Eric Fassin y Marcela Iacub, Au-de là du pacs. L´Expertise familiale à l´épreuve de l´homosexualié, París, PUF,
1999, p. 10.
69
sino también las modificaciones de la mirada puesta sobre ella a lo largo de las generaciones.
Por consiguiente, no basta con definir la familia desde un mero punto de vista antropológico; también
debemos saber cuál es su historia y como se introdujeron los cambios característicos del desorden que
hoy parece afectarla.
La palabra misma encubre diferentes realidades. En un sentido amplio, la familia siempre se definió
como un conjunto de personas ligadas entre sí por el matrimonio y la filiación, e incluso por la sucesión
de individuos descendientes unos de otros: un genos, un linaje, una raza, una dinastía, una casa,
etcétera.19 Para Aristóteles, opuesto en este aspecto a Platón,20 se define como una comunidad (oikia u
oikos) que sirve de base a la ciudad (polis). Lejos de conformar un grupo, está organizada en una
estructura jerárquica, centrada en el principio de la dominación patriarcal. La constituyen tres tipos de
relaciones, calificadas de "elementales": el vínculo entre el amo y el esclavo, la asociación entre el esposo
y la esposa, el lazo entre el padre y los hijos. En consecuencia, la oikia demuestra ser indispensable para
la vida en sociedad, porque toda ciudad está compuesta de familias y, privada de ellas, una ciudad
correría el riesgo de hundirse en la anarquía.
En cuanto a la llamada familia conyugal "nuclear" o "restringida", tal como la conocemos hoy en
Occidente, es la culminación de una larga evolución - del siglo XVI al siglo XVIII-, en el transcurso de
la cual el núcleo padre-madre-hijo(s), del que habla Lévi-Strauss, se separó de lo que constituía antaño
las familias: un conjunto, una casa, un grupo, que incluía a los demás parientes, los allegados, los amigos,
los domésticos. No obstante, esta estructura nuclear básica21 parece haber existido en Europa desde la
Edad Media, mucho antes de convertirse en el modelo dominante de la época moderna.
19
Cf. Jean-Louis Flandrin, Famillas, parenté, maison, sexualité dans l´ancienne societé, (1976), París, Seuil, col. "Points",
1984, pp. 10-11, y Françoise Zonabend, "De la famille. Regard ethnologique sur la parenté et la famille", en André
Burguière et al. (camps.), Histoire de la familla,, vol. 1, ob. cit., p. 19-101.
20
Aristóteles, Politique, vol. 1, París, Vrin, 1955 [trad. esp.: Política, Madrid, Alianza, 1993]. Véase también la p. 103
de la presente obra.
21
Sobre todo en Europa occidental, central y del norte. Cf. André Burguière y François Lebrun, "Les cent et une
familles de l'Europe", en Andre Burguière et al. (comps.), Histoire de la familla, vol. 3, ob. cit., pp. 21-123.
22
Se encontrará una buena síntesis de la evolución de la familia en Occidente en las distintas obras de Frans:ois de
Singly, sobre todo Le Soi, le couple et la familla, ParIs, Nathan, 2000. C.f. también Claudine AttiasDonfut, Nicole
70
Que esta última organización familiar sea el síntoma de la importancia que el siglo XIX asignaba a la
vida privada, o que ésta se haya impuesto como objeto de estudio debido a ese movimiento, importa
poco en comparación con el hecho mismo, verdadero trastocamiento, producido en la sociedad occi-
dental alrededor de 1850.23 La esfera de lo privado, como lo destaca Michelle Perrot,24 surgió de una
zona "oscura y maldita" para convertirse en el ámbito de una de las grandes experiencias subjetivas de
nuestra época.
En la época moderna, la familia occidental dejó, por ende, de conceptualizarse como el paradigma de
un vigor divino o estatal. Replegada en las fallas de un sujeto en suspenso, se desacralizo cada vez más,
al mismo tiempo que, de manera paradójica, seguía siendo la institución humana más sólida de la
sociedad.
La familia autoritaria de otrora y la familia triunfal o melancólica de no hace mucho fueron sucedidas
por la familia mutilada de nuestros días, hecha de heridas íntimas, violencias silenciosas, recuerdos
reprimidos. Tras perder su aureola de virtud, el padre que la dominaba da entonces la imagen invertida
de sí mismo, en la que se deja ver un yo descentrado, autobiográfico, individualizado, cuya gran fractura
intentará asumir el psicoanálisis a lo largo de todo el siglo XX.
Heroico o guerrero, el padre de antaño es la encarnación filiar de Dios, verdadero rey taumaturgo, señor
de las familias. Heredero del monoteísmo, reina sobre el cuerpo de las mujeres y decide los castigos
infligidos a los hijos.
En el derecho romano, el pater es quien se autodesigna como padre de un hijo por adopción, al alzarlo en
sus brazos. En consecuencia, la filiación biológica (genitor) apenas se tiene en cuenta si no es seguida por
la designación por el gesto o la palabra. De ese ritual se deriva la posición de mando del padre en el seno
de la familia, así como la sucesión de los reyes y emperadores en el gobierno de la ciudad.
La paternidad natural, entonces, no tiene significación en el derecho romano: "El niño que no es
Lapierre y Martine Segalen, Le Nouvel Esprit de familla, París, Odile Jacob, 2002.
23
Esta cuestión aún divide a los historiadores.
24
Michelle Perrot, "Introduction", en Philippe Aries y Georges Duby (comps.), Histoire de la vie privée. De la
Revolution a la Grande Guerre, vol. 4, París, Seuil, 1987, p. 9 [trad. esp.: Historia de la vida privada. De la Revolución
Francesa a la Primera Guerra Mundial, vol. 4, Madrid, Taurus, 1987].
25
Se denomina "germanidad" a las relaciones entre hermanos y hermanas sin distinción de sexo. Sobre el
nacimiento de las investigaciones acerca del parentesco, es preciso remitirse al estudio clásico de Francis Zimmermann,
Enquête sur la parenté, París, PUF, 1993. El primer gran estudio (1861) sobre las relaciones de la familia y el
parentesco se debe al universitario inglés Henry James Summer Maine (1822-1888): Ancient Law. Its Connection with
the Early History of Society and its Rlations in Modern Ideas, Londres, Jones Murray, 1871 [trad. esp.: El derecho antiguo
considerado en sus relaciones con la historia de la sociedad primitiva y con las instituciones modernas, 2 volúmenes, Madrid,
Civitas, 1993-1994].
71
reconocido como su hijo por un hombre, aun cuando haya nacido de su esposa legítima y de sus actos,
carece de padre". En cuanto al padre, puede, si quiere, legitimar a cualquier hijo natural: "Puede, como a
cualquier extraño, darle todo, declararlo heredero y despojar a los hijos legítimos en su beneficio, pues él
es el amo de su casa. Pero puede igualmente dejarlo en la indigencia, ignorarlo por completo: ese niño
no es su hijo y él no le debe nada".26
Sin abolir la paternidad adoptiva, el cristianismo impone la primacía de una paternidad biológica a la
cual debe corresponder obligatoriamente una función simbólica. A imagen de Dios, el padre es
considerado como la encarnación terrestre de un poder espiritual que trasciende la carne. Pero no por
ello deja de ser una realidad corporal sometida a las leyes de la naturaleza. En consecuencia, la
paternidad ya no deriva, como en el derecho romano, de la voluntad de un hombre, sino de la de Dios,
que creó a Adán para engendrar una descendencia. Sólo es declarado padre quien se somete a la
legitimidad sagrada del matrimonio sin la cual ninguna familia tiene derecho de ciudadanía.
El padre, entonces, es quien toma posesión del niño, ante todo porque su semen marca el cuerpo de éste
y, además, porque le da su nombre. Por lo tanto, transmite al niño un patrimonio: el de la sangre, que
imprime una semejanza y el del nombre -nombre de pila y patronímico-, que atribuye una identidad, en
ausencia de toda prueba biológica y de cualquier conocimiento del papel respectivo de los ovarios y los
espermatozoides en el proceso de la concepción. Desde luego, el padre es reputado como tal en la me-
dida en que se supone absolutamente fiel a la madre. Por otro lado, la eventual infidelidad del marido no
tiene efecto sobre la descendencia, porque sus "bastardos" se conciben fuera del matrimonio y, por ende,
fuera de la familia. En cambio, la infidelidad de la mujer es literalmente impensable porque atentaría
contra el principio mismo de la filiación debido a la introducción secreta, en la descendencia del esposo,
de una simiente ajena a la suya y, por lo tanto, a la “sangre" de la familia.
En realidad, sólo la nominación simbólica27 permite garantizar al padre que es, sin duda, el progenitor de
su descendencia, por la sangre y el semen: "En la época medieval, escribe Didier Lett, "la mayoría de los
hombres están convencidos de que, durante la concepción, la simiente femenina no cumple ningún papel
en la formación del embrión y sólo el esperma masculino permite la existencia de virtudes informativas y
transmite semejanzas". 28
El padre, por consiguiente, sólo es un padre procreador en tanto es un padre por la palabra. Y este lugar
atribuido al verbo tiene por efecto, a la vez, reunir y a escindir las dos funciones de la paternidad (pater y
genitor), la de la nominación y la de la transmisión de la sangre o la raza.29 Por un lado el engendramiento
26
Jacques Mulliez, "La désignation du père"; en Jean Delumeau y Daniel Roche (comps.), Histoire des pères et de la
paternité (1990), París, Larousse, 2000, p, 45. Con respecto al debate moderno sobre la paternidad adoptiva,
conviene remitirse al capítulo 7 de la presente obra, "El poder de las madres" .
27
Existen varias modalidades de la transmisión del nombre del padre, cuya huella encontramos hoy en la
costumbre de dar al primogénito el nombre de pila del abuelo paterno y a la primogénita el de la abuela paterna, y
así sucesivamente. También puede transmitirse al hijo mayor, además del apellido, el nombre de pila del padre o el
padrino.
28
Didier Lett, "Tendres souverains", en Jean Delumeau y Daniel Roche (comps.), Historie des pères... ob. cit., p. 26.
EI descubrimiento experimental de los ovarios se producirá en 1668 y el del espermatozoide (por medio del
microscopio), en 1674. En cuanto al proceso de fecundación, se establecerá en 1875.
29
Hasta el siglo XVIII, la pertenencia a la "raza" nobiliaria se definía por los lazos de sangre, es decir, por la
antigüedad de la ascendencia y el valor de las alianzas. En el siglo siguiente, la burguesía reemplazaría esta perte-
nencia por la de los lazos hereditarios, asimilados a una "raza" biológica "buena" o "mala". "Las familias", escribe
Michel Foucault, "llevaban y ocultaban una especie de blasón invertido y oscuro cuyos cuarteles infamantes eran
las enfermedades o las taras de la parentela: la parálisis general del abuelo, la neurastenia de la madre, la tisis de la
segundona, las tías histéricas o erotomaníacas, los primos de malas costumbres" (La Volonté de savoir, París,
72
biológico designa al progenitor, por otro la vocación discursiva delega en el padre un ideal de
dominación que le permite alejar a su progenitura de la bestia, la animalidad, el adulterio y el mundo de
los instintos, encarnados por la madre. La palabra del padre, al esbozar la ley abstracta del logos y la
verdad, sólo prolonga el alimento materno al precio de separar al niño del lazo carnal que, desde el
nacimiento, lo une al cuerpo de la madre.30
1. E. Roudinesco comienza el primer capítulo de su libro con citas de Lévi-Strauss. Para ello, utiliza
tanto el estilo directo como el indirecto. Reconozca en el texto diferentes estilos y explique el significado
de la cita de Lévi-Strauss que inaugura el capítulo.
2. ¿Por qué la familia tiene un carácter universal, según Lévi-Strauss? ¿Sobre qué elementos se asienta el
carácter universal del fenómeno de la familia?
3. Roudinesco señala: “Luego de subrayar que la universalidad de la familia se basa en esta concepción
naturalista de la diferencia de los sexos, Claude Lévi-Strauss corrige el posible efecto dogmático de la
adhesión a esa evidencia agregando que para la creación de la familia es necesaria otra condición…”
Ubique la cita, atienda al contexto, averigüe qué es un dogma y explique por qué Levi-Strauss consideró
necesario corregir su idea. Tenga en cuenta el contexto de actividad del autor, es decir, el ámbito
científico-académico.
5. Relea el título del capítulo y fundamente su significado. Proponga otro título que sea un interrogante
de la posterior argumentación. Responda a ese interrogante con la hipótesis de la autora.
6. Realice un cuadro con las características de la figura del padre en los diferentes períodos de la historia
en contraste con las características implícitas o explícitas sobre las mujeres. Tenga en cuenta el vínculo o
el rol del Estado. Agregue los argumentos correspondientes a cada período. No olvide titular el cuadro.
7. Revise el fragmento que acaba de leer prestando especial atención al régimen de citas. ¿Cómo se
incluyen las referencias en este texto? Compare el sistema utilizado por Roudinesco, que se denomina
técnicamente cita-nota, con el empleado por Palermo en el texto anterior, llamado autor-fecha.
Describa ambos sistemas.
8. ¿Qué funciones cumplen las notas al pie? Clasifíquelas. ¿Cuáles notas o citas le resultaron más
interesantes? ¿Cuál o cuáles elegiría ampliar? ¿Por qué? Clasifique el tipo de notas que aparecen en el
texto.
Gallimard, 1976, p. 165 [trad. esp.: Historia de la sexualidad, 1. La voluntad de saber, México, Siglo XXI, 1985]).
30
Odile Robert, "Porter Ie nom de Dieu", en Jean Delumeau y Daniel Roche (comps.), Historie des pères..., ob. cit.,
pp. 145-167.
73
9. Elabore un listado de conclusiones a partir de los argumentos demostrados en el texto. Señale qué
conclusiones se pueden extraer a partir de qué argumentos y cuál hipótesis los englobaría a todos.
10. Forme un grupo de trabajo para explicar el contenido del texto y el desarrollo argumentativo del
texto de Roudinesco.
El siguiente fragmento Fronteras y espacios de lo privado, de Gérard Vincent, está tomado del tomo 9 de
Historia de la vida privada, colección bajo la dirección general de Philippe Aires y Georges Duby. El tomo
9 se titula “La vida privada en el siglo XX” y está dirigido por Antoine Prost y Gerard Vincent.
1. Explique la organización textual a través de los subtítulos. ¿Qué función cumplen los subtítulos? ¿Puede
reconocer temas o tópicos del texto? Explique también la organización interior de los subcapítulos o
subdivisiones. ¿Qué tipo de secuencias reconoce? Fundamente la respuesta.
2. Observe la denominación de los diferentes grupos sociales que se mencionan en el texto. Realice un
vocabulario con los principales términos referidos a ellos, es decir, coloque los términos y su definición
y/o caracterización.
3. Explique la función de los términos que enlazan proposiciones, frases y párrafos. Seleccione tres de ellos
y sustitúyalos por otros equivalentes.
4. Compare la polifonía que presenta este texto el de Roudinesco: uso de comillas, citas al pie, notas,
vocabulario. Relacione con recursos textuales.
6. ¿A qué modelo de lector se refiere cada texto? ¿En qué ámbitos se ubicarían estas lecturas?
7. Complete el cuadro que se presenta a continuación. Considere ambos textos para su realización. Tenga
en cuenta el esquema argumentativo que ya conoce:
Tema
Problema
Hipótesis
Argumento 1
Argumento n
Conclusión
74
Texto 2
▪ La familia y el individuo
A primera vista, la evolución de la familia es simple: ha perdido sus funciones “públicas” para solo
mantener las “privadas”. Una parte de las taras que le habían sido confiadas han sido rápidamente
asumidas por instancias colectivas: esta socialización de algunas funciones no deja a la familia otra
función que la de la plena expansión de la vida privada. En este sentido, podemos hablar de una
“privatización” de la familia.
Este análisis, aunque no es falso, se muestra insuficiente. En efecto, la familia que se consagra de ahora
en adelante exclusivamente a sus funciones privadas ya no es exactamente la misma que la que además
tenía funciones públicas. El cambio de las funciones implica un cambio de naturaleza: a decir verdad, la
familia deja de ser una institución fuerte; su privatización es una desintitucionalización. Nuestra
sociedad se encamina hacia familias “informales”. Pero también acontece que en el seno de la familia los
individuos conquistan el derecho a tener una vida privada autónoma. En cierto modo, la vida privada se
desdobla: dentro de la vida privada de la familia se erige de ahora en adelante una vida privada
individual. En el horizonte de esta evolución se encuentran las unidades de convivencia formadas por
una sola persona en las que la vida privada doméstica ha sido enteramente absorbida por la vida privada
individual.
Por ello, un buen modo de acercarse a las transformaciones que han afectado a la vida privada durante el
siglo XX consiste en preguntarse sobre la evolución material del cuadro doméstico: la historia de la vida
privada es primero la del espacio en que se inscribe.
Desde este punto de vista, el siglo XX puede ser considerado como la época de la conquista del espacio,
pero no en el sentido de los cosmonautas: el conjunto de la población francesa ha conquistado el espacio
doméstico necesario para el desarrollo de la vida privada.
A comienzos de siglo, y hasta los años 1950, un importante contraste separaba a las familias burguesas
de las populares. Las primeras disponían de espacio: habitaciones de recepción, una cocina y sus anexos
para la criada o los criados, un cuarto para cada uno de los miembros de la familia y a menudo algunas
habitaciones más. Una entrada y pasillos aseguraban la independencia de estos diferentes espacios. A
estos países, a estas casas “burguesas”, se oponían las viviendas de las clases populares. En efecto,
obreros y campesinos se apiñaban en viviendas: compuestas por una sola habitación o como mucho por
dos. (…)
75
▪ El espacio del individuo
En efecto, antes se compartía necesariamente la propia vida privada con quienes vivían en el mismo
espacio doméstico. El muro de la vida privada separaba el universo doméstico del espacio público, es
decir, a los extraños al grupo familiar. Pero, detrás de ese muro, salvo en la burguesía, no había lugares
susceptibles de proporcionar un espacio privado a cada miembro del grupo: el espacio privado era, pues,
solamente el espacio público del grupo doméstico.
La intimidad imposible. Difícilmente puede imaginarse hoy en día la presión que ejercía el grupo
familiar sobre sus miembros. No había manera de aislarse. Padres e hijos realizaban todos los actos de la
vida cotidiana unos junto a otros. Todo el mundo se lavaba necesariamente ante la mirada de quienes
estaban junto a él. Estos eran invitados a volverse cuando la escena pudiera herir su pudor. Del mismo
modo, jamás se dormía solo: siempre había varias personas que dormían en el mismo cuarto, y a
menudo en la misma cama. La situación no era muy diferente en el campo que entre las clases
trabajadoras.
En estas condiciones, era difícil tener objetos personales, como no fuera en los propios bolsillos o en la
bolsa. En este espacio saturado era difícil hacerse un rincón para sí mismo. Imposible ocultar cualquier
cosa a los ojos de las personas próximas; la menos indisposición se conoce en el momento mismo de
producirse y cualquier tentativa de aislarla llama enseguida la atención.
Por ellos, la noción de intimidad apenas tenía sentido. La sexualidad, tabú en las familias burguesas
donde disponía de espacios privativos -la habitación conyugal, el gabinete, al menos la alcoba, parte
privada de un cuarto común-, aquí no podía ser mantenida en secreto. Las muchachas no podían tener
sus reglas sin que todo el mundo se enterase y, en las familias de los mineros, el calendario se ponía en el
mismo lugar donde el calendario de los turnos de trabajo o se sujetaba con una chincheta a la pared de la
cocina. Por lo que hace a las relaciones sexuales, algunas veces tenía lugar en los márgenes tanto del
espacio privado como del público, en la penumbra, alrededor del baile, por ejemplo, detrás de los
matorrales, etc., otras veces no escapaban a una publicidad en el seno del grupo familiar. (…)
Así, pues, a comienzos de siglo, la vida privada de la gran mayoría de los franceses se confundía, por la
imposición de lugares, con la de su familia. En los medios populares, el individuo sólo disponía
personalmente, de manera privada, de algunos raros objetos, generalmente recibidos como regalo: un
cuchillo, una pipa, un rosario, un reloj, una joya, un estuche de aseo o de costura. Estos objetos, a
menudo modestos, adquirían un enorme valor simbólico por el simple hecho de ser los únicos que un
individuo puede reivindicar como propios. El mismo vínculo con una persona, con exclusión de las
demás, incluidos los miembros de la propia familia, se encontraba en la relación que los campesinos
establecían con sus animales: las vacas, el perro, el caballo tenían cada uno su nombre y un dueño.
¡Pobre vida privada quizás!, pero de hecho el afecto que hoy en día muchas personas profesan por un
gato o un caniche no es sentimentalmente menos rico que el que los campesinos de antaño sentían para
con los animales que alegraban sus vidas.
Los secretos. La vida privada se refugiaba también en los secretos. Secretos de familia, es decir, cosas
que permanecían ocultas, incluso a los niños. Secretos personales: sueños, deseos, miedos, pesares,
pensamientos fugitivos o tenaces, pero que generalmente no llegaban a exteriorizarse. De ahí la
importancia de algunos personajes ajenos a la familia susceptibles de convertirse en confidentes de estas
cosas ocultas. No el médico, pues, en los medios populares apenas se recurre a él y se le va a ver cada
vez menos frecuentemente: viene en los casos graves, y su visita se inscribe en el cuadro doméstico poco
propicio para las confidencias. La enfermera o la asistenta social también reciben confidencias, a
76
menudo femeninas, y los dispensarios, muchos de los cuales se aren en la primera mitad del siglo XX,
les suministran un escenario neutro. Los grandes confidentes de la vida privada son el notario y el
sacerdote. Al notario los campesinos y burgueses confían las estrategias familiares: matrimonios,
compras, ventas y arriendos, repartos y donaciones. El sacerdote confiesa -sobre todo a las mujeres- y no
vacila en aventurar las preguntas más privadas. Los más pobres, que no tienen patrimonio y
consecuentemente tampoco estrategia familiar, los no creyentes o los creyentes que no quieren que el
sacerdote se inmiscuya en su vida privada -una de las razones fundamentales del anticlericalismo-,
guardan para sí sus secretos y entierran su vida privada bajo la muda monotonía de la labor cotidiana.
Los burgueses tenían una vida privada mucho más dilatada. Disponían de más espacio privado: tenían
su cama, su habitación, su mesa de aseo, pronto gabinete de aseo. Además su círculo de posibles
confidentes no quedaba limitado al notario o al sacerdote sino que se extendía también a los criados. Al
médico de familia que conoce a la vez a todos y a cada uno y con el que se puede hablar mano a mano, a
una red más dilatada de relaciones familiares o amistosas; sus interminables horas de asueto les
permitían aquí ver a un tío, una tía o un padrino, allí a un amigo del colegio… Los tenderos y artesanos
no disponían de tanto tiempo libre ni de un espacio tan amplio; su vida privada era semejante a la de los
campesinos cuando no a la de los obreros de los que se alejaban económicamente. La pequeña burguesía
de los empleados de oficina, dependientes, contables, recaudadores y maestros de escuela, cuyo
patrimonio y renta apenas los situaba por encima del pueblo, se distinguía por el contrario de llevar una
vida privada más desahogada. Se trataba de una categoría intermedia cuyas costumbres nos hubiera
gustado conocer mejor.
77
Guía de trabajo nro. 6- Argumentación- Explicación
Contenidos
Objetivos
Consignas
1. Lea los siguientes fragmentos del texto pertenecientes a Dora Barrancos, en Mujeres en la sociedad
argentina. Una historia de cinco siglos (2010), Buenos Aires. Ed. Sudamericana. Los fragmentos se refieren a
la situación de las mujeres a principios y a mediados del siglo XIX en nuestro país. Tenga en cuenta que
debe recuperar la información necesaria para la lectura del texto.
2. Observe las modalidades de evaluación sobre las mujeres en los siguientes períodos. Señale en el texto
diferentes tipos de signos de violencia ejercida hacia ellas. Explíquelos. De ser necesario puede consultar
a diferentes espacios, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene un sitio
especialmente organizado para el encuadre de la violencia contra las mujeres
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/violence-against-women. También las
Naciones Unidas, entre tantas instituciones https://news.un.org/es/story/2021/11/1500502
3. ¿Qué concepto de familia encuentra en estos textos? ¿Cómo se caracterizaba a las mujeres? Compare
con el texto de E. Roudinesco y establezca diferentes modos de violencia sobre las mujeres.
4. ¿Qué significa la expresión “Es imprescindible insistir en que el poder patriarcal se conduce por el
principio de la hegemonía”? Identifique la frase en el texto y explique su significado.
5. Reconozca segmentos descriptivos, narrativos y evaluativos. Observe frases en las que interviene la
subjetividad de la autora. Explíquelas y reconozca el sentido que le dan al texto.
78
6. Reconozca sintagmas en los que la autora se relaciona con los destinatarios: ¿para qué lo hace?, ¿qué
efecto/s de lectura encuentra? Compare las frases que la autora utiliza para referirse a los objetos o temas
del discurso con los orientados a los destinatarios: ¿qué efecto de lectura produce?
7. Señale tipos de argumentos o “pruebas” que la autora utiliza para demostrar las principales ideas o
hipótesis.
8. Realice un listado de las principales ideas que despliega Dora Barrancos en los fragmentos. Explique
la conceptualización de la mujer que subyace en ambos textos. Señale indicadores de subjetividad y su
funcionalidad.
9. A partir de la lectura de ambos textos, compare la situación de las mujeres de esos períodos con la
actualidad: realice un cuadro con columnas comparativas de ítems que encuentra en ambos, como por
ejemplo, las situaciones domésticas de opresión, la imposición matrimonial, las exigencias parentales,
las relaciones de clase, origen y raza, la conceptualización de la mujer para las leyes, etc.
Texto 1
La familia constituyó el pilar fundamental sobre el que reposaba el sistema social y político, y esa
condición se acentuó a medida que salió del antiguo régimen y se ingresó a las manifestaciones
republicanas con el triunfo de la Revolución. Contraer matrimonio constituía un asunto central en la
vida, pero su significado era diferencial según se tratara de los varones y las mujeres. No hay duda de
que el matrimonio fungía como la expectativa más importante relacionada con la vida femenina, un
paso inexcusable. Resultaba deplorable quedarse soltera. Para casarse, era menester cumplir con las
normativas, entre las que descollaba la Real Pragmática de 1776 que requería la debida autorización
paterna si se era menor de 25 años. Estaba prevista la acción judicial en caso de que la hija o el hijo
afectado no obtuvieran la venia para casarse, dando lugar a una causa por disenso. Los archivos
coloniales son pródigos en este tipo de juicios que seguramente menguaron mucho en el período
republicano. Es que en la práctica, debido a las edades promedio de los matrimonios, la enorme mayoría
de los contrayentes requería el consentimiento paterno, y los padres eran remisos a aceptar la voluntad
amorosa, sobre todo de las hijas. Una minuciosa investigación realizada en Córdoba pone en evidencia
que el 45% de los juicios de disenso entre 1788 y 1809, tuvieron que ver con cuestiones de “limpieza de
sangre”, y que la segunda razón invocada se atribuía a problemas de “linaje”, un 26%. Lo notable fue
que por décadas, después de transcurrida la Revolución, estas leyes constrictoras y discriminantes
siguieron vigentes y solo se modificaron en la segunda mitad del siglo XIX. Los atributos fundamentales
que orientaban la crianza de las mujeres se proponían hacerlas casaderas, tal el ideal regente en la vida
de las familias bajo el dominio patriarcal. Los matrimonios, aun cuando los nuevos aires promovieran el
amor romántico y la mayor capacidad electiva de las personas, siguieron el curso de las potentes
decisiones parentales. No siempre era el padre quien escogía el candidato, de ninguna manera. Es
imprescindible insistir en que el poder patriarcal se conduce por el principio de la hegemonía, por lo que
no es necesario que los varones actúen de manera coactiva directa. La regencia patriarcal es asumida
“naturalmente”, según el orden del sentido común, e impregna largamente hábitos y conductas de los
dos sexos. Esa soberanía, desde luego, no se ejerce solo sobre las mujeres, puesto que alcanza a hijos y
también a quienes se consideran subalternos en la vida doméstica. Pero el histórico domeñamiento
femenino se revela como el producto más logrado del sistema patriarcal. (…)
79
Si la elección de pareja era toda una cuestión y las familias acomodadas de ningún modo se ausentaban
de un agudo examen de los pretendientes, se disponía de fórmulas y de ambientaciones que obraron
como propiciadores de encuentros. En general, las muchachas estaban al tanto de las maniobras de
candidaturas y resultaba muy difícil sortear el imperativo familiar. Los intercambios que conducían a los
apareamientos podían originarse y transcurrir en las tertulias, en las veladas teatrales -casi inexistentes en
el interior del país-, en las tardes de toros tratándose de Buenos Aires, y especialmente en ocasión de
visitar tiendas -una devoción femenina muy constatada-, realizar paseos e ir a alguna que otra excursión
a pintorescas zonas aledañas. Entre las jóvenes de alcurnia, las esclavas podían ser una mensajería fiel
que unía las almas enamoradas, a menudo guardadoras de secretos que hubieran significado la ira de los
patriarcas, pero también podían ser el medio utilizado por los padres para estar sobre aviso acerca de las
conductas de sus hijas.
(…) Entre los sectores sociales más empinados la regla de oro fue, por encima de todo, la cortesía con las
mujeres en cualquier lugar donde se las encontrara. El trato público obligó a exagerar galanura y a
afectar la atención; justamente las formas de ese trato podían distanciar a las clases sociales, pero en
general, hasta las mujeres de los grupos menos favorecidos recibían en público modos tersos de
comportamiento. Muy diferente era, sin embargo, la vida doméstica: ni los varones de las clases
pudientes ni los de las márgenes se privaban de los malos tratos, de todas las formas imaginables de
violencia que llevaban tantas veces al aniquilamiento moral y hasta físico de las cónyuges, y también de
otros miembros femeninos de la familia.
Las mujeres ingresaban muy jóvenes al matrimonio, y era muy frecuente que niñas de 13 años -en
general prometidas por sus familias- se desposaran. Ya se ha sostenido que durante el período previo al
matrimonio, regido por los esponsales, no pocas parejas conocieron el vínculo sexual, y quebrar el
compromiso frente a la situación de embarazo fue motivo de numerosos litigios. Se trataba de un
verdadero escándalo entre las familias “decentes”, y numerosas veces el fruto de la ilicitud que no
fraguaba en matrimonio debía ser amparado por otros miembros de la familia y aún por extraños. El
matrimonio ocurría comúnmente con hombres maduros, y aunque el promedio general no pasara los
once años, abundaban arreglos con cónyuges que sobrepasaban en más de veinte años a sus esposas. No
es posible estimar la dimensión de los padecimientos personales que significaban tales matrimonios para
las mujeres, aunque las costumbres indicaran entero acatamiento al sacramento, la más estricta
fidelidad. Por el común, el arreglo para la sobrevivencia del matrimonio era la adaptación a toda costa
de la cónyuge -al final ocupada y preocupada con la crianza de los hijos- y el disimulo de las
desavenencias. Los varones, como se ha subrayado, encontraban toda clase de sustituciones afectivas y
de intercambios sexuales con amantes esporádicas o permanentes, aunque algunos maridos, más allá de
las aventuras amorosas, continuaban enamorados de sus esposas. Citaré el caso de Josefa Raimunda de
Iriarte, la jujeña que fue casada a los 13 años con el rico comerciante Pedro Antonio de Olañeta y
Marquiegui, de 34 años, y que se convirtió en uno de los importantes jefes realistas del Norte. En muy
diversas fuentes se ha sostenido que Josefa -apodada Pepita- fue una de las muchachas más hermosas de
su tiempo. Su belleza llamó la atención hasta en edad madura, al parecer en todo contrastante con la
figura de Olañeta. De este vasco rico, devenido comandante realista, hay versiones sobre su poco
agraciada figura y sus modales rústicos. Durante la campaña se las ingenió para estar cerca de su esposa
y hasta indultó a militares criollos condenados a muerte a cambio de que las fuerzas locales, que ya
ocupaban Jujuy, permitieran que Pepita fuera a su encuentro. La pareja no dejaba de ser extraña. Véase
lo que escribió el general Tomás de Iriarte, que de las filas realistas pasó a las criollas: “Durante mi
permanencia en Suipacha, pasó por allí el brigadier Olañeta, jefe de la vanguardia, con su esposa Pepa
Marquiegui, natural de Jujuy; era ésta una de las hermosas, más hermosas que he conocido, y su traje
marcial la hacía aún más bella; vestía un rico batón de grana, guarnecido con el bordado de brigadier. A
la verdad, así Dios me lo perdone, pero aquella señora no podía estar muy conforme con la extraña
figura de su estíptico marido, que era un mico sucio, viejo y asqueroso. Se hospedaron en mi casa todo
80
un día y me esforcé en obsequiarlos de un modo correspondiente; nunca podré olvidar que cuando fui a
servir a Olañeta, después de servir el primer plato a doña Pepa, me dijo aquél que no había necesidad,
que siempre comían los dos en un plato; así lo hicieron y lo mismo para beber; me chocó mucho esa
grosería, porque lo es en efecto, y muy chocante por cierto”. (…)
Texto 2
Dalmacio Vélez Sarsfield fue el encargado de llevar adelante el estudio de la reforma legal y la propuesta
del código civil que vio la luz en 1869, durante la presidencia de Domingo F. Sarmiento, y que
determinó la incapacidad relativa de la mujer casada, colocándola bajo tutela del marido. El codificador
-una de las figuras de mayor prestigio en materia jurídica- se bajó no solo en la tradición del derecho
romano, sobreviviente en el ordenamiento hispano, sino en la adecuación realizada en Francia a
propósito del llamado Código Napoleónico de 1804. Este código hizo época al colocar a la mujer
casada en una posición de inferioridad aún más grave que si se tratara de la condición infantil. La ley
amparaba la figura patriarcal como nunca antes había ocurrido. Pero no se trataba sólo del código
francés, que fue adoptado por la mayoría de los países latinoamericanos, sino de las influencias
seguramente menos directas de la normativa prusiana en materia de concepción de las obligaciones de la
cabeza de familia, así como de las ideas del jurista brasileño Fritas quien, a pesar del enorme trabajo que
le demandó su propuesta de código, no pudo verlo sancionado. Recordaré el articulado de nuestro
Código Civil. El artículo 55 sostenía la incapacidad relativa de la mujer, y el 57 disponía que a todos los
efectos su representante era el marido. La mujer casada no tenía derecho a educarse ni a realizar
actividades comerciales sin su consentimiento. El marido se constituía en el administrador de todos los
bienes, incluidos los que la esposa aportara al vínculo, y aunque cabía pactar de manera expresa, antes
de celebrado el matrimonio, que algún bien propio o adquirido pudiera escapar de esa tutela, la enorme
mayoría de los casos se rigió por el imperativo que subrogaba a favor de la administración del esposo. La
casada no podía testimoniar ni iniciar juicio sin el debido asentimiento del cónyuge. Como puede verse,
la norma civil de 1869 fue una tenaza más constrictora que el orden precedente. Hay único aspecto de la
codificación de Vélez Sarsfield que debe ser resaltado: preservó el derecho de la cónyuge a los bienes
gananciales, esto es, a usufructuar la mitad de los bienes obtenidos durante el matrimonio, y esto fue, sin
duda, una ventaja que otros códigos no contemplaban. Los bienes gananciales eran un recurso del que
pudieron gozar las mujeres que se separaban. (…)
El Código Civil debe ser cotejado con el derecho punitivo, también surgido en este período, para
comprender la solidez de la discriminación de género. La norma establecía una disímil evaluación del
delito de adulterio, puesto que si la mujer adúltera era sorprendida in fraganti por el cónyuge y éste la
81
mataba, esa circunstancia obraba como atenuante; pero lo recíproco no se contemplaba, al contrario:
matar al marido era un agravante debido justamente al vínculo. Las instituciones -y el sentido común-
consideraban que estos delitos realizados en nombre del honor constituían una auténtica reparación
moral y los jueces redundaron en fórmulas exculpatorias para eximir de la cárcel a maridos asesinos, que
en muchísimos casos habían actuado sin que se constara el adulterio, impelidos sólo por su presunción.
El honor no era sólo una rémora del pasado hispánico, sino un atributo reavivado en la nueva
subjetividad patriarcal que se extendía a nuevos grupos sociales. Es que el honor no había sido, ni siguió
siendo, un fenómeno privativo de los grupos de elite. Se trataba de una fórmula que aseguraba identidad
viril bajo cualquier condición social. La sanción del Código Civil coincidió con el notable ensayo de
John Stuart Mill -que tanto debe a su esposa Harriet-, en el que denunciaba la brutal sobrevivencia de
una forma extensa de esclavitud, la que padecían las mujeres. En otro lugar he narrado las vicisitudes
que vivió Amalia Pelliza Pueyrredón a causa del encierro doméstico que le impuso su esposo, el
conocido médico Carlos Durand. Las nupcias justamente ocurrieron en el mismo año de sanción del
Código. Durand era mucho mayor y es probable que Amalia, como era la costumbre, hiciera la voluntad
de la familia casándose con él, puesto que el facultativo, aunque era un cincuentón mientras ella sólo
tenía 15 años, poseía el encanto de una estimable fortuna. Era el médico obstetra de las familias más
importantes de Buenos Aires y vaya a saber a ciencia cierta qué lo llevó a clausurar a Amalia en la
casona que ocupaba. Ésta pleiteó la separación pero no la obtuvo, lo que probablemente enfureció más
al Dr. Durand. Redobló el encierro, pero también, frente a los reclamos, la humilló alquilando un
espantoso carruaje -es que poseer un carruaje empavesado era una señal de distinción-, obligándola a
andar horas y horas sin detenerse. Durand enfermó y Amalia descontó los años de encierro, pudo salir,
entretenerse con compañías y frecuentar reuniones -su hermana, Josefina Pelliza, fue una destacada
escritora y su casa, pródiga de tertulias. Pero una vez repuesto, el castigo de la clausura fue insoportable
y Amalia huyó. Años más tarde nuestro médico fallecía y legaba una parte importante de sus bienes a la
construcción de un nosocomio, que hoy lleva su nombre. El resto de la fortuna -probablemente como
escarmiento- se entregó, según su determinación, a parientas y criadas, todas mujeres. felizmente Amalia
pudo hacerse con algo de los bienes gananciales y utilizarlos con gran derroche, como correspondía a
quien le habían sido sustraídos tantos años de goce. Este caso emblematiza las circunstancias de la
indefensión femenina en el primer Código Civil. Con certeza, no todos los maridos encerraban a sus
mujeres, pero sí todos estaban facultados por la normativa para ejercer su potestad.
10. A partir de los textos de las guías 5 y 6 deberá escribir un texto sobre los conceptos de familia y
violencia de género: en primer lugar, planifique su texto, tenga en cuenta los alcances del concepto, los
diferentes tipo de familia y de violencia, las partes que debe incluir; en segundo lugar, redacte el
borrador, aproveche para revisar y modificar la planificación si fuera necesario; por último, redacte el
texto definitivo y luego realice un control de errores y de estilo; esta actividad puede realizarse varias
veces, se trata de analizar el texto y tomar conciencia de lo que está presentando. Debe incluir diferentes
recursos explicativos y argumentativos. No se exceda de las dos carillas. Para organizar su planificación
puede seguir el esquema de abajo o proponer otro. Observe que en la primera columna se listan los
componentes del texto, en la segunda columna las acciones que debe seguir y en la tercera deberá
colocar el contenido de manera sintética.
82
Componentes Acciones Contenidos
Título Generalización o
Subtítulo Especificación o
Agradecimientos
Cuadros
U otros
paratextos
(1 o 2 párrafos)
83
- Respuesta o desarrollo de
la explicación
- Párrafo de clasificación y
- Evaluaciones
breve de lo desarrollado.
Refuerzo de ideas centrales
Bibliografía
consultada
84
Guía de trabajo nro. 7- Imagen fija y en movimiento
Contenidos
Imagen documental: el sentido social de la imagen. Relaciones texto verbal y texto icónico. Análisis de
imágenes.
Objetivos
Consignas
3. ¿Qué relaciones se establecen entre los textos visuales con el texto verbal? Recuerde el texto que trabajó
en la guía 3, Lectura de imágenes.
5. Explique diferentes usos de la imagen. ¿Cuáles y por qué tienen valor documental? Copie algunas
imágenes y opine acerca de los formatos multimodales en los estudios universitarios
85
6. Planifique los contenidos para la realización de un PPP. Para realizar esta tarea debe tener en cuenta
los componentes para la elaboración de un resumen de Van Dijk (macrorreglas). En este tipo de géneros
discursivos se pueden realizar resúmenes por tópicos y testimonios, además de generalizaciones sobre las
problemáticas. Si desea citar directamente las intervenciones de las participantes puede utilizar el
formato de verbatim.
El discurso social. Los límites históricos de lo pensable y lo decible. Buenos Aires: Siglo XXI. Cap. 1
El discurso social es todo lo “decible, narrable y opinable” en un momento dado en una sociedad, es decir,
el discurso social es un hecho histórico. Cada época produce discursos que son aceptables, eficaces, “todo
lo que se dice y se escribe en un estado de sociedad, todo lo que se imprime, todo lo que se habla
públicamente o se representa hoy en los medios electrónicos” (p. 21).
Cada época está atravesada por una hegemonía, reglas que prescriben la diversificación e integración de
lo decible. La hegemonía discursiva es “el conjunto de repertorios, reglas y temas legítimos, las posiciones
de influencia y prestigio que poseen las entidades discursivas” (p. 23), el sistema que regula la producción
de formas discursivas.
86
Guía de trabajo nro. 7- Polémica
Objetivos
Reformular ideas.
Consignas
Redactar un texto de carácter polémico, de entre 15 y 20 líneas, sobre los roles históricos asignados a las
mujeres o de género (leyes del patriarcado, roles y costumbres, espacios, modalidades de relación,
hechos de violencia, etc.). Para elaborar el texto debe, previamente, realizar lugar la planificación. Luego
debe redactar un borrador o los necesarios y, por último, el texto definitivo. Abajo hay una serie de
sugerencias para su realización:
Técnicas de refutación
• Retorsión: puesta en duda de la posición adversaria a través de sus propios argumentos para arribar a
posiciones diferentes, contradictorias.
87
• Desmitificación: desentrañar los verdaderos móviles del oponente, pasaje a la realidad, ataque a la
moralidad o legitimidad de los razonamientos más que a los razonamientos mismos.
• Evocación de la realidad: pasar los argumentos a nivel concreto o de realidad. Patetismo o espectáculo
del ejemplo.
Figuras de la agresión
• Discordancias estilísticas: ruptura del estilo o tema del discurso, puede generar efectos irónicos.
• Concesión retórica: ficción discursiva que simula acuerdos con el adversario para refutarlo.
88
Guía de trabajo nro. 8. Preparación del Trabajo Integrador
Redactar Borradores.
Desde el punto de vista del género discursivo, un ensayo académico breve es un texto de carácter formal,
redactado en lenguaje pertinente a la situación, con vocabulario y formas de expresión específicas, que
desarrolla un tema a partir de análisis de fuentes, es decir, necesita revisión bibliográfica.
Los propósitos del ensayo pueden ser variados o múltiples, están relacionados con la necesidad de que
quien escribe demuestre su conocimiento sobre el tema y su habilidad para la construcción textual a
través de los recursos aprendidos narrativos, explicativos y, especialmente, demostrativos. Debe
demostrar el dominio de recursos polifónicos.
El tema del ensayo es la problemática que se estudió durante la asignatura: violencia hacia las mujeres o
de género.
La primera parte de la tarea consiste en la planificación de las ideas: deben establecerse las principales
ideas y relacionarlas entre sí a través de marcadores de relación. También pueden utilizarse listas de
ideas, mención de relatos o experiencias. Debe buscarse un orden lógico. Es importante anticipar que el
ensayo tendrá una hipótesis o posición de antemano y cuáles serán los argumentos que demuestren
dicha hipótesis.
La segunda parte consiste en la redacción del borrador a partir de los elementos hallados en la primera
parte. Si bien hay muchas formas de resolver el ejercicio, es conveniente no perder de vista la relación de
la hipótesis con la demostración. La narración, la explicación, pueden estar en función de colaboración
con la demostración.
Una vez realizado el borrador será evaluado, se pueden buscar las mejores posibilidades para mejorar el
texto.
- Su apertura o introducción del tema, problemática, el enfoque, la idea principal o hipótesis. Tiene un
carácter breve. (Dos párrafos).
- Su desarrollo a través de recursos explicativos (definición, caracterización, clasificación, comparación)
y/o narrativos que serán retomados por la zona demostrativa o argumentativa. (Cuatro a cinco
párrafos). Se realiza el análisis de la problemática.
- Su conclusión que consiste en retomar la idea principal de la hipótesis, ya ahora desarrollada y
confirmada. (Dos párrafos)
- La bibliografía mencionada.
89
El ensayo puede tener dos vías de inicio, depende de quien escribe. Una de ellas es la vía inductiva, es
decir, el ejemplo, lo individual, el caso, el ejemplo, la experiencia, la narrativa. A partir de esta vía se
abrirán los argumentos que demuestren la hipótesis. Es la forma argumentativa del convencimiento.
Es conveniente evaluar las formas de construcción: la vía inductiva es “más fuerte” en tanto se apoya en
hechos o circunstancias, experiencias. La vía deductiva es “más lógica”, depende del rol que se quiera
asignar al auditorio del ensayo y a la actitud enunciativa que correspondiente.
- Algunos recursos para relacionar las frases y párrafos, contrastar argumentos, polemizar, son los
siguientes:
Indicadores de causa como ya que, dada/dado que, visto que, debido a, a causa de.
Indicadores de certeza o veracidad: por supuesto, sin duda, obviamente, claro que.
Indicadores condicionales: en caso de que, con tal (de) que, a menos que, a condición de que, si fuese de
tal manera.
Indicadores de causa y consecuencia o efecto: como consecuencia, entonces, por eso, como resultado, la
causa se remite.
Indicadores de hecho imprevisto o incertidumbre: a lo mejor, quizá, al parecer, sin embargo, a pesar de,
aun así, aunque, de ser así.
Introducción del tema y organizadores discursivos: con respecto a, con motivo de, tocante a, de esta
manera, de tal modo, así.
Por último, es importante seleccionar los principales argumentos, hechos o narrativas y bibliografía con
anticipación, de manera de tener presentes los materiales en la elaboración de planes.
Un ensayo puede presentar un anexo al final. El objetivo del anexo es el de presentar información
pertinente al desarrollo realizado. Los anexos se ubican posteriormente a la bibliografía. Su tamaño no
debe ser extremo sino adecuado al desarrollo realizado en el género discursivo en cuestión.
90
Lecturas complementarias
Texto de
Susana Gamba en https://www.mujeresenred.net/spip.php?article1395
En los últimos años se produjo un importante avance en las ciencias sociales, al incorporarse los
denominados estudios de la mujer como un nuevo paradigma. El género, como categoría social, es una
de las contribuciones teóricas más significativas del feminismo contemporáneo. Esta categoría analítica
surgió para explicar las desigualdades entre hombres y mujeres, poniendo el énfasis en la noción de
multiplicidad de identidades. Lo femenino y lo masculino se conforman a partir de una relación mutua,
cultural e histórica. El género es una categoría transdisciplinaria, que desarrolla un enfoque globalizador
y remite a los rasgos y funciones psicológicos y socioculturales que se le atribuye a cada uno de los sexos
en cada momento histórico y en cada sociedad. Las elaboraciones históricas de los géneros son sistemas
de poder, con un discurso hegemónico y pueden dar cuenta de la existencia de los conflictos sociales. Y
la problematización de las relaciones de género logró romper con la idea del carácter natural de las
mismas. Lo femenino o lo masculino no se refiere al sexo de los individuos, sino a las conductas
consideradas femeninas o masculinas. En este contexto, la categoría de género puede entenderse como
una explicación acerca de las formas que adquieren las relaciones entre los géneros, que algunos
consideran como una alternativa superadora de otras matrices explicativas, como la teoría del
patriarcado (ver Patriarcado). Se sostiene que (aunque la incorporación del concepto de “patriarcado”
constituyó un avance importante para explicar la situación de las mujeres) resultó insuficiente para
comprender los procesos que operan dentro de la estructura social y cultural de las sociedades,
condicionando la posición e inserción femenina en realidades históricas concretas.
Según Marta Lamas, aún cuando ya en 1949 aparece como explicación en El segundo sexo de Simone
de Beauvoir, el término género sólo comienza a circular en las ciencias sociales y en el discurso feminista
con un significado propio y como una acepción específica (distinta de la caracterización tradicional del
vocablo que hacía referencia a tipo o especie) a partir de los años setenta. No obstante, sólo a fines de los
ochenta y comienzos de los noventa el concepto adquiere consistencia y comienza a tener impacto en
América Latina. Entonces las intelectuales feministas logran instalar en la academia y las políticas
públicas la denominada “perspectiva de género”.
En 1955 John Money propuso el término “papel de género” para describir el conjunto de conductas
atribuidas a los varones y a las mujeres, pero ha sido Robert Stoller quien estableció más claramente la
diferencia conceptual entre sexo y género. Los sistemas de género se entienden como los conjuntos de
prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de la
diferencia sexual anatómico-fisiológica y que dan sentido a las relaciones entre personas sexuadas (De
Barbieri, 1990).
Según Gomariz, a partir de estas referencias conceptuales pueden examinarse distintos planos del
conocimiento acumulado en la materia. De modo amplio podría aceptarse que constituyen reflexiones
sobre género todas aquellas que se hicieron en la historia sobre las consecuencias y significados que tiene
91
pertenecer a cada uno de los sexos. Para Gomariz puede denominarse como “estudios de género” el
segmento de la producción de conocimientos que se ha ocupado de ese ámbito de la experiencia
humana.
La “perspectiva de género”, en referencia a los marcos teóricos adoptados para una investigación,
capacitación o desarrollo de políticas o programas, implica:
a) reconocer las relaciones de poder que se dan entre los géneros, en general favorables a los varones
como grupo social y discriminatorias para las mujeres;
b) que dichas relaciones han sido constituidas social e históricamente y son constitutivas de las personas;
c) que las mismas atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales, como
las de clase, etnia, edad, preferencia sexual y religión.
La perspectiva de género opta por una concepción epistemológica que se aproxima a la realidad desde
las miradas de los géneros y sus relaciones de poder. Sostiene que la cuestión de los géneros no es un
tema para agregar como si se tratara de un capítulo más en la historia de la cultura, sino que las
relaciones de desigualdad entre los géneros tienen sus efectos de producción y reproducción de la
discriminación, adquiriendo expresiones concretas en todos los ámbitos de la cultura: el trabajo, la
familia, la política, las organizaciones, el arte, las empresas, la salud, la ciencia, la sexualidad, la historia.
La mirada de género no está supeditada a que la adopten las mujeres ni está dirigida exclusivamente a
ellas. Tratándose de una cuestión de concepción del mundo y de la vida, lo único definitorio es la
comprensión de la problemática que abarca y su compromiso vital.
Existe cierto consenso en que es necesario establecer distinciones entre sexo y género. El sexo
corresponde a un hecho biológico, producto de la diferenciación sexual de la especie humana, que
implica un proceso complejo con distintos niveles, que no siempre coinciden entre sí, y que son
denominados por la biología y la medicina como sexo cromosómico, gonadial, hormonal, anatómico y
fisiológico. A la significación social que se hace de los mismos se la denomina género. Por lo tanto las
diferencias anatómicas y fisiológicas entre hombres y mujeres que derivan de este proceso, pueden y
deben distinguirse de las atribuciones que la sociedad establece para cada uno de los sexos
individualmente constituidos.
1) es una construcción social e histórica (por lo que puede variar de una sociedad a otra y de una época a
otra);
2) es una relación social (porque descubre las normas que determinan las relaciones entre mujeres y
varones);
3) es una relación de poder (porque nos remite al carácter cualitativo de esas relaciones);
4) es una relación asimétrica; si bien las relaciones entre mujeres y varones admiten distintas
posibilidades (dominación masculina, dominación femenina o relaciones igualitarias), en general éstas se
configuran como relaciones de dominación masculina y subordinación femenina;
5) es abarcativa (porque no se refiere solamente a las relaciones entre los sexos, sino que alude también a
otros procesos que se dan en una sociedad: instituciones, símbolos, identidades, sistemas económicos y
políticos, etc.);
6) es transversal (porque no están aisladas, sino que atraviesan todo el entramado social, articulándose
con otros factores como la edad, estado civil, educación, etnia, clase social, etc);
92
7) es una propuesta de inclusión (porque las problemáticas que se derivan de las relaciones de género
sólo podrán encontrar resolución en tanto incluyan cambios en las mujeres y también en los varones);
8) es una búsqueda de una equidad que sólo será posible si las mujeres conquistan el ejercicio del poder
en su sentido más amplio (como poder crear, poder saber, poder dirigir, poder disfrutar, poder elegir, ser
elegida, etcétera).
Marta Lamas sostiene que en América latina no hubo el suficiente debate ni una confrontación teórica al
respecto, al menos comparada con la fuerza y visibilidad con que se ha dado en el mundo anglosajón.
Para Lamas (1999) un aspecto relevante a debatir es “la forma en que se manifiesta el traslape
conceptual entre género y diferencia sexual: como ausencia o silencio, confusión y negación”. En el
debate sobre las relaciones entre hombres y mujeres, la diferencia sexual es un concepto básico para
comprender la base sobre la que se construye el género. Según Lamas, las feministas norteamericanas
circunscriben la definición de diferencia sexual a lo anatómico, limitándola a una distinción sustantiva
entre dos grupos de personas en función de su sexo, o sea, a un concepto taxonómico, análogo al de
clase social o al de raza: “Al no manejar el concepto psicoanalítico de diferencia sexual, ignoran el papel
del inconsciente en la formación de la identidad sexual y la inestabilidad de tal identidad, impuesta en
un sujeto que, según Freud, es fundamentalmente bisexual. Esto tiñe las forma en que reflexionan sobre
la diferencia entre mujeres y hombres, y por ello elaboran sus planteamientos teóricos a partir de la
diferencia de género. Las europeas, más cercanas al psicoanálisis lacaniano, suelen analizar la
contradicción mujer/hombre incorporando la diferencia sexual en su complejidad psicoanalítica”
(Lamas, 1999). Para esta teoría, “mujeres y hombres son producidos por el lenguaje y las prácticas y
representaciones simbólicas dentro de formaciones sociales dadas, pero también por procesos
inconscientes vinculados a la simbolización de la diferencia sexual. Hay que comprender que la
diferencia sexual es una diferencia estructurante, a partir de la cual se construyen no sólo los papeles y
prescripciones sociales sino el imaginario de lo que significa ser mujer o ser hombre, por lo tanto no
puede ser situada en el mismo nivel que el género” (Lamas, 1999).
Aunque no constituye una categoría cerrada, sino en pleno desarrollo, la perspectiva de género favorece
el ejercicio de una lectura crítica y cuestionadora de la realidad para analizar y transformar la situación
de las personas. Se trata así de crear nuevas construcciones de sentido para que hombres y mujeres
visualicen su masculinidad y su femineidad a través de vínculos no jerarquizados ni discriminatorios.
Susana Gamba
BIBLIOGRAFÍA
C. Amorós (1986): Hacia una crítica de la razón-patriarcal, Anthropos, Madrid. R. Braidotti (2000):
Sujetos nómades, Paidós, Buenos Aires, 2000.
M. Lamas (1999): “Género, diferencia de sexo y diferencia sexual” en ¿Género?, Debate Feminista, Año
10, Vol. 20, México, edición de octubre.
93
J. W. Scott: “El género: una categoría útil para el análisis histórico”, en J. Amelang y Mary Nash
(comp.) (1990): Historia y género: las mujeres en la Europa moderna y contemporánea, Ed. Alfons el
Magnanim, Barcelona.
Carcedo, Ana y Montserrat Sagot (2002): Femicidio en Costa Rica, 1990–1999, Instituto Nacional de las
Mujeres, San José de Costa Rica.
Domingo, Chris (1992): “Femicide: an interview with Diana E.H. Russell”, en Off Our Backs, vol. 22,
No. 7, Washington DC.
P.-S.
Susana Gamba es Coordinadora del Diccionario y presidenta de la Fundación "Agenda de las Mujeres".
Argentina.
HTTPS://NIUNAMENOS.ORG.AR/MANIFIESTOS/LLAMAMIENTO-TRANSFRONTERIZO-
LA-HUELGA-FEMINISTA-ESTE-8-9-MARZO-2020/
MANIFIESTOS
94
de marzo nos movilicemos, subvirtamos, y construyamos estrategias comunes para seguir alimentando
la rebelión feminista que se ha abierto y que se alza en todo el mundo contra la dominación,
explotación, ocupación y el despojo. Para demandar y construir una vida que se pueda vivir.
Hoy nos encontramos ante un vértice histórico a escala global, y más aún en América Latina. Un
momento de crisis en el cual se abren trayectorias cada vez más polarizadas. Una, marcada por la
amenaza de la extrema derecha y de las derechas neofascistas, que vienen a administrar y profundizar el
neoliberalismo que muestra su cara más mortífera; una derecha neofascista que pone por delante una
política racial y sexual lesboodiante, transodiante y misógina, amparada en una lucha del penúltimo
contra el último que fortalece el racismo sembrado desde los primeros tiempos coloniales y del
patriarcado. Y ante este vértice, otra trayectoria posible, marcada por lo que la potencia feminista,
plurinacional, transnacional y antirracista ha podido construir en el seno de nuestros pueblos. Aunque lo
hacemos en condiciones políticas y sociales muy diferentes, nosotres estamos unides en la lucha contra
esta violencia y por nuestra determinación a acabar con ella, actualizando una política para las, los y les
explotades que reconstruya en una nueva clave una lucha conjunta y transversal. La posibilidad
novedosa de construir un programa y una fuerza propias. El descubrimiento de nuevas herramientas de
lucha cargadas de sentido y aprendizajes históricos frutos de memorias rescatadas de las políticas del
olvido.La experiencia que nos ha unido y nos une es ya una experiencia global: la fuerza
desestabilizadora de nuestra movilización contra la violencia patriarcal ha cruzado todas las fronteras y
nos ha unido en una gran marea.
Es en este vértice que nos situamos y nos llamamos a levantar un proceso de movilización que irrumpa
en todos los aspectos de la vida. A rebelarnos desde nuestros cuerpos/territorios frente al aumento de las
violencias que se ejercen sobre ellos. A rebelarnos contra esa violencia sexual que es violencia política.
Contra los femicidios e infanticidios y las formas de impunidad estatal que los tolera. Contra la
militarización y violación sistemática a los derechos humanos y a las libertades de las mujeres, como las
mujeres en Medio Oriente y en Kurdistán van haciendo desde un momento de resistencia histórica en
Rojava. A rebelarnos contra los ataques y el derecho a decidir sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos y
para el derecho al aborto. A rebelarnos para responder a la crisis de los cuidados a nivel global, al
aumento del endeudamiento y encarcelamiento, que son formas directas de despojo, precarización y
negación de la vida. En este momento, nuestro acuerpamiento en esta dirección va a las mujeres de
pollera y a las víctimas del golpe de estado racista y patriarcal en Bolivia. A rebelarnos contra la
violencia racista e institucional para ser libres de movernos y de permanecer donde queramos contra los
grilletes en los tobillos de mujeres y niños que demandan asilo, contra las hieleras y las cárceles de niñxs
migrantes separados de sus familias. A rebelarnos para afirmar nuestra potencia de decir no, de decir
basta: para apuntar al frente, como lo hemos hecho, acompasadas por un mismo baile que es denuncia y
que entrelaza nuestras biografías múltiples y sus marcas, para situar a quienes han sido los y las
responsables políticos de la gestión de la miseria.
Nos llamamos a la recuperación de nuestros territorios del extractivismo fundante de los procesos
colonizadores, que se extiende y manifiesta a nivel mundial, y que se ha visto fortalecido por las alianzas
criminales e indivisibles entre patriarcado y capital, que construyen una trinchera de guerra que tiene
como principal blanco las libertades, los derechos de las mujeres y disidencias, y las experiencias de vida
comunitaria que se levantan en nuestros territorios.
Nos llamamos a derrocar juntxs las múltiples estructuras interrelacionadas que componen el patriarcado
colonial, con la responsabilidad vital de desmontar el racismo, siendo este uno de los cimientos más
importantes del capitalismo moderno, que sigue excluyendo a lxs cuerpxs racializadxs y lxs migrantxs de
cualquier acceso mínimo a la dignificación de nuestras existencias, incluso después de más de 500 años
de iniciada la invasión y explotación a la que ha sido sometida Abya Yala, así como África y Asia. Las
mujeres y cuerpas negras diversas nacimos en resistencia y nunca hemos sido meras espectadoras de los
cambios radicales que necesitamos para vivir la vida que queremos y esta vez no será la excepción, es
necesario ennegrecer el feminismo, reconocer y visibilizar las negritudes. Colorear el feminismo,
95
reconocer y visibilizar las existencias otras y las opresiones múltiples que las intersecciones de los colores
provocan: negras – indígenas- mujeres – disidencias, para una reparación histórica sostenible.
Reconocemos que la violencia patriarcal tiene diferentes formas e intensidad, pero también reconocemos
que nuestra capacidad para desafiarla y rechazarla es tanto mayor cuanto más global es nuestro
levantamiento. Sabemos que las rebeliones de las que somos parte comprometen las esperanzas de los
pueblos del mundo, porque desde el sur volvemos a demostrar que las revueltas sí existen, sí hacen
tambalear las estructuras que nos oprimen, sí desploman los relatos dominantes y sí abren nuevos
relatos, colocan al frente a quienes siempre han estado atrás situando a las mujeres, a las disidencias y a
los pueblos ante la posibilidad de ser protagonistas de su historia y eso, en un momento de avance de la
derecha de carácter fascista, fundamentalista y racista nos obliga a tomar la primera línea, como lo han
hecho las mujeres kurdas en Rojava.
Hoy más que nunca recuperamos la primera línea, una primera línea que se teje a sí misma desde la
multiplicidad de aspectos que atañen nuestras vidas. El gran movimiento del que formamos parte tiene
diferentes discursos y prácticas diversas y responde a las necesidades de cada uno de nuestros territorios,
pero confiamos en la potencialidad que tiene la caracterización de una huelga general y global feminista,
que se considere como un proceso colectivo de articulación, de politización, de gran convergencia, de
expansión, de intervención de la normalidad opresora. Una huelga que considera la interrupción de
todos los tipos de trabajos y que va más allá de su sentido “productivo”, para poner el centro en los
trabajos que sostienen la vida. Sabemos que los feminismos hoy se levantan como una alternativa en las
urbes productivas y así también en la ruralidad y sus saberes, y por ende este 8M nos convocamos en
estos diversos espacios.
Nos llamamos a ocupar todos los lugares, sobre todo aquellos que nos han sido históricamente negados.
A tomarlos y transformarlos confluyendo en levantar la posibilidad de una vida que supere la debacle
capitalista y patriarcal a la cual nos quieren mantener sujetas(es). Hemos levantado un proceso
emancipatorio que tiene carácter transfronterizo, del cual este 8M-9M será un hito de suma importancia.
Y sabemos, también, que no será el único: nos seguiremos tejiendo y convocando para construir la vida
que queremos y soñamos vivir.
Nos llamamos a seguir en pie de rebeldía, a continuar y profundizar el estallido de los pueblos y la lucha
feminista y transfeminista.
¡Arriba las y les que luchan!
Frauen*kampftagbündnis – Alemania
96
Frauen*streik Berlin – Alemania
LevFem – Bulgaria
Negrocentricxs – Chile
NiUnaMenos Argentina
Non Una Di Meno – Italia
Pañuelos en Rebeldía
Portal Catarinas
Red Lesbofeminista RM, Chile
97