044 Actos - KJV en Español

ACTOS Kjv1611 Traducida
Introducción a los Actos de los Apóstoles

El autor es Lucas, y es un libro de transición que representa una piedra de tropiezo para todo aquel que no es capaz
de dividir la palabra de Dios (2 Tim 2:15). Este libro representa la transición de los Judíos a los Gentiles, de
Judaísmo a Cristianismo, de Israel a la novia de Cristo, de Jerusalén a Antioquía, de Pedro a Pablo (apóstol de los
gentiles).
Tenemos que recordar además, que las únicas escrituras que tenían los Apóstoles de Actos 1 al 10 son de Génesis a
Malaquías, y tuvieron que ir descubriendo las verdades de la Edad de la Iglesia.
La primera parte registra la segunda oportunidad para los Judíos de recibir a su Mesías. Ustedes pueden ver que en
la primera parte de Actos sólo hay Judíos, y cuando Pedro les dice Bautícense en Actos 2:38, se lo estaba diciendo a
Judíos, y es un “salvarse” de la generación que mató a Jesucristo, no del infierno (Act 2:40). Por lo mismo, el tema
de los mensajes de Pedro y Esteban era el arrepentimiento por el asesinato de Jesucristo, pero ante el rechazo de la
mayoría de los Judíos, la ceguera de Israel ocurre en 4 etapas a través de los actos de los apóstoles (8:1, 13:46, 18:6,
28:28). La transición de Judíos hacia los gentiles ocurre en 4 etapas: En actos 7 se empieza a dejar a los Judíos de
Jerusalén. En Actos 13, se deja a los Judíos de Asia menor. En Actos 18, se deja a los Judíos en Europa. En Actos
28, se deja a los Judíos a nivel global (entender que esto es hasta que los tiempos de los Gentiles sean cumplidos,
Luc 21:24, y terminado esto, la llamada edad de la Iglesia, se vuelve de nuevo a los Judíos). Ver nota de
dispensaciones de Efesios 3.
Los dones del Espíritu Santo fueron dados a través de arrepentimiento y bautismo de agua (Acto 2:38), pero en
Actos 8:17 el imponer las manos es requerido, Cornelio recibe el Espíritu Santo por Gracia, por fe (Act 19:6). Todas
estas variaciones quedan saldadas en Actos 15, y ustedes pueden ver como Pedro dice algo muy distinto a lo que
dicen en Actos 2:38, en Actos 15:11. Ustedes ven que la conclusión es “por gracia”, “por fe” en la sangre de Cristo
(Act 15:11, Rom 3:21-28, Efe 2:8-9), que se condice con lo que luego entrega el Apóstol Pablo para los Gentiles.
A los apóstoles les fueron dadas las señales apostólicas y maravillas para los Judíos (Mar 16:17-20, 1 Co 1:22, 2 Co
12:12), pero estas señales desaparecen a medida que los Judíos rechazan las oportunidades de arrepentimiento. Estas
señales que eran para los Judíos (1 Co 1:22) hoy no están activas, pero van a volver en el tiempo de Jacob’s trouble.
Y hay que tener claro que los ministros del diablo falsifican estas señales (2 Co 11:13-15, 2 Tes 2:9, Rev 2:2,
13:13-15).
Los otros libros de transición aparte de Actos de los apóstoles, son Mateo (transición de antiguo a nuevo testamento)
y Hebreos (Transición de la edad de la Iglesia al Problema de Jacob), con doctrinas que van cambiando en el camino
a través de estos libros.
Ningún Cristiano aparece hasta Actos 11:26 y se debe tener especial cuidado al aplicar cualquier verdad doctrinal.
Ustedes pueden ver como:

-En Actos 2, no hay registro de Jesucristo haciendo sacrificio por los pecados del individuo. Y el primer uso de
lenguas es a Israelitas y Gentiles prosélitos del Judaísmo que no creían que Jesucristo era el mesías
-En Actos 3 no se menciona expiación por la finalizada sangre
-En Actos 6, no hay cambio en la adoración en el antiguo templo o la circuncisión en la iglesia local, y los hombres
todavía observan el sábado
-En Actos 10, se tiene la revelación de que el bautismo de agua no es parte de la salvación, y el segundo uso de
lenguas acá, es para la parte de Israel que no cree que Dios pueda salvar a los gentiles sin bautismo de agua. Pedro
además tiene que aprender costumbres de alimentación distintas a Levítico 11.
-En Actos 15, los Apóstoles acuerdan que la salvación es por Gracia, por fe.
-En Actos 19, el tercer uso de lenguas, los convertidos de Apollos, un predicador del ministerio pre-crucifixión de
Juan el Bautista, habla en lenguas a Judíos de una sinagoga que no había creído en Jesucristo como su mesías.
Este libro es el que genera la mayor cantidad de falsas doctrinas, muchos no entienden que es un libro de transición
y no dividen la palabra de Dios (2 Tim 2:15).
1
Actos
Actos 1
Los 40 días de instrucciones post resurrección
1 En el primer tratado yo he hablado, oh Teófilo, de todo lo que Jesús comenzó ambos a hacer
y enseñar,
2 Hasta el día en que fue él llevado arriba, después de que él por el Espíritu Santo hubo dado
mandamientos a los apóstoles que él había escogido;
3 A quienes también él se mostró a sí mismo vivo después de su padecer con muchas pruebas
infalibles, siendo visto de ellos cuarenta días, y hablando de las cosas pertenecientes al reino
de Dios.
4 Y estando reunido junto con ellos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que
esperasen por la promesa del Padre, la cual, dice él, vosotros habéis oído de mí.
5 Porque Juan a la verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu
Santo no muchos días después de estos.
6 Cuando ellos por tanto estuvieron reunidos, ellos le preguntaron, diciendo: Señor, ¿Vas tú en
este tiempo a restaurar otra vez el reino a Israel?
7 Y él les dijo: No es para vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre ha puesto en
su propio poder;
8 Pero vosotros recibiréis poder, después que el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros; y
vosotros me seréis testigos, ambos en Jerusalén, y en toda Judea, y en Samaria, y hasta la
última parte de la tierra.
La ascensión y una profecía de la segunda venida
9 Y cuando él hubo dicho estas cosas, mientras ellos miraban, él fue alzado; y una nube le
recibió fuera de sus vistas.
10 Y mientras miraban fijamente hacia el cielo cuando él subía, he aquí dos varones se
pusieron junto a ellos en vestiduras blancas;
11 Los cuales también dijeron: Vosotros hombres de Galilea, ¿Por qué estáis vosotros mirando
al cielo? Este mismo Jesús que es tomado arriba de vosotros al cielo, así vendrá en manera
semejante como vosotros le habéis visto ir al cielo.
12 Entonces ellos volvieron a Jerusalén desde el monte llamado Olivar, el cual es de Jerusalén,
un sábado viaje de día.
La iglesia en Jerusalén
13 Y cuando ellos hubieron entrado, ellos subieron al aposento alto, donde moraban ambos
Pedro, y Jacobo, y Juan, y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo el hijo de
Alfeo, y Simón Zelotes, y Judas el hermano de Jacobo.
- Las pruebas “Infalibles” de la resurrección de Jesucristo (Act 1:3) son adulteradas en las falsificaciones. La idea es que ustedes crean
que son pruebas “convincentes”, “indubitables”, “muchas”… pero no INFALIBLES. Ustedes pueden ver este ataque en biblias como:
Douay Rheims, Oso, RV1602, DHH, ESV, NASB, NTV, NVI, RVR1960, entre muchas otras
2
14 Todos éstos continuaban con un acuerdo en oración y suplicación, con las mujeres, y con
María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
15 Y en aquellos días Pedro se levantó en el medio de los discípulos, y dijo: (el número de
nombres juntos era como de ciento veinte),
16 Varones hermanos, esta escritura era necesario que haya sido cumplida, la cual el Espíritu
Santo por la boca de David habló antes concerniente a Judas, que fue guía de los que
prendieron a Jesús.
17 Porque él era contado con nosotros y obtuvo parte de este ministerio.
18 Ahora este hombre compró un campo con el galardón de iniquidad, y cayendo de cabeza,
se reventó en pedazos en la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
19 Y fue conocido a todos los moradores de Jerusalén; a tal punto como aquel campo es
llamado en su propia lengua, Acéldama, que es decir, campo de sangre.
20 Porque está escrito en el libro de Salmos: Dejad que su habitación sea desolada, y ningún
hombre more en ella; y: su obispado tómelo otro.
21 Por tanto, de estos hombres que han acompañado con nosotros todo el tiempo que el Señor
Jesús entraba y salía entre nosotros,
22 Comenzando desde el bautismo de Juan hasta el mismo día que él fue tomado arriba de
entre nosotros, uno debe ser ordenado ser un testigo con nosotros de su resurrección.
23 Y ellos apuntaron dos; José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y Matías.
24 Y ellos oraron, y dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos los hombres,
muestra cuál de estos dos tú has escogido
25 Para que él pueda tomar parte de este ministerio y apostolado, del cual Judas por
transgresión cayó, para que él pudiese ir a su propio lugar.
26 Y ellos echaron sus lotes, y el lote cayó sobre Matías; y él fue contado con los once
apóstoles.
Actos 2
Festividad Judía de pentecostés y las lenguas extranjeras
1 Y cuando el día de Pentecostés estaba completamente venido, ellos estaban todos con un
acuerdo en un lugar.
2 Y de repente allí vino un sonido del cielo como de una ráfaga poderosa de viento, y se llenó
toda la casa donde ellos estaban sentados;
3 Y allí aparecieron a ellos lenguas repartidas, como de fuego, y se asentó sobre cada uno de
ellos.
4 Y ellos fueron todos llenos con Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas,
como el Espíritu les daba que pronunciasen.
5 Y allí estaban morando en Jerusalén Judíos, varones devotos, fuera de toda nación bajo el
cielo.
Noten que María (Act 1:14) está presente y nadie le da especial atención. Esta María, no tiene nada que ver con esa reina del infierno que
adora la iglesia católica, misma por la cual Dios esta retando a los Israelitas en Jeremías 44.
Actos 2:1-8, nos deja claro que el sistema “pentecostal” es falso en su más básica premisa. Si se fijan 1.- Nadie esta orando por lenguas
cuando ellas vienen, nadie esta de rodillas u orando por un “bautismo del espíritu”. 2.- Los únicos que hablan en lenguas son 12 Judíos
circuncidados, adoradores en el templo, con barba y guardadores del sábado. 3.- Ninguno de los 12 habla en una “lengua desconocida”,
4.- No aparece ningún fuego porque claramente dice que son “COMO de fuego” (v.3), es una comparación. La explicación de las lenguas está
en Act 2:32-33. 5.- Noten que acá no hay ningún Cristiano (aparecen recién en Actos 11).
El verso 1:18 no es una contradicción, la biblia explica que Judas se ahorcó (Mat 27:5), pero se olvidan que vino un terremoto en Mat 27:51,
evidentemente con el cual la rama donde estaba colgando se rompió y cayó.
3
6 Y cuando este ruido fue divulgado, la multitud vino junta; y estaban confusos, porque cada
hombre les oía hablar en su propia lengua.
7 Y ellos estaban todos atónitos y maravillados, diciendo unos a otros: He aquí, ¿no son todos
estos que hablan galileos?
8 ¿Y cómo oímos nosotros a cada hombre en nuestra propia lengua, donde nosotros fuimos
nacidos?
9 Partos, y medos, y elamitas, y los moradores en Mesopotamia, y en Judea, y Capadocia, en
Ponto, y Asia,
10 Frigia, y Panfilia, en Egipto, y en las partes de Libia alrededor de Cirene, y extranjeros de
Roma, Judíos y prosélitos,
11 Cretenses y Arabes, nosotros les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillosas obras de
Dios.
12 Y ellos estaban todos atónitos, y estaban en duda, diciéndose unos a otros: ¿Qué significa
esto?
13 Otros, burlándose decían: Estos hombres están llenos de nuevo vino.
Alusiones a la segunda venida
14 Mas Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les dijo: Vosotros varones de
Judea, y todos vosotros que habitáis en Jerusalén, sea conocido esto a vosotros, y oíd a mis
palabras.
15 Porque éstos no están borrachos, como vosotros suponéis, siendo sino la tercera hora del
día.
16 Mas esto es lo que fue hablado por el profeta Joel:
17 Y vendrá a pasar en los últimos días, dice Dios: Yo derramaré de mi Espíritu sobre toda
carne; Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Y vuestros jóvenes verán visiones; Y
vuestros ancianos soñarán sueños:
18 Y sobre mis siervos y sobre mis siervas yo derramaré en aquellos días de mi Espíritu, y
ellos profetizarán.
19 Y yo mostraré maravillas arriba en el cielo; y señales abajo en la tierra; sangre, y fuego, y
vapor de humo:
20 Y el sol se tornará en tinieblas; y la luna en sangre; antes que ese gran y notable día del
Señor venga.
21 Y vendrá a pasar, que todo aquel que invocare en el nombre del Señor, será salvo.
El mensaje Judío de Pedro a los Judíos
22 Vosotros varones de Israel, oíd estas palabras: Jesús de Nazaret, un varón aprobado de Dios
entre vosotros con milagros y maravillas, y señales que Dios hizo por él en medio de vosotros,
como vosotros mismos también sabéis.
23 Él, siendo entregado por el determinado consejo y el conocimiento antes de Dios, vosotros
habéis tomado, y por manos inicuas habéis crucificado y matado;
24 Al cual Dios ha levantado, habiendo soltado los dolores de muerte, por cuanto no era
posible que él debiese ser retenido por ella.
25 Porque David habla concerniente a él: Yo veía al Señor siempre delante de mi rostro:
Porque él está a mi mano derecha, para que yo no deba ser movido.
26 Por lo cual mi corazón se regocijó, y mi lengua estaba contenta; Además también mi carne
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descansará en esperanza;
27 Porque tú no dejarás mi alma en el infierno, ni tú permitirás que tu Santo vea corrupción.
28 Tú has hecho conocer a mí los caminos de la vida; tú me llenarás de gozo con tu presencia.
29 Varones y hermanos, permitidme hablar libremente a vosotros del patriarca David, que él es
ambos muerto y sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta este día.
30 Por tanto siendo un profeta, y sabiendo que Dios ha jurado con un juramento a él, que del
fruto de sus lomos, en cuanto a la carne, él levantaría a Cristo que se sentaría sobre su trono;
31 Él viendo esto antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el
infierno, ni su carne vio corrupción.
32 Este Jesús Dios ha levantado, de lo cual todos nosotros somos testigos.
33 Por tanto, siendo por la mano derecha de Dios exaltado, y habiendo recibido del Padre la
promesa del Espíritu Santo, él ha derramado esto que ahora vosotros veis y oís.
34 Porque David no es ascendido a los cielos; pero él mismo dice: El Señor dijo a mi Señor:
Siéntate tú a mi mano derecha,
35 Hasta que yo haga a tus enemigos tu estrado de tus pies.
36 Por tanto dejad que toda la casa de Israel sepa ciertamente, que Dios ha hecho a este mismo
Jesús, que vosotros habéis crucificado, ambos Señor y Cristo.
Salvación de la generación que crucificó a Cristo, no del infierno
37 Y cuando ellos oyeron esto, ellos fueron perforados en su corazón, y dijeron a Pedro y al
resto de los apóstoles: Varones y hermanos, ¿qué haremos?
38 Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre
de Jesucristo para la remisión de pecados; y vosotros recibiréis el don del Espíritu Santo.
39 Porque la promesa es para vosotros, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos;
aún tantos como el Señor nuestro Dios llamare.
40 Y con muchas otras palabras él testificaba y exhortaba, diciendo: Salvaos vosotros mismos
de esta perversa generación.
La segunda Iglesia, que es Judía en naturaleza
41 Entonces los que con gusto recibieron su palabra fueron bautizados; y el mismo día fueron
añadidas a ellos como tres mil almas.
42 Y ellos continuaban firmemente en la doctrina de los apóstoles, y el compañerismo, y en el
partimiento del pan, y en oraciones.
43 Y temor vino sobre toda alma: y muchas maravillas y señales eran hechas por los
apóstoles.
44 Y todos los que creyeron estaban juntos; y tenían todas las cosas comunes;
En Actos 2:27 y Actos 2:31 las falsificaciones acostumbran a cambiar la palabra “infierno” y colocan “hades” o “sepulcro”, lo pueden ver en
falsificaciones de la biblia como la RVR1960, DHH, ESV, LBLA, NASB, NKJV, NTV, NVI, RSV, entre muchas otras.
Actos 2:30, se refiere al trono del Patriarca David (Act 2:29)
Actos 2:38 es una gran piedra de tropiezo para los pentecostales, carismáticos, católico, metodistas, presbiterianos y otros, y este verso ha
conducido a mucha gente al infierno por no entender nada. Nadie obtiene la remisión de pecados siendo bautizado o rociado en el agua.
Nadie, en la edad de la iglesia, que es bautizado o rociado con agua recibe “el don del Espíritu Santo” y ni arrepentimiento ni creer puede ser
llevado a cabo por los bebés. Si se fijan, nadie en Actos 2 es bautizado en agua hasta que ha creído el mensaje, y los que creen el mensaje, a
ninguno se le dice que Cristo haya muerto por sus pecados. Esto dice claramente que el “evangelio” de Actos 2, no es el “evangelio de la
gracia de Dios”, porque es dado en 1 Co 15:1-5, y no tiene nada que ver con Actos 2. En Actos 2 ven a Judíos, y claramente el mensaje es
salvarse “de esta perversa generación”, la que mató a Jesucristo, no del infierno.
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45 Y vendían sus posesiones y bienes, y lo repartían a todos los hombres, como cada hombre
tenía necesidad.
46 Y ellos, continuando diariamente con un acuerdo en el templo, y partiendo el pan de casa
en casa, comían su comida con alegría y sencillez de corazón,
47 Alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía a la iglesia
diariamente los que debían ser salvos.
Actos 3
La señal del hombre lisiado
1 Y Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora de oración, siendo la novena hora.
2 Y un cierto hombre cojo desde el vientre de su madre, era traído; al cual ellos ponían
diariamente a la puerta del templo que es llamada Hermosa, para pedir limosna a los que
entraban en el templo.
3 Quien viendo a Pedro y a Juan a punto de entrar en el templo, pidió una limosna.
4 Y Pedro, fijando sus ojos sobre él con Juan, dijo: Míranos.
5 Y él prestó atención a ellos, esperando recibir algo de ellos.
6 Entonces Pedro dijo: Plata y oro yo tengo nada; mas tal como yo tengo yo te doy: En el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y él le tomó por la mano derecha, y le levantó; e inmediatamente sus pies y tobillos
recibieron fuerza;
8 Y él saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y
alabando a Dios.
9 Y todo el pueblo le vio andando y alabando a Dios.
10 Y ellos sabían que él era el que se sentaba por limosnas en la hermosa, puerta del templo; y
ellos fueron llenos de asombro y admiración por eso que le había sucedido.
11 Y como el hombre cojo que fue sanado tenía asidos a Pedro y Juan, todo el pueblo concurrió
junto a ellos en el pórtico que es llamado de Salomón, grandemente maravillados.
Otro mensaje Judío a los judíos
12 Y cuando Pedro vio esto, él respondió al pueblo: Vosotros varones de Israel, ¿por qué os
maravilláis de esto? o ¿por qué vosotros miráis tan fijamente en nosotros, como si por nuestro
poder o santidad nosotros hubiésemos hecho a este hombre andar?
13 El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob; el Dios de nuestros padres ha glorificado a su
Hijo Jesús, al cual vosotros entregasteis, y negasteis en la presencia de Pilato, cuando él había
determinado dejarle ir.
14 Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y deseasteis que un homicida se concediese a
vosotros;
15 Y matasteis al Príncipe de la vida, al cual Dios levantó de los muertos; de lo cual nosotros
somos testigos.
16 Y su nombre, por fe en su nombre ha hecho a éste hombre fuerte, que vosotros veis y
conocéis, Sí, la fe que es por él, le ha dado esta perfecta sanidad en la presencia de todos
vosotros.
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17 Y ahora, hermanos, yo sé que por ignorancia vosotros lo hicisteis, como también vuestros
gobernantes.
18 Pero aquellas cosas, que Dios antes ha mostrado por la boca de todos sus profetas, que
Cristo debía sufrir, él así lo ha cumplido.
Jesucristo es identificado como el segundo Moisés
19 Por tanto arrepentíos vosotros, y sed convertidos, para que vuestros pecados puedan ser
borrados; cuando los tiempos de refresco vinieren de la presencia del Señor,
20 Y él envíe a Jesucristo, que antes era predicado a vosotros;
21 Al cual el cielo debe recibir hasta los tiempos de la restitución de todas las cosas, que Dios
ha hablado por la boca de todos sus santos profetas desde el principio del mundo.
22 Porque Moisés en verdad dijo a los padres: Un profeta el Señor vuestro Dios levantará a
vosotros de vuestros hermanos, semejante a mí; a él vosotros oiréis en todas las cosas sea lo
que sea que él hablare a vosotros.
23 Y vendrá a pasar, que toda alma que no oyere a aquel Profeta, será destruida de entre el
pueblo.
24 Sí, y todos los profetas desde Samuel y aquellos que siguieron después, tantos como han
hablado, han predicho también de estos días.
25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres,
diciendo a Abraham: Y en tu simiente serán todas las familias de la tierra benditas.
26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo Jesús, le envió para
bendeciros, en convertirse cada uno de vosotros de sus iniquidades.
Actos 4
Un tercer mensaje Judío a los Judíos
1 Y cuando ellos hablaron al pueblo, los sacerdotes y el capitán del templo, y los saduceos,
vinieron sobre ellos,
2 Siendo afligidos de que ellos enseñasen al pueblo, y predicasen por Jesús la resurrección de
los muertos.
3 Y ellos pusieron manos sobre ellos, y los pusieron en prisión hasta el siguiente día; porque
era ya tarde.
Actos 3:17, nos explica la segunda oportunidad que Israel tiene luego de la crucifixión, porque Cristo oró en la cruz “Padre perdónalos,
porque ellos no saben lo que hacen” (Luc 23:34), y la oportunidad la tuvieron, y esto explica la reaparición del bautismo de Juan el Bautista
“por la remisión de pecados” (Actos 2:38), que genera confusión en muchos.
Actos 3:19 nos explica las diferencias entre el “reino del cielo” y el “reino de Dios”, entre el evangelio de Pablo y el mensaje pentecostal de
Pedro, entre el nuevo pacto en hebreos 8 y la salvación del nuevo testamento para los gentiles. Noten que: 1.- No hay mensaje de nadie
muriendo por los pecados de otros, no hay mención de redención por sangre ni de salvación por gracia. 2.- No se menciona que los pecados
de alguien hayan sido pagados, y no se menciona que los pecados hayan sido borrados “ahora”. Esto deja claro que no existe ningún
“Evangelio de la Gracia de Dios” predicado en Actos 1 al 7. No lo hay. Lo que es predicado es la segunda venida del mesías Judío, que fue
crucificado y levantado. Y noten que los pecados de Israel no han sido borrados en el calvario a pesar de lo que Pablo escribe mas tarde (Col
2). Ellos serán borrados en la segunda venida y esto está escrito en Hebreos 8, Romanos 11, Isa 44 Y Jeremías 50.
Las falsificaciones gustan de remover “Jesús” de Actos 3:26. Pueden ver esto en biblias falsas como la RVR1960, Douay Rheims, NVI,
RV1602, ESV, LBLA, NASB, entre otras.
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4 Sin embargo muchos de los que oyeron la palabra creyeron; y el número de los varones era como cinco
mil.
5 Y vino a pasar en el día siguiente, que sus gobernantes, y ancianos, y escribas;
6 Y Anás, el sumo sacerdote, y Caifás, y Juan, y Alejandro, y tantos como eran del linaje del sumo
sacerdote, fueron reunidos juntos en Jerusalén.
7 Y cuando ellos los hubieron puesto en el medio, les preguntaron: ¿Con qué poder, o en qué nombre,
habéis hecho vosotros esto?
8 Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Vosotros gobernantes del pueblo, y
ancianos de Israel:
9 Si nosotros este día somos examinados de las buenas obras hechas al hombre lisiado, por
cual medio él es hecho sano;
10 Sea conocido a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que por el nombre de Jesucristo
de Nazaret, al que vosotros crucificasteis, al cual Dios levantó de los muertos, aun por él este
hombre está de pie aquí delante de vosotros sano.
11 Éste es la piedra que fue puesta en nada de vosotros edificadores, la cual es vuelta la cabeza
del ángulo. 1 Co 10:4, Mt 16:18
12 Ni hay allí salvación en ningún otro; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado entre
los hombres, por el cual nosotros debamos ser salvos.
La reacción Judía al mensaje Judío de Pedro
13Y cuando ellos vieron el denuedo de Pedro y de Juan, y percibieron que ellos eran hombres
indoctos e ignorantes, ellos se maravillaban; y ellos tomaron conocimiento de ellos, que ellos
habían estado con Jesús.
14 Y viendo al hombre que fue sanado, estando de pie con ellos, ellos no podían decir nada en
contra.
15 Mas cuando ellos les hubieron mandado que saliesen del concilio, ellos conferenciaban
entre sí,
16 Diciendo: ¿Qué haremos a estos hombres? Porque de cierto, un notable milagro ha sido
hecho por ellos, es manifiesto a todos los que moran en Jerusalén, y nosotros no lo podemos
negar.
17 Pero para que no se divulgue más entre el pueblo, nosotros estrictamente amenacémosles,
para que ellos no hablen de aquí en adelante a ningún hombre en este nombre.
18 Y ellos los llamaron, y les mandaron no hablar a todos ni enseñar en el nombre de Jesús.
19 Mas Pedro y Juan respondieron y les dijeron: Si es justo en la vista de Dios obedecer a
vosotros más que a Dios, juzgad vosotros.
20 Porque nosotros no podemos sino hablar las cosas que nosotros hemos visto y oído.
21 Así cuando ellos les hubieron amenazado más, ellos les dejaron ir, hallando nada de qué
ellos pudiesen castigarles, por causa del pueblo; porque todos los hombres glorificaban a Dios
por eso que fue hecho.
22 Porque el hombre tenía sobre cuarenta años, en quien este milagro de sanidad fue hecho.
23 Y siendo soltados, ellos fueron a su propia compañía, y reportaron todo lo que los jefes
sacerdotes y ancianos les habían dicho.
24 Y cuando ellos oyeron eso, ellos alzaron sus voces a Dios con un acuerdo, y dijeron: Señor,
tú eres Dios, que has hecho el cielo, y la tierra, y el mar, y todo lo que en ellos hay;
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25 Que por la boca de tu siervo David has dicho: ¿Por qué los paganos se amotinan, y los
pueblos imaginan cosas vanas?
26 Los reyes de la tierra se levantaron, y los gobernantes fueron reunidos juntos contra el
Señor, y contra su Cristo.
27 Porque de verdad contra tu santo hijo Jesús, a quien tú has ungiste, ambos Herodes y
Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, fueron reunidos juntos.
28 Para hacer todo lo que tu mano y tu consejo determinaron antes ser hecho.
29 Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y concede a tus siervos, que con todo denuedo ellos
puedan hablar tu palabra;
30 Extendiendo adelante tu mano para sanar, y para que señales y maravillas puedan ser
hechas por el nombre de tu santo hijo Jesús.
La comunidad social de la Iglesia temprana
31 Y cuando ellos hubieron orado, el lugar fue sacudido donde ellos estaban ensamblados
juntos; y ellos fueron todos llenos con el Espíritu Santo, y ellos hablaron la palabra de Dios
con denuedo.
32 Y la multitud de los que creyeron era de un corazón y de un alma; ni decía ninguno de ellos
lo que debía de las cosas que él poseía ser suyas propias, sino que ellos tenían todas las cosas
comunes.
33 Y con gran poder daban los apóstoles testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y gran
gracia estaba sobre todos ellos.
34 Ni había allí ninguno entre ellos que necesitase; porque tantos como eran poseedores de
tierras o casas las vendían, y traían los precios de las cosas que eran vendidas,
35 Y lo ponían a los pies de los apóstoles; y distribución era hecha a cada hombre conforme a
como él tenía necesidad.
36 Y Joses, que por los apóstoles fue sobre nombrado Bernabé (que es, siendo interpretado, el
hijo de consolación), un levita, y de la tierra de Chipre,
37 Teniendo tierra, la vendió, y trajo el dinero y lo puso a los pies de los apóstoles.
Actos 5
Pena capital para la falsa profesión de piedad
1 Pero un cierto varón llamado Ananías, con Safira su esposa, vendieron una posesión,
2 Y retuvo parte del precio, su esposa también sabiéndolo; y trajo una cierta parte, y la puso a
los pies de los apóstoles.
3 Mas Pedro dijo: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu
Santo, y retuviste parte del precio de la tierra?
En Actos 4:27 y 4:30, falsificaciones cambian “hijo” y reemplazan por “siervo”. Pueden verlo en la biblia del Oso, DHH, ESV, LBLA, NKJV,
NTV, NVI, RSV entre otras.
Noten que en Actos 4:31 pueden ver a hombres llenos del Espíritu Santo, y no están hablando en lenguas. Los falsos siempre intentan decir que
para ser lleno del Espíritu Santo tienes que “hablar en lenguas”, cuando esa es una señal dada para los Judíos (1 Co 1:22), y al final de los actos
de los apóstoles ya no están activas porque se deja de ir a los Judíos. Si quieres ser lleno del Espíritu Santo, simplemente tienes que ser salvo.
9
4 Mientras la mantenías, ¿no era tuya propia? y después que fue vendida, ¿no estaba en tu
propio poder? ¿Por qué has tú concebido esto en tu corazón? Tú no has mentido a los hombres,
sino a Dios.
5 Y Ananías, oyendo estas palabras, cayó y entregó el espíritu. Y gran temor vino sobre todos
los que oyeron estas cosas.
6 Y los jóvenes se levantaron, lo enrollaron, y lo llevaron fuera, y lo sepultaron.
7 Y era como el espacio de tres horas después, cuando su esposa, no sabiendo lo que había
acontecido, entró.
8 Y Pedro respondió a ella: Dime si vosotros ¿vendisteis la tierra por tanto? Y ella dijo: Sí, por
tanto.
9 Entonces Pedro le dijo: ¿Cómo es que vosotros habéis acordado juntos para tentar al Espíritu
del Señor? He aquí, los pies de los que han sepultado a tu marido están a la puerta, y te sacarán
a ti.
10 Entonces ella cayó inmediatamente a sus pies, y entregó el espíritu, y los jóvenes entraron,
y la hallaron muerta; y llevándola adelante, la sepultaron junto a su marido.
11 Y gran temor vino sobre toda la iglesia, y sobre tantos como oyeron estas cosas.
Las señales apostólicas Judías en evidencia
12 Y por mano de los apóstoles eran hechas muchas señales y maravillas entre el pueblo; (y
ellos estaban todos con un acuerdo en el pórtico de Salomón.
13 Y del resto ninguno hombre osaba juntarse a sí mismo con ellos; pero el pueblo los
magnificaba.
14 Y más creyentes eran añadidos al Señor, multitudes, ambos de varones y mujeres);
15 A tal punto que traían los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al
menos la sombra de Pedro al pasar pudiese sombrear a alguno de ellos.
16 Allí vino también una multitud de las ciudades alrededor de Jerusalén, trayendo gente
enferma y los que eran atormentados con espíritus inmundos; y ellos eran sanados, cada uno.
Los apóstoles son arrestados y escapan de prisión
17 Entonces el sumo sacerdote se levantó y todos los que estaban con él, (que es la secta de
los saduceos), y fueron llenados con indignación;
18 Y echaron sus manos sobre los apóstoles y los pusieron en la prisión común.
19 Mas el ángel del Señor de noche abrió las puertas de la prisión, y los sacó fuera, y dijo:
20 Id, estad de pie y hablad en el templo al pueblo todas las palabras de esta vida.
21 Y cuando ellos oyeron esto, ellos entraron en el templo temprano en la mañana, y
enseñaban. Pero el sumo sacerdote vino, y los que estaban con él, y convocaron al concilio
juntos, y todo el senado de los hijos de Israel, y enviaron a la prisión para que fuesen traídos.
22 Pero cuando los oficiales llegaron, y no los hallaron en la prisión, ellos retornaron y dieron
aviso,
23 Diciendo: Ciertamente la prisión nosotros la hallamos cerrada con toda seguridad, y los
guardas de pie afuera delante de las puertas; pero cuando nosotros hubimos abierto, nosotros
no hallamos a nadie dentro.
10
Pedro le dice a los Judíos ortodoxos a dónde “head in”
24 Y cuando el sumo sacerdote y el capitán del templo y los jefes sacerdotes oyeron estas
cosas, ellos dudaban de ellos, a donde esto crecería.
25 Entonces vino uno, y les dijo, diciendo: He aquí, los varones que vosotros pusisteis en
prisión están de pie en el templo, y enseñando al pueblo.
26 Entonces fue el capitán con los oficiales, y los trajo sin violencia; porque ellos temían al
pueblo, no sea que ellos tuviesen que ser apedreados.
27 Y cuando ellos los hubieron traído, ellos los pusieron ante el concilio, y el sumo sacerdote
les preguntó,
28 Diciendo: ¿No os mandamos nosotros estrechamente, que vosotros no enseñaseis en este
nombre? Y he aquí, vosotros habéis llenado a Jerusalén con vuestra doctrina, e intentáis traer
la sangre de este hombre sobre nosotros.
29 Entonces Pedro y los otros apóstoles, respondieron y dijeron: Nosotros debemos obedecer
a Dios antes que a los hombres.
30 El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, al cual vosotros matasteis y colgasteis en un
madero.
31 A él, Dios ha exaltado con su mano derecha para ser un Príncipe y un Salvador, para dar
arrepentimiento a Israel y perdón de pecados.
32 Y nosotros somos sus testigos de estas cosas, y así es también el Espíritu Santo, el cual
Dios ha dado a los que le obedecen.
La respuesta de religiosos asesinos a la clara predicación
33 Cuando ellos oyeron esto, ellos fueron cortados hasta el corazón, y tomaron consejo para
matarlos.
34 Entonces levantándose allí uno en el concilio, un fariseo, llamado Gamaliel, un doctor de
la ley, tenía dentro reputación entre todo el pueblo, y mandó poner a los apóstoles adelante un
pequeño espacio,
Los apóstoles toman los azotes con gozo por Jesucristo
35 Y les dijo: Vosotros varones de Israel, prestad atención de vosotros mismos, que vosotros
intentáis hacer acerca de estos hombres.
36 Porque antes de estos días se levantó Teudas, jactándose a sí mismo ser alguien; al cual un
numero de hombres, cerca de cuatrocientos, se unieron juntos; el cual fue muerto, y tantos
como le obedecían, fueron dispersados y reducidos a nada.
37 Después de este hombre se levantó Judas de galilea, en los días de los impuestos, y llevó
mucho pueblo tras sí. Él también pereció; y todos, aún tantos como le obedecían fueron
dispersados.
38 Y ahora yo digo a vosotros: Absteneos de estos hombres, y dejadlos solos; porque si este
consejo o esta obra es de los hombres, vendrá a nada; Mt 15:14
39 Pero si es de Dios, vosotros no la podréis deshacer; no sea que por accidente vosotros seáis
hallados aún peleando contra Dios.
11
40 Y por él ellos convinieron; y cuando ellos hubieron llamado a los apóstoles, y

golpeándolos, ellos mandaron que ellos no debían hablar en el nombre de Jesús, y los dejaron
libres.
41 Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos que ellos fuesen contados dignos de
sufrir vergüenza por su nombre.
42 Y diariamente en el templo y en cada casa, ellos no cesaban de enseñar y predicar a
Jesucristo.
Actos 6
Primeros diáconos en la iglesia temprana
1 Y en aquellos días, cuando el número de discípulos fue multiplicado, allí se levantó una
murmuración de los Griegos, contra los Hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en el
ministerio diario.
2 Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos a ellos, y dijeron: No hay
razón para que nosotros debamos dejar la palabra de Dios, y servir mesas.
3 Por tanto, hermanos, buscad vosotros de entre vosotros a siete varones de reporte honesto,
llenos del Espíritu Santo y sabiduría, los cuales nosotros podamos apuntar sobre este negocio.
4 Mas nosotros nos daremos a nosotros mismos continuamente en oración, y en el ministerio
de la palabra.
5 Y lo dicho agradó a toda la multitud; y ellos escogieron a Esteban, un varón lleno de fe y del
Espíritu Santo, y a Felipe, y a Prócoro, y a Nicanor, y a Timón, y a Parmenas, y a Nicolás, un
prosélito de Antioquía.
6 A quienes ellos pusieron delante de los apóstoles, y cuando ellos hubieron orado, ellos
pusieron sus manos sobre ellos.
7 Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en Jerusalén
grandemente; y una gran compañía de sacerdotes fueron obedientes a la fe.
8 Y Esteban, lleno de fe y poder, hacía grandes maravillas y milagros entre el pueblo.
La oposición alejandrina a Esteban
9 Entonces allí se levantaron ciertos de la sinagoga, que es llamada la sinagoga de los

Libertinos, y Cireneos, y Alejandrinos, y de los de Cilicia, y de Asia, disputando con Esteban.
10 Y ellos no eran capaces de resistir la sabiduría y el espíritu con el cual él hablaba.
11 Entonces ellos sobornaron a hombres, que dijeron: Nosotros le hemos oído hablar palabras
blasfemas contra Moisés y contra Dios.
12 Y ellos agitaron al pueblo, y a los ancianos y a los escribas; y vinieron sobre él, y lo
tomaron, y le trajeron al concilio.
13 Y pusieron testigos falsos, que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas
contra este santo lugar, y la ley:
14 Porque nosotros le hemos oído decir, que este Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y
cambiará las costumbres que Moisés nos dio.
12
15 Y todos los que estaban sentados en el concilio, mirando fijamente en él, vieron su rostro
como si hubiese sido el rostro de un ángel.
Actos 7
Esteban revisa la historia de Israel
1 Entonces dijo el sumo sacerdote: ¿Son estas cosas así?

2 Y él dijo: Varones, hermanos, y padres, oíd: El Dios de gloria apareció a nuestro padre
Abraham, cuando él estaba en Mesopotamia, antes que él morase en Harán,
3 Y le dijo: Sal tú de tu tierra y de tu parentela, y ven a la tierra que yo te mostraré.
4 Entonces él salió de la tierra de los caldeos, y habitó en Harán: y de allí, cuando su padre
estaba muerto, él le trasladó a esta tierra, en la cual vosotros ahora habitáis.
5 Y él no le dio herencia en ella, no, ni tanto como para poner su pie encima; mas él prometió
que se la daría a él en posesión, y a su simiente después de él, cuando todavía él no tenía hijo.
6 Y Dios habló en esta manera: Que su simiente debería permanecer en una tierra extranjera, y
que ellos deberían traerlos a servidumbre y los tratarían mal cuatrocientos años.
7 Y la nación a quien ellos serán siervos, yo la juzgaré, dijo Dios; y después de esto ellos
saldrán y me servirán en este lugar.
8 Y él le dio el pacto de la circuncisión; y así Abraham engendró a Isaac, y le circuncidó al
octavo día; e Isaac engendró a Jacob, y Jacob engendró a los doce patriarcas.
9 Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a José a Egipto; pero Dios era con él,
10 Y le libró de todas sus aflicciones, y le dio favor y sabiduría en la vista de Faraón, rey de
Egipto, y él le hizo gobernador sobre Egipto y toda su casa.
11 Y allí vino un hambre sobre toda la tierra de Egipto y Canaán, y gran aflicción; y nuestros
padres no hallaban sustento.
12 Pero cuando Jacob oyó que allí había trigo en Egipto, él envió a nuestros padres primero.
13 Y a la segunda vez, José fue hecho conocido a sus hermanos, y el linaje de José fue hecho
conocido al Faraón.
14 Entonces José envió, y llamó a su padre Jacob a él, y a toda su parentela, setenta y cinco
almas.
15 Así Jacob descendió a Egipto, y murió, él y nuestros padres;
16 Y fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que Abraham compró por una
suma de dinero de los hijos de Hemor, el padre de Siquem.
17 Pero cuando el tiempo de la promesa se acercó, que Dios había jurado a Abraham, el pueblo
creció y se multiplicó en Egipto,
18 Hasta que otro rey se levantó, que no conocía a José.
19 El mismo trató sutilmente con nuestro linaje, y maltrató a nuestros padres, así que ellos
arrojaron sus jóvenes hijos, para que al fin ellos no pudiesen vivir.
20 En cuyo tiempo Moisés nació, y fue excesivamente hermoso; y nutrido en la casa de su
padre tres meses.
21 Y cuando él fue echado, la hija del Faraón le tomó, y lo nutrió como a su propio hijo.
22 Y Moisés fue enseñado en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en palabras y en
hechos.
23 Y cuando él cumplió cuarenta años de edad, le vino a su corazón visitar a sus hermanos, los
hijos de Israel.
13
24 Y viendo a uno de ellos sufrir injuria, él lo defendió, y vengó al que estaba oprimido, y
mató al egipcio.
25 Porque él supuso que sus hermanos habían entendido, como que Dios por su mano los
libraría, pero ellos no entendieron.
26 Y el siguiente día él se mostró a sí mismo a ellos, cuando ellos contendían, y los ponía al
uno otra vez, diciendo: Señores, vosotros sois hermanos, ¿por qué os injuriáis el uno a otro?
27 Pero el que hacía injuria su prójimo, le empujó lejos, diciendo: ¿Quién te hizo a ti un
gobernante y juez sobre nosotros?
28 ¿Quieres tú matarme, como tú hiciste al egipcio ayer?
29 Entonces huyó Moisés a este dicho, y fue un extranjero en tierra de Madián, donde él
engendró dos hijos.
30 Y cuando cuarenta años fueron expirados, allí le apareció en el desierto del monte Sinaí, un
ángel del Señor en una llama de fuego en un arbusto.
31 Cuando Moisés lo vio, se maravilló de la visión; y cuando él se acercó para mirarla, la voz
del Señor vino a él,
32 Diciendo: Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios
de Jacob. Entonces Moisés tembló, y no osaba mirar.
33 Entonces dijo el Señor a él: Quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar donde tú estás de
pie, es tierra santa.
34 Yo he visto, yo he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y yo he oído sus
gemidos, y he descendido para librarlos. Y ahora ven, yo te enviaré a Egipto.
35 Este Moisés al cual ellos rechazaron, diciendo: ¿Quién te hizo gobernante y un juez?, el
mismo envió Dios para ser un gobernante y un libertador por la mano del ángel que le apareció
en la arbusto.
36 Él los sacó, después que él hubo mostrado maravillas y señales en la tierra de Egipto, y en
el Mar Rojo, y en el desierto cuarenta años.
37 Éste es aquel Moisés, que dijo a los hijos de Israel: Un profeta levantará el Señor vuestro
Dios a vosotros de vuestros hermanos, semejante a mí; a él vosotros oiréis.
38 Éste es el, que estuvo en la iglesia en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte
Sinaí, y con nuestros padres; que recibió los oráculos de vida para darnos:
39 Al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes le empujaron de ellos, y en sus
corazones volvieron otra vez a Egipto,
40 Diciendo a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; por cuanto por este
Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.
41 Y ellos hicieron un becerro en aquellos días, y ofrecieron sacrificio al ídolo, y se
regocijaron en las obras de sus propias manos.
42 Entonces Dios se volvió, y los entregó para que adorasen al ejército del cielo; como está
escrito en el libro de los profetas: oh vosotros casa de Israel ¿Me habéis vosotros ofrecido
bestias muertas y sacrificios por el espacio de cuarenta años el desierto? Amo 5:26
43 Sí, vosotros levantasteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella de vuestro dios Remfan:
Figuras que vosotros hicisteis para adorarlas: Y yo os transportaré más allá de Babilonia.
En Actos 7:30, las corrupciones hechas por el vaticano remueven la frase “del Señor”. De esta manera dejan al ángel pudiendo ser del diablo
mismo. Pueden ver esto en falsificaciones de la biblia como la RVR1960, Douay Rheims, RV1602, DHH, ESV, LBLA, NTV, NVI, RSV, entre
muchas otras.
14
44 Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, como él había

apuntado, hablando a Moisés, que él lo hiciese conforme a la forma que él había visto.
45 Al cual también nuestros padres que vinieron después introdujeron con Jesús en la posesión
de los Gentiles, a los cuales Dios echó delante del rostro de nuestros padres, hasta los días de
David;
46 El cual halló favor delante de Dios, y deseó hallar un tabernáculo para el Dios de Jacob.
47 Mas Salomón le edificó una casa.
48 Sin embargo el más alto no habita en templos hechos de manos; como dice el profeta:
49 El cielo es mi trono, y la tierra es mi estrado de mis pies. ¿Qué casa vosotros me
edificaréis? dice el Señor: ¿O cuál es el lugar de mi reposo? Act 17:24
50 ¿No ha hecho mi mano todas estas cosas?
Esteban aplica su sermón
51 Vosotros duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros siempre resistís al

Espíritu Santo; como vuestros padres hicieron, así hacéis vosotros.
52 ¿A cuál de los profetas no han perseguido vuestros padres? Y ellos han matado a los que
antes anunciaron de la venida del Justo, del cual vosotros habéis sido ahora los traidores y
asesinos;
53 Que habéis recibido la ley por la disposición de ángeles, y no la habéis guardado.
El primer mártir del Señor en el nuevo testamento
54 Cuando ellos oyeron estas cosas, ellos fueron cortados hasta el corazón, y ellos crujían en
él con sus dientes.
55 Más él, siendo lleno del Espíritu Santo, miró arriba fijamente al cielo, y vio la gloria de
Dios, y a Jesús de pie a la mano derecha de Dios,
56 Y dijo: He aquí, yo veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la mano derecha
de Dios.
57 Entonces ellos gritaron con una alta voz, y taparon sus oídos, y corrieron sobre él con un
acuerdo.
58 Y lo echaron fuera de la ciudad, y lo apedrearon; y los testigos pusieron sus vestiduras a
los pies de un joven, cuyo nombre era Saulo.
59 Y ellos apedrearon a Esteban, invocando a Dios y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu.
60 Y él arrodillándose, y clamando con una alta voz: Señor, no pongas este pecado en su
carga. Y cuando él hubo dicho esto, él cayó dormido.
En el verso Actos 7:54, se marca el fin de la dispensación Mosaica (Juan el Bautista evangelio del reino, ver nota de Efesios 3). Esto porque
este es el final rechazo del “Evangelio de reino” dado a Israel por Juan el Bautista y Jesucristo. Jesucristo murió bajo la ley (Gal 3:13), murió
por la ley (Col 2:14), para redimir a los que no guardaron la ley (Gal 4:4-5, Rom 2:17-23). Los Judíos rechazaron a su Rey antes de su muerte
(Juan 19:15) y después de su resurrección acá. Luego de esto no se hacen más señales y maravillas en la ciudad de Jerusalén.
15
Actos 8
Reavivamiento en Samaria
1 Y Saulo estaba consintiendo en su muerte. Y en aquel tiempo había una gran persecución
contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos fuera por las regiones de
Judea y de Samaria, excepto los apóstoles.
2 Y hombres devotos llevaron a Esteban a su entierro, hicieron gran lamentación sobre él.
3 En cuanto a Saulo, él hacía estragos de la iglesia, entrando a cada casa, y arrastrando
hombres y mujeres los entregaba a prisión.
4 Por consiguiente, los que fueron esparcidos fuera, fueron por todas partes predicando la
palabra.
5 Entonces Felipe descendió a la ciudad de Samaria, y predicaba a Cristo a ellos.
6 Y el pueblo con un acuerdo prestaba atención a aquellas cosas que Felipe hablaba, oyendo y
viendo los milagros que él hacía.
7 Porque espíritus inmundos, clamando con alta voz, salían de muchos que estaban poseídos
con ellos; y muchos tomados con parálisis y que estaban cojos, eran sanados.
8 Y había gran gozo en aquella ciudad.
9 Pero había un cierto hombre llamado Simón, el cual tiempo atrás en la misma ciudad usó
hechicería, y hechizó al pueblo de Samaria, divulgando que él mismo era algún grande.
10 Al cual todos ellos prestaban atención, desde el más pequeño hasta el más grande,
diciendo: Este hombre es el gran poder de Dios.
11 Y a él ellos le tenían respeto, por cuanto de largo tiempo él los había hechizado con
hechicerías.
12 Pero cuando ellos creyeron a Felipe, predicándoles las cosas concernientes al reino de
Dios, y el nombre de Jesucristo, ellos fueron bautizados, ambos hombres y mujeres.
13 Entonces Simón mismo creyó también, y cuando él fue bautizado, él continuó con Felipe, y
se maravilló, viendo los milagros y señales que eran hechas.
Sucesión apostólica de los Judíos a los Samaritanos
14 Y cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén, oyeron que Samaria había recibido la
palabra de Dios, ellos les enviaron a Pedro y a Juan;
15 Los cuales, cuando ellos hubieron descendido, oraron por ellos, para que ellos pudiesen
recibir el Espíritu Santo;
16 Porque como aún él no había caído sobre ninguno de ellos, solamente ellos eran bautizados
en el nombre del Señor Jesús.
17 Entonces ellos pusieron sus manos sobre ellos, y ellos recibieron el Espíritu Santo.
18 Y cuando Simón vio que por el poner encima de las manos de los apóstoles el Espíritu
Santo era dado, él les ofreció dinero,
19 Diciendo: Dadme también este poder, para que en cualquiera que yo pusiere las manos, él
pueda recibir el Espíritu Santo.
En el verso 8:16, las falsificaciones eliminan la palabra “Señor”. Pueden ver esto en falsificaciones como: RVR1960, OSO, RV1602,
RV1569, entre otras.
16
20 Pero Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque tú has pensado que el don de Dios
puede ser comprado con dinero.
21 Tú no tienes parte ni suerte en este asunto; porque tu corazón no es correcto en la vista de
Dios.
22 Arrepiéntete por tanto, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás el pensamiento de tu
corazón te sea perdonado.
23 Porque yo percibo que tú estás en la hiel de amargura y en la prisión de iniquidad.
24 Entonces respondió Simón, y dijo: Rogad vosotros al Señor por mí, para que ninguna de
estas cosas que vosotros habéis dicho, venga sobre mí.
25 Y ellos, cuando ellos hubieron testificado y predicado la palabra del Señor, retornaron a
Jerusalén, y predicaron el evangelio en muchas aldeas de los samaritanos.
La conversión del Etíope eunuco
26 Y el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, al camino que
desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
27 Y él se levantó, y fue. Y he aquí un hombre de Etiopía, un eunuco de gran autoridad bajo
Candace reina de los etíopes, el cual estaba a cargo de todo su tesoro, y había venido a
Jerusalén para adorar,
28 Estaba retornando, y sentado en su carro, leía a Isaías el profeta.
29 Entonces el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y únete a ti mismo a este carro.
30 Y Felipe corrió allá hacia él, y le oyó leer al profeta Isaías, y dijo: ¿Entiendes tú lo que tú
lees?
31 Y él dijo: ¿Cómo podré yo, excepto que algún hombre me guíe? Y él rogó a Felipe que él
subiese y se sentase con él.
32 El lugar de la Escritura que él leía era éste: Él fue llevado como una oveja a la matanza; y
como un cordero mudo delante de su trasquilador, así no abrió su boca.
33 En su humillación su juicio fue quitado: ¿Y quién declarará su generación?, Porque su vida
es quitada de la tierra.
34 Y el eunuco respondió a Felipe, y dijo: Yo te ruego ¿de quién dice el profeta esto? ¿De sí
mismo, o de algún otro hombre?
35 Entonces Felipe abrió su boca, y comenzó en la misma Escritura, y le predicó a Jesús.
36 Y cuando ellos iban en su camino, ellos vinieron a cierta agua; y el eunuco dijo: Mira, aquí
hay agua; ¿qué me impide ser bautizado?
37 Y Felipe dijo: Si tú crees con todo tu corazón, tú puedes. Y él respondió y dijo: Yo creo
que Jesucristo es el Hijo de Dios.
38 Y él mandó al carro a detenerse; y ellos descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y
él le bautizó.
39 Y cuando ellos hubieron subido del agua, el Espíritu del Señor atrapó lejos a Felipe; para que
el eunuco no le viese más, y él continuó su camino regocijándose.
El verso Actos 8:37 se encuentra totalmente borrado en falsificaciones de la biblia como la NVI, NTV, DHH, RSV… se imaginan la razón?
R: Dice claramente que el requisito es “Si tú crees con todo tu corazón”. Es decir, se debe de creer con el corazón, no con la cabeza o es en vano
(1 Co 15:2). Y además implica que no se puede ser un niño sin entendimiento.
Existe plena evidencia de este versículo que la gran ramera borra en A.D. 255 (Cyprian), AD 190 190 (Iraneus), AD370 (Pacian), entre otras.
17
40 Pero Felipe fue hallado en Azoto; y pasando por, él predicó en todas las ciudades, hasta que
él vino a Cesarea.
Actos 9
La notable conversión de un Judío inquisidor
1 Y Saulo, aún respirando fuera amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al
sumo sacerdote,
2 Y pidió de él cartas para Damasco a las sinagogas, para que si él hallase algunos de este
camino, si ellos fuesen hombres o mujeres, él los pudiese traer presos a Jerusalén.
3 Y cuando él viajaba, él vino cerca de Damasco, y repentinamente allí resplandeció alrededor
de él una luz del cielo;
4 Y él cayó a la tierra, y oyó una voz diciéndole: Saulo, Saulo, ¿por qué tú me persigues?
5 Y él dijo: ¿Quién eres tú, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues; es duro
para ti patear contra los aguijones.
6 Y él temblando y asombrado, dijo: Señor, ¿qué quieres tú que yo haga? Y el Señor le dijo:
Levántate y entra en la ciudad, y te será dicho lo que tú debes hacer.
7 Y los hombres que viajaban con él, se pararon sin palabras, oyendo una voz, pero viendo a
nadie.
8 Y Saulo se levantó de la tierra, y cuando sus ojos fueron abiertos, él no veía a nadie; pero
ellos le llevaron de la mano, y lo trajeron a Damasco.
9 Y él estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
Los eventos que siguieron la conversión de Saulo
10 Y había un cierto discípulo en Damasco llamado Ananías, y a él dijo el Señor en una

visión: Ananías. Y él dijo: He aquí, Yo estoy aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas
por uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora;
12 Y ha visto en una visión un varón llamado Ananías, entrando y poniendo sus manos sobre
él, para que él pueda recibir su vista.
13 Entonces Ananías respondió: Señor, yo he oído por muchos de este hombre, cuantos males
él ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14 Y aquí él tiene autoridad de los jefes de los sacerdotes para atar a todos los que invocan en
tu nombre.
15 Pero el Señor le dijo: Ve por tu camino; porque él es un vaso escogido para mí, para llevar
mi nombre delante de los gentiles, y reyes, y los hijos de Israel; Gal 1:11
16 Porque yo le mostraré cuan grandes cosas el debe sufrir por causa de mi nombre.
En Actos 9:5, biblias falsas remueven el “Y el ***Señor*** dijo”. Pueden ver estos ataques en biblias como: RVR1960, Douay Rheims, RSV,
NVI, NTV, NASB, LBLA, ESV, DHH, RV1602, entre otras
18
17 Y Ananías siguió su camino y entró en la casa, y poniendo sus manos sobre él, dijo:
Hermano Saulo, el Señor, Jesús, que te apareció en el camino cuando tú venías, me ha enviado
para que tú puedas recibir la vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18 E inmediatamente allí cayeron de sus ojos como si hubiesen sido escamas, y él recibió la
vista inmediatamente; y se levantó, y fue bautizado.
19 Y cuando él hubo recibido alimento, él fue fortalecido. Entonces estuvo Saulo ciertos días
con los discípulos que estaban en Damasco.
Ministerio temprano de Saulo a los Judíos y Griegos
20 E inmediatamente él predicaba a Cristo en las sinagogas, que él es el Hijo de Dios.

21 Pero todos los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que destruía a los que
invocaban en este nombre en Jerusalén, y vino acá en esa intención, para que él pudiese
llevarlos atados a los jefes sacerdotes?
22 Pero Saulo incrementaba más en fuerza, y confundía a los Judíos que moraban en Damasco,
probando que éste es el mismo Cristo.
23 Y después que muchos días fueron cumplidos, los Judíos tomaron consejo para matarle;
24 Pero sus asechanzas fueron conocidas para Saulo. Y ellos vigilaban las puertas día y de
noche para matarle. 25 Entonces los discípulos, le tomaron de noche, y le bajaron por el muro
en un canasto.
26 Y cuando Saulo vino a Jerusalén, él testeó juntarse a sí mismo con los discípulos; pero
todos ellos estaban temerosos de él, y no creyeron que él era un discípulo.
27 Pero Bernabé le tomó, y le trajo a los apóstoles, y declaró a ellos cómo él había visto al
Señor en el camino, y que él le había hablado, y cómo él había predicado con denuedo en
Damasco en el nombre de Jesús.
28 Y él estaba con ellos, entrando y saliendo en Jerusalén;
29 Y él hablaba con denuedo en el nombre del Señor Jesús; y disputaba contra los griegos;
mas ellos procuraban matarle.
30 Lo cual cuando los hermanos supieron, ellos le llevaron abajo a Cesarea, y le enviaron a
Tarso.
31 Entonces tuvieron las iglesias descanso por toda Judea, y Galilea, y Samaria, y eran
edificadas, y andando en el temor del Señor; y en el confort del Espíritu Santo, eran
multiplicadas.
Pedro sana a los enfermos y levanta a los muertos
32 Y vino a pasar, cuando Pedro pasaba por todos los alojamientos, él bajó también a los
santos que moraban en Lida.
33 Y allí él halló a cierto hombre llamado Eneas, que había permanecido en su cama 8 años, y
estaba enfermo de parálisis.
En Actos 9:29 las falsificaciones acostumbran a remover “Jesús”, pueden ver esto en falsificaciones como: RVR1960, Douay Rheims,
RV1569, RSV, NVI, NTV, NASB, ESV, DHH, RV1602, OSO, entre otras.
19
34 Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te hace sano; levántate, y haz tu cama. Y él se levantó
inmediatamente.
35 Y todos los que moraban en Lida y Sarón le vieron, y se convirtieron al Señor.
36 Y había en Jope una cierta discípula llamada Tabita, que por interpretación es llamado
Dorcas. Ésta mujer era llena de buenas obras y de limosnas que ella hacía.
37 Y vino a pasar en aquellos días, que ella estaba enferma, y murió; la cual cuando ellos la
hubieron lavado, ellos la pusieron en un aposento alto.
38 Y puesto que como Lida estaba cerca de Jope, y los discípulos habían oído que Pedro
estaba allí, ellos le enviaron dos hombres, rogándole que no se retrase para venir a ellos.
39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando él llegó, ellos le llevaron al aposento
alto, y todas las viudas se pararon junto a él llorando, y mostrando los abrigos y vestidos que
Dorcas hacía, cuando ella estaba con ellas.
40 Mas Pedro puso a todos fuera, y se arrodilló, y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita,
levántate. Y ella abrió sus ojos, y cuando ella vio a Pedro, ella se sentó.
41 Y él le dio su mano, y la levantó; y cuando él hubo llamado a los santos y las viudas, la
presentó viva.
42 Y fue conocido por toda Jope; y muchos creyeron en el Señor.
43 Y vino a pasar, que él se quedó muchos días en Jope, con un Simón, un curtidor.
Actos 10
Dios honra las oraciones y limosnas de Cornelio
1 Había un cierto varón en Cesarea llamado Cornelio, un centurión de la compañía llamada la

compañía Italiana,
2 Un hombre devoto, y uno que temía a Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al
pueblo y oraba a Dios siempre.
3 Él vio en una visión evidentemente cerca de la novena hora del día, un Ángel de Dios
entrando hacia él, y diciéndole: Cornelio.
4 Y cuando él miró sobre él, él tuvo miedo, y dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y
tus limosnas han subido en un memorial delante de Dios.
5 Y ahora envía hombres a Jope, y convoca por un Simón, cuyo sobrenombre es Pedro.
6 Éste posa con un Simón, un curtidor, cuya casa está por el lado del mar; él te dirá lo que tú
debes hacer.
7 Y cuando el Ángel que habló a Cornelio se fue, él llamó a dos de sus criados, y a un devoto
soldado de los que servían a él continuamente;
8 Y cuando él hubo declarado todas estas cosas a ellos, él los envió a Jope.
La preparación de un misionario reacio
9 En el día siguiente, cuando ellos iban en su camino, y llegando cerca de la ciudad, Pedro
subió sobre la azotea a orar, cerca de la sexta hora;
10 Y él se volvió muy hambriento, y quiso haber comido; pero mientras ellos se preparaban, él
cayó en un trance;
20
11 Y vio el cielo abierto, y un cierto vaso descendiendo a él, como si hubiese sido una gran
hoja tejida de las cuatro esquinas, y bajada a la tierra;
12 En el cual había toda manera de bestias cuadrúpedas de la tierra, y bestias salvajes, y cosas
que se arrastran, y aves del aire.
13 Y allí vino una voz a él: Levántate, Pedro, mata y come.
14 Pero Pedro dijo: Así no, Señor; porque yo nunca he comido cosa alguna que sea común o
inmunda.
15 Y la voz habló a él la otra vez segunda vez: Lo que Dios ha limpiado, a eso no lo llames tú
común.
16 Esto fue hecho tres veces; y el vaso fue recibido arriba otra vez en el cielo.
17 Y mientras Pedro dudaba dentro de sí lo que esta visión que él había visto debiese
significar, he aquí, los hombres que fueron enviados de Cornelio, habían hecho preguntas por
la casa de Simón, y se pararon delante de la puerta.
18 Y llamaron, y preguntaron si Simón, que tenía por sobrenombre Pedro, estaba posando allí.
Las relaciones con un piadoso, religioso y no salvo “católico”
19 Mientras Pedro pensaba en la visión, el Espíritu le dijo: He aquí, tres hombres te buscan.
20 Levántate, por tanto, y desciende tú, y anda con ellos, dudando nada; porque yo los envié.
21 Entonces Pedro, descendió a los hombres que fueron enviados a él de Cornelio, y dijo: He
aquí, yo soy el que vosotros buscáis; ¿cuál es la causa por la que vosotros habéis venido?
22 Y ellos dijeron: Cornelio el centurión, un varón justo, y uno que teme a Dios, y de buen
reporte entre toda la nación de los Judíos, fue avisado de Dios por un santo ángel, a enviar por
ti a su casa, y a oír palabras de ti.
23 Entonces él los llamó a entrar, y los hospedó. Y en el día siguiente Pedro fue lejos con
ellos; y ciertos hermanos de Jope lo acompañaron.
24 Y al otro día después ellos entraron en Cesarea. Y Cornelio esperaba por ellos, y habiendo
llamado juntos a sus parientes y amigos cercanos.
25 Y cuando Pedro estaba entrando, Cornelio le recibió; y cayó a sus pies, y le adoró.
26 Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate; yo mismo también soy un hombre.
27 Y cuando él hablaba con él, él entró, y halló a muchos que se habían reunido.
28 Y él les dijo: Vosotros sabéis el cómo, que es una cosa ilícita para un varón que es un Judío
mantener compañía, o llegarse a uno de otra nación; pero Dios me ha mostrado que yo no
debo llamar a ningún hombre común o inmundo;
29 Por lo cual, yo vine a vosotros sin oposición, tan pronto como yo fui enviado para. Yo
pregunto por tanto, ¿Por cuál intención vosotros habéis enviado por mí?
30 Y Cornelio dijo: Hace cuatro días yo estaba ayunando hasta esta hora; y a la novena hora
yo oraba en mi casa, y he aquí, un varón se puso de pie delante de mí en vestidura brillante,
31 Y dijo: Cornelio, tu oración es oída, y tus limosnas han venido en memoria en la vista de
Dios.
32 Envía por tanto a Jope, y llama acá a Simón, cuyo sobrenombre es Pedro; él posa en la casa
de un Simón, un curtidor, por el lado del mar; el cual cuando él venga, te hablará.
33 Inmediatamente por eso yo envié por ti; y tú has hecho bien que tú hayas venido. Ahora
por tanto, nosotros estamos todos aquí presentes delante de Dios, para oír todas las cosas que
te son mandadas de Dios.
21
34 Entonces Pedro abrió su boca, y dijo: De verdad yo percibo que Dios no es respetador de
personas;
35 Sino que en toda nación, el que le teme, y obra justicia, es aceptado de él.
36 La palabra que Dios envió a los hijos de Israel, predicando paz por Jesucristo; (él es Señor
de todos).
37 Esa palabra, yo digo, vosotros sabéis, que fue publicada por toda Judea; y comenzando
desde Galilea, después del bautismo que Juan predicó,
38 Cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y con poder; el cual anduvo
haciendo bien, y sanando a todos los que estaban oprimidos del diablo; porque Dios era con él.
39 Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo ambos en la tierra de los Judíos y en
Jerusalén; al cual ellos mataron y lo colgaron en un madero.
40 A él Dios levantó al tercer día, y lo manifestó abiertamente,
41 No a todo el pueblo, sino a los testigos escogidos delante de Dios, exactamente a nosotros,
que comimos y bebimos con él después que él se levantó de los muertos.
42 Y él nos mandó a predicar al pueblo, y a testificar que él es el que fue ordenado de Dios
para ser el Juez de vivos y muertos.
43 A él dan todos los profetas testimonio, de que por su nombre todos los que creen en él,
recibirán remisión de pecados.
Dios interrumpe la invitación “pentecostal” de Pedro
44 Mientras Pedro aún hablaba estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían
la palabra.
45 Y los de la circuncisión que creyeron, estaban asombrados, tantos como vinieron con
Pedro, porque aquello sobre los gentiles también era derramado el don del Espíritu Santo.
46 Porque ellos los oían hablar en lenguas, y magnificar a Dios. Entonces respondió Pedro:
47 ¿Puede alguno impedir el agua, para que éstos no sean bautizados, que han recibido el
Espíritu Santo también como nosotros?
48 Y él les mandó que fueran bautizados en el nombre del Señor. Entonces ellos le rogaron
que se quedase por ciertos días.
Actos 11
Una revisión de los eventos de Actos 10
1 Y los apóstoles y hermanos que estaban en Judea, oyeron que los gentiles también habían
recibido la palabra de Dios.
En Actos 10:35 Cornelio es “aceptado” en el sentido de Rom 2:6-7, él consigue una chance para oír la verdad, en ninguna parte dice que era
salvo.
Muchos farsantes usan Actos 10:43, para decir que “la salvación siempre ha sido la misma”, pero lo claro es que ningún profeta en el antiguo
testamento habló de “remisión de pecados por Jesucristo”, el nombre de Jesucristo no había sido siquiera mencionado. Pedro está dando
testimonio de la persona y obra de Jesucristo, y que si Cornelio y su casa cree la predicación en nombre de Cristo, serán perdonados sus
pecados. En cuando a los profetas del antiguo testamento, Pedro deja claro que ellos no entendían lo que estaban profetizando (1 Ped 1:11-12).
Biblias falsas agregan la palabra “Jesús” al verso Act 10:48, para así intentar convertir esto en el bautismo Judío de Pedro (Act 2:38). Cuando
se habla del “Señor”, se refiere a Dios mismo (Padre, Palabra y Espíritu Santo), es decir un bautismo “gentil” (Mat 29:19), y Cornelio es
Gentil.
22
2 Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión contendían con él,
3 Diciendo: Tú entraste a varones incircuncisos, y comiste con ellos
4 Pero Pedro enumeró el asunto desde el principio, y lo expuso por orden a ellos, diciendo:
5 Yo estaba en la ciudad de Jope orando, y en un trance yo vi una visión; un cierto vaso
descendía, como si hubiese sido una gran lámina, bajada desde el cielo por cuatro esquinas, y
venía hasta mí.
6 Sobre el cual cuando yo hube fijado mis ojos, yo consideré y vi bestias cuadrúpedas de la
tierra, y bestias salvajes, y cosas que se arrastran, y aves del aire.
7 Y yo oí una voz diciéndome: Levántate, Pedro, mata y come.
8 Pero yo dije: Así no, Señor; porque nada común o inmundo ha entrado en algún tiempo en
mi boca.
9 Pero la voz me respondió otra vez desde el cielo: Lo que Dios ha limpiado, a eso no llames
tú común.
10 Y esto fue hecho tres veces; y todo fue alzado otra vez al cielo.
11 Y he aquí, inmediatamente allí estaban tres hombres ya venidos a la casa donde yo estaba,
enviados de Cesarea a mí.
12 Y el Espíritu me mandó ir con ellos, dudando nada. Además estos seis hermanos me
acompañaron, y nosotros entramos en casa del varón,
13 Y él nos mostró cómo él había visto un Ángel en su casa, que se puso de pie, y le dijo:
Envía hombres a Jope, y llama por Simón, cuyo sobrenombre es Pedro;
14 El cual te hablará palabras por las cuales tú y toda tu casa serán salvos.
15 Y cuando yo comencé a hablar, el Espíritu Santo cayó sobre ellos, como sobre nosotros al
principio.
16 Entonces recordé yo la palabra del Señor, como que él dijo: Juan ciertamente bautizó con
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
17 Ya que entonces cuando Dios les dio el mismo don como él hizo a nosotros, que creímos en
el Señor Jesucristo, ¿qué era yo, para que yo pudiese resistir a Dios?
18 Cuando ellos oyeron estas cosas, ellos mantuvieron su paz, y glorificaron a Dios, diciendo:
Por tanto Dios ha concedido también a los gentiles arrepentimiento para vida.
El origen del término “Cristiano”
19 Y los que fueron esparcidos fuera tras la persecución que se levantó con respecto a
Esteban, viajaron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, predicando la palabra a nadie sino a los
Judíos solamente.
20 Y algunos de ellos eran varones de Chipre y de Cirene, los cuales, cuando ellos vinieron a
Antioquía, hablaron a los griegos, predicando al Señor Jesús.
21 Y la mano del Señor estaba con ellos; y un gran número creyó y se convirtió al Señor.
22 Entonces, noticias de estas cosas llegó a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y ellos
enviaron a Bernabé, para que él pudiese ir hasta Antioquía.
23 El cual, cuando él vino, y hubo visto la gracia de Dios, estaba alegre, y los exhortó a todos,
para que con propósito de corazón ellos se uniesen al Señor.
24 Porque él era un varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe; y mucha gente fue
añadida al Señor.
25 Entonces partió Bernabé a Tarso, para buscar a Saulo;
23
26 Y cuando él le hubo hallado, él le trajo a Antioquía. Y vino a pasar, que un año entero ellos
se reunieron a sí mismos con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y los discípulos fueron
llamados Cristianos primeramente en Antioquía.
La onceava hambruna en la Escritura
27 Y en aquellos días vinieron profetas de Jerusalén a Antioquía.

28 Y allí levantándose uno de ellos, llamado Agabo, y significado por el Espíritu, que allí
había de haber gran hambre por todo el mundo; que vino a pasar en los días de Claudio César.
28 Entonces los discípulos, cada hombre conforme a su habilidad, determinó enviar ayuda a
los hermanos que moraban en Judea:
30 Lo cual también ellos hicieron, y lo enviaron a los ancianos por las manos de Bernabé y de
Saulo.
Actos 12
El encarcelamiento y escape de Simón Pedro
1 Y cerca de aquel tiempo Herodes el rey extendió sus manos para maltratar a ciertos de la
iglesia.
2 Y él mató a Jacobo el hermano de Juan con la espada.
3 Y porque él vio que agradó a los Judíos, él procedió más allá para prender a Pedro también.
(Eran entonces los días de los panes sin levadura.)
4 Y cuando ellos le hubieron prendido, él le puso en prisión, y lo entregó a cuatro cuaterniones
de soldados para guardarle; con la intención de traerle luego de Easter delante del pueblo.
5 Pedro por tanto era guardado en prisión; mas oración era hecha sin cesar por la iglesia a Dios
por él.
6 Y cuando Herodes había de traerle adelante, la misma noche Pedro estaba durmiendo entre
dos soldados, preso con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta guardaban la prisión.
7 Y he aquí, el ángel del Señor vino sobre él, y una luz resplandeció en la prisión; y él golpeó
a Pedro en el costado, y le levantó, diciendo: Levántate pronto. Y las cadenas se le cayeron de
sus manos.
8 Y el ángel le dijo: Cíñete a ti mismo, y átate tus sandalias. Y así él hizo. Y le dijo: Por tu
ropa alrededor de ti, y sígueme.
9 Y él salió, y le seguía; y no sabía que era verdad lo que era hecho por el ángel, mas él
pensaba que veía una visión.
En el verso Actos 12:4 todas las biblias falsas colocan “pascua”, pero eso es incorrecto. La biblia King James, la purificada 7 veces como dice
el salmo 12:6-7 (Y sus 7 purificaciones son Tyndale, Coverdale, Mattheus, Great, Geneva, Bishops and King James) siempre ha estado en lo
correcto porque:
1.- En el versículo 3 dice que eran “los días de los panes sin levadura”. Y si revisamos levítico 23:4-6, queda claro que:
El día 14 es la pascua, el día 15 es la fiesta de los panes sin levadura.
Y el verso 3 nos dice que ya había pasado la pascua, porque nos dice que eran los días de los panes sin levadura, o sea, no puede ser pascua.
La intención de sacarlo era justamente en Easter (Ishtar), el festival Pagano.
2.- Los farsantes dicen “La palabra es pasca!”, y se traduce “Passover”! Pero si no conocen bien esto caen en la trampa. Saben ustedes cual es
la palabra griega para Easter? R: Pasca. Entonces Pasca puede ser “Easter” o “Passover”, y la traducción se hace mediante el contexto. La
King James es la palabra perfecta, purificada 7 veces, y es la única que lo dice correcto, Easter (Ishtar), el festival pagano
3.- Herodes era un pagano. No es un Judío y no sigue las fiestas de los Judíos. Para él venía Easter, una festividad babilónica satanista.
Confíen en lo que dice la King James, siempre, es la palabra perfecta de Dios, y la palabra obra eficazmente en los que creen (1 Tes 2:13).
24
10 Y cuando ellos hubieron pasado la primera y segunda guardia, ellos vinieron a la puerta de
hierro que conduce a la ciudad, la cual se abrió a ellos de su propio acuerdo; y ellos salieron y
pasaron por una calle, e inmediatamente el ángel se apartó de él.
11 Y cuando Pedro hubo vuelto en sí, él dijo: Ahora yo entiendo de seguro, que el Señor ha
enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de toda expectación del pueblo de
los Judíos.
12 Y cuando él hubo considerado el asunto, él vino a la casa de María la madre de Juan, cuyo
sobrenombre era Marcos, donde muchos estaban reunidos juntos orando.
13 Y cuando Pedro golpeaba a la puerta del portal, una damisela vino a escuchar, llamada
Rode,
14 Y cuando ella reconoció la voz de Pedro, ella no abrió la puerta de alegría, sino que corrió
adentro, y contó como Pedro estaba de pie delante de la puerta.
15 Y ellos le dijeron: Tú estás loca. Pero ella constantemente afirmaba que era aún así.
Entonces ellos dijeron: Es su ángel.
16 Mas Pedro continuó golpeando; y cuando ellos hubieron abierto la puerta, y le vieron, ellos
estaban asombrados.
17 Pero él, haciéndoles señas con la mano que mantuviesen su paz, les declaró cómo el Señor
le había sacado de la prisión. Y él dijo: Id, mostrad estas cosas a Jacobo, y a los hermanos. Y
él salió, y fue a otro lugar.
18 Y tan pronto como fue de día, había no poco alboroto entre los soldados, qué había sido de
Pedro.
19 Y cuando Herodes hubo buscado por él, y no le halló, él examinó los guardas, y ordenó que
ellos debían ser puestos a muerte. Y él descendió de Judea a Cesarea, y allí se quedó.
Dios reparte pena capital por no darle Gloria
20 Y Herodes estaba altamente enojado con los de Tiro y Sidón; mas ellos vinieron con un
acuerdo a él, y habiendo hecho a Blasto, el chambelán del rey, su amigo, deseaban paz;
porque su territorio era nutrido por el país del rey.
21 Y sobre un día señalado, Herodes vestido en ropa real, se sentó sobre su trono, y les hizo
un discurso.
22 Y el pueblo dio un grito, diciendo: ¡Es la voz de un dios, y no de un hombre!
23 E inmediatamente el ángel del Señor le hirió, por cuanto él no dio la gloria a Dios; y él fue
comido por gusanos, y entregó el espíritu.
24 Mas la palabra de Dios crecía y se multiplicaba.
25 Y Bernabé y Saulo retornaron de Jerusalén, cuando ellos hubieron cumplido su ministerio,
y tomaron con ellos a Juan, cuyo sobrenombre era Marcos.
Actos 13
Los primeros profesores de la biblia y misionarios de Antioquía
1 Y allí había en la iglesia que estaba en Antioquía ciertos profetas y maestros; como Bernabé,
y Simón que era llamado Niger, y Lucio de cirene, y Manahén, que había sido criado con
Herodes el tetrarca, y Saulo.
25
2 Como ellos, ministrando al Señor, y ayunando, el Espíritu Santo dijo: Separadme a Bernabé
y Saulo para la obra para la cual yo los he llamado.
3 Y cuando ellos hubieron ayunado y orado, y poniendo sus manos sobre ellos, ellos los
enviaron lejos.
El comienzo del primer viaje misionario de Pablo
4 Así que ellos, siendo enviados adelante por el Espíritu Santo, salieron a Seleucia; y de allí
ellos navegaron a Chipre.
5 Y cuando ellos estaban en Salamina, ellos predicaron la palabra de Dios en las sinagogas de
los Judíos; y ellos tenían también a Juan por su ministro.
6 Y cuando ellos hubieron ido por la isla hasta Pafos, ellos hallaron a un cierto hechicero, un
falso profeta, un Judío, cuyo nombre era Barjesús;
7 El cual estaba con el delegado del país, Sergio Paulo, un varón prudente. Que llamó por
Bernabé y Saulo, y deseaba oír la palabra de Dios.
8 Mas Elimas el hechicero (que así es su nombre por interpretación), les resistía, buscando
apartar al delegado de la fe.
9 Entonces Saulo, (que también es llamado Pablo), lleno con el Espíritu Santo, poniendo sus
ojos en él,
10 Y dijo: Oh, lleno de toda sutilidad y toda maldad, tú hijo del diablo, tú enemigo de toda
justicia: ¿No cesarás tú de pervertir los rectos caminos del Señor?
11 Y ahora, he aquí, la mano del Señor es sobre ti, y tú serás ciego, y no viendo el sol por un
tiempo. E inmediatamente allí cayó sobre él oscuridad y tinieblas; y él fue alrededor,
buscando alguien para conducirle con la mano.
12 Entonces el delegado, cuando él vio lo que había sido hecho, creyó, siendo maravillado de
la doctrina del Señor.
13 Y cuando Pablo y su compañía aflojaron de Pafos, ellos vinieron a Perge de Panfilia. Y
Juan, apartándose de ellos, retornó a Jerusalén.
Sermón de Pablo en Antioquía de Pisidia
14 Pero cuando ellos salieron de Perge, ellos vinieron a Antioquía de Pisidia, y entraron en la
sinagoga en el día sábado, y se sentaron.
15 Y después de la lectura de la ley y los profetas, los gobernadores de la sinagoga enviaron a
ellos, diciendo: Vosotros varones y hermanos, si vosotros tenéis alguna palabra de exhortación
para el pueblo, hablad.
16 Entonces Pablo levantándose, y haciendo señas con su mano, dijo: Varones de Israel, y
vosotros que teméis a Dios, dad audiencia:
17 El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y exaltó al pueblo cuando ellos
moraron como extranjeros en la tierra de Egipto, y con un brazo levantado él los sacó de ella.
18 Y por el tiempo de cuarenta años él sufrió sus costumbres en el desierto;
19 Y cuando él hubo destruido siete naciones en la tierra de Canaán, él dividió su tierra a ellos
por lote.
20 Y después de esto él dio a los jueces, por el espacio de cuatrocientos cincuenta años, hasta
Samuel el profeta.
26
21 Y luego ellos desearon un rey; y Dios les dio a Saúl, el hijo de Cis, un varón de la tribu de
Benjamín, por el espacio de cuarenta años.
22 Y cuando él le hubo removido, él les levantó a David para ser su rey, al cual también él dio
testimonio, y dijo: Yo he hallado a David, el hijo de Jessé, un varón conforme a mi propio
corazón, el cual cumplirá toda mi voluntad.
23 De la simiente de éste hombre, Dios ha, conforme a su promesa, levantado a Israel un
Salvador, Jesús;
24 Cuando Juan hubo primero predicado antes de su venida, el bautismo de arrepentimiento a
todo el pueblo de Israel.
25 Y cuando Juan cumplió su curso, él dijo: ¿Quién vosotros pensáis que soy yo? Yo no soy
él. Mas, he aquí, allí viene uno después de mí, cuyos zapatos de sus pies yo no soy digno de
desatar.
La muerte, entierro y resurrección de Jesucristo
26 Varones y hermanos, hijos del linaje de Abraham, y cualquiera que entre vosotros teme a
Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación.
27 Porque los que moran en Jerusalén, y sus gobernantes, porque ellos no le conocían, ni las
voces de los profetas que se leen cada día sábado, ellos las han cumplido, en condenarle.
28 Y aunque ellos no hallaron causa de muerte en él, aún ellos pidieron a Pilato que él debía
ser muerto.
29 Y cuando ellos hubieron cumplido todo lo que estaba escrito de él, ellos le bajaron del
madero, y lo pusieron en un sepulcro.
30 Pero Dios le levantó de los muertos.
31 Y él fue visto muchos días de los que subieron con el de Galilea a Jerusalén, los cuales son
sus testigos al pueblo.
32 Y nosotros declaramos a vosotros buenas nuevas, como aquella, la promesa que fue hecha
a los padres,
33 Dios ha cumplido la misma a nosotros sus hijos, en que él ha levantado a Jesús otra vez,
como también está escrito en el segundo salmo: Tú eres mi hijo, este día yo te he engendrado.
34 Y lo que concierne a que él le levantó de los muertos, ahora nunca más retornar a
corrupción, él dijo en esta manera: Yo os daré las seguras misericordias de David.
35 Por eso él dice también en otro salmo: Tú no permitirás a tu Santo ver corrupción.
36 Porque David, luego que él hubo servido a su propia generación por la voluntad de Dios,
cayó dormido, y fue puesto con sus padres, y vio corrupción.
37 Mas él, a quien Dios levantó otra vez, no vio corrupción.
Una advertencia acerca de rechazar estas grandes verdades
38 Sea conocido a vosotros por tanto, varones y hermanos, que por éste hombre es predicado
a vosotros el perdón de pecados,
39 Y por él todos los que creen, son justificados de todas las cosas, de las cuales vosotros no
pudisteis ser justificados por la ley de Moisés.
40 Guardaos por tanto, no sea que venga sobre vosotros, lo que está dicho en los profetas:
27
41 Mirad, vosotros menospreciadores, y maravillaos, y pereced: Porque yo obro una obra en

vuestros días, una obra que vosotros en ninguna manera creeréis, aunque un hombre la declare
a vosotros.
La aceptación y rechazo del evangelio
42 Y cuando los judíos hubieron salido de la sinagoga, los gentiles rogaron que estas palabras
pudiesen ser predicadas a ellos el siguiente sábado.
43 Y cuando la congregación estaba disuelta, muchos de los Judíos y de los religiosos
prosélitos siguieron a Pablo y a Bernabé; quienes hablándoles, les persuadían a continuar en la
gracia de Dios.
44 Y el próximo día sábado vino casi toda la ciudad junta para oír la palabra de Dios.
45 Pero cuando los judíos vieron las multitudes, ellos fueron llenos de envidia, y hablaron
contra aquellas cosas que fueron habladas por Pablo, contradiciendo y blasfemando.
46 Entonces Pablo y Bernabé, tomando denuedo, y dijeron: Era necesario que la palabra de
Dios haya sido hablada primero a vosotros; mas viendo que vosotros ponéis de vosotros, y
juzgáis a vosotros mismos indignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles.
47 Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Yo te he puesto para ser una luz de los
gentiles, para que tú seas por salvación hasta lo último de la tierra.
48 Y cuando los gentiles oyeron esto, ellos fueron alegrados, y glorificaban la palabra del
Señor; y tantos como fueron ordenados para vida eterna, creyeron.
49 Y la palabra del Señor fue publicada por toda la región.
50 Mas los judíos agitaron a devotas y honorables mujeres, y a los hombres jefes de la ciudad,
y levantaron persecución contra Pablo y Bernabé, y los expulsaron de sus costas.
51 Pero ellos sacudieron el polvo de sus pies contra ellos, y vinieron a Iconio.
52 Y los discípulos fueron llenos de gozo, y del Espíritu Santo.
Actos 14
Persecución en Asia menor
1 Y vino a pasar en Iconio, que ellos entraron ambos juntos en la sinagoga de los Judíos, y de
tal manera hablaron, que una gran multitud ambos de Judíos, y también de los Griegos,
creyeron.
2 Pero los Judíos incrédulos agitaron a los Gentiles, e hicieron sus mentes malas, afectando
contra los hermanos.
3 Largo tiempo por tanto se detuvieron ellos hablando con denuedo en el Señor, el cual daba
testimonio a la palabra de su gracia, y concediendo que señales y maravillas fuesen hechos por
sus manos.
4 Pero la multitud la ciudad fue dividida; y parte continuaba con los judíos, y parte con los
apóstoles.
5 Y cuando allí hubo un asalto hecho ambos de los Gentiles, y también de los Judíos con sus
gobernantes, para usarlos maliciosamente, y para apedrearlos,
28
La memoria duradera de los “dioses” pre diluvio
6 Ellos estaban al tanto de ello, y huyeron a Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a la región
que yace alrededor.
7 Y allí ellos predicaban el evangelio.
8 Y allí estaba sentado un cierto hombre en Listra, impotente en sus pies, siendo un lisiado
desde el vientre de su madre, que jamás había andado.
9 El mismo oyó a Pablo hablar; el cual, fijamente mirando a él, y percibiendo que él tenía fe
para ser sanado,
10 Dijo con una alta voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
11 Y cuando el pueblo vio lo que Pablo había hecho, ellos alzaron sus voces, diciendo en la
lengua licaónica: Los dioses han descendido a nosotros en la semejanza de hombres.
12 Y ellos llamaban a Bernabé Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque él era el principal orador.
13 Entonces el sacerdote de Júpiter, que estaba delante de su ciudad, trajo toros y guirnaldas a
las puertas, y quería ofrecer sacrificio con el pueblo.
14 Lo cual cuando los apóstoles, Bernabé y Pablo, lo oyeron, ellos rasgando sus ropas, y
corrieron en medio de la multitud, dando voces,
15 Y diciendo: Señores, ¿por qué hacéis vosotros estas cosas? Nosotros también somos
hombres de semejantes pasiones con vosotros, y predicamos a vosotros que os convirtáis de
estas vanidades al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y todas las cosas que hay
en ellos.
16 El cual en tiempos pasados dejó a todas las naciones andar en sus propios caminos;
17 Aunque él no se dejó a sí mismo sin testimonio, en lo que él hace bien, y nos dio lluvia del
cielo y tiempos fructíferos, llenando nuestros corazones de alimento y alegría.
18 Y con estos dichos apenas contuvieron ellos al pueblo, para que ellos no ofreciesen sacrificio
a ellos.
El circuito del jinete “circuito”
19 Y ahí vinieron allá ciertos Judíos de Antioquía e Iconio, que persuadieron al pueblo, y,
habiendo apedreado a Pablo, le sacaron arrastrando fuera de la ciudad, suponiendo que él había
sido muerto.
20 Sin embargo, cuando los discípulos le rodearon, él se levantó y entró en la ciudad, y al
siguiente día, él partió con Bernabé a Derbe.
21 Y cuando ellos hubieron predicado el evangelio a aquella ciudad, y hubieron enseñado a
muchos, ellos volvieron otra vez a Listra, y a Iconio, y Antioquía,
22 Confirmando las almas de los discípulos, y exhortándoles a continuar en la fe; y que
nosotros debemos por mucha tribulación entrar en el reino de Dios.
23 Y cuando ellos les hubieron ordenado ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con
ayuno, ellos los encomendaron al Señor, en el cual ellos creyeron.
Los misionarios vuelven a casa
24 Y después que ellos hubieron pasado por Pisidia, ellos vinieron a Panfilia.
25 Y cuando ellos hubieron predicado la palabra en Perge, ellos descendieron a Atalia.
29
26 Y de allí navegaron a Antioquía, de donde ellos habían sido encomendados a la gracia de

Dios para la obra que ellos cumplieron.
27 Y cuando ellos hubieron venido, y hubieron reunido la iglesia junta, ellos recitaron todo lo
que Dios había hecho con ellos, y de cómo él había abierto la puerta de la fe a los gentiles.
28 Y allí ellos se quedaron largo tiempo con los discípulos.
Actos 15
Preguntas acerca de “ser salvado” y “manteniéndose salvado”
1 Y ciertos hombres que descendieron de Judea enseñaban a los hermanos, y decían: Excepto
que vosotros seáis circuncidados conforme a la manera de Moisés, vosotros no podéis ser
salvos.
2 Cuando por tanto Pablo y Bernabé tuvieron no pequeña disensión y disputa con ellos, ellos
determinaron que Pablo y Bernabé, y ciertos otros de ellos, debiesen subir a Jerusalén a los
apóstoles y ancianos, sobre esta cuestión.
3 Y siendo traídos en su camino por la iglesia, ellos pasaron por Fenicia y Samaria, declarando
la conversión de los gentiles; y ellos causaban gran gozo a todos los hermanos.
4 Y cuando ellos hubieron venido a Jerusalén, ellos fueron recibidos de la iglesia y de los
apóstoles y ancianos, y ellos declararon todas las cosas que Dios había hecho con ellos.
5 Pero allí se levantaron ciertos de la secta de los fariseos, que creían, diciendo que era
necesario circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
6 Y los apóstoles y ancianos se juntaron para considerar de este asunto.
El gran cambio en la teología pentecostal de Pedro
7 Y cuando allí había habido mucha disputa, Pedro se levantó y les dijo: Varones y hermanos,
vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo Dios hizo elección entre nosotros, que los gentiles
por mi boca oyesen la palabra del evangelio, y creyesen.
8 Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo también
como él hizo a nosotros;
9 Y no puso diferencia entre nosotros y ellos, purificando sus corazones por fe.
10 Ahora por tanto, ¿por qué tentáis vosotros a Dios, poniendo un yugo sobre el cuello de los
discípulos, que ni nuestros padres ni nosotros fuimos capaces de llevar?
11 Mas nosotros creemos que por la gracia del Señor Jesucristo seremos salvos, así como ellos.
El capítulo 15 de Actos es un gran capítulo que va definiendo la “doctrina Cristiana” con respecto a la salvación. La Autoridad final deja claro
que
1.- Bautismo de agua no tiene parte en ella (católicos y campbelitas)
2.- La “eucaristía” ni tiene parte en ella (Católicos y episcopales)
3.- Las lenguas no tienen parte en ella. (pentecostales y carismáticos)
4.- Los 10 mandamientos y la regla de oro no tienen parte en ella (protestantes)
5.- El guardar el sábado no tiene parte en ella (Adventistas del séptimo día)
6.- Buenas obras y dad limosna, no tienen parte en ella
En el verso Actos 15:11, el apóstol Pedro deja claro y definido que es por “Gracia”. Y el apóstol Pablo lo deja plasmado en Efesios 2:8-9
“Por gracia sois vosotros salvos, por fe... no por obras” Esta es la salvación de la edad de la iglesia (vean nota de Efesios 3).
Si pudiesen hacer obras y con eso “ganarse el cielo”, para qué vino Cristo.
30
Jacobo, el hermano de Jesús, toma la final decisión
12 Entonces toda la multitud mantuvo silencio, y dio audiencia a Bernabé y Pablo, declarando
qué milagros y maravillas Dios había hecho entre los gentiles por ellos.
13 Y después que ellos hubieron mantenido su paz, Jacobo respondió, diciendo: Varones y
hermanos, escuchadme.
14 Simón ha declarado cómo Dios primero visitó a los gentiles, para tomar de ellos un pueblo
para su nombre.
15 Y en esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito:
16 Después de esto yo volveré, y yo edificaré otra vez el tabernáculo de David, que está caído;
y yo edificaré otra vez las ruinas del mismo, y yo lo levantaré:
17 Para que el resto de los hombres busque en pos del Señor, y todos los gentiles sobre los
cuales mi nombre es invocado, dice el Señor, que hace todas estas cosas.
18 Conocidas a Dios son todas sus obras desde el principio del mundo.
19 Por lo cual mi sentencia es, que nosotros no los molestemos, los que de entre los gentiles
son convertidos a Dios;
20 Sino que nosotros les escribamos, que se abstengan de poluciones de ídolos, y de
fornicación, y de cosas estranguladas y de sangre.
21 Porque Moisés desde tiempo antiguo tiene en cada ciudad a los que lo prediquen en las
sinagogas, siendo leído en las sinagogas cada día sábado.
Las obras de un cristiano son un testimonio
22 Entonces complació a los apóstoles y ancianos, con toda la iglesia, enviar varones
escogidos de su propia compañía a Antioquía con Pablo y Bernabé; a saber, Judas de
sobrenombre Barsabás, y Silas, varones jefes entre los hermanos,
23 Y ellos escribieron por ellos según esta manera: Los apóstoles y ancianos, y hermanos,
envían saludos a los hermanos que son de los Gentiles en Antioquía, y Siria, y Cilicia,
24 Por cuanto como nosotros hemos oído, que ciertos que salieron de nosotros, os han turbado
con palabras, subvirtiendo vuestras almas, diciendo: Vosotros debéis ser circuncidados y
guardar la ley, a los cuales nosotros no dimos tal mandato,
25 Pareció bien a nosotros, estando ensamblados con un acuerdo, enviar varones escogidos a
vosotros con nuestros amados Bernabé y Pablo,
26 Hombres que han arriesgado sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
27 Nosotros hemos enviado por tanto a Judas y a Silas, los cuales también os dirán las mismas
cosas por boca.
28 Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros, no poner sobre vosotros carga
mayor que estas cosas necesarias.
29 Que os abstengáis de alimentos ofrecidos a ídolos, y de sangre, y de cosas estranguladas y
de fornicación; de las cuales si os guardareis a vosotros mismos, vosotros haréis bien. Pasadlo
bien.
Antioquía continúa como la mejor fuente de profesores y misionarios
30 Así cuando ellos fueron despedidos, ellos vinieron a Antioquía; y cuando ellos hubieron
reunido la multitud junta, ellos entregaron la epístola;
31 La cual cuando ellos hubieron leído, ellos se regocijaron por la consolación.
31
32 Y Judas y Silas, siendo profetas también ellos mismos, exhortaron a los hermanos con
muchas palabras, y los confirmaron.
33 Y después que ellos hubieron pasado allí un espacio, ellos fueron dejados ir en paz de los
hermanos a los apóstoles.
34 No obstante a Silas le complació quedarse allí aún.
35 Pablo también y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando y predicando la palabra del
Señor, con muchos otros también.
Una iglesia se divide entre los “hermanos”
36 Y algunos días después, Pablo dijo a Bernabé: Vamos nosotros otra vez y visitemos a
nuestros hermanos en toda ciudad en donde nosotros hemos predicado la palabra del Señor, y
veamos cómo están.
37 Y Bernabé determinó llevar con ellos a Juan, cuyo sobrenombre era Marcos;
38 Pero a Pablo no le pareció bien llevarle con ellos, al que se apartó de ellos desde Panfilia, y
no fue con ellos a la obra.
39 Y la contención fue tan aguda entre ellos, que ellos se apartaron el uno del otro; y así
Bernabé tomó a Marcos, y navegó a Chipre,
El comienzo del segundo viaje misionario de Pablo
40 Y Pablo escogió a Silas, y partió, siendo encomendado por los hermanos a la gracia de
Dios,
41 Y él fue por Siria y Cilicia, confirmando las iglesias.
Actos 16
El Espíritu Santo continúa guiando de este a oeste
1 Entonces vino él a Derbe y a Listra; y he aquí, un cierto discípulo estaba allí, llamado
Timoteo, el hijo de una cierta mujer que era una Judía, y creía, pero su padre era un Griego.
2 El cual era de buen reporte de los hermanos que estaban en Listra e Iconio.
3 A él quiso Pablo que fuese adelante con él; y le tomó y circuncidó por causa de los judíos
que estaban en aquellas partes; porque todos ellos sabían que su padre era un griego.
4 Y como ellos iban por las ciudades, ellos les entregaban los decretos para guardar, que
fueron ordenados por los apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén.
5 Y así eran las iglesias establecidas en la fe, e incrementadas en número diariamente.
6 Y cuando ellos hubieron pasado por Frigia y la región de Galacia, y fueron prohibidos por el
Espíritu Santo predicar la palabra en Asia.
7 Después ellos vinieron a Misia, ellos intentaron ir a Bitinia; pero el Espíritu no se los
permitió.
Llamado para venir a Macedonia
8 Y ellos pasando por Misia, descendieron a Troas.

9 Y una visión apareció a Pablo en la noche: Allí estaba en pie un varón de macedonia, y le
rogaba, diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos.
10 Y después que él hubo visto la visión, inmediatamente nosotros procuramos ir a
32
Macedonia, ciertamente reunidos de que el Señor nos había llamado para predicar el evangelio
a ellos.
11 Por tanto sueltos de Troas, nosotros vinimos con un curso derecho a Samotracia, y al
siguiente día a Neápolis;
12 Y de allí a Filipos, que es la principal ciudad de aquella parte de Macedonia, y una colonia;
y nosotros estuvimos en aquella ciudad permaneciendo ciertos días.
13 Y en el sábado nosotros salimos de la ciudad por un lado del río, donde oración solía ser
hecha; y nos sentamos, y hablamos a las mujeres que se reunieron allá.
14 Y una cierta mujer llamada Lidia, una vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que
adoraba a Dios, nos oyó; cuyo corazón el Señor abrió, para que ella atendiese a las cosas que
fueron habladas por Pablo.
15 Y cuando ella fue bautizada, y su casa, ella nos rogó, diciendo: Si vosotros me habéis
juzgado ser fiel al Señor, entrad en mi casa, y permaneced allí; y ella nos constriñó.
Publicidad no solicitada de un espíritu inmundo
16 Y vino a pasar, cuando nosotros fuimos a orar, una cierta damisela poseída con un espíritu
de adivinación nos salió al encuentro, la cual traía a sus amos mucha ganancia por
adivinación.
17 La misma siguió a Pablo y a nosotros, y clamaba, diciendo: Estos hombres son los siervos
del más alto Dios, los cuales muestran a nosotros el camino de salvación.
18 Y ella hizo esto muchos días; pero Pablo, estando desagradado, se volvió y dijo al espíritu:
Yo te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y él salió la misma hora.
19 Y cuando sus amos vieron que la esperanza de sus ganancias se había ido, ellos prendieron
a Pablo y a Silas, y los arrastraron al mercado, a los gobernantes;
20 Y los trajeron a los magistrados, diciendo: Estos hombres, siendo Judíos, hacen excesivo
alboroto a nuestra ciudad,
21 Y enseñan costumbres, las cuales no son lícitas para nosotros recibirlas, ni observarlas,
siendo Romanos.
22 Y la multitud se levantó junta contra ellos; y los magistrados rasgaron sus ropas, y mandaron
golpearlos.
23 Y cuando ellos hubieron puesto muchos azotes sobre ellos, ellos los echaron a prisión,
mandando al carcelero que los guardase con seguridad.
24 El cual, habiendo recibido tal carga, los metió en la prisión mas interna; e hizo sus pies
firmes en los cepos.
La serenata de medianoche y el terremoto
25 Y a media noche, Pablo y Silas oraban, y cantaban alabanzas a Dios; y los prisioneros los
oían.
26 Y repentinamente hubo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la prisión
fueron sacudidos; e inmediatamente todas las puertas fueron abiertas, y las correas de todos
fueron soltadas.
33
27 Y el guardia de la prisión despertando de su sueño, y viendo las puertas de la prisión

abiertas, él sacó su espada, y se habría matado a sí mismo, suponiendo que los prisioneros se
habían huido.
28 Mas Pablo clamó con una alta voz, diciendo: No te hagas ningún daño, porque nosotros
estamos todos aquí.
29 Entonces él pidiendo por una luz, y saltó dentro, y vino temblando, y cayó abajo delante de
Pablo y de Silas;
30 Y sacándolos, y dijo: Señores, ¿qué debo yo hacer para ser salvo?
31 Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y tú serás salvo, y tu casa.
32 Y ellos le hablaron la palabra del Señor, y a todos los que estaban en su casa.
33 Y él los tomó la misma hora de la noche, y lavó sus azotes; y fue bautizado, él y todos los
suyos, inmediatamente.
34 Y cuando él los hubo traído a su casa, él puso alimento delante de ellos; y se regocijó,
creyendo en Dios con toda su casa.
35 Y cuando fue de día, los magistrados enviaron sargentos, diciendo: Dejad a aquellos
hombres ir.
36 Y el guardia de la prisión dijo estos dichos a Pablo: Los magistrados han enviado para
dejaros ir, ahora por tanto salid, e id en paz.
37 Pero Pablo les dijo: Ellos nos han golpeado públicamente sin ser condenados; siendo
Romanos, y habiéndonos echado a prisión; ¿y ahora ello nos sacan privadamente? No, de
cierto, sino dejadlos que vengan ellos mismos y nos saquen.
38 Y los sargentos dijeron estas palabras a los magistrados, y ellos temieron, cuando ellos
oyeron que ellos eran romanos.
39 Y ellos vinieron y les rogaron; y los sacaron, y les pidieron que salieran de la ciudad.
40 Y ellos salieron de la prisión, entraron en la casa de Lidia; y cuando ellos hubieron visto a
los hermanos, ellos los confortaron, y se fueron.
Actos 17
El reavivamiento en Tesalónica
1 Y cuando ellos hubieron pasado por Amfípolis y Apolonia, ellos vinieron a Tesalónica,
donde había una sinagoga de los Judíos.
2 Y Pablo, como era su manera, entró a ellos, y tres días sábados razonó con ellos de las
Escrituras,
3 Abriendo y alegando que era necesario que el Cristo tuviese sufrimiento, y se levantase otra
vez de los muertos; y que este Jesús, al cual yo predico a vosotros, es Cristo.
4 Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los devotos griegos
una gran multitud, y de las mujeres principales no pocas.
Noten Actos 16:31 donde se reafirma que hacer para ser salvo. Y tiene nada que ver con Actos 2:38 como dicen los farsantes que no
entienden nada
34
Oposición en Tesalónica
5 Pero los Judíos que no creían, movidos con envidia, tomaron para ellos ciertos tipos
lujuriosos, del tipo más básico, y juntaron una compañía, y pusieron toda la ciudad en un
alboroto; y asaltaron la casa de Jasón, y procuraban sacarlos al pueblo.
6 Y cuando ellos no los hallaron, ellos arrastraron a Jasón y a ciertos hermanos a los
gobernadores de la ciudad, gritando: Estos que han vuelto el mundo al revés, han venido
también acá;
7 A los cuales Jasón ha recibido; y todos éstos, hacen contrario a los decretos de César,
diciendo que hay otro rey, un Jesús.
8 Y ellos alborotaron al pueblo y los gobernantes de la ciudad, cuando ellos oyeron estas
cosas.
9 Y cuando ellos hubieron tomado fianza de Jasón y de los otros, ellos los dejaron ir.
El reavivamiento en Berea
10 Y los hermanos inmediatamente enviaron lejos a Pablo y Silas de noche a Berea; los
cuales, viniendo allá, entraron en la sinagoga de los judíos.
11 Éstos eran más nobles que aquellos en Tesalónica, en que ellos recibieron la palabra con
toda prontitud de mente, y escudriñaron las escrituras diariamente, si aquellas cosas eran así.
12 Por tanto muchos de ellos creyeron; también de mujeres honorables que eran Griegas, y de
hombres, no pocos.
Más oposición de los Judíos de Tesalónica
13 Pero cuando los judíos de Tesalónica tuvieron conocimiento que la palabra de Dios era
predicada por Pablo en Berea, ellos vinieron allí también, y agitaron al pueblo.
14 Y entonces inmediatamente los hermanos enviaron lejos a Pablo a ir como fuese hacia el
mar; pero Silas y Timoteo se quedaron aún allí.
15 Y los que conducían a Pablo, le llevaron hasta Atenas; y recibiendo un mandato para Silas
y Timoteo, para que viniesen a él con toda velocidad, ellos partieron.
La idolatría e inconstancia de los filósofos Griegos
16 Y mientras Pablo esperaba por ellos en Atenas, su espíritu estaba agitado en él, cuando él
vio la ciudad completamente dada a la idolatría.
17 Por lo cual él disputaba en la sinagoga con los Judíos, y con las personas devotas; y en el
mercado diariamente con los que se encontraban con él.
18 Entonces ciertos filósofos de los epicúreos, y de los estoicos, le disputaban; y unos decían:
¿Qué quiere decir este palabrero? Y otros: Él parece ser un predicador de dioses extraños;
porque él les predicaba a Jesús, y la resurrección.
19 Y ellos le tomaron, y le trajeron al Areópago, diciendo: ¿Podremos nosotros saber cual,
esta nueva doctrina de la cual tú hablas, es?
20 Porque tú traes ciertas cosas extrañas a nuestros oídos; nosotros saber por tanto, qué
significan estas cosas.
35
21 (Porque todos los atenienses y los extranjeros que estaban allí, gastaban su tiempo en nada
mas, sino ya sea en decir, u oír alguna cosa nueva.)
Un sermón a los altamente educados Griegos agnósticos
22 Entonces Pablo, se puso de pie en el medio de la colina de Marte, y dijo: Vosotros varones
de Atenas, yo percibo que en todas las cosas vosotros sois demasiado supersticiosos;
23 Porque como yo pasaba y mirando vuestras devociones, yo hallé un altar con esta
inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. A quien por tanto vosotros ignorantemente adoráis, a
él yo declaro a vosotros.
24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él; viendo que él es Señor del cielo
y de la tierra, no habita en templos hechos de manos; Act 7:48, 21:27-28; Gal 1:16, 2:1
25 Ni es adorado con manos de hombres, como si él necesitase alguna cosa; viendo que él da
a todos vida y aliento, y todas las cosas.
26 Y ha hecho de una sangre todas las naciones de los hombres, para que habiten sobre toda la
faz de la tierra; y ha determinado los tiempos antes apuntados, y los términos de su habitación;
Deu 32:8
27 Para que ellos busquen al Señor, si por casualidad ellos pueden sentir según él, y le hallen;
aunque él no está lejos de cada uno de nosotros.
28 Porque en él nosotros vivimos, y movemos, y tenemos nuestro ser; como también ciertos
de vuestros propios poetas han dicho: Porque nosotros somos también su linaje.
29 Por cuanto entonces, como nosotros somos el linaje de Dios, nosotros no debemos pensar
que la Cabeza de Dios sea semejante a oro, o plata, o piedra, grabado de arte y dispositivo de
hombres.
30 Y los tiempos de esta ignorancia Dios los parpadea, pero ahora manda a todos los hombres
en todo lugar, que se arrepientan; Mr 2:17, Act 20:21, Luc 24: 47
31 Porque él ha apuntado un día en el cual él juzgará el mundo en justicia, por aquel varón
que él ha ordenado; de lo cual él ha dado seguridad a todos los hombres, en que él le ha
levantado de los muertos. Sal 50:6, 75:7; Rev 16:7
32 Y cuando ellos oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían:
Nosotros te oiremos otra vez de este asunto.
33 Así Pablo salió de en medio de ellos.
34 Sin embargo ciertos hombres se adhirieron a él, y creyeron; entre los cuales estaba
Dionisio el areopagita, y una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.
Actos 18
Pablo predica en Corintios
1 Después de estas cosas, Pablo partió de Atenas y vino a Corinto.

2 Y halló a cierto judío llamado Aquila, nacido en Ponto, recientemente venido de Italia con su
esposa Priscila (porque ese Claudio había mandado a todos los Judíos salir de Roma), y vino a
ellos.|
3 Y porque él era del mismo oficio, él moró con ellos, y trabajaba; porque por su ocupación
ellos eran hacedores de tiendas.
36
4 Y él razonaba en la sinagoga cada sábado, y persuadía a los Judíos y a los Griegos.

5 Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba presionado en el espíritu, y
testificaba a los Judíos que Jesús era Cristo.
6 Y cuando ellos se opusieron y blasfemaron, él sacudió su vestimenta, y les dijo: Vuestra
sangre sea sobre vuestras propias cabezas; yo estoy limpio; desde ahora en adelante yo iré a
los gentiles.
Pablo continua para bautizar sus convertidos en agua
7 Y él partió de allí, y entró en casa de un cierto hombre, llamado Justo, uno que adoraba a
Dios, cuya casa estaba unida duramente a la sinagoga.
8 Y Crispo, el jefe gobernante de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de
los Corintios, oyendo, creían, y eran bautizados.
9 Entonces habló el Señor a Pablo en la noche por visión: No tengas miedo, sino habla, y no
mantengas tu paz;
10 Porque yo estoy contigo, y ninguno te atacará para herirte; porque yo tengo mucho pueblo
en esta ciudad.
11 Y él continuó allí un año y seis meses, enseñando la palabra de Dios entre ellos.
El juez imparcial que separó iglesia y estado
12 Y cuando Galión era el delegado de Acaya, los Judíos hicieron insurrección con un
acuerdo contra Pablo, y le trajeron al asiento de juicio,
13 Diciendo: Este sujeto persuade a los hombres a adorar a Dios contrario a la ley.
14 Y cuando Pablo estaba ya a punto de abrir su boca, Galión dijo a los Judíos: Si fuera un
asunto de agravio o maldad obscena, oh vosotros Judíos, razón sería para que yo deba
soportaros.
15 Pero si es una cuestión de palabras, y nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo
no quiero ser juez de tales asuntos.
16 Y él los echó del asiento de juicio.
17 Entonces todos los griegos tomaron a Sóstenes, el jefe gobernante de la sinagoga, y le
golpeaban delante del asiento de juicio. Y Galión se preocupó por ninguna de aquellas cosas.
El retorno de Pablo para Jerusalén y Antioquía
18 Y Pablo, después de esto se quedó allí aún un buen rato, y entonces se despidió de los
hermanos, y navegó de allí a Siria, y con él Priscila y Aquila, habiéndose rapado su cabeza en
Cencrea, porque él tenía un voto.
19 Y él vino a Éfeso, y los dejó allí. Mas él mismo entró en la sinagoga, y razonaba con los
Judíos,
20 Cuando ellos le rogaron que se quedase más tiempo con ellos; él no consintió;
21 Sino que les ofreció despedida, diciendo: Yo debo por todos los medios guardar esta fiesta
que viene en Jerusalén; mas yo volveré otra vez a vosotros, si Dios quiere. Y él zarpó de
Éfeso.
37
22 Y cuando él hubo arribado a Cesarea, y subió, y saludó a la iglesia, él descendió a

Antioquía.
Pablo comienza su tercer viaje misionario
23 Y después que él hubo pasado algún tiempo allí, él partió, y fue sobre toda la tierra de
Galacia y de Frigia en orden, fortaleciendo a todos los discípulos.
El no salvo profesor de la biblia con conocimiento parcial
24 Y un cierto Judío llamado Apolos, nacido en Alejandría, un varón elocuente, y poderoso en

las Escrituras, vino a Éfeso.
25 Éste hombre estaba instruido en el camino del Señor; y siendo ferviente en el espíritu, él
hablaba y enseñaba diligentemente las cosas del Señor, sabiendo solamente el bautismo de
Juan.
26 Y él comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; al cual cuando Aquila y Pricila
hubieron oído, ellos le tomaron hacia ellos, y le expusieron el camino de Dios más
perfectamente.
27 Y cuando él estaba dispuesto a pasar a Acaya, los hermanos escribieron, exhortando a los
discípulos que le recibiesen; y cuando él, habiendo llegado, ayudó mucho a los que habían
creído por gracia.
28 Porque él poderosamente convencía a los Judíos, y aquello públicamente, mostrando por las
escrituras que Jesús era Cristo.
Actos 19
La doctrinal piedra de tropiezo para todos los pentecostales y carismáticos
1 Y vino a pasar, que mientras Apolos estaba en Corinto, Pablo, habiendo pasado por las
costas superiores, vino a Éfeso, y hallando a ciertos discípulos,
2 Él les dijo: ¿Habéis vosotros recibido el Espíritu Santo desde que vosotros creísteis? Y ellos
le dijeron: Nosotros no hemos oído tanto, como si hay algún Espíritu Santo.
3 Y él les dijo: ¿En qué entonces, fuisteis vosotros bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo
de Juan.
4 Entonces dijo Pablo, Juan en verdad bautizó con el bautismo de arrepentimiento, diciendo al
pueblo, que ellos debían creer en el que debía venir después de él, esto es, en Cristo Jesús.
5 Cuando ellos oyeron esto, ellos fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y cuando Pablo hubo puesto sus manos sobre ellos, el Espíritu Santo vino sobre ellos; y ellos
hablaban en lenguas, y profetizaban.
7 Y todos los varones eran como doce.
Esta es otra piedra de tropiezo para los pentecostales u carismáticos, porque no ven que estos discípulos del verso Act 19:1, no son los
discípulos de Jesucristo sino de Apollo (Act 18:24-25). Apollos no era ni siquiera salvo cuando hizo estos discípulos y no sabía nada de
Jesucristo. La revelación que tenían no pasaba de Marcos 1:4. Los discípulos no habían recibido el Espíritu Santo porque no habían creído en
Jesucristo. Pablo les tuvo que predicar a Jesucristo para que lo pudiesen recibir.
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El evangelio por toda Asia Menor
8 Y él entró en la sinagoga, y habló con denuedo por el espacio de tres meses, disputando y
persuadiendo las cosas concernientes al reino de Dios.
9 Pero cuando varios fueron endurecidos y no creyeron, sino que hablaron mal de aquel
camino delante de la multitud, él se apartó de ellos y separó a los discípulos, disputando
diariamente en la escuela de un tal Tirano.
10 Y esto continuó por el espacio de dos años; de tal manera que todos los que moraban en
Asia oyeron la palabra del Señor Jesús, ambos Judíos y Griegos.
11 Y Dios hacía especiales milagros por las manos de Pablo;
12 De tal manera que de su cuerpo fueron llevados a los enfermos pañuelos o delantales, y las
enfermedades se iban de ellos, y los malos espíritus salían de ellos.
El triunfo de las Santas Escrituras sobre todas las falsas escrituras del tiempo antiguo, los
exorcistas
13 Entonces ciertos de los Judíos vagabundos, exorcistas, tomaron sobre ellos el invocar sobre
los que tenían malos espíritus el nombre del Señor Jesús, diciendo: Nosotros os conjuramos
por Jesús, el que Pablo predica.
14 Y había siete hijos de un tal Sceva, un Judío, un jefe de los sacerdotes, que hacían así.
15 Y el espíritu malo respondió y dijo: A Jesús yo conozco, y a Pablo yo conozco; pero
quiénes sois vosotros?
16 Y el hombre en quien el espíritu malo estaba, saltó sobre ellos, y los venció, y prevaleció
contra ellos, de tal manera que ellos huyeron de aquella casa, desnudos y heridos.
17 Y esto fue conocido por todos los Judíos y Griegos también habitando en Éfeso, y temor
cayó sobre todos ellos, y el nombre del Señor Jesús era magnificado.
18 Y muchos que creyeron venían, y confesaban, y mostraban sus hechos.
19 Muchos de los que también usaron artes curiosas, trajeron sus libros juntos, y los quemaron
delante de todos los hombres; y ellos contaron el precio de ellos, se hallaron cincuenta mil
piezas de plata.
20 Así poderosamente crecía la palabra de Dios, y prevalecía.
El disturbio en Éfeso
21 Después que estas cosas fueron finalizadas, Pablo propuso en el espíritu, cuando el hubo
pasado por Macedonia y Acaya, ir a Jerusalén, diciendo: Después que yo hubiere estado allá,
yo debo también ver a Roma.
22 Así que él envió a Macedonia a dos de los que ministraban a él, Timoteo y Erasto, pero él
mismo se quedó en Asia por un tiempo.
23 Y el mismo tiempo allí se levantó no pequeño alboroto acerca del camino.
24 Porque un cierto hombre llamado Demetrio, un platero, que hacía templos de plata para
Diana, trajo no poca ganancia a los artífices;
25 A los cuales él llamó juntos con los obreros de semejante ocupación, y dijo: Señores,
vosotros sabéis que por este oficio nosotros tenemos nuestra riqueza;
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26 Por otra parte vosotros veis y oís, que no solamente en Éfeso, sino casi por toda Asia, este
Pablo ha persuadido y apartado a mucho pueblo, diciendo que ellos no son dioses, los que son
hechos con manos.
27 Así que no solamente este, nuestro oficio es en peligro de ser puesto a nada, sino también
que el templo de la gran diosa Diana sea despreciado, y su magnificencia, sea destruida, la cual
toda Asia y el mundo adora.
28 Y cuando ellos oyeron estos dichos, ellos fueron llenos de ira, y gritaron, diciendo: Grande
es Diana de los efesios.
29 Y toda la ciudad fue llenada con confusión; y habiendo atrapado a Gayo y a Aristarco,
hombres de Macedonia, compañeros de Pablo en viaje, ellos se apresuraron con un acuerdo al
teatro.
30 Y cuando Pablo quiso haber entrado al pueblo, los discípulos no le dejaron.
31 Y ciertos de los jefes de Asia, que eran sus amigos, enviaron a él, rogándole que él no se
aventurara a sí mismo al teatro.
32 Algunos por tanto, gritaban una cosa, y otros, otra; porque la asamblea era confusa, y la
mayor parte no sabía por qué ellos se habían juntado.
33 Y ellos sacaron a Alejandro de la multitud, los Judíos poniéndole delante. Y Alejandro,
haciendo señas con la mano, y quería haber hecho su defensa al pueblo.
34 Pero cuando ellos conocieron que él era un Judío, todos con una voz por el espacio de dos
horas gritaron: Grande es Diana de los Efesios.
35 Y cuando el escribano hubo apaciguado al pueblo, él dijo: Vosotros varones de Éfeso, ¿qué
hombre hay que allí que no sepa que la ciudad de los efesios es una adoradora de la gran diosa
Diana, y de la imagen que descendió de Júpiter?
36 Viendo entonces que estas cosas no pueden ser contradichas, vosotros debéis estar
tranquilos, y nada hagáis precipitadamente;
37 Porque vosotros habéis traído acá a estos hombres, que ni son ladrones de iglesias, ni aún
blasfemadores de vuestra diosa.
38 Por eso si Demetrio, y los artífices que están con él, tienen un asunto contra algún hombre,
la ley está abierta, y hay delegados; dejad que ellos se acusen unos a otros.
39 Pero si vosotros preguntáis alguna cosa concerniente a otros asuntos, será determinada en
una legítima asamblea.
40 Porque nosotros estamos en peligro de ser llamados en cuestión por este día de alboroto, no
habiendo causa por la cual nosotros podamos dar cuenta de este concurso.
41 Y cuando él hubo hablado esto, él despidió la asamblea.
Actos 20
Pablo visita Macedonia y Grecia
1 Y después que el alboroto fue cesado, Pablo llamó a él a los discípulos, y los abrazó, y partió
para ir a Macedonia.
2 Y cuando él hubo pasado por aquellas partes, y les hubo dado mucha exhortación, él vino a
Grecia.
En Actos 19:37, la biblia King James es la única que dice “ni son ladrones de iglesias”. Esto ha sido borrado de todas las biblias, en todos los
idiomas, y sólo la palabra perfecta de Dios lo dice. Esto porque acá Dios nos entrega revelación avanzada de que los Paganos llamaban
“iglesias” a sus templos. Por lo mismo, cuando te digan “Vamos a la Iglesia”, ten claro que te están invitando a un templo pagano. El “anda a
una iglesia” no es bíblico. Vayan a leer la nota de Hebreos 10:25.
40
3 Y allí moró tres meses. Y cuando los Judíos pusieron asechanza por él, cuando él estaba por
navegar a Siria, él propuso regresar por Macedonia.
4 Y allí le acompañaron a Asia, Sópater de Berea, y de los Tesalonicenses, Aristarco y
Segundo, y Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo.
5 Éstos yendo adelante, esperaron por nosotros en Troas.
Pablo predica en Troas (domingo)
6 Y nosotros, navegamos lejos desde Filipos después de los días de los panes sin levadura, y
vinimos a ellos a Troas en cinco días, donde nosotros estuvimos siete días.
7 Y sobre el primer día de la semana, cuando los discípulos vinieron juntos a partir el pan,
Pablo les predicaba; listo para partir al día siguiente, y continuó su discurso hasta la media
noche. 1 Co 16:2, Exo 31:16, Col 2:16, Neh 9:14-15
8 Y allí habían muchas luces en el aposento alto, donde ellos estaban reunidos juntos.
9 Y allí se sentó en una ventana un cierto hombre joven llamado Eutico, estando caído en un
sueño profundo, y como Pablo estaba largamente predicando, él cayó abajo de sueño, y cayó
abajo del tercer piso, y fue levantado muerto.
10 Y Pablo descendió, y cayó sobre él, y abrazándole, dijo: No os turbéis, porque su vida está
en él.
11 Cuando él por tanto subió otra vez, y hubo partido el pan, y comido, y habló un rato largo,
aún hasta el quiebre del día, así él partió.
12 Y ellos trajeron al joven vivo, y no fueron poco confortados.
13 Y nosotros fuimos delante de la nave, y navegamos a Asos, allí intentando recibir a Pablo;
porque así él lo hubo apuntado, queriendo él mismo ir a pié.
14 Y cuando se juntó con nosotros en Asos, nosotros le tomamos dentro, y vinimos a Mitilene.
15 Y nosotros navegamos de allí, y vinimos al siguiente día delante de Quíos, y al siguiente
día nosotros arribamos a Samos; y reposamos en Trogilio, al siguiente día vinimos a Mileto.
16 Porque Pablo había determinado navegar adelante de Éfeso, porque él no quería gastar el
tiempo en Asia; porque él se apresuraba, si le fuese posible para él, estar en Jerusalén el día de
Pentecostés.
La Gran despedida de Pablo de los Efesios, Arrepentimiento y fe
17 Y desde Mileto él envió a Éfeso, y llamó a los ancianos de la iglesia.

18 Y cuando ellos hubieron venido a él, él les dijo: Vosotros sabéis, desde el primer día que
yo vine a Asia, conforme a qué manera yo he sido con vosotros por todo el tiempo;
19 Sirviendo al Señor con toda humildad de mente, y con muchas lágrimas, y tentaciones, que
me ocurrieron por las asechanzas de los Judíos;
Noten que en Actos 20:7, Pablo les predica el primer día de la semana. Que es el Domingo. Se reúnen en el domingo, Pablo les predica en el
domingo , la iglesia recibe la colecta el domingo (1 Co 16:1-2), no el día sábado. Y si se fijan Jesucristo se levantó el día Domingo (Mat
28:1), y el Espíritu Santo vino el primer día de la semana (Act 2:1-2, Lev 23:16), no el sábado. Los adventistas dicen que la adoración en el
domingo es la marca de la bestia… o sea, no es lo que dice Rev 13:18.
41
20 Y cómo yo guardé nada que fuese útil a vosotros, sino he mostrado a vosotros, y he
enseñado a vosotros públicamente, y de casa en casa,
21 Testificando ambos a los Judíos, y también a los Griegos arrepentimiento hacia Dios, y fe
hacia nuestro Señor Jesucristo. Luc 24:47, Act 17:30, Mr 2:17
22 Y ahora he aquí, yo voy atado en el espíritu a Jerusalén, no sabiendo las cosas que me
ocurrirán allá;
23 Salvo que el Espíritu Santo testifique en toda ciudad, diciendo que prisiones y aflicciones
me esperan.
24 Pero ninguna de estas cosas me mueven, ni cuento yo mi vida preciosa para mí mismo; de
manera que yo pueda finalizar mi curso con gozo, y el ministerio, que yo he recibido del
Señor Jesús, para testificar el evangelio de la gracia de Dios.
Preocupación de Pablo por los no salvos, el cuerpo de Cristo y la iglesia local
25 Y ahora, he aquí, yo sé que vosotros todos, entre quienes yo he ido predicando el reino de
Dios, verán mi rostro nunca más.
26 Por tanto, yo os tomo a registro este día, que yo estoy puro de la sangre de todos los
hombres;
27 Porque yo no he rehuido de declarar a vosotros todo el consejo de Dios.
28 Prestad atención por tanto a vosotros mismos, y por todo el rebaño, sobre el que el Espíritu
Santo os ha hecho sobreveedores, para alimentar la iglesia de Dios, la cual él ha comprado con
su propia sangre.
29 Porque yo sé esto, que después de mi partida entrarán graves lobos entre vosotros, no
perdonando al rebaño.
30 También de vosotros mismos se levantarán hombres, hablando cosas perversas, para llevar
discípulos en pos de ellos.
La generosidad y buena disposición de Pablo para trabajar
31 Por tanto velad, y recordad, que por el espacio de tres años, yo no cesé de advertir a cada
uno, noche y día con lágrimas.
32 Y ahora, hermanos, yo os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, la cual es capaz
de edificaros, y daros una herencia entre todos los que son santificados.
33 Yo no he codiciado plata de nadie, u oro, o vestidura.
34 Sí, vosotros mismos sabéis, que estas manos han ministrado a mis necesidades, y a los que
estaban conmigo.
35 Yo os he mostrado todas las cosas, como que trabajando así, vosotros debéis de soportar a
los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, cómo él dijo: Es más bienaventurado dar
que recibir.
Tomen nota de lo que predicaba Pablo (Act 20:21), “Arrepentimiento hacia Dios, y fe hacia nuestro Señor Jesucristo”. Para los que dicen que
“arrepentimiento” no tiene nada que ver.
Noten además lo que les molesta a los “testigos de Jehová”, que dice que Dios ha comprado a la Iglesia con su propia sangre. Es decir… quién
es Jesucristo? R: Dios mismo, vayan a leer la nota de Colosenses 2 para mayor claridad si tienen dudas.
Perversiones como la RVR1960 o la RV1602, cambian la palabra “Dios” por “Señor” en Act 20:28
42
36 Y cuando él hubo dicho así, él se arrodilló, y oró con todos ellos.

37 Y todos ellos lloraron grandemente; y cayeron sobre el cuello de Pablo, y le besaban,
38 Entristeciéndose muchos de ellos por las palabras que él dijo, que ellos nunca más verían
su rostro. Y ellos le acompañaron hasta la nave.
Actos 21
La jornada a Cesarea
1 Y vino a pasar, que después de que nosotros fuimos separados de ellos, y hubimos zarpado,
nosotros vinimos con un curso derecho a Cos, y el día siguiente a Rodas, y de allí a Pátara.
2 Y hallando una nave navegando hacia Fenicia, nosotros fuimos a bordo, y partimos.
3 Y cuando nosotros hubimos descubierto Chipre, nosotros la dejamos en la mano izquierda, y
navegamos a Siria, y desembarcamos en Tiro; porque allí la nave había de descargar su carga.
4 Y hallando discípulos, nos quedamos allí siete días; los cuales decían a Pablo por el Espíritu,
que él no debía subir a Jerusalén.
5 Y cuando nosotros hubimos cumplido aquellos días, nosotros partimos, y seguimos nuestro
camino, y todos ellos nos trajeron sobre nuestro camino, con esposas e hijos, hasta que
nosotros salimos de la ciudad, y nosotros nos arrodillamos en la orilla, y oramos.
6 Y cuando nos hubimos despedido unos de otros, nosotros tomamos la nave, y ellos
retornaron a casa otra vez.
7 Y cuando nosotros hubimos finalizado nuestro curso desde Tiro, nosotros vinimos a
Tolemaida; y saludamos a los hermanos, y nos quedamos con ellos un día.
8 Y al siguiente día, nosotros que estábamos en compañía de Pablo partimos, y vinimos a
Cesarea; y nosotros entramos en la casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, y
posamos con él.
9 Y el mismo hombre tenía cuatro hijas, vírgenes, que profetizaban.
Un interesante estudio en las directivas y permisivas voluntades de Dios
10 Y como nos quedamos allí muchos días, allí descendió de Judea un cierto profeta llamado
Agabo.
11 Y cuando él vino a nosotros, él tomó el cinto de Pablo, y atándose sus propias manos y
pies, y dijo: Así dice el Espíritu Santo: Así los Judíos en Jerusalén atarán al varón propietario
de este cinto, y le entregarán en las manos de los Gentiles.
12 Y cuando nosotros oímos estas cosas, ambos nosotros, y los de aquel lugar, le rogamos no
subir a Jerusalén.
13 Entonces Pablo respondió: ¿Qué significa a vosotros llorar y romper mi corazón? Porque
yo estoy dispuesto a no sólo ser atado, sino aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor
Jesús.
14 Y cuando él no quiso ser persuadido, nosotros cesamos, diciendo: La voluntad del Señor
sea hecha.
43
La llegada de Pablo a Jerusalén
15 Y después de aquellos días, nosotros tomamos nuestros bagajes, y subimos a Jerusalén.

16 Y allí fueron con nosotros también ciertos de los discípulos de Cesarea, y trajeron con ellos a
un Mnasón, de Chipre, un antiguo discípulo, con quien nosotros debíamos hospedar.
17 Y cuando nosotros llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría.
18 Y el día siguiente Pablo entró con nosotros a Jacobo, y todos los ancianos estaban
presentes;
19 Y cuando él los hubo saludado, él declaró particularmente que cosas Dios había hecho
entre los gentiles por su ministerio.
El plan para prevenir un disturbio y el asesinato de Pablo
20 Y cuando ellos lo oyeron, ellos glorificaron al Señor, y le dijeron: Tú ves, hermano,

cuántos millares de Judíos hay que han creído; y ellos son todos celosos de la ley.
21 Y ellos están informados de ti, que tú enseñas a todos los Judíos que están entre los
gentiles a abandonar a Moisés, diciendo que ellos no deben circuncidar a sus hijos, ni andar
según las costumbres.
22 ¿Qué es eso por tanto? La multitud debe necesitar juntarse; porque ellos oirán que tú has
venido.
23 Haz por tanto, esto que nosotros decimos a ti: Nosotros tenemos cuatro hombres que tienen
un voto sobre ellos:
24 Tómalos, y purifica a ti mismo con ellos, y sed de cargos con ellos, para que ellos puedan
rasurar sus cabezas; y todos puedan saber que aquellas cosas, de las cuales ellos fueron
informados concerniente a ti, son nada; sino que tú mismo también andas ordenadamente, y
guardas la ley.
25 Aunque tocante a los gentiles que creen, nosotros hemos escrito y concluido que ellos no
observen tal cosa; salvo solamente que ellos se guarden a sí mismos de cosas ofrecidas a
ídolos, y de sangre, y de estrangulado y de fornicación.
26 Entonces Pablo tomó a los hombres, y el siguiente día purificándose a sí mismo con ellos,
entró en el templo, para significar el cumplimiento de los días de purificación, hasta que una
ofrenda deba ser ofrecida por cada uno de ellos.
Un capitán romano rescata a Pablo
27 Y cuando los siete días estaban casi terminados, los Judíos que eran de Asia, cuando ellos
le vieron en el templo, alborotaron a todo el pueblo y pusieron sus manos sobre él,
28 Dando voces: ¡Varones de Israel, ayudad! Éste es el hombre, que enseña a todos los
hombres por todas partes contra el pueblo, y la ley, y este lugar; y además metió a Griegos
también en el templo, y ha contaminado este santo lugar.
29 (Porque ellos habían visto antes con él en la ciudad a Trófimo el Efesio, al cual ellos
supusieron que Pablo había metido en el templo.)
30 Y toda la ciudad fue movida, y el pueblo corrió junto; y ellos tomaron a Pablo, y lo
arrastraron fuera del templo, e inmediatamente las puertas fueron cerradas.
44
31 Y cuando ellos fueron casi para matarle, noticias vinieron al jefe capitán de la banda, que
toda Jerusalén estaba en un alboroto.
32 El cual inmediatamente tomó soldados y centuriones, y corrió abajo hacia ellos. Y cuando
ellos vieron al jefe capitán y a los soldados, ellos cesaron de golpear a Pablo.
33 Entonces cuando el jefe capitán vino cerca, y le tomó, y le mandó a ser atado con dos
cadenas; y demandó quién era él, y qué había hecho.
34 Y algunos gritaban una cosa, algunos otra, entre la multitud; y cuando él no pudo saber la
certeza del tumulto, él le mandó a ser llevado a el castillo.
35 Y cuando él vino sobre las escaleras, así fue, que él fue cargado por los soldados por la
violencia del pueblo;
36 Porque la multitud del pueblo seguía detrás, gritando: ¡Afuera con él!
Un caso de identidad equivocada
37 Y cuando Pablo estaba por ser metido al castillo, él dijo al jefe capitán: ¿Puedo yo hablarte?
Quien dijo: ¿Puedes tú hablar Griego?
38 ¿No eres tú aquel egipcio, que antes de estos días hiciste un alboroto?, y sacaste al desierto
cuatro mil hombres que eran asesinos?
39 Pero Pablo dijo: Yo soy un hombre que soy un Judío de Tarso, una ciudad en Cililia, un
ciudadano de no insignificante ciudad; y, yo te ruego, me permitas hablar al pueblo.
40 Y cuando él le hubo dado licencia, Pablo estando en pie en las escaleras, e hizo señas con
la mano al pueblo, y cuando se hizo un gran silencio, él habló a ellos en lengua hebrea,
diciendo:
Actos 22
Un Hebreo da su testimonio a los Hebreos en Hebreo
1 Varones, hermanos, y padres, oíd vosotros mi defensa que yo hago ahora a vosotros.
2 (Y cuando ellos oyeron que él hablaba en la lengua hebrea a ellos, ellos guardaron más
silencio. Y él dice,)
3 Yo soy de cierto un hombre que soy un Judío, nacido en Tarso, una ciudad en Cilicia, pero
criado en esta ciudad, a los pies de Gamaliel, y enseñado según a la perfecta manera de la ley
de los padres, y estaba celoso para con Dios, como todos vosotros sois este día.
4 Y yo perseguí este camino hasta la muerte, atando y entregando a prisiones a ambos
hombres y mujeres;
5 Como también el sumo sacerdote me da testimonio, y todo el estado de los ancianos; de los
cuales también yo recibí cartas a los hermanos; y fui a Damasco, para traer a los que estaban
allí atados a Jerusalén, para ser castigados.
6 Y vino a pasar, que, cuando yo hacía mi jornada, y había llegado cercano a Damasco como a
mediodía, repentinamente allí resplandeció del cielo una gran luz rodeándome;
7 Y yo caí al suelo, y oí una voz diciéndome: Saulo, Saulo, ¿por qué tú me persigues?
8 Y yo respondí: ¿Quién eres tú, Señor? Y él me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quién tú
persigues.
45
9 Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y estaban asustados; mas ellos no
oyeron la voz del que hablaba conmigo.
10 Y yo dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate y ve a Damasco, y allí se te
dirá de todas las cosas que están apuntadas para ti que hagas.
11 Y cuando yo no podía ver por la gloria de aquella luz, siendo llevado de la mano por los
que estaban conmigo, yo vine a Damasco.
12 Y un Ananías, un varón devoto conforme a la ley, teniendo un buen reporte de todos los
Judíos que moraban allí,
13 Vino a mí, y poniéndose de pie, y me dijo: Hermano Saulo, recibe tu vista. Y la misma hora
yo miré sobre él.
14 Y él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido, para que tú conozcas su voluntad, y
veas aquel Justo, y debas oír la voz de su boca.
15 Porque tú serás su testigo a todos los hombres de lo que tú has visto y oído.
16 Y ahora ¿Por qué te demoras? Levántate y sé bautizado; y lava tus pecados invocando en el
nombre del Señor.
17 Y vino a pasar, que, cuando yo estaba venido otra vez a Jerusalén, aún mientras yo oraba en
el templo, yo estaba en un trance.
18 Y le vi diciéndome: Date prisa, y sal tú rápidamente de Jerusalén; porque ellos no recibirán
tu testimonio concerniente a mí.
19 Y yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba, y golpeaba en toda sinagoga a los que
creían en ti;
20 Y cuando la sangre de tu mártir Esteban fue derramada, yo también estaba de pie cerca, y
consintiendo en su muerte, y guardaba las ropas de los que le mataban.
21 Y él me dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos de aquí, a los gentiles.
Pablo escapa de la tortura
22 Y ellos le dieron audiencia a esta palabra; y entonces alzaron sus voces, y dijeron: Quita al
tal tipo de la tierra, porque no es conveniente que él deba vivir.
23 Y como ellos gritaban, y arrojaban sus ropas, y echaban polvo al aire,
24 El jefe capitán le mandó a ser traído al castillo, y mandó que él debía ser examinado con
azotes, para que él pudiese saber por qué ellos clamaban así contra él.
25 Y cuando ellos le ataron con correas, Pablo dijo al centurión que estaba de pie allí: ¿Os es
lícito para vosotros azotar a un hombre que es un Romano, y sin ser condenado?
26 Cuando el centurión oyó esto, él fue y dijo al jefe capitán, diciendo: Prestad atención a lo
que tú haces; porque este hombre es un Romano.
27 Entonces el jefe capitán vino y le dijo: Dime, ¿eres tú un romano? Él dijo: Sí.
28 Y el jefe capitán respondió: Con una gran suma yo obtuve esta libertad. Y Pablo dijo: Pero
yo fui nacido libre.
Falsificaciones cambian la palabra “del Señor” por “su nombre” en el verso 22:16. Pueden ver esto en la adulterada RVR1960, RV1569,
RSV, NVI,NASB, LBLA, ESV, Douay Rheims, RV1602, entre otras
46
29 Entonces inmediatamente, ellos se apartaron de él los cuales debían haberle examinado; y

el jefe capitán también estaba asustado, después que él supo que él era un Romano, y porque
él le había atado.
30 En el siguiente día, porque él quería saber de cierto por qué él era acusado de los Judíos, él
le soltó de sus bandas, y mandó a los jefes sacerdotes y a todo su concilio a aparecer; y bajó a
Pablo, y le puso delante de ellos.
Actos 23
Pablo divide al Sanedrín
1 Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones y hermanos, yo he vivido en

toda buena conciencia delante de Dios hasta este día.
2 Y el sumo sacerdote Ananías, mandó a los que estaban de pie cerca de él, para herirle en la
boca.
3 Entonces Pablo le dijo: Dios herirá a ti, tú pared blanqueada: ¿Por qué te sientas para
juzgarme conforme a la ley, y me mandas a ser herido contra la ley?
4 Y los que estaban de pie cerca dijeron: ¿Insultas tú al sumo sacerdote de Dios?
5 Entonces dijo Pablo: Yo no sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque está
escrito: Tú no hablarás mal del gobernador de tu pueblo.
6 Pero cuando Pablo percibió que una parte era de saduceos, y la otra de fariseos, él clamó en
el concilio: Varones y hermanos, yo soy un Fariseo, el hijo de un Fariseo; de la esperanza y
resurrección de los muertos yo soy llamado en cuestión.
7 Y cuando él hubo dicho así, allí se levantó una disensión entre los Fariseos y los Saduceos, y
la multitud fue divida.
8 Porque los Saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los Fariseos
confiesan ambas.
9 Y allí se levantó un gran clamor; y los Escribas que eran de la parte los fariseos se
levantaron, y contendían, diciendo: Nosotros no hallamos mal en este hombre; que si un
espíritu o un ángel le ha hablado, nosotros no peleemos contra Dios.
10 Y cuando allí se levantó una gran disensión, el jefe capitán, temiendo, no sea que Pablo
hubiese sido jalado dentro en pedazos por ellos, mandó a los soldados a bajar y tomarle por
fuerza de entre ellos, y lo llevasen al castillo.
La conspiración Judía para matar a Pablo
11 Y la noche siguiente el Señor se puso de pie cerca de él y dijo: Sed de buen ánimo, Pablo;
que como tú has testificado de mí en Jerusalén, así debes tú dar testimonio también en Roma.
12 Y cuando fue de día, ciertos de los Judíos se juntaron, y se ligaron a sí mismos bajo una
maldición, diciendo que ellos no comerían ni beberían hasta que ellos hubiesen matado a
Pablo.
13 Y ellos eran más de cuarenta los que habían hecho esta conspiración;
14 Y ellos vinieron a los jefes sacerdotes y a los ancianos, y dijeron: Nosotros nos hemos
atado a nosotros mismos bajo una gran maldición, que nosotros comeremos nada, hasta que
nosotros hayamos matado a Pablo.
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15 Ahora por tanto vosotros con el concilio, significad al jefe capitán que él le baje a vosotros
mañana, como si vosotros queréis inquirir algo más perfectamente concerniente a él; y
nosotros, o una vez que él venga cerca, estaremos listos para matarle.
16 Y cuando el hijo de la hermana de Pablo oyó de sus asechanzas, él fue y entró en el
castillo, y lo contó a Pablo.
17 Entonces Pablo, llamó a uno de los centuriones a él, y dijo: Lleva a este joven al jefe
capitán, porque él tiene una cierta cosa para decirle.
18 Así él le tomó y le llevó al jefe capitán, y dijo: Pablo el prisionero me llamó a él, y me
rogó traer a este joven a ti, el cual tiene algo para decirte.
19 Entonces el jefe capitán le tomó de la mano, y fue con él aparte privadamente, y le preguntó:
¿Qué es lo que tú tienes para decirme?
20 Y él dijo: Los Judíos han acordado rogarte que tú bajes a Pablo mañana al concilio, como
si ellos deseasen inquirir alguna cosa de él más perfectamente.
21 Pero tú no se los des a ellos; porque allí asechan por él más de cuarenta hombres de ellos,
los cuales se han atado a sí mismos con un juramento, que ellos ni comerán ni beberán hasta
que ellos le hayan matado; y ahora ellos están listos, esperando una promesa de ti.
22 Así el jefe capitán entonces dejó al joven partir, y mandándole: mira, tú no digas a nadie que
tú has mostrado estas cosas a mí.
Una carta parcialmente verdadera
23 Y él llamó a él a dos centuriones, diciendo: Preparad doscientos soldados para ir a Cesarea,

y setenta hombres a caballo, y doscientos lanceros, a la tercera hora de la noche;
24 Y proveedles bestias, para que ellos puedan poner arriba a Pablo, y le lleven a salvo a
Félix el gobernador.
25 Y él escribió una carta según esta manera:
26 Claudio Lisias al más excelente gobernador Félix: envío saludos.
27 Este hombre fue tomado de los Judíos, y debería haber sido muerto por ellos, entonces vine
yo con un ejército, y le rescaté, habiendo entendido que él era un romano.
28 Y cuando yo quise haber sabido la causa por qué ellos le acusaban, yo le llevé adelante a
su concilio;
29 A quien yo percibí ser acusado de cuestiones de su ley, pero de tener nada puesto a su
carga digno de muerte o de cadenas.
30 Y cuando me fue dicho de cómo, que los Judíos pusieron asechanza por el hombre, yo
envié inmediatamente a ti, y di mandato a sus acusadores también decid delante de ti lo que
ellos tenían contra él. Pásalo bien.
Pablo ante el gobernador romano Félix
31 Entonces los soldados, como les era mandado, tomaron a Pablo, y le llevaron de noche a
Antípatris.
32 En el día siguiente, ellos dejaron a los hombres a caballo ir con él, y retornaron al castillo.
33 Los cuales, cuando ellos vinieron a Cesarea, y entregaron la epístola al gobernador,
presentaron a Pablo también delante de él.
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34 Y cuando el gobernador hubo leído la carta, él preguntó de qué provincia él era. Y cuando
él entendió que él era de Cilicia,
35 Yo te oiré, dijo él, cuando tus acusadores también vinieren. Y él le mandó a ser guardado
en la sala de juicio de Herodes.
Actos 24
Un tranquilo y adulador abogado
1 Y después de cinco días Ananías el sumo sacerdote, descendió con los ancianos y con un
cierto orador llamado Tértulo, los cuales informaron al gobernador contra Pablo.
2 Y cuando él fue llamado adelante, Tértulo comenzó a acusarle, diciendo: Viendo que por ti
nosotros gozamos de gran quietud, y que muchas obras dignas son hechas a esta nación por tu
providencia;
3 Nosotros lo aceptamos siempre, y en todos los lugares, más noble Felix, con toda gratitud.
4 No obstante, para no ser yo más tedioso a ti, yo te ruego que tú nos oigas de tu clemencia
unas pocas palabras.
5 Porque nosotros hemos hallado a este hombre, un tipo pestilente, y un movedor de sedición
entre todos los Judíos por todo el mundo, y un cabecilla de la secta de los Nazarenos.
6 El cual también ha ido para profanar sobre el templo; a quien nosotros tomamos, y quisimos
haber juzgado conforme a nuestra ley.
7 Pero el jefe capitán Lisias vino sobre nosotros, y con gran violencia le quitó de nuestras
manos,
8 Mandando a sus acusadores venir sobre ti. Mediante examinación de la cual tú mismo
puedes tomar conocimiento de todas estas cosas, de las cuales nosotros le acusamos.
9 Y los Judíos también asentían, diciendo que estas cosas eran así.
Un honesto, directo y franco predicador
10 Entonces Pablo, después que el gobernador hubo hecho señas a él para hablar, respondió:
Ya que, como yo sé que tú has sido por muchos años un juez a esta nación, yo doy más
animadamente respuesta por mí mismo.
11 Porque aquello tú puedes entender, que hay aún sino 12 días desde que yo subí a Jerusalén
para adorar;
12 Y ellos ni me hallaron en el templo disputando con alguno, ni levantando al pueblo, ni en
las sinagogas, ni en la ciudad;
13 Ni ellos pueden probar las cosas de las cuales ellos ahora me acusan.
14 Pero esto yo te confieso, que conforme al camino que ellos llaman herejía, así adoro yo al
Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que están escritas en la ley y en los profetas;
15 Y teniendo esperanza para con Dios, que ellos mismos también permiten, que habrá una
resurrección de los muertos, ambos de justos e injustos.
16 Y en esto yo me ejercito a mí mismo, tener siempre una conciencia vacía de ofensa hacia
Dios, y hacia los hombres.
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17 Ahora pasados muchos años, yo vine a traer limosnas a mi nación, y ofrendas.

18 Después de lo cual ciertos Judíos de Asia me hallaron purificado en el templo, ni con
multitud, ni con tumulto;
19 Los cuales debían haber estado aquí delante de ti, y objetar, si ellos tenían deber contra mí.
20 O si no, dejad a estos mismos aquí decir, si ellos han hallado algún mal hacer en mí,
mientras yo estuve de pie delante del concilio,
21 Excepto sea por esta única voz, que yo clamé estando de pie entre ellos: Tocante a la
resurrección de los muertos yo soy llamado en cuestión por vosotros este día.
Un político de alto rango
22 Y cuando Félix oyó estas cosas, teniendo más perfecto conocimiento de este camino, él los
difirió, y dijo: Cuando Lisias el jefe capitán descendiere, yo conoceré más cabalmente de
vuestro asunto.
23 Y él mandó al centurión a guardar a Pablo, y a dejadle tener libertad; y que él no impidiese
a ninguno de sus conocidos ministrar o venir a él.
24 Y después de ciertos días, cuando Félix vino con su esposa Drusila, que era una Judía, él
envió por Pablo, y le oyó concerniente a la fe en Cristo.
25 Y cuando él razonó de justicia, templanza, y juicio por venir, Félix tembló, y respondió:
Sigue tu camino por esta vez, cuando yo tenga una estación conveniente, yo llamaré por ti.
26 Él esperaba también que dinero le hubiese sido dado a él de Pablo, para que él pudiese
soltarle; por lo cual él envió por él más frecuentemente, y se comunicaba con él.
27 Pero después de dos años Porcio Festo vino al sitio de Félix, deseando mostrar a los Judíos
un placer, dejó a Pablo preso.
Actos 25
Pablo escapa de otra trampa
1 Y cuando Festo estaba entrado en la provincia, después de tres días él ascendió de Cesarea a
Jerusalén.
2 Entonces el sumo sacerdote y el jefe de los Judíos le informaron contra Pablo; y le rogaron,
3 Y pidieron favor contra él, para que él enviase por él a Jerusalén, poniendo asechanza en el
camino para matarle.
4 Pero Festo respondió, que Pablo debía ser guardado en Cesarea, y que él mismo partiría
prontamente allá.
5 Dejadlos por tanto, dijo él, los que de entre vosotros son capaces, descender conmigo, y
acusen a este hombre, si hay alguna maldad en él.
6 Y cuando él se hubo detenido entre ellos más de diez días, él descendió a Cesarea; y el
siguiente día, sentándose en el asiento de juicio, mandó que Pablo fuese traído.
En Actos 24:24, falsificaciones agregan la palabra “Jesu”. Pueden ver esto en la adulterada RVR1960, RSV, NVI, NTV, NASB, LBLA, ESV,
DHH, RV1602, entre otras
Noten además en el verso 24:25, lo que es una predicación de verdad. Habla del mal vivir, de estar sobrio y de enfrentar a Dios en el juicio en
el Gran trono blanco. Vean como Félix terminó temblando. Para que vean cómo deben de predicar
50
7 Y cuando él llegó, los Judíos que bajaron de Jerusalén le rodearon, y pusieron muchas y
graves acusaciones contra Pablo, las cuales ellos no podían probar;
8 Mientras él respondía por sí mismo: Ni contra la ley de los Judíos, ni contra el templo, ni aún
contra César, he yo ofendido alguna cosa en absoluto.
9 Pero Festo, deseando hacer a los Judíos un placer, respondió a Pablo, y dijo: ¿Quieres tú
subir a Jerusalén, y allá ser juzgado de estas cosas delante de mí?
10 Entonces dijo Pablo: Yo estoy de pie en el asiento de juicio de César, donde yo debo ser
juzgado. A los Judíos yo no he hecho mal, como tú muy bien sabes.
11 Porque si yo soy un ofensor, o he cometido alguna cosa digna de muerte, yo no rehúso
morir; pero si nada hay de aquellas cosas de las cuales éstos me acusan, nadie puede
entregarme a ellos. Yo apelo a César.
El reporte de Festo al rey Agripa
12 Entonces Festo, cuando él hubo conferenciado con el consejo, respondió: ¿Has tú apelado a
César? A César tú irás.
13 Y pasados ciertos días, el rey Agripa y Bernice vinieron a Cesarea a saludar a Festo.
14 Y cuando ellos hubieron estado allí muchos días, Festo declaró la causa de Pablo al rey,
diciendo: Hay un cierto hombre dejado en ataduras por Félix,
15 Acerca del cual, cuando yo estuve en Jerusalén, el jefe sacerdote y los acianos de los
Judíos me informaron, deseando tener juicio contra él.
16 A los cuales yo respondí: No es la manera de los romanos entregar alguno a morir, antes
que el que es acusado tenga a sus acusadores cara a cara, y tenga licencia de responder por sí
mismo concerniente al crimen puesto contra él.
17 Por tanto, cuando ellos vinieron acá, sin ninguna dilación, en día siguiente, yo sentado en
el asiento de juicio, y mandé al hombre a ser traído.
18 Contra el cual cuando los acusadores se pusieron de pie, ellos trajeron ninguna acusación
de tales cosas como yo suponía,
19 Sino que tenían ciertas cuestiones contra él de su propia superstición, y de un Jesús, que
estaba muerto, el cual Pablo afirmaba estar vivo.
20 Y porque yo dudé de tal manera de cuestiones, yo le pregunté si él quería ir a Jerusalén y
allá ser juzgado de estas cosas.
21 Pero cuando Pablo hubo apelado para ser reservado para el oído de Augusto, yo le mandé a
ser guardado hasta que yo pueda enviarle a César.
22 Entonces Agripa dijo a Festo: Yo quisiera también oír al hombre yo mismo. Mañana, dice él,
tú le oirás.
23 Y en el día siguiente, cuando Agripa vino, y Bernice, con gran pompa, y habiendo entrado
en el palacio de escucha, con los jefes capitanes, y varones principales de la ciudad, al mandato
de Festo Pablo fue traído adelante.
24 Y Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones aquí presentes con nosotros; vosotros veis a
este hombre, por el cual toda la multitud de los Judíos han tratado conmigo, ambos de
Jerusalén y también aquí, clamando que él no debe vivir más;
25 Pero cuando yo no hallé nada digno de muerte que él hubiere cometido, y que él mismo
había apelado a Augusto, yo he determinado de enviarle.
51
26 De lo cual no tengo cosa cierta que escribir a mi señor; por lo que yo le he traído delante de
vosotros, y especialmente delante de ti, oh rey Agripa, para que, después que hagas
examinación, yo pueda tener algo para escribir.
27 Porque me parece a mí irrazonable enviar un prisionero, y no con significar los crímenes
puestos contra él.
Actos 26
Pablo describe su educación religiosa
1 Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Entonces Pablo extendió la
mano, y respondiendo por sí mismo:
2 Yo me pienso feliz, rey Agripa, porque yo responderé por mí mismo este día delante de ti
tocante a todas las cosas de las cuales yo soy acusado por los Judíos.
3 Especialmente porque yo se que tú eres experto en todas las costumbres y cuestiones que hay
entre los judíos; por lo cual yo te ruego oírme pacientemente.
4 Mi manera de vida desde mi juventud, la cual era al principio entre mi propia nación en
Jerusalén, la saben todos los Judíos;
5 Los cuales me conocieron desde el principio, si ellos quieren testificar, que conforme a la
más estricta secta de nuestra religión, yo viví fariseo.
6 Y ahora estoy de pie y soy juzgado por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros
padres;
7 A la cual promesa nuestras doce tribus, sirviendo constantemente día y noche, esperan han
de venir. Por el cual motivo de la esperanza, rey Agripa, yo soy acusado por los Judíos.
8 ¿Por qué debería ser el pensar, una cosa increíble con vosotros, que Dios levantase a los
muertos?
Pablo describe su conversión y comisión (Act 9)
9 Yo ciertamente pensé conmigo mismo, que yo debía hacer muchas cosas contrarias al
nombre de Jesús de Nazaret;
10 Cual cosa yo también hice en Jerusalén, y a muchos de los santos yo encerré en prisión,
habiendo recibido autoridad de los jefes sacerdotes; y cuando ellos fueron puestos a muerte, yo
di mi voto contra ellos.
11 Y yo los castigué muchas veces en toda sinagoga, y los forcé a blasfemar; y estando
excesivamente enfurecido contra ellos, yo los perseguí aún hasta ciudades extranjeras.
12 Tras lo cual, cuando yo fui a Damasco con autoridad y comisión de los jefes sacerdotes,
13 Al mediodía, oh rey, yo vi en el camino una luz del cielo, por encima de la brillantez del
sol, resplandeciendo alrededor de mí y de los viajaban conmigo.
14 Y cuando nosotros estuvimos todos caídos a la tierra, yo oí una voz hablándome, y diciendo
en lengua Hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué tú me persigues? Es duro para ti patear contra los
aguijones.
15 Y yo dije: ¿Quién eres tú, Señor? Y Él dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues.
16 Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque yo he aparecido a ti para este propósito, para
hacerte un ministro y un testigo ambos de estas cosas que tú has visto, y de aquellas cosas en
las cuales yo apareceré a ti,
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17 Librándote de este pueblo y de los gentiles, a los cuales ahora yo te envío,

18 Para abrir sus ojos, y para convertirlos de las tinieblas a la luz, y del poder de Satanás a
Dios; para que ellos puedan recibir el perdón de pecados, y herencia entre los que son
santificados por fe que es en mí.
Pablo describe los contenidos de su predicación
19 Tras lo cual, oh rey Agripa, yo no fui desobediente a la visión celestial,

20 Sino mostré primero a los de Damasco, y en Jerusalén, y por todas las costas de Judea, y
entonces a los gentiles, para que ellos se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, y hagan obras
dignas para arrepentimiento.
21 Por causa de esto los Judíos, me tomaron en el templo, y fueron a punto de matarme.
22 Habiendo por tanto obtenido ayuda de Dios, yo continúo hasta este día, dando testimonio a
ambos pequeños y grandes, diciendo nada de otras cosas de aquellas que los profetas y Moisés
dijeron que debían venir.
23 Que Cristo debía sufrir, y que él debía ser el primero que se debía levantar de los muertos, y
debía mostrar luz al pueblo, y a los gentiles.
Festo pierde su tranquilidad
24 Y cuando él así hablaba por sí mismo, Festo dijo con una alta voz: Pablo; tú estás fuera de
ti mismo; mucho aprendizaje te vuelve loco.
25 Pero él dijo: Yo no estoy loco, más noble Festo, sino que hablo adelante las palabras de
verdad y sobriedad.
Casi me persuades
26 Porque el rey sabe de estas cosas, delante del cual también yo hablo libremente. Porque yo
estoy persuadido que ninguna de estas cosas están escondidas de él; porque esta cosa no fue
hecha en un rincón.
27 Rey Agripa, ¿Crees tú a los profetas? Yo sé que tú crees.
28 Entonces Agripa dijo a Pablo: Casi tú me persuades a ser un Cristiano.
29 Y Pablo dijo: Yo desearía a Dios, que no sólo tú, sino también todos los que me oyen este
día, fuesen ambos casi, y todos juntos tales como yo soy, excepto estas cadenas.
30 Y cuando él hubo así dicho, el rey se levantó, y el gobernador, y Bernice, y los que estaban
sentados con ellos;
31 Y cuando ellos hubieron ido a un lado, ellos hablaban entre sí, diciendo: Este hombre hace
nada digno de muerte o de cadenas.
32 Entonces dijo Agripa a Festo: Este hombre podía haber sido puesto en libertad, si él no
hubiese apelado a César.
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Actos 27
El viaje por el mar de Pablo
1 Y cuando fue determinado que nosotros debíamos navegar para Italia, ellos entregaron a
Pablo y a ciertos otros prisioneros uno llamado Julio, un centurión de la compañía Augusta.
2 Y entrando en una nave de Adrumentina, nosotros zarpamos, queriendo navegar por las
costas de Asia, un Aristarco, un Macedonio de Tesalónica, estando con nosotros.
3 Y al siguiente día nosotros tocamos en Sidón; y Julio trató cortésmente a Pablo, y le dio
libertad para ir a sus amigos para refrescarse a sí mismo.
4 Y cuando nosotros hubimos lanzado de allí, nosotros navegamos bajo Chipre, porque los
vientos eran contrarios.
5 Y cuando nosotros hubimos navegado sobre el mar de Cilicia y Panfilia, nosotros vinimos a
Mira, una ciudad de Licia.
6 Y allí el centurión halló una nave de Alejandría navegando a Italia, y él nos puso en ella.
7 Y cuando nosotros hubimos navegado despacio muchos días, y apenas habiendo venido en
delante de Gnido, el viento no nos permitió, nosotros navegamos bajo Creta, junto a Salmón.
8 Y difícilmente pasándola, vinimos al lugar que es llamado los buenos puertos, cerca del cual
estaba la ciudad de Lasea.
La advertencia al capitán y la tripulación de Pablo
9 Y cuando mucho tiempo fue gastado, y cuando la navegación era ahora peligrosa, porque el
ayuno era ahora ya pasado, Pablo los amonestaba,
10 Y les decía: Señores, yo percibo que este viaje será con herida y mucho daño, no sólo del
cargamento y nave, sino también de nuestras vidas.
11 Sin embargo el centurión creía al maestre y al dueño de la nave, más que a aquellas cosas
que eran dichas por Pablo.
12 Y porque el puerto no era cómodo para invernar, la mayor parte aconsejó salir de allí
también, si por algún medio ellos pudiesen llegar a Fenice, y allí invernar, que es un puerto de
Creta, y yace hacia sudeste y nordeste.
13 Y cuando el viento del sur sopló suavemente, supusieron que ellos habían obtenido su
propósito, soltando de allí, ellos navegaron cercanos a Creta.
La tempestad, Euroclidón
14 Pero no mucho después allí se levantó en su contra un viento tempestuoso, llamado

Euroclidón.
15 Y cuando la nave fue atrapada, y no podía resistir al viento, nosotros la dejamos a la deriva.
16 Y corriendo bajo una cierta isla que es llamada Clauda, nosotros tuvimos mucho trabajo
para venir al bote;
En el verso 27:3, las falsificaciones colocan que pablo fue tratado “humanamente”. Tengan claro que en la biblia King James, la palabra
perfecta de Dios, la palabra “humano” no existe. Si ustedes buscan la etimología de esa palabra, proviene de “Hu”, que es el dios de los
druidas. Es decir, si ustedes dicen que son “humanos” (hu – man), lo que están diciendo en el fondo es que son “hombres de Hu”, hombres del
diablo. Son humanos ustedes? Yo no!!!!
Pueden ver esto en falsificaciones como: RVR1960, OSO, RV1602, RV1602P, RVG2010, RV 1569, RV1865, RV1862, entre otras.
54
17 El cual cuando ellos hubieron levantado, ellos usaban ayudas, ciñendo abajo la nave; y,
temiendo, no sea que cayesen en las arenas movedizas, abajadas las velas, y así eran llevados.
18 Y nosotros, siendo excesivamente sacudidos con una tempestad, el siguiente día ellos
alivianaron la nave;
19 Y al tercer día nosotros echamos con nuestras propias manos los aparejos de la nave.
20 Y cuando ni sol ni estrellas aparecieron en muchos días, y no pequeña tempestad posaba
sobre nosotros, toda esperanza en que nosotros debíamos ser salvados, fue entonces perdida.
21 Pero después de larga abstinencia Pablo se puso en pie en medio de ellos, y dijo: Señores,
vosotros debíais haberme oído a mí, y no haber soltado desde Creta, y para haber ganado este
daño y pérdida.
22 Y ahora yo os exhorto a ser de buen ánimo; porque no habrá pérdida de ninguna vida de
hombre entre vosotros, sino de la nave.
23 Porque ahí estuvo de pie conmigo esta noche el Ángel del Dios, de quien yo soy, y a quien
yo sirvo,
24 Diciendo: No temas, Pablo, tú debes ser llevado delante de César; y he aquí, Dios te ha
dado todos los que navegan contigo.
25 Por tanto, señores, sed de buen ánimo; porque yo creo a Dios, que será igual como se me
fue dicho.
26 Sin embargo, nosotros debemos ser echados sobre una cierta isla.
La preparación para evitar el naufragio
27 Pero cuando la decimocuarta noche estaba venida, como nosotros fuimos llevados arriba y
abajo en el Adriático, cerca de medianoche los marineros pensaron que ellos estaban cerca de
alguna tierra;
28 Y sondeando, y hallaron veinte brazas, y cuando ellos hubieron ido un poco más adelante,
ellos sondearon otra vez, y hallaron quince brazas.
29 Entonces temiendo, no sea que nosotros debamos haber caído sobre rocas, ellos echaron
cuatro anclas de la popa; y desearon por el día.
30 Y como los marineros estaban por huir de la nave, cuando ellos hubieron bajado el bote al
mar, bajo parecer como que ellos querían haber echado anclas de proa,
31 Pablo dijo al centurión, y a los soldados: Excepto que éstos permanezcan en la nave,
vosotros no podéis salvaros.
32 Entonces los soldados cortaron las cuerdas del bote, y le dejaron caer.
33 Y cuando el día estaba viniendo encima, Pablo les rogaba a todos tomar comida, diciendo:
Éste día es el decimocuarto día que vosotros habéis esperado y continuado ayunando, habiendo
tomado nada.
34 Por tanto yo os ruego que toméis algún alimento, porque esto es por vuestra salud; porque
no caerá un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros.
35 Y cuando él hubo así dicho, él tomó pan, y dio gracias a Dios en presencia de todos, y
cuando él lo hubo partido, él comenzó a comer.
36 Entonces estaban todos ellos de buen ánimo, y ellos también tomaron algún alimento.
37 Y nosotros éramos en total, en la nave, doscientas setenta y seis almas.
38 Y cuando ellos hubieron comido suficiente, ellos aligeraron la nave, y echaron el trigo al
mar.
55
39 Y cuando fue de día, ellos no conocían la tierra; mas ellos descubrieron una cierta bahía
con una playa, en la cual ellos estaban dispuestos, si fuere posible, empujar dentro la nave.
40 Y cuando ellos hubieron alzando las anclas, ellos se comprometieron a sí mismos al mar, y
soltando las bandas del timón, y alzando la vela principal hacia el viento, e hicieron hacia la
playa.
41 Y cayendo en un lugar en donde dos mares se encontraban, ellos corrieron el barco a tierra,
y la proa se atascó rápido, y permaneció inamovible, pero la popa estaba rota con la violencia
de las olas.
42 Y el consejo de los soldados era matar a los prisioneros, no sea que alguno de ellos nadase
fuera, y escapase.
43 Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, los guardó de su propósito, y mandó que los
que pudiesen nadar, se echasen primero al mar, y saliesen a tierra;
44 Y el resto, algunos sobre tablas, y algunos sobre piezas rotas de la nave. Y así vino a pasar,
que todos ellos escaparon seguros a tierra.
Actos 28
Un ejemplo de la inconstancia de la naturaleza del hombre
1 Y cuando ellos hubieron escapado, entonces ellos supieron que la isla era llamaba Melita.
2 Y el pueblo bárbaro nos mostraba no poca amabilidad; porque ellos encendieron un fuego, y
nos recibieron a todos, a causa de la presente lluvia, y a causa del frío.
3 Y cuando Pablo hubo reunido un manojo de ramas, y poniéndolas en el fuego, allí vino una
víbora huyendo del calor, y le acometió en su mano.
4 Y cuando los bárbaros vieron la bestia venenosa colgando de su mano, ellos dijeron entre sí:
Sin duda este hombre es un homicida, a quien, aunque él ha escapado del mar, aún sufre
venganza para no vivir.
5 Y él sacudió a la bestia en el fuego, y no sintió daño.
6 Sin embargo ellos esperaron cuándo él se había de hinchar, o caer muerto de repente; mas
después que ellos hubieron esperado un gran rato, y viendo que no venía daño a él, ellos
cambiaron sus mentes y dijeron que él era un dios.
7 En los mismos lugares había posesiones del hombre principal de la isla, cuyo nombre era
Publio, el cual nos recibió y nos hospedó tres días cortésmente.
El ministerio de Pablo en Malta
8 Y vino a pasar, que el padre de Publio estaba en cama enfermo de una fiebre y un flujo de
sangre; al cual Pablo entró, y oró, y puso sus manos sobre él, y le sanó.
9 Así cuando esto fue hecho, otros también, que tenían enfermedades en la isla, venían, y eran
sanados;
10 Los cuales también nos honraron con muchas honoras; y cuando nosotros partimos, ellos
nos cargaron de tantas cosas como eran necesarias.
En Actos 28:2, las falsificaciones vuelven a usar la palabra “humanidad”, palabra que no existe en la biblia King James
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El viaje a Roma
11 Y después de tres meses, nosotros partimos en una nave de Alejandría, que había invernado
en la isla, cuya señal era Cástor y Pólux.
12 Y desembarcando en Siracusa, nosotros estuvimos allí tres días.
13 Y de allí nosotros fuimos a compás, y vinimos a Regio; y después de un día el viento del
sur sopló, y nosotros vinimos al siguiente día a Puteoli,
14 Donde nosotros hallamos hermanos, y fuimos rogados para quedarnos con ellos siete días; y
así nos fuimos a Roma;
15 Y desde allí, cuando los hermanos oyeron de nosotros, ellos vinieron a recibirnos tan lejos
como el foro de Appio, y las tres tabernas; a los cuales cuando Pablo vio, él dio gracias a Dios y
tomó coraje.
Pablo predica a sus hermanos Judíos en la “dispersión”
16 Y cuando nosotros vinimos a Roma, el centurión entregó los prisioneros al capitán de la

guardia, mas a Pablo le fue permitido morar por sí mismo, con un soldado que le guardase.
17 Y vino a pasar, que después de tres días, Pablo llamó al jefe de los Judíos juntos; y cuando
ellos vinieron juntos, él les dijo: Varones y hermanos, aunque yo nada he cometido contra el
pueblo, o costumbres de nuestros padres, aún yo fui entregado prisionero desde Jerusalén a las
manos de los Romanos;
18 Los cuales, cuando ellos me hubieron examinado, querían dejarme ir; porque no había
causa de muerte en mí.
19 Pero cuando los judíos hablaron en contra, yo fui constreñido a apelar a César; no que yo
tenga de qué acusar a mi nación.
20 Por esta causa por tanto, yo he llamado por vosotros, para veros, y para hablar con
vosotros; porque aquella, por la esperanza de Israel yo estoy atado con esta cadena.
21 Y ellos le dijeron: Nosotros ni recibimos cartas de Judea concerniente a ti, ni alguno de los
hermanos que vino mostró o habló algún mal de ti.
22 Pero nosotros deseamos oír de ti lo que tú piensas; porque como concerniente a esta secta,
nosotros sabemos que en todo lugar se habla en contra.
23 Y cuando ellos le hubieron apuntado un día, allí vinieron muchos a él muchos a su
alojamiento, a los cuales él exponía y testificaba el reino de Dios, persuadiéndoles
concerniente a Jesús, ambos de la ley de Moisés y de los profetas, desde la mañana hasta la
tarde.
24 Y algunos creían las cosas que eran dichas, y algunos no creían.
25 Y cuando ellos no acordaron entre sí, ellos partieron, después que Pablo hubo dicho una
palabra: Bien habló el Espíritu Santo por Isaías el profeta a nuestros padres,
La vuelta mundial del evangelio desde los Judíos hacia los Gentiles
26 Diciendo: Ve a este pueblo, y diles: Oyendo vosotros oiréis, y no entenderéis; Y viendo

vosotros veréis, y no percibiréis:
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27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y sus oídos son pesados de oír, y sus ojos
los han cerrado; para que ellos no vean con sus ojos, y oigan con sus oídos, y entiendan con su
corazón, y deban ser convertidos, y yo deba sanarlos.
28 Sea conocido por tanto a vosotros, que la salvación de Dios es enviada a los Gentiles; y que
ellos la oirán.
29 Y cuando él hubo dicho estas palabras, los Judíos salieron, y tenían gran discusión entre sí.
30 Y Pablo moró dos años enteros en su propia casa alquilada, y recibía a todos los que
entraban a él,
31 Predicando el reino de Dios y enseñando aquellas cosas que conciernen al Señor Jesucristo,
con toda confianza, ninguno prohibiéndole.
58

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ACTOS Kjv1611 Traducida

Introducción a los Actos de los Apóstoles

Ustedes pueden ver como:

La ascensión y una profecía de la segunda venida

Alusiones a la segunda venida

El mensaje Judío de Pedro a los Judíos

Salvación de la generación que crucificó a Cristo, no del infierno

La segunda Iglesia, que es Judía en naturaleza

Otro mensaje Judío a los judíos

Jesucristo es identificado como el segundo Moisés

La reacción Judía al mensaje Judío de Pedro

La comunidad social de la Iglesia temprana

Las señales apostólicas Judías en evidencia

Los apóstoles son arrestados y escapan de prisión

La respuesta de religiosos asesinos a la clara predicación

Los apóstoles toman los azotes con gozo por Jesucristo

40 Y por él ellos convinieron; y cuando ellos hubieron llamado a los apóstoles, y

La oposición alejandrina a Esteban

9 Entonces allí se levantaron ciertos de la sinagoga, que es llamada la sinagoga de los

1 Entonces dijo el sumo sacerdote: ¿Son estas cosas así?

44 Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, como él había

Esteban aplica su sermón

51 Vosotros duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, vosotros siempre resistís al

El primer mártir del Señor en el nuevo testamento

Sucesión apostólica de los Judíos a los Samaritanos

La conversión del Etíope eunuco

Los eventos que siguieron la conversión de Saulo

10 Y había un cierto discípulo en Damasco llamado Ananías, y a él dijo el Señor en una

Ministerio temprano de Saulo a los Judíos y Griegos

20 E inmediatamente él predicaba a Cristo en las sinagogas, que él es el Hijo de Dios.

Pedro sana a los enfermos y levanta a los muertos

1 Había un cierto varón en Cesarea llamado Cornelio, un centurión de la compañía llamada la

La preparación de un misionario reacio

Las relaciones con un piadoso, religioso y no salvo “católico”

Dios interrumpe la invitación “pentecostal” de Pedro

El origen del término “Cristiano”

La onceava hambruna en la Escritura

27 Y en aquellos días vinieron profetas de Jerusalén a Antioquía.

Dios reparte pena capital por no darle Gloria

El comienzo del primer viaje misionario de Pablo

Sermón de Pablo en Antioquía de Pisidia

La muerte, entierro y resurrección de Jesucristo

Una advertencia acerca de rechazar estas grandes verdades

41 Mirad, vosotros menospreciadores, y maravillaos, y pereced: Porque yo obro una obra en

La memoria duradera de los “dioses” pre diluvio

El circuito del jinete “circuito”

Los misionarios vuelven a casa

26 Y de allí navegaron a Antioquía, de donde ellos habían sido encomendados a la gracia de

El gran cambio en la teología pentecostal de Pedro

Las obras de un cristiano son un testimonio

Antioquía continúa como la mejor fuente de profesores y misionarios

Una iglesia se divide entre los “hermanos”

El comienzo del segundo viaje misionario de Pablo

8 Y ellos pasando por Misia, descendieron a Troas.

Publicidad no solicitada de un espíritu inmundo

La serenata de medianoche y el terremoto

27 Y el guardia de la prisión despertando de su sueño, y viendo las puertas de la prisión

Más oposición de los Judíos de Tesalónica

La idolatría e inconstancia de los filósofos Griegos