Crítica Joker
Crítica Joker
Crítica Joker
Joker, película estrenada en el año 2019, retoma a uno de los personajes más representativos, no sólo
del universo de Batman, sino también, de los cómics. Y si bien, esta, no es la primera vez que se
presenta a este personaje en la pantalla grande, el director, Todd Phillips, entrega una perspectiva
nunca antes abordada en torno al personaje, el cual, fue creado en 1940, por Bill Finger, Bob Kane, y
Jerry Robinson, siendo este último, quien le dio el nombre al mítico villano.
Continuando con el nombre, me parece acertado que se trate de un título corto, que no termine
por afectar la experiencia del público, al brindar un exceso de información acerca de la trama, además,
es específico, por lo que, el espectador, tiene claro lo que puede esperar de la película, y por
supuesto, está consciente de quien es el protagonista de la misma.
Esta película, es dirigida por Todd Phillips, un director que, de primer momento, sonaba un tanto
extraño que estuviera ligado a una producción de este tipo, pues, su experiencia se enfocaba más en
cintas de corte cómico, siendo este, un filme serio y profundo, en el cual, se ven reflejados
manifestaciones y movimientos sociales, para nada lejanos al contexto que se vivía en Estados
Unidos, en los momentos en que se produjo la película. Phillips hace un gran trabajo en esta cinta, no
solo al fungir como el gestor de la obra, sino también, en adecuar la historia al contexto social actual,
situación que, provoca cercanía, y en cierta forma, empatía en el espectador, por la situación en la que
se encuentran los personajes.
El sentimiento de empatía se mantiene por buena parte de la película, la cual, aborda la historia
de Arthur Fleck, un hombre de mediana edad, que trabaja como payaso, y sueña con convertirse en un
comediante famoso. Arthur, sufre de enfermedades mentales, y vive con su madre, en una ciudad
llena de peligros, en la que conviven con una sociedad decadente, la cual, muestra tener una moral
endeble, y de la cual, el protagonista es víctima en más de una ocasión, situación que lo lleva al límite,
dando como resultado, la exploración de una naturaleza escondida en el personaje. Esta es una cinta
que abarca más de un género, teniendo como principales, al drama y suspenso, los cuales, se hacen
presentes en las escenas que generan tensión y parten del conflicto.
Existe una gran profundidad en esta película, en gran parte, gracias a las temáticas que incluye,
sin que estas, necesariamente estén desarrolladas de manera explícita. Destacándose entre ellas, la
soledad y el vacío, siendo ambas características muy marcadas en el protagonista, y, sobre todo, da
un mensaje acerca de los efectos que la soledad y el rechazo pueden tener en la vida de una persona.
Así como el impacto que tienen las acciones, y palabras, del mundo exterior en la mente de un
individuo, y como cada persona reacciona de manera distinta ante las situaciones adversas que se le
van presentando.
Además, se aborda la temática de la bondad, y entonces surge la pregunta, de si realmente el
ser humano llega al mundo siendo malo, o, si esta conducta es producto de las situaciones que
ocurren en el contexto social de cada uno. Este, es un tema que se desarrolla a lo largo de la trama
mientras se observa el camino que trazan las decisiones de Arthur.
Dicho camino, tiene pocos huecos argumentales, y si bien, existen algunas cosas sin resolver,
parecen colocadas a propósito por parte del director, para generar efectos en el espectador y que
quede a consideración de cada uno la realidad que se presenta en distintas escenas y el contexto en
el que sucede cada una. Sin embargo, esto no afecta como tal a la trama central, pues, el
planteamiento en el que se desarrolla la historia de Arthur, cumple con su cometido.
De la mano de estas temáticas y por supuesto, de los recursos de producción implementados,
esta película consigue por momentos que el espectador tome el lugar del protagonista, y, entonces, se
relacione de manera íntima con las sensaciones, e, internalice las emociones del personaje, que no
cesan a lo largo de la trama, pues, definitivamente, es una cinta que logra despertar diferentes
emociones a través del lenguaje y la propia interpretación de los actores.
En cuanto al trabajo actoral, Joaquín Phoenix brilla con luz propia con su interpretación del
personaje principal, para el cual, demuestra tener un gran compromiso, en el que incluso, se pudo ver
afectada su integridad física, pues, realizó modificaciones extremas en sus hábitos alimenticios, para
quedar a la medida que requería su personaje. Además, de una gran utilización de su cuerpo, pues,
comunica mucho con el a través de gestos, posturas, e incluso el baile. El otro personaje que se
destaca es el interpretado por Robert de Niro, al cual se llega a conocer desde la óptica de Arthur, por
lo cual, se liga al tema central desde el principio, y pronto deja ver su personalidad y motivaciones, en
un gran trabajo actoral.
Como dije, esta es una película que provoca emociones, y para ello se vale de aspectos
técnicos, como la iluminación. La cual, propicia un ambiente oscuro y desolador, así como la posición
de la cámara, con la que se desarrollan muchos planos abiertos, y tomas generales, en las que queda
la impresión, de que hay un protagonista pequeño ante la situación que enfrenta. Además, las escenas
están sutilmente aderezadas con una banda sonora que se ajusta perfectamente a los sentimientos del
personaje y le dan al espectador mayor contexto de lo que ocurre. Igualmente, está en concordancia
con la época en la que ocurren los eventos de la película.
Así como la iluminación, la escenografía juega un papel importante para la ambientación de la
película, pues, ciudad gótica se ve justo como lo que es, una ciudad sucia, peligrosa y extensa. Y todo
ello, ayuda a valorar la posición del protagonista en su contexto social.
Este filme, tiene más fortalezas que debilidades, es excelente cuando se trata de presentar al
protagonista, sin embargo, existen algunos personajes secundarios interesantes que no son tratados.