Nom 015 DM
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18. Bibliografía
21. Vigencia
Apéndice D Normativo. Metas Básicas del Tratamiento y Criterios para Evaluar el Grado de Control
del Paciente.
Apéndice J Normativo. Algoritmo para el manejo del paciente con polineuropatía diabética.
0. Introducción
La Diabetes Mellitus es una epidemia reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como
una amenaza mundial. Esta organización estima que en el mundo existen actualmente más de 347 millones
de personas con diabetes y es probable que esta cifra aumente a más del doble para 2030. Se calcula que en
2012 fallecieron 1.5 millones de personas como consecuencia de la diabetes. Más del 80% de las muertes por
diabetes se registran en países de ingresos bajos y medios, que en su mayoría se encuentran menos
preparados para enfrentar esta epidemia, en nuestro país representa una alta carga para la comunidad.
Según proyecciones de la OMS, la diabetes será la séptima causa de mortalidad en 2030.
Los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006 indicaron una prevalencia de
DM del 14.1% en la población entre 20 y 65 años; en la ENSANUT 2012, 9.17% (6.4 millones) de adultos
mexicanos, refirieron conocer su condición diabética. Del total de personas que se identificó con diagnóstico
de diabetes, 16% (poco más de un millón) reportan no contar con protección en salud. Así mismo, la Encuesta
Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016 (ENSANUT MC 2016); reportó que el 9.4% de los
adultos entrevistados (10.3% de las mujeres y 8.4% de los hombres), contestaron haber recibido el
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3. Términos y Definiciones
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Para los efectos de esta Norma, se aplican los términos y definiciones siguientes:
3.1 Ácidos grasos saturados: a los que carecen de dobles ligaduras. Se recomienda que no excedan
más del 7% del valor energético total de la dieta, ya que favorecen la ateroesclerosis. Algunos productos
contienen cantidades elevadas de ácidos grasos saturados.
3.2 Ácidos grasos trans: a los que son isómeros de ácidos grasos monoinsaturados. Se pueden producir
en la hidrogenación de aceites vegetales durante la elaboración de margarinas y grasas vegetales. Se ha
demostrado que un alto consumo en la dieta puede incrementar el riesgo de presentar enfermedades
cardiovasculares.
3.3 Actividad física (AF): a cualquier movimiento voluntario producido por la contracción del musculo
esquelético, que tiene como resultado un gasto energético que se añade al metabolismo basal.
3.5 Alimentación correcta: a los hábitos alimentarios que de acuerdo con los conocimientos aceptados
en la materia, cumplen con las necesidades específicas en las diferentes etapas de la vida, promueve en los
niños y las niñas el crecimiento y el desarrollo adecuados y en los adultos permite conservar o alcanzar el
peso esperado para la talla y previene el desarrollo de enfermedades.
3.6 Alimento: a cualquier substancia o producto, sólido o semisólido, natural o transformado, que
proporcione al organismo elementos para su nutrición.
3.7. Alimento equivalente: a aquella ración de alimento cuyo aporte nutrimental es similar a los de su
mismo grupo en calidad y en cantidad; lo que permite que puedan ser intercambiables entre sí. Los alimentos
equivalentes están calculados con base al peso neto de los alimentos, es decir, sin cáscara, semillas, ni
huesos y espinas y el peso de los alimentos cocidos.
3.8 Aterosclerosis: a la enfermedad vascular caracterizada por inflamación vascular crónica secundaria a
infiltración lipídica, y degeneración fibrótica cicatricial, que afecta la íntima y luego la media y la adventicia de
las arterias de gran y mediano calibre. Es una lesión compuesta de un proceso inicial llamado aterosis,
caracterizado por la acumulación focal, intra y extracelular de lípidos oxidados, con formación de células
espumosas, seguido de una lesión reparativa, llamada esclerosis, caracterizada por la hiperplasia e hipertrofia
de los miocitos vasculares con distrofia de la matriz extracelular. Las lesiones planas se convierten en placas
levantadas que disminuyen paulatinamente la luz arterial. Con frecuencia las placas no oclusivas se fracturan,
ocasionando la formación de un trombo, responsable de la oclusión arterial en los síndromes vasculares
agudos.
3.9 Automonitoreo de glucosa capilar: al análisis de glucosa capilar que las personas con diabetes
realizan en su casa, lugar de trabajo, escuela, o cualquier otro lugar, de acuerdo a las indicaciones de su
profesional de la salud.
3.12 Cetoacidosis: a la complicación aguda, por deficiencia de la secreción de insulina, que conduce al
catabolismo de las grasas, produciendo la formación de cuerpos cetónicos, lo cual se manifiesta como
acidosis metabólica.
3.13 Circunferencia abdominal: a la medición que se hace tomando como referencia el punto medio
entre el borde inferior de la última costilla palpable y la parte superior de la cresta ilíaca. La medida se debe
tomar sin ropa y al final de una exhalación normal.
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3.14 Consulta pregestacional: al conjunto de acciones que proporciona el personal de salud a la mujer
que desea un embarazo y que tiene como objetivo, detectar, disminuir y eliminar factores o conductas de
riesgo reproductivo y, en su caso, tratar enfermedades, que puedan alterar la evolución normal de una futura
gestación. La consulta debe otorgarse de preferencia, tres meses antes de intentar embarazarse.
3.15 Detección o escrutinio: a la búsqueda activa de personas con diabetes no diagnosticada o bien con
alteración de la glucosa.
3.16 Diabetes mellitus (DM): a la enfermedad sistémica, crónico-degenerativa, de carácter heterogéneo,
con grados variables de predisposición hereditaria y con participación de diversos factores ambientales, que
se caracteriza por hiperglucemia crónica debido a la deficiencia en la producción o acción de la insulina, lo
que afecta al metabolismo intermedio de los hidratos de carbono, proteínas y grasas. La hiperglucemia
sostenida con el tiempo se asocia a daño, disfunción y falla de varios órganos y sistemas, especialmente
riñones, ojos, nervios, corazón y vasos sanguíneos.
3.17 Diabetes mellitus tipo 1 (DMT1): a la que se caracteriza por deficiencia total o casi total de insulina
en la que existe destrucción de las células beta del páncreas, tal destrucción en un alto porcentaje es mediada
por el sistema inmunitario, lo cual puede ser evidenciado mediante la determinación de anticuerpos: AntiGAD
(antiglutamato decarboxilasa), antiinsulina y contra la célula de los islotes, con fuerte asociación con los alelos
específicos DQ-A y DQ-B del complejo mayor de histocompatibilidad (HLA). También puede ser de origen
idiopático, donde la medición de los anticuerpos antes mencionados da resultados negativos.
3.18 Diabetes mellitus tipo 2 (DMT2): al grupo heterogéneo de trastornos metabólicos con grados
variables de resistencia a la insulina y/o deficiencia en la secreción de insulina, de naturaleza progresiva.
3.19 Diagnóstico de prediabetes: a la presencia de Glucosa Anormal en Ayuno, intolerancia a la glucosa
o valores limítrofes de HbA1c (=5.7 - < 6.5%). Estas alteraciones pueden presentarse en forma aislada o bien
en forma combinada en una misma persona.
3.20 Dieta: al conjunto de alimentos que se consumen al día.
3.21 Educador en diabetes: al profesional de la salud capacitado en educación terapéutica en diabetes,
que trabaja en colaboración con el equipo de salud exclusivamente para proveer programas estructurados de
educación en diabetes, como parte de la atención integral de la persona con diabetes.
La función de educador en diabetes requiere que el sustentante cuente con la certificación
correspondiente que se obtiene después de aprobar un diplomado con aval universitario.
3.22 Educación terapéutica: al proceso continuo, integrado en los cuidados y centrado en el paciente.
Comprende actividades organizadas de sensibilización, información, aprendizaje y acompañamiento
psicosocial relacionado con la enfermedad, el tratamiento prescrito, los cuidados, la hospitalización, las otras
instituciones de cuidados relacionados y el comportamiento de salud y enfermedad del paciente. Contempla
ayudar al paciente y a sus próximos a comprender la enfermedad y el tratamiento, cooperar con los
profesionales educadores, vivir lo más sanamente posible y mantener o mejorar la calidad de vida. La
educación debería conseguir que el paciente fuera capaz de adquirir y mantener los recursos necesarios para
gestionar óptimamente su vida con la enfermedad.
3.23 Edulcorante: a la sustancia que endulza; puede ser nutritiva (que aporta calorías) o no nutritiva (sin
calorías).
3.24 Ejercicio: al subgrupo de la actividad física, la cual es planificada, estructurada y repetitiva, tiene
como objetivo final e intermedio la mejora o el mantenimiento de la forma física.
3.25 Factor de riesgo (FR): al atributo o exposición de una persona, una población o el medio, que está
asociado a la probabilidad de la ocurrencia de un evento.
3.26 Género: al conjunto de atributos sociales que se le asignan a las personas (formas de comportarse,
valores, normas, actividades a realizar, recompensas, su lugar en el mundo), según haya sido identificado
como hombre o como mujer. Dichos atributos son socialmente construidos, por lo que cada cultura, según la
época y el grupo social, le da un sentido diferente a lo que significa ser hombre y ser mujer.
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3.27 Glucemia plasmática casual: al nivel de glucosa, a cualquier hora del día, independientemente del
periodo transcurrido después de la última ingestión de alimentos.
3.28 Glucosa alterada de ayuno (GAA): a la glucosa de ayuno > a 100 y < a 125 mg/dl.
3.29 Grupos de apoyo: a los grupos de personas con una enfermedad similar que se encuentran para
intercambiar opiniones sobre la mejor manera de enfrentar su o sus enfermedades o tratamiento.
3.30 Grupos de Ayuda Mutua de Enfermedades Crónicas: a la organización de las y los pacientes que
bajo la supervisión médica y con el apoyo de los servicios de salud, sirve de escenario para la capacitación
necesaria en el control de las enfermedades crónicas no transmisible, facilita la educación y autocuidado de
la salud.
3.31 Hiperglucemia en ayuno: a la elevación de la glucosa por arriba de lo normal; en ayuno (>100
mg/dl), después de un periodo de ayuno de 8 horas y posprandial (>140mg/dl), dos horas después de la
comida.
3.32 Hipoglucemia: a la disminución de la glucosa menos a 70mg/dl.
3.33 Hemoglobina glucosilada (HbA1c): a la prueba que utiliza la fracción de la hemoglobina que
interacciona combinándose con la glucosa circulante que en situaciones de hiperglucemia se une de manera
no enzimática, y sirve para determinar el valor promedio de la glucemia en las últimas 12 semanas.
3.34 Índice de Masa Corporal o índice de Quetelet (IMC): al criterio diagnóstico que se obtiene
dividiendo el peso en kilogramos entre la talla en metros, elevada al cuadrado. Permite determinar peso bajo,
peso normal, sobrepeso y obesidad. Se clasifica de la siguiente manera: IMC > 18.5 y < 24.9, peso normal;
IMC > 25 y < 29.9, sobrepeso; IMC > 30, obesidad. Para las personas adultas mayores se utilizan los
siguientes parámetros: desnutrición 13.7-18.4; Peso bajo 18.5-22.9; Normal 23-27.9; Sobrepeso 28-29.9;
Obesidad I 30-34.9; Obesidad II 35-39.9; Obesidad III 40-50.
3.35 Intolerancia a la Glucosa (ITG): a los niveles de glucosa 2 horas postcarga oral de 75 gramos de
glucosa anhidra > 140 y < 199 mg/dl.
3.36 Microalbuminuria: a la excreción urinaria entre 30 y 300 mg albúmina/g creatinina. Es un marcador
de nefropatía clínica y de enfermedad microvascular; a menudo se asocia con dislipidemia e hipertensión
arterial. Se considera como un factor aislado para riesgo cardiovascular.
3.37 Nefropatía diabética: a la complicación crónica de la diabetes manifestada por albuminuria y
disminución progresiva de la filtración glomerular. Su desenlace final es la insuficiencia renal crónica terminal.
En la mayoría de los casos coexiste con la retinopatía diabética. Su presencia aumenta la probabilidad de
tener complicaciones macrovasculares. La insuficiencia renal en un paciente con diabetes no es sinónimo de
la existencia de nefropatía diabética.
3.38 Neuropatía diabética: a la afección de los nervios sensitivos o motores, difusa (polineuropatía) o
localizada en un nervio (mononeuropatía) causada por la hiperglucemia. La neuropatía autonómica (visceral)
se manifiesta por diarrea, gastroparesia, vejiga neurogénica, disfunción eréctil e hipotensión ortostática, entre
otras complicaciones.
3.39 Nutriólogo: al profesional de la salud con grado de licenciatura que se dedica al estudio,
investigación y aplicación de la ciencia de la nutrición.
3.40 Plato del bien comer: a la herramienta gráfica que representa y resume los criterios generales que
unifican y dan congruencia a la Orientación Alimentaria dirigida a brindar a la población opciones prácticas,
con respaldo científico, para la integración de una alimentación correcta que pueda adecuarse a sus
necesidades y posibilidades.
3.41 Prevención: al conjunto de acciones para reducir el riesgo de desarrollar hipertensión arterial o sus
consecuencias.
3.42.1 Prevención primaria: al conjunto de acciones para reducir el riesgo de desarrollar diabetes
mellitus.
3.42.2 Prevención secundaria: al conjunto de acciones para reducir el riesgo de desarrollar
complicaciones de la diabetes mellitus.
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5. Clasificación
5.1 La clasificación de la DM se basa fundamentalmente en su etiología y características fisiopatológicas,
pero adicionalmente incluye la posibilidad de describir la etapa de la historia natural en la cual se encuentra
cada individuo.
5.2 Considerar cuatro grupos: DMT-1, DMT-2, Diabetes gestacional y otros tipos (Tabla 1).
5.3 La clasificación se describe gráficamente como una matriz en donde en un eje figuran los tipos de DM
y en el otro las etapas. (Figura 1).
5.4 Las etapas de la DM son:
5.4.1 Normoglucemia: cuando los niveles de glucemia son normales pero los procesos fisiopatológicos que
tiene la enfermedad pudieran ya haber iniciado.
5.4.2 Hiperglucemia: cuando los niveles de glucemia superan el límite normal. Esta etapa se subdivide en:
5.4.2.1 GAA e Intolerancia a la glucosa.
5.4.2.2 DM: que a su vez se subdivide en no insulino requirente, insulino requirente para lograr el control
metabólico e insulino requirente para sobrevivir.
Tabla 1. Otros tipos de diabetes
Defectos genéticos en la función de las células beta, Diabetes inducida químicamente, o por
que comprende varias entidades: drogas:
- Mutaciones del gen HNF-1 alfa (antes MODY 3). - Vacor.
- Mutaciones del gen glucocinasa (antes MODY 2). - Pentamidina.
- Mutaciones del gen HNF-4 alfa (antes MODY 1). - Ácido nicotínico.
- Mutaciones de otros genes MODY - Glucocorticoides.
- Mutaciones del DNA mitocondrial - Hormonas tiroideas.
- Mutaciones causales de diabetes neonatal - Diazóxido.
Defectos genéticos en la acción de la insulina: - Agonistas beta-adrenérgicos.
- Resistencia a la insulina tipo A. - Tiazidas.
- Leprecaunismo. Infecciones:
- Síndrome Rabson-Mendenhall. - Rubéola congénita.
- Diabetes lipoatrófica. - Citomegalovirus.
Enfermedades del páncreas exócrino: Diabetes poco común mediada
- Pancreatitis. inmunitariamente:
- Trauma/pancreatectomía. - Síndrome del "hombre rígido".
- Neoplasia. - Anticuerpos contra el receptor de
insulina.
- Fibrosis quística.
Otros síndromes genéticos, algunas veces
- Hemocromatosis.
asociados con diabetes:
- Pancreatopatía fibrocalculosa.
- Síndrome de Down.
Endocrinopatías:
- Síndrome de Klinefelter.
- Acromegalia.
- Síndrome de Turner.
- Síndrome de Cushing.
- Síndrome de Wolfram.
- Glucagonoma.
- Ataxia de Friedreich.
- Feocromocitoma.
- Corea de Huntington.
- Hipertiroidismo.
- Síndrome de Laurence Moon Beidl.
- Distrofia miotónica.
- Porfiria.
- Síndrome de Prader Willi.
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6. Prevención
6.1 La prevención de la DM y sus complicaciones implica un conjunto de acciones adoptadas para evitar
su aparición o progresión.
6.1.1 La prevención es un pilar que debe evitar la aparición de la enfermedad; y cuando esta ocurre, debe
limitar el desarrollo de las complicaciones agudas y crónicas.
6.1.2 La prevención primaria de la DM se realiza entre la población general y en aquellos que tengan los
FR señalados en el numeral 6.1.3, de esta Norma.
6.1.3 Los FR son: sobrepeso, obesidad, sedentarismo, bajo peso al nacer (<2.5 Kg), familiares de primer
grado con DM, >45 años de edad, mujeres con antecedente de: síndrome de ovario poliquístico, multíparas,
DM gestacional en embarazo previo, nacimiento de producto de término con peso igual o mayor de 4 kg, o por
arriba del percentil 90 de acuerdo a la edad gestacional o que tengan el antecedente de sufrir alguna de las
siguientes complicación obstétricas durante alguno de sus embarazos: polihidramnios, óbito, preeclampsia o
eclampsia. Se considera dentro de este grupo a las personas con HTA, dislipidemias, a las personas con
enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, insuficiencia vascular cerebral, o insuficiencia arterial
de miembros inferiores) y con antecedentes de enfermedades psiquiátricas con uso de antipsicóticos y en
aquellas personas con infección por el VIH.
6.1.4.1.1 Tiene como objetivo evitar el inicio de la enfermedad. En la práctica, prevención es toda actividad
que tiene lugar antes de las manifestaciones de la enfermedad con el propósito específico de evitar su
aparición. Su objetivo es disminuir la incidencia de la DM.
6.1.4.1.3 En la población en general se utilizan las medidas destinadas a modificar el estilo de vida y las
características socioambientales, conforme a los FR señalados en el numeral 6.1.3 de esta Norma, que
unidos a factores genéticos, constituyen causas desencadenantes de la DM.
6.1.4.1.3.1 Puesto que la probabilidad de beneficio individual a corto plazo es limitada, los sujetos
obligados por la presente Norma y los vinculados a coadyuvar con ellos mantendrán medidas poblacionales
de prevención de manera continua. Ello, con el objetivo de que éstas sean efectivas a largo plazo.
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6.1.4.1.4 En la población de alto riesgo (identificada por la presencia de los FR, señalados en el numeral
6.1.3 de esta Norma.
6.1.4.1.4.2.3 En caso de que existan "Grupos de Ayuda Mutua", se recomendará a la persona con DM o
en riesgo de tenerla que participe en ellos de manera voluntaria. Los establecimientos prestadores de
servicios de salud deberán procurar la creación de dichos grupos de ayuda, mientras que los médicos
sugerirán la integración de las personas en riesgo a ellos.
6.1.4.1.4.2.4 Se puede indicar metformina en personas con P-D, con IMC > 35, en menores de 60 años de
edad y mujeres con historia de DM gestacional. Sólo se podrán usar para la prevención de la DM aquellos
medicamentos, dispositivos o procedimientos quirúrgicos que cuenten con la aprobación de dicha indicación
por parte de la COFEPRIS.
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6.1.4.2.1 Se basa en la detección temprana de la DM. Sus objetivos son evitar la aparición de
complicaciones agudas y evitar o retrasar las crónicas.
6.1.4.3.1 Estará dirigida a pacientes que presentan complicaciones crónicas y tiene como objetivo evitar la
discapacidad por insuficiencia renal, ceguera, pie diabético y evitar la mortalidad temprana por enfermedad
cardiovascular.
7. Detección
7.2 La detección de la P-D y de la DM se basará en una estrategia oportunista, al tener contacto el caso
con un prestador de servicios de atención médica. Los familiares de primer grado de los casos identificados
como afectados por la enfermedad deberán ser invitados a participar en la detección. No se recomienda la
realización de estudios de detección si no está aunado con un programa estructurado de tratamiento.
7.3 Para efectos del programa de detección, se recomienda en todos los individuos mayores de 45 años, y
en el grupo de 20 a 44 años, sólo si presentan cualquiera de los FR enunciados en el numeral 6.1.3, de esta
Norma.
7.4 La detección de DM consiste en realizar la medición de glucosa en sangre con cualquiera de los
siguientes métodos: Glucemia dos horas postcarga de glucosa, glucemia plasmática de ayuno, HbA1c y
glucosa capilar.
7.5 La glucosa capilar se debe realizar con un medidor de glucosa automatizado, siguiendo las
especificaciones del fabricante. El personal de salud deberá recibir capacitación continua para su adecuado
uso. Los dispositivos portátiles para la medición de la HbA1c no tienen la precisión suficiente para hacer la
detección de la DM.
7.6 Si el resultado de la glucemia capilar o de la glucemia de ayuno es <100 mg/dl y no hay FR, se
realizará esta misma prueba en 3 años. Si en la detección la glucemia capilar o de la glucemia de ayuno es
<100 mg/dl y el paciente presenta obesidad, sedentarismo y/o tabaquismo, deberá recibir orientación
alimentaria, realizar su plan de AF y propiciar la eliminación del tabaquismo.
7.7 Si la glucemia capilar en ayuno es >100 mg/dl, o capilar casual >140 mg/dl se procederá a la
confirmación diagnóstica, la cual no deberá ser en un lapso mayor de 30 días y se realizará con PTGO o
glucemia plasmática de ayuno, o HbA1c (Figura 2).
7.8 Es recomendable que la detección de diabetes, se haga de manera integrada con otros FR
cardiovascular, como HTA, dislipidemias, tabaquismo, sedentarismo y circunferencia abdominal anormal, así
como otras condiciones clínicas asociadas a la resistencia a la insulina.
7.9 El uso de instrumentos, para calcular el riesgo en los programas de detección, podrán ser utilizados en
la población de 20 años y más con fines de estratificación del riesgo individual.
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8. Diagnóstico
8.1 Se establece el diagnóstico de P-D, cuando se encuentre una glucemia plasmática en ayuno > a 100
mg/dl y < de 125 mg/dl GAA y/o cuando la glucosa dos horas postcarga oral de 75 g de glucosa anhidra es >
a 140 mg/dl y < de 199 mg/dl ITG y/o cuando la HbA1c está entre 5.7% y 6.4%.
8.2 Se establece el diagnóstico de DM si se cumple cualquiera de los siguientes criterios: presencia de
síntomas característicos o una glucemia plasmática casual > 200 mg/dl; glucemia plasmática en ayuno > 126
mg/dl; o bien glucemia plasmática >200 mg/dl a las dos horas después de una carga oral de 75 g de glucosa
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anhidra disuelta en agua y prueba de HbA1c mayor o igual 6.5%. Estos criterios se deben confirmar repitiendo
la prueba en un día diferente. La HbA1c tiene limitaciones para el diagnóstico de la DMT-1; en caso de
sospechar este diagnóstico es indispensable contar con una glucemia de ayuno o post-carga. Los prestadores
que oferten la medición de la HbA1c deben usar un método reconocido por el "Programa Nacional de
Estandarización de la Glicohemoglobina" (NGSP, por sus siglas en inglés) y que cuenten con un programa de
certificación externo. (http://www.ngsp.org/).
8.2.1 En pacientes con hemoglobinopatías, embarazo, anemia o cualquier condición que altere la vida
media de los eritrocitos, los niveles de HbA1c pierden sensibilidad por lo que en estos casos no deberá
utilizarse.
8.2.2. El diagnóstico de P-D o DM, así como los resultados de las pruebas utilizadas para confirmarlo
deben constar en el expediente clínico del paciente.
9. Tratamiento y control
9.1 El tratamiento de la DM tiene como propósito aliviar los síntomas, prevenir las complicaciones agudas
y crónicas, mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad por esta enfermedad o por sus complicaciones. El
tratamiento debe ser adaptado a las características y necesidades del paciente. La intensidad del tratamiento
debe ser seleccionada tomando en cuenta la presencia de complicaciones crónicas, la susceptibilidad para
tener hipoglucemias y la expectativa de vida. Se debe evitar la exposición a tratamientos intensivos con dosis
múltiples de insulina o numerosos fármacos hipoglucemiantes a pacientes con complicaciones crónicas que
alteran la calidad de vida o que tengan una expectativa de vida corta. En el caso de DMT-1, la indicación para
el uso de insulina es al momento del diagnóstico en esquema basal-bolo, en conjunto con las medidas no
farmacológicas. En la diabetes gestacional se deberá recibir control multidisciplinario apenas se haya hecho el
diagnóstico. El objetivo fundamental del tratamiento es el control de la glucemia, lograr la ganancia adecuada
de peso con terapia médica nutricional, el ejercicio físico sistemático y evitar cetonuria y episodios de
hipoglucemia.
9.2 Las personas con P-D requieren de una intervención estructurada preventiva por parte del médico y
del equipo de salud para retrasar o prevenir la diabetes y disminuir el riesgo cardiovascular.
9.3 El planteamiento de un programa terapéutico debe individualizarse tomando en cuenta la edad del
paciente, expectativa de vida, condiciones comorbidas, duración de la diabetes, riesgo de hipoglucemia,
consecuencias adversas de la hipoglucemia, motivación, cooperación y facultad del paciente para comprender
el programa terapéutico, acceso a fármacos, insumos y exámenes de control metabólico.
9.4 Las metas básicas del tratamiento incluyen el alcanzar cifras adecuadas de glucosa pre y postprandial,
colesterol total, colesterol de baja y alta densidad, triglicéridos, P.A., IMC, circunferencia abdominal, HbA1c y
proteinuria. A lo anterior, se une la suspensión del consumo de tabaco y alcohol, la búsqueda sistemática de
lesiones y puntos de apoyo anormales en los pies, además de la revisión oftalmológica y odontológica anual.
Estas metas serán objeto de vigilancia médica de manera periódica. Su cumplimiento sirve como indicadores
de la calidad de la atención.
9.5 El médico, en colaboración con el equipo de salud, tiene bajo su responsabilidad la elaboración y
aplicación del plan de manejo integral del paciente, el cual deberá ser adecuadamente registrado en el
expediente clínico, conforme a la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.1, del Capítulo de Referencias
normativas, de esta Norma. Una vez que el prestador de servicios le ha explicado al paciente los riesgos,
beneficios y alternativas de tratamiento, este último deberá otorgar su consentimiento informado en los
términos que refiere la Norma antes citada.
9.5.1 Para el propósito anterior, en la visita inicial se deben registrar los datos en una historia clínica
debidamente elaborada, y en visitas subsecuentes elaborar notas de seguimiento que actualicen el
expediente con información relevante respecto a progresos alcanzados.
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9.5.2 El plan de manejo debe incluir el establecimiento de las metas de tratamiento adaptadas a las
características del paciente, el manejo no farmacológico, el tratamiento farmacológico, la educación del
paciente, el automonitoreo y la detección oportuna/paliación de complicaciones.
9.6 Manejo no farmacológico
9.6.1 Es la base para el tratamiento de pacientes con P-D o DM y consiste en un plan de alimentación,
control de peso y AF apoyado en un programa estructurado de educación terapéutica.
9.6.2 Es responsabilidad del personal médico, apoyado con un equipo de salud, motivar al paciente en la
adopción de medidas de carácter no farmacológico ya que son condiciones necesarias para el control de la
enfermedad y retraso de complicaciones. Las barreras para lograr la adherencia terapéutica deben ser
buscadas en forma sistemática y analizadas en conjunto con el paciente y su familia. Éstas incluyen la
depresión, el alcoholismo y otras toxicomanías, trastornos de la dinámica familiar, horarios impredecibles,
alimentos consumidos fuera del hogar, problemas económicos, acceso insuficiente a los servicios de salud,
trastornos de la conducta alimentaria, enfermedades psiquiátricas, múltiples co-morbilidades, trastornos del
sueño y baja escolaridad. La etapa de motivación en que se encuentra el paciente ante la enfermedad deberá
ser identificada (precontemplación, contemplación, determinación, acción, mantenimiento y recaída); las
acciones terapéuticas deben ser adaptadas a la etapa de motivación en que se encuentre el paciente.
9.6.2.1 Es necesario que el personal médico y el equipo de salud en el cual se apoya el paciente estén
sensibilizados en cuanto a considerar las condiciones de vida que tienen tanto hombres como mujeres,
derivadas del género, para adaptar las medidas de carácter no farmacológico, con el fin de favorecer el control
de la enfermedad y retraso de complicaciones.
9.6.3 Control de peso
9.6.3.1 Se considera que el o la paciente ha logrado un control ideal de peso, si mantiene un IMC >18.5 y
< 25. En personas de talla baja (mujeres <1.50 m y hombres <1.60 m) el límite superior de IMC saludable será
23.
En menores de edad se utilizarán las curvas de crecimiento de acuerdo a la edad y sexo; se buscará estar
por debajo del percentil 90.
9.6.3.2 Para mantener el control de peso se debe seguir el plan de ejercicio y alimentación en los
siguientes términos:
9.6.3.2.1 Plan de ejercicio
9.6.3.2.1.1 El equipo de salud deberá estar capacitado para establecer recomendaciones mínimas
necesarias sobre AF y ejercicio en la persona que vive con DM, cuando no haya disponibilidad de un
especialista en el área deportiva (entrenador deportivo o educador físico) con conocimientos en DM.
9.6.3.2.1.2 El tipo, intensidad, duración y frecuencia del ejercicio se deben fijar considerando la evaluación
clínica del paciente, la edad, el estado general de salud, la evolución de la enfermedad, la alimentación y
medicación, así como las necesidades y gustos específicos e individuales del mismo, basándose en el
Apéndice E Normativo de AF y Ejercicio Físico. Se recomendará un periodo de 60 min de AF moderada a
intensa a niños y adolescentes con DM o P-D. En los adultos se deberá recomendar una AF moderada a
intensa por al menos 30 min diarios por cinco días a la semana. Deberá identificarse las oportunidades para
reducir el tiempo dedicado a actividades sedentarias. Se recomienda la realización de ejercicio isométrico al
menos dos veces a la semana. No se requiere una evaluación cardiovascular más allá de la revisión clínica
rutinaria para iniciar un programa de activación física en ausencia de complicaciones crónicas.
9.6.3.2.1.3 Las contraindicaciones para implementar un programa de AF incluyen la cardiopatía isquémica
sintomática, la neuropatía autonómica, hipoglucemias recurrentes graves, la retinopatía proliferativa, la
albuminuria progresiva y las anormalidades de la morfología del pie que favorecen la aparición de úlceras. En
tal caso, se deberá corregir la corrección subyacente antes la implementación de un programa de AF. En
caso de que el médico no considere apropiado un programa de ejercicio, se deberán establecer estrategias
junto con un especialista en el área deportiva (entrenador deportivo o educador físico) con conocimientos en
DM, que ayuden al paciente a establecer un estilo de vida físicamente activo.
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9.6.3.2.1.4 El profesionista de la salud deberá instruir al paciente con DM sobre los cuidados que debe
tener al realizar AF. Es recomendable que la persona lleve a cabo la AF y/o el ejercicio en compañía de otra
persona o en grupos, que su ropa y calzados sean adecuados, que evite la práctica de la actividad en climas
extremos (calor, frío) o con altos niveles de contaminación, que tome líquidos antes, durante y después de la
AF, que revise sus pies antes y después de cada sesión de ejercicio y, si el paciente se controla con insulina,
es indispensable que se establezca un programa de automonitoreo y un buen control metabólico. El paciente
deberá llevar consigo una identificación y los datos de una persona a quien contactar en caso de ocurrir una
urgencia médica. Además, deberá ser instruido para tener consigo una fuente de glucosa (ej, tabletas de
glucosa o caramelos) que deberá ingerir en caso de sospechar la existencia de una hipoglucemia.
9.6.3.2.2.2 Para proporcionar atención nutricional al adulto mayor se deben conocer las múltiples
alteraciones que afectan al individuo, tanto las propias del envejecimiento, como las enfermedades crónicas y
la falta de prótesis dental por la adoncia parcial o total, que afectan la función de nutrición.
9.6.3.2.2.3 La dieta para las personas que viven con DM cumplirá con las características de la dieta
correcta (variada, suficiente, completa, adecuada, equilibrada e inocua), prefiriendo hidratos de carbono
complejos con el objetivo de mantener concentraciones de glucosa y de lípidos séricos adecuados. El
profesionista de la salud deberá incentivar el consumo de verduras, frutas con bajo índice glucémico, cereales
integrales, lácteos descremados, granos enteros y otras fuentes de fibra dietaría. Otros alimentos a
recomendar son las carnes blancas, nueces y semillas. El contenido de proteínas no debe ser menor de 0.8
g/kg peso. El contenido de sodio de la dieta debe ser menor de 2.3 g/día (al igual que en la población
general).
9.6.3.2.2.4 Se recomienda restringir el consumo de hidratos de carbono simples (como las que se
encuentran en la miel, jaleas, dulces y bebidas azucaradas) y de productos ricos en sacarosa.
9.6.3.2.2.6 Se debe desincentivar consumo de bebidas con alta densidad calórica y bebidas con alcohol
en todas las personas que viven con DM, particularmente en aquellos(as) con descontrol metabólico, con
obesidad, hipertensión o con hipertrigliceridemia. El uso nocivo del alcohol puede favorecer hipoglucemia en
situaciones de ayuno prolongado.
9.6.3.2.2.7 El profesionista de la salud deberá instruir al paciente con DMT-1 y a sus familiares el empleo
del sistema de conteo de carbohidratos y los horarios de las comidas.
9.6.4.1 El profesionista de la salud encargado de la atención del paciente deberá instruirlo, junto con su
familia (o la persona que se haga cargo de su cuidado) sobre las acciones en el cuidado personal que implica
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la DM. La mayor parte del cuidado de la DM depende de la persona con este padecimiento, quien debe ser
educado en su autocuidado, para lograr el empoderamiento. La educación terapéutica es parte integral del
tratamiento, debe proveerse a partir del diagnóstico del padecimiento y luego, de manera continua, a lo largo
del ciclo vital. Se requiere el reforzamiento de la información en forma anual.
9.6.4.2 Para garantizar la calidad de la educación de la persona con DM se deben establecer programas
de educación terapéutica, individuales o de grupo, estructurados y proporcionados por personal capacitado
y/o educadores en DM de acuerdo con el Apéndice K Informativo, de esta Norma, sobre los estándares para
la educación en Diabetes.
9.6.4.3 La educación terapéutica comprenderá un programa para la persona con DM, en el que se revisen
y se motiven los comportamientos del autocuidado de la salud. El programa educativo no deberá limitarse a la
transferencia de conocimiento; deberá incluir la generación de competencias en el autocuidado. Los
prestadores de servicios de salud que ofrezcan servicios especializados para la atención de la DM deberán
contar con un programa estructurado de educación terapéutica, el cual deberá ser ofrecido en forma
sistemática a todos los usuarios. La educación sobre la DM deberá ser impartida preferentemente por un
educador en DM. Es deseable que las unidades médicas del primer nivel de atención cuenten con personal
entrenado en la impartición de la educación terapéutica de la DM.
9.6.4.4 La educación terapéutica debe incluir a la persona con DM y a su familia, motivándolos para
propiciar estilos de vida saludables en su grupo social y familiar, con la finalidad de prevenir o retrasar la
aparición de nuevos casos de DM.
9.6.5.1 Con el propósito de incorporar y crear redes de apoyo social y la incorporación de manera activa
de las personas con DM en el autocuidado de su padecimiento, facilitar y promover su capacitación, se
fomentará la creación de grupos de apoyo y ayuda mutua en las unidades de atención del Sistema Nacional
de Salud, así como en centros de trabajo, escuelas y otras organizaciones de la sociedad civil. Deben estar
supervisadas o dirigidas por un profesional de la salud capacitado.
9.6.5.2 Los grupos de apoyo y de ayuda mutua deben servir para educar y estimular la adopción de estilos
de vida saludables como AF, alimentación correcta, automonitoreo y cumplimiento de las metas del
tratamiento y control.
9.6.5.3 El profesional de la salud responsable de estos grupos, deberá vigilar que sus actividades se
desarrollen de conformidad con los criterios establecidos en la presente Norma y demás disposiciones
aplicables.
9.6.5.4 Estos grupos deben cumplir los objetivos para los que fueron creados, debiendo evaluar los
indicadores de desempeño correspondiente y el control metabólico de manera grupal e individual.
9.7.1 Los profesionales de la salud deberán educar al paciente en cuanto la medición de glucosa en
sangre capilar para obtener las siguientes ventajas:
9.7.1.1 Ajustes en el tratamiento: La información que se recabe le servirá al equipo de salud y al paciente
para tomar en conjunto las decisiones pertinentes para ajustar el tratamiento y lograr un mejor control
metabólico.
9.7.2 El personal médico y el equipo de salud deberá instruir al paciente y sus familiares sobre el
procedimiento correcto para la medición de la glucemia capilar y el registro de la información. Los pacientes
deberán ser instruidos sobre las acciones a realizar en caso de encontrar valores anormales.
9.7.2.2 Los profesionales de la salud son los indicados para recomendar la frecuencia y el horario de
monitoreo con base en el tratamiento y el grado de control de cada paciente. No se recomienda su uso
sistemático en casos tratados exclusivamente con dieta o un hipoglucemiante oral a menos que exista una
enfermedad aguda, ocurra una hipoglucemia, aparezcan síntomas atribuibles a la hiperglucemia, se planee un
embarazo o se lleve a cabo actividades en que la ocurrencia de una hipoglucemia implique riesgo para el
paciente o las personas cercanas (ej. Manejo de maquinaria). El equipo médico deberá solicitar al paciente la
medición regular de la glucemia capilar en los casos tratados con insulina o durante enfermedades agudas
intercurrentes o con hipoglucemias severas o frecuentes y durante el embarazo. Es deseable que los
prestadores de salud cuenten con procedimientos que faciliten el acceso y/o uso de los dispositivos
requeridos para la medición de la glucemia capilar en todo paciente que inicie el empleo de la insulina.
9.7.2.3 Es recomendable medir la glucosa antes y después de realizar ejercicio, con ello se detectará y se
podrá prevenir posibles hipoglucemias e hiperglucemias.
9.8 Manejo farmacológico
9.8.1 Los medicamentos que pueden utilizarse para el control de la DMT-2 son sulfonilureas, metformina,
inhibidores de la alfa glucosidasa, TZDs, glinidas, terapias basadas en incretinas como: análogos del receptor
de GLP-1 e inhibidores de la DPP-4, inhibidores de los cotransportadores renales de sodio y Glucosa tipo 2
(SGLT2), insulinas o las combinaciones de estos medicamentos así como otros que tengan la aprobación de
la indicación del tratamiento de la DM, por parte de la Secretaría de Salud.
9.8.2. Utilización de insulina.
9.8.2.1 Sus indicaciones son:
9.8.2.1.1 En DMT-1 desde el momento del diagnóstico.
9.8.2.1.2 En DMT-2 en cualquier momento, sola o en combinación con antidiabéticos orales, como parte
de las acciones de intensificación del tratamiento para llegar a las metas terapéuticas conforme a la Guía Uso
de Insulinas en el Tratamiento de la DMT-1 y DTM-2. (www.medigraphic.com/pdfs/endoc/er-2007/er072c.pdf)
9.8.2.1.3 En descontrol glucémico agudo.
9.8.2.1.4 En descontrol glucémico con antidiabéticos orales.
9.8.2.1.5 En situaciones donde no se puedan utilizar antidiabéticos orales.
9.8.2.1.6 En desnutrición.
9.8.2.1.7 La insulina humana debe considerarse como el tratamiento farmacológico de primera línea en
DM durante el embarazo y en la DM gestacional.
9.8.2.1.8 En presencia de DM con tuberculosis.
9.8.2.1.9 Al indicar la insulina por primera vez, el equipo médico deberá instruir al paciente y sus familiares
sobre: el empleo y conservación del medicamento, el ajuste de las dosis, la medición y temporalidad de la
medición de la glucemia capilar, detección y prevención de hipoglucemias, precauciones en la práctica de
ejercicio y las adaptaciones al programa de alimentación requeridos. Deberá reforzar los conocimientos y
competencias en forma regular, al menos una vez al año.
9.8.3 Uso del metformina: El metformina es el medicamento de primera elección en la DMT- 2. Su empleo
debe ser considerado en todo paciente que no tenga contraindicaciones para su uso. Puede ser usado en
pacientes tratados con insulina; su empleo se asocia a dosis menores de insulina. La dosis del metformina
debe disminuirse al 50% en personas con una tasa de filtración glomerular entre 30 y 45 ml/min /1.73m2. Su
empleo esta contraindicado si la tasa de filtración glomerular es menor de 30. ml/min /1.73m2.
9.8.4 Uso de otros hipoglucemiantes: Su empleo está indicado en combinación con el metformina o como
monoterapia en casos con contraindicaciones o falta de tolerancia para el uso del metformina. Los
medicamentos que pueden ser usados en los casos que no logren los objetivos terapéuticos con el empleo del
metformina son las sulfonilureas, las TZDs, las glinidas, los análogos del receptor de GLP-1, los inhibidores
de la DPP-4, los inhibidores de los cotransportadores renales de Na y Glucosa tipo 2 (SGLT2) y la insulina.
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La elección dependerá de las características de los casos. Las indicaciones y contraindicaciones de cada
medicamento se describen en: "Guía de Tratamiento Farmacológico para el Control de la diabetes mellitus",
"Guía para el Uso de Insulinas en el Tratamiento de la diabetes mellitus tipo 1 y 2" y en la "Guía de
recomendaciones para la promoción de la salud, prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y control de
la prediabetes", mismas que se pueden consultar en:
http://www.cenetec.gob.mx/spry/v2/catalogoMaestroGPCgobmx.html.
9.9 Vigilancia médica y prevención de complicaciones
9.9.1 Aspectos generales.
9.9.1.1 La frecuencia de las consultas con el equipo multidisciplinario, será al menos dos veces al año, y
dependerá del grado de cumplimiento de las metas del tratamiento, de los ajustes necesarios al manejo no
farmacológico y farmacológico y de la evolución clínica.
9.9.1.2 En la evaluación inicial, el equipo médico deberá registrar en el expediente clínico: la edad al inicio
de la enfermedad, el cuadro clínico inicial, las hospitalizaciones resultantes de la DM, cuadros de
hipoglucemia (incluyendo frecuencia, periodicidad y severidad) el consumo de alimentos habitual, el estado
nutricional, los hábitos de AF, las barreras existentes para la adopción de un estilo de vida saludable, las co-
morbilidades relacionadas con la DM, las anormalidades psicológicas asociadas (depresión, ansiedad,
trastornos de conducta alimentaria), enfermedades bucodentales, consumo de tabaco, alcohol y otras drogas
ilícitas, la participación en cursos de educación en DM, los tratamientos previos, los valores de glucemia
capilar disponibles, las complicaciones agudas o crónicas presentes. En la exploración física se deberá
registrar: el peso, la estatura, la P.A. (en dos posiciones, si se sospecha neuropatía autonómica), la
fundoscopia, la palpación de la tiroides, el examen de la piel (para la detección de acantosis o lesiones
resultantes del uso de la insulina) y el examen de los pies (incluyendo su inspección, palpación de los pulsos
pedio y tibial posterior, los reflejos patelar y aquileo y la determinación de la propiocepción, vibración y
percepción de la compresión con monofilamento). Las unidades de atención médica deberán contar con los
materiales e instrumentos requeridos para la realización de dichas evaluaciones.
En cada visita se debe evaluar el control metabólico, el plan de alimentación y la AF, así como el apego
del paciente al tratamiento y se investiga de manera intencionada la presencia de complicaciones. Se registra
el peso, la P.A. y el resultado de la exploración de los pies, así mismo la ocurrencia de hipoglucemias, el
consumo de tabaco, alcohol, y las hospitalizaciones ocurridas desde la última consulta; se reforzará la
educación al paciente y en donde sea posible, se le estimula a participar en un grupo de ayuda mutua en
enfermedades crónicas.
9.9.1.3 Se recomienda realizar la medición, al menos dos veces al año de la HbA1c y una vez al año de
colesterol total, triglicéridos, colesterol-HDL, colesterol-LDL, pruebas de funcionamiento hepático, la relación
albumina/creatinina en orina, sin embargo, en caso de inadecuado control se puede incrementar la
periodicidad de estas mediciones.
9.9.1.4 En presencia de DMT-1, se recomienda realizar la determinación de TSH una vez al año.
9.10.1.1 En caso de DMT-1 con 5 años de evolución o más, se referirá al paciente a revisión por
especialista en oftalmología para descartar la presencia de retinopatía.
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9.10.2 En caso de que el médico, al efectuar el examen de los ojos identifique cualquiera de las siguientes
anomalías: maculopatía, disminución de la agudeza visual, cambios proliferativos, dificultad para visualizar
claramente la retina, referirá a la o el paciente al especialista en oftalmología.
9.10.3 En caso de que el médico no pueda efectuar el examen de los ojos o crea necesario, referirá al
paciente al especialista en oftalmología. El examen idealmente es por el oftalmólogo con dilatación pupilar una
vez al año. El uso del ácido acetilsalicílico (para protección cardiovascular) no está contraindicado en
pacientes con retinopatía ya que su empleo no se asocia con aumento en la incidencia de hemorragia
retiniana.
9.11 Neuropatía
9.11.1 La búsqueda de estas complicaciones se lleva a cabo mediante una cuidadosa revisión clínica, que
incluya el examen de los reflejos, de la sensibilidad periférica, dolor, tacto, temperatura, vibración y posición.
Se debe sospechar la existencia de gastroparesia en casos con fluctuaciones extremas de la glucemia o con
distensión/dolor abdominal o vómito sin una causa aparente. Se debe sospechar la existencia de neuropatía
autonómica en casos con hipoglucemias severas o asintomáticas, diarrea sin otra causa aparente (de
predominio nocturno), hipotensión postural, infecciones urinarias recurrentes, disfunción sexual o lipotimias.
9.11.3 El tratamiento se basa en el control de la glucemia; para el control del dolor se pueden utilizar
sintomáticos los cuales no modifican la historia natural de la enfermedad.
9.12.1 Los FR incluyen, principalmente, calzado inadecuado, deformidades del pie, incapacidad para el
autocuidado, abandono personal, alcoholismo y tabaquismo, neuropatía periférica con pérdida de la sensación
protectora, callo pre ulcerativo o endurecimientos, enfermedad arterial periférica, control glucémico deficiente,
deficiencia visual o nefropatía diabética (especialmente pacientes en diálisis).
9.12.2 Todos los pacientes que viven con diabetes deberán ser objeto de una revisión de sus pies al
menos una vez al año. Revisiones más frecuentes (en cada consulta) deberán ser realizadas en personas con
FR enunciados en el punto anterior. La revisión deberá ser realizada con el paciente descalzo y los pies
descubiertos. Se deberá buscar intencionadamente la existencia de neuropatía (empleando un monofilamento
10g), ulceración, callo, infección, puntos de apoyo anormales, patología ungueal, micosis, deformidades,
gangrena y la artropatía de Charcot. Se considera de riesgo bajo cuando no existen FR. El riesgo intermedio
se define por la existencia de deformidad, neuropatía o disminución de los pulsos arteriales. Se considera de
alto riesgo cuando exista una ulceración o amputación previa, insuficiencia renal en terapia sustitutiva o
neuropatía en combinación con deformidad, callo o isquemia asintomática. Los casos de riesgo intermedio o
alto deberán ser tratados en un centro de referencia.
9.12.3 Las estrategias para prevenir el pie diabético son la educación del (la) paciente, el control de la
glucemia, la inspección periódica, el tratamiento de las micosis cutáneas o ungueales, el cortado correcto de
las uñas, la lubricación de la piel en sitios planos, evitar el reblandecimiento de la piel en pliegues; en suma, el
autocuidado de sus pies por el paciente. Los zapatos deben de ser suaves, sin puntos de presión y anchos.
Los casos con ulcera plantares deberán ser tratados con una férula no removible que elimine los puntos de
presión anormales. Todas las unidades que oferten atención especializada del paciente con DM deberán
contar el servicio de protección y descarga de puntos de apoyo anormales de los pies. Tal servicio deberá
contar con un equipo multidisciplinario, protocolos de manejo y rehabilitación. El empleo de terapias basadas
en electroestimulación, plasma autólogo rico en plaquetas, matrices regenerativas, dalteparina, oxigeno
hiperbárico y factores de crecimiento se deberán limitar a protocolos de investigación.
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9.12.4 En caso de infección deberá ser referido al segundo nivel de atención de inmediato. En los sitios
donde se traten infecciones en los pies de las personas con DM se deberá contar con protocolos de manejo
antibiótico basado en los patrones de resistencia bacteriana local. El profesional de la salud deberá ofrecer el
empleo de un dispositivo o férula que alivie los puntos de presión, iniciar tratamiento para la isquemia de estar
presente, limitar la debridación de las heridas a la remoción del tejido no viable y el uso racional de vendajes y
apósitos.
9.15.2 Se diagnosticará HTA de acuerdo a lo descrito en la Norma Oficial Mexicana citada en el punto 2.7,
del Capítulo de Referencias normativas, de esta Norma.
9.15.3 Las metas de control de la P.A. consisten en mantener los niveles de la presión sistólica y diastólica
respectivamente, por debajo de <140/80 mm de Hg, tanto en pacientes con DM como con P-D.
9.15.4 Si además existe albuminuria o insuficiencia renal, los y las pacientes deberán ser tratados para
lograr una P.A. <130/80 mm de Hg. Valores de presión diastólica menores de 60 mm de Hg deberán ser
evitados.
9.16 Hipoglucemia
9.16.1 Las personas tratadas con insulina y sulfonilureas están especialmente expuestas a esta
complicación sobre todo bajo tratamiento con cloropropamida, con disminución de la función renal, en el niño
menor de 5 años de edad, en el adulto mayor, en el embarazo (sobre todo en el primer trimestre) y en
presencia de enfermedades intercurrentes.
9.16.2 Si la persona que vive con DM está consciente al presentar la hipoglucemia, es recomendable
utilizar la rutina de los 15, que consiste en consumir hidratos de carbono simples de 15 a 20 g, el
automonitoreo deberá repetirse a los 15 min y si la hipoglucemia no ha sido corregida, repetir la rutina.
Cuando la glucosa se encuentra ya en parámetros normales, es recomendable consumir un refrigerio para
prevenir un nuevo evento de hipoglucemia. Una vez recuperados de la hipoglucemia, avisar a su médico o
educador en DM para identificar causa.
9.16.3 En caso de pérdida del estado de alerta es necesario aplicar glucagón o glucosa igual o mayor al
10% por vía endovenosa. Del glucagón se aplica una dosis de 0.5-1.0 mg por vía intramuscular y se deberá
observar la respuesta a los 10 min de aplicado. Si el paciente recupera el estado de despierto, deberá ingerir
carbohidratos por vía oral, en caso contrario se deberá proceder a la administración continua intravenosa de
glucosa. Debe de colocarse al paciente con la cabeza volteada hacia un lado, por el riesgo de presentar
vómito y broncoaspiración.
9.16.4 El profesionista de la salud y el equipo a cargo de la atención del paciente deberá educar al
paciente y su familia sobre la prevención y detección oportuna de las hipoglucemias.
9.17 Depresión
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9.17.1 Los pacientes con DM tienen riesgo de presentar depresión la cual se asocia a mala calidad de
vida, hiperglucemia, mayor utilización de los sistemas de salud, riesgo de complicaciones, menor adherencia
al tratamiento y mayor riesgo de mortalidad. Se recomienda la búsqueda intencionada de depresión, usando
cuestionarios validados. Los casos con depresión deben ser referidos a una unidad médica que brinde
atención psicológica.
control glucémico debe ser evaluado con la glucemia de ayuno (< 90 mg/dl), una hora posprandial (< 140
mg/dl) y 2 horas posprandial (< 120 mg/dl). El riesgo de hipoglucemia se incrementa en el primer trimestre; la
complejidad para lograr las metas de control glucémico es mayor en el tercer trimestre.
9.21.3 La lactancia debe ser recomendada en todo embarazo de una mujer con DM. Su práctica favorece
la pérdida de peso de la madre. La sensibilidad a la insulina regresa a valores previos al embarazo 1 a 2
semanas posparto.
9.21.4 Deberá realizarse una evaluación del fondo de ojo antes de la concepción o en el primer trimestre.
Las evaluaciones del fondo de ojo se repiten en cada trimestre del embarazo y un año posparto por la
posibilidad de progresión de la retinopatía.
9.22 Patología bucodental
9.22.1 Los pacientes con DM tienen una prevalencia de 72% de desarrollar enfermedad periodontal,
siendo esta la principal causa de pérdida de órganos dentarios.
La enfermedad periodontal y los procesos infecciosos presentes en la cavidad bucal, dificultan la
alimentación e impacta de manera negativa en el control glucémico de los pacientes.
Todo paciente con DM debe ser referido al Servicio de Estomatología para la detección y tratamiento
oportuno de los procesos infecciosos en cavidad bucal, El estomatólogo o promotor de salud bucodental es el
encargado de reforzar la promoción y prevención de patologías bucales, a través del esquema básico de
salud bucal, por lo menos dos veces al año.
10. Referencia al segundo nivel de atención o al especialista
10.1 La persona con DM es referida al especialista o al segundo nivel de atención, acompañado del
formato del "Sistema de referencia/contra-referencia" establecido por los servicios de salud, debidamente
llenado, procurándole evitar la repetición de acciones anteriormente realizadas en la unidad que refiere y que
permita brindarle una atención oportuna y resolutiva, en cualquiera de las circunstancias que se enumeran a
continuación:
10.1.1 Cuando, de manera persistente y a pesar de una buena adherencia al tratamiento no se cumplan
las metas.
10.1.2 Falta de respuesta a la combinación de normoglucemiantes o antihiperglucemiantes orales y si
además se carece de experiencia en la utilización de insulina.
10.1.3 Si se presenta hipoglucemia grave.
10.1.4 Si siendo tratado con insulina, presenta hipoglucemias frecuentes.
10.1.5 En caso de complicaciones graves, como cetoacidosis o coma hiperosmolar en más de una ocasión
durante el último año, retinopatía preproliferativa o proliferativa, glaucoma o edema macular, cardiopatía
isquémica, insuficiencia carotidea, insuficiencia arterial de miembros inferiores, lesiones isquémicas o
neuropáticas de miembros inferiores, neuropatías diabéticas de difícil control o infecciones frecuentes.
10.1.6 En presencia de HTA de difícil control o dislipidemias con falta de respuesta adecuada al
tratamiento dietético y farmacológico inicial.
10.1.7 La mujer con DM y deseos de embarazo o embarazada deberá ser enviada de manera expedita.
10.1.8 Pacientes con sintomatología sugestiva o diagnóstico de DMT-1.
10.1.9 Siempre que el médico tratante del primer nivel así lo considere necesario.
10.2 Solamente cuando él o la paciente con DMT-1 se presente con gran descompensación y no sea
posible referirlo(a) de inmediato a él o la especialista, podrá ser tratado(a) provisionalmente en el primer nivel
de atención.
10.3 Quedará asentado en el expediente clínico del primer nivel de atención, los diagnósticos y los motivos
de referencia, informándole claramente al paciente el procedimiento que debe seguir para ser atendido en
unidades de mayor complejidad.
10.4 Una vez otorgada la atención y concluida la intervención por un nivel de mayor complejidad, deberá
ser contrarreferido con el formato establecido debidamente requisitado.
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11.1.13 Debe promoverse la lactancia materna para los recién nacidos de madres con DM a menos que
haya una contraindicación específica. Esto ha demostrado que reduce la hipoglicemia postnatal, la obesidad
infantil y previene el desarrollo del síndrome metabólico y la DMT-2 en la madre.
11.1.14 En consideración que hasta el 70% de las pacientes que presentaron DM gestacional
evolucionarán a DMT-2 en un lapso de seis a 10 años, se deberá reclasificar a todas las pacientes que
cursaron con este padecimiento a partir de la sexta semana postparto con una PTGO. Si el resultado es
normal, se deberá repetir cada año.
11.1.15 La incidencia de DMT-2 es muy alta en las mujeres con DM gestacional. Por ello, los profesionales
de la salud deben recomendar a todas las mujeres con diabetes gestacional la realización de una CTOG con
75g. La prueba se interpreta siguiendo los criterios mencionados en el punto 8.2, de esta Norma. Todas las
mujeres que tengan una tolerancia normal a la glucosa o que tengan P-D deberán ser instruidas para seguir
un programa estructurado de prevención de la DM. El uso de metformina reduce el riesgo de DM incidente. Es
muy importante que la mujer recupere su peso previo a la concepción.
12. Diabetes en etapa pediátrica
Aproximadamente el 10% de los casos con DM se presentan en la edad pediátrica. La mayoría de los
casos son de DMT-1, aunque se calcula que el 20-30 % de ellos pueden corresponder a DMT-2, atribuido
principalmente al incremento en sobrepeso y obesidad presente en el 32% de los escolares y en el 35% de los
adolescentes (ENSANUT 2012). Los recursos terapéuticos actuales permiten que en estos niños la esperanza
y calidad de vida sean adecuadas y se espera que eventualmente se incorporen a la vida laboral.
12.1 Diagnóstico de Diabetes en etapa pediátrica
12.1.1 La sospecha clínica deberá ser un motivo de abordaje prioritario y urgente.
12.1.2 Además de la sintomatología clásica por hiperglucemia, datos más inespecíficos que obligan a
considerar la presencia de hiperglucemia son enuresis, detención del crecimiento pondoestatural, disminución
en el rendimiento escolar o en la participación en AF o recreativa, dolor abdominal con o sin vómitos,
candidiasis vaginal, fatiga, irritabilidad e infecciones recurrentes.
12.1.3 Los criterios diagnósticos y las indicaciones de carga oral de glucosa son similares que en la
población adulta, excepto para la HbA1c. En todos los casos deberá acompañarse de confirmación
diagnóstica con glucemias.
12.1.4 Las pruebas para detección están indicadas para DMT-2 a partir de los 10 años de edad en niños
con sobrepeso (IMC > del percentil 85 para la edad y sexo, peso para la talla > del percentil 85 o peso mayor
de 120% ideal para la talla) más la presencia de cualquiera de los siguientes FR:
12.1.4.1 Historia familiar de DMT2 en el primero o segundo grado.
12.1.4.2 Grupos étnicos con riesgo alto (incluye al mestizo mexicano)
12.1.4.3 Signos y/o condiciones de resistencia a la insulina (acantosis nigricans, hipertensión arterial,
dislipidemia, o síndrome de ovarios poliquísticos).
12.2 Para la confirmación diagnóstica aplican los criterios señalados para la población adulta, excepto la
HbA1c.
12.2.1 En casos con DM de comportamiento clínico inusual (primeros 6 meses de la vida, DM transitoria,
hiperglucemia confirmada asintomática o sin cetosis en ausencia de componentes de síndrome metabólico,
otro familiar de primer grado con aparentemente DMT-1, presencia de comorbilidades no asociadas a la DM,
dos o más generaciones con DM de comportamiento no insulino-dependiente antes de los 25 años de edad),
deberán considerarse estudios especiales (anticuerpos anti-insulares, péptido C, estudio molecular).
12.3 Tratamiento de Diabetes en etapa pediátrica
12.3.1 Manejo no farmacológico en etapa pediátrica
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12.3.1.2 Las medidas no farmacológicas constan como en el adulto de tres pilares, que son un plan de
alimentación, control de peso y AF apoyado en un programa estructurado de educación terapéutica personal y
de los familiares.
12.3.1.3 La lactancia materna y los esquemas de vacunación habituales deberán favorecerse en todos los
casos.
12.3.1.4 La alimentación de un paciente pediátrico con DM debe seguir los mismos lineamientos que un
niño sano, con limitación de carbohidratos simples a 10% del total. El uso ocasional y limitado de bebidas o
alimentos con edulcorantes no calóricos está permitido, pero su consumo no será promovido.
12.3.1.5 En caso de sobrepeso u obesidad en un paciente pediátrico, sobretodo antes de la pubertad, el
objetivo inicial es limitar la ganancia ponderal más que perder peso, ya que el crecimiento longitudinal
esperado permitirá lograr un peso adecuado para su talla (IMC).
12.3.1.6 En la población pediátrica la AF será promovida en todos los casos a través de la actividad
cotidiana, el deporte como parte del currículo escolar y la limitación a menos de 2 hrs. diarias de actividades
de pantalla (Televisión, computadoras o juegos). La incorporación del ejercicio como parte del tratamiento,
especialmente en casos con sobrepeso, deberá ser aeróbico y por lo menos tres días por semana durante 45
min. Es especialmente aconsejable en este grupo etario, que la actividad elegida sea grupal y elegida por el
paciente, lo que facilitará su cumplimiento. El personal de salud debe recomendar que en los niños con DMT-1
por el mayor riesgo a hipoglucemia, la actividad programada sea supervisada por un responsable capacitado
y/o el cuidador primario también capacitado (definido como la persona, generalmente un familiar, que se
encarga del cuidado y toma de decisiones del paciente con una enfermedad crónica).
12.3.1.7 En caso de un menor de edad y/o con discapacidad física y/o mental, el personal de salud deberá
recomendar a los padres o tutores que el cuidador primario, maestros y otros familiares (abuelos, hermanos,
etc.) deberán contar con la capacitación del reconocimiento y manejo de hipoglucemias, aplicación de
insulina, conocimiento básico de alimentación e indicaciones de búsqueda de ayuda médica.
12.3.1.8 La promoción de hábitos de salud es universal y no debe limitarse a los casos con una
enfermedad crónica como la DM. Esto es especialmente importante para el caso de los hermanos y/o padres
no afectados de un niño con DM, en quienes deben promoverse los mismos hábitos adecuados de salud.
12.4 Manejo farmacológico en etapa pediátrica
12.4.1 En el caso de DMT-1, la indicación para el uso de insulina es al momento del diagnóstico en
esquema basal-bolo, en conjunto con las medidas no farmacológicas.
12.4.2 La edad no es contraindicación para que el niño con DMT-1 reciba esquemas de manejo que
involucran múltiples dosis de insulina o microinfusoras y automonitoreo frecuente, en presencia de un
cuidador primario responsable y capacitado.
12.4.3 Se podrá utilizar insulinas humanas y análogos autorizados por COFEPRIS para población
pediátrica si el tratamiento así lo requiere. El uso de estatinas está autorizado en mayores de 10 años de edad
o con dislipidemias severas primarias.
12.4.4 El manejo farmacológico autorizado de la DMT-2 en niños y adolescentes se limita al uso de los
fármacos autorizados por COFEPRIS en estos casos.
12.4.5 En adolescentes en quienes se asocie HTA, deberá apegarse a lo descrito en la Norma Oficial
Mexicana citada en el punto 2.7, del Capítulo de Referencias normativas, de esta Norma.
12.5 Seguimiento del paciente con Diabetes en etapa pediátrica
12.5.1 Las metas y prioridades en la vida de un paciente pediátrico son diferentes del adulto, lo que puede
dificultar la adherencia.
12.5.2 Las metas generales para la población pediátrica son HbA1c < 7.5%, glucemia preprandial 90-130
mg/dl y nocturna 90-150 mg/dl, pero deberán individualizarse en todos los casos, de acuerdo a la edad, riesgo
de hipoglucemia, comorbilidades y contexto familiar y social.
(Segunda Sección) DIARIO OFICIAL Jueves 3 de mayo de 2018
12.5.3 La población pediátrica afectada, deberá evaluarse cada 3-4 meses, con vigilancia del crecimiento y
desarrollo físico y psicológico.
12.5.4 La determinación de HbA1c, inspección de pies y medición de presión arterial son parte de la
evaluación trimestral.
12.5.5 El escrutinio de complicaciones crónicas está indicado al diagnóstico en caso de DM2 o a partir de
los 5 años de evolución de la enfermedad o 10 años de edad, lo que suceda primero, en DM1. Incluye el perfil
de lípidos en ausencia de otro FR, repetido cada 3-5 años de ser normal (LDL < 100 mg/dL) y mantener
control glucémico aceptable. En forma anual, se determinará albuminuria: creatinina en muestra única,
valoración del fondo de ojo y valoración completa de pies (pulsos, reflejos, sensibilidad).
12.5.6 Los factores psicosociales y familiares son de especial importancia para lograr un buen control
glucémico, por lo que su evaluación y seguimiento debe incluirse en todos los casos.
12.5.7 El diagnóstico de DM en ningún caso será impedimento para que el paciente pediátrico se
incorpore a actividades propias de su edad, a menos que se presente alguna contraindicación específica.
12.5.8 Se debe involucrar paulatinamente al paciente en su autocuidado en su camino a la vida adulta de
acuerdo a las condiciones de cada caso, pero siempre bajo la supervisión de un adulto capacitado. El sólo
inicio de la adultez (adultez emergente) no garantiza la independencia en el manejo de esta enfermedad.
12.5.9 Para el caso de DMT-1 en la población pediátrica, la mayoría de los casos tiene un fondo
autoinmune y la enfermedad tiroidea autoinmune se puede presentar hasta en el 30% de los casos, por lo que
deberá contar con determinación de TSH y/o anticuerpos antimicrosomales al diagnóstico y cada 1-2 años, o
antes en caso de presentar bocio o datos clínicos de disfunción tiroidea.
12.6.1 Además de los comentados en el capítulo 10, de esta Norma, en el paciente pediátrico se debe
considerar referir:
12.6.1.2 A todo paciente menor de 5 años, toda vez que hay riesgo mayor de presentar hipoglucemias, el
periodo es de gran importancia para el desarrollo del sistema nervioso central.
12.6.1.3 Todos los casos con hiperglucemia de comportamiento clínico inusual (ver 12.2.1), ya que puede
requerirse estudios diagnósticos especiales, opciones terapéuticas diferentes y asesoría genética. En la
etapa pediátrica, la DM monogénica puede presentarse desde la etapa neonatal, como casos francamente
sintomáticos o con hiperglucemias leves a moderadas.
13.1.1 Debido a que las personas que viven con DM tienen mayor riesgo de desarrollar tuberculosis
pulmonar, es necesario hacer búsqueda intencionada de tuberculosis con base a los criterios específicos
descritos en el numeral 3.11 de la Norma Oficial Mexicana referida en el numeral 2.2, del Capítulo de
Referencias normativas de esta Normal. Preferentemente se solicitará cultivo o pruebas moleculares (prueba
X-pert TB/RIF) junto a la baciloscopia en expectoración.
13.2 Tratamiento
13.3.1 Se recomienda intensificar el tratamiento, por lo cual, se requiere usar insulina como tratamiento de
primera elección. El seguimiento se ajusta a lo recomendado en el numeral 9.8 previos, de esta Norma.
13.3.2 En caso de que el paciente con tuberculosis y DM presente niveles de glucosa plasmática mayores
a 250 mg/dl o HbA1c mayor a 8.5% y/o la persona presente complicaciones, deberá ser referido al siguiente
nivel de atención.
13.4 Vigilancia:
13.4.1 En las personas con DM que desarrollaron tuberculosis y curaron, es recomendable realizar
seguimiento semestral posterior a la curación por un mínimo de dos años para identificar oportunamente
recaídas.
13.4.2 Las personas con DM que tengan contacto con un caso de tuberculosis pulmonar con
comprobación bacteriológica y en quienes se descarte tuberculosis activa, se recomienda ministrar terapia
preventiva con isoniazida, de acuerdo al punto 6.1.2, de la Norma Oficial Mexicana referida en el numeral 2.2,
del Capítulo de Referencias normativas de esta Norma.
13.4.3 El tratamiento para tuberculosis en personas con DM, deberá ser administrado siguiendo los
lineamientos del TAES incluidos en la Norma Oficial Mexicana referida en el numeral 2.2, del Capítulo de
Referencias normativas de esta Norma.
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(Segunda Sección) DIARIO OFICIAL Jueves 3 de mayo de 2018
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Española de Hipertensión y Liga Española para la lucha contra la Hipertensión Arterial.
http://aprendeenlinea.udea.edu.co/lms/men_udea/pluginfile.php/22893/mod_resource/content/0/
guia_para_la_prescripcion_de_ejercicio_fisico_en_pacientes_con_riesgo_crdiovascular.pdf
19. Concordancia con normas internacionales y mexicanas
Esta Norma parcialmente concordante con el Manual de Normas Técnicas y Administrativas del Programa
de Diabetes Mellitus expedido por la Organización Mundial de la Salud y no equivalente con otras Normas
Oficiales Mexicanas.
20. Observancia de la Norma
La vigilancia en la aplicación de esta Norma corresponde a la Secretaría de Salud y a los gobiernos de las
entidades federativas en el ámbito de sus respectivas competencias, en términos de las disposiciones
aplicables.
21. Vigencia
Esta Norma Oficial Mexicana entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario Oficial de la
Federación.
TRANSITORIO
ÚNICO.- Esta Norma deja sin efectos a la Norma Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010, Para la
prevención, tratamiento y control de la diabetes mellitus, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 23
de noviembre de 2010.
Ciudad de México, a 17 de abril de 2018.
Fuente: Alberti KG, Eckel RH, Grundy SM, Zimmet PZ, Cleeman JI, Donato KA, Fruchart JC, James WP,
Loria CM, Smith SC Jr; International Diabetes Federation Task Force on Epidemiology and Prevention;
Hational Heart, Lung, and Blood Institute; American Heart Association; World Heart Federation; International
Atherosclerosis Society; International Association for the Study of Obesity. Harmonizing the metabolic
syndrome: a joint interim statement of the International Diabetes Federation Task Force on Epidemiology and
Prevention; National Heart, Lung, and Blood Institute; American Heart Association; World Heart Federation;
International Atherosclerosis Society; and International Association for the Study of Obesity.
Cal totales (energía) Suficientes para mantener un balance entre la ingestión y gasto
de energía, que permita mantener un peso deseable, prevenir la
ganancia de peso y promover la pérdida de peso.
*Los Hidratos de carbono deben ser principalmente complejos. Incluyen cereales integrales, leguminosas
frutas y verduras.
Figura 2. El plato del bien comer
Grupo en el Sistema de Energía Proteína Lípidos Hidratos de Grupo en el Plato del bien
Equivalentes (kcal) (g) (g) Carbono (g) comer
Frutas 60 0 0 15 1
Verduras 25 2 0 4 1
Adaptado del Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes en: Pérez AB, Palacios GB, Castro BA, Flores
GI. Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes. Cuarta edición México. Fomento de Nutrición y Salud. 2014.
Tabla 3. Ejemplos de la distribución de equivalentes en un plan de alimentación para personas con
HTA.
El plan de alimentación debe ser individualizado, se debe considerar si existen otras enfermedades
asociadas y realizarse los ajustes necesarios.
Grupo de alimentos 1200 kcal 1400 kcal 1600 kcal 1800 kcal 2000 kcal 2200 kcal
Frutas 2 2 3 3 3 3
Verduras 3 4 4 4 4 4
Cereales y tubérculos 5 6 7 7 8 10
Leche (descremada) 1 1 1 1 2 2
Leguminosas 1 1 1 2 2 2
El número de equivalentes varía de acuerdo al gasto energético total del individuo, que se calcula según el
peso deseable, la estatura, la edad, el sexo y la AF.
Tabla 4. Tamaño de las porciones del Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes
VERDURAS FRUTAS
Acelga cruda 2 tazas Arándano seco ½ taza
Apio crudo 1 y 1/2 taza Chabacano 4 piezas
Berenjena cocida 1 taza Chicozapote ½ pieza
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CEREALES Y TUBÉRCULOS
SIN GRASA
Amaranto tostado 1/4 taza
Arroz cocido 1/4 taza
Avena en hojuelas 1/2 taza
Bagel 1/3 pieza
Bolillo 1/3 pieza
Bollo para hamburguesa 1/3 pieza
Camote cocido 1/3 taza
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LEGUMINOSAS LECHE
Alubia cocida 1/2 taza DESCREMADA
Alverjón cocido 1/2 taza
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ACEITES Y GRASAS
SIN PROTEÍNA CON PROTEÍNA
Aceite 1 cucharadita Ajonjolí 4 cucharaditas
Aceite en spray 5 disparos de 1 seg. Almendra 10 piezas
Aceituna 5 piezas Cacahuate 14 piezas
Aderezo cremoso 1/2 cucharada Chía 7 cucharada
Aguacate 1/3 pieza Nuez 3 piezas
Crema 1 cucharada Pepita con cáscara 2 cucharadas
Mantequilla 1 y 1/2 cucharadita Pistache 18 piezas
Mayonesa 1 cucharadita Semilla de girasol 4 cucharaditas
Queso crema 1 cucharada
Vinagreta 1/2 cucharada
*Pérez AB, Palacios GB, Castro BA, Flores GI. Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes. Cuarta
edición México.
Fomento de Nutrición y Salud. 2014.
Tabla 5. Recomendaciones para el uso de potenciadores de sabor
USAR POTENCIADORES DE SABOR
POTENCIADOR SE ENCUENTRA EN
ÁCIDOS Vinagre, limón (los asados de carne roja o blanca con limón potencian
el sabor de las mismas e incluso un filete a la plancha gana en sabor).
ALIÁCEOS Ajo, cebolla, cebollas de cambray, poros.
ESPECIAS Pimienta, pimentón, curry, azafrán, canela, mostaza sin sal.
HIERBAS AROMÁTICAS Hierbas frescas y secas o deshidratadas tales como: Albahaca, hinojo,
comino, estragón, orégano, laurel, menta, perejil, romero y tomillo.
Tabla 8. Alimentos procesados que pueden contener alguno de los aditivos mencionados
Alimentos congelados y enlatados, sopas instantáneas, envasadas y enlatadas, carnes ahumadas,
curadas y algunas preenvasadas.
Confituras y frutas en almíbar (excepto elaboración casera).
Medicamentos que contengan sodio en su fórmula (paracetamol u otros efervescentes).
IMC <24.9
** Es necesario un control estricto de la P.A. para reducir el riesgo de daño renal. Si el paciente fuma una
meta adicional es dejar de fumar.
Por tanto, la práctica de AF y ejercicio físico de forma regular genera importantes beneficios en la salud y
ayudar a controlar los principales FR cardiovascular.
La práctica de AF y EF de forma regular, previene o retrasa el desarrollo de HTA y disminuye los valores
en individuos que ya la padecen.
La AF o EF aeróbico realizado por personas con riesgo alto de desarrollar hipertensión reduce la elevación
de la P.A. que se produce con el paso del tiempo.
El ejercicio aeróbico establece una reducción aproximada de 10 mmHg, tanto de la presión sistólica como
diastólica en individuos con HTA limítrofe, así como disminuciones mayores en pacientes con HTA grado 1 y
2. Los beneficios para la salud del EF comparados con el bajo riesgo que supone tanto en morbilidad como en
mortalidad, permite que la recomendación de su práctica sea parte fundamental del tratamiento en pacientes
con HTA.
Es importante realizar algo de AF que nada, en el adulto cualquier cantidad de AF permite obtener
beneficios en la salud.
Se deben hacer al menos 150 min (2 hrs y 30 min) por semana de intensidad aeróbica moderada o 75 min
(1 hora y 15 min) de intensidad aeróbica* vigorosa de ejercicio físico o AF, o una combinación equivalente de
ejercicio aeróbico* moderado así como de intensidad vigorosa.
Realizar actividades de fortalecimiento muscular que son de intensidad moderada o alta en donde
participen los principales grupos musculares en 2 o más días a la semana, ya que estas actividades ofrecen
beneficios adicionales para la salud.
Considere el nivel de condición física antes de determinar el nivel de actividad. Es importante comprender
cómo las condiciones crónicas pudieran afectar la capacidad de hacer AF regular de forma segura.
*La actividad aeróbica se debe realizar en sesiones de al menos 10 min a lo largo de la semana.
Para obtener beneficios adicionales para la salud y más amplios, se debe aumentar el ejercicio físico o AF
aeróbica a 300 min (5 horas) a la semana de intensidad moderada, o 150 min a la semana de intensidad
vigorosa aeróbica AF *, o una combinación equivalente de actividad de intensidad moderada y vigorosa.
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a) Ejercicio o Actividad aeróbica de intensidad moderada. Actividad suficiente para aumentar el ritmo
cardíaco y comenzar la sudoración. Una forma de saberlo es que la persona será capaz de hablar, pero no
cantar la letra de su canción favorita. Ejemplos de actividades que requieren esfuerzo moderado:
Caminar rápido, hacer ejercicios aeróbicos acuáticos, andar en bicicleta con algunas colinas, empujar una
cortadora de césped
b) Ejercicio o Actividad aeróbica de intensidad vigorosa. Actividad que propicia una respiración fuerte y
rápida, el ritmo cardíaco aumenta un poco más con respecto a la actividad aeróbica moderada. Si se está
trabajando en este nivel, la persona no será capaz de decir más que unas pocas palabras sin detenerse a
respirar un poco. Ejemplos de actividades que requieren un esfuerzo vigoroso:
c) Acumulación de tiempo. Si se quiere hacer más actividades a nivel vigoroso, se tiene reemplazar
lentamente con las que tienen un esfuerzo moderado, como caminar a paso ligero, con actividades más
vigorosas como correr.
d) Actividades de fortalecimiento. Estas actividades deben iniciar con pocas repeticiones y poco peso
incrementando de forma progresiva. Una repetición es un movimiento completo de una actividad, como
levantar un peso o hacer una sentadilla. Se recomienda hacer 8-12 repeticiones por la actividad que contaran
como 1 serie. Trate de hacer por lo menos 2 a 3 actividades (ejercicios diferentes) de fortalecimiento
muscular, incrementando hasta hacer 2 o 3 series. Estas actividades deben trabajar todos los grupos
musculares del cuerpo (piernas, caderas, espalda, pecho, abdomen, hombros y brazos).
*La actividad aeróbica se debe realizar en sesiones de al menos 10 min a lo largo de la semana.
Se debe de considerar el nivel de condición física por parte del médico con apoyo del especialista (Lic. en
Entrenamiento Deportivo y/o Lic. en Educación Física) antes de determinar el nivel de actividad. Es importante
comprender cómo las condiciones crónicas pudieran afectar la capacidad de hacer AF regular de forma
segura.
- Fortalecimiento: 5 a 10 min
- Relajación: 5 a 10 min
Actividad o ejercicio aeróbico de intensidad moderada. Actividad suficiente para aumentar el ritmo
cardíaco y comenzar la sudoración. Una forma de saberlo es que la persona será capaz de hablar, pero no
cantar la letra de alguna canción.
Actividad o ejercicio aeróbico de intensidad vigorosa. Actividad que propicia una respiración fuerte y
rápida, el ritmo cardíaco aumenta un poco más con respecto a la actividad aeróbica moderada. Si se está
(Segunda Sección) DIARIO OFICIAL Jueves 3 de mayo de 2018
trabajando en este nivel, la persona no será capaz de decir más que unas pocas palabras sin detenerse a
respirar un poco.
En personas con hipertensión si se quiere hacer más actividades a nivel vigoroso, se tiene que reemplazar
lentamente con las que tienen un esfuerzo moderado, como caminar a paso ligero, con actividades más
vigorosas como correr.
El ejercicio con pesas no disminuye la PA, por tanto no está indicada su realización de forma
aislada, sino dentro de un programa.
Relajación. La duración mínima de esta fase debe ser de unos 10 min, consiste en ejercicios aeróbicos de
baja intensidad y estiramientos.
Resistencia. Se recomienda hacer al menos 150 min (2 hrs y 30 min) por semana de EAM o 75 minutos
(1 hora y 15 min) de EAV, o una combinación equivalente de EAM así como de EAV.
Por ejemplo:
Caminatas con intervalos: 3 min intensidad moderada por 2 min de intensidad vigorosa hasta completar al
menos 10 min, dicha distribución de intervalos debe de ser modificada con respecto a las características y
grado de afección patológica que tenga la persona.
1 Test de Ruffier. Se efectúa una toma de la frecuencia cardiaca en reposo (P0). El paciente, colocado de
pie, espalda recta y manos en la cadera, deberá intentar realizar 30 flexo-extensiones a 90° de piernas, en 45
segundos, al finalizar el ejercicio se toman nuevamente la frecuencia cardiaca, (P1) y un min después del
ejercicio, se repite nuevamente la toma de la frecuencia cardiaca, (P2).
a) Pacientes con obesidad (IMC >30 kg/m²): dietas con restricción energética 20-25 kcal/día con base en el
peso recomendable.
Jueves 3 de mayo de 2018 DIARIO OFICIAL (Segunda Sección)
De inicio, se recomienda aumentar el consumo habitual de 250 kcal/día a 500 kcal/día, hasta alcanzar
1200 kcal/día, para lograr una reducción de peso de 0.5 a 1.0 kg/semana. El alcanzar descensos de peso
pequeños pero sostenidos (5% de sobrepeso) ayuda al control metabólico.
Para determinar el consumo habitual, cada paciente registrará los alimentos de dos días de la semana y
de un día del fin de semana.
Dieta baja en energía: No se recomienda un consumo menor a 1200 kcal. El VET se ajustará de manera
individualizada y equilibrada entre los grupos de alimentos, señalados en el Apéndice B Normativo, de esta
Norma.
Fraccionar hasta seis comidas diarias, dependiendo de los hábitos del paciente.
Limitar la grasa. Sugerir el consumo de carnes magras, res, pollo (sin piel) y pavo.
Recomendar aceites con mayor contenido de ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva, aguacate,
cacahuate, etc.) y ácidos grasos poliinsaturados (aceites de pescado, girasol, maíz, soya, etc.).
- Aumentar el consumo de fibras solubles (verduras, frutas con cáscara, leguminosas, etc.)
- Recomendar aceites con mayor contenido de ácidos grasos monoinsaturados (aceite de oliva, aguacate,
cacahuate, etc.) y ácidos grasos poliinsaturados (aceites de pescado, girasol, maíz, soya, etc.)
- Evitar alimentos con alto contenido de colesterol (yemas de huevo, vísceras, mariscos, etc.).
- Eliminar alimentos ricos en ácidos grasos saturados (manteca, mantequilla, aceite de coco, de palma,
etc.).
- Realizar AF.
- Aumentar el consumo de fibras solubles (verduras, frutas con cáscara, leguminosas, etc.).
- Realizar AF.
mejor comprensión respecto a lo que son tanto la DM, como su manejo. De este modo, es posible corregir
ideas erróneas y mejorar el control del padecimiento.
2. Tratamiento en situaciones especiales. Diabetes gestacional y casos de pacientes con diabetes
que se embarazan.
En ambas situaciones clínicas, cuando se requiera tratamiento farmacológico, deberá hacerse con insulina
humana, ya sea NPH, rápida o mezcla de las dos. El manejo corresponde al especialista, por lo que estos
pacientes deben derivarse al segundo o tercer nivel de atención.
Apéndice H Normativo. Condiciones Clínicas Asociadas.
Cualquier forma clínica de Síndrome Coronario ateroscleroso: IAM Infarto al miocardio antiguo, angina de
pecho, reanimación de paro cardiaco de origen coronario
Evidencia de isquemia miocárdica silenciosa
Cualquier forma clínica de enfermedad vascular cerebral aterosclerosa:
Lesiones carotídeas obstructivas aun silenciosas
Enfermedad arterial periférica aterosclerosa clínica
Aneurisma aórtico
Albuminuria o proteinuria asociada a FR cardiovascular
Creatinina > 1.5 mg/dl en varones y de 1.6 mg/dl en mujeres
Insuficiencia cardiaca o renal asociadas a FR cardiovascular
Apnea Obstructiva del sueño
Retinopatía diabética y/o hipertensiva grados 3 y 4
Hipercolesterolemia familiar, dislipidemia familiar combinada, disbetalipoproteinemia
*Primer Consenso Mexicano para el Diagnóstico y Tratamiento de las dislipidemias.
Apéndice I Normativo. Algoritmos para la atención de Diabetes Gestacional.
(Segunda Sección) DIARIO OFICIAL Jueves 3 de mayo de 2018
Jueves 3 de mayo de 2018 DIARIO OFICIAL (Segunda Sección)
Apéndice J Normativo. Algoritmo para el manejo del paciente con polineuropatía diabética.
(Segunda Sección) DIARIO OFICIAL Jueves 3 de mayo de 2018
El programa educativo aplicado requiere ser revisado por asesores(as) capacitados(as), competentes e
independientes que evalúen los siguientes criterios:
Estructura
Ambiente de aprendizaje
Estructura del programa
Proceso
Contenido
Uso de materiales
Forma en que el programa está siendo aplicado
Documentar los resultados
Resultados
Evaluación e información de los resultados
Evaluación del programa
Evaluación del Educador(a)
Ser auditable.
El programa debe ser auditado en:
- resultados biomédicos
- calidad de vida
- experiencia de la o el paciente
- grado de automanejo logrado como resultado del programa
Apéndice L Informativo. Currículum educacional para la persona con diabetes.
Un currículum formal para la educación del paciente debe proporcionar una comprensión clara de la
naturaleza de la DM y su tratamiento, y de la prevención de las complicaciones. También se necesita
educación continuada y toda esta educación debería ser supeditada a la forma personal de aprender, de cada
paciente, su edad y ocupación, su cultura y el tipo de DM.
EL CURRÍCULUM EDUCACIONAL DEBE INCLUIR LOS SIETE COMPORTAMENTOS DE
AUTOCUIDADO*
- Comiendo saludablemente
- Haciendo AF
- Vigilando mis valores
- Tomando mis medicamentos
- Encontrando soluciones
- Reduciendo mis riesgos
- Adaptándome saludablemente
- *Los comportamientos de autocuidado se enuncian en voz activa
- El Proceso educativo consta de:
- Valoración Inicial
- Planeación (objetivos y contenidos)
- Implementación
- Evaluación de la estructura, proceso y resultados
El Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud y Presidente del Comité Consultivo Nacional de
Normalización de Prevención y Control de Enfermedades, Pablo Antonio Kuri Morales.- Rúbrica.