11° Meduitaciones Metafísicas 04 Junio 2024
11° Meduitaciones Metafísicas 04 Junio 2024
11° Meduitaciones Metafísicas 04 Junio 2024
DESCARTES
Renato
(1596 - 1650)
A lo largo de las seis meditaciones de las que consta el libro, el principal objetivo es la demostración
de Dios y la inmortalidad del alma, mediante razonamientos lógicos; así como definir las bases del
conocimiento. Busca encontrar “la verdad” de las cosas a través de la razón y para ello nos dice
que hemos de dudar de todas las cosas (duda metódica), especialmente de las materiales,
librarnos de los perjuicios y acostumbrar a nuestro espíritu a desligarse de los sentidos.
COGITO: básicamente significa dos cosas: la mente propia en el acto mismo de pensar y la primera
verdad: “pienso, luego existo” (“cogito, ergo sum”). El cogito es la primera verdad en el orden del
conocimiento; y ello en dos sentidos: por una parte porque es la primera verdad a la que llegamos
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cuando hacemos uso de la duda metódica, y en segundo lugar porque a partir de ella podemos
fundamentar todas las demás. Viene a ser el axioma básico a partir del cual desarrollar toda la
filosofía como un sistema de conocimiento absolutamente fundamentado.
RESUMEN
MEDITACIÓN PRIMERA
(EN LAS QUE SE DEMUESTRA LA
EXISTENCIA DE DIOS Y LA DISTINCIÓN DEL ALMA Y DEL CUERPO)
Descartes se plantea la duda principal y la que conlleva todo el desarrollo posterior. Descartes vio
que afirmar o negar todas las verdades individualmente sería una idea estúpida e inútil. Sin
embargo, se percató de que todos los conocimientos que había adquirido a lo largo de su vida se
basaban en los sentidos. Por eso se planteó: ¿puedo fiarme de los sentidos? No, puesto que si he
podido comprobar que a veces me han engañado, quién me dice que no lo hacen siempre. Otra
observación que lo llevo a la duda fue el hecho de que no pudiera distinguir el sueño de la vigilia.
Todo esto llevó a Descartes a pensar si realmente, este Dios que el tanto quiere demostrar, quiere
que vivamos en un mundo de engaño y mentira. Pero esto no es posible, puesto que Dios es bondad
suprema y no sería coherente que quisiera que fuéramos engañados. Así pues, llega a la conclusión
de la posibilidad de la existencia de un genio maligno, que mediante trampas nos lleva al error.
MEDITACIÓN SEGUNDA
(SOBRE LA NATURALEZA DEL ALMA HUMANA Y DEL HECHO DE
QUE ES MÁS COGNOSCIBLE QUE EL CUERPO)
Una vez destruidos todos los conocimientos que había adquirido durante su vida, busca volverlos a
reconstruir mediante un patrón fiable y de mucha más solidez. Para encontrar algo 100% fiable,
Descartes busca entre las funciones del alma, pues las tareas que necesitan del cuerpo no pueden
afirmarse puesto que no podemos demostrar la existencia de tal cuerpo. Descartes llega a la
conclusión de que si piensa, existe (“cogito ergo sum”). Con esto ya ha encontrado la verdad
absoluta y ya ha demostrado la existencia del espíritu. Luego el cuerpo no es más que el medio que
usa el alma para interactuar con el mundo material creado por Dios.
MEDITACIÓN TERCERA
(DE DIOS, QUE EXISTE)
Descartes demuestra la existencia de Dios. ¿Cómo demostramos su existencia? Los humanos son
una sustancia, pero una sustancia pensante, una sustancia que desea, si desea es porque le falta
algo, si le falta algo es porque hay algo mejor, completo, perfecto. ¿Cómo sabemos que nosotros
no somos seres perfectos? Porque nosotros, aunque captemos las cualidades de los objetos, no
sabemos si realmente estas cualidades son las auténticas o si simplemente son aproximaciones
nuestras, distintas seguramente a las que realmente son de su naturaleza. Descartes distingue entre
dos tipos de cualidades: Las primarias son las que captamos a través de la razón y las secundarias
a través de los sentidos; por lo tanto, las cualidades primarias son claras y distintas, mientras que
las secundarias nos pueden llevar al error. Aun pensando que fuéramos seres perfectos y
autosuficientes, se nos plantea la duda de quién nos creó. El cuerpo evidentemente nace de un
parto y lo explica la biología; lo que nos falta es quién crea el alma (“res cogitans”). Evidentemente
debe venir de un ser superior, Dios; sólo Él es capaz de unir al cuerpo una alma. Y así queda
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resuelto el segundo argumento de la existencia de Dios. Aún así nos faltaría saber cómo adquirimos
la idea de la existencia de Dios. Como evidentemente no puede percibirse a través de los sentidos,
nos percatamos de que sólo Dios mismo nos pudo introducir esa idea de forma natural.
MEDITACIÓN CUARTA
(SOBRE LO VERDADERO Y LO FALSO)
Habiendo demostrado la existencia de Dios hemos apreciado también que nosotros somos
imperfectos, una imperfección que se demuestra a la hora de realizar juicios. No podemos saber si
algo es cierto o no, pero si Dios es perfecto el engaño y el fraude son imperfectos, lo que nos lleva
a pensar que no pueden proceder de Dios. Aunque nosotros, a través de la razón, podemos
distinguir entre lo verdadero y lo falso, también muchas veces hemos sido inducidos al error. Pues
siendo producto de Dios, como somos, ¿cómo es posible que seamos imperfectos? Cuando
queremos distinguir entre lo verdadero y lo falso usamos el entendimiento y la voluntad. El
entendimiento nos permite captar nuestro entorno pero no afirma ni niega nada; por lo tanto el error
tiene que proceder de la voluntad, al ser más amplia realiza juicios sobre cosas que no conoce,
llevándonos al error. Para no caer en el error debemos usar la razón antes que la voluntad. Dios
nos proporcionó la “herramienta” de la voluntad y nosotros le hemos dado un mal uso. Para realizar
buenos juicios debemos ver si la idea viene de Dios y es clara y distinta, pues será verdadera, y
debemos evitar ideas confusas probablemente creadas por un genio maligno.
MEDITACIÓN QUINTA
(SOBRE LA ESENCIA DE LAS COSAS MATERIALES
Y NUEVAMENTE SOBRE DIOS Y QUE EXISTE)
MEDITACIÓN SEXTA
(SOBRE LA ESENCIA DE LAS COSAS MATERIALES Y NUEVAMENTE
SOBRE DIOS Y QUE EXISTE)
En esta última meditación se une todo lo adquirido en las anteriores para definir finalmente el
dualismo cartesiano. Descartes piensa que el hombre a través de la “res extensa” (cuerpo) tiene
percepciones y sentimientos. La “res cogitans” (alma) piensa, reflexiona, razona, imagina... pero
necesita de un cuerpo para interactuar/unir el alma con el mundo exterior. Evidentemente será
también tarea del cuerpo toda decisión que afecte al cuerpo. No comemos ni bebemos por voluntad,
sino por necesidad; dicho de otra forma, las reacciones emocionales dependen del cuerpo.
Según Descartes: el hombre es la unión de la “res cogitans”, que concibe las propiedades primarias
de los objetos a través de la razón, y la “res extensa”, que se encarga de las propiedades sensoriales
y emocionales para transmitirlas a la “res cogitans”.
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La pregunta que surge es: ¿podrían existir cuerpo y alma por separado? Según Descartes, sí,
podrían, pero no se da el caso. Pero si tenemos en cuenta que ambos son ideas claras y distintas
cabe pensar que sí es posible. Pero, ¿cómo sabemos que cuerpo y alma son sustancias distintas?
Para empezar el cuerpo es un mecanismo muy complejo que está adaptado a ciertas tareas y sin
la “res cogitans” sólo es capaz de sobrevivir. Por otro lado el espíritu es indivisible, uno y único. Si
cortas los brazos a un hombre el espíritu sigue siendo el mismo. Con esto vemos que cuerpo y alma
son dos sustancias distintas unidas para crear al hombre, pero existentes independientemente.
Cuerpo y alma experimentan un mutualismo donde el alma se encarga de reflexionar, pensar, y el
cuerpo, puro mecanismo, de unir el alma con el mundo.
"No hay nada repartido de modo más equitativo en el mundo que la razón: todo el mundo
está convencido de tener suficiente"
http://mayeuticaeducativa.idoneos.com/index.php/Descartes_y_su_Metafisica
http://www.rosariosantodomingo.edu.co/contenido/tarea_2628.pdf