Cuadernillo 01 2024 - Final
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BUENOS TRATOS EN
LA PRIMERA INFANCIA
LA SOCIEDAD EN LA QUE VIVIMOS
Fundación Kaleidos, marzo 2024.
Colección: Buenos tratos en la primera infancia.
Título: La sociedad en la que vivimos.
ISBN 978-987-47514-8-5
Autoría: Constanza Gueglio; Malena Dyzenchauz.
Edición de texto: Marina Caporale
Ilustraciones: Santiago Recart.
Diseño: La Empujadora
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miento acumulado por quienes lo escriben, sino también de un recorrido de com-
Esperamos que estas páginas sirvan como inspiración para seguir construyendo un
mundo más sensible hacia las infancias en donde cada niño y niña pueda crecer
Fundación Kaleidos es una organización sin fines de lucro que trabaja hace más de
hacia un futuro más justo y equitativo.
20 años en la promoción y restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes
mediante programas y proyectos que favorezcan el desarrollo infantil en los prime-
ros años, la terminalidad educativa, el acceso a la salud, y la igualdad de género.
Fundación Kaleidos
Una de las formas de lograrlo es ampliando el alcance de una mirada con enfoque
de derechos y perspectiva de género en adultos/as que trabajan con adolescen- Para conocer más acerca de lo que hacemos, visitanos en www.fundacionkaleidos.org
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Relacionarnos con niñas y niños de forma respetuosa y garantizándoles buenos
INTRODUCCIÓN tratos en el camino de acompañar su crecimiento puede ser todo un desafío. Espe-
cialmente, porque las personas que tenemos esta misión hemos sido criadas bajo
otro paradigma, que hoy nos toca desarmar.
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que acompaña a hacerse preguntas, a conversar con compañeras/os de trabajo,
a observar nuestras propias prácticas y nuestras relaciones con las infancias para ORIENTACIÓN
volverlas más amables y disfrutables. En este sentido, lo más importante es tener
Cada cuadernillo contiene algunos íconos que permiten identificar los diversos
en claro que el maltrato no es una opción y tratar bien es una posición ética y polí-
contenidos y recursos propuestos:
tica que tenemos que trabajar por encarnar.
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La sociedad en la que vivimos
¿CÓMO VEMOS A LAS NIÑAS Con los cambios que llegaron en la modernidad, es-
pecialmente con la aparición de las primeras escue-
“Madonna di Castelfiorentino”
Cimabue, S. XIII
¹ Todas las ideas que mencionamos en este apartado corresponden a la visión europea de las infancias. En América Latina, los conceptos que circulaban eran variados y distintos a los europeos. Sin embargo,
tomamos estas ideas porque son las que influenciaron a nuestro país más adelante, especialmente con la creación de las escuelas y la pedagogización de la crianza. Recomendamos el siguiente recurso para
profundizar sobre la historización de la infancia en América Latina: https://igehcs.conicet.gov.ar/wp-content/uploads/sites/104/2019/03/La-historia-de-las-infancias.pdf 06
La sociedad en la que vivimos
Antes se creía que las niñas y los niños… Todas estas ideas funcionaban como la base para justificar una serie de métodos
de disciplinamiento que incluían violencia física y psicológica. Estos métodos se
Eran seres inferiores e incapaces que tenían que ser controlados por las perso- consideraban “necesarios” para lograr el objetivo de “construir” niñas y niños obe-
nas adultas. dientes y futuras personas adultas correctas.
Eran seres ingenuos, inocentes e indefensos, y lo único que necesitaban de las
personas adultas era protección y corrección. Leamos este fragmento de un libro escrito en 1748 por un pedagogo y dirigido a
Eran “tabulas rasas”, como hojas en blanco, que llegaban al mundo sin ningún personas dedicadas al cuidado de infancias:
conocimiento ni capacidad, y las personas adultas eran quienes tenían que llenar
esas hojas en blanco con sus saberes. No se puede tratar de razonar con niños pequeños; de aquí que la testarudez
Eran seres sumisos que tenían como principal deber obedecer a las personas deba ser eliminada de manera mecánica (...). Pero si los padres tienen la suerte
adultas, ya que necesitaban ser encaminados, corregidos o formados como “per- de neutralizar la testarudez desde el primer momento mediante serias repri-
sonas rectas”, y que sin nuestra guía serían personas malas o disfuncionales. mendas y repartiendo golpes con la vara, obtendrán niños obedientes, dóciles
y buenos a los que luego podrán ofrecer una buena educación.
Es perfectamente natural que el alma infantil quiera salirse con la suya, y si las
cosas no se han hecho debidamente en los primeros dos años, más tarde será
difícil conseguir el objetivo. Estos dos primeros años presentan, entre otras, la
ventaja de que podemos emplear la violencia y la coacción. Con el tiempo, los
niños olvidan todo cuanto les ocurrió en la primera infancia. Si en aquella etapa
podemos despojarlos de su voluntad, nunca más volverán a recordar que tu-
vieron una, y precisamente por eso la severidad que sea necesario aplicar no
tendrá ninguna consecuencia grave.
(Sulzer, 1748, citado en Miller, 1980)
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La sociedad en la que vivimos
Seguramente, al leer esto hoy nos parezca terrible. ¡Y lo es! Pero estos consejos
no eran ideas aisladas del autor sino que tenían que ver con cómo se veía a las
Preguntas para pensarnos
infancias en ese contexto. La mayoría de las personas pensaba de esta manera, Y vos… ¿Te acordás qué decían las personas adultas a tu alrededor
se escribían libros transmitiendo estos conceptos, y las instituciones educativas sobre las niñas y los niños? ¿Cómo te trataban las personas adul-
y de cuidados trabajaban bajo estos supuestos. tas cuando eras chica/o? ¿Qué esperaban de vos en tu casa, en el
jardín y en la escuela?
Actualmente una gran parte de la sociedad rechaza estas ideas. Pero, ¿te suena
haber escuchado alguna de estas frases hace poco?
“Esa nena es muy maleducada. Hay que enseñarle desde el principio a no ser
caprichosa.” ¿POR QUÉ SIGUEN EXISTIENDO ESTAS IDEAS?
“Tiene 2 años, no podés ponerte a explicarle, no entiende. Tiene que hacer
caso y punto.” ¿Por qué seguimos escuchando ideas que surgieron hace 300 años? ¿Por qué,
“¡Dale un chirlo para que aprenda! A mí me pegaban y tan mal no salí…” aunque muchas cosas van cambiando y nuestra sociedad se transforma todo el
tiempo, cuesta tanto modificar algunas maneras de pensar a las infancias?
En el fondo… las ideas son las mismas. Aunque hoy a las infancias se les recono-
cen más derechos y muchas formas de violencia se ven con desaprobación en Una forma posible de empezar a responder estas preguntas es reflexionar sobre
parte de nuestra sociedad, seguimos escuchando que las niñas y los niños no el adultocentrismo como una característica del sistema en el que vivimos.
razonan, que no entienden, que tenemos que neutralizar o eliminar algunas de
sus formas de ser cuando nos resultan molestas.
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La sociedad en la que vivimos
Ahora bien, esa asimetría no tiene por qué traducirse en prácticas autoritarias, lo
Cuando hablamos de adultocentrismo nos referimos a un conjunto de ideas
según las cuales las experiencias o maneras de ver el mundo de las personas que muchas veces sucede. Las personas adultas, desde nuestro lugar de poder,
adultas son las únicas que importan, dejando afuera e invalidando otros modos solemos minimizar las necesidades, preocupaciones y deseos de las niñas y los
de ver y de vivir, especialmente los de las infancias y adolescencias. niños. Pensemos cuántas veces dijimos o escuchamos a alguien decirle a una niña
o a un niño que “estaba llorando o enojándose por una pavada”, por ejemplo.
Recurso audiovisual
Sabemos que entre las personas adultas y En estos videos podemos ver otros ejemplos muy claros: podés
las infancias existe una asimetría de poder. hacer click en la imagen para ver el video o escanear el código
Esta asimetría es inevitable, necesaria y QR con la cámara de tu celular.
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La sociedad en la que vivimos
El adultocentrismo está presente en todos los espacios de la vida cotidiana: desde Para poder cambiar nuestras prácticas y modos de relacionarnos con las infancias
cómo se organiza el espacio público, cómo se hace uso del tiempo, cómo nos tra- necesitamos conocer qué sabemos hoy sobre las niñas y los niños. En los últimos
tamos, qué valor tiene la palabra de cada persona y quiénes tienen voz y voto a la años hemos aumentado mucho el conocimiento que tenemos sobre lo que sucede
hora de construir las instituciones. Así, la vida social se ordena en torno al ser en este período de la vida que llamamos primera infancia. La psicología, las neuro-
adulto dejando reservado un lugar de menor valor y participación para las infancias. ciencias y las ciencias de la educación nos permitieron conocer y poder afirmar
con certeza que muchas de las ideas que teníamos sobre las infancias son erró-
Todas las sociedades occidentales fueron construidas con una base adultocéntri- neas y es hora de erradicarlas.
ca, y por eso son ideas muy arraigadas en nuestra sociedad. Cambiar estas repre-
sentaciones lleva mucho tiempo y requiere que estemos dispuestas/os a hacernos
preguntas, a cuestionar viejas formas y a pensar otras nuevas. Como personas ¿QUÉ SABEMOS HOY?
adultas que vivimos en este contexto, es muy probable que tengamos muchas
ideas y prácticas adultocéntricas, aunque no lo sepamos ni nos demos cuenta. Hoy sabemos que las niñas y los niños no son hojas en blanco sobre quienes las
Pero tener presente el adultocentrismo de nuestra vida cotidiana nos sirve para personas adultas debemos imprimir nuestros saberes. Las neurociencias demos-
saber desde dónde partimos, poner una lupa sobre nuestras ideas y sobre nues- traron que ya desde el nacimiento tienen mecanismos para aprender que les per-
tras prácticas para empezar a transformarlas. miten volcarse a su tarea principal: explorar y descifrar el entorno a su alrededor.
Es decir que las niñas y los niños nacen con una motivación propia para conocer
el mundo en el que viven: construyen ideas propias que ponen a prueba, las rela-
cionan y generan soluciones para los problemas que la vida cotidiana les presenta.
¡Lejos están de ser seres pasivos en relación a su entorno!
Pero entonces… ¿Ya vienen con todo esto desde el nacimiento? ¿No importa lo que
Este rol de acompañamiento que tenemos las personas adultas es fundamental
les enseñemos? ¿No era al revés, que todo dependía de lo que les va pasando?
durante los primeros años, porque las experiencias que vivimos en la primera in-
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La sociedad en la que vivimos
fancia quedan, de alguna manera, “guardadas en nuestra mente”. ¡Sí! Las expe-
Es por eso que la idea de “corregir”
riencias dejan huella aunque no podamos reconstruir las situaciones exactas que
o “forzar” ciertos aprendizajes no
vivimos. Por eso la creencia de que “porque es chiquita/o no se va a acordar” es
es buena para nadie. Necesitamos
completamente errónea. Por el contrario, las experiencias que tenemos en los pri-
acompañar de forma respetuosa el
meros años de vida se guardan con una fuerza especial. Es como si en ese mo-
desarrollo de cada niña y cada niño
mento se dibujara un “mapa” que guiará nuestra manera de entender y procesar
para que pueda desplegarse en un
el mundo.
entorno lo más seguro y amable
posible.
Si vivimos principalmente situaciones de miedo, angustia, soledad, el mapa se irá
armando de una forma. En cambio, si en nuestra vida abundan las experiencias de
conexión emocional, de tranquilidad, de contención, el mapa será bien distinto. ¿HACIA DÓNDE VAMOS?
Nos permitirá construir una guía mucho más segura para salir a explorar el mundo.
Todos los avances que se hicieron en las distintas ramas que estudian el compor-
Porque para poder sentir seguridad en el mundo hay que probar una y otra vez, tamiento infantil fueron modificando y siguen cambiando nuestra forma de relacio-
observar y aprender. Y esto lleva tiempo. Hoy sabemos que muchos aprendizajes narnos con las niñas y los niños. Comprender la complejidad del mundo infantil nos
dependen bastante de la maduración, y por eso hay cosas que podemos esperar permite desidealizar la infancia. Entender que, así como es un momento de explo-
de las infancias y otras que dependen del crecimiento (por ejemplo, compartir los ración, libertad y descubrimiento, también es un momento donde existen la frus-
juguetes). Y que algunas cosas que a las personas adultas nos resultan “moles- tración, el miedo, la angustia. De este modo, podremos evitar romantizar y también
tas”, no solo son esperables sino que son un buen signo del desarrollo infantil demonizar a las niñas y los niños. Verlas/os como personas a quienes les pasan
(¡por ejemplo, cuando empiezan a decirnos que no!). muchas cosas, que debemos acompañar con el respeto de quien acompaña a otro
ser en su proceso de descubrir el mundo y conocerse a sí mismo.
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La sociedad en la que vivimos
¿HAY UNA SOLA FORMA DE SER NIÑA/O? Recién en el año 1989 la mayoría de los países se pusieron de acuerdo en reconocer
que niñas, niños y adolescentes son sujetos de derecho, ciudadanas/os plenas/os al
Cuando pensamos en una niña o un niño se nos vienen a la cabeza algunas imá- igual que las personas adultas.
genes en particular y no otras. Esas representaciones están relacionadas con Este acuerdo quedó plasmado en la Convención Internacional sobre los Derechos
nuestro contexto histórico y social y con nuestra cultura. Pero existen muchísimas del Niño, documento que compromete a los Estados a desarrollar acciones, adaptar
maneras de ser niña o niño. El lugar en el que nacemos, el contexto que nos su legislación y poner en marcha políticas públicas para promover, proteger y ga-
rodea, nuestra familia, nuestra red de vínculos y nuestras características indivi- rantizar los derechos de las infancias.
duales generarán experiencias diversas y formas diferentes de vivir ese período En Argentina, la Convención sobre los Derechos del Niño fue incluida en la Constitu-
de la vida que llamamos niñez. No será igual la vivencia de crecer siendo niña que ción Nacional en 1990 y fue plasmada en la primera ley nacional sobre derechos de
siendo niño, de crecer en un clima frío o en medio del desierto, viviendo en la las infancias, la Ley 26.061 de Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adoles-
calle, en el campo o en medio de la ciudad. Por eso, hablamos de infancias en centes sancionada en el año 2005. Esta ley intenta dejar atrás algunas de las viejas
plural, para reconocer todas esas formas y recordar que no hay una manera única ideas sobre las infancias y promover la perspectiva de derechos en todo el país.
o mejor de vivir la infancia.
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La sociedad en la que vivimos
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La separación familiar es considerada según la Ley 26.061 una “medida excepcional de protección de derechos” y debe ser
la última estrategia frente a situaciones graves de vulneración de derechos, siempre que sea consecuente con el interés su-
perior de las infancias y adolescencias involucradas. 14
La sociedad en la que vivimos
mundo. Además el juego es una pieza clave para el desarrollo infantil, porque les
¿sabías que...?
permite ejercitar habilidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales que utili-
en Argentina contamos con legislación específica que prohibe el
zarán durante toda su vida.
castigo corporal en la crianza? Así lo explica el artículo 647 del
Código Civil y Comercial de la Nación: “Se prohíbe el castigo cor-
Derecho a la identidad
poral en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier
hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños Las infancias y adolescencias tienen derecho a conocer su origen biológico y cul-
o adolescentes”. tural, y a que se respete su forma de ser y su identidad en relación al género, la
etnia y la orientación sexual, entre otros. Un dato interesante es que Argentina
tuvo un rol clave en la inclusión de este derecho en la Convención gracias al
enorme trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Además, en abril de 2023 se aprobó en nuestro país la Ley Lucio, que establece
la capacitación obligatoria sobre derechos de la infancia y prevención de las vio- Derecho a la participación
lencias contra niñas, niños y adolescentes para todas las personas que ejercen la Desde la primera infancia, las niñas y los niños tienen derecho a expresarse y a
función pública; la creación de un protocolo de actuación conjunta entre los pode- ser escuchadas/os por las personas adultas. La participación, además de ser un
res ejecutivo y judicial, y la difusión de campañas de concientización sobre violen- derecho, es una habilidad que debemos ejercitar, por eso es importante tenerla en
cia en la infancia en medios de comunicación. cuenta y garantizarla desde los primeros años de vida.
Derecho al juego
Muchas personas no saben que jugar no solo es divertido, importante y necesa-
rio, sino que es un derecho de todas las infancias. El juego es la actividad principal
de la niñez, aparece desde los primeros días de la vida y existe en todas las cultu-
ras. A través de él, niñas y niños exploran, descubren, conocen y se apropian del
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La sociedad en la que vivimos
es importante recordar que somos parte de una red y que necesitamos actuar
¿QUÉ SIGNIFICA TRABAJAR EN LA LAS EDUCADORAS DICEN...
junto con otros integrantes para que los derechos se garanticen de manera inte-
GARANTÍA DE DERECHOS? gral y definitiva. La articulación entre actores e instituciones es fundamental para
que esto suceda.
Nuestro rol como personas adultas es contribuir a que las niñas y los niños
puedan ejercer su ciudadanía plena y todos los derechos que les son reconoci-
dos. Para eso, la Ley 26.061 inaugura lo que se conoce como Sistema de Protec-
ción de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, del que formamos parte todas
las entidades, organismos y personas de la sociedad civil que trabajamos con in-
fancias. Los espacios de cuidado infantil, los centros de salud, las escuelas, los
centros barriales y comunitarios, entre otros, conformamos una enorme red cuyo
objetivo es posibilitar el acceso a los derechos para todas las infancias. El respon-
sable final de que esto suceda efectivamente es siempre el Estado, pero todas las
personas adultas tenemos responsabilidad y debemos advertir cuando los dere-
chos se encuentren vulnerados.
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La sociedad en la que vivimos
Tener perspectiva de derechos también significa comprender que las niñas y los
las educadoras dicen...
niños merecen que trabajemos para su cumplimiento, y que ni ellas/os ni sus fami-
lias nos “deben” nada, ni tienen que agradecernos por este trabajo. Es nuestra “Seño, hoy en día mi hijo está en la secundaria y tengo que agra-
decerlo. A mi hijo no lo aceptaban y vos te tomaste el tiempo de ir
función en la sociedad garantizar que los derechos se cumplan, no importa cómo
a hablar con la directora, para mí eso fue único. No todas las per-
o quién sea esa niña o ese niño. Nadie tiene que “ganarse” sus derechos, y ningu-
sonas se toman su tiempo para hacer esas cosas.” (Belén - Edu-
na persona los merece más que otra.
cadora de Espacio de Primera Infancia)
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La sociedad en la que vivimos
Veamos un ejemplo... nos gusta. Todas estas situaciones que entre personas adultas nos resultan inacep-
tables están naturalizadas en el trato hacia las niñas y los niños.
Derecho Actores implicados Acciones que realizan Acciones posibles
Recomendación de los
Centro comunitario del barrio Talleres de crianza talleres del centro a Es violencia:
las familias
El castigo físico, incluyendo los chirlos, los zamarreos, los tironeos y todas las si-
tuaciones en las que usemos nuestra fuerza sobre el cuerpo de las niñas y los
LA CULTURA DEL BUEN TRATO PARA niños, sin importar cuánta fuerza apliquemos.
ACOMPAÑAR A LAS INFANCIAS El abuso sexual, que incluye cualquier tipo de actividad sexual impuesta por una
persona adulta con una niña o un niño, teniendo en cuenta que no tienen la capa-
cidad de consentir ninguna de estas actividades.
Solo por el hecho de existir, las personas tenemos derecho a ser bien tratadas. En
el marco de las relaciones entre personas adultas, esto parece obvio. No vamos
El trato negligente, que significa no cubrir, teniendo la posibilidad de hacerlo, las
por la calle gritándole a la gente, ni insultamos a nuestras/os compañeras/os de
necesidades físicas y psicológicas para su desarrollo y bienestar.
trabajo o golpeamos a nuestras/os amigas/os cuando actúan de un modo que no
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La sociedad en la que vivimos
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La sociedad en la que vivimos
violencia bloquea y dificulta la capacidad para comprender las propias emociones, sienten y cómo expresarlo de la mejor manera. Cuando cuentan con estos cimien-
reflexionar y encontrar modos alternativos de resolver conflictos de forma pacífica tos, desarrollan la fortaleza emocional necesaria para afrontar los obstáculos que
y dialogada. Muchas personas que sufren violencia en la infancia muestran com- se les presentan ahora y los que se les presentarán a lo largo de toda la vida.
portamientos violentos porque aprenden que la violencia es un modelo válido de Además, cuando nuestros primeros vínculos son cuidadosos y afectuosos, apren-
expresarse, y porque es la única forma que encuentran de defenderse del mundo. demos a tener más empatía con las personas que nos rodean y a construir relacio-
nes más sanas.
Muchas veces escuchamos que la violencia no enseña. En realidad, la violencia sí
enseña, solo que no enseña nada bueno. Criar con violencia transmite que no po- Las infancias no necesitan que seamos duras con ellas para aprender a defender-
demos confiar en quienes nos tienen que cuidar, que vivimos en un mundo hostil se del mundo. Necesitan vínculos respetuosos, cercanos y seguros con los que
y que no podemos contar con las demás personas. poder adquirir las herramientas para desenvolverse en un mundo que ya es, de
por sí, bastante desafiante.
Reflexionar sobre estas consecuencias es duro pero necesario. Erradicar los
malos tratos es importante no solo para evitar estas consecuencias, sino porque, Ofrecer un buen trato a las primeras infancias significa tener empatía, aprender a
como ya mencionamos, recibir buenos tratos es un derecho. Ahora bien, ¿qué interpretar lo que les sucede, darles atención y cuidados más allá de los básicos
consecuencias tienen los buenos tratos en la primera infancia? para la supervivencia, hablar con ellas, brindarles contención, escucharlas, ani-
marlas a expresarse, a participar, jugar y explorar. No se trata de hacer “todo lo
Recibir un buen trato favorece el desarrollo sano en todos los aspectos. Una niña que las niñas y los niños quieran”. Se trata más bien de dirigirnos con respeto, al
o un niño que crece rodeado de buenos tratos va a tener más confianza en sí mis- igual que lo solemos hacer con las personas adultas.
ma/o y en su entorno, y va a sentir más seguridad para explorar y para incorporar
todo tipo de aprendizajes. Entre estos aprendizajes podemos incluir la incorpora-
ción poco a poco de los saberes y habilidades necesarios para identificar cómo se
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La sociedad en la que vivimos
PROMOVIENDO UNA CULTURA DEL BUEN TRATO Para ello, se elaboraron algunos principios y elementos que pueden orientarnos
para entender a qué nos referimos con buenos tratos. Estos pueden ser útiles
como guía para nuestra forma de relacionarnos con las personas en general, y con
En los últimos años, distintos gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y
las infancias de manera particular.
UNICEF comenzaron a utilizar la idea de la “Promoción de la cultura del buen
trato” para fomentar el trato amable y respetuoso entre personas y promover un
Los principios del buen trato son:
cambio cultural.
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La sociedad en la que vivimos
Cooperación y participación: Para lograr objetivos y metas comunes, necesita- que sentimos, lo que creemos que ellas/os están sintiendo, y todo lo que deba-
mos cooperar. La cooperación implica la valoración del otro con sus pensamien- mos o queramos transmitir. Saber que las niñas y los niños pueden entendernos y
tos e ideas individuales, y como alguien que puede aportar a causas comunes. Es merecen que nos comuniquemos con ellas/os, también propicia el buen trato.
por eso que no puede existir el buen trato sin el principio de cooperación. En la
primera infancia, el ejercicio de la participación tiene un rol fundamental en la Construcción de acuerdos y mediación: Muchas veces las personas tenemos in-
construcción de la autoestima y establece las bases para relaciones amables con tereses o deseos que se contraponen. Poder llegar a acuerdos con respeto es una
las demás personas. pieza fundamental para la cultura del buen trato. Pero, ¿se pueden construir
acuerdos con las infancias? Podemos pensar que hay mucho de la vida cotidiana
Comunicación efectiva: Ser escuchadas/os y escuchar a quienes nos rodean es que sí puede decidirse en conjunto, entendiendo que sus deseos y necesidades
una pieza central del buen trato. Es a través del diálogo que podemos comunicar son válidos. Por ejemplo, qué libro vamos a leer en la sala en conjunto y en qué
cómo nos sentimos, qué pensamos, qué deseamos y qué esperamos de las momento vamos a leerlo. Pero algunas cosas son decisiones que debemos tomar
demás personas. La comunicación se produce de forma verbal a través de las pa- las personas adultas, y generalmente son aquellas vinculadas con la protección y
labras (tanto en lengua oral como en lengua de señas) y también de forma no cuidado, como por ejemplo lavarse las manos antes de comer. Aún así, estas
verbal a través de los gestos, los tonos de voz, las distancias y las posiciones del cosas pueden imponerse o bien pueden transmitirse con claridad pero de forma
cuerpo al interactuar. En el caso de las niñas y los niños pequeñas/os, es impor- amable y respetuosa.
tante prestar atención a lo preverbal, ya que es el canal que tienen más accesible
para comunicar sus estados emocionales internos. Si podemos ejercitar nuestra
sensibilidad para entender lo que una niña o un niño está comunicando al poner
determinada expresión facial, por ejemplo, habrá más posibilidades de empatizar
con ella o él, de entenderla/o, y esto facilitará el buen trato. Además, aún cuando
todavía no hablen, es muy importante hablarles y comunicarles lo que sucede, lo
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La sociedad en la que vivimos
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La sociedad en la que vivimos
¿Por qué aún en un ambiente con buenos tratos las niñas y los niños desarro- Preguntas para pensarnos
llan conductas como pegar, morder, gritar…? Para pensar en la institución…
Aunque la observación es una parte central en la transmisión de la cultura del ¿Cómo hablo de mí misma/o en general? ¿Soy paciente con mis
buen trato, esta también supone el despliegue de algunas habilidades que las errores o rápidamente me critico e insulto si me equivoco?
niñas y los niños pequeñas/os están desarrollando y no tienen incorporadas en ¿Cómo nos tratamos entre las/os docentes de la sala?
su totalidad. Si crecen en ambientes sanos y seguros, irán incorporando poco ¿Intentamos ejercitar la empatía y propiciar la cooperación con las niñas y los
a poco, y en la medida de sus posibilidades, otras alternativas para regular y niños? ¿Cómo?
expresar sus emociones.
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En el segundo cuadernillo pondremos la lupa sobre los espacios de primera infan-
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BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
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BUENOS TRATOS EN
LA PRIMERA INFANCIA
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