Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Cuadernillo 01 2024 - Final

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 27

Cuadernillo 1 de 3

BUENOS TRATOS EN
LA PRIMERA INFANCIA
LA SOCIEDAD EN LA QUE VIVIMOS
Fundación Kaleidos, marzo 2024.
Colección: Buenos tratos en la primera infancia.
Título: La sociedad en la que vivimos.
ISBN 978-987-47514-8-5
Autoría: Constanza Gueglio; Malena Dyzenchauz.
Edición de texto: Marina Caporale
Ilustraciones: Santiago Recart.
Diseño: La Empujadora

02
miento acumulado por quienes lo escriben, sino también de un recorrido de com-

PRESENTACIÓN promiso y crecimiento que ha marcado el camino de Fundación Kaleidos.

Esperamos que estas páginas sirvan como inspiración para seguir construyendo un
mundo más sensible hacia las infancias en donde cada niño y niña pueda crecer
Fundación Kaleidos es una organización sin fines de lucro que trabaja hace más de
hacia un futuro más justo y equitativo.
20 años en la promoción y restitución de derechos de niños, niñas y adolescentes
mediante programas y proyectos que favorezcan el desarrollo infantil en los prime-
ros años, la terminalidad educativa, el acceso a la salud, y la igualdad de género.
Fundación Kaleidos

Una de las formas de lograrlo es ampliando el alcance de una mirada con enfoque
de derechos y perspectiva de género en adultos/as que trabajan con adolescen- Para conocer más acerca de lo que hacemos, visitanos en www.fundacionkaleidos.org

cias y/o primeras infancias a través de talleres de sensibilización, cursos de forma-


ción, herramientas y desarrollo de recursos.

A lo largo de nuestro recorrido, hemos ofrecido numerosos talleres de sensibiliza-


ción, compartiendo y nutriéndonos de conocimientos, experiencias y herramientas
con educadores/as, profesionales de la salud, familias y cuidadores/as.

Buenos tratos en la primera infancia surge de la profunda convicción en la impor-


tancia de promover el ejercicio pleno de derechos de las/os más pequeñas/os
desde el nacimiento. Este material no solo es fruto de la dedicación y el conoci-

03
Relacionarnos con niñas y niños de forma respetuosa y garantizándoles buenos

INTRODUCCIÓN tratos en el camino de acompañar su crecimiento puede ser todo un desafío. Espe-
cialmente, porque las personas que tenemos esta misión hemos sido criadas bajo
otro paradigma, que hoy nos toca desarmar.

La propuesta de este material es acercar algunas reflexiones y herramientas a


El contenido de este material se organiza en tres cuadernillos. En el primero trabaja-
quienes trabajan con primera infancia para contribuir a la construcción de espa-
mos las ideas sobre las infancias que marcan la manera de relacionarnos con ellas.
cios que garanticen los buenos tratos hacia todas las personas que los atraviesan.
En el segundo abordamos propuestas para construir instituciones basadas en el cui-
dado y la participación. En el último revisamos algunos aspectos clave sobre desa-
El buen trato es un derecho contemplado en la Convención sobre los Derechos de
rrollo infantil y acercamos herramientas para el trabajo en los espacios de cuidado.
los Niños y en nuestra legislación nacional, y, por lo tanto, las personas adultas te-
nemos la responsabilidad de hacerlo efectivo en todas aquellas instituciones y es-
El objetivo no es brindar “recetas” para acompañar o educar. Las recetas con las in-
pacios por los que circulen niñas y niños, y especialmente en aquellos orientados
fancias no existen, y el trabajo de acompañamiento supone habitar su complejidad.
a su cuidado y educación.
Porque cada persona es diferente, porque existen infinitos contextos, porque cada
relación se construye en su andar, porque cada conducta puede tener muchos deter-
En nuestra sociedad, durante muchísimos años, los tratos hacia las infancias estu-
minantes, y porque puede que necesitemos probar y hacer algo diferente cada vez.
vieron orientados hacia el control y la corrección. Esto fue así porque, como se
verá más adelante, históricamente se construyeron ideas desfavorables (y falsas)
Esperamos, sí, que estas herramientas sirvan como una orientación para pensar
sobre la niñez. Y aunque el reconocimiento de las niñas y los niños como sujetos
otras tantas posibles que abonen a los buenos tratos hacia todas las infancias y con-
de derecho vino a cambiar la manera en que son entendidas/os, la realidad nos
tribuyan a la construcción de vínculos intergeneracionales más respetuosos. La invi-
muestra que aún hay mucho camino por recorrer.
tación es a interpretar este material no como una enciclopedia, sino como una guía

04
que acompaña a hacerse preguntas, a conversar con compañeras/os de trabajo,
a observar nuestras propias prácticas y nuestras relaciones con las infancias para ORIENTACIÓN
volverlas más amables y disfrutables. En este sentido, lo más importante es tener
Cada cuadernillo contiene algunos íconos que permiten identificar los diversos
en claro que el maltrato no es una opción y tratar bien es una posición ética y polí-
contenidos y recursos propuestos:
tica que tenemos que trabajar por encarnar.

Sabías qué… en los que compartimos datos e información que puede


resultar relevante para el contenido que se está desarrollando.
CLAVES PARA LA LECTURA Preguntas para pensarnos… invitan a la reflexión y profundización

DE ESTE MATERIAL desde la propia experiencia.

Recurso audiovisual… permiten ampliar, ejemplificar o comprender

ACLARACIÓN mejor el tema que se está abordando.

Las educadoras dicen… recupera la voz y la experiencia de educado-


El uso de un lenguaje que no discrimine, que no reproduzca estereotipos y que
ras que se entrevistaron para la realización de este material.
permita visibilizar todos los géneros fue una preocupación para quienes trabaja-
ron en este material. Dado que no hay acuerdo sobre la manera de hacerlo en es-
Para hacer en la sala… ideas y recursos para que pueden realizar en
pañol, se consideraron tres criterios a fines de hacer un uso más justo y preciso
la sala con los niños y niñas.
del lenguaje: evitar expresiones discriminatorias, visibilizar el género cuando la si-
tuación comunicativa y el mensaje lo requieren para una comprensión correcta y
Para hacer en equipo… ejercicios que pueden servir para reflexionar,
no visibilizarlo cuando no resulta necesario.
construir acuerdos de trabajo y/o pensar una planificación.

05
La sociedad en la que vivimos

¿CÓMO VEMOS A LAS NIÑAS Con los cambios que llegaron en la modernidad, es-
pecialmente con la aparición de las primeras escue-

Y LOS NIÑOS? las, emergió la idea de la infancia como una etapa


diferenciada. En el siglo XVII empezaron a aparecer
imágenes de niñas y niños con características físi-
La manera en la que vemos y pensamos a las niñas y los niños fue variando cas, vestimenta y actividades distintas a las de las
mucho a lo largo de la historia. Para entender nuestras ideas actuales sobre la in- personas adultas.
fancia es muy útil saber cómo eran antes estas ideas y cómo fueron cambiando.
En la Edad Media la infancia ni siquiera existía como concepto. Es decir, existían En esa época comenzó a nacer en las sociedades
las niñas y los niños, pero no se consideraban personas diferentes a las personas “Retrato de Catharina Elisabeth europeas occidentales¹ una “sensibilidad hacia la in-
Rente Linsen” - Kruseman, S. XIX
adultas, con necesidades y características propias. fancia” que implicaba un sentimiento de ternura
hacia las niñas y los niños, al mismo tiempo que una educación más severa. Las
Tal es así, que en los cuadros de la infancias se veían como personas inocentes, frágiles e inacabadas a las que las
época, las pocas veces que aparecían personas adultas debían formar y proteger. Podríamos pensar que estas ideas son
niñas y niños se veían como personas superadoras a las del Medioevo, porque al menos la sociedad empezó a tener en
adultas en miniatura, con las propor- cuenta a las infancias. Sin embargo, ver a las niñas y los niños de esta manera tam-
ciones corporales, vestimentas y bién implica considerar que no tienen capacidades propias y que no pueden hacer
tareas propias de una persona adulta. ni pensar nada por su cuenta. Veamos estas ideas con un poco más de detalle.

“Madonna di Castelfiorentino”
Cimabue, S. XIII

¹ Todas las ideas que mencionamos en este apartado corresponden a la visión europea de las infancias. En América Latina, los conceptos que circulaban eran variados y distintos a los europeos. Sin embargo,
tomamos estas ideas porque son las que influenciaron a nuestro país más adelante, especialmente con la creación de las escuelas y la pedagogización de la crianza. Recomendamos el siguiente recurso para
profundizar sobre la historización de la infancia en América Latina: https://igehcs.conicet.gov.ar/wp-content/uploads/sites/104/2019/03/La-historia-de-las-infancias.pdf 06
La sociedad en la que vivimos

Antes se creía que las niñas y los niños… Todas estas ideas funcionaban como la base para justificar una serie de métodos
de disciplinamiento que incluían violencia física y psicológica. Estos métodos se
Eran seres inferiores e incapaces que tenían que ser controlados por las perso- consideraban “necesarios” para lograr el objetivo de “construir” niñas y niños obe-
nas adultas. dientes y futuras personas adultas correctas.
Eran seres ingenuos, inocentes e indefensos, y lo único que necesitaban de las
personas adultas era protección y corrección. Leamos este fragmento de un libro escrito en 1748 por un pedagogo y dirigido a
Eran “tabulas rasas”, como hojas en blanco, que llegaban al mundo sin ningún personas dedicadas al cuidado de infancias:
conocimiento ni capacidad, y las personas adultas eran quienes tenían que llenar
esas hojas en blanco con sus saberes. No se puede tratar de razonar con niños pequeños; de aquí que la testarudez
Eran seres sumisos que tenían como principal deber obedecer a las personas deba ser eliminada de manera mecánica (...). Pero si los padres tienen la suerte
adultas, ya que necesitaban ser encaminados, corregidos o formados como “per- de neutralizar la testarudez desde el primer momento mediante serias repri-
sonas rectas”, y que sin nuestra guía serían personas malas o disfuncionales. mendas y repartiendo golpes con la vara, obtendrán niños obedientes, dóciles
y buenos a los que luego podrán ofrecer una buena educación.
Es perfectamente natural que el alma infantil quiera salirse con la suya, y si las
cosas no se han hecho debidamente en los primeros dos años, más tarde será
difícil conseguir el objetivo. Estos dos primeros años presentan, entre otras, la
ventaja de que podemos emplear la violencia y la coacción. Con el tiempo, los
niños olvidan todo cuanto les ocurrió en la primera infancia. Si en aquella etapa
podemos despojarlos de su voluntad, nunca más volverán a recordar que tu-
vieron una, y precisamente por eso la severidad que sea necesario aplicar no
tendrá ninguna consecuencia grave.
(Sulzer, 1748, citado en Miller, 1980)

07
La sociedad en la que vivimos

Seguramente, al leer esto hoy nos parezca terrible. ¡Y lo es! Pero estos consejos
no eran ideas aisladas del autor sino que tenían que ver con cómo se veía a las
Preguntas para pensarnos
infancias en ese contexto. La mayoría de las personas pensaba de esta manera, Y vos… ¿Te acordás qué decían las personas adultas a tu alrededor
se escribían libros transmitiendo estos conceptos, y las instituciones educativas sobre las niñas y los niños? ¿Cómo te trataban las personas adul-
y de cuidados trabajaban bajo estos supuestos. tas cuando eras chica/o? ¿Qué esperaban de vos en tu casa, en el
jardín y en la escuela?
Actualmente una gran parte de la sociedad rechaza estas ideas. Pero, ¿te suena
haber escuchado alguna de estas frases hace poco?

“Esa nena es muy maleducada. Hay que enseñarle desde el principio a no ser
caprichosa.” ¿POR QUÉ SIGUEN EXISTIENDO ESTAS IDEAS?
“Tiene 2 años, no podés ponerte a explicarle, no entiende. Tiene que hacer
caso y punto.” ¿Por qué seguimos escuchando ideas que surgieron hace 300 años? ¿Por qué,
“¡Dale un chirlo para que aprenda! A mí me pegaban y tan mal no salí…” aunque muchas cosas van cambiando y nuestra sociedad se transforma todo el
tiempo, cuesta tanto modificar algunas maneras de pensar a las infancias?
En el fondo… las ideas son las mismas. Aunque hoy a las infancias se les recono-
cen más derechos y muchas formas de violencia se ven con desaprobación en Una forma posible de empezar a responder estas preguntas es reflexionar sobre
parte de nuestra sociedad, seguimos escuchando que las niñas y los niños no el adultocentrismo como una característica del sistema en el que vivimos.
razonan, que no entienden, que tenemos que neutralizar o eliminar algunas de
sus formas de ser cuando nos resultan molestas.

08
La sociedad en la que vivimos

Ahora bien, esa asimetría no tiene por qué traducirse en prácticas autoritarias, lo
Cuando hablamos de adultocentrismo nos referimos a un conjunto de ideas
según las cuales las experiencias o maneras de ver el mundo de las personas que muchas veces sucede. Las personas adultas, desde nuestro lugar de poder,
adultas son las únicas que importan, dejando afuera e invalidando otros modos solemos minimizar las necesidades, preocupaciones y deseos de las niñas y los
de ver y de vivir, especialmente los de las infancias y adolescencias. niños. Pensemos cuántas veces dijimos o escuchamos a alguien decirle a una niña
o a un niño que “estaba llorando o enojándose por una pavada”, por ejemplo.

Recurso audiovisual

Sabemos que entre las personas adultas y En estos videos podemos ver otros ejemplos muy claros: podés
las infancias existe una asimetría de poder. hacer click en la imagen para ver el video o escanear el código
Esta asimetría es inevitable, necesaria y QR con la cámara de tu celular.

deseable, ya que las niñas y los niños de-


penden del cuidado de las personas adul-
tas para crecer y desarrollarse. Aunque
todas las personas necesitamos de otras
para existir, en los extremos de la vida -la
niñez y la vejez- requerimos de más cuida-
dos por parte de quienes nos rodean. Los
cuidados de las personas adultas hacia las Luego se Vas a llorar
malacostumbran por algo
infancias son una responsabilidad, y así lo
establecen nuestras leyes.

09
La sociedad en la que vivimos

El adultocentrismo está presente en todos los espacios de la vida cotidiana: desde Para poder cambiar nuestras prácticas y modos de relacionarnos con las infancias
cómo se organiza el espacio público, cómo se hace uso del tiempo, cómo nos tra- necesitamos conocer qué sabemos hoy sobre las niñas y los niños. En los últimos
tamos, qué valor tiene la palabra de cada persona y quiénes tienen voz y voto a la años hemos aumentado mucho el conocimiento que tenemos sobre lo que sucede
hora de construir las instituciones. Así, la vida social se ordena en torno al ser en este período de la vida que llamamos primera infancia. La psicología, las neuro-
adulto dejando reservado un lugar de menor valor y participación para las infancias. ciencias y las ciencias de la educación nos permitieron conocer y poder afirmar
con certeza que muchas de las ideas que teníamos sobre las infancias son erró-
Todas las sociedades occidentales fueron construidas con una base adultocéntri- neas y es hora de erradicarlas.
ca, y por eso son ideas muy arraigadas en nuestra sociedad. Cambiar estas repre-
sentaciones lleva mucho tiempo y requiere que estemos dispuestas/os a hacernos
preguntas, a cuestionar viejas formas y a pensar otras nuevas. Como personas ¿QUÉ SABEMOS HOY?
adultas que vivimos en este contexto, es muy probable que tengamos muchas
ideas y prácticas adultocéntricas, aunque no lo sepamos ni nos demos cuenta. Hoy sabemos que las niñas y los niños no son hojas en blanco sobre quienes las
Pero tener presente el adultocentrismo de nuestra vida cotidiana nos sirve para personas adultas debemos imprimir nuestros saberes. Las neurociencias demos-
saber desde dónde partimos, poner una lupa sobre nuestras ideas y sobre nues- traron que ya desde el nacimiento tienen mecanismos para aprender que les per-
tras prácticas para empezar a transformarlas. miten volcarse a su tarea principal: explorar y descifrar el entorno a su alrededor.
Es decir que las niñas y los niños nacen con una motivación propia para conocer
el mundo en el que viven: construyen ideas propias que ponen a prueba, las rela-
cionan y generan soluciones para los problemas que la vida cotidiana les presenta.
¡Lejos están de ser seres pasivos en relación a su entorno!

(Historieta Mafalda - Autor: Quino)


10
La sociedad en la que vivimos

Bueno… ni una cosa ni la otra. O, mejor dicho, ¡las dos!


LAS EDUCADORAS DICEN...
“Para mí que los bebés son muy inteligentes, siempre pensé del
Ya hace unos cuántos años que la epigenética, la ciencia que estudia los cambios
lado de mamá ‘es muy chiquito’, pero estando del otro lado me di
que se producen en los genes a partir de la interacción con el ambiente, demostró
cuenta que con 2 años saben hacer un montón de cosas, descu-
que los seres vivos somos una combinación de ambos factores. Es decir, quiénes
bren todo investigando, son muy inteligentes.” (Claudia - Educa-
somos tiene que ver tanto con nuestro material genético como con nuestro entorno,
dora de Espacio de Primera Infancia)
siendo este tanto el clima en el que vivimos, el país en el que nacemos, la cultura, la
alimentación que recibimos, y las relaciones familiares y humanas que nos rodean,
entre tantos otros factores.
¿sabías que...?
Existen estudios que muestran que las/os bebés a los 4 meses ya Por ejemplo, la manera de ser de una niña o un niño estará relacionada con la forma
muestran la emoción de sorpresa frente a ciertos estímulos en el en la que es tratada/o, pero también con aspectos particulares de su carácter que
entorno. Lo interesante es que para sorprendernos es necesario
son innatos: habrá niñas y niños más sociables que otras/os, algunas/os con mayor
entender que algo “se sale” de lo que habitualmente sucede. Por
tolerancia a los cambios, niñas más corporales y niños más sensibles. Entender
eso se cree que las/os bebés tienen bastante idea de cómo funciona el mundo,
que no todas las infancias son iguales y que no hay formas de ser mejores ni
y cuando algo no es como lo esperaban, aparece su reacción de sorpresa
frente a aquello que consideran novedoso o distinto. peores que otras, también nos permite acompañarlas según sus necesidades indi-
viduales y sus formas particulares de ver el mundo. Potenciar algunas experiencias
y acompañar más en otras.

Pero entonces… ¿Ya vienen con todo esto desde el nacimiento? ¿No importa lo que
Este rol de acompañamiento que tenemos las personas adultas es fundamental
les enseñemos? ¿No era al revés, que todo dependía de lo que les va pasando?
durante los primeros años, porque las experiencias que vivimos en la primera in-

11
La sociedad en la que vivimos

fancia quedan, de alguna manera, “guardadas en nuestra mente”. ¡Sí! Las expe-
Es por eso que la idea de “corregir”
riencias dejan huella aunque no podamos reconstruir las situaciones exactas que
o “forzar” ciertos aprendizajes no
vivimos. Por eso la creencia de que “porque es chiquita/o no se va a acordar” es
es buena para nadie. Necesitamos
completamente errónea. Por el contrario, las experiencias que tenemos en los pri-
acompañar de forma respetuosa el
meros años de vida se guardan con una fuerza especial. Es como si en ese mo-
desarrollo de cada niña y cada niño
mento se dibujara un “mapa” que guiará nuestra manera de entender y procesar
para que pueda desplegarse en un
el mundo.
entorno lo más seguro y amable
posible.
Si vivimos principalmente situaciones de miedo, angustia, soledad, el mapa se irá
armando de una forma. En cambio, si en nuestra vida abundan las experiencias de
conexión emocional, de tranquilidad, de contención, el mapa será bien distinto. ¿HACIA DÓNDE VAMOS?
Nos permitirá construir una guía mucho más segura para salir a explorar el mundo.
Todos los avances que se hicieron en las distintas ramas que estudian el compor-
Porque para poder sentir seguridad en el mundo hay que probar una y otra vez, tamiento infantil fueron modificando y siguen cambiando nuestra forma de relacio-
observar y aprender. Y esto lleva tiempo. Hoy sabemos que muchos aprendizajes narnos con las niñas y los niños. Comprender la complejidad del mundo infantil nos
dependen bastante de la maduración, y por eso hay cosas que podemos esperar permite desidealizar la infancia. Entender que, así como es un momento de explo-
de las infancias y otras que dependen del crecimiento (por ejemplo, compartir los ración, libertad y descubrimiento, también es un momento donde existen la frus-
juguetes). Y que algunas cosas que a las personas adultas nos resultan “moles- tración, el miedo, la angustia. De este modo, podremos evitar romantizar y también
tas”, no solo son esperables sino que son un buen signo del desarrollo infantil demonizar a las niñas y los niños. Verlas/os como personas a quienes les pasan
(¡por ejemplo, cuando empiezan a decirnos que no!). muchas cosas, que debemos acompañar con el respeto de quien acompaña a otro
ser en su proceso de descubrir el mundo y conocerse a sí mismo.

12
La sociedad en la que vivimos

LAS PRIMERAS INFANCIAS COMO DIFERENTES PERO IGUALES:


LOS DERECHOS DE LAS INFANCIAS
SUJETOS DE DERECHO No importa cuál sea la etnia, la religión, el género o la nacionalidad, todas las niñas
y los niños del mundo tienen los mismos derechos. Pero esto no fue siempre así.

¿HAY UNA SOLA FORMA DE SER NIÑA/O? Recién en el año 1989 la mayoría de los países se pusieron de acuerdo en reconocer
que niñas, niños y adolescentes son sujetos de derecho, ciudadanas/os plenas/os al
Cuando pensamos en una niña o un niño se nos vienen a la cabeza algunas imá- igual que las personas adultas.
genes en particular y no otras. Esas representaciones están relacionadas con Este acuerdo quedó plasmado en la Convención Internacional sobre los Derechos
nuestro contexto histórico y social y con nuestra cultura. Pero existen muchísimas del Niño, documento que compromete a los Estados a desarrollar acciones, adaptar
maneras de ser niña o niño. El lugar en el que nacemos, el contexto que nos su legislación y poner en marcha políticas públicas para promover, proteger y ga-
rodea, nuestra familia, nuestra red de vínculos y nuestras características indivi- rantizar los derechos de las infancias.
duales generarán experiencias diversas y formas diferentes de vivir ese período En Argentina, la Convención sobre los Derechos del Niño fue incluida en la Constitu-
de la vida que llamamos niñez. No será igual la vivencia de crecer siendo niña que ción Nacional en 1990 y fue plasmada en la primera ley nacional sobre derechos de
siendo niño, de crecer en un clima frío o en medio del desierto, viviendo en la las infancias, la Ley 26.061 de Protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adoles-
calle, en el campo o en medio de la ciudad. Por eso, hablamos de infancias en centes sancionada en el año 2005. Esta ley intenta dejar atrás algunas de las viejas
plural, para reconocer todas esas formas y recordar que no hay una manera única ideas sobre las infancias y promover la perspectiva de derechos en todo el país.
o mejor de vivir la infancia.

13
La sociedad en la que vivimos

¿CUÁLES SON ESOS DERECHOS? ALGUNOS DERECHOS DE LAS INFANCIAS


Hay algunos que seguramente ya conocemos. Por ejemplo, el derecho a recibir
QUE QUIZÁ NO CONOCÍAS…
alimentación, a la salud y a la educación. Pero hay algunos que son menos cono- Derecho a vivir en familia
cidos y son igual de importantes. ¡Sí! Porque según la Convención no existe un En Argentina se estima que existen alrededor de 10.000 niñas, niños y adoles-
derecho más importante que otro, y debemos prestar atención a todos por igual. centes que viven separadas/os de su familia principalmente por motivos de
violencia². Acompañar a las familias en el proceso de cuidado es esencial para
poder garantizar a las infancias su derecho a vivir en su entorno familiar de
origen, siempre que sea posible.

Derecho a vivir una vida libre de violencia


Las infancias y adolescencias tienen derecho a la dignidad como sujetos de
derecho y personas en desarrollo, es decir a no ser sometidas/os a trato violen-
to, discriminatorio, humillante o intimidatorio; a no ser sometidas/os a ninguna
forma de explotación económica, torturas, abusos, negligencias o explotación
sexual. Esto implica también el derecho a recibir una crianza sin violencia.

2
La separación familiar es considerada según la Ley 26.061 una “medida excepcional de protección de derechos” y debe ser
la última estrategia frente a situaciones graves de vulneración de derechos, siempre que sea consecuente con el interés su-
perior de las infancias y adolescencias involucradas. 14
La sociedad en la que vivimos

mundo. Además el juego es una pieza clave para el desarrollo infantil, porque les
¿sabías que...?
permite ejercitar habilidades físicas, cognitivas, emocionales y sociales que utili-
en Argentina contamos con legislación específica que prohibe el
zarán durante toda su vida.
castigo corporal en la crianza? Así lo explica el artículo 647 del
Código Civil y Comercial de la Nación: “Se prohíbe el castigo cor-
Derecho a la identidad
poral en cualquiera de sus formas, los malos tratos y cualquier
hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños Las infancias y adolescencias tienen derecho a conocer su origen biológico y cul-
o adolescentes”. tural, y a que se respete su forma de ser y su identidad en relación al género, la
etnia y la orientación sexual, entre otros. Un dato interesante es que Argentina
tuvo un rol clave en la inclusión de este derecho en la Convención gracias al
enorme trabajo de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Además, en abril de 2023 se aprobó en nuestro país la Ley Lucio, que establece
la capacitación obligatoria sobre derechos de la infancia y prevención de las vio- Derecho a la participación
lencias contra niñas, niños y adolescentes para todas las personas que ejercen la Desde la primera infancia, las niñas y los niños tienen derecho a expresarse y a
función pública; la creación de un protocolo de actuación conjunta entre los pode- ser escuchadas/os por las personas adultas. La participación, además de ser un
res ejecutivo y judicial, y la difusión de campañas de concientización sobre violen- derecho, es una habilidad que debemos ejercitar, por eso es importante tenerla en
cia en la infancia en medios de comunicación. cuenta y garantizarla desde los primeros años de vida.

Derecho al juego
Muchas personas no saben que jugar no solo es divertido, importante y necesa-
rio, sino que es un derecho de todas las infancias. El juego es la actividad principal
de la niñez, aparece desde los primeros días de la vida y existe en todas las cultu-
ras. A través de él, niñas y niños exploran, descubren, conocen y se apropian del

15
La sociedad en la que vivimos

es importante recordar que somos parte de una red y que necesitamos actuar
¿QUÉ SIGNIFICA TRABAJAR EN LA LAS EDUCADORAS DICEN...
junto con otros integrantes para que los derechos se garanticen de manera inte-

GARANTÍA DE DERECHOS? gral y definitiva. La articulación entre actores e instituciones es fundamental para
que esto suceda.
Nuestro rol como personas adultas es contribuir a que las niñas y los niños
puedan ejercer su ciudadanía plena y todos los derechos que les son reconoci-
dos. Para eso, la Ley 26.061 inaugura lo que se conoce como Sistema de Protec-
ción de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, del que formamos parte todas
las entidades, organismos y personas de la sociedad civil que trabajamos con in-
fancias. Los espacios de cuidado infantil, los centros de salud, las escuelas, los
centros barriales y comunitarios, entre otros, conformamos una enorme red cuyo
objetivo es posibilitar el acceso a los derechos para todas las infancias. El respon-
sable final de que esto suceda efectivamente es siempre el Estado, pero todas las
personas adultas tenemos responsabilidad y debemos advertir cuando los dere-
chos se encuentren vulnerados.

Es muy importante comprender que la perspectiva de derechos es el horizonte de


todas nuestras acciones. Tener “perspectiva de derechos” significa corrernos del
rol de “salvadoras/es” de las niñas y los niños. En muchos casos, frente a situacio-
nes de vulneración de derechos que nos generan mucho dolor, podemos creer
que debemos o podemos “solucionar” esas situaciones por nuestra cuenta. Pero

16
La sociedad en la que vivimos

Tener perspectiva de derechos también significa comprender que las niñas y los
las educadoras dicen...
niños merecen que trabajemos para su cumplimiento, y que ni ellas/os ni sus fami-
lias nos “deben” nada, ni tienen que agradecernos por este trabajo. Es nuestra “Seño, hoy en día mi hijo está en la secundaria y tengo que agra-
decerlo. A mi hijo no lo aceptaban y vos te tomaste el tiempo de ir
función en la sociedad garantizar que los derechos se cumplan, no importa cómo
a hablar con la directora, para mí eso fue único. No todas las per-
o quién sea esa niña o ese niño. Nadie tiene que “ganarse” sus derechos, y ningu-
sonas se toman su tiempo para hacer esas cosas.” (Belén - Edu-
na persona los merece más que otra.
cadora de Espacio de Primera Infancia)

Particularmente en la primera infancia el ejercicio de los derechos tiene un impac-


to profundo en todo el resto de la trayectoria de vida. Crecer con el acceso a una
alimentación de calidad, a controles de salud, recibiendo buenos tratos del entor- para hacer en equipo
no y accediendo a servicios de cuidado, genera condiciones positivas para un
Colocar en un afiche al menos cinco derechos de las infancias
desarrollo integral. Cuando existen obstáculos en el acceso a estos derechos en (ej: derecho al juego, derecho a la alimentación, derecho a la par-
los primeros años de vida los efectos son complejos de revertir. ticipación, etc.). En grupo, identificar qué actores e instituciones
de la comunidad o del barrio están implicados en el cumpliento
Aún así, siempre hay muchas cosas por hacer. Es importante saber que lo que plimiento de cada derecho y cuáles son las acciones que realizan para que
sucede en la primera infancia deja una huella para el resto de la vida, pero no la se cumplan. Después, podemos debatir…
determina. Como agentes públicos y como personas adultas al cuidado de las in- ¿Qué otros actores tendrían que estar implicados y no lo están?
fancias, es nuestra tarea trabajar en red con otros actores y ser factores protecto- ¿Qué otras acciones se podrían realizar para promover el cumplimiento de estos
derechos?
res, creando las mejores condiciones posibles. Saber que "origen no es destino",
nos sirve además para pararnos desde una posición habilitadora y esperanzado-

17
La sociedad en la que vivimos

Veamos un ejemplo... nos gusta. Todas estas situaciones que entre personas adultas nos resultan inacep-
tables están naturalizadas en el trato hacia las niñas y los niños.
Derecho Actores implicados Acciones que realizan Acciones posibles

Promoción del juego a través Articulación con centro


de actividades, propuestas y Como vimos en el apartado anterior, vivir una vida libre de violencia es un derecho
Centro de desarrollo Infantil comunitario en talleres
materiales para la primera
infancia
de crianza que tienen todas las infancias. Sin embargo, el maltrato en esta etapa de la vida es
Festejo del día del juego un fenómeno tristemente común: casi el 60% de las niñas y los niños experimenta-
con familias y bebés Acción de sensibilización
Derecho
Juegoteca barrial en el día del juego junto ron tratos violentos, teniendo en cuenta que puede que este número sea aún más
al juego Talleres de lectura con a la juegoteca barrial
niñas/os y familias grande, ya que muchas formas de violencia ni siquiera son identificadas como tales.

Recomendación de los
Centro comunitario del barrio Talleres de crianza talleres del centro a Es violencia:
las familias

El castigo físico, incluyendo los chirlos, los zamarreos, los tironeos y todas las si-
tuaciones en las que usemos nuestra fuerza sobre el cuerpo de las niñas y los
LA CULTURA DEL BUEN TRATO PARA niños, sin importar cuánta fuerza apliquemos.

ACOMPAÑAR A LAS INFANCIAS El abuso sexual, que incluye cualquier tipo de actividad sexual impuesta por una
persona adulta con una niña o un niño, teniendo en cuenta que no tienen la capa-
cidad de consentir ninguna de estas actividades.
Solo por el hecho de existir, las personas tenemos derecho a ser bien tratadas. En
el marco de las relaciones entre personas adultas, esto parece obvio. No vamos
El trato negligente, que significa no cubrir, teniendo la posibilidad de hacerlo, las
por la calle gritándole a la gente, ni insultamos a nuestras/os compañeras/os de
necesidades físicas y psicológicas para su desarrollo y bienestar.
trabajo o golpeamos a nuestras/os amigas/os cuando actúan de un modo que no

18
La sociedad en la que vivimos

El maltrato psicológico. Este tipo de violencia es el más invisibilizado y naturali-


zado en nuestra sociedad. Podemos pensar como maltrato psicológico a las ame-
ALGUNAS CONSECUENCIAS DEL
nazas, las manipulaciones, cualquier situación en la que haya una intención de MALTRATO EN LA INFANCIA
asustar (“si no te portás bien voy a llamar a la Policía”, “si no prestás no van a
querer jugar más con vos”), las situaciones en las que se rechaza o ignora a la niña Las infancias confían en lo que las personas adultas decimos. Esto vale también
o el niño a propósito, con el fin de causarle sufrimiento, el uso de insultos o de para lo que decimos de ellas. Cuando nos dirigimos con palabras duras o humillan-
apodos humillantes sin importar cuán inofensivos suenen, la invalidación, la burla tes, sin importar con cuánta liviandad las pronunciamos, les hacemos pensar que
o el menosprecio de sus sentimientos (“no podés llorar por esa pavada, no seas esas palabras realmente las definen como personas, por eso los malos tratos debi-
maricón”). litan la autoestima y la imagen que las niñas y los niños tienen de sí mismas/os.
Además, la incapacidad de protegerse o defenderse de las personas adultas
Si bien gran parte de estas violencias ocurren principalmente en el ámbito familiar, genera impotencia y sentimientos de inferioridad.
es importante saber y reconocer que en las instituciones también suceden muy a
menudo, en mayor o menor medida. En muchos casos se dan como consecuencia Por otro lado, ante el maltrato o el rechazo, las infancias pueden sentirse solas y
de la frustración, el enojo o el desborde de las personas adultas. Pero también son poco queridas, y pueden experimentar miedo y ansiedad e incluso depresión. En
consecuencia de las ideas que mencionamos en los apartados anteriores, que na- ocasiones, en un intento de adaptarse y protegerse, se muestran extremadamente
turalizan e invisibilizan las violencias hacia las infancias. Por supuesto que hay obedientes o directamente se retraen. Por eso es importante que pongamos
tratos violentos más sutiles y otros más notorios, pero como personas adultas ga- mucha atención a las niñas y los niños que “no molestan” (por ejemplo, pasan
rantes de derechos es importante que estemos atentas a todos ellos, porque mucho tiempo callados, no se mueven mucho, hacen todo lo que se les pide).
todos son graves y tienen consecuencias.
En tercer lugar, criar con violencia la naturaliza. Muchas veces escuchamos relatos
de personas que cuentan que experimentaron violencia durante su infancia y que
no les hizo ningún daño, e incluso que eso las educó. Y es que justamente esa es

19
La sociedad en la que vivimos

violencia bloquea y dificulta la capacidad para comprender las propias emociones, sienten y cómo expresarlo de la mejor manera. Cuando cuentan con estos cimien-
reflexionar y encontrar modos alternativos de resolver conflictos de forma pacífica tos, desarrollan la fortaleza emocional necesaria para afrontar los obstáculos que
y dialogada. Muchas personas que sufren violencia en la infancia muestran com- se les presentan ahora y los que se les presentarán a lo largo de toda la vida.
portamientos violentos porque aprenden que la violencia es un modelo válido de Además, cuando nuestros primeros vínculos son cuidadosos y afectuosos, apren-
expresarse, y porque es la única forma que encuentran de defenderse del mundo. demos a tener más empatía con las personas que nos rodean y a construir relacio-
nes más sanas.
Muchas veces escuchamos que la violencia no enseña. En realidad, la violencia sí
enseña, solo que no enseña nada bueno. Criar con violencia transmite que no po- Las infancias no necesitan que seamos duras con ellas para aprender a defender-
demos confiar en quienes nos tienen que cuidar, que vivimos en un mundo hostil se del mundo. Necesitan vínculos respetuosos, cercanos y seguros con los que
y que no podemos contar con las demás personas. poder adquirir las herramientas para desenvolverse en un mundo que ya es, de
por sí, bastante desafiante.
Reflexionar sobre estas consecuencias es duro pero necesario. Erradicar los
malos tratos es importante no solo para evitar estas consecuencias, sino porque, Ofrecer un buen trato a las primeras infancias significa tener empatía, aprender a
como ya mencionamos, recibir buenos tratos es un derecho. Ahora bien, ¿qué interpretar lo que les sucede, darles atención y cuidados más allá de los básicos
consecuencias tienen los buenos tratos en la primera infancia? para la supervivencia, hablar con ellas, brindarles contención, escucharlas, ani-
marlas a expresarse, a participar, jugar y explorar. No se trata de hacer “todo lo
Recibir un buen trato favorece el desarrollo sano en todos los aspectos. Una niña que las niñas y los niños quieran”. Se trata más bien de dirigirnos con respeto, al
o un niño que crece rodeado de buenos tratos va a tener más confianza en sí mis- igual que lo solemos hacer con las personas adultas.
ma/o y en su entorno, y va a sentir más seguridad para explorar y para incorporar
todo tipo de aprendizajes. Entre estos aprendizajes podemos incluir la incorpora-
ción poco a poco de los saberes y habilidades necesarios para identificar cómo se

20
La sociedad en la que vivimos

PROMOVIENDO UNA CULTURA DEL BUEN TRATO Para ello, se elaboraron algunos principios y elementos que pueden orientarnos
para entender a qué nos referimos con buenos tratos. Estos pueden ser útiles
como guía para nuestra forma de relacionarnos con las personas en general, y con
En los últimos años, distintos gobiernos, organizaciones de la sociedad civil y
las infancias de manera particular.
UNICEF comenzaron a utilizar la idea de la “Promoción de la cultura del buen
trato” para fomentar el trato amable y respetuoso entre personas y promover un
Los principios del buen trato son:
cambio cultural.

Reconocimiento mutuo: Este principio refiere a reconocernos como diferentes,


“Entenderemos el Buen Trato como todas aquellas actitudes, acciones y rela- pero ser respetadas/os es nuestra individualidad y recibir los mismos tratos. Re-
ciones que, con profundo respeto a la dignidad del niño y la niña y reconociendo conocer a las infancias como personas y no como parte de una categoría inferior
sus derechos humanos, atienden y satisfacen adecuadamente sus necesida- de ser humano es fundamental para el buen trato.
des fundamentales de cuidado, afecto, protección y educación, asegurando el
desarrollo integral de sus potencialidades, con un adecuado ejercicio de la je-
Empatía: Es la capacidad que tenemos las personas de percibir el estado emo-
rarquía y el poder.” (Guía Buen Trato, IIPI - OEI)
cional de otra persona, de “ponernos en sus zapatos” para intentar entender qué
puede estar sintiendo alguien en un momento determinado. Implica el reconoci-
miento del otro como semejante pero también justamente como “otro”, diferente a
mí. La empatía es clave en el trato con todas las personas pero especialmente con
La perspectiva del buen trato implica entender que para poder cambiar lentamente niñas y niños, porque están conociendo el mundo y sentirán de formas muy dis-
las actitudes y las formas de relacionarnos en nuestra sociedad necesitamos no sola- tintas a las nuestras. Entender, por ejemplo, que las cosas que les preocupan no
mente comprender qué implican los malos tratos y las violencias, sino también contar serán las mismas que nos preocupan a nosotras/os, pero aún así saber que son
con una propuesta clara que oriente nuestro trabajo a lo que sí podemos potenciar. válidas, es esencial para facilitar la conexión con ellas/os.

21
La sociedad en la que vivimos

Cooperación y participación: Para lograr objetivos y metas comunes, necesita- que sentimos, lo que creemos que ellas/os están sintiendo, y todo lo que deba-
mos cooperar. La cooperación implica la valoración del otro con sus pensamien- mos o queramos transmitir. Saber que las niñas y los niños pueden entendernos y
tos e ideas individuales, y como alguien que puede aportar a causas comunes. Es merecen que nos comuniquemos con ellas/os, también propicia el buen trato.
por eso que no puede existir el buen trato sin el principio de cooperación. En la
primera infancia, el ejercicio de la participación tiene un rol fundamental en la Construcción de acuerdos y mediación: Muchas veces las personas tenemos in-
construcción de la autoestima y establece las bases para relaciones amables con tereses o deseos que se contraponen. Poder llegar a acuerdos con respeto es una
las demás personas. pieza fundamental para la cultura del buen trato. Pero, ¿se pueden construir
acuerdos con las infancias? Podemos pensar que hay mucho de la vida cotidiana
Comunicación efectiva: Ser escuchadas/os y escuchar a quienes nos rodean es que sí puede decidirse en conjunto, entendiendo que sus deseos y necesidades
una pieza central del buen trato. Es a través del diálogo que podemos comunicar son válidos. Por ejemplo, qué libro vamos a leer en la sala en conjunto y en qué
cómo nos sentimos, qué pensamos, qué deseamos y qué esperamos de las momento vamos a leerlo. Pero algunas cosas son decisiones que debemos tomar
demás personas. La comunicación se produce de forma verbal a través de las pa- las personas adultas, y generalmente son aquellas vinculadas con la protección y
labras (tanto en lengua oral como en lengua de señas) y también de forma no cuidado, como por ejemplo lavarse las manos antes de comer. Aún así, estas
verbal a través de los gestos, los tonos de voz, las distancias y las posiciones del cosas pueden imponerse o bien pueden transmitirse con claridad pero de forma
cuerpo al interactuar. En el caso de las niñas y los niños pequeñas/os, es impor- amable y respetuosa.
tante prestar atención a lo preverbal, ya que es el canal que tienen más accesible
para comunicar sus estados emocionales internos. Si podemos ejercitar nuestra
sensibilidad para entender lo que una niña o un niño está comunicando al poner
determinada expresión facial, por ejemplo, habrá más posibilidades de empatizar
con ella o él, de entenderla/o, y esto facilitará el buen trato. Además, aún cuando
todavía no hablen, es muy importante hablarles y comunicarles lo que sucede, lo

22
La sociedad en la que vivimos

A TRATAR BIEN SE APRENDE


Como todo, a tratar bien se aprende. Las niñas y los niños aprenden esencialmen-
te cuando nos miran relacionarnos y actuar en la vida cotidiana. Observan cómo
nos hablamos a nosotras/os mismas/os, cómo tratamos a las demás personas, y
cómo las/os tratamos a ellas/os.

Muchas veces exteriorizamos nuestros pensamientos o el diálogo que tenemos


con nosotras/os mismas/os en situaciones de frustración o malestar. Por ejemplo,
frente a algo que no logramos hacer nos decimos “¡Qué idiota, mirá lo que hice!”
o “¿Cómo pude hacer tal cosa?”. Este diálogo interno que hacemos explícito y que
las niñas y los niños escuchan, aunque no tenga un sentido educativo sí está en-
señando, al mostrar cómo nos enfrentamos a nuestros errores y cómo manejamos
la tolerancia a la frustración.

Por el contrario, crecer en un ambiente bientratante naturaliza que este es el modo


Esto también se aprende, por supuesto, cuando miran nuestra manera de tratar a
de relacionarnos, y ayuda a percibir los malos tratos como algo extraño y a prestar
otras personas adultas. Por eso, la cultura del buen trato propone que el cambio sea
atención. Las niñas y los niños que crecen siendo reconocidas/os en sus necesi-
colectivo y para todos los vínculos humanos. Es decir, no pensar solamente cómo
dades y bien tratadas/os, tienen una mayor capacidad de alertarse cuando en otro
tratamos a las infancias, sino reflexionar sobre el modo de vincularnos en general.
entorno reciben un trato diferente.
Porque no será fácil que las infancias internalicen la idea de buenos tratos si crecen
con personas adultas que constantemente se tratan de forma agresiva o despectiva.

23
La sociedad en la que vivimos

¿Por qué aún en un ambiente con buenos tratos las niñas y los niños desarro- Preguntas para pensarnos
llan conductas como pegar, morder, gritar…? Para pensar en la institución…
Aunque la observación es una parte central en la transmisión de la cultura del ¿Cómo hablo de mí misma/o en general? ¿Soy paciente con mis
buen trato, esta también supone el despliegue de algunas habilidades que las errores o rápidamente me critico e insulto si me equivoco?
niñas y los niños pequeñas/os están desarrollando y no tienen incorporadas en ¿Cómo nos tratamos entre las/os docentes de la sala?
su totalidad. Si crecen en ambientes sanos y seguros, irán incorporando poco ¿Intentamos ejercitar la empatía y propiciar la cooperación con las niñas y los
a poco, y en la medida de sus posibilidades, otras alternativas para regular y niños? ¿Cómo?
expresar sus emociones.

Desaprender lo que creo haber aprendido


La cultura del buen trato trae un beneficio para todas las personas que la confor- Vaciar de agua el bote, para que salga a flote
mamos, y propiciarla en todos los ámbitos en los que circulamos es una de las Las leyes han cambiado, el viento sopla de otro lado
formas de desaprender aquello que hemos aprendido y acompañar a las nuevas Y uno crece, o eso intenta
generaciones a construir modos más positivos de relacionarse. En el Cuadernillo El que nos busca no se mueve, el que se queda se avejenta
3 de esta serie trabajaremos sobre cómo llevar a la práctica la cultura del buen No es cuestión de años es cuestión de ser
trato y cómo afrontar las situaciones que se nos presentan en el día a día. El que cuida a su niño es el que tiene el poder
Desaprender lo que creo haber aprendido
Confiar en las ideas, cuestionar el nido.

Desaprender - Adrián Berra

24
En el segundo cuadernillo pondremos la lupa sobre los espacios de primera infan-

RECAPITULACIÓN cia, preguntándonos por la crianza, el cuidado y la educación. Conversaremos


sobre las personas que llevan a cabo estas tareas tan importantes: las/os educa-
doras/es, que tienen un rol fundamental en los primeros años de vida. Es por eso
Este cuadernillo es el primero de una serie de tres materiales en los que acercare- que también nos explayaremos sobre aspectos que hacen al rol, como el trabajo en
mos algunas reflexiones sobre el buen trato en la primera infancia. Empezamos ha- equipo y la construcción de acuerdos institucionales. También hablaremos sobre la
ciendo un breve viaje en la historia, teniendo como brújula la pregunta de cómo importancia de potenciar la participación infantil y de construir entornos amables,
concebimos a las infancias, para lograr entender mejor cómo las entendemos hoy. tanto para las infancias como para las personas que trabajan en las instituciones.
Vimos que, si bien muchas ideas fueron cambiando, muchas otras se sostienen en
el tiempo y se volvieron una característica de la sociedad adultocentrista en la que En el tercer y último cuadernillo propondremos algunas ideas generales sobre las
vivimos y de la cual formamos parte. necesidades que tienen las niñas y los niños para así poder comprender mejor los
distintos momentos del desarrollo y acompañar desde el respeto cada momento y
Para empezar a desaprender estas ideas conversamos sobre algunas cosas que a cada persona en particular. También compartiremos algunas ideas para construir
hoy sabemos sobre las niñas y los niños. Por ejemplo, que exploran y descubren hábitos y límites desde el buen trato con herramientas específicas y conceptos
activamente el mundo en el que viven, y que el trato que reciben por parte del en- útiles para poder acompañar el desarrollo de habilidades como la regulación emo-
torno es fundamental para su crecimiento. También repasamos la idea de que no cional, la tolerancia a la frustración y la comunicación, de una forma amable y res-
hay una sola forma de ser niña/o, y de que las infancias son, desde sus primeros petuosa con las infancias. Por último, compartiremos algunas reflexiones sobre
momentos de vida, sujetos de derecho. Todas las personas adultas, pero especial- cómo fortalecer nuestros vínculos con las familias de las niñas y los niños generan-
mente las que conformamos las instituciones por las que transitan las infancias, de- do una cultura del buen trato que las incluya, con una mirada comprensiva sobre la
bemos trabajar en red por el cumplimiento de sus derechos, garantizando siempre diversidad de configuraciones y contextos que las atraviesan.
buenos tratos. Para cerrar, expusimos algunos principios del buen trato y las conse-
cuencias que los buenos y los malos tratos tienen en la vida de las niñas y los niños.

25
BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
Aries, P. (1986). La Infancia. Revista de Educación, Nro. 281, pp.5-17. Tierney, A. L., y Nelson III, C. A. (2009). Brain development and the role of expe-
Asamblea General de Naciones Unidas (1990). Convención sobre los Derechos del rience in the early years. Zero to three, 30 (2), 9.
Niño. UNICEF México (2021). Buen trato: Guía para la crianza y educación respetuosa,
CLACSO (2011) Hagamos un trato por el buen trato - Campaña educativa que pro- dirigida a madres, padres y personas al cuidado de niñas y niños y adolescentes.
mueve una cultura de paz. Ed. Centro Cultura Póveda. Valeri, P. (2023). La infancia, la escuela y los cambios sociales. Tramando revista
Fundación Kaleidos y UNICEF (2012). Desarrollo emocional. Clave para la primera ISSN 2796-9738
infancia.
Miller, A. (1980). Por tu propio bien, raíces de la violencia en la educación del niño.
TusQuets editores, 1ra. Edición.
Ministerio de Educación de Perú. Programa de Educación Básica para todos
(2010). Guía de orientaciones para el buen trato a niños y niñas en el Nivel Inicial.
Morales, S.; Magistris, G. (Comp.). Niñez en movimiento, del adultocentrismo a la
emancipación. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ed. Ternura Revelde, Chirimbo-
te, Editora el Colectivo, 2018.
Murgatroyd, C., & Spengler, D. (2011). Epigenetics of early child development. Fron-
tiers in psychiatry, 2, 16.

26
BUENOS TRATOS EN
LA PRIMERA INFANCIA
WWW.FUNDACIONKALEIDOS.ORG

También podría gustarte