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de la AGRICULTURA

ORÍGENES- REGISTRO DE LOS CULTIVOS:


Más de cien especies de plantas, incluyendo muchas de las que ahora dependen las poblaciones en el
mundo, fueron originariamente cultivadas y domesticadas por los nativos americanos.

- Las más comunes y extendidas son el maíz (proveniente de México) y papas o patatas (se
cultivaron por primera vez en la sierra peruana).
- El registro de los cultivos también incluía camote o boniato, yuca o mandioca, varias clases de
frijol, calabazas, tomate, ají, aguacate, girasol y amaranto.
- Además cultivaron como estimulantes taboca, coca, fibra (algodón), y recipientes (calabazas).

Arqueólogos han considerado que la agricultura o “producción de alimentos” constituyó una ruptura
radical y repentina en relación a la vida de los antiguos cazadores y recolectores.

REVOLUCIÓN NEOLÍTICA:
V. Gordon Childe re refiere a este proceso como revolución neolítica. La agricultura hizo que se pudieran
obtener muchos más alimentos que con la recolección; asegurando un excedente alimentario, la
población neolítica aumentó rápidamente. Se establecieron aldeas permanentes y agricultores se
establecieron donde estaban sus cultivos.

1. Agricultores contaron con más tiempo para desarrollar actividades como las manufactura de la
cerámica y el tejido.

2. Si cosechaban más alimentos que los debidamente necesarios, podían almacenarlos, y el excedente
se intercambia con otros grupos para obtener objetos suntuarios, también podía usarse para liberar a
algunos miembros de la sociedad de las tareas directamente ligadas a la subsistencia.

Así la agricultura proporcionó la


base para una estratificación
social y económica. 1
Década de los 50: Carl Sauer sugirió que la agricultura, en la que inicialmente se utilizaba el cultivo de
raíces que podían crecer con facilidad a partir de esquejes o estacas, fue iniciada por pueblos
pescadores en el sureste de Asia, y se expandió desde este “núcleo” hacia el Próximo Oriente, y atravesó
el Pacífico hasta la América tropical. La teoría que la agricultura se difundió por todo el mundo desde un
único punto de origen, no es popular.

¿POR QUÉ NO SE ENCUENTRAN LOS


MISMOS CULTIVOS EN TODO EL MUNDO?
Los difusionistas pueden ofrecer dos respuestas. Una
sólo se expandió la idea de la agricultura, pero no
plantas. Una vez que se estableció la idea de la
agricultura, a través del contacto cultural o de la
migración, las gentes de una región determinada
pudieron experimentar con el cultivo de las plantas
silvestres más adecuadas a ese medio ambiente. La
segunda si se examina minuciosamente el registro
arqueológico, se encontrará huellas, en una etapa
temprana de desarrollo agrícola, de cultígenos exóticos
importados.

En América la atención se centró en dos probables importaciones desde el Viejo Mundo: el algodón y la
calabaza:

- El algodón fue cultivado en México antes del 3000 a.C, se usaba para hacer tejidos en la costa de
Perú en 2500. El algodón mexicano y peruano son especies diferentes y es probable que fueran
cultivados independientemente a partir de variedades locales silvestres.

Una explicación alternativa es que el algodón silvestre africano llegara a través del océano y se
produjera una hibridación con las especies del Nuevo Mundo sin intervención humana; probablemente
ocurrió muchos miles de años antes de que el hombre hubiera llegado a Sudamérica. El caso de la
calabaza es similar. Botánicos consideran que las calabazas son nativas de África; pero especies
recolectadas o cultivadas han aparecido en contextos muy antiguos en México y Perú.

El gran obstáculo de este escenario es la completa ausencia de evidencia de grupos agrícolas tanto en
África occidental como en las tierras bajas de Suramérica en una fecha temprana. Las calabazas pueden
germinar después de varias semanas de estar sumergidas en agua salada, por lo que pudieron haber
llegado a las costas americanas flotando desde África.

De algún modo tuvieron que ser llevadas tierra adentro. Podemos especular que algún cultivador
suramericano temprano apareció por allí, cogió las semillas esparcidas de la calabaza y las plantó tierra
adentro, o aceptar que dichas semillas fueron ingeridas por algún animal, que las excretó
convenientemente sin diferir en un lugar soleado, en la orilla de un río, donde pudieron crecer. El único
alternativo a seguir con las calabazas tempranas americanas es sugerir que quizá pudieron existir formas

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silvestres en los trópicos, la variedad silvestre americana se extinguió y sólo vivieron sus descendientes
domesticados. Esta teoría está apoyada por estudiosos que ahora rechazan una teoría análoga para
explicar el origen del maíz como descendiente de una forma silvestre desaparecida.

El consenso entre arqueólogos hoy día es que la dicotomía entre cazadores-recolectores y agricultores
fue abordada ligeramente por teóricos del pasado. Cazadores-recolectores del pasado reciente,
observados etnográficamente, sabían cómo se reproducían las plantas y los animales. En algunos casos,
cuidaban intencionalmente el crecimiento de especies escogidas. Los aborígenes australianos plantaban
esquejes de tubérculos y esparcían semillas de gramíneas. Indios shoshones construían canales de riego
para conducir agua para el mantenimiento de las semillas de gramíneas. Una práctica común en la
gestión ecológica de muchos cazadores-recolectores era el periódico cuidado de la vegetación, lo que
abrió el camino para que las gramíneas proporcionaran alimento tanto a los hombres como a los
animales que cazaban. Cazadores-recolectores realmente practicaron la horticultura en menor
proporción, pero nunca llegaron a depender de un cultivo para su subsistencia.

La agricultura no fue el descubrimiento único de un genio prehistórico aislado; fue un desarrollo lógico
de las prácticas de subsistencia que eran comunes entre los cazadores y recolectores. Los estudios
etnográficos han mostrado que la caza y la recolección no eran una continua lucha por sobrevivir como
se creía antes.

- En ambientes marginales y áridos donde habitan cazadores-recolectores como ¡kung san y


aborígenes de Australia, cuentan con dietas nutricionales adecuadas y para conseguirlas no
tienen que trabajar muy duramente. Cada adulto ¡kung san emplea un promedio de 2 a 3 horas
en la búsqueda de alimento. El resto del día descansa, visita o duerme.

El sedentarismo puede desarrollarse sin agricultura, como lo demuestran las grandes aldeas de
California y la costa noroeste. A juzgar por el desarrollo de las manufacturas en sociedades no agrícolas,
parece que la cerámica fue manufacturada primero en el Nuevo Mundo por grupos recolectores del
norte de Suramérica. La cestería evolucionó hacia una forma artística en California sin agricultura. La
talla de la piedra por la cultura Hopewell estaba basada en una eficaz recolección, era muy sofisticada.
Las indicaciones de estratificación en las sociedades Hopewell y las señales de diferencias de rango en
las primeras sociedades del Arcaico oriental implican que la estratificación social no presupone una base
de subsistencia agrícola. El intercambio a larga distancia no depende de la disponibilidad de cambio a
larga distancia no depende de la disponibilidad de un excedente agrícola; la red de intercambio
Hopewell se extendía desde el valle de Ohio hasta Wyoming y en los inicios del Arcaico tardío las rutas
comerciales iban desde la costa del Golfo a los Grandes Lagos. Los recolectores en medio ambientes
ricos podían también acumular un excedente socialmente aprovechable.

Los huesos de los esqueletos muestran líneas de crecimiento interrumpidas, resultando de episodios de
malnutrición durante la niñez. La densidad demográfica y las condiciones insanas en las aldeas agrícolas
propiciaron la difusión de enfermedades que eran raras entre los cazadores- recolectores.

Arqueólogos comenzaron a sugerir a finales de los 6 que la transición a la agricultura no fue una
cuestión de elección. Los cazadores-recolectores se vieron obligados a adoptar la agricultura porque la

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otra alternativa era la inanición. El problema al que se enfrentaron fue que había demasiada gente para
el alimento natural disponible.

Puede no ser irrelevante que los orígenes de la agricultura coincidan con el fin de la última glaciación
pleistocénica. Entre los cambios medioambientales la extinción de la megafauna y la subida del nivel de
los océanos se han citado a menudo como posibles causas del desarrollo de la agricultura.

El aumento de la dependencia y el conocimiento de las plantas pudo haberlos llevado a cultivarlas y


domesticarlas en algunas áreas. La agricultura habría sido una respuesta al desequilibrio o desigualdad
en la relación entre la población y los recursos, causado por una reducción repentina del alimento
disponible. En el Próximo Oriente, los primeros agricultores continuaron cazando gacelas, ciervos y toros
salvajes como habían hecho sus antepasados durante miles de años.

El crecimiento de las aguas oceánicas pudo haber causado un desequilibrio ya sea directa o
indirectamente. Al cubrir grandes regiones costeras, el mar podría haber empujado a muchos cazadores-
recolectores tierra adentro. Este flujo afectaría el delicado equilibrio ecológico mantenido por los grupos
que siempre habían vivido en el interior.

- Se encontrarían nuevos recursos alimentarios para sostener la densidad demográfica.

Lewis Binford hace hincapié en la creación de un nuevo y rico medio ambiente costero en los estuarios y
en las marismas. Estos grupos que aprovechaban la abundancia de los recursos costeros cubrían sus
necesidades de subsistencia sin moverse mucho, por lo que establecieron aldeas permanentes. El
sedentarismo permitió a las madres aumentar el número de hijos, condujo a un rápido crecimiento de
la población en estas aldeas costeras, y cuando éste amenazó con exceder la capacidad del medio
ambiente, algunos pudieron dejar la aldea y trasladarse al interior.

La teoría de Binford no se sostiene muy bien a la luz de nuestros conocimientos sobre los cambios
costeros pospleistocénicos. Aunque la teoría de Binford parece inútil para Mesoamérica, puede
aplicarse a Perú, donde existe evidencia de aldeas costeras antes de 50 a.C.

Estas teorías del desequilibrio suponen que los grupos prehistóricos mantenían poblaciones estables,
bajo determinadas condiciones del medio ambiente, mediante el empleo de prácticas como los
nacimientos espaciados, los abortos y el infanticidio. Las poblaciones humanas han tenido un
crecimiento continuado desde los inicios del Pleistoceno, a pesar de los intentos de suprimir
artificialmente este crecimiento. El camino más fácil para aliviar la presión resultante sobre los recursos
fue para algunos pueblos migrar hacia nuevos territorios; hacia el final del Pleistoceno, todas las áreas
habitables habían sido ocupadas por cazadores-res-recolectores. El crecimiento subsecuente de la
población sólo sería posible encontrando nuevos recursos alimentarios.

La agricultura debería ser considerada como una variante local de las amplias formas de adaptación del
Arcaico.

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¿POR QUÉ LA AGRICULTURA SE DESARROLLÓ EN MÉXICO Y NO EN LA GRAN
CUENCA?
Hacia 7000 a.C las formas de vida de los habitantes de ambas regiones eran muy similares; recolectaban
hojas de cactus, raíces, semillas y otros alimentos vegetales, ocasionalmente cazaban antílopes o
ciervos, y capturaban conejos, otros animales pequeños y pájaros. Mientras que c.2500 a.C la forma de
vida la Cuenca no cambió, los mexicanos estaban viviendo en aldeas y cosechando cultivos
domesticados, algunos de los cuales, como el maíz, habían sido radicalmente transformados desde sus
formas silvestres.

Tres posibilidades de resultados:

1. Pudo haber algunas características distintas en el medio ambiente mexicano que condujeron a la
agricultura.

2. Las plantas recolectadas por los mexicanos pudieron cultivarse más fácilmente que sus análogas de la
Cuenca.

3. Las prácticas de los cultivadores mexicanos pueden haber sido de alguna manera diferentes a las de
los recolectores de la Cuenca, de modo de fomentaran cambios deseables en las plantas.

EL COMIENZO DE LA AGRICULTURA EN MÉXICO


Nuestros conocimientos del comienzo de la agricultura en México proceden en su mayor parte del
trabajo de Richard Scotty Mac Neish. En 1949, descubrió algunas mazorcas pequeñas de maíz en una
cueva en la sierra de Tamaulipas. Se dataron c.2500 a.C aproximadamente la misma edad del maíz
encontrado en Bat Cave en Nuevo México. El maíz había sido cultivado en una fecha anterior, en alguna
parte más al sur. Los botánicos han propuesto que se cultivó primero en algún lugar entre México y
Perú. No pudo hallar cuevas áridas en Honduras o Guatemala, pero en el estado de Chiapas, excavó una
gran cueva llamada Santa Marta. No existía polen de maíz en ninguno de los estratos datados antes de
3500 a.C. El informe del descubrimiento de polen de maíz cerca de la ciudad de México, fechado c.4000
a.C apuntaba a un origen entre el sur de esta ciudad y el norte de Chiapas.

Paul Mangelsdortf había tratado de reproducir maíz antiguo mediante un cruce retrospectivo de
variedades modernas, dijo a MacNeish que su investigación indicaba que el antecesor silvestre del maíz
había crecido en un árido valle del altiplano. Existían tres valles: el más meridional de Oaxaca, el valle de
Tehuacán en Puebla y el valle del río Balsas en Guerrero. En Oaxaca se encontraron restos botánicos
tempranos y en Tehuacán se descubrió restos de maíz temprano en la cueva de Ajuereado. MacNeish
elaboró un proyecto arqueológico mayor en el valle de Tehuacán. Los resultados le llevaron a trazar una
secuencia cultural desde aproximadamente 9500 a.C hasta 1531 d.C, cuando llegaron los españoles. Una
preservación excelente de los restos botánicos y zoológicos ayudó a MacNeish a reconstruir estrategias
de subsistencia de los antiguos tehuacanos.

MacNeish ha dividido la secuencia cultural de Tehucán en fases:

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Primera fase: los paleoindios usaron puntas de lanza en forma de hoja para cazar caballos, antílopes y
ciervos, podía proveer el 50 o 60 por 100 de la dieta antes de 8000 a.C. La carne adicional se obtenía de
la libre americana; esto supone la cooperación en la caza de hombres, mujeres y niños provenientes
normalmente de bandas familiares dispersas, semejante a las cacerías de conejos que hacen los
shoshones. El equipo lítico Ajuereado está dominado por instrumentos para el descuartizamiento y el
trabajo del cuero.

Bandas pequeñas, consistentes en una o algunas familias, parece que recorrían el valle ampliamente y
al azar. Sus actividades de subsistencia no variaban mucho de una estación a otra. Hacia 8000 a.C el
caballo, el antílope, la liebre americana, las tortugas gigantes y varias especies de roedores se estaban
extinguiendo, debido quizá al inicio del calentamiento, condiciones de sequía y reducción de los pastos
en el valle. La respuesta de los habitantes a la extinción de la fauna fue probablemente un aumento de
la dependencia del acoso del ciervo y la recolección de plantas.

La población de Tehuacán pudo haberse triplicado durante el periodo siguiente. La caza del ciervo
continuó siendo una actividad importante para la subsistencia, y se volvía casi exclusiva durante el seco
invierno. Capturar a los animales pequeños y cortar hojas de cactus también proporcionaba un
porcentaje pequeño de la dieta durante el invierno y las estaciones. En primavera, la recolección de
semillas contribuía más a la dieta que la caza, y para ello podían haberse usado bolsas de re y canastas
anilladas; después las semillas se procesaban con las manos de piedra pulida y metates o morteros y
manos. La recolección de semillas continuaba durante los meses relativamente húmedos del verano. En
otoño recogían fruta, una actividad menor en otras estaciones, que proporcionaban probablemente
tantas calorías como la caza.

El patrón del asentamiento de El Riego refleja este plan de actividades estacionales como los
campamentos de las microbandas (familias) durante una o dos estaciones en o cerca de uno de los cinco
microambientes del valle. Al aparecer había tres agrupamientos de campamentos de microbandas en el
valle. Cada sitio del agrupamiento de la microbanda estaba relacionado con un campamento de
macrobandas. Estos campamentos mayores, donde las familias usualmente dispersas se congregaban en
grupos de 25 a 30, se localizaban más a menudo en húmedos y frescos fondos de valles aluviales, que
eran ocupados en la estación veraniega relativamente cálida, cuando las hojas de los cactus y las
semillas de las gramíneas podían ser recolectadas y cuando habían animales de caza en el área.

Hacia finales de la fase de El Riego, existe evidencia controvertida de los primeros pasos hacia la
agricultura; pudo haberse sembrado calabaza, amaranto, ají y aguacate. Cuando los humanos cogen por
primera vez las plantas o los animales de sus hábitats naturales y empiezan a cuidarlos, estos
organismos no se diferencian genética ni físicamente de los especímenes silvestres.

- En el caso de las plantas cultivadas sin cambios genéticos se les llamaba cultígenos. Después de
generaciones de manipulación humana y selección de características deseadas, como semillas
grandes, vainas delicadas o tallos menos quebradizos, la planta puede experimentar cambios
genéticos y morfológicos que la diferencian de las formas silvestres.

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Se denomina cultígeno a una planta que ha
CULTÍGENOS sido alterada o seleccionada por los humanos;
es el resultado de un proceso de selección
artificial.
Planta que crece en el campo o la selva de
SILVESTRES manera natural, sin intervención humana. No
está domesticado y vive en libertad.

Algunas plantas pueden haber sido cultivadas durante siglos sin desarrollar tales mutaciones
diferenciales. Un probable ejemplo es la Setaria; pudo haber sido plantada artificialmente y cuidada,
pero sus semillas retenían su apariencia silvestre. En el caso del ají (chili) y el aguacate no son nativos del
valle de Tehuacán, y pueden haber requerido de irrigación para crecer allí. Las actividades agrícolas
incipientes no influían aún en los movimientos estacionales o los patrones de asentamiento.

En la siguiente fase, Coxcatlán (5000-3400 a.C) el maíz comenzó a aparecer en el registro arqueológico
de Tehuacán. No son anteriores a c.2700 a.C, el maíz fue cultivado junto con el frijol, calabaza mixta,
moschata y otras variedades amaranto, ají o chili y árboles de ciruela local (chupandilla), zapotes, y
aguacates. De estas plantas, sólo la calabaza mixta, el amaranto y la chupandilla eran nativas del valle; el
resto deben de haber sido traídas de otros lugares de Mesoamérica.

¿QUÉ OCURRIÓ CON EL MAÍZ?


Las pequeñas mazorcas recuperadas en los niveles de Coxcatlán: cascara fina, espiga de un solo grano
que estaba unida a unas pocas semillas encerradas en una vaina, y los estambres con la producción de
polen al final de la espiga. Estas características habían permitido a la planta fecundar y dispersar sus
semillas sin intervención humana.

El origen del maíz original se oscureció más cuando otros botánicos empezaron a cuestionar la
afirmación de Mangelsdorf de que el maíz descendía de un antepasado silvestre ahora extinguido. La
única otra evidencia para esta hipótesis sobre las plantas es la presencia de granos de polen de maíz de
80.000 años de antigüedad en un lecho de lago en el valle de México.

Es posible que el actual teosinte silvestre sea la forma superviviente de una planta ancestral de la que se
desarrolló el maíz mediante selección humana.

El maíz de Tehuacán era un cultígeno acabado, y no una etapa intermedia en la transformación de una
planta silvestre.

MacNeish ha estimado que las diversas plantas cultivadas constituían cerca del 14 por 100 de la dieta en
la fase Coxcatlán.

Existen menos ocupaciones de la fase Coxcatlán que de las precedentes; los campamentos de
macrobandas tenían un tamaño doble o triple, y éstos y los campamentos de microbandas eran
ocupados durante más tiempo. Los campamentos eran más comunes desde primavera hasta el verano.

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En la fase Abejas, 3000-2300 a.C la agricultura puede haber proporcionado el 25 por 100 de la dieta.

Los campamentos de macrobandas multiestacionales eran aún vigentes así como los de microbandas
que se ocupaban con más frecuencia durante el invierno. Los productos agrícolas almacenados fueron al
parecer insuficientes para permitir a las bandas permanecer juntas durante los improductivos meses de
invierno.

La siguiente fase Purrón (2300-1500 a.C) está muy pobremente representada en el valle de Tehuacán. Lo
que sabemos es que la cerámica fue introducida durante esta fase, probablemente como resultado de la
difusión más que de una invención independiente. En la siguiente fase, Ajalpan (1500-850 a.C) pudieron
existir tres o cuatro aldeas en el valle, formadas por cabañas de bahareque o quincha, enlucidas. Se cree
que la agricultura proveía el 40 por 100 de la dieta; el resto lo aportaban por igual la caza y la
recolección de plantas silvestres. Las aldeas eran ocupadas a lo largo de todo el año; los grupos que
acampaban durante períodos más cortos en otras localidades se dedicaban a la recolección estacional y
la caza.

La calabaza se cultivaba definitivamente entre 5000 y 3000 a.C así como el frijol común amarillo y rojo.
En 2.500 a.C, el maíz de una variedad domesticada.

Existe evidencia de agricultura temprana en el valle de Oaxaca, cercano a Tehuacán. Los restos de
plantas preservadas incluyen bellotas, piñones, frijol, mezquite, tuna y frutos de cactus, cebollas
silvestres, maguey y representaciones de más de una docena de otras especies. Hacia 7400-6700 a.C se
depositaron en la cueva pequeños frijoles negros, cascaras de calabaza vinatera y alguna semilla de
calabaza. Aunque los frijoles fueron aparentemente recogidos con las plantas silvestres, es probable que
los restos de calabazas atestigüen el comienzo de la agricultura en Oaxaca.

La principal ocupación arcaica en el sitio está fechada con C14 en c.3300 a.C. El material es muy similar
al de la fase Coxcatlán muestra una economía mixta basada en la recolección, la caza y algún cultivo de
maíz, frijol y calabaza. Las bases dietéticas y la planificación estacional de su utilización fueron
esencialmente las mismas en Cueva Blanca y en la cueva Coxcatlán.

Coxcatlán se halla en un bosque tropical espinoso y árido, predominan los cactus. Cueva Blanca está
situada en una zona de bosque templado que incluye abetos y pinos piñoneros entre su flora. Las
plantas alimenticias más importantes eran el maguey, cactus, tuna, así como árboles leguminosos,
mezquite y guaje. El maguey se asaba entre uno y cinco días hasta que se volvía comestible, era una de
las pocas plantas aprovechables durante la estación seca. Los frutos de cactus se recolectaban al final de
la estación seca, antes de que las lluvias de verano los pudrieran. El recurso cárnico más importante en
Tehuacán y en Oaxaca lo constituían el ciervo de cola blanca y los conejos de rabo de algodón; ambas
especies se cazaban durante todo el año. Hacia el final de la estación seca y comienzo de la estación
lluviosa, las familias se juntaban en macrobandas, la prioridad era la rápida recolección de plantas
maduras. En esta época sólo se consumían conejos rabo de algodón y otros pequeños animales. A
finales de otoño y en invierno, la mayoría de las plantas no dan frutos muy grandes, pero era óptima la
caza de ciervo. La estación seca continuaba, el ciervo huía de los cazadores y se internaba en las

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montañas. Los grupos tuvieron que volver a la recolección de plantas supervivencia, como el mague y las
raíces del pochote.

Las poblaciones humanas en el altiplano mexicano no constituían una amenaza para las platas y los
animales de los cuales dependían para su alimentación. Los cazadores-recolectores podían haber
continuado indefinidamente la explotación de estos recursos en su siclo usual. Este equilibrado sistema
fue desestabilizado por el pequeño cambio genético accidental ocurrido con el teosinte-maíz. La
recolección de teosinte y otras gramíneas anuales había sido sólo una actividad menor de subsistencia,
la espiga resistente, la mazorca y la blanda cubierta del fruto del maíz mutante lo hicieron más rentable
para plantar y recolectar. Cuanto más maíz se cultivaba, había más oportunidades de que la hibridación
proporcionaba variedades de alto rendimiento. Un mayor rendimiento permitió el crecimiento de la
población humana, lo que llevó a la adopción de formas más intensivas de cultivo. El maíz tenía que ser
plantado en primavera y recogido a principios de otoño.

El maíz solo no podía haber proveído a los antiguos mexicanos una nutrición adecuada.

¿CÓMO SE DESARROLLÓ EL USO COMPLEMENTARIO DEL MAÍZ Y LOS FRIJOLES?


Quizá los agricultores simplemente aprovecharon los hábitos de las plantas: los frijoles a menudo se
encuentran en los campos de maíz con sus zarcillos adheridos a los tallos. Los frijoles se cultivaban en
algunas áreas de Mesoamérica y en Perú muchos siglos antes de que apareciera el maíz en esas zonas.

El maíz no proporciona suficientes proteínas para las mujeres lactantes o los niños más pequeños. Los
primeros agricultores mexicanos obtenían la mayor parte de su proteína de alta calidad de los ciervos,
conejos y otra caza mayor; pero cuando la población creció y amplió la tierra cultivada, la caza puedo
haberse vuelto escaso.

Los agricultores mesoamericanos no domesticaron ningún herbívoro grande. En la región existían pocas
especies nativas domesticables. El caballo y el camello se habían extinguido en 7000 a.C y las variedades
de bisonte, antílope y cabra montés no se extendieron hacia México. El ciervo no era adecuado para la
domesticación. Quizá el pecarí mesoamericano, parecido al cerdo, era también difícil de amansar. Los
mexicanos domesticaron perros, pavos y patos. Los perros parecen animales previa e intencionalmente
engordados para matarlos y consumirlos.

Los sacrificios humanos constituían una característica de las civilizaciones mesoamericanas que llegó
hasta los olmecas. Los sacrificios humanos alcanzaron su apogeo sangriento entre los aztecas. El
privilegio de participar en el reparto de la carne de las víctimas se reservaba a los sacerdotes, nobles y
guerreros destacados. Evidentemente, el sacrificio canibalístico no era una solución al problema de
escasez de proteínas.

En el Viejo Mundo, los grandes animales domesticados, como las reses, los búfalos de agua y el caballo,
se utilizaban para tirar del arado y de los vehículos con ruedas. En el Nuevo Mundo, ni se usaron
vehículos con ruedas.

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La ventaja tecnológica de la que gozaron los europeos les facilitó la conquista del Nuevo Mundo. El
cultivo de otras plantas parece que precedió a la domesticación del maíz.

En la Gran Cuenca, las semillas de gramíneas eran batidas en


canastas. Significaba que los mismos recolectores seleccionaban
las características necesarias para que se produjera una
dispersión natural de las semillas. Uno de los primeros rasgos de
la selección humana del maíz fue su espiga menos frágil. Si las
semillas se escogían a mano, como en la práctica tradicional de
Mesoamérica, las vainas que no se rompían cuando se tocaban
eran seleccionadas y entonces se volvían a plantar para crear
una población de plantas con este rasgo deseable.

Los habitantes preshoshones dependían más de la caza que de la recolección de semillas. La población
del valle de Tehuacán parece que creció continuamente después de 7000 a.C mientras el porcentaje de
carne en la dieta disminuía de forma constante. Quizá las diferencias en la disponibilidad de la caza, en
la diversidad de las plantas comestibles y en los índices de crecimiento demográfico podrían explicar la
aparición de la agricultura en Mesoamérica. El cultivo del maíz fue adoptado por la cultura Fremont en
el noreste de la Cuenca.

En Mesoamérica la mayoría de los probables primeros cultivos no constituían alimentos básicos. La


posibilidad de que el cultivo se originara entre las bandas de cazadores- recolectores que ya tenían un
adecuado suplemento de alimentos vegetales silvestres esenciales.

La contribución de estas plantas, como el aguacate o el ají, a la dieta era probablemente demasiado leve
para promover viajes a los distantes lugares donde crecían de forma natural; pero eran deseables. Si sus
semillas podían cogerse y plantarse cerca de donde la banda solía tener sus campamentos estacionales,
se evitaba la necesidad de hacer largos viajes con frecuencia. Las gentes que acampaban
permanentemente en un área de abundantes recursos silvestres serían reacias a ir más lejos para
recolectar otros recursos silvestres.

El almacenamiento de semillas era una forma efectiva de contrarrestar la incertidumbre, asegurando un


suplemento alimentario más o menos estable en los años malos. Las calabazas pudieron ser importantes
para el mantenimiento de un suplemento de agua para beber durante la estación seca, y sus semillas
serían valiosas como fuente extra de proteínas.

Mientras que existe evidencia de campamentos multiestacionales de la fase Coxcatlán de Tehuacán,


parece que las aldeas permanentes no se establecieron en las sierras mexicanas hasta 2000 años
después de la irrupción de la agricultura, retrasa el comienzo del sedentarismo en el Nuevo Mundo
existe evidencia de aldeas preagrícolas en Koster y otros sitios arcaicos.

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En todas las estaciones se podía capturar peces y aves acuáticas en el lago, y los ciervos y los conejos
podían cazarse o atraparse en el bosque, en las cercanas laderas de las montañas. Durante el verano
húmedo, el suplemento de la dieta incluía serpientes, tortugas, axlotls y varias plantas: teosinte,
calabaza, amaranto y cerezas silvestres.

En otros sitios en Mesoamérica, la evidencia de sedentarismo es mucho más tardía. Es posible que
poblados de casas-pozo fueran ocupados durante todo el año en la fase Abejas en el valle de Tehuacán.

Durante la fase Progreso parece que hubo un movimiento poblacional desde la costa a las llanuras de
aluvión de los ríos, donde se podía haber practicado la agricultura.

La primera evidencia realmente sólida de aldeas agrícolas permanentes en el valle de Tehuacán


proviene de la fase Ajalpan. En Oaxaca se establecieron aldeas por primera vez c.1700 a.C. Hace
probable que la expansión del cambio a la agricultura sedentaria en Mesoamérica después de 2000 a.C
resultara del mejoramiento del maíz, cuya cosecha comienza a exceder a la del mezquite silvestre,
suponía una producción tres veces mayor que la de los primeros cultivos de maíz.

PRIMEROS AGRICULTORES, ALDEAS Y CERÁMICA EN ECUADOR


El maíz fue al parecer adoptado rápidamente por las gentes que vivían en América Central y el norte de
Suramérica, antes de que los agricultores mexicanos hubieran desarrollo sus variedades más
productivas. Se han encontrado fitolitos de maíz y polen en los niveles profundos de un abrigo rocoso de
Panamá. En 3200 a.C el maíz había alcanzado la sierra peruana. Argentina y Chile indican que el maíz ya
fue introducido en estas áreas entre 3000 y 2700 a.C. es probable que fuera traído de la costa de
Ecuador hacia 2500 a.C o quizá mucho antes.

En Real Alto y otros sitios de la cultura de Valdivia hay pruebas convincentes de cultivo de maíz en
Ecuador 3000-2500 a.C.

No todo el mundo está convencido de que la población de Valdivia cultivara maíz. El sitio de Valdivia de
Real Alto, excavado de 1974 a 1975, proporcionó evidencia de una cultura tan avanzada como cualquier
otra cultura contemporánea conocida ya sea en México o en Perú. El sitio fue originariamente ocupado
por recolectores de mariscos, el pueblo que usaba cerámica de Valdivia II se encontraba establecido allí
2600 a.C. El asentamiento Valdivia III tiene la forma de una tosca plaza rectangular, flanqueada por dos
montículos bajos.

Las fosas excavadas en el suelo de estas construcciones contenían exquisitos alimentos marinos, como
langostas, vieiras y tortugas así como huesos de ciervo y cuencos para beber rotos, probablemente
restos de fiestas ceremoniales.

Algunas mujeres gozaban de un estatus alto en la sociedad de Valdivia. Grandes casas familiares son
más comunes en sociedades donde las mujeres permanecían en las casas de sus madres después del
matrimonio. En estas sociedades matrilocales, el estatus de las mujeres tiende a ser más alto que en las

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que prevalece otro tipo de residencia; las mujeres pueden tener la propiedad de los campos o las casas,
e incluso gozar de poder político.

Otra posible indicación de la importancia de las mujeres en la sociedad de Valdivia es el predominio de


representaciones femeninas entre las figurillas de piedra y de cerámica encontradas en los sitios
Valdivia.

DESARROLLO DEL SEDENTARISMO Y AGRICULTURA EN PERÚ


En 3200 a.C el maíz había llegado a la sierra de Perú. Su impacto no fue revolucionario, la gente de esta
región ya cultivaban plantas hacía varios siglos. La agricultura puede haber comenzado en los Andes
antes que en México.

Perú, como Mesoamérica, es una región de gran diversidad ecológica. Está dividido en tres zonas
medioambientales diferentes. La franja costera del Pacífico es un desierto árido. La humedad de las
nieblas en pleno invierno permite sustentar manchas de vegetación, llamadas lomas en las laderas altas
de los cerros que dan al mar. Entre las plantas de las lomas están algunos tubérculos trepadores bulbos
y rizomas, de los cuales pudieron haber subsistido los recolectores humanos. La vegetación de las lomas
también proveyó alimento para los ciervos y otros mamíferos pequeños que podrían haber sido cazados
o capturados. La abundancia de recursos marinos que se obtenían en las playas del Pacífico también
podía atraer pobladores a la región costera.

Los escarpados picos y las planicies constituyen la zona medioambiental más grande de Perú, la sierra;
comprende diversas zonas micromedioambientales situadas a diferentes alturas. La puna, una tierra fría,
de pastos húmedos, está localizada entre 3.600 y 4.100 m sobre el nivel del mar. Antiguos habitantes
pudieron haber cazado vicuñas nativas, ciervos de cola blanca, venados huemul y guanacos. Debajo de
la puna se extendían los bosques húmedos que incluían algunos árboles grandes. La fauna incluye
ciervos, guanacos, conejillos de indias y roedores. Hoy hay raíces comestibles que crecen en la zona
boscosa y alcanzan las estribaciones de la puna. Las estaciones secas y húmedas están bien definidas, el
ciervo, el guanaco y los roedores están disponibles estacionalmente. Hoy, en estos microambientes
ribereños crecen maíz, frijol, lúcuma y otros cultivos.

Sobre las laderas orientales de los Andes existe una puna que desciende con rapidez hacia las tierras
bajas de la selva de la cuenca amazónica. Existe una serie vertical de microambientes que contienen
gran variedad de plantas y animales. Existen evidencias arqueológicas en la montaña y la selva.

Los cazadores de caza mayor, que usaban puntas acanaladas de cola de pescado, habían ocupado la
sierra c.9000 a.C. Cazaron caballos y perezosos gigantes durante un tiempo, pero cuando estos animales
se extinguieron, se dedicaron básicamente a la caza del ciervo y de los camélidos y capturaron pequeños
mamíferos. El cambio hacia la caza menor puede estar reflejado en la sustitución de puntas acanaladas
por puntas pedunculadas de tipo triangular y ovoide. Se han encontrado en la cueva de Pachamacha.

La banda de cazadores que acampó en Pachamachay del 7000 al 1500 a.C cazaba casi exclusivamente
vicuñas. Los ciervos, los roedores y los pájaros también aportaban una pequeña cantidad de carne. Esta

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dieta de carne se complementaba con algunos alimentos vegetales, incluyendo el fruto de la Opuntia,
Chenopodium y semillas de amaranto, legumbres silvestres y raíces de totora. Se recolectaban varias
leguminosas para utilizarlas como fibra o como combustibles y otras plantas recuperadas en los
depósitos de la cueva pudieron usarse con fines medicinales.

En las cuevas de Lauricocha había huesos de ciervo que camélido. La cueva Guitarrero, el Callejón de
Huaylas, a una altura de 2.580 m sobre el nivel del mar, la vegetación predominante en el área es el
monte arbustivo espinosos. Los ciervos proporcionaban la mayor parte de la carne durante este primer
periodo; otros aportes menores de carne venían de conejos, roedores, zorrillos y pájaros. Pocos huesos
de camélidos están presentes en el complejo II. Los complejos III y IV habían sido muy alterados y no han
podido datarse con seguridad.

Los habitantes de la cueva Guitarrero también recolectaban una variedad de plantas que usaban como
comida, fibra y combustible. Las gramíneas eran utilizadas como forraje para los animales. Con la fibra,
hecha de hojas de las plantas de la familia de la piña, hacían sogas, así como canastas anilladas y bolsas.
En el complejo II los rizomas y los tubérculos proporcionaban los carbohidratos, los frutos y la calabaza
suministraban vitaminas y minerales, y los frijoles agregaban proteínas a la dieta. El ají se usaba para
sazonar la carne. Los frijoles y el ají ya habían sido cultivados antes de c. 8600-8000 a.C en algún lugar de
la región andina.

El frijol es nativo de la montaña de las boscosas laderas orientales. Los pallares y el ají probablemente
fueron traídos a la sierra desde las laderas orientales de las tierras bajas amazónicas. La
experimentación con la agricultura tuvo que haber comenzado en la selva tropical. El intercambio y
otras formas de interacción social probablemente originaron la dispersión de los cultígenos hacia el
oeste y las tierras altas de los Andes.

Las mazorcas de maíz están presentes en el complejo III de la cueva Guitarrero, puede fecharse entre
5000 y 3000 a.C.

La fase Puente fechada en 9000-7100 a.C, se han excavado seis campamentos de microbandas de este
periodo. Las familias que ocupaban estos sitios se trasladaban estacionalmente por los distintos
microambientes. Durante la estación húmeda acampaban en el bosque ribereño espinoso, donde
capturaban conejillos de indias y otros mamíferos pequeños y caza mayor. Las microbandas subían a los
bosques húmedos durante la estación seca.

Aumento de la población durante la siguiente fase: Jaywa. Algunos restos de plantas, material
recuperado de coprolitos, varias semillas carbonizadas y piedras de moler sugieren que, además de
pequeños animales, la recolección de plantas proporcionaba algún alimento durante la estación
húmeda.

El crecimiento de la población continuó durante la fase Piki. Los campamentos de los microbandas en la
estación húmeda de este periodo se volvieron más grandes, cuando la gente comenzó a explotar nuevos
recursos alimentarios. Los pisos de vivienda en la cueva de Pikimacha dieron algunos huesos de
animales, pero contenían semillas silvestres, cáscaras de calabaza, semillas de quinua domesticada y

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calabaza común. La agricultura parece haber comenzado un poco más tarde en Ayacucho que en la
cueva Guitarrero.

El cultivo del maíz, papa o patata, calabaza, frijol común, lúcuma, quinua y posiblemente coca está
probado en sitios de la fase Chihua. Estos cultivos con algunas plantas silvestres, carne de conejillo de
indias y caza mayor, fueron el soporte de los grandes campamentos multifamiliares durante la estación
húmeda en las zonas ribareñas y el monte de matorral espinoso. En la puna continuaron los
campamentos de microbandas cazadoras en la estación seca, pero el hallazgo de azadas de piedra en
estos campamentos sugiere que también podían haber cultivado papas o patatas. El aumento en el
número de sitios superficiales indica un crecimiento demográfico.

La población del valle continuó aumentando en la siguiente fase, Cachí representada por 50 sitios. Había
grupos que juntaban los rebaños de camélidos domesticados, y algunos salvajes, en la puna alta durante
la estación seca y se trasladaban hacia la puna baja o a los bosques para cultivar patata o papa durante
la estación húmeda. Alturas bajas, aldeas agrícolas eran ocupadas todo el año. Determinados grupos de
estos sitios permanentes acampaban en cuevas, mientras plantaban o recogían cosechas, recolectaban
plantas silvestres o cazaban. La transición desde la caza a la ganadería ocurrió entre 2200 y 1500 a.C.

La región de Ayacucho creció constantemente. Presionados para encontrar más alimentos, los
habitantes desarrollaron primero un plan eficiente estacional, después comenzaron a comer más
semillas y raíces, experimentaron con el cultivo de plantas y con la domesticación de animales. Siguió en
aumento la importancia de la agricultura lo que llevó al sedentarismo.

La adopción de la agricultura que apareció allí mucho más tarde que en la sierra, fue el resultado más
que la causa de un rápido crecimiento de población. Después de la extinción de la megafauna, las
bandas costeras probablemente se dedicaron a cazar ciervos y a recolectar plantas y mariscos.

La caza era una actividad más importante que la recolección de mariscos. Algunas piedras de moler
sugieren que las semillas de planta silvestres constituían un complemento menor de la dieta.

Las semillas se convirtieron en el recurso alimentario más importante durante la fase Canario. Se han
encontrado más semillas de plantas silvestres y más piedras de moles que en otros del periodo
precedente. Los mariscos aumentan en número, mientras que los restos de mamíferos terrestres
disminuyen.

Cerca del valle del río Chilca, se estableció una aldea permanente de casas-pozo ovaladas en el sitio de
La Paloma antes de 5000 a.C. La ocupación durante todo el año no se basaba en la agricultura, sino en la
eficiente recolección de recursos silvestres de la costa, las lomas y los valles ribereños. La cuota de carne
en la dieta estaba constituida principalmente por pescado y mariscos, complementados con leones
marinos. Los habitantes de estos campamentos también subsistieron principalmente de pescado y
mariscos.

La primera aldea permanente en la región de Ancón-Chillón fue el sitio Pampa. La vida sedentaria estuvo
relacionada con el incremento de la importancia de la agricultura. Se encontraron pequeñas cantidades

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de otras plantas que se habían añadido hacía poco a la dieta de la aldea, como pacaes y achira. El
algodón se usaba para hacer redes y tejidos. Estas plantas debían de haber crecido en los sitios de los
valles ribereños, hasta que fueron arrasados. Se recolectaban tubérculos y rizomas, la carne era
proporcionada por mariscos, pájaros y leones marinos.

Los asentamientos y los patrones de subsistencia permanecieron durante las fases Playa Hermosa y
Conchas. La pesca y la recolección de mariscos continuaron siendo las actividades de subsistencia
esenciales.

En la región de Ancón, las aldeas se establecieron casi siempre cerca de bancos de mariscos en la costa
durante la fase Gaviota. Centro ceremonial de Chuquitanta. La construcción de este enorme complejo
tuvo que requerir una fuerza de trabajo grande y bien organizado, implica la existencia de una autoridad
central y posiblemente una sociedad estratificada. Plantas cultivadas, incluyendo algodón, calabaza,
pallar, guavas, achira, lúcumas y pacaes. Ausencia de maíz.

El cambio hacia una vida más sedentaria, el desarrollo de una eficiente adaptación marina y la adopción
de la agricultura habían provocado un crecimiento de la población. Los grupos humanos que sólo
dependían de los recursos marinos pudieron haber sido duramente presionados para sobrevivir bajo
estas condiciones de Niño. Los peses, mariscos y mamíferos marinos aportaron durante siglos la
proteína necesaria para las poblaciones de la costa central. La fuente alternativa de proteínas no
aparece en la costa central hasta 200 a.C- 600 d.C.

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