El Ultimo Dia de Miguel
El Ultimo Dia de Miguel
El Ultimo Dia de Miguel
Matarlo no fue fácil para la DINA. Los sicarios de la dictadura tuvieron que
extremar sus torturas con los detenidos que habían contactado a Miguel o a sus
enlaces desde que el líder del MIR pasó a la clandestinidad. La crueldad del
capitán Miguel Krassnoff Marchenko, jefe de la Agrupación Caupolicán de la
Brigada de Inteligencia Metropolitana de la DINA, y de su principal verdugo,
Osvaldo Romo, sin embargo, no tenía límites. El Informe Rettig señala: "La
primera prioridad de la acción represiva de la DINA durante el año 1974 fue la
desarticulación del MIR. Esta continuó siendo una prioridad durante 1975.
Durante estos dos años se produce el mayor número de víctimas fatales
atribuibles a este organismo". Creada por decreto en junio de 1974, la DINA venía
operando desde noviembre de 1973, en dependencia directa de Pinochet.
Quinientos oficiales de las FF.AA. y Carabineros dieron origen a esa estructura
secreta que más tarde contaría a miles de funcionarios, asesores e informantes a
sueldo.
El último día de Miguel Enríquez. Manuel Cabieses (Información en Archivo Chile, Web del CEME). 1
Francisco, en la comuna de San Miguel. Una casa con apariencias de nada con
dos portones metálicos que todavía conservan más de treinta impactos de balas.
El 5 de octubre de 1974 se libró allí un combate desigual, como el de La Moneda y
otros durante 17 años en que hombres y mujeres de la Izquierda chilena dieron
lecciones de honor y valentía en combate.
Miguel era uno de los dirigentes chilenos más prometedores. Tenía rasgos
indudables de genialidad política. En él "despuntaba un jefe de revolución", como
dijo Armando Hart a nombre del Partido Comunista de Cuba en el solemne
homenaje que se tributó en La Habana al revolucionario chileno. Los dirigentes
cubanos no derrochan ese calificativo porque conocen su significado. Por eso el
nombre de Miguel Enríquez lo llevan muchos comités de defensa de la revolución
(CDR) y un hospital clínico quirúrgico.
La comisión política del MIR, sin embargo, se mantenía más o menos intacta a
comienzos del 74. La pérdida más importante había sido la de Bautista Van
Schouwen Vasey, en diciembre de 1973, capturado por una delación en el
convento de los Capuchinos de Santiago, donde se ocultaba. Van Schouwen, de
30 años, médico, era uno de los fundadores del MIR e íntimo amigo de Miguel
Enríquez, con cuya hermana, Inés, estuvo casado.
El último día de Miguel Enríquez. Manuel Cabieses (Información en Archivo Chile, Web del CEME). 2
Yurick, su esposo; el periodista Máximo Gedda, Martín Elgueta, Alfonso
Chanfreau, María Angélica Andreoli, Muriel Dockendorff, etc. Muchos fueron
atrapados en "puntos de contacto" que entregaban los torturados. Otros cayeron
en "ratoneras" montadas en casas de militantes detenidos. Muchos fueron
reconocidos en las calles por delatores que salían a "porotear" con los agentes de
la DINA. La represión aumentó y en septiembre del 74 la situación se hizo trágica.
Casi todos los presos del MIR eran salvajemente torturados y desaparecían para
siempre, como el arquitecto Francisco Aedo Carrasco, de 63 años, liberado desde
Chacabuco y arrestado de nuevo el 7 de septiembre, los hermanos Carlos y Aldo
Pérez Vargas (cuyos otros tres hermanos, Iván, Mireya y Dagoberto, este último
miembro de la comisión política del MIR, morirían en 1975 y 1976), Carlos
Gajardo, Vicente Palomino, Manuel Villalobos, etc. Delatores como Marcia Merino
("La Flaca Alejandra") asesoraban los interrogatorios, señalando a los torturadores
lo que debían preguntar, clasificando la información, participando en los
allanamientos o en el "poroteo". La situación alcanzó su punto álgido a fines de
ese mes y comienzos de octubre con la detención de los dirigentes Sergio Pérez
Molina y Lumi Videla Moya (cuyo cadáver terriblemente torturado por Osvaldo
Romo lanzaron al interior de la embajada de Italia el 3 de noviembre), María
Cristina López Stewart, el sacerdote Antonio Llidó, los hermanos Jorge y Juan
Andrónico Antequera, Amelia Bruhn, y una larga lista de mártires.
La DINA obtuvo nuevas pistas para llegar a Miguel Enríquez: el barrio donde
vivía, una descripción de su aspecto físico y de su pareja (Carmen Castillo
Echeverría, que hacía de enlace en algunos contactos y que estaba embarazada),
una Renoleta roja que usaba Miguel (la reconocieron durante un enfrentamiento a
tiros en el sector del Estadio Nacional), etc.
La casa de Santa Fé
Desde diciembre de 1973, Miguel vivía clandestino en Santa Fe 725. Un barrio
tranquilo, de pequeña burguesía pobre y de obreros, casi todos propietarios de
sus viviendas. La mayoría -como la que ocupaba Miguel- son casas de un piso
con patio y parrón. Los vecinos se conocen por años. Entonces la mayoría eran de
Izquierda, comunistas y socialistas. Frente a la casa de Miguel vivía un viejo
obrero comunista, Leyton, "cicerone" del Museo Recabarren.
Miguel y su compañera, Carmen Castillo, llegaron a vivir en esa casa a fines del
73, después de la caída de Van Schouwen. Inicialmente los acompañaba otro
dirigente del partido, Humberto (Tito) Sotomayor, y su esposa. Ocasionalmente
iban a pasar unos días con ellos las pequeñas hijas de ambos, Javiera, hija de
Miguel (con Alejandra Pizarro), y Camila, hija de Carmen (y de Andrés Pascal
Allende, también miembro de la comisión política del MIR, que a su muerte
reemplazaría a Miguel en la secretaría general del MIR). El otro hijo de Miguel,
Marco Antonio (con la periodista Manuela Gumucio), estaba en Francia y apenas
tenía un año cuando mataron al líder del MIR.
Una ciudadana británica compró con fondos del MIR la casa de Santa Fe a un
dueño de camiones, padre de unas mellizas, a quien en el barrio todos miraban
con sospecha porque era opositor al gobierno de la Unidad Popular y porque
vendía mercaderías que escaseaban en el mercado.
El último día de Miguel Enríquez. Manuel Cabieses (Información en Archivo Chile, Web del CEME). 3
El aliento de la bestia
Miguel, Carmen, Sotomayor y su mujer no lo sabían pero eran objeto de
observación en el barrio.
Se siente curiosidad por los nuevos vecinos. Se preguntan quiénes son, de dónde
vienen, qué hacen, etc. Los jóvenes que viven en Santa Fe 725, parecen gente de
desahogada situación económica, se muestran afables y saludan con cortesía
pero sin intentar mayores relaciones. Todos observan... y comentan. Al dueño del
boliche de la esquina le llama la atención que los nuevos propietarios de la casa
de Santa Fe 725 dispongan de más dinero que lo común en el vecindario.
Compran mayor cantidad y artículos de más calidad. Para el almacenero es un
buen negocio pero comunica sus observaciones y el rumor circula...
Morir en octubre
Amanece el 5 de octubre de 1974. La DINA está sobre una pista segura para
llegar a Miguel. Otras le habían fallado. Por ejemplo, detecta que Javiera, de 5
años, hija de Miguel, vive con su tía, Ana Pizarro, y sus tres hijos. Supone -con
razón- que por esa vía existe un vínculo con Miguel. La DINA pierde la paciencia y
amenaza de muerte a Ana Pizarro y sus hijos, que se asilan en la embajada de
Francia. Pero antes Miguel manda a buscar a su hija. En una carta le dice a su ex
cuñada que quiere tener a Javiera por un tiempo porque está seguro que va a
morir.
El último día de Miguel Enríquez. Manuel Cabieses (Información en Archivo Chile, Web del CEME). 4
seguridad del escondite se había resquebrajado, sobre todo después del
enfrentamiento a tiros en la Avenida Grecia. Miguel había hecho algunas
reuniones en la casa con compañeros que presumiblemente ahora estaban
presos. Aunque se habían observado las reglas de la clandestinidad, no se podía
descartar que alguno se hubiese dado cuenta del barrio y la calle donde los
habían llevado a ciegas. Se iban también a cumplir diez meses viviendo en la
misma casa y las normas de clandestinidad prohibían una permanencia tan larga
en un mismo lugar. Dos semanas antes, Miguel arregló el asilo en la embajada de
Italia de las pequeñas Javiera y Camila, que entraron en la misión diplomática en
la cajuela del automóvil del encargado de negocios. Por último, Miguel había
aceptado reducir el ritmo de su trabajo y replegarse a un lugar fuera de Santiago.
Una amiga de Carmen, Cecilia Jarpa, se haría cargo de comprar una parcela en
Macul. Pero Carmen la llamó el día anterior para entregarle el dinero y el tono y
forma de sus respuestas, hicieron a Miguel deducir que Cecilia Jarpa ya estaba
en manos de la DINA. Estaba claro que el cerco se estrechaba.
En la mañana del 5 de octubre Carmen Castillo salió a buscar una casa para
mudarse ese mismo día. Miguel, Sotomayor y José Bordas también salieron de
Santa Fe 725 . Acordaron volver a encontrarse en la casa a las tres de la tarde.
Sin embargo, Carmen volvió cerca de la una. Encontró a Miguel y a los otros dos
compañeros quemando papeles, con las armas a la mano y en estado de enorme
tensión. Habían detectado tres autos sospechosos que rondaban el barrio y que
habían pasado ya dos veces, lentamente, observando la casa. Están seguros que
es la DINA y que deben estar tendiendo el cerco. Rápidamente terminaron de
recoger en dos bolsos lo más importante. Cuando Miguel y Carmen salían al patio
donde estaba la Renoleta roja, se produjo el primer ataque de la DINA. Ellos se
replegaron al interior de la casa y comenzaron a responder el fuego junto con
Sotomayor y Bordas.
El primer cerco no fue muy efectivo. No habían llegado aún suficientes refuerzos.
En los primeros momentos Humberto Sotomayor y José Bordas lograron escapar.
A uno lo vio Anita, la vecina, saltar al patio de su casa y de ahí a la calle San
Francisco; el otro huyó en dirección a Varas Mena, una calle paralela al sur de
Santa Fe. (Sotomayor se asiló después en la embajada de Italia y José Bordas fue
emboscado por el SIFA el 5 de diciembre. Cayó herido y murió dos días después
en el hospital de la FACH, donde fue torturado).
El Informe Rettig dice: "La casa donde se ocultaba Miguel Enríquez, fue rodeada
por un nutrido contingente de agentes de seguridad, el que incluía una tanqueta
y un helicóptero, quienes comenzaron a disparar. Entre los ocupantes del
inmueble se encontraba una mujer embarazada que resultó herida. Miguel
Enríquez cayó en el enfrentamiento recibiendo, según el protocolo de autopsia,
diez impactos de bala que le causaron la muerte".
Anita, la vecina de Miguel, no sabe cuánto duró el tiroteo; tampoco su hijo, Rolo.
Pero les pareció eterno. En su casa estaba otro muchacho, compañero de Rolo,
ambos se encontraban en el patio cuando se inició el asalto a la casa vecina. Se
agazaparon y vieron saltar el muro al mirista que huyó hacia la calle San
Francisco. Anita y la niña, Valentina, permanecieron tiradas en el piso de la casa.
Recuerdan el ruido ensordecedor de los disparos, el helicóptero sobrevolando, los
El último día de Miguel Enríquez. Manuel Cabieses (Información en Archivo Chile, Web del CEME). 5
altavoces de Carabineros ordenando al vecindario permanecer en sus casas.
Cuando cesaron los tiros vieron en la calle Santa Fe a muchos civiles armados,
carabineros, soldados, la tanqueta y muchos vehículos. Más tarde cuando
sacaban a Carmen Castillo herida (creyeron que iba muerta) y luego el cadáver de
Miguel Enríquez.
(*) "El último día de Miguel", fue publicado por primera vez en la revista Punto Final,
de octubre de 1997 y el autor es director de dicha publicación.
Reproducido en el libro : “Miguel Enriquez, Páginas de Historia y lucha”. CEME,
octubre 1999.
PTE
Información disponible en el sitio ARCHIVO CHILE, Web del Centro Estudios “Miguel Enríquez”, CEME:
http://www.archivo-chile.com
Si tienes documentación relacionada con este tema u otros del sitio, agradecemos la envíes para
publicarla. (Documentos, tésis, testimonios, discursos, fotos, prensa, etc.) Envía a:
archivochileceme@yahoo.com
NOTA:
El portal del CEME es un archivo histórico, social y político de Chile. No persigue ningún fin de lucro. La versión
electrónica de documentos se provee únicamente con fines de información y preferentemente educativo
culturales. Cualquier reproducción destinada a otros fines deberá obtener los permisos que correspondan,
porque los documentos incluidos en el portal son de propiedad intelectual de sus autores o editores.
El último día de Miguel Enríquez. Manuel Cabieses (Información en Archivo Chile, Web del CEME). 6