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Derecho Penal

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA INDÍGENA DE MÉXICO

Derecho penal

Segundo Semestre: Licenciatura en Derecho

Actividad de Desarrollo

Primera Unidad: “Conceptos generales (Funciones y fines del


derecho penal”

Estudiante: Omar Osuna Hernández - Unidad Virtual 1

Matricula: 23040837

Grupo 1 Virtual

M.C. Francisco Javier Zavala Uriarte

Los Mochis, Sinaloa, Mayo de 2024


Unidad 1 “FUNCIONES Y FINES DEL DERECHO PENAL”
A).- Investiga y contesta el siguiente cuestionario;

1.- ¿Qué en un Principio en el Derecho Penal?


El Derecho Penal se ubica dentro del Derecho Público toda vez que el Estado
interviene activamente en la solución de conflictos buscando preservar el orden y la
paz públicos. El Derecho Penal es el conjunto de normas jurídicas por medio de las
cuales el Estado define las conductas u omisiones que constituyen delitos, así como
las penas y/o medidas de seguridad para sancionar a quienes incurren en la
comisión de esos delitos. Trataremos de forma general al Derecho Penal Sustantivo
que es el conjunto de normas que definen los delitos, las penas y su aplicación.

El objetivo del Derecho Penal es proteger a la sociedad, prevenir la delincuencia y


castigar los delitos de acuerdo a su gravedad.

En el Derecho Penal mexicano, los principios son máximas jurídicas que establecen
los límites constitucionales del ejercicio del poder punitivo del Estado. Estos
principios son los mismos en la mayoría de los países y se basan en los siguientes
principios:

Legalidad, Antijuridicidad, Responsabilidad, Reparación, Igualdad, Protección de


derechos, Precisión.

2.-¿Cuál es el Principio de legalidad?


El delito y la pena deben estar previstos en una Ley, estricta, escrita, cierta y
abstracta.

El origen del Principio de Legalidad, debe buscarse en la Revolución Francesa y la


Ilustración, cuando el pueblo pasa de ser un instrumento y sujeto pasivo del poder
absoluto del Estado, a controlar y participar en ese poder, exigiendo garantías para
su ejercicio.

Beccaria al respecto escribía que solo las leyes dictadas por el poder legislativo
pueden establecer los delitos y las penas, en base al contrato social, ya que será el
pueblo en un acto de auto limitación, al determinar que conductas serán descritas
como delito, y cuáles serán las penas aplicables.

En este sentido, el principio de legalidad no es solo una exigencia de seguridad


jurídica, sino una garantía política, de que el ciudadano no podrá verse sometido a
penas que no admita el pueblo a través de sus representantes en el poder
legislativo.

Garantías que implica.

El Principio de Legalidad implica las garantías siguientes:

1) Garantía Criminal. - el delito debe estar previsto en ley formal y material.

2) Garantía penal. - la pena debe estar establecida previamente en ley.

3) Garantía jurisdiccional. - no podrá ejecutarse pena alguna sino en virtud de


sentencia firme, en un proceso seguido conforme a la ley.

4) Garantía de ejecución. - la pena debe de ejecutarse tal y como lo prescribe la


ley.

En este sentido, el delito y la pena deben estar establecidos en una ley en sentido
formal y material.

Por ley en sentido formal, entendemos aquella que esta formulada por el poder
legislativo.

En este sentido, si el delito y la pena no estuvieran previstos en su totalidad por una


ley emanada del poder legislativo, se violaría el principio de legalidad.

El problema de las leyes penales indeterminadas.

La estructura de las normas penales se compone de dos partes: i) la descripción de


la conducta punible, y ii) la sanción penal.
Por grande que fuera el casuismo el legislador nunca podría comprender la rica
variedad de hechos que ofrece la realidad, las figuras delictivas se forman por ello
en virtud de un proceso de abstracción a partir de los hechos reales. La descripción
de estas figuras ha de ser lo suficientemente concreta para que queden satisfechas
las exigencias de la seguridad jurídica, es decir, que este debidamente precisada la
conducta.

A continuación, analizaremos las diversas técnicas que utiliza el legislador para la


formulación de la norma penal:

a) Leyes Penales Concretas: son aquellas en las que la conducta esta debidamente
determinada y en el mismo precepto se contiene la sanción penal correspondiente.

Estas normas cumplen con el principio de legalidad, al haber sido formuladas por el
poder legislativo y al cumplir con las exigencias de la seguridad jurídica.

b) Les Penales Incompletas: son aquellas contenidas en un artículo que para su


integración debemos remitirnos a otro artículo contenido en la misma ley.

Estas normas cumplen con el principio de legalidad, al haber sido formuladas por
el poder legislativo y al cumplir con las exigencias de la seguridad jurídica.

c) Leyes penales en blanco: son aquéllas contenidas en un artículo que para su


integración debemos remitirnos a otro artículo contenido en una ley distinta.

Estas normas cumplen con el principio de legalidad, siempre y cuando estén tanto
la ley penal como la ley de remisión formuladas por el poder legislativo.

d) Los tipos penales abiertos: Estaremos ante un tipo penal abierto cuando la
descripción de la conducta sea indeterminada, es decir, demasiado amplia, vaga o
difusa, al grado que no permita reconocer que características ha de tener la
conducta punible.
Los tipos penales abiertos violan el principio de legalidad, toda vez que, al no se lo
suficientemente concreta la descripción de la conducta, no satisfacen las exigencias
de la seguridad jurídica.

El problema de los tipos de aplicación concreta (leyes privativas)

La exigencia de concreción se refiere no solo a la descripción de las conductas, sino


también a la fijación de las sanciones penales, un margen de pena excesivamente
amplio es incompatible con el principio de legalidad.

Ejemplo: El artículo 664 del Código Penal Federal, que prevé el delito de Homicidio
del Secuestrador, es inconstitucional, porque establece un margen de pena de 3
días a 60 años de prisión.

Fundamento Constitucional.

El Principio de Legalidad se encuentra plasmado en los artículos 14, 16 y 19 de la


Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

3.- ¿Que entiendes por Prohibición de analogía y mayoría de razón?

Prohibición de analogía

Es preciso distinguir la analogía de la interpretación extensiva. En la interpretación


extensiva se aplica una ley a un hecho que no esta claramente comprendido en su
tenor literal, pero si en su espíritu o voluntad. En la analogía, la ley se aplica a
hechos que no están comprendidos ni en su letra ni en su voluntad, pero son
semejantes.

1) Distinción de la analogía de la interpretación extensiva.

La diferencia entre interpretación (siempre permitida) y analogía (prohibida si


perjudica al reo) es la siguiente: interpretación es búsqueda de un sentido del texto
legal q se halle dentro de su sentido literal posible, la analogía supone la aplicación
de la ley a un supuesto no comprendido en ninguno de los sentidos posibles d su
letra, pero análogo a otros si comprendidos en el texto legal.

2) Interpretación de la ley penal.

La analogía extensiva es lícita. Ahora bien, el sentido de la ley tiene que haber
hallado expresión, aunque imperfecta, en su tenor literal. La interpretación ha de
mantenerse dentro de los límites del sentido literal posible del precepto.

En la analogía es preciso distinguir entre la analogía favorable y la perjudicial para


el reo, siendo esta última, la única que contraria el principio de legalidad. Asimismo,
es importante señalar, que tampoco es posible la apreciación de eximentes por
analogía.

Mayoría de razón

En el derecho penal, la mayoría de razón es la opinión generalizada de que un


hecho antisocial merece una pena. Sin embargo, en México, el principio de legalidad
prohíbe imponer una pena por mayoría de razón si no está decretada por una ley.
El artículo 14 de la Constitución Política de México establece que en los juicios del
orden criminal no se puede imponer una pena por simple analogía o por mayoría de
razón si no está decretada por una ley que sea exactamente aplicable al delito.

4. ¿Desarrolla el tema al “Principio de concurso de normas?.

El concurso de normas o concurso aparente de leyes es la situación que se da


cuando una misma conducta tipificada penalmente lo está en dos o más preceptos.

Está situación problemática a la hora de la elección del que resulta aplicable, dada
la diferencia de penas que uno y otros pueden llevar consigo.

La doctrina ha hecho referencia a los siguientes principios que hay que tener en
cuenta para solventar esta dificultad son los siguientes:
Principio de Especialidad.

Principio de Subsidiariedad.

Principio de Consunción (o absorción).

Principio de alternatividad.

Los criterios contenidos en el artículo 8 solamente se observarán cuando los hechos


a calificar no estén comprendidos en los artículos 73 a 77. Es decir, se apreciarán
cuando no estemos ante:

Ante un delito continuado o delito masa.

Ante el concurso ideal o medial.

Regulación legal del concurso de normas penales

El concurso de leyes está regulado en el artículo 8 del Código Penal. Se expone a


continuación el contenido del mismo:

Los hechos susceptibles de ser calificados con arreglo a dos o más preceptos de
este Código, y no comprendidos en los artículos 73 a 77, se castigarán observando
las siguientes reglas:

El precepto especial se aplicará con preferencia al general.

El precepto subsidiario se aplicará sólo en defecto del principal, ya se declare


expresamente dicha subsidiariedad, ya sea ésta tácitamente deducible.

El precepto penal más amplio o complejo absorberá a los que castiguen las
infracciones consumidas en aquél.

En defecto de los criterios anteriores, el precepto penal más grave excluirá los que
castiguen el hecho con pena menor.

Artículo 8 del Código Penal


1. El principio de Especialidad

De acuerdo a “lex especiali derogat legi generale”, si se dan los presupuestos de la


ley especial, que añade requisitos no previstos en la general, se aplicará la especial.

Por ejemplo: el delito de asesinato frente al delito de homicidio (arts. 139 y 138 CP).
Ambos delitos implican la muerte intencionada de una persona, pero el asesinato
añade unas circunstancias que lo cualifican.

Al incluirse este criterio en el propio Código actual, se aplica con preferencia al


criterio de Alternatividad

El Principio de Especialidad. Jurisprudencia

La Jurisprudencia se ha pronunciado en repetidas ocasiones sobre supuestos en


los que hay concurso de normas o leyes y la prevalencia del Principio de
Especialidad.

Por ejemplo, la STS de 18 de noviembre de 2008, en la que prevalece el delito de


realización arbitraria del propio derecho frente al delito de coacciones. La Sentencia
lo justifica de la siguiente manera:

Se declara probado que el acusado Miguel Ángel, mayor de edad, sin antecedentes
penales, ostentaba un crédito, cuyo origen no se conoce, frente Daniel, por lo que
decidió ponerse de acuerdo con otros para intimidarlo, obligándolo a abonar la
deuda. (…) [frente al] delito de coacciones, la finalidad con la que se ejecutan,
conduce a la aplicación del principio de especialidad dentro del concurso aparente
de normas del art. 8 CP por lo que la condena únicamente se producirá por un delito
del art. 455 CP por cuanto cuando los requisitos del tipo están contenidos en el
precepto general y en el especial, añadiendo éste elementos que contiene aquél,
se aplica el principio , constantemente proclamado por la jurisprudencia lex specialis
derogat legi generale, lo que puede ocurrir entre preceptos de una misma Ley o de
distintas leyes, considerándose la prevalencia de la Ley especial y ello con
independencia de que la especialidad suponga la imposición de una pena mayor o
menor. STS de 18 de noviembre de 2008
2. El principio de Subsidiariedad

El principio de Subsidiariedad consiste en aplicar el tipo subsidiario cuando no cabe


la aplicación del tipo principal.

Conforme a lo dispuesto en el apartado 2º del artículo 8, la subsidiariedad puede


ser expresa o tácita.

La subsidiaridad expresa

Se presenta cuando la misma ley penal, en forma expresa determina la aplicación


subsidiaria del tipo penal. Aunque se presente de manera muy excepcional este tipo
de subsidiaridad, debe responder a la naturaleza de la subsidiaridad de la
concurrencia de tipos penales.

La subsidiaridad, sólo se presenta cuando la ley penal que tipifica la conducta con
mayor intensidad, en cuanto a uno o más características, no puede aplicarse a la
conducta delictual del caso concreto, entonces, se aplica la ley penal, que tipifica
dicha conducta, con menor intensidad en la característica respectiva de la conducta.

Por tanto, la subsidiaridad, consiste en la aplicación de la ley penal, que tipifica una
conducta, con menor intensidad en una o más de sus características, cuando no
puede aplicarse la ley penal que tipifica dicha conducta, con mayor intensidad en
cuanto a uno o más características referidas.

La subsidiaridad tácita

La subsidiaridad tácita, se presenta, cuando la ley penal, no la precisa


expresamente, pero, de la interpretación de la ley penal y su aplicación al caso
concreto, se deduce la naturaleza subsidiaria del tipo penal, es así, que la
subsidiaridad, en forma abstracta, se presenta:

En cuanto a la intensidad de la afectación del bien jurídico –el delito leve es


subsidiario del delito más grave.
La intensidad de participación en la ejecución del acto delictual, -la participación en
calidad de cómplice o instigador, es subsidiario de la autoría.

En cuanto a la intensidad del desarrollo de la conducta delictual –la tentativa en la


ejecución del delito, es subsidiario de la consumación del delito; en cuanto a la
intensidad del

Principio de Subsidiariedad. Jurisprudencia

La STS de 12 de marzo de 1991 consideró la preferencia en la aplicación del delito


de falsificación de despachos telegráficos frente al delito de tenencia de
instrumentos para ello. La Sentencia dice lo siguiente:

“no es posible apreciar la concurrencia de ninguno de los supuestos, contemplados


en el artículo 315 del Código, pero, en todo caso, al haber sido condenados los
procesados por un delito de falsedad en la misma podrían quedar embebidos los
hechos en aplicación de la doctrina de la continuidad delictiva, pudiendo dar lugar a
que se produjese un concurso de normas al comprenderse los hechos en los
artículos 303 y en el 315 concurso en el que habría que decidirse, conforme al
principio de subsidiariedad , haciendo que la aplicación de lo dispuesto en el artículo
303 desplazase la aplicación del artículo 315 >> (se refiere al CP de 1973).

3. El principio de consunción o absorción

El principio de consunción o absorción previsto en la regla del artículo 8 es el Criterio


de Consunción o Absorción, expresando que el precepto penal más amplio o
complejo absorbe a los que castiguen las infracciones consumidas en aquél.

La absorción tiene lugar cuando una determinada conducta antijurídica queda


subsumida en una sola norma, mientras que en el caso contrario estaríamos ante
un concurso de normas.

En ciertas ocasiones, el Código Penal una sola pena para la concurrencia de varias
infracciones penales. Sin embargo, en ocasiones no es así, por ello hay que acudir
a la propia naturaleza de la norma en cuestión para ver si se debe estimarse o no
este principio.

Generalmente se estima que los delitos de peligro concreto quedan subsumidos por
el delito de daño cuando ese delito de peligro se hace realidad consumándose el
delito de lesión.

Por ejemplo:

Si una persona mata a otra y entierra el cadáver, la persona que realiza esa
conducta antijurídica será condenada por homicidio, quedando absorbido el delito
de inhumación ilegal.

Si una persona mata a otra para robar produciendo un daño especialmente


relevante, deberá penarse ambos delitos, tanto homicidio como robo. Sería el caso
de entrar a robar rompiendo una ventana de una iglesia que tuviera especial valor
artístico.

Casos como estos plantean grandes dificultades para distinguir entre concurso de
leyes y de delitos. La solución es acudir al criterio de valoración jurídica de si una
norma cobre o no la total significación antijurídica del hecho.

Principio de consunción o absorción. Jurisprudencia

A continuación, se muestra la decisión adoptada por el Tribunal Supremo en varios


supuestos:

Las alteraciones síquicas ocasionadas a la víctima de una agresión sexual ya han


sido tenidas en cuenta por el legislador al tipificar la conducta y asignarle una pena,
por lo que ordinariamente quedan consumidas por el tipo delictivo correspondiente,
por aplicación del principio de consunción del art. 8.3 CP. Así figura en el Pleno no
jurisdiccional de la Sala Penal del T.S., de fecha 10 de octubre de 2003 EDJ
2003/120647 y en las STS Sala de 13 noviembre 2003, EDJ 2003/209355 y de 17-
11-2003, nº 1534/2003, EDJ 2003/209356
Los actos preparatorios o ejecutivos previos a la consumación del delito, quedan
absorbidos por éste. Actos de abuso o agresión sexual, de concurrir con el acoso
sexual nos encontraríamos ante un concurso de normas que se resolvería
ordinariamente por el principio de consunción. STS de 7 noviembre 2003, EDJ
2003/139682.

El delito contable, que queda abordado en el más grave de defraudación tributaria.


STS de 28-12-2000, nº 2021/2000, EDJ 2000/52650

Las amenazas exclusivamente orientadas al ejercicio de la prostitución contra su


voluntad, supone un concurso de normas, a resolver por el principio de consunción
.STS Sala 2ª de 27 abril 2006, EDJ 2006/53039.

Entre el delito de malversación y el de alzamiento de bienes existe sólo un concurso


de normas o concurso aparente regido por el principio de consunción. De tal manera
que el contenido de la ilicitud del delito de alzamiento de bienes está ya contemplado
en el del art. 399 Código penal de 1973 (hoy, 435). STS de 4 enero 2005 (EDJ
2005/6987)

En materia de medio ambiente, la STS de 30 mayo 2007, EDJ 2007/100794, vino a


decir que la realización de vertidos del 325.1 CP, abarca la construcción de
depósitos para ello del 328 (redacciones anteriores a la L.O: 5/2010, de 22 de junio.

El artículo 283 CP, facturar cantidades superiores por productos o servicios cuyo
costo o precio se mida por aparatos automáticos, mediante la alteración o
manipulación de éstos, correspondiente a los delitos relativos al mercado y a los
consumidores, si dicha alteración o manipulación se constituye como medio
comisivo capaz de generar engaño bastante para producir un desplazamiento
patrimonial en perjuicio de un tercero la figura aplicable sería la del delito de estafa,
conclusión a la que correctamente llega la Sala de instancia. se trata de un concurso
aparente de normas penales que debe ser resuelto aplicando la regla 3ª del artículo
8 CP. STS de 31-12-2001, nº 2520/2001, EDJ 2001/56894
Anteriormente se dijo que para la aplicación de este principio los delitos han de
referirse a los mismos bienes jurídicos protegidos. Teniendo eso en cuenta hay
diferentes pronunciamientos del TS en los que no se aplica este criterio. Son los
siguientes:

La STS de 26 de diciembre de 2.008, EDJ 2008/243998 manifiesta que:

“En modo alguno puede entenderse por la teoría de la consunción que el delito de
extorsión del art. 243 puede ser absorbido por el delito de detención ilegal o
secuestro, art. 164 y 164, cuando son totalmente distintos, como distinto es el bien
jurídico de una y otra infracción, siendo perfectamente autónomos e independientes
sin que entre ellos exista la relación que haga posible un supuesto de progresión…
y si se admitiera la aplicación del principio de consunción no se produciría la íntegra
desvalorización del hecho, si se penara sólo el secuestro y no la extorsión, quedaría
impune una parte injusta del hecho”.

4. El principio de la Alternatividad (también denominado Criterio de la


Gravedad)

La última de las reglas del artículo 8 recoge el criterio de la Alternatividad, es decir,


el criterio que se aplica cuando los otros tres criterios anteriores no son de
aplicación.

Se le reconoce un carácter subsidiario en los supuestos en los que en defecto de la


posibilidad de aplicación de los otros criterios, estableciendo que el precepto penal
más grave excluirá los que castiguen el hecho con pena menor.

Por ello, cuando no se pueda utilizar ni el principio de especialidad, ni el de


subsidiariedad ni el de absorción, deberá utilizarse el criterio de la gravedad, es
decir, aplicar a la conducta punible la norma que imponga la pena más grave.

Se debe tener en cuenta todas las circunstancias de casa caso concreto que puedan
influir en la determinación de la pena concreta.
Principio de Alternatividad. Jurisprudencia

La STS de 17-4-2013, EDJ 2013/67866, tras diferenciar el delito de apropiación


indebida del delito de administración desleal dice que se entiende que es aplicable
el primero pues la acción se orientaba a obtener un beneficio personal en perjuicio
de los restantes socios, simulando gastos a la empresa que administraba y
disponiendo de bienes en beneficio propio y del resto de los acusados. Aplica la
regla de la alternatividad.

De igual manera se ha pronunciado la STS Sala 2ª de 15 diciembre 2000, EDJ


2000/43310: Este concurso de normas se ha de resolver de acuerdo con lo
dispuesto en el art. 8,4 CP 95, es decir, optando por el precepto que imponga la
pena más grave, aplicando el art. 252 y no el 295, ambos del Código Penal vigente

5.- ¿Qué es el Principio de Proporcionalidad en el Derecho Penal?


a) Desarrollo del Principio.

La pena que establezca el legislador al delito, deberá ser proporcional a la


importancia social del hecho.

En este sentido, no deben de admitirse penas o medidas de seguridad, exageradas


o irracionales en relación con la prevención del delito.

Hay que distinguir 2 exigencias:

1) La pena debe ser proporcional al delito, es decir, no debe ser exagerada.

2) La proporcionalidad se medirá en base a la importancia social del hecho.

La necesidad de la proporcionalidad se desprende de la exigencia de una


prevención general capaz de producir sus efectos en la colectividad. De este modo,
el Derecho Penal debe ajustar la gravedad de las penas a la trascendencia que para
la sociedad tienen los hechos, según el grado de afectación al bien jurídico.

b) Fundamento Constitucional.
El Principio de Proporcionalidad de las Penas se encuentra plasmado en el artículo
22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

B).- Anota cinco definiciones de delito y nombre de su autor.

Para Gustavo Malo Camacho la teoría del delito “es aquella parte de la ciencia del
derecho penal que explica el concepto y contenido del delito, a partir de las
características que lo integran. Esta obedece a objetivos eminentemente prácticos
para determinar dentro del mayor grado de precisión posible, si existe o no un delito,
por suponer la realización de un comportamiento que se adecua a los elementos
característicos de un cierto tipo”

Celestino Porte Petit Candaudap nos habla sobre esta teoría diciendo que “ésta
comprende el estudio de sus elementos, su aspecto negativo y las formas de
manifestarse el mismo. Consecuentemente la teoría del delito debe enfocarse hacia
estos problemas: existencia del delito, su inexistencia y su aparición”

Franz Von Lizt el delito es “la conducta que produce un resultado socialmente
dañoso y que se estima culpable en la medida en que implica la presencia de una
relación psicológica entre la conducta del agente y el resultado producido, sea a
título de dolo o de culpa, y que, por lo mismo, se hace merecedor de una pena que
debe ser aplicada por el estado”

Hans Welzel, “ésta corriente parte afirmando que la voluntad es contenido esencial
de la conducta, por lo tanto, no puede ser separada de su finalidad. Es decir, toda
conducta es voluntaria y la voluntad está determinada por el fin”

González Quintanilla, el Delito "es un comportamiento típico, antijurídico y culpable".


Para Ignacio Villalobos, el Delito "es un acto humano típicamente antijurídico y
culpable". Para Rafael de Pina Vara, el Delito "es un acto u omisión constitutivo de
una infracción de la ley penal"
Bibliografía

BACIGALUPO, Silvina; La responsabilidad penal de las personas jurídicas;


Barcelona : Bosch, 1998; ISBN 8476764731

ZAFFARONI, Eugenio Raúl; Derecho penal: parte general; México : Porrúa, 2001;
ISBN 9700731936.

ZUÑIGA RODRÍGUEZ, Laura del Carmen; Bases para un Modelo de Imputación de


Responsabilidad Penal a las Personas Jurídicas; Edit. Aranzadi; Elcano (Navarra);
2000

Desarrollo de concepto penal


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Derecho Penal Normas


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Principio de Legalidad
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m.mx/www/bjv/libros/1/22/9.pdf -
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