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Investigación en Enfermería: Imagen y Desarrollo 0124-2059: Issn

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Investigación en Enfermería: Imagen y

Desarrollo
ISSN: 0124-2059
revistascientificasjaveriana@gmail.com
Pontificia Universidad Javeriana
Colombia

Bautista Rodríguez, Luz Marina; Zambrano Plata, Gloria Esperanza


La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2
Investigación en Enfermería: Imagen y Desarrollo, vol. 17, núm. 1, enero-junio, 2015, pp. 131-148
Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=145233516009

Cómo citar el artículo


Número completo
Sistema de Información Científica
Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal
Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto
La calidad de vida percibida en
pacientes diabéticos tipo 21

Luz Marina Bautista Rodríguez2


Gloria Esperanza Zambrano Plata3

Como citar: Bautista Rodríguez LM, Zambrano Plata GE. La calidad de vida percibida
en pacientes diabéticos tipo 2. Investig Enferm. Imagen Desarr. 2015;17(1):131-148.

1. Articulo original de investigación. Fecha de recepción: 14 de agosto de 2014. Fecha de


aceptación: 30 de septiembre de 2014.
2. Maestría en Enfermería con énfasis en Gerencia en Servicios de Salud. Docente titular,
Universidad Francisco de Paula Santander, Cúcuta, Colombia. Correo electrónico: bau-
trod@gmail.com
3. Maestría en Enfermería con énfasis en Salud Materno Perinatal. Docente asociada, Uni-
versidad Francisco de Paula Santander, Cúcuta, Colombia. Correo electrónico: gloriae91
@hotmail.com
131
Investig. Enferm. Imagen Desarr. ISSN 0124-2059 17 (1): 131-148, enero-junio de 2015
Luz Marina Bautista Rodríguez y Gloria Esperanza Zambrano Plata

Resumen
Objetivo: Describir y comparar por sexo la calidad de vida percibida por los adultos
con enfermedad diabética tipo 2, pertenecientes a instituciones de salud del primer
nivel de atención. Metodología: Estudio cuantitativo descriptivo, transversal, con
una muestra constituida por 287 pacientes que cumplieron los criterios de inclusión
y aceptaron participar en el estudio mediante expresión verbal del consentimiento
informado. Para recolectar la información se utilizó el cuestionario de Diabetes Qua-
lity of Life, que permite conocer la calidad de vida del paciente diabético, mediante la
valoración de las subescalas satisfacción con el tratamiento, impacto del tratamien-
to, efectos sociales y vocacionales, efectos futuros de la enfermedad y bienestar gene-
ral. Resultados: De los pacientes diabéticos tipo 2 que participaron en el estudio, el
62,3 % tenía una calidad de vida media, respecto a la percepción subjetiva del estado
de salud, el 46,7 % consideró tener un estado de salud bueno. En la relación de las
puntuaciones promedio obtenidas en cada una de las subescalas, la más afectada
es la del impacto en el tratamiento con una puntuación directa promedio de 41,1 y
la menos afectada es la preocupación por los efectos futuros de la enfermedad, con
9,9. Conclusión: El estudio mostró que los 287 pacientes diabéticos tipo 2 perciben
que la calidad de vida no se afecta en gran medida por la presencia de la enfermedad.

Palabras clave: calidad de vida; diabetes mellitus; estado de salud; bienestar

Perceived Quality of Life in Type 2 Diabetic Patients


Abstract
Objective: To describe the quality of life perceived by adults with type 2 diabetes di-
sease health institutions belonging to the first level of care. Methodology: Descriptive,
cross-sectional study; with a sample of 287 patients who met the inclusion criteria
and agreed to participate in the study by verbal expression of informed consent. Dia-
betes Questionnaire Quality of Life to find out the quality of life of diabetic patients,
by assessing subscales satisfaction with treatment, impact of treatment, social and
vocational effects of future effects was used for data collection disease and overall
wellness. Results: Of type 2 diabetic patients who participated in the study, 62.3%
have a quality of life media, regarding perceived health status, 46.7% considered to
have a state of good health. The ratio of the average scores on each of the subscales,
the most affected is the impact of treatment with a direct scoring average of 41.1 and
the least affected is the concern for the future effects of the disease, 9.9. Conclusion:
The study shows that the 287 type 2 diabetic patients perceive the quality of life is
not affected greatly by the presence of the disease.

Keywords: quality of life; diabetes mellitus; health status; welfare

132
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

Qualidade de vida em pacientes com diabetes mellitus


Resumo
Objetivo: Descrever a qualidade de vida percebida por adultos com diabetes tipo 2,
que pertencem as instituições de saúde no primeiro nível de atenção. Metodologia:
Estudo descritivo, transversal, com uma amostra de 287 pacientes que preencheram
os critérios de inclusão e aceitaram participar no estudo de expressão verbal de con-
sentimento informado. Para coletar dados, foi usado o Questionário de Qualidade de
Vida Diabetes, que permite descobrir a qualidade de vida dos pacientes diabéticos,
avaliando sub-escalas de satisfação com o tratamento, o impacto do tratamento,
social e efeitos profissionais de efeitos futuros e bem-estar geral. Resultados: Dos
pacientes diabéticos tipo 2 que participaram do estudo, 62,3 % têm uma qualidade
de vida media, sobre o estado de saúde percebida, 46,7 % consideram ter um bom
estado de saúde. A relação entre as notas médias em cada uma das sub-escalas, a
mais afetada é o impacto do tratamento com uma média de pontuação direta de 41,1
e menos afetada é a preocupação com os efeitos futuros da doença 9,9. Conclusão: O
estudo mostra que os pacientes com diabetes tipo 2 287 perceber a qualidade de vida
não é afetada significativamente pela presença da doença.

Palavras chave: qualidade de vida; diabetes mellitus; nível de saúde; bem-estar

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Investig. Enferm. Imagen Desarr. ISSN 0124-2059 17 (1) : 131-148, enero-junio de 2015
Luz Marina Bautista Rodríguez y Gloria Esperanza Zambrano Plata

Introducción
La diabetes mellitus, por su naturaleza crónica, por la severidad de las
complicaciones y por los medios que se requieren para su control, se cons-
tituye en el momento en una enfermedad altamente costosa. La evidencia
acumulada en años recientes demuestra que el diagnóstico temprano y el
buen control de la diabetes reducen la progresión de complicaciones cró-
nicas de la enfermedad, como la retinopatía, la nefropatía, la neuropatía y
la muerte, y que, a la vez, mejora la calidad de vida de estas personas (1).
En la Declaración de las Américas sobre la Diabetes se plantea que
cuando esta enfermedad está mal controlada, puede representar una pe-
sada carga económica para el individuo y la sociedad. Dependiendo del
país, la diabetes puede alcanzar entre 5 % y el 14 % de la población; pero
es posible promover la salud y prevenir las complicaciones en las personas
que la padecen mediante un buen control de la glucemia y modificando los
factores de riesgo cardiovascular (2).
El incremento de la diabetes en el mundo es alarmante. De acuerdo
con las estadísticas de la Federación Internacional de la Diabetes: “en 1985
había 30 millones de personas diabéticas en el mundo; en 1998, un poco
más de una década después, la cifra se incrementó a 143 millones de afec-
tados” (1,3). La diabetes mellitus es un problema de salud pública mundial.
Según la Organización Panamericana de la Salud, en el documento Situa-
ción de salud en las Américas: indicadores básicos 2006, se estimó para
ese año que 35 millones de personas eran diabéticas y se prevé que esa
cantidad aumentará a 64 millones para el 2025; así mismo, se considera
que en los próximos 10 años las defunciones por enfermedades crónicas
aumentarán en un 17 % y, lo que es más alarmante, las defunciones cau-
sadas por la diabetes aumentarán en casi el 80 % (4).
En el país, las estadísticas no son diferentes. Según la Asociación
Colombiana de Diabetes, se estima que el 7 % de la población colombiana
mayor de 30 años de edad que reside en el área urbana tiene diabetes tipo 2
(5). De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud y la Organi-
zación Mundial de la Salud, en el informe Situación de salud de las Amé-
ricas: indicadores básicos 2013, la mortalidad por diabetes para 2011 fue
de 18,1 por cada 100.000 habitantes. En Norte de Santander, según el Ins-
tituto Departamental de Salud, la diabetes mellitus tipo 2 ocupa el puesto
14, con 74 casos y un porcentaje de 1,22 % (6). En las unidades básicas
del Instituto Municipal de Salud de Cúcuta, la diabetes mellitus tipo 2 re-
sulta ser un problema de salud pública muy común que se presenta como
causa de consulta tanto en hombres como en mujeres en edades entre 41 a
91 años, al ocupar los cinco primeros puestos de las causas de consulta
externa que se registraron en los meses de enero a febrero de 2010.
Esta enfermedad ocasiona padecimientos de larga duración, de ca-
rácter no transmisible y degenerativo con etiología incierta, múltiples fac-
tores de riesgo, periodos de latencia largos, curso prolongado, fuente no
contagiosa, discapacidad o alteración funcional e incurabilidad. Además,
impone dos tipos de carga: afecta la productividad de los individuos y su
134
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

capacidad de generar ingresos y origina un mayor consumo de servicios


sociales y de salud, generalmente de alto costo (7).
Dado que la diabetes tipo 2 es más frecuente en personas obesas
y de nivel socioeconómico bajo, “representa una carga social importante
que se manifiesta tanto en los sistemas de servicios de salud como en la
calidad de vida de las personas diabéticas y sus familiares” (8). Así mis-
mo, el carácter de cronicidad de la diabetes en los adultos mayores es un
factor determinante en la calidad de vida de estas personas, razón por la
cual en el ámbito internacional se ha trabajado en estrategias que orienten
el desarrollo de programas para mejorar la atención y calidad de vida de
personas con esta patología.
En América Latina y el Caribe existen diferentes modelos de aten-
ción a las personas con enfermedades crónicas. El Modelo de Atención a
Crónicos en un esfuerzo por mejorar la calidad de la atención al pacien-
te con diabetes mellitus, específicamente el utilizado en México, el cual
incluye acciones para reducir la mortalidad por enfermedades crónicas,
como la creación de unidades médicas de especialidad (Uneme), las cuales
basan su acción en combinar la prevención con el tratamiento eficaz de
los afectados (9).
La Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mun-
dial de la Salud, por medio de la Red Panamericana del proyecto Conjun-
to de Acciones para la Reducción Multifactorial de las Enfermedades no
Transmisibles (CARMEN), apoyan las actividades de prevención de factores
de riesgo para la salud en las Américas: “La meta fundamental de esta
estrategia es prevenir y reducir la carga de Enfermedades Crónicas No
Transmisibles y sus factores de riesgo en las Américas” (10).
En Colombia, mediante la norma técnica para la prevención de en-
fermedad crónica y mantenimiento de la salud en el individuo sano mayor
de 45 años se brinda atención del adulto mayor a esta edad. Esta atención
se define:

[…] como un conjunto de actividades, procedimientos e intervencio-


nes, mediante los cuales se logra la detección temprana y el diag-
nóstico oportuno de las patologías prevalentes propias de este grupo
poblacional, con el fin de ofrecer alternativas para el control de los
factores de riesgo, el tratamiento o la rehabilitación, lo cual permite
cumplir el objetivo de la norma de prevenir y detectar precozmente las
enfermedades más prevalentes en este grupo de edad. (11)

En las Américas, la diabetes es un grave problema de salud pública


y de alto costo que aqueja a todos, sin distinguir edades o niveles socioeco-
nómicos. Hay millones de personas que no saben que tienen la enfermedad
y otras tantas que, a pesar de que se les ha diagnosticado, no reciben el
tratamiento apropiado. Se subestima la repercusión de la diabetes en las
sociedades y las personas. Las personas con diabetes, cuya enfermedad
está mal controlada, tienen un riesgo mayor y una incidencia elevada de
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Luz Marina Bautista Rodríguez y Gloria Esperanza Zambrano Plata

ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, ceguera, insuficiencia


renal, amputación de piernas y muerte prematura. La diabetes no solo
acorta la vida productiva, sino que tiene serias repercusiones en la calidad
de vida del enfermo y la de su familia (12).
La calidad de vida relacionada con la salud tiene una creciente im-
portancia como estimador del resultado de los programas e intervenciones
de los profesionales de la salud en el ámbito sanitario-asistencial. Su uso
ha sido denominado como una medida centrada en el paciente, la cual,
por un lado, mide la opinión de estos respecto a su propia salud en las
dimensiones física, psicológica y social y, por el otro, ha sido tomada como
una de las variables finales para evaluar la efectividad de las actuaciones
médicas del personal de salud y, por ende, de los programas de las insti-
tuciones de salud (13).
A medida que las enfermedades crónicas han aumentado su pre-
valencia de forma lenta pero progresiva, ha aumentado el interés por la
calidad de vida del enfermo y por los múltiples factores biopsicosociales
que inciden en ella. “La gran cantidad de aspectos psicosociales que hacen
parte de los cuidados en las enfermedades crónicas surge de las respuestas
individuales de los pacientes, las familias, los amigos y la sociedad, frente
al diagnóstico y al pronóstico. Cualquiera que sea el resultado de la enfer-
medad, el objetivo es mejorar la calidad de vida” (14).
El concepto de salud está fundamentado “en un marco biosicológi-
co, socioeconómico y cultural, que tiene en cuenta los valores positivos y
negativos que afectan la vida, la función social y la percepción; desde esta
perspectiva el concepto de salud es de naturaleza dinámica y multifuncio-
nal, donde se da relevancia a la calidad de vida” (15). La calidad de vida
es un concepto relacionado con el bienestar físico-social y depende de la
satisfacción de las necesidades humanas.
La enfermedad crónica es un acontecimiento único para el individuo,
la familia y el cuidador familiar, porque ocasiona alteraciones de tipo físi-
co, psicológico, social y espiritual en la salud y en la calidad de vida de los
individuos que la sobrellevan durante gran parte de sus vidas. De acuerdo
con lo planteado por Jean Watson, citada en el artículo de Lina María Var-
gas Escobar, “el cuidado de enfermería durante las situaciones crónicas
implica acciones transpersonales e intersubjetivas de protección y apoyo
para individuos cuidadores y familiares, que les permita encontrar sentido
y significado a la enfermedad, su existencia, el sufrimiento y el dolor” (16).
La labor de enfermería, en el caso de las personas que viven en
situaciones de cronicidad, se centra en el cuidado de su experiencia de
vida con la enfermedad, y para poder realizar este cuidado se “precisa el
reconocimiento del mundo que rodea a familiares, individuos y cuidado-
res, explorando en ellos sus patrones de vida y su conciencia en torno a la
situación de cronicidad” (16). En la medida en que enfermería permita este
reconocimiento en su cuidado, favorecerá el crecimiento y el poder de los
individuos ante la situación de cronicidad (17).

136
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

Jean Watson considera que la prestación de cuidados es un aspec-


to central de la enfermería, y lo refiere como el “centro unificador de la
práctica. La enfermera debe realizar diversas intervenciones, entre ellas
la promoción de la salud de las personas a través de acciones preventivas
tales como el reconocimiento de las habilidades de adaptación frente a
los daños, fomentar la enseñanza-aprendizaje interpersonal y la provisión
de apoyo situacional” (18). Estos lineamientos fundamentan el desarrollo
de acciones de educación como herramienta para que las personas se in-
formen, mejoren sus estilos de vida y adopten conductas saludables que
contribuyan a la calidad de vida.
La enfermería tiene un papel importante en relación con el mante-
nimiento, la promoción de la salud y la calidad de vida de los individuos
y de las comunidades. Hablar y pensar en la salud como la promoción de
la calidad de vida requiere “no solo pensar en la solución de los problemas
relacionados con su recuperación, sino en actividades de integración con el
orden público, capaces de transformar los entornos/espacios en locus sa-
ludables y armoniosos para vivir” (19). En este punto, cabe señalar que las
cuestiones relacionadas con la calidad de vida han adquirido importancia
de muchas maneras en los últimos años, particularmente con respecto a
su evaluación o medición, ya sea individual o colectivamente.
Para enfermería es fundamental participar en el cuidado de la sa-
lud y la vida de las personas con padecimientos crónico-degenerativos,
donde se contribuya a mejorar la calidad de vida mediante información,
educación y atención directa de personas afectadas por la enfermedad o
sus familias.

Objetivo
Describir y comparar por sexo la calidad de vida percibida por los adultos
con enfermedad diabética tipo 2, pertenecientes a instituciones de salud
del primer nivel de atención.

Metodología
Se realizó un estudio de tipo cuantitativo descriptivo transversal. La po-
blación corresponde a 390 pacientes que asisten a consulta o control, y la
muestra estuvo constituida por 287 pacientes de instituciones de salud del
primer nivel de atención. Esta se seleccionó mediante muestreo probabi-
lístico aleatorio simple, realizando un listado general de los pacientes que
asisten a consulta o control y después seleccionándolos al azar, de acuerdo
con el tamaño de la muestra establecida.
Para la recolección de información se utilizó el Cuestionario de Cali-
dad de Vida en Diabetes (DQOL), por ser un instrumento breve y sencillo que
puede ser autoadministrado, que permite su aplicación en los consultorios
de consulta externa. El DQOL también permite conocer la satisfacción, el
impacto y la preocupación que tiene el paciente diabético. Ello, porque “es
un instrumento innovador desarrollado originalmente para su uso en el

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Luz Marina Bautista Rodríguez y Gloria Esperanza Zambrano Plata

control de la diabetes y sus complicaciones (DCCT) en la década de 1980.


Este instrumento mide la calidad de vida de personas con diabetes” (20).
El DQOL está compuesto por 43 ítems que forman 4 dimensiones:
satisfacción con el tratamiento (15 ítems), impacto del tratamiento (17
ítems), preocupación social/vocacional (7 ítems) y preocupación relativa a
los efectos futuros de la diabetes (4 ítems). Cada ítem tiene 5 opciones de
respuesta de tipo Likert que puntúa de 1 a 5. En la subescala de satisfac-
ción, las respuestas a cada ítem oscilan entre muy satisfecho (1 punto) a
nada satisfecho (5 puntos). En las otras tres subescalas, el rango de las
respuestas es el siguiente: nunca (1 punto) a siempre (5 puntos). La valo-
ración del tipo de calidad de vida global se obtiene a partirla escala esta-
blecida según las categorías de alta: 90-0, media: 183-91 y baja: 230-184.
El DQOL se caracteriza por tener una adecuada consistencia inter-
na, con alfas de Cronbach de 0,47 a 0,92, y altos coeficientes de estabilidad
temporal, que van desde 0,78 a 0,92. En lo que respecta a la validez de
constructo, se ha probado que el DQOL se relaciona de manera moderada
y consistente con medidas de síntomas psicológicos, bienestar y ajuste a
enfermedad y con medidas genéricas de calidad de vida (20-23).
Dentro de los principios éticos que se garantizaron en este estudio
están: no maleficencia, justicia, beneficencia, autonomía y confidenciali-
dad. Por tratarse de una investigación con bajo riesgo, el consentimiento
libre e informado se obtuvo de forma verbal (artículo 16 de la Resolución
08430 de 1993), previa información de la justificación, objetivos, procedi-
miento para recolectar la información, molestias y beneficios de la inves-
tigación. Se garantizó que en cualquier momento que los pacientes diabé-
ticos decidieran suspender la entrevista o la participación en el estudio lo
podían hacer sin que esto representara desmejora de la atención que recibe
en la institución.
La información recolectada fue revisada y verificada para identifi-
car el diligenciamiento completo de cada instrumento. Seguidamente, se
diseñó y alimentó la base de datos en Excel®. El paquete estadístico utili-
zado para el análisis de la muestra fue PASW Statistics, versión 18 (SPSS).
Dicho análisis estuvo basado en medidas de frecuencia para variables
nominales y ordinales, y medidas de tendencia central y dispersión para el
caso de variables cuantitativas. Se estableció la diferencia de medias para
los resultados obtenidos por subescalas, entre las variables sexo y estado
civil de los pacientes, con la realización de la prueba T de Student para
muestras independientes, bajo un nivel de significancia de 0,05.

Resultados
La muestra estuvo integrada por 287 pacientes con diabetes mellitus tipo 2.
El rango de edad se encontró entre los 50 y los 80 años y más. Los gru-
pos etáreos de mayor representatividad son el de 50-54 años (23,3 %) y
el de 70-74 años (23,0 %). La edad promedio en el grupo de pacientes fue
de 65,9 años, con un coeficiente de variación de 10,1 años. El 42,5 % de

138
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

los encuestados se encontró en una edad inferior o igual a 64 años. Con


relación al sexo, el 54,7 % representó el género femenino, y el 45,3 %, el
género masculino.
El 59,9 % de los pacientes vive con pareja actualmente (casados o en
unión libre); mientras que el 40,1 % no tiene pareja en la actualidad (sol-
teros, divorciados o viudos). El 60 % de los pacientes contó con un vínculo
afectivo estable, situación a favor para estos individuos, por poseer un
apoyo familiar cercano en relación con el tratamiento que deben seguir
para mantener un estado de salud óptimo.
La escolaridad promedio del grupo de pacientes diabéticos que par-
ticipó en el estudio es de 4,64 con un coeficiente de variación de 3,3 años.
La situación social y económica ha sido condicionante en el desarrollo
educativo de las personas: el 30 % contaba con estudios de primaria in-
completa, y el 51,6 %, con estudios de primaria completa.
Al relacionar la calidad de vida y el estado civil, se puede observar
en la tabla 1 cómo el comportamiento de cada una de las dimensiones de
calidad varía para los pacientes con pareja y sin pareja; además, existe
una calidad de vida media para ambos tipos de pacientes, que se diferencia
de manera mínima en los que tienen pareja.

T abla 1. Comparación del deterioro de la calidad de vida por estado civil

Error tí-
Desvia- Valor
Escala Estado civil n Media pico de
ción típica de p
la media

Sin pareja
115 35,40 7,445 0,694
Satisfacción con el
0,00
tratamiento Con pareja
172 32,61 8,543 0,651
Sin pareja
115 41,99 6,621 0,617
Impacto en el trata-
0,09
miento Con pareja
172 40,51 7,927 0,604
Sin pareja 115 10,32 3,305 0,308
Preocupación por
aspectos sociales y Con pareja 0,24
vocacionales 172 10,78 3,055 0,233

Sin pareja 115 10,10 2,103 0,196


Preocupación acerca
de los efectos futu- Con pareja 0,15
ros de la enfermedad 172 9,73 2,163 0,165

Sin pareja
115 97,81 14,258 1,330
Calidad de vida 0,03
Con pareja
172 93,63 16,977 1,294

F u en t e : DQOL.

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Luz Marina Bautista Rodríguez y Gloria Esperanza Zambrano Plata

Se encontró que la satisfacción del tratamiento, según las respues-


tas obtenidas (tabla 2), en el 37,9 % de los pacientes fue muy satisfecho con
la apariencia de su cuerpo, y el 43,2 % fue muy satisfecho con su vida so-
cial y amistades; mientras que entre el 4,1 % y el 5,2 % estuvo insatisfecho
con la flexibilidad de su dieta y con el tiempo libre.

T abla 2. Distribución según la dimensión satisfacción con el tratamiento

Más o Más o
Muy Muy
menos Ningu- menos
Aspecto/valoración satisfe- insatis- Total
satisfe- no insatis-
cho fecho
cho fecho

Tiempo manejo enfermedad 79 130 43 33 2 287

Tiempo chequeos 60 170 18 36 3 287

Tratamiento actual 79 148 16 37 7 287

Tiempo determinar azúcar 38 177 20 49 3 287

Flexibilidad dieta 36 104 37 95 15 287

Carga enfermedad familia 22 102 117 40 6 287

Conocimiento enfermedad 44 193 16 27 7 287

Horas de sueño 70 132 14 66 5 287

Vida social y amistades 124 116 17 24 6 287

Vida sexual 58 86 122 17 4 287

Trabajo y actividades casa 72 120 58 38 7 295

Apariencia de su cuerpo 109 137 10 27 4 287

Tiempo ejercicio 66 134 26 53 8 287

Tiempo libre 88 107 32 48 12 287

Vida general 63 177 17 22 8 287

F u en t e : DQOL.

En el impacto del tratamiento se encontró que el 76,6 % de los pa-


cientes no ocultó a su familia o amigos si el tratamiento farmacológico
produce efectos; el 74,5 % expresó que la presencia de la enfermedad no
le impidió conducir o manejar otros equipos, y el 68,9 % no presentó dolor
140 asociado con la presencia de diabetes, como se puede observar en la tabla 3.
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

T abla 3. Distribución según la dimensión impacto con el tratamiento


Algu- Con
Muy fre- Todo el
Aspecto/valoración Nunca nas cuen- tiempo Total
poco
veces cia
Dolor asociado al tratamiento 198 63 21 4 1 287
Pena por la enfermedad 132 100 50 5 0 287
Baja de azúcar 56 99 108 22 2 287
Enfermedad física 4 77 145 48 13 287
Interferencia enfermedad familia 45 130 102 10 0 287
Dormir mal 39 148 80 20 0 287
Limitación social y amistades 109 124 42 10 2 287
Sentirse bien con él mismo 12 32 50 146 47 287
Restricción por dieta 74 90 79 28 16 287
Interferencia vida sexual 166 93 22 6 0 287
Interferencia manejar 214 44 24 4 1 287
Interferencia ejercicio 155 93 29 9 1 287
Inasistencia trabajo, escuela 149 99 34 4 1 287
Explicar significado diabetes 57 108 95 24 3 287
Interrupción tiempo libre 69 151 58 9 0 287
Hablar enfermedad 42 127 98 20 0 287
Molestia por enfermedad 169 74 29 14 1 287
Frecuencia al baño 42 112 111 16 6 287
Comer alimentos prohibidos 131 101 41 13 1 287
Ocultar reacciones insulina 220 30 32 5 0 287
F u en t e : DQOL

0
12
Preocupación por vacaciones 64
122
89
0
9
Preocupación por ausencia a trabajar 58
61
159
0
0
Preocupación por terminar estudios 15
16
256
0
0
Preocupación por negación seguro 58
84
145
0
11
Preocupación por un trabajo 38
66
172
0
1
Preocupación por tener hijos 29
10
247
0
0
Preocupación por casamiento 21
4

Todo el tiempo Con frecuencia Algunas veces Muy poco Nunca

F igu r a 1. Distribución según la dimensión preocupación por aspectos sociales


y vocacionales
F u en t e : DQOL 141
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Luz Marina Bautista Rodríguez y Gloria Esperanza Zambrano Plata

160

140

120

100

80

60

40

20

0
Nunca Muy poco Algunas veces Con frecuencia Todo el tiempo

Preocupación Preocupación Preocupación Preocupación


por desmayo por el cuerpo por complicaciones por no salir con alguien

F igura 2. Distribución según la dimensión preocupación


acerca de los efectos futuros de la enfermedad
F u en t e : DQOL

La preocupación por aspectos sociales y vocacionales hace referen-


cia a los efectos sociales, laborales y económicos que la presencia de la
enfermedad puede hacer en la persona; en la figura 1 se diferencian los
diferentes aspectos relacionados con esta subvariable y se encontró que
lo que nunca preocupó a los pacientes diabéticos está relacionado con la
pareja (91,2 %) y los hijos (86 %). Algunas veces se preocupó por si podrían
realizar un viaje o ir de vacaciones (22,2 %), si la presencia de la enferme-
dad puede generar incapacidad y tendrían que faltar al trabajo (20,2 %) y
la negación de la atención en salud (20,2 %).
Con relación a los efectos futuros que pueda generar la enfermedad,
en la figura 2 se observa que al 51,5 % no le preocupó que otras personas
no se relacionen con él por la presencia de la enfermedad y al 45,6 % algu-
nas veces se preocupó por que se pueda desmayar.
Los pacientes diabéticos, respecto a la percepción subjetiva del es-
tado de salud, consideraron que en el 3,5 % de los casos es excelente y en
el 46,7 % es bueno; mientras que el 45,6 % fue regular y el 4,2 % fue pobre.
Los resultados de la investigación muestran que el 62,3 % de los
pacientes manifiestan tener una calidad de vida media, el 37,6 % expresa
poseer una calidad de vida alta y ningún paciente tiene calidad de vida
baja. Los pacientes con calidad de vida media presentaron persistencia de
síntomas propios de la diabetes, como la poliuria, la presencia de compli-
caciones cardiovasculares específicamente, las dificultades para adoptar
una dieta balanceada y la valoración subjetiva del estado de salud por
sentirse enfermo.
142
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

Discusión
Los resultados obtenidos en las características sociodemográficas de los
pacientes diabéticos tipo 2 del estudio muestran predominio del sexo feme-
nino y el rango de edad de 50 a 54 años. Estos hallazgos son semejantes
a otros estudios realizados con este tipo de pacientes, de acuerdo con Ro-
bles y cols. (23), Antuña y Hirsch (24), De los Ríos y cols. (13) y González y
Rivas (25). Lo anterior permite ver cómo esta patología inicia en personas
relativamente jóvenes en etapa productiva, situación que evidencia de qué
manera los factores de riesgo propios de los estilos de vida están llevando
a manifestaciones de esta enfermedad en adultos jóvenes y, sobre todo,
en mujeres, quienes epidemiológicamente se ven más afectadas por esta
situación de salud. Gualdrón (26) encontró que el predominio del género
femenino hace a estas personas más propensas a comprometerse en accio-
nes de promoción de la salud.
Se logró determinar que no existen diferencias significativas en la
calidad de vida con respecto al género. Las puntuaciones promedio obte-
nidas para cada de una de las subescalas satisfacción con el tratamiento
(hombres: 33,53; mujeres: 33,89), impacto con el tratamiento (hombres:
41,06; mujeres: 41,14), preocupación por aspectos sociales y vocacionales
(hombres: 10,43; mujeres: 10,73) y preocupación por los efectos futuros
de la enfermedad (hombres: 130; mujeres: 157), así como la media general
con un valor de p de 0,45 de la calidad de vida (hombres: 94,53 y mujeres:
95,94) son similares para ambos sexos.
El contar con el apoyo de una pareja es un factor común presente
en otras investigaciones realizadas en diabéticos tipo 2, como los estudios
de Robles y cols. (23), De los Ríos y cols. (13) y Salazar y cols. (27). Por otra
parte, al relacionar los resultados obtenidos en el estudio en cada una de
las subescalas con el estado civil, se encontró que la dimensión de calidad
de vida “satisfacción con el tratamiento” presentó diferencias significativas.
Los pacientes sin pareja obtuvieron una mayor puntuación promedio que
aquellos pacientes con pareja, lo cual significa un mayor deterioro en la
calidad de vida con respecto a esta subescala, en personas solteras, divor-
ciadas o separadas. En general, existen diferencias significativas en la ca-
lidad de vida de los pacientes con respecto al estado civil, pues se observó
mayor puntuación promedio en pacientes sin pareja, que en aquellos con
una relación estable. Meissner, citado Valadez y cols., señaló que:

[…] la enfermedad en el ser humano tiene dos componentes, uno pa-


tológico y uno ecológico, en este último, la familia y los amigos cons-
tituyen el contexto social más significativo y duradero. Un individuo
con diabetes se encuentra todos los días ante sus propias necesida-
des, dirigiéndose casi siempre a su familia o personas cercanas en
busca de ayuda y consejo para solucionar sus problemas de salud;
la respuesta que obtenga, influirá positiva o negativamente sobre su
conducta terapéutica y, por lo tanto, en el control de la diabetes. (9)

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Otra variable relevante es la escolaridad, pues tener un bajo ni-


vel afecta la poca información que estos pacientes manejan acerca de su
enfermedad, prevención de complicaciones y medidas terapéuticas (28).
El nivel de escolaridad en pacientes con enfermedades crónicas como la
diabetes influye para obtener información y asumir un rol positivo en el
autocuidado que debe iniciar y mantener desde el momento en que conoce
el diagnóstico. Como lo plantean Quirantez y cols. (2), el descontrol de la
enfermedad es consecuencia directa de una deficiente o ausente educación
del paciente con diabetes y de sus familiares; de ahí se deriva una baja
percepción de riesgo y la no observancia de medidas elementales para la
prevención de complicaciones.
Con relación a la calidad de vida, la subescala más afectada es la
del impacto en el tratamiento, con un promedio de 41,1, y la menos afec-
tada es la preocupación por los efectos futuros de la enfermedad. Estos
resultados difieren de los estudios realizados por Cárdenas y cols. (29), los
cuales encontraron que la subescala más afectada fue satisfacción con el
tratamiento, y la menos afectada fue impacto de la diabetes. De los Ríos y
cols. (13) encontraron que el área más afectada es la psicosocial, donde el
60 % de los sujetos no mostró deterioro, y en 15 % fue severo (p < 0,003).
González y Rivas (25) encontraron que la subescala más afectada es la
relacionada con el control de la diabetes y ansiedad-preocupación. Gervas
(30) halló que el aspecto que ha obtenido la valoración más desfavorable es
la satisfacción con el tratamiento.
La calidad de vida global en esta investigación es considerada la
sensación de bienestar que expresa el paciente diabético con relación a la
salud, tratamiento ordenado, complicaciones y efectos de la enfermedad.
La calidad de vida relacionada con la salud, como lo cita Schwartzmann
(31), es asumida como un proceso dinámico y cambiante que incluye inte-
racciones continuas entre el paciente y su medio ambiente. De acuerdo con
este concepto, la calidad de vida en una persona enferma es la resultante
de la interacción del tipo de enfermedad y su evolución, la personalidad del
paciente, el grado de cambio que inevitablemente se produce en su vida,
el apoyo social recibido y percibido y la etapa de la vida en que se produce
la enfermedad. Los parámetros que determinan la calidad de vida en el
diabético tipo 2 se relacionan con:

[…] la sensación de ser un enfermo crónico, variaciones en el estilo de


vida derivados del esquema terapéutico, cortejo sintomático derivado
del mal control metabólico, complicaciones crónicas microangiopáti-
cas y vasculares, discapacidad física secundaria a amputaciones o
secuelas de complicaciones clásicas, deterioro cognitivo, trastornos
afectivos y cambios en el entorno social. (32)

La presencia de una enfermedad crónica, considerada por la Orga-


nización Mundial de la Salud “como un trastorno orgánico funcional que
obliga a una modificación de los estilos de vida de una persona y que tiende
144 a persistir a lo largo de su vida” (33), se constituye en un factor influyente
La calidad de vida percibida en pacientes diabéticos tipo 2

en la manera como el paciente percibe la calidad de vida. Esta última,


en personas con enfermedades crónicas, se ve afectada debido a que las
condiciones de salud constituyen problemas que persisten en el tiempo. El
ser diagnosticado con una afección de este tipo acarrea un sinnúmero de
implicaciones en los aspectos psicológico, físico, espiritual y social. En el
caso de los pacientes diabéticos tipo 2, se puede afectar profundamente la
calidad de vida, en términos de bienestar físico, psicológico y social.
La inadecuada calidad de vida del paciente diabético se puede mejo-
rar mediante la educación del equipo de salud y, específicamente, del perso-
nal de enfermería. Medina (17), en el libro Ciencia y disciplina de enfermería,
considera que “la educación sanitaria es una de las principales funciones
del personal de enfermería, proceso en el que se deberá tener en cuenta
la percepción de cada paciente antes de dar información cognitiva, permi-
tiéndole trabajar en el mismo cuadro conceptual que el paciente”. De igual
modo, Watson (18), en la Filosofía y teoría del cuidado, plantea que uno de
los diez factores cuidativos que la enfermera(o) debe fortalecer o desarrollar
“hace referencia a promocionar la enseñanza y el aprendizaje interpersonal.
Mediante este factor el personal de enfermería puede brindar un cuidado
más humano, a su vez que informa al paciente y deriva a este la responsa-
bilidad de su salud y bienestar”. Según Medina (17) y Watson (18), es impor-
tante resaltar que mediante acciones de información y educación el personal
de enfermería podrá acercarse al paciente y orientarlo en la situación de
salud actual que vive, así como en la búsqueda de acciones que favorezcan
el autocuidado y la autogestión para obtener mejores condiciones de vida.

Conclusiones
El bajo nivel de escolaridad afecta la poca información que estos pacientes
manejan acerca de su enfermedad, prevención de complicaciones y medi-
das terapéuticas. La escolaridad en personas con enfermedades crónicas
como la diabetes influye para que obtengan información y asuman un rol
positivo en el autocuidado que deben iniciar y mantener desde el momento
en que conoce el diagnóstico.
La calidad de vida percibida por hombres y mujeres, aunque tiene
diferencias mínimas, es muy semejante para los dos sexos. Esto indica la
posibilidad de fortalecer las acciones de educación en todos los pacientes,
a fin de lograr un compromiso favorable hacia el autocuidado, fomentado
por la promoción de estilos saludables y la prevención de factores determi-
nantes para la presencia de complicaciones.
La calidad de vida percibida se ve afectada en la subescala de im-
pacto al tratamiento, por la persistencia de síntomas propios de la dia-
betes, como poliuria, complicaciones cardiovasculares, dificultades para
adoptar una dieta balanceada y valoración subjetiva del estado de salud
por sentirse enfermo.
La calidad de vida en un paciente crónico es la resultante de la inte-
racción de varios factores, entre ellos la adherencia al tratamiento, el apoyo
social recibido y percibido y la percepción personal que tenga el paciente
según el contexto cultural. 145
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Financiación
Los recursos requeridos para el desarrollo de la investigación se obtienen
de recursos propios.

Conflicto de interés
Para el desarrollo de la investigación se ha cumplido con normas éticas
que responda el derecho a la intimidad y confidencialidad, entre otros. No
existe conflicto de intereses.

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