KANT

CONOCIMIENTO
La idea de Kant sobre el conocimiento las desarrolla fundamental en su obra Crítica en la razón
pura. El termino critica en Kant signi ca examen; por tanto pone la razón a examen: examinara
los límites de la razón humana, tanto desde el punto de vista teórico como el practico. Esto se
hace patente en las cuatro preguntas fundamentales (todas las cuestiones de la losofía se
pueden reducir a ellas): La primera pregunta es que puedo saber, y se pregunto por los limites del
conocimiento humano. La segunda pregunta que debo hacer, y se pregunta por las leyes morales
que deben seguirse (éticas). La tercera pregunta que me cabe esperar, y se pregunta si existe
algún tipo de esperanza tras la vida presente, una vez cumplida la ley moral (Dios). Estas tres
preguntas se resumen en que es el hombre, la cuarta pregunta fundamental. El método que utiliza
es el de método crítico o trascendental que consiste en examinar la estructura y el
funcionamiento de la razón.
El punto de partida es que existe la ciencia y existe la moral. La ciencia son conocimientos
verdaderos de ella se ocupa la razón teórica; sus características son: que pertenece al ámbito de
la naturaleza, se ocupa del ser y formula juicios y leyes. La moral se re ere a las obligaciones
morales, y de ella se ocupa la razón practica, sus características son: que permiten en al ámbito
de la libertad, se ocupa del debe ser y formula imperativos. Pero es importante entender que no
hay 2 razones si no 1 sola con dos funciones.
La pregunta fundamental seria que principios hacen posibles la ciencia y la moral.

El primer objeto de estudio de Kant es la ciencia. Las dos trinas losó cas que la explican son el
racionalismo y el empirismo. El racionalismo nos dice que la razón puede conocerlo todo y a
demás puede llegar a verdades universales y necesarias. Pero el fallo del racionalismo es que al
nal debe recurrir a instancias no racionales (Dios) para garantizar la validez del conocimiento. El
empirismo por otra parte nos dice que la experiencia es la única fuente de conocimiento, pero
falla porque quita del conocimiento su certeza: solo se llegan a conocimientos probables. Kant
tomara como modelo el método cientí co de Newton y elaborara su tesis. Para Kant el
conocimiento es el resultado de la colaboración entre razón y experiencia. Nuestro conocimiento
comIenza con la experiencia pero no todo procede de ella. Es decir se necesitan experiencias
para elaborar juicios vanadios, per es la razón la que pone las estructuras para que esos juicios
sean universales y necesarias. Esto supone la síntesis del empirismo y racionalismo. Kant llamo a
esto giro copernicano, por el cambio radical que supone su forma de entender el conocimiento:
ahora la razón no se adapta a las cosas para conocerlas sino que estas se adaptan a nuestras
estructuras mentales para poder ser conocidas.

El problema que Kant quiere resolver es porque las ciencias progresan y la metafísica no. En la
metafísica se siguen debatiendo las mismas cuestiones desde la antigüedad (la existencia De
Dios, el alma…) y no se avanza. Se plantea entonces si la metafísica es una ciencia. Esto supone
analizar en qué condiciones la razón conoce cientí camente y comprobar si la metafísica cumple
estas condiciones. Este análisis lo hace en su critica de la razón. La pregunta fundamental que se
plantea es que elementos constituye la ciencia. Responderá que son los juicios.estos pueden ser
analíticos y sintéticos. Los juicios analíticos son universales, necesarios, no son extensivos (no
amplían el conocimiento) y son a priori (son anteriores a la experiencia). Es un juicio analítico el
todo es mayor que las partes o el triangulo tiene tres lados. Los juicios sintéticos en cambio son
particulares, contingentes, extensivos (amplían el conocimiento) y son a posteriori (posteriores a
la experiencia). Son juicios sintéticos la pared es blanca. Los juicios de la ciencia son los
sintéticos, pero a priori: son universales, necesarios y extensivos (aportan conocimiento) por
ejemplo, la línea recta es la distancia mas corta entre dos puntos o la fuerza es igual a la masa
por aceleración. Kant se preguntara como son posibles estos juicios sintéticos a priori en las
ciencias matemáticas, en las ciencias físicas y en la metafísica. Lo analizará en las tres partes de
esa critica de la razón pura: las tétricas trascendental, analítica transcendental y la dialéctica
transcendental. En Kant trascendental se re ere a nuestro modo de conocer los objetos.

El primer capítulo de su CRP (Critica de la razón pura) es la estética transcendental, llamado así
porque es la parte de la losofía que se culpa de la sensibilidad (estética en griego signi ca
“susceptible” de ser percibido por los sentido). La sensibilidad por tonta se limita a recoger los
datos caóticos procedentes del mundo exterior. Para que se de el conocimiento sensible es
preciso el objeto, que proporciona las impresiones sensibles que capta mi sensibilidad, y el sujeto
que uni ca, ordena y estructura esas impresiones a través de realidades que no existen fuera del
sujeto. Esta uni cación se hace por medio del espacio y el tiempo. Ambos son formas en que
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percibo las impresiones sensibles, son a priori (están en mi sensibilidad, no vienen con las
impresiones), son intuiciones (no son conceptos elaborados por mi) y son puras (están vacías de
contenido empírico hasta que se llenan con ls impresiones que vienen del exterior), por ejemplo,
si alguien me dice he visto un perro y yo le pregunto donde y cuando y el me dice en ningún sitio
nunca, ¿pienso que realmente a visto algo?
Kant distingue entre fenómeno y noúmeno. El termino fenómeno Kant lo utiliza en su envido
etimológico: (lo que se muestra), lo que parece ante mi un a vez uni cado por medio del espacio
y del tiempo las impresiones que percibo del exterior. Para el los fenómenos son el único
conocimiento posible. No noúmeno es lo que la cosa es en si, lo que puede ser pensado
únicamente. Para Kant el noúmeno es incognoscible. La conclusión de este apartado (estética
transcendental) es que las matemáticas (álgebra y geometría) si son ciencias, pues la experiencia
aporta impresiones a las que mi sensibilidad puede aplicar el especio y el tiempo para emitir
juicios sintéticos a priori.

El segundo capítulo de Kant habla de la analítica tras decéntalo, se llama así porque es la parte
de la losofía que estudia el entendimiento. Para que se de el conocimiento intelectual es preciso
que haya un objetivo que proporciona las impresiones sensibles, y un sujeto, que uni ca estas
impresiones que ya ha sido ordenadas en el espacio y en el tiempo (fenómenos, a través de
realidades que no existen fuera de mí entendimiento). Esta uni cación se hace por las categorías,
que son conceptos puros. Las categorías se deducen de los juicios, y como hay doce tipos de
juicios, según Kant, hay también doce tipos de categorías (destacarán la de substancia y
causalidad); implican un pensar objetivo y no se pueden aplicar fueras de los fenómenos (en
palabras de Kant: “las categóricas, sin fenómenos estas vacías; y los fenómenos sin categóricas,
están ciegos”.
La conclusión de este apartado es que las ciencias físicas si son ciencia, pues la experiencia
aporta impresiones a las que mi entendimiento puede aplicar las categorías para emitir juicios
sintéticos a priori.

ÉTICA

La actividad racional del ser humano no se limita al conocimiento de los objetos. El hom- bre
necesita también conocer cómo ha de obrar, es decir, la razón posee, además, una función moral,
en correspondencia a la segunda pregunta ¿qué debo hacer? (Conocimiento_1).
Su pensamiento sobre el problema de la ética lo lleva a cabo en su obra Fundamentación de la
metafísica de las costumbres.
Hasta Kant, las distintas éticas había sido materiales; frente a todas ellas, la de Kant es formal.
Las éticas materiales son las que valoran las acciones en función de la consecución de un n. La
ética aristotélica se basaba en algo externo como la felicidad: si haciendo X aumen- tas tu
felicidad, entonces X está bien; o Epicuro, que creía que la ética se basaba en el placer; o los
utilitaristas, que a rman que debemos actuar de tal forma que logremos maximizar la felicidad del
mayor número posible de seres.
Kant rechaza las ética materialistas porque, a su juicio, presentan estas de ciencias:
1. Son empíricas: sus contenidos están sacados de la experiencia. ¿Cómo sabemos que el
placer es un bien máximo para el hombre? Indudablemente porque la experiencia nos
demuestra que desde niños los hombres buscan el placer y huyen del dolor. Se trata, por
tanto, de una generalización a partir de la experiencia. Y Kant pretende formular una ética
cuyos imperativos sean universales. Un juicio universal ha de ser a priori, es decir,
independiente de la experiencia.

2. Tienen mandatos hipotéticos: son un medio para obtener el bien supremo jado. Pero no
obligan a quien no desee obtener ese bien supremo jado, lo que la invalida como ética.
Por ejemplo, ante el precepto “No bebas en exceso si quieres alcanzar una vida moderada
y largamente placentera”, ¿qué ocurriría si alguien no quiere alcanzar esa vida de placer
moderado y continuado? Ese precepto carecería de sentido para esa persona.

3. Son heterónomas: se actúa movido por el deseo. Heterónomo signi ca lo contrario de

autónomo. Si la autonomía consiste en que el sujeto se dé la ley a sí mismo, la
heterenomía consiste en recibir la ley desde fuera de la propia razón. Así el hombre es
determinado en su conducta por la inclinación al placer, y por eso está dominado por
este. Si no lo guía la razón, el ser humano no es libre, sino que está sometido a algo que
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lo domina.

Puesto que una ética estrictamente universal no ha de ser empírica (sino a priori), ni hipo- tética
en sus principios (sino que estos han de ser categóricos, absolutos) ni heterónima (sino
autónoma, es decir, el sujeto ha de darse a sí mismo la ley), una ética estrictamente universal y
racional no puede ser material, sino formal: no dice qué debes hacer, sino cómo debes querer
hacer, la forma en que debes actuar siempre.
Las características de la ética formal es que es a priori (universal y necesaria para todos porque
procede de la razón, no de la experiencia), sus mandatos son categóricos (mandan de forma
absoluta) y es autónoma (es la razón quien determina a obrar).
La exigencia de obrar moralmente se expresa en un imperativo que no es hipotético (como en
los mandatos de las éticas materiales), sino categórico. Se enuncia de este modo:

• Primera formulación: obra de tal modo que puedas querer que máxima se vuelva ley
universal, que quieras que el resto de los seres humanos actúen como tú lo has hecho.

• Segunda formulación: obra de tal modo que puedas querer que tu máxima se vuelva ley de la
naturaleza; es decir, que la acción de tu voluntad tenga el carácter universal y objetivo de una
ley de la naturaleza: por ejemplo, la ley de gravitación universal.

• Tercera formulación: obra de tal modo que siempre uses la humanidad como un n y no como
un medio (el ser humano tiene dignidad, no precio). El otro (ser humano) no ha de ser utilizado
como un medio para conseguir un propósito.

El concepto central de esta ética de Kant es el deber, es decir la obligatoriedad de la ac- ción por
respeto a la ley (imperativo categórico), no por la utilidad o la satisfacción que puede
proporcionarnos, sino por respeto a la ley misma.
Kant distingue tres tipos de acciones según el deber: contrarias al deber, conformes al deber y
por deber.
Como es lógico, las acciones contrarias al deber son moralmente malas.
Las acciones conformes al deber son moralmente neutras. Pero, si una persona actúa por
deber, según Kant, actúa moralmente. Supongamos un ejemplo de Kant mismo, el caso de un
comerciante que no cobra precios abusivos a sus clien- tes. Su acción está bien. Ahora bien, tal
vez lo haga para asegurarse así la clientela, en cuyo caso la acción es conforme al deber, pero no
por deber: la acción (no cobrar precios abusi- vos) se convierte en un medio para conseguir un
propósito (asegurarse la clientela). Si, por el contrario, actúa por deber, por considerar que ese es
su deber, la acción no es un medio para conseguir un n, sino que es un n en sí misma.
Los actos realizados por deber se corresponden con la voluntad buena ( o buena volun- tad).
El problema es que actuar por deber no conduce a la felicidad: En la ética kantiana, al con- trario
que en las anteriores, no coinciden la virtud y la felicidad. No tiene necesariamente por qué ser
feliz la persona virtuosa. Es más, si lo conveniente es tomar las decisiones siguiendo la ley moral
y en contra de nuestras inclinaciones, la persona que haga lo correcto muchas veces lo hará a
disgusto.
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DIOS
La idea de Dios en Kant está relacionada con la tercera pregunta del conocimiento: ¿qué debo
esperar?, si existe algún tipo de esperanza tras la vida presente, una vez cumplida la ley moral.
Kant nunca negó la existencia de Dios o la inmortalidad del alma. En la Crítica de la razón pura se
limitó a establecer que el alma y Dios no son asequibles al conocimiento cientí co, objetivo, ya
que este solo tiene lugar en la aplicación de las categorías a los fenómenos, y el alma y Dios no
son fenómenos que se den en la experiencia.
Los argumentos clásicos no pueden probar la existencia de Dios. El argumento ontológico (Dios
como ser sumamente perfecto; es necesario que exista porque a tal ser no le puede faltar la
perfección de la existencia) falla porque la existencia no está implicada en la esencia. El
argumento cosmológico (Dios necesario como causa de todo lo existente) también falla porque
aplica la categoría de causalidad a un no fenómeno, y esto es un uso ilegítimo. Lo mismo ocurre
con el argumento teleológico (basado en la evidencia del orden del mundo), ya que no prueba
de Dios creara el mundo, sino solo que hay algo que lo gobierna sabiamente.
Kant aspira a una fe racional, es decir, una esperanza basada en argumentos racionales y, por
tanto, quiere eliminar de la religión los aspectos que no son racionales (los dogmas de fe). En su
obra La religión dentro de los límites de la mera razón, es donde trata todo este asunto de Dios y
de la religión. Kant cree en Dios y cree que es necesaria su existencia para premiar lo que en esta
vida no se ha premiado y para castigar lo que no se ha castigado tampoco en esta vida. Esta
obra se divide en tres partes.
En la primera parte nos dice que en el hombre conviven un principio bueno y otro malo, que
conduce a subordinar el deber al egoísmo. En la segunda parte nos dice que ambos principios
luchan por el dominio del hombre. En la tercera parte nos dice que el principio bueno triunfa y
“se funda el reino de Dios sobre la Tierra”, dando a entender que la parte buena de los seres
humanos terminará imponiéndose
sobre la parte mala.

POLITICA
En Sobre la paz perpetua, escrito en 1795, hacia el nal de su vida, Kant se atreve a hablarles
directamente a los estados de su tiempo para exigirles que avancen inexorablemente hacia un
gobierno mundial que instaure la paz perpetua entre las naciones.
La tesis que plantea Kant es que el hombre, movido por una “insociable sociabilidad”, en- tra en
sociedad y opone una resistencia egoísta a los demás: el estado de paz no es un estado natural
entre los hombres.
El objetivo de Kant en su política es que ese antagonismo que existe en el ser humano
desaparezca. Y esto se consigue con un ordenamiento social adecuado y a través de las leyes.
Ese estado de paz tiene que ser instaurado: es producto de la voluntad humana, es un logro
político. Y hacer esto es un deber categórico de la razón.
¿Cuál es el problema? El caso es que lo que nos encontramos es una multitud de estados
independientes entre sí en la misma situación de guerra entre ellos que en la que estaban los
individuos en el estado de naturaleza. La misma exigencia de la razón que obliga a los indi-
viduos a constituirse en un estado para superar la situación de guerra obliga también a los
estados, dice Kant, a crear una federación de naciones que se respeten mutuamente, alejando el
peligro de la guerra, hasta alcanzar una paz perpetua.
Relacionado con la política están las esperanzas del ser humano, que también están vin-
culadas al ámbito de la religión. Estas esperanzas son, en primer lugar, culminar la Ilustración:
que todos los seres humanos usen su razón sin la guía de otros. En segundo lugar, garantizar la
categoría de ciudadanos libres a los que hagan buen uso de la razón y respeten las leyes. Y, en
tercer lugar, constituir una república, única forma de gobierno que promueve la dignidad de las
personas y garantiza la racionalidad de las leyes.
El término república, en Kant, no está opuesto a monarquía, sino a despotismo. Para él una
monarquía bien puede ser republicana si el rey no gobierna como propietario de sus súbditos,
sino como el máximo representante de su voluntad; entonces estaría gobernando según el
espíritu republicano.
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