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Carmona Flaquer

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Curso académico

2016/17

La lucha internacional contra el


trabajo infantil

Universidad de Gerona-
Facultad de Derecho

Trabajo de Fin de Grado (1ª


convocatoria)

Alumno/a: Raquel Carmona Flaquer

Tutor/a: Ignasi Camós Victoria


“El trabajo infantil trae graves consecuencias que permanecen con el individuo y con la sociedad
hasta mucho después de los años de infancia. Los niños y las niñas que trabajan no sólo deben
enfrentar condiciones laborales peligrosas; también deben hacer frente a estrés intelectual y
emocional a largo plazo. Deben hacer frente a una edad adulta de desempleo y analfabetismo.”

Kofi Annan, ex Secretario General de las Naciones Unidas


La lucha internacional contra el trabajo infantil

ÍNDICE

ÍNDICE DE ABREVIATURAS ............................................................................................................. 5

INTRODUCCIÓN................................................................................................................................... 7

Capítulo I. LA LUCHA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL: PRINCIPALES HECHOS

HISTÓRICOS Y JURÍDICOS ................................................................................................................ 9

1.1. ¿Qué es el trabajo infantil? ........................................................................................................... 9

1.2. Los hechos históricos y jurídicos en el trabajo infantil: Especial papel que juega la OIT ........... 9

1.3. Los tres pilares jurídicos más importantes en la lucha contra el trabajo infantil ........................ 14

1.3.1. La Convención sobre los Derechos del niño y sus protocolos facultativos ........................ 14

1.3.2. El Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo y su

Recomendación núm. 146 análoga................................................................................................ 17

1.3.3. El Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil y su

Recomendación núm. 190 análoga................................................................................................ 19

Capítulo II. LA SITUACIÓN ACTUAL DEL TRABAJO INFANTIL: UNA VISIÓN GENERAL ... 21

2.1. Panorama actual del trabajo infantil. Cifras y características ..................................................... 21

2.2. Especial atención al trabajo infantil peligroso, al trabajo forzoso y al trabajo doméstico ......... 25

2.2.1. Participación en el trabajo infantil peligroso: La gran magnitud de la agricultura y la

minería .......................................................................................................................................... 25

2.2.2. Participación en el trabajo forzoso: El caso de Myanmar y el caso Firestone .................. 27

2.2.3. Participación en el trabajo doméstico: Los niños Restavek................................................ 30

Capítulo III. LAS CAUSAS DEL TRABAJO INFANTIL ¿CÓMO DIRIGIR LA LUCHA CONTRA

EL TRABAJO INFANTIL? .................................................................................................................. 33

3.1. La pobreza y la desigualdad económica como principal causa del trabajo infantil.................... 33

3.2. Una educación deficiente. Por una escolaridad universal y obligatoria ..................................... 36

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

3.3. La importancia de los factores culturales ................................................................................... 37

3.4. Políticas de Estado defectuosas. La transcendencia del compromiso gubernamental ................ 39

3.4.1. Legislación nacional y observancia. La aplicación de los Convenios de la OIT ................ 39

3.4.2. Piso de protección social .................................................................................................... 40

3.5. La importancia de la cooperación internacional y las conferencias globales sobre el trabajo

infantil ............................................................................................................................................... 45

CONCLUSIONES ................................................................................................................................ 48

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .................................................................................................. 50

PRINCIPALES TEXTOS JURÍDICOS CITADOS .............................................................................. 54

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

ÍNDICE DE ABREVIATURAS

Art. Artículo

ATCA Ley de reclamaciones de agravantes de extranjeros

C138 Convenio 138 de la OIT sobre edad mínima de admisión al empleo

C182 Convenio 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil

CADH Convención Americana sobre Derechos Humanos

CDN Convención sobre los Derechos del Niño

CEACR Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones

CEDAW Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la

Mujer

CGIAR Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional

CIDH Comisión Interamericana de Derechos Humanos

CIT Conferencia Internacional del Trabajo

EPT Educación Para Todos

ESC Explotación Sexual Comercial

FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

FIDA Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola

IPEC Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil

ISCU Save the Children Union

NNA Niños, Niñas y Adolescentes

ODS Objetivos de Desarrollo Sostenible

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

OIT Organización Internacional del Trabajo

OMS Organización Mundial de la Salud

ONG Organización No Gubernamental

PIETI-UCW Programa interagencial Entendiendo el Trabajo Infantil – Understanding Children

Work

SIMPOC Programa de información estadística y de seguimiento en materia de trabajo

infantil

UITA Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles,

Restaurantes, Tabaco y Afines

UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

INTRODUCCIÓN

Siempre he tenido conocimiento de la existencia del trabajo infantil, pues uno mirando las noticias puede
ver múltiples casos en los que empresas internacionales que producen a bajo coste en países semi
desarrollos, tienen o han tenido episodios de trabajo infantil. Pongamos un ejemplo, casos controvertidos
en los que niños sobreexplotados piden ayuda a través de etiquetas de la ropa que ellos mismos producen
y son después comercializadas en los países desarrollados. Sin embargo, el trabajo en la industria no es
el único que existe en el ámbito del trabajo infantil, de acuerdo con los tiempos que corren, pensemos
en todos aquellos niños que viven en países en guerra, ¿cómo se las deben arreglar estos niños, habiendo
perdido sus padres y/o familias? Muchos de ellos son convertidos en niños soldado, otros se pasan a la
venta callejera. Sin embargo, esto solo es uno de miles ejemplos del enorme problema social que nos
concierne. Ante esto, los países desarrollados buscan desesperadamente soluciones, mientras tanto,
millones de niños siguen en la misma situación.

A pesar de ser consciente de ello, no ha sido hasta hace poco que se me abrieron los ojos de la gravedad
del asunto y se me ocurrió indagar en la materia. Así pues, la principal motivación que me llevó a hablar
sobre el trabajo infantil fue la preocupación que me concierne dicho problema social y su erradicación
inmediata, pues a pesar de los largos años de lucha contra el trabajo infantil, este sigue siendo un
importante problema en la mayoría de países en vía de desarrollo, estimándose que en el 2012, alrededor
de 168 millones de niños se encontraban en situación de trabajo infantil, cifra que representa
aproximadamente el 11% del conjunto de la población infantil mundial, lo cual supone un dato
preocupante. Aunque en muchos países la ley prohíba el trabajo a menores de 14 años, el ejercicio por
parte de los jóvenes es muy complicado de erradicar, puesto que, los países pobres se caracterizan por
ser faltos de inversión en capital humano, lo cual favorece al decrecimiento económico y empeora las
posibilidades de erradicar la pobreza, siendo esta una de las causas principales del trabajo infantil.

Personalmente, considerándome una persona internacionalista (con esto quiero decir que tengo vocación
por lo que ocurre en todo el mundo), siempre me ha apasionado el Derecho Internacional, por lo cual,
básicamente este fue mi interés personal para trabajar en este ámbito concreto del Derecho. Por un lado,
hay que hablar primordialmente sobre el Derecho internacional, así pues, mencionamos gran cantidad
de normativa internacional, destacando la Convención de los Derechos del Niño, el Convenio núm. 138
de la OIT sobre edad mínima de admisión al empleo y Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas
de trabajo infantil, al ser estos los más importantes en cuanto a efectos jurídicos y los más ampliamente
aceptados por la comunidad internacional. Asimismo, destaca el papel que juega la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) en cuanto a la lucha internacional contra el trabajo infantil. Por otro
lado, la legislación nacional también es aplicable aquí, puesto que los Estados son responsables para
fijar la edad mínima de admisión al empleo, dichos países pueden ratificar una serie de convenios
internacionales u otros instrumentos jurídicos y, en cuyo caso, deberán acatar el marco de edades que se

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

fijan en estos. En definitiva, este trabajo adoptará una perspectiva internacional, al tratarse de un
problema mundial, siendo este predominante en los países en vías de desarrollo, sobresaliendo las
regiones de Asia y África.

Durante la elaboración de este trabajo se han presentado una serie de cuestiones, las cuales se intentarán
responder a medida que el trabajo avanza, así como: ¿Qué es el trabajo infantil?, ¿cuándo el trabajo
realizado por los niños puede ser considerado trabajo infantil?, ¿cuáles son las causas del trabajo
infantil?, ¿por qué el trabajo infantil sigue existiendo?, ¿cuáles son las normativas internacionales más
relevantes en cuanto a la lucha contra el trabajo infantil?, ¿en qué tipo de países el trabajo infantil
predomina?, ¿porque los países desarrollados no ponen fin al trabajo infantil?, ¿qué soluciones se han
previsto ante dicho problema?

En cuanto al contenido del presente trabajo, su núcleo central es, como bien se titula, la lucha
internacional contra el trabajo infantil, prestando especial atención a los principales tratados
internacionales sobre la materia y, ofreciendo, además, otros importantes instrumentos reguladores. Para
la elaboración de este trabajo he utilizado como principal referencia el Segundo Informe global sobre el
trabajo infantil de 2006 (el cual fue el origen de la meta para la eliminación de las peores formas de
trabajo infantil para el 2016) y la Hoja de ruta de la Haya 2010, además de contar con una amplia
variedad de fuentes (textos jurídicos, informes jurídicos, estadísticas...) que me han permitido
desenvolver y comprender a la vez el problema. De este modo, la materia del presente trabajo se divide
en tres partes, la primera de ellas es el Capítulo I, en el cual introduzco una serie de conceptos
fundamentales, seguido de los hechos históricos y jurídicos relacionados con el trabajo infantil,
destacando la Revolución Industrial como el punto de inflexión del problema y el papel que juega la
OIT, además, en su última sección menciono los principales Convenios que la OIT ha adoptado en
materia de trabajo infantil, y también otros tratados internacionales en materia de derechos humanos. En
el Capítulo II, muestro la situación del trabajo infantil, describiendo detalladamente sus características
y cifras, utilizando varios gráficos para tener un mejor entendimiento del problema. Además, en este
capítulo también hago especial atención al trabajo peligroso, al trabajo forzoso y al trabajo doméstico,
mencionando a la vez algunos casos reales. En el Capítulo III, se plantean las causas que generan el
trabajo infantil, haciendo especial referencia a la pobreza y la desigualdad económica, juntamente con
una serie de propuestas totalmente personales para dirigir la lucha contra estas causas. Se pone de relieve
la necesidad de establecer políticas sociales, la importancia de la educación y las inspecciones de trabajo
para erradicar dicho problema. Por último, se exponen una serie de conclusiones extraídas a lo largo de
la elaboración del trabajo, que intentan dar respuesta a los principales interrogantes planteados.

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

Capítulo I. LA LUCHA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL: PRINCIPALES


HECHOS HISTÓRICOS Y JURÍDICOS
1.1. ¿Qué es el trabajo infantil?

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño 1 define el concepto “niño” 2 en su
Art. 1 como "todo ser humano menor de 18 años, a menos que la ley nacional aplicable al niño prevea
que se ha alcanzado antes”.

En cuanto al concepto “trabajo infantil”, se define principalmente basándose en la edad del niño, las
horas y las condiciones de trabajo, las actividades realizadas y los peligros que este conlleva. Así pues,
en términos generales, el trabajo infantil es la producción de bienes y servicios realizados por parte de
aquellos niños que tienen una edad inferior a la legalmente fijada para trabajar, con arreglo al Convenio
de la OIT núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo de 1973 que, además, interfiere con la
escolarización y perjudica el desarrollo normal de los niños, teniendo un impacto potencialmente
perjudicial para ellos.

No cabe confundir el trabajo infantil con los términos “niños trabajadores” y “niños económicamente
activos”, puesto que estos se refieren al trabajo realizado por parte de los niños con duración de más de
una hora semanal, pudiendo ser remunerado o gratuito, destinado al mercado o no, habitual o esporádico,
legal o ilegal, pero siendo amparado por la ley y, consecuentemente, excluido de la consideración de
trabajo infantil.

1.2. Los hechos históricos y jurídicos en el trabajo infantil: Especial papel que juega la OIT

En las etapas preindustriales la mayoría de familias se dedicaban a actividades económicas básicas, así
como la caza o la agricultura, de este modo el trabajo casi no se distinguía y los niños asumían
gradualmente más tareas. En dicha crianza social, el trabajo temprano se consideraba saludable y era la
única forma de educación. Además, para la supervivencia familiar se exigía que todos los miembros del
hogar, incluido los niños, contribuyeran en la producción de bienes básicos 3.

Con la aparición del capitalismo hacia finales del siglo XVIII surgió un fenómeno social y un problema
social: el trabajo infantil. Sin embargo, la industrialización no inventó el trabajo infantil, sino que lo

1
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño es el tratado fundamental en cuanto a los derechos del niño, el cual pone
especial énfasis al trabajo infantil, entre otros. BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 1990
(https://www.boe.es/boe/dias/1990/12/31/pdfs/A38897-38904.pdf); entró en vigor el 2 de septiembre de 1990 de forma general, y el 5 de enero
de 1991 en España.
2
Si no se imdica lo contrario, cuando hablemos del término «niño», nos referiremos a ambos géneros, es decir, niños y niñas.
3
Hindman, H. D. (2015). The World of Child Labor. An Historical and Regional Survey. New York: Taylor and Francis, p.26.

9
La lucha internacional contra el trabajo infantil

intensificó y transformó 4. Con la industrialización, una gran masa de población se trasladó del campo a
la ciudad y, a raíz de las nuevas tecnologías nacidas en el Reino Unido, los trabajadores empezaron a
trabajar con un nuevo modelo de producción a gran escala, en serie y con gran maquinaria, rompiendo
así el trabajo en gremios y dejando de banda los centros de manufacturas. En este fenómeno social lo
que el empresario buscaba era su propio beneficio a través de la explotación de niños y adultos,
subordinados a la maquinaria, lo que significaba horas excesivas durante todo el año en ambientes
dañinos e insalubres. Con la emergencia de esta nueva tecnología, surgía una oportunidad de trabajo
para aquellos cuyo cuerpo aún no se había desarrollo, pero cuyas extremidades son las más flexibles, es
decir, los niños 5. Normalmente, a los seis años de edad los niños eran obligados a trabajar en condiciones
de servidumbre durante 14 a 16 horas a la semana.

A principios del siglo XIX surgió en Inglaterra un movimiento ético y político contra el trabajo infantil
debido a la alta incidencia y las condiciones espantosas en algunas industrias. Las primeras leyes sobre
trabajo infantil fueron aprobadas en Gran Bretaña, aprobando en 1802 la conocida Ley de las Fábricas 6.
Aun así, los gobiernos todavía estaban influenciados por los intereses empresariales, y la legislación
sobre el trabajo infantil se oponía y obstaculizaba el proceso de lucha. Un siglo después de ser adoptada
la Ley Fabril de Inglaterra en 1833, en la cual se restringía el trabajo diario a 7 horas a aquellos niños
menores de 13 años, el problema del trabajo infantil fue resuelto en los países desarrollados.

La OIT aparece el 1919 por la necesidad de una protección legal que se demandaba desde hacía décadas,
y la abolición del trabajo infantil fue uno de sus objetivos fijados 7 . Se trata de un organismo
especializado de las Naciones Unidas y único en su especie, al tratarse de una organización internacional
tripartita, es decir, que comprende en sus órganos ejecutivos representantes de gobiernos, trabajadores/as
y empleadores/as. Actualmente, cuenta con 187 Estados miembros 8, teniendo un papel indiscutible en
cuanto a la lucha contra el trabajo infantil. En la primera Constitución de la OIT 9 se establece como
principales objetivos la supresión del trabajo infantil y la obligación de introducir las limitaciones
necesarias para permitir a todos los jóvenes continuar con su educación y asegurar su desarrollo. Con
relación a estos objetivos, la OIT adoptó en su primera reunión, celebrada en fecha de 28 de noviembre

4
Fyfe, A. (1989). Child Labour. Polity Press, p.28.
5
Marx, K. (1867). Capital, Volume I: The Process of Production of Capital, p. 372.
6
Esta ley estableció varios precedentes importantes: (1) Por primera vez, se autorizaron inspecciones de fábrica para fines de cumplimiento,
(2) Se incluyó una declaración en la que se define cuándo cesa la infancia, esto es, a los 13 años, estableciendo así una línea divisoria entre
niños y jóvenes, y entre jóvenes y adultos (estos últimos a los 18 años), (3) Por último, la ley exige que los niños que trabajan reciban dos horas
de escolaridad por día.
7
La OIT fue creada el 1919 y se integró a las Naciones Unidas el 1946. Se crea como parte del Tratado de Versalles que puso fin a la Primera
Guerra Mundial, e instauró la Sociedad de Naciones como Organización Internacional, junto con la OIT. Para saber más sobre la historia de la
OIT, véase: http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/history/lang--es/index.htm.
8
España fue uno de los 42 países originarios que formaron parte de la OIT desde el inicio. Véase un listado de los países miembros en:
http://www.ilo.org/public/english/standards/relm/country.htm.
9
Para consultar la actual Constitución de la OIT véase:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:62:0::NO:62:P62_LIST_ENTRIE_ID:2453907:NO#A26.

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

de 1919 en Washington, el Convenio núm. 5 sobre la edad mínima 10 y el Convenio núm. 6 sobre el
trabajo nocturno de los menores 11. Posteriormente, la OIT adoptó otros tres convenios: el Convenio
núm. 7 sobre la edad mínima en el trabajo marítimo 12, el Convenio núm. 10 sobre la edad mínima en la
agricultura 13 y el Convenio núm. 15 sobre la edad mínima para “pañoleros y fogoneros” 14, siendo estos
considerados los primeros instrumentos internacionales relativos a los derechos del niño, los cuales
hacen mención a las edades mínimas para poder ejercer determinadas profesiones (la edad general era
la de 14 años, excepto en los casos de trabajo nocturno y pañoleros y fogoneros, la cual se estableció a
los 18 años). Por aquel entonces, la mayoría de la población europea vivía en zonas rurales y se dedicaba
a la agricultura, por lo cual, se señaló en el Art. 1 del Convenio núm. 10 que los menores de 14 años no
podrán trabajar en las empresas agrícolas, excepto fuera de las horas señaladas para la enseñanza escolar,
además, en cuyo caso, el empleo no podrá perjudicar a la asistencia escolar de los niños.

Después de la I Guerra Mundial surgió la ISCU, siendo la primera organización internacional en


promover el bienestar infantil y, gracias a una proposición presentada por esta, se adoptó en 1924 la
Declaración de Ginebra 15, suponiendo esto el primer hecho jurídico de la historia en proteger a la
infancia, sin embargo, de escaso éxito, al tener carácter meramente declarativo y no vinculante.

La OIT adoptó en 1932 el Convenio núm. 33 sobre la edad mínima (trabajos no industriales) 16, que
pretendía aplicar a cualquier tipo de trabajo la misma edad mínima y fue el primero en especificar
excepciones en relación con trabajos peligrosos. Cinco años después, la OIT adoptó el Convenio núm.

10
Gaceta de Madrid núm. 309, de 4 de noviembre de 1932, páginas 796 a 797 (https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1932/309/A00796-
00797.pdf); en vigor desde el 29 de septiembre de 1932 hasta el 16 de mayo de 1978 en España, fecha en la que se produce la denuncia
automática al ratificar el Convenio C138). Este Convenio ha sido ratificado por 72 países, pero actualmente solo sigue en vigor en India y
Santa Lucía. Véase el listado de los Estados parte en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312150.
11
Gaceta de Madrid núm. 309, de 4 de noviembre de 1932, páginas 798 a 799 (https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1932/309/A00798-
00799.pdf); en vigor en España desde el 29 de septiembre de 1932. Este convenio consiguió 59 ratificaciones. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312151.
12
Gaceta de Madrid núm. 134, de 13 de mayo de 1924, páginas 787 a 788 (https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1924/134/A00786-00792.pdf).
Ratificado por España el 20 de junio de 1924 (denuncia automática el 16 de mayo de 1978 al ratificar el C138). Dicho convenio ha sido
ratificado por 53 Estados. Actualmente, sólo Santa Lucía lo mantiene en vigor. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312152.
13
Gaceta de Madrid núm. 289, de 15 de octubre de 1932, páginas 298 a 299 (https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1932/289/A00298-
00299.pdf). Ratificado por España el 29 de agosto de 1932 (denuncia automática el 16 de mayo de 1978 al ratificar el Convenio C138). Este
convenio fue adoptado el 16 de noviembre de 1921 en Ginebra y fue ratificado por 55 Estados. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312155.
14
Gaceta de Madrid núm. 134, de 13 de mayo de 1924, páginas 790 a 791 (https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1924/134/A00786-00792.pdf).
Ratificado por España el 20 de junio de 1920 (denuncia automática el 16 de mayo de 1978 al ratificar el Convenio C138). Dicho convenio fue
ratificado por 69 países. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312160.
15
Véase la Declaración de Ginebra en:
http://ojd.org.do/Normativas/Penal%20NNA/Instrumentos%20internacionales/Declaracion%20de%20Ginebra%201924.pdf.
16
Gaceta de Madrid núm. 151, de 31 de mayo de 1934, página 1412 (https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1934/151/A01412-01412.pdf).
Ratificado por España el 22 de junio 1934 (denuncia automática el 16 de mayo de 1978 al ratificar el C060). Solo 25 Estados ratificaron dicho
Convenio. Ver listado en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312178).

11
La lucha internacional contra el trabajo infantil

59 sobre la edad mínima en la industria (revisado) 17, el Convenio núm. 58 sobre la edad mínima para
la admisión de niños en trabajos marítimos (revisado) 18, y el Convenio núm. 60 sobre la edad mínima
de admisión de niños en trabajos no industriales (revisado) 19, los cuales elevaban la edad legal para
trabajar a los 15 años.

En 1946 se creó UNICEF 20, siendo la organización más importante del mundo en la defensa de los
derechos de la infancia, contando con la presencia de 190 países en la actualidad. El objetivo por el cual
fue creada era ayudar a los niños de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Dos años después,
se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos 21 en 1948 por parte de la Asamblea
General de las Naciones Unidas, siendo este uno de los hechos más importantes en la historia jurídica
de los derechos humanos. Posteriormente, la misma Asamblea aprobó la Declaración de los Derechos
del Niño 22 en 1959, con el objetivo de protección a la infancia. Destaca en su Preámbulo la siguiente
consideración: “El niño, por su falta de madurez física y mental, necesita protección y cuidado especial,
incluso la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento”. Entre los diez principios
que conforman la mencionada declaración, cabe destacar, además, el noveno principio, el cual expresa
que “no deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso podrá
ocupar un puesto que le perjudique a la salud o a la educación, o impida su desarrollo físico, mental o
moral”. Sin embargo, se vuelve a tratar de una simple recomendación carente de efecto vinculante.

En 1966 se aprueba el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos 23 y el Pacto Internacional


de Derechos Económicos, Sociales y Culturales 24, pactos que fomentan la educación y una protección
de los niños y niñas contra la explotación. En el Art. 6.5 del primer de ellos se prevé que no se podrá
imponer la pena de muerte a delincuentes menores de 18 años. Además, en el Art. 24 del mismo se
estipula que todo niño tiene derecho a las medidas de protección que como menor requiere, sin
discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, origen nacional o social,
posición económica o nacimiento, asimismo, tienen derecho a adquirir una nacionalidad, siendo
inscritos inmediatamente después de su nacimiento, obteniendo a la vez un nombre. En cuanto al Art.

17
BOE núm. 120, de 19 de mayo de 1972, páginas 8761 a 8763 (https://www.boe.es/boe/dias/1972/05/19/pdfs/A08761-08763.pdf). El presente
convenio es una revisión del Convenio núm. 5, y ha sido ratificado por 51 países. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312203.
18
BOE núm. 120, de 19 de mayo de 1972, páginas 8760 a 8761 (http://www.boe.es/boe/dias/1972/05/19/pdfs/A08760-08761.pdf). Dicho
convenio obtuvo 51 ratificaciones. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312203.
19
BOE núm. 120, de 19 de mayo de 1972, páginas 8763 a 8765 (http://www.boe.es/boe/dias/1972/05/19/pdfs/A08763-08765.pdf). Este
convenio solo obtuvo 11 ratificaciones y ninguno de los países que ratificaron lo mantienen en vigor. Ver listado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312205.
20
Para saber más véase la web oficial de UNICEF: https://www.unicef.org/.
21
Véase la Declaración Universal de los Derechos Humanos en: http://www.ohchr.org/EN/UDHR/Documents/UDHR_Translations/spn.pdf.
22
Resolución 1386 (XIV) disponible en: http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=A/RES/1386(XIV).
23
BOE núm. 103, de 30 de abril de 1977 (https://www.boe.es/boe/dias/1977/04/30/pdfs/A09337-09343.pdf).
24
BOE núm. 103, de 30 de abril de 1977 (https://www.boe.es/boe/dias/1977/04/30/pdfs/A09343-09347.pdf).

12
La lucha internacional contra el trabajo infantil

10.3 del segundo pacto, se señala la obligación de los Estados Partes a establecer límites en la edad para
trabajar, por lo cual será prohibido y sancionado por ley cuando sean edades inferiores. En relación a
esto último, se adopta en 1973 el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima, el cual tendrá un papel
general, abandonando así el trabajo infantil por sectores.

Todos los hechos que se produjeron hasta entonces, fueron esenciales para que, en fecha de 20 de
noviembre de 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobara por unanimidad la
Convención sobre los Derechos del Niño, siendo este el primer texto convencional multilateral dedicado
exclusivamente a definir los derechos del niño. Un año después, se celebró la Cumbre Mundial a favor
de la Infancia (1990) donde se aprobó la Declaración mundial sobre la supervivencia, la protección y
el desarrollo del niño 25 junto a un plan de acción para lograr una serie de objetivos, destacando, la
mejora de las condiciones de vida de los niños, el aumento de sus oportunidades en la educación, reducir
la propagación de las enfermedades, etc.

Poco después, se crea en 1992 el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil
(IPEC) cuyo propósito es la eliminación del trabajo infantil, siendo en la actualidad el programa de
cooperación técnica más grande 26 y eficaz de la OIT. Asimismo, el IPEC crea en 1998 el Programa de
información estadística y de seguimiento en materia de trabajo infantil (SIMPOC).

En 1999 se adopta el Convenio núm. 182 sobre las peores formas de trabajo infantil, en el cual se
prioriza la eliminación del trabajo peligroso y se abandona la idea de erradicar el trabajo infantil de
manera gradual para tratar de hacerlo de manera total e inmediata. El año siguiente, se crea el Programa
interagencial Entendiendo el Trabajo Infantil (UWC) 27. Ese mismo año la Asamblea General de las
Naciones Unidas aprueba dos Protocolos Facultativos de la CDN: uno relativo a la participación de
niños en conflictos armados y otro sobre la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de
niños en la pornografía.

Desde 2002 la OIT fijó el día 12 de junio para la celebración anual del Día Mundial contra el trabajo
infantil 28, para convocar la reflexión sobre su incidencia en los derechos humanos, la calidad de vida, la
productividad de las empresas en los países y, principalmente, la vulneración de derechos en los NNA.

25
Véase la Declaración en: https://www.unicef.org/honduras/Declaracion_mundial_supervivencia_proteccion.pdf.
26
En 2012 el IPEC prestó asesoramiento y asistencia técnica a 94 Estados Miembros. Para ver las regiones y países donde opera el IPEC:
http://www.ilo.org/ipec/programme/IPECinthefield/lang--es/index.htm,
27
El programa “Entendiendo el Trabajo Infantil” (Understanding Child Work- UCW) es un programa conjunto de la OIT, UNICEF y el Banco
Mundial (http://www.ucw-project.org) que se ocupa de estudios y estadísticas sobre el trabajo infantil. El programa también ayuda a la mejora
del entendimiento entre el trabajo infantil y los temas relacionados, así como la educación, el desempleo juvenil y la migración.
28
Cada año la OIT elige un tema para ser tratado, considerando prioritarios aquellos trabajos más penosos para la infancia y de más urgente
erradicación. Así pues, el 2002 se dedicó a un futuro sin trabajo infantil, el 2003 a la explotación sexual, el 2004 al trabajo doméstico, el 2005
a minas y canteras, el 2006 a la eliminación del trabajo infantil, el 2007 a la agricultura, el 2008 a la educación como alternativa al trabajo
infantil, el 2009 a las niñas, el 2010 a la lucha contra las peores formas de trabajo, el 2011 al trabajo peligroso, el 2012 a los derechos humanos
y la justicia social, el 2013 al trabajo doméstico, el 2014 a una mejor protección social, el 2015 a una educación de calidad, el 2016 a las
cadenas de producción y, por último, el 2017 a los conflictos y catástrofes.

13
La lucha internacional contra el trabajo infantil

En el año 2011 se completa la CDN con la aprobación de su tercer Protocolo Facultativo relativo a un
Procedimiento de Comunicaciones.

1.3. Los tres pilares jurídicos más importantes en la lucha contra el trabajo infantil

1.3.1. La Convención sobre los Derechos del niño y sus protocolos facultativos

La Convención sobre los Derechos del Niño 29 es un tratado de las Naciones Unidas y es la primera ley
internacional que protege a los derechos de los NNA, siendo, además, un instrumento jurídicamente
vinculante, es decir, que su cumplimiento es obligatorio. Asimismo, estamos hablando del instrumento
jurídico de derechos humanos más amplio y más rápidamente ratificado en la historia. Fue aprobada el
20 de noviembre de 1989 por unanimidad en la Asamblea General de las Naciones Unidas, entrando en
vigor el 2 de septiembre de 1990, y ha sido ratificada hasta el momento por 196 países 30. En relación a
ello, UNICEF tiene como misión fomentar y proteger los derechos de la Convención, siendo estos
defendidos en cualquier parte del mundo, y cooperar al bienestar infantil.

La Convención contiene un preámbulo, el cual establece que “el niño, debido a su falta de madurez
física y mental, necesita protección especial”. Además, figuran 54 artículos que reconocen una serie de
derechos, pudiendo ser estos agrupados en cuatro categorías: El derecho a la supervivencia (Arts. 6-10,
18, 24 y 26), el derecho a desarrollar su capacidad mental y física (Arts. 3 y 27-29), el derecho a la
protección contra las influencias peligrosas para su desarrollo (Arts. 2-5, 11, 16, 19, 20-23, 25 y 32-42)
y, por último, el derecho a la participación en la vida familiar, cultural y social (Arts. 12-15; 17 y 30).

Como ya se ha mencionado anteriormente, el Art. 1 de la Convención señala que “se entiende por niño
todo ser humano menor de 18 años de edad”. Sin embargo, este límite de edad no es total, puesto que,
de acuerdo con lo establecido en las leyes nacionales, se puede alcanzar antes o después la mayoría de
edad.

El Art. 3 de la CDN establece que una consideración primordial de los Estados será el interés superior
de los niños. En determinados casos, el trabajo puede tener aspectos positivos, así como asumir
responsabilidad, adquirir habilidades e incrementar el bienestar familiar. Dicho esto, ¿cuándo será el
trabajo considerado positivo para la infancia? Ante esta cuestión, el Art. 32 de la CDN nos dice que será
perjudicial todo trabajo que pueda ser peligroso o pueda interferir con la educación del niño, o ser
perjudicial para la salud del niño o físico, mental, espiritual, moral o social. De este modo, los Estados
deben proteger a los niños del desempeño de los trabajos anteriormente mencionados y fijarán edades

29
Resolución 44/25 de 20 de noviembre de 1989 en la 44ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en su sede de Nueva York;
BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 1990 (https://www.boe.es/boe/dias/1990/12/31/pdfs/A38897-38904.pdf).
30
Ver el listado de países que han ratificado la CDN: https://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_no=IV-
11&chapter=4&lang=en. El único país que aún no lo ha hecho es Estados Unidos, esto se debe a que ciertos Estados federales quieren
reservarse el derecho a dictar pena de muerte para menores de edad.

14
La lucha internacional contra el trabajo infantil

mínimas para trabajar, regularán los horarios y condiciones de trabajo, y establecerán las penalidades y
sanciones en caso de incumplimiento.

Como es de saber, la educación juega un papel primordial para combatir el trabajo infantil. Dicho esto,
el Art. 28 determina que todo niño tiene derecho a una educación primaria gratuita y obligatoria.
Además, los Estados tienen la obligación de proporcionar una educación orientada a desarrollar la
personalidad y las capacidades del niño, inculcarle el respeto de los derechos humanos elementales y
desarrollar su respeto por los valores culturales y nacionales propios y no propios. Por otro lado, el Art.
31 reconoce el “derecho del niño al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas
propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”.

Los Arts. 43, 44 y 45 de la CDN hacen referencia al Comité de los Derechos del Niño 31, cuya finalidad
es examinar los progresos realizados por parte de los Estados parte en cuanto al cumplimiento de las
obligaciones contraídas. Sin embargo, este órgano tiene un control muy débil sobre el régimen de
protección que los Estados Partes conceden a los derechos del niño 32.

Asimismo, la Convención cuenta con tres protocolos facultativos:

El primero de ellos es aquél relativo a la Participación de Niños en Conflictos Armados (25 de mayo de
2000), habiendo siendo ratificado por 166 Estados 33 . Los conflictos armados de los años 90,
especialmente, aquellos en África subsahariana (Liberia, Somalia, Sierra Leona, Ruanda, etc.), son
destacados por el gran número de niños reclutados para las fuerzas armadas, surgiendo ahí el concepto
“niño soldado” 34. Dicho asunto fue, además, objeto de especial protección en los Convenios de Ginebra
de 1949 35. Finalmente, las Naciones Unidas decidieron adoptar el presente protocolo, el cual prohíbe de
manera absoluta el reclutamiento de niños en las fuerzas armadas, recordándonos la falta de madurez y
de desarrollo físico y mental que tienen los niños para llegar a comprender la gravedad y las
consecuencias de su incorporación en las fuerzas armadas y, por ello, se les reconoce el derecho a una
protección especial. De este modo, los Estados tienen la obligación y la responsabilidad pública de
prohibir el reclutamiento militar de una persona menor de 18 años de edad. No obstante, existe una
excepción de acuerdo con el Art. 3 del Protocolo, el cual establece que los Estados Partes elevarán la
edad mínima para el reclutamiento militar voluntario por encima de la fijada en el Art. 38.3 CDN,

31
El número de miembros del Comité de Derechos del Niño era originariamente diez, pero el 15 de diciembre de 1995 se produce una enmienda
en el Art. 43.2 de la Convención, que amplió el número de miembros del Comité de Derechos del Niño a 18.
32
VELASCO, A. I. (2002). El Comité de los Derechos del Niño: estructura orgánica y funciones. En Los Derechos del Niño. Estudios con
motivo del X aniversario de la Convención de los derechos del niño (pág. 125). Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
33
BOE núm. 92, de 17 de abril de 2002, páginas 11494 a 14497 (http://www.boe.es/boe/dias/2002/04/17/pdfs/A14494-14497.pdf). Ver el
listado de Estados que han ratificado en: https://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_no=IV-11-
b&chapter=4&lang=en.
34
De acuerdo con el Protocolo, el término “niño soldado” abarca esclavos domésticos o sexuales, cocineros, centinelas, mineros o
desactivadores de minas, reclutados a la fuerza o voluntariamente.
35
Véanse los Convenios de Ginebra (1949) en: https://www.icrc.org/spa/assets/files/publications/convenios-gva-esp-2012.pdf.

15
La lucha internacional contra el trabajo infantil

estableciendo este la prohibición del reclutamiento de menores de 15 años, y el reconocimiento por parte
de los Estados de dar prioridad a los niños con más edad que sean mayores de 15 años y menores de 18
años. En definitiva, el derecho internacional establece que no se deben incorporar a menores de 18 años
en las Fuerzas Armadas y que, en todo caso, los menores de 18 años no participen directamente en
hostilidades y reciban un tratamiento especial, tomando en cuenta su edad y sus necesidades. Sin
perjuicio a lo anterior, si la ley interna establece una prohibición total de que menores de 18 años sean
incorporados a las Fuerzas Armadas, tal ley es el estándar que debe ser tomado en cuenta.

En cuanto a este asunto, hacemos referencia al Informe No. 85/09, de 6 de agosto de 2009 de la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) 36, el cual habla sobre el caso de Víctor Hugo Maciel, un
niño de 15 años de edad que, a pesar de que sus padres se opusieran expresamente, fue reclutado para el
Servicio Militar Obligatorio en el Ejército del Paraguay. Maciel, meses después de haber sido reclutado,
empezó a sentirse mal y con fiebre. A pesar de ello, ese mismo día, el menor Maciel fue sometido a una
sobrecarga de actividades físicas, como castigo por una falta cometida en uno de los ejercicios, el niño,
al intentar cumplir con ello, cayó desvanecido, siendo trasladado al hospital, donde falleció
posteriormente. Llama la atención las duras circunstancias físicas y psicológicas que sufren los niños
durante el servicio militar y, más aún, si estos son expuestos a conflictos armados. Con base a lo
expuesto, la CIDH concluye que Paraguay no cumplió con la obligación de respetar los derechos y
libertades de los individuos dentro de su jurisdicción (Art. 1.1 CADH), siendo así responsable de la
violación de los derechos consagrados en los Arts. 7, 5, 4, 19, 25 y 8 de la CADH (el derecho a la libertad
personal, a la integridad personal, a la vida, a medidas especiales de protección de la niñez, a la
protección judicial y a las garantías judiciales). Además, el Estado paraguayo incumplió la obligación
de garantizar el ejercicio libre y pleno de los derechos del niño Maciel (Art. 1.1 CA).

En segundo lugar, hablamos del Protocolo Facultativo relativo a la Venta de Niños, la Prostitución
Infantil y la Utilización de Niños en la pornografía (25 de mayo de 2000), ratificado por 173 Estados 37.
En el Congreso mundial contra la explotación sexual comercial infantil en 1996, se adoptó la
Declaración de Estocolmo 38, la cual define la ESC infantil como “una forma de coerción y violencia
contra los niños equivalente al trabajo forzoso y a una forma contemporánea de esclavitud”. Según
UNICEF, más de un millón de niños son afectados anualmente por la industria del sexo (prostitución,
pornografía, etc.). Así pues, debido a la gravedad y magnitud del fenómeno, las Naciones Unidas
decidieron adoptar el presente protocolo, el cual es una herramienta jurídica que define y prohíbe la
participación de niños en la prostitución y la pornografía. Dichas actividades están catalogadas no solo

36
Véase el Informe No. 85/09, caso 11.607 sobre Víctor Hugo Maciel en Paraguay (6 de agosto de 2009) en
https://www.cidh.oas.org/annualrep/2009sp/Paraguay11607.sp.htm. Además, véase la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(1969) en http://www.acnur.org/fileadmin/scripts/doc.php?file=fileadmin/Documentos/BDL/2001/0001.
37
BOE núm. 27, de 31 de enero de 2002, páginas 3917 a 3921 (http://www.boe.es/boe/dias/2002/01/31/pdfs/A03917-03921.pdf). Lista de
países que lo han ratificado: https://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_no=IV-11-c&chapter=4&lang=en.
38
Véase dicha Declaración en: http://opcion.cl/wp-content/uploads/2016/03/DeclaraciondeEstocolmo.pdf.

16
La lucha internacional contra el trabajo infantil

como violaciones serias de los derechos de los niños, sino que también como actos criminales. Así pues,
se requiere que los Estados tipifiquen como delito determinados actos contra los niños, establezcan
sanciones de peso para los autores (un mínimo de 10 años en prisión, etc.), tomen todas aquellas medidas
necesarias para evitar incitaciones o coacciones en los niños para que se dediquen a actividades sexuales
ilegales (Art. 34 CDN) y, además, se obliga a los Estados a impedir el secuestro, la venta o la trata de
niños (Art. 35 CDN).

El tercer y último de los protocolos es el relativo a un Procedimiento de Comunicaciones (19 de


diciembre de 2011) ratificado hasta el momento por 34 Estados 39. Anteriormente, la CDN no establecía
ningún mecanismo para presentar quejas individuales, siendo los Estados parte los encargados de
presentar informes dirigidos al Comité de los Derechos del Niño. Es en este protocolo donde se permite
que cada niño presente peticiones individuales frente al Comité, de este modo, si un niño cree que se
han violado sus derechos fundamentales, existirá la oportunidad de presentar su propia queja, siempre y
cuando se cumplan unas determinadas condiciones 40. El presente protocolo también permite a un Estado
parte presentar una queja contra otro Estado, ya sea parte del protocolo o no, ante el Comité de los
Derechos del Niño. No obstante, dicho protocolo también tiene una serie de limitaciones, por ejemplo,
no establece la posibilidad de presentar una queja colectiva, lo cual podría haber permitido que
instituciones independientes relativas a los derechos humanos, así como diversas ONGs e instituciones
mediadoras reconocidas por el Comité de los Derechos del Niño, pudieran denunciar violaciones de los
Derechos del Niño.

1.3.2. El Convenio núm. 138 de la OIT sobre la edad mínima de admisión al empleo y su Recomendación
núm. 146 análoga
El Convenio núm. 138 la OIT sobre la edad mínima de admisión 41 fue adoptado el 26 de junio de 1973
(con entrada en vigor desde el 19 de junio de 1976), y ha sido ratificado por 169 Estados 42 . Este
Convenio junto a la Recomendación núm. 146 43 que le acompaña, son los instrumentos internacionales
más íntegros dirigidos a la eliminación del trabajo infantil que, además, constituyen uno de los pilares
de la acción de la OIT para mejorar las políticas y legislaciones nacionales.

39
Resolución 66/138 del 19 de diciembre de 2011 y que entró en vigor el 14 de abril de 2014 gracias a la décima ratificación, por parte de
Costa Rica. España fue el sexto Estado en ratificarlo, el 3 de junio de 2013. Véase el listado de los países que han ratificado hasta el momento
en: https://treaties.un.org/Pages/ViewDetails.aspx?src=TREATY&mtdsg_no=IV-11-d&chapter=4&lang=en.
40
Las condiciones para presentar una queja son: (a) El niño o sus tutores debe o deben haber presentado previamente una queja ante una corte
nacional y, si la queja no fue atendida, el niño puede recurrir al Comité, (b) La queja debe presentarse ante el Comité al año siguiente de haber
finalizado el procedimiento llevado ante la corte nacional, (c) La queja no puede ser anónima o sin fundamento, y no debería constituir un
abuso de derechos, (d) La queja debe hacerse por escrito.
41
BOE núm. 109, de 8 de mayo de 1978 (https://www.boe.es/boe/dias/1978/05/08/pdfs/A10774-10776.pdf).
42
Véase el listado de Estados que lo han ratificado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312283.
43
Recomendación disponible en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO:12100:P12100_ILO_CODE:R146.

17
La lucha internacional contra el trabajo infantil

En términos generales, este convenio requiere a los Estados que, al ratificarlo, se comprometan a seguir
una política nacional que asegure la abolición efectiva del trabajo de los niños y eleve progresivamente
la edad mínima de admisión al empleo a un nivel que posibilite un mayor desarrollo físico y mental de
los menores. En cuanto a la Recomendación, esta proporciona orientación sobre las medidas de política
necesarias y sugiere fijar la misma edad mínima para todos los sectores de actividad económica. En su
punto 7 expresa la necesidad de elevar progresivamente la edad mínima hasta los 16 años y tomar
medidas urgentes para elevar a esa cifra a todos aquellos países que hayan fijado la edad mínima a los
14 años.

Asimismo, en su Art. 2.3 se señala que la edad mínima límite no debe ser inferior a la edad de conclusión
de la escolaridad obligatoria y en ningún caso menor de 15 años. No obstante, en el Art. 2.4 señala que
se aplicará una edad mínima de 14 años en aquellos países en vías de desarrollo donde el trabajo de los
jóvenes es necesario para la subsistencia de las familias. En resumen, la edad mínima límite al empleo
no puede ser inferior a la edad en la que se concluye la escolarización obligatoria, estableciéndose
normalmente entre los 14 y 16 años en función de cada país.

En cuanto al trabajo peligroso, es aquel empleo o trabajo que por su naturaleza o condiciones en las que
se realiza pueda resultar peligroso para la salud, la seguridad o la moralidad de los menores. En cuanto
a la edad para acceder a este, el Art. 3.1 del Convenio expone que deberá establecerse una edad no
inferior a 18 años. No obstante, en el Art. 3.3 se permite una edad de 16 años, siempre y cuando se
garantice plenamente la salud, la seguridad y la moralidad de los adolescentes y, además, que los jóvenes
reciban una formación profesional adecuada y específica para el tipo de actividad que realicen.

Ahora bien, cuando hablamos del trabajo ligero, entendiéndose como aquel que no pone en peligro la
salud o seguridad del niño, ni obstaculiza su educación, su orientación vocacional ni su formación
profesional, el Art. 7 del Convenio expresa que se permite realizar este tipo de trabajo durante 2 horas
al día por niños de entre 13 y 15 años, siempre y cuando no peligre lo ya mencionado, esto es, su salud
o seguridad, su educación, etc. Además, en los países donde se permite la edad mínima básica de 14
años, puede establecerse una edad mínima para el trabajo ligero de entre 12 y 14 años, previa consulta
a las organizaciones de empleadores y de trabajadores.

Cabe destacar el Art. 5, el cual prevé que aquellos Estados en vías de desarrollo, tienen la opción de
limitar el campo de aplicación del presente Convenio. Así pues, existe posibilidad de limitar la
aplicación del Tratado y, por lo tanto, este precepto impide en determinados casos el cumplimiento
efectivo del Convenio por parte de algunos países.

Con tal de ayudar a comprender lo anterior, en el siguiente recuadro se facilitan las edades que figuran
en cada caso.

18
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Cuadro 1. Edad mínima de admisión al trabajo

Edad mínima autorizada para Posibles excepciones para


acceder al trabajo determinados países en vías de
desarrollo
Trabajo peligroso 18 años o 16 años siempre que se 18 años o 16 años siempre que se
cumplan estrictas condiciones cumplan estrictas condiciones
Edad mínima límite 15 años 14 años
Trabajo ligero Entre 13 y 15 años Entre 12 y 14 años

Fuente: OIT (http://www.ilo.org/ipec/facts/ILOconventionsonchildlabour/lang--es/index.htm?ssSourceSiteId=gender).

1.3.3. El Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil y su Recomendación
núm. 190 análoga
Durante la 87ª reunión de la CIT el 17 de junio de 1999 en Ginebra, la OIT adoptó el Convenio núm.
182 relativo a las peores formas de trabajo infantil 44 (con entrada en vigor en noviembre de 2000),
habiendo sido este ratificado por 180 Estados hasta el momento 45. Este Convenio pide la prohibición y
la erradicación de las peores formas de trabajo infantil con carácter urgente, así pues, todo país que
ratifique el convenio debe cumplir con medidas inmediatas para abolir las peores formas de trabajo
infantil.

En el Art. 3 de este Convenio se delimita en qué casos hablamos de las peores formas de trabajo infantil:

1. Todas las formas de esclavitud y trabajo forzoso u obligatorio, incluyendo el reclutamiento forzoso
de niños para utilizarlos en conflictos armados. No obstante, en este Convenio no se incluye la
definición de trabajo forzoso, por lo cual, se ha considerado válida a estos efectos aquella contenida
en el Art. 2 del Convenio núm. 29 46.
2. Toda actividad en la que se exploten sexualmente a los niños, así como, la utilización, el
reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución y la pornografía.
3. La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades ilícitas,
especialmente, la producción y el tráfico de estupefacientes.
4. Todo trabajo que, debido a su naturaleza o condiciones, sea dañino a la salud, la seguridad o la
moralidad de los niños, y que es conocido como “trabajo peligroso”.

44
BOE núm. 118, de 17 de mayo de 2001 (https://www.boe.es/boe/dias/2001/05/17/pdfs/A17451-17453.pdf).

45
El listado de Estados que han ratificado el Convenio núm. 182 puede verse aquí
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312327.
46
OIT, Actas, CIT, 87.ª reunión, 1999, Ginebra, informe de la Comisión del Trabajo Infantil, párr. 136. Para la definición del trabajo forzoso,
véanse los párrs. 35-41 infra.

19
La lucha internacional contra el trabajo infantil

De este modo, se establece una clara diferencia entre trabajo forzoso y trabajo peligroso. Por un lado, el
“trabajo forzoso” es aquél que se realiza bajo la amenaza de una pena y es involuntario (los individuos
que exigen dicho trabajo, pueden ser tanto las autoridades estatales, las empresas privadas u otros
individuos). Por otro lado, el “trabajo peligroso” es aquella actividad que tiene o puede producir efectos
perjudiciales en la seguridad, la salud y el desarrollo moral de los niños. Asimismo, los puntos a), b) y
c) hacen referencia al trabajo forzoso, mientras que el punto d) se refiere al trabajo peligroso.

En el Art. 4.1 de dicho Convenio se hace una referencia a la Recomendación núm. 190, donde se expone
que los trabajos peligrosos deberán de ser determinados por la legislación nacional o por la autoridad
competente, consultando previamente a las organizaciones de empleadores y de trabajadores y teniendo
en cuenta las normas internacionales de la materia, especialmente, los párrafos 3 y 4 de la
Recomendación núm. 190 de la OIT sobre las peores formas de trabajo infantil. En el párrafo 3 de dicha
Recomendación, relativo al trabajo peligroso, sugiere tener en cuenta determinadas circunstancias, así
como “los trabajos en los que el niño queda expuesto a abusos de orden físico, psicológico o sexual” o
“los trabajos que se realizan bajo tierra, bajo el agua, en alturas peligrosas o en espacios cerrados”.
Por otro lado, en el párrafo 4 se expone la posibilidad de reducir a 16 años la edad mínima de admisión
al trabajo peligroso, siempre y cuando, quede garantizada la salud, la seguridad y la moralidad de los
niños, y que éstos hayan recibido instrucción o formación profesional adecuada y específica en la
actividad correspondiente.

Además, en el Art. 4.3 del presente Convenio, se señala que las autoridades deberán realizar un examen
periódico y, en su caso, revisar las listas vigentes de tareas peligrosas con las organizaciones de
empleadores y de trabajadores. Asimismo, los Estados deberían establecer una serie de mecanismos de
vigilancia sobre la aplicación de las disposiciones (Art. 5), y elaborar y poner en práctica programas de
acción especiales para eliminar, como objetivo primordial, las peores formas de trabajo (Art. 6).

20
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Capítulo II. LA SITUACIÓN ACTUAL DEL TRABAJO INFANTIL: UNA VISIÓN


GENERAL
2.1. Panorama actual del trabajo infantil. Cifras y características

La mayoría de los niños trabajadores forman parte de un mercado laboral informal, familiar y limitado
al entorno local, razón por la que el trabajo infantil ha sido siempre un fenómeno socioeconómico de
difícil cuantificación, existiendo disconformidad en cuanto al tamaño y el alcance. Dichas cifras pueden
sufrir un recargo, pero también pueden sufrir de una disminución. Por un lado, las organizaciones
interesadas pueden tener la intención de inflar las cifras y sobreexagerar los resultados para obtener el
máximo apoyo posible. El mismo Secretario General de la OIT manifestó en su informe anual de 1983
que: “Las cifras no son muy significativas, puesto que, a pesar del efecto dramático que estas
representan, no pueden ofrecer una base para la política y su utilidad es limitada”. Estas no nos
determinan la naturaleza del trabajo que realizan los niños, ni las circunstancias ni las condiciones bajo
las cuales se encuentran. Por otro lado, muchas veces las tareas domésticas no se tienen en cuenta en las
estadísticas nacionales, puesto que estas pueden convertirse en trabajo infantil cuando los niños están
atados a un trabajo doméstico altamente responsable y excesivo, interfiriendo al mismo tiempo con su
escolarización. Asimismo, es poco probable que se computen los niños que trabajan en oficios de calle
del sector informal y, en los peores casos, tampoco se computan a aquellos niños que participan en
actividades ilegales, incluyendo las actividades sexuales, las drogas ilícitas o distintas peores formas de
trabajo infantil. Sin embargo, dichas “estadísticas de incidencia” han tenido un papel clave para luchar
contra el trabajo infantil, habiendo sido cruciales para que los países desarrollados impongan sanciones
comerciales internacionales 47 allí donde se produzcan productos contaminados por el trabajo infantil. A
la vez, dichas estimaciones han contribuido a ampliar la base de datos de las organizaciones que
defienden los derechos de los niños, así como, UNICEF, ISCU, etc.

Para mostrar los datos de la situación actual del trabajo infantil, utilizaremos como punto de referencia
el informe del IPEC del 2013 48, el cual utiliza datos obtenidos por encuestas nacionales sobre el trabajo
infantil (encuestas del SIMPOC 49) y otras fuentes.

Así pues, 264 millones es el número global de niños de entre 5 a 17 años ocupados en la producción
económica, sin embargo, 168 millones son los que se consideran realmente trabajo infantil, cifra que

47
Se demostró que determinadas sanciones comerciales sobre el trabajo infantil pueden aumentar el trabajo infantil, afectando directamente a
las familias pobres, dejándolos sin trabajo y, por lo tanto, sin un salario para subsistir ellos mismos y su familia. Sin embargo, una sanción
comercial puede tener otros efectos compensatorios, incluyendo la reducción del valor actual descontado de la prima salarial de la asistencia a
la escuela, que con acceso restringido al crédito puede desalentar las inversiones en educación. Por lo tanto, una sanción comercial puede
realmente aumentar el trabajo infantil en presencia de mercados de crédito imperfectos.
48
Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias mundiales 2000-2012 (OIT-IPEC, 2013).
49
El Programa de información estadística y de seguimiento en materia de trabajo infantil (SIMPOC) es la unidad de estadísticas del IPEC. El
SIMPOC ayuda a los países a recopilar, documentar, procesar y analizar datos pertinentes sobre el trabajo infantil. Son estimaciones para el
año 2012.

21
La lucha internacional contra el trabajo infantil

representa aproximadamente al 11% del conjunto de la población infantil mundial. Respecto a la cifra
mencionada, 85 millones de niños realizan trabajos peligrosos. En el gráfico que vemos a continuación,
podemos apreciar que el trabajo infantil ha disminuido considerablemente desde el 2000, habiéndose
reducido en casi 1/3 de la cifra total de niños bajo la situación de trabajo infantil en el 2012. En cuanto
al trabajo peligroso, se redujo a la mitad, pasando de 171 a 85 millones.

Gráfico 1. Número de niños en trabajo infantil y trabajo peligroso, número actual para 2000-2012 y
niveles para 2016-2020, teniendo en cuenta el ritmo de progreso durante 2008-2012

Fuente: Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias
mundiales 2000-2012 (OIT-IPEC, 2013), p. 13.

El trabajo infantil no solo existe en los países más pobres, sino que existe y predomina en los países de
medianos ingresos, contando éstos con 93,6 millones de niños en situación de trabajo infantil, en
comparación con 74,4 millones en los países de bajos ingresos. En cuanto a la situación geográfica, a
pesar de haberse producido un importante descenso durante 2008-2012, Asia y el Pacífico siguen siendo
las regiones donde se hallan las cifras más altas de trabajo infantil (casi 78 millones). Sin embargo, es
en la región de África Subsahariana donde se produce más incidencia (59 millones), puesto que es allí
donde la población de niños en situación de trabajo infantil se concentra cada vez más. Pese a lo anterior,
no cabe olvidar que en América Latina y el Caribe siguen existiendo 13 millones de niños en situación
de trabajo infantil, mientras que en la región del Medio Oriente y África del Norte hay 9,2 millones.

22
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Gráfico 2. Tendencias regionales del número de niños en trabajo infantil, 2012

Fuente: Medir los progresos en la lucha contra el trabajo


infantil - Estimaciones y tendencias mundiales 2000-
2012 (OIT-IPEC, 2013), p. 17.

En consideración a los rangos de edad, las cifras más elevadas de trabajo infantil se encuentran en el
rango de edad de 5 a 11 años, los cuales representan un 44% (73 millones de niños) y protagoniza una
gran preocupación política, al tratarse del grupo más vulnerable y cuya educación peligra con más
facilidad. El porcentaje restante de los niños en el trabajo infantil difiere en dos grupos de edad, por un
lado, de 12 a 14 años y, por otro lado, de 15 a 17 años, y ambos grupos tienen la misma proporción
(28%).

Gráfico 3. Distribución del trabajo infantil por grupo de edad, 2012

Fuente: Medir los progresos en la lucha


contra el trabajo infantil - Estimaciones y
tendencias mundiales 2000-2012 (OIT-
IPEC, 2013), p. 18.

23
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Respecto al género, se registró una disminución del 40% en las niñas desde el año 2000, mientras que
en los niños la disminución es del 25%. Observamos que, la participación en el trabajo infantil es
notoriamente superior entre los niños (99,8 millones), comparado con las niñas (68,2 millones). Sin
embargo, dichas cifras no reflejan la participación real de las niñas, puesto que no se suele reflejar la
realización de tareas domésticas, concretamente las tareas domésticas peligrosas 50 . Ahora bien, si
consideramos la edad de los niños y niñas que participan en el trabajo infantil, observamos que no existe
una diferencia notable cuando los niños tienen un rango de edad de entre 5 a 11 años. La brecha de
género empieza a notarse en las edades de 12 a 14 años, pero es en el grupo de edad de 15 a 17 años
donde la brecha de género se manifiesta con creces, puesto que los niños representan un 81,4% frente al
18,6% de las niñas.

Gráfico 4. Número de niños en trabajo infantil por sexo y grupo de edad, 2012

Fuente: Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias
mundiales 2000-2012 (OIT-IPEC, 2013), p. 18.

En cuanto al sector económico, el sector que afecta más al trabajo infantil es la agricultura (98 millones,
o 59%). La agricultura es uno de los sectores con más muertes laborales, accidentes no mortales y
enfermedades profesionales. Pese al grande alcance de la agricultura, no cabe olvidar el número de niños
que prestan servicios (25,4%), particularmente en hoteles y restaurantes, la venta callejera y otras formas
de comercio. Además, el trabajo infantil en la industria también se acentúa (12 millones o 7,2%), esto
es, construcción, minería y manufactura. Finalmente, el trabajo doméstico representa un porcentaje de
6,9% (11,5 millones). Además, la gran mayoría de los niños trabajan para sus propias familias sin
remuneración alguna (68,4%), mientras que el 22,5% trabaja para terceros y son remunerados por ello.
Sin embargo, existe un 8% que trabaja por cuenta propia.

50
Esto se debe a la falta de datos y a la falta de consenso en torno al concepto de “tareas domésticas peligrosas”. Véase la Resolución II,
Resolución sobre las estadísticas de trabajo infantil, en: OIT. Informe de la Conferencia. 18ª Conferencia Internacional de Estadísticos del
Trabajo (CIET). Documento ICLS/18/2008/IV/FINAL, 24 de noviembre-5 de diciembre de 2008 (Ginebra).

24
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Gráfico 5. Distribución sectorial en el trabajo infantil, grupo de edad de 15 a 17 años, 2012

Fuente: Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias
mundiales 2000-2012 (OIT-IPEC, 2013), p. 22.

2.2. Especial atención al trabajo infantil peligroso, al trabajo forzoso y al trabajo doméstico

2.2.1. Participación en el trabajo infantil peligroso: La gran magnitud de la agricultura y la minería

El trabajo peligroso es una de las peores formas de trabajo infantil, es por ello que, se debe erradicar con
urgencia, asimismo, proteger a los trabajadores en condiciones peligrosas es un objetivo principal de la
OIT.

En el Art. 3.d C182 se define el trabajo peligroso como aquel que, por su propia naturaleza o por sus
condiciones peligrosas o insalubres, pone en peligro el bienestar físico, mental o moral de los niños. Así
pues, el trabajo peligroso se realiza en un entorno peligroso o insalubre, pudiendo así, causar la muerte,
una lesión o una enfermedad, como consecuencia de la deficiencia de las normas de seguridad, salud y
de las nefastas condiciones de trabajo 51. La OIT estima que unos 22.000 niños mueren en el trabajo cada
año, desconociéndose el número de niños lesionados o enfermos. También se calcula que en 2012 unos
85 millones de niños de entre 5 y 17 años de edad se encontraban realizando trabajos peligrosos en
sectores como la agricultura, la minería, la construcción, la manufactura, la industria de servicios y el
servicio doméstico.

El trabajo peligroso tampoco es admisible para los adultos, por dicho motivo, la OIT adoptó Convenios
en materia de seguridad y salud en el trabajo, así como, el Convenio núm. 155 sobre seguridad y salud

51
Lieten, G. K. (2011). Hazardous Child Labour in Latin America. Springer Science+Business Media.

25
La lucha internacional contra el trabajo infantil

de los trabajadores y medio ambiente de trabajo (1981) 52 y el Convenio núm. 187 sobre el marco
promocional para la seguridad y salud en el trabajo (2006) 53. Un niño que trabaja está expuesto a los
mismos peligros que un adulto, sin embargo, los niños son mucho más vulnerables a los peligros y
riesgos laborales.

El mayor número de niños trabajadores en el mundo existen en el sector agrícola, y eso pasa
desapercibido porque es geográficamente distante y también socialmente, los niños trabajan como
miembros familiares y no cobran retribución alguna. Normalmente, estos niños entran al mercado
laboral en edades muy tempranas, en algunos casos, incluso a partir de 5 a 7 años 54 . La naturaleza y el
carácter de la agricultura ha cambiado con los años, la agricultura anterior no era una ocupación tan
peligrosa, por supuesto, no era bueno para los niños, pero no fue tan insalubre hace 30 años como lo es
hoy. Actualmente, los niños están usando pesticidas, insecticidas u otros producos químicos, además,
tienen que tratar con electricidad y máquinas pesadas, lo cual supone aveces mutilaciones y lesiones,
incluso mueren porque no se les enseña cómo manejar la electricidad y las máquinas 55. Es por ello que
la agricultura tiene uno de los índices con mayor mortalidad, accidentalidad laboral y enfermedades
profesionales. Muchas veces el peligro es inapreciable o los efectos pueden manifestarse al cabo de un
largo lapso de tiempo, pudiendo causar discapacidades permanentes, o bien, causar problemas de salud
una vez se llega a la vida adulta. Pongamos un ejemplo, los niños que trabajan en plantaciones de tabaco
recogen las hojas de tabaco húmedas y no saben que están absorbiendo nicotina a través de la piel,
produciéndose así la enfermedad del “tabaco verde”, la cual causa una intoxicación y los niños pueden
absorber hasta 54 miligramos por día de nicotina disuelta, lo que equivale a fumar 50 cigarrillos 56.

A pesar de los esfuerzos, los avances para la eliminación del trabajo infantil en la agricultura han sido
lentos debido a las características del sector, así como, las lagunas en la legislación nacional sobre el
trabajo familiar agrícola, el contexto familiar en el que trabajan los niños, la escasez de sindicatos
fuertes, la insuficiencia de inspectores de trabajo para cubrir áreas rurales remotas, las tradiciones que
fomentan la participación de los niños desde una temprana edad, etc.

52
Véase el Convenio en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::p12100_instrument_id:312300. Dicho
convenio ha sido ratificado por 66 países, véase la lista de ratificaciones en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312300.
53
Véase el Convenio en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C187. Dicho convenio
ha sido ratificado por 42 países hasta hoy, véase la lista de países que han ratificado en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312332.
54
OIT. (2010). Intensificar la lucha contra el trabajo infantil – Informe global con arreglo al seguimiento de la Declaración de la OIT relativa
a los principios y derechos fundamentales en el trabajo. Ginebra: OIT.
55
Entrevista con Kailash Satyarthi, un reformador social indio que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2014 por sus esfuerzos en combatir las
prácticas de trabajo infantil y tráfico infantil. Puede consultarse la entrevista en el siguiente link:
http://academic.eb.com/levels/collegiate/article/child-labour/24058.
56
ARCURY, T. (2001). The incidence of green tobacco sickness among Latino farmworkers. Journal of Occupational and Environmental
Medicine (2001), vol. 43, num. 7, pags. 601-609.

26
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Destaca la Alianza internacional de cooperación sobre el trabajo infantil y la agricultura 57, la cual es
una iniciativa global creada con el objetivo de eliminar el trabajo infantil en el sector de la agricultura
mediante la cooperación entre las organizaciones agrícolas, reuniendo, además, la acción de la OIT, la
FAO, el FIDA, el CGIAR y la UITA desde el 2007. También cabe mencionar la Conferencia
internacional sobre el trabajo infantil en la agricultura 58, celebrada el año 2012 en Washington DC, en
la cual se discute cómo apoyar a los agricultores para que estos y sus familias puedan ganar una vida
decente y enviar a sus hijos a las escuelas.

A pesar de la gran magnitud de la agricultura, no cabe olvidarse de la minería y la construcción, los


cuales constituyen uno de los sectores más peligrosos para los niños trabajadores en términos de lesiones
mortales. Países como Colombia, Bolivia, Indonesia y Senegal, figuran entre los que más emplean a
niños para este sector. No existen datos fiables sobre el número de lesiones, pero son considerables,
como lo es el número de trabajadores afectados por enfermedades profesionales discapacitantes como
la neumoconiosis, la pérdida de audición y los efectos de las vibraciones. Además, no es sólo peligroso
físicamente (intoxicación por mercurio, asfixia, derrumbes, desprendimientos de rocas, etc.), sino que
también lo es moralmente y psicológicamente, puesto que las minas y canteras se sitúan en zonas
alejadas donde la ley no existe, ni las escuelas, ni los servicios sociales, ni el apoyo familiar. Así pues,
por el carácter peligroso que presenta, la OIT siempre ha intentado mejorar las condiciones de trabajo y
de vida de las personas que trabajan en este sector, por ejemplo, con la adopción del Convenio núm. 31
sobre las horas de trabajo en las minas de carbón (1931) 59 y, posteriormente, con el Convenio núm.
176 sobre seguridad y salud en las minas (1995) 60. En cuanto al trabajo en la minería, la OIT adoptó la
Clasificación Internacional de Radiografías de Neumoconiosis y su Guía 61, tratándose de un registro
sistemático de anormalidades radiográficas en el pecho provocadas por la inhalación de polvo.

2.2.2. Participación en el trabajo forzoso: El caso de Myanmar y el caso Firestone

En 1930 la OIT adoptó el Convenio núm. 29 sobre el trabajo forzoso (adoptado en Ginebra en la 14ª
Conferencia de la CIT el 28 de junio de 1930), siendo ratificado por 178 Estados 62. Más tarde, en 1957

57
Para saber más véase: http://www.fao.org/rural-employment/background/partnerships/international-partnership-for-cooperation-on-child-
labour-in-agriculture/es/.
58
Para ver sobre la Conferencia internacional sobre el trabajo infantil en la agricultura consúltese el siguiente link:
http://www.globalmarch.org/events/agriconference2012.
59
Véase el Convenio núm. 31 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C031.
60
Véase el Convenio núm. 176 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C176.
61
Para ver el registro en cuestión consúltese: http://www.ilo.org/safework/info/publications/WCMS_223941/lang--es/index.htm.
62
Véase el Convenio núm. 29 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C029. Ver
listado de países en http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312174.

27
La lucha internacional contra el trabajo infantil

se adopta el Convenio núm. 105 sobre la abolición del trabajo forzoso (adoptado en Ginebra en la 40ª
reunión de la CIT de junio de 1957) y que ha sido ratificado por 175 Estados 63.

Así pues, de acuerdo con el Art. 2.2 del Convenio núm. 29, el trabajo forzoso es aquel trabajo o servicio
involuntario y exigido bajo la amenaza de una pena. El apartado 2 de este mismo artículo excluye de la
consideración de trabajo forzoso los siguientes casos:

1. Los trabajos o servicios que sean exigidos por leyes de servicio militar obligatorio y que tengan
un carácter meramente militar.
2. Los trabajos o servicios que formen parte de las obligaciones cívicas ordinarias de los
ciudadanos de un país independiente.
3. Los trabajos o servicios que sean exigidos debido a una condena dictada por una sentencia
judicial, además, dicho trabajo debe realizarse bajo la vigilancia y el control de las autoridades
públicas y, el individuo en cuestión no puede ser cedido o puesto a disposición de particulares,
compañías o personas jurídicas privadas.
4. Los trabajos o servicios que sean exigidos en caso de fuerza mayor 64 y, en general, todos
aquellos eventos que pongan en peligro o amenacen poner en peligro la vida o las condiciones
habituales de la población.
5. Los pequeños trabajos comunales, los cuales son aquellos trabajos que se realizan por parte de
los miembros de una comunidad en beneficio directo de la misma. Dichos trabajos pueden ser
considerados como obligaciones cívicas normales que incumben a los miembros de la
comunidad.

Asimismo, de acuerdo con el Art. 3.a del C182, el trabajo forzoso es una de las peores formas de trabajo
infantil, siendo este prohibido en la inmensa mayoría de países, al ser considerado un delito grave y una
violación de los derechos humanos fundamentales.

Es difícil estimar la cifra exacta de niños involucrados en las peores formas de trabajo infantil, ya que
se trata de actividades ocultas e ilícitas carentes de datos fiables. Sin embargo, la OIT estima la existencia
de unos 5,5 millones de niños en situación de trabajo forzoso 65. Además, muchas de las víctimas realizan
a la vez actividades peligrosas.

63
Véase el Convenio núm. 105 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C105. Ver
listado de países en http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312250.
64
Por ejemplo, guerras, siniestros o amenaza de siniestros, tales como incendios, inundaciones, hambre, temblores de tierra, epidemias,
invasiones de animales, de insectos o de parásitos vegetales dañinos, etc.
65
Trabajo forzoso con fines de explotación sexual (960.000 niños); trabajo forzoso con fines de explotación laboral (3.780.000); y trabajo
forzoso impuesto por el Estado (709.000).

28
La lucha internacional contra el trabajo infantil

En relación al trabajo forzoso, cabe mencionar varios casos controvertidos:

Al primero al cual haremos referencia es al Informe de la Comisión de Encuesta instituida en virtud del
Art. 26 de la Constitución de la Organización Internacional del Trabajo para examinar la observancia
por Myanmar del Convenio sobre el trabajo forzoso núm. 29, 1930 66. Así pues, el informe alude al
incumplimiento del Convenio núm. 29 sobre el trabajo forzoso por parte del Gobierno de Myanmar, al
ser impuesto el trabajo forzoso a hombres, mujeres, niños y ancianos de las aldeas y las ciudades de
varias regiones del país, así como también de prisioneros. Ejemplos de los trabajos que se llevaban a
cabo son: el transporte de cargas, combate, rastreo de minas y servicios sexuales para las tropas, la
construcción y otros trabajos pesados para llevar a cabo infraestructuras que no benefician a la población
que lo ejecuta o para proyectos de construcción militar; operaciones para la explotación de reservas de
petróleo y gas natural, etc. Visto esto, ninguno de los trabajos que ejercían los ciudadanos figuran entre
las excepciones enumeradas en el Art. 2.2 del Convenio mencionado.

Todas las informaciones y las pruebas demuestran que Myanmar no había cumplido en absoluto con el
cumplimiento del Convenio núm. 29, al no cumplir con la obligación de suprimir el trabajo forzoso u
obligatorio (Art. 1.1), lo cual se puede observar en la legislación nacional de Myanmar, en especial en
la Ley de aldeas y en la Ley de ciudades, las cuales permitían imponer el trabajo forzoso u obligatorio
y preveían multas y penas de prisión para las personas que no las acatasen. Por otra parte, el Gobierno
viola su obligación de garantizar, con arreglo al Art. 25 del Convenio, a tomar medidas para que las
sanciones impuestas por la ley sean realmente eficaces y se apliquen estrictamente. Los elementos de
prueba demuestran no sólo que las minorías no budistas son a veces sometidas de manera
desproporcionada a las exigencias del trabajo forzoso, sino también que esta práctica se impone
mediante la amenaza de sanciones legales y recurriendo a la fuerza física.

El otro es el caso Roe v. Bridgestone, Tribunal de Indiana (Estados Unidos), S.D, 492 F. Supp.2d 988 67.
En noviembre de 2005 un grupo de adultos y niños que viven y trabajan en la plantación de caucho de
Firestone en Liberia (los cuales son descendientes de los originales trabajadores de la plantación,
habiendo sido estos recluidos a punta de pistola desde la inauguración de la plantación en 1926)
presentaron una demanda colectiva en una corte federal de California en los Estados Unidos. Los
demandantes presentaron la demanda contra Firestone (propiedad de Bridgestone Corporation) en virtud
de la Ley de reclamaciones de agravantes de extranjeros (ATCA) 68 alegando que las condiciones de

66
Véase el Informe de la Comisión de Encuesta nombrada en virtud del Artículo 26 de la Constitución de la Organización Internacional del
Trabajo para examinar la observancia por parte de Myanmar del Convenio núm. 29 sobre el trabajo forzoso, 1930. Ginebra, 2 de julio de 1998.
http://www.ilo.org/public/spanish/standards/relm/gb/docs/gb273/myanmar.htm.
67
Para ver el caso consulte el siguiente link: https://casetext.com/case/roe-v-bridgestone-corporation.
68
La Alien Tort Statute o ATS (Estatuto de reclamación por agravios contra extranjeros) o bien, Alien Tort Claims Act o ATCA (Ley de
reclamación por agravios contra extranjeros) es una sección del Código de los Estados Unidos que enuncia: “Las Cortes Federales de Distrito
de Estados Unidos tendrán jurisdicción original en toda acción civil entablada por un extranjero por un agravio solamente, cometido en
violación del Derecho de Gentes o de un tratado de los Estados Unidos”. Así pues, el estatuto permite a un extranjero iniciar una acción civil
contra otro en los tribunales federales de Estados Unidos por un delito cometido fuera de Estados Unidos, si tal delito es una violación de las
leyes de la nación o de un tratado específico del que EE UU sea signatario.

29
La lucha internacional contra el trabajo infantil

trabajo en la plantación de caucho equivalen a trabajo forzoso y la compañía ha empleado trabajo infantil
ilegal. Así pues, los demandantes alegan que los supervisores de la plantación Firestone exigieron a los
trabajadores adultos que pusieran a sus hijos (algunos de tan sólo 6 años) a trabajar durante 12 a 14
horas para cumplir con las altas cuotas de producción de la empresa. El salario diario de un trabajador
de la plantación de Firestone es de 3.19$ si se realizan unos 1125 árboles al día, pero si solo se realizan
750 árboles, se perderá la mitad del salario diario. Además, los demandantes sostenían que fueron
"forzados" por un clima de temor que incluía una "fuerza notoria de seguridad" y que "nacieron en un
sistema de trabajo forzado”, señalando que la OIT había reconocido que la falta de consentimiento
puede surgir cuando una persona nace o desciende de un estado de esclavitud o servidumbre. De este
modo, las generaciones sucesivas se mantuvieron en la plantación por la pobreza, el temor y la
ignorancia del mundo exterior, viviendo en un ciclo de pobreza y criando a sus hijos para que fueran la
próxima generación de trabajadores en la plantación.

En abril de 2006, el caso fue transferido a la corte federal en Indiana y el juez desestimó las demandas
de trabajo forzoso de los adultos, concluyendo que los demandantes no alegaron suficientemente
violaciones de normas específicas, universales y obligatorias de derecho internacional necesarias para
una reclamación bajo ATCA. Por ejemplo, los demandantes no han alegado la falta de pago, tampoco
que Firestone haya utilizado la fuerza física o restricciones legales para mantenerlos en el trabajo,
tampoco que no pudieran abandonar libremente sus empleos, tampoco alegan que hayan sido retenidos
en contra de su voluntad, torturados, encarcelados o amenazados con daño físico, ni de haber sido forma
de propiedad o trata de personas. De este modo, de acuerdo con la definición de trabajo forzado que
hallamos en el Art. 1 del Convenio núm. 29, la "amenaza de cualquier castigo" no se refiere al daño
que sufriría una persona si deja un trabajo y no puede ganarse la vida en otra parte. Como conclusión,
el trabajo forzoso no cubre situaciones de pura necesidad económica, como cuando un trabajador se
siente incapaz de dejar un empleo debido a la ausencia real o percibida de alternativas de empleo. Si las
condiciones de trabajo de los adultos en la plantación de Firestone violasen el derecho internacional,
entonces el derecho internacional se extendería sin fronteras identificables a condiciones de trabajo
explotadoras y de bajos salarios en todo el mundo. Sin embargo, el juez llegó a la conclusión de que las
alegaciones sobre el trabajo infantil forzoso eran suficientes para permitir que las reclamaciones fueran
presentadas bajo la ATCA.

2.2.3. Participación en el trabajo doméstico: Los niños Restavek

En la actualidad, existen unos 11,5 millones de niños que se encuentran bajo la modalidad de trabajo
doméstico infantil, de los cuales, 3,7 millones realizan trabajos peligrosos (21,4% del total de niños
trabajadores domésticos) y el 67,1% de todos los niños trabajadores domésticos son mujeres 69. Pese al

69
Para mayor información, sírvase consultar: http://ilo.org/ipec/Informationresources/WCMS_IPEC_PUB_23237/lang--es/index.htm.

30
La lucha internacional contra el trabajo infantil

desconocimiento de un número exacto de trabajadores forzosos y víctimas de trata en el trabajo


doméstico, se cree que existe un número alarmante de niños en servidumbre por deudas, víctimas de
trata y en situación de siervo. En economías en rápido desarrollo como Brasil o India, China, América
del Sur, incluso algunas partes de Nigeria y Turquía, los niños y niñas son preferibles como ayuda
doméstica por la clase media. También vemos el crecimiento de la trata de niñas y niños, pero sobre
todo de las niñas. Según datos no gubernmanentales, 150.000 millones de dólares se ganan ilícitamente
de este tráfico humano o comercio humano.

Con el objetivo de proteger a las trabajadoras y los trabajadores domésticos, la OIT aprobó en 2011 (en
su 100ª reunión de la CIT) el Convenio núm. 189 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos,
el cual ha sido ratificado por 23 países 70, junto a la Recomendación núm. 201 sobre el trabajo decente
para las trabajadoras y los trabajadores domésticos 71.

En el Art. 1 de este Convenio, se define los términos “trabajo doméstico” como aquel realizado en un
hogar u hogares o para los mismos, y “trabajador doméstico” como la persona, ya sea de género
femenino o género masculino, que realiza un trabajo doméstico en el marco de una relación laboral. No
obstante, estos términos contienen una gran diversidad de tareas y servicios que difieren de un país a
otro, y pueden variar en función de la edad, el género, la etnia, el contexto cultural y la situación
económica. Una vez definido el concepto en cuestión, cabe preguntarse: ¿Se trata de trabajo doméstico
el realizado por un niño en su propio hogar? En respuesta de ello, decir que, si estas actividades son
realizadas en su propio domicilio, en condiciones no excesivas, bajo la supervisión de familiares o
personas cercanas y, no interfieren con su educación, podemos considerar que es algo positivo para su
desarrollo y, por lo tanto, no considerado como trabajo infantil.

Sin embargo, este fenómeno sigue siendo difícil de detectar debido a los factores sociales y culturales,
los cuales contribuyen a la subsistencia del trabajo doméstico infantil. A modo de ejemplo, en muchos
países, el trabajo doméstico infantil es aceptado a nivel social y cultural, además, es percibido
positivamente, en particular para las niñas, habiéndoles sido asignadas una serie de responsabilidades,
ya sea dentro o fuera del hogar, así como la idea de que el trabajo doméstico forma parte del
“aprendizaje” para la edad adulta y el matrimonio.

Los peligros vinculados al trabajo doméstico infantil pueden tener un impacto físico, psicológico y moral
irreversible en el desarrollo, salud y bienestar del niño, es por ello que, es materia de grave preocupación,
siendo este considerado en algunos países como una de las peores formas de trabajo infantil. Estos niños

70
Ver Convenio núm. 189 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_INSTRUMENT_ID:2551460.
Ver listado aquí: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:2551460.
71
Ver Recomendación en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:55:0:::55:P55_TYPE,P55_LANG,P55_DOCUMENT,P55_NODE:REC,es,R201,/
Document.

31
La lucha internacional contra el trabajo infantil

suelen sufrir jornadas laborales de larga duración y agotadoras, además, el peligro se pronuncia en
determinadas circunstancias, por ejemplo, con el uso de químicos tóxicos, el transporte de cargas
pesadas, la manipulación de objetos peligrosos (sobre todo, los de la cocina, así como, cuchillos, ollas
calientes, etc.), una alimentación escasa y alojamiento impropio, el trato humillante o degradante,
incluyendo la violencia física o verbal y el abuso sexual. Estos riesgos aumentan considerablemente
cuando el niño vive en el domicilio del empleador, siendo especialmente vulnerable a causa del
aislamiento, la dependencia y la falta de derechos.

Los niños en situación de trabajo doméstico no suelen tener acceso a la educación o esta es insuficiente
y, asimismo, una vez se llega a la edad mínima para trabajar, estos cuentan con menores posibilidades
para seguir estudiando. De esta forma, el Convenio núm. 189 quiere garantizar que el trabajo realizado
por los niños no impida la educación obligatoria ni dificulte las posibilidades de seguir estudiando o
seguir formándose profesionalmente. Así pues, establece en su Art. 4 que los Estados miembros deben
fijar una edad mínima para el trabajo doméstico en virtud a los Convenios núm. 138 y núm. 182, siendo
esta no inferior a la edad mínima fijada por las leyes y reglamentos nacionales para los trabajadores en
general. Además, la mencionada Recomendación núm. 201 refuerza lo anterior mediante la promoción
de una identificación, prohibición y eliminación del trabajo peligroso infantil, y la implementación de
mecanismos para vigilar la situación de los niños en dicho sector.

En relación a esto, cabe mencionar las observaciones de la CEACR (2004) en su 75ª reunión dedicada
al Convenio núm. 29, las cuales versan sobre un caso en particular, esto es, los niños "Restavek" 72 en
Haití. El trabajo doméstico infantil es muy común en Haití y, generalmente, constituye trabajo forzado
o esclavitud. Este trabajo involucra a los niños de 5 a 7 años que provienen de familias pobres,
principalmente rurales, siendo enviados a vivir con familias más acomodadas para realizar un trabajo
doméstico a cambio de alojamiento y comida, además, la familia pobre suele recibir ingresos por parte
de la familia empleadora. En palabras de Mundo Stefano Savi, director adjunto para Haití de UNICEF,
esta práctica nació “como un mecanismo cultural, en donde las familias pobres enviaban a sus hijos a
parientes ricos como una forma de mejorar sus vidas”. Los datos sugieren la existencia de unos 300.000
niños "Restavek" en Haití y, muy pocos de ellos reciben educación, solo el 20% asisten a la escuela y
menos del 1% llegan a la escuela secundaria. Asimismo, el Comité señala que, a fin de determinar si la
situación entra en el ámbito de aplicación del Convenio, es imprescindible examinar las condiciones en
las que se efectúa dicho trabajo y medirlas frente a la definición de trabajo forzoso, en particular, en lo
que respecta a la validez del consentimiento dado para realizar el trabajo, la edad temprana de los niños
afectados y a la posibilidad de salir del empleo.

72
“Restavek” significa literalmente "vivir con" en el idioma francés. Para saber más sobre estos, consulte:
http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131016_sociedad_indice_haiti_esclavitud_moderna_informe_ch.

32
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Capítulo III. LAS CAUSAS DEL TRABAJO INFANTIL ¿CÓMO DIRIGIR LA


LUCHA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL?
El trabajo infantil es algo que debería ser inexistente, entonces, ¿por qué aún persiste? Podemos
comparar el trabajo infantil con un círculo vicioso de causas y consecuencias, en el cual, la pobreza
juega un papel principal como causante. Si bien, el número de niños trabajadores viene disminuyendo
lentamente y también se ha registrado un descenso en la cantidad de niños empleados en las peores
formas de trabajo infantil, muchos aún continúan trabajando en terribles condiciones.

Existen muchas causas del trabajo infantil, pero en términos generales podemos diferenciar las que
mencionaré a continuación, las cuales estarán vinculadas con una serie de medidas que apoyan la
eliminación de las respectivas causas.

3.1. La pobreza y la desigualdad económica como principal causa del trabajo infantil

"El trabajo infantil es tanto un efecto como una causa de la pobreza", declara la Sra. Hilde Frafjord
Johnson, Ministra de Desarrollo Internacional y Derechos Humanos de Noruega en 1997. La mayoría
de niños que se encuentran en la situación de trabajo infantil son aquellos que provienen de hogares
pobres, así pues, la pobreza en sí, es una causa que potencia el círculo vicioso del problema: los niños
dejan de estudiar para trabajar y sostener el hogar, consecuentemente, no se forman y, por lo tanto,
continúan siendo pobres y en las futuras generaciones sucederá lo mismo. Emerson y Souza realizaron
un estudio en el que defienden la idea de que los niños que trabajaron en su infancia serán más propensos
a tener un salario bajo en su vida adulta y, además, serán más propensos a enviar a sus propios hijos a
trabajar. Este proceso puede repetirse a través de generaciones y, por lo tanto, las familias pueden quedar
atrapadas en un ciclo de pobreza y trabajo infantil 73. Además, dicha pobreza no es solo económica, sino
que, al quedar excluidos del sistema educativo, los niños tienen más alta vulnerabilidad a otras miserias,
así como, vicios como el alcohol, el tabaco y el consumo de drogas.

73
Emerson, P. M., & Souza, A. P. (2003). Is there a Child Labor Trap? InterGenerational Persistence of Child Labor in Brazil. Economic
Development and Cultural Change, Vol. 51, n. 2, pp. 375 - 398.

33
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Gráfico 6. Ciclo de pobreza y de trabajo infantil

Fuente: OIT. (2015). Informe mundial de 2015 sobre el Trabajo Infantil - Allanar el camino hacia el
trabajo decente para los jóvenes. Ginebra: OIT, p. 6.

Planteamos la Teoría económica fundacional del trabajo infantil de Basu y Van 74, la cual se centra en
las decisiones de las familias y en la oferta de mano de obra. El salario adulto normalmente es demasiado
bajo para poder cubrir las necesidades básicas, de este modo, los adultos se ven obligados a enviar a sus
hijos a trabajar, dicha situación sirve para que los salarios se mantengan bajos mientras se incrementa la
oferta de mano de obra. Ante dicha situación, se plantea que, si todos los niños quedaran fuera del
mercado de trabajo, esta restricción en la oferta de mano de obra podría obligar a salarios a ser lo
suficientemente altos como para que sean adecuados para que los adultos puedan satisfacer las
necesidades básicas mínimas del hogar. Del contrario, si todos los niños fueran enviados a trabajar, la
oferta de mano de obra podría deprimir los salarios lo suficiente para que los salarios de los adultos no
fueran suficientes para satisfacer las necesidades básicas mínimas del hogar. En este caso, si una
economía está en el equilibrio del salario bajo, ninguna casa puede permitirse sacar a sus hijos de la
mano de obra. Sin embargo, si todos los hogares retiraban a sus hijos al mismo tiempo, todos estarían
mejor: sus hijos no trabajarían y los adultos podían cubrir las necesidades básicas de los hogares. Por el
contrario, si los salarios siguen estando por debajo del umbral de la pobreza, incluso cuando todos los
niños trabajadores son retirados de la fuerza de trabajo, la prohibición del trabajo infantil podría
empeorar a los hogares, condenándoles a la indigencia.

74
Basu, K., & Van, H. P. (1998). The Economics of Child Labour. The American Economic Review, Vol. 88, pp. 412-427. Véase en:
http://qed.econ.queensu.ca/pub/faculty/sumon/basu_childlabor.pdf.

34
La lucha internacional contra el trabajo infantil

En el gráfico que vemos a continuación, se ilustra la tasa de incidencia del trabajo infantil en relación al
PIB per cápita de 84 Estados en vías de desarrollo, pudiéndose observar la relación que tienen los
ingresos y el trabajo infantil.

Gráfico 7. Incidencia del trabajo infantil en relación con el PIB per cápita en países en desarrollo

Fuente: Estadísticas por países del UCW - Indicadores de desarrollo mundial del Banco
Mundial.

Cabe recordar que, la pobreza familiar siempre puede variar sustancialmente dependiendo de las
características familiares. En determinados contextos la miseria en los hogares se intensifica,
aumentando las probabilidades de trabajo en los menores e implementando un efecto negativo sobre la
probabilidad de ir a la escuela. Así pues, el trabajo infantil es más propenso a aquellas familias con más
hijos de poca edad, y también cuando se trata de familias monoparentales, especialmente, con jefatura
femenina 75. En definitiva, la tasa de dependencia económica (el número de personas a las que hay que
sostener) determina si el salario adulto es suficiente para la supervivencia de la familia y ejerce presión
sobre los miembros económicamente activos de la familia. En relación a la fertilidad endógena, Dessy
planteó una serie de intervenciones políticas para abordar dicha cuestión, por ejemplo, una que prohíba
el uso de niños en el trabajo y obligue a la educación de los niños, obligando a las familias a tener menos
hijos y a escapar de la trampa de fertilidad del trabajo infantil 76. Los salarios de los adultos no tienen
que ser tan altos con menos niños en el hogar y los salarios de los adultos probablemente aumentarían
con la disminución de la oferta de mano de obra como resultado de esta política, siendo suficientes para
el sustento de la familia y siendo innecesario el envío de sus hijos al trabajo.

75
Burón, C. G., & Lassibille, G. (2012). ESCOLARIZACIÓN, TRABAJO INFANTIL Y SATISFACCIÓN LABORAL: EVIDENCIA PARA
ETIOPÍA. Revista de Economía Aplicada, 95-188.
76
Dessy, S. (2000). A Defense of Compulsory Measures against Child Labor. Journal of Development Economics, 62(1), 261-275.

35
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Asimismo, las diferencias en la oportunidad también influyen en las decisiones familiares de enviar a
los niños a la escuela, puesto que las diferentes familias se enfrentan a pagos diferentes en la educación
y este diferencial de rentabilidad puede ser el resultado de, por ejemplo, la calidad diferencial de la
escuela, la discriminación o los mercados de trabajo segmentados (por ejemplo, donde los niños rurales,
incluso con educación, no tengan acceso a trabajos bien remunerados). En estos casos, las prohibiciones
en el trabajo infantil perjudicarán a las mismas familias porque estas familias están tomando decisiones
óptimas basadas en el medio ambiente que enfrentan. Forzar a estas familias a que se abstengan del
trabajo infantil u obligarlas a invertir en educación, empeorarían su situación, puesto que la raíz de la
baja inversión en educación no ha cambiado 77.

Una característica de todas estas hipótesis es una suposición implícita de restricciones crediticias para
las familias pobres, lo que les impide pedir prestado para invertir en sus hijos. Ranjan abordó
explícitamente la "imperfección" del mercado crediticio para mostrar cómo el trabajo infantil puede
surgir como consecuencia directa y, además, mostró que la desigualdad de ingresos puede estar
relacionada positivamente con el trabajo infantil, ya que los trabajadores de baja productividad que
ganan menos no pueden permitirse realizar grandes inversiones en la educación de sus hijos, mientras
que los trabajadores de alta productividad sí pueden. Así, las familias de alta productividad continúan
invirtiendo y volviéndose cada vez más productivas, mientras que las familias de baja productividad
siguen siendo familias de baja productividad 78.

En definitiva, si no se establece un entorno económico y jurídico adecuado, no será posible alcanzar un


progreso en cuanto a la eliminación del trabajo infantil, la escolarización y brindar oportunidades de
trabajo decente para los jóvenes.

3.2. Una educación deficiente. Por una escolaridad universal y obligatoria

Se dice que la educación es un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida, siendo este el medio por
el cual los hombres podemos lograr el pleno desarrollo de la personalidad humana, considerándonos
personas libres y críticas, incluyendo el desarrollo de nuestras habilidades y aptitudes.

La inexistencia de un sistema educativo público y gratuito para los niños y niñas está fuertemente
relacionado con la pobreza y, consecuentemente, con el trabajo infantil. Esta falta de educación se puede
deber por miles razones, por ejemplo, cuando el derecho a la educación no está avalado por la ley,
cuando los gastos escolares son demasiado costosos para las familias pobres, cuando las escuelas o
centros educativos están situados en lugares lejanos y tal lejanía implica peligrosidad (generalmente,
carecen de medios de transporte al tratarse de localidades campesinas, rurales o indígenas), cuando los

77
Emerson, P. M., & Knabb, S. D. (2006). Opportunity, Inequality and the. Economica, 73:291, pp. 413-434.
78
Ranjan, P. (2001). Credit Constraints and the Phenomenon of Child Labor. Journal of Development Economics, 81-102.

36
La lucha internacional contra el trabajo infantil

docentes son insuficientes o tienen baja formación profesional, cuando los entornos de enseñanza y
aprendizaje son espacios inseguros (falta de higiene, clases masificadas, falta de libros o materiales de
aprendizaje), cuando las comunidades no otorgan importancia a la educación, puesto que han sido
históricamente excluidos de los procesos de la educación formal y, además, existiendo discriminación
contra determinados grupos (por ejemplo, niñas, personas pobres o minorías étnicas) 79.

Actualmente, la educación básica universal es uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio y es un
derecho fundamental de los niños, considerándose como una de las soluciones para erradicar el trabajo
infantil. El derecho fundamental de la educación se reconoce en abundante legislación, destacando el
Art. 26 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre, el Art. 10 de la Convención para la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres y los Arts. 28 y 29 de la
Convención sobre los Derechos del Niño. En todos estos artículos se promulga, básicamente, la
existencia de un sistema educativo de calidad, gratuito y obligatorio hasta la edad mínima de admisión
al empleo, garantizar el acceso a una educación superior y eliminar la discriminación contra la mujer,
minorías étnicas, religiosas o lingüísticas en la educación.

Como solución, la OIT señala que es esencial ampliar y mejorar el acceso a la educación de calidad,
obligatoria y gratuita para todos los niños, poniendo especial atención en las niñas, y asegurar la
educación de todos los niños por debajo de la edad mínima de admisión al empleo mediante: (1) La
eliminación de los costes que representan una barrera para la educación, por ejemplo, suprimir las cuotas
escolares y proporcionar material, (2) La promoción y el seguimiento a la inscripción, asistencia,
retención y reintegración escolares, ya sea por medio de becas o programas de alimentación escolar, (3)
La creación de un entorno de aprendizaje adaptado a los niños, en el que estén protegidos del abuso, la
violencia y la discriminación.

Además, destacar la iniciativa mundial Educación para Todos (EPT) 80 , la cual promueve nuevas
inversiones para mejorar el acceso y la calidad de la educación. No es casualidad que la rápida
disminución del trabajo infantil desde 2000 haya coincidido con un importante incremento en la
asistencia escolar.

3.3. La importancia de los factores culturales

Liebel dice que el trabajo infantil no es repugnante, sino que está realmente incrustado en las culturas
locales y debe ser respetado 81. Dicho esto, es de saber que el entorno familiar y cultural también es el

79
OIT-IPEC, Internacional de la Educación con el apoyo del Programa Internacional de la Erradicación del trabajo infantil de la Organización
Internacional del Trabajo. (2014). ERRADICAR EL TRABAJO INFANTIL, p.10.
80
Para saber más véase: http://www.unesco.org/new/es/our-priorities/education-for-all/.
81
Liebel, M. (2004). A Will of their Own: Cross-Cultural Perspectives on Working Children. London. 194-215.

37
La lucha internacional contra el trabajo infantil

que promueve la explotación de sus propios hijos. Por ejemplo, en áreas rurales los niños empiezan a
ayudar en las tareas domésticas y agrícolas en edades tempranas. En muchos casos, lo que sucede es una
vinculación laboral prematura de los niños. Los criterios acerca de cuándo empieza la edad adulta varía
según la clase social y la cultura, así pues, obviamente no coincide con aquella definición que los
campesinos tienen, puesto que estos consideran que el niño es adulto desde muy jóven y es responsable
para trabajar. La percepción acerca de la escuela es ambigua, por un lado, se valora la posibilidad de
aprender a leer y a escribir, pero, en particular, los padres que viven en áreas rurales, perciben esta
educación como irrelevante, y cuando los horarios de la escuela y el trabajo se solapan, privilegian al
trabajo, puesto que este tiene beneficios inmediatos para la subsistencia familiar. Además, las familias
también tienden a mostrar recelo a las escuelas, puesto que creen que los niños aprenden de ahí a
rebelarse contra las tradiciones y normas del hogar. Lo que suelen hacer los padres es recoger su propia
experiencia como niños trabajadores para justificar el trabajo de sus hijos, creyendo que el trabajo
prematuro es una preparación para la vida, que opera como escuela y en él se adquieren valores como
la responsabilidad, la autonomía y, también es una protección contra los vicios y la delincuencia.

El reciente debate sobre la erradicación del trabajo infantil ha incluido una disputa sobre la universalidad
de las normas de la infancia. Una tendencia importante en los estudios occidentales de la infancia es la
suposición de que la cultura y el contexto en muchos países en desarrollo son tan diferentes que no se
puede imponer una norma universal de la infancia. Además, aunque muchos países hayan promulgado
leyes al respecto, son pocas las que incluyen disposiciones en las que se definan las responsabilidades
de los padres o los tutores legales.

Otra cosa importante aquí es, abordar todas aquellas vulnerabilidades específicas que afectan a las niñas
y a las jóvenes. En algunos países, las niñas siguen teniendo dificultades para estudiar, debido a los
factores culturales impregnados en sus sociedades, así como, el matrimonio precoz y las
responsabilidades domésticas en el hogar. Las niñas son especialmente vulnerables a las peores formas
de trabajo infantil, así como la explotación sexual comercial y el trabajo doméstico en hogares de
terceros, por ello, nótese la necesidad de una educación inclusiva, por ejemplo, escuelas diseñadas para
niñas. Asimismo, no solo estamos hablando de la escolaridad, sino que, con frecuencia, las trayectorias
profesionales de las mujeres jóvenes se ven seriamente limitadas por las expectativas sociales y
familiares que las inducen a dejar de trabajar después del matrimonio o después del nacimiento del
primer hijo. La posición desventajosa de las mujeres jóvenes en el mercado de trabajo pone de manifiesto
la necesidad de lograr una igualdad de género en la educación y en el trabajo.

38
La lucha internacional contra el trabajo infantil

3.4. Políticas de Estado defectuosas. La transcendencia del compromiso gubernamental

Actualmente, ante la economía mundializada en la que vivimos, los gobiernos son responsables del
avance y fortalecimiento de las políticas y programas relacionados con la erradicación del trabajo
infantil, particularmente, sus peores formas. Aunque, el papel de los gobiernos tenga una gran
importancia, no se excluye a todos los sectores de la sociedad, entidades privadas, instituciones, partidos
políticos y a la sociedad civil en general, de su deber y aporte en el respeto a los derechos humanos.

A continuación, mencionaré una serie de medidas relacionadas con las políticas de Estado que,
personalmente, creo que podrían ayudar a poner remedio al trabajo infantil.

3.4.1. Legislación nacional y observancia. La aplicación de los Convenios de la OIT

La mayoría de países en el mundo han ratificado el Convenio núm. 182 de la OIT sobre las peores
formas de trabajo infantil (1999) y el Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo
(1973). No obstante, la labor normativa no se limita a la adopción de Convenios y Recomendaciones 82,
sino que hay que incorporarlos efectivamente en la legislación nacional y respetarlos. Para corroborar
que los Estados parte están cumpliendo efectivamente con sus obligaciones, la OIT establece una serie
de acciones, así como, la función supervisora del Comité de los Derechos del Niño 83, las visitas a los
países, la presentación de memorias periódicas por parte de los Estados, la mejora de datos estadísticos
a nivel mundial y nacional (lo cual enriquece la base de datos, el seguimiento y la evaluación) y, sobre
todo, un sistema de inspección, supervisión y vigilancia en el trabajo (incluyendo la seguridad en el
trabajo y la salud en el trabajo).

Así pues, son los inspectores de trabajo los que desempeñan un papel clave para la abolición del trabajo
infantil, con tal de garantizar la aplicación adecuada de la legislación nacional del trabajo, pero no solo
eso, sino que también aconsejan a los empleadores y a los trabajadores en cuanto cuestiones del trabajo,
así como el tiempo de trabajo, los salarios, la seguridad y la salud en el trabajo, y el trabajo infantil.
Además, estos señalan a las autoridades nacionales las lagunas y deficiencias en la legislación nacional.
De este modo, la inspección de trabajo puede contribuir para evitar problemas mayores (como accidentes
laborales, enfermedades profesionales, absentismo, abuso de los trabajadores y conflictos laborales) y,
por lo tanto, estimular la productividad y el desarrollo económico 84. Desgraciadamente, aún existen

82
Sin embargo, la adopción de nuevas normas incrementa en gran medida la atención internacional y la acción sobre temas específicos. Un
reciente ejemplo se refiere al trabajo infantil en el trabajo doméstico mediante la adopción por la OIT del nuevo Convenio núm. 189 y de la
Recomendación núm. 201 en 2011. Para más información, véase OIT-IPEC. Erradicar el trabajo infantil en el trabajo doméstico y proteger
los jóvenes trabajadores contra las condiciones de trabajo abusivas. Informe para el Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2013. Programa
Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT (Ginebra, OIT, 2013).
83
La función del Comité de los Derechos del Niño es examinar los informes de los Estados sobre su aplicación de la CDN y los protocolos
facultativos y, además, tiene competencia para conocer de las quejas individuales.
84
Richthofen, W. v. (2002). Labour Inspection, A guide to the profession. Ginebra: OIT, págs. 121-133 y 146.

39
La lucha internacional contra el trabajo infantil

países con sistemas de inspección del trabajo con pocos fondos y poco personal, es por ello que, la
vigilancia y seguimiento del trabajo infantil 85 tiene como objetivo movilizar y formar a los miembros
de la comunidad para que controlen el trabajo infantil y ayuden a la función de inspección del trabajo.
Debido a la importancia de la inspección de trabajo, la OIT estableció el Convenio núm. 81 sobre la
inspección del trabajo 86, el cual fija la obligación de los Estados ratificantes de mantener un sistema de
inspección del trabajo en la industria y el comercio, pudiendo estos exceptuar a las empresas mineras y
de transporte. Además, también establece la organización del sistema de inspección y una serie de
principios, funciones y obligaciones de los inspectores. Más tarde, se crea un Protocolo relativo al
mencionado convenio 87 , estableciendo la obligación de ampliar las disposiciones del convenio a
aquellos trabajos considerados como no comerciales. Asimismo, también destaca el Convenio núm. 129
sobre la inspección del trabajo (agricultura) 88, teniendo este un contenido parecido al del Convenio
núm. 81, pero este fija específicamente que se deberá establecer y mantener un sistema de inspección
del trabajo en la agricultura.

3.4.2. Piso de protección social

En las conclusiones de la Conferencia Internacional del Trabajo de 2001 sobre seguridad social se
propuso la idea de una protección social a aquellos grupos excluidos de la seguridad social, con la idea
de que en un futuro sean integrados en el sistema de seguridad social 89. Así pues, para prevenir las
vulnerabilidades sociales y económicas que llevan a las familias a recurrir al trabajo infantil es
imprescindible el establecimiento de un piso de protección social, lo cual constituye un conjunto de
garantías básicas de seguridad social que se definen a nivel nacional y están destinadas a prevenir o
moderar la pobreza, la vulnerabilidad y la exclusión social 90.

85
El control del trabajo infantil supone establecer un mecanismo coordinado y multisectorial de control y derivación en el que se incluye a
todos los niños que viven en una zona geográfica determinada. Entre las principales actividades conexas cabe citar las observaciones directas
repetidas periódicamente a fin de detectar la presencia de niños que trabajan y determinar los riesgos a los que están expuestos, derivar esos
niños a los servicios, verificar que han sido retirados y realizar un seguimiento de su situación para asegurarse de que se han reincorporado
satisfactoriamente a la sociedad. Los comités de control del trabajo infantil con base en la comunidad por lo general están compuestos de
dirigentes, maestros, promotores de salud, representantes de las familias interesadas y, en ocasiones, de niños y adolescentes retirados del
trabajo. Estas personas realizan visitas periódicas de control a los lugares de trabajo, a menudo, superpuestas a las visitas oficiales de los
inspectores del trabajo. Para saber más, véase: http://www.ilo.org/ipec/Action/Childlabourmonitoring/lang--es/index.htm.
86
Véase el Convenio núm. 81 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C081.
Actualmente, ha sido ratificado por 145 países, véase el listado de ratificaciones en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312226.
87
Véase el Protocolo en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:P081. Dicho protocolo
ha sido ratificado por 11 países, véase la lista en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312334.
88
Véase el Convenio núm. 129 en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=NORMLEXPUB:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:C129.
Dicho Convenio fue ratificado por 53 países hasta ahora, véase la lista en:
http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312274.
89
Mangarelli, C. (2009). Seguridad social y Protección social ante el desafío de la extensión de la cobertura. Para ver más véase:
http://www.asociacion.org.ar/editorial/abril09/Mangarelli.pdf.
90
No cabe confundir a la seguridad social y la protección social, puesto que estas se diferencian principalmente en lo siguiente: En la seguridad
social la sociedad debe responder frente a determinados riesgos a los que están expuestos sus miembros, tratándose de una “responsabilidad

40
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Cuando aparecen crisis económicas u otros choques económicos negativos 91, la ausencia de políticas
públicas de protección social acentúa la vulnerabilidad económica y afecta a las decisiones de los
hogares con respecto al trabajo infantil y la escolarización. Por lo tanto, se utiliza el trabajo infantil como
un mecanismo de amortiguación contra los choques negativos cuando no hay un piso de protección
social adecuado, provocando así un ascenso en los niveles de trabajo infantil y amenazando el sistema
educativo. Un estudio que examina la incidencia de los choques agrícolas (sequías, inundaciones y malas
cosechas) en los niños de Camboya entre 1999-2003, reveló que los niños que vivían en un pueblo en
el que las explotaciones agrarias habían experimentado malas cosechas tenían un 60% más de
probabilidades de trabajar que los niños que no habían sido afectados por tales choques 92. Ahora bien,
¿ha tenido la crisis económica mundial de 2008-2009 algún efecto en el trabajo infantil? Pese a lo que
se temía, el período 2008-2012 mostró una tasa de descenso más rápida en el trabajo infantil. Es probable
que el lento crecimiento económico posterior a la crisis haya reducido la demanda de mano de obra, no
obstante, no cabe olvidar el riesgo de un incremento cuando la economía mundial se recupere.

La seguridad social y la protección social son reconocidas como derechos humanos universales por
diversos instrumentos internacionales. Por ejemplo, en el Art. 22 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos se declara lo siguiente: “Toda persona tiene derecho a la seguridad social, y a
obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su
personalidad”. Asimismo, en el Art. 23 de la misma Declaración se menciona que “toda persona tiene
derecho a la protección contra el desempleo” y, además “toda persona que trabaja tiene derecho a una
remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme
a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualquier otro medio de protección
social”. En cuanto a lo referido, en el Art. 26.1 de la Convención sobre los Derechos del Niño, hace
especial referencia a la infancia, expresando que: “Los Estados Partes reconocerán a todos los niños el
derecho a beneficiarse de la seguridad social, incluso del seguro social”.

En la 35ª reunión de la CIT de 28 de junio de 1952 se adoptó el Convenio núm. 102 sobre las normas
mínimas de seguridad social 93. En el mencionado Convenio, los Estados Partes tienen la opción de

social”. Las contingencias que, por lo general, se entienden comprendidas en la noción de seguridad social son las señaladas en el Convenio
Internacional del Trabajo Nº 102 sobre seguridad social (enfermedad, desempleo, maternidad, vejez, invalidez, sobrevivencia, accidente de
trabajo y enfermedad profesional, cargas familiares). En cambio, la protección social es más amplia, puesto que comprende la seguridad social
y además otros riesgos o necesidades, así como, programas de reducción de la pobreza. Asimismo, la protección social también es más amplia
que la seguridad social porque incluye no sólo la intervención del Estado, sino también las acciones de la sociedad civil. Otra diferencia a
destacar es que la protección social se independiza de la relación de trabajo, abarcando así a todos los individuos frente a determinadas
necesidades.

91
Son eventos no previstos que causan perturbaciones en la economía de un solo hogar o de una comunidad o región. Por ejemplo, alzas en
los precios del combustible y de los alimentos, la sequía, las inundaciones y las malas cosechas. guerras, conflictos armados o revueltas civiles.
92
Garcello, L., Kovrova, I., & Rosati, F. (2008). Child labour as a response to Shocks: Evidence from Cambodian Villages. Roma:
Understanding Children’s Work (UCW) .
93
BOE núm. 240, de 6 de octubre 1988, páginas 28998 a 29007 (https://www.boe.es/boe/dias/1988/10/06/pdfs/A28998-29007.pdf). España no
lo ratificó hasta el 29 de junio de 1988, y aceptó únicamente las Partes II, III, IV y VI. En la actualidad dicho Convenio cuenta con 55

41
La lucha internacional contra el trabajo infantil

aceptar o excluir determinados aspectos del mismo y, como consecuencia de ello, se puede producir un
obstáculo a la hora de lograr los objetivos previstos. Más tarde, en la 101ª reunión de la CIT en Ginebra
(14 de junio de 2012), se acordó la Recomendación núm. 202 relativa a los pisos nacionales de
protección social 94 , la cual señala en su preámbulo que la seguridad es un derecho humano,
considerándose una necesidad económica y social para el desarrollo. Asimismo, dicho derecho debe
asegurar la seguridad básica del ingreso para los niños, lo cual asegure un adecuado acceso a la
alimentación, educación, cuidados u otros que bienes y servicios necesarios (párrafo 5.b). Además,
dichas garantías básicas de seguridad social deberán establecerse por ley y ser inspeccionadas
regularmente (párrafo 8.b y c).

Antes de mencionar una serie de medidas más específicas, cabe destacar la Iniciativa Conjunta de las
Naciones Unidas sobre el Piso de Protección Social 95 , la cual promueve estrategias globales para
garantizar el acceso a las transferencias y servicios sociales básicos. Así pues, seguidamente mencionaré
una serie de medidas sociales que favorecen a la estabilidad familiar y a la inversión en la educación,
cosa que ayuda notoriamente a la eliminación progresiva del trabajo infantil.

En primer lugar, hablamos de los programas de transferencias dirigidos a las familias con niños, los
cuales pueden diferenciarse entre transferencias en efectivo y en especie y, a la vez, estas pueden ser
condicionadas o no condicionadas. Así pues, dichos programas están pensados para que los hogares
vulnerables puedan sustentar la economía familiar y evitar el trabajo infantil. Sin embargo, las
transferencias pueden llegar a ser ineficaces si, por ejemplo, el importe de estas no cubre las dificultades
financieras, o bien, que el servicio a la educación sea escaso. Otro problema sería el caso en que las
familias no usen esas transferencias adecuadamente, sino que las utilicen como una inversión hacia el
trabajo, lo cual implicaría un aumento en la probabilidad de que los niños sean utilizados en la
producción familiar. Así pues, como se ha dicho anteriormente, las transferencias pueden ser:

(1) Transferencias en efectivo no condicionadas. Dichos programas no establecen condiciones


específicas para acceder a ellas y esto a veces supone resultados negativos. Por ejemplo, se
realizó un estudio sobre el Programa de Transferencias Sociales de Efectivo en Malawi 96, el
cual señaló que el programa de transferencias provocó un aumento en las inversiones
productivas por parte de los hogares beneficiarios, produciéndose de este modo un cambio en

ratificaciones. Ver listado de los países en:


http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:11300:0::NO:11300:P11300_INSTRUMENT_ID:312247.
94
Véase la Recomendación en: http://www.ilo.org/dyn/normlex/es/f?p=1000:12100:0::NO::P12100_ILO_CODE:R202.
95
La Iniciativa sobre el Piso de Protección Social fue iniciada en 2009 por la Junta de Jefes Ejecutivos del Sistema de las Naciones Unidas.
Actualmente cuenta con el apoyo de una coalición de 19 órganos de las Naciones Unidas e instituciones financieras internacionales, y 14
interlocutores para el desarrollo, bajo la dirección conjunta de la OIT y la OMS. Página web de la OMS: http://www.who.int/es/.
96
Para participar en el mismo, las familias deben estar desempleadas y cumplir con varios requisitos de extrema pobreza, como la incapacidad
de disponer de más de una comida por día o de adquirir artículos de primera necesidad como jabón, prendas de vestir y artículos escolares. En
dicho programa se proporcionaba transferencias en efectivo de un valor de 4 a 13 USD por hogar y al mes en función del número de miembros.

42
La lucha internacional contra el trabajo infantil

la naturaleza del trabajo infantil, pasando del trabajo fuera del hogar al trabajo en el seno
familiar 97.

(2) Transferencias en efectivo condicionadas. En este caso, sí se requieren condiciones específicas


a las familias, así como, la exigencia de que los niños del hogar asistan regularmente a la
escuela. De esta manera, se proporcionan ingresos que ayudan a sustentar la economía familiar
y, a la vez, se incentiva a la inversión en la educación. Dicha tipología, presenta buenos frutos,
por ejemplo, en el programa “Oportunidades” 98 de México, se reveló que los niños de entre 15
a 16 años de edad que vivían en zonas rurales y que se habían beneficiado durante 5,5 años del
programa, tenían menos probabilidades de trabajar que los niños que nunca se habían
beneficiado 99.

(3) Transferencias en especie condicionadas. Por la naturaleza de estas transferencias, se exige la


asistencia de los niños a la escuela, ya sea mediante bonos escolares, material escolar,
suplementos alimenticios, etc. Además, se establece la obligatoriedad de asistir a servicios en
los ámbitos educativos y de la salud, así como, charlas educativas, de información, orientación
y consejería. Así pues, los niños al estar en la escuela no estarían trabajando y, además, al ser
en especie, las familias no tienen la posibilidad de utilizar dicho dinero para invertirlo en el
trabajo infantil (como sucede en las transferencias en efectivo no condicionadas). En el caso de
bonos escolares, estos cubrirían más de la mitad del coste de la educación en la escuela (pública
o privada), eso sí, estando condicionado a la asistencia escolar. Un ejemplo de este es el
Programa de Ampliación de Cobertura de la Educación Secundaria (PACES) en Colombia, el
cual va destinado a las familias con los ingresos más bajos. En este programa se ven resultados
positivos en los niveles de educación que se han alcanzado y en el rendimiento escolar, no
obstante, la proporción de niños y niñas que trabajan no se reduce considerablemente (eso sí,
disminuye el número de horas trabajadas por parte de las niñas). En cuanto a la facilitación de
material escolar, existe el Programa de Asignación Familiar (PRAF) de Honduras, el cual
transfiere útiles escolares al comienzo de cada año lectivo, incluyendo cuadernos, lápices,

97
Covarrubias, K., Davis, B., & Winters, P. (2012). From protection to production: Productive impacts of the Malawi Social Cash Transfer.
Journal of Development Effectiveness, Vol. 4, núm. 1, págs. 50-77. Disponible en el siguiente enlace:
http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/p2p/Publications/MalawiSCT_ProductiveImpacts.pdf.
98
Dicho programa fue creado en 1997 y fue conocido inicialmente como “Progresa”. Los hogares beneficiarios del programa reciben
transferencias en efectivo mensuales equivalentes a aproximadamente el 20% de los ingresos medios del hogar, a condición de que los niños
del hogar asistan a la escuela y que todos sus miembros se sometan a exámenes médicos preventivos y asistan a charlas sobre la salud. En 2010
casi 5,5 millones de hogares se beneficiaron de la ayuda.
99
BEHRMAN, J., PARKER, S., & TODD, P. (2011). «Do conditional cash transfers for schooling generate lasting benefits? A five-year
follow-up of PROGRESA/ Oportunidades». Journal of Human Resources, Vol. 46, núm. 1, págs. 93-122.

43
La lucha internacional contra el trabajo infantil

mochila y otros 100. Ahora bien, en lo referente a los programas de alimentos por educación,
éstos incluyen una alimentación escolar y comidas para llevar a casa, lo cual supone varios
beneficios a la vez, la asistencia escolar de los niños y la mejora del estado nutricional y de
salud de los niños.

En segundo lugar, hablamos de los programas públicos de empleo, pudiendo ser esto una buena medida
para proporcionar empleo a los adultos y mejorar la infraestructura pública y los servicios básicos.
Además, dichas iniciativas pueden incluir formación en el empleo para una mejor integración en el
mercado laboral de los trabajadores de baja cualificación. A modo de ejemplo, hablamos del programa
Public Safety Net 101 de Etiopía, el cual proporciona alimentos o efectivo por prestar la mano de obra
necesaria para construir bienes comunitarios y, además, pueden optar a intervenciones sobre seguridad
alimenticia que incluye acceso al crédito, programas de irrigación y agua, y asesoramiento en tecnología
agrícola. Se realizó un estudio sobre el impacto de dicho programa y se reveló una reducción
significativa en las horas de trabajo por parte de los niños de 6 a 10 años. No obstante, en los hogares
beneficiarios de intervenciones relativas a la seguridad alimenticia se incrementaron las horas de trabajo
infantil. Ante esto, podemos deducir que los niños pasaron a sustituir a los padres beneficiarios en sus
empleos anteriores o en las tareas domésticas. Así pues, los programas de empleo público deberían
anticiparse y crear mecanismos para prevenir los resultados adversos, ya sea mediante el fortalecimiento
de los sistemas públicos de inspección del trabajo y de observancia, o bien, mediante la creación de
empleos decentes y productivos para los adultos y menores en edad de trabajar.

En tercer lugar, hacemos referencia a la protección por desempleo. Como bien se sabe, una persona que
pierde su empleo, deja de generar ingresos inmediatamente, pero no solo eso, también puede dejar de
tener acceso a algunos derechos y beneficios (así como, los servicios de salud). Ante dicha falta de
ingresos, las familias pueden recurrir a enviar a sus hijos al trabajo para sostener la economía familiar.
La solución aquí sería implantar una protección por desempleo, lo cual proporcionaría un sustento
mínimo para que el beneficiario pueda vivir decentemente mientras encuentra un nuevo empleo y, por
lo tanto, elimina aquella necesidad de recurrir al trabajo infantil.

En cuarto lugar, la protección social de la salud. Existe un estrecho vínculo entre los choques negativos
en la salud y el trabajo infantil, por un lado, porque aquellos acontecimientos que dañan la salud,
ocasionan una pérdida en la capacidad de trabajar (y, por lo tanto, de ganar un sueldo) de aquellos
individuos que se ven afectados y, por otro lado, porque se genera un gasto en la salud, lo cual suele
superar el presupuesto familiar de los hogares pobres. La OMS estima que más de la mitad de los gastos

100
Cecchini, S., & Madariaga, A. (2011). Programas de Transferencias Condicionadas - Balance de la experiencia reciente en Latino América
y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas, p. 63. Disponible en:
http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/27854/S2011032_es.pdf?sequence.
101
HODDINOTT, J., GILLIGAN, D., & TAFFESSE, A. (2009). The impact of Ethiopia’s productive safety net program on schooling and
child labor. Disponible en: http://ssrn.com/abstract=1412291.

44
La lucha internacional contra el trabajo infantil

en la salud en los países de bajos ingresos deben ser cubiertos por los propios beneficiarios y, además,
cada año 100 millones de personas caen en la pobreza como resultado de las cargas financieras y de los
riesgos relacionados con la salud. Así pues, la OIT señala que se debe integrar una protección social de
la salud que incluya una serie de medidas de orden público de carácter obligatorio que luchen contra la
inestabilidad social y las pérdidas económicas. Un estudio que evalúa el impacto del seguro de salud
sobre el trabajo infantil en Guatemala indica que, los niños procedentes de hogares donde los principales
sustentadores del hogar estaban cubiertos por un seguro de salud, tenían casi un 4,5% menos de
posibilidades de trabajar 102.

Por último, pero no por ello menos importante, se plantea la seguridad del ingreso en la vejez, es decir,
las pensiones públicas. En la mayoría de países en vías de desarrollo, los hogares están compuestos por
personas mayores y niños, tratándose de hogares multigeneracionales 103, cuya cabeza de familia es un
miembro de edad avanzada. Así pues, si el gobierno estableciera pensiones para los ancianos, las
familias no tendrían por qué ahorrar para la jubilación y así se liberarían recursos para invertir en la
educación de los niños y reducir o eliminar el trabajo infantil. Sin embargo, surge un problema potencial
con esta política si los ciudadanos carecen de confianza en su gobierno. A menudo, los países de bajos
ingresos se caracterizan por gobiernos inestables y de crecimiento incierto, es por ello que, la falta de
confianza en el gobierno puede ser bastante común y, como consecuencia, un problema para avanzar y
erradicar el trabajo infantil. Así pues, aunque existan programas gubernamentales que podrían mejorar
el bienestar de los ciudadanos, la eficacia de la política se basa en las acciones de las familias en
anticipación de las promesas futuras.

3.5. La importancia de la cooperación internacional y las conferencias globales sobre el trabajo

infantil

La cooperación internacional es clave para un mejor desarrollo social y económico, la reducción de la


pobreza, la facilitación de la educación universal y, sobre todo, para contribuir con la lucha contra el
trabajo infantil, especialmente, contra la trata infantil, la prostitución, la producción de pornografía y el
tráfico de estupefacientes. Los diferentes Convenios adoptados por la comunidad internacional para
luchar contra el trabajo infantil reconocen la necesidad de la cooperación internacional. Por ejemplo, el
Art. 8 del Convenio de la OIT núm. 182 dice que: “Los Miembros deberán tomar medidas apropiadas
para ayudarse recíprocamente a fin de aplicar las disposiciones del presente Convenio por medio de
una mayor cooperación y/o asistencia internacional, incluido el apoyo al desarrollo social y económico,
los programas de erradicación de la pobreza y la educación universal”.

102
GUARCELLO, L.; MEALLI, F.; ROSATI, F. 2010. «Household vulnerability and child labor: The effect of shocks, credit rationing, and
insurance», en Journal of Population Economics, Vol. 23, núm. 1, págs. 169-198.
103
Compuestos por un miembro varón de 65 años o mayor y niños de 5 a 14 años.

45
La lucha internacional contra el trabajo infantil

Los países de todo el mundo se han comprometido desde el 1997 a difundir información sobre políticas
y buenas prácticas, junto con la cooperación de diversas ONGs, otros actores de la sociedad civil y
organizaciones regionales e internacionales. Igualmente, desde esa fecha se han celebrado una serie de
Conferencias mundiales sobre el trabajo infantil, las cuales serán mencionadas seguidamente.

En primer lugar, la 1ª Conferencia Global sobre el Trabajo Infantil celebrada el octubre de 1997 en Oslo
(Noruega) 104, la cual contó con la asistencia de 40 países, y tenía como principal objetivo adoptar una
estrategia global para disminuir progresivamente el trabajo infantil y, en última instancia, erradicarlo.
En esta conferencia se presta especial atención, por primera vez, al papel desempeñado por la
cooperación para el desarrollo. Así pues, los ministros de cooperación para el desarrollo, trabajo,
educación, asuntos sociales y justicia, así como los dirigentes de los sindicatos y las organizaciones de
empleadores, las organizaciones no gubernamentales, las Naciones Unidas y otros organismos
multilaterales, junto con los principales expertos en trabajo infantil, deberán colaborar con el fin de
establecer una nueva estrategia global para combatir esta práctica.

En segundo lugar, en mayo de 2010 se celebró la 2ª Conferencia Global sobre Trabajo Infantil en La
Haya (Países Bajos) 105 , la cual contó con una participaron de más de 450 delegados de 80 países
diferentes. Dicha conferencia tenía como objetivo acelerar la ratificación universal de los Convenios de
la OIT núm. 138 y 182, tomar medidas urgentes y eficaces para poner fin a las peores formas de trabajo
infantil y centrarse en el Plan de Acción Mundial 106. Asimismo, se adoptó la Hoja de Ruta de la Haya 107,
la cual fue creada con el fin de describir los pasos concretos para lograr la meta de la eliminación de las
peores formas de trabajo infantil para el año 2016.

La más reciente es la 3ª Conferencia Global sobre el Trabajo Infantil, celebrada del 8 al 10 de octubre
de 2013 en Brasilia (Brasil), contando con la asistencia de delegados de 140 países diferentes. En dicha
Conferencia, se reflexionó sobre los progresos alcanzados desde la celebración de la Conferencia
Mundial sobre el Trabajo Infantil en la Haya, se aprobó la Declaración de Brasilia sobre el Trabajo
Infantil 108 y el Gobierno de la Argentina anunció que en noviembre de 2017 celebraría la 4ª Conferencia
Mundial sobre el Trabajo Infantil en la ciudad de Buenos Aires.

104
Véase sobre dicha Conferencia en Oslo: http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_071371/lang--es/index.htm.
105
Véase sobre la Conferencia en La Haya: http://www.ilo.org/ipec/Campaignandadvocacy/GlobalChildLabourConference/lang--
es/index.htm.
106
Puede verse el Plan de Acción Mundial en el siguiente link: http://www.ilo.org/ipecinfo/product/viewProduct.do?productId=10993.
107
La Hoja de Ruta de La Haya se encuentra en el siguiente link: http://www.ilo.org/ipecinfo/product/viewProduct.do?productId=13454.
108
Ver la Declaración de Brasilia en: file:///C:/Users/friag/Downloads/Brasilia_Declaration_ES_Web%20(1).pdf.

46
La lucha internacional contra el trabajo infantil

En el 2015, se adoptaron los 17 ODS por parte de los dirigentes mundiales y, además, 169 metas conexas
de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible 109. El objetivo núm. 8 tiene la finalidad de «promover
el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo
decente para todos», destacando su apartado 7, el cual señala que para lograrlo se debe erradicar el
trabajo forzoso inmediatamente, poner fin a las formas de esclavitud moderna y la trata de personas,
garantizar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil de aquí a 2030 y, además,
poner fin al trabajo infantil en todas sus formas para 2025. En general, los ODS promueven el
fortalecimiento de alianzas y colaboración entre los Estados, sus mandantes, los interlocutores sociales
y otras partes interesadas, a fin de que se erradique el trabajo infantil, se alcance la inexistencia de
discriminación y, se promuevan los derechos laborales, en virtud de las normas internacionales del
trabajo y los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos.

Así pues, como ya se ha mencionado, en noviembre de 2017 se celebrará la 4ª Conferencia Mundial


sobre el Trabajo Infantil en Buenos Aires, la cual tendrá como principal fin la cooperación internacional
para apresurar la eliminación del trabajo infantil de aquí al 2025, de acuerdo con lo establecido en el
mencionado objetivo núm. 8.7 de los ODS. Sin embargo, se sugiere que la futura Conferencia incluya
otros asuntos que formen parte del mismo objetivo núm. 8.7, esto es, la erradicación del trabajo forzoso,
las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas adultas de aquí al 2030, puesto que
anteriores conferencias mundiales sobre el trabajo infantil ya trataron sobre lo relativo al trabajo forzoso,
la esclavitud y la trata de niños. De este modo, en dicha conferencia se realizarán intercambios de
experiencias y enseñanzas extraídas de políticas, programas, prácticas y modelos de intervención
innovadores y eficaces, discusiones de determinadas materias y técnicas y, también se incluirá el análisis
y la discusión de políticas activas de inclusión social y económica en relación a la creación de Empleo
Joven de calidad.

109
Bárcena, A., & Prado, A. (2016). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible - Una oportunidad para América Latina y el Caribe.
Santiago: Naciones Unidas. Véase en: http://www.sela.org/media/2262361/agenda-2030-y-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible.pdf.

47
La lucha internacional contra el trabajo infantil

CONCLUSIONES
Desgraciadamente, son los países en vías de desarrollo los que sufren en gran medida de problemas
sociales, entre ellos, el trabajo infantil. Como se ha dicho al principio de este trabajo, el trabajo infantil
es aquél realizado por un niño que tiene una edad inferior a la fijada en la normativa nacional, de acuerdo
con el Convenio núm. 138 de la OIT (la edad va de 14 a 16 años dependiendo del país). Además, hay
que considerar si este trabajo interfiere con el desarrollo normal del niño y su escolarización.

Después de haber transcurrido décadas desde la aprobación de las normativas internacionales más
importantes en lo que se refiere al trabajo infantil (la Convención sobre los Derechos del Niño y los
Convenios núm. 138 y 182 de la OIT), es alarmante saber que siguen existiendo 168 millones de niños
bajo la modalidad de trabajo infantil. En realidad, a pesar de ser conscientes de ello, ¿qué podríamos
hacer? Está claro que la solución no es nada fácil. Unos podrían pensar: “Voy a dejar de comprar
productos procedentes del trabajo infantil”. Aunque en principio esta medida podría parecer viable, no
lo es en absoluto, básicamente porque hay que pensar en el problema de fondo, esto es: ¿Por qué las
familias deciden poner sus hijos a trabajar? No es casualidad que los países en vías de desarrollo tengan
las cifras más altas de trabajo infantil. En este caso, el trabajo infantil está tan incrustado en las familias
pobres que funciona como un círculo vicioso que pasa de generación en generación: naces, trabajas,
procreas nuevos trabajadores y mueres. Este es el ciclo de vida de las familias pobres, que tienen que
vivir una vida miserable con tal de mantener la estabilidad familiar. Por más hijos menores que una
familia tenga, el nivel de estabilidad familiar será más difícil de mantener y, como consecuencia, los
hijos recibirán la peor parte, esto es, trabajar prematuramente. Otra cosa es, la interacción de los factores
culturales. La verdad es que, todos los padres son libres para educar a sus hijos como quieran, sin
embargo, existe un límite si esta crianza implica un riesgo en el desarrollo normal de los niños. Como
hemos dicho anteriormente, las familias rurales tienen un concepto de infancia distinto al del resto y, a
esto sumándole la pobreza familiar y el defecto en las instituciones gubernamentales, así como, las
legales, educativas y económicas, empeora la situación profundamente. Dicho esto, lo que está claro es
que cada causa necesita una solución distinta, pero, en términos generales, ¿por dónde empezar? En mi
opinión, hay que empezar desde arriba, es decir, con las instituciones gubernamentales, básicamente,
porque es donde se encuentra la autoridad para dirigir el cambio, ya sea mediante una educación
universal y obligatoria (así los niños dedicarían su tiempo a asistir a la escuela y evitarían el trabajo,
además, ayudaría a romper el ciclo de pobreza, puesto que los niños cuanto más educados están, más
probabilidades tienen para optar a trabajos mejor remunerados), mejorar los salarios adultos y
proporcionar un piso de protección social (así desaparecería el motivo por el cual los padres necesitan
enviar a sus hijos a trabajar), una inspección del trabajo eficaz (lo cual ayudaría a detectar y eliminar el
problema, sobre todo para detectar el trabajo en el sector de la agríctulura y aquellas peores formas de
trabajo infantil) y asegurar el acceso de las familias ante la justicia (así las familias pueden luchar contra

48
La lucha internacional contra el trabajo infantil

determinadas injusticias). En definitiva, aplicar toda medida que posibilite la eliminación del trabajo
infantil y, además, mejorar la sociedad en su conjunto.

Como se ha dicho anteriormente, la cantidad de niños trabajadores es alarmante, no obstante, la


cooperación internacional ha sido clave para la lucha contra el trabajo infantil, destacando la acción que
ha llevado a cabo la OIT desde su creación y, según el informe Medir los progresos en la lucha contra
el trabajo infantil - Estimaciones y tendencias mundiales 2000-2012, el trabajo infantil ha disminuido
considerablemente estos últimos años, pero, ¿realmente existen avances? Personalmente, pienso que los
números no reflejan la realidad, puesto que estos no determinan la naturaleza del trabajo que realizan
los niños, ni las circunstancias ni las condiciones bajo las cuales se encuentran. Asimismo, tampoco se
contabilizan determinados trabajos, así como, las peores formas de trabajo infantil (reconocidas en el
Convenio núm. 182 de la OIT), puesto que estas se caracterizan por ser clandestinas, ocultas y difíciles
de detectar, estas son, la esclavitud, el trabajo forzoso, el trabajo peligroso, la prostitución, la pornografía
infantil y similares. Destacar aquí, el mencionado caso de los niños Restavek en Haití. En este caso, el
trabajo doméstico puede considerarse como trabajo forzoso o esclavitud, puesto que las familias pobres
venden a sus hijos para que trabajen para las familias acomodadas. Este tipo de trabajo puede causar un
impacto físico, psicológico y moral irreversible en el desarrollo, salud y bienestar del niño, debido al
aislamiento, la dependencia y la falta de derechos en la que se encuentran los niños, aumentando
considerablemente todo tipo de peligros, ya sea por la realización de tareas en el hogar, una alimentación
escasa y un alojamiento impropio, el trato humillante o degradante, incluyendo la violencia física o
verbal y el abuso sexual.

Sabemos que los países en vías de desarrollo se caracterizan por la pobreza económica y por tener
gobiernos inestables, sin embargo, esto no justifica la existencia del trabajo infantil. Lo que está claro
aquí es que el trabajo infantil es un punto en contra para el desarrollo de una sociedad. Es cierto que
para erradicar el trabajo infantil se necesitan importantes inversiones económicas, no obstante, dar la
espalda al trabajo infantil será mucho más costoso para una sociedad a largo plazo, puesto que este ciclo
de pobreza seguirá pasando de generación en generación y, por lo tanto, la sociedad del país seguirá
siendo pobre y de este modo no será posible prosperar hacia una bondad económica.

En definitiva, la realización de este trabajo me ha hecho comprender la complejidad del problema y la


importancia que tiene el compromiso gubernamental e internacional y, aunque el papel de estos tengan
gran importancia, no se excluye a todos los sectores de la sociedad, entidades privadas, instituciones,
partidos políticos y a la sociedad civil en general, de su deber y aporte en el respeto a los derechos
humanos. Por último, personalmente creo que queda mucho trabajo por hacer para alcanzar la meta
prevista en el objetivo núm. 8.7 ODS, esto es, la eliminación total del trabajo infantil en todas sus formas
de aquí al 2025, la cual se tratará el próximo noviembre en la 4ª Conferencia Mundial sobre el Trabajo
Infantil en Buenos Aires.

49
La lucha internacional contra el trabajo infantil

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OIT (1920). Convenio núm. 7 sobre la edad mínima (trabajo marítimo). 2ª reunión de la CIT, 9 de julio
de 1920, Ginebra.

OIT (1921). Convenio núm. 10 sobre la edad mínima (agricultura). 3ª reunión de la CIT, 16 de
noviembre de 1921, Ginebra.

OIT (1921). Convenio núm. 15 sobre la edad mínima (pañoleros y fogoneros). 3ª reunión de la CIT, 11
de noviembre de 1921, Ginebra.

OIT (1930). Convenio núm. 29 sobre el trabajo forzoso. 14ª reunión CIT, 28 junio 1930, Ginebra.

OIT (1932). Convenio núm. 33 sobre la edad mínima (trabajos no industriales). 16ª reunión de la CIT,
30 de abril de 1932, Ginebra.

OIT (1936). Convenio núm. 58 (revisado) sobre la edad mínima (trabajo marítimo). 22ª reunión de la
CIT, 24 de octubre de 1936, Ginebra.

OIT (1937). Convenio núm. 59 (revisado) sobre la edad mínima (industria). 23ª reunión de la CIT, 22
de junio de 1937, Ginebra.

OIT (1937). Convenio núm. 60 (revisado) sobre la edad mínima (trabajos no industriales). 23ª reunión
de la CIT, 22 de junio de 1937, Ginebra.

OIT (1957). Convenio núm. 105 sobre sobre la abolición del trabajo forzoso. 40ª reunión de la CIT, 25
de junio 1957, Ginebra.

OIT (1973). Convenio núm. 138 sobre la edad mínima de admisión al empleo. 58ª reunión de la CIT,
26 de junio de 1973, Ginebra.

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La lucha internacional contra el trabajo infantil

ONU (1966). Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Resolución 2200 A
(XXI) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 16 de diciembre de 1966.

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ONU (1989). Convención sobre los Derechos del Niño. Resolución 44/25 en la 44ª sesión de la
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participación de niños en los conflictos armados. Resolución A/RES/54/263 de la Asamblea General
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ONU (2000). Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta
de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Resolución A/RES/54/263
de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 25 de mayo de 2000.

ONU (2011). Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a un
Procedimiento de Comunicaciones. Resolución 66/138 de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
19 de diciembre de 2011.

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