Invertir en La Familia - Lilian Soto - Portalguarani
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Intervenir en la Familia
ADVERTENCIA
El uso de un lenguaje que no discrimine ni marque diferencias entre hombres y mujeres es una de las preocupaciones
de nuestra Organizacin. Sin embargo, no hay acuerdo entre
los lingistas sobre la manera de hacerlo en nuestro idioma.
En tal sentido y con el fin de evitar a veces la sobrecarga
grfica que supondra utilizar en espaol o/a para marcar la
existencia de ambos sexos, hemos optado por emplear en
ocasiones el masculino genrico clsico, en el entendido de
que todas las menciones en tal gnero representan siempre a
hombres y mujeres*.
* No obstante en este texto hemos querido resaltar la caracterstica predominantemente femenina del trabajo infantil domstico,
por lo cual hemos puesto nfasis en la distincin nia, nio y adolescente.
ndice
Presentacin ..................................................................................................... 7
Captulo I. Marco de referencia ........................................................................ 8
Introduccin ..................................................................................................... 8
Marco metodolgico ...................................................................................... 12
Captulo II. Los contextos locales del estudio ................................................. 15
2.1. Caractersticas socioculturales de las localidades:
religiosidad, fiestas y eventos de celebracin y encuentro .................... 22
2.2. Situacin de derechos humanos, violencia y otros factores
de riesgo en la localidad: actividades ilegales, consumo
de sustancias psicoactivas y alcohlicas, homicidios ............................ 24
2.3. Caractersticas sociodemogrficas y socioculturales de las
familias: violencia intrafamiliar, estructura familiar, salud
sexual y reproductiva, pautas de crianza, analfabetismo ....................... 29
2.4. Dinmicas migratorias relacionadas con el trabajo,
la educacin y la violencia ................................................................ 34
2.5. La situacin de la juventud y de la niez en la localidad:
educacin, salud, trabajo, oportunidades, riesgos ................................ 39
2.6. Polticas, programas y proyectos de atencin a la
familia, la juventud y la niez ............................................................ 42
Captulo III. Las familias ................................................................................. 45
Captulo IV. La economa del cuidado ............................................................ 63
Captulo V. Las trayectorias de vida ................................................................ 67
Captulo VI. Proteccin, riesgo, vulnerabilidad .............................................. 79
Presentacin
El documento que ahora presentamos registra los hallazgos de Paraguay respecto a un estudio regional realizado por este proyecto para
generar informacin cualitativa y comparable entre tres pases de Sudamrica, donde la problemtica del trabajo infantil domstico desafortunadamente an sigue siendo parte del cotidiano de millares de nios, nias y adolescentes. Bajo la coordinacin tcnica de la
antroploga Jeanine Anderson de la Pontificia Universidad Catlica
del Per, entre el periodo de setiembre 2005 a junio 2006 se realizaron simultneamente estudios cualitativos en Colombia, Paraguay y
Per con miras a: i) identificar factores econmicos, sociales, culturales y psicolgicos que determinan actitudes y comportamientos que
impulsan a las familias a enviar a sus hijos e hijas al TID; ii) conocer
los factores de vulnerabilidad al TID y los factores protectores que
pueden contribuir a la prevencin del problema en comunidades urbanas y rurales de Colombia, Paraguay y Per y iii) conocer factores
que generan posibles vinculaciones a la problemtica de ESC en la
poblacin de nios, nias y adolescentes en TID.
Gracias a la colaboracin y compromiso asumido por el Centro de
Estudios y Documentacin y por los equipos de investigacin involucrados fue posible su realizacin en Paraguay. Se espera con esa
publicacin contribuir a la creacin de alternativas y respuestas
eficaces a las necesidades de apoyo a las familias estructuralmente
vulnerables punto clave para construir los hilos de una red sostenida para la prevencin y erradicacin de la participacin de nios, nias y adolescentes en el trabajo domstico en hogares de
terceros.
Isa Ferreira
Guillermo Miranda
Director
Oficina Subregional de la OIT
para el Cono Sur de Amrica Latina
Captulo 1
Marco de referencia
Introduccin
La presente investigacin, de cuo cualitativo, recoge y sistematiza
informacin sobre el trabajo infantil domstico en una zona urbana y
una rural de Paraguay. Se inscribe en un marco regional que estudia
los factores preventivos y la vulnerabilidad al trabajo infantil domstico
en familias rurales y urbanas de Per, Paraguay y Colombia.
En este contexto se entiende por trabajo infantil domstico la
realizacin de actividades domsticas que afectan el desarrollo
psicolgico, fsico, moral o social de personas menores de 18 aos
y que impiden su acceso, rendimiento y permanencia en la escuela.
Estas actividades se realizan bajo cualquier modalidad conceptual
o forma de compensacin en hogares de terceras personas con los
cuales las nias, los nios y los adolescentes no tienen relacin de
parentesco en lnea directa1.
En Paraguay se han realizado y publicado varios estudios sobre el
trabajo infantil y sobre el trabajo infantil domstico en particular.
Una de las investigaciones ms antiguas sobre el criadazgo
pertenece a Heisecke y colaboradores,Las criaditas en Asuncin,
publicado en el ao 1995, fue un trabajo pionero sobre el tema. En
2001, la organizacin Global... Infancia realiz una investigacin
cuanti-cualitativa en tres municipios del pas Fernando de la Mora,
Itaugu y Villa Elisa entrevistando a criaditas y criaditos, as como
a familias proveedoras y acogedoras y a personas pertenecientes a
las comunidades. El documento resultante, Diagnstico cualitativo
sobre la situacin de nios y nias criadas en tres municipios del
Paraguay obtuvo informacin de 67 personas entrevistadas.
1
OIT. Proyecto de Prevencin y Eliminacin del Trabajo Domstico en Paraguay. Gua de comunicacin para organizaciones de la
sociedad civil. Trabajo infantil domstico en Paraguay. Asuncin, 2003.
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Marco metodolgico
La informacin que aqu se presenta fue recabada mediante entrevistas
en profundidad y observacin directa de los contextos comunitarios.
Las entrevistas fueron realizadas en castellano y en jopar-castellano
paraguayo (mezcla de castellano y guaran). Para su transcripcin fue
utilizado un criterio que apunta a registrar tal fenmeno sociolingstico
en su formato original no recurriendo a correccin alguna que pueda
alterar el espritu de la lengua utilizada, adjuntando traducciones al
castellano cuando se considera necesario. Esto resulta importante por
cuanto slo el 5% de la poblacin nacional es monolinge castellano,
mientras que el 40% es monolinge guaran, con un promedio de
95% de la poblacin que habla guaran como primera o segunda
lengua. La mayora de la poblacin se comunica en jopar, mezcla de
castellano y guaran. Debido a la importancia cultural, social y poltica
de tal fenmeno se ha optado por mantener el castellano paraguayo
en las entrevistas sin realizar correcciones sintcticas o morfolgicas.
En la zona urbana fueron entrevistadas 16 personas y en la zona
rural 13 personas provenientes, a los efectos comparativos, de
diversas condiciones: familias proveedoras y no proveedoras de
trabajadores infantiles domsticos, adolescentes trabajadores
domsticos (TID) o ex TID y no TID, y lderes comunitarios o
conocedores a profundidad de la comunidad.
Las autobiografas proveen el contenido principal a este estudio. La
informacin sobre los contextos locales proviene fundamentalmente
de las entrevistas realizadas a los conocedores. Sin embargo, es
interesante apuntar que dada la envergadura del fenmeno del trabajo
infantil domstico en ambas zonas, quienes fueron entrevistados como
conocedores a menudo terminaban relatando sus propias experiencias
relacionadas con el trabajo infantil domstico2.
12
2
Los nombres de las personas entrevistadas que relataron sus vidas fueron cambiados a fin de preservar sus identidades, los
correspondientes a dirigentes de las comunidades son verdaderos.
13
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Captulo 2
15
Separadas por el barranco en el extremo oeste, pueden diferenciarse dos zonas, el Baado Norte y el Baado Sur.
17
crecientes del ro. Las viviendas aqu estn mejor construidas y tienen
rboles que ya han sido sembrados por los pobladores. Los nombres
utilizados para denominar los barrios son producto de la gran influencia
de los sacerdotes jesuitas que histricamente vienen desarrollando un
trabajo pastoral en estos barrios (Perrotta, Navarro, 2003).
Cada uno de estos barrios cuenta con su pequea capilla y santo
patrono. Adems, San Cayetano, San Miguel y San Blas cuentan
con escuelas dependientes de los jesuitas, denominadas Fe y
Alegra. Virgen de Lujn tambin cuenta con una pequea escuela
municipal. En cuanto a los servicios de salud, San Cayetano tiene
un dispensario que data del ao 1978 y que fue creciendo a lo
largo del tiempo. Tuvo periodos en los que la poblacin logr
aglutinarse y desarrollar trabajos comunitarios para la salud.
Actualmente es un dispensario asistencial que cuenta con el apoyo
de los jesuitas, el Ministerio de Salud Pblica y la municipalidad, y
la donacin peridica de medicamentos por parte de la organizacin
internacional Mdicos Alemanes para el Tercer Mundo.
Lastimosamente, tanto el trabajo como la participacin activa de la
comunidad en el rea de la salud estn casi desintegrados. Adems,
existe un centro de internacin parcial de nios y nias desnutridos
que funciona en San Cayetano. Es una guardera que acoge durante
12 horas del da a pequeos y pequeas en estado de desnutricin
y cuyas madres trabajan fuera de la casa, administrada por
integrantes de una comunidad religiosa. La Pastoral Social de la
Iglesia Catlica administra tambin tres comedores infantiles en
cada uno de los cuales meriendan alrededor de 200 nios y nias.
18
San Cayetano cuenta adems con una radio comunitaria llamada Radio
Solidaridad y con organizaciones comunitarias fuertes, la mayor parte
de ellas vinculadas a organizaciones religiosas. De hecho, la capellana
Cristo Solidario (que aglutina a las dems capillas) funciona como un
centro comunitario para todo tipo de actividades y se la considera
responsable de la creacin del barrio. En realidad, sus orgenes se
remontan a ocupaciones precarias que luego fueron organizadas por
religiosos y religiosas. Existen adems varias comisiones vecinales que
trabajan para el mejoramiento de la infraestructura del barrio, como
colocacin de empedrados y acondicionamiento de espacios
comunitarios y algunas organizaciones aglutinadas en torno a la salud
y a algunos escasos proyectos productivos. Desde hace unos aos
surgi con mucho mpetu la organizacin denominada Cobaados,
19
Pirapey
21
2.1 Caractersticas socioculturales de las localidades: religiosidad, fiestas y eventos de celebracin y encuentro
Tanto en la zona urbana como en la rural las actividades religiosas son
las ms convocantes. Las actividades deportivas son tambin mbitos
de encuentro y participacin, as como otras actividades comunitarias.
8
Si bien la zona conocida como Baado es ms amplia, se utilizar esta denominacin en referencia a la zona urbana que abarca
los cinco conglomerados ya mencionados: San Cayetano, San Ignacio, San Blas, San Miguel y Virgen del Lujn.
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La familia Talavera Villasboa, cuyos nombres y apellidos son los reales, llev adelante un proceso de denuncia por la muerte de su hijo
Silvino, causada por intoxicacin con agrotxicos, que se convirti en el primer caso de estas caractersticas judicializado en Paraguay.
Petrona Villasboa es la coordinadora departamental de la Coordinadora Nacional de Mujeres Rurales, Indgenas y Trabajadoras
(Conamuri), una organizacin independiente de mujeres rurales e indgenas. Entre sus reivindicaciones figura la lucha por la
tierra, los derechos de las mujeres y una alimentacin sana y sin agrotxicos.
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madre?).
S: Oh... (Se fue...).
P: Ha la mit opyta ituandy mitkua o mitkuimbae? (Y la
criatura se qued con el padre, nio o nia?).
S: Mitkuimbae (Nio).
P: Ha la isy ountema (Y su mam ya vino noms).
S: Oehenoika chupe (S, la llamaron).
Petrona cuenta: ella me dijo que la criatura tiene 1 ao 7 meses. La
criatura qued con su padre en la casa. La verdad que la madre se fue
a trabajar. Y de repente la criatura est sentada, no tiene dolor de nada
y de repente sali espuma por la boca. Est totalmente coagulada su
sangre as con ms moretones. Y de repente se muri, amaneci muerto.
Ellos no lo llevaron a ninguna parte, ningn doctor. El pap llam
noms a su mam para que venga porque su hijo estaba muerto, ella
vino a encontrar a su hijo muerto ya. Est grave la situacin.
Un caso paradigmtico de violencia es el sufrido por Carlos, pequeo
agricultor y padre de 12 hijos. l fue brutalmente golpeado por sicarios
desconocidos ligados a la mafia latifundista y sojera que agobia a la
comunidad. Carlos, tomografa computarizada en mano, relata:
A m me llegaron a pegar, me maltrataron bastante, me pegaron
bien. Entre cuatro, habr sido el alcohol y la droga... Seis meses
de tratamiento y an no se siente recuperado: y para decir que
me qued muy bien como antes, no. Porque yo hago un viaje
con la moto, hago un 20, 30 km. ida y vuelta y ya vengo
mareado, ms ya no puedo.
En cuanto a otras formas de violencia, muchos pobladores de Pirapey
manifestaron su miedo e inconformidad con el creciente aumento de
la violencia. Pandillas juveniles (patotas) van tomando protagonismo
en la zona como fenmeno de aparicin reciente. El profesor Diego
habla de los males sociales del entorno y se refiere al patoterismo:
Son jvenes conocidos que vuelven y aparecen como patoteros, sale a trabajar por Ciudad del Este, por Asuncin y ya viene consigo la violencia. Y seguramente se fueron a trabajar ah
y encuentran amigos all como ellos.
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empiezan a tomar entre los 14 y 15 aos. Manuel, joven msico del lugar,
menciona ste como uno de los aspectos negativos de vivir en Pirapey.
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En Fogel y Riquelme (comp.). Enclave sojero, merma de soberana y pobreza. 2005, p. 152.
Entre los aos 1954 y 1989 Paraguay sufri la dictadura de Alfredo Stroessner, una de las ms largas del continente. Las
organizaciones campesinas, denominadas Ligas Agrarias, sufrieron un proceso de aniquilamiento durante esta poca, con
apresamientos, torturas, desapariciones y asesinatos de su dirigencia.
12
En Fogel y Riquelme (comp.). Op. cit., p. 152.
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Nuestro pap se muri en la guerra del Chaco y nos quedamos 5 criaturas y all en la campaa era pesado y mi mam
empez a entrar a trabajar en casas de familia. Nosotros nos
criamos con mi abuelo y con mi abuela y una mi ta y despus
s que ya era ms pesado el tiempo porque ramos mucho y
mis abuelos y eso tenan muchos hijos tambin, como 20 personas vivamos en una casa, despus un da se fue una seora
a buscarme porque quera para su niera y yo vine, no saba
dnde vena, tena 12 aos, vine en aquellos tiempos, sufr mucho porque yo vine de la campaa y no conoca nada y la que me
toc como patrona era muy mala, yo me recuerdo de eso.
El trnsito de las mujeres de la marginalidad paraguaya a la
marginalidad de Buenos Aires o de Espaa es uno de los principales
fenmenos de la actualidad, para trabajo domstico o para
prostitucin, con o sin conocimiento de las actividades para las
cuales son llevadas, y en general a iniciativa propia, con la esperanza
de generar ingresos para sus familias. Las historias de las madres
que dejan a sus hijos e hijas en casas de abuelos, tas o vecinos se
cuentan por docenas en la zona urbana.
R: Y las mams se van a Buenos Aires, se van a Espaa y
viene un nuevo miembro de la familia de repente.
P: Cmo un nuevo miembro de la familia?
R2: O sea, no son mams de ac, del baado, son de otras
zonas, que se van a trabajar a Buenos Aires, Espaa y ese hijo
viene ac (Jess, mdico del dispensario).
Dora es una de las muchas mujeres jvenes que debi ir a Espaa,
dejando a sus hijos con Elena, su mam, pensando en trabajar en
un casino, y encontrndose all con la prostitucin:
Me fui, la seora me dijo que yo me iba a ir a trabajar en un
casino y yo dije bueno, y que supuestamente los clientes me
iban a dejar una buena propina, acept, primero dud mucho
porque le tena que dejar a mi familia, a mis hijos, despus
pensando otra vez en el futuro de ellos, y bueno, decid. Fui al
supuesto casino en Orenses, Galicia, despus llegu, estaba
all un seor quien te explicaba y te deca la verdad qu es lo
que tenas que hacer, habl con l, nos fuimos entre dos con
otra amiga, nos hizo sentar y nos explic lo que tenamos que
hacer y bueno, todo, nosotras nos quedamos sorprendidas porque nos dijeron una cosa y nos estaba mandando a hacer otra
cosa, bueno, salimos de la oficina y nos miramos con mi amiga y dijimos qu vamos a hacer y qu bamos a hacer, ya estbamos ah y nos fuimos con la mano encima de la cabeza y
venir otra vez as y encima con una deuda y de dnde iba a
quitar aqu en Paraguay para poder pagar.
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Como ella vea que yo no tena ropa, tampoco estudiaba, entonces ella me dijo si yo no me animaba a trabajar y yo le dije
que s, que me animaba. Y mi pap no saba nada, o sea mis
padres no saban nada de lo que me estaba pasando, nunca le
informaron. Mi abuela ni mis tos no le contaron. Ellos crean
que yo estaba cuidndole a mi sobrina. A mis padres no les iba
a gustar, de ninguna manera.
El nmero de paraguayos y paraguayas (junto a otras nacionalidades)
que vive en las villas miseria de Argentina aumenta a medida
que se exacerban las crisis econmicas de los pases vecinos. Las
condiciones de vida de estos inmigrantes trabajadores son duras.
Jacinta describe la comunidad de Buenos Aires en la que vivi:
Era una villa muy pobre. Ah vivan bolivianos, paraguayos,
correntinos, de todo estaban con casas encimadas. Para m esa
vida era ms bien como la vida del chancho ac. Yo pas muchsimas cosas negativas. Hasta acoso sexual yo viv en esa
poca de mis mismos parientes, y bueno, y de la gente de la
calle. Nosotras las mujeres ms todava. Despus, el maltrato
que uno sufre se da tanto en varones como mujeres, ambos
sufren igual en el trabajo porque el que te est pagando muchas veces no mide el trato que te da.
Luego de muchos aos de sufrimiento, trabajando desde temprana
infancia fuera y dentro del pas, Jacinta vive hoy en su propio lote
junto a su familia. Explica que la tierra es el reclamo fundamental de las
organizaciones campesinas y con entusiasmo se pregunta y responde:
Y la tierra para qu? Para producir comida. Porque nosotros
lo que vemos es que cada vez va haber menos para comprar la
comida, por eso hay que producirla para tener calidad de vida.
Y eso significa producir alimentos sanos para poder vivir. Y
vivir significa tambin poder trabajar, poder tener vida sana,
hijos sanos, eso lo que nosotros siempre pensamos y creemos
que necesitamos tierras.
2.5 La situacin de la juventud y de la niez en las localidades: educacin, salud, trabajo, oportunidades, riesgos
La situacin de la juventud y la niez en ambas localidades es un
reflejo de la dramtica situacin por la que atraviesa el pas entero
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La juventud en Pirapey
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Escuela Viva Hekokatva es un proyecto del Ministerio de Educacin y Cultura (MEC). De acuerdo a la ministra de Educacin,
Blanca Ovelar, hekokatva es una expresin que indica la capacidad de hacer y transformar con autonoma (p. 6 del discurso
de presentacin de la ministra en ocasin del seminario internacional La agenda tica pendiente de Amrica Latina, realizado
el 18 y 19 de diciembre de 2003 en Montevideo, Uruguay.
Captulo 3
Las familias
Se considera en general como funciones bsicas de la familia la
reproduccin, la satisfaccin de los requerimientos fsicos y
emocionales de sus miembros y la funcin de transmisin y
recreacin de la cultura18.
En cuanto a la satisfaccin de los requerimientos fsicos, las familias
populares recurren al aporte de todos sus miembros, cada quien en
la medida de sus posibilidades. En este sentido, el trabajo infantil
forma parte de esta estrategia.
Los requerimientos emocionales muchas veces quedan
absolutamente de lado. La primera infancia (de 0 a 6 aos), momento
clave para la estructuracin de la persona en todos sus ejes, muchas
veces est desprovista de estmulos, con las consecuencias negativas
que ello acarrea en el desarrollo. Los ms pequeos quedan al
cuidado de sus hermanos, nios y nias que tambin necesitan de
estmulos, caricias y afecto. La mayor parte del tiempo las madres
estn saturadas con la doble jornada de trabajo. Como
predominantemente son familias numerosas, la atencin
personalizada a cada uno de los nios y nias est sobrepasada y
casi ausente. Es muy infrecuente ver que un padre mime a sus hijos
o hijas, juegue con ellos o los acompae. Peor aun, en la mayora
de los casos predominan modelos de relacin basados en la
imposicin, la violencia y el maltrato antes que en el dilogo, la
enseanza paciente y el cario.
Una caracterstica casi constante de las familias pobres, tanto
urbanas como rurales, es la escasa comunicacin intrafamiliar. Tanto
la comunicacin verbal como el vocabulario utilizado son muy
limitados. Esto provoca una ausencia de dilogo que favorece an
ms el quiebre o interrupcin de los valores culturales y saberes
tradicionales que se dan sobre todo en las familias que migran del
campo a la ciudad, entre una generacin y la siguiente.
18
Vivanco Ramn, Barrientos Viviana. (2006) El trabajo infantil como respuesta adaptativa de la familia popular al mercado
laboral. Un planteamiento terico sobre los cambios en la estructura familiar.
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en el interior del pas, tenan sus tierras, sus chacras, sus animales, era una familia que podan dormir juntos, que podan
comer juntos, que haba un horario de encuentro, ms cuando
ellos empiezan a inmigrar, cuando llegan aqu, en el baado,
cambia automticamente.
Ellos se encuentran de que ya el lugar mismo para las casas ya
no es la misma casa que tenan en el interior, en el interior
tena tres pieza, ya sea de estaqueo de tablas, de tapia, lo que
sea, y aqu vienen y se encuentra con una sola pieza en donde
todos tienen que encimarse y acomodarse de alguna manera,
ellos se dan cuenta que aqu con el dinero que podan vivir en
el interior, ac eso no alcanza, porque aqu no hay chacra para
poder recoger algunas cosas, aqu ya no est el vecino que
puede prestar la yerba, el azcar.
Entonces eso hace que automticamente la familia empiece a
dispersarse y pierde el control, el pap, que en el interior era
autoridad, llega aqu y no es autoridad, porqu, porque l tambin pierde un montn de elementos y ah cambia su manera
de ser, sus identificadores ya son otros.
Ocurre lo mismo con la mam que en el interior era la seora,
la kuakarai y aqu llega y ya no es esa seora, entonces los
identificadores cambian, ella se da cuenta que la ropa que usaba en el interior no le sirve aqu, automticamente cambia su
manera de vestirse pero sigue en el fondo exigiendo a que las
nias sean sencillas, por ejemplo, pero ella ya no es as, sus
identificadores cambian, entonces ah yo veo que ocurre ese
proceso de dispersin de las familias, ya no caben, los hijos ya
no caben todos en la casa.
En algunas de las personas pobladoras de la zona puede
identificarse, sin embargo, una conciencia clara de que esa entrega
no es apropiada, no es lo que se quiere, se considera que los nios
y nias que trabajan en casas de terceros no la pasan bien. Si pueden
mantener a sus hijos e hijas en las familias, lo hacen:
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Yo no soy partidaria de eso, nunca fui partidaria de eso porque uno no pasa muy bien en casa ajena, depende mucho de
cada familia eso, pero de mi parte siempre dije que a mis hijos
jams le voy a dar a ninguna gente, voy a hacer como sea pero
le voy a cuidar a mis hijos y hasta ahora as soy, esa parte
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mayora de las veces el camino hacia el trabajo decidido por los propios
nios y nias. Gabriel cuenta su historia:
P: En esa poca en que era nio y trabajabas, cmo te organizabas, con quin te ibas a trabajar?
R: Con gente mayor que me lleva como ayudante.
P: Y quin te contactaba?
R: As amigos, vecinos me llevaban.
P: Y qu trabajos hacas?
R: Mezcla para levantar pared, revoque.
P: Te pagaban?
R: S, me pagaban.
P: O sea, a los 12 aos vos ya trabajabas, ya tenas tu plata?
R: S, pero despus me fui a trabajar, como mi mam se enferm,
entonces quera ganar ms plata y me fui a trabajar en una adoquinara
y ese adoqun pues pesa 17 kilo, no s si conocen el adoqun ese que
est sobre la avenida Repblica Argentina, me pagaban para sacar de
la estantera para llevar como a una cuadra a apilonar, me pagaban a
90 cntimos, no era ni un guaran, entonces yo quera ganar ms y le
meta, un mes trabaje ah y all fulmin prcticamente mi columna.
P: Cuntos aos tenas cuando eso?
R: Como 13 aos por ah y ah fulmin mi columna y hasta
ahora siento eso.
P: Y nadie te orientaba, tu pap, tu mam, vos tomabas las
decisiones?
R: Mi mam siempre me orientaba en todo lo que se puede,
pero la pobreza pues es grande, esa era la situacin y si tu
mam tiene problemas, a veces tens que ir a procurar para
mantenerle, ella sufra como 3, 4 aos de cncer de tero, que
todos los das sangraba, pero as se iba a trabajar a vender su
mazamorra para no hacernos faltar nada a m.
Pamela, de 15 aos, con una familia que considera unida, que la
aconseja y apoya, tambin siente la responsabilidad de aportar
econmicamente porque ve a su familia con dificultades. Cuando
puede, en los intermedios de sus estudios, va a Cateura a reciclar:
P: Te parece que hay muchos problemas econmicos en tu
familia?
R: S...
P: Por qu te parece que...? A ver un poco... Por qu te parece que ustedes estn mal econmicamente? En base a qu vos
decs eso?
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Captulo 4
La economa del cuidado
El concepto de economa del cuidado comprende todas aquellas tareas
necesarias donde existen cuidados que prodigar a personas
generalmente dependientes. Estas tareas han sido histricamente
asignadas a las mujeres, quienes se han ocupado de ellas en el seno
de sus familias. Esta construccin de gnero sigue siendo claramente
identificable en las zonas investigadas. Las tareas domsticas a ser
cubiertas en las familias proveedoras de trabajadores infantiles
domsticos involucran a toda la familia, de acuerdo a una clara divisin
del trabajo por cuestiones de gnero. As, las nias son las que cuidan
a las criaturas ms pequeas, se encargan de cocinar, de arreglar la
casa, de lavar la ropa, de atender a los varones.
En la zona rural las nias cuidan tambin, junto a la madre, de la
esfera privada, mientras que los nios salen con sus padres a la
chacra. En momentos de crisis econmica existe cierta tendencia
al trabajo indiferenciado, aunque manteniendo ciertas pautas
culturales como ser el control ms cercano de las nias.
Esta socializacin de gnero se reproduce claramente en el mbito
del trabajo infantil domstico. En general, las nias y adolescentes
mujeres son requeridas para realizar tareas domsticas de todo tipo.
En cambio, los nios se dedican a tareas ms especficas como los
mandados, la jardinera, la ayuda en los comercios o establecimientos.
La socializacin para el trabajo domstico se da dentro de los
mismos crculos familiares o en contacto con personas de las zonas
de mayores recursos.
Es importante considerar que el valor diferencial de los nios y las
nias (los primeros tienen ms valor que las segundas, que son ms
tiles) ayuda a comprender la tolerancia o naturalidad con que se
toma el hecho de dar a sus nias. Las familias con excedente de
nias pueden prestar o regalar a una de ellas. El varn tiene a largo
plazo la capacidad de producir valor, de generar sustento econmico a la
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Castro, Roberto. La vida en la adversidad: el significado de la salud y la reproduccin en la pobreza. Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM. Mxico, 2000.
La economa no alcanza y aparece la buena seora que cuando estn por la calle pide por la criatura y automticamente
dan porque en el fondo siguen soando a que esa nia, ese
nio tenga una vida mejor y dentro de ese marco de ese sueo
es cuando ellos dan sus hijos e hijas y al poco tiempo se dan
cuenta que ese hijo es un recurso que puede generar tambin
algo de dinero, incluso, en algunos casos, entonces empiezan
a pedir dinero (prof. Mariana).
La ayuda en las tareas domsticas a cambio de educacin, techo y
comida es un planteamiento frecuente. En general, se busca a nias
o adolescentes:
R: Parece que no quieren luego mayor que eso, as le tienen de
criadita.
P: Por qu?
R: Y no quieren mayorcita porque esas ya estn amaadas, en
cambio las jovencitas ms inocentes porque se les puede domesticar todava (Csar).
La zona rural
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Mirna: S.
P: Vas a estar con tu hermano?
Sra. (mam de Mirna): Va a ir a trabajar un tiempo y despus va
a volver. Ellos son as.
P: Y de qu vas a trabajar?
Mirna: De niera. Con mi hermano luego voy a trabajar de niera.
P: De niera del hijo de tu hermano?
M: S.
P: Ah! Te vas a ir de la niera de tu sobrino entonces.
M: S, de mi sobrino.
P: No es que vas a trabajar en casa de extraos.
M: No, todava. No s ms tarde. Dos meses por ah voy a
trabajar ah. Despus no s si ellos... l me dijo que me iba a
buscar otro para mi trabajo.
P: Para qu quers trabajar afuera? Por qu?
M: Porque en la casa que voy a trabajar ahora no voy a cobrar
mucho o sea que voy para aprender noms. Dos meses por ah
quiero trabajar ah. Y despus quiero salir de ah, tener otra
experiencia en otra casa.
P: Te quers ir a otra casa?
M: S.
Fueron recabados testimonios segn los cuales la complejidad en
cuanto a tiempo y esfuerzo demandado constituyen claros casos
de explotacin laboral. Estos casos son frecuentes en el empleo
domstico, donde las mujeres no cuentan con fines de semana y su
trabajo va del desayuno hasta acostar a los nios, casi sin pausas.
Otros relatos acusan la falta de formacin para el trabajo a ser
implementado y el grado de estrs por las exigencias del mismo.
Muchos pobladores de la zona rural van de una cultura campesina
humilde a centros urbanos con estilos de vida ms sofisticados, salto
ste que produce confusin y provoca reprimendas y burlas que
muchas veces terminan con la imposibilidad de conseguir empleos.
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Captulo 5
Las trayectorias de vida
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intencin de continuar con mis estudios a nivel superior. Abandon a mis dos hijos y fui a la Argentina. Sufr muchas humillaciones, tena que comer apartada de ellos y usar uniforme, eso
lo que ms odiaba. La primera vez que me puse el guardapolvo, me fij en el espejo y llor bastante.
Laura regres y finaliz sus estudios mediante una beca en Brasil,
donde obtuvo el ttulo de agroecloga.
Marina es una joven madre de tres hijos que tuvo que abandonar a
los dos primeros por causas diversas, entre las que sobresalen el
alcoholismo, la violencia domstica, la ignorancia y la pobreza
extrema. Hoy ella vive junto a sus primos en un asentamiento
campesino en espera de lograr la tenencia de la tierra que ocuparon.
Con su tercer hijo en brazos cuenta algo de su historia:
Y despus me fui a Buenos Aires. No termin el colegio, estuve
ah casi dos aos trabajando como mucama. Tuve una hija que
va a cumplir 6 aos en julio, ella est con su pap en Mara
Auxiliadora. Entra en la escuela. Yo le di a mi hija cuando estaba
por cumplir 5 aos, le di a l para que entre a la escuela. Por eso
le di. Mi otro hijo tiene dos aos y est en Buenos Aires con un
pariente. Di mi hijo porque cuando eso estaba conmigo la nena y
estaba ese tambin y ya me era mucho. Y por mi gusto yo di, no
es que nadie me oblig. En mi casa mi pap siempre est borracho y me maltrata mucho, entonces yo le dije que nos bamos
para buscar nuestras tierras, para tener nuestra casa propia. No
quera que venga pero igual yo vine hace dos aos, nuestra tierra
todava no es nuestra pero esperamos.
Con relacin a las aspiraciones y proyectos de vida, se nota un
sincero deseo por parte de madres y padres por mejorar el nivel de
vida de sus hijos e hijas. La idea preponderante es que sus hijos e
hijas tengan una mejor calidad de vida que la que ellos tuvieron.
La principal preocupacin es que eso no se d debido a los deterioros
ambientales y sociales que aquejan a la comunidad.
Ciertos eventos vitales adquieren un fuerte valor predominante para
los cuales la comunidad guarda rituales debidos. Momentos como
bautismos, colaciones de grado, casamientos, funerales, y otros,
guardan su forma y calendario en espera de propiciar las
expectativas esperadas para una buena calidad de vida en cada
una de las etapas de sta.
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Captulo 6
Proteccin, riesgo, vulnerabilidad
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ajeheka mante vaer basurape, mbaepa ajapota (qu van a comer mis hijos? debo ir a rebuscarme nicamente en la basura,
qu voy a hacer?). Entonces para solucionar el problema le dije:
eraha nendive, eraha nendive porque aporandu chupe
hasyrampa (llevle contigo, llevle contigo y le pregunt si tuvo
recin su mestruacin), koa ndahyeguasuiramo ko mespe
hyeguasuta otro mespe la nde memby (si sta no se embaraza en
este mes, se embarazar en el otro mes tu hija), eraha nde ndive
pea la solucin, ndohoseiramo embuepoti (llevle contigo es la
solucin, si no quiere irse, pegle). Ha ndoikuaamoi mavapa
imemby ru avei (y encima no va a saber quin es el padre de su
hijo). Mopiko oikuata? (dnde va a saber).
Uno de los mayores temores se refiere a las drogas; padres y madres
intentan prevenir a sus hijos e hijas sobre su consumo. La violencia
es el otro problema. Una pobladora de Lujn, doa Lila, cuenta la
impotencia que siente ante lo que sucede en su comunidad:
Y cmo voy a ir a denunciar eso, nosotros vemos todo lo que
pasa y acepto, soy cmplice, pero por qu, porque nadie viene
a ver qu es lo que pasa con nosotros, nadie te viene ayudar,
jams, entonces me encuentro sola, porque no estoy protegida
por nadie, al contrario, estoy expuesta para ellos, cuando te
aprietan, no pods ir a decirle a la polica porque empiezan a
perseguirte y debs callarte o vos mismo le mats y corrs o te
vas a la crcel.
Es posible identificar en este contexto factores de proteccin y
factores de vulnerabilidad comunes a ambas zonas:
Factores de proteccin
La figura femenina
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El vecindario
Hasta cierto punto los vecinos tambin son actores que se involucran
y protegen a los nios, nias y adolescentes. Prefieren evitar los y
problemas, pero an as su mirada en muchas ocasiones acta como
freno o lmite, sobre todo en casos de violencia fsica contra los
ms pequeos.
La comunidad
La escuela, las maestras, los religiosos, los voluntarios, las enfermeras,
las parteras son tambin actores que actan como proteccin.
Factores de vulnerabilidad
La pobreza
El consumismo
Otro factor de vulnerabilidad es el modelo de consumo que se
filtra desde los medios de comunicacin: la televisin, la radio, las
propagandas que muestran todo un estilo de vida que tienta y
promete. Incluso estos modelos se transforman en valores o
requisitos para ser aceptados o reconocidos por sus pares (usar
determinada ropa, determinados calzados, tener telfonos mviles).
Para acceder a ello muchos nios, nias y adolescentes prefieren
trabajar y no estudiar. La supervivencia modela una concepcin de
la vida en un presente urgente que borra toda visin y planificacin
de un futuro que debe ser construido. En este sentido, trabajar vale
ms que estudiar.
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Captulo 7
Leyes, polticas y servicios pblicos
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OIT/IPEC. Anlisis y recomendaciones para la mejor regulacin y cumplimiento de la normativa nacional e internacional sobre
el trabajo de los nios, nias y adolescentes en Paraguay.
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dem.
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Captulo 8
Gnero y derechos humanos
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Captulo 9
Conclusiones y recomendaciones
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el hecho de que sean las madres que pasaron por este fenmeno
quienes manifiestan ms contundentemente que no envan a sus
hijos e hijas al trabajo infantil domstico porque no quieren que sufran
lo que ellas sufrieron. Asimismo, las personas ms informadas de las
comunidades son las que ms se oponen al trabajo infantil domstico.
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5.
Dirigidas al Estado en general, municipalidades, Codenis, ministerios de Educacin y de Salud y Secretara de la Niez
9. Impulso y apoyo para la instalacin de servicios de atencin y
contencin referidos a la salud sexual y reproductiva, a la atencin a mujeres maltratadas, a la rehabilitacin de jvenes que
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A modo de conclusin
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