Arritmias
Arritmias
Arritmias
El impulso eléctrico que nace en el nodo sinusal se transmite por la Aurícula derecha, desde
unas células a las adyacentes, existiendo unas vías preferenciales de conexión a la Aurícula
izquierda, entre las que destaca el Haz de Bachmann y el seno coronario. Para pasar a los
ventrículos, el impulso debe atravesar el anillo fibroso auriculoventricular, y sólo puede
hacerlo a través del nodo Auriculoventricular-His (donde sufre un retraso fisiológico en la
velocidad de conducción para permitir un apropiado llenado ventricular), viajando luego por
el sistema His-Purkinje a gran velocidad hacia los ventrículos.
➔ Recuerda: Los latidos que se generen a nivel del sistema de Purkinje tendrán QRS
ancho, dado que el impulso no llega al resto del ventrículo por el sistema de
conducción (ramas derecha e izquierda).
Las células del sistema His-Purkinje están especializadas en transmitir el impulso a gran
velocidad. Por tanto, en condiciones normales, el nodo sinusal marca el ritmo de
despolarización del resto del corazón. Ante bradicardias o bloqueos AV aparecen ritmos de
escape (marcapasos subsidiarios: Estos marcapasos subsidiarios están localizados en el nódulo
auriculoventricular, sistema excitoconductor y tejido ventricular. Habitualmente estos marcapasos
descargan a una frecuencia más lenta, de modo que si no se produce un aumento apropiado del
volumen sistólico, el resultado puede ser hipoperfusión tisular) de las otras estructuras del
sistema de conducción (nodo AV-His o Purkinje).
➔ Recuerda: El impulso eléctrico únicamente puede pasar de aurículas a ventrículos a
través del nodo AV, salvo en pacientes con vías accesorias (preexcitación).
● BRADIARRITMIAS
Ritmo cardíaco por debajo de 60 lpm, que puede deberse a distintas condiciones
subyacentes como la disfunción del nodo sinusal o bloqueos de la conducción
Auriculoventricular, por ejemplo/por mencionar algunos ejemplos.
Mecanismos
1. Por alteración en el automatismo (formación del impulso): Producidas por un
aumento del automatismo en una parte del corazón. Las principales causas de
aumento del automatismo son las catecolaminas, las alteraciones electrolíticas como
la hiperpotasemia, la hipoxia o la isquemia, el estiramiento de las fibras o la
intoxicación por digoxina.
2. Por actividad desencadenada (pospotenciales): Consiste en la aparición de
despolarizaciones después del potencial de acción (pospotenciales) debidas
generalmente al incremento en la concentración intracelular de calcio. Este
mecanismo es el habitual en presencia de hipopotasemia e hipomagnesemia, así
como en el síndrome de QT largo.
3. Por alteración en la propagación del impulso (reentrada): Es el mecanismo más
frecuente de producción de taquiarritmias. Las que se producen por reentrada
pueden iniciarse y terminarse de forma reproducible por extrasístoles (espontáneos
o provocados) y con estimulación rápida.
Exploración física
Es necesario buscar datos de cardiopatía estructural subyacente, ya que en muchos casos
el tratamiento y el pronóstico del paciente dependen más de la presencia de cardiopatía
subyacente que de la arritmia en sí misma.
Las maniobras vagotónicas que pueden ser eficaces para el diagnóstico o la terminación de
algunas taquicardias son:
1. Masaje del seno carotídeo: Con el paciente monitorizado se presiona firmemente
sobre el seno carotídeo (debajo del ángulo de la mandíbula). No debe hacerse si
existe soplo carotídeo.
2. Maniobra de Valsalva, tos o apnea prolongada.
3. Inmersión de la cara en agua fría.
➔ Recuerda: En general, las maniobras vagales frenan transitoriamente pero no cortan
las taquicardias cuyo sustrato está exclusivamente en las aurículas (fibrilación
auricular, flutter), y pueden cortar las taquicardias por reentrada en las que participa
el nodo auriculoventricular (intranodal, ortodrómica).
● TAQUICARDIAS SUPRAVENTRICULARES
● Taquicardia sinusal: Se trata de un ritmo sinusal a más de 100 lpm, con una onda
P idéntica a la sinusal. Típicamente el comienzo y el final de esta arritmia son
graduales, y con maniobras vagales se ralentiza la frecuencia sólo transitoriamente.
Las causas posibles son múltiples, pues en la gran mayoría de las situaciones es
reactiva a situaciones como estrés, ansiedad, fiebre, anemia, hipovolemia, etc. El
tratamiento puede precisar empleo de β-bloqueantes, calcioantagonistas o
ivabradina.
● Fibrilación auricular: La fibrilación auricular representa la arritmia crónica sostenida
más frecuente. En el ECG existe una actividad auricular aparentemente
desorganizada, sin ondas P, que son sustituidas por una ondulación irregular (ondas
f, a 350-600 lpm), y que muestran una conducción variable e irregular a los
ventrículos. La fibrilación auricular se clasifica en paroxística (la que cardiovierte
espontáneamente en la primera semana, normalmente durante las primeras 24-48
horas), persistente (la que no cardiovierte espontáneamente en un máximo de 7
días, aunque se puede intentar) o permanente (no cardiovierte espontáneamente ni
se intenta hacerlo). La fibrilación auricular se inicia en muchos casos con episodios
de fibrilación auricular focal, pero que cada vez tienden a hacerse más persistentes,
y que finalmente acaban en fibrilación auricular permanente.
a. Etiología: El factor predisponente más frecuente es la HTA y el mecanismo
más ampliamente aceptado hoy en día como elemento esencial en el
mantenimiento de la arritmia es la reentrada, lo que explica que la fibrilación
auricular pueda terminarse con cardioversión eléctrica. La fibrilación auricular
puede aparecer tanto en individuos con cardiopatía estructural como en
corazones estructuralmente normales.
b. Clínica y exploración física: La fibrilación auricular puede ser desde
asintomática hasta producir marcada intolerancia hemodinámica con síncope
o edema agudo de pulmón. Los pacientes con fibrilación auricular tienen una
mortalidad de aproximadamente el doble a la de los controles, y su
morbimortalidad depende de varios factores:
1. Respuesta ventricular: Si es excesiva puede provocar hipotensión,
disnea por insuficiencia cardíaca, angina, etc. La fibrilación auricular
con respuesta ventricular rápida mantenida puede producir
taquimiocardiopatía (disfunción ventricular en relación a frecuencias
ventriculares altas mantenidas).
2. La pausa tras la fibrilación auricular paroxística puede provocar
síncope, sobre todo en el contexto de enfermedad del nodo sinusal.
3. La fibrilación auricular puede desencadenar episodios de
tromboembolia sistémica. Esto se produce por la estasis sanguínea,
sobre todo en la orejuela izquierda.
La exploración física durante la fibrilación auricular demuestra un pulso
irregular, faltan las ondas ‘a’ y el seno ‘x’ en el pulso venoso yugular, y se
aprecia una intensidad variable del primer ruido y de la amplitud del latido
arterial
c. Estratificación del riesgo tromboembólico y profilaxis: Es importante tener en
cuenta que la estratificación de riesgo no es necesaria en los casos en los
que el riesgo tromboembólico es alto de base, como en el contexto de una
fibrilación auricular asociada a estenosis mitral y prótesis valvulares
mecánicas, o en el contexto de una miocardiopatía hipertrófica. En estos
casos la anticoagulación oral crónica es necesaria independientemente del
valor obtenido en la escala CHA2DS2-VASc.
Siempre debe considerarse las características individuales de cada
pacientes, ya que los pacientes con alto riesgo de sangrado precisan un
control estricto del tratamiento antitrombótico.
En pacientes con fibrilación auricular y enfermedad coronaria crónica estable, sin necesidad
de revascularización coronaria percutánea, se recomienda el uso de anticoagulación oral sin
necesidad de antiagregación.
En pacientes con fibrilación auricular y enfermedad coronaria que requiere revascularización
percutánea con stent se intenta minimizar el tiempo con triple terapia (dos antiagregantes y
anticoagulación).
d. Tratamiento: Se reconocen dos estrategias de tratamiento posibles para la
fibrilación auricular
1. Estrategia de control de frecuencia: No se va a intentar restablecer el
ritmo sinusal sino que se tratará de paliar las eventuales
complicaciones que pueda producir la fibrilación auricular
permanente.
2. Estrategia de control del ritmo: Encaminada al restablecimiento del
ritmo sinusal y a su mantenimiento.
Diversos ensayos clínicos han demostrado que ninguna estrategia es superior a la otra en
términos de supervivencia, aunque estudios poblacionales recientes indican que el
mantenimiento del ritmo sinusal podría ser beneficioso en términos de supervivencia y
reducción del riesgo tromboembólico con respecto a la persistencia de fibrilación auricular.
Independientemente de la estrategia seguida, es indispensable considerar la necesidad de
anticoagulación, basándose en la puntuación CHA2DS2-VASc.
Frenar el nodo AV es importante en los pacientes en los que se utilizan antiarrítmicos para
cardiovertir la fibrilación auricular, ya que estos fármacos pueden tener efectos vagolíticos (por
ejemplo, quinidina) y acelerar la respuesta ventricular, además del riesgo de que el antiarrítmico
(sobre todo los de grupo Ic; flecainida) pueda “organizar” la fibrilación auricular en forma de flutter
auricular con longitud de ciclo larga, que generalmente es conducido más rápido por el nodo AV que
la propia fibrilación auricular, aumentando bruscamente la frecuencia cardíaca y empeorando los
síntomas.
➔ Recuerda: Los fármacos más eficaces para cardiovertir la fibrilación auricular son los
Ic (flecainida y propafenona) y para prevenir recurrencias, amiodarona y sotalol.
● Aleteo o flutter auricular: El flutter típico común en una taquicardia auricular que se
produce por una macrorreentrada en torno al anillo tricúspide, que gira a 250-350
lpm, desde el que se despolarizan las aurículas, genera en el ECG una actividad
auricular regular en dientes de sierra. El flutter común es muy característico de los
pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Existen circuitos de flutter
atípicos menos frecuentes en torno a otros obstáculos.
a. Tratamiento: Lo más eficaz es la cardioversión eléctrica sincronizada, que
suele requerir baja energía. Los antiarrítmicos son muy poco eficaces.
Aunque el riesgo embólico parece ser algo menor, el tratamiento
antitrombótico es el mismo que en la fibrilación auricular, excepto que se opte
por una estrategia de tratamiento definitivo como en el caso de la ablación
del istmo cavotricuspídeo.
● CANALOPATÍAS
➔ Recuerda: Los marcapasos suelen estimular el ápex del ventrículo derecho, por lo
que producen una imagen similar a la del bloqueo de rama izquierda en el ECG.