Ut 6 Elaboraciones Básicas Ligadas 2
Ut 6 Elaboraciones Básicas Ligadas 2
Ut 6 Elaboraciones Básicas Ligadas 2
Curso 2023/24
Las elaboraciones que mejor responden a esta definición son las salsas, pero también hay que
considerar las farsas o rellenos, las mantequillas compuestas y los aceites aromáticos. En todas
ellas los ingredientes se mezclan entre ellos para obtener elaboraciones con una textura, un
sabor, un color y un aroma específicos, que les dan una personalidad propia. Su aplicación
también es muy diversa, ya sea como acompañamiento, relleno, aderezo, aromatizante, etc.
La operación culinaria de ligar se lleva a cabo mediante diferentes procesos y requiere utilizar
ingredientes con unas propiedades específicas que favorecen la unión de la elaboración
resultante.
El espesamiento
Reducción. Se lleva a cabo por una cocción prolongada que propicia la evaporación del
líquido y la concentración de las sustancias que contiene. Por ejemplo, de esta manera se
obtienen las glasas de un fondo.
Adición. Consiste en incorporar algún producto con propiedades espesantes, por ejemplo la
harina. Al añadirse al medio aumentan su densidad y lo vuelven más viscoso o estable.
El emulsionado
El producto resultante del emulsionado recibe el nombre de emulsión, que adquiere una
textura diferente de la que tenían las sustancias por separado y, en ocasiones, un mayor
volumen.
En función de cómo se comporta una vez ha sido preparada, podemos distinguir entre:
Emulsiones estables. Son aquellas que, una vez en reposo, mantienen su homogeneidad.
Esto es debido a que interviene un agente emulsionante que facilita el emulsionado de las
sustancias que la constituyen y mantiene su estabilidad. Un ejemplo de emulsión estable
es la mayonesa, en la que el huevo es el elemento emulsionante.
Los agentes emulsionantes cumplen, por tanto, la doble función de facilitar la emulsión y
mantenerla estable.
La gelificación
Es un proceso de espesamiento de alimentos líquidos para que adopten una apariencia sólida.
Se obtiene con aditivos gelificantes como el agar-agar o los alginatos. De todos ellos
hablaremos más adelante.
Las ligazones modifican la consistencia de las preparaciones, pero también pueden afectar a
otras cualidades organolépticas como el color y el sabor.
Aditivos alimentarios.
Ligazones compuestas.
Durante la cocción en medio líquido y a temperaturas que oscilan entre los 50 y los 90 ºC, el
almidón atrapa las moléculas de agua y el medio se espesa. En general, al enfriarse deja una
estructura de gel estable.
Los cereales
El cereal más utilizado es el trigo, especialmente en forma de harina, pero también hay que
considerar el arroz y el maíz.
Los tubérculos
Dentro de los tubérculos, los más utilizados como ligazón son la fécula o almidón de la patata y
la mandioca.
Las legumbres
Las principales legumbres que utilizamos como ligazón son las lentejas, las judías, los
garbanzos, la soja y los guisantes. Su utilización como espesante se concreta en el puré o la
crema que se elabora con su grano cocido.
Normalmente rectificamos los potajes, las cremas o los purés con la misma legumbre que
interviene en su elaboración.
Emulsionar, junto con otras proteínas tanto de origen vegetal como animal.
El sésamo. Utilizamos su aceite y las semillas en pasta (tahini) o las semillas (crudas,
tostadas o negras).
La yema de huevo
La yema de huevo contiene diversas proteínas que ayudan a espesar y a coagular a partir de
una determinada temperatura. Entre sus propiedades destaca:
Como veremos, algunas de las elaboraciones más representativas para las que se utiliza son:
la salsa mayonesa y derivadas, la salsa holandesa, la salsa bearnesa y la salsa carbonara.
También podemos utilizar la yema de huevo duro como ingrediente de las vinagretas
compuestas.
La leche
Entre sus ingredientes se encuentra una proteína llamada caseína y también una pequeña
parte de materia grasa. Estos dos nutrientes son responsables de la aplicación de la leche para:
Suavizar el sabor.
Blanquear el color.
La mantequilla
La mantequilla fresca está formada en su mayor parte por materia grasa procedente de la
leche. Se puede extender con facilidad a una temperatura de 15 ºC y se funde a partir de los 30
ºC.
También interviene en salsas espesadas por reducción. Se añade cortada en pequeños dados
que se incorporan al final de la cocción.
Los hígados. El hígado de especies como el pato, la oca, el conejo, las aves o los pescados
intervienen, junto con otros espesantes, en numerosas picadas o majados.
Los gelificantes. Se utilizan para espesar y estabilizar los alimentos líquidos dándoles una
textura en forma de gel. En general son proteínas o carbohidratos que, al disolverse en
alimentos líquidos, forman una red tridimensional dentro del líquido. Entre los más
comunes están el agar-agar, la pectina, los alginatos o la carragenina.
Los estabilizantes. Son aditivos que se utilizan para evitar que las emulsiones se separen,
manteniendo la textura, la viscosidad y la consistencia de la preparación, especialmente de
salsas, batidos o helados. Lo son, por ejemplo, la lecitina, el sucro o los alginatos.
Ligazones compuestas
Hasta ahora hemos visto ligazones que constan de un solo producto con propiedades
específicas, es lo que conocemos como ligazón simple.
Pero también podemos elaborar ligazones compuestas. Estas son preparaciones elaboradas
con varios ingredientes para ser usadas con la función de espesar líquidos o unir sólidos.
Las que cumplen mejor esta función se elaboran en un medio graso, como el roux, pero
también son válidos otros medios como las picadas o las majadas.
El roux
El roux es una ligazón que consiste en una mezcla de harina y grasa (normalmente
mantequilla) en las mismas proporciones.
Roux blanco. Se usa harina sin tostar o tostada ligeramente unos dos minutos, sin que
cambie de color. Este roux se utiliza para bechameles.
Roux rubio. La harina se cocina un poco más, unos cinco minutos, hasta que adquiere un
color dorado. Se usa para veloutés y salsas a las que se quiere dar color.
Roux oscuro. Se cuece la harina hasta que adquiera un tono tostado color avellana. Se
utiliza en la preparación de salsas elaboradas con fondos de cocción de carne, como la salsa
española. La picada o majada
Cereales
los últimos minutos, así cumple una doble función: como ligazón (espesamiento) y como
condimentación.
Los ingredientes sólidos pueden ser muy variados. Algunos ejemplos de picadas son:
Arroz Cuece en menos tiempo y deja las • El grano cocido con algúnlíquido
elaboraciones y triturado se utiliza para espesar cremas.
(variedades de grano redondo) culinarias más finas que los demás
almidones. • El almidón diluido conalgún
líquido frío, para evitar la formación de
grumos, se
utiliza para corregir texturas.
• El almidón diluido
conmantequilla se usa para elaborar
cremas, generalmente dulces.
Ajos, hígados, frutos secos (almendras, avellanas, piñones, etc.), orégano y jerez seco.
• La sémola o polenta
paraespesar cremas y purés.
• El gofio para
elaboracionestípicas de las Islas Canarias.
Tubérculos
Patata Espesa mucho más rápido que los otros • La patata hervida en puré yla
almidones. patata en copos sirven
para espesar cremas y purés, o para
rectificar la textura en potajes.
Entre las funciones más importantes de una salsa se pueden destacar las siguientes:
Actuar como medio donde cocer un género crudo, mejorando así su jugosidad.
Aunque estas variables nos servirían como criterios para clasificarlas de diversas maneras, en
este libro partiremos de las salsas que son más habituales, las salsas básicas, y a partir de ellas
desarrollaremos algunas salsas derivadas.
Una salsa básica es una preparación que permite múltiples aplicaciones, ya que sirve de
base para la elaboración de otras salsas que derivan de ella.
Una salsa derivada es aquella que se elabora a partir de una salsa básica. Así pues,
veremos las diferentes variantes de cada una de las salsas básicas tratadas.
Además, veremos las salsas con una denominación específica y sintetizaremos algunas de las
recetas de salsas regionales más típicas de nuestro país.
sabor, el color y la textura y que pierdan sus propiedades de forma muy rápida después de
elaborarlas.
Además hay que añadir el especial riesgo de seguridad alimentaria que tienen muchas de estas
elaboraciones por contaminación y proliferación bacteriana.
No es recomendable conservar las salsas más inestables o que están hechas con ingredientes
más perecederos, como la mayonesa, la salsa holandesa u otras similares. En estos casos se
deberán elaborar en el momento del servicio y así tendrán la máxima calidad en sabor,
color y textura.
Algunas salsas (como las veloutés o la bechamel) sí que se pueden conservar. En estos casos
conviene prepararlas para guardarlas. Esto supone que, una vez elaborada la salsa, hay que
enfriarla rápidamente y conservarla al vacío, en refrigeración o congelación, según las
previsiones de uso.
Otras salsas, como las vinagretas, la barbacoa u otras que no precisan la acción del calor,
pueden conservarse sin demasiados problemas en refrigeración.
El proceso de revertir o regenerar la salsa debe realizarse, al menos en las salsas más delicadas,
progresivamente para que retengan sus propiedades.
Las salsas calientes se tienen que empezar a levantar a temperatura suave y aumentarla
progresivamente hasta llegar a la ebullición. Durante el servicio se mantendrán estas salsas al
baño María a temperaturas elevadas, alrededor de los 70 ºC, para garantizar su seguridad
alimentaria.
Salsas oscuras.
Salsas rubias.
Salsas blancas.
Henri Paul Pellaprat (1869-1950), en el libro El arte culinario moderno, recoge las
recetas de más de 100 salsas. Las clasifica en:
Salsas de base.
Salsas finas.
Salsas frías.
Salsas extranjeras.
Paul Bocuse (1926), uno de los cocineros precursores del movimiento culinario de
la Nouvelle cuisine, recoge unas 80 salsas en su libro La cocina del mercado.
Bocuse clasifica las salsas según su color en:
A continuación veremos cómo elaborar las salsas básicas y algunas de sus salsas derivadas
correspondientes que se
muestran en el siguiente cuadro:
Como ingrediente de salsas frías o calientes, una vez reducida a textura de jarabe.
Mediante adición, ligándola con un roux oscuro o con almidón de maíz o espesante
instantáneo.
Mediante concentración o reducción del fondo, a partir de la evaporación del agua del fondo,
prolongando la cocción de este hasta conseguir la textura deseada. En esencia, se trata de una
glasa.
70 g de mantequilla.
60 g de harina tostada.
Elaboración:
Cuando la mantequilla esté fundida, añade lentamente la harina tostada hasta conseguir una
mezcla homogénea sin grumos.
2.Sin retirar el roux del fuego, añade el fondo oscuro y remueve hasta conseguir de nuevo
una mezcla homogénea.
3.Sube el fuego y lleva la mezcla a ebullición. Mantenla hasta que se produzca la coagulación
de la harina y, en consecuencia, la ligazón de la salsa.
Ingredientes:
Elaboración:
1.Disuelve el almidón en una parte del fondo oscuro frío. En el caso de utilizar espesante
instantáneo añadirlo directamente al fondo en el punto de ebullición.
Salsa de vino
El vino utilizado como ingrediente (tinto, oloroso, generoso, etc.) puede ser de cualquier parte
del mundo y es el que dará nombre a la salsa. Veremos como ejemplo la receta de la salsa
Porto o Madeira.
Ingredientes:
150 g de chalotas.
100 g de mantequilla.
Elaboración:
4.Incorpora el fondo oscuro y cuece a fuego lento unos 30 minutos. Espuma y desgrasa.
5.Cuela el resultado y ponlo de nuevo al fuego para que reduzca hasta la textura deseada.
6.Finalmente, y un vez fuera del fuego, añade 50 g de mantequilla cortados en dados y pon el
punto de sal y pimienta molida.
7.Para aumentar el aroma y el sabor del vino, se pueden añadir al final unas gotas de Porto o
Madeira de calidad superior.
Al verter el vino o licor en el recipiente a alta temperatura (es preferible no retirarlo del fuego),
los restos tostados se ablandan y mezclan con el líquido, dando como resultado una glasa que
contiene un elevado porcentaje de grasa visible.
El jugo de asado se utiliza principalmente para acompañar los asados, para reducciones de
otras salsas, para cortar vinagretas o como salsa rápida, entre otros fines.
Vino o brandi.
Sal y pimienta.
Elaboración:
6.3.3. La bechamel
La salsa bechamel es una salsa cuya base líquida es la leche y su ligazón el roux
blanco, además de otros productos de sazonamiento.
La bechamel es la salsa blanca más utilizada en cocina y sus aplicaciones son muy variadas:
1 l de leche entera.
60 g de mantequilla.
60 g de harina.
Elaboración:
1.Calienta la leche.
6.Pasa la salsa por el colador de malla, por si se han formado grumos o para conseguir una
textura más fina.
Salsas derivadas
En la tabla siguiente sintetizamos la información sobre los ingredientes adicionales que
contienen algunas de las salsas más habituales derivadas de la salsa bechamel.
Es una salsa muy suave y con una textura muy fina que se utiliza de forma especial:
Como ligazón de picadillos de diferente naturaleza: ave, ternera, pescado, marisco, verduras,
setas.
En la elaboración de cremas.
La proporción de roux que se utiliza por litro de fondo depende de la aplicación posterior, pero
en general se siguen los mismos criterios que para la bechamel, indicados en el D 6.3.
Ingredientes:
1 l de fondo básico.
60 g de harina.
70 g de mantequilla.
Elaboración:
2.Elabora el roux:
7.Pasa la salsa por el colador de malla para dejarla más fina. Tápala con film transparente si la
utilización no va a ser inmediata.
1 l de velouté de ternera.
5 yemas de huevo.
50 g de mantequilla.
Elaboración:
3.Agrega la mezcla a la velouté sin sobrepasar los 85 ºC. De esta manera evitarás que las
yemas coagulen en exceso y aporten un sabor a revuelto.
4.Rectifica el sazonamiento.
Salsa suprema
Ingredientes:
1 l de velouté de ave.
2 dl de glasa de fondo blanco de ave.
2 dl de nata.
Elaboración:
2.Agrega la nata líquida mezclada con glasa de fondo de ave y deja reducir unos minutos.
3.Rectifica el sazonamiento.
Salsa normanda
Ingredientes:
1 l de velouté de pescado.
2 dl de glasa de fumet blanco.
3 dl de jugo de cocción de champiñones.
5 yemas de huevo.
2 dl nata.
50 g de mantequilla.
Elaboración:
2.Bate las yemas de huevo con la nata y disuélvelas en el agua de cocción de champiñones y
la glasa.
Como salsa principal de acompañamiento en un plato de pasta, huevos, carne, pescado, etc.
Como potenciador de sabor y para añadir color en flanes, pudines, salsa española, etc.
Ingredientes:
300 g de cebolla.
50 g de ajo.
Azúcar.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta.
Elaboración:
2.Dora la cebolla en aceite de oliva y una vez cocida añade los ajos chafados con piel.
3.Deja cocer unos minutos, añade el pimentón y unos segundos más tarde incorpora el
tomate.
4.Añade la sal y la pimienta y deja cocer durante 1 hora a fuego suave y tapado.
5.Al final de la cocción corrige el sabor (incorporando azúcar). Para obtener una textura más
fina se puede pasar por el pasapurés, tamiz, colador chino o similar.
6.3.6. La mayonesa
La salsa mayonesa es una emulsión de yema de huevo, aceite de oliva, sal y
un acidulante como puede ser el vinagre o el zumo de limón.
Es la salsa básica principal de las salsas emulsionadas y de ella derivan decenas de variantes.
Entre sus múltiples aplicaciones, la salsa mayonesa se utiliza:
Elaboración de la mayonesa
Ingredientes:
80-90 g de huevo pasteurizado.
250 ml de aceite.
Sal.
Elaboración:
1.En un recipiente adecuado, incorpora el huevo pasteurizado junto con la sal y el vinagre o
limón. Tritura bien los ingredientes.
2.Una vez realizada la emulsión y con el brazo de la batidora en el fondo del recipiente,
continúa la agitación incorporando progresivamente los 250 ml de aceite. Cuando aprecies
un cambio de sonido en el emulsionado, podrás subir y bajar el brazo de la batidora.
100 ml de vinagre.
Sal y pimienta.
Elaboración:
2.Con una varilla bate enérgicamente hasta que los ingredientes queden bien integrados.
Podemos obtener una gran variedad de salsas vinagretas simplemente combinando los cuatro
ingredientes principales en las diferentes variedades que se pueden encontrar en el mercado
Salsas derivadas de la salsa vinagreta
La salsa vinagreta permite innumerables posibilidades con la adición de diferentes
ingredientes. En muchos casos estos ingredientes darán el nombre a la vinagreta. Algunas
posibilidades son las siguientes:
Vinagretas de verduras. Son habituales en las cocinas regionales, por ejemplo con
verduras (tomate, pimientos, ajo, cebolla, etc.) escalivados o a la brasa.
Vinagretas de setas. Varias setas salteadas o confitadas son buenos ingredientes para esta
preparación.
Una salsa vinagreta específica es la salsa ravigote. Se elabora con una picada de pepinillos,
alcaparras y cebolla tierna, que se añade a la vinagreta y se condimenta con hierbas aromáticas
(perejil, perifollo, estragón, etc.) o también con mostaza.
Jugo de asado
Salsa suprema.
Salsa normanda.
Périgueux o Perigús Salsa de vino de Madeira con adición de chalotas, trufa picada y
jugo de trufa. Sal y pimienta molida.
Bordelesa Salsa de vino tinto con dados de tuétano en el momento del pase.
Sal y pimienta molida.
Salsa Ingredientes
Salsa Ingredientes
Vino blanco Velouté de fumet ligado con yemas y acabado con crema de
leche y mantequilla.
Salsa Ingredientes
Vinagre: vinagre de vino tinto, vinagre de vino blanco, vinagre de Jerez, vinagre
de Jerez reserva, vinagre de sidra, vinagre de cava, vinagres de vinos
monovarietales (cabernet sauvignon, chardonnay, etc.), aceto balsamico di
Modena, etc.
Aceite de oliva: arbequina, picual, hojiblanca, picudo, lechín, verdial, etc., así
como diferentes aceites aromáticos.
Ingredientes:
4 yemas de huevo.
Zumo de limón.
Elaboración:
1.Emulsiona, con ayuda de unas varillas, las yemas de huevo con un poco de agua en un baño
María, hasta que las yemas doblen su volumen (tenemos que pasteurizar las yemas,
procurando que no coagulen). El batido debe realizarse hasta llegar a los 60 ºC y por
debajo de los 65 ºC.
2.Una vez montadas y fuera del baño María añade, poco a poco, la mantequilla clarificada
hasta conseguir la crema (en el A 6.13 sobre las mantequillas compuestas aprenderás
cómo se clarifica la mantequilla).
Ingredientes:
4 yemas de huevo.
Zumo de limón.
40 g de chalotas.
Estragón.
Elaboración:
1.Pon a reducir a fuego suave las chalotas picadas y el estragón bien picado junto con el
vinagre y el zumo de limón.
2.Una vez reducido a la mitad el jugo con las verduras, cuélalo y déjalo templar.
3.Emulsiona las yemas en el baño María con la ayuda de unas varillas y, cuando estén
montadas, añade el jugo del pochado.
4.Sigue batiendo fuera del fuego y agrega poco a poco la mantequilla clarificada sin dejar de
batir.
5.Rectifica de sal, pimienta y estragón picado o en juliana fina y sirve la salsa caliente o
templada.
Es una salsa blanquecina que se elabora con los lomos o el morro del bacalao y las cocochas.
Normalmente se elabora para acompañar el bacalao (la receta tradicional del bacalao al pil-pil),
aunque también se puede utilizar con otros pescados, entrantes y aperitivos.
Ingredientes:
Aceite.
Elaboración:
1.En una cazuela a fuego suave pon a templar el aceite a unos 50 ºC y añade los ajos y las
guindillas cortadas en aros.
2.Una vez templado el aceite introduce los lomos de bacalao y controla la temperatura. El
objetivo es extraer la máxima cantidad de gelatina del bacalao que, gracias al movimiento
circular en la cazuela, permitirá ligar la salsa.
Se retira el bacalao una vez cocido (pochado o confitado). La salsa se liga mediante un
colador fino de malla con movimiento circular en la misma cazuela.
Una vez retirado el bacalao, se decanta el aceite para dejar toda la gelatina del bacalao en
la cazuela u otro recipiente (templado, no frío). Con el batidor o la oscilación del
recipiente se va incorporando el aceite del confitado como si se tratase de una mayonesa.
3.En el caso de que la salsa quede demasiado espesa, puedes rebajarla añadiendo el agua o
fumet de bacalao.
6.4.4. El alioli
El alioli es una salsa formada por la emulsión de ajo y aceite de oliva.
Es una salsa típica de la gastronomía mediterránea que cada zona denomina con su nombre:
allioli, alioli, ajolio, ajoaceite. Se utiliza para acompañar carne a la brasa, fideuás y arroces de
pescado, pero también mariscos, patatas asadas y ensaladas.
Ingredientes:
5 o 6 dientes de ajo.
Sal gruesa.
Gotas de limón.
Vinagre.
Elaboración:
1.En el mortero, maja los ajos junto con la sal gruesa (para facilitar el majado) hasta
conseguir una pasta algo gelatinosa.
2.Incorpora gota a gota el aceite de oliva sin parar de remover hasta que la pasta se separe
de la base del mortero. Si a la mitad del proceso la pasta fuera muy espesa, incorpora unas
gotas de agua templada. Sigue el proceso hasta la total absorción del aceite.
3.Si es necesario rectifica la consistencia de la pasta añadiendo un poco más de agua. Con
esto se suaviza el gusto del ajo y se pierde un poco la intensidad del color.
Ingredientes:
Fumet rojo.
Vino blanco.
Brandi.
Harina.
Elaboración:
1.Pica las verduras, añádelas al aceite caliente y déjalas reposar hasta que se ablanden.
Agrega los tomates troceados y la harina durante unos minutos a la vez que vas
removiendo.
2.Añade el vino blanco, el caldo de pescado y las hierbas aromáticas, y deja cocer a fuego
lento.
3.En otro recipiente rehoga las cabezas de las gambas y los cangrejos. Añade el brandi y
préndele fuego, deja arder hasta que se apague la llama. Machaca todo el conjunto en un
mortero y añádelo a la mezcla anterior.
4.Deja cocer unos minutos y cuela la mezcla con el colador chino. Deja reducir unos minutos
y rectifica el punto de sal.
6.4.6. El pisto
El pisto es una salsa elaborada con verduras rehogadas en aceite de oliva.
Es una salsa muy habitual en gran parte de la geografía mediterránea. Recibe denominaciones
específicas como samfaina, piperada, ratatouille, ratatolha, peperonata, etc., y
presenta pequeñas variaciones en su composición según la zona donde se elabora.
Se utiliza como salsa donde se acaban de cocer productos como el bacalao, el conejo o el pollo,
y también como guarnición.
Ingredientes:
300 g de cebolla.
250 g de berenjena.
2 dientes de ajo.
Aceite de oliva, sal, pimienta y hierbas aromáticas.
Elaboración:
1.Pela la cebolla, el tomate y los ajos. Lava todas las verduras y córtalas a dados regulares.
2.Rehoga las verduras en aceite de oliva (todo al mismo tiempo o siguiendo un orden): ajos,
cebolla, pimientos, calabacín. La berenjena es mejor saltearla o freírla aparte después de
purgarla con sal.
Mojo canario Pimiento, comino, cilantro, pimentón dulce, perejil, ajo, pimienta
(hasta seis especies de pequeños pimientos picones canarios), agua,
azafrán, sal.
Picada catalana Ajo, perejil, pan frito, frutos secos, chocolate, azafrán, pimentón
dulce,
carquiñoles, galletas, enebro, vinos, aceite, vinagre, agua, fondos
básicos, sal, pimienta.
Verde vasca Ajo, aceite, perejil, cebolla, vino blanco o chacolí, harina, agua, fumet
o fondo blanco de pescado, sal, pimienta, agua de cocción de
espárragos blancos.
Chilindrón aragonés Ajo, aceite, pimiento verde, pimiento rojo, cebolla, harina, laurel,
tomillo, pimentón, vino blanco, caldo o agua, sal, pimienta.
Allipebre valenciano Ajo, aceite, pan remojado en vino o pan frito, almendras tostadas,
pimiento de romesco, choricero o ñora, sal, pimienta.
Las farsas se pueden elaborar con una gran variedad de ingredientes y se utilizan para la
elaboración de croquetas, canelones, lasañas y otros rellenos.
Para abordar las múltiples recetas de farsas o rellenos podemos diferenciarlas, según el
número de ingredientes, entre farsas simples y farsas mixtas.
Este tipo de farsas se destina especialmente a la elaboración de croquetas (en estos casos, una
vez elaborada la farsa, se le da la forma de croqueta, se empana y se fríe), pero también sirve
para rellenar lasañas, canelones, raviolis, etc.
La mayoría de recetas contienen como base la bechamel o la velouté espesa, así como caldos
aromatizados a partir del producto principal. A continuación veremos cómo elaborar una farsa
de ave, una de carne y una de bacalao.
Farsa de ave
Ingredientes:
200 g de cebolla.
175 g de mantequilla.
175 g de harina.
Elaboración:
8.Al final de la cocción puedes incorporar la nata y dejar cocer 5 minutos (opcional).
Farsa de jamón
Ingredientes:
500 g de jamón.
200 g de cebolla.
175 g de mantequilla.
200 g de harina.
Sal, pimienta.
Elaboración:
1.Pasa por la picadora el jamón cortado a dados y déjalo sudar en la mantequilla fundida.
2.Cuece la cebolla picada en brunoise, lígala con la harina y deja cocer 5 minutos.
3.Moja con la leche o con el caldo de jamón.
4.Incorpora el jamón. Deja cocer la farsa hasta que se separe de las paredes del recipiente y
rectifica de sal.
5.Cubre la farsa «a piel» con film transparente, para evitar que se forme una corteza en la
superficie, y deja que se enfríe.
Farsa de bacalao
Ingredientes:
100 g de cebolla.
175 g de mantequilla.
175 g de harina.
1 diente de ajo.
Elaboración:
Estas farsas se utilizan normalmente para rellenar un envoltorio natural, por ejemplo la concha
de un bivalvo (mejillón o vieira), berenjenas o pimientos, pero también para canelones o
lasañas.
Veremos a continuación cómo se elaboran una farsa de berenjenas y una farsa de pescado y
marisco.
Farsa de berenjena
Ingredientes:
2 kg de berenjenas grandes.
400 g de carne picada de ternera.
400 g de cebolla.
300 g de tomate.
Aceite de oliva.
Nuez moscada.
Sal y pimienta.
Elaboración:
5.Cuando la carne esté dorada, añade la pulpa picada de las berenjenas y liga el conjunto con
salsa velouté.
7.Cúbrelas con el queso rallado para gratinarlas en el momento del pase. Encima del queso
rallado se pueden incorporar dados de mantequilla o un chorrito de aceite de oliva para
mejorar el gratinado.
300 g de rape.
200 g de merluza.
200 g de cabracho.
300 g de gambas.
100 g de cebolla.
200 g de mantequilla.
100 g de harina.
500 ml de nata.
Elaboración:
2.Añade los pescados, sin piel ni espinas, y las gambas peladas (guarda las cabezas para
extraer su esencia). Rehoga 2 minutos.
Esta farsa se puede utilizar para rellenar buches de hojaldre, raviolis, lasaña, pasta filo o brick,
pastel, flan o pudin de pescado, piquillos, etc.
Hay que tener en cuenta que en el proceso de elaboración es fácil que se saturen sus
azúcares y proteínas, circunstancia que debemos evitar
La mantequilla clarificada (resistencia a los 150 ºC). Se obtiene al retirar los sólidos de
la leche, que son fácilmente saturables cuando se aplican altas temperaturas y, en
consecuencia, se queman en pocos segundos. El proceso se lleva a cabo fundiendo la
mantequilla al baño María o a fuego lento. Una vez fundida y evaporada parte de su agua,
la decantamos y la filtramos con un colador fino.
Las aplicaciones son muy similares a las de la mantequilla fundida: salsas, frituras, salteados,
como aromatizante, etc.
La mantequilla troceada en frío. Se le aplican unos cortes que pueden ser de diferentes
tamaños según la aplicación posterior: cremas montadas por debajo de los 35 ºC o
rectificar salsas calientes.
Mantequilla de anchoas. Una vez limpios los filetes de anchoa (espinas y restos de sal
gruesa), los trituramos y los mezclamos con la mantequilla montada o pomada en una
proporción de 40 g de filetes de anchoa por 250 g de mantequilla.
La fusión de la mantequilla
Esto es muy útil en la elaboración de salsas en las que nos interesa el tostado de la
mantequilla, como es el caso de la mantequilla avellana o noisette.
6.7. Los aceites aromáticos
6.7.3. Triturado
Algunos aceites que podemos obtener con esta técnica son aceites de
perejil, albahaca, cilantro, estragón, pieles de cítricos, setas, etc.