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Orientacion Vocacional

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ORIENTACIÓN VOCACIONAL

La orientación vocacional consiste en un conjunto de prácticas destinadas


principalmente a esclarecer la problemática vocacional de los individuos. El proceso de
orientación vocacional actúa de manera preventiva suministrando a los sujetos los
recursos necesarios para mejorar su situación de elección.
La orientación vocacional es muy importante en la etapa adolescente, donde los
estudiantes de nivel secundario o de nivel medio superior necesitan cierto apoyo o
dirección en cuanto la elección de una carrera profesional. Mediante las técnicas de
orientación vocacional los alumnos pueden llegar a conocerse mejor, identificando cuáles
son sus habilidades, gustos y preferencias; y comprender cómo se compone la oferta
académica y el mercado laboral actual.
El proceso de orientación vocacional muchas veces se vuelve indispensable al
momento de combinar los intereses, las aptitudes y los rasgos de la personalidad del
sujeto con las particularidades del trabajo o la profesión elegida. Por eso es fundamental
que el orientador analice en profundidad y con tiempo no sólo el estado de preparación de
los estudiantes sino también sus aptitudes e intereses.
Como podemos ver la orientación vocacional es importante para el estudiante
porque al momento de enfrentarse con la elección de una carrera o profesión, necesita de
una orientación firme y convincente a fin de que llegue a cumplir su objetivo sin mayores
dificultades o inconvenientes.
La búsqueda vocacional es una tarea personal donde cada sujeto debe reconocerse
como principal protagonista. Sin embargo, el proceso de orientación vocacional y todos
sus recursos actúa como guía preventiva a fin de eludir los principales fracasos y
decepciones asociados con la elección vocacional. Mediante sus múltiples técnicas y
herramientas se busca señalar al alumno el camino correcto de acuerdo a su personalidad,
sus intereses y aptitudes.
Tal como hemos desarrollado en este artículo, el proceso de orientación vocacional
es muy importante al momento de elegir una carrera o encarar una nueva profesión. Si un
estudiante o profesional abocado a la docencia, la psicología o a la psicopedagogía y te
gustaría aprender mucho más sobre esta temática, te invitamos a conocer nuestro curso
de Orientación Vocacional a distancia. Te esperamos con la mejor tecnología educativa
para que puedas estudiar desde la comodidad de tu hogar, organizando tus propios
horarios de estudio de acuerdo a tus posibilidades y preferencias.

El efecto de la orientación vocacional en la elección de carrera

Teresa De León Mendoza; Rafael Rodríguez Martínez*

RESUMEN

Elegir el área profesional donde una persona se va desenvolver toda su vida, no


resulta sencillo y mucho menos cuando el individuo no dispone de las herramientas
para realizar una opción certera y fundamentada. El discernimiento vocacional es
un proceso que genera contradicciones en los jóvenes, repercutiendo visiblemente
en las actitudes de estos, quienes en muchas ocasiones no cursan inmediatamente
estudios universitarios, o deciden cambiar de carrera por falta de orientación
vocacional. En el CBTa Nº 1 de la Partida, Coahuila, los estudiantes de nuevo
ingreso tienen que elegir entre cinco opciones que se ofrecen desde el momento de
su inscripción, y mientras algunos señalan ciertas carreras como primera opción,
otros dejan su respuesta en espera de recibir información y después tomar una
decisión. Por ello, la escuela les imparte un curso-taller de Orientación vocacional
que integra aspectos en torno a un proyecto personal-ocupacional, así como
información relativa a los intereses, aptitudes y preferencias universitarias con la
aplicación de pruebas psicométricas. En este trabajo se evalúa el efecto que dicho
curso tiene para los alumnos de nuevo ingreso.

Palabras clave: Orientación vocacional, Intereses, Aptitudes, Preferencias


universitarias, Elección, Carreras.

Introducción

Los jóvenes al momento de elegir su carrera profesional, suelen caer en la


indecisión acerca de cuál será la dirección apropiada. Por ello es necesario que la
Orientación vocacional posibilite al estudiante a interactuar con las características
propias y las del horizonte profesional, por lo que el orientador tiene la
responsabilidad no sólo de ubicar en un área específica al estudiante, sino de
capacitarlo para que maneje con instrumentos eficientes, un mundo interno y
profesional cada día más cambiante y complejo.

Es relevante mencionar que la noción de Orientación se desarrolló en un principio


en el restringido campo de lo vocacional, es decir, a una inclinación innata que guía
el interés del individuo hacia determinadas actividades.

Los cambios que ha experimentado el concepto de Orientación son consecuencia de


la evolución de los factores históricos y sociales. Así, en sus orígenes y hasta 1925,
el concepto es consecuencia de necesidades socioeconómicas: ajustar las
características y capacidades de cada persona a los requerimientos de una
profesión, con el objetivo de alcanzar el máximo rendimiento en el trabajo (Vidal,
Javier, 2001; González, J. R. y Omaira, L., 2003)

Un aspecto a señalar, en este sentido, es lo planteado por el Dr. John D. Krumboltz


de la Universidad de Stanford en la conferencia inaugural del Congreso de la
Association for Educational and Vocational Guidance (IAEVG), celebrada en Suiza,
donde indica que para estos tiempos es necesario hacer nuevas consideraciones
relacionadas con los objetivos de la Orientación Vocacional, además de tomar en
cuenta los eventos fortuitos, «casualidades» u oportunidades que se dan alrededor
de las personas.

De un tiempo atrás, se viene tratando de desarrollar lo que se han denominado la


Teoría de la Casualidad Planificada (Planned Happenstance Theory). Esta teoría
surge como una modificación o enmienda a la teoría del aprendizaje en la
Orientación Vocacional presentada por el autor en 1996 y la cual fue una
ampliación de la Teoría del Aprendizaje Social en la Toma de Decisiones
Vocacionales.

Las proposiciones básicas en esta teoría son que los humanos nacen con
características y predisposiciones diferentes en un tiempo y en un espacio
específico que ni siquiera sus padres pueden predeterminar. Además de eso, crecen
en un ambiente en donde ocurren muchos eventos fortuitos que proporcionan
innumerables oportunidades de aprendizaje, tanto positivas como negativas. Los
individuos pueden además generar estos eventos y pueden capitalizarlos para así
maximizar sus posibilidades de aprendizaje.
El trabajo del orientador/a es facilitar el aprendizaje de destrezas, intereses,
creencias, valores, hábitos de trabajo y cualidades personales que capacitan a cada
persona (orientado, usuario, cliente, etc.) para crear una vida satisfactoria en un
mundo laboral constantemente cambiante.

De acuerdo con Molina (2001), la Orientación vocacional en la Educación Básica es


un proceso dirigido al conocimiento de diversos aspectos personales: capacidades,
gustos, intereses, motivaciones personales, en función del contexto familiar y la
situación general del medio donde se está inserto, para poder decidir acerca del
propio futuro.

En las definiciones anteriores se recrea la práctica de la Orientación en lo


vocacional, donde el orientador, que bien puede ser el docente, ha recibido un
entrenamiento y preparación que le permite ofrecer asesoría y asistencia a los
alumnos y les ayuda a tomar decisiones para progresar con éxito en su vida
estudiantil y profesional.

La Orientación intenta descubrir el potencial de cada sujeto y ver que cada uno
tenga su oportunidad para desarrollar ese potencial al máximo, en lo que mejor
pueda ofrecer a sí mismo y al mundo. Se plantea como un proceso o conjunto de
acciones para ayudar a otros en la solución de situaciones críticas y conflictivas o
en la satisfacción de necesidades para el logro de un estado de bienestar.

Con una visión de la Orientación dirigida al ámbito educativo, podemos definir a la


misma como «un proceso destinado a atender a los alumnos en los aspectos de su
personalidad, a lo largo de todos los niveles educativos»

Chacón Martínez (2004), en La Orientación Vocacional en Educación Media, plantea


el análisis de las necesidades de los estudiantes de este nivel, referidas a toma de
decisiones, elección de carrera, viabilidad de la decisión, y la transición de la vida
estudiantil al mundo laboral.

La asistencia orientacional en el área vocacional ha sido objeto de atención en


Venezuela, por ejemplo, donde en la década de los ochenta se desarrolló un plan
nacional a través del Centro Nacional de Asesoramiento Vocacional y Profesional
(CENAVOP), integrado por una red de centros regionales y apoyados de la
infraestructura de los servicios de orientación de los planteles. El objetivo de este
centro era sistematizar el proceso de Orientación vocacional de forma que
respondiera a las necesidades de los destinatarios y a los requerimientos de los
planes de desarrollo en el país (Ministerio de Educación, 1980).

El programa de Orientación Vocacional «Decidiendo mi Profesión» se encuentra


inserto en la propuesta curricular del Ministerio de Educación para la educación
media y diversificada de (1998), dentro del componente de desarrollo personal
social.

En el programa, se entiende por Orientación de carrera el esfuerzo consciente y


sistemático de la escuela y del entorno social, con el objeto de ayudar a los
estudiantes del ciclo diversificado a que se conozcan a sí mismos, conozcan las
oportunidades de estudio y trabajo que les ofrece el entorno y tomen una decisión
de carrera consciente y responsable.

El diseño de programa ofrecido, además de estar inserto en la oferta curricular


vigente de educación Media y Diversificada, tiene su fundamento socio-político
desprendido del artículo 103 de la Constitución Bolivariana de Venezuela y el
artículo 6-7- 23 de la Ley Orgánica de Educación Vigente.
Para muchos docentes, jóvenes, padres, directivos, los alumnos de la Educación
Media y Diversificada no reciben una asistencia en Orientación vocacional que les
proporcione herramientas, que facilite una toma de decisiones de carrera, firme,
consistente y responsable.

Esta apreciación muy generalizada no tendría ninguna relevancia si los destinatarios


del sistema educativo evidenciaran un tránsito efectivo y eficiente tanto en su
formación profesional como en el desenvolvimiento laboral. Menos aún si la
consecución de una plaza de estudios en una Universidad o en el campo laboral se
lograra sin ninguna dificultad.

En Venezuela, la ubicación del contingente de jóvenes en la educación profesional y


su ulterior ingreso en el campo laboral ha resultado, tanto para las instituciones
educativas como para el sector laboral, un verdadero problema; a través del tiempo
se ha venido observando que los institutos de educación superior resultan
insuficientes frente a la asistencia y formación de un extenso colectivo de jóvenes
que no encuentran ubicación ni en la educación superior, ni en el campo laboral.

De igual forma, el reducido número de alumnos que logran un lugar para estudiar,
en ocasiones no tienen ninguna inclinación hacia la carrera donde se logró el cupo,
generándose una situación digna de estudiar.

Es importante destacar que el programa que se imparte en el CBTA Nº 1


(institución de nivel medio-superior) contempla el uso de la psicometría, aunque no
con la idea de dar al estudiante un diagnóstico o ubicación sino con el propósito de
incrementar la información acerca de sí mismo y que se facilite el proceso de
comparación al momento de elegir la carrera.

El material que se utiliza en esta teoría de procesos (Rimada Peña, B. 2000) para
identificar paso por paso qué es lo que ocurre en la mente al elegir carrera, es
transparente y eficiente; este material permite realizar y manejar una radiografía
vocacional a través de la cual podemos descubrir las áreas dominantes de los
alumnos.

Este estudio se realizó en el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario Nº 1,


localizado en el ejido La Partida, de Torreón, Coahuila, ubicado a 25º 35’ 53’ ’
de latitud norte y 103º 17’ 48’ ’ de latitud oeste, a una altura de 1113 metros
sobre el nivel del mar y una temperatura promedio anual de 25º C.

El Centro cuenta con una población de nuevo ingreso de 450 a 480 alumnos por
semestre, distribuidos en doce grupos, siendo esta población a la que se les aplica
el programa de Orientación vocacional.

Una de las actividades que se requiere en el ámbito educativo es esta orientación, a


la que se considera de primordial importancia por su papel en la vida futura del
estudiante.

La Orientación vocacional se define como un proceso de ayuda para los estudiantes


en general, sea para los de nuevo ingreso como para el resto de los alumnos del
nivel medio superior que se encuentran cercanos a su inserción laboral o a la
elección de su carrera universitaria.

Rimada Peña (2003) dice que el estudiante necesita de otras personas que lo
orienten y lo apoyen en la elaboración de su proyecto de vida, en donde el joven
acumulará información tanto interna como externa. El estudiante debe aprender a
reconocer sus intereses, aptitudes y áreas universitarias dominantes, de manera
que cuente con elementos para una mejor elección vocacional.

Sabemos que elegir lo que se hará en el futuro es siempre un desafío inquietante,


mucho más cuando se es joven y se piensa en ello por primera vez. La Orientación
vocacional le brinda dos direcciones: por una parte, es necesario un conocimiento
de sí mismo y, por otra, es necesario conocer las ofertas que las instituciones
educativas presentan, la realidad del mercado laboral de la región, así como las
grandes líneas del desarrollo del país.

Además, el joven debe discriminar lo que espera su familia y sobre todo lo que él
espera de sí mismo; no sólo importa qué va a hacer, sino también que lo que haga,
sea hecho con amor, creatividad y entusiasmo.

Justificación

Es necesario que la Orientación posibilite al estudiante a interactuar con las


características propias y las de un horizonte profesional a través del desarrollo de
habilidades, por lo que el orientador tiene la responsabilidad no de ubicar
meramente en un área ocupacional al estudiante, sino de capacitarlo para que
maneje un mundo interno y profesional cada día más cambiante y complejo, con
instrumentos más estables y eficientes.

La Orientación vocacional le proporciona al estudiante, todas aquellas experiencias


que le permitan modificar su percepción en el horizonte electivo. Por tanto, el
enfoque que se propone plantea que el hombre debe ser educado para el servicio
de la libertad, y que cualquier toma de responsabilidad exige que todas las
potencialidades del ser humano se pongan en juego.

El servicio que se imparte en el CBTA desde hace ya algunos años, ha permitido


brindar apoyo tanto a los jóvenes de nuevo ingreso, como a los próximos a egresar.

Normalmente se recibe un promedio de 450 alumnos de nuevo ingreso a los que


que se les imparte el programa, a fin de que seleccionen la carrera de acuerdo a
sus intereses y aptitudes.

En los resultados obtenidos en un seguimiento realizado en un período de cinco


años (2001 a 2005) en el que se han recibido a 2,155 alumnos, de los cuales 1,807
han sido asesorados y 367 han solicitado cambios, un porcentaje de 21.4 de los
alumnos que ingresan y que ya habían seleccionado carrera, cambian de opción
una vez que han recibido el programa de Orientación vocacional.

Todo esto nos permite evaluar el impacto del programa y darnos cuenta que de la
necesidad que tienen los jóvenes de contar con espacios educativos que les permita
conocer y desarrollar una visión a futuro.

Sin lugar a duda, existen muchas causas que afectan a la Orientación; podemos
mencionar entre ellas: la falta de unificación de una metodología que permita
realizar esta tarea; la falta de credibilidad en el servicio al que ven como un mero
trámite administrativo sin relación con teorías; la falta de profesionales con el perfil
de orientadores; o la falta de seriedad al nivel de autoridades educativas en este
proceso formativo, pues existen en nivel medio orientadores que sólo son vistos
como prefectos.
Aplicación de la metodología

El Centro ofrece seis carreras como: Técnico en Informática, Técnico en Agro


negocios, Técnico en Agroindustrias, Técnico Agropecuario, Técnico en Alimentos y
Técnico en Mantenimiento de Equipo AgrOIndustrial.

Los estudiantes de nuevo ingreso fueron incluidos en este programa y distribuidos


en 12 grupos, aunque sólo 366 terminaron el curso-taller. Los instrumentos usados
forman parte de metodología de Rimada Peña (2000) que consiste en un enfoque
de procesos cognitivos–perceptuales en donde la Orientación profesional
universitaria se sustenta en la aplicación de pruebas psicométricas: inventario de
intereses; inventario de aptitudes, e identificación de preferencias universitarias.

Este material está diseñado de tal manera que nos permite realizar y manejar una
radiografía psicológica a través de la cual podemos ubicar y descubrir las áreas
dominantes de los alumnos. La metodología nos permite un autoevaluación,
seguida por las instrucciones del orientador; por el número de pruebas aplicadas y
el total de alumnos, es un trabajo que requiere tiempo.

El total de pruebas de la metodología son cinco, de las cuales se aplican tres a los
alumnos; ellos van formando una carpeta con los ejercicios que se realizan, es
decir, las pruebas psicométricas y los ejercicios propios de la información externa,
como trípticos, donde analizamos las carreras que la escuela ofrece, sus planes de
estudio, campo laboral y componentes profesionales de cada una de las carreras.

Para medir el impacto que la Orientación tiene en la elección de carrera y el efecto


de la edad, sexo promedio de Secundaria, lugar de origen (rural o urbano), y tipo
de Secundaria de procedencia (Técnica, General, Estatal) en los alumnos de nuevo
ingreso del semestre agosto 2004–enero 2005 del CBT, se revisaron los resultados
del Programa de Orientación que se aplicó al total de los alumnos (N=366).

El trabajo experimental consistió en la aplicación de una encuesta al inicio del Taller


para recuperar información necesaria sobre las variables en estudio y conocer las
opciones de carrera que eligen en primer término (selección pre-taller); es decir, la
opción con las que los alumnos llegan a la institución.

El curso-taller incluye en primer término el llenado de inventarios que permiten al


alumno conocer sus aptitudes, intereses y preferencias universitarias y en segundo
término que el alumno conozca las opciones de carreras que ofrece la institución. Al
finalizar el semestre, los alumnos contestan nuevamente la encuesta para conocer
sus opciones de carrera (selección post-taller), e identificar si este cambio fue
producto del curso recibido.

Los inventarios o pruebas psicométricas que se aplican son:

Inventario de Intereses.- Tiene como propósito medir e informar al estudiante en


qué grado existe en él un interés o respuesta afectiva hacia determinada actividad
ocupacional, lo que permite un diagnóstico acerca de probables opciones,
encontrado utilidad en este instrumento para que el alumno confirme, corrobore o
descubra sus fortalezas. Los intereses analizados en esta metodología son 12:
Biológico, Mecánico-artefactual, Campestre, Geofísico, Servicio Social, Literario,
Organización, Persuasivo, Cálculo, Contabilidad, musical Artístico– Plástico, y
Científico.
Inventario de Aptitudes.- Este inventario permite medir e informar al estudiante en
qué grado existe una habilidad o aptitud ocupacional, así como la disposición para
ejecutar alguna actividad ocupacional y las respuestas que ha desarrollado en su
entorno. Las aptitudes analizadas con esta metodología son 13: Abstracto–
Científica, Coordinación viso-motriz, Numérica, Verbal, Persuasiva, Mecánica-
artefactual, Social, Directiva, Organizacional, Musical, Artístico–Plástica y Espacial.

Inventario de Preferencias Universitarias.- Tomando en cuenta que la mayoría de


los estudiantes de bachillerato aspiran a una carrera universitaria, este ejercicio
permite que el alumno desarrolle una visión a futuro sobre el mundo universitario.
Esta metodología realiza una clasificación de las carreras que existen en seis áreas:
Físico–Matemáticas, Química, Biológicas, Administración, Sociales y Humanidades.

Al término del curso se realiza una reunión de padres de familia con el propósito de
dar a conocer la misma información dada a los estudiantes; en esta ocasión se
contó con una asistencia aproximada de 350 padres de familia que pudieron recibir
la información para ayudar a sus hijos en la elección de carrera.

Para el proceso de evaluación del programa, los datos relativos a los alumnos
inscritos, estudiantes que recibieron el curso, número de alumnos que cambian de
elección y porcentajes correspondientes, fueron capturados en una hoja electrónica
y procesados para obtener la información estadística descriptiva básica. También se
registraron los datos socioeconómicos de los alumnos (edad, sexo, promedio de
secundaria, y lugar de origen -urbano o rural- y secundaria de procedencia:
general, estatal o técnica). Los datos sobre el efecto de las variables
socioeconómicas en la elección de carrera, se analizaron por medio X2 (chi Square
Tutorial, CONNOR-Linton), a través del siguiente modelo matemático:

Resultados y discusión

Los resultados generales del diagnóstico realizado sobre el efecto de la Orientación


vocacional en la elección de carrera en los alumnos de nuevo ingreso del semestre
agosto 2004–enero 2005, arrojó que de los 366 alumnos atendidos, 124 de ellos
(33%) cambiaron de carrera después del Curso- Taller.

Este dato nos permite afirmar que los resultados validan la hipótesis de que al
momento de su ingreso al CBTa, algunos estudiantes no tienen información
suficiente para la elección de carrera, ya que el porcentaje de los que deciden
cambiar su primera elección es bastante significativo.

Lo anterior resalta la importancia del proceso de Orientación vocacional, ya que si


se considera a la motivación como uno de los principales elementos para el
aprendizaje, el seleccionar correctamente la carrera a estudiar se convierte en una
herramienta importante para conservar o incrementar la motivación del estudiante
y por lo tanto su rendimiento escolar.

El programa de Orientación Vocacional instituido demuestra así su importancia


administrativa y educativa, ya que por una parte favorece una mejor distribución
de los alumnos entre las diferentes opciones de carreras que se ofrecen, y por otra,
más importante aún, auxilia para la toma de decisión de los alumnos en lo
referente a la carrera a elegir.

1. Definición del objetivo.- Este paso permite clarificar qué es lo que se quiere
elegir, el objetivo es elegir una carrera congruente con el sujeto (congruente es
elegir una opción u opciones de acuerdo con sus intereses y aptitudes) es decir
conocer el qué para luego saber el dónde. Aquí se toma en cuenta los cinco
principios rectores de la decisión vocacional:

• Principio de congruencia.- el alumno elige sus opciones de acuerdo a sus


intereses y aptitudes.

• Principio de realidad.- el alumno elige sus opciones de acuerdo a las ofertas de


trabajo.

• Principio de semejanza.- el alumno elige la carrera de una misma familia, si la


que eligió en primer término no se encuentra a su alcance.

• Principio residual.- el alumno elige de varias opciones y de diferente familia la que


tenga en segundo, tercer o cuarto lugar.

• Principio de aleación.- el alumno hace una aleación, si tiene preferencia por dos
carreras de familias diferentes.

2. Ganar información interna y externa.- El alumno que toma una decisión debe
tener información disponible para realizar el proceso; en éste existe un sujeto cuya
historia personal (información interna) le ha construido una serie de aptitudes e
intereses que tendrán preferencias sobre otras. Al hablar de información externa
nos referimos al conocimiento también relevante de las ofertas educativas a través
de materiales impresos, visitas a las instalaciones, etcétera.

3. Evaluar y seleccionar la carrera.- La evaluación es considerada como el


proceso más adecuado para elegir una opción entre varias.

4. Ver circunstancias y generar alternativas.- El alumno aprende a confrontar


su elección con las circunstancias; en algunos casos tendrán que generarse
alternativas, como estudiar una carrera semejante o residual.

5. Verificación.- Consiste en un mecanismo de supervisión que permite al alumno


verificar sus decisiones.

Este modelo permite, gracias a los pasos y secuencias, diagnosticar con precisión
los mecanismos de retroalimentación y verificación de sus productos. El paradigma
de procesos que sustenta Rimada Peña (2000) para alcanzar los objetivos que se
proponen, funciona también como un organizador de la secuencia lógica en que
deben aparecer las lecciones y las operaciones mentales adecuadas como
observación, clasificación, ordenamiento y prueba de hipótesis, entre otras.

El modelo permite resolver problemas de elección de carrera de manera


diferenciada y precisa, desarrollando también el meta conocimiento. La mayoría de
los orientadores coincidimos en que una decisión consiste en preguntarse qué se
puede hacer con mayor facilidad, qué es lo que le gusta, qué ofrece el medio donde
se desenvuelve, con la idea de incorporarse a un campo ocupacional.

El método aquí propuesto considera que para lograr los fines citados se deben tener
en cuenta tres grandes componentes procesales:

El primer componente procesal es aprender a obtener información


interna: Inventarios de intereses, aptitudes y preferencias universitarias; de este
último se desprende la segunda parte que consiste en la aplicación de dos o más
inventarios, de acuerdo con las áreas sobresalientes que el alumno haya obtenido.
Por lo regular se toman tres áreas dominantes para la aplicación de los siguientes,
y observar sus sub-tipos o sub-áreas y sus familias de carreras.

El segundo componente procesal es manejar la información externa: conocer la


información del horizonte profesional y campo de inserción laboral, tanto en su
región como en el país.

El tercer componente procesal es la comparación: En este se comparan las fuentes


de información y se elabora un perfil profesional para cada estudiante; todo esto
con miras a facilitar el cuarto componente.

El cuarto componente, la decisión: Consiste en que el alumno, apoyado con los


elementos anteriores, esté preparado para su decisión vocacional al momento de
egresar, e incorporarse al mundo laboral o profesional.

Conclusión

El Programa de Orientación vocacional permite a quienes han tenido la experiencia


de trabajar con la metodología instituida en el CBTa, el experimentar innumerables
emociones, que lamentablemente no se han podido registrar; entre ellas, el grado
de satisfacción tanto del orientador como del alumno.

Los resultados encontrados en la presente investigación nos señalan la necesidad


que tienen los jóvenes de contar con espacios educativos que les permitan conocer
y desarrollar una visión a futuro, ya que aparte de ausencias en el conocimiento,
los alumnos muestran falta de motivación, pues desconocen las fortalezas o
debilidades que les lleve a la toma de decisiones.

Sin lugar a duda, existen muchas causas que afectan a la Orientación; podemos
mencionar entre ellas la no unificación de una metodología que permita uniformidad
en la tarea; o la falta de credibilidad en el servicio que se le ve como una cuestión
de trámite administrativo sin conocimiento de las teorías que justifican su
importancia; o la falta de profesionales con el perfil de orientadores; o la falta de
seriedad de las autoridades educativas en este proceso formativo, pues existen en
el nivel medio, orientadores que sólo son vistos como prefectos.

Orientar a un joven en la elección de su carrera, más que una rutina de


detección de aptitudes, es la ocasión de darle sentido a una vida, y por ello
rescatarla de la mediocridad. G. Perzga

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