Cuentistas Peruanas Siglo XXI
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Revista de Investigación sobre lo Fantástico
Research Journal on the Fantastic Vol. IX, n.º 1 (primavera/spring 2021), pp. 87-107, ISSN: 2014-7910
Audrey Louyer
Université de Reims Champagne-Ardenne
audrey.louyer@orange.fr
Recibido: 12-08-2020
Aceptado: 27-04-2021
Resumen
Abstract
Peruvian realist tradition concealed for many decades the recognition of the fantastic
literature published in the country throughout the 20th century. It seems that some-
thing similar happened with the reduced representation of Peruvian women writers
on the national literary scene. This work focuses more precisely on the fantastic short
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Audrey Louyer
stories written by female authors and their evolution, between tradition and innova-
tion, between allegorical poetry and historical affirmation, being the work of several
women writers who are great protagonists of the 21st century.
Key-words: Peruvian short stories; women’s literature; the fantastic; 21st century
fiction.
R
La tradición realista, el paulatino desarrollo de las casas editoriales y
la contemporaneidad de las autoras de lo fantástico del siglo xxi hacen difí-
cil la necesaria tarea de identificarlas y estudiar su poética. En efecto, las
hay que publican textos sueltos en antologías, otras que integran textos fan-
tásticos dentro de un libro de cuentos en medio de otras tonalidades, las
hay que reivindican esta escritura al aceptar ser consideradas «autoras de
lo fantástico». Esto plantea de entrada la dificultad de las denominaciones,
de los límites y las fronteras entre los géneros, la definición de lo real, lo
fantástico y lo imposible en una sociedad que convive con una forma de
magia en lo cotidiano, y las nociones de mito y de historia. Por otra parte,
en una dinámica actual marcada por los movimientos feministas contesta-
tarios, resulta imprescindible pensar estos textos y contextos con matices
para revelar su riqueza y evitar los atajos y las reducciones conceptuales.
¿En qué medida las dos primeras décadas del siglo xxi ilustran una afirma-
ción y un reconocimiento de las autoras que no se basa en una afirmación
del género sino en un diálogo con la marcada tradición realista peruana, y
qué poética permite expresar esta afirmación? En un primer momento, ve-
remos por qué las mujeres de lo fantástico cuentan con una representación
reducida en el panorama literario nacional e internacional. Ahora bien, al
constituir nuestro corpus, que se basa en unas quince autoras contemporá-
neas, cuya selección justificaremos a lo largo del estudio, veremos entre
ellas puntos en común, en una poética que adopta y renueva la tradición
del cuento fantástico clásico. Sin embargo, hay que tener en cuenta unos
particularismos locales que pueden tener ecos universales, lo que será la
base de la última parte de este trabajo.
1 Tenemos en cuenta los aportes de las dos primeras críticas, que cuestionan y actualizan la noción
clásica de transgresión y duda tradicionalmente asociada con la propuesta teórica de Tzvetan Todorov
(1970). También sabemos que el sentimiento de duda ya no es típico del personaje, sino que puede ser
experimentado por el propio lector. El trabajo de David Roas permite determinar cuatro rasgos esencia-
les de lo fantástico: lo real (o la idea que tenemos de lo real), lo imposible, el miedo y el lenguaje.
dieciocho autores. Y entre estos tres textos, el de Karina Pacheco, «El violi-
nista de las montañas», no es a nuestro parecer el cuento más representativo
de la autora en su exploración del efecto fantástico; se trata más bien de un
cuento maravilloso-alegórico con ecos del cuento tradicional «El flautista de
Hamelin» que un texto fantástico, en la medida en que no cuestiona la per-
cepción de lo real.
Se trata de un canon en construcción con la doble marginalidad de mu-
jer y fantástico; en su dinámica, observamos un doble movimiento: mediante
libros de cuentos individuales y, por otra parte, antologías que asumen el
punto común de las mujeres autoras o el de la escritura fantástica. En raras
ocasiones, como es el caso de Yeniva Fernández, notamos una homogeneidad
del libro completo en su escritura fantástica. Pero en muchos casos, las auto-
ras cuentan con algunos textos fantásticos, entre otros más realistas: es el caso
de Claudia Salazar Jiménez o Pilar Dughi. Cabe señalar que determinadas
antologías peruanas recientes se dedican por completo a las mujeres, como es
el caso de Una voz que existe (2019), a cargo de Carmen Ollé, y de los dos pro-
yectos Ucrónica, crónicas alternativas peruanas (2020) y 21. Relatos sobre mujeres
que lucharon por la independencia del Perú (2021). Además, la editorial peruana
Maquinaciones reeditó en 2019 un volumen de una cuentista peruana, Laste-
nia Larriva de Llona (1848-1924), lo que muestra el interés por las autoras del
pasado literario nacional; un número notable de sus cuentos son de orienta-
ción fantástica.
Este rápido panorama nos sirve de base para adentrarnos ahora en los
textos y en su poética. Pero antes, para sintetizarlo, proponemos un esque-
ma-balance2 de las tonalidades dominantes de los textos que seleccionamos,
para mostrar su relativa proximidad. Podemos determinar dos familias prin-
cipales de cuentos. Un primer grupo derivaría de la inscripción en el realismo
y otro, de una escritura fantástica en su sentido más ancestral. En el grupo de
los textos heredados de la escritura realista podríamos destacar dos ramas:
una recreación de una realidad segunda, con la ciencia ficción de Tanya Tyn-
jälä o de Alejandra P. Demarini por ejemplo, y una exageración barroca que
desemboca ora en el horror como miedo extremo en el cuento de Liliana Flo-
res Vega «La criatura de los humedales», ora en lo grotesco como humor ex-
tremo si pensamos en «Disección», de Yelinna Pulliti.
Lo fantástico ancestral presenta también dos tendencias principales: la
expresión poética, metafórica y alegórica que veremos en el cuento de Marcia
Morales Montesinos «La chica de la encrucijada» y, por otra parte, una serie
de cuentos que implican un tipo de investigación del lector en la medida en
que el texto fantástico invita a constatar el encuentro entre lo real y lo imposi-
ble. Si se resuelve el enigma, desembocamos en el relato de tipo policíaco: «El
mensaje», de Pilar Dughi, ilustra este grupo. Pero si no se resuelve el enigma,
se puede admitir lo insólito de la situación, como es el caso en varios cuentos
de Rossana Sala,3 o en el relato de Laura Riesco que estudiaremos a continua-
ción. Si no se admite (por parte del personaje o del lector) la situación insolu-
ble del enigma planteado, estamos frente a un texto fantástico en su estado
más completo, que logra provocar el sentimiento de inquietante extrañeza, el
unheimliche freudiano: es un efecto que logran los cuentos de Alina Gadea y
Yeniva Fernández.
Ahora bien: esta aproximación obliga a considerar el cuento como un
objeto globalmente homogéneo que podríamos encasillar en una categoría de-
terminada: esta clasificación puede ser útil para revelar la relativa proximidad
entre los textos, pero también hay que ver cómo funcionan estos cuentos des-
de el punto de vista de la sintaxis de lo fantástico, de su poética. En efecto, al
leer los textos nos damos cuenta de que las fronteras son porosas: por ejemplo,
el cuento de Yelinna Pulliti «Conversación en el cementerio» (Honores, 2018)
recuerda en varias ocasiones la narrativa de Juan Rulfo y el realismo mágico.
Ahora bien, la atmósfera, el juego de focalizaciones, el motivo de la sonrisa
diabólica, el recurso lingüístico al «como si», vector hacia lo imposible, son
elementos que facilitan el efecto fantástico. Pero es verdad que la ausencia de
problematización del evento imposible nos lleva a considerar el texto como
parte del realismo mágico.
Así pues, esta primera aproximación da cuenta de una fuerte pro-
pensión al desarrollo del realismo en la narrativa peruana y, como conse-
cuencia, una literatura fantástica que quedó en la sombra: pero ahí moran
también las sombras de unas mujeres que escriben y publican. Toca ahora
estudiar más detalladamente el funcionamiento del efecto fantástico en su
escritura.
3 Rossana Sala propone un libro de cuentos marcado por la infancia, los colores, la imaginación, el luto
y cómo superarlo desde la perspectiva de una niña («Sed»). El cuento que cierra el libro, «¿Nos acompa-
ña a una taza de té?» ilustra el efecto fantástico en un juego intertextual: por una parte, con una alusión
directa y explicita a Raymond Carver, y, por otra parte, el recuerdo del famoso cuento de Julio Ramón
Ribeyro «Ridder y el pisapeles». Lo fantástico del lenguaje también aparece en «El cerco» mediante el
recurso a la autorreflexividad y la metalepsis: «Me veo a mí mismo sentado en la mesa y el duende me
mira... me mira y me pide que escriba por fin este cuento» (Sala, 2016: 80).
Recreación
Y. Pulliti «Conversa-
Magia Realismo mágico ción en el cementerio»
Realismo
Exageración barroca
Insoluble
M. Morales Montesinos
Poesía Fantástico pético «La chica de la
encrucijada
2. Una poética que adopta y renueva la tradición del cuento fantástico clásico
4 Ricardo González Vigil recopila un cuento suyo en su antología que abarca de 2001 a 2010, y afirma:
«Publicó poco, pero de una calidad fuera de lo común, tanto por la fluidez de su prosa y la expresividad
de sus variados recursos narrativos, como por la penetración psicológica y la sutileza para retratar el
entorno sociocultural con sus tensiones y fricciones entre lo andino y lo occidental, la lucha de clases, el
racismo y el machismo» (2013: 62).
5 «Sentí que alguien se acercaba, pero no llegué a ver a nadie. Debía ser un gato detrás de alguna pa-
red» (Donayre, 2013: 206). En el mismo cuento, ilustra esta vez una percepción sensorial relacionada con
la vista.
casa de azúcar», superan el tópico clásico del locus terribilis. Gadea, por ejem-
plo, opera una evolución desde la comparación típica basada en «como si»,
que permite crear analogías fértiles, a la metáfora: «Los cuadros colgados y
volteados contra la pared eran personas castigadas» (Donayre, 2013: 208) e
insiste sobre la asimilación casa/personaje: «Las ventanas de las buhardillas
dejaron su aspecto de ojos soñolientos y volvieron a mirar el mar después de
muchos años» (Donayre, 2013: 212). Estos elementos añaden una coloración
lírica a la descripción del ambiente fantástico del lugar. Kathy Serrano, en
«Retorno» propone un microrrelato con tono de humor negro, donde la casa
se convierte en una especie de ataúd: «La familia ahora es como ella la soñó, y
lo mejor de todo es que ya ninguno respira» (2019: 159).
El segundo motivo que actualizan las autoras es el monstruo. Es un
motivo «límite» en la escritura fantástica en la medida en que su uso puede
llevar a la desaparición del efecto fantástico para caer en lo grotesco o el cuen-
to de hadas. En «La criatura de los humedales», Liliana Flores Vega elabora el
sentimiento de miedo mediante la aparición del monstruo clásico («Una cosa
tan antigua que no tiene nombre»; Saldívar, 2017); la vacilación la siente el
propio lector en la medida en que la narradora reivindica el hecho imposible
(«Necesito ordenar los extraños acontecimientos que sucedieron durante el
último fin de semana. No espero que me crean, tampoco me importa si me
juzgan como loca»; Saldívar, 2017). Lo que nos llama la atención es que no es
el mismo tipo de monstruo que el ser del final de la novela La piedra en el agua,
de Harry Belevan (el monstruo de la imaginación, del sueño de la razón) sino
de un ser relacionado con el pasado del lugar, inscrito en el espacio natural en
el que están los personajes. Del mismo modo, el monstruo del cuento de Yeni-
va Fernández mencionado anteriormente causa terror, pero también fascina-
ción en la niña. Esta idea nos recuerda la manera como Richter percibe la
metamorfosis desde el punto de vista femenino, como «un accomplissement
débarrassé de réflexions et de paroles inutiles, une respiration élargie et serei-
ne, non un châtiment, mais une récompense» (1995: 25): se trata de una visión
nueva del monstruo, marcada por el mito.
El último motivo tradicional que merece interés en su actualización es
el espejo/retrato. Factor de desdoblamiento, deformación y vértigo de la mul-
tiplicación infinita, no deja de recordar la obra maestra de Oscar Wilde, The
picture of Dorian Gray. En el caso de Rossana Sala, «Mi rostro en el espejo» es
un cuento que toma como punto de partida este motivo clásico, pero lo trans-
forma al tomar al pie de la letra la expresión «el vivo retrato», ya que el pintor
roba la apariencia de sus modelos. El efecto de coda es radical: «Todo hubiera
podido considerarse una extravagancia del artista, hasta que intenté encon-
trar mi rostro en el espejo» (Sala, 2016: 82).
La renovación del cuento fantástico clásico en la perspectiva de la escri-
tura de las mujeres estriba en la importancia dedicada al ser no solamente en
sus interacciones con su entorno, sino también en la expresión de su propia
percepción interior. Nos dedicaremos finalmente a dos modalidades de esta
exploración: el cuerpo y la mente.
Claudia Salazar Jiménez es famosa por su novela La sangre de la auro-
ra, que ganó el premio Las Américas en 2014 y articula ficción e historia en
una reflexión sobre el conflicto armado interno, pero desde una perspectiva
femenina, un punto de vista que solo recientemente se empieza a tener en
cuenta. También publicó un libro de cuentos en 2016, Coordenadas tempora-
les, doce textos diversos entre los cuales destacaremos dos relatos típica-
mente fantásticos. Para demostrar su original visión nos parece pertinente
analizar «En paz» (Salazar Jiménez, 2016: 25-29). La voz narrativa se pre-
senta en focalización interna con un tiempo en presente y unas analepsis,
pero nos damos cuenta de que es un cuerpo muerto, o sea un fantasma, el
que habla. El efecto fantástico se basa aquí en la subjetividad de la tempo-
ralidad, el enfrentamiento entre el tiempo histórico (del telediario o de la
sucesión lógica de los eventos a lo largo de cuatro años) y el tiempo subje-
tivo (lo que la narradora llama «el tiempo del cuerpo» e insiste diciendo
«mi cuerpo tenía su propio tiempo»; Salazar Jiménez, 2016: 27). Al conside-
rar que el lenguaje permite concebir de forma menos espantosa lo inadmi-
sible, en concreto el hecho de morir, la narradora propone una descripción
interna del fenómeno de la muerte física: «He sido consciente de todo lo
que les pasaba a mis tejidos y órganos. Ese lento proceso que fluctuaba en-
tre la rigidez, lo líquido, luego lo blando y la rigidez nuevamente. Aun así,
no sufría. No sentí dolor. Esto de no respirar es extraño pero, si considera-
mos el resultado olfativo de todo lo que se iba licuando en mí, es lo mejor»
(Salazar Jiménez, 2016: 26). La voz de ultratumba, que todavía está en el
limbo, se dirige a sus lectores con un testimonio preciso, no sin un toque de
picardía. El final del cuento mezcla lo grotesco y lo cínico, ya que el trabajo
de los paramédicos no se presenta desde un punto de vista externo —o in-
terno en uno de los policías, por ejemplo— sino desde el punto de vista de
la víctima y sus sensaciones corporales, visuales, auditivas. En «Disección»,
Yelinna Pulliti Carrasco admite del mismo modo lo imposible desde la pri-
mera línea: «Ahora estoy convertido en fantasma contemplando mi propio
cuerpo inerte, tendido sobre una mesa, entre muchos otros» (Saldívar,
both layers speak together to give voice to the «real» ghost of the text which
might be read as a form of écriture féminine / writing the body which, in this
case, also functions as a body of articulation – the underlying, occulted voice
speaking through a surface level of conformity (Armitt, 2000: 103).
6 «[Kafka et Blanchot] ont supprimé le regard des anges, ils ont plongé le lecteur dans le monde, avec
K., avec Thomas; mais, au sein de cette immanence, ils ont laissé flotter comme un fantôme de transcen-
dance. Les ustensiles, les actes, les fins, tout nous est familier, et nous sommes avec eux dans un tel ra-
pport d’intimité que nous les percevons à peine; mais, dans le moment même où nous nous sentons
enfermés avec eux dans une chaude atmosphère de sympathie organique, on nous les présente sous un
jour froid et étranger» (Sartre, 1947: 127).
La última palabra del texto, «Basta», repetida tres veces, muestra lo in-
soportable de la descripción de una precisión científica que contrasta con la
barbaridad inhumana de los actos. El cuerpo pasivo, que sufre la violación, la
destrucción paulatina y sistemática, se expresa a través del texto. Las resonan-
cias con la situación política que sufrió el Perú de los años del conflicto arma-
do interno son evidentes, así como la insurrección en contra de una sociedad
donde las voces femeninas quedan ahogadas. En 2012, Christiane Félip Vidal
y Cucha del Águila editaron una antología peruana justamente titulada ¡Bas-
ta! 100 mujeres contra la violencia de género, a raíz del proyecto inicial de la chi-
lena Pía Barros. Silva Santisteban parece inscribirse en esta dinámica.
No olvidemos que ciertas raíces míticas de cuentos contemporáneos
proponen resonancias que alcanzan lo universal. Yeniva Fernández parece nu-
trirse de esos mitos y los integra en sus textos a través de juegos de intertextua-
lidad: véase por ejemplo el paralelismo entre «Axolotl» de Cortázar y «Antes
que caiga la noche» en Siete paseos por la niebla. Ahora bien: no se trata de un
mero efecto de eco, sino que articula estas figuras míticas con un entorno local
que el público lector puede identificar fácilmente. En el caso de este cuento, los
gatos del Parque Kennedy de Miraflores constituyen un motivo fácil de reco-
nocer en el entorno verosímil y real; ahora bien, cobra su aspecto fantástico al
cruzar un modo de escritura que sugiere una migración análoga a la del narra-
dor del famoso cuento de Cortázar. Entre otros ejemplos, recordaremos tam-
bién el monstruo mitológico a medio camino entre la Medusa y la sirena pre-
sente en «Rutka o la historia de unas flores extraordinarias». Las niñas y las
mujeres forman el meollo de los personajes del segundo libro de cuentos de la
autora. En términos de estrategias narrativas, sentimos la influencia de Poe, de
Hoffmann y del propio Cortázar; esta escritura alcanza lo universal por la ex-
ploración de los arquetipos míticos. Con esta visión, podemos afirmar que el
monstruo no solo da miedo —tampoco se trata de una afirmación del género
femenino—, sino que también encarna las posibilidades utópicas universales
de forma atemporal, y de esta manera, volvemos a los orígenes: «(T)he woman
who is “larger than life” becomes, not a terrifying Gorgon but an empowering
utopian possibility, a being not simply physically larger than the norm, but in
reputation legendary and thus fabulous» (Armitt, 2000: 14).
Por eso, nos parece que hay que matizar la idea de Honores (2018: 16)
cuando afirma que lo fantástico no es una categoría transhistórica: en efecto,
algunas autoras alcanzan aspectos universales según la propuesta teórica de
François Jullien (2008), en la dinámica de identificación de referentes arquetí-
picos. El marco de creación del efecto fantástico puede ser localizado, como
trasfondo de realización de la acción; también es verdad que el sentimiento de
miedo o la relación con los elementos sobrenaturales varían de una cultura a
otra. Sin embargo, nos parece posible y necesario identificar unas constantes
que se juntan armoniosamente con lo fantástico: las figuras ancestrales (como
motivo) y la poesía (como modo de expresión) son dos de ellas. Susana Reisz
ya planteó en 2014 la relación problemática que existe entre lo fantástico y la
poesía, más allá de la dificultad de definir cada una de estos términos, en la
línea de la interrogación presente ya en la teoría de Todorov. Las autoras pe-
ruanas contemporáneas ilustran esta posibilidad de combinación, incluso en
sus textos en prosa. Veremos primero una modalidad alegórica con Mellet y
luego, una apariencia de petit poème en prose con un texto de Marcia Morales
Montesinos.
Lo fantástico se articula con la poesía en expresiones a la vez líricas y
alegóricas. Un cuento que se sitúa en el límite temporal de los inicios del si-
glo xxi y manifiesta la vertiente alegórica de lo fantástico es «La mujer alada»,
de Viviana Mellet (González Vigil, 2001: 671-675). Su cuento fue seleccionado
Bibliografía
Armitt, Lucie (2000): Contemporary Women’s Fiction and the Fantastic, Macmillan Press,
Houndmills.
Barrenechea, Ana María (1972): «Ensayo de una tipología de la literatura fantástica»,
Revista Iberoamericana, núm. 33/80, pp. 391-403.
Belevan, Harry (ed.) (1977): Antología del cuento fantástico peruano, Universidad Nacio-
nal Mayor de San Marcos, Lima.