Educar Con Amabilidad y Firmeza Al Mismo Tiempo
Educar Con Amabilidad y Firmeza Al Mismo Tiempo
Educar Con Amabilidad y Firmeza Al Mismo Tiempo
Un baile constante en el que acabamos sintiéndonos culpables porque ninguno de los dos
extremos nos dan los resultados deseados.
Son opuestos y sin embargo complementarios, en muchas familias se observa que los
opuestos se atraen siendo uno de los padres firmes y el otro amable.
Cuando valides los sentimientos del niño, deja espacio para que sienta las
consecuencias.
No continúes argumentando, rescatando, aportando información que derivará en más
amabilidad sin firmeza.
Ésa es la parte difícil, la de permitir que el niño averigüe lo que está sintiendo y pueda
lidiar con su decepción. Simplemente acompaña y permite que tu hijo
entienda lo que está sucediendo.
Recuerda…
Confía en tu hijo, en que puede aprender y crecer a partir del sufrimiento.
Acompaña, no rescates y permite que experimente todas las emociones para que pueda
decidir cambiarlas, aceptarlas, superarlas, por ejemplo: