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El Proyecto Urbano de Escala Intermedia

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EL PROYECTO URBANO DE ESCALA INTERMEDIA

(13 de septiembre)

¿Qué es el proyecto urbano? ¿De dónde viene?


Aproximación a la definición de proyecto urbano. Cómo y cuándo surge (historia del proyecto urbano).

PROYECTO URBANO: UN URBANISMO PARA ARQUITECTOS


Ordenación urbana: “La ordenación urbana tiene por objeto la configuración - inmediata o diferida- de los
espacios públicos y privados que hayan de mantenerse, crearse o reformarse, como consecuencia de un
proyecto de ciudad instrumentado mediante el correspondiente plan urbanístico”
El urbanismo es una disciplina que se ha dedicado siempre a resolver conflictos, conflictos entres ciudadanos,
entre intereses diferentes, entre actividades, conflictos de ruido, contaminación…
Dos instrumentos principales para combatir estos conflictos: los planes y los proyectos.
El plan es más amplio, tiene una vigencia en el tiempo. El plan define estructuras, normas generales,
incompatibilidades de uso. Pero no define en la totalidad lo que sucede en su interior. Para eso tenemos el
proyecto, que se mueve bien a escala intermedia y es capaz de definir o dar forma a los intereses que presenta
el plan. En un principio se podría considerar que primero se desarrolla el plan y que en consecuencia de él se
desarrollan los proyectos. Esto no es siempre así.

Citè des Courtillères (Pantin, París): Émile Aillaud 1954-65

Venimos del urbanismo funcionalista, de la ciudad de torres y bloques que diseña Le Corbusier. Le Corbusier
cambia las reglas del juego y empieza a pensar que los fragmentos urbanos debían ser diseñados por y desde
el objeto del edificio. Pero olvida el trabajo de la parcela, del espacio público, etc. El proyecto urbano recupera el
conjunto de las partes, incluye diferentes ámbitos pero no se centra únicamente en uno de ellos (viario, espacio
público, paisaje…)
Victoriano Sainz dice que el proyecto urbano tiene 3 características.
- Es un proyecto integrador. Es un proyecto de sistemas, que se centra en las relaciones de los
componentes del tejido urbano (manzana, parcela, edificación, espacio público)
- Es un proyecto sintáctico. Lo que necesita definir no es la totalidad, si no las reglas, el lenguaje, la
sintaxis que requiere un espacio.
- Es un proyecto flexible. Necesita un cierto grado de incertidumbre, poder ir adecuándose o
flexibilizandose en el tiempo y que futuros arquitectos puedan continuar dicho proyecto urbano.

Solà Morales habla de 5 notas:


- Carácter complejo e interdependiente de su contenido, superación de la monofuncionalidad (parque,
vía, tipología, etc), mezcla o mixtura de usos, usuarios, ritmos temporales y orientaciones visuales.
- Necesita de la escala intermedia, susceptible de ser ejecutada totalmente en un plazo de pocos años.
Ligado con la flexibilidad. Definimos las cosas importantes y lo que deba realizarse a posteriori ya
vendrá más adelantes.
- Carga voluntarista de hacer arquitectura de la ciudad, independiente de la arquitectura de los edificios.
Es la arquitectura que define los espacios públicos.
- El proyecto urbano tiene efectos territoriales más allá de su área de actuación. El ámbito es flexible. La
generación generada puede mejorar el entorno próximo fuera del ámbito. Por ejemplo, el proyecto del
tranvía de Zaragoza. Este proyecto cambió radicalmente la relación de todos los barrios por los que
pasa el tranvía.
- Componente público importante en la inversión de los usos colectivos en el programa. (Un poco más
obsoleta) Adaptada a la situación actual, Solà Morales nos diría que prevalece el interés público frente
al privado. Interesa la construcción solidaria de los espacios públicos, los espacios verdes…

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HISTORIA DEL PROYECTO URBANO
Dónde, en qué momento y circunstancia surge.
Solà Morales dice que el proyecto urbano aparece justo antes de la Modernidad, justo antes del CIAM IV de la
Carta de Atenas (1933). En ese momento se empiezan a reconocer los excesos de la ciudad industrial
(viviendas insalubres, cercanas a las fábricas, con malas condiciones de higiene y ventilación…) Piensa en
soluciones como la de Ámsterdam Sur, H.P. Berlage (1905-17)

Donde la edificación empieza a ser diferente a la ciudad industrial pero no renuncia a la parcela, al espacio
público, a la calle…

Manzana en Spangen. M. Brinkman (1919)


Prolongación Castellana. S. Zuazo, H. Janssen (1930)
Hillshade homes. C. Stein (1933)

La arquitectura empieza a ser diferente. Pero podemos seguir reconociendo las calles, las manzanas, las
parcelas. Estos proyectos manipulan la ciudad como campo de la nueva arquitectura, para satisfacer las
necesidades de esta nueva arquitectura. Disciplina que parte del amor a la ciudad existente.
Sin embargo, las ideas y dibujos de Le Corbusier se llegan a banalizar y se empiezan a construir una serie de
tejidos que no llegan a ser lo que se pretendía.

Le Corbusier deja de reconocer la calle, las parcelas, y se centra solo en hacer ciudad desde el edificio.

Nuno Portas sitúa el inicio del proyecto en la recuperación que hacen los Smithson y los CIAM una vez
superada la Carta de Atenas, en esa crítica interna de la Modernidad que se hace a partir de los últimos CIAM.
Los Smithson nos vienen a decir que más allá del Trabajar-Habitar-Ocio-Transporte (Carta de Atenas) empiezan
a existir otras relaciones como la Casa-Calle-Distrito-Ciudad.
¿Cuándo cobra mayor relevancia el proyecto urbano?
Cobra mayor relevancia en la revisión de la Modernidad.

2
Bitterstraat-Waterstraat, Zwolle, Aldo van
Eyck (1970-75)
Este proyecto, que pertenecía a los CIAM,
en esa revisión interna de la propia
Modernidad, propone estos resultados. Se
aprecian cambios a la hora de trabajar con
el trazado, con la parcelación, con la
edificación. Recupera algunos de esos
elementos previos del tejido urbano,
perdidos anteriormente.

Desde Italia, en esa revisión de la Modernidad, se empieza a criticar la “tabula rasa” que había hecho Le
Corbusier. En este país, con un patrimonio arquitectónico tan grande, empiezan a ver que la historia debe ser
otro elemento a considerar. En la proyectación de la ciudad Saverio Muratori recupera esos análisis
tipo-morfológicos para decir que el estudio de la historia, de la parcelación y del tipo edificatorio y de su
evolución en el tiempo, nos puede ayudar a proyectar en la actualidad.

¿Qué está pasando en España?


Concurso nacional de ideas para la urbanización del barrio de Sandanyola (1966)

NDI Consultores J.M. Alonso Velasco , F. de Terán , M. Gaviria (primer premio)

Se puede observar como conviven esas propuestas todavía seguidoras de Le Corbusier del bloque paralelo con
otras propuestas, motivadas seguramente por el contexto italiano, que no renuncian a la arquitectura moderna
pero la forma donde la forma de hacer ciudad si que cambia. Frente al espacio libre, al “tapiz” que inunda los
edificios en la propuesta de la izquierda, en la de la derecha se observa una idea de empezar a generar la
parcela, de recuperar los elementos de parcela y manzana. Frente a un espacio público sin jerarquías, aparece
la voluntad o la necesidad de empezar a generar un espacio público más central, un espacio público donde
empiezan a aparecer otros elementos. En este concurso es interesante ver cómo conviven esas ideas de seguir
haciendo lo mismo y de empezar a criticar lo que estamos haciendo.

Mario Babidia y Fernando Terán empiezan a darle una vuelta. Frente a este espacio público totalmente
indefinido donde no hay jerarquías, necesitamos empezar a construir un espacio público más central, lo
observamos en esta sección, donde empiezan a aparecer otros elementos que conviven.

3
La idea de seguir haciendo lo mismo y empezar a criticar lo que estábamos haciendo provoca que en la Teoría
arquitectónica urbanística empiecen a aparecer estudios criticando el modernismo funcionalista.

El suburbio del Besós (1965) es denominado peyorativamente por O.Tusquets en el texto que escribe sobre el
mismo

Mario Gaviria, un gran sociólogo (el andador de la


ribera se llama en su honor) empieza a mirar el
Gran San Blas (1968).

Es un polígono en Madrid. El urbanismo


funcionalista se puede ver en este proyecto.
Gaviria hace un análisis para criticar la vida
urbana del lugar y para entender donde están las
posibilidades de comprar en el barrio, muy
concentradas en algunos puntos; cómo son los
recorridos peatonales (nada que ver con lo que
habían diseñado los arquitectos funcionalistas),
dónde están los centros urbanos y cómo
podemos trabajar con el objetivo de entender qué
es lo que está fallando. Es una crítica
especializada a los efectos del urbanismo
funcionalista.

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Tampoco es banal que M.de Solà-Morales, ganara su cátedra (Barcelona, 1968) en la escuela de Barcelona con
“De una aproximación independiente a los ‘estudios urbanos’ al ‘urbanismo para arquitectos’”.

Frente a una primera idea en la que pedía independizar los estudios urbanos de arquitectura, cambia y piensa
en la importancia de aprovechar las capacidades proyectuales y de transformación espacial que tiene la
formación del urbanismo dentro de la arquitectura. Tenemos la capacidad para diseñar y proyectar y eso es lo
que sabe M.de Solà-Morales, y por eso la escuela de Barcelona es nuestro referente en términos de proyecto
urbano.

La revista “Urbanismo" dedica dos números en donde el autor discute estas cuestiones. Pensando en el
contexto español, ya hemos superado esa crítica que empezaba a forjarse en los años 60 y que continua en los
70; y llegamos a finales de los 70 principios de los 80 a un contexto de transformación radical de nuestra
sociedad. Salimos de la dictadura, empiezan los primeros ayuntamientos democráticos. Frente a un urbanismo
que se estaba haciendo en Madrid pasa a hacerse un urbanismo desde lo local: un urbanismo remedial.

García Ripol, que había estado trabajando en el plan General de Ordenación de Madrid (1985), decía cómo en
el proyecto urbano está la opción de desarrollar la idea en tal cual está en la parcela o si le das la vuelta,
reconstruir un tejido mejorando las mixturas o la habitabilidad de la calle.

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LA VIGENCIA DEL PROYECTO URBANO
Los tiempos del proyecto urbano: Ahora que ya sabemos cuándo cobra esa gran importancia. Vamos a ver
por qué hoy estamos hablando de la idea de proyecto urbano.

“A diferencia del proyecto de edificio, tal como se suele concebir hoy en día, el proyecto de ciudad se
inscribe en el tiempo. No solamente porque implique decisiones a largo plazo, sino también porque su
elaboración exige tiempo. La construcción de un edificio de un cierto tamaño puede durar varios años,
de tres a cuatro como media, más si se trata de un edificio importante o si se organiza un concurso de
arquitectura: desde la decisión, la obtención de financiación y la elaboración del programa, hasta el
proyecto de arquitectura y la propia edificación. El proyecto urbano más pequeño se prolonga durante
más de diez años y produce disposiciones inscritas en el suelo cuyas consecuencias se harán sentir
durante varias décadas.”
Panerai et al. 2002, pg 253

Nos están hablando de dos tiempos:


- La propia construcción del proyecto urbano lleva un tiempo que no llevará el desarrollo de la idea del
proyecto. Al menos como mínimo 10 años para desarrollar el proyecto urbano.
- Las decisiones que tomemos se inscriben en la ciudad, el proyecto urbano permanece. La decisión de
colocar un espacio público en un determinado momento, deja una traza. Tenemos la responsabilidad de
elegir bien donde va a estar.

El edificio a los 50-100 años se quedará obsoleto, sufrirá cambios, rehabilitaciones,... pero hay ciertas
decisiones que se inscribirán en un tiempo más largo en una estructura territorial.

La ocasión del proyecto urbano

“La República de Venecia tardó un siglo en decidir la construcción del puente de piedra de Rialto y
varias décadas en reconstruir su mercado tras el incendio. La ordenación del eje Porte Maillot / La
Défense tardó medio siglo en configurarse. En contraste con estas largas duraciones, otras decisiones
se inscriben en el corto plazo: exposiciones universales, juegos olímpicos, conmemoraciones, o,
simplemente, en la duración de un mandato electoral. Como vemos, el tiempo no es más homogéneo
que el espacio y las actuaciones sobre la ciudad implican temporalidades diversas.”
Panerai et al. 2002, pg 254

La ocasión es cuándo conseguimos que un proyecto salga adelante. N.Portas (2008) dice que hay 4 tipos de
ocasiones:

- Decisión pública sectorial. Cuando surge un proyecto que podemos aprovechar de una forma
sectorial (un proyecto de transporte, solo de vivienda o de equipamiento) que podemos complejizar
para convertirlo en un proyecto de ciudad.
- Oportunidad sectorial para realizar un proyecto urbano de más complejidad.
- El tranvía de Zaragoza, si solo se hubiera hecho el recorrido del tranvía no hubiera generado
espacio público, es capaz de multiplicar su efecto gracias a una decisión pública sectorial.
- La llegada del AVE a Zaragoza, va a llegar la infraestructura del AVE, y con ello la oportunidad
de desarrollar suelos, barrios, estaciones, mejorar muchas cosas.
- Oportunidad excepcional. Son eventos (JJOO) o catástrofes que aceleran el proceso.
- El Plan de Riberas estuvo encima de la mesa durante mucho tiempo. Es la Expo la que
consiguió poner la financiación y el tiempo adecuado para su realización y desarrollo.
- Los incendios y terremotos de Lisboa supusieron una oportunidad que aceleró esos
procesos.
- La inundación controlada de Lanuza. Se decide que iba a haber un pantano, y ese pantano va
a inundar el pueblo. Actualmente el pantano nunca se ha llenado hasta la cota que se previó y
ahora está mucho más bajo.
- Iniciativa privada. Ese interés privado en la transformación con negociaciones de contraprestación
pública.
- El traslado o el desmantelamiento industrial (Giesa, Averly, Saica Sur). Son sectores que se
promueven desde lo privado y suponen oportunidades para hacer proyectos urbanos, siempre
que podamos negociar unas buenas contraprestaciones públicas.

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- Iniciativa pública puede ser en el desarrollo del plan, o de fondos comunitarios.
- Corredor verde
- Plan del Huerva y la recuperación de sus orillas

Estrategias y componentes: Los proyectos urbanos suelen responder a una serie de estrategias.

- Recuperación de centros históricos y áreas centrales.


- Las Armas
- Regeneración de barrios. Ya no existe esa carga patrimonial del centro histórico, pero los barrios
obreros tradicionales pueden seguir teniendo déficits.
- Peatonalización de la calle Delicias y el jardín vertical.
- Renovación de tejidos urbanos obsoletos. Todo lo que tenga que ver con la recuperación de
usos/equipamientos obsoletos.
- La estación del Portillo o las fábricas en proceso de remodelación mencionadas antes.
- Remodelación de infraestructuras de movilidad.
- El tranvía de Zaragoza, un proyecto sectorial de movilidad convertido en proyecto de ciudad.
- Extensión residencial y nuevos ensanches.
- Paseo Longares o Las Harineras.
- Creación de nuevas centralidades. La creación de polos de desarrollo.
- El recinto post-expo que lo intenta aunque presenta algunas dificultades en el camino.
- Integración de frentes de agua e infraestructuras verdes.
- Los corredores verdes, la recuperación de la ribera,…

Todos ellos desarrollan distintos componentes o programa según en qué más muestren interés: Espacio
público, Infraestructuras, Vivienda, Dotaciones, Terciario, Patrimonio, Paisaje.

Relación plan-proyecto
Mayor complejidad que la secuencia lógica plan – proyecto: Decíamos que parecía que el proyecto iba en
desarrollo o en cascada después del plan. Aunque no es del todo así. Si leemos N.Portas (2004):

“Me parece que casi todos los casos considerados de éxito en las transformaciones urbanísticas (habla
de proyectos urbanos) importantes de las dos últimas décadas fueron adoptados y desarrollados al
margen, cuando no en contra, de las previsiones de los planes vigentes. Para lo bueno, en muchos
casos, y para lo malo en otros”

Esa idea de cascada a veces no se produce. El desarrollo, por ejemplo, de la Expo y de sus propios proyectos;
hizo modificar también el plan. Al desarrollar esa arquitectura con más detalle, hemos aprendido unas nuevas
ideas o aproximaciones que nos dicen que tenemos que cambiar el plan. Eso es lo que nos dice N.Portas. Esa
relación en cascada no tiene por qué ser así.

Por otro lado, García-Pablos Ripoll (1986), nos dice:

“(...) se incide, por tanto, en el papel que juega el planeamiento en la definición de las intervenciones
físicas arquitectónicas en la ciudad, así como en la importancia de la formalización arquitectónica como
método de planeamiento”

Tan importante es aquel proyecto que tiene en cuenta el plan, como aquellos planes que tienen en cuenta los
proyectos y las formalizaciones. Desmentimos esa idea de plan primero y proyecto después para complejizar un
poco más.

Debate a partir de los sesenta de base disciplinar

Superación de la dicotomía a partir de los ochenta

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Responsabilidad y límites de los proyectos urbanos: Volviendo al libro de Pedro Sainz, se nos habla de tres
ideas muy concretas.

Concretar el diseño de los episodios urbanos significativos, aquellos que introducen valor añadido a la escena
proyectada en función del emplazamiento diferencial —y, por tanto, referencial— de determinadas piezas.

- Nuestro proyecto va a resolver más allá del ámbito de trabajo, se va a inscribir en el tiempo, dejando
una huella que tiene que ser responsable (y eso es nuestro deber).

Diseñar los procesos adecuados para su ejecución, lo cual debe hacernos desviar la mirada desde el resultado
final —la imagen deseada— hacia el proceso de materialización del asentamiento residencial, es decir, hacia el
‘saber hacer’ impreso en el establecimiento de unas reglas del juego que permitan su realización a lo largo del
tiempo, admitiendo las posibles mutaciones ingénitas a situaciones coyunturales sobrevenidas; se trata, en otras
palabras, de diseñar una sistemática de construcción urbana sobre la base de un principio morfológico
susceptible de admitir múltiples reflexiones proyectuales solidarias a éste;

- La idea que está detrás de todo, es la idea de la sintaxis. Tenemos la responsabilidad de generar esa
gramática. Importa más el saber hacer y sus reglas que el resultado final.

Llevar a cabo la definición gramatical del sistema edificatorio residencial a partir de la experimentación con
prototipos tipológicos de los que deducir los patrones compositivos, las reglas volumétricas y las estrategias
diapositivas de la edificación en la parcela o la manzana; definir una gramática implica aceptar diferentes
expresiones, respuestas arquitectónicas plurales pero ajustadas al lenguaje urbano propuesto y, para ello,
resulta imprescindible mantener inalterable un principio de solidaridad con el espacio público que ayude,
enriqueciéndolo, a configurar una determinada imagen de la ciudad.

- Esa sintaxis está ahí y vamos a definirla para ser solidarios con el espacio público. No importa esa
imagen final, importa lo que configura el espacio público. Nuestra responsabilidad es la flexibilidad.

Algunas de las limitaciones que tenemos son:


- Proyecto urbano como soporte. Para la vitalidad urbana, la sostenibilidad, para que cualquiera de
nosotros se quiera ir a vivir allí.
- Poner en duda el ensimismamiento del proyecto urbano. Más allá del proyecto urbano, hay otras
herramientas que nos ayudan a construir.
- Prever los efectos negativos del proyecto urbano. Con las supermanzanas, hay colectivos que se
están quejando de que una intervención en la manzana, supone una subida de precio del alquiler.
Prefieren que no haya supermanzana, a la subida del alquiler. Otro caso es la subida del alquiler en los
edificios cercanos al trazado del tranvía.

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