Módulo I - Clase 3 2024

Cátedra Libre
ESI, derechos y formación

docente
Módulo I
La ESI como política pública
y como derecho
Contenidos clase 3
La ESI como propuesta político-pedagógica.
Elposicionamiento ético y político de les
docentes.
Bibliografía obligatoria
Morgade, Graciela (Comp.). (2021), “ESI
y formación docente. Mariposas Mirabal.
Experiencias en foco”, Rosario: Homo
Sapiens. Capítulo 1.
Ciclo formativo La ESI en la formación docente: conquistas y desafíos
Módulo I - Clase 3
¡Hemos llegado a la tercera y última clase del Módulo 1 del ciclo de formación!
Como lectura para esta semana tienen el capítulo 1 del libro “ESI y formación
docente. Mariposas Mirabal. Experiencias en foco” de Graciela Morgade (comp.).
Verán que en el mismo se hace una revisión del proceso de sanción de la ESI que
ya trabajamos en la clase 1 pero focaliza también en ese rol docente necesario
para su implementación. Por allí dirigiremos la atención en esta clase.
En los primeros encuentros avanzamos en reconocer el contexto de surgimiento

de la ESI, su plexo normativo y prescripciones curriculares, así como el enfoque
que la caracteriza diferenciándola de otros modelos vigentes en las escuelas sobre
educación sexual. En esta oportunidad vamos a profundizar en un tema que nos
implica especialmente porque somos nosotras, nosotres y nosotros como docentes
quienes debemos hacer que los saberes, hábitos, prácticas y valores que la ESI
promueve lleguen a las aulas e instituciones: La ESI como propuesta político-
pedagógica. El posicionamiento ético-político de les docentes.
Una primera afirmación que nos marca el camino sobre nuestra labor con la ESI
es que la misma es una propuesta pedagógica. Esto significa que es una tarea
educativa en donde les docentes somos responsables de llevarla a cabo. No es
imprescindible que asistan profesionales u otros agentes a trabajar la ESI con
nuestres, nuestras y nuestros estudiantes. No obstante, sí podemos apoyarnos en
alguna oportunidad en instituciones, organizaciones u otres profesionales que
consideremos enriquecerán nuestras propuestas de enseñanza. Pero ello no
significa que delegamos en aquellas personas su implementación. Situación que sí
sucedía y sucede generalmente con el modelo biomédico o moralista de educación
sexual en donde la voz autorizada sobre la temática no recae en les docentes sino
en el cuerpo médico, psicólogxs, sacerdotes, etc. Por ello decimos que la ESI
jerarquiza nuestro rol de educadoras y educadores.
Esto nos trae un primer desafío que es poder hacernos cargo de dicha
responsabilidad. Esta situación puede generar inseguridades o temores entre
docentes ya que nos vemos en la situación de tener que enseñar en una
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Módulo I - Clase 3
perspectiva -género, diversidad y derechos humanos- que la mayoría

no hemos vivenciado en nuestra experiencia escolar.
Sumada esta incertidumbre a la temática de la sexualidad, tema tabú en nuestras

sociedades, que da lugar a mitos y falsedades en torno a la ESI y genera en
algunos equipos directivos y docentes inseguridades para abordarla.
En el siguiente recurso audiovisual que les compartimos Déborah Imhoff y Diana

Maffía comentan en los primeros minutos (13:35 a 22:41) sobre esos mitos que
generan confusiones y obturan la verdadera posibilidad de pensar la ESI y
trabajarla profesionalmente.
https://www.youtube.com/watch?v=ufUNmY9ReP8
Es fundamental darnos el tiempo para conocer dichos mitos y poder desandarlos

para llevar tranquilidad a las familias y seguridad en nuestras propuestas
Ro Ferrer 2019
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Módulo I - Clase 3
Para que esto efectivamente resulte así debemos avanzar en otro de los ejes
fundamentales, que es nuestra formación profesional. El enfoque de género,
diversidad y derechos puede llegar a las aulas de los distintos niveles solo si
quienes debemos proponerlo estamos formades para ello. Aquí recae una de las
responsabilidades del Estado de brindar a les docentes en servicio y desde la
formación inicial la capacitación acorde. De los lineamientos de las Resoluciones.
45/08 y 340/18 para la formación docente se establecen los siguientes ejes:
La complejidad de los procesos de construcción de la sexualidad y sus

expresiones a lo largo de cada período madurativo.
La adquisición de conocimientos actualizados y validados científicamente

sobre las distintas dimensiones de la ESI, así como las habilidades
requeridas para su transmisión a niños, niñas, niñes y adolescentes.
La normativa nacional e internacional sobre la responsabilidad del Estado

en la educación sexual, y los derechos de los niños, niñas, niñes y
adolescentes de recibir dicha educación en iguales condiciones.
La generación de espacios que permitan el ejercicio pleno de los derechos

de niños, niñas, niñes y adolescentes.
Desarrollo de habilidades para el tratamiento de situaciones producto de

las diversas formas de vulneración de derechos como el maltrato infantil,
el abuso sexual, la violencia de género, y la trata de niños, niñas y niñes.
De estos contenidos, que comprenden saberes en sentido amplio porque incluyen

no solo información o marcos explicativos sino también habilidades, prácticas, una
disposición empática y de cuidado por parte de les docentes, surge la necesidad
de una formación acorde a los niveles y modalidades en las que enseñaremos, en
donde tengamos la oportunidad de reflexionar, dudar, desarmar creencias y
romper naturalizaciones en torno a la sexualidad. Todos esos saberes nos
atraviesan en tanto sujetos que hemos crecido en un sistema social y cultural que
normalizó cuerpos, deseos, prácticas, expectativas, conocimientos. Sin este
trabajo previo de deconstrucción corremos el riesgo de cristalizar consignas que
podemos repetir pero que no implican cambios de percepción ni de acción. Por ello
las imposiciones tampoco sirven para trabajar los contenidos de la ESI. Tenemos
que implicarnos, dotar de sentido a dichos contenidos y enfoques y pensar
3
Módulo I - Clase 3
propuestas que convoquen e interpelen a les estudiantes de cualquiera de los

niveles educativos.
Con la modificación de los diseños curriculares
La educación sexual integral no es una disciplina o una clase que se resuelva de

una vez. La transversalidad requiere poder aprehender su enfoque para llevarlo a
nuestras relaciones cotidianas dentro y fuera de la escuela, a nuestras
planificaciones didácticas, a la organización institucional, a los vínculos con
nuestres, nuestras y nuestros estudiantes y las familias.
Del folleto para docentes “Es nuestra tarea” .

PNESI
Y en esta misma dirección les estudiantes tienen derecho a contar con docentes
con una formación sólida y actualizada que les puedan presentar buenas
propuestas de enseñanza.
El posicionamiento ético y político que guía nuestra tarea docente se construye

desde la formación inicial cuando comenzamos a percibir y profundizar nuestro rol
como educadoras/es y agentes del Estado en tanto debemos garantizar uno de los
4
Módulo I - Clase 3
derechos fundamentales de las personas como es, el derecho a la educación.

La noción de educación como bien público y de educación integral que desde
la Ley de Educación Nacional Nº 26.206 se promueve y sumado al concepto de
educación sexuada justa de la Ley Nº 26.150, nos interpela a posicionarnos
como responsables sobre dichos derechos y para ello necesitamos contar con
espacios de profesionalización sobre los distintos saberes, entre ellos la educación
sexual integral.
Desde la ética profesional de la tarea de educar podemos distinguir algunos

elementos que nos son fundamentales para abordar esta construcción del
posicionamiento ético y político: el reconocimiento de los derechos humanos que
la normativa nacional establece, la comprensión de les, las y los estudiantes como
sujetos de derecho que merecen nuestro respeto y cuidado, y finalmente el
compromiso con nuestra formación.
En la clase 1 hemos presentado algunos de

los marcos legales nacionales que avalan y
complementan a la ley de ESI. Como
docentes tampoco podemos desconocer la
Ley de Educación Nacional y de la
jurisdicción en la que nos desempeñaremos,
pero tampoco las convenciones y tratados
internacionales con jerarquía constitucional
como la Convención sobre los derechos del
niño (1989) o la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación hacia la mujer (1985), o la
Convención sobre los derechos de las
personas con discapacidad (2006), los principios sobre la aplicación de la
legislación internacional de derechos humanos en relación con la orientación
sexual y la identidad de género de Yogyakarta (2006).
Esa es la base legal en la que como docentes nos basamos para pensar todos los
contenidos en general y los de ESI en particular. Y la misma establece
orientaciones en torno a los derechos humanos que no podemos soslayar.
El segundo elemento para reflexionar sobre nuestro posicionamiento docente

refiere al paradigma de protección integral de derechos de niñes y adolescentes,
5
Módulo I - Clase 3
por el cual concebimos a nuestres estudiantes como sujetos de derecho portadores

de los mismos y con derecho a reclamarlos si se violaran o incumplieran. Como
adultes y docentes no podemos olvidar que tenemos una responsabilidad de
cuidado para con elles.
Finalmente pensar la formación profesional como un derecho y también una
responsabilidad de les docentes, ya que esto lo que nos permitirá tomar decisiones
con mayores niveles de autonomía y profesionalismo en los enfoques que
planteemos para abordar los diferentes contenidos.
Elegir hacer las cosas de una u otra manera o no hacerlas tiene consecuencias no
solo a nivel personal sino social. Esos saberes en los que nos formamos y que
debemos llevar a las aulas son base de un cambio que se dará no solo a nivel
individual sino también cultural más amplio. Debemos saber que como todo
cambio presentará resistencias pero ello no es algo negativo sino que es propio
de un momento que requiere diálogos, aperturas y ternuras políticas. Es
fundamental dialogar para construir la ESI aun con quienes hoy se oponen o
no están afianzados en su posicionamiento.

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En los primeros encuentros avanzamos en reconocer el contexto de surgimiento

perspectiva -género, diversidad y derechos humanos- que la mayoría

Sumada esta incertidumbre a la temática de la sexualidad, tema tabú en nuestras

En el siguiente recurso audiovisual que les compartimos Déborah Imhoff y Diana

Es fundamental darnos el tiempo para conocer dichos mitos y poder desandarlos

La complejidad de los procesos de construcción de la sexualidad y sus

La adquisición de conocimientos actualizados y validados científicamente

La normativa nacional e internacional sobre la responsabilidad del Estado

La generación de espacios que permitan el ejercicio pleno de los derechos

Desarrollo de habilidades para el tratamiento de situaciones producto de

De estos contenidos, que comprenden saberes en sentido amplio porque incluyen

propuestas que convoquen e interpelen a les estudiantes de cualquiera de los

La educación sexual integral no es una disciplina o una clase que se resuelva de

Del folleto para docentes “Es nuestra tarea” .

El posicionamiento ético y político que guía nuestra tarea docente se construye

derechos fundamentales de las personas como es, el derecho a la educación.

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