Diapositivas Técnicas de Intervención Breve Estratégica Con Niños y Adolescentes

Técnicas de
intervención breve
estratégica con niños
y adolescentes.
Prof. Mauro Bólmida

Bolmidamauro@Gmail.com
Ve más allá
§ Los fundamentos de la Terapia Breve Estratégica 03
§ La perspectiva sistémica 05
§ La epistemología constructivista 10
§ La terapia Ericksoniana 12
§ Las «herejías» del enfoque estratégico 14
§ La intervención estratégica con niños y adolescentes,
la terapia indirecta a través de los padres o con los padres 39
§ El cambio estratégico 40
§ Las funciones básicas de la familia 42
§ Los progenitores como “coterapeutas” 45
§ Los problemas en la infancia 53
§ Pubertad y preadolescencia 63
§ Los sistemas perceptivo reactivo y las técnicas de intervención 64
§ Bibliografía 74
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Los fundamentos
de la Terapia
Breve Estratégica

LOS FUNDAMENTOS DE
LA TBE
Tres son las orientaciones principales que han contribuido al
nacimiento del enfoque estratégico
El desarrollo de la perspectiva sistémica
El nacimiento de la epistemología constructivista
El trabajo clínico de Milton H. Erickson.
De la confluencia de estas tres perspectivas, en estos tres
ámbitos, se han ido desarrollando los primeros modelos
estratégicos, y en particular el de la escuela de Palo Alto.

LOS FUNDAMENTOS DE LA TBE
La perspectiva sistémica
Constituyó una verdadera revolución en el

mundo de la Psicología, porque fue la
primera vez que se empezó a desplazar la
atención del estudio de la persona como
individuo, al estudio de la importancia de
las relaciones y de los sistemas

G. Bateson, en acuerdo con la perspectiva

sistémica de aquellos años, afirmó que los
problemas humanos pueden ser el producto de
interacciones que cada individuo construye con
la realidad que vive. Esta intuición tomaba
distancia de toda aquella tradición de teorías
sobre el hombre, basadas en la idea de que el
individuo tenía una naturaleza y/o evolución
específica, predeterminada.
Los trastornos psicológicos y conductuales según

la sistémica se podían considerar realidades que,
estudiadas en sus contextos específicos,
expresaban secuencias de comportamientos
caracterizadas por una lógica propia «racional».
La cibernética es el fundamento científico de la

perspectiva sistémica, y el concepto más importante que
introdujo fue el de feedback. Hasta aquel momento, los
nexos causales estaban pensados en forma de causalidad
lineal, donde el primer elemento A causa B, éste causa C y
así sucesivamente desde el pasado hacia el futuro. Con el
concepto de feedback se introdujo el constructo de
causalidad circular. En este constructo cada evento
influye sobre otro evento y a su vez queda influenciado por
él.

La epistemología constructivista
Otro elemento base de la TBE es la epistemología

constructivista, su presupuesto de base es que no exista
una sola y única realidad, sino tantas realidades
cuantos puntos de vista para observarla. Los principios
de base del constructivismo se fundan en la teoría de
indeterminación de Heisemberg W. (1927, 1930) según el
cual no es posible una observación neutral, de aquí la
imposibilidad de ver las cosas de la misma manera para
dos personas diferentes.
La epistemología constructivista
Los puntos de vista pueden ser extremadamente

diferentes según quien mira, y por tanto construyen
distintas realidades.
La realidad que utilizamos para solucionar los
problemas es la de los clientes, no la de los
profesionales.

La terapia Ericksoniana
M. Erickson usaba mucho la frase de Mark Twain para

describir lo que hacían sus colegas psiquiatras “si
quieres utilizar a la fuerza un martillo encontrarás
muchas cosas que parecen clavos”. El mundo de una
persona se sostiene a través de sus actos habituales,
actos que tienen una función ritual. Sólo se puede
cambiar el mundo de una persona si se cambia al
menos uno de sus actos habituales.

La terapia Ericksoniana
Milton Erickson, en la presentación de un texto

divulgador de su trabajo escribe: «De teorías sobre el
cambio las hay a montones, pero es la primera vez que
en una teoría del cambio viene asumido seriamente,
como objeto de análisis, el cambio mismo, para
comprobar o bien cómo se verifica espontáneamente
o bien como puede provocarse»

02
Las «herejías»
del enfoque
estratégico

LAS «HEREJÍAS» DEL
ENFOQUE ESTRATÉGICO
Si quieres ver aprendes a obrar
Nota del profesor: La palabra hereje viene del

latín hereticus, que significa opción. Esta se
usó por primera vez por los romanos cuando
impusieron la nueva Biblia en el siglo III d.C.
(aprox.), y se les daba a los que optaban por
los antiguos evangelios. ... Viene
del griego "airesis" que significa decisión o
separación. El hereje es lo que decide, que
utiliza opciones, en definitiva, es lo que NO SE
CONFORMA Y BUSCA ALGO MÁS.
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Si quieres ver aprendes a obrar
Primera herejía: NO existe una sola realidad.
Segunda herejía: saber Cómo, más que saber por qué.
Tercera herejía: Se solucionan problemas en el presente.
Cuarta herejía: se actúa en primer lugar.

Si quieres ver aprendes a obrar. Primera
herejía (no existe una sola realidad)
El pensamiento estratégico no se funda en una teoría que,

describiendo la «naturaleza humana», prescriba en consecuencia
conceptos de «sanidad» o «normalidad» comportamental y
psíquica en oposición a los de la patología, como I sucede con
las teorías tradicionales de la psicoterapia. El pensamiento
estratégico más bien se interesa por la funcionalidad del
comportamiento humano frente a los problemas de la existencia y
de la convivencia entre individuos, en los mismos términos de
percepción y relación que todo individuo vive consigo mismo,
con los demás y con el mundo.
Si quieres ver aprendes a obrar. Segunda herejía
(saber cómo, más que saber por qué)
La función del terapeuta está en ayudar

al paciente a resolver su problema y
adquirir por medio de esta experiencia la
capacidad de hacer frente de un modo
adecuado a nuevos problemas que
puedan salirle al paso más adelante.
Para ello, el interés específico va dirigido a estudios y

teorías relativas al «cambio», a cómo éste puede
acontecer espontáneamente y a cómo puede ser
provocado deliberadamente. Por ello, se presta una
atención particular a nuestra manera de percibir la
realidad y a los aspectos pragmáticos de nuestra relación
con dicha realidad, a cómo, mediante estos procesos, se
constituyen situaciones problemáticas y, por último, a
cómo, mediante estos mismos procesos, es posible
resolver tales situaciones problemáticas.
El cambio de perspectiva produce un cambio en la percepción de la

realidad que cambia la realidad misma, determinando, como
consecuencia, el cambio de toda la situación y de las reacciones a
ella. Todo esto significa hacer elástica, no absolutista, la percepción de
los sujetos, de modo que se les coloca en condiciones de hacer frente
a las situaciones problemáticas sin rigidez y sin perseverar en el error. En
otras palabras, el sujeto adquiere la capacidad de enfrentarse a un
problema recurriendo a todo un abanico de diversas posibles
estrategias resolutivas, comenzando con la aplicación de la que
parece más idónea para cambiarla por otra si no funciona, hasta
llegar a la aplicación de la solución al problema concreto.
Si quieres ver aprendes a obrar. Tercera
herejía (se trabaja en el presente)
Desde la óptica estratégica, los problemas humanos pueden
resolverse mediante estrategias ad hoc que rompen el sistema circular
de retroacciones que mantiene operante el problema. De esta ruptura
de un equilibrio disfuncional habrá de derivar el cambio en el
comportamiento y en las concepciones del sujeto, enjaulado en su
situación problemática. Ello es así porque el cambio depende de la
modificación del sistema perceptivo-reactivo, o punto de observación
de la realidad, mantenido activo por las «soluciones ensayadas»
puestas en practica por el mismo sujeto que quiere resolver su
situación de malestar.

Hay que «guiar» las personas a salir de la rigidez de su perspectiva conduciéndolo a
otras posibles posiciones que determinarán nuevas realidades y nuevas soluciones.
Por tanto, no es necesario una profunda y larga excavación en lo profundo a la
búsqueda de un supuesto —siempre confirmador— «trauma originario», causa de la
situación problemática, anulado el cual deberían desaparecer los problemas del
paciente. Ni tampoco es indispensable un lento y progresivo proceso de adquisición
del insight en busca de un hipotético estadio de suprema conciencia de sí mismo,
resolución última de todo problema. Éstos son procedimientos basados en
concepciones de causalidad lineal y relación determinista entre causa y efecto;
concepciones y convicciones, por lo demás, ya superadas en todas las ciencias
avanzadas, de la biología a la física.

Se requieren más bien prescripciones directas o

indirectas de comportamiento, paradojas, sugestiones
y reestructuraciones que, rompiendo la rigidez del
sistema relacional y cognoscitivo que mantiene la
situación problemática, hagan posible el salto de nivel
lógico indispensable para la apertura de nuevas vías
de cambio, con el consiguiente desarrollo personal y
un nuevo equilibrio psicológico.

Se exige del terapeuta una gran elasticidad mental
unida a la posesión de un amplio repertorio de
estrategias y técnicas de intervención terapéutica que,
como veremos, provienen de sectores aplicados que no
son la clásica psicoterapia. Ello ha de permitir cambiar el
rumbo cuando los datos manifiestan que no se va en la
dirección deseada, así como estudiar estrategias ad hoc
para el caso, modificando a veces, con creatividad,
técnicas ya utilizadas con éxito en otros casos
semejantes. Como decíamos: ADAPTAR EL TRATAMIENTO
AL PACIENTE Y NO EL PACIENTE AL TRATAMIENTO.

Si quieres ver aprendes a obrar. Cuarta
herejía (actuar en primer lugar)
Desde el punto de vista estratégico, que en definitiva

es el del constructivismo radical, se parte de la
convicción de que, para cambiar una situación
problemática, antes hay que cambiar el obrar y,
como consecuencia, el pensar del paciente, o mejor,
el punto de observación, el «marco» de la realidad. Y
en esto vuelven a nuestra mente Von Foerster y su
imperativo estético: ¡si quieres ver aprende a obrar!.

No se pretende en modo alguno negar el influjo del
pensamiento y del conocimiento sobre la acción, pero
mantenemos que el cambio de una situación
perceptivo-reactiva sólo se convertirá́ en bagaje
cognoscitivo si antes pasa por la fase de experiencia
concreta. Naturalmente, por experiencia no se
entiende por cierto el concepto reductivo y fisicista de
acción sensorio motriz, sino todo cuanto esperamos de
nuestra relación con los demás y con el mundo. Una
emoción fuerte determinada por la
relación/comunicación con otra persona es, por
ejemplo, una nueva experiencia concreta que puede
lograr que el punto de observación de la realidad
propio del paciente se desplace.

En esta perspectiva, en los primeros compases de la

terapia, el insight y los procedimientos de toma de
conciencia de cuanto se refiere a los trastornos y a las
causas del problema han de ser considerados como
una maniobra contraproducente en cuanto aumentan
la resistencia al cambio.
LAS «HEREJÍAS» DEL ENFOQUE
ESTRATÉGICO
El desarrollo del «proceso» de la terapia se concluye

con el «jaque mate» al problema presentado al
comienzo de la misma y con la adquisición, por parte
del paciente, del «procedimiento» para jugar y vencer
de forma autónoma aquel determinado tipo de
partida. Por lo demás, como decía Bateson (1972), la
vida es: «un juego cuyo objetivo es descubrir reglas,
que cambian siempre y nunca llegan a descubrirse».

Desde el porque al ¿Cómo funciona?
Las preguntas sobre el por qué se tiene un problema

centran la investigación en el pasado, en la búsqueda
de las causas. Se pueden encontrar infinitas respuestas
a estas preguntas, pero a pesar de conocer todas las
respuestas no nos ayudarán a encontrar soluciones.
En cambio, conocer “cómo funciona” un problema nos
permite determinar los criterios que mantienen y
empeoran la situación, y con eso también encontrar
posibles soluciones.
El cambio es lo que nos permite conocer la naturaleza

del problema, si las estrategias utilizadas producen un
cambio quiere decir que las hipótesis formuladas y que
han guiado el proceso de cambio eran correctas. Si no
funciona, sabemos lo que “no es”.

Desde el por qué al ¿Cómo funciona?

Homeostasis Disfuncional
Cambio
Aprendizaje
Cambio
persistente
Homeostasis Funcional

Un equilibrio disfuncional tiene que ser modificado a través

de una intervención que introduzca un cambio en el
sistema, y cuando este cambio se haya repetido unas
cuantas veces se convertirá en un cambio estable. Cuando
el cambio se ha convertido en sólido y estable genera un
aprendizaje que inevitablemente lleva a un nuevo equilibrio.
Se pasa de una homeostasis disfuncional a una funcional,
generando y repitiendo un cambio que desde efímero e
inestable se convierte, en base a las repeticiones, en sólido y
estable, y al fin en un aprendizaje.
EL PROBLEM SOLVING
ESTRATÉGICO
DEFINICION DEL PROBLEMA
La definición del problema debe ser clara, concreta y lo

más descriptiva posible, no hay necesidad de
interpretaciones que, aunque permitan comprender el
problema, puedan plantear dificultades a la hora de
actuar.

EL PROBLEM SOLVING
ESTRATÉGICO
DEFINICION DEL PROBLEMA
La intervención estratégica se diseña en

función de los objetivos a alcanzar y no de la
teoría a confirmar.
Son las estrategias las que se adaptan al
problema y no el problema o los
interlocutores a nuestra teoría.

EL PROBLEM SOLVING
ESTRATÉGICO
DEFINICION DEL OBJETIVO
El objetivo debe “traducirse” para las

diferentes personas y profesionales
involucrados en el cambio de la situación
del problema.
En el sistema se debe comunicar a través
del mismo idioma, entendido y compartido
por todos sin excepción.
EL PROBLEM SOLVING
ESTRATÉGICO
LAS SOLUCIONES INTENTADAS
Las soluciones intentadas son una repetición continua

de un guion que ha sido útil en algunos momentos de
nuestras vidas, pero cuando no funcionan, creyendo
que sean la estrategia correcta las repetiremos una y
otra vez sin resultado. “Las soluciones intentadas
disfuncionales se convierten en el problema”. (P.
Watzlawick, J. Weakland, S. Fish, 1974).

EL PROBLEM SOLVING
ESTRATÉGICO
SISTEMA PERCEPTIVO REACTIVO
Hay 4 elementos que construyen el SPR:

Percepción de un límite / problema
Soluciones Intentadas (Acción)
Efecto de la acción (Sensación)
Construcción de credos (Pensamientos)

03
La intervención
estratégica con niños
y adolescentes la
terapia indirecta a
través de los padres o
con los pa

TECNICAS DE INTERVENCIÓN ESTRATÉGICA
El cambio estratégico
El primer y prioritario objetivo de una intervención estratégica

es reconducible a una acción que produzca un
CAMBIO CONSTANTE Y DURADERO

El cambio estratégico
La forma de percibir la realidad y las principales formas de

reaccionar a ella que dispone un menor se construyen en la
dinámica familiar.
Las familias se han polarizado en dos modelos
predominantes: Sobreprotector y Permisivo.
Los hijos cada vez más siguen viviendo con los padres, por lo
que la creación de nuevas familias se retrasa cada vez más.
Los padres están más interesados en el bienestar psicológico
de los hijos; esa es una de las razones para elegir
intervenciones indirectas, con los padres como co-
terapeutas.
Las funciones básicas de la familia
https://es.wikipedia.org/wiki/Pirámide_de_Maslow

- Satisfacción de las necesidades fundamentales del

niño/a.
- Fuente de informaciones y transmisión de valores.
- Actúa como grupo control.
- Ofrece modelos de imitación e identificación.
- Ayuda y enseña cómo se debe actuar en las situaciones
estresantes.
- Es un lugar de participación activa del niño/a.

A pesar de los cambios generacionales, la función

principal de la familia es la de acoger y transmitir
seguridad, y favorecer el liberarse de tensiones y
problemas.
El objetivo (ideal) de la estructura familiar sería:
facilitar el diálogo, promover la cooperación y el respeto,
comprometerse con cada miembro y ayudarle a crecer
como persona.

Los progenitores como “coterapeutas”
- Se ayuda a los padres para que ayuden a los hijos.

- Se evita “patologizar” los comportamientos
disfuncionales.
- Se interviene en la interacción entre progenitores e hijos.
- Se toma la familia como sistema y no se designa al hijo
como paciente.

• Evitamos una intervención directa que excluiría y

culpabilizaría los padres por sus (presuntas)
incapacidades.
• Favorecemos la colaboración y reducimos la
resistencia al cambio del sistema.
• Reconstruimos, en los padres, una figura de referencia
para los hijos.
• Desactivar los intentos fallidos que alimentan el

problema.
• Devolver la responsabilidad educativa a los padres.
• Ofrecer un papel fundamental a los padres en el
crecimiento cognitivo y emocional de los hijos.
• Reforzar el sistema familiar para que se convierta en
más competente en solucionar problemas.
Podemos clasificar los tipos de ayuda a los hijos por parte

de los padres en dos grandes grupos:
1. las ayudas que se traducen en acciones activas y
dirigidas a un único objetivo
2. las ayudas que se llevan a cabo bloqueando lo que los
padres hacen que produce efectos indeseados. Dicho
de otro modo, cuando la intervención prevé
estrategias compuestas por maniobras activas o bien
cuando hay que desactivar los intentos fallidos que
alimentan el problema en vez de resolverlo.
A los progenitores se le otorga el papel de responsable de

la intervención en sus hijos, supervisado por el experto que
lo va guiando en la ejecución de las estrategias
orientadas a la solución de los problemas existentes.
Incluso cuando la terapia prevé una intervención directa
por parte del especialista en el sujeto que padece el
trastorno, se implica activamente a los padres y se les
indica lo que deben hacer y lo que no deben hacer para
favorecer el proceso terapéutico.

En primer lugar, es necesario identificar cuáles son los

guiones/patrones que se repiten habitualmente en el seno
de la dinámica familiar. Los guiones/patrones (SI) son los
modelos de relación, las formas de comunicar y los
repertorios de acciones recurrentes en el sistema familiar.
Estos factores se distinguen con claridad porque son
modalidades redundantes en las relaciones entre los
miembros de la familia, que con el tiempo estructurarán
un modelo que representa la homeostasis familiar
(Jackson, Weakland, 1961).
“Ya en las primeras obras del grupo de Palo Alto, en los

años cincuenta, los efectos pragmáticos de la
comunicación aparecieron como uno de los factores
fundamentales tanto para la formación de patologías
como para la elaboración de estrategias terapéuticas.
Por consiguiente, guiar al padre en el descubrimiento y en
la gestión de sus formas de comunicación habituales
constituye un paso ineludible de la intervención de ayuda
a los hijos.

Destacar cuáles son las soluciones intentadas por los padres frente al
hijo problemático constituye la primera unidad de investigación-
intervención estratégica. Esto permite evitar el riesgo, frecuente
cuando se investiga un problema, de formular interpretaciones poco
fiables o explicaciones influidas por opiniones o preconceptos
engañosos. En cambio, limitar la observación a los intentos concretos
de solución puestos en práctica ofrece una clave de lectura
operativa basada en hechos y no en opiniones. Como destaca Oscar
Wilde: «El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible».
Una vez aclaradas las estrategias de acción que alimentan el malestar
en vez de aliviarlo, es necesario anularlas o sustituirlas por otras
eficaces.
Las competencias y capacidades que deben poseer los

padres para ayudar realmente a los hijos problemáticos a
superar sus trastornos son la capacidad de adoptar una
visión sistémico-interaccional de los problemas y la
capacidad estratégica de intervención correctiva en los
factores que alimentan los círculos viciosos propios de las
dificultades que hay que resolver y de las patologías que
hay que eliminar.

Los problemas en la infancia
Las reglas normales que un progenitor trata de establecer en la

mesa —y que el niño puede poner en tela de juicio con sus
rabietas— son por lo general:
• aprender a comer sin que se lo den en la boca;
• comer todo lo que hay en el plato;
• no jugar con la comida;
• comer todos los alimentos propuestos por el progenitor,
incluso los menos apetecibles pero que son importantes para
diferenciar la alimentación;
• No levantarse de la mesa hasta que la comida haya
terminado.
Las estrategias más comunes para gestionar las

rabietas en la mesa, las soluciones intentadas por parte
de los padres se incluyen en una única categoría: la
exhortación. Existen, no obstante, distintos matices de
exhortación, desde la exigencia rígida y autoritaria
(«¡Come esto y sin rechistar!») hasta la suave
negociación con chantaje emocional («Hazlo por
mamá, por favor»).

Forzar y presionar
Los motivos de la insistencia hay que buscarlos en la preocupación
común a todo buen progenitor: asegurar una alimentación
adecuada a su hijo.
La insistencia se transforma gradualmente en imposición, crea
malestar en el niño y le impide experimentar la sensación de placer
que normalmente debería acompañar la experiencia de la comida.
Es muy probable que, en una situación así, aparezcan las pataletas y
las negativas obstinadas, y que en la interacción con los padres se
produzca un auténtico «pulso hasta el último bocado». El niño
aprende muy pronto a mantener el pulso con los mayores en la mesa.

Otras formas son prometer premios o comparar sus

actitudes con la de los demás.
Evidentemente las dos SI no van a funcionar porque en el
primer caso el niño gestionará y negociará sus comidas
para obtener algo a cambio, y no comerá sin la promesa
de un “premio”.
En el segundo caso las comparaciones además de no
funcionar provocarán conflictos con los demás que serán
percibidos como privilegiados.

Erickson cuenta que en su mesa la verdura y la mayoría

de la comida estaba lejos del alcance de sus numerosos
hijos, y cuando estos le pedían explicaciones él
contestaba tranquilamente que la mayoría de la comida,
sobre todo la verdura era reservada para las personas
mayores.
En lugar de presionar la ”prohibiciones”, provocaba un
efecto deseo, y los hijos muy pronto preguntaban:
“¿podemos comer un poco?” al que Erickson contestaba:
“solo el domingo y muy poco”.
En la franja de edad entre 3 y 6 años es muy

frecuente que la mayoría de los problemas involucren
tanto los niños como los progenitores:
-Rabietas y control de impulsos
-Ansiedad de separación
-Dificultades en el lenguaje

En todos los casos en la mayoría de los casos una

intervención totalmente indirecta ayuda muchísimo, y en
la mayoría de los casos soluciona el problema en muy
pocas sesiones. Se ha revelado fundamental el cambio
de actitud de los padres en relación a los
comportamientos disfuncionales de los hijos, que hasta al
momento los habían tenido en jaque. Reaccionar de
forma diferentes frente a una rabieta hace que esta
pierda totalmente su significado, y con eso su frecuencia
hasta desaparecer.
Uno de los momentos más críticos en el desarrollo evolutivo de un

niño es el paso de la familia y de la educación infantil a la enseñanza
primaria entre los 6 y los 11 años. De ambientes muy protegidos,
donde no se exige ninguna prestación y el niño vale por lo que es,
más allá de lo que hace, se pasa a un contexto en el que se lo valora
por su rendimiento. Pese a todos los intentos de rebajar la tensión en
este aspecto, en la percepción de todos —niños, maestros, padres,
abuelos— ese momento de paso se vive con cierta ansiedad normal.
Es la primera ocasión de socialización en ambientes donde también
surgen espontáneamente mecanismos de competición y donde,
sobre todo, el niño se expone a ser evaluado.

En general, frente a la ansiedad del pequeño el adulto reacciona

remitiéndose a sus capacidades personales y olvidándose a menudo de
cuando él era un niño. Por ejemplo, se puede caer en la tentación de:
-minimizar: «Son cosas que también me pasaron a mí, pero luego
reaccioné»;
-racionalizar: «Cuando la maestra te pregunta, tienes que estar
tranquilo», animando al niño a mantener la calma pero agravando el
bloqueo emocional; o con efectos aún peores: «Entretanto te quedarás
en casa, y cuando estés mejor volverás a la escuela», con lo que se
pone en marcha la solución intentada de la evitación escolar;
-etiquetar, tal vez con certificados médicos extendidos por especialistas
o bien sometiendo directamente al niño a terapias.

Pubertad y preadolescencia.
Es una edad de contrastes en la que coexisten la tendencia

a permanecer en el mundo apacible de la infancia y la
tendencia a explorar el universo de los adultos, junto con los
impulsos psicofisiológicos a la competición y el entusiasmo
por el otro sexo, que se convierte en el tema principal de las
conversaciones entre amigos y amigas. En esta fase, el papel
de los padres debería ser el de constituirse en buenos
modelos que los hijos puedan imitar. No es fácil, porque
además los muchachos se sienten atraídos por todo aquello
que es externo a la familia.

04
Los sistemas
perceptivo
reactivo y las
técnicas de
intervención

SPR FOBICO: EVITACIÓN

SPR OBSESIVO: CONTROL (FALLIDO)
SPR OBSESIVO COMPULSIVO: CONTROL (RITUAL)
SPR OBSESIVO PARANOICO: LUCHA (DERROTA)
SPR PARANOICO: DEFENSA

SPR FOBICO:
- Diario de a bordo
- Reestructuración de la evitación
- Peores fantasías

SPR OBSESIVO: el control que hace perder el control

- Reestructuración del control
- Cartas de las obsesiones

SPR OSESIVO COMPLULSIVO: CONTROL (RITUAL)

- Ritualizar los rituales “se fai uno fai 5”
- Violar los rígidos patrones conductuales
- Cambiar las reglas de las compulsiones

SPR OBSESIVO PARANOICO

- Reestructurar la agresividad
- “Como empeorar”

SPR PARANOICO
- Aceptación incondicional de la paranoia (por parte
del terapeuta)
- Búsqueda de señales

SPR VOMITING
- Ritualización del ritual del vomito
- Búsqueda de placeres alternativos

SPR beenge eating (trastorno por atracones)

- Miedo al ayuno
- Reconstrucción de la relación con la comida
- Si necesario mesa de comida (con los padres)

SPR ANOREXICO
- Reestructuración de las relaciones familiares
- Ilusión del control de la comida
- Reconstrucción de los placeres de la comida

TRABAJO PRACTICO
CASOS

74
BIBLIOGRAFIA
• Nardone G, Balbi E. (2009) Surcar el mar sin que el cielo lo sepa. Lecciones sobre
el cambio terapéutico y las lógicas no ordinarias. Barcelona: Herder.
• Nardone G, (2003) Modelos de familia. Barcelona. Herder.
• Nardone G. (2015) Ayudar a los padres a ayudar a los hijos: problemas y
soluciones para el ciclo vital. Barcelona: Herder.
• Nardone G, Portelli C. (2002) Conocer a través del cambio. Terapia estratégica
evolucionada. Barcelona. Herder.
• Nardone G, Salvini A.(2006) El diálogo estratégico. Barcelona.
• Nardone G. Watzlawick P. (1997) El arte del cambio. Herder.
• Papantuono M., Portelli C., Gibson P. (2023) Ganar sin pelear. Técnicas y
estrategias para solucionar las dificultades sociales, emocionales y conductuales
de niños y adolescentes en la escuela. Herder
• Watzlawick P, Nardone G. (1999)Terapia breve: filosofía y arte. Barcelona: Herder.

Prof. Mauro Bólmida
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G. Bateson, en acuerdo con la perspectiva

Los trastornos psicológicos y conductuales según

La cibernética es el fundamento científico de la

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Otro elemento base de la TBE es la epistemología

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Nota del profesor: La palabra hereje viene del

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Primera herejía: NO existe una sola realidad.

Segunda herejía: saber Cómo, más que saber por qué.

Tercera herejía: Se solucionan problemas en el presente.

Cuarta herejía: se actúa en primer lugar.

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El pensamiento estratégico no se funda en una teoría que,

La función del terapeuta está en ayudar

Para ello, el interés específico va dirigido a estudios y

El cambio de perspectiva produce un cambio en la percepción de la

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Se requieren más bien prescripciones directas o

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Desde el punto de vista estratégico, que en definitiva

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En esta perspectiva, en los primeros compases de la

El desarrollo del «proceso» de la terapia se concluye

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Las preguntas sobre el por qué se tiene un problema

El cambio es lo que nos permite conocer la naturaleza

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Un equilibrio disfuncional tiene que ser modificado a través

La definición del problema debe ser clara, concreta y lo

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La intervención estratégica se diseña en

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El objetivo debe “traducirse” para las

Las soluciones intentadas son una repetición continua

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Hay 4 elementos que construyen el SPR:

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El primer y prioritario objetivo de una intervención estratégica

CAMBIO CONSTANTE Y DURADERO