La Harina
La Harina
La Harina
INTRODUCCIÓN.................................................................................................1
HISTORIA............................................................................................................2
LA HARINA......................................................................................................... 4
HISTORIA DE LA PASTA: EL SECRETO ESTÁ EN LA HARINA......................9
EL PAN.............................................................................................................. 10
RECETA DEL PAN............................................................................................15
PAN Y RELIGIÓN..............................................................................................15
LA HARINA EN NUESTRO TERRITORIO........................................................16
INTRODUCCIÓN
El trigo que cultivamos hoy tiene su origen en una región de Asia que se
extiende entre los ríos Tigris y Éufrates, en lo que hoy conocemos como
Mesopotamia. Desde esta área del Oriente Medio, el cultivo del trigo se
expandió en todas direcciones. Investigaciones de historiadores y
arqueólogos indican que las primeras variedades de trigo recolectadas por
el ser humano tienen más de 12,000 años. Las evidencias más antiguas
del cultivo de trigo provienen de países como Siria, Jordania, Turquía e
Irak.
Los cereales son la fuente de nutrientes más significativa para la
humanidad y han estado históricamente vinculados al surgimiento de la
civilización y la cultura de todos los pueblos. La capacidad de cultivar
cereales permitió a las personas transitar de un estilo de vida nómada a
uno sedentario, ya que les proporcionaba una parte fundamental de su
alimentación. Cada cultura y civilización, así como cada región del mundo,
ha desarrollado una gastronomía particular basada en los cereales que
consume. Por ejemplo, en Europa predominan el trigo, en América el maíz,
en Asia el arroz, mientras que el sorgo y el mijo son comunes en África.
Los molinos de mano más antiguos se remontan al Neolítico, un periodo
caracterizado por el desarrollo de la agricultura. Aunque los primeros
molidos incluían semillas de recolección, como bellotas y castañas, el
cereal se convirtió en el producto principal. Es probable que la molienda
del trigo para hacer harina se realizara inicialmente con majaderos y
morteros, o aplastándolo entre dos piedras planas. Las mejoras en este
método dieron lugar a la invención de los molinos de sangre, que eran
movidos por animales, mencionados incluso en la Biblia, donde se narra
cómo Sansón hizo girar una muela entre los filisteos. Homero también
hace referencia a estos molinos en la Odisea. Los romanos comenzaron a
utilizar molinos hidráulicos en el siglo I a.C., empleando tanto esclavos
como animales en este trabajo.
El cultivo del trigo, impulsado por la acción humana, resultó en una mayor
producción de alimentos, ya que en estado salvaje no habría podido
prosperar por sí mismo.
La pasta es sin duda uno de los alimentos más fáciles de preparar y con mayor
potencial a la hora de preparar una comida. Gusta a niños y adultos y combina
con cualquier tipo de alimento.
En muchos países la pasta es uno de los principales alimentos del menú diario
(Corea, China o Italia por nombrar quizá los más conocidos)
Lo más importante para obtener una pasta de buena calidad es partir de la
harina adecuada. Para ello el secreto está en usar harina procedente de la
molturación de granos de trigo duro, hasta obtener la semolina, que es una
harina de grano un poco más grueso al de la harina de trigo convencional.
En las “pastas artesanas” se prepara la masa mezclando esta semolina con la
cantidad adecuada de agua y trabajándola hasta obtener una masa elástica, a
la que se da forma, se deja secar al aire y después se cocina.
En las industrias de pasta la masa se prepara en grandes mezcladores que
realizan todo el trabajo de fuerza. La masa es después conducida a través de
un extrusor a las diferentes boquillas de salida que le darán su forma final.
Después pasan por un túnel de secado, y finalmente se dosifican y envasan
listas para la venta.
La pasta es una fuente de carbohidratos y estos son la clave de una
alimentación saludable. En la dieta Mediterránea se recomienda que la
distribución calórica diaria proceda en un 45-60% de carbohidratos, entre 25-
30% de grasas y el 15-20% de proteínas.
La pasta combina perfectamente con todo tipo de alimentos (aceite de oliva,
tomates, vegetales, pescados, carnes, quesos… etc.) y permite conseguir una
alimentación variada, deliciosa, equilibrada y económica.
La pasta y las recetas con pasta forman parte de la tradición cultural del
Mediterráneo y Latinoamérica y por esta razón merece la pena conservar su
riqueza.
EL PAN
Hablar de la harina es hablar del pan. Fueron los egipcios quienes elaboraron
por primera vez este delicioso alimento, posiblemente entre el quinto y séptimo
milenio a.C. elaboraban la masa con grano molido rudimentariamente, y le
añadían únicamente agua. Con el tiempo, la preparación vario tanto proceso y
cocción. La molienda del grano se realizaba con dos piedras cilíndricas unidas
en el centro: la de abajo permanecía fija y la de arriba era movida
manualmente; luego se tamizaba la harina para extraer el salvado. Y se
cocinaba en moldes de tierra. Los egipcios no fueron los únicos panaderos. En
la antigua Mesopotamia se consumía un tipo de masa elaborada con cereales
machacados o molidos, los asirios consumían una especie de galleta cocida
que acompañaban con cebolla; y los griegos, elaboraban una galleta sin
levadura. Pero fueron los compradores de los granos egipcios y creadores del
horno quienes perfeccionaron la técnica de la elaboración y llegaron a obtener
más de 62 clases diferentes. Entre los favoritos estaban el pan de salvado, de
trigo negro, de avena, de centeno y de todas las variedades de trigo.
Con el tiempo, la elaboración de pan se extendió por todo el mundo hasta
ocupar un lugar protagónico en la alimentación. Por sus beneficios nutricionales
y fácil digestión.
El cereal más utilizado para la elaboración del pan es la harina de trigo.
El pan es un alimento básico que forma parte de la dieta tradicional en Europa,
Medio Oriente, India, América y Oceanía. Se suele preparar mediante el
horneado de una masa, elaborada fundamentalmente con harina de cereales,
sal y agua. La mezcla, en la mayoría de las ocasiones, suele contener
levaduras para que fermente la masa y sea más esponjosa y tierna.
La adición de la levadura provoca la fermentación de la masa antes del
horneado, y como consecuencia, le proporciona un volumen y una
esponjosidad debido a la producción de pequeñas burbujas de dióxido de
carbono que se quedan inmersas entre la masa húmeda de la harina.
Al pan elaborado sin el empleo de levadura se le llama pan ácimo y, debido a
esa falta de levadura, carece de la esponjosidad típica de los panes
“hinchados” o “levados”. Es muy probable que las elaboraciones más primitivas
de pan no llevaran levadura. Los panes planos, muy populares en algunas
culturas, es muy posible que sean los más antiguos.
Antiguamente en las zonas rurales, el pan era elaborado en los núcleos
familiares y poco a poco el establecimiento para dispensar el pan, la panadería,
ha ido cobrando importancia en las zonas urbanas.
En la actualidad el pan es uno de los alimentos básicos que puede encontrarse
en casi cualquier tienda de alimentación y grandes superficies. Su valor hace
que puedan calcular índices económicos de referencia, como el índice de
precios al consumo (IPC), empleado para determinar la evolución del costo de
la vida en las naciones.
El pan ha sido tan importante en la alimentación humana que se considera
como sinónimo de alimento en muchas culturas. Asimismo, participa en muchos
rituales religiosos y sociales, como por ejemplo el matzoh, en la pascua judía; la
hostia en la Eucaristía cristiana, y el rito de bienvenida de los pueblos eslavos,
que involucra el pan y la sal.
Los ingredientes básicos, y necesarios para la elaboración del pan son solo
dos: harina y agua.
Para comprender el proceso de panificación conviene entender la harina como
un conjunto de dos sustancias:
PAN Y RELIGIÓN
Siglo XIX
Con la llegada del siglo XIX, la agricultura chilena experimentó un crecimiento
significativo. La expansión de la red de caminos y ferrocarriles facilitó el
transporte de productos agrícolas. En este contexto, el trigo se consolidó como
uno de los cultivos más importantes del país.
La llegada de inmigrantes europeos, particularmente alemanes, italianos y
franceses trajo consigo nuevas técnicas de panificación y variedades de pan.
La influencia de estas culturas enriqueció la tradición panadera chilena,
diversificando los tipos de pan y las recetas. El "pan amasado", por ejemplo, se
convirtió en un clásico en la mesa chilena.
El Siglo XX: Innovaciones y Diversificación
A medida que Chile avanzaba hacia el siglo XX, la industria de la harina
comenzó a modernizarse. Se establecieron molinos industriales en diversas
ciudades, lo que permitió una producción más eficiente y en mayores
cantidades. Esta modernización llevó a la creación de harinas de distintas
calidades y tipos, adaptándose a las necesidades del mercado.
Harinas Alternativas
Durante el siglo XX, además de la harina de trigo, también comenzaron a
producirse harinas a partir de otros cereales, como el maíz y la avena. La
harina de maíz se utilizaba en la elaboración de platos tradicionales, como la
"humita" y el "pastel de choclo".
Cambios en el Siglo XXI
Resurgimiento de Harinas Alternativas
En las últimas décadas, ha surgido un creciente interés por las harinas
alternativas y más saludables. Harinas de quinoa, espelta y leguminosas han
ganado popularidad, impulsadas por una mayor conciencia sobre la nutrición y
la salud. Este movimiento ha llevado a la diversificación de la oferta de
productos en panaderías y supermercados.
Sostenibilidad y Agricultura Orgánica
A medida que la demanda de alimentos orgánicos y sostenibles crece, muchos
agricultores en Chile han comenzado a cultivar trigo y otros cereales de manera
orgánica. Este enfoque no solo beneficia la salud de los consumidores, sino
que también contribuye a la preservación del medio ambiente.
La Harina en la Cultura Chilena
La harina y, especialmente, la harina de trigo, han dejado una huella indeleble
en la cultura chilena. El pan, en sus diversas formas, es un símbolo de la
identidad nacional. Desde el tradicional "pan amasado" hasta el "marraqueta" y
el "hallulla", el pan chileno representa no solo un alimento, sino también un
elemento cultural que reúne a las familias y comunidades.